Archivo por meses: octubre 2017

La fosa común del cementerio de Sariñena


En el cementerio de Sariñena se encuentra una tumba que alberga los restos de 13 hombres asesinados durante la guerra española, el 28 de julio de 1936. El paso del tiempo ha ido borrando los nombres que cada vez se van volviendo más ilegibles. Rescatamos parte de sus historias, episodios duros y trágicos.

20171029_104754[1]

            Las victimas corresponden a Eduardo Colay Bierge, sacerdote coadjutor ejecutado a los 24 años de edad, el Teniente Coronel E.M. Bernardo Cariello Torrente, a los 65 años de edad, los señores Mariano Caballero, José María Arrelda Oroz (comerciante), Jesús Oto Portoles, Mariano Rivera Riva, Eduardo Baile Herrerin (Industrial), Fulgencio Desentre García (Contable), Tomás Aguilar Refusta (Industrial), Felipe Cativiela Solan (Agricultor) y tres personas de identidad desconocida. La Causa General de Huesca, Pieza Principal, Rama Separada nº 131 Sariñena dicta que “Fueron fusilados por la canalla roja, la fecha indicada, en la carretera de Sariñena a la Estación del Ferrocarril, y después trasladados al Cementerio y quemados”.

            La fosa se encuentra inventariada  por el Ministerio de Justicia con el número de registro 1454/2009 HUES. Se encuentra en el pasillo central del cementerio, en el lado derecho, destacando una cruz de piedra y una gran losa, también en piedra con los nombres de las personas enterradas. Además, la lápida contiene la siguiente inscripción: “Aquí reposan las cenizas de trece caballeros Españoles que por dios y por la patria dieron su vida en esta villa. El 28 de julio de 1936”.

20171029_104829[1]

          Al parecer a Eduado Colay Bierge, coadjutor de Sariñena y recién ordenado sacerdote, se le instó en repetidas ocasiones la prohibición de celebrar oficios religiosos. Aun así, celebró misa en una casa particular, por lo que fue detenido, encarcelado y ejecutado. Daniel Pinos, en su libro “Ni el árbol ni la piedra”, data su encarcelación el 21 de julio y su ejecución el 28 del mismo mes. Cuenta que Eduardo Colay y Bernardo Cariello gritaron, antes de morir fusilados: “¡Viva Cristo Rey!”. Eduardo era natural de Francia aunque naturalizado en España. Su madre, María Bierge Oliveros, natural de Abiego  (Huesca), declaró como testigo (ES.28079.AHN//FC-CAUSA_GENERAL,1412,Exp.1).

            Estuvieron a punto de ejecutar al párroco Pedro Segura Gavín, mosén Pedro se libró por la intervención del Molinero. Desafortunadamente, mosén Pedro no aguantó aquellos años convulsos y cayó en coma falleciendo el 6 de octubre, su entierro fue multitudinario. Luis Buil Espada, en su libro “Toda la vida en guerra de un pacifista”, describe la gran personalidad y querencia que tenía mosén Pedro “El cura, Don Pedro, se quedó y estuvo bien cuidado así como la casera que era hermana suya. Este cura se había comportado siempre muy bien. A pesar de su edad se quitó una vez los pantalones en la iglesia para dárselo a un necesitado. El también era pobre; después de mucho tiempo murió de enfermedad pero nunca le faltó nada.”

            El Teniente Coronel del Ejército Mayor Bernardo Cariello Torrente, natural de Tamarite de Litera, vivía retirado junto su esposa Fausta Marcellán, en el caserón familiar casa Marcellán de Lastanosa, a donde se desplazaron para detenerlo cerca de veinte hombres montados en un camión. Lo trasladaron a la cárcel de Sariñena y fue fusilado al poco tiempo. Los cadáveres fueron quemados en el cementerio municipal y en los informes políticos sociales encontramos el siguiente testimonio: “En dicho recinto donde había restos humanos medio calcinados de varios cadáveres que días anteriores habían sido asesinados, a los que prendieron fuego de uno de los cuales se le quemaron únicamente las ropas haciendo mofa y burlas de dichos restos, tirándoles piedras al pene al que aparecía intacto, hasta que un convecino, testigo presencial, le recriminó tan inhumana acción. 

