Constantino Escuer Murillo, natural de Perdiguera, es un agricultor muy unido a su tierra. Valora tanto la vida, que es capaz de ver la vida que no somos capaces de ver los demás; es todo un conocedor y descubridor de la entomofauna monegrina y de la naturaleza en general. Pero además, Constan es colaborador de la revista monegrina «Montesnegros» y gran divulgador y conocedor de su tierra. He de agradecerle que haya querido compartir dos emotivos escritos sobre la guerra civil en Perdiguera, valiosos testimonios para que la memoria continúe viva en nuestros corazones.
Constantino Escuer Murillo
IN MEMORIAM
«Rogad a Dios en caridad por estos cuatro seres inocentes, que en horas de confusionismo, dieron su vida por España. Manuel Escuer – Saturnino Alfranca – Benito Bailo – Segundo Arruga» Así reza la inscripción en la lápida de una tumba que encontraremos en el cementerio de Perdiguera nada mas franquear su puerta.
Tal día como hoy 28 de agosto de 2016, se cumplen ochenta años del asesinato de estos cuatro vecinos de Perdiguera, que junto al maestro de Lanaja, cuyo nombre desconozco, fueron fusilados en las tapias del cementerio.
No fueron los primeros en ser pasados por las armas tras la sublevación militar del 18 de Julio de 1936, ya que previamente y en las tapias del cementerio de Torrero, habían sido fusilados el secretario del ayuntamiento de Perdiguera Félix Lamata Sanz y el médico del pueblo Martín Serrano Díaz. Con posterioridad, también sería fusilado el maestro de la escuela de niños Victoriano Tarancón Paredes.
El marmolista que realizó la inscripción de la lápida, por algún motivo, cometió un error a la hora de escribir uno de los apellidos. Las cuatro personas que fueron fusiladas por el único delito de pertenecer a Unión Republicana son: Manuel Escuer Doñate de 52 años, que en el libro de defunciones del ayuntamiento, cuando se habla de las causas de su muerte pone «Muerto a causa de las circunstancias actuales», Saturnino Arruga Alfranca de 51 años y con las mismas causas de la muerte, Benito Bailo Arruga de 40 años «Muerto a causa de la guerra» y por último Segundo Arruga Alfranca de 29 años, que consta como «Muerto por haber sido fusilado».
Este último, Segundo, fue secretario de Unión Republicana, partido que tenía un pequeño casino en la actual calle de Las Plazas, que se cerró tras el golpe militar y que hasta entonces fue centro de reunión y debate político. Como muestra de ello, en una carta dirigida al Gobernador Civil, el alcalde informa de que en el Centro de Unión Republicana, ha tenido lugar el día 17 de enero de 1936 a las ocho de la tarde un acto político, y dice literalmente: «Pláceme significar a V. E. que se verificó el acto con el mayor orden, sin ocurrir ningún incidente, siendo el número de los asistentes de 80 a 100 y los oradores que tomaron parte en el acto, Don Joaquín Centelles, Don Carmelo ¿Esques? D. Saturnino ¿Guallar? y D. Casimiro Sarría, siendo los puntos tratados relacionados con la próxima campaña electoral a Cortes».
Tras esta elecciones, ganadas por el Frente Popular, y con motivo de tres renuncias, se designarían tres nuevos concejales al ayuntamiento de Perdiguera, Hilario Murillo Castelreanas, Casto Lopez Expósito y el propio Segundo Arruga Alfranca. Toman posesión de sus cargos en marzo del 1936 y es elegido alcalde Hilario. Poco dura su mandato, ya que el 21 de julio, tres días después del golpe, el sargento de la Guardia Civil del puesto de Leciñena «Por orden de la superioridad», da por clausurada la Comisión Gestora del ayuntamiento.
De estos tres concejales, Segundo Arruga ya sabemos cómo terminó, fusilado junto a sus tres compañeros y el maestro de Lanaja en un criminal acto al que acudieron numerosos espectadores, entre ellos muchos niños de la escuela, alguno de los cuales arrastraría terribles pesadillas hasta su muerte. Otros niños, ya de mayores, decían recordar al maestro de Lanaja dando vivas a la República mientras el pelotón de fusilamiento les disparaba. Casto tuvo que huir y terminó su vida en Venezuela, e Hilario, tras muchas vicisitudes, se libró de una muerte a la que estuvo condenado.
