El profesor universitario Javier Barreiro presentó en Sariñena el libro-disco “Antiguas grabaciones fonográficas aragonesas”. Javier Barreiro impartió una conferencia que nos introdujo en la labor de recuperación y creación del archivo de grabaciones fonográficas de Aragón. Después nos descubrió el reciente proceso de recuperación de la olvidada figura de José Porta. Como firmaba Garza Aguerri, en un artículo del Periódico de Aragón, “El violín olvidado de José Porta vuelve a sonar un siglo después”.
El tres de diciembre del año 1890 nació en Sariñena José Porta, quien fue considerado un niño prodigio, un virtuoso del violín, el violinista “Pepito Porta”. En su casa Pepito respiró un ambiente que propició su precocidad musical. Su padre, quien ejerció de médico, tocaba el piano y pronto le enseño solfeo; el abuelo paterno llegó a tocar hasta treinta y dos instrumentos musicales; y su madre, maestra de profesión, le regaló a Pepito un violín de juguete cuando este contaba con cinco años de edad. En las mismas navidades, para los reyes magos, le regalaron un violín de cinco duros y con sólo seis años ya le impartía lecciones, una vez a la semana, el maestro Teodoro Ballo. En tan pronta edad ya se le veían a Pepito unas extraordinarias condiciones para el instrumento musical y en la Escuela de Música de Zaragoza comenzó a considerarse a Pepito “todo un fenómeno”.
Es a los trece años de edad cuando el violinista y compositor, el navarro de gran reconocimiento internacional Pablo Sarasate, interviene para que la diputación oscense concediese una beca a Pepito Porta, quien con quince años pudo marchar a Bruselas para estudiar con César Thomson, considerado el mejor profesor del mundo del violín. En tres años finalizó sus estudios, obteniendo el premio extraordinario del conservatorio.
En 1913 obtiene plaza en el prestigioso conservatorio de la ciudad Suiza de Lausana, donde vivió hasta su muerte en 1929. Regresó a Sariñena varias veces y de Pepito se ha transmitido su carácter de fuertes rasgos, típicos de nuestro lugar de Sariñena y de juerguista, según el relato de un vecino de nuestra localidad, recuerda escuchar relatos de Pepito narrando a sus amigos sus viajes y vivencias; y como no, deleitándoles con su arte, con su violín, en sus veladas tabernarias. El mismo vecino de Sariñena relató los recuerdos de un tío-abuelo en el que Pepito no se presentó a tocar en el Teatro Real de Madrid debido a que se juntó antes con amigos para tomar unos tragos, y al acabar con un elevado grado de alcoholemia, no se encontró en condiciones de poder realizar el concierto.
Otros vecinos, que en tiempos fueron alumnos de José Guioni Levetti (1880-1953), contaron que Pepito Porta había sido maestro del italiano. José Guioni fue violinista reconocido en esta Villa de Sariñena, en cuya escultura se puede leer la frase de Ramón J. Sender “Con el violín daba / sonidos de cristal /purísimos y diáfanos.
El compositor y pianista leonés Pedro blanco en 1915 escribió la obra para violín y piano Romance y Zambra andaluza, dedicada a José Porta, con una segunda parte muy exigente y virtuosa para el violín; que según la Wikipedia es “música romántica de salón, muy de moda en la época, al estilo de algunas piezas de Sarasate o de Arbós”.
Javier Barreiro averiguó que en 1925 Pepito Porta grabó para la discográfica Polydor los Caprichos de Paganini, que parece ser es “prácticamente inencontrable”. En Lausana, en 1919, estrenó la versión para violín, piano y clarinete de Historia del soldado, de Stravinsky
El hallazgo de los antiguos cilindros de grabaciones fonográficas aragonesas, provienen de la colección particular de Leandro Pérez de Huesca. La colección contiene nueve grabaciones de Pepito Porta realizadas en una fiesta en la casa de Leandro Pérez en septiembre de 1907.
Tal y como apunta Javier Barreiro la muerte tan temprana de José Porta, en 1929 en Lausana, influyó en su olvido. José Porta siempre ha estado presente dando nombre a una de nuestras calles y recordado, en estas mismas páginas de Quio, por Manuel Antonio Portella en sus estudios onomásticos del callejero de nuestra ilustre Villa. Aún que, es ahora cuando, después de un siglo, vuelve a sonar en Sariñena el violín olvidado de Pepito Porta.
Es nuestro deber homenajear y recordar a tan preclaro sariñenense.
Publicau en “ Os Monegros el 5 de mayo del 2011.