«En los primeros momentos de estallar el Glorioso Movimiento Nacional, se trasladaron al pueblo de Lastanosa con un camión los vecinos de esta villa Francisco Masueras, como chofer, Pedro Bornao, Dionisio Buil, Ángel Monviola, Vicente y Antonio Lapiedra, un tal López, celador de teléfonos, Ramón Carbonell Jiménez, José Carreras Gavín, Román Romerales, Juan Abadías, Francisco Basols Buil, José y Joaquín Toro, Bautista Peralta Rodrigo, Jesús Penón Corvinos y los vecinos de Capdesaso Félix Albala Lana, Ángel Rivases Buil, Moises Cazcarra, José Puertas y Pascual Araso ,como acompañantes, los cuales detuvieron en dicho pueblo a Don BERNARDO CARRIELLO TORRENTE, Teniente Coronel de inválidos, al que condujeron a Sariñena y el Comité revolucionario lo metió en la prisión, juntamente con cuatro individuos más desconocidos en esta, a los que calificaron espías de las fuerzas Nacionales, así mismo detuvieron al Coadjutor de esta Parroquia Don EDUARDO COLAY, cuya detención efectuaron los vecinos de esta localidad Ángel Monviola, Bautista Peralta, Joaquín Garces, Faustino Lacuna, un hijo, Jesús Penón y José Nogués Carpi, así lo tiene declarado este último.

Los seis detenidos, en la noche del 28 al 29 de Julio de 1.936, fueren sacados de dos en dos, por los vecinos de esta villa Francisco Basols Buil y Antonio Marías Tella y Juan Gascón Ferrer, los cuales lo asesinaron en la carretera de Huesca (extramuros de la localidad) siendo ejecutados primeramente los señores Carriello y Colay. Estos asesinatos fueron presenciados por los vecinos le esta villa que en dicha noche prestaban al servicio do guardia en la salida del camino da los Olivares a unos setenta y cinco metros del lugar del hecho, José Zamorano Cabellud, Francisco Toro Mora, Mariano Useron Gracía, José Monviola Bornao  y José Nogues Carpi, así lo tiene dicho este último.

A las pocas horas de cometidos estos asesinatos, en un camión trasladaran los cadáveres al cementerio de esta villa por orden del entonces alcalde José Paraled Sarrate, los vecinos la misma Mariano Bosque, Teodoro Sama, Antonio Olivan, José Bel y Manuel Ullod; acto seguido, los citados individuos, con el camión de referencia y ordenado por la misma autoridad, recogieron siete cadáveres que en la misma noche habían sido asesinados en la carretera le Lanaja (extramuros de esta población ) cuyos nombres y lemas antecedentes de los mismos son ignorados en esta localidad, por ser forasteros, los cuales fueron conducidos también al cementerio y acinados con los seis anteriores, los rociaron con gasolina y les prendieron fuego, ignorándose si el siniestro lo cometieron los conductores de los  mismos o el sepulturero municipal, llamado Tomás Ade Muro, puesto que unos a otros se acusaron de ser los autores.

Del 14 al 18 de Octubre de 1.936, la escolta del Comisario Político del Campo de aviación de esta localidad, Franco Quinza, detuvieron al Señor Arizaleta, administrador de la Señora Viuda de Bastaras, el cual lo trasladaron al cementerio de esta villa, donde fue fusilado por dicha escolta en presencia del citado comisario, y los componentes de la misma eran ajenos a esta localidad, entre los cuales se encontraban los ex guardias civiles Víctor Esporrin del Río, José Puivecino Calasanz y Salvador Carrera Mayans.»

Causa general de Sariñena (ES.28079.AHN//FC-CAUSA_GENERAL,1412,Exp.1).

