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Cucaracha, 150 años de su muerte


Comienza el mes cucarachero, cucaracho, el mes internacional del cucaracha, el año chino de la cucaracha, la constelación de la cucaracha… Comienza un mes revolucionario, rebelde, donde un bandolero vuelve a irrumpir en la historia reivindicando su lugar y obra.

Del cruel y despiadado bandolero monegrino que por la sierra de Alcubierre se escondía.

No pide perdón por sus daños, por el dolor ocasionado, no se arrepiente de sus muertes.

Tampoco piden perdón los piratas ni otros bandoleros. Tampoco pide perdón el hambre ni la sed ni la explotación.

Tampoco requiere de tu aprobación y, si quieres la verdad, poco o nada le importa tu opinión.

Si quieres saber de él, ya sabes su paradero, por la sierra de Alcubierre, donde su memoria permanece viva.

Mariano Gavín Suñen: El bandido Cucaracha, asesinado el 28 de febrero de 1875.

La historia de una rebeldía. Textos cucaracheros, textos subversivos.

Relación de textos que se irán publicando a lo largo de este mes de febrero.

¡Asesino!

-El muy cabrón no quería trabajar, vivir sin dar palo al agua, el muy sinvergüenza. Un vividor, ese maldito desgraciado, ya le hubiera enseñado yo bien, si señor, a palos. Eso sí, a beber y comer como el que más, buen trago porrón y buen apretón a la bota de vino y a fanfarronear de quitar lo que otros a bien nos hemos ganado. ¿Quién se cree que es? ¿El Robin Hood aragonés?, maldito desgraciado, bandido y asesino de niños. –  

-Si hasta le di faena, de repatán y a segar en verano y el muy desgraciado se escaqueaba del trabajo y encima era el que más se quejaba y reclamaba. Perro, el más perro de toda la comarca, que sin trabajar quiere comer cordero y llenar el granero. –

-Tira p´al monte, mierda de desgraciado, ladrón ruin y cobarde, escapa, huye y escóndete en la sierra, que no te pille. Siempre romanceando, siempre quejándose, malnacido. ¿Quién se cree que es? ¿El Curro Jiménez aragonés? -.  

-Asesino cruel, capaz de lo más despiadado y sanguinario, ¿A cuántos quemaron vivos? ¿A cuántos?? ¡Ojalá ardas en el infierno maldito cabrón! –

-¡¡Han matado al Cucaracha!!- Todos corren a ver su cadáver tirado en la plaza, los críos salen de la escuela, se juntan todos en la plaza, lo contemplan y perdido el miedo, ante su cuerpo ya sin vida, comienzan a gritarle -¡ladrón!- -¡asesino!-, algunos le escupen incluso recibe alguna que otra patada su cuerpo inerte.

A Gregoria se le escapa una lagrima que rápidamente trata de disimular, prudentemente se retira de la plaza. Solo unos pocos lo contemplan a la distancia, contienen su rabia. ¡Hay esperanza! – ¡Asesinos! ¡Malditos asesinos! -.

Cucaracha

Asquerosa, repugnante cucaracha. Insecto, que corretea velozmente, huidiza, sucia cucaracha vector de enfermedades, asco es decir poco.

Sin embargo, a lo largo de la historia y en distintas civilizaciones ha sido considerada como símbolo de residencia y persistencia. Y esto no deja de ser una rebeldía en sí misma. Un giro inesperado.

Es resistente. La cucaracha es capaz de sobrevivir en condiciones extremas, podemos exagerar y decir que sobreviviría a una hecatombe nuclear pero no al insecticida de Mercadona. Son rápidas y huidizas, son astutas y se adaptan y reaccionan mucho más rápido que los humanos ante cualquier estimulo o contacto.

La mitología griega la asocia con la diosa de la oscuridad y la noche, a la diosa Nix; como ser del reino de las sombras que habita en los rincones más oscuros del mundo. Incluso existía la creencia que la cucaracha tiene la capacidad de predecir el futuro siendo mensajera de los dioses del inframundo, por ello les conferían un estatus especial en la mitología griega.

Igualmente, los egipcios la consideraban símbolo de resistencia y supervivencia, siendo asociada con la oscuridad y la impureza, especialmente por habitar lugares oscuros, sucios, en desechos y escombros “Se creía que las cucarachas tenían la capacidad de superar grandes desafíos y que eran mensajeras de los dioses en el reino terrenal. Su capacidad para sobrevivir en condiciones adversas las convertía en criaturas admiradas por su tenacidad y resistencia, lo que las hacía dignas de aparecer en las leyendas y mitos de la antigua civilización egipcia”.

En la cultura china, la cucaracha también se asocia con la inmortalidad y la capacidad de superar obstáculos y las tribus nativas de Australia creían que su presencia estaba relacionada con la capacidad de adaptarse a los cambios y de encontrar oportunidades en situaciones difíciles.

En la religión cristiana, la biblia la relaciona con el hambre y la pobreza.

Según G. H. Monod (Revue rose, 27 de junio de 1896), las cucarachas son altruistas. Este autor había encerrado en un recipiente algunas cucarachas para que sirvieran de alimento a un lagarto. Huyendo del lagarto, cayó una cucaracha al agua; inmediatamente las otras cucarachas, interrumpiendo su huida, fueron a ayudar a su compañera; olvidando el peligro en que ellas mismas se encontraban, realizaron un verdadero salvamento, ayudándose entre sí para conseguirlo (Diario de Huesca del 23 de octubre de 1896).

Así, que la percepción de la cucaracha tiene algo de subjetiva, hasta de contradictoria e incluso antagónica; quizá podamos decir hasta manifiestamente rebelde y revolucionaría.

Pues imagínate una metamorfosis kafkiana mudando a una cucaracha.

Imagínate ser…, ¡ser Cucaracha!.

Sierra rebelde

Sierra rebeldía, sierra brava, sierra escondida que das cobijo a bandoleros, forajidos y proscritos de la ley; a insurrectos e insurgentes. Sierra rebelde que te alzas entre secanos y yermos y te resistes a hundirte en plena depresión del Valle del Ebro. Desafías al llano, a tierra plana, a la árida comarca de Los Monegros y te elevas rebelde, destacando sobre el horizonte para quien sabe contemplarte, para quien sabe detenerse y apreciarte. Para quien sabe quererte.

Sierra a medio camino entre los Pirineos que tanto desde aquí se contemplan y las serranías turolenses, corazón de Aragón y al oeste el Moncayo, mientras, serpenteante, pasa sigiloso al sur el Ebro. Sobresales con tus abruptas caídas. Suben y bajan labradores, segadores, pastores, leñadores y carboneros, negros como un tizón, como la sierra, como estos montes rabiosos y desafiantes, estos salvajes montes negros. El sol aquí no quema, aquí arde.

Indomable sierra, al igual que tus barrancos y vales. Guarida de bandoleros, cuevas de San Caprasio. Cabalgan y recorren a pie, a cada paso tus montes, tus quebrados cerros y lomas. En ti se esconden y en ti se refugian, sierra rebeldía, hogar de hombres de destino incierto. Ningún río discurre por esta maldita sierra.

Son tierras lejanas, en medio de la nada. Donde adentrarse conlleva peligros. Dicen aquí solo moran los diablos, dicen allí moran los demonios más perversos. Moran las cabras y chotos, rebaños que pastan en tus acantilados sin mar, brincando por sus enriscadas laderas de la sierra rebelde, con sus cuernos y barbas de chivos que inevitablemente evocan al mismo Satanás, a Belcebú, a Lucifer… ¡al mismo diablo!

