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Alicia y Alba Escanero Macaya, gaiteras de Lanaja


Alicia y Alba Escanero Macaya son dos hermanas gaiteras del dance de Lanaja, encontrándose con las raíces más autenticas y propias de su pueblo y comarca de Los Monegros. Y lo hacen a través de la música, del instrumento mágico que es la gaita de boto aragonesa, formando parte de la gran estirpe de gaiteros y gaiteras de Los Monegros.

Somos Alicia y Alba Escanero, hemos vivido en Zaragoza casi desde siempre, pero nuestra familia nunca se ha desvinculado de nuestro querido pueblo, Lanaja, así que tenemos la suerte de tener infinitos recuerdos de allí, donde hemos seguido yendo casi todos los fines de semana, navidades y veranos, y donde están nuestros amigos y familiares.

Las dos hemos estudiado música desde muy pequeñas, tocando varios instrumentos, especialmente el piano, aunque nos falta tiempo para que llegue uno nuevo a nuestras manos y ponernos a aprender. Así que, cuando una compañera del Dance, allá por el año 2002 le comentó a nuestros abuelos si queríamos participar en la asociación, les hizo tanta ilusión que no lo pensamos más, y ese fue el primer año que empecé a tocar, tuve que empezar yo sola ya que mi hermana Alicia estaba estudiando fuera en esos años y lo tuvo más complicado; decidí empezar con una acordeón, que aprendí a tocar aquel verano.

En el grupo de Dance existía una gaita de boto, y nos gustaba mucho el instrumento, entre otras cosas, también por ser un instrumento más tradicional, así que, algunos años después, nuestro padre nos regaló una gaita para cada una, un regalo de navidad un tanto especial que nos encantó, las cuales fueron fabricadas por Gaitería Tremol. Así que nos pusimos manos a la obra, fuimos aprendiendo poco a poco para poder tocar en las fiestas de San Mateo aquel septiembre.

Tuvimos la suerte que, como todos los años, la familia Lahiez vino a Lanaja a enseñar a los niños diferentes instrumentos, y como hacíamos cuando éramos pequeñas, nos apuntamos a las clases para que Alejandro nos enseñara a tocar. Con su paciencia y un poco de práctica conseguimos no desentonar en los primeros ensayos del Dance

La gaita, además de su sonido, que nos encanta, la de boto en concreto representa tradición de nuestra tierra, una tradición que casi se perdió y que poco a poco ha vuelto a crecer, haciendo que nos sentamos todavía más orgullosas de poder participar en este hecho.

Como instrumento, no tiene gran complejidad de una manera teórica, no es muy difícil aprender a tocar una melodía, pero tiene otras complicaciones bastante mayores, como conseguir encontrar un sonido bonito, sin “pitidos” que distorsionen; hacer silencios, o lo más complicado para nosotras, el mantenimiento del propio instrumento, las lengüetas de madera, “cañas” que lleva la gaita, con nuestro clima monegrino, se secan con gran facilidad, haciendo que se abran, o cierren, que se agrieten.. teniendo que volver a empezar con la afinación, y haciéndonos sudar un rato (la expresión “esto es una gaita” ya sabemos por que existe…).

En cuanto al mantenimiento en sí, Nacho, de Gaitería Tremol es el que nos ayuda, así que antes de las fiestas se las llevamos para que nos haga la puesta a punto, decidimos hace unos años que es mejor dejarlo en manos de un profesional.

¿Qué tiene de especial la gaita?

Por todo lo dicho antes, que no tiene de especial la gaita de boto, empezando por su historia, que hace que sea tan diferente a tantas otras gaitas, y porque no decirlo, mucho más bonita.

¿Qué significa para vosotras el dance?

El dance es un sentimiento de pertenencia a nuestro pueblo, Lanaja, y especialmente, a un grupo de Najinos que, sin esperar nada a cambio, invierte su tiempo y su esfuerzo para realizar una actuación el día del Patrón, el día más esperado del año para sus habitantes e intentar que salga lo mejor posible. Donde el pueblo entero se reúne para poder ver sus bailes tradicionales y reírse con los chascarrillos ocurridos durante todo el año con un mismo sentimiento, el de orgullo por su pueblo y sus tradiciones. Es una forma de honrar a San Mateo y a todos los Najinos

Una tradición y un lugar de Los Monegros.  

Lanaja, siempre.

Eloy Abadías Martínez, Mayoral del dance de Lanaja


Mayoral del dance de Lanaja, papel que comparte con su amigo Ángel Condón, Eloy es una caja de sorpresas. Hablamos de albañilería, de la forma tradicional de construir y de cómo ha cambiado todo. Nos abre las puertas de su casa, donde la artesanía y el arte, el trabajo con los materiales y el ingenio lo inunda todo. Pero con Eloy también nos adentramos en el dance de Lanaja, en su viva tradición hecha con la ilusión y el orgullo que cada 21 de septiembre, en honor a san Mateo, hace vibrar a Lanaja.    

Eloy Abadías Martínez y Ángel Condón, mayorales del dance de Lanaja.

Natural de Lanaja, Eloy Abadías Martínez nació en 1957. De casa Gabarre, por parte materna, casa pudiente de la localidad, y casa el Ribereño, por parte de paterna; pues venía de la ribera del Ebro. Su padre era albañil, al igual que su abuelo, oficio que continuó Eloy y del que su padre dijo -como enganches aquí ya no lo soltarás en toda la vida-.

Su abuelo trabajó en el canal de Monegros: -El vaso del canal lo picaban a mano, había mucha mano de obra y los pajares estaban llenos de trabajadores. Hay fotos en las que se ven a hombres con pico y pala y en el acueducto de las arcadas aún se ven las marcas de las tablas del encofrado-. Además, su padre trabajó mucho en la construcción de los pueblos de colonización, -hubo mucho trabajo-.

En Lanaja se ha trabajado mucho con piedra que se sacaba de la sierra, de canteras o piedras clarezca que salía de la labranza de los campos. Cando se bajaba de la sierra, siempre había que aprovechar el viaje y, aunque fuese, bajar algunas piedras. -Una cantera se ve muy bien la cantera de la Maladilla-, cuenta Eloy, -en la carretera de Lanaja a Monegrillo, con tan solo subir la sierra, en las curvas. De allí obtuvieron piedra para la carretera de Lanaja a Sariñena -. También se recogía piedra de yeso, la metían en hornos y una vez cocidas, en las eras, las molían con las ruedas de los carros. Así, obtenían yeso para la construcción.

Lo que faltaba era el agua, su abuelo decía que por Lanaja se cambiaba el vino por agua. Se subsistía, cada casa tenían algo de viñas, oliveras y criaban un tocino. En las casas pudientes había bodega de vino, prensa de vino y molino de aceite. En casa de Bastaras había unas enormes pipas para almacenar el vino, unos toneles grandísimos, apunta Eloy.

El agua la iban a buscar a las balsas. Eloy iba con dos pozales que llevaba gracias a una rueda con un eje donde los colgaba. Acudía a la balsa de los Tres Castillos, donde actualmente se encuentra el centro social de los jubilados. En aquella balsa bebían las personas, pero también el ganado. Por el parque estaba la balsa Alta y por donde está la deshidratadora la balsa Nueva o del Tejar. Aún queda la balsa de la Cruz, carretera a Monegrillo, a unos pocos metros de Lanaja.

En la balsa del Tejar había un tejar donde hacían ladrillos, tochos, tejas… También estaba el cañicero, hacía cañizos y los tejía en los tejados. Eloy ha visto también hacer adobas en la balsa de los Tres Castillos.

La madera la conseguían de la sierra, la mayoría era madera de pino, aunque en las casas buenas se utilizaba maderos del Cinca que subían desde Fraga. La madera de sabina, que es más dura, se empleaba en los cabeceros y en los puentes.

La leña la hacía la propia gente a nivel particular. En la sierra se hacía la vida. Su padre quiso ir a la sierra antes de morir, por Valdecarro, por donde había estado de rebadán, Se quedó sorprendido, antes distinguían el camino por las rodadas del carro y todo a su alrededor estaba pelado por el paso del ganado. Ahora, la vegetación se come los caminos -Antes había mucho ganado, la sierra estaba llena de vida-.  

Eloy, en su niñez, jugaba a los pitos o canicas, corría por las calles, iban a robar uva y alberjes al saso y subía por las canteras y las cuevas, -las cuevas se hicieron durante la guerra como refugios ante los bombardeos que sufrió la población-. Fue a la escuela hasta los 14 años, cuando la dejo para ir a picar a la obra hasta los 61, cuando se jubiló.

Se casó con Pilar Mari Pelegrín y tuvieron dos hijos, Aitor y Dani. Con 41 años sufrió un accidente, se cayó del andamio de un séptimo piso, en su caída se fue quedando liado entre unas silgas que detuvieron su caída a escaso medio metro del suelo. Eloy volvió a nacer.

Eloy tiene la afición de realizar manualidades, con madera, piedra o hierro, realiza maquetas, representaciones de fachadas de casas o detalles de diferentes construcciones. Es capaz de todo, utilizando diferentes materiales es capaz de realizar miniaturas, juguetes, cuadros e incluso sus marcos, elementos decorativos o ingeniosos muebles. Uno se queda corto porque la capacidad creativa de Eloy no tiene límites.

Con diez años, Eloy empezó a danzar en el dance de Lanaja, su hermano ya era danzante -Toda una vida danzando-. Incluso puede decir que junto a su mujer y sus dos hijos han sido pioneros en Aragón al danzar en familia –una familia completa en un dance-. Ha sido siempre danzante, hasta que en el 2016 falleció el antiguo mayoral Alfonso Nasarre “El Cartero”. Lo sucedieron los dos danzantes más mayores, Eloy y Ángel Condón, amigos de toda la vida y que actualmente comparten el papel de mayoral en el dance de Lanaja.

El dance de Lanaja se celebra para san Mateo, para el 21 de septiembre. Antiguamente se danzaba hasta tres días, un día se hacía ronda por casa de los mayores, el segundo con las mairalesas y el tercero para san Mateo.  

Actualmente, el dance de Lanaja consta de las siguientes partes:

  1. Pastorada.
  2. Procesión, ofertorio en la iglesia y actuación en la plaza de la iglesia.
  3. Mudanzas, de palos, espadas y el baile de cintas.
  4. Dichos y motadas, primero se dedican chascarrillos a los propios danzantes del grupo y luego van los dichos generales al pueblo.
  5. El degollau, se hace con espadas al ritmo de la gaita.y solo los hombres
  6. Se termina el baile de las cintas.

La danza de cintas se entrelaza doblemente, del palo central y entre ellas, lo que exige bastante a los danzantes, de cruzarse entre ellos. Es una particularidad del dance de Lanaja, comenta Eloy. El baile se había perdido, pero se logró recuperar.

El dance de Lanaja se recuperó en 1943 y desde entonces se ha introducido la mujer, ahora son una mayoría en el grupo. Eloy lleva más de 50 años de danzante, junto a Ángel Condón, y ambos fueron condecorados en su cincuenta aniversario como danzantes.

Empezaron ensayando todas mediodiadas en placetica de la iglesia, sin dejar dormir la siesta a los vecinos. Eloy se acuerda del Currutaco, de Jerónimo Tabueña y su hijo Luis Tabueña. Alfonso Nasarre “El Cartero”, antiguos mayorales. Como gaitero actualmente está Macario Andreu, Alicia y Alba Escanero y antes también “El Carnicer” que tocaba el acordeón. Macario aprendió de los Lahiez. A su vez han incorporado en la música violín y melódicas.

Para el ofertorio forman una fila los danzantes rojos y otra fila los azules, delante del altar con la espada apoyada en el hombro. Paso a paso todos van pasando por el altar besando una reliquia al ritmo de melodía de gaita y violín y 4 o 5 melódicas. Es un momento muy emotivo para los danzantes. Además, Eloy es el encargado de hacer los palos para los danzantes y realiza el mantenimiento de las espadas.

Dani, Aitor, Eloy, Pilar Marí y Ángel.

Eloy y Ángel ejercen de mayorales, conduciendo el dance de Lanaja con gran ilusión. Tradición viva gracias a personas excepcionales que con todo su empeño realizan el arte del dance con sus vecinos, amigos y sobre todo familia.

Gonzalo Pelegrín Coto


La memoria es frágil, recordar años duros, de penurias, de escaseces… es difícil. En Los Monegros fue una constante, la falta de agua y cosechas, se pasó sed y hambre; mucha gente emigró. Tocó sobrevivir, luchar, ayudarse, tener ingenio y sobre todo trabajar duramente. Gonzalo Pelegrín Coto es pura memoria de aquellos tiempos, de una forma de vida que nos cuesta entender, cuando cada día era una lucha para poder llevarse algo a la boca. Vidas que forjan.

Gonzalo y Victorina.

Gonzalo Pelegrín Coto nació en Lanaja, el 12 de enero de 1937. Era de casa muy humilde, sus padres no tenían tierras -ni un palmo de tierra-. De oficio esquiladores, era solamente un trabajo temporal, así que había que trabajar en todo lo que se podía. La casar era pequeña, dos habitaciones, cocina y corral. Los colchones eran de paja y en una cama dormían cuatro hermanos: -el primero que se levantaba tenía albarcas, el resto se tenían que conformar con ir descalzos-. Gonzalo ha sido el segundo de diez hermanos, tres chicos y siete chicas.

Su padre no paraba, esquilaba, cazaba y cualquier faena que pudiese realizar. Cazaba conejos, liebres, perdices, pájaros… entonces se comían todo lo que podían, incluso muy guisada la carne de rabosa, o los gustosos fardachos o serpientes, los gorriones fritos, huevos de los nidos, caracoles que cogían en el Matical, -aunque casi todo eran cabras-. Ponían cepos para coger pajarillos, que antes había muchos, apunta Gonzalo. -¡Y, si había suerte, liebre con arroz!-.

Gonzalo no fue a la escuela, solamente fue un día, el maestro le dio cuatro reglazos en la mano y ya nunca más volvió. Un hermano suyo incluso durmió en el calabozo por cantarle a Fernando el maestro -Tolón, tolón-.

-Cuando se aprendía a andar ya se valía para trabajar-. A pozales iban a buscar agua a la balsa de la Cruz, cuando se los dejaban, pues ni pozales tenían para ir a buscar agua. También acudían a la balsa Alta, en el parque, y a la de Tres Castillos. Luego estaba la balsa El Tejar, para las mulas o el resto de animales de trabajo. Cuando llovía, en el barranco de “Árboles de Campos” se formaban pozas que duraban algunos meses y allí se bañaban y aseaban mientras las mujeres lavaban la lana.

Gonzalo ha ido a respigar con las mujeres y otros niños, los campos recién cosechados, tanto trigo como cebada, olivas, almendras o maíz. Hacían fajos de sosa para leña y a veces la hacían para otros -si se hacían dos fascales, uno para ellos y el otro para quien tenía la concesión-.

De muy joven aprendió a esquilar, su padre esquilaba todo, además del ganado, esquilaba las mulas e incluso a algunos hombres, lo hacía hasta gratis, había gente muy pobre. Con las mulas era habitual marcar con las tijeras un dibujo a mitad de lomo o en las ancas para distinguir las mulas y saber a quién pertenecían, de qué casa eran.

Solía vigilar el muladar y si tiraban alguna mula iban a por la piel que luego vendían en Sariñena, a Modesto Giral el Peletero. Según cómo estaba la piel pagaban más o menos. Un año cayó un rayo matando un potro, a la media hora no quedaba ni herradura. Su padre se enteró enseguida, estaba cazando cerca de la aldea de Escanero.

Con tan solo 7 años, Gonzalo marchó a trabajar de rebadán, de ayudante de pastor. Comenzó con el ganau de Los Campetes, a los pies de la sierra de Alcubierre y recuerda que también pastaban por los alrededores del pueblo, corrían todos los yermos, incluso las tierras donde actualmente se encuentra su casa.

También trabajó como rebadán para los montañeses que bajaban en invierno en trashumancia. Se quedaba todo el invierno en la sierra, sólo bajaba al pueblo algún que otro día. Dormía en la misma paridera, una caseta con corral, dentro tenían un hogar donde se calentaban y cocinaban. Almorzaban y con un piazo de tozino aguantaban todo el día. Un año le bajaron los montañeses 5 o 6 yeguas para que las cuidase aquí abajo. En verano iba a segar a casa Sinpato, con Leandro y Paco. Eran tiempos de penurias, de mucho trabajo y hambre; de miserias.

Su padre iba a Alcubierre a llevar y traer el correo en un saco al hombro, le daban 12 ptas. y un pan. Una vez nevó tanto que tuvo que ir con una pala abriéndose paso. Aquel año fue bueno para los pobres, recuerda Gonzalo, pues alguna oveja o cordero se murió por el frío y la aprovecharon para comer; entonces estaba de rebadán por Balsasmedias.   

Con ocho o nueve años comenzó a hacer esparto, iba a Lalueza y a los campos cercanos a Lanaja, los campos hacia Sariñena o por donde luego se establecieron los pueblos de La Cartuja y San Juan. Se dedicaban a arrancarlo y a la una del mediodía, una camioneta de Basols de Sariñena se acercaba para comprarlo. También lo vendían a Salavert de Sariñena. Su primer esparto lo hizo en el cementerio de Poleñino.

Con 12 o 14 años, con su hermano Emiliano y su primo Lorenzo se compraron una bicicleta. Con ella bajaban a Sariñena los sábados a cobrar el esparto que habían recogido durante la semana. Las bicicletas las pagaron a plazos.

Con su hermano y primo iban a poner cepos por la sierra, también ponían lazos o cazaban con escopeta, hurón o el mismo Gonzalo hacía de perro yendo por los margüines haciendo salir las liebres y conejos. No se podía malmeter ni un cartucho, recuerda Gonzalo. Hacían mucho furtivismo y la guardia civil sabía que iban a cazar y trataban de pillarlos, más de una vez tuvieron que salir corriendo, -nos encorrieron muchas veces-. Si les pillaban les quitaban las escopetas. Había mucha liebre y cuando se cazaba un jabalí era toda una fiesta, se hacían chorizos y guisos y se repartía entre todos.

Una noche, por el barranco de Maza, un hurón cayó por un agujero, Gonzalo se pudo meter por el agujero y descubrió un hueco enorme, con literas, cartuchos y balas, quizá era un refugio de maquis, recuerda Gonzalo. Después, intentaron varias veces volver a localizar el agujero, pero nunca más lo volvieron a encontrar. 

Todos tuvieron que trabajar en casa, siempre intentando llevar algo, lo que fuese, unas almendras, algo de uva, unos huevos o pajarillos… Sus hermanas Concha y Josefa marcharon a trabajar a la fonda, hacían recados para casa Gazol o su madre lavaba la ropa de toda la semana de casa Campana, -les daban un poco de jabón-. Otra hermana Carmen tejía en “Nuestra casa” y las otras bordaban a máquina. Gonzalo ha estado en tres o cuatro casas y en todas le hacían dormir en las cuadras.

Gonzalo realizó el servicio militar en Melilla. Fue un gran tirador y le tuvieron gran aprecio los mandos. Al licenciarse, enviaron a casa de sus padres una carta de méritos y agradecimiento. La carta llegó antes que Gonzalo y contenía tantos elogios que la familia entendió que había fallecido. Comenzaron a llorar su muerte hasta que la carta la leyeron en el cuartel de la guardia civil y estos aclararon que Gonzalo estaba perfectamente y de regreso a casa.

Tras la mili, Gonzalo trabajó como peón de la construcción, trabajando en la construcción de los nuevos pueblos de colonización. Trabajó con tres amigos de Lanaja y trabajaban tanto que les tenían que hacer parar; iban a destajo y les decían que no les iban a pagar tanto. Llegaban incluso a reñir por la faena, cuando llegaba un camión de piedra reñían por quien se quedaba la piedra, para tener más faena. Todos lo querían, iban a tanto el metro. Mientras, si no había faena, ayudaba a algunas casas con las labores de la siembra.

La familia ha tenido gran tradición en esquilar. Gonzalo ha esquilado durante más de 50 años, esquilando ganados de Lanaja, Montesusín, Sariñena… En Sariñena esquilaba en las eras y corrales a la entrada de Zaragoza, donde estaba el bar el Cubano y donde aprovechaban para tomar algún café. Esquilaban para Pichirrín de Sariñena. Alguna oveja se quedaban cuando iban a esquilar.

Para esquilar tenían unas máquinas de peine, que cuando podían mandaban en el autobús para afilar en Huesca, si no lo hacían ellos. Con el tiempo iban los tres hermanos con los hijos a esquilar. No paraban de esquilar ni un momento, iban sin parar. -Antes la lana valía mucho-, comenta Gonzalo, -ahora no vale nada-. Estuvo toda una temporada trabajando para comprar un colchón de lana, con el centeno o la paja de caña, hacían un montón y cama hecha.

Por ello les han llamado casa El Esquilador. Dani, su nieto, siempre contesta que él es nieto de Gonzalo “El Esquilador”.

También ha cargado alfalfa trabajando para Montreal, cargando pacas de alfalfa en camiones. Llevaban unos zahones para no desgastar los pantalones y con unos ganchos se ayudaban para cargar y colocar las pacas de alfal. Luego pesaban el camión y pagaban al peso cargado. Si había mucho trabajo, Gonzalo buscaba gente para trabajar, iba al bar Navarro, pues a veces tenían hasta tres o cuatro camiones que cargar, y reclutaba una cuadrilla. Merendaban alguna sardina de cubo o pan con vino, siempre a destajo.

Montreal también comerciaba con mulas y toros. Iban a las ferias a comerciar con mulas, iban con unas y volvían con otras. Gonzalo cuidaba 30 o 40 mulas, de Valentín, las alimentaba, sacaba el fiemo… Una vez, un caballo le dio una coz que se le clavó en la pierna, aún lleva marca.

Gonzalo también trabajó en un almacén de vino cuya prensa de vino iba a mano, pues antes -había mucha viña-.

En 1961, Gonzalo se casó con Victorina Val Ezquerra y han tenido cuatro hijos, dos chicos y dos chicas. Victorina, a los 11 años ya la mandaron de niñera. Eran también de casa pobre y Victorina recuerda como, en una ocasión, le pidió a su madre un lapicero: -mama, mama, cómprame un lapicero– a lo que esta respondió –escribe con el dedo-.

Pero también hubo tiempo para las fiestas. -Las fiestas de antes eran otra cosa-, apuntan los dos sonrientes -Venía el turronero y cuando se descuidaba le quitábamos algún piazo de turrón-. Victorina se acuerda mucho de la Recañe, Juliana, de Sariñena, que subía a Lanaja a vender helados. También subía a Lanaja con un carro a vender verdura.

A las fiestas de Lanaja acudían orquestas muy buenas y bailaban mucho. Había carreras, se hacía la carrera del hombre contra el caballo, con los caballos de Escanero y corría el Simpato, Julián Salillas. -Aunque no tenían dinero eran muy buenas fiestas-. Se divertían mucho y las recuerdan con mucho cariño.

Se hacían rondas y se cantaban a las chicas, Victorina se acuerda de alguna de las estrofas:

Arriba la cachipurriana
que se te seca el tomate
Tíralo por la ventana
Y si se mata que se mate.

Tienes la casa muy alta
Y el granero muy vacío
Y este año has sembrado
Porque te han dejado el trigo.

Ambos, Gonzalo y Victorina apuntan lo dura que ha sido la vida, el trabajo y esfuerzo, pero también de la solidaridad entre la gente, aunque no tuviesen para comer siempre había un plato para algún amigo; muchos en casa tampoco tenían mucho o nada para comer. Ahora, a veces, no se sabe lo que hacer para comer, -abres la nevera y hay de todo, puedes elegir, pero antes el problema es que no había nada-, apunta Victorina. La abuela con poco hacía unos platos deliciosos -¡Aquellas farinetas!, y de nada hacían una sopera-.

Han pasado mucha hambre. Todo lo que pillaban era para casa, cogían hasta la última almendra, aunque estuviese arriba del todo de la almendrera. Gonzalo ha ido a regar por las noches para otros. ha sido muy setero, ha sido quien más cogía setas de cardo por el monte y también ha sido muy setero, ha sido quien más cogía setas de cardo por el monte. El Chutis, le vendió muchos caracoles y al caspolino y particulares. Era un ingreso económico muy bueno.

Gonzalo acabó trabajando de nuevo en la construcción, con Armando Borraz, jubilándose en una obra en Naval.

No han sabido lo que es guardar un día fiesta. Gonzalo recuerda como su madre nunca paró de trabajar y nunca protestó. No paraba ni un segundo, si el pantalón estaba roto o sucio, al día siguiente limpio y arreglado. Limpiaba las tripas de cordero, cuántas limpió su madre, con tanto trabajo y delicadeza. Limpiaba y trenzaba los chichorros, lo que llaman también “menudos”, los guisaba muy, muy buenos, incluso amigos de Gonzalo bajaban de Huesca para comerlos.

Su madre Donata Coto Martínez, mujer incansable, atenta con todos y muy feliz, cuando su pequeña casa estaba llena de gente para navidades, fiestas o cumpleaños. Siempre decía que había pasado necesidades pero que en su vejez no le había faltado de nada. Disfrutó en las bodas y comuniones de sus nietos. Murió muy mayor, rodeada de sus diez hijos, sus veinte nietos y sus diez biznietos.

Pilar Mari Pelegrín.

Gonzalo y Victorina guardan la sabiduría de esta tierra dura y salvaje, una vida que hemos dejado atrás pero que vivieron nuestros abuelos y abuelas. Saben del esfuerzo y del trabajo, pero también guardan esa sonrisa al pasado, de los recuerdos y de una vida de la que se sienten orgullosos, que se la ganaron cada día. Resistencia y fortaleza. Pura nobleza.

La retaguardia del frente de Los Monegros, Causas Generales


La guerra de España de 1936 a 1939, en la retaguardia del Frente de Los Monegros, fue convulsa: fusilamientos, asesinatos, encarcelamientos, requisas y destrucción de iglesias y archivos. A través de las Causas Generales (FC-CAUSA_GENERAL,1412, Exp.2. Archivo Histórico Nacional) y diversa documentación, nos adentramos en parte de la historia de algunas localidades de retaguardia y del mismo frente monegrino, como Albalatillo, Alberuela de Tubo, Almuniente, Capdesaso, Castelflorite, Huerto, Lalueza, Lanaja, Lastanosa, Marcén, Pallaruelo de Monegros, Peñalba, Poleñino, Sangarrén, Sena, Senes de Alcubierre, Torralba de Aragón, Usón/Tramaced, Villanueva de Sigena y Valfartra. Las localidades obviadas responden a que han sido tratadas en otros artículos, tales como Alcubierre, Bujaraloz, Farlete, La Almolda, Leciñena, Monegrillo, Perdiguera, Robres o Sariñena. Tanto como Grañén o Tardienta serán tratados en sendos artículos futuros.

La Causa General (CG), fue un extenso proceso de investigación impulsado por el ministro de Justicia franquista, Esteban Bilbao,​ tras la guerra civil, mediante Decreto de 26 de abril de 1940, con el objeto, según su preámbulo, de instruir «Los hechos delictivos cometidos en todo el territorio nacional durante la dominación roja». Su valor histórico es cuestionable, por ser procesos con clara intencionalidad y carácter represivo, no obstante, no dejan de ser parte del relato que, como en todo, se ha de considerar con mirada crítica. En esta línea, Fernando del Rey Reguillo manifiesta «Con independencia de su finalidad represiva y de su evidente intencionalidad política, posiblemente sin pretenderlo, el franquismo confeccionó de hecho una encuesta sociológica que resulta de enorme valor para los historiadores. Con todas sus limitaciones, y siempre con la sedimentación crítica precisa, el cruce con la memoria oral y con las restantes fuentes disponibles formadas al calor de los acontecimientos demuestra que, a pesar de los años transcurridos en la elaboración de aquellos expedientes (entre 6 y 7 años respecto a 1936), la información ofrecida presenta un alto grado de fiabilidad».

Igualmente, se incorpora información del Sistema de Información del Patrimonio Aragonés (SIPCA), principalmente en lo referente a las fosas comunes.

En relación con la destrucción del patrimonio, la quema del Real Monasterio de Santa María de Sigena fue lo más significativo, aunque no obstante la gran parte de iglesias monegrinas resultaron afectadas. Dentro de esa destrucción, es reseñable la labor que algunas personas realizaron para salvar nuestro patrimonio. Recogemos parte del testimonio de Apeles Fenosa “Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico”, entrevista publicada en la revista el Mirador en diciembre de 1936 y recogida por Marisancho Menjón en su artículo “Apeles Fenosa, gracias”.

–Nosotros procuramos salvar el tesoro artístico de Huesca y de Zaragoza, superando en todo lo posible la destrucción de la guerra y de la revolución. Procuramos salvarlo y, después, acabada la guerra, lo devolveremos, restaurado y hechas las obras necesarias de conservación, al pueblo de Aragón, como homenaje, como prenda de hermandad y de solidaridad del pueblo catalán –ha dicho el escultor Apeles Fenosa, miliciano de Cataluña, valiente luchador de nuestra causa, salvador, hoy, de un inmenso tesoro artístico en la provincia de Huesca.

–Es una tarea ingrata y que no es comprendida por el pueblo. Un día me matarán, confundiéndome con un ladrón, con un aprovechador del pillaje. Ingrata por culpa de los que no comprenden. Ingrata por culpa de los de mala fe y de los ignorantes, y de los que sabiendo lo que vale todo esto, sin haber hecho nada para salvarlo, cuando lo ven salvado te acusan de ladrón y de vampiro de un pueblo.

Gran parte de la historia de la Guerra Civil, en el Frente de Los Monegros, queda recogida en la obra de Víctor Pardo Lancina (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros).

Todos los datos y personas responden a documentación de uso público.

Albalatillo. Rama separada número 332.

Albalatillo estuvo bajo influencia del cercano aeródromo de Alas Rojas. Además, en sus inmediaciones, se encuentra la fuente del Saso, conocida también como “El Tanque”. Fue construida el 10 de enero de 1937, recogiendo el agua de un manantial en un pequeño estanque con dos lavaderos en sus laterales. La fuente servía para abastecer de agua a los soldados y para aseo e higiene de los mismos.

