El Tarirán, revista de Sena

El Tarirán, la revista de la Asociación Cultural Senense. Una gran trayectoria fruto de la ingente labor que, la asociación senense, lleva realizando desde hace cincuenta años. Gracias a su director, Jesús Cancer Campo, repasamos parte de su historia, de sus más de cien números atesorando la vida de la localidad monegrina de Sena. Un reconocimiento a su trabajo, a su esfuerzo y dedicación, al amor por su pueblo y en pro de la cultura desde el medio rural, con pocos medios y apoyos.

Por Jesús Cancer Campo.

El año 2023 ha sido pródigo en efemérides para la cultura y la historia de Sena. Y es que, en el aspecto histórico o científico, el pasado 17 de noviembre se cumplieron 250 años de la caída del primer meteorito documentado en España. Fue en la huerta de Sena y tal acontecimiento ha sido ampliamente aireado por los medios de comunicación, llevando nuestro meteorito desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid hasta el palacio de Villahermosa de Huesca, donde se ha convertido en la “estrella” de la exposición organizada por la Agrupación Astronómica de Huesca sobre meteoritos. También es grato recordar que nuestra Coral “Voces Amigas” ha cumplido sus 25 años de brillante actividad cantora. Y, finalmente, que la Asociación Cultural Senense, una de las más antiguas de la provincia de Huesca, con actividad artístico-cultural ininterrumpida desde su fundación, ha celebrado este mismo año su ¡50 Aniversario!

Seis años después de su fundación en 1973, Benito Cavero Cambra, primer presidente de la Asociación Artístico-Cultural Senense –como se denominaba en 1979–, puso en marcha el llamado Servicio de Publicaciones de dicha asociación, con la aparición trimestral de un boletín cultural, que pronto pasó a ser también informativo. Eran aquellas nostálgicas y viejas hojas grapadas, impresas a multicopista, que llegaban al domicilio de todos los asociados y cuyo contenido, como decimos, era de carácter cultural con referencias a Sena y con informaciones, además, de tipo social y de interés para todos.

Durante cinco años –hasta el inesperado fallecimiento de Benito Cavero en 1984– el Servicio de Publicaciones de la Asociación, quedó malherido. Pero ese mismo año se rehízo con la edición de un número especial dedicado al ínclito Cavero. Así, de la mano de Pilar Monter Ardanuy y Luis Ardanuy Uriol al frente de un equipo de entusiastas, se continuó con la edición trimestral de la revista con ese nombre hasta 1989, cuando pasó a denominarse El Boletín. Durante estos años la revista fue ampliando su contenido paulatinamente con la aparición de ilustres colaboraciones, que fueron otorgando interés y prestancia a esta publicación local.

La desaparición de algunos importantes colaboradores, amén algunos problemas internos –de los que nadie está exento– trajeron un periodo de crisis entre 1990 y 1994 en los solo aparecieron tres entregas de El Boletín, en formato de impresión ófset, abandonando el obsoleto método de la mítica multicopista.

Dicho trance se resolvió, en lo que a la continuidad de la revista se refiere, con la aparición de un nuevo equipo comandado por Jesús Cancer Campo, quien tomó la responsabilidad y el compromiso de recuperar la publicación de El Boletín con carácter semestral, y así fue desde 1995 hasta hoy, con la inclusión de números extraordinarios en algunos años.

Con la aparición del nuevo siglo XXI, llegó una reforma de los Estatutos de la Asociación, que pasó a llamarse a partir de ahí: Asociación Cultural Senense (suprimía, así, el termino: Artístico). Y de la misma manera la revista pasó a tomar el nombre de El Tarirán, desde el mismo año 2001.

El Tarirán es una breve pieza musical de nuestro antiguo Dance, que se toca con gaita de boto al final de cada mudanza bailada por los danzantes y es, a su vez, como un toque de atención para estar preparados para la siguiente mudanza. Nos pareció un nombre muy senense, adecuado para nuestra publicación y ahí está, sin más.

En la progresión de la revista se fueron imprimiendo las cubiertas en color, y en la actualidad, desde el año 2020 –aquel año maldito de la pandemia del covid–, en un intento de neutralizar tanta tristeza, decidimos hacer la revista a todo color y ahí seguimos.

Fue para nosotros un verdadero hito alcanzar el número 100 y ya estamos preparando el 105. El número de páginas es aleatorio, dependiendo de las colaboraciones recibidas; el número 104, por ejemplo, ha alcanzado las 72 páginas. La tirada actual es de 360 ejemplares, que llega hasta los 340 socios, más algunos de cortesía.

La revista muestra un buen número de fotografías que ilustran en gran manera la publicación, algo que gusta mucho a los lectores, donde muchos de ellos se ven retratados (en el buen sentido). Contamos con una nómina variable de colaboradores que, creemos, dan a la revista un atractivo y elevado nivel, sin querernos desviar de nuestra modestia. Además de los eventos socioculturales protagonizados por los numerosos grupos de Sena y los que recibimos de fuera, contamos con colaboraciones de tipo cultural, histórico, científico, social… que entendemos del interés general y que, muy a menudo y por pura lógica, tienen que ver con el discurrir y la actualidad de nuestra antigua villa.

Los dos últimos números reflejan algunos cambios en la maquetación y características de la revista, debido al obligado cambio de empresa impresora; así como el cambio de nuestro logotipo (ahora, cabeza de ciervo hallada sobre cerámica en el yacimiento de Las Valletas de Sena, expuesta en el Museo Provincial de Huesca, vestigio más antiguo de nuestra milenaria cultura local (edad bronce-hierro).

Muchos de los socios, sobre todo los que viven fuera de Sena, la esperan “como agua de mayo”, para ilustrarse, entretenerse y estar al día de lo que ocurre en su pueblo.

Con esta aportación, los de Sena venimos a sumarnos a la nómina de publicaciones que en la actualidad afloran en el panorama comarcal de Los Monegros, junto a las revistas hermanas: Montesnegros, El Pimendón, Despertad y Quio.

Lamento, de todos modos, que la enorme riqueza que atesoran estas publicaciones no se vea reconocida, en absoluto, por la institución comarcal quien, en atención a sus presupuestos y al parecer, tiene otros aspectos a los que atender, y no tanto, o miaja, a los de la Cultura.

1 comentario en “El Tarirán, revista de Sena

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