Sierra de sobrevivir, de hambre y sed. Sierra de cazadores y furtivos, de trampas, huroneo, lazos… Refugio de brujas, sierra rebelde que acoges a pesar de la dureza que imprimes, de veranos ardientes e inviernos heladores. En ti se refugiaron cuando las tropas francesas asediaban Zaragoza en su segundo Sitio. También con el estallido de la guerra civil muchos en ti buscaron cobijo. Sierra revolucionaría y libertaría, de trincheras cavadas a pico y pala. Aquí tomaron posiciones fuerzas libertarias, fuerzas de Durruti y del POUM. Por aquí anduvieron los maquis. Sierra de historia.

Sierra que proteges, en ti mece el cierzo la bandera de la libertad ya que, en esta tierra, el cierzo nunca tiene compasión. Donde sobrevuela magna el águila real o el águila culebrera. Donde has forjado a fuego leyendas.

Pues siempre dirán que por la sierra de Alcubierre, por la sierra rebelde, se pasea el Cucaracha, siendo un hombre tan pequeño, cuanto respeto que causa.

Un hombre enorme, una sierra de leyendas. La sierra de Alcubierre.

Allí moran, según dicen, los demonios más perversos.” (El Cantar de Roldán. Transcripción de Redoli Morales (2006: LXXVIII, vv. 1773- 1786).

Ya nadie cuenta sus historias

Nadie cuenta ya sus historias. Nadie narra sus andanzas, sus aventuras, sus hazañas, sus correrías… Nadie las relata ya sentados en las cadieras al calor de fogaril o en las noches veraniegas a la fresca. Nadie las cuenta en los paseos por el pueblo, en el banco al sol o a la sombra del viejo olmo, en el mentidero, en la placeta o en el cruce. Nadie cuenta la historia de aquel celebre bandolero que dominó la comarca y mantuvo en jaque a la guardia civil, aquel que por nombre llevaba Mariano Gavín Suñen.

Ya nadie cuenta historias del bandido Cucaracha y su banda, se pierde esa transmisión oral, esa sabiduría popular que, consciente de la dureza del personaje, de sus atrocidades, lo ha transmitido en esa rebeldía que él mismo imprimió en su malograda vida.

Ladrón de ricos, azote de caciques, de ricachones chulescos, justiciero que a ellos quitaba y al pueblo daba.

A pesar de sus oscuros hechos, su leyenda siempre vuelve a resurgir, como gran bandolero. Desafiando al poder, al orden y a la ley, ideando planeados asaltos y secuestros, de ingeniosas escaramuzas, de escondites y evasiones e intensos fuegos a trabucazos o a escopetazos, con su escopeta de dos cañones o su carabina Remington, contra las fuerzas de la guardia civil.

Su afilada navaja bandolera de carraca, su impronta curtida en asesinatos, en crueles asesinatos, ya no es protagonista en sus historias por contar. 

Ya nadie cuenta sus historias en la siega, ni recogiendo el esparto, ni en la huerta… ya no cuentan sus historias los leñadores, ni los pastores y rebadanes, subiendo a la sierra, en carros o yendo a pie. Ya nadie cuenta sus historias en el rancho, entre trago y trago a la bota de vino o al porrón.

Ya nadie cuenta aquellas historias que se contaban y lo han perpetuado en la memoria colectiva. Pues la transmisión oral no deja de ser la misma esencia de su historia, que ha hecho que siga viva, viva en la tradición oral y nosotros mismos seamos motores de transmisión oral de la historia de un bandolero que siempre será leyenda.

A mi amor Jobita

Justo antes del anochecer, cuando el sol cae en el horizonte y el cielo se prende de ardientes colores, de cálidas tonalidades rojizas, fucsias, anaranjadas o intensos amarillentos, pienso en ti. Cuando la oscuridad se impone, arriba, en la fría sierra, y el silencio se adueña del monte pienso en ti. En las noches estrelladas, pienso tanto en ti como estrellas brillan en el firmamento. Y pienso en ti en las noches de luna llena, deslumbrado, sabiendo que incluso brillas más que el sol en cada amanecer.

A veces contemplo de lejos el pequeño pueblo de Alcubierre, imagino entrar en casa, con el calor del hogar y tu recostada y yo despertándote con un suave beso sobre tu mejilla, a lo que me sonríes, cómplice, mientras te arropo con la manta de lana de azul oscuro que tu madre tejió en su último invierno.

Pienso en ti cuando presiento la muerte tras de mí, cuando el miedo me invade y me estremece, cuando he de ser valiente en vez de temeroso, pienso en ti y la fuerza me brota rabiosa, maldiciendo la vida que me echó al monte. Pienso en ti cuando no encuentro salida, cuando acorralado doy todo por perdido. Pienso en ti porque es lo único que me hace tirar p`alante, porque no hay nada en la vida que me importe más que tú.

Pienso en ti cuando veo volar al águila real y pienso en ti al ver los ababoles inundar los dorados campos de cebada mecidos al cierzo. El tomillo y el romero me recuerdan tanto a ti, bajo esa sabina en la que fuimos eternos, en esa primavera que nunca olvidaremos. Cuando aún teníamos sueños.

Pienso en ti cuando la sed me ahoga, cuando la boira no me deja ver el camino, cuando el polvo no deja ver el sol, cuando la vida no me deja estar junto a ti. 

Y ahora pienso en ti, desde esta sierra perdida y rebelde que tantas distancias guarda, sabiendo que la despedida sin un -adiós- o un -hasta pronto cariño- está a punto de llegar. Oh Jobita de mi corazón, de mi maldito corazón de bandolero, me maldecirás por la vida que no te he sabido dar.

Siento no poder despertar a tu lado, en nuestra humilde casa de Alcubierre, ahora mi hogar es la sierra, solo ella me da el amparo y la libertad para existir, pero sin ti no sé vivir, sin ti la sierra es tierra quemada, tierra muerta, sin ti la sierra es el mismo infierno. Parece que he vendido mi alma al diablo y solamente sé que estoy vivo porque aún mi corazón late por ti.

Sierra de Alcubierre, 14 de febrero de 1875.
¡Te quiero Jobita!, El Cucaracha.

Carta de Jobita

Pocos sabéis de mí, más bien nada, pues siempre he sido la mujer del Cucaracha, de aquel bandolero célebre al que todo el mundo temía en esta redolada del mundo llamada Los Monegros.

Lejos quedan aquellos años felices de noviazgo que acabaron en boda. Pronto las ilusiones y los sueños se esfumaron, quería tener familia, pero a Mariano le gustó más sus correrías, desaparecer durante días e incluso semanas, hasta que de repente desapareció.

Había aparecido un chico muerto, yo no quise creerlo, pero te culpaban. Huiste a Francia y aquí me dejaste, sola, abandonada, sin saber nada de ti, sin saber que hacer, sobreviviendo como podía, mendigando entre familiares. Luego supe que me mandabas dineros que nunca recibí.

A tu regreso todo fue a peor, cuando ya te echaste a la sierra y hasta formaste cuadrilla de bandolero, tu eras el líder. En el pueblo me miraban mal, nadie me dirigía la palabra, nadie quería darme su amistad, me dejaron de lado. Algunos venían a preguntar a casa si sabía algo de ti, que dónde estabas o si rondabas alguna noche por casa. Yo callaba y aguantaba, luego lloraba toda la noche, temblaba de miedo, asustada, en una casa fría y vacía.