En el expediente personal de José Carrera Gavín Consejo de guerra, Procedimiento sumarísimo de urgencia 351-39 (Víctor Pardo Lancina y Raúl Mateo Otal. Todos los nombres) queda recogido: «Salió el diciente -relata Carrera Gavín- por orden del comité, en unión de Juan Abadías Ángel Mombiola Allué, Francisco Nogués Espada, Francisco Basols Buil, Ramón El Gitano y otros varios que no recuerda, estos todos vecinos de Sariñena, llegando al pueblo de Lastanosa procediendo a la detención del referido señor Cariello al que condujeron a Sariñena y entregaron al comité, según orden que este les había dado. Este comité lo formaban, entre otros que no recuerda, José Brunet, Vicente Nogués Roy Sampudela, Romerales El Jinete y Francisco Masueras; que se enteró después que había sido asesinado en unión de dos más, pero ignora  quiénes fueron  los autores, ni quién ordenó su muerte.»    

           El caso de Tomás Aguilar Refusta lo rescata su nieto Manuel Maynar Aguilar. A raíz de la publicación de este artículo ha conocido el lugar donde se encuentra enterrado su abuelo: «Otra buena persona, cuyo único delito fue tener coche y llevar a unos amigos desde Zaragoza a Robres para recoger al cura del pueblo antes de que la zona cayese en poder de las fuerzas paramilitares que avanzaban desde Cataluña para combatir a los insurrectos en Aragón. Y no se llevó también por delante a mi tío Luis Maynar Ferrer porque una alta fiebre le impidió acompañarle siendo sustituido por otro de los allí enterrados». 

                  Jesús Oto Portolés fue detenido en Robres y fusilado en Sariñena el 27 de julio de 1936. Era soltero y natural de Robres, aunque domiciliado en Zaragoza. Hijo de Joaquín Oto Serreta, comerciante natural de Robres, fue fusilado en Tardienta el 20 de octubre de 1936. Su hermano Ángel Oto Portolés también fue fusilado en Tardienta el 20 de octubre de 1936. Ángel, natural de Zaragoza, estaba soltero y contaba con 33 años de edad, era perito de marina .  

            Fulgencio Desentre García, contable, era natural de Torralbilla (Campo de Daroca) y pertenecía a una de las familias de mejor posición del pueblo, señala su sobrino Luis Yáñez Montenegro, «lo cual no quiere decir que fuera rico». «Trabajó de secretario para un rico de Sariñena, ignoro cuál. Oí que había enseñado a leer y a escribir por altruismo a muchos analfabetos», aunque Luis no sabe si esto sucedió en Sariñena. Luis cuenta que su tío Fulgencio fue quemado vivo «En mi familia los hubo socialistas, falangistas y anarquistas. Que no se vuelva a repetir. Que por cierto, su hermano Pascual Desentre levantó en armas al pueblo de Torralbilla contra la Guardia Civil en el año 1940. Un episodio muy desconocido y extraño».

                  Felipe Cativiela Solan natural de Villanueva de Gallego, contaba con 47 años de edad. Hijo de Nicolas y Ascensión, era hermano de Casimiro, José, Martín y Jacinta. Estaba casado y tenía tres hijos, Abel, que murió en la guerra con tan solo 18 años, Carmen y Jesús. Jesús vivió la guerra en el bando republicano, fue cura capuchino hasta que abandonó el sacerdocio. Era agricultor, muy fuerte, de buena familia y ejerció en Villanueva de Gallego como delegado de la casa de abonos Cros. Conocía al delegado de Sariñena de la Cros, Ballarín. 

          Felipe era muy listo y emprendedor, llegó a ser dos veces alcalde, por orden del gobernador, de Villanueva de Gallego. Villanueva de Gallego llegó a ser el primer pueblo de Aragón con agua corriente. Solía decir que uno no se puede arruinar dos veces en el mismo día, vendía y compraba tocinos, novillos, alfalfa… alquiló 2000 hectáreas que roturo y sembró en el Castellar, por Juslibol.  No recogió apenas cosecha y quedó medio arruinado, al año siguiente, hipotecándose, sembró tres vagones y recuperó mucho más de lo que había perdido. 