Sufrió algún que otro bombardeo, “Había un castillo en la plaza que quedó totalmente destruido”.  (Natividad Laguna Casaña y José Marcial Ripol os monegros)

“Albalatillo fue casi totalmente arrasado a causa de los bombardeos franquistas y un mínimo de tres hijos de la localidad murieron en combate junto a los republicanos: uno de ellos era Antonio Lafita; los otros dos eran dos hermanos de Casa Fermín cuyo nombre no era recordado por los informantes” (SIPCA).

Documentos correspondientes a Causa General del A.H.N. Subdirección General de los Archivos Estatales Ministerio de Cultura. España

De acuerdo a la Causa General de Albalatillo, en el término municipal de Sariñena, partida “Los Sasos” cayó el teniente de aviación llamado Marchena, se decía el ruso blanco: “Magullamiento general por accidente aviación. Cayó el aparato que pilotaba incendiado en combate con los cazas de Alas Rojas”.

  • 21 de julio de 1936. Detención de las personas de orden siguientes:
    • Antonio Maestro Mir.
    • Aurelio Usón Bandres.
    • Joaquín Asín Chesa.
    • Mariano Marcial Asín.
    • Prudencio Marcial Asín.
    • Francisco Asín Blanco.
    • Ramón Urcia Asín.
    • Ignacio Ballarín.
    • Matilde Ferrer Fabane.

Las personas relacionadas con las detenciones fueron: Ramón Abadías Arlés (Francia), Gabino Lavilla (52 Bon. Trabajadores Madrid), Mateo Campo Pérez (Cárcel Zaragoza), José Lafita Andreu (Cárcel Astorga), Antonio Olona Satue (Cárcel Puerto Santa María) y otros que no se recuerda.

  • 26 de julio de 1936. Destrucción de los objetos del culto y altares de la iglesia parroquial.

La iglesia de San Andrés de Albalatillo fue restaurada entre 1989 y 1998 debido a los daños sufridos durante la Guerra Civil. En el año 2000 se refundieron las campanas.

  • 26 de julio de 1936. Saqueo de la casa de Matilde Ferrer y saqueo de trigo en las casas de Fermín Marcial Peralta, Joaquín Asín Chesa, Mariano Ripol González y Baldomero Garcés.
  • 28 de julio de 1936. Destrucción del archivo del ayuntamiento y del juzgado municipal.
  • Gabino Lavilla Arcal, natural de Sariñena. afiliado a la CNT. La guerra le pilló en Albalatillo. Gabino declaró que se detuvieron a siete personas de la localidad, pero a las pocas horas fueron puestos en libertad. La iglesia fue profanada “Sacando las imágenes y ornamentos sagrados a las proximidades del pueblo donde les prendieron fuego, habiendo intervenido en este hecho además de los milicianos forasteros la casi totalidad de los vecinos y que los objetos de valor fueron entregados en el ayuntamiento. En el mes de agosto de 1936 se formó el comité integrado por Joaquín Marín como presidente (Fallecido), José “El Ricón”, en ignorado paradero, y otros que no recuerda”. En septiembre de 1936, Gabino se trasladó a Sariñena, donde ejerció por unos meses como presidente de la CNT local. En septiembre de 1937 fue destinado a la 149 Brigada Mixta 595 Batallón 1ª Compañía. Cumplió condena en la Prisión Provincial de Huesca.
  • Ramón Abadías Arles, El Ticano, natural de Sariñena, durante la republica ejerció como alcalde de Albalatillo, por Izquierda Republicana, cesando en 1936. Acabó exiliándose a Francia.

Fosa común de Albalatillo, del 14 de septiembre de 1937, según SIPCA dista “A un par de kilómetros del casco urbano de Albalatillo, pueblo en el que durante casi dos años estuvo emplazado el famoso aeródromo republicano de Alas Rojas, contiene los escasos restos que pudieron ser rescatados de dos aviadores rebeldes derribados por la aviación republicana el día 14 de septiembre de 1937. Los cuerpos fueron enterrados allí mismo y cuando los sublevados llegaron al lugar levantaron dos esquelas en recuerdo de sus hombres desaparecidos. No es imposible que bajo esas losas conmemorativas no se hallasen restos de ningún cuerpo, sin embargo, algunos informantes de la localidad se muestran convencidos de que los dos fallecidos reposan allí.”

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: Un joven nacido en Albalatillo nacido Lorenzo Sanz Tires, de 25 años, fue asesinado por los sublevados en agosto de 1936 en Zaragoza.

Número aproximado de víctimas:

  • Abelardo Carazo Calleja. Piloto alférez de aviación.
  • Carlos Muntada Saprina. Piloto capitán voluntario de aviación.

De acuerdo con las relaciones nominales, del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Albalatillo las víctimas fueron en el frente Jesús Ribas Lafita, Antonio Lafita Olona y José María Marcial Olona.

Alberuela de Tubo. Rama separada 313.

  • Julio Bescos Torres (12 de septiembre de 1936). Sacerdote de 27 años, fue fusilado por “Unos individuos de Antillón donde ejercía su ministerio».
  • Manuel Palacio Buíl (3 de octubre de 1936).  Propietario de 52 años, fusilado por “Una cuadrilla de milicianos mandados por un tal León Arnal (El abuelo) se dijo que vinieron mandados llamar por el comité local formado por Lorenzo Gracía, Julián Mur, Pascual Laguna, Pedro Laguna y Antonio Laborda, pero no se ha podido comprobar. De estos, los dos primeros fueron fusilados, los otros tres están detenidos cumpliendo condena”.

De acuerdo a la declaración de su hija Josefina Palacio Buil, su padre Manuel Palacio Buil fue detenido por la Sección de Investigación de la Columna Roja Ascaso, siendo el jefe de dicha sección un tal León y Jesús Claraco, natural de Vicien (Huesca) y fue llevado a la Venta de Ballerías y asesinado en dicho lugar. Josefina consideró responsables a la maestra Sara Aurensanz, Antonio Laborda, Pascual Laguna, Pedro Laguna, aunque ignoraba la participación directa de los citados.

También fue asesinado el ecónomo de la parroquia Julio Bescós Torres. Además, también pudo ser asesinado en término de Antillón un vecino de Alberuela de Tubo llamado José Antonio Escario. Fosa común Antillón (SIPCA).

  • 25 de julio de 1936. La iglesia fue saqueada y las imágenes arrojadas a un barranco.
  • 2 de agosto de 1936. Fueron arrancados los altares que quedaban, sacados fuera y quemados, también se quemaron libros, ornamentos etc. Los calices, cruces y demás objetos de valor quedaron en poder del comité revolucionario y después han sido recuperados. “La orden fue dada por el alcalde de Frente Popular que había presionado por unos milicianos rojos, se llama Faustino Viñuales Andreu. Detenido, trabaja en un batallón en dos Hermanas (Sevilla)”. 

La imagen de la ermita Virgen del Castillo fue quemada en la Guerra Civil y a partir de su recuerdo se ha elaborado una réplica: una nube salpicada de angelitos sostiene la fortaleza en la que se sienta la Virgen, a su derecha está el Niño sostenido por su Madre.

Además, de acuerdo a algunos informes de la Causa General, en Alberuela de Tubo, fueron incautadas algunas fincas y cosechas de vecinos y quemadas las documentaciones del ayuntamiento, juzgado, iglesia y pósito.  

De acuerdo con las relaciones nominales, del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Alberuela de Tubo, las víctimas asesinadas fueron Manuel Palacio Buil, Julio Bescós Torres y Miguel Redol Perisé.

Almuniente. Rama separada 315.

  • Agustín Fornés Rivas de 25 años y panadero, y Ramón Orús Berroy de 16 años, fueron asesinados por arma de fuego el 27 de agosto de 1936. Las personas relacionadas con su crimen fueron Manuel García Abardía (Francia), Vicente Asín Usieto (Francia), Faustino Allué Prior (Francia), Santos Asín Usieto (Francia), Francisco Clavería (Francia), Pedro Huerto Mur (Huesca) y Manuel Collado.

Ambos aparecen en la relación de víctimas en la fosa común de Grañén. Una de las fosas distinguibles hoy en día en el cementerio de Grañén que contiene los restos de dos jóvenes vecinos de Almuniente asesinados por fuerzas republicanas en el término de Grañén al principio de la guerra.

Sobre personas no reconocidas como residentes que sufrieron muerte violenta en la localidad “Se desconocen señas y datos de las victimas por ser forasteros”.

  • 8 de septiembre de 1936. Actuación de Jorge Ponz Gayan, de 29 años, lo llevaron al cementerio, le dispararon y en general malos tratos por todos conceptos… en saqueros, incendios de edificios y amenazas.  En un informe de la Causa General le da unos 50 años de edad, del campo y empleado en Renfe.
  • 4 de octubre de 1936. Destrucción de la iglesia parroquial, imágenes y demás objetos de culto. Profanaciones de todas las clases, saqueos, incendios y amenazas.  

El comité revolucionario parece ser que estuvo formado por Vicente Asín Usieto quien ejerció de presidente. La iglesia fue destinada para intendencia

  • Félix Biota Coronas declaró que fue detenido Agustín Olles, que tenía una panadería, junto a otro nombre que no recordaba, siendo asesinados. Félix estuvo en el pueblo hasta finales de octubre, cuando fue llamado a filas, ingresando en la 43 división, 72 Brigada Mixta 405 Batallón, compañía de ametralladoras, saliendo para el frente de Guadalajara. El final de la guerra le sorprendió en Gerona, siendo ingresado en el campo de concentración de Tarragona. 
  • Vicente Asín Usieto, ferroviario, “Parece fue autor de la detención de Vicente Cruz Payan, llevándole al cementerio y disparándole y dándole malos tratos”. En un informe se señala sobre Vicente “Durante su permanencia en este pueblo en algunas ocasiones influyó lo necesario para dejar sin efecto algunas denuncias o encarcelamientos o detenciones, así como también evitó también el fusilamiento de personas de buena conducta en esta localidad”.
  • Sobre Vicente Asín Usieto, un informe de la guardia civil del puesto de Grañén señala: sobre el año 1.932, hallándose como mozo de estación en la de Joyosa (Zaragoza), mató al factor de la misma, delito por el que fue ingresado en prisión, siendo puesto por el llamado «Frente Popular» seguidamente en libertad al darle al mismo matiz polí tico; seguidamente se vino a vivir al mencionado pueblo de Almuniente, afiliándose a la C.N.T., por el que hizo activa propaganda subversiva.

Iniciado el Alzamiento Nacional se puso al frente de los revolucionarios locales y de los pueblos inmediatos, procediendo armado y con pañuelo rojo al cuello, al intento de detener al vecino de Torres de Barbués, D. Cosme Rufas, lo que no logró al encontrar respuesta adecuada por parte del mismo; desempeñó desde los primeros momentos el cargo de Presidente del Comité Revolucionario Local, siendo el organizador de las detenciones, saqueos y desmanes ocurridos, de los que es considerado responsable moral, no encontrándose quién le acuse por su intervención material en los escasos asesinatos ocurrido, ni como inductor de los mismos.

En cuanto a la detención de Vicente Cruz Paya, resulta desconocida en esta demarcación, por lo que no es posible señalar la participación que el epigrafiado pudiera tener en los malos tratos y actos ocurridos en el cementerio, siendo hacer constar, los que más le conocen y temen, suponen haya vuelto a España con alguna misión de tipo subversivo contra el Régimen actual, por considerarle elemento peligroso para el mismo.

  • Vicente Asín Usieto, en el año 1932, recoge el informe, hallándose como mozo de estación en La Joyosa (Zaragoza) mató al factor de la misma, delito por que fue ingresado en prisión.

También Domingo Lafuente Soldevila parece relacionado con la detención y asesinato de Vicente Cruz Payan, “El que, según referencias, intervino en los desmanes cometidos en dicha localidad”. Un informe de la alcaldía recoge que no se ha oído en la localidad que haya actuado en forma criminal. Domingo perteneció a Izquierda Republicana y por algún tiempo ejerció como concejal en la localidad “El citado individuo desempeñó cargos en colectividades”. Al acabar la guerra se exilió a Francia.  

  • El 24 de marzo de 1938, Almuniente fue ocupado por las fuerzas sublevadas.

De acuerdo con las relaciones nominales, del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Almuniente, las víctimas asesinadas fueron Agustín Tornés Rivas y Ramón Orús Berroy.

Callén.

De acuerdo con las relaciones nominales, del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Callén, las víctimas asesinadas fueron Tomás Comenje Pérez, Alejandro Ortas Nasarre, Gregorio Sánchez Sánchez y Saturnino Sánchez Sánchez.

Capdesaso. Rama separada 317.

  • 21 de julio de 1936. Detención y encarcelamiento de Antonio Paños Mur, secretario del ayuntamiento. Responsables Francisco Echevarría Villellas (Se ignora paradero), Ramón Echevarría Villlellas (Se ignora paradero), Pascual Peralta Borbón (Prisionero), Juan Montori Gallego (Prisionero), Valeriano Fabón Gracia (Se ignora paradero), Miguel Villellas Sauden (Prisionero), Lorenzo Villellas Villellas (En este pueblo), Isabelino Hoz Anillas (Se ignora paradero) y Rufino Hoz Arnillas (Prisionero).
  • 23 de julio de 1936. Destrucción de la iglesia y objetos de culto, quema de imágenes, aprovechando, después, el edificio para almacén de grano y toda clase de herramientas y ganados. Responsables Francisco Echevarría Villellas (Se ignora paradero), Ramón Echevarría Villlellas (Se ignora paradero), Pascual Peralta Borbón (Prisionero), Juan Montori Gallego (Prisionero), Valeriano Fabón Gracia (Se ignora paradero), Miguel Villellas Sauden (Prisionero), Isabelino Hoz Anillas (Se ignora paradero), Santiago Jaime Callen (En este pueblo), Félix Albala (Prisionero) y Severino Mur Martínez (Se ignora paradero).
  • 15 de octubre de 1936. Saqueos, robos, amenazas graves y de muerte que sembraron la alarma y el terror en toda la población.
  • 21 de diciembre de 1936. Robo de ganados lanar.
  • 3 de enero de 1937. Destrucción de una ermita
  • 25 de enero de 1937, en las tapias del cementerio, se produjo un fusilamiento, presentaba heridas de armas de fuego “Fue fusilado por la investigación roja de Sariñena cuyo jefe de llamaba Juan Martínez, se desconoce dónde es natural y demás datos. Se desconoce el nombre y apellidos y domicilio, que vestía de miliciano”.

Severino Mur Martínez, se exilió a Francia. De la CNT, ejerció la presidencia de dicho sindicato en Capdesaso.

Castejón de Monegros. Rama separada 318.

Tras el fallido alzamiento militar, Enrique Pinedo Perea, comandante del puesto de la Guardia Civil de Castejón de Monegros, con dos números a sus órdenes intentó comunicar con el Capitán de Sariñena para que éste le diera órdenes, lo que no pudo efectuar por hallarse la línea de teléfonos averiada. Sobre ello, Pinedo declaró “Que durante los días que permanecí en dicho pueblo hizo los posibles para que en el mismo se mantuviere el orden y no se cometieran desmanes ni fueran atropelladas las personas de orden, cosa que pudo conseguir hasta que el día 25 o 26 de julio de 1936 llegaron las fuerzas de Durruti los cuales profanaron la iglesia sacando las imágenes y ornamentos sagrados siendo quemadas en las proximidades del pueblo, sin que el declarante pudiera evitarlo dado el gran número de milicianos que había, todos ellos armados y que los objetos de valor fueron entregados en el ayuntamiento. Que el día 28 del citado mes de julio de 1936 se presentó en el pueblo el Alférez de la Guardia Civil Boorlegui, que se encontraba destinado en Sariñena y del que se ignora su actual paradero y ordenó al declarante que se trasladara con sus subordinados a Barbastro y seguidamente a Alcubierre y a las órdenes de dicho Alférez y de otro Alférez llamado Modesto Lozano, que se encuentra residiendo en Barbastro, recorrió algunos pueblos hasta que al final del año 1937 fue fusionado en el Cuerpo de la Guardia Civil con el de Seguridad, siendo destinado el diciente al veintiséis grupo de asalto con la misma graduación de Sargento y donde continuó hasta su evacuación saliendo para Castellón y más tarde Valencia donde permaneció hasta la liberación por las fuerzas nacionales de dicha capital. Que sobre el mes de septiembre u octubre de 1936, cuando el declarante se encontraba en Barbastro, se enteró por vecinos del pueblo de Castejón de Monegros, que, en una casa de campo, sita entre el término municipal de Castejón de Monegros y Lanaja, habían sido asesinados los dos sacerdotes del pueblo Antonio Belcero Roberto Lavilla.”

Según la causa general, en Castejón de Monegros se produjeron las siguientes víctimas:

  • Antonio Bercero Lorente (9 de septiembre de 1936). Cura párroco de la localidad de 61 años de edad. Su cadáver fue arrojado al fuego y reducido a cenizas. En su asesinato intervinieron elementos de la localidad, pero en la cremación de su cadáver tuvieron participación distintos miembros del comité: Matías Playán Mazuque (Fallecido), Baltasar Roca Ferrer (Fallecido), José Bergues Valdovinos (Fallecido) y Faustino Castejón Berroy (Fallecido).
  • Roberto Lavilla Buil (9 de septiembre de 1936). Sacerdote de 56 años. Le sucedió lo mismo que Antonio Bercero Lorente.

Ambos sacerdotes se fueron al monte viviendo durante algún tiempo escondidos en casetas que abundan por este término. Una noche, se supo en el pueblo que habían sido hallados por milicianos de otras localidades, los cuales les dieron muerte alevosamente y sus cadáveres rociados con gasolina. Salvio Lavilla Buil, hermano de Roberto, declaró que fueron a buscar a su hermano unos de investigación de Sariñena en compañía de otros de Lanaja “A uno de ellos le llamaban Sampudela de Sariñena y el que conducía el camión o coche era un tal Plácido Casañola de Sariñena. Lo encontraron allí y lo mataron allí mismo”. En la declaración de Alejos Casasnovas se cita que intervino un tal “Paco el de la Pipa”. Vicente Serrate Urcia testificó que se encontraba esa noche durmiendo con los sacerdotes en la masía. En la masía, según declaración, también estaba presente Laureano Serrate Ferrer.

De acuerdo con el sistema de información SIPCA, los sacerdotes reposan en una sepultura a varios kilómetros del pueblo, al borde de la “pinada” del monte de Pina, muy cerca de las masadas de Blásez y de Jos Casanovas. “Para llegar hasta el lugar hay que salir de Castejón en dirección a Monegrillo y a unos 5 km. a la derecha coger la pista que conduce a la localidad de Lanaja. En la tercera masada que encontremos a nuestra derecha (la más próxima al camino de las que hemos encontrado y que está compuesta por dos construcciones independientes pero muy próximas entre sí) hay una nueva bifurcación a la derecha con una señal de ruta senderista que indica “Ruta de la Miel”. Desde allí a unos 100 mt. a la izquierda del camino ya es visible la sepultura con la cruz de piedra y una placa con los nombres de los dos sacerdotes.”

Testimonio visto en internet de José Santos Badimón: “Abrieron la puerta e hicieron salir a todos que allí estaban y a los curas les mandaron marchar hacia los campos y les dispararon mientras gritaban viva cristo rey, al resto de vecinos no les hicieron nada y cuando se comunicó lo sucedido los cuerpos fueron quemados. Parece ser que fue un tal Tito, un miliciano anarquista que llegó desde Sariñena, que estaba en campo de aviación Alas Rojas. Hay una lápida en el lugar de los hechos, creo que fue en septiembre. Estaban trillando Alejos Casasnovas y su familia en la masada «Pancha» en la Valdelcarro de Castejón y allí llegaron los dos curas refugiándose hacia Monegrillo, según contaba Enrique el hijo de Alejos.

Este hecho aparece en el libro de “La vida y la muerte en Aragón” de José Gabriel, quién en un bar de Sariñena, recogiendo la siguiente versión de los hechos:

Caen al saloncito del bar, dice en la puerta un miliciano con el fusil cruzado a la espalda y un campesino joven y grandote. El campesino pasa adentro; el miliciano se sirve una de estas descomunales copas de anís que trasiegan los españoles, mientras la saborea refiere a unos conocidos de otra mesa su andanza: fue anoche con un camarada a la sierra, en busca de dos curas facciosos que les habían denunciado; los halló en una casa campestre; vestían de civiles y uno estaba herido, en el pecho; el herido le suplicó vendas para sus llagas, cuando él se dio vuelta para pedírselas al compañero, el cura pegó un salto, profirió el grito de guerra: «Vive Cristo Rey!» cuyo doble sentido es perceptible, y se abalanzó sobre una escopeta que tenía próxima: pero el miliciano, más listo, lo madrugó; en tanto, el otro cura echó a correr puerta afuera, al mismo grito, asió otra escopeta y quiso ganar unas matas; el miliciano iba a descerrajarle también pero en el instante apareció un muchacho, al que el cura se abrazó para protegerse; su perseguidor desenfundó entonces la pistola, se le acercó y les dice a los conocidos, señalándose la frente

-Le parí de un tiro todo esto.

El niño no sufrió más que el susto; era hermano de otro algo más grandecito que pronto apareció, y los dos, hijos del campesino viudo que habitaba la casa y que es el joven grandote acompañante del miliciano.

Yo quería cogerlos vivos -subraya el narrador.

Vuelve de adentro el otro: tiene la barba de días y el traje sobre usado de los campesinos. Al miliciano le arden los ojos; apura su copa y sale con su prisionero.

  • Antonio de Salvador Buil (Del 27 al 29 de noviembre de 1936). Agricultor de 42 años. Desapareció en Madrid y nada se sabe de su cadáver. A través de la declaración de Francisco Juárez Serrano, mayordomo de la casa, Antonio de Salvador Buil, “El 4 de agosto de 1936 recibió una carta de su principal, Antonio de Salvador Buil, fechada en Madrid a 25 de julio del mismo año. En esa carta, el señor de Salvador, decía al compareciente que toda la correspondencia suya la remitiese al Hotel Universo de Zaragoza. A los días, miembros del comité se presentaron en la casa reclamando la carta para saber su paradero. En otra declaración, Francisco Juárez testificó que su “dueño” debió de ser detenido por “una carta recibida aquí desde Madrid y allí debieron detenerle en Madrid, se figura”.
  • Mariano de Salvador Buil (diciembre de 1936). Abogado de 40 años. Desapareció según noticias, en Barcelona y se desconoce también el paradero de su cadáver.

Un informe de la comandancia de la Guardia Civil, de Castejón de Monegros, cita lo siguiente al respecto de Antonio y Mariano de Salvador Buil: “Eran inmensamente ricos y tenían infinidad de joyas y monedas de oro por valor aproximado de 1,500,000 pesetas, las que guardaban en una caja de caudales que tenían incrustada en la pared y disimulada por un tabique y en diversos sitios de la misma morada tenían, también, ciertas cantidades en monedas de oro, sabedor de los dichosos secretos de dichos señores y como persona de confianza tenían al cura párroco Antonio Bercero Lorente. El Glorioso Alzamiento Nacional le sorprendió a D. Antonio de Salvador en Madrid a donde había ido hacía unos días para asistir al entierro del Sr. Calvo Sotelo (QEPD), hospedándose en el hotel Bristol y de dicha capital escribió a su administrador en esta villa un tal Francisco Juárez, el cual actualmente reside en Belchite, apoderándose de la citada carta el comité de esta localidad y es de dominio público que el citado comité practico ciertas diligencias con las investigaciones de Caspe y de Madrid y sin que hasta la fecha de halla vuelto a tener noticias. A Mariano de Salvador Buil le sorprendió en Arnés (Tarragona) y se sabe que se ocultó por las montañas y por los vecinos del pueblo de Mas de barbera fue descubierto y detenido por el comité del mismo pueblo y sin que en esta localidad se tengan más noticias sobre esta detección.”

Los hermanos fueron al entierro de Calvo Sotelo a Madrid el 30 de noviembre de 1936. Como consecuencia de esa carta, localizaron donde estaban alojados, y a Antonio lo fusilaron en Paracuellos del Jarama y Mariano escapó al pueblo de su familia en Tarragona y, cuando lo localizaron, también lo fusilaron. Mariano marchó al pueblo de Arnés (Tarragona) y en diciembre de 1936 inscriben su desaparición en el registro Civil de Tortosa.

Es curioso que aparece el expediente de expropiación por desafectos al régimen de Antonio Salvador Buil y Mariano Salvador Buil en Castejón de los Monegros (Huesca) PS-MADRID,1515,170. Aunque no ha sido consultado para este trabajo.

  • 19 de julio de 1936. Fue saqueada la iglesia parroquial, siendo destruidas e incendiadas las imágenes y los objetos de culto y cometiéndose toda suerte de profanaciones y sacrilegios. Lo mismo ocurrió con las ermitas y santuarios del término. Responsables: Emeterio Costa Berroy (En la cárcel), Jesús Ezquerra Serrate (Francia). Francisco Ezquerra Serrate (Francia), Severo Buil Mazuque (Francia) y Primitivo Buil Mazuque (Francia).

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Lumbre, gótico cisterciense, su retablo mayor del siglo XV de Miguel de Ximénez, fue parcialmente destruido durante la Guerra Civil. Actualmente se encuentra restaurado en su totalidad.

  • 28 de julio de 1936. La horda asaltó en los primeros días del movimiento la morada de los señores Don Antonio y Salvador de Salvador Buil, hubo registros minuciosos en todas las dependencias y en las paredes y techumbres del edificio. El robo y el pillaje fueron ejecutados allí a sangre fría y metódicamente. Uno de los registros dio como resultado el hallazgo de una caja de caudales que se hallaba empotrada en la pared y que contenía un verdadero tesoro en joyas, monedas de oro, objetos artísticos etc. El contenido de esa caja fue trasladado a la casa de Valentín Escuer Morales, uno de los más significados izquierdistas.  
  • 8 de agosto de 1936. Destrucción e incendio y saqueo del archivo municipal bajo la dirección del comité rojo. Responsable Matías Playán Mazuque (Fallecido). 
  • 9 de marzo de 1937. Detención y encarcelamiento de varios elementos de derechas que fueron trasladados ante el tribunal de urgencia de Caspe donde los juzgaron y condenaron. Perjudicados: Santiago Castejón Mayoral, Segundo Buil Casasnovas, Benito Lavilla Buil, Valero Urcia Ferrer, Pedro Dupla Casasnovas, Francisco Casasnovas Puey, Fran Asín Mayoral, Enrique… Mazuque y … Pérez Puey. Responsables José …. Valdovinos (Fallecido), Manuel Bergua Palacio (En Castejón), Antonio Herrero Moya (En la cárcel), Emeterio Costa Berroy (En la cárcel), Juan Giral González (En la cárcel), Pascual Castejón Foncillas (En la cárcel) y José Serrate Castejón (En la cárcel).

Sobre los asesinatos, un Informe de la Causa general recoge: “Alejos Casasnovas (Cuyo Alejos es hermano de la esposa del Valentín Escuer) y en la misma masada se encontraba en unión de D. Antonio Bercero su compañero D. Roberto Lavilla Buil, queriendo al poco tiempo el pueblo poner de escribiente del Comité al cura D. Antonio Berceo, el cual bajo del monte y se entrevistó con el Comité y le dijo al Valentín Escuer ya sabes Valentín que muchas veces me pediste mi parecer en ciertos asuntos y ahora me toca a mí? qué harías tú en mi caso? y entonces el Valentín le contestó que él en su puesto no se fiaría y entonces Antonio Bercero le contestó en efecto coincidimos, se dieron la mano y el cura se retiró otra vez al monte y a los dos días al amanecer entre dos luces se presentó en dicha casa de monte un grupo de anarquistas preguntando por los curas y al intentar escaparse se liaron con ellos a tiros y al caer el cura D. Antonio moribundo iba gritando ¿Viva Cristo Rey? y al poco rato dicen que fallecieron a consecuencia de las heridas recibidas, encontrándose en dicha masada en unión de los curas el dueño de la mía Alejos Casasnovas y los vecinos Vicente Serrate y Pascual Buil Mazuque, y el Pascual Buil, cogiendo una orca de hierro dicen que se la clavó por el bajo vientre a1 cadáver del cura D. Antonio y que a los pinchazos dicen que el cadáver aun hizo cierta contracción y el Vicente Serrate fue encargado por los asesinos de llevar una nota escrita al comité de esta Villa para que subieran en el lugar del suceso con gasolina para quemar los cadáveres y que al llegar los del comité le dijeron los asesinos que igual que los cadáveres tenían que encontrarse ellos, el Pascual Buil se encuentra fugado en Francia y el Vicente Serrate en esta localidad y los del Comité que subieron al monte con la gasolina con que quemaron los cadáveres fueron Faustino Castejón Berroy y Baltasar Roca Ferrer y José Berges Valdovinos, los tres a la liberación de esta población fueron detenidos y en un consejo de guerra celebrado en Huesca fueron sentenciados a la última pena la que se cumplió a los pocos días y al marcharse del monte los extremistas se llevaron como detenidos a Alejos Casasnovas, al campo de Aviación de Sariñena siendo puesto al poco rato en libertad y en la actualidad se encuentra residiendo en esta localidad. El coche con los asesinos salió del campo de Aviación de Sariñena y en dicha localidad se dice que si subieron algunos y en Lanaja también.”

La causa general recoge el informe sobre Ángel Serrate Sese, miembro del comité “Presenció y firmó el acta de la incautación y saqueo de las joyas y monedas de oro de la casa Buil. Dos hijos salieron voluntarios con los rojos alcanzando el grado de teniente y sargento respectivamente, el primero falleció en acción de guerra y el otro continuaba en el ejército rojo. Una hija ejerció durante la dominación roja de maestra en esta localidad.” Ángel fue detenido y condenado en consejo de guerra. Su hija, Mercedes Serrate Castejón recorrió las casas del pueblo recogiendo firmas en un documento para avalar la conducta de su padre de quien “Abusaron de su amistad y parentesco”.