Aquella desgracia me corroía, me perseguía. Sentía los cuchicheos, los rumores de queridas que tenías en distintos lugares o las continuas noticias que ya te habían cogido. He notado vuestras miradas hirientes, los murmullos cuando pasaba, aunque nadie se atrevía a decirme nada a la cara, teníais miedo de Mariano, sabíais que si me pasaba algo lo pagarías con vuestra vida.

Tu siempre tiraste a la sierra, como una llamada a lo salvaje que inevitablemente pudo contigo hasta el fin de tus días. Incluso traté en seguirte y hasta me detuvieron la guardia civil. A pesar de todo siempre te quise.

Ahora siento pena y rabia y a la vez un triste alivio que me invade sin verdaderamente entender que va ser de mí, sintiendo que esta herida nunca cicatrizará. Quizá ahora pueda encontrar algo de paz aun cargando tanto dolor y vacío que me queda por arrastrar toda mi vida. Porque fuiste mi vida y también mi muerte.

Gracias a Rafael Andolz Canela

Aunque sin duda es gracias a la transmisión oral, que se ha conservado gran parte de las historias del bandido Cucaracha, es a Rafael Andolz Canela, gran etnólogo aragonés, a quien se debe el gran trabajo sobre la vida del célebre bandolero monegrino.

Rafael Andolz Canela, escritor aragonés, ha sido, ante todo, un gran amante de la cultura aragonesa, publicando gran número de artículos y libros. Andolz nace en Jaca el 23 de septiembre de 1926 y ejerce de sacerdote, además de investigar como etnógrafo la cultura aragonesa. Considerado, además de escritor, filólogo y lexicógrafo es fundador del Consello d´a Fabla Aragonesa. Igualmente es profesor de bachillerato y miembro del Instituto Aragonés de Antropología, entre otras muchas actividades que desarrolla a lo largo de su vida.

Para conocer la figura del bandido Cucaracha, Rafael Andolz Canela recorre las diferentes localidades, así como los diferentes lugares y parajes monegrinos por los que campa el bandido, recogiendo testimonios y tradición oral sobre el bandido Cucaracha. Un trabajo minucioso, aportando gran detalle, de personajes, informantes, fechas, toponimia… donde, además de aportar gran cantidad de testimonios, realiza la consulta de partes de la guardia civil, partidas de defunción o de noticias aparecidas en la época del bandolero.

Así, en 1982 Rafael Andolz publica “El Bandido Cucaracha y Puchaman de Lobarre” (Biografías aragonesas). Andolz es el primer refundador de la vida de Mariano Gavín Suñen, narrando la vida del Cucaracha aportando el contexto exacto de la vida rural del profundo secano aragonés de aquella época. A su vez, es reseñable la sensibilidad de Andolz transmitiendo la historia recogiendo las particularidades propias del aragonés de la tierra. Pues seguramente, Cucaracha hablaba un aragonés bastante completo.  

Rafael Andolz Canela fallece en Huesca el 9 de octubre de 1998.

En el 150 aniversario de la muerte del Cucaracha, desde Os Monegros queremos mostrar nuestro agradecimiento y reconocimiento a Rafael Andolz Canela, por “El Bandido Cucaracha” pero también por toda su extensa y magnifica obra sobre la cultura aragonesa. ¡Gracias Rafael Andolz Canela!.

El Cucaracha

En la tradición oral, el alias de «El Cucaracha» viene dado por su constitución de baja estatura, flaco, de piel morena y siempre vestido de negro. Una versión que los mayores de Alcubierre siempre han conocido y reconocen como autentica. De esta forma, el apodo de «El Cucaracha» responde a la formación típica de apodo o mote aragonés que, de forma irónica, sarcástica y/o socarrona, pone en evidencia un aspecto físico o de carácter, que lo resalta, lo pone en valor o lo ridiculiza.

Pero uno de los orígenes que más ha transcendido ha sido el que nos aporta Rafael Andolz, relacionado con la canción de “La Cucaracha”, que de crio Mariano Gavín Suñen cantaba y bailaba. Canción que la borda, señala Andolz, “Tanto y tan bien que en el pueblo todo el mundo llama al chaval “Cucaracha”. Sin embargo, Andolz aporta únicamente los dos primeros versos de la famosa estrofa: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

Estos versos se popularizaron con la revolución mexicana en 1910, años más tarde que viviese Mariano Gavín Suñen (1838-1875). Aunque su origen es impreciso de datar, la primera referencia encontrada viene de la mano de Rafael Sánchez Escobar, periodista de Veracruz que se ganaba la vida tocando el piano. De ideologías revolucionarias, tocaba el piano en las cantinas de Monterey. El 24 de abril de 1914, un militar revolucionario lo requirió para amenizar a su tropa para lo que Rafael Sánchez Escobar tocó una canción que le cantaba su madre, una tonadita que así decía: “La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque le falta, porque le falta cuartilla para almorzar”. La canción de estribillo pegadizo pronto coge fama entre las fuerzas dedicándola al presidente Victoriano Huertas, alcohólico, gran consumidor de marihuana y cojo “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque le falta, marihuana que fumar”.

«La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar;
porque no tiene, porque le falta
la patita de atrás.«

La canción revolucionaria se convierte en todo un himno de la revolución mexicana y pronto se extiende al ejército de Pancho Villa. Un revolucionario, Pancho Villa que, en sus inicios, al parecer, también ejerce de bandolero, según la historiografía, al igual que nuestro protagonista el bandido Cucaracha. Incluso hay versiones variopintas de “La Cucaracha” dedicadas al líder revolucionario, pues la canción fue usada para burlarse del adversario por ambos bandos. Curiosamente, años más tarde Pancho Villa estuvo presente en la guerra española de 1936, como alias de un líder anarcosindicalista y combatiente de la Columna Ascaso y miembro del comité revolucionario de Grañén. Parece que todo se quiere relacionar sin llegar a tener relación.

Hay que decir que la popularidad y la relevancia histórica de “La Cucaracha” ha tenido un amplio desarrollo en la realización de estudios e investigaciones en México, por conocer los orígenes del popular corrido. La aproximación les ha traído a España, aunque ninguna de las referencias recoge las estrofas características que Andolz cita: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

«Corrido de la Cucaracha», de Antonio Vanegas Arroyo (Litografía de 1915). “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque no tiene dinero para gastar.”

Así, estrofas de la popular canción mexicana aparecen recogidas por primera vez en 1859 por Fernán Caballero (Cuentos y Poesías Populares, 1859), aunque diferentes fuentes citan que posiblemente ya existía hacia 1818. También, unos años después, en Cantos Populares de 1883 de Francisco Rodríguez. Ambas obras incluyen estrofas que posteriormente fueron usadas en las versiones mexicanas.

Además, el corrido, registrado por el poeta y folclorista Francisco Rodríguez Marín, cuentan que su letra original hace alusión al enfrentamiento entre cristianos y moros, el cual concluye en 1492 con la rendición de la Alhambra por parte de estos últimos. Alberto Lira Hernández dice que los llaman “Cucaracha” igual por las barbas de los moros. Esto último nos lleva a relacionarlo con las representaciones de “moros y cristianos” tan presentes en los dances aragoneses y en especial en los dances monegrinos. Podría ser, pero carece de consistencia.