            A finales de julio de 1936, un amigo de Zaragoza le pidió el coche para ir a buscar a un cura en Robres. Felipe tenía un ford t4 y un chevrolet. Al final el amigo no se presentó y Felipe salió junto a otras personas hacía Robres. En Leciñena les paró la guardia civil y les advirtió que de aquí p´alante su seguridad no se podía asegurar si continuaban su viaje, que era arriesgado y peligroso. Efectivamente, fueron interceptados poco antes de llegar a Robres, los tomaron como espías siendo detenidos y llevados a Sariñena donde fueron encarcelados. A los dos días, sin juicio, fueron fusilados. Soltaron a uno de Almudevar. Testimonio familiar de su sobrino Félix Cativiela Bescos. 

         El testimonio de José Zamorano Cabellud manifestó que los cadáveres fueron llevados al cementerio «Encargando al enterrador llamado Tomás Adé, vecino de Sariñena, que los echara al foso destinado para quemar los huesos, que los rociara con gasolina y que les prendiera fuego, lo cual lo cumplió rápidamente, estando dicho Tomás Adé en el repetido Sariñena en libertad». Causa General de Sariñena (ES.28079.AHN//FC-CAUSA_GENERAL,1412,Exp.1).

            La fosa contiene otros tres restos, personas de las que desconocemos su identidad y que difícilmente podremos averiguar. Otros sucesos ocurrieron durante la guerra y estas no fueron las únicas ejecuciones durante la Sariñena republicana y como zona de guerra, con gran actividad por su cercanía al frente, por el aeródromo de “alas Rojas” y su comunicación ferroviaria con Barcelona. El administrador de la familia Bastaras, Arizaleta fue detenido en la Cartuja de las Fuentes y fusilado en Sariñena. En los informes políticos sociales encontramos el siguiente testimonio: “El informado salió con un grupo que salió de esta a Lanaja con el fin de sostener el avance nacional (en cuya ocasión cogieron a un falangista, asesinándole un Catalán que iba en el grupo, de cuyo sujeto nadie da datos. Manifestando, así mismo, que el informador acompañado de varios más fueron a buscar a la Cartuja con el propósito de detener al Sr. Administrador de Bastaras al que no encontraron siendo detenido posteriormente  por la escolta del comisario político del campo de aviación de esta villa y en octubre del 36 fue asesinado en el cementerio de esta villa por los mismos que lo detuvieron.”

      En la causa general de Sariñena (ES.28079.AHN//FC-CAUSA_GENERAL,1412,Exp.1) se hace referencia a Eusebio Ainaleta Españez, de 32 años de edad, empleado, pertenecía a Falange Española, calle Vieja. Su cadáver fue encontrado en la carretera Sariñena.

   El 25 de marzo del 38 también fueron fusilados Teodoro Cabellud Blanco, de profesión caminero a los 54 años de edad, Pilar Conte Dueso, a los 20 años de edad, Antonio Loscertales Peralta, labrador de 60 años, Carmen Tierz Marias, dedicada a “sus labores” 58 años y el 26 de marzo del 38 fue fusilado José Almerge Montel, caminero de 60 años de edad. En el campo de aviación “Alas Rojas” aparecieron los cadáveres “incendiados” de los aviadores de derechas Abelardo Carazo y Muntaner. Las personas sospechosas fueron los responsables del campo de aviación, el comandante Reyes, el comisario político Franco y el Capitán Adonis Rodríguez.

            La memoria es una lección, un ejercicio vital que como sociedad hemos de saber asumir, respetar y aprender, para transmitir y nunca volver a repetir.

María Rebeca Tricas Puyalto


Mujer comprometida por su pueblo: activa, dinámica, concienciada y luchadora. Todo un ejemplo de mujer capaz de articular una intensa actividad asociativa, cultural, artística y conseguir revitalizar la vida de un pueblo que lucha contra la despoblación. Una mujer más de nuestros pueblos, una mujer más y a la vez única, imprescindible para sacar adelante iniciativas titánicas por el bien y el futuro de su pueblo.

