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El batán y los molinos de Sariñena


Sariñena, bañada por las aguas del Alcanadre, siempre ha poseído una rica huerta regada a través de sus acequias; aguas que además servían para mover un batán y sus diferentes molinos, tanto harineros como de aceites. Así lo define Pascual Madoz, en su diccionario geográfico-estadístico-histórico de 1845: “Tres eran las acequias madres, cuyo riego termina á ¾ de leg. de la población, impulsando además las máquinas de un batán, un molino harinero y otro de aceite.” (Las acequias de los lugares de Sariñena y Albalatillo).

La misma referencia aparece medio siglo antes a través Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792 “A igual distancia hay una ermita, muy capaz, del apóstol Santiago, que se cree fue de templarios, por los vestigios que se conservan. Otro molino de aceitunas y un batán contiguos son de particulares”, además Blecua y Paul apunta el molino harinero del complejo agropecuario de La Granja del monasterio de la Cartuja de las Fuentes.

No obstante, en el caso de los molinos, nos podemos remontar al 19 de diciembre de 1323 cuando se lleva a cabo una donación de bienes por parte de Pedro Jiménez de Sarasa y su esposa Teresa a favor del prior de Sariñena: ”Consistente en unas viñas, casas, 9 sueldos de treudo y la parte y derecho que ellos tenían en dicho molino harinero y trapero del Rey, situado en el término del citado concejo de Sariñena con 6 cuartales y 1 almudín. El objetivo de la donación era fundar una capellanía perpetua en el monasterio de Montearagón. En el escrito se dice que el molino tomaba el agua directamente del río Alcanadre.” (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza). 

Detalle de la parte inferior izquierda del pergamino en que figura el inventario del molino trapero y harinero de Sariñena de 1371 donde se aprecia el dibujo de unas líneas para expresar las medidas de las muelas.(Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza).

En 1371, un segundo pergamino, recoge un detallado inventario de bienes del llamado “molino harinero y trapero del Rey” con motivo de su arriendo. El documento queda recogido en la obra de Germán Navarro Espinach, “Molinos harineros en el reino de Aragón (Siglos XIV-XVI)”, citando que el molino estaba ubicado en el río Alcanadre. Para su inventario, apunta Navarro Espinach, entraron en su interior Domingo Redón, oficial de dicha villa en representación del abad de Montearagón, el señor del molino, junto con el arrendatario Sancho Conesa, escudero de Sariñena, y el notario Guillem Losa que levantó acta de todo lo que encontraron. A esto añade Navarro Espinach: “Medio siglo después de la donación anterior de 1323, un pergamino fechado el 22 de marzo de 1371 muestra en primer lugar la copia de un documento en el que el monasterio de Montearagón arrendó durante quince años a Sancho Conesa las partes correspondientes del molino del Rey de Sariñena, a saber, 16 cuartales y 3 almudes en total junto a las demás posesiones por el pago de 400 sueldos jaqueses, considerando las capellanías instituidas por Pedro Corona, María Corona y Pedro Jiménez de Sarasa, todas ellas dotadas con sus respectivas porciones del citado molino. Posteriormente, el monasterio como arrendador y Sancho Conesa como arrendatario entraron en el molino trapero y harinero de Sariñena con el notario para levantar acta de todo lo que había en su interior. En la parte inferior del pergamino se llegó a dibujar unas líneas para representar visualmente las medidas de las muelas” (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza). 