Después de todo lo expuesto, es curioso que Rafael Andolz inventase el origen de “El Cucaracha” y quizá solo fue un recurso literario al novelar su historia, o tal vez aquella versión existió en la tradición oral, aunque en Alcubierre no la reconozcan. En fin, que la leyenda del Cucaracha no deja de estar llena de misterios, incógnitas, dudas… que es lo propio de un personaje de leyenda como es nuestro bandolero “El Cucaracha”.

Una historia que traspasa continentes pues incluso hay quien asegura que El Cucaracha no murió aquel 28 de febrero de 1875, sino que cruzó el charco recalando en Cuba donde continúo su oficio de bandolero. Allí formó de nuevo su banda, toda una partida de filibusteros, quizá hasta de piratas y próximos revolucionarios. Cuentan que murió allí en Cuba, lejos de su sierra rebelde, de su sierra revolucionaria de Alcubierre: “Dicen de la Habana que ha sido batida una partida filibustera matando al cabecilla Cucaracha y haciendo presos a los individuos Delgado y Acosta, a quienes se condujo a Bejucal. Se han presentado más individuos de la anterior partida.” (Diario de Huesca – 23 de noviembre de 1897).

Corrido del Cucaracha

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
le envenenaron el vino
y en el corral de l
`Anica
lo cogieron sin vida.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Si no es por ello nadie le alcanza
pues no hay nada más verdadero
que ya solo queda la venganza
por la muerte del bandolero.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
que ya es leyenda
y por la sierra camina
su presencia que es eterna.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

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Presentación de las ofertas en las distintas guaridas de la banda por la sierra de Alcubierre.

Reflexiones entorno al Cucaracha con Paco Paricio, titiriteros de Binéfar.

Peñalbeta

Al pie de la sierra, de la sierra de Alcubierre, posado al este, el viejo despoblado de Peñalbeta se resiste a desaparecer. Es en el monte de Lanaja, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, cruce con el camino de Lanaja a Castejón de Monegros.

Peña Albar, peña Albeta, bajo una oscura sierra que ha dado nombre a Los Monegros. Blanquecina brillabas generando un contraste que ya es difícil de percibir, a medida que tu memoria se perdía en los tiempos que dejamos atrás. Tiempos que hemos dejado atrás, en esas montañas de enrona donde los recuerdos son tan difíciles de encontrar. Donde ni si quiera nadie busca. Donde quedan ocultos, sepultados en el cruel olvido.

Y próxima a ti, sobre una leve elevación, igual en ruinas, casi ya desaparecida iglesia de san Martín, donde posan unos cuervos y, a veces, una huidiza águila real. Apenas se aprecia tu contorno y el frágil arco de ladrillo. Solo hablan de desaparición.  

Fotografía robada a José Luis Ona González. Autoría del hurto «El Cucaracha».

Resiste Peñalbeta, despoblado formado por un conjunto de aldeas, de casetas de monte que así son conocidas en Lanaja. Sus muros de piedra, sus arcos de ladrillo, construcciones tradicionales se resisten a medida que se derrumban ante lo inevitable. A duras penas resisten algunos tejados, mientras otros yacen caídos mientras los muros siguen el mismo camino.

Ya no es lugar de paso, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón. Aquel que tras pasar Sariñena pasaba por la Cartuja de las Fuentes hasta Peñalbeta, donde estaban los percherones, los caballos que ayudaban a superar los carros la subida a San Caprasio por Val Zaragoza y que luego por Farlete emprendía el descenso hasta Zaragoza.

Pobres aldeas, las aldeas de Macario, el Carlista, el Casero, de Juan Mariano, del Torralbes, de Hilario, de Quiterio, de los Pallarueleros, la posada de Lorda o la del Borrachón. Algunas, por sus grandes portadas, quizá del siglo XVI o XVII, apunta el arqueólogo José Luis Ona González.

Y por ti anduvo el célebre bandolero El Cucaracha, cerca le dieron muerte, en el corral de l´Anica. Bien podríamos volver a darte vida Peñalbeta, bien podríamos hacer de ti un centro de interpretación del bandolerismo, del bandido Cucaracha y su banda. Bien podría volver a ser lugar de paso, de excursiones por el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, de refugio, donde poder descansar y volvernos a encontrar con la historia de esta tierra, de nuestra memoria, de su gente y de esta sierra rebelde y bandolera que resiste ¡Resiste Peñalbeta!.  

Manifiesto Cucarachero

A todas las mañanas que florecen libres.

A todas las almas libres que se abarcan desde estos parajes de la sierra de Alcubierre.

A cada rojo ababol y a todas las flores que alegran a mi Jobita de mi corazón.

A cada rayo de sol que iluminan de esperanza cada día.

A los rabiosos secanos granados de cebadas y trigos mecidos al cierzo.

A cada paso dado en estos montes de Los Monegros, a cada huella hundida en el polvo.

A todas las ilusiones y sueños que luchan por hacerse realidad.

A todas las nubes que traen lluvia y a los pajarillos que cantan alegremente con cada gota.

A todas las balsas que rebosan los cantaros y pozales.

A todos los bandidos y forajidos, a los sin tierra y a los nadie.

A todas las brujas que tanto persiguieron.

A todas estas boiras que no nos detienen y al final nos dejan ver.

Al inquebrantable mallacán.

A cada atardecer y cada cielo que se prende fuego advirtiendo de la próxima batalla.

A cada batalla por ganar.

A todas esas hogueras que nunca dejan de arder.

A todas esas purnas que salpican el firmamento en infinitas estrellas.

A la luna que acompaña en soledad.

A cada utopía que no dejamos perder en cada horizonte y perseguimos hasta un nuevo amanecer con rasmia y sin reblar.

Que retumbe mi voz desde esta sierra rebelde que aquí hay un hogar y un paisaje. Y brindemos, brindemos con vino como si no hubiese un mañana..

La saga Ulled Altemir


La saga de los hermanos Ulled Altemir responde a una familia sariñenense cuyos entresijos nos conducen a la memoria reciente de periodos de anteguerra, guerra y postguerra. Una saga familiar fruto del matrimonio entre Antonio Ulled Ballarín y Concepción Altemir, cuyos hijos Rafael, Jesús y José constituyeron vidas trepidantes y relevantes que merecen ser recordadas. En su honor, la verdad y la historia que jamás nos podrán arrebatar.  

Rafael Ulled i Altemir

Rafael Ulled Altemir.

Antonio Ulled Ballarín natural de Sariñena fue agente de negocios, socio de la Casa de la Democracia Aragonesa y regidor del Ayuntamiento de Barcelona en 1909 por el Partido Republicano Radical. Debido a su profesión, la familia Ulled Altemir acabó viviendo en Barcelona donde establecieron su domicilio. Antonio murió en 1930 y el 17 de octubre de 1933 le fue dedicada una calle en Barcelona, en la antigua calle de Trespalacios.

Tuvo tres hijos Rafael, José y Jesús, cuyas vidas repasamos a continuación.  Jesús Ulled, hijo de Jesús Ulled Altemir, noveló la vida de su padre en la obra Final de travesía (Editorial Destino, 2016), introduciendo elementos de ficción. A Antonio lo nombra como Álvaro, pasante en la notaria de don Elías Navarrete en Sariñena, recaudador de impuestos de la provincia de Huesca, funcionario de delegación de hacienda en Lérida y que acabó abriendo en Barcelona su propio despacho administrativo, lo que hoy entendemos como una gestoría.

