Archivo de la etiqueta: Poesía

Sabina


Sus flotantes cabellos llegan hasta el suelo

Y su eterna mirada surca el inmenso cielo

La sempiterna sabina siente el vértigo del llano

Mecida en los brazos del cierzo

Susurra la historia de sus gentes

Y en lo profundo, de este mar sin agua,

Subyace la vida que parecía imposible

Y en su rigor, en su estrépito silencio,

El vacío es el horizonte basto

Que el tiempo detiene para siempre.

Os Monegros, octubre del 2021.

Sabina Monegrina


Sabina

imperturbable porte

alejado del transcurrir del tiempo

impetuoso semblante

distanciado del horizonte

dominando el secano campo

donde la vida nunca sucede indiferente.

Sabina

enraizada donde la tierra busca ser impenetrable

y el agua esquiva la inquebrantable aridez

donde la sabina contempla el paisaje

y la amplitud domina lo inabarcable.

Sabina

arraigada en la dura tierra

ante un cielo indestructible

solamente con ella sueña la luna

ante la imbatible sabina

al roce del cierzo como un impulso inevitable

en la lejana soledad indesterrable

donde atrona un silencio imperceptible

y el sol impasible arde de rabia.

Publicau en “ Os Monegros el 3 de julio del 2013.

Oda al cierzo


Cierzo…

que duramente abates

a la tierra,

que surcas los caminos

y despejas un claro cielo

en esta árida estepa.

Cierzo…

por los yermos

y por los baldíos,

meces los campos de cereales

produciendo un oleaje,

un baile de espigas

donde el devaneo

navega al viento

perdiendo los versos

de esta aireada oda.

Cierzo…

se tumba

ligeramente la sabina,

las retamas se arquean,

violentamente se sacuden

las firmes carrascas

y el albardín

resiste

percibiéndose querer echar a volar.

Cierzo…

vagas entre la gente

que resiste forzosamente,

te arremolinas

y con fuerza arremetes

imparable,

dominas el paisaje

viento del Ebro

y al vaivén del tiempo

soplas sin piedad

al espacio

que solamente a ti te pertenece.  

Publicau en “ Os Monegros el 31 de mayo del 2013.

Al Bandido Cucaracha


Al Bandido Cucaracha

     * Asesinau por la guardia civil el 28 de febrero de 1875.

Andante bandolero, forajido de la injusticia

que la libertad cabalgó por la sierra de Alcubierre

cuando se rebeló el pobre a la opulencia,

es cuando la esencia viva se desentierra

y con rabia golpea, ¡se vive luchando!

o te sometes lentamente muriendo.

La rebelión galopó de negro

por los secos áridos de Los Monegros

entre hombres pobres con la hoz en el puño

que sembraron con su sangre un sueño

y se segó el grano, sin ser dueño;

y lo que el cacique nunca logró

al pueblo la sed y el sudor desangró.

El hambre nunca ha sido justicia

y es la memoria de la tierra

a quien se rinde tributo, queda la huella

pues han sido valientes algunos hombres y la historia

en tu senda avanza la esperanza

por siempre… todo vuelve y comienza.

Si al rico quitas, es porque el rico lo tiene todo.

Si al pobre das, es porque el pobre no tiene nada.

¡Cucaracha! tu dignidad

es nuestro camino hacia la libertad.

¡Se vive luchando!

Por siempre, ¡presente!

Publicau en “ Os Monegros el 28 de febrero del 2013.

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Tributo a Mariano Gavín.

Homenaje a el bandido Cucaracha.

A Labordeta


A Labordeta

* Torrollón «El Abuelo»

Foto de «Proyecto Monegros»

Somos

  lo que nos permite o tiempo

  y lo que veyemos en ubrir os güellos,

  veyemos a tierra y a nuestra chent

  y as boiras que escampan en l´horizont.

Somos

  l´ulor

  d´os campos y d´os alteros mons

  d´os yermos y d´as estepas de tierra plana,

  l ´aroma que viacha en o cierzo

  y os versos que navegan en o cielo.

Somos

  o soniu d´as luengas

  as parolas que susurran a o corazón

  y as melodías que mos fan comprender

  o ritmo que a o tiempo dio a razón

  que a voz ama un nuevo amaneixer.  

Somos

  o gusto d´os labios enreligaus

  o gusto de reconoixer l´augua

  que chunto con o sol soniaba

  con a suya aimada tierra.

Somos

  o tauto d´os pies en o suelo

  os rozes que nunca oblidaremos

  as morisquetas que perén son 

  a luna que nunca se deixa tocar.

Somos

  a foscor

  que por un inte estiemos vida

  y eternament sentimiento,

  l´acordanza d´aber permanexiu

  endrezau con o puño entalto

  chilando y luitando por a libertat. 

Publicau en “ Os Monegros el 19 de septiembre del 2012.

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Presto a caminar


Presto a caminar

Presto a caminar

Los pies descalzos, prestos a caminar

sobre un suelo casi desnudo, árido 

arado al tiempo, se arranca el oxido

donde al mundo se le puede dominar.

Luce ocre, como en un paraje lunar,

se fluye ligero, de sed ávido

arena, de un amarillo cálido

¡siente tierra!, el sol te ha de iluminar.

Ante un rojo fuego que se ha diluido

es un cielo que se ha de atizonar

matiz magenta, contraste vahído.

Cielo azul, tono que anima a serenar

susurran las nubes lo ya vivido,

erguido, la mirada va a culminar.