Espero poder escribir más adelante y con más detalle de los acontecimientos que rodearon la huida forzosa para escapar de la muerte de Hilario y Casto, así como de los horribles hechos que sucedieron en Perdiguera a finales de septiembre de 1936, pero hoy 28 de agosto de 2016, ochenta años más tarde, vaya mi particular y sentido homenaje para Manuel, Saturnino, Benito y Segundo, vecinos de Perdiguera, por su compromiso político y su lucha por lograr una sociedad más justa. Y también para el maestro de Lanaja en representación de tantos servidores públicos que como Félix, Victoriano y Martín, fueron asesinados por defender los ideales de la República.
Constantino Escuer Murillo
28 de agosto del 2016
A SANGRE FRÍA
Pocos imaginaban en el pueblo, que aquel 27 de septiembre de 1936, hoy hace de ello 80 años, se producirían unos hechos que constituirían la página más negra y trágica de la historia de Perdiguera.
Aquel domingo, en un pueblo tomado desde el inicio de la guerra por los militares sublevados, un grupo de guardiaciviles al mando del teniente del cuartel de Movera, después de bien comidos y bien bebidos, según contaban quienes se acordaban de ello, se dedicaron a recorrer el pueblo deteniendo a 31 vecinos que fueron introducidos maniatados en la caja de un camión. Posteriormente fueron trasladados al límite del término de Perdiguera con Villamayor, donde en las paredes de una antigua casilla de peones camineros que había junto a la carretera, fueron fusilados y enterrados en una fosa que allí hicieron.
Sin duda alguna, la saca estaba preparada con un listado de personas a las que había que aniquilar por sus ideas políticas, aunque cabe la posibilidad de que, según algunos testimonios, en la borrachera de la acción, se detuviera a algunos pocos que no figuraban en la lista, pero tuvieron la mala suerte de cruzarse en su camino.
Resulta imposible nombrar caso por caso la tragedia de todos los fusilados, pero sí que tengo testimonios como el de Rogelia, la hija menor de Pedro Escanero y Juliana Vinues, que entonces tenía 16 años, quien me contaba entre lágrimas, que después de asesinar a sus padres, pretendieron que bajase a la plaza a bailar con los soldados unos días después del fusilamiento, y gracias a la intervención de un mando que se había alojado en su casa, la dejaron en paz.
O el caso de Estefanía Castelreanas, madre de Hilario, alcalde y presidente de Izquierda Republicana, que no quiso escapar del pueblo cuando lo hizo su hijo, convencida de que con su edad, siendo devota cristiana y ayudando en las labores de la parroquia, nada le podía suceder. Pues como no encontraron al hijo, se la llevaron por delante.
O el de Pascual Murillo (hijo) de 16 años, quien al ver que se llevaban a su padre Pascual detenido, corrió tras el camión gritando ¡Padre, padre, padre! hasta que detuvieron el vehículo y lo subieron con el resto de los detenidos.
O el de Petra Cugota, de 32 años y en su último mes de gestación, cuyo patente embarazo no fue suficiente para que se compadeciesen al menos del hijo que estaba por llegar.
O el de los otros dos adolescentes de 16 años, Elías Arruga y José Alfranca, que fueron asesinados antes de que pudieran saber lo que era la vida.
Me gustaría poder dedicar unas palabras para cada uno de los asesinados, pero lamentablemente carezco de información suficiente para poder hacerlo. Mi respeto y mi recuerdo para cada uno de ellos.
Pasada la guerra, los cuerpos fueron exhumados de la fosa donde se encontraban y enterrados en el cementerio municipal bajo una lápida común situada muy cerca de la entrada a mano derecha.
Si alguna vez entráis al cementerio de Perdiguera, dedicad al menos un pensamiento para estas 31 personas, que fueron, víctimas inocentes de una maquinaria de terror que intentó aniquilar a todos sus adversarios políticos, y protagonistas involuntarios de una tragedia que todavía tiene sus consecuencias en el pueblo donde vivieron.