Ulled Altemir

Final de travesía. Ulled Jesús. Editorial Destino, 2016.

Rafael Ulled Altemir nació en Sariñena en 1885, fue abogado, ingeniero industrial y diputado republicano. Estudió en Lérida y luego en Barcelona, donde accedió a estudios universitarios cursando simultáneamente Derecho e Ingeniería Industrial.

Rafael Ulled i Altemir.

Rafael Ulled Altemir.

Fue miembro de las Juventudes del Partido Radical «Jóvenes Bárbaros», organización juvenil del lerrouxismo, creada en 1906 en Barcelona. Igualmente, en 1906 fue impulsor del periódico del partido Republicano Radical «La Rebeldía». Por el mismo partido se presentó, sin éxito, a las elecciones municipales de Barcelona en 1907. En 1909 participó activamente contra la guerra en Marruecos, protestas que acabaron con los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. Los hermanos Ulled fueron acusados «Por el instigamiento de incendios de iglesias y conventos» durante la semana trágica de Barcelona teniendo que huir de Barcelona. Aunque, tal y como señala Joaquim Pisa en su blog “Aventura en la tierra: Jesús Ulled y sus hermanos, una saga de políticos monegrinos en Barcelona”, «Las buenas relaciones de los Ulled con elementos militares les salvarán del destino que sufrieron inocentes como Francesc Ferrer i Guàrdia y otros”. Rafael se exilió a Paris junto a su hermano Jesús regresando al poco tiempo para ejercer de abogado defensor de los muchos detenidos por los hechos de la semana trágica.

También fue impulsor y líder de la Juventud Republicana Aragonesa en Barcelona (www.diputatsmancomunitat.cat).

En 1911 Rafael se presentó para el distrito II de Barcelona «por el PRR (Partido republicano Radical) por el distrito II de Barcelona, que englobaba los partidos judiciales de Parque y Norte, y obtuvo 11.542 votos» (www.diputatsmancomunitat.cat). Como miembro de la Diputación, entre 1912 a 1913, formó parte de la Comisión Provincial como encargado de la administración municipal, propiedades locales y asuntos contenciosos locales, de la comisión de gobernación y del comité ejecutivo de la Exposición Internacional de industrias eléctricas en 1915. «Formó parte de la primera asamblea de la Mancomunidad de Cataluña» (www.diputatsmancomunitat.cat). Entre 1914 y 1917 lideró las juventudes del Partido Republicano Radical y fue presidente y miembro de la ejecutiva nacional del Partido Radical .

De 1915 a 1921, Rafael Ulled Altamir fue concejal/regidor del Ayuntamiento de Barcelona.

Desde Sariñena

Procedentes de Zaragoza, en cuya capital pasaron las fiestas del Pilar, llegaron anteanoche a esta villa los distinguidos jóvenes hijos de este pueblo don Rafael y don José Ulled, concejal y diputado provincial, respectivamente, en Barcelona. Aprovechando la estancia breve de los hermanos Ulled, nuestro querido amigo el diputado provincial don Esteban Panzano sentó anoche a su mesa a los caracterizados viajeros, asistiendo también por invitación particular del dueño de la casa y bondadoso Esteban, los señores Basols (don Pedro y don Juan), Castañera, Aviles, García Bueno, Ulled (don Timoteo), Callón, Ispa, Marquina y Altemir.

La cena fue servida con esmerado gusto por la fonda de don Rafael Ispa, y durante el banquete reinó entre los comensales la más franca alegría, propia de gente joven y de chispeante ingenio.

Los señores Ulled salen esta noche para Barcelona, deseándoles un feliz viaje y nuevos triunfos a los ya alcanzados tanto en su carrera política como profesional. 

Diario de Huesca 21 de octubre de 1916.

Rafael fue presidente del Centro Aragonés de Barcelona y vocal del mismo en 1922 (Diario de Huesca 4 de abril de 1922). Valeriano C. Labara Ballestar, en su artículo “Rafael García Fando, catedrático y presidente del Centro Aragonés de Barcelona” (Diario del Alto Aragón – Domingo, 10 de agosto de 2014), cita que Rafael Ulled Altemir sustituyó en el cargo a Rafael García Fando, quien fue presidente del Centro Aragonés de Barcelona entre 1922 y 1923.

Efectivamente, Rafael ejerció el cargo de presidente del Centro Aragonés de Barcelona entre 1922 y 1923 y por ello fue distinguido con la Medalla de la Ciudad de Zaragoza. Su impronta por el centro queda recogida por el mismo centro aragonés de Barcelona: 

«Los seis años del mandato de Rafael Ulled fueron muy importantes: en 1923 la calle Poniente pasó a denominarse Joaquín Costa y se instaló la iluminación exterior del edificio; como eco de la presencia del corredor Dionisio Carreras en las Olimpiadas de París, donde quedó noveno en la maratón, el Centro Aragonés creó una sección de deportes con boxeo, gimnasia, tenis y fútbol; en enero de 1924 se convocaron por vez primera los ‘Juegos Florales la Corona de Aragón’ y en mayo se fundó el ‘Orfeón Goya’ con 82 voces femeninas y masculinas, bajo la presidencia de Cayo Murga y la dirección musical de Mariano Mayral, una agrupación que cosechó fama y que actuó en el Teatro del Liceo en 1930.

A Mariano lo reemplazaría, años más tarde, su hijo, el tenor Ricardo Mayral, que era presentado como ex orfeonista. El buen trabajo de Rafael Ulled será reconocido por el Ayuntamiento de Zaragoza: el alcalde Miguel Allué Salvador visitó el Centro Aragonés y le impuso la Medalla de la Ciudad, lo cual da una idea de la atención con que se seguían los trabajos y los días de los emigrantes aragoneses en Cataluña.»

Centro aragonés de Barcelona. Nuestra historia.

«En 1928 el alcalde de Zaragoza asistió a un banquete en Barcelona para dar la medalla de oro de la ciudad a Rafael Ulled por su labor al frente del Centro: en el Metropolitan Hotel se hizo un banquete en su honor, organizado por el Centro Aragonés, la Juventud Republicana Aragonesa, la Unión Aragonesista y el Club Taurino.»

www.diputatsmancomunitat.cat

Por motivo de la concesión de la medalla de la ciudad de Zaragoza, en Sariñena se llevo a cabo una «fiesta» en celebración del merecido reconocimiento: 

Desde Sariñena. Una fiesta íntima

Con motivo de corresponder personalmente el presidente del Centro Aragonés de Barcelona al homenaje de la imposición de la medalla que le hizo el alcalde de Zaragoza y dar las gracias a su pueblo natal con justa correspondencia, ha venido a abrazar personalmente a todos sus amigos y ofrecer en nombre del Centro Aragonés de Barcelona sus respetos por haber mandado la representación del pueblo de Sariñena en los señores Brunet y Guillén, grata representación que guardan los paisanos que en tierras catalana se hallan y al mismo tiempo invitarles a les fiestas de Nuestra Patrona la Virgen del Pilar, que se celebrarán los días 12 al 18 inclusive.

También ha ofrecido el señor Ulled venir al homenaje que esta Corporación le guarde para poner una calle a su nombre, y vendrá acompañado del señor don Manuel Romerales, coronel del regimiento Badajoz en Barcelona y otras personalidades que guardan grato recuerdo a este señor.

