
María Ángeles Satué Vidal nació en Huesca en 1977, aunque pasó su infancia y juventud en Sesa, pueblo a 12 kilómetros de Grañén, donde trabaja como bibliotecaria. Con María Ángeles, continuamos conociendo y reconociendo a las bibliotecarias de Los Monegros, llegando a esos espacios mágicos de libros y mucho más gracias a ellas.
Recuerdos de la niñez, escuela, juegos, tradiciones, la vida en el pueblo, marchar y quedarse, lo que ha cambiado, la vida de antes, trabajos, el papel de la mujer…
Recuerdo que la escuela de mi pueblo era mixta e íbamos todos juntos los de los distintos cursos. Pasábamos mucho tiempo en la calle, en cuanto salíamos del colegio cogíamos la merienda y jugábamos toda la tarde al escondite, a pillar y con las amigas a hacer casetas, con las muñecas, a tenderas… Cuando se hacía de noche te retirabas a casa y hacías los deberes, veías la tele o leías libros. Desde pequeña me gusto mucho leer, no me costaba sumergirme en la lectura y vivir las aventuras de los personajes de los libros. La vida en el pueblo era muy relajada y como convivía también con mis abuelos recuerdo que nos enseñaban muchas cosas, hacíamos juegos caseros y nos contaban numerosas historias. En Sesa cursé hasta 5º de E.G.B. y 6º curso ya lo hice en el colegio de Grañén. Fue un gran cambio porque era un colegio más grande y allí hice nuevas amistades. El bachillerato y el C.O.U. lo hice en Huesca en el instituto C.E.I. Pirámide en el que me quedaba interna de lunes a viernes.
¿Bibliotecaria? ¿Cómo has llegado a ser bibliotecaria rural? ¿Qué significa ser bibliotecaria en un pueblo? Dificultades, alegrías…
Una vez acabado el instituto no tenía muy claro lo que quería estudiar y al final opté por “Biblioteconomía y documentación” en la Universidad de Zaragoza. En ese momento era una carrera muy nueva y hacía mucha gracia el nombre “¿Bibliote… qué?”, me decían.
Desde el 2001 estoy trabajando en la Biblioteca de Grañén y me gusta mucho ser bibliotecaria rural, es muy gratificante. Es un trabajo variado ya que una misma persona realiza todas las tareas: selección de libros, registro, catalogación, atención al usuario, actividades de animación a la lectura etc. La principal ventaja de trabajar en un pueblo es la cercanía con la gente, acabas conociendo los gustos lectores de cada uno y se genera mucha confianza. En cuanto a las dificultades, en ocasiones se acumulan las tareas y no tienes tiempo para poder realizar todo lo que te gustaría.
¿Bibliotecaria rural, mucho más?
Las bibliotecas en los municipios se han convertido en importantes centros culturales y lugares de encuentro en los que puedes realizar variadas actividades: hacer trabajos escolares, consultar libros de diferentes materias, llevarte prestadas las últimas novelas publicadas, préstamos digitales, participar en el club de lectura, talleres de animación etc…
¿Qué es un libro?
Un libro es el vehículo de las palabras y por lo tanto de las historias y del conocimiento. Aunque reconozco las ventajas del libro electrónico, soy una enamorada del libro en papel.
Un género literario, un libro imprescindible, escritor/a, una poesía, una palabra bonita, una gran frase, una película y una canción.
El género literario en el que me encuentro más cómoda es la novela y también me encantan los libros-álbum, algunos me parecen auténticas joyas. Me cuesta decidirme por algún/a escritor/a ya que me gusta alternarlos, por ejemplo Miguel Delibes, Isabel Allende, Irène Némirovsky… Un libro que disfruté mucho ha sido “El infinito en un junco” de Irene Vallejo. Si tengo que elegir una poesía me quedo con “Libre te quiero” de Agustín García Calvo.” Una frase: “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca” de Jorge Luis Borges.
Una reflexión sobre el papel de las bibliotecas en nuestros pueblos y, sobre todo, frente a la despoblación.
Me parece importante que se apueste por las bibliotecas porque ofrecen variados servicios a toda la población y son motores de dinamización de la vida de los pueblos. En el caso de Grañén, se está llevando a cabo una reforma de la biblioteca para mejorar su accesibilidad y ampliar las distintas salas. Se trata de un proyecto ilusionante y espero que con él se contribuya en satisfacer las necesidades de los/as usuarios/as.
¿Qué sientes al oír Los Monegros?
Cuando escucho Los Monegros, pienso en la singularidad de su paisaje y en la fortaleza de su gente.
Una esperanza, una ilusión o un deseo.
Espero que pasen pronto estos tiempos convulsos y volvamos a reunirnos en nuestras bibliotecas con ilusión y alegría.