Constantino Escuer Murillo
27 de septiembre del 2016
os monegros 
Hola Costán , quiero agradecerte el homenaje que en tu artículo haces a los caídos en Perdiguera , entre los que se encuentran 3 miembros de mi familia
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que lejos….que cerca.
Injusto,
De la vida a la muerte por capricho.
De la muerte, al olvido, por venganza.
Mi pesar, mi reconocimiento…
que cerca los tenemos y que lejos quieren que los recordemos.
Mi pesar a las familias de todos los fusilados, de los que muerieron injustamente en la carcel, en el exilio….,de hambre
Mi pesar y reconocimiento a ti Costan y a todos aquellos que hacen que los caprichos y horrores de la guerra estén mucho más cerca de lo que algunos desearían.
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Preciosas palabras Miguel. Ochenta años de silencio son muchos, demasiados sin reconocer a quienes tanto sufrieron.
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Gracias por tus palabras mari. Merecido homenaje.
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Hola , Costan. Soy Angel. Muy bonitos los recuerdos, emocionantes en un día como hoy que aprovecho para leerlos, un día antes de Todos los santos. La historia de mi tío , la de mi abuelo y la que también pudo ser mi padre, pues escapó del camión en el último instante, todavía no ha podido ser contada, pues nos faltan detalles. Pero espero el momento que pueda hacerlo. Una historia , supongo muy similar a la por ti contada. Hablaremos , para ver si me puedes dar alguna pista donde buscar. Un saludo y Felicidades por rescatar a la memoria historias que hasta hoy quedan todavía por contar. Salud.
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Hola Ángel, desconocía estos detalles de tu familia. Cuando quieras hablamos. Contrariamente a lo que dicen algunos,todavía quedan muchas historias por contar
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Me gustaria preguntarle si conoce algun dato mas de Felix Lamata, el secretario, por ejemplo edad, fecha de fusilamiento etc. Muchas gracias
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Hola Luigi, ya te respondo por privado a tu correo.
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Sr. Constantino Escuer Murillo.
Primeramente felicitarle por la recopilación histórica que hace en este articulo, el cual, junto con algunos datos que ya tenia quien suscribe, mas otros que en su día aporto el investigador barcelonés descendiente de najinos Joaquim Pisa, aportan en conjunto una información esclarecedora para todas las partes, puesto que todos teníamos datos parciales.
Le participo que el maestro de Lanaja que gracias a la información aportada por Ud. sabemos que fue fusilado en presencia de testigos en las tapias del cementerio de Perdiguera junto con cuatro vecinos de esa localidad el 28-VIII-1936, se llamaba Manuel Lacruz Novellón, de 34 años. Al parecer pertenecía al partido Azañista Izquierda Republicana y al estallar la guerra y habiendo concluido el curso escolar se encontraba en Zaragoza residiendo en la Calle Mefisto Nº9. Según la información parcial y sesgada que me fue aportada oralmente por varios vecinos de Lanaja y que se encuentra recogida ( ahora se sabe con varios errores, aunque también con ciertas similitudes respecto a la información que Ud.aporta) en la pagina 91 del libro « Las batallas de Lanaja ´´, parece ser que Manuel Lacruz se alisto en el Ejercito con la intención de cruzar a la zona republicana, cosa que intento una noche en fecha indeterminada entre Perdiguera y Leciñena, no consiguiendo su propósito y siendo detenido por las tropas sublevadas y posteriormente, en fecha supuestamente muy cercana a la de su intento de cruzar las líneas, fusilado « dando vivas a la Republica ´´ junto a los cuatro vecinos de Perdiguera y en esa misma localidad como ahora tengo constancia. Inicialmente los najinos habían apuntado Leciñena como posible ubicación de su fusilamiento.