Maria Tricas

Mari Tricas

            Mari nació un 15 de abril de 1950 en Huesca y aunque vivió en Peralta de Alcofea, su vida ha transcurrido ligada a San Lorenzo del Flumen. Antes, por un tiempo, vivió en Sodeto, donde contrajo matrimonio. Pero en Sodeto, el joven matrimonio no tuvo suerte, pues no les tocó ni casa ni lote y se vieron obligados a mudarse a San Lorenzo del Flumen. En 1970 consiguieron una casa y un lote en el nuevo pueblo de colonización monegrino. Lamentablemente, el lote era de renuncio y arrastraba una pilma, unas deudas de semillas a la que tuvieron que hacer frente.

            El pueblo de San Lorenzo del Flumen se fundó en 1963 y se construyó en dos fases: la primera fase en 1963 y la segunda en 1968. En la primera casa, los cinco primeros meses los pasaron sin luz, debido a que el transformador se quedó insuficiente para llevar la luz a todas las casas. El lote fue de unas 12 hectáreas y además se complementaba con un huerto y una vaca preñada de la que tenían que devolver una novilla preñada. Compraron una vaca que tuvieron que pagar en tres años y unos años más tarde, por 1971, a un tratante le compraron 2 vacas más.

            Las tierras las tuvieron por la partida de la Mallata, por las Ventas de Ballerías, una huerta vieja pero con una tierra buenísima. Su marido fue tractorista de colonización y siempre trabajó de tractorista y de albañil. Con el tiempo compraron 26 hectáreas que pusieron en regadío. Al principio se puso mucha remolacha, alfalfa, cebada y maíz, pero luego, en san Lorenzo del Flumen, se plantó mucho pimiento. Desde entonces, en San Lorenzo del Flumen se celebran unas jornadas culturales sobre el pimiento y el arroz, pues el cultivo del arroz fue la única solución para muchas tierras salitrosas.

            Mari siempre sintió un interés especial por un terreno singular, un campo con un bello y característico tozal monegrino, propiedad del marques de la Venta de Ballerías. Sin dudarlo trató de adquirirlo, a lo que le marques respondió “que si alguna vez lo vendía, Mari sería la primera”. Al final, el marques cumplió su promesa y el tozal pasó a manos de Mari, quien trabajó su tierra, bordeando el pequeño y gran tozal con numerosos frutales, de oliveras, almendreras y viña.

Mari Tricas (7)

Mari con el logo de Ganadería El Tozal.

            Mari pronto comenzó con las vacas, empezó con dos vacas y al año siguiente sumó otras dos más. Después continúo quedándose con las novillas que las vacas parían, mientras vendía los novillos. Al principio inseminaba las vacas en la parada, la casa donde tenían al macho semental, y después, Mari adquirió un buen novillo semental para su ganadería. Fue pionera con la genética, inseminado sus vacas y creando una ganadería selecta de gran valor. Criaba de la raza “frisona” y su ganadería no pudo llamarse de otra manera: “Ganadería el Tozal”. Llegó a contar hasta con 50 vacas, las soltaba por el corral y montó una de las primeras salas de ordeño por estas tierras. Tuvo las vacas prácticamente desde 1971 a 1998 y fue en 1975 cuando adquirió la sala de ordeño: “mucha gente la venía a ver ya que era la única por la zona”. Antes de la sala de ordeño simplemente tenía dos ordeñadoras sencillas de la época.  Cuando se quitó las vacas en 1998, por la vaca Marisa le daban un millón de pesetas, pero Mari prefirió vender todas las vacas juntas a un ganadero de Asturias, por 170.000 pesetas cada una. Mari siempre ha estado dada de alta, a la seguridad social, como agricultora y ganadera.