“Sia manifiesto a todos que, anno a Nativitate Domini millesimo CCCº LXXº primo, a saber es dia viernes XXVIIIº dias de março, en el molino clamado del Rey situado en el termino de la villa de Saranyena. En presencia de los honrados et discretos don Domingo Redon, official de la dita villa por el senyor abbat de Montearagon, e Sancho Conesa, scudero habitant en la dita villa, arrendador del dicho molino, et present mi, notario, et los testimonios aiuso scriptos, fue feyt el present inventario de todas las cosas que fueron trobadas en los casales farinero et trapero del dicho molino dins la forma siguient. 81 AHN, Clero, Monasterio de San Victorián de Asán, carpeta 772, núm. 17. 82 AHN, Clero, Monasterio de San Victorián de Asán, carpeta 775, núm. 5. 83 AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 661, núm. 7. 84 AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 668, núm. 2. MedievalisMo, 33, 2023, 139-180 · issN: 1131-8155 162 Los batanes de aragón (sigLos xii-xvi) Primerament, fue trobado en el casal del farinero dos molares molientes, en el uno havia un ruellyo con su muela, en el otro muelas iusana et susana, las quales muelas e ruellyo eran de las midas infrascriptas. En las ditas dos molares havia sus gruenças, ruedas, palos, nadillyas, corrones et armiellas todas buenas, canales, aviles et crebadas. E havia mas en el dito molino una muela baldera, una archa suficient, dos picos de tallyo, un porpalo de f ierro, un almut de fierro que era un bacinet foradado, dos çerciellos de fierro pora muela, un quartal de fuste, una exada ampla sotil. En la cobierta del molino havia dos tinyadas crebadas sobre el ruellyo, la otra era suficient, excepto que era mal recancellado. En el salto del dito molino havia mester adobo. En el molino apart del salto et apart del primer cacavo estovo et faze a socalçar et encara las medianas de los cacavos. Item fue trobado el casal del trapero descobierto et todas las tapias sanas, et fue trobado en aquell una pila et mallyos aviles et quasi podridos, el arbol fondido et crebado, la rueda toda crebada, el salto bueno et sienes de canal, las midas del rueyllo et muelas sobreditas son los que se siguen. Primerament mida del rueyllo [dibujo de línea] Item la mida de la muela sobre el [dibujo de línea] rueyllo. Item en el otro molar havia la muela susana daquesta [dibujo de línea] mida. Quanto la iusana era toda tronçones et no valia res. Mida de la muela [dibujo de línea] baldera. Et de las anteditas cosas los ditos oficial et Sancho Conesa requirieron a mi notario que les ende fizies dos cartas publicas de las quales fincase la una en poder del dito senyor abbat de Montearagon et la otra en poder del dito Sancho Conesa. Presentes testimonios ad aquesto specialment clamados e rogados Pero Sanches de Biel, scudero habitant en la dita villa de Saran yena, et Domingo Salvaterra, vezino de la Sardera, aldea de la dita villa. Signo de mi Guillem Losa, notario publico de Saranyena et general por auctoritat real por todo el regno de Aragon, qui aquesto scrivie et adie et emende en la VIIIª linea do dize daquesta et mas un troz de la mida et por letras de abc la partie et çarre.”

AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 668, núm. 2.
Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza. 

Detalle de la parte inferior derecha del pergamino en que figura el inventario del molino trapero y harinero de Sariñena de 1371 donde se aprecia el dibujo de unas líneas para expresar las medidas de las muelas. (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza).

La documentación de aquella época continua y así, en 1390, el monasterio de Montearagón da a treudo a Eximino Loarre, clérigo racionero de la iglesia de San Salvador de Sariñena, el molino del Rey, “sito en el lugar llamado Huerto de Suso en el término de Sariñena, molino antes estaba atreudado a Ramón de Castro, el cual no pagaba el treudo” (1390-07-12). (La iglesia de Sariñena).

En 1751, Don José Mirallas, familiar del Santo Oficio, vecino de la villa de Sariñena y arrendador de sus Propios, suplica que el Ayuntamiento de la misma proporcione agua a los molinos harineros y de aceite, con objeto de evitar los perjuicios que su falta le han ocasionado. – 1751 ES/AHPZ – J/001302/0022

Así, la huerta de Suso responde al paraje del margen derecho del río Alcanadre al norte con Sariñena, y forma parte de la huerta vieja de Sariñena. Se accede desde la localidad por medio del camino de la ermita de Santiago. Por allí, cerca del río Alcanadre pasa la llamada acequia de Albalate que debía de mover el molino harinero del Rey. Situado en las inmediaciones de Sariñena, sus restos parece ser que forman parte de una propiedad particular. La acequia de Albalate nace aguas arriba del Alcanadre, muy cerca de Sariñena y recoge aguas sobrantes, careciendo, al parecer, de toma directa con el Alcanadre.

Pero lo más reseñable es la existencia de la acequia del Molino, que junto a la acequia Valdera, constituyen una gran obra de ingeniería que han permitido a Sariñena contar con una gran y excelente huerta. La acequia del Molino consta de una longitud de 12 kilómetros, recogiendo el agua a mitad trayecto entre la confluencia del Alcanadre con el Guatizalema con la localidad de Sariñena. Partía de la antigua presa del Soto del Capitán, actualmente en ruinas pero que aún presenta los restos de una caseta que, para Antonio Naval Mas (Las acequias de Sariñena) esta construcción “Es de sumo interés pues tiene marcas de cantero, por lo que a falta de documentación escrita que permita datarla, nos remite a la Edad Media”. Antonio Naval Mas apunta que esta presa fue sustituida por unas más recientes: “Aguas arriba de esta impresionante obra totalmente arruinada se construyó con gaviones otra más endeble. También fuera de uso, la actual, construida en cemento, fue situada, a unos cincuenta metros más arriba de ésta. Es la denominada Presa del Molino” (Antonio Naval Mas, Las acequias de Sariñena).