Publicau en “ Os Monegros el 4 de agosto del 2012

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Zancarriana w

Soneto a Los Monegros


Soneto a Los Monegros

21 de marzo día mundial de la poesía

Rabiosos Monegros

– Rabiosos áridos de Los Monegros 

dilatado horizonte para mirar

sediento y eterno para contemplar

estepa oscura de confines negros.

– Lugar de páramos vacíos de ausencias

donde fluye el susurro del silencio

vaga un eco que el tiempo distanció 

voz de la sed, del agua que no sacias.

– En la fragua se ha forjado la vida

el Sol aviva la tierra, sabina

perduras imperturbable enraizada.

– Divaga el cierzo en la amplitud, camina

soledad de la sabina arraigada

al espacio inmutable que domina.

Publicau en “ Os Monegros el 21 de marzo del 2012.

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Cardelina.

Homenaje al bandido Cucaracha.

José Antonio Labordeta «Monegros».

Ta cutio, José Antonio!.

José Antonio Labordeta, Los Monegros”


José Antonio Labordeta estuvo muy ligado a Los Monegros. Un territorio al que hundía parte de sus raíces y al que dedicó profundos versos  que ya forman parte de la esencia pura de Los Monegros. 

José Antonio Labordeta “Monegros”

Mirando al sur desde la loma de La Almolda

José Antonio Labordeta, Los Monegros”

      Su último poemario “Monegros” se publicó en 1994. El mismo José Antonio Labordeta, en sus memorias “Regular, gracias a Dios”, narra que buscaba exaltar la esencialidad del paisaje, de este desierto Monegrino tan hermoso y al mismo tiempo tan nuestro. Lo reconoce como propio, por ello logra adentrarse en la esencia de esta tierra, con esa extraordinaria mirada poética y, en un tono socarrón, reflexiona sobre el paisaje y sus gentes. A José Antonio le estremece la compacta horizontalidad del cielo cayéndose de bruces sobre otra soledad, en un hermoso mar petrificado en el que ni los pájaros saben cómo posarse. Se adentra en la profundidad, en la misma vida tan concreta en la aridez aragonesa y el cierzo, en la soledad y en el silencio, en la metáfora del mar, de un infinito mar de desconciertos, contrastes y contradicciones; comprendiendo el autentico carácter secano de mirar al cielo aguardando la escasa y deseada lluvia. El prólogo de Antón Castro es clarificador «La tierra atormentada de Labordeta», considerando a Monegros como uno de sus mejores libros, para terminar sentenciando que “los versos del escritor nos lo revelan todo con la transparencia de un dolor inmenso, pero también con la fascinación irremisible de quien se siente cautivado por una hecatombe de tierra atormentada”.

      Un 27 de septiembre comenzó a escribir los primeros versos de Monegros.

“Nada saben los pájaros de sombra.

Huyen, vuelan, posan su lentitud

Sobre la clamorosa distancia del olvido.

Sólo el viento

Los devuelve a la vida.”

                                                                      Labordeta

        Labordeta se detuvo en una tierra siempre de paso, lugar de su abuela paterna. En Memoria de un Beduino en el Congreso de los Diputados comienza con Razones desérticas, una primera parte que responde a una proclama de orgullo de sus diversos orígenes aragoneses. Monegros es esencial para comprender la figura de José Antonio Labordeta, es una planicie misteriosa, un cielo desmedido, y una tierra atormentada, donde “En los ojos sombríos de los hombres/ que atenazan la tierra con sus gritos/ para espantar, si cabe, aún más el tiempo/ que, lento/ desmigaja la intemperie brutal de los estíos”.

      “Mi abuela Josefa nació y se crío en uno de los lugares más agreste del territorio de Los Monegros aragoneses, La Amolda, pueblo asentado sobre una loma y protegido de los vientos del norte. Desde sus calles se contempla, hacia el sur, todos los barbechos, casi infinitos, esperando la lluvia y muriendo en unos pinares ralos y difusos, el fondo del paisaje, quizá, las últimas huellas de lo que fueran los montes negros”.

De esta tierra hermosa
dura y salvaje
haremos un hogar
y un paisaje.

                                                                Labordeta

      Para Los Monegros José Antonio Labordeta es su poeta, una memoria que permanece enraizada como una sabina contra un horizonte que no termina nunca a la intemperie del sol y el cierzo, como los versos que ocupan el silencio y la soledad en estos baldíos de tantos estíos, paramos yermos; su voz a la tierra, al paisaje resuena desgarrada: ¡dicen que quieres que te festejen!. ¡Gracias poeta!, que para empujar, ¡que empuje la mañana!.

En Los Monegros resplandecientes

Al horizonte tan solamente le irrumpe,

A la soledad, al silencio y al vacío,

Una eterna e infinita sabina.

Publicau en “ Os Monegros el 19 de septiembre del 2011.

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Me dicen que no quieres.

Ta cutio, josé Antonio!

Zancarriana w

Soneto a Serveto


Soneto a Serveto

–         Prendieron en Ginebra una fría hoguera:

cumplió condena el “impío” de Serveto

y Calvino dio el debate por muerto;

la ignorancia es ante la luz ceguera.

–         Ardieron las ideas, Serveto es libre,

cesó el latido de su corazón;

aunque sin calcinarse su razón,

en sus valores está no olvidarle.

–         Un penúltimo suspiro a Sijena

lugar monegrino, su monasterio,

su Alcanadre, ¡la belleza es eterna!.

 

–         Un último suspiro a su familia

¡quema tanto la lejana distancia!,

abrasa más que la ya hecha injusticia.

Publicau en “ Os Monegros el 30 de junio del 2011.

Enlace relacionau: Miguel Serveto.

Zancarriana w