En el libro « El pasado oculto ´´, aparece apuntado como Oficial de la Diputación y la fecha de su óbito es del 12-II-1937; con esa misma fecha aparece también en el Memorial de represaliados del cementerio de Torrero de Zaragoza. A mi entender esa fecha es irreal, quizás es la fecha en que tardana y malamente alegando burdamente como causa «la guerra´´ se registro su muerte en un archivo del que se tomo la referencia. Doy por valida y veraz la fecha del 28-VIII-1936 la de su injusta ejecución en presencia de testigos. Resulta ímprobo que un republicanista de izquierdas esperase tantos meses, hasta Febrero de 1937 para tratar de cruzar a la España Republicana. Tampoco hay constancia en Lanaja de la ejecución de ningún otro maestro a excepción de Manuel Lacruz Novellón, por lo cual el es necesariamente quien yace junto a los cuatro Perdigueranos tras una lapida donde aparecen sus nombres. Seria de justicia y en su consideración y la de la historia lo pongo que el nombre del hasta ahora medio anónimo maestro de Lanaja apareciese en esa lapida junto a sus cuatro compañeros de infortunio victimas de la intransigencia brutal de una guerra incivil.
Reciba Ud. un cordial saludo.
Roberto Mateo Caballero
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Hola Roberto, muchas gracias por tu aportación.
Es muy importante saber el nombre del maestro asesinado y sacarlo del anonimato.
Voy a revisar las publicaciones de este artículo y añadiré su nombre, Manuel Lacruz Novellón.
Manuel fue fusilado al comienzo de la guerra en las tapias del cementerio con la asistencia de numerosos niños de la escuela y eso es un hecho del que siempre se ha hablado en el pueblo. Se sabía que era maestro en Lanaja, pero nada más.
Tengo todavía la duda de si fue asesinado con los otros cuatro miembros de Izquierda Republicana o en solitario. Todavía queda una persona viva que puede aportar luz a este fusilamiento. Voy a ver si puedo hablar con él y te digo algo.
Déjame hacer unas averiguaciones al respecto y te llamo.
Un abrazo Costán Escuer.
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Hablando con dos testigos directos del fusilamiento del maestro de Lanaja D. Manuel Lacruz Novellón, sabemos que lo fusilaron en solitario militares del tercio en las paredes de una caseta cercana al cementerio. Posteriormente lo enterraron en una fosa cavada en el interior del camposanto cerca de la pared que da al este.
El sargento que mandaba el pelotón le dijo que se pusiera de espaldas y él contestó que quería morir de cara. Antes de los disparos que terminaron con su vida, gritó: ¡Viva la República que triunfa y triunfará en España!.
Al enterrarlo le pusieron entre las piernas una botella que contenía un papel con su filiación, y dicen que tras la guerra, la familia pidió su exumación y se llevaron los restos.
En el libro de defunciones del ayuntamiento de Perdiguera consta el 12/02/1937 como el día de su muerte y la causa: «las actuales circunstancias».
El maestro de Lanaja, estuvo como orador en un mitin que se dio antes de las elecciones en 1936 en el casino de Izquierda Republicana de Perdiguera y habló entre otras cosas de la enseñanza pública. Uno de los testigos consultados acudió con su padre a la edad de once años a ese acto.
Sirva este escrito para rectificar la fecha que había dado yo de su fusilamiento junto con otros cuatro militantes de Perdiguera del partido Izquierda Republicana.
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Hola Constan Escuer.
Tras tus nuevas averiguaciones y quedando patente por testigos presenciales que al maestro de Lanaja D. Manuel Lacruz Novellón lo fusilaron solo y no junto a los cuatro perdigueranos asesinados el 28-VIII-1936, se reafirma como correcta la fecha de su injusta muerte la del 12-II-1937, apuntada en el libro de defunciones del Ayuntamiento de Perdiguera. Así pues yo también rectifico y dejo sin valided mi hipótesis del anterior escrito.
Seria muy interesante que apoyado por el testimonio de los pocos testigos vivos de aquel terrible suceso redactaras un nuevo articulo en el que se recogiese lo mas detalladamente posible los últimos momentos de la trayectoria vital de aquel maestro quien desde su docencia sin duda luchaba por sacar al país de la ignorancia secular que padecía.
Cuestiones como si el fusilamiento fue en la mañana o por la tarde; la cuantía de niños que había y si también se hallaba presente algún adulto; el numero de soldados que intervino en la ejecución comandada por el sargento apellidado Salinas, según te comentaron algunos testigos y que me referiste en nuestra conversación telefónica; la fecha estimativa después de la guerra en que la familia del finado fue a recoger sus restos al cementerio de Perdiguera. Etc.