Baltasar Roca Ferrer, afiliado a UGT formó parte del comité revolucionario. José Berges Valdovinos, afiliado a UGT, fue presidente del consejo municipal, delegado de justicia del mismo y vocal del comité revolucionario. Juan Giral González, pertenecía a la UGT, en la que desempeñaba el cargo de vocal, fue miembro del consejo municipal con el cargo de tesorero. Emeterio Costa Berroy, fundador de la UGT local, desempeñó el cargo de vocal de la misma, más tarde se pasó a la CNT con el cargo de vicepresidente, miembro del comité revolucionario con los cargos de vicepresidente y delegado de trabajo, vicepresidente más tarde del consejo municipal, salió voluntario al frente alistándose en la columna Durruti donde permaneció tres meses. Sixto Argental Cazcarra, de la UGT, perteneció al comité revolucionario con el cargo de vocal. Faustino Castejón Berroy, de UGT, ejerció cargo de vocal en el comité revolucionario. José Serrate Castejón, afiliado a la UGT, fue miembro del consejo municipal con el cargo de delegado de orden público. Enrique Martín Buil, perteneció a la UGT “Siendo uno de los más destacados de la citada organización. Fue juez popular durante el domino rojo”. Pascual Castejón Foncillas, afiliado a la UGT, desempeñó el cargo de vocal y fue delegado del trabajo en el consejo municipal. Francisco Pueyo, pertenecía a la UGT de la cual fue presidente, vocal del consejo municipal, practicó incautaciones. Francisco Ezquerra Serrate, comerciante, investigado “Como participe en el saqueo de la iglesia parroquial e incendio de imágenes y otros desmanes”

La causa general incluye diligencias sobre personas asesinadas en Castejón de Monegros. José García Artigas, investigado por la causa general de Almonacid de la Cuba “Fecha de su muerte el 8 de septiembre de 1937, siendo encontrado su cadáver en Castejón de Monegros donde fue fusilado”. Miguel García Comín, causa general de Belchite, “Cuyo cadáver fue encontrado en Castejón”. También de la causa general de Belchite, Juan Antonio Garcés Naval “Fue asesinado en Castejón” y Máximo Pérez Cubel “Fue asesinado en Castejón”. De la causa general de Movera, Eusebio Gracia Lahoz y Miguel Artal Lerín “Respetivamente detenidos en Castejón de los Monegros”.

En relación con la información recogida por SIPCA: “Aunque en la primera posguerra tres vecinos de Castejón fueron culpados de la muerte de los sacerdotes y fusilados por ese crimen, las gentes de Castejón insisten siempre en que los dos curas fueron asesinados realmente por un grupo de vecinos de Lanaja. Una opinión que sería corroborada por testimonios orales de la propia Lanaja. Las tres víctimas fueron José Berges Baldovinos, Faustino Castejón Berroy y Baltasar Roca Ferrer. Las ejecuciones tuvieron lugar el 20 de octubre de 1938.”

Castelflorite. Rama separada nº 319.

  • Pedro Laguna Bergua, labrador de 50 años, alcalde de Besians. Asesinado el 22 de agosto de 1936 en el término municipal de Villanueva de Sigena. Debido al estado en que se encontró no fueron localizadas las heridas. Personas sospechosas implicadas: Orosia Baches Peralta (En el pueblo), Conrado Latre Galindo (Ignorado paradero), Gavino Peralta Baches (Francia), Escolástico Grota Perforitan (En el pueblo), Antonio Mur Latre (Desaparecido) Antonio Mur Ester (Desaparecido), Luis Latre Arroyos (Detenido en Barbastro), José Gistau Gistau (Francia), Ángel Peralta Baches (Castelflorite), José Latre Dellortos (Castelflorite), Mariano Latre Gistau (Detenido en Burgos), Pascual Latre Galindo (Detenido),Joaquín Latre Galindo (En el pueblo) José Mª. Baches Peralta (En el pueblo), Cesáreo Gonzalvo (secretario del comité, detenido en Barbastro), Rafael Baches Peralta (En el pueblo) y Mariano Latre Bellostas (En el pueblo).  Su cadáver fue hallado en estado de descomposición.

Según el informe de la Guardia Civil de Sena, Pedro Laguna Bergua se hallaba en el pueblo de Castelflorite para recoger los terrajes de sus propiedades, sorprendiéndole el GAN (Gran Alzamiento Nacional) donde tuvo que continuar por estar constantemente vigilado por los dirigentes marxistas del pueblo. Después de muchos atropellos, le obligaron a firmar un documento que extendió el secretario Cesar Gonzalvo, ya fallecido en la prisión, en el que cedía todos sus bienes al comité de la localidad. Una vez efectuado esto, los vecinos Antonio Mur Latre y Sabino Peralta Baches, fueron a denunciarle a la comarcal de Angües y el 22 de agosto se presentaron en el pueblo varios individuos con un automóvil, entre los que figuraba un tal Villacampa, vecino de Huesca, conduciéndole en el mentado coche al monte denominado Cajal, partida la Coveta del término municipal de Villanueva de Sigena, donde fue asesinado por los vecinos de Sena Francisco Chavanell Nerin, se halla en Francia, José Garreta Pena, fallecido, Antonio Garreta Pena, se ignora paradero, Vicente Isidro López Charlez, idem, Francisco Mir Cazcarra, idem, Alfredo Gistau Torres, idem, Miguel Pérez Vera el Pistolero, fallecido.

  • Luis Mur Qui, sacerdote de Castelflorite, fue asesinado el 23 de julio de 1936 en el término municipal de Alcolea de Cinca. Las heridas no pudieron apreciarse. Persona sospechosa Gregorio Alvira de Santalecina (Detenido), no podemos afirmar más posibles por haber marchado de este pueblo el día del movimiento, siendo capturado y muerto por los de Santalecina, las autoridades de dicho pueblo podrán facilitar detalles.  
  • 20 de agosto de 1936. Destrucción de la iglesia. Incautación de todos los bienes de Pedro Laguna.
  • 20 de agosto de 1936. Atentar contra las vidas de Antonio, Pedro, Victorino y Agustín Loscertales Arnal, crimen que se frustró por huyesen del enemigo, de donde se pasaron a la España Nacional. También atormentaron in situ a Antonio Loscertales Coscujuela, Mariano Loscertales Coscujuela, Ramón Moreno Pardinas y José Arnal Noguero.

Robo del ganado lanar (parte) de Antonio Loscertales Arnal, Carlos Loscertales Royo, Agustín Loscertales Arnal y Antonio Zueras.

  • José Elduque Galindo, asesinado en agosto de 1936. Comerciante de ideología falangista, su cadáver apareció en la partida de Las Cruces presentando varios tiros en el cuerpo “Vecino de Villanueva de Sigena, este pueblo podrá informarles ya que ellos fueron quienes le fusilaron. Las personas sospechosas de participar en su crimen fueron Sabino Peralta Baches (Francia), Antonio Mur Ester (Ignorado paradero). El comité de Villanueva de Sigena (sus nombres desconocidos por esta autoridad)”.
  • Antonio Mur Latre fue miembro del primer comité rojo, autor de los desmanes cometidos durante la dominación roja, uno de los que asaltaron la casa del Sr. Palacios de Berbegal e inductor de la detención y asesinato de Pedro Laguna. Conrado Latre Galindo fue acusado de la destrucción de la iglesia, incautación de todos los bienes de Pedro Laguna, atentar contra las vidas de Antonio, Pedro, Victorino y Agustín Loscertales Arnal, saqueo de la hacienda de Martín, robo lanar.

Huerto. Rama separada nº 322.

  • Saqueo del ayuntamiento, del sindicato de riegos, juzgado municipal. Destrucción del archivo, juzgado municipal y de la parroquia. Destrucción del registro civil y del parroquial. Destrucción y quema o incendio de los altares, santos ornamentos etc. y robo de objetos sagrados de la iglesia parroquial de Huerto, Ventas de Ballerías y ermitas de santo Domingo y Puymelero.
  • La Virgen de la Jarea de Usón fue fusilada.
  • Comité revolucionario, Félix López…, Esteban Agón Rivera, Francisco Castel Buisan, los cuales han sido juzgados por el tribunal militar. Víctor Valero Luid, Ángel Tricas Mur, Ricardo Azlor Fontón. Antonio Osuna Plaza y otros varios individuos por esta alcaldía por ignorar su participación.

Huerto sufrió un bombardeo el 15 de noviembre de 1937, recogido en las memorias de Francesc Roca Matamoros, comisario de guerra. Según su testimonio, los bombardeos en Huerto, por parte del Bando Nacional, utilizó aviones nazis causando terror y muertos entre la población: «El 15 de noviembre de 1937 tres escuadrillas de trimotores junkers, aparecieron sobre Huerto. Todos los soldados, cumpliendo las órdenes dadas por la oficialidad, tan pronto como vieron aparecer los trimotores se escondieron en los refugios construidos para el efecto, no así la población civil, que al no contar con tanta disciplina se mantuvo por la calle, quizás sin darle importancia al asunto, tan pronto como estas máquinas llegaron a encontrarse a la altura del pueblo un silbido largo y prolongado nos dio a entender que el bombardeo había empezado. Efectivamente, como si cayeran relámpagos, cayeron bombas, en número tal que después de cesar el bombardeo nuestro servicio de información pudo comprobar que habían sido 81 las bombas lanzadas. El resultado fue desastroso: 6 mujeres y 5 niños fueron víctimas del bárbaro bombardero, solamente un soldado fue herido muy leve en el muslo derecho».

Las víctimas de aquel bombardeo fueron depositadas en una fosa común, recogido por SIPCA: “Fueron enterrados las víctimas del bombardeo sufrido por la localidad a manos de la aviación rebelde pocos minutos antes del gran ataque aéreo que sufriría la cercana Barbastro. El ataque costó la vida a una cantidad imprecisa de vecinos de Huerto -nuestros informantes no supieron precisarnos exactamente cuántos- entre los que se contaban varios niños. La primera bomba cayó sobre una vivienda situada muy cerca del edificio en el que tenía su sede el Comité Local. La explosión derribó la casa y mató en el acto a una joven apellidada Huarte y a su hija de algo menos de un año de edad, apellidada Puyol Huarte. Otras tres personas que se encontraban en el interior del edificio se salvaron de pura casualidad al ser protegidos de la metralla por una pequeña “covaneta”. La segunda bomba cayó al lado de la escuela de niñas, en la que se encontraban en esos momentos unas 50 pequeñas. Por un extraordinario golpe de suerte esa bomba no explotó, y es opinión generalizada en Huerto que de haberse producido la explosión habría acabado con la vida de decenas de niñas. El resto de las bombas cayeron por las eras próximas al pueblo y mataron a varios niños de corta edad que jugaban por los alrededores. Los informantes sólo pudieron decirnos que tres de los pequeños muertos tenían en torno a los seis años de edad, que uno de ellos se llamaba Ezequiel Tomás y que otros dos se apellidaban Zapater y Sabaté, respectivamente. Las explosiones también acabaron con la vida de una segunda señora que casualmente también se apellidaba Huarte. Establecer el número e identidades de todos los fallecidos requeriría un estudio mucho más largo y riguroso.”

El mismo comisario Francesc Roca Matamoros, en sus «Memorias escritas por el comisario de Guerra de Compaña Francesc Roca Matamoros durante su exilio en México», reconoció la represión y los fusilamientos indiscriminados por parte del Bando Republicano ordenados por el jefe de su división republicana, como respuesta a los bombardeos franquistas con aviones nazis en Huerto: «Su orden fue rápida y tajante; había ordenado que sin formación de causa y bajo su responsabilidad fueran fusilados los prisioneros de guerra que había en poder del mando militar de mi batallón, y la orden se cumplió sin reparos».

“En el cementerio de este pueblo las fuerzas rojas destacadas en él, fusilaron veintiséis héroes prisioneros de Belchite, no habiendo sido posible conseguir el nombre y apellidos de las víctimas a pesar de las actuaciones que para ello se han hecho, pues el poco tiempo que estuvieron en esta localidad, permanecieron encerrados con la mayor y más rigurosa incomunicación. “

Según el informe de Falange, a finales de octubre de 1937, sin poder precisar, fue fusilado un prisionero de Belchite, a los dos días siguientes otros dos y dos días más tarde dos más y el día 3 de noviembre del mismo año 21 más. Todos estos fusilamientos fueron hechos por fuerzas rojas pertenecientes a la 140 Brigada y que el comisario político que mandaba dichas fuerzas de llamaba Conrado Miret. 

La segunda fosa común de Huerto responde al 1 de agosto de 1937 “Contiene los restos de varios prisioneros rebeldes que celebraron ruidosamente la caída de las bombas del bombardeo que sufrió Huerto en su lugar de encierro del “pajar de Esteban”, en las afueras del pueblo. Con toda probabilidad desconocían que el ataque había costado la vida a varios niños. Indignados por los gritos de júbilo, los soldados republicanos procedieron a trasladar a todos los prisioneros hasta el cementerio -seguidos por una turba de chiquillos- y los fusilaron allí mismo. La fosa en las que yacen esos soldados no presenta ninguna clase de identificación, más allá de algunas flores que los vecinos colocan de tanto en tanto en el lugar. Sus cuerpos no fueron exhumados después de la guerra y los vencedores no dignificaron la tumba de quienes habían luchado a sus órdenes.” (SIPCA).

Los días iban pasando sin que se notara, el más pequeño indicio de que a trece kilómetros teníamos la línea de fuego. Una mañana se presentaron en la población un ómnibus, conduciendo 40 prisioneros de guerra. La orden dada por el jefe de nuestra división era en el sentido de que estos soldados quedaban bajo el amparo del mando militar de nuestro batallón. Todos ellos eran españoles, jóvenes y según se comprobaba en ellos gente de trabajo. Venían en calidad de prisioneros, puesto que con arreglo al consejo de guerra que se les formuló, no se encontró en ellos ninguna complicidad en el movimiento, sino que eran soldados movilizados a las armas.

Cuando el jefe de la división (capitán Gancedo?), vio por sus propios ojos, aquellas criaturas inocentes, cuya carne desgarrada por la metralla eran el símbolo de la ignominia y la maldad, cuando ante sus ojos aparecieron las carnes mutiladas de aquellas pobres mujeres que la mayoría de ellas habían muerto por salir a la calle para salvar la vida de sus pequeñuelos. Su corazón se llenó de odio que repercutió en perjuicio de otros seres también inocentes, pero que, al cabo, para él no eran más que la representación de aquellos que momentos antes habían ordenado a sus aviones que, sin piedad, bombardearan el pueblo de Huerto, causando los destrozos señalados. Su orden fue rápida y tajante; había ordenado que sin formación de causa y bajo su responsabilidad fueran fusilados los prisioneros de guerra que había en poder del mando militar de mi batallón, y la orden se cumplió sin reparos. Aquellos seres que pocos momentos antes tenían la esperanza de que en un día no muy lejano volverían a ver a sus familiares queridos, a sus mujeres, a sus hijos, a sus padres, que en otros tiempos habían sido trabajadores unos, gente de comercio otros, dirigentes de pueblos lo más, vieron sus vidas segadas por culpa de la maldita guerra, mientras que los maridos de aquellas pobres mujeres, que momentos antes habían sido el orgullo del hogar, que con sus caricias habían educado a sus hijos para un futuro mejor, llegaban a casa con la esperanza de compartir con ellas el pan ganado con el sudor de su frente y la desilusión, la muerte se había apoderado de ellas dejando miseria y rencor en sus almas, maldita guerra, mil veces maldita.

Francesc Roca Matamoros. Huetamo, Michoacán, 6 de abril de 1940.

José Luis Vidaller: “No fue fácil para nosotros, como republicanos exiliados… (cronicasdelaemigracion.com)

Otras víctimas de la guerra en la localidad: En Huerto no se produjeron asesinatos durante la guerra, ni de uno ni de otro signo, gracias a la actitud benevolente de los miembros del Comité Local, que protegieron a sus vecinos conservadores. Por una de esas desgraciadas piruetas del destino, una de las víctimas del bombardeo de Barbastro resultaría ser un joven soldado republicano llamado Fernando Escario que procedía precisamente de Huerto, atacada pocos minutos antes. (SIPCA).

De acuerdo con las relaciones nominales, del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Huerto, las víctimas en el frente fueron Nicolás Agón Rivera.

Lalueza. Rama separada nº 324.

  • Luciano Antonio Corvinos Torres (15 de diciembre de 1937). Maestro nacional de 25 años. “Un tal Basilio, capitán de ametralladoras que se encontraba prestando sus servicios en información”. Según la declaración de su hermano José, Luciano Antonio fue detenido por la Brigada 72 del frente de Biesca el 15 de diciembre de 1937 y conducido desde las trincheras hasta Fiscal donde fue fusilado “Su cadáver no ha podido hallarse hasta la fecha (“5 de agosto de 1942)”. Un informe señala “Fue fusilado por el ejército rojo en el frente, se supone que fue por rebeldía a los jefes del mismo”.
  • En el año 1936. Destrucción y profanación de las imágenes de la iglesia parroquial y tirada de las campanas. Personas relacionadas Ramón Gavin Sanperiz (En prisión), Elías… Elbaile (En Barcelona) y Manuel Lora Gabarre (En Lalueza).
  • En el año 1936. Detención de los vecinos José Gazol Sandano. Detención de los vecinos José Gazol Sandano y Francisco… Valentín, ambos conjugues, Manuel Corvinos Torres, Juan Loscertales Peralta y Franisco Videarras Elbaile, todos vecinos de Lalueza, conducidos a Vicién al límite de guerra rojo.  
  • El comité revolucionario quedó integrado por seis miembros, no nombraron presidente, quedando formado por Emilio Pascual Segura (Prisionero), Victoriano Castellar Ballarín (Francia), Alejandro Ferrer Allué (Francia), Ramón Ferrer Gavin (Puesto en libertad), José Aznar Périz (Detenido en Talavera de la Reina) (Tiene una F de fusilado) y Ramón Peralta Allué. 

A los dos o tres días del inicio de la guerra, llegaron a Lalueza algunos individuos que recorrieron el pueblo ordenando se parase el trabajo. Declaración Ramón Peraltas Allué. “Solamente se cometió el hecho de la profanación de la iglesia sobre el día 25 de julio de 1936, sacando las imágenes y ornamentos sagrados a la calle donde fueron recogidos a los dos o tres días por vecinos del pueblo y trasladadas a la parte posterior de la iglesia de donde a los pocos días desaparecieron ignorando quien se las llevó y el destino que les dieron. Que la referida iglesia fue profanada por individuos, ignorando si iba algún vecino del pueblo y que los objetos de valor, a excepción del cáliz, que era el más valioso, fueron entregados al comité donde quedaron depositados, ignorando el destino que se les dio.

La escuela de Lalueza “Fue construida entre los años 1932 y 1933 según proyecto del arquitecto Antonio Uceda, siendo el contratista de obras Lorenzo Claver, de la localidad de Biescas. Fue inaugurada el 17 de septiembre de 1933 e inicialmente recibió el nombre del Inspector jefe de Primera Enseñanza Ildefonso Beltrán que había ejercido anteriormente como maestro en la localidad. A consecuencia de la Guerra Civil perdió tanto este nombre como la placa correspondiente.” (SIPCA).

Lanaja. Rama separada nº 325.

La guerra en Lanaja fue convulsa desde los primeros días. “Las Batallas de Lanaja” de Roberto Mateo Caballero Explora con carácter exhaustivo, desde la perspectiva de historia local, las vicisitudes de una población que sufre bombardeos, penurias, revolucionarios proyectos colectivizadores, militarización y violencia”

  • El 24 de julio de 1936 en la plaza mayor, por balazos, fallecieron dos falangistas hechos prisioneros sin que se conozcan señas ni datos de clase alguna que puedan servir para la identificación de los cadáveres. 
  • En los primeros días se produjo la destrucción de la iglesia parroquial en su parte interior y objetos destinados al culto. Igualmente, de la ermita de San Sebastián. Saqueo total de las casas habitaciones de Matilde Ferrer Gabarre, Gregorio Andreu Claveria, Basilio Claveria Margalef y Mariano Marcellán. Saqueo parcial de otras varias casas.

En Lanaja, ya el viento se habrá llevado las cenizas de un importantísimo tesoro, de un extraordinario tesoro conocido en todo el mundo. Hemos salvado tan sólo dos retablos muy buenos de principios del siglo XV- Yo sé que la historia me ha de agradecer las angustias y malos ratos q En el año 1936. ue pasé para salvarlos. Apeles Fenosa,Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”.

  • 23 de julio de 1936. Detención y amenazas graves y encarcelamiento.
  • El 24 de julio de 1936, en la plaza Mayor dos falangistas hechos prisioneros fueron muertos a balazos “Sin que se conozcan señas ni datos de clase alguna que puedan servir para la identificación de los cadáveres”.
  • Andrés Abadías Abadías (21 de diciembre de 1936). De 49 años de edad y profesión tejero En Grañén, se ignora sitio y heridas”. Su esposa natividad Buisan, declaró que lo fueron a buscar unos milicianos de los Aguiluchos el día 16 de diciembre, conducido a Grañén el día 19 y fusilado el 24. Un informe del comandante del puesto de Lanaja apunta que fue sacado de su casa por Victoriano Abadías “Que está en Francia”: “Se ignora si hubo ensañamiento en la víctima o con el cadáver, sin que se hayan podido recoger más datos”.

La viuda de Andrés declaro que su marido fue detenido por unos milicianos de los Aguiluchos en Lanaja, el 16 de diciembre de 1936 y conducido a Grañén el 19 del mismo mes, siendo fusilado el 24 y sepultado en Grañén.

  • José Santos Jurado (10 de marzo de 1938). Teniente del ejército, “Se cree de derechas” (En el portal “En recuerdo de todas las victimas” aparece como Sargento ejército republicano). “Casal de Barrenas, un balazo” por fuerzas del ejército rojo, según rumores un tal Mariano Betós de …  Evaristo Gazol Alcubierre declaró que el 10 de marzo fue conducido a las oficinas de los rojos hallándose su cadáver en un estercolero.

Declaración Gaspar Abadías “Con anterioridad al Glorioso Movimiento Nacional ni durante el mismo perteneció a partidos políticos ni sindicales y que el Alzamiento le sorprendió en el pueblo de su naturaleza ignorando lo que paso en los primeros momentos, pero si sabe que al día siguiente la Guardia Civil del pueblo se presenté en su domicilio con varios vecinos de izquierdas y paisanos forasteros los cuales ordenaron al declarante que les entregara la escopeta y al día siguiente se la devolvieron para hacer guardia en la carretera. Que el día veinticuatro por la mañana las fuerzas Nacionales atacaron entablándose combate entre estas y las fuerzas de la Guardia Civil con vecinos del pueblo y con la mayoría de los trabajadores del canal, los cuales se defendieron en la Ermita de San Sebastián y que al die siguiente sobre las tres de la tarde después de otro combate fue ocupado el pueblo por las Fuerzas Nacionales que permanecieron unas horas saliendo en dirección de Zaragoza llevándose unos diez paisanos y la fuerza de la Guardia civil, cuyos nombres ignora. Que al día siguiente de ocurridos estos hechos llegaron fuerzas rojas que profanaron la Iglesia ignorando el dicente que hicieron de las Imágenes y demás objetos de la misma y solamente vio a los pocos días que la puerta principal estaba quemada; que también fueron asaltados los comercios y algunas casas particulares llevándose algunos objetos, pero ignora quien intervino en estos hechos. Que seguidamente se formó el Comité Revolucionario integrado por Victoriano Abadías, que ejerció el cargo de presidente, en ignorado paradero; Juan Cadenas miembro (ejecutado); Santiago Cadenas miembro (ejecutado) Mauricio Gazol miembro que en la actualidad se encuentra en la Prisión.”

Declaración de Pedro Lacasa Sanagustín. Pedro perteneció a la CNT, a los pocos días de iniciarse la guerra fue llamado por Victorian Abadias, en ignorado paradero, para entrar a formar parte de la localidad. “Que el día veinticuatro de julio de 1.936 al ver llegar las fuerzas de la parte de Zaragoza, la Guardia Civil con varios paisanos les hicieron frente desde la Ermita de San Sebastián, entablándose un combate que duró unas horas y al día siguiente hubo otro combate logrando ocupar el pueblo las Fuerzas Nacionales sobre las tres de la tarde, permaneciendo unas horas y saliendo en dirección de Zaragoza habiéndose llevado a unos diez paisanos y a la Fuerza de la Guardia Civil; que al día siguiente fue ocupado el pueblo por las Fuerzas rojas que procedían de Lérida las cuales profanaron la Iglesia, quemando parte de las Imágenes en la puerta de la misma Iglesia y otras fueron sacadas con otros objetos del culto y conducidas en camiones al lugar denominado «El Muladar» donde fueron incendiadas.-que el declarante oyó decir que estas Fuerzas habían cometido verdaderas barbaridades, asaltando los comercios y casas particulares no respetando absolutamente nada, llevándose cuanto les parecía y arrojando los muebles por los balcones y ventanas.- Que seguidamente se constituyó un Comité Revolucionario integrado por Victorian Abadias que ejerció el cargo de Presidente, en ignorado paradero y como miembros actuaron, Juan Cadenas (ejecutado); Venancio Maza que ejerció el cargo de Delegado de la carne y que en la actualidad se encuentra en el pueblo de Lanaja; Santiago Cadenas en ignorado paradero; Jeremías Bardenas que se encuentra en Lanaja; Antonio Malo en la Prisión de Zaragoza; Mauricio Gazol que se encuentra en la Prisión de Zaragoza; Ignacio Gazol en ignorado paradero; Domingo Navarro (a) El Chispero en ignorado paradero y un hermano de Santiago Cadenas en ignorado paradero y Mariano Pontaque que se encuentra en Francia y Crescencio Pontaque que en la actualidad se encuentra gozando de libertad en esta capital. Que el día veintiuno de septiembre de 1.936 el declarante ingreso voluntario en la veintiséis División, diez y nueve Brigada, ignorando quien las mandaba y que al siguiente mes fue trasladado al once grupo de Intendencia, prestando servicio como cocinero en Bujaraloz hasta la terminación de la campaña. Que ignora lo que ocurrió en Lanaja después de su salida y que únicamente se enteró que habían detenido y asesinado a D. Andrés Abadias Abadias, pero que ignora donde le asesinaron, quien le detuvo y quien intervino en el crimen.”  

Julián Javierre Pardo testificó en la misma línea sobre los hechos de Lanaja, afiliado a la UGT, siendo la llegada de las fuerzas de Zaragoza el 25. Como miembros del comité señala a Juan Cadenas (ejecutado) y Santiago Cadenas (Fallecido). Julián marchó a Barcelona con la caída del frente de Aragón y a su vuelta fue detenido ingresando en la prisión de Huesca. 

Antonio Alastrué Navasa fue asesor y secretario del comité “En varias ocasiones solicitó salir voluntario para ocupar un avión rojo y poder bombardear a su gusto el domicilio del ingeniero Sr. Claver, sito en Huesca, calle del Coso Alto. También, en otra ocasión y por saber positivamente que la fuerza de la guardia civil de este puesto se hallaba al lado de los nacionales desde los primeros días de iniciado el alzamiento, manifestó a las mujeres de estos, que los muebles y demás enseres que había en la casa cuartel, había que requisarlo por pertenecer a personas fascistas y por último según manifestaciones de la esposa del guardia 2º Basilio Fontana Cruce y que por no conocer a nadie en esta localidad más que a la familia de este sujeto se vio precisada a refugiarse en su domicilio, teniendo que abandonarlo inmediatamente porque a todas horas salía a relucir la deserción al campo nacional de los bandidos de los guardias de Lanaja, con el solo objeto de martirizarla y hasta cuando mataron en la sierra de Alcubierre a dos sacerdotes que ocultaban los vecinos de Castejón de Monegros, se atrevió a decir un día comiendo que  -un cabrón de cura antes de morir tuvo valor para gritar viva Cristo rey- siendo uno de los autores de este fusilamiento”. Antonio Alastrué Navasa fue sentenciado a pena de muerte.

Tomas Samperiz Campos, izquierdista, “Siendo el que denunció la permanencia de sacerdotes que ocultaban en la sierra de Alcubierre los vecinos de Castejón de Monegros”.

Dionisio Otín Abardia “Siendo uno de los que con armas tomó parte en el fusilamiento de dos sacerdotes en la sierra de Alcubierre». Dionisio fue condenado a muerte.

Búnquer de Lanaja.

La fosa existente en el cementerio de Lanaja, del 11 de diciembre de 1937, “Contiene los restos de los vecinos de Lanaja muertos por el bombardeo de la aviación rebelde que golpeó al pueblo el 11 de diciembre de 1937 como represalia por el derribo de tres de sus aviones en un periodo de breves horas durante el día anterior en diferentes lugares del frente de Huesca. Solamente dos de las víctimas -Pilar Urcia Pueyo, de 53 años y Mariano Laguna Tubon, de 25- aparecen identificadas con cruces individuales, pero el resto de las víctimas estarían enterradas en el amplio espacio que queda vacío justo detrás de ambas tumbas. Las víctimas del bombardeo fueron, además de las dos ya citadas, la maestra Pilar Borruel, su hermano Mariano -de diez años de edad- Juana Otín, Casimira Lac, Simona Anoro Andreu, su hija María Guerrero Anoro, su novio (capitán del ejército republicano y cuyo nombre se desconoce), dos hermanas adolescentes apellidadas Vistué y una abuela cuyo nombre asimismo se desconoce y que murió por proteger a sus dos nietecillos, amén de un número indeterminado de soldados republicanos. Cinco de ellos murieron en el mismo edificio en el que fallecieron las hermanas Vistué.” (SIPCA).

Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: “Al menos un vecino de Lanaja fue ejecutado por los republicanos en circunstancias desconocidas. Ocurrió en Sariñena el 25 de marzo de 1938, en plena ofensiva rebelde. La víctima fue Aurelio Arizaleta, administrador de la Casa Bastarás, huido del pueblo desde el principio de la guerra.” (SIPCA).

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: “La violencia de los sublevados se cebó con la población de Lanaja al término de la guerra. El 11 de marzo de 1939 fueron ejecutados en Huesca los vecinos del pueblo Antonio Alastrué Navasa, de 41 años, Dionisio Otín Albardia, de 42 y Tomás Sampériz Campos, de 48; Arturo Abadías Cáncer, de 30 años, fue ejecutado en Huesca el 5 de julio de 1940; el 7 de diciembre de 1940 fue ejecutado un quinto vecino, Juan Cadenas Pontaque, de 62 años de edad.” (SIPCA).