La estancia en Sariñena ha sido breve pero gratísima, pues con una comida íntima, representada por las autoridades y dignas entidades de Sariñena, y con unos brindis seguidos del señor capellán y señor Torres y señor alcalde, y terminando con otro extenso del señor Ulled, ha salido una fiesta que ni soñada pudo ser más grata.

Las personas que ocupaban asiento en la mesa son las siguientes: Don Enrique Ulled, presidente del Centro Aragonés de Barcelona; don Francisco Castanera, alcalde; don Manuel Torres, diputado provincial; don Bernardo Guillén, teniente alcalde; don José Brunet, don Joaquín Paraled, don Mariano Torres, don Fernando Marquina, D. Mariano Blasco, don Juan y don Pedro Basols, don Timoteo Ulled, don Mariano Torres Ballarin, don Andrés Buisán, don José Ulled y don Adolfo Capella.

El Diario de Huesca, 12 de septiembre de 1928.

A Rafael lo sustituyó Carlos Muntadas Muntadas, cuyo hijo, aviador nacional, falleció en Sariñena tras ser derribado durante la guerra de España de 1936-1939. 

Pro riegos

Reitero promesa formulada oportunamente ante representaciones Huesca  provincia defender primero en Comisión parlamentaria, luego salón sesiones, apurando todos medios reglamentarios integridad proyecto Riegos Alto Aragón haciendo honor representación que ostento. Rafael Ulled.

Diario de Huesca 11 de noviembre de 1934

Con el sello del Ayuntamiento de Sariñena, recibimos la siguiente carta:

9 Noviembre de 1934.

Sr. Dr. de EL DIARIO DE HUESCA

 Mi considerado señor: Le ruego y por ello le anticipo mi reconocimiento, se sirva dar cabida en el primer número del periódico de su digna dirección, al siguiente comunicado: En el periódico «La Tierra» que se publica en la ciudad de Huesca, hemos leído en este Ayuntamiento, con el consiguiente desagrado, que al publicar la relación de los pueblos a quienes se les ha concedido subsidio para el paro obrero, aparece Sariñena con la subvención de 50.000 pesetas para obras de alcantarillado, y como alcaide de la misma, he de hacer constar que dicha concesión lo ha sido por las continuadas y acertadas gestiones del celoso ex diputado radical e hijo de Sariñena don Rafael Ulled Altemir, y nunca por los diputados señores Vidal, Moncasi y Romero, como el citado periódico dice, ya que a las diez de la noche del día 29 de Octubre, comunicó telefónicamente el señor Ulled la repetida concesión.»

Dándole mis más rendidas gracias por el favor, aprovecha la oportunidad para ofrecerse de usted afectísimo amigo y seguro servidor q.e.s.m.

El alcalde, FERMÍN GRUSTAU.

Diario de Huesca 11 de noviembre de 1934

El Centro republicano radical tiene organizado en su domicilio social un banquete a las diez de la noche para conmemorar el aniversario de la proclamación de la segunda, actual y perenne República Española, al que además de sus afiliados asistirá el diputado a Cortes de las Constituyentes, hijo de esta provincia y actual director de Trabajo, ilustrísimo señor don Rafael Ulled Altemir.

Diario de Huesca 13 de abril de 1935

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16 de febrero de 1936, Diario de Huesca.

En 1936 Rafael se presentó a las elecciones generales sin entrar a conformar el Frente popular, lo que acabó siendo un tremendo fracaso. «Como miembro histórico del PRR, miembro del comité ejecutivo y amigo personal de Lerroux, fue nombrado vocal del partido en el Congreso» (www.diputatsmancomunitat.cat). Manuel Benito lo relata en “Las elecciones de 1936 en Huesca” (Diario del Alto Aragón – Domingo, 29 de enero de 2006): “En el centro se quedó el fracasado proyecto lerrouxista del Partido Republicano Radical liderado por el monegrino Rafael Ulled Altemir que apenas contaba con cierta implantación en Sariñena, obteniendo unos 3.500 votos”. Rafael se casó en Barcelona con Josefa Moscardó Escribá.

Joaquím Pisa recoge la vida de los hermanos Ulled en su blog “Aventura en la tierra: Jesús Ulled y sus hermanos, una saga de políticos monegrinos en Barcelona”. La familia fue muy cercana a Alejandro Lerroux «desde sus primeras luchas en Barcelona», como destacó el propio Lerroux en un banquete que en 1932 se celebró en honor a Jesús Ulled.  Alejandro Lerroux fue un político republicano que fundó el Partido Republicano Radical con un discurso obrero, anticlerical y opuesto al independentismo catalán que jugó un papel destacado durante la Segunda República.

Los Radicales

Por fin se ha hecho pública oficialmente la determinación adoptada por este partido que se presenta a la lucha en candidatura abierta y como candidato figura el ex diputado a cortes don Rafael Ulled Altemir. Auguramos verdaderas sorpresas y por hoy cesamos en este comentario.

Diario de Huesca 2 de febrero de 1936

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«Se volvió a presentar en 1933 y 1936 pero en estas ocasiones sin éxito. Se movió por todo el Estado español efectuando mítines. Por su fidelidad, en 1933 fue nombrado director general de Trabajo (cargo que ocupó dos años) y presidente de la Confederación Hidrográfica de los Pirineos Orientales.» (www.diputatsmancomunitat.cat).

En 1937, Rafael Ulled Altemir fue detenido y encarcelado en el barco-prisión Uruguay, fondeado en el Port Vell. El vapor Uruguay, antes denominado  Infanta Isabel de Borbón, fue un buque requisado por el gobierno republicano para su uso como cárcel tras los movimientos revolucionarios de 1934. Durante la guerra civil, amarrado en el puerto de Barcelona, continúo siendo usado como cárcel. Rafael, cuenta Joaquím Pisa, fue “sacado del barco por elementos anarquistas y fusilado inmediatamente”. En “Els Diputats de la Mancomunitat de Catalunya” citan que, en relación a los datos del proyecto del “Cost Humà de la Guerra Civil a Catalunya” extraídos del Registro Civil, Rafael fue sacado del barco por un grupo de extremistas y asesinado: «Murió por heridas de arma de fuego en el Hospital Militar de Valcarca el 29 de abril de 1938, su cuerpo fue trasladado al cementerio Sur-Oeste».

Desde Sariñena: El acto del domingo

Íntima y profunda satisfacción produjo en esta villa la concesión de la medalla de oro de Zaragoza a su ilustre paisano don Rafael Ulled Altemir, presidente del Centro Aragonés de Barcelona, desde cuyo sitial ha sabido defender con patriótico entusiasmo los intereses de esta Incomparable tierra Aragonesa.

El gran prestigio de este hijo de Sariñena lo pregona muy alto la Importante manifestación de simpatía en el homenaje celebrado en Barcelona el día 17 de Junio pasado con motivo de serle impuesta aquélla presa de la inmortal ciudad.

De alta justicia era, pues, qué Sariñena, su pueblo natal, exteriorizara el deseo de premiar los méritos de ése hijo predilecto.

Y esta villa, siempre noble, siempre hidalga y siempre generosa, cumplió con esa deuda de gratitud, de manera ostensible, reuniendo en ella el día 14 del actual nutrida representación del Centro Aragonés de Barcelona, en la que figurabas, entre otros, los señores Ulled (don Rafael y don Jesús), Sayos, Clavería, Vidal, Bono, Capella y el bizarro coronel del Regimiento de Badajoz señor Romerales, con los capitanes de Laza y Cardán.