No se malinterprete esas indagaciones como un acto de morbosidad, nada mas lejos y máxime tratándose de un hecho tan luctuoso, sino como un acto de exhaustividad historiográfica lo mas ceñida y rigurosamente posible a como se desarrollaron los hechos. Un legado para la propia historia de Perdiguera y del periodo de la Guerra Civil española en Los Monegros y Aragón con el mayor acopio de datos que se puedan disponer.
Aunque será harto difícil, si averiguo algo sobre la familia de Manuel Lacruz te lo hare saber.
Recibe un cordial saludo.
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Me gustaría mucho hablar con vosotros de este señor que fue mi abuelo, aunque tengo muy poco que aportar
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Hola Beatriz. Soy Roberto. Ya el mero hecho de tu comunicado proporciona un dato que al menos los investigadores en el ámbito de Lanaja desconocíamos; y es que Manuel Lacruz Novellon tuvo descendencia.
Cualquier dato, por mínimo que sea, puede aportar alguna luz sobre este hombre del que prácticamente nada se sabe al margen de unas escasas y parcas referencias testimoniales o bibliográficas. Seria fantástico si tuvieses una fotografía de el para poder poner rostro a este docente comprometido con la educación como medio para sacar al país del retraso secular social que se padecía en su época. El fue una victima mas de la brutal intransigencia de aquella triste guerra. Ahora ha llegado el momento de devolver la dignidad que quisieron arrebatar a aquellas personas; y ello, aunque solo sea de forma parcial, se consigue recopilando datos y divulgándolos.
A mi también me gustaría mucho hablar contigo, así que si te parece bien y vives en Zaragoza o ámbito cercano pudiéramos quedar para tomar un café una tarde que te venga bien en el lugar que mejor te convenga. Puedes ponerte en contacto conmigo en este correo: robertomateocaballero@gmail.com Esperando noticias tuyas recibe un cordial saludo.
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Hola Beatriz, soy Constantino Escuer.
Si quieres ponerte en contacto conmigo, este es mi correo cescuer@gmail.com.
Como ya te ha dicho Roberto, sería fenomenal tener una fotografía de tu abuelo para poder acompañar a estos testimonios.
Si estás interesada, te puedo relatar lo que me contaron sobre su muerte y sobre el mitin que dio en Perdiguera antes de las elecciones.
También podría ir al ayuntamiento e intentar conseguir el acta de defunción.
Saludos
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Hola Constantino, soy Beatriz de nuevo. Le he enviado un mensaje a la dirección que me indica.
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Hola Beatriz, yo soy nieta de Melchor Lacruz Novellón, hermano de tu abuelo Manuel. Conocía la historia contada por mi abuelo.
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Hola Alicia, ¿coincide la historia que te contó tu abuelo con lo que aquí se cuenta? ¿Conoces algo más? Me gustaría mucho saberlo
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Hola Alicia, ¿coincide es historia con lo que aquí se cuenta? Si sabes algo más, me encantaría saberlo.
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Hola Beatriz, si que concuerda. De todas formas, puedes escribirme al correo electrónico y preguntar lo que quieras. Tu abuelo era una persona muy culta, dió conferencias hasta en Madrid. Estudió magisterio en la universidad de Zaragoza. Según mi madre era además muy bueno. Que sepas que su familia era muy cultivada, su padre y hermanos también tenían estudios superiores. No sé de cuál de los tres hijos que tuvo con tu abuela, Julia, es tu familia. Ellos iban a comer muchas veces a casa de mis abuelos. Julia también fue una mujer extraordinaria, me ha dicho mi madre.
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Supongo que sabrás de la placa con su nombre,con otros más, en la Diputación Provincial de Zaragoza que pusieron. Está en un pequeño jardín interior. Yo la veo cuando voy al archivo.
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He leído en comentarios anteriores que buscabais datos y que os extrañaba que volviera a Zaragoza. La familia Lacruz Novellón se trasladó a Zaragoza pir trabajo y para que estudiaran los hijos. Tanto mi abuelo como Manuel nacieron en Alcolea de Cinca, porque su padre trabajaba entonces allí, pero eran de Sariñena, Melchor Lacruz Capitán y Maria Novellón Mazol.
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