Otras víctimas de la guerra en la localidad: “El pueblo de Lanaja fue escenario de acontecimientos sangrientos durante la guerra. A los pocos días de su comienzo, el día 24 de julio de 1936, un combate dejaría como balance la muerte de dos milicianos republicanos y tres falangistas, cuyos cuerpos fueron incinerados en el “pajar del Carlista”, situado en el “Saso”, muy cerca del pueblo. Horas después dos falangistas que habían caído prisioneros serían ejecutados, uno de ellos de forma pública en la plaza del pueblo y ante centenares de vecinos. Los cinco falangistas muertos fueron Manuel Clavero, Carlos Lana, Juan Arriazu, Fabián Valdearcos Sánchez y el alférez José Abadía Balduque, todos ellos naturales de Zaragoza. Dos días después un nuevo combate se cobraría la vida de los falangistas Ángel Pérez Pérez y Luis Sanz Martínez, ambos de Zuera, y del soldado Raimundo Asensio Judin por parte rebelde, mientras que del lado republicano perderían la vida dos milicianos republicanos forasteros y desconocidos en la localidad. También moriría un vecino de Lanaja, Dionisio Martínez Gazol, muerto por los sublevados durante su entrada en el pueblo. Una decena de milicianos republicanos que tuvieron la desgracia de caer prisioneros de los rebeldes serían ejecutados más tarde en la plaza del vecino pueblo de Alcubierre. Entre los asesinados se contaría el vecino de Lanaja Ismael Alastruey Penella. Entre los vecinos de Lanaja que morirían más tarde en combate defendiendo la República podemos citar a José Pontaque Lorda, de Casa Peralta, y a Fausto Carbón Torres.” (SIPCA).

“El 11 de diciembre de 1937 la población de Lanaja sería seriamente bombardeada con el saldo de unos veinte muertos como mínimo. A pesar de que sonaron las sirenas, la población, muy acostumbrada a que lo hicieran, no hicieron el caso necesario al aviso y lo pagaron muy caro. En este caso fueron los aviadores alemanes de la legión Condor los culpables de las muertes que atacaron a la pequeña población con 22 He-111, los más potentes que disponían” (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Lastanosa. Rama separada326.

  • 25 de julio de 1936. Destrucción y saqueo de la iglesia. Un grupo de forasteros que se ignora los nombres y los vecinos de esta localidad Antonio Marca López, Antonio Fumanal Lavilla, Valentín Torres Puyuelo y Manuel Allué Almanzor (estos cuatro se ignora su paradero) como los … por los muchos del comité Lorenzo Sambia Peralta, Joaquín Ballabriga Peralta, Braulio Calvo y Miguel Muro Ballabriga; estos supiendo condenados y Manuel Allué Almanzor y Valentín Torres Puyuelo (Se ignora paradero).
  • Se ignora fecha. Saqueo de la casa Abadía.
  • Saqueo de la casa Vª Constantino Bruned Asín (Calle mayor 8) de todos los cereales y objetos de valor, quema de … saqueo de los cereales y de objetos de valor y quema de todas las escrituras. Por los miembros del comité ayudados por su secretario También fue saqueada la casa de Bernardo Cariello Torrente (Calle Mayor 17) “Por los mismos del comité con su secretario”.
  • Bernardo Cariello Torrente. Militar de 66 años. Su asesinato fue la noche del 27 de julio del año 1936 en la villa de Sariñena “La misma noche que fue asesinado fue llevado al cementerio de dicha villa, no pudo comprobarse las heridas que presentaba”. Responsables: “Inicialmente se desconoce quién pudo tener participación en el crimen”.

El teniente coronel del Ejército Mayor Bernardo Cariello Torrente, natural de Tamarite de Litera, vivía retirado junto su esposa Fausta Marcellán, en el caserón familiar casa Marcellán de Lastanosa, donde se desplazaron para detenerlo cerca de veinte hombres montados en un camión.  Lo trasladaron a la cárcel de Sariñena y fue fusilado al poco tiempo. Sus restos reposan en una fosa común junto a Eduardo Colay Bierge, Mariano Caballero, José María Arrelda Oroz, Jesús Oto Portoles, Mariano Rivera Riva, Eduardo Baile Herrerin, Fulgencio Desentre García, Tomás Aguilar Refusta y Felipe Cativiela Solan (La fosa común de Sariñena).

Fausta Marcellán López, esposa de Bernardo, declaró que su marido fue detenido el 21 de julio de 1936, en esta localidad, “Que en la detención a ciencia cierta no puede decir quien intervino, sabe que llegó un grupo de desconocidos de Sariñena en un camión y si bien en su casa no conocían a nadie sabe que en dicho camión llegaron un joven llamado José Puertolas Gistau, natural de este pueblo, el cual trabajaba en Capdesaso, que a las pocas horas fue trasladado su difunto esposo a Sariñena, donde permaneció encarcelado hasta el día 28 del mismo mes y año en que en dicha villa de Sariñena fue asesinado a poca distancia de la población camino del cementerio. Que responsables de esta muerte pueden considerarse diez personas que según rumor del vecindario fueron a dar aviso a Sariñena para que vinieran a buscarlo. Estos vecinos fueron Manuel Almozor, Antonio Marca y Valentín Torres. También pueden considerarse responsables los que formaban el comité revolucionario. Que el asesinato se llevó a cabo como dije anteriormente en Sariñena. Que también por rumores sabe que antes de dar muerte lo maltrataron. Que por el mismo grupo de malhechores fue saqueada y registrada su casa e incautado los bienes y que los elementos del comité eran Lorenzo Sambia, Valentín Torres, Manuel Allué Almanzor, Miguel Muro y Joaquín Ballabriga Peralta.”

El informe sobre Manuel Allué Almazor relata lo siguiente: “Manuel Allué Almazor, natural de Peralta de Alcofea, que se halla huido a Francia, fue a Sariñena en una bicicleta a avisar al comité de la citada villa, para que fueran con un camión a buscar al detenido, una vez el vehículo en la puerta de su casa le obligaron a subir llevándoselo a Sariñena, permaneciendo hasta el día 28 que lo sacaron y dieron le muerte a tiros dejando su cadáver abandonado en la carretera”. A Manuel se le atribuyeron los delitos de participar en la destrucción de la iglesia, saqueo de la casa abadía y de varias personas de derechas.

El informe de la Guardia Civil de Peralta de Alcofea recogió “El día 22 de julio de 1936 fue detenido por un grupo de individuos de Sariñena, compuesto por unos veinte hombres, todos armados y mientras estos vigilaban la casa para que no pudiera escapar”. Señala que le dieron tiros de fúsil y que los responsables fueron José María Puertolas, natural de Lastanosa, se halla en Capdesaso, Ángel Vivares, natural de Sariñena y Félix Alcalá, natural de Lastanosa y vecino de Capdesaso, en la cárcel de Huesca.

  • Aurelio Calvo Torres, natural de Peralta de Alcofea y vecino de Lastanosa afiliado a Izquierda Republicana fue vocal en el comité y consejo municipal “Durante su cargo intervino en requisas de cereales e inmuebles, contribuyendo al devastamiento de la economía española”.
  • Lorenzo Sambía Peralta “Apenas celebradas las elecciones de 1936 constituyo un centro de Izquierda Republicana del que fue nombrado presidente sucediéndose en la presidencia del comité y consejo municipal, durante su mandato intervino en requisas de cereales, oro, plata, cubiertos, ganado, inmuebles y efectos sagrados de los que hizo mofa bebiendo vino en un cáliz, presenció la destrucción de imágenes, departió con elementos indeseables y celebró comidas con los mismos obsequiándoles en su casa”.
  • Joaquín Ballabriga Peralta, vecino de Lastanosa, tras las elecciones de 1936 se constituyó socio en un centro de IR, siendo nombrado vocal sucediéndose en el cargo en el comité y consejo municipal “Durante el tiempo de su cargo intervino en requisas de cereales, alhajas e inmuebles, contribuyendo al devastamiento de la economía española”.
  • Julio Campo Campodarve “Apenas celebradas las elecciones de 1936 se afilió al centro de Izquierda Republicana, que al efecto se constituyó, posteriormente y por voluntad propia fue nombrado vocal del consejo municipal y aunque más indirectamente tenía conocimiento de la actuación de sus antecesores, cuya afinidad al proceder marxista, se halla bien patente habiendo contribuido con suscripciones a favor de la horda”.
  • No fueron recogidos ni encontrados cadáveres dentro del término municipal.

Marcén. Rama separada 327.

La causa general manifiesta que en el término municipal de Marcen no se produjo ninguna víctima.

  • 28 de julio de 1936. Destrucción de los santos. Milicianos desconocidos.
  • 30 de julio de 1936. Se llevan ganado. Milicianos desconocidos. Perjudicados Vicente Lacasa, Ramón Palacio y Antonio Alastrué.
  • 13 de abril de 1937. Se llevan trigo. Milicianos desconocidos. Perjudicados Vicente Lacasa, Ramón Palacio, Ramón Lansaque, Francisco Fuentes y Antonio Alastrué.

Pallaruelo de Monegros. Rama separada nº. 326

En la Causa General no aparece ninguna relación de cadáveres recogidos, de personas no reconocidas como residentes “Ninguna, pues en este término no fue nunca frente de combate”.

  • 27 de julio de 1936. Destrucción de la iglesia y objetos de culto, de acuerdo con la Causa General. Apeles Fenosa vivió la destrucción del altar y trató de no perderlo: “A Pallaruelo de Monegros llegué un mediodía con el coche de un médico, pues mientras hay tanta gente haciéndose los chulos, nosotros estamos salvando millones y millones y no tenemos forma de encontrar un vehículo. Encontré un retablo formidable de diez metros de alto, desmontado y en el patio del Comité. ¡Lo querían para hacer leña en el invierno! Después de pelearme con todo el mundo y de pasar casi por fascista, conseguí meter tres piezas dentro de la iglesia. El Comité me prometió que pondría el resto a salvo de la lluvia, mientras yo iba a buscar un medio de transporte. Temía la lluvia; fui todo lo deprisa que pude, pero llegué en el preciso momento en que estallaba una tormenta y casi deshacía el retablo. Entonces, el Comité, al que yo había prometido maestro y biblioteca, no me dejó coger el retablo mojado porque decía que quería a cambio una camioneta. “Pero si esto para vosotros no vale nada; lo dejáis que se moje y se estropee”, les dije. “Para nosotros no; pero vale para leña. Se ve que para usted vale mucho. Páguelo, pues”. Y como no tenía una camioneta que darles, allí se quedó el retablo. ¿Qué valor representaba? Era una joya y, bajo la lluvia y el sol, no quedará nada”. (Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”).
  • 30 de julio de 1936 se produjo la quema de archivos municipales, ayuntamiento y juzgados.
  • 25 de agosto de 1936. Formación de la colectividad, haciendo ingresar en ella bajo pena de muerte a los mayores contribuyentes, apoderándose de sus cosechas y ganados de todas clases, de sus propiedades y quemando los títulos de propiedad. Los afectados fueron Pablo Ruata, Dionisio Lasierra, José Asín, Mariano Pelay, Margarita Gordita y Francisco Suevas. Personas sospechosas de participar en el delito: Ángel Sarrate Castejón (En Pallaruelo), Santiago Soñen Gazol /(En Pallaruelo), Ovidio Canalis Alcolea (Cárcel Zaragoza), José Huerva Huerva (Pallaruelo), Pedró Camón Uriol (Extranjero), Jesús Lasierra Camón (Extranjero), José Lasierra Camón (Extranjero), Víctor Villellas Pueyo (Pallaruelo), Mariano Pueyo Samper (Cárcel), Mariano Pueyo Samper (Cárcel), Mariano Camón Peralta (Cárcel), Vicente Pueyo Tabueña (Cárcel), Vicente Tabueña Pueyo (Pallaruelo), Víctor Villellas Palacio (Cárcel), Pascual Tabueña Barrieras (Cárcel), Isabelino Camón Palacio (Pallaruelo), Victorino Pardina Tabueña (Pallaruelo), Matías Pardina Tabueña (Pallaruelo) y Antonio Conte Sarrate (Cárcel). Estos como autores de acción en el hecho. Por autores de consejos y asustamiento: Juan Barrieras Pueyo (Pallaruelo), Fermín Castellón, Fermín Pueyo (Pallaruelo), Alejo Pueyo (Pallaruelo), Benigno Samper (Pallaruelo), Higinio Camón (Pallaruelo), Paulino Alcolea (Pallaruelo), Justa Canalis (Pallaruelo), Aurea Huerva (Difunta), Pedro Villellas (Pallaruelo), Francisco Camón Peralta (Pallaruelo), José Villa Buil (Pallaruelo), celestino Pueyo (Difunto), Cecilio Soñen (Pallaruelo), Cecilia Pueyo (Pallaruelo) y Pablo Camón (Pallaruelo).

“En esta localidad no cometieron ninguno (Asesinatos) salvando al sacerdote sin tener necesidad de ausentarse del pueblo, por lo tanto, residió en este pueblo todo el periodo rojo, aunque ligeramente camuflado, como medida de precaución ante posibles visitas de gentes extrañas”, informe sobre Jesús Lasierra Camón (Filiación política al “Frente Popular.” Jesús lasierra Camón, natural de Pallaruelo de Monegros, afiliado de UGTE, fue vocal del mismo “Fue elemento destacado en la destrucción de los Santos ornamentos de la iglesia y los archivos municipales, lo cual siempre iba armado de una escopeta, pero sin que tomara parte en cometer hechos delictivos. En el mes de octubre del 36 se enroló como voluntario en el ejército rojo hasta el final, que desde Cataluña marchó a Francia, donde al parecer se encuentra en la actualidad” (Causa General de Pallaruelo de Monegros).

Peñalba. Rama separada 228. Partido judicial Fraga.

  • Fernando Isanta Pomar (24 de agosto de 1936). Sacerdote, párroco de Ballobar de 53 años de edad. Se encontró su cadáver en el término de Bujaraloz, sin poder apreciar heridas.

Su hermano Mariano Isanta Pomar testificó que Fernando fue detenido por Hilario Orús Salvo, Valentín Cacho Bometón y Matias Odina Salvo y conducido y custodiado por Julián Purroy fue llevado a Bujaraloz y asesinado en el kilómetro 387 de la carretera a Madrid a Francia por los últimos tres citados y Joaquín Gros Gros (El barbero) que antes había conducido el coche que los llevó al citado km. voluntariamente. Que considera responsable de esta muerte a Narciso Cacho Calvo, Francisco Frauca Cruellas, José Mineros, Valentín Cacho Bometón, Francisco Orús Salvo, Hilario Orús Salvo, Jesús Orús Ezquerra componentes del comité en Aquella fecha como también a Santiago Odina Salvo y a José Claver Orús por haber avisado por teléfono, a Bujaraloz, el lugar de escondite de los sacerdotes asesinados Fernando Isanta Pomar y Domingo Pomar Beltrán.

  • Domingo Pomar Beltrán (24 de agosto de 1936). Sacerdote, párroco de Alfántega de 35 años de edad. Se encontró su cadáver en el término de Bujaraloz, sin poder apreciar heridas.

Domingo Pomar Beltrán, según informes, el 24 de agosto de 1936, a las seis horas, por miembros del comité local Hilario Orús Salvo, Valentín Cacho Gemeten y Matías Odina salvo, fue detenido con la advertencia que tenía que declarar ante Durruti, “Conducido a la casa del comité, fue entregado en unión de Fernando Isanta Pomar a los extremistas revolucionarios Julián Claver Orús (Desaparecido), Matías Odina Salvo y Joaquín Gros Gros el Barbero”. Se lo llevaron en un coche requisado por el comité de Bujaraloz.

María Pomar Beltán, hermana de Domingo, declaró que “Su hermano Domingo Pomar Beltrán fue detenido por Valentín Cacho… armado de pistola, Matías Odina Salvo, Hilario Orús y Juan José Censola Olivares y Lorenzo, este armado con fúsil. Primeramente, lo trasladaron al comité entregándolo a Francisco Frauca Cruellas jefe del mismo, este lo entregó a Joaquín Gros Gros, el Barbero, quien hizo de chofer y lo condujo a Bujaraloz. En el coche iban con él detenido encontrándolo armado de fusil Desiderio Ezquerra Purroy y Julián Clarel Orús, Matias Orús Salvo y el Barbero, al llegar al kilómetro 387 fue asesinado por los cuatro que antes se mencionaron.

  • Octavio Salina Lloret (22 de julio de 1936). Sacerdote, párroco de Peñalba de 59 años de edad. Se encontró su cadáver en el término de Valfarta, sin poder apreciar heridas.

En la declaración de José Gros se da cuenta que Octavio fue sorprendido en la ermita de Valfarta, al que se … después de varios días de andar errante por el monte. Fue conducido al cementerio donde le asesinaron acribillado de balazos. Un informe cuenta que se internó en el monte denominado el Sisallar, término municipal de Villanueva de Sigena, donde permaneció oculto sobre dos meses y entregándose a las fuerzas rojas de Valfarta.

Los componentes del comité revolucionario de Peñalba fueron los siguientes: Francisco Frauca Cruellas, Juan José Censola Oliveros, Valentín Cacho Gometen, Francisco Orús Salvo, Narciso Cacho Cacho, Jesús Orús Ezquerra, Santiago Odina Salvo, Hilario Orús Salvo (Condenado a pena de muerte), Mariano Frauca Cuellas, Joaquín Gros Gros El Barbero, Matías Odina Salvo y Desiderio Ezquerra Purroy.

  • Ángel Ros Gracia (19 de agosto de 1936). Maestro nacional de 27 años de edad. Se encontró su cadáver en el término de Ontiñena, sin poder apreciar heridas.

Ángel Ros Gracia ejercía las funciones de maestro nacional en Peñalba. El 19 de agosto a las 21 horas recibió, junto a su padre Medardo Ros, el aviso de tener que comparecer ante el comité. Su padre Medardo Ros ejercía de secretario en Belver de Cinca.

  • Medardo Ros, padre del anterior (19 de agosto de 1936). 60 años. Se encontró parte de sus restos en el término de Fraga.

Un informe de la guardia civil del puesto de Candasnos relata que Medardo Ros fue llamado a compadecer a la casa del comité junto a su hijo Ángel Ros Gracia, el 19 de agosto de 1936. Ambos fueron detenidos por el comité y les hicieron montar en un coche escoltados por cuatro individuos armados, saliendo del pueblo, siendo asesinados en el punto conocido como la cuesta a Fraga.

No obstante, el relato de la guardia civil cuenta que antes de salir de Peñalba, Ángel Ros se dio a la fuga lanzándose por la ventanilla del coche salvándose de momento “Desorientado fue durante la noche en el edificio cuadra del extremista Dionisio Lacruz Robles, viéndose sorprendido por la esposa de este y denunciado al comité. Ángel fue entregado a miembros del comité de Albalate de Cinca y asesinado en el término municipal de Ontiñena.

  • Ramón Galindo Marcial (5 de agosto de 1936). Vecino de Villanueva de Sigena de 35 años, labrador. Encontrado en la partida de Val de Castejón
  • José Lorda (5 de agosto de 1936). Vecino de Villanueva de Sigena de 60 años, labrador. Encontrado en la partida las Eras de Peñalba.
  • El 26 de marzo de 1938 se produjeron diferentes voladuras y destrucción de varias casas y parideras. Fue unas horas antes de entrar las fuerzas nacionales en la villa.
  • Álvaro Gros Gros, afiliado a la CNT, según informe en la causa general, intervino en saqueos, registros e incautaciones, siendo elemento de toda confianza de los directivos del comité revolucionario y alistándose voluntario en las columnas de Durruti marchándose con estas al frente. Posteriormente huyó a Francia, ignorándose la residencia actual del mismo,

La fosa común de Peñalba, del 1 de agosto de 1936, “Contiene los restos de cinco hombres, cuatro de los cuales eran sacerdotes, que residían en el pueblo y fueron asesinados por los republicanos en los primeros meses de la guerra. El quinto, Ángel Ros Gracia, maestro, fue asesinado en Ontiñena.” (SIPCA).

  • Octavio Salina Lloret. Sacerdote.
    Fernando Isanta Pomar. Sacerdote.
    Isidoro Pomar Labrador. Sacerdote.
    Ángel Ros Gracia. Maestro.
    Domingo Pomar Beltrán. Sacerdote.

Todos ellos murieron en otros lugares, pero después de la primavera de 1938 sus cuerpos fueron exhumados e inhumados de nuevo en este lugar, sobre el que más tarde se levantó una capilla conmemorativa.

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: cuatro años después del final de la guerra la represión franquista se cobraría las vidas de dos vecinos de Peñalba. Julián Clavel Orús fue fusilado en Zaragoza en febrero de 1943 e Hilario Orús Salvo moriría en Huesca en el mes de junio de ese mismo año. 

En la causa general aparecen diligencias de la causa general de Fraga sobre Manuel Salarrullana Enrech, Emilio Villanova Villagrasa, Antonio Olles y Antonio Olles Felip, vecinos de Fraga y “asesinados según el estado nº 1 de Fraga en Peñalba. Igualmente, desde Villanueva de Sigena sobre su vecino José Rodellar.

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Huerto, las víctimas en el frente fueron Leandro Cacho Navarro y Domingo Pomar Beltrán.

Poleñino. Rama separada nº. 331.

En Poleñino se instaló el hospital militar de las Brigadas Internacionales destinadas en el frente de Huesca, en la casa Torres-Solanot. La enfermera australiana Agnes Hugdson, pasó más de 5 meses en el hospital (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).

A José Lorenzo Buera Altemir, Joaquín Torres de Solanot e Isidro Casaus Escanilla los detuvieron y llevaron, en un camión, a Tardienta donde les fusilaron: “Fueron llevados a Tardienta por los milicianos rojos cuyos elementos de desconocen, De esta localidad fue a acompañar a los detenidos el vecino Francisco Zamora (Fusilado) y componía el comité revolucionario el mismo Zamora, Juan Montes, Joaquín Pascual Y Eugenio Audina”.

  • José Lorenzo Buera Altemir (1 de septiembre de 1936,). Sacerdote de 27 años de edad.
  • Joaquín Torres de Solanot (1 de septiembre de 1936). Propietario de 40 años.
  • (20 de octubre de 1936). Propietario de 33 años de edad.

Según declaración de Francisca Pisa Gracia, que prestaba servicios en la casa de Josefa Colay, esposa de Isidro Casaus, a Isidro lo fueron a detenerlo estando trabajando en la era para fusilarlo “Fue a su detención el convecino Cándido Olivan. Que el día 14 de agosto fue la primera vez que lo detuvieron y “Joaquín Barrios Valdovinos le dijo que, si había que fusilar a alguien, era a él”. Luego le pusieron en libertad y cuando lo detuvieron definitivamente para fusilarlo, Isidro quiso despedirse de su familia y para que no escapase fue acompañado por Juan Montes. Su esposa, Josefa Colay declaró que a Isidro lo fueron a buscar el 1 o 2 de agosto a la era, lo detuvieron en la iglesia “Dedicada a este fin o sea de cárcel” y lo llevaron a fusilar a Tardienta. Además de fusilar a su marido, a su esposa le dejaron sin caballerías, trigo y otros productos.

  • Julio de 1936 Destrucción de la iglesia y quema de las imágenes. “Por los datos que obran en este ayuntamiento se sabe formaron por los siguientes: Francisco Zamora (Fusilado), Cándido Olivar Campo (Cárcel), Juan Montes (Francia), Desiderio Pascual, Joaquín Pascual y Eugenio Audina. Según declaraciones de Cándido Olivar Campo “Unos días más tarde (Tras el golpe de estado) fue profanada la iglesia y quemadas sus imágenes y objetos de culto cerca de la puerta de la misma.” En la misma línea, fue profanada la ermita de santa Brígida “Ignorando lo que hicieron con la imagen de la referida santa”. De acuerdo a la información del SIPCA, todas las figuras, de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Poleñino, excepto las más altas, fueron decapitadas durante la Guerra Civil.

También fueron detenidas Manuel Escanero, Valentín Allue, Blas Castro y Manuel Escanero Barrios entre otros. (Causa General).

El comité, según declaración de Baltasar Casaus, pare ser que estuvo formado por su presidente Francisco Zamora (Ejecutado), Joaquín Pascual, Juan Montes, Segundo Dieste, Eugenio Audina, Eugenio Abadías Escario, Ángel Puyal, Cándido Olivar, Bernardo Zamora, Desiderio Pascual, Joaquina Barrio Valdovinos. “Los ocho últimos colaboraron con los elementos del comité interviniendo en cuantas detenciones y requisas hubo en la localidad”.

  • Cándido Olivar Campo, afiliado a la CNT, la guerra le sorprendió en las faenas del campo “Por la tarde recibió el aviso para que dejara el trabajo y se presentara en el pueblo”. Los vecinos se encontraban en la calle, el ayuntamiento había sido destituido y se había formado un comité. Al parecer, dos individuos que trabajaban en el canal, Juan y Daniel eran quienes daban las órdenes y se hospedaban en la posada del pueblo.

Los primeros días fueron quemados todos los archivos que había en el pueblo. El día veintiocho o veintinueve de agosto llegó un coche de Tardienta ocupado por tres o cuatro individuos que detuvieron y se llevaron a Isidro Casaus Escanilla, Joaquín Torres Solanot y al párroco del pueblo “rumoreándose algún tiempo después pues que habían sido asesinados en Tardienta. (Cándido Olivar Campo). También se declara que hubo saqueos en casa particulares. Cándido acabó en la Prisión de Huesca y en la de Barbastro.

  • Francisco Zamora, perteneció a la CNT FAI.

“Se sabe que momentos antes de la liberación de esta localidad varios milicianos de esta localidad fueron muertos por los bombardeos, los cuales fueron enterrados en los mismos fondos producidos, por lo tanto, sin que no les hayas extraído ni mirado la documentación, por lo que se ignora quienes puedan ser por no haber sido identificados.” (Causa General de Poleñino).   

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Poleñino, las víctimas asesinadas correspondieron a Joaquín Torres Solanot Orús e Isidro Casaús Escanilla.

Sangarrén. Causa General de Huesca. Rama separada nº 61.

  • Diligencias de Sesa sobre los asesinatos en el término municipal de Sangarrén de Pedro Marzal, Andrés Gabarre, Francisco López, Ramón López, Joaquín Ereza, Francisco León, Lorenzo Val, Antonio Lardies, Mariano Abizanda y Antonio Castro, vecinos de Sesa.
  • Desde Pontevedra se investigó la muerte de Agustín Español Lomba en Sangarrén, asesinado el 13 de agosto de 1936 “Encontrándole en el cadáver los impactos”.

La declaración de Victoriano Bailo Santamaría, natural de Sangarrén, afiliado a la CNT, apunta que en el pueblo no ocurrió nada hasta el cinco de agosto que llegaron una columna del POUM “Los cuales se dedicaron a la profanación de la iglesia e incendio de las imágenes en la misma plaza del pueblo. Que seguramente los milicianos ordenaron la formación de un comité” Los miembros del comité fueron Mariano Abadía como presidente (En ignorado paradero) y como miembros Cándido Ciria Olivan, Julio Estallo Gracia (Ejecutado) y Victoriano Bailo Santamaría. Victoriano apuntó que durante la permanencia del comité no ocurrieron desmanes. “Que a los veinte días, aproximadamente, fue sustituido este comité por otro que lo componían Mariano Abadía, como presidente, Mariano Casanova Frago (F), como miembro, habiendo otros que no recuerda sus nombres. Que este segundo comité ordenó incautaciones y durante la permanencia del mismo se detuvo a dos personas llamadas Manuel Guallar (Médico) y Pascual Olivan”. Fueron sacados del pueblo por milicianos y no sabe dónde fueron dados muertos. En el pueblo funcionó la CNT y la UGT. 

Requisado por la CNT. Sangarrén.