La representación del alcalde de Zaragoza la ostentaba el concejal de aquél Ayuntamiento don Jesús Muro; de la de Huesca el concejal señor Mugerza, y de Sariñena el Ayuntamiento en pleno, autoridades y personalidades de la misma.

A las once y media de la mañana se celebró en la Casa Consistorial recepción popular, siendo saludado Rafael Ulled, por este vecindario, que tan admirable y entusiastamente contribuyó al homenaje de su dignísimo paisano.

La comitiva, precedida de los niños de las escuelas graduadas y las del Colegio de Carmelitas, se trasladó a la calle que por unánime aclamación acordó el Ayuntamiento designar para que perpetué el nombre de Rafael Ulled.

La Banda de Valladolid llegó el mismo día para ameniza estos actos.

El dignísimo alcalde señor Castañera pronunció elocuente discurso, en el que dice que alguien se ha permitido decir alguna vez, que los cargos gubernativos en las poblaciones rurales, son plantel de sinsabores y disgustos para aquél que los ostenta.

Al que tal dijo, al que haga esa manifestación, yo le contesto —dice— que me siento orgulloso y bendigo el cargo de Regidor Mayor que inmerecidamente ostentó en este pueblo querido, porque ese cargo proporciona a mi alma en estos instantes la dicha más grande que he experimentado en mi vida, la de ser portavoz del entusiasmo y gratitud que esta villa noble y leal siente con la celebración de esta fiesta de hermanos, porque a su hermano Rafael Ulled Altemir, se le dedica esta calle que ha de inmortalizar su nombre ilustre.

Si los entusiasmos populares han sido siempre  la corona de todo homenaje de justicia, no me cabe duda que esta vez esa corona está tejida con la más alta Inspiración del alma de un pueblo que quiere también hacer justicia, premiando —no tanto como merece— si más preclaro de sus hijos, a Rafael Ulled, en méritos de su honrada, leal y patriótica labor al frente de la más alta institución de Aragón fuera de Aragón, que es el Centro Aragonés de Barcelona, desde cuyo venerado solar, ha sabido colocar muy alto el nombre prestigioso de Sariñena, su pueblo natal.

Pocas manifestaciones –dice- se han iniciado espontánea e independientemente como esta, para otorgar modesto homenaje a los méritos y cualidades de personas acreedoras a él.

Y es porque nos encontramos en presencia de un caso excepcional de perfección es el orden social y moral, estamos ante la visión de un genio de la raza y ante un dechado de virtudes y de heroísmos para la Patria, sea esta la Patria grande o bien la Patria chica, esa Patria siempre querida, ensalzada e idolatrada siempre por Rafael Ulled, que la honró y dignificó fuera de su pueblo y para orgullo de su pueblo.

Termina el señor Castañera manifestando que al dedicar a Rafael Ulled este homenaje, humilde pero sublima porque tiene el valor de la raza, sentimos todos la satisfacción del cumplimiento de un deber de gratitud, y saladar a los dignísimos representantes de poblaciones aragonesas que han honrado con su presencia este acto; a los ilustres hijos de Aragón, alma de aquel solar común en Barcelona, sostenido con las tres históricas piedras que son tres trozos del corazón de esta raza inmortal, dando vivas a Sariñena, a Aragón, a Rafael Ulled, al Centro Aragonés y a España. Grandes y prolongados aplausos premian el discurso del señor Castanera.

F.M.

Diario de Huesca 21 de octubre de 1928

Rafael cuenta en su Sariñena natal con una calle en su nombre, que va de la plaza de la iglesia a la plaza de la Rebolería.

José Ulled Altemir nació en Sariñena en 1888, se licenció en derecho por la Universidad de Barcelona y fue abogado y político.

Perteneció a la Federación Revolucionaria y a la unión Republicana hasta 1906. Ingresó en al Partido Republicano Radical siendo dirigente de las juventudes del Partido Republicano Radical “Jóvenes Barbaros”, al igual que su hermano Rafael y al que también perteneció Jesús. 

A los quince años, en 1903, fundó la Agrupación de Propaganda de la Casa del Pueblo y fue uno de los impulsores de la Juventud Republicana Aragonesa en Barcelona. Además, fue uno de los dirigentes principales de «Jóvenes Barbaros», junto a su hermano Rafael, a Rafael Guerra del Río y Joan Colomines i Maseras. El órgano de prensa fue «La Rebeldía» (1906-10), editado por Rafael Ulled y del que José fue fundador y redactor. «Tuvieron un papel destacado los primeros días de la Semana Trágica de julio de 1909, cuando impulsaron la quema de conventos y de edificios religiosos después de haber intentado hacer derivar hacia el anticlericalismo el descontento por la guerra de Marruecos. José participó activamente con su hermano Rafael y se se exilió más tarde a París. Antisolidario,  de La Rebeldía entre 1906 y 1910″ (EnciclopediaCat).

«Siguiendo las consignas dictadas por Lerroux, los Ulled y otros miembros de La Rebeldía solían interrumpir los mítines de la Solidaridad Catalana con gritos a favor de España y del propio Lerroux, que acababan derivando en trifulcas y peleas, y llegaron a constituirse como un verdadero grupo de acción. Escribía también en El Descamisado con el sobrenombre de «Espartaco», donde formaba parte del núcleo fundador y dirigente, y se destacaba por una narrativa anticlerical, antisolidaria y españolista. De hecho, en 1907 fue el impulsor de una campaña de boicot a los productos catalanes, a la vez que apoyó la creación de un Centro Nacional Español en Barcelona. Fue el momento que hacía escritos en pro de la división del país en dos (disgregación nacional, decía).» (www.diputatsmancomunitat.cat).

Folleto de propaganda de Jóvenes Bárbaros.

José ejerció de enlace del partido con oficiales del ejército para conspirar contra el gobierno sin mucho éxito. Igualmente, sin éxito, se presenta en las elecciones municipales de 1913 por el distrito IX y por Santa Coloma de Farnersa para las legislativas de marzo de 1914.

José Ulled Altemir

Candidatos del Partido Radical. La Esquella de la torratxa : periódich satírich, humorístich, il-lustrat y lilterari: Any XXXV Número 1819 – 1913 noviembre 7.

En 1915 es elegido diputado provincial or el distrito III de Barcelona, que englobaba a los partidos judiciales de Hospital y Astilleros, con 5.755 votos. Como miembro de la Diputación «tomó parte en la Comisión Provincial de 1917-1918 (como encargado de exposiciones y concursos, instrucción pública, bellas artes, museos, archivos y bibliotecas y censo de población), a la Comisión General del Departamento Central, a la Comisión Especial para la Reforma del Reglamento, a la Junta Mixta del Museo Social en 1917, y a la Comisión Especial para el Reparto de Ayudas a las Familias de las Víctimas «de los sucesos ocurridos en esta provincia los días 13 y siguientes de agosto último». Además, fue vocal de la Junta de la Casa Caridad y la de Maternidad en 1918 y miembro de la Comisión de Haciendas Locales el mismo año».