“Si quieres beber algo natural, bebe leche de la ganadería el Tozal”

            Mari fue a vender a muchos pueblos la leche, se compró un Mehari y con el iba a todas partes, hasta cargaba las pacas en el Mehari. Las pacas y el alfal de los campos era para mantener la vaquería. En el coche cargaba los cantaros y se desplazaba por los pueblos, en Huesca vendía hasta 300 litros de leche. En 1992 Mari vendía en Huesca la leche en una lechería que ella misma montó en la calle Ramón J. Sender. Para llevar la leche se vio obligada a instalar un tanque refrigerador en el Mehari, pero la tienda apenas duró seis meses. Principalmente, la leche se vendía a la RAM de Grañen, donde la vendían la mayoría de ganaderos y ganaderas de vacas de leche, y a la Letosa de Alcolea. En los últimos tiempos, la leche se tuvo que vender a la cooperativa Copla de Pedrola.

            Su vida social y comprometida con el pueblo resulta igualmente intensa. En octubre de 1984 fundaron la asociación de Amas de casa de San Lorenzo del Flumen, cuando desapareció la Sección Femenina. Fue la primera asociación de ese tipo en Los Monegros y la quinta en la provincia de Huesca. Mari ocupó la presidencia de la asociación los primeros años y retomó la presidencia en 1996, cuando comenzaron con el proyecto de levantar una ermita en la localidad. Para tal fin constituyeron la cofradía y con diferentes actividades y la ayuda de vecinos y vecinas lograron financiar y construir una esplendida ermita. Dedicada a Santa Agueda representando a las mujeres, a San Lorenzo en representación del pueblo y a San Isidro en honor al campo. La ermita fue inaugurada en 2005 y su interior alberga un magnifico retablo de cerámica que ellas mismas realizaron. Un trabajo artesanal que les apasionó y que no dudaron de continuar, creando la Asociación Cultural Flumen Monegros de Cerámica Artesana. La ermita la complementaron con la realización de un vía crucis de diferentes cerámicas.

Mari Tricas (6)

            Con la asociación cerámica han acudido a diferentes ferias y mercadillos medievales, llevando como bandera su lugar, San Lorenzo del Flumen. Para el cincuenta aniversario del pueblo elaboraron un impresionante mural cerámico compuesto por unas 220 baldosas.

            Las asociaciones han dinamizado la vida del pueblo, un motor social vital y muy activo que ha ido generando una amplia variedad de cursos, jornadas culturales, café tertulias, charlas, fiestas… Desde el 2011 la nueva Asociación de Vecinos  ha puesto en marcha la encomiable iniciativa de crear una residencia de mayores y un centro de día para el pueblo, una Casa-Hogar que con trabajo y tesón seguro que conseguirán.

            El empeño, el esfuerzo y el trabajo, son cualidades muy necesarias para ir sacando adelante nuestros pueblos y nuestras familias. El valor humano es fundamental y en Mari es desbordante, sorprendiendo con su pasión y su sentimiento, su forma de ver la vida que plasma en versos dando forma a su reciente poemario “Poemas de una Colona”. Su amor por esta tierra queda marcado a fuego en sus poemas, al aire, al cielo, a la niebla, al sol, a su gente… a los sentimientos de una colona, por ser colona pues “Colonos los llamaban/ pero nada les importaba:/ ya tenían bastante/ con salir adelante”.

Poemario Mari

            Y adelante ha salido su poemario, por una buena causa, para contribuir con la Casa Hogar. Un esfuerzo valiente, de una gran mujer que no deja de sorprendernos. Poemas escritos en 1987 que florecen en este 2017 como flores en primavera, aquellas flores: “como el amor/ te dan una alegre sensación,/ están hechas un primor/ que te llega al corazón”. Una mujer más, como todas, indispensable.

               Esta mirada se enmarca dentro de la serie “Rostros”, que va relatando diferentes visiones de mujeres monegrinas y su trabajo en el medio rural de Los Monegros. Muchas  gracias Mari por abrirme las puertas de tu casa, todo un placer.