  • Félix Llovet Creus, afiliado a la CNT, la guerra le pilló cumpliendo servicio en el regimiento de Valladolid nº 20, segundo batallón, 2ª compañía de guarnición en Huesca. Durante los primeros días salió por los distintos frentes de Huesca hasta que el 1 de agosto de 1936, prestando servicio por la posición del carrascal de Prebedo fue hecho prisionero con unos treinta soldados, uno se llamaba Juan Madrid y potro apellidado Dols. Llevados al castillo de San Juan, fueron interrogados por García Oliver, quedando detenido por un mes. Salió voluntario para dar instrucción a milicianos en el castillo de Pebredo. Tras tres meses se le concedió un permiso de diez días para ir a su casa, descansando en Sangarrén Estada, y a su regreso fue ascendido a sargento. Luego fue trasladado a la 125 brigada Mixta, cuarto batallón comandado por Ricardo Zanoti, italiano, graduándose como teniente.
  • Genaro Ciria Corvinos, natural de Sangarrén, afiliado a la UGT, declaró que el 25 de julio de 1936 fue ocupado Sangarrén por un grupo de milicianos, compuesto por unos veinticinco hombres desconocidos y armados con fusiles “Los cuales penetraron en la iglesia destrozando las imágenes y ornamentos sagrados que quedaron tirados en la iglesia y seguidamente dieron la orden de que se formara un comité local integrado por un tal Abadías, vecino del pueblo, que actuó como presidente y que en la actualidad se encuentra en Francia, Pascual Bailo, vecino del pueblo que actuó como miembro y que actualmente se encuentra en Francia, Julio Estallo, vecino de dicho pueblo, que actuaba como miembro (Ejecutado), y Casimiro Alamán, que actuaba como miembro, también vecino del pueblo (Ejecutado)”. Genaro cita que en Sangarrén se formó colectividad. Los anteriores milicianos en el interior de la iglesia y les prendieron fuego en la plaza., juntamente con los archivos del ayuntamiento. Además, Genaro apunta “El día 16 de agosto de 1936 entraron en el pueblo varias centurias de milicianos que sacaron las imágenes que habían tirado”. “En el mes de septiembre u octubre de 1936 fueron detenidos tres vecinos llamados Pascual Olivan, Manuel Guallar y un tal Navarro, los cuales se dijo habían sido conducidos al pueblo de Vicién, rumoreándose más que habían sido asesinados. Que en el mes de octubre de 1936 unos milicianos que pertenecían a investigación según rumores y que tenían su oficina en Vicién, llevaron a Sangarrén un grupo de siete a nueve personas de Sesa, los cuales quedaron detenidos en la casa denominada Azcol y al día siguiente, sobre las ocho horas, fueron sacados por los mismos milicianos que los habían llevado y asesinados en el cementerio, ordenando seguidamente estos milicianos, que los vecinos de Sangarrén llevasen leña al cementerio y una vez que lo tuvieron, rociaron las victimas con gasolina les echaron encima de la leña y le prendieron fuego. Que después de cometidos estos crímenes, los mencionados milicianos de investigación, ordenaron al herrero del pueblo de Sangarrén que les hiciera una especie de parrilla para poderla colocar en un agujero hecho en tierra al objeto de poder quemar mejor las personas que fueran asesinadas y cuya parrilla ignora el diciente si se llegó a hacer”.
  • Conrad Estallo Torrero, maestro nacional natural de Puig Bolea, testificó que estaba destinado en Sangarrén, permaneciendo en el pueblo y que en el mes de agosto de 1936 fue ocupado el pueblo por fuerzas del POUM “Los cuales profanaron e hicieron algunos destrozos en la iglesia, nombrando un comité revolucionario. Que algunos días más tarde llegaron fuerzas de la columna Ascaso, que terminaron de destrozar las imágenes de la iglesia ignorando si fueron quemadas. Que los archivos del pueblo fueron quemados en la plaza del pueblo y que se realizaron requisas en todas las casas.  Que del 29 al 31 de agosto de 1936 fue requerido el médico llamado Ramón Guart Sevil, para que fuera a Vicién a cuyo pueblo se trasladó con una ambulancia que para tal efecto habían llevado, según rumor público se dijo que no había llegado al referido Vicién por haberle asesinado en el camino. Que unos días más tarde se rumoreo que había sido asesinado dentro de su casa el vecino Hilario Frances, ignorando el declarante quién tomó parte en este hecho y forma en que se realizó, que más tarde se enteró el diciente que se habían llevado a Vicién al vecino José o Pascual Olivan Mercader, rumoreándose que lo habían asesinado, pero el declarante ignora quienes se lo llevaron ni quienes intervinieron en este crimen”. Conrad en marzo de 1938 marchó a Cataluña, destinado a Viura (Gerona), donde estuvo hasta el mes de enero de 1939, pasando a Francia y regresando a España el 28 de septiembre de 1939 por la Junquera, siendo etenido al presentarse al comandante del puesto de la guardia civil de Tardienta ingresando en la prisión de Huesca”.

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Sangarrén, las víctimas asesinadas fueron Pascual Ciria Corvinos, Pascual Oliván Mercader, Manuel Guallar, Hilario Francés y José Paño Ballarín.

Sena. Rama separada 336. Pág 21

  • Francisco Miralves Castro (12 de agosto de 1936). Sacerdote de 65 años. Su cadáver apareció en Las Almunias, término de Sariñena. Sobre las heridas “No se pudo apreciar por el tiempo transcurrido”. Responsables Joaquín Ortiz (Se ignora paradero), José Cases Villa (Difunto), Antonio Ganeta Pena (Se ignora paradero) y Francisco Chavanell Merin (Se ignora paradero).

Un testimonio afirma que fue asesinado por orden del comité revolucionario. El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena menciona que “En vista de los insultos y amenazas que recibía, de los elementos dirigentes marxistas, marchó en compañía de un sobrino a ocultarse a una masada o paridera de ganado, situada a unos 7 kilómetros de esta villa en la partida de las Almunias. Conocedores del punto en que se hallaba oculto, fueron a buscarle con un automóvil los dirigentes Joaquín Ortiz, cuñado del Rampín, vecino de Barcelona, José Cases Villa, que fue condenado a la última pena y cumplida, Antonio Garreta Pena, se supoine en el extranjero, estos tres individuos fueron los autores del asesinato, ensañándose disparándole a las piernas y una vez que le consideraron muerto le machacaron la cabeza e intentaron quemarle dándole fuego lo que no consiguieron por apagarse”.

  • Ramón Bosque Girál (22 de agosto de 1936). Sacerdote de 34 años de edad. Su cadáver apareció en la partida del Espartal, término de Sena. Responsables José Garreta Pena (Se ignora paradero), Antonio Garreta Pena (Se ignora paradero), Vicente López Charlez (Se ignora paradero), Antonio López Charlez (Se ignora paradero), Francisco Mir Cazcarro (Se ignora paradero), Alfredo Gistau Fornés (Se ignora paradero) y Miguel Pérez Vera (Se ignora paradero).

El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena apunta que Ramón era natural de Azara y que se hallaba en un balneario de la montaña, por Boltaña, del que parece ser, al iniciarse la guerra “Se ausentó de dicho punto vagando por algunos pueblos donde no fuera conocido como sacerdote, hasta que fue detenido y conducido a Sena por unos desconocidos, los que según referencias, uno de ellos era el maestro de Vicién”. En Sena fue entregado al comité “Los que le hicieron las mil burlas, siendo asesinado a las cuatro o cinco horas de estar en este pueblo, sufriendo los malos tratos de obra y palabra de la chusma roja, siendo los autores directos los vecinos de Sena Francisco Chavanell Nerín, en Francia, José Garreta Pena, fallecido, Antonio Garreta Pena, fugado, Vicente Isidoro López Charlez, se ignora su paradero, Antonio López Charlez, iden, Francisco Mir Cazcarra, huido, Alfredo Gistau Torres, iden, Miguel Vera el pistolero, fallecido.”

  • Manuel González Almérge (23 de agosto de 1936). Farmacéutico de 55 años. Rinconada de san Pedro, Villanueva de Sigena. Responsables Miguel Pérez Vera (Se ignora paradero), José Garreta Pena (Se ignora paradero), Francisco Almérge Viñuales (Se ignora paradero), Vicente Chela Garcés (Se ignora paradero), Antonio Ariste Opi (Se ignora paradero), Baltasar Aragües Salillas (Se ignora paradero), José Ariste Opi (Se ignora paradero), José Lecina Lecina (Se ignora paradero), Antonio Lerin Villas (Se ignora paradero) y Manuel Cerezuela Molleu (Se ignora paradero).

Su hija, Carmen González Bruned, testificó que su padre ejercía de farmacéutico en Sena y fue asesinado en las mismas circunstancias que los demás.  

El informe de la Guardia Civil, da cuenta que fue detenido junto a otros vecinos y llevado a las escuelas, que entonces servían de prisión “Siendo puestos en libertad con la obligación de presentarse todos los días al comité, el que los insultaba en unión de sus secuaces, siendo detenido otras varias veces, una de ellas conducido a Barbastro, de donde regresaron el día 23 de agosto”.

  • José Calvo Calvo (23 de agosto de 1936). Propietario de 52 años de edad. Alcalde de Sena. Rinconada de san Pedro, Villanueva de Sigena. Responsables Miguel Pérez Vera (Se ignora paradero), José Garreta Pena (Se ignora paradero), Francisco Almérge Viñuales (Se ignora paradero), Vicente Chela Garcés (Se ignora paradero), Antonio Ariste Opi (Se ignora paradero), Baltasar Aragües Salillas (Se ignora paradero), José Ariste Opi (Se ignora paradero), José Lecina Lecina (Se ignora paradero), Antonio Lerín Villas (Se ignora paradero) y Manuel Cerezuela Molleu (Se ignora paradero). Consideró autores de su muerte a Francisco Mir Cazcarro, Miguel Pérez Vera (Difunto), Vicente Chela Garces, José Garreta Pena (Fallecido), Francisco Almerge Viñuales, Antonio Tisaire Opi, vecino de Villanueva de Sigena, Baltasar Áragues Salillas también de Villanueva de Sigena, José Ariste Opi, José Lecina Lecina y Miguel Cerezuela Mallén, estos últimos también de Villanueva. 

Carmen Calvo Sanz, hija de José, declaró que su padre fue detenido por el comité en su domicilio, en las primeras horas del día 23 de agosto “Siendo conducido con otros convecinos en un camión al sitio denominado Rinconada de Sampedro, en el monte Coveta, y asesinados todos ellos en circunstancias que se ignora. Anteriormente habían sido detenidas dichas víctimas varias veces y puestas en libertad aparente, pero vigilados y condenados de antemano, teniendo que presentarse diariamente al comité.

El informe de la Guardia Civil señala que fue asesinado junto a sus compañeros “Con ensañamiento y después sus cadáveres pisoteados y machacados con las culatas de sus fusiles”.

  • Pedro Laguna (22 de agosto de 1936). Propietario. Rinconada de san Pedro, Villanueva de Sigena. Responsables Miguel Pérez Vera (Se ignora paradero), José garreta Pena (Se ignora paradero), Francisco Chavanell Nerín (Se ignora paradero), Vicente López Charlez (Se ignora paradero), Francisco Mir Cazcarro (Se ignora paradero) y Alfredo Gistau Torres, secretario del comité (Se ignora paradero).

Los siguientes fueron encontrados en la Rinconada de San Pedro, término de Villanueva de Sigena, todos menos Vicente Calvo. Los responsables fueron los mismos que asesinaron a Manuel González y a José Calvo, en el mismo día y lugar. Los asesinatos se acordaron en junta, según declaración de Carmen “A excepción de Manuel Sanz Ayudan y Manuel Mombiela Pomarol, “Que cuando realizaron las muertes estaban ausentes del pueblo dedicados a labores agrícolas”. El comité de Sena dependía de la UGT “Los obligaron a dimitir por su mala actuación” pero fueron reelegidos después de ocurridos los asesinatos.

  • Rafael Gasco y del Tejo (23 de agosto de 1936). Propietario de 67
  • Gabino Gasco García Fanjul (23 de agosto de 1936). Propietario 25 años

La esposa y madre, Teresa García Fanjul Fernández, declaró que fueron detenidos padre e hijo por el “pistolero” con un grupo de milicianos en su domicilio el 23 de agosto de 1936, siendo conducidos al ayuntamiento “Donde fueron atados con varios más y de donde les sacaron al amanecer del mismo día a la rinconada de San Pedro, término de Villanueva, donde fueron asesinados”.  Sus cadáveres fueron quemados y arrojados a una fosa previamente abierta. Los responsables fueron “Los señalados en el estado nº 1 de Sena y además Segundo Tixaire (En Francia), presidente del comité y que ordenó los asesinatos, un tal Oran (En Barcelona), sastre, también inductor y el que planteaba como habían de realizarse y otros”.

La misma historia se repite para los demás en los informes de la Guardia Civil del puesto de Sena.

  • Vicente Isanta Pomar (23 de agosto de 1936). Comerciante 48 años Juez municipal en Sena
  • Manuel García Serrano (23 de agosto de 1936). Propietario de 50 años
  • Vicente Izuel Buret (23 de agosto de 1936). Industrial de 61 años.

Victorina Cambra Pastor, mujer de Vicente, declaró que fue asesinado en las mismas circunstancias que las otras personas. Al ser desenterrados los siete cadáveres no pudieron ser identificados “Por estar los restos mezclados, triturados sus huesos, lo que demuestra que debieron ser horriblemente martirizados. Todos los restos de los siete están enterrados en el cementerio de esta localidad”.

  • Vicente Calvo Chalvez (24 de agosto de 1936). Propietario de 33 años. Encontrado en el término de Santalecina. Responsables Manuel Pérez Vera, Luis López Colungo, José Garreta Pena, Joaquín Campo Chavanell y Martín Peruga.
  • 1 de agosto de 1936. Saqueo de todas las imágenes y ornamentos religiosos de la iglesia parroquial, ermita de Santa Quiteria y Santa Chus, profanando y quemando dichas imágenes y ornamentos.
  • 6 de agosto de 1936. Alarmando al pueblo por medio del temor requisando la mayoría de las casas por considerar a sus propietarios personas cristianas, sacando las imágenes y cuadros religiosos quemándolo en la plaza pública. Destrucción de mobiliario y del juzgado municipal, todo instalado en un local a excepción de algunos documentos que el actual secretario, arriesgando su vida, pudo ocultar, entre ellos el registro civil.
  • 9 de agosto de 1936. Quema y saqueo de toda la documentación del cuartel de la Guardia Civil.
  • 10 de agosto de 1936. Quema y saqueo de los documentos parroquiales a excepción de los libros de nacimiento, matrimonio y defunciones, que también el secretario de este ayuntamiento … por el alguacil del mismo con grave riesgo pudieron ocultar haciendo entrega de ellos al ser liberado este pueblo al señor cura en cargado de la parroquia en este pueblo.

Responsables Joaquín Tisaire Caradal (Juzgado), Vicente Elcoso Porta (Fugado), Francisco Chavanel Merín (Fugado), Vicente Chela Garces (Fugado), Vicente López Charlez (Fugado), Fermín Claveria Royo (Fugado), Alfredo Gistau Torres (Fugado), Miguel Polo Grota (Fugado), Epifanio Cerezuela Cervera (Detenido), Pedro Badia Puértolas (Detenido), Antonio Gameta Pena (Fugado), Tomás Bueno Sanclemente (Detenido), Antonio López Charlez (Fugado), José Calvo Almerge (Fugado) y Segundo Solanas (Fugado),

  • Salvador Badenas Guillén, vecino y afiliado a la UGT declaró “Que los primeros días llegaron milicianos procedentes de Cataluña los que ordenaronla destrucción de la iglesia e incendio de las imágenes, que en este hecho intervinieron vecinos de este pueblo. Se formó un comité revolucionario compuesto por Segundo Tisaire, como presidente y en paradero desconocido, Cirilo, como miembro y en Francia, Manuel Sanz Lahuerta, en el pueblo, Manuel Mombiola, en Sena. Que el día 22 de agosto aproximadamente llegaron unos milicianos del que iba como jefe un tal Miguel apodado El Pistolero que tuvo un bar en el pueblo de Sena”. Salvador, que en ese momento se encontraba realizando faenas agrícolas, oyó decir que se llevaron a las sietes personas y los asesinaron. “Que las órdenes de incautaciones y otros desmanes eran dadas por el comité y las detenciones y asesinatos las cometieron el grupo que mandaba el citado Miguel El Pistolero”.
  • La Causa General de Sena también aporta información sobre Manuel Blecua Galindo, natural de Sena, quién, a pesar de ser un gran propietario, pertenecía a Izquierda Republicana. En Berbegal participó en la destitución del ayuntamiento y en la creación de una “gestora” que presidió como alcalde presidente “Autorizó mítines comunistas, los cuales presidió, y en convivencia con el ayuntamiento promovieron varios conflictos sociales en los primeros días. Ordenó el desarme de las personas de derechas llegando a presenciar los registros domiciliarios, una vez constituido el comité revolucionario siguió con todos ellos. Igualmente se recoge a Ignacio Ramón Uriol, natural de Sena y afiliado a la UGT “Se puso con el mayor entusiasmo a las órdenes del comité rojo, no consta haya tomado en asesinatos ni robos, pero si en asaltos de las propiedades por la colectividad socialista a las familias de los vecinos de orden asesinados, con lo cual cooperó y defendió. El día 28 de marzo de 1938, a la llegada de las fuerzas nacionales, abandonó el pueblo”.  
  • Diligencia de Santalecina sobre Vicente Campo Charles, vecino de Sena y asesinado en Santalecina.

En la bajada por la que se desciende hasta el pueblo, por la carretera procedente de Sariñena, se encuentra la fosa común de Sena, del 1 de agosto de 1936, situada justo detrás de la fuente del Sabinar. De acuerdo con SIPCA “Se desconoce la localización exacta de esta fosa, por lo que las coordenadas se ofrecen a título estimativo. Estaría situada justo detrás de la “fuente del Sabinar”. Ahora ese terreno ha quedado totalmente desfigurado a causa de la acción natural de un pequeño torrente que discurre por ese mismo punto, hasta el punto de que es muy improbable que la fosa siga existiendo. En ella permanecería sepultado un vecino de Villanueva de Sijena asesinado por los sublevados el mismo día de su entrada en Sena a causa de su empecinada negativa a ceder parte de las ovejas del rebaño que cuidaba a las fuerzas invasoras. La fecha de los acontecimientos es aproximada. Víctima Ramón Morillo.”

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: Un vecino de Sena llamado Joaquín Peralta Ferrer fue ejecutado en Huesca por los franquistas en el mes de septiembre de 1940.

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Sena, las víctimas asesinadas fueron Francisco Miralves Castro, Vicente Isanta Pomar, Vicente Izuel Buret, Manuel González Almerge, Vicente Calvo Charlez, José Calvo Calvo, Rafael Gascó y del Tejo, Gabino Gascó y García-Fanjul y Manuel Garnica Serrano y en el frente José Almerge Monter.

Senes de Alcubierre. Rama separada nº 337.

La causa General recoge a Manuel Arteza Morlans (1 de septiembre de 1936), industrial de 52 años y alcalde en la…. época Primo de Rivera. Fue fusilado en Tardienta “Blas Puyol Arruga la presenció siendo fusilado por el comité Tardienta”.

El 26 de marzo de 1938, en la partida denominada “Cazasolas” muerto de campaña, sus restos se… era un miliciano, otros datos no se pueden facilitar, 25 años.

Del 25 de agosto al 15 de septiembre de 1936 se produjo la destrucción de edificios, la iglesia parroquial con todos sur ornamentos religiosos. Un pajar de Severo Asín Otal. Saqueos casas de Severo Acín Otal, Francisco Astera Morlans, Elias Abadía Laguarta y Carmen. Además de profanaciones en el cementerio municipal.

Severo Acín Otal declaró que Manuel Ateza Morlans fue conducido a Tardienta montado en un camión permaneciendo cinco días detenido. Su cuerpo fue hallado a las afueras del cementerio y su cadáver presentaba heridas en el cuerpo y frente. Su sobrino Severino Acín declaró que su tío fue detenido por cinco o seis milicianos, conducido a Tardienta, maltratado en el camino y donde permaneció cinco días detenido. Manuel fue detenido el 27 de agosto de 1936.

Aquel campesino asediado por nosotros no daba abasto: el pueblo era Senés de Alcubierre, el batallón era el tercero, el frente estaba más allá. No sabía otra cosa.

Artís-Gener, Avel·lí. (1969). 556 Brigada Mixta (p. 30). Barcelona: Pòrtic. 

«El protagonista vuelve a Senés después de haber entrado en combate por primera vez, en el ataque al que llama, muy probablemente de forma equivocada, ‘ermita de Santa Lucía’ (atendiendo a factores geográficos ya la Historia de la Guerra Civil de la zona, es poco probable que este enfrentamiento pudiera darse en ninguna ermita que recibiera ese nombre» (https://www.mapaliterari.cat/). Este espacio forma parte del itinerario que siguió el protagonista de «556 Brigada mixta», desde finales de 1936 hasta finales de la Guerra Civil. Elaboración a cargo de Teresa Sáez Cuenca.

Había un silencio que estremecía. Bajo unos árboles estudiamos la ascensión a la colina. Hasta la cima hacía como una escalonada de márgenes y nos parecía que todo dependía de alcanzar el primero. Vimos a compañeros que ya llegaban, con una corrida, y corrimos nosotros. Fue entonces cuando cantó su primera ametralladora.

Artís-Gener, Avel·lí. (1969). 556 Brigada Mixta (p. 39). Barcelona: Pòrtic. 


Llegamos a Senés por la noche. Como por el camino no veíamos más que los que teníamos inmediatamente delante o detrás, ignorábamos a los que faltaban. Pero dentro de la paridora fue tan evidente que muchos no habían vuelto, que el corazón se nos hacía pequeño.

Artís-Gener, Avel·lí. (1969). 556 Brigada Mixta (p. 41). Barcelona: Pòrtic. 

Torralba de Aragón

Los inicios de la guerra, en Torralba de Aragón, parece ser que se desarrollaron con cierta normalidad. Entre los días 28 o 29 de julio de 1936 llegaron a la localidad grupos de milicianos pertenecientes a la columna Carlos Marx, al mando de José Del Barrio Navarro. Joaquín Paño Anzano, natural de Barbus pero residente en Torralba de Aragón, labrador afiliado a la CNT, declaró que los milicianos ordenaron que se constituyese un comité revolucionario.

El mismo día quedó constituido el comité revolucionario de Torralba de Aragón. Al mando estuvo Francisco Orús, secretario Jesús Bolea, Miguel Paño, Juan José Novales, Juan Abadía, Hilario Fanlo, Antonio Gracía, Ángel Paño y Joaquín Paño Anzano. (Testimonio de Joaquín Paño Anzano). Desde entonces se nombraron a diez individuos para hacer guardias en la carretera con unas tercerolas, por cuyos servicios se les entregaba o pagaba diez pesetas diarias. 

Los milicianos profanaron la iglesia, tiraron la puerta y sacaron los objetos y les prendieron fuego, “Ignorando que hicieron de los objetos de valor” (Testimonio de Joaquín Paño Anzano).

A los diez días llegó un jefe de centuria con los nombres del nuevo comité. Aquel debió de estar presidido por José Novales Corvinos, vicepresidente Francisco Orus Orus, secretario Jesús Bolea Aso y vocales Juan Abadía Bareche, Gerónimo Abadía Bareche, Vicente Novales Leri, Joaquín Paño Anzano, Manuel Catevilla Abadía y Juan José Novales Orus. Testimonio Jesús Torrecilla Pociello).

A los cuatro días de la constitución del nuevo comité, desde Tardienta llegaron individuos de investigación con la intención de llevarse a Lazaro Torrecilla y Agustín Abadía.

  • Agustín Abadía Capapey (2 de noviembre de 1936). Labrador y concejal de 78 años de edad. Fue fusilado en masa en Tardienta por los mismos guardias que los custodiaban.

Fue detenido el 9 de agosto de 1936 y puesto en libertad al día siguiente por parte del comité revolucionario. A finales de agosto fue detenido definitivamente por parte de Joaquín Pano Anzano, encarcelado en Tardienta y fusilado el 20 de octubre de 1936. (Testimonio de su hija Aurora Abadía Orus).

  • Lazaro Carrecilla Cáncer (14 de septiembre de 1936). Labrador y concejal de 78 años de edad. Fusilado en Tardienta. Su sentencia fue firmada por los miembros del comité.
  • Benito Torrecilla Pociello. 48 años, labrador y concejal. Apareció muerto en una habitación, simulando se había ahorcado. Se acusó de su muerte a los hermanos José y Antonio Novales Corvinos y los hermanos Juan y Gerónimo Abadía Bareche. 

Fue detenido y llevado a la cárcel de la localidad el 9 de noviembre de 1936, fue separado de los demás detenidos, a una habitación contigua donde a los días fue asesinado. Su hermano, José Torrecilla Pociello declaró que lo asesinaron los miembros del comité ayudados por Antonio Novales Oliva, no perteneciente al comité, y que la muerte la realizaron ahorcándolo y que aún después de muerto se tiene referencias que fue pisoteado y maltratado.

  • El 25 de marzo de 1938 fueron encontrados los cadáveres de 25 soldados milicianos rojos, en las trincheras de… Desconocidos.
  • Joaquín Paño Anzano se alistó en la columna Carlos Marx en el frente de Tardienta, a los pocos días fue herido y trasladado al hospital de San Pablo en Barcelona, donde permaneció hasta diciembre de 1936. Regresó a la misma columna en Tardienta. A los dos meses pidió la baja y se fue a su pueblo a llevar sus tierras.

La Carlos Marx ocupó desde Tardienta hasta Alcubierre. El 1er. Regimiento se encontraba en Alcubierre y aledaños del pueblo y estaba compuesta por 3 batallones. El 2º Regimiento se encontraba en la localidad de Tardienta y alrededores estando compuesta de 3 batallones y el 3er. Regimiento en Robres, compuesto por 3 batallones.

A principios de 1937, los batallones de infantería de la División Carlos Marx tenían una fuerza de entre 470 y 640 hombres cada una. La misma División Carlos Marx disponía, además, de un Grupo de Reconocimiento Divisionario de 155 hombres a Barbués, una Compañía de Transmisiones de 139 hombres a Almuniente; un Batallón de Ingenieros de 823 hombres a la sierra de Torralba de Aragón; un Centre de Instrucción a Almuniente; un Grupo de Intendencia de 75 hombres a Poleñino, el famosos Batallón Rojo de Choque, que se estaba formando a Grañén y a Torralba de Aragón, etc.A la vez la columna también contaba con tres baterías de artillería. Hernàndez, F. Xavier. Història Militar de Catalunya. Vol. IV: Temps de revolta. Barcelona: Rafael Dalmau, Editor, 2004, 

La artillería de la 27 División estableció en Torralba de Aragón la Brigada Mixta 124, 4a Batería 105 de montaña al mando del teniente Fernández Cadenas. Mientras en Alcubierre la Brigada Mixta 122, 11a Batería 75 al mando de Boris y en Robres la Brigada Mixta 123, 10a Batería 75 a las órdenes de Stefanelli. Organización de la artillería de la División 27 el 15 de junio del 1937 (Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Guarner, 1980: 387. “La Bruixa”: els voluntaris del PSUC a la Guerra Civil espanyola Francesc Closa Salinas.).

El general Walter en el desfile de la XI Brigada Internacional en Torralba de Aragón. 7 de noviembre de 1937.

José Novales Oliva acabó en Francia, igual que Juan Abadía Bareche, Francisco Orús Orús, Gerónimo Abadía Bareche y Juan José Novales Orús. Manuel Catevilla Abadía, una vez “liberada Barcelona fue detenido y trasladado al a prisión de Zaragoza donde fue juzgado por los tribunales militares y sentenciado a la última pena efectuándose”. Antonio Novales Oliva (No pertenecía al comité), cárcel de Huesca, fue sentenciado a pena de muerte conmutada a cadena perpetua. Juan Antonio Novales Orús “Murió en el frente rojo haciendo frente a los nacionales”. Jesús Bolea Aso fue detenido tras la toma de poder de los nacionales, trasladado a la cárcel de Huesca fue sentenciado a muerte. Joaquín Paño Anzano fue capturado y una vez tomada Barcelona y trasladado a la cárcel de Huesca, en el momento de la declaración de José Torrecilla Pociello, Joaquín aún no había sido juzgado.

Francisco Orús Orús, natural de Torralba de Aragón, nació el 5 de octubre de 1910. Fue obrero y perteneció a la UGT, se exilió a Francia. Además de ejercer el cargo de vicepresidente, en el segundo comité, ocupó la centralita de teléfonos de Robres.

Roque Abadías Martínez, vecino de Torralba, “Hizo guardias con armas por el pueblo y extramuros. Fue con unos veinte individuos más mulos a llevar víveres y municiones a las posiciones de los rojos en Almudévar, el Cuervo y Castillo de San Juan”. 

En Torralba de Aragón se instaló un pequeño hospital, también conocido como hospitalillo, habilitado en casa Garín.

La ambulancia 15 con sus ocupantes reposando en la casa habilitada como hospitalillo en Torralba de Aragón. Joaquín Leal Moreno. Diciembre de 1936 ES/AHPHU – F/00207/0003_0014.

El zaragozano Joaquín Leal Moreno, participó durante la guerra como conductor de ambulancias. Joaquín creo en el mismo hospital de Torralba una escuela para niños y adultos además de fotografiar por la zona varias escenas de la contienda, especialmente relacionadas con su actividad y la ambulancia núm. 15.

 Grupo de dos adultos y nueve niños en la Escuela fundada por Joaquín Leal Moreno. Hospital de Torralba de Aragón. Joaquín Leal Moreno. 1937. ES/AHPHU – F/00207/0001_0002.

Noticias del frente de Torralba de Aragón

Paradero de un miliciano. El camarada León nos ruega comuniquemos a su familia que se halla en el regimiento de la U. R. S.S. n.° 3, tercer batallón, cuarta compañía de guerrilleros de Zuera, en la sierra de Torralba, sector de Tardienta.

La Vanguardia, 23 de febrero de 1937.

Otros aviones facciosos han hecho una incursión sobre Torralba. Nuestras baterías antiaéreas les han hostilizado haciéndoles huir, sin que pudieran realizar labor alguna.

La Vanguardia, 3 de octubre de 1937.

La aviación enemiga ha volado sobre Monte Oscuro, Alvero Bajo y Torralba, pero los aviones enemigos se han visto obligados a volar a gran altura por temor a los disparos de las baterías antiaéreas, y como además la niebla ha dificultado la visibilidad, rio han podido lograr sus objetivos.

La Vanguardia, 18 de noviembre de 1937.

La artillería rebelde ha disparado sobre las posiciones leales de Torralba y otras del sector. La nuestra ha replicado buscando el blanco en los emplazamientos rebeldes. Al parecer, los disparos de nuestras baterías han sido eficaces, toda vez que los cañones enemigos han sido acallados. Por los soldados leales ha sido advertido que los facciosos realizaban trabajos de fortificación en sus posiciones del Vedado, trabajos que han sido paralizados por el fuego de nuestros fusiles. Por parte de un grupo de tiradores republicanos se ha hostilizado la posición enemiga de la Ermita de San Jorge, en el momento en que en esta posición se iba a verificar el relevo, motivando la dispersión de las fuerzas que pretendían realizar este servicio.

La Vanguardia, 23 de noviembre de 1937.

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Torralba de Aragón, las víctimas Torralba de AragónFrente Nicolás Allué Paño Asesinados Agustín Abadía Capapey Benito Torrecilla Pociello Lázaro Torrecilla Cáncer.

Usón y Tramaced. Rama separada 341.

  • Joaquín Barón Bardé (4 de octubre de 1936). Empleado de 42 años de edad. En el cementerio de Tramaced. Presentaba tiro de fúsil. Natural de Alcolea de Cinca, residente y vecino de Huesca. Fue asesinado en el cementerio de Tramaced por la checa roja del “Abuelo” cuyo jefe lo llamaban León, ignorando sus apellidos y un tal Claraco, preso actualmente en Huesca, no conociendo los demás individuos de dicha checa.

Una checa o cheka era una instalación que durante la guerra civil española fue utilizada en la zona republicana al margen de las leyes para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y asesinar a sospechosos de simpatizar con el bando franquista.

  • En Usón se saqueó, robó y quemó los altares, imágenes, objetos sagrados, desprendimiento de las campanas de la torre de la iglesia parroquial
  • Destruidos el archivo municipal, parroquial, juzgado municipal y registro civil
  • En Tramaced también fue destruido, robado y cuanto quemado cuanto había dentro de la iglesia
  • Destrucción el registro parroquial.