Tanto la acequia como el camino llevan el nombre “del Molino”, e igualmente, según el portal IDEA de Aragón, aparecen los diferentes nombres de acequia del Molino, acequia del Hospital del Molino, camino del Molino o camino del Molino nuevo. Así mismo, el mapa del vuelo de 1927 recoge la denominación de acequia del Hospital del Molino. Igualmente, siempre ha existido el paraje denominado los Campos de Molinos, al sur de Sariñena, entre el paraje de los Esquiñones al oeste, los campos del Saso al este y los Estañuelos al sur.

Para Antonio Navalmas la acequia del Molino pasó por tres molinos de cereales y se perdía después de mover un batán, al sur de Sariñena “Dos han sido y son las importantes infraestructuras hidráulicas que han hecho de Sariñena una rica huerta, las acequias de Valdera y del Molino”.

Recapitulando, podemos decir que en Sariñena existieron varios molinos, el más destacado, tal y como hemos comentado, respondió al Molino del Rey, en la Huerta de Suso, localizado en el margen derecho del Alcanadre, movido por la acequia de Albalate y cuyos restos responden a una propiedad particular. Por el contrario, la acequia del Molino movió el molino harinero de Amado Pueyo (Harinera Monegros), camino de los Olivares al norte de Sariñena y al sur el molino de Torres, donde se encuentra la residencia, y el molino de Paraled, por el mismo camino del Molino.

El molino de Torres era de aceite, constaba de grandes edificaciones y, según recuerda Rafael Anoro, tenía su propia balsa.

Molino de Torres. Vuelo de 1927.

El molino de Paraled fue harinero  y a partir de un documento notarial de 1878 de bienes de José Paraled y Hurtado contamos con una pequeña descripción de su conjunto:  “Un molino harinero con casa, corral, huertos y dos fajas de tierra componentes todo sola finca de tres fanegas cuatro almudes y media de extensa superficial los huertos y fajas de tierra, equivalentes a veinte y dos áreas noventa y tres centiáreas y el edificio de veintiún metros seiscientos diez y seis milímetros de largo, por ocho metros cuatrocientos cincuenta y dos milímetros de ancho”. En ese mismo lugar, con el tiempo fue construida una central eléctrica por Joaquín Paraled Sarrate.

Molino ya Central Eléctrica Paraled. Vuelo 1927.

El batán de Sariñena se localizaba al sur de la población, en la confluencia de las acequias del Molino, la Acequieta (derivación de la acequia del Molino) y la de Albalate. Respondía a una máquina generalmente hidráulica, compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y enfurtir los paños.

Como topónimo aparece recogido tanto como “paraje” en el registro de la propiedad como parcela en el catastro. En documentación registral consultada aparece incluso el llamado “camino del Batán” (Documento del Registro de la Propiedad de Sariñena, 1970).

Batán Sariñena. IDEA Aragón.

Al batán se accedía por el camino del río, por las Cequin Bajas. La acequia de Albalate se cruzaba a través de un vado y llegabas al lugar de intersección de las tres acequias. El campo se regaba por medio de un aguatillo que embalsaba agua en la propia acequia, para alcanzar altura y luego caer por un rebasadero de hormigón en donde en su lateral derecho se aparecían unas escaleretas. Al lado se encuentran los restos de una antigua construcción, parte de sillares y parte de ladrillo, atestiguan su pasado.

Aguatillo del campo del Batán de Sariñena.

Fermín Grustán, el Tinturero, cuenta que el campo fue de su abuela Basilisa Basols Delafuente y que siempre fue conocido como campo El Batán. Pero también ha sido y es conocido como el batán del Tinturero, pues como dice Antonio Navalmas “estas pequeñas industrias fueron también tintorerías”.

Restos del batán de Sariñena.

Queda atestiguado la existencia del batán de Sariñena y algunos de sus molinos, parte de esa infraestructura hidráulica, de acequias, enfilas y brazales, de una huerta que fue vital para la supervivencia y desarrollo de Sariñena y comarca.

Gracias a Keko Anoro, Fernando Tierz y Fermín Grustán por ayudar a localizar y documentar el Batán de Sariñena.