El otoño del Cartujo

El otoño del Cartujo

* Foto: La Cartuja de Monegros.

Una mañana de otoño el monasterio del cartujo de Monegros va imponiéndose en el horizonte, al principio la silueta es extraordinariamente magnifica pero al acercarme, el deterioro y el paso de tantos años en abandono, se ve reflejado en sus tejados hundidos y rotos, en sus muros que se agrietan e incluso se deshacen al cierzo y a la escasa lluvia.

 En estos campos adyacentes suelo encontrar setas de cardo, por ello ando entre las tierras de labor abandonadas, salpicadas por cardos, tremoncillos y las fuertemente enraizadas retamas o ginestras, mecidas por el cierzo que asola en estas áridas tierras. Los llanos se extienden al pie de la sierra de Alcubierre, campos de secano que se han de ir preparando de nuevo para la siembra del cereal entre algunos viejos olivares, almendreras y el paso escondido del canal de monegros. Entre parideras de piedra se abre una gran extensión tan sólo quebrantada por alguna firme sabina, explicando al tiempo que aquí el paisaje parece eterno, pero que a pesar de todo, la historia se va borrando, como los muros del cartujo, como sus dos primeros emplazamientos que apenas ya ni se aprecian, ni se buscan.

Camino como si el monasterio no estuviese, como si no existiese o hasta incluso peor, como si fuese un fantasma. No dejo de apartar la vista del suelo, continúo buscando entre un suelo pedregoso las codiciadas y escondidas setas de cardo; hace ya más de dos semanas que cayeron las primeras lluvias otoñales y ya vamos olvidando al dominante sol veraniego.

No ha sido una buena mañana, al menos para una tortilla de setas me alcanza. He llegado hasta la fuente que hay detrás del ruinoso monasterio, el agua emana, como si de un lugar imposible fuese. Vuelvo hacia el coche, entre un bosquecillo de árboles, llamados de los dioses, entreveo la entrada al monasterio. La puerta está cerrada, ¡mejor! así no veré las pinturas de Bayeu en su deterioro  imparable, no seré testigo y cómplice del abandono, de las miserias de la indefensión de nuestro patrimonio a la dejadez y al olvido tan cercano al desprecio y a la ignorancia, como aquel castillo que un día hubo en la Venta de Ballerias que, al pasar, aún busco su desaparecida  presencia.

O quizás pueda suceder que el empuje entre todos y todas, tal y como ha sucedido con la ermita de Sariñena, salvada de su evitable caída y recuperado su esplendor, y todo gracias al ejemplo de honorables vecinos que lo han hecho posible, podamos salvar al monasterio Sariñenense de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, sencillamente si queremos.

Bibliografía consultada:

Publicaciones del Dr José Ignacio Calvo Ruata y la Dr. Elena Barlés Báguena, las notas históricas del sacerdote Miguel Supervía Lostalé y los artículos de Arturo Morera en la revista «Quio de Sariñena y Los Monegros».

Publicau en “ Os Monegros el 21 de octubre del 2011.

– Enlaces relacionaus:

Denuncia abandono y deterioro de la cartuja.

Periódico de Aragón.

Heraldo de Aragón.

Demanda de información sobre l´estau d´a Cartuja d´os Monegros. Arredol.

Tamién propuesta ciudadana en Heraldo de aragón.

– Posts relacionaus:

Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

El Cartujo de Monegros.

Zancarriana w

4 comentarios en “El otoño del Cartujo

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