Los autores de los hechos fueron las milicias del partido Obrero Unificado Marxista, destinadas en el próximo pueblo de Sesa y obligaron a la fuerza a un individuo de cada familia residente en Usón a sacar o desalojar la iglesia, muy parapetados en armas, los cuales no se han podido identificar hasta la fecha.

Villanueva de Sigena. Rama separada 342.

Según la Causa General aparece la siguiente relación de víctimas:

  • Antonio Montull Carilla (30 de julio de 1936), sacerdote de 54 años, su cuerpo apareció en el río, en las proximidades del pueblo con varias heridas de pistola fúsil y escopeta, fue quemado.

Sacerdote del monasterio de Sigena. Se cita que su muerte fue el día 3 de agosto de 1936. “Lo detuvieron por la mañana, a eso de las nueve, estando hospedado en la casa del vecino Francisco Salillas Ibarz. Seguidamente fue asesinado a unos dos kilómetros de distancia del pueblo”.

De acuerdo a un informe de la Guardia Civil del Puesto de Sena “la guerra “Le sorprendió en el Real Monasterio de Sigena, donde ejercía de capellán; en los primeros días, se presentó un automóvil conducido por unos desconocidos, al parecer catalanes, que les acompañaban dos mujeres, los cuales después de hablar con los dirigentes marxistas del pueblo de Villanueva de Sigena, marcharon al susodicho monasterio de Sigena procediendo a la detención del citado sacerdote, al que después de mil mofas e insultos lo llevaron al puente de hierro de la carretera de Bujaraloz a la estación del Tormillo donde le dispararon varios tiros con las pistolas que estos y sus acompañantes llevaban, hasta que le dejaron por muerto, a unos dos kilómetros del pueblo de Villanueva, regresando a este, donde como una graciosidad contaron el hecho. Seguidamente salió para el citado punto el vecino Manuel Cerezuela Mallen, con una escopeta y una lata con gasolina y como al llegar encontrara al precipitado sacerdote aún con vida y dispuestos a lavarse sus heridas en el río le disparó varios tiros con la escopeta que llevaba los que le acabaron de producir la muerte, rociándole a continuación con gasolina y prendiéndole fuego”. Según manifestó Manuel Cerezuela, le acompañaba Antonio Fuentes Torres.

  • José Elduque Galindo (2 de agosto de 1936). Comerciante, de 27 años de edad, jefe local FE y concejal. “En término de Castelflorite, heridas de fusil y pistola”. “Fueron a buscarle por la mañana al pueblo de La Masadera y al encontrarle lo detuvieron, asesinándolo a poca distancia del lugar de la detención”.

El informe de la Guardia Civil de Sena dice lo siguiente “Este señor estaba afiliado a Falange, habiendo sido detenido por repartir propaganda durante la Republica, ocho días antes del GAN, fue puesto en libertad y vino al pueblo a reunirse con sus familiares y en donde le sorprendió el alzamiento. Como era tan perseguido al iniciarse el mismo marchó a ocultarse por el monte en unión de su convecino Eliseo Salillas Ibarz, al intensificar su persecución y serles imposible el permanecer por más tiempo sin ser descubiertos, el referido Salillas regresó a su casa ocultándose en unión de su padre en una falsa tabicada y el informado marchó a casa de unos parientes al pueblo de Lamasadera en donde estuvo varios días hasta que los dirigentes marxistas de Villanueva de Sigena se enteraron de su paradero y marcharon a detenerle sobre el día 20 de agosto de 1936 sus convecinos Florentín Chesa Carrera, fallecido, José Ariste Opi, en Francia, José Lecina Lecina, idem, Antonio Ariste Opi, en Francia, Baltasar Aragues Salillas y Antonio Lerín Villas en unión de los vecinos de Castelflorite Sabino Peralta Baches, en Francia, y Antonio Mur Ester, desaparecido. Los cuales le asesinaron en el trayecto de Lamasadera al pueblo de Castelflorite. Una vez ejecutado el hecho el antedicho Antonio Lerin Villas le quitó la cartera de lo que luego se vanagloriaba, hallándose en la actualidad en la prisión de Huesca condenado a la última pena.”

  • Ramón Galindo Marcial (4 de agosto de 1936), labrador de 34 años, simpatizante FE y concejal. En cementerio de Peñalba, varios de bala fúsil. “Su detención se efectuó por la tarde. Fue llamado al comité donde le esperaban los sicarios rojos que a eso de las seis lo hicieron montar en un coche llevándolo a las inmediaciones del cementerio del pueblo de Peñalba donde lo asesinaron al atardecer”. El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena indica que fue asesinado en las tapias del cementerio de Ontiñena.

Otro informe cita “Se hallaba en su domicilio que no podía salir de casa por ser constantemente y amenazado por los elementos marxistas. A las 18 horas del día 5 de agosto de 1936, se presentaron los vecinos de dicho pueblo José Lecina Lecina, Antonio Lerín Villas y Pedro Grota Martín, los cuales le ordenaron que les acompañara y llegados al camión le obligaron con insultos y empellones los dos últimos nombrados a montar en el mismo, siendo estos los verdaderos responsables del asesinato por resentimientos que entre ellos tenían, conduciéndole en el camión en unión de sus convecinos José Rodellar, Virginio Ledesma y Celestino Grota a las tapias del cementerio de Ontiñena donde fueron asesinados”.  El mismo caso se describe para José Rodellar Lorda y Virginio Ledesma Modrego.

  • José Rodellar Lorda (5 de agosto de 1936). Labrador de 54 años de edad, alcalde de la localidad. Lo asesinaron el 5 de agosto de 1936, su cadáver apareció en el cementerio de Peñalva y presentaba heridas de cuchillo y de bala de fúsil. Al iniciarse la guerra “Se hallaba en su domicilio, donde permaneció hasta las 18 horas del día 5 de agosto de 1936 en que le fueron a buscar unos desconocidos con un camión que le condujo en unión de sus convecinos Virginio Ledesma, Celestino Grota y Ramón Galindo, llevándolos al cementerio de Ontiñena donde fueron asesinados” (Informe Guardia Civil del puesto de Sena).
  • Virginio Ledesma Modrego (5 de agosto de 1936). Sastre de 33 años. El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena indica que fue asesinado en las tapias del cementerio de Ontiñena.  
  • (5 de agosto de 1936), 60 años y labrador. El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena indica que fue asesinado en las tapias del cementerio de Ontiñena. “Al iniciarse el GAN se hallaba en su domicilio donde le practicaron un registro los llamados Miguel Cazcarra López y José Ariste Opi, que se hallan en Francia; Antonio Lerin Villas, en la prisión de Huesca; y Luis Ballarín Peruga, en la prisión de Valencia, llevándose una escopeta, una pistola y varios objetos religiosos, haciéndole mofas y escarnios. El día 5 de agosto sobre las 18 horas se presentó un camión con varios desconocidos, capitaneados por Tomás Cases Villa, natural y vecino de Sena, que formó parte de la comarcal de Angües, que tantos crímenes cometieron, llevándose al informado en unión de sus convecinos José Rodellar Lorda, Virgilio Ledesma Modrego y Ramón Galindo Marcial, a las tapias del cementerio de Ontiñena donde fueron asesinados.” En un informe de la Causa General, Celestino figura como juez municipal.

Según informes de la Causa General, Virginio y Celestino fueron asesinados en Peñalba de la misma manera que José Rodellar Lorda. Vicente, en cambio, en el cementerio del pueblo de La Almolda (Zaragoza), varias de bala de fúsil. A los señores Rodellar, Grota y Ledesma también los detuvieron por la tarde, el día cinco, siendo conducidos al comité y obligados seguidamente a montar en un camión que los condujo a Peñalba donde se les asesinó. A Celestino Grota Foradada se le practicó “Un registro llevándose una escopeta, una pistola y varios objetos religiosos, haciéndole mofas y escarnios”. Se lo llevaron el día cinco, a las 18:00 horas para ser fusilado con los otros vecinos en las tapias del cementerio de Ontiñena. 

  • Vicente Monserrat Millán (3 de agosto de 1936), sacerdote de 35 años, quedan recogidos como simpatizantes de la FE, ninguno derechista, juez municipal. Afiliado a AP ninguno. “Al sacerdote Montserrat le detuvieron en su residencia del Cuarto bajo del Sillar, monte enclavado en esta jurisdicción municipal, a unos diez kilómetros de la localidad, y seguidamente fue trasladado al pueblo de La Almolda donde lo asesinaron inmediatamente de llegar”.

Vicente era administrador de la finca del cuarto bajo del Sisallar, donde se presentaron, el día 21 de julio de 1936, los vecinos de Sena José Lerín Villas, que se halla detenido en la cárcel provincial; José Cerezuela Mallén, fallecido; José Cazcarra López, en el pueblo en libertad condicional; Julián Ariste, en el pueblo y Matías Latre, vecino de Ontiñena, que se ignora, los cuales por orden del alcalde en aquella fecha, José Lecina Lecina, para que bajaran al pueblo, lo que no efectuó hasta el día 24 que se presentaron nuevamente los llamados Ramón Luesma González, que se halla en el pueblo en libertad condicional y Manuel Cerezuela Mallén, los cuales iban armados a recoger las armas que el referido sacerdote tenía en la casa de campo donde residía. Al venir al pueblo le salió al encuentro la guardia roja, compuesta por Miguel Cazcarra López, que se halla en Francia y Ramón Cazcarra López, en el pueblo, en prisión atenuada, haciéndole presentarse en el ayuntamiento donde se hallaban los vecinos Juan José Aragüés Chesa y Leoncio Luesma González, que se hallan el libertad condicional en el pueblo, los cuales le hicieron saber que entregarían las armas y municiones de que disponían, marchando seguidamente a casa de la vecina Wenceslada Chesa, donde se alojaba cuando bajaba al pueblo y estuvo hasta los primeros de agosto del mismo año que marchó a ocultarse al bosque de la referida finca por el mal cariz que tomaba la situación. Habiéndose enterado de la huida, el día 3 de agosto de 1936, Antonio Lerín Villas obligó al chofer José Calvo Chesa, para que con un automóvil del vecino de Sena José Calvo que le fue requisado, se preparara para ir a buscar al sacerdote referido que sabían se encontraba en el monte, marchando a las 11 de la mañana, ocupado por los sujetos José Lecina, Antonio Lerín Villas, Luis Ballarín Peruga, detenido en la cárcel de Valencia, José Cerezuela Mallén, fallecido, y José Ariste Opi, en Francia; llegados a la casa del Sisallar la rodearon entrando a registrarla y como en el primer registro no fue hallado, volvieron a repetir su búsqueda, saliendo seguidamente el Antonio Lerín Villas con el sacerdote, manifestándole a los demás que el granuja se hallaba oculto entre la paja de la pajera, montándole seguidamente en el automóvil conduciéndole al pueblo de La Almolda, entregándole al jefe de las fuerzas rojas de la columna Durruti diciéndoles que le entregaban un cura muy fascista contestándole que marcharan sin cuidado que quedaba de su cuenta, siendo fusilado a la media hora, después de los insultos y atropellos consiguientes. (Informe Guardia Civil puesto de Sena). 

  • Francisco y Eliseo Salillas Ibarz (5 de agosto de 1936) “Hallándose los descritos en las faenas de trilla vieron llegar un coche con gente armada adentrándose a su domicilio donde seguidamente los ocupantes del coche en unión de vecinos del pueblo que se citan de presentarse amenazando tirar la puerta sino se daban presos, obligando primero a huir y luego a permanecer ocultos en un cielo raso por espacio de 20 meses a los citados Salillas, a los que requisaron de domicilio y propiedades casi por completo, incluso ganado y caballerías.”
  • José Peralta Torres (10 de agosto de 1938), 45 años sacerdote. “En el pueblo Vilas del Turbón, varios balazos de fúsil.

El informe de la Guardia Civil del puesto de Sena manifestó lo siguiente: “El citado sacerdote, párroco de Villanueva de Sigena, le sorprendió el GAN en un pueblo de Cataluña donde según noticias se hizo una operación quirúrgica en la garganta de la que no quedó bien la 1ª vez y al repetir la 2ª operación murió a causa de la dolencia y sufrimientos por la persecución de que era objeto.”

  • José Salillas Ibarz (24 de agosto de 1936), 51 años y recaudador “En las proximidades del pueblo, heridas diversas de balas fusil y escopeta”. “Después de hacerle pasar unos días terribles de congoja y humillación, lo trasladaron por la mañana en un camión a una presa que se estaba construyendo sobre el río Alcanadre y después de obligarle a trabajar durante todo el día, de regreso por la tarde lo detuvieron en el vecino pueblo de Sena y los rojos de allí le obligaron a montar en un coche que lo trasladó al punto donde fue asesinado seguidamente”.

Según el informe de la Guardia Civil del puesto de Sena “Después de obligarle a presentarse diariamente al comité y hacer trabajos impropios a su estado, con mil mofas y escarnios de los dirigentes y sus secuaces, el día 24 de agosto de 1936, el sujeto Fermín Marco Capablo, le obligó a montar en un camión en compañía de su hijo José salillas Cortés llevándoles a trabajar a la presa del riegos, al regreso por la tarde llevaron al informado a Sena, mandando al hijo a su casa, continuando con el padre en un coche ocupado por Miguel Pérez Bera, José Garreta, fallecido, y dos más que se ignoran todos vecinos de Sena, llevándole a asesinar entre el término de Villanueva y Ontiñena, siendo los principales responsables el citado Fermín Marco Capablo, con el que tenía resentimientos antiguos, el cual se halla en Francia, José Lecina Lecina, iden, Antonio y José Ariste Opi, iden, Florentín Chesa Carrera, Baltasar Aragüés Salillas, en Francia, Manuel Carrera López, iden, y Antonio Lerin Villa, en la prisión provincial de Huesca.

  • Pablo Calvo Chesa (31 de diciembre de 936). Labrador 25 años, simpatizante FE. Fue asesinado en Lérida, no ha sido hallado. “Lo asesinaron durante la noche del 31 de diciembre de 1936 al 1 de enero de 1937, en Lérida, habiendo sido juzgado por un tribunal popular”.  

Asesinato recogido por la Guardia Civil del puesto de Sena. “Al iniciarse el GAN se hallaba el informado en el domicilio de su madre, viuda, siendo detenido por sospechar estaba afiliado a Falange, quién días después de muchos días fue conducido a la cárcel de Lérida donde después de la presión ejercida por los elementos marxistas del pueblo y en especial por Amado Pomarol Murillo, que se halla en Francia y Joaquín Costa Pueyo, en la prisión provincial, con los cuales tenía resentimientos personales, fue cambiado de celda y asesinado por la chusma marxista de Lérida y sus contornos”. 

  • Los labradores José Alaiz Calvo, Joaquín Cambra Alegre, Nicéforo Fumanal Revilla y Joaquín Cabrerizo Navarro (1937). Por arma de fuego. Responsables Antonio y José Ariste Opi, Manuel Lacoma Rodellar, José Lecina Lecina, Antonio Lerín y Silvestre Cerezuela Montull.
  • 30 de julio de 1936. Incendio, profanación, saqueo total, robo y destrucción completa, llegando incluso al desenterramiento de monjas del Real Monasterio de Sigena.
  • 5 de agosto de 1936. Incautación, robo, saqueo de sus bienes muebles e inmuebles de José Rodellar Lorda.
  • 4 de agosto de 1936. Incautación, robo, saqueo de todos sus bienes en general de Ramón Galindo Marcial.
  • 3 de agosto de 1936. Incautación, robo, saqueo de todos sus bienes en general de Juan Bertran Coma
  • 28 de julio de 1936. Incautación, robo, saqueo de todos sus bienes en general de José Salillas Ibarz.
  • 28 de julio de 1936. Incautación, robo y saqueo de comercio y parte de bienes de José Elduque Galindo.
  • 30 de julio de 1936. Destrucción, robo y saqueo de la iglesia parroquial.
  • 5 de agosto de 1936. Incautación, robo y saqueo de parte de sus bienes de José Blecua Marcial, Pedro Ibarz Lax y viuda de Pablo Calvo.
  • 20 de julio de 1936. Incendio y destrucción de ermita de San Blas.
  • 24 de julio de 1936. José Salillas Cortes. Detención y amenazas de muerte, librándose milagrosamente, sin duda, por su corta edad, tenía 16 años y ya le conducían en el coche en camión de su sr. Padre, haciéndole bajar al llegar y siguieron el coche hasta una distancia de 3 km…
  • 25 de julio de 1936. Amenazas de muerte por fascistas con obligación de presentación diaria ante el comité. Perjudicados Manuel Julián Rions. José Bruned Porta, Manuel Peruga Lacasa y Francisco Opi Burgos.  
  • Antonio Lerín Villas, labrador, perteneciente a la CNT, declaró que al pueblo “Llegaron varios camiones con milicianos procedentes de Cataluña sobre el día 20 o 21 del mes de julio de 1936, habiéndose formado el comité local un día antes, formado por Antonio Ariste, que actuó como presidente, Pedro Gota Martin, Manuel Lacasa. Que el día 22 en unión de Julio Arribes, que desempeñaba el cargo de secretario del ayuntamiento, fueron al monasterio para decirles a las monjas que habían llegado varios camiones de milicianos, los cuales intentaban quemare el monasterio, aconsejándoles que debían ir al pueblo donde sería más fácil el poderles proteger y donde permanecieron el tiempo que creyeron oportuno, pero que el monasterio a los dos o tres días se vio arder ignorando quien intervino en estos hechos. Que en los primeros días de agosto de 1936 fue profanada la iglesia parroquial y ermita de San Blas, siendo quemadas las imágenes y ornamentos sagrados, ignorando el declarante quien intervino en estos hechos y que se hicieron de los objetos de valor que en las mismas había ya que el diciente se encontraba prestando servicio de guardia en la carretera que va desde Sariñena a Fraga y lugar denominado casa German y cuyo servicio le fue ordenado por el comité y lo que se hacía por riguroso turno. Que los saqueos que se realizaron en el pueblo, cree el declarante que fueron ordenados por los componentes del comité. Que a los pocos días de iniciado el alzamiento se presentó en el pueblo Florentín Chesa, natural de Villanueva de Sigena y del que hacía bastante tiempo que faltaba, el cual llegó con varios milicianos y en este día fueron detenidos varios vecinos, oyendo decir el declarante que se los había llevado el Florentín, ignorando los hechos”. Antonio, en mayo de 1937 ingresó en Valencia en el Cuerpo de Seguridad y Asalto, siendo trasladado a Madrid y detenido al finalizar la guerra el Elda (Alicante), donde se encontraba de permiso.
  • José Lerin Villas. Labrador, natural de Villanueva de Sigena, preso en la prisión provincial de Huesca testificó: “El alzamiento le sorprendió en el pueblo de su naturaleza trabajando en las faenas del campo a unos diez y ocho km. del pueblo al que regresaron por haberle manifestado su patrono que tenía orden de que fueran al pueblo, llegando el día veinte o veintiuno de julio de 1936, observando que en las entradas del pueblo hacían guardias algunos vecinos, no observando otra anormalidad y que a los pocos días fue profanada la iglesia y quemadas sus imágenes y objetos de culto en las proximidades del cementerio y unos días más tarde fue incendiado el monasterio, ignorando el declarante quienes tomaron parte en estos hechos; que se formó en esos días un comité integrado por Pedro Brota, ignorando el cargo que desempeñaba, en ignorado paradero y otros vecinos, pero que no sabe quienes eran estos, siendo sus componentes los que daban toda clase de órdenes en el pueblo, realizando algunas incautaciones de fincas pertenecientes a las personas que se encontraban ausentes. Que en el mes de agosto fueron detenidos tres o cuatro vecinos, rumoreándose que los habían llevado a Peñalba y que los habían asesinado. Que también fue asesinado el párroco del pueblo, cuyo nombre ignora, en el lugar denominado El puente nuevo sito a dos kilómetros del pueblo, ignorando si fue enterrado y quienes cometieron este crimen.” José, en agosto de 1937, fue llamado a filas siendo destinado a la 28º División, 127 Brigada Mixta, 3er Batallón, 2ª Compañía, destacado en el frente de Zaragoza permaneciendo por distintos frentes hasta la terminación de la campaña, en Madrid, siendo internado en el campo de concentración de Alicante.
  • Luis Ballarin Peruga. Labrador, afiliado a UGT, prisión provincial de Huesca. Luis declaró “Los primeros días vecinos del pueblo hicieron guardias en las entradas del pueblo, que fue profanada la iglesia y quemadas sus imágenes y objetos de culto en las proximidades del cementerio y que las monjas que había en el monasterio fueron alojadas en las casas que ellas designaron y cuyo monasterio fue más tarde incendiado. Que se formó un comité integrado por Antonio Ariste, que ejerció el cargo de presidente en ignorado paradero, Pedro Brota, miembro (Ejecutado) ambos vecinos del pueblo y otros cuyos nombres no sabe.” Los días de las detenciones, Luis se encontraba en Sariñena pues habían sido llamados a filas los de su quinta, de allí fue a Barbastro para incorporarse, el día cinco o seis de agosto de 1936. Fue destinado al regimiento que guarnecía en Barbastro, permaneciendo acuartelado unos quince días, saliendo al poco al frente de Huesca, en enero de 1937 pasó al Cuerpo de Artillería, destinado en Montjuic, en agostopasó al Arma de infantería, siendo destinado a la 22º División, 88º Brigada Mixta, 340 Batallón, 4ª Compañía en el frente de Granada, donde se pasó a la zona nacional en junio de 1938. Ingresó en la prisión de Granada. 
  • Joaquín Pueyo Costa. Labrador, afiliado a la CNT “El alzamiento le sorprendió en el pueblo y a los pocos días fue profanada la iglesia parroquial y ermita de San Blas, siendo quemadas sus imágenes y objetos de culto en las proximidades del cementerio y que el monasterio fue incendiado, ignorando quienes intervinieron en estos hechos. Que las monjas que había se encontraban alojadas en las casas del pueblo que ellas designaron y más tarde funcionó un comité integrado por Antonio Ariste, que ejercía el cargo de presidente, en igniorado paradero, Baltasar Aragüés, miembro en ignorado paradero, Manuel Lacasa, miembro en ignorado paradero, no recordando si había algún individuo más, siendo estos los que daban toda clase de órdenes en el pueblo, realizando incautaciones de fincas pertenecientes a personas que se encontraban ausentes”. Joaquín, en marzo de 1938 abandonó el pueblo al ser evacuado, marchando a Tarrasa, hasta que entraron las fuerzas nacionales, cuando regresó, siendo detenido en la prisión de Huesca.
  • Diligencia de la Causa General de Peñalba sobre Ramón Galindo y Lorcha, vecinos de Villanueva de Sigena y asesinados en Peñalba.
  • Nota Causa General de La Almolda sobre Vicente Montserrat Millán, asesinado el 1 de agosto de 1936 junto al cementerio de La Almolda.
  • Diligencia de la Causa General de Castelflorite sobre José Elduque Galindo asesinado en Castelflorite.
  • Diligencia de la Causa General de Sena sobre Manuel González, vecino de Sena, asesinado en Villanueva de Sigena. Nota: En el mismo pueblo de Villanueva fueron asesinados José Calvo, Pedro Laguna, Rafael Gase y del Tejo, Gabino Gosco, Vicente Isanta, Manuel Garnica Serrano y Vicente Izuel.
  • Baltasar Aragüés Salillas, huido al extranjero, “Incendio y profanación, saqueo total, robo y destrucción completa, llegando incluso al desenterramiento de monjas, del Real Monasterio de Sigena, destrucción y robo de la iglesia parroquial, incendio y destrucción de la ermita de San Blas, incautación, robo y saqueo de varios comercios de la localidad, saqueo de todos los bienes de personas consideradas de derechas.
  • Antonio Millera López “Pertenecía a la CNT y FAI, presidente de la Junta Clasificadora de las personas de derechas y orden que tenían que encerrar y fusilar de esta localidad, formuló las listas de los vecinos de derechas a los que expropiaron todos los bienes, tomó parte activa en la profanación, destrucción y saqueo del Real Monasterio de Sigena. Después de la liberación se le supone huido a Francia.

El comité estuvo formado por José Lecina Lecina, alcalde del Frente Popular, Antonio Ariste Opi, Manuel Lacasa Rodellar (el Moreno), Manuel Cerezuela Mallen, Baltasar Aragues Salillas, Antonio Grota Martín y Pedro Grota Martín.

De acuerdo con las relaciones nominales del santuario de la gran promesa de Valladolid, en Villanueva de Sigena, las víctimas Asesinados José Elduque Galindo Pablo Calvo Chesa José Rodellar Lorda Faustino Abad Lax José Salillas Ibarz Celestino Grota Foradada Virginio Ledesma Modrego Vicente Montserrat Antonio Montull José Torres

inde.zaragozame.com/2017/06/1 4/sobre-sijena-la-guerra-y-la-causa-general/

Sergio Baches Opi, abogado e investigador de Villanueva de Sigena, en una entrevista, afirmaba que el inicio del incendio fue a finales del mes de julio, en torno al día 24 o al 25, y la profanación de las tumbas, probablemente en septiembre. Establece que los autores respondían a miembros del denominado Regimiento Engels, “Que se encontraba alojado en la vecina localidad de Sena y que estaba compuesto por afiliados o simpatizantes del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) procedentes de las provincias de Barcelona, Gerona y Lérida”.

«Las fuentes más fiables indican que la profanación se produjo a finales de septiembre de 1936». «Los cadáveres fueron esparcidos por la iglesia y el patio del monasterio. También fue profanado el panteón de las monjas sanjuanistas. El espectáculo debió de ser dantesco”. 

«Desgraciadamente, todos los restos desaparecieron, si bien algunos testimonios, que recojo en el libro, afirman haber visto la momia de doña Sancha en Sena, donde habría sido llevada por los profanadores, y uno los testigos, Joaquina Ardanuy, asegura que fue enterrada en el cementerio de esta localidad». Para el investigador, «convendría verificar si los restos de la reina están en este cementerio». Y es que, en su opinión, su hallazgo y restitución «sería un gesto simbólico con una gran fuerza ética».

Valfarta. Rama separada 231. Partido judicial de Fraga.

  • 25 de julio de 1936. La patrulla de milicianos que componía el pueblo incendiaron la iglesia, destruyendo imágenes, hornaciones y cuantos objetos encontraron a su paso, quedando casi destruida, volviendo a los pocos días otros de los puestos de Sena y terminaron de profanar lo que dejaron los anteriores volviendo a incendiarla hasta quedar destruido todo excepto las paredes. La casa parroquial fue saqueada, arrojando muebles y ropas por el balcón y ventanas, destruyendo el archivo parroquial y cuanto encontraron en ella. El afectado fue Rafael Pano Sanclemente, párroco asesinado por los rojos en Barbastro. Entre la población civil la casa que más sufrió fue la de Penén, a quienes requisaron muebles, ropas, colchones, ganado y otros objetos, habiendoles abandonado y trasladarse a otra más pequeña e… para las personas que constituían la familia.Arturo Quillar Musin y toda la familia residentes en Zaragoza.
  • Octavio Salinas Soler (12 septiembre de 1936). Sacerdote de 59 años fue asesinado en el cementerio.

Manuel Labrador Salaver declaro que al sacerdote Octavio Salinas Soler, párroco con domicilio en Peñalba, “Lo fueron a buscar unos milicianos capitaneados por un “Arguelles”, según llamaban, en las afueras de Valfarta siendo conducido al comité local, donde los referidos milicianos le registraron las ropas conduciéndolo al cementerio de esta localidad y dándole muerte acto seguido. Al ser enterrado presentaba varias heridas de arma de fuego en la espalda. Su cadáver apareció en el lateral derecho del mencionado cementerio. Los responsables fueron unos milicianos acompañantes de Argüelles, que se ignoran sus nombres y datos.”

  • 6 de septiembre de 1937 en el monte apareció muerto que “no pudo ser identificado por no encontrarse documentación alguna y estar en completo estado de descomposición”. “Consecuente con su comunicación a fecha a 29 de los corrientes, tengo el honor de manifestarle que el cadáver enterrado en el cementerio de este pueblo en 6 de septiembre de 1937 y que no pudo ser identificado por estar en completo estado de descomposición, representaba unos 35 a 37 años, de pelo rubio ondulado, de constitución fuerte, estatura aproximada 1,70 m, vestía camisa y pantalón kaki, sin nada en su cabeza y cubierto su pie con alpargata negra y el otro desnudo, sin ninguna. Es indudable que murió asesinado, pues presentaba dos heridas de arma de fuego en el costado izquierdo y el autor o autores lo dejaron a medio enterrar en el monte a unos 100 metros de la carretera y a 1.200 del pueblo” (Informe del alcalde de Valfarta).

-Fin-

Nuestro trabajo y nuestros desvelos se verán recompensados con creces el bendito día en que podamos hacer la ofrenda al pueblo de Aragón, juntamente con su libertad, de los grandes tesoros artísticos, hechas las obras precisas de restauración y conservación, como una prueba bien patente de solidaridad y hermandad.

Apeles Fenosa,Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”.

Las vidas y el sufrimiento es irreparable.

La Cartuja de las Fuentes, crónica de un humilde pasajero


Aventurarse por estas tierras, en pleno verano, resulta de lo más inapropiado, por no decir del todo desaconsejable. Y me dirijo a vosotros, ávidos lectores, que ya sabéis de la dureza del estío aragonés, del calor sofocante del que uno no puede escapar, de esa sed insaciable que acaba mermando el mayor de los espíritus aventureros; por muy Campeador o Quijotesco gustes ser. 

Aquí, en Los Monegros, arden las mismas piedras y el mismo suelo; para nada resulta extraño que puedan morar aquí los diablos. Malditos paramos bajo al azote de un sol implacable, donde encontrar una sombra es ardua tarea, solamente algún escaso árbol salpica el camino, entre los campos abiertos dorados de cebada y trigo. Parecían interminables, con ese horizonte claro y con la sierra callada de Alcubierre al fondo, oscura, inquietante, con su recortada silueta y misteriosa impronta donde historias de bandoleros se suceden mucho más allá de sus confines.

