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José Wenceslao Paraled Serrate


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José Paraled Sarrate

José Paraled Serrate, conocido como Pepe, nació en Sariñena el 28 de septiembre de 1902 y falleció en Reus el 1 de octubre de 1945, a los cuarenta y tres años de edad. De casa Paraled, casa acomodada de Sariñena, se licenció en derecho y ejerció de juez durante la II República Española. Contrajo matrimonio con Carmen Méndez Jiménez, casamiento que debió de realizarse de modo civil y que no fue reconocido después de la guerra. En Sariñena nunca más se ha sabido de lo que le deparó a Carmen Méndez Jiménez y, lamentablemente, nada se ha podido averiguar, por ahora.

Pepe fue una persona de fuertes convicciones políticas y muy activo en la vida política y social de Sariñena. Fue dirigente del Partido Radical Socialista de Sariñena hasta que en 1935 pasó a pertenecer a Izquierda Republicana, años más tarde fue apoderado en las elecciones a Diputados a Cortes. Ejerció de abogado y en septiembre de 1938 fue nombrado presidente del Tribunal de Guardia de Baza (Granada), cargo que nunca llegó a tomar posesión a pesar de sus numerosos requerimientos. También fue juez de los juzgados de Urgencia y Popular de Barbastro, Caspe, Alcañiz y Mora de Rubielos. En enero de 1937 fue nombrado juez del Tribunal Popular de Barbastro.

En determinados documentos aparece como alcalde de Sariñena, representando al Frente Popular, cargo que parece que ocupó durante un corto tiempo en la República y los primeros días tras el alzamiento militar fascista. Ejerció de alcalde hasta que fue destituido cuando los sindicatos C.N.T. y U.G.T. tomaron el ayuntamiento de Sariñena formando el Comité Revolucionario de Sariñena. “Iniciada la revolución marxista en esta localidad es el que junto con su compañero de Consejo Manuel Blanco Maestro, entregaron seguramente de mutuo acuerdo el mando al comité rojo en esta villa”. Esta cuestión es el propio José Paraled quien lo desmiente asegurando que el comité se apoderó del ayuntamiento “por la violencia”. Algunas fuentes lo sitúan como concejal en 1933 y alcalde de Sariñena de febrero a julio de 1936. Otras fuentes lo sitúan hasta el 20 de agosto del 1936 en el cargo de Alcalde, después de que el Capitán del puesto de Sariñena y varios Guardia Civiles abandonasen la población. Fue entonces cuando componentes de las secciones sindicales de CNT y UGT se apoderaron del ayuntamiento formando el comité. Además, Pepe fue secretario de la Colectividad local.

Pepe fue detenido el 23 de octubre de 1939 por unos milicianos y puesto en libertad a las pocas horas. Al parecer, diferentes autoridades del momento, entre ellos Pepe, se opusieron a que las milicias, llegadas de fuera, tratasen de fusilar a varias personas de Sariñena, encarceladas por precaución en la cárcel de Sariñena. Este suceso parece que motivó su marcha a Barcelona, donde residió en el Hotel San Agustín hasta que su quinta fue llamada a filas en julio de 1938. Fue destinado a servicios auxiliares en la parte de Valencia, donde le sorprendió el fin de la guerra.

También se le sitúa tras la ocupación de Alcañiz, huyendo tras el avance del bando fascista. En su expediente judicial aparece reflejado esta circunstancia además de no dar credibilidad que su huida fuese hacía Madrid.

Pepe fue hecho prisionero y sometido a juicio por lo que fue condenado a 14 años, 7 meses y 30 días por el delito de “auxilio a la rebelión”, condena estipulada hasta el 27 de octubre de 1958. Su sentencia fue emitida el 15 de mayo de 1944, causa 4.112/40: “Que el procesado José Paraled Serrate, mayor de edad penal, vecino de Sariñena y filiación izquierdista, le sorprendió el Glorioso Movimiento Nacional  desempeñando el cargo de alcalde del Frente Popular del citado pueblo, colaborando con los demás elementos en la instauración del régimen rebelde; el procesado fue nombrado registrador de la propiedad y Juez de Barbastro y Caspe, distinguiéndose en el desempeño de este último cargo por los abusos e indignados atropellos a que sometió a las personas de orden que estaban procesando e instruyendo los sumarios con notoria malicia y parcialidad, que se tradujo en la aplicación por parte de los Tribunales de gravísimas penas, algunas de ellas de muerte, que se efectuaron. Se pidió que se le impusiera como autor de un delito de adhesión a la rebelión del artículo 238 del Código de Justicia Militar sin circunstancias la pena de reclusión perpetua a Muerte con las accesorias legales, debiendo de ser conmutado por la principal, por la de catorce años y ocho meses de reclusión mayor, que llevará las accesorias de inhabilitación absoluta (…)”.

Cronología penitenciaria:

  • Prisión Provincial de Murcia ingresó el 29 de marzo de 1939.
  • Prisión Provincial de Huesca 20 de julio de 1940, el 23 de agosto de 1940 fue encerrado en celdas de castigo como “elemento perturbador (por su condición de abogado) y por haber hecho manifestaciones al sacar de la Brigada donde se hallaba a unos condenados a muerte”.
  • El 13 de junio de 1941 se ordenó su traslado a la prisión de Barbastro e ingresó en ese mismo día, en el expediente aparece la siguiente observación: “es sujeto peligroso, debiéndose  tener cuidado en su condición”.
  • El 22 de octubre de 1941 se ratifica su prisión por ser considerado un “detenido con peligrosidad”.
  • El 3 de mayo de 1944 es puesto en libertad preventiva, habiendo cumplido 5 años, 1 mes y 10 días de prisión. Se le concede la posibilidad de cumplir la libertad vigilada en el pueblo de Prades (Tarragona).
  • El 12 de octubre de 1953 es aprobada la libertad definitiva.

 

El juicio, típico del franquismo, incautó la mayor parte de sus bienes. Incluso el alcalde franquista de Sariñena, Joaquín Blasco Mirallas, se apropió indebidamente de la bañera de la casa familiar de Pepe para su propio beneficio. Al menos, Pepe dejó 8 hectáreas, una masada y un olivar a un amigo y encargado de sus tierras que nunca lo dejó de lado, ni en los peores momentos. José Paraled Serrate murió tras una larga enfermedad contraída en las cárceles franquistas, la tuberculosis. Debido a su enfermedad fue puesto en libertad el 3 de mayo de 1944, retirándose a Prades, pequeño pueblo de Tarragona, donde falleció al año y medio en Reus.

A pesar del olvido, Pepe siempre ha estado conmigo, en mi mente, en mi curiosidad, en mis sentimientos, en mi corazón y quizá en mis ideales. Tras años de investigaciones en archivos penitenciarios, causas judiciales, informes políticos sociales, cartas, llamadas, búsquedas y un largo etc. por fin puedo concretar una pequeña reseña de lo que fue José Paraled Sarrate y recuperar su memoria en contra de la condena del olvido. Es por él, por Pepe, por la eterna justicia de los olvidados. Por siempre.