Ya me hubiese gustado no hablar del bochorno, de ese aire abrasador que golpea la débil faz y agrieta la tierra, pues, en estas tierras, hasta el aire arde.  No puede ser de otra manera y el carruaje del correo aprovecha las horas de menor calor para proseguir su empresa hacía Zaragoza, recorriendo el viejo camino real desde que partimos de Monzón.

Sin mucho tardar alcanzamos Sariñena, villa inmortal donde las haya, y su rica vega a orillas del Alcanadre. Cuando el sol culminaba en el cielo, guardamos merecido descanso, no sin antes deleitarnos de una deliciosa y copiosa comida y regar nuestros ansiosos estómagos con vino recio de la zona. Un vino duro que por lo menos engañaba la sed. A la tarde dejamos atrás la inmortal villa, pasando por su salada laguna, con el hedor de un muladar donde se amontonaban los huesos apilados de aquel preciado bestia que con tanto esfuerzo ha sacado adelante a esta pobre gente. Toda una oda a la muerte y a la vida.

Habréis notado una desafección por parte de quién redacta estás atrevidas líneas, pues así fue parte de la idea que me acompañó durante gran parte del trayecto, hasta que descubrí lo que, sin duda alguna, debería de considerarse como un auténtico oasis en el corazón de Los Monegros y, por qué no decir, de todo Aragón.   

Primero avisté su torre elevada en la planicie, destacando en el agreste paisaje, entre secarrales de espartos, albardín, ontinares y sisallares, romerales y tomillares, y secanos llenos de segadores resecos, con callos en las manos y la carga a cuestas de una cosecha que apresuraba llenar los graneros. Entenderéis, queridos lectores, que esta es tierra de sed y hambre, de cosechas perdidas, sequias, plagas de langostas y otros males que a veces hacen comprender a quienes se echan al monte, al mal oficio de bandolero, de malhechores y rufianes delincuentes.

Pero volviendo a lo que en verdad nos atañe, allí estaba una de las más desconocidas cartujas, mimetizada en el agreste paisaje, con su color a tierra, formando parte de ella. No obviare que sentí un recogimiento al acercarme, era como si hubiese estado aguardando mi llegada, esperando, y yo no hubiese tenido o deseado otro fin o destino en mi aventura de la vida que acabar acudiendo a su feliz encuentro.

Los hermanos se afanaban en los trabajos de la vida, llevaban una rica huerta y cuidaban el ganado, los pastos y secanos del predio, de un olivar y vid. Dentro, los padres llevaban su retiro y recogimiento, de silencio, y su espiritualidad emanaba de las paredes del monasterio, lo impregnaba todo. Indudablemente, la virgen protege este templo perdido en mitad de la nada, en un lugar de los olvidados Monegros.

En los aledaños del monasterio, como por arte de magia, brotanan unas aguas milagrosas de una fuente manantial. Aflora de las entrañas de la tierra un agua apreciada y deseada, con propiedades curativas y, con total certeza, bendecida por la venerable Virgen de Nuestra Señora de las Fuentes. Estas dichosas aguas aplacan la sed que tanto aflige esta tierra, la rabiosa sed que se apodera de todo y hace de la vida una lucha constante. No negaréis que no hay mayor milagro en la tierra que el agua que nos da la vida y bien podéis hacer gala de ello las gentes de Los Monegros.

A la entrada del recinto amurallado, si os acercáis a ella, hallaréis una pequeña hospedería donde, como no podía de ser de otra manera, acabamos recogidos. El trato fue cordial, los aposentos sencillos pero acogedores, suficiente para gentes de paso. Reinaba la paz y se guardaba escrupuloso silencio, había que respetar el trabajo de los hermanos y el silencio de los padres, no se podía perturbar la atmosfera divina que gobernaba el barroco cenobio.

Al caer la noche, en su profundo silencio, algo me hizo abandonar mis aposentos. No fue ningún ruido ni nada me molestó, fue algo interior, algo me estaba llamando. Salí al patio del monasterio, todo permanecía en rigurosa calma, solamente el aire se movía ligeramente refrescando la noche. El cielo rebosaba de estrellas mientras paseaba por su patio, no tardé en alcanzar la puerta de la iglesia, estaba entreabierta y sentí que alguien había en su interior.

La curiosidad pudo con mi alma y no puedo aún dejar de evitar mi sorpresa y jubilo cuando pude contemplar la iglesia y, aunque estaba completamente a oscuras, se apreciaba un conjunto de pinturas de extraordinaria belleza, de colorido y calidad. Quedé absorto, recorrí una a una cada pintura, por la iglesia, por su paredes, bóveda, cúpula, tribuna y claustrillo, allí entré a una de las capillas, completamente a oscuras, sentí una presencia. Advertí su larga túnica blanca con capucha, su rostro contemplativo mirando las pinturas, escudriñando cada pincelada, como quien admira su obra. Se atusaba su larga y espesa barba blanca, no dejaba de mirar cada detalle, sin alterarse de mi presencia, pues en verdad ni me advirtió, ni se percató que estaba allí. Solo más pude hacer que retirarme de nuevo a mis aposentos.

A la mañana siguiente, antes de remprender la marcha, pude volver a contemplar la iglesia, la luz se apoderaba maravillosamente del espacio y las pinturas lucían en todo su esplendor. En una de las pinturas vi el rostro de Fray Manuel Bayeu y para mí sorpresa correspondía al mismo monje de la noche anterior. Fray Manuel Bayeu era el autor de tal inconmensurable obra, pintor entre los grandes. -Tristemente nos dejó hace poco más de un año-, fueron las palabras que dijo un hermano que nos acompañaba en nuestra visita mientras yo me quedaba absolutamente perplejo. Involuntariamente, un escalofrío me invadió el cuerpo, un tremendo recogimiento se apoderó de mí, no dije palabra, quedé mudo y a nadie conté que me había sucedido la noche pasada. Quedé tan sumamente impresionado que hasta dudé de mi cordura, si fue el maldito vino de esta tierra o si había sido un sueño en mi profundo dormir.

Me despedí prosiguiendo mi camino, dejando atrás sus muros y su silueta que se iba perdiendo en el horizonte. ¡Ay mis gozos por esta cartuja, de mis entrañas, devoto de su virgen y de su fuente de vida que fluye como la sangre en el cuerpo! ¡Ay de mi, que veo presencias en la casa de dios! ¡Ay mi virgen, a ti me debo!

Sí, tuve la suerte de encontrar entre sus muros al más desconocido de los Bayeu, saga de pintores familiarmente unida al ilustre, entre los más ilustres, extraordinario pintor de corte Francisco de Goya. Parece que es obra del mismo Goya, los coloridos murales no dejan indiferente a quien tiene el privilegio de poder contemplarlos.

Me permitiré en no caer en el efecto de no volver a elogiar las pinturas que envuelven tan majestuoso templo, de anticipar al lector en sus maravillas para que las podáis contemplar en persona y sorprenderos por vosotros mismos. Pues es bien sabida su belleza y espectacularidad en su grandeza mural que no deja impasible hasta al menos formado en estas ilustradas artes.

En vano dije anteriormente que en estas tierras debía de morar el diablo, llevado por una desacertada y superficial impresión, pues he de ser digno de reconocer mi error y rendirme a los pies de esta tierra hermosa que resulta todo un milagro para la vida. Debéis de ser sabedores, que en mi ha dejado profunda impresión y huella, que desde entonces es dado en mí una imperiosa necesidad de transmitir tales misterios que me acontecieron, pues, si en alguna ocasión tenéis el privilegio de contemplar la gloria de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, recordar que entre sus paredes aún mora Fray Manuel Bayeu velando por sus pinturas, protegiéndolas al paso del tiempo para que sean eternas.

Miguel Rui
El Eco de la Luz
5 de agosto de 1810

Artículo de ficción. Os Monegros, 2022.

Los bosques de Los Monegros


Miguel Ortega, naturalista y etnógrafo, nos adentra en un maravilloso artículo en los bosques de Los Monegros. Un viaje fascinante a sus entrañas a través de todo un enamorado de Los Monegros que lleva tiempo descubriendo su increíble naturaleza, única y singular y de una extraordinaria riqueza y biodiversidad. Su trabajo se puede seguir por medio de sus páginas webs arboreo.org y Territorio inquieto además de su canal de YouTube.

Texto y fotografías: Miguel Ortega.

Pinar de pino carrasco en la solana de la sierra, Monegrillo.

El propio título ya parece un contrasentido, muchos opinarán que como va a haber bosques en Monegros si es un desierto; y otros recordando la leyenda de la ardilla capaz de cruzar Iberia sin poner el pie en el suelo, se imaginaran un Monegros primigenio selvático, ni unos tienen razón.

Otro problema es al propia definición de bosque, para los botánicos en un bosque las copas de los árboles proyectan tanta sombra en el suelo, que la flora de debajo de los ellos es diferente de la de las zonas sin árboles, y esta definición como veremos es muy difícil que se de en Los Monegros, por lo que usaremos el término bosque como sinónimo de masa forestal o de arbolado más o menos disperso.

Antes de continuar tenemos que tener en cuenta el espacio físico, Los Monegros es la parte central del Valle del Ebro, valle rodeado de altas montañas (Pirineos, Sistema Ibérico, Costero Catalana) que interceptan los frentes de nubes, vengan de donde vengan, por lo que en la zona central del valle desde el momento de su formación geológica siempre ha llovido menos que en las zonas que lo rodean; de manera que la escasez de agua es una constante ; y como zona interior, su clima contrastado frío en invierno y caluroso en verano, también lo es.

Aún así, y tanto por los registros históricos como a través de estudios de polen conservado en los sedimentos, sabemos que en Los Monegros siempre ha habido árboles y bosques. Pero la densidad de los mismos habrá dependido de variaciones en el clima y perturbaciones como los incendios, así como de la actividad humana. Respecto a esto último si observáis fotos de zonas del Pirineo de hace 100 años veréis que había muy pocos bosques, y eso que son zonas donde abundancia de las precipitaciones favorece a los árboles, y ese estado era por el uso que se hacia de madera y leña, y las roturaciones para crear campos de cultivo y pastos; es fácil deducir si en los Los Monegros hay poblamiento desde antiguo, con las mismas necesidades de superficies de cultivo y pastos, y de leña y madera, pero con menos humedad, la presencia de árboles es más complicada, salvo en los lugares con una estricta reglamentación como los vedados.

Donde no crecen árboles, el color banco es debido a la acumulación de sales a pesar de la presencia de agua cerca de la superficie. Laguna del complejo Bujaraloz-Sástgo

Aunque no hay consenso total sobre el tema, el panorama de Los Monegros sin intervención humana podría ser de arbolado, con una densidad más alta en la zonas de umbría de la sierra, que se iría aclarando y cambiando de especies según aumentaba la sequedad y empeoraba la calidad del suelo y con ello su capacidad de retener humedad. La masa forestal tampoco seria uniforme, los incendios dejarían zonas abiertas que los grandes herbívoros mantendrían un tiempo despejadas hasta la recuperación forestal; más o menos como ocurriría en otras zonas, existiendo bosques con rodales no uniformes y con árboles en varias etapas de crecimiento. Solo faltaría el arbolado en las zonas con exceso de sal en el suelo, en las laderas orientadas al sur cuya pendiente y suelo escaso impediría el establecimiento de una vegetación más allá de la esteparia con sus plantas de origen Norteafricano y de Asia Central, y por supuesto en las zonas donde la erosión dejara en superficie las rocas y el suelo mineral, (la existencia de sales y yesos no facilita la recuperación). El suelo expuesto, sin la protección de la vegetación es fácilmente retirado por el viento y el agua de escorrentía.

Con la roturación para la creación de pastos, y de campos, el aprovechamiento de leñas y maderas, intensificado al aumentar la población, redujo la superficie forestal; y lo que es peor y de más difícil recuperación, la perdida de suelo y la consíguete erosión. Este el momento a partir del cual la vegetación esteparia se extiende y se mantiene por la presión del ganado. Y ahora que ha disminuido la ganadería extensiva, y se abandonan pastos, muchas superficies forestales se van recuperando y aparecen árboles, donde nadie recuerda haberlos visto.

Los suelos erosionados ricos en yeso, la pendiente, el exceso de pastoreo de épocas pasadas, la escasez de precipitaciones, incluso la inversión térmica, dificultan el establecimiento de la vegetación, por eso aparecen matas separadas. Pero en la umbría, el lado izquierdo de la foto, esta es más densa y unos pinos han comenzado a crecer, nos indican la capacidad de regeneración de la naturaleza a poco que mejoren las condiciones y si le damos tiempo.

Ahora que ya sabemos que en Monegros si que debería haber más bosques y el porque no los hay, podemos pasar a ver que árboles los van a formar.

Las plantas y por supuesto los árboles son un fiel reflejo de las condiciones ambientales del lugar donde viven, y sobre todo del clima. Modificando la cantidad de agua de las precipitaciones (altitud, orientación, capacidad del suelo para acumular el agua) y también de las temperaturas (sobre todo por la altitud) veremos como unas especies sustituyen a otras, en un recorrido ideal desde las umbría de la Sierra de Alcubierre a las orillas del Ebro.

Aunque recibieran la misma cantidad de precipitación, la solana y la umbría de la Sierra, la menor insolación de esta última y por lo tanto menores temperaturas y menor evaporación hará que siempre sea un poco más húmeda, lo suficiente como para que en su parte más alta no solo encontramos, carrascas sino también robles quejigos e incluso arces de montpelier, que compensan la alta luminosidad de sus cielos (hay pocos días nublados que la atenúen) durante la época vegetativa, y unos recursos hídricos muchos años al limite, con hojas de menor tamaño pues cuanto menor es la superficie de la hoja menos pérdida de agua por transpiración, y por lo tanto mayor resistencia a la sequía.

Por debajo, en lugares con menor humedad, orientación sur o pendientes que no retiene bien el agua, va a dominar un árbol muy mediterráneo, seguramente el que es capaz de vivir con menos precipitaciones (150 mm) es el pino carrasco. Este es un árbol de “vida corta” eso quiere decir que no suele superar el par de siglos, y en parte es debido a su estrategia frente a los incendios, en lugar de rebrotar desde las raíces como hacen otras plantas leñosas de la zona (carrasca, roble, coscoja, boj, enebro), lo que hace es acumular semillas año a año (de ahí sus características copas repletas de piñas), cuando llegue el incendio el árbol perecerá pero quedaran sus abundantes semillas, que estimuladas tanto por la temperatura como por algunos compuestos químicos liberados con la combustión, germinaran en un suelo sin competencia por el agua, rico en nutrientes por la ceniza; y en tal densidad que compiten entre ellos y tienen que auto aclarase para desarrollarse convenientemente. El problema para este pino no es la existencia del incendio sino su frecuencia, demasiado pronto no tiene suficiente cantidad de semillas, si los incendios se distancias demasiado sus semillas es posible que ya no sean fértiles y no germinen.

En uno de estos pinares bien desarrollados, la vegetación que prospera bajo ellos, no difiere de la que hay en las zonas sin pinos (no seria un autentico bosque como hemos comentado al principio) por eso los botánicos denominan esta formación coscojar aragonés, y no pinar.

Ya hemos comentado que este pino es muy mediterráneo, resiste las sequías y el calor, pero no así el frío, por eso en las zonas más deprimidas de Los Monegros, donde se produce la inversión térmica es sustituido por otro árbol aún más frugal y sufridor.

A la izquierda arriba en la ladera sin labrar pinos carrascos, abajo entre la fajas de los campos sabinas. El nivel de la inversión térmica de invierno explica esta separación, Pallaruelo de Monegros.

La existencia de un sabinar de sabina albar en Los Monegros es una de sus muchas singularidades, es el lugar del mundo donde vive con diferencia a menor altitud, y si esta aquí es por el frío invernal, lo de la sequedad simplemente lo soporta. Este es un árbol típico de las parameras ibéricas, lugares fríos que comparte con la carrasca y el roble quejigo, pero ocupando los suelos de peor calidad como los muy pedregosos; pues es un árbol de pleno sol y no soporta crecer bajo la sombra de otras especies de mayor desarrollo.

La pregunta es ¿entonces como puede vivir en Los Monegros?, pues aprovechando donde no tiene competencia, como las depresiones donde se acumula el frío, con sus nieblas heladas y la escarcha formando el dorondón, aquí ningún otro árbol le hará sombra, y (nunca mejor expresado), demasiado frío para el pino carrasco y demasiado seco para la carrasca y el quejigo.

Umbria de la sierra de Lanaja, entre pinos y sabinas van apareciendo carrascas, quejigos y arces que se ven mejor en otoño con el cambio de hoja.

A través de sus anillos de crecimiento (de menos de 1 mm), podemos comprobar como es capaz de sobrevivir con esta sequedad, pues es un árbol que con buenas condiciones, en fondos de vales o los años lluviosos, puede tener grandes crecimientos (anillos de cerca de10 mm). Con las lluvias de primavera el árbol va creciendo pero llegando el verano deja de crecer, entra en descanso pues no tiene suficiente agua, y así espera hasta final del verano o en otoño, si cae suficiente agua vuelve a crecer, y no dejará de hacerlo hasta la llegada del frío cuando el resto de árboles ya están en descanso, en su tronco queda registrado con un falso anillo en cada momento de crecimiento a lo largo de un mismo año. Así  con esta frugalidad, plasticidad y sabiendo aprovechar el momento nos podemos encontrar con estas grandes sabinas en Los Monegros (que por cierto, no se ha comprobado de una forma científica que ninguna sea milenaria).

Texto y fotografías: Miguel Ortega.

Recomendable:

Arboreo Monegros.
Crónica de: Por las estepas de Monegros.
Paseando por la naturaleza nº3: Por las estepas de Monegros.
Agua escurriente (Paseando por la naturaleza nº 12).
Un poco de agua es demasiado.
Qué ocurre en Monegros durante una ola de calor.

María Pilar Pérez, bibliotecaria de Lanaja


Mª Pilar Pérez Alcubierre es de Lanaja y desde hace bastantes años es la responsable de la biblioteca de su localidad. Pasión y entrega, una imprescindible en nuestro viaje conociendo a las bibliotecarias de Los Monegros.

Recuerdos de la niñez, escuela, juegos, tradiciones, la vida en el pueblo, marchar y quedarse, lo que ha cambiado, la vida de antes, trabajos, el papel de la mujer…

Hasta los 6 años íbamos a la “escuela de las Misioneras del Pilar”, la EGB la cursamos en la “Escuela Carretera”, recuerdo que los primeros días en clase solo íbamos chicas hasta que nos cambiaron a clases mixtas.

Tengo muy buenos recuerdos, los tiempos han cambiado mucho. Cuando salíamos de la escuela nuestra vida transcurría en la calle con los amigos: jugando a “Marro”, al escondite, pañuelo, chocolate inglés, las “Chivas”… Cuando terminaba las fiestas de San Mateo nos hacíamos toros de fuego con una caja de madera y una lata, quemábamos gomas y todo el mundo a correr, para luego llegar a casa y hacer los deberes.    

Algunas tardes nos acercábamos a la Biblioteca, era toda una aventura ¡estaba todo tan nuevo!, la habían inaugurado hacia pocos años. Este año pasado celebramos el 50 Aniversario, ¡ahí es nada!.

En cuanto al papel de la mujer, en nuestros pueblos es muy importante, son las que acuden y colaboran con todas actividades que se organizan. 

¿Bibliotecaria? ¿Cómo has llegado a ser bibliotecaria rural? ¿Qué significa ser bibliotecaria en un pueblo? Dificultades, alegrías…

A bibliotecaria llegué por casualidad, quería quedarme a vivir en Lanaja, sacaron la plaza, me presenté y la aprobé. Fue una suerte, siempre me había gustado este trabajo. 

Es un trabajo muy gratificante, como nuestros pueblos son pequeños te permite conocer a los usuarios, así como, saber sus preferencias por la lectura, por lo que recomendarles libros es muy sencillo. Cuando te lo devuelven y te dicen “me ha encantado”, es una gran alegría.

¿Bibliotecaria rural, mucho más? Actividades culturales, centro social…

Las bibliotecas son los motores culturales de los pueblos, organizamos numerosas y variadas actividades: Clubs de lectura, encuentro con autores, talleres… También son lugares de encuentro.

¿Qué es un libro?

Para mí un libro es la forma de vivir aventuras, viajar, conocer lugares; todo ello desde tu propia casa.

Un género literario, un libro imprescindible, escritor/a, una poesía, una palabra bonita, una gran frase, una película y una canción

Me gusta la novela. Unas novelas que no me ha dejado indiferente son “El silencio de las Palabras” de Jean Kwok y  “Mil soles Esplendidos “ Hosseini, Khaled.

Una palabra bonita «Vida».

Una reflexión sobre el papel de las bibliotecas en nuestros pueblos y, sobre todo, frente a la despoblación.

Juegan un papel muy importante y desde ellas se organizan muchas actividades. Los fondos que disponemos están muy actualizados y para su selección contamos con la opinión de los usuarios.

Durante el confinamiento ayudamos a que fuera un poco menos duro, nos solicitaban libros y se los llevábamos a los domicilios. 

Tenemos que pensar que las bibliotecas tienen un competidor bastante duro “El libro electrónico”.    

¿Qué sientes al oír Los Monegros?

Pienso que es una tierra dura, donde sus gentes son fuertes, quizás por todo lo que les ha tocado vivir. Me encantan los colores rosas y rojizos de sus atardeceres.

Una esperanza, ilusión o deseo.

Mi deseo sería que en nuestros pueblos se creara trabajo, para que los jóvenes se quedarán a vivir y así poder tener más servicios y las calles otra vez llenas de niños.

El penal de la Cartuja de las Fuentes


Hubo un tiempo en que se planificó convertir el monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes en un penal.  Una propuesta más que curiosa, en un lugar solitario, en medio de la comarca de Los Monegros y en un recinto completamente amurallado. Era cambiar radicalmente su idiosincrasia religiosa por la penitenciaria, aunque conservando principios de aislamiento llevados a la completa reclusión forzosa. Sin duda, uno de los muchos capítulos de los diferentes avatares que sufrió la cartuja monegrina en su trepidante historia y que nunca deja de sorprendernos. 

La primera noticia, sobre el penal de la cartuja, apunta a la incipiente salida de una comisión, del Ayuntamiento de Zaragoza y acompañada del arquitecto municipal, “A fin de inspeccionar el edificio de la Cartuja de las Fuentes y estudiar si puede instalarse en él el penal de San José” (La Crónica de Huesca: periódico independiente de avisos, noticias e intereses morales y materiales: Año II Número 320 – 1893 marzo 2). Se refiere al penal zaragozano de San José, ubicado en el desaparecido Convento de San José de los Carmelitas Descalzos y que se encontraba en el margen derecha del río Huerva. El penal fue instalado en el convento de San José tras la desamortización española de 1835, en el cual fue nacionalizado.

El monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes también había sufrido la desamortización, en este caso la desamortización de Juan Álvarez de Mendizábal de 1836. Circunstancia que aprovechó Francisco Romeo Martínez de Bengoa, natural de Estadilla, para adquirirlo en 1841. Su hijo, el poeta Bernabé Romeo Belloc, heredó el monasterio con el propósito de transformarlo en balneario en 1877, inauguración que se realizó el 24 de junio del mismo año. Una aventura que acabó con la recisión de un préstamo al Banco Hipotecario de España en 1891, perdiendo la familia Romeo el monasterio que quedó vació y sin uso.

En ese limbo, en el que el monasterio pertenecía al estado, se ideó la propuesta de convertirlo en penal. Incluso se anunciaron el comienzo de las obras “Han comenzado las obras necesarias en la Cartuja de las Fuentes (Sariñena) para trasladar allí el penal de San José de Zaragoza” (La Correspondencia de España: diario universal de noticias: Año XLIV Número 12772 – 1893 marzo 25). Sin embargo, aquella información tuvo que ser desmentida pocos días después por el Diario Mercantil de Zaragoza “Un periódico Madrileño, La Correspondencia de España, publicó ayer un suelto asegurando que en Sariñena habían comenzado las obras necesarias para trasladar allí el penal de San José de Zaragoza. No existen tales obras ni mucho menos.” (La Crónica de Huesca: periódico independiente de avisos, noticias e intereses morales y materiales: Año II Número 342 – 1893 marzo 29).

Finalmente, la propuesta de establecer el Penal de San José en la Cartuja de las Fuentes nunca llegó a realizarse, pues “Los datos que la comisión trae pudo adquirirlos el Ayuntamiento mediante un sencillo oficio al alcalde de Sariñena. De ellos resulta que es imposible trasladar a dicha villa el penal de Zaragoza por los cuantiosos gastos que la traslación había de ocasionarnos.” (La Crónica de Huesca: periódico independiente de avisos, noticias e intereses morales y materiales: Año II Número 342 – 1893 marzo 29). No obstante, el cuerpo de la noticia, reseña algo interesante ya que encontraron una pequeña iglesia  “Aquella comisión ha encontrado en Sariñena una pequeña iglesia que perteneció a la antigua Cartuja de las Fuentes y una gran explanada donde puede construirse de planta un soberbio edificio.” (La Crónica de Huesca: periódico independiente de avisos, noticias e intereses morales y materiales: Año II Número 342 – 1893 marzo 29).

Así, el cenobio monegrino fue adquirido por Mariano Bastaras Cavero en 1896, hasta su paso a manos públicas en el 2015. Sin embargo, la cárcel zaragozana del penal de San José fue trasladada en 1908 a la calle Predicadores, mientras el antiguo convento fue convertido en cuartel de intendencia (Cuartel de Operación) hasta que en 1971, incluido en la «Operación Cuarteles», fue vendido al ayuntamiento de Zaragoza. Lamentablemente fue derribado años más tarde (Martínez Molina, Javier (2009). Institución Fernando el Católico, ed. Aproximación histórica a la «Operación Cuarteles» de Zaragoza).

Sorprendentemente, esta no fue la única ocasión en que se valoró la posibilidad de convertir la Cartuja de las Fuentes en un recinto carcelario. Fue tras la Guerra de España cuando se planteó, sobre el monasterio, la propuesta de creación de un campo de concentración franquista. El documento de la Comandancia Militar de Huesca, Relación de los edificios que existen en esta localidad (Gemma Grau Gallardo. Recorrido Histórico por Sariñena. IES Monegros Gaspar Lax)  dice así: “La Cartuja. Distante de esta villa 15 kilómetros, y del pueblo de Lanaja 5 idem, antiguo convento, aislado en pleno campo, que se halla cercado con una pared de más de 4 metros de altura y unos 120 de ancho por unos 200 de largo. En el interior existen varios edificios capaces para alojar de unos 700 a 800 hombres, con manantial y balsa de agua en su interior, propio para campo de concentración. Sariñena, 13 de noviembre de 1938.”

Afortunadamente, ambas propuestas no pasaron de meras intenciones, formando ya parte de la historia apasionada del monasterio monegrino que, tras tantos derroteros y vaivenes, luce esplendida en el corazón de Los Monegros con un futuro muy prometedor.

La plaga de langosta en Los Monegros


La plaga de langosta es la octava de las diez plagas que asoló Egipto según los relatos bíblicos de la religión cristiana. Estos acrídidos responden a un insecto de la familia de los ortópteros y su explosión como plaga ha afectado históricamente a cultivos causando hambrunas y muerte, especialmente en zonas subdesarrolladas de África. Pero en Los Monegros también se han producido plagas de langostas que repasamos descubriendo uno de los mayores males que ha padecido esta tierra.

Langosta

Los Monegros están considerados como una de las cinco Zonas permanente de langostas en España (Apud. José del Cañizo, “La langosta y el clima”, 1942. Elaboración: C. Alberola Die). Una de las zonas áridas peninsulares en que las condiciones pueden permitir el paso de la langosta de fase solitaria a gregaria (Armando Alberola Roma. Plagas de langosta y clima en la España del siglo XVIII). Además, Alberola señala que durante los años 1718 y 1724 Los Monegros “No conoció cosecha alguna”.

Zonas permamemtes de Langostas en España

Documentalmente podemos remontarnos hasta el siglo XVIII, mediante un escrito con motivo de una plaga de langostas que afligió Los Monegros y que se publicó en 1682. El escrito aparece recogido en la obra de Félix de Latassa: “Obra de Pedro Martín de Buena Casa: Motivos por los quales nos castiga Dios regularmente con la plaga de langostas. Daños que ocasionan en el Reyno de Aragón en donde hoy se llora. Con noticias de San Gregorio de Ostia oficial, Abogado contra la langosta y de sus santas reliquias, con otras memorias de Aragón. En Zaragoza 1688 en folio. Con motivo de la plaga de langostas que en 1682 empezó a arruinar el territorio de Monegros en Aragón, trata recientemente de este escrito Don Ignacio de Asso en su Discurso sobre la langosta y medios para exterminarla. Pág 4 edición Ámsterdam 1785.” (Tomo IV, pág 226, de su biblioteca nueva de los escritores aragoneses). También Latassa recogió otro escrito que se publicó en 1680 por el Diputado de Aragón Félix Medel que trataba del santo de San Gregorio como santo protector contra las langostas dada la importancia que esta debió de adquirir: “Como abogado de las plagas del campo”: “Discurso histórico, de la venida a España de San Gregorio, obispo de Ostia, de su patrocinio contra la langosta, garrapatillo, pulgón, y otras varias plagas del campo y frutos de la tierra…” (Tomo III, pág 551, de su biblioteca nueva de los escritores aragoneses). Ambas referencias aparecen en la obra de Agustín Salido y Estrada: La Langosta, Compendio, 1874. Ángel Cortes, Monegrillo en sus raíces, apunta que durante 1684 y 1687 hubo plaga de langostas en Monegrillo.

Latassa

Latassa

Así, Los Monegros responden a una zona gregarígena donde a lo largo de la historia se han dado plagas de langostas y que, en un futuro, su amenaza puede ser una gran posibilidad. Sin embargo, es principalmente es en el siglo XX cuando encontramos mayor información.

Darío Villagrasa en su libro “Monegros Tierra de cine. Sariñena Editorial” recogió la primera grabación cinematográfica de Los Monegros que justamente corresponde a un documental sobre el control de la plaga de langostas. Rodado en 1915, el documental Plaga de langosta es obra del pionero cinematográfico Antonio de Padua, donde “Los agricultores combatían a una voraz plaga que asolaba sus cosechas”. Por lo tanto podemos establecer que en 1915 se produjo una plaga de langosta en Los Monegros.

Un papel decisivo fue el ingeniero jefe de la  Sección Agronómica Pedro Navarro, quien en una circular publicada en el Boletín Oficial del 14 de Mayo de 1919 indicó de la probabilidad de la plaga. A Pedro Navarro le debemos un justo reconocimiento.

El investigador Costán Escuer Murillo, en su articulo «De plagas», Revista Montesnegros nº 38, cita la primera referencia de plaga de Langosta en Perdiguera en 1902 a raíz de una anotación en el libro de sesiones del ayuntamiento de la localidad. La anotación responde al 1 de febrero de 1902, dando cuenta del presupuesto para extinción de la langosta, «gasolina y jornales». Luego, no es hasta 1920 cuando no vuelve a aparecer mención a plagas de langosta en los montes de Perdiguera.

En cambio, en Monegrillo afectó una plaga de langostas en 1912, pero, según Ángel Cortes, no es hasta el 21 de julio de 1913 cuando los periódicos dan cuenta de los hechos.

«En 1916 hay langosta en balsa Fortiz, balsa Pina, Sasos, Celebrún y otros términos monegrillenses. Se pide que venga el Sr. José Cruz Lapazarán Beristáin, que es ingeniero jefe de la Sección Agronómica. Se dan batidas con fuego y se paga a 3 ptas. el kilo de canuto de langosta cogido a mano. Cada canuto pesa unos dos gramos y contiene unos 45 huevos. Suele haber un millón de canutos por hectárea. En junio de 1917 se recogieron 1.700 kilos de canuto, lo que da idea del esfuerzo por combatir la plaga y de los apuros económicos del momento. La subvención que se ha recibido es de 3.500 ptas. a lo que hay que añadir 1.000 recolectadas entre los vecinos.

En estas duras circunstancias debió sentarles muy bien a los cuatro agraciados monegrillenses que la junta de gobierno del Montepío de Labradores del Arzobispado de Zaragoza los premiase con 500 ptas. para estímulo y fomento de la agricultura.

Al año siguiente se prueba a poner carne envenenada contra la langosta y se paga el kilo de canuto a 1,50 ptas. En años sucesivos continuarán los trabajos y es necesaria una mayor cantidad de gasolina. A pesar de todo el esfuerzo realizado, se vienen perdiendo las dos terceras partes de la cosecha. El 19 de junio de 1920 hacen expediente justificativo de calamidad pública por langosta (saltón o grillo) y, tal vez por ello, 1921 fue muy publicitario en el tema; no sabemos, si también muy efectivo. Lapazarán estuvo en abril y se mostró pesimista. Los medios empleados son escasos, pues sólo se dispone de cuatro lanzallamas. En junio se hizo un homenaje al ingeniero jefe en la villa de Pina y Monegrillo se sumó al acto. Por si fuera poco, el año es de sequía y los recursos económicos están agotados. Sólo les han mandado 24 cajas de gasolina.»

Monegrillo en sus raíces
Ángel Calvo Cortés

Aquella plaga afecto completamente al pueblo de Monegrillo, en palabras de Ángel Cortés fue el pueblo más castigado, siendo las perdidas del 85% quedando solamente la ganadería:

«La zona afectada entonces era una franja de 3 Km de ancha por 14 Km de larga dirección a La Almolda. La población monegrillense ha disminuido considerablemente y se ha gastado el pueblo 86.951 ptas. El presupuesto ordinario del Ayuntamiento no llega ba a 20.000 ptas. Se han destruido 20.483 kilos de canuto, sin contar el no controlado.

Así van pasando los años y el mal continúa. En 1922 el canuto se paga ya sólo a 0,50 ptas. kilo. Mientras tanto, se hace en Zaragoza una asamblea para abordar el problema, pues son 31 los pueblos afectados. Se dividen los términos en cuarteles. Fabiani, comisario regio de Fomento, y Lapazarán cambian impresiones. En este año las pérdidas se estiman en el 35 %, las debidas a la langosta y en el 15 %, las debidas al mal tiempo. Un detalle viene de la Asociación de Comerciantes de tejidos de Zaragoza: regalan 20 latas de gasolina a Monegrillo que es el principal foco exportador de langosta desde hace muchos años. La prensa publica alguna opinión de monegrillenses que conocen el problema y tienen cierta formación intelectual: si Monegrillo estuviera en Cataluña, el Gobierno ya le habría ayudado.»

En el Diario de Huesca la primera noticia que aparece es del 11 de junio de 1920. En ella se da cuenta, por parte de los alcaldes de Alcubierre y Castejón de Monegros, de la existencia de la plaga de langosta disponiendo que “Con el carácter de urgente se gire visita de inspección por el ingeniero jefe de Sección Agronómica señor Navarro”. La segunda nos lleva a 1922 y responde a los temores que la plaga de langostas vuelva a reaparecer. Es entonces, cuando los diputados provinciales por el distrito de Fraga-Sariñena Gaspar Mairal, Esteban Panzano y Antonio Gálligo se reúnen con Manuel Batalla, presidente de la Diputación provincial, apara abordar el grave problema que supone la plaga de langostas. La visita tuvo por objeto “Recabar de tan digna autoridad promesa de apoyo de la Corporación que preside por si la propagación de la plaga hiciera necesario el auxilio a los pueblos perjudicados (La plaga de la langosta.  El concurso de la Diputación. Diario de Huesca 15 de abril de 1922)”.

El 19 de mayo de 1922 en el Diario de Huesca se daba ya cuenta del desarrollo de la plaga de langosta, el jefe de la sección a agronómica de Huesca reconocía en Castejón de Monegros un cordón de mucha importancia procedente de Pina y Monegrillo. Las langostas nacen en primavera y en fase gregaria suelen formar rodales hasta que se rompe por algún lado formando un cordón que va arrasando todo lo que va encontrando a su paso. Navarro continuó visitando los pueblos afectados, principalmente durante ese año, Fraga, Candasnos, Peñalba, Valfarta, y Castejón de Monegros: “Amenazado en un breve plazo, de no auxiliársele convenientemente, de una terrible invasión”. Unas abundantes y extensísimas manchas de langostas amenazaban la excelente cosecha. También el insecto aparecía en grandes cantidades por Monegrillo y Lanaja. El foco principal se extendía en una longitud de ocho kilómetros por la partida llamada Farled, del citado monte de Pina, lo que sin duda alguna llevó a Navarro a proponer el inicio de los trabajos de extinción al gobernador de Zaragoza Cruz Lapazarán.

Plaga Langosta Diario Huesca

Pronto los vecinos de Castejón de Monegros se dispusieron a trabajar en la defensa de sus cultivos, a quienes Navarro les prometió “El envío de gasolina, trochas de zinc, un lanzallamas y cuantos elementos puedan servir de avada al esfuerzo de los vecinos, que se hallan, en justicia, alarmados”.

El panorama parecía desolador, en los trigales donde había hecho presencia la langosta aparecían “Increíblemente destrozados” empeorando por un tiempo caluroso que favorecía la propagación del insecto: “El remedio, para que ocasione eficacia, ha de ser inmediato”. En La Almolda y Valfarta las manchas se iban combatiendo con los elementos que previamente habían sido allí enviados. Mientras Peñalba aparecía invadido por completo, ofreciendo una imagen desoladora, produciendo la plaga importantísimos daños en su avance. Se recogieron hasta unos quince mil kilos de insectos, incluso los vecinos de Peñalba adquirieron por su cuenta “Dos mil quinientos metros de trocha, con los que, unidos a los enviados por el ingeniero agrónomo, proceden con gran actividad a los trabajos de defensa”. Una de las mayores preocupaciones era que los insectos invadiesen los pozos que les abastecían, peligrando el consumo de agua de boca “De la visita a Peñalba hemos obtenido una penosa impresión; y entendemos que las autoridades, secundando el entusiasmo del pueblo, deben acudir, sin demora, en su socorro, a fin de salvarlo del desastre agrícola y económico que se le avecina”.

La plaga en Castejón de Monegros, por José Antonio Pérez Serrate

En mayo de 1922, y en el término municipal de Castejón de Monegros, una devastadora plaga de langosta arrasaba cientos de hectáreas de terreno. Un pueblo eminentemente cerealista y cuya cosecha era el único medio de vida para sus habitantes, aquel año, el voraz y destructor insecto, acabó con la cosecha.

El foco llegaba por el término colindante del monte de Pina, y procedente de las zonas de Monegrillo y Farlete. La situación se iba agravando y tomando grandes dimensiones. Los labradores aterrados por el devastador insecto, pensaban en la precaria situación que quedarían muchas familias, si no se conseguía detener al imparable destructor.

Los vecinos del pueblo, se multiplicaban en su sesión permanente para llevar a cabo sus trabajos, pero, todos estaban desvanecidos por su insuficiente eficacia.

Afortunadamente, al frente de la situación estaba el ingeniero agrónomo D. Pedro Navarro, Jefe de la Sección Agronómica, que no descansó un momento hasta ver aminorar los estragos de la plaga.

La Junta de plagas dirigida por el Sr. Navarro, estaba presidida por D. Antonio de Salvador Buil, el Alcalde D. Ángel Serrate Sesé, el párroco D. Antonio Bercero, el médico D. Félix Anadón, el farmacéutico D. Pedro Rallo, el veterinario D. Valero Urcia, y una gestora de labradores propietarios representada por D. Florencio Badimón.

Viendo el alcance de la tragedia, y provistos de regaderas, gasolina, trochas de zinc, lanzallamas y cuantos elementos sirvieron de ayuda para los vecinos del pueblo, se hizo frente a la desgracia.

A pesar de la cantidad enorme de insectos que se retiraban todos los días, veían que aumentaba en gran proporción, y se temía, que llegasen a invadir por completo el término municipal de Castejón. La mancha era verdaderamente considerable, y la dirección del insecto hacía suponer que no tardaría en llegar a la población.

El cordón que venía del monte de Pina se calculaba en una longitud de 8 kms. de largo por 3 kms. de ancho. Y, por otro lado, un hervidero incontrolado venía del monte de Lanaja. De modo, que Castejón tenía que acudir a dos frentes invasores, necesitando protección para no ver los campos arrasados.

Las balsas que abastecían agua a Castejón, corrían peligro. Tuvieron que improvisar una muralla de cañizos rodeada de hierbas ardiendo, para impedir que traspasaran el muro.

Para realizar las labores, los labradores más pudientes de Castejón, contribuyeron con sus yuntas de mulas y sus jornaleros, hasta finalizar los trabajos de extinción.

Los vecinos del pueblo lo habían dado todo, y una vez más, dieron ejemplo de carácter luchador. Abandonaron sus labores con espíritu de solidaridad para dedicarse por completo y hacer frente a tan terrible invasión, pero la situación se hacía insostenible. Por lo que un miembro de la Junta de plagas le planteó al Ingeniero Sr. Navarro, ¿con qué va a comer un hombre de familia, si abandona su trabajo para dedicarse a la extinción de la langosta?. Es hora de que el Estado acuda en auxilio para compensar los emolumentos de los labradores. A lo que el Sr. Navarro accedió, comprometiéndose a resarcir sus honorarios a razón de 3,- Pesetas jornal.

Era tan grave el problema que se había originado en la zona de Monegros para realizar los trabajos de extinción, que ni los Ayuntamientos, ni Diputaciones Provinciales, disponían de medios económicos para hacer frente a todos los gastos originados. Por lo que consideraron necesario, acudir en demanda de auxilio al Estado Central.

En reunión celebrada en Huesca por la Comisión de los pueblos afectados, nuestros representantes D. Valero Urcia y Mosén Antonio Bercero, propusieron una reforma inmediata de la ley de plagas por las deficiencias de que adolecía, y que el Estado, fuera el responsable de realizar las tareas de extinción y roturación de los terrenos.

Los maestros de la escuela, dirigidos por Dª María Badarán y D. Nicolás de Laportilla haciendo eco de su desolación, actuaron de manera ejemplar y daba gusto ver como 240 niñas y niños con sus azadillos (en Castejón “jadillos”) y capazos ayudaban a exterminar la plaga invasora. Esta acción fue reconocida por el Consejo de Fomento, recompensando a los protagonistas escolares.

Igualmente, Mosén Antonio Bercero párroco de Castejón, y en representación del pueblo, recibió el premio de la Facultad de Medicina y Ciencias de Zaragoza, en reconocimiento sobre los medios empleados, y su eficacia, para la extinción de la plaga.

Para las autoridades provinciales, “Castejón fue un pueblo modelo” en los trabajos de extinción de la plaga, y manifestaron su orgullo y satisfacción, de las labores realizadas por los vecinos, y la excelente gestión de la Junta de plagas.

La plaga en Castejón de Monegros, recogida en el diario La Tierra del 30 de mayo de 1922.
José Antonio Pérez Sarrate.

En Candasnos también hizo su aparición el insecto, pero no en las proporciones que en Peñalba. El pueblo utilizó el material que la acción oficial le proporcionó para la extinción y, al igual que en Peñalba, preocupó la invasión de la langosta de pozos y balsas.

La plaga de langostas 

Apena el ánimo, conmueve el corazón y entristece el alma, ver los semblantes decaídos, al observar el incremento tan grande que va adquiriendo este devastador insecto.

Los labradores se encuentran aterrados al ver en perspectiva un pauperismo absoluto, en cuya precaria situación quedarán muchas familias si no se consigue atajar la marcha de la langosta.

En esta villa, cuando se creía que los daños no serían de importancia, por confiar que cuando penetrara en su término las cosechas estarían duras, se ha visto con espanto lo mucho que adelanta y las grandes dimensiones del cordón.

Diario de Huesca 25 de mayo de 1922.

El presupuesto del 1921 había sido de 10.000 pesetas, combatiendo la plaga en unos diez pueblos y aunque el presupuesto para 1922 había ascendido a las 17.500 pesetas, este resultó insuficiente al aparecer nuevos pueblos con manchas de langostas. Así fue puesto de manifiesto en el Consejo Provincial de Fomento, celebrado el 1 de mayo de 1922 (Diario de Huesca 26 de mayo de 1922). A los pocos días, en tres autos, el gobernador civil Cabrera visitó la zona junto al comisario regio de Fomento señor Cajal, el comandante de la Guardia civil Navarro, el representante de la Cámara Agrícola Mur, el director de La Tierra Banzo, el ingeniero jefe del Servicio Agronómico Navarro y el representante de El diario de Huesca. Visitaron las localidades de Castejón de Monegros Peñalba, Candasnos “Un relato de andar pisando langostas. Desagradable y peligroso es pisar la nieve fría en el campo. Pero andar pisando insectos destructores que forman bandos espesos de kilómetros, que producen un ruido apagado y continuo, y acaban con el cereal, que es el pan nuestro de cada día; eso además de desagradable, es espeluznante, trágico y angustioso.  En esas nubes que hoy corren a ras de la tierra y mañana volando nublarán el sol y dominarán regiones enteras, está el enemigo del labrador, el encarnizado destructor de la tranquilidad y bienestar, el elemento exterminador que lleva la ruina y la miseria. Los de Castejón trabajan en las trochas sin hacer caso del bochorno ni del sol que les derrite; luchan a brazo partido para defenderlas balsas ¡Qué ya que el pan se les va, que no les envenenen el agua de balsa que beben!” (Diario de Huesca 30 de mayo de 1922).

A la falta de cosecha, las perdidas, la escasez de rentas y alimentos, el problema del agua fue casi una tragedia. Las langostas eran capaces de acabar y malmeter las balsas y los pozos; las únicas infraestructuras básicas para el abastecimiento de agua para el consumo humano y animal. La situación fue preocupante, alarmante… al borde de la tragedia.

También representantes de la Cámara Oficial Agrícola de la provincia visitaron la zona “Una visita a los pueblos invadidos” (Diario de Huesca 1 de junio de 1922) “Hemos podido apreciar el mal en toda su intensidad, saliendo profundamente apenados ante el ejército arrollador de langosta que, avanzando, avanzando, siembra la desolación”.

El ingeniero jefe de la sección agronómica Pedro Navarro pronto realizó una explicación histórica sobre el problema de la langosta, en el marco de la asamblea de la diputación de Huesca del 5 de julio de 1922. Navarro expuso como los focos principales radicaron en Pina, Farlete y Monegrillo y como el año de 1921 la plaga apareció por la sierra de Alcubierre, llegó a los pueblos de la ribera del Flumen y del Alcanadre, y luego, atravesando la sierra de Alcolea, las bandas llegaron hasta los pueblos cercanos.

 “Se trabajó con entusiasmo; los labradores roturaron los terrenos donde la langosta aovó y así pudieron salvarse las cosechas de diez y nueve pueblos.

 La langosta puede y debe ser extinguida totalmente. Para ello hacen falta grandes recursos, y yo formularé, desde luego, el presupuesto necesario; como medio preliminar debe irse a la acotación de los terrenos donde el insecto aove, cuidando que varias brigadas se dediquen a seguir el vuelo, especificando cuáles son los campos de particulares y cuáles los montes del Estado. A este fin yo repartiré las instrucciones e impresos precisos.

Una vez hecho esto procede la acción mancomunada; donde se pueda, roturar, donde no, cavar o proceder a la recogida del canuto. Más tarde, cuando el insecto comienza a nacer deben emplearse los buitrones, que requiere numerosa prestación personal, pero que son de gran eficacia, de mucha mayor que la gasolina, cuyos efectos son teatrales más que otra cosa.

Pero la verdadera labor, la principal, es la de la roturación.

Los pueblos vienen obligados a hacer las acotaciones de los terrenos en que la langosta hizo la aovación; pero si las circunstancias excepcionales que pueden concurrir en el término municipal, tales como su extraordinaria extensión superficial, o el haber en aquéllos gran número de hectáreas pertenecientes al Estado, impusieran a los pueblos esfuerzos que estuvieran imposibilitados de realizar, pueden dirigirse a la Jefatura Agronómica de la provincia, que facilitará dentro de los medios de que disponga, personal idóneo que se trasladará a los pueblos aludidos y hará las acotaciones.”

Diario de Huesca 6 de julio de 1922.

En el Diario de Huesca del 4 de agosto de 1922 se da cuenta de la publicación, en el Boletín Oficial número 76 del 26 de Junio, de la Real orden del ministerio de Fomento de 19 de Junio del año actual, ordenando el cumplimiento de la Ley de extinción de las plagas del campo de 21 de Mayo de 1908 y dando instrucciones y plazos fijos para la vigilancia, denuncia y acotamiento de los terrenos invadidos por la langosta y donde ésta haya hecho la aovación.

La langosta realiza su puesta en canutos, Navarro daba prioridad a la escarificación, realizar labores de labranza en otoño, invierno y primavera  para que el hielo, las aves o la recogida manual y posterior quema destruyese las puestas. Fue una gran lucha contra la plaga. Vicente Gascón Lacort lo recoge en su artículo “La plaga de la langosta en nuestros municipios hacia 1920” en la revista Montesnegros. Por medio del artículo “La afección en los municipios de Los Monegros sur” del Ingeniero Jefe del Servicio Agronómico de Zaragoza José Cruz Lapazarán, aparecido en la revista semanal «El Progreso Agrícola y Pecuario» de 31 de julio de 192 “Una campaña de trabajos de langosta en Zaragoza”. Entre los métodos para su extinción habla de trochas que había en La Almolda y que habían realizado con esfuerzo. La explicación de este método de trochas, Vicente Gascón la encuentra en un trabajo de 1986 de José Moral de la Vega donde se describe como la trocha respondía a una lámina, principalmente de cinc, que se colocaba para interceder la marcha del cordón de langostas y hacerlas caer a unos pozos o  bretes donde las destruían con fuego.

Una vez en vuelo, una de las técnicas de atrapamiento era el empleo de buitrones, una red de forma cónica que en forma de embudo va disminuyendo, impidiendo que puedan salir las presas que entran en el arte y queden atrapadas en un remate final. Luego, mediante la quema se exterminaban.

Vicente Gascón Lacort señala que durante 1923 las zonas Leciñena, Pina, Perdiguera, Farlete y La Almolda, en menor medida, fueron términos infestados de langostas. Aun así habían experimentado una gran reducción gracias al gran esfuerzo de los trabajos de escarificación. También Vicente Gascón Lacort reseña una cita de 1917 del trabajo de José Cruz Lapazarán En este volumen hay un pequeño apartado sobre la plaga de la langosta, habitual en aquella época. Es del año 1918, unos años anterior a los dos artículos citados, y en él hace alusión a que la campaña de extinción (año 1917) tuvo verdadera difíciles  en Monegros aunque sin resultados muy halagüeños. También destaca que la langosta apareció en zonas acotadas y  otras que no, en gran cuantía, además, favorecida por los inmensos términos municipales de la zona, poco poblados y que debido a la sequedad del clima se cultiva poca tierra, generalmente vales rodeados de terreno yermo. Como balance de 1918 dice que ayudó a que el traslado de langostas a sembrados fuera rápido y por ello el término de Monegrillo, el inmenso monte de Pina y algunos otros fueron excesivamente castigados”.

En Perdiguera continuó afectando en los años 1920, 1922, 1923, 1924 y 1925, donde se va solicitando gasolina para su exterminio.

La plaga de langosta se vio agudizada con el abaratamiento del trigo por la importación del cereal por parte de los harineros catalanes “La injusta pretensión de los harineros catalanes de entrar trigos extranjeros en la época de la recolección para conseguir el abaratamiento de este artículo, unida a la escasez de cosecha habida y a los daños que ha originado la langosta, precipitarían la ruina de esta comarca (si se accediera a ello), hacia la cual se va a pasos agigantados” (Diario de Huesca del 4 de agosto de 1922). La gran importancia de la plaga en los pueblos, dio pie al maestro de Castejón de Monegros “perfectamente percatado de su misión”, de  llevar los domingos a los niños de las escuelas al monte y “Provistos de azadillas de mano les nace recoger canutos de langosta en las laderas que no pueden ser escarificadas” (Diario de Huesca del 5 de noviembre de 1922). Se cita que acudían unos 240 niños y niñas, en un término municipal donde se estimaba que había unas 760 hectáreas donde las langostas tenían depositados sus huevos (Diario de Huesca del 9 de noviembre de 1922).

Que a la langosta que pace vuestro calor la deshace cuando el sol más la aviva, sois cuchillo que degüella esta plaga tan impía. Todas las plantas desmedra esa plaga cuando pasa, que como todo lo abrasa hace más mal que la piedra, no hace esta tierra mella porque en tu socorro fía.

Novena, canto religioso que se interpreta en la virgen de la Sabina, Farlete.

Nos dicen de Bujaraloz: «Los de Monegros son héroes, émulos de aquellos héroes de Numancia.» ¿Por qué? ¿Qué tienen que ver los numantinos con los que viven en los terrenos esteparios de los Monegros?. Los de Numancia prefirieron morir antes de entregarse a los romanos. Los de Monegros prefieren entregarse al hambre antes de emigrar. ¿Es un heroísmo morir de hambre sobre la tumba de los mayores? Si lo es, héroes como los de Numancia son los de Monegros…

En los tristes pueblos esteparios ha diez años que vive la langosta. Sobre las tierras de siembra, no llueve sino muy rara vez. Ahora la sequía es tan persistente, que falta el agua para los hombres. Y el pan para los niños. Y la paja para las caballerías, colaboradoras del hombre en la obra de abrir el vientre a la tierra sedienta… Ya no queda nada a los labriegos de sus provisiones. No les queda nada: ni esperanza…

Monegros, en tierras de Aragón, no tiene caminos. Los ojos de los gobernantes no llegaron a contemplar nunca la desolada costra de la tierra estéril. Los negociantes no vieron en la tierra sedienta ninguna utilidad. Por eso no hay carreteras ni vías férreas; por eso no se intensifican las obras del canal de Monegros… ¿Qué importa el amor de aquellos hombres a la tierra donde nacieron? ¡Que se mueran! ¡Que emigren! ¡Que maten a sus hijos!, como los héroes de Numancia, antes de entregarlos a los invasores: el hambre y la sed! .

Ya no confían en los Gobiernos aquellos labriegos.

Las noticias que nos llegan de aquella comarca son graves, piden auxilios prontos, rápidos. ¿Es posible auxiliar a los que están en trance de emigrar o de morir? No sabemos si es posible. Más que dinero, acaso fuera preferible enviar técnicos que estudiaran la manera de restablecer la riqueza agrícola de los Monegros, Intensificando la obra del canal, y dando trabajo a los que esperan del cielo el milagro de su salvación… La construcción de una carretera, la apertura de pozos artesianos y el «perdón de las contribuciones», sería un alivio para el otoño. Con estas medidas, se llevaría la fe a los labriegos de aquella comarca. Ellos creen que no hay justicia en la tierra. Y el caso es que hasta ahora tienen razón.

 Rodolfo Viñas. El Sol, 4 de junio de 1924.

Aunque al parecer las plagas no volvieron a sucederse, el miedo quedó muy marcado en la memoria de nuestros pueblos. Pues aún se tardaron algunos pocos años en exterminar completamente la plaga. Así en el Diario de Huesca del 19 de febrero de 1924 se solicitó en la sesión de la Diputación Provincial de Huesca al Gobierno “La consignación necesaria para que en la campaña próxima de primavera quede totalmente extinguida la plaga de la langosta”.

El año 1925 fue de gran sequía en toda la comarca. Desde Leciñena, La Almolda y otros lugares recibe el gobernador cartas del cura y diversas personas. Bujaraloz lleva cuatro años sin cosecha y Monegrillo arrastra ya doce años de plaga de langosta. En este último lugar sólo queda, entre las dos balsas, agua racionada para seis días. El agua se paga a 20 céntimos el decalitro. Desde las esferas gubernativas se promete que los monegrinos serán los primeros contratados para trabajar en las obras de riegos del Alto Aragón. Por fin llueve un poco y la necesidad se alivia momentáneamente. De nuevo, en 1926, habrá escasez de agua y en 1929 no se cosechará a causa de la sequía. La recolección en 1930 y en el 1931 es buena, pero también en este último año se necesita agua de socorro. Por si fuera poco, aunque nieva en 1932, en 1933 apedrea.

La langosta se ha ido localizando, pero se necesitan medios para terminar con ella. Son precisos más de seis mil metros de trocha, ochenta latas de gasolina y otros accesorios. En 1928 se prueba a matarla con arseniato de sosa en el término de las Fabarnías. En los años siguientes, incluso hasta el 1939, hay que estar atentos y mojonar los focos que todavía aparecen.

Monegrillo en sus raíces
Ángel Calvo Cortés

La herida que dejó la langosta fue muy dolorosa, causó mucho sufrimiento en estas tierras. Quizá por ello casi ni se recuerda, como si de una pesadilla hubiese tratado. Una plaga que no deja de crear grandes crisis humanitarias en África y que en Los Monegros puede volver a suceder.

Aldea


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Aldea por Valdecarros, güega entre Lanaja y Castejón de Monegros. 

Ya hace tiempo que nadie vuelve y el aire corre por estas viejas cuatro paredes. Duramente resisten los vetustos muros de piedra que inevitablemente comienzan a desmoronarse. Es tiempo de ausencias y de olvidos, ya no se cuentan añejas historias al calor de la lumbre del pequeño hogar, de un pequeño espacio que familias compartieron generaciones tras generaciones. La soledad embriaga tiempos sin memoria, de saberes populares, del esfuerzo y trabajo en esta sierra monegrina, de leyendas de bandoleros y del gran Cucaracha. Ya no humea la chimenea, ni despide antes del amanecer, ni espera después del anochecer.

Días de otoño, de preparar las tierras y sembrar, dormir al calor de las mulas en la pequeña aldea que hace muchísimos años se levantó piedra a piedra. Una a una se fueron colocando las piedras que se arrancaron a la sierra, con las manos encallecidas y duras, con las manos de segar en verano bajo el implacable sol, donde sólo la vieja sabina, a su sombra, se hallaba resguardo. Las mismas manos que aserraban los pinos y bajaban de la sierra las leñas, que arrancaban los romeros para los hornos y el esparto para hacer sogueta, las manos que recogían las almendreras, olivares y viñas.

La sierra permanece salpicada de aldeas espaldadas por tiempos que ya no valoran su propia historia, la de su gente, la de sus abuelos y abuelas. La vegetación va apoderándose, los tejados hundidos y los muros a merced de la erosión del abandono. Con ellas desaparece parte de nosotros y nosotras, vidas que fueron e incluso nacieron en aquellas solitarias aldeas esparcidas sobre la sierra de Alcubierre.

El aire, el cierzo corre por las cuatro paredes, entra por las puertas que ya nada guardan y nada resguardan, mientras la enrona se va acumulando en su abandonado espacio. Ya no bajan los carros llenos a los pueblos, ni van sus gentes montados en ellos, ni bajan ni suben. Y el viejo poblado de Peñalbeta aparece distante, resignado a la desmemoria, igual que los caminos los reclama el monte, igual que muchos campos que ya no se cultivan.

Os Monegros (1)

Sabina por Valdecarros, güega entre Lanaja y Castejón de Monegros. 

Las balsas ya no recogen el agua como antes, ya no sacian la sed, aquella sed que ya no fatiga a los hombres y mujeres en estos malditos y rabiosos secanos. Los muros de piedra de los campos se derrumban llevándose tantos recuerdos, tanta sabiduría que tanto costó aprender. Ya no abundan los rebaños de cabras y ya casi no hay pastores, las parideras quedan vacías y el silencio se adueña de todo. La sierra permanece como ausente.

Sólo el aroma a ontina, romero y tomillo, a monte, perdura la esencia de tantas gentes. Los cielos claros y limpios, el aire puro y el olor a tierra, los campos de trigo y cebada. Quien levantó cada piedra sabe el valor de cada muro y de cada aldea que siempre buscó legar a los suyos. Ahora nosotros y nosotras somos sus herederos y el frío entra entre las cuatro paredes, el aire recorre paredes que ya no hablan, callan porque ya hace tiempo que hemos dejado de escuchar.

Ya hace mucho tiempo que nadie vuelve y ya hace mucho que nadie espera. Aunque a veces parezca que aún quiere esperar.

  • Nota: Aldea es la forma de denominar a las casetas de monte en la sierra de Alcubierrre.