«Fue elegido consejero de la Mancomunidad el 29 de noviembre de 1917. Llevaba la voz cantante de los radicales, junto con Mir y Miró, en las discusiones sobre arbitrios o hacienda, pero se destacó en la proposición que demandó él mismo sobre la adhesión de la institución a la manifestación en pro de la amnistía política, convocada en diciembre de 1917. Participó también en la Asamblea de Organización Jurídica de 1918, junto con los también consejeros Bartrina, España y Vallès y Pujals, todos abogados. Era una asamblea para intentar fijar el marco competencial del derecho civil catalán, en la que se acordó que fuera justamente la Mancomunidad quien ejerciera las funciones para la reforma y evolución del régimen jurídico. De ahí salió la creación de la Oficina de Estudios Jurídicos.

Fue el portavoz del PRR en la discusión proyecto de Estatuto de autonomía de 1919, y participó en su redacción, para no quedarse fuera ante el empuje del nacionalismo. Incluso votó a favor, aunque denunció algunos aspectos.

De noviembre de 1917 a septiembre de 1919 fue consejero de Trabajo de la Mancomunidad. No abandonó, a pesar de estos cargos, su actividad política dentro del partido: fue miembro activo del Ateneo Republicano Radical del Pueblo Seco y escribía en su diario, El Luchador (1919). En los años anteriores también había escrito en varios diarios de la órbita del PRR, por ejemplo Alma Radical en 1910 o Revolución en 1913.

Estos últimos años fueron bastante convulsos para Josep Ulled. Tuvo un papel destacado en la defensa de los obreros que protagonizaron en 1919 la huelga de la Canadiense, de resultas de la cual fue procesado: fue detenido por la Orden del 26 de marzo y liberado poco tiempo después; y nuevamente el 6 de enero de 1920, por sus vínculos con la CNT junto con sus compañeros Puig d’Asprer y Guerra del Río. Por presiones de la Asamblea de la Mancomunidad, salieron de la cárcel el día 28 del mismo mes.

En protesta por la acción violenta del grupo españolista Liga Patriótica, que atacaba en actos catalanistas y que habían asesinado a un joven de solo diecisiete años en enero de 1919, Ulled asistió a su entierro en representación de la Mancomunidad, junto con Josep Mestres.»

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Responsabilidades que tuvo en la Diputación de Barcelona

  • Comisión Provincial de 1917-1918 (como encargado de exposiciones y concursos, instrucción pública, bellas artes, museos, archivos y bibliotecas y censo de población).
  • Comisión General del Departamento Central.
  • Comisión Especial para la Reforma del Reglamento.
  • Miembro de la Junta Mixta del Museo Social (1917).
  • Comisión Especial para el Reparto de Ayudas a las Familias de las Víctimas «de los sucesos ocurridos en esta provincia los días 13 y siguientes de agosto último» (1917).
  • Vocal de la Junta de la Casa Caridad y la de Maternidad (1918).
  • Miembro de la comisión de Haciendas Locales (1918).

Pertenencia a organismos de dirección, comisiones,… de la Mancomunidad

  • Consejero a partir del 29 de noviembre de 1917.
  • Participante Asamblea de Organización Jurídica de 1918.
  • Portavoz del PRR en la discusión proyecto de Estatuto de Autonomía de 1919 y participante en su redacción.
  • Consejero de trabajo de la Mancomunidad (noviembre 1917 – septiembre 1919).

En junio de 1919 concurre a las elecciones legislativas por Jaca y en 1920 a las municipales  de Barcelona por el distrito II, sin resultar elegido.

José fue corresponsal del diario El Liberal y presidente del sindicato de periodistas barceloneses y por ello, en 1921, sufrió un atentado por parte de pistoleros del Sindicato Libre, un hecho que le apartó de la primera línea política En esos años actuaban a sueldo de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional, en connivencia con el gobernador civil, Martínez Anido”. Al parecer, fue agredido por un tal Celestino Ortiz, La Vanguardia del 29 de septiembre de 1918.

«El 20 de abril de 1922 la plana mayor del PRR en Cataluña le retiene homenaje con una comida muy concurrida, en agradecimiento por la labor realizada a lo largo de tantos años. Lerroux envió un telegrama de felicitación que fue leído al final del acto. A pesar de su precario estado de salud, continuó teniendo cierta presencia en algunos actos del partido, como la recepción en Lerroux en su multitudinaria visita a Cataluña en junio de 1926; o actos en memoria y recuerdo de viejos republicanos, como el homenaje a Josep Nákens efectuado en el Centro Republicano Radical de la calle de Sicilia ese mismo 1926; o de apoyo al prestigioso médico Emili de Castellarnau en abril de 1928. Era también asiduo a los actos organizados por el Centro Aragonés de Barcelona, del que su hermano Rafael era presidente.»

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Aún se presentó a las elecciones de Huesca de 1923 pero José acabó retirándose de la política y falleció en 1929/1930 afectado por las secuelas sufridas en el atentado.

 

Retrato de José Ulled Altemir. Fondo Josep Puig i Cadafalch. ANC1-737-N-4203.

De conformidad con lo dispuesto en la base séptima de las dictadas por el consejo nacional del partido republicano radical, para la organización del misino, ha quedado constituida esta comisión en la forma siguiente: Presidente, don Rafael Ullcd Altemir; secretario, don Emeterio Palma Vázquez; vocales, don Jesús Ulled Altemir, don Eduardo Calero, don Carlos Rodríguez Suriano, don Ricardo Aveuoza, don Paulino Agraz, don Pablo Hernández, don José Daura, don Pedro Carreras, don Silvestre Boada, don Joaquín García Inglada.

La vanguardia, 19 de noviembre de 1931

Jesús Ulled Altemir nació en Huesca en abril de 1894 y falleció en Barcelona en febrero de 1968. Aunque Jesús Ulled (Final de travesía.  Editorial Destino, 2016) cita su nacimiento el 17 de abril de 1893. Licenciado en Derecho, Jesús también militó en el Partido Radical. Junto a  Jaume Durany escribió en 1913 la obra de teatro El Divino vagabundo, Dante Alighieri, episodio dramático en un acto y en verso (Jesús Ulled y sus hermanos, una saga de políticos monegrinos en Barcelona. Joaquím Pisa. Aventura en la tierra). Jesús participó en la fundación del Centro Aragonés y fue impulsor de la Casa de la Democracia Aragonesa de Barcelona. Además, Jesús fue director de “La Opinión”, un diario anticaciquista, defensor de los intereses de la provincia, fundado el día 6 de diciembre de 1920 (Tamaño: Folio, dos páginas, cinco columnas. Impreso: Talleres de la viuda de Leandro Pérez. “La prensa oscense” Bizen D´o Río. Diario del Altoaragón, marzo de 1990).

Expediente personal del colegiado.
Ulled Altemir, Jesús [Caja 394 AHICAM 1.1 Exp. 12079].

 

BANQUETE A DON JESÚS ULLED

Asistió el señor Lerroux

En el Gran Casino de San Sebastián tuvo efecto anoche el banquete que organizado por la Fraternidad Republicana Radical de la Barceloneta le fue ofrecido al teniente de alcalde don Jesús Ulled Altemir.

El acto fue una viva demostración de las simpatías y amistades con que cuenta en Barcelona el batallador teniente de alcalde. Asistieron más de quinientos comensales, entre los que se contaban muchas señoras. También asistían numerosas representaciones de todos los Centro locales del partido y algunas de localidades de la provincia.

El jefe del partido radical, don Alejandro Lerroux, que asistió al acto, ocupó con don Jesús Ulled el lugar destacado de la presidencia, en la cual fueron acompañados por el señor Pich y Pon, presidente del Comité regional; don Antonio Montaner, presidente de la Junta municipal; los concejales de la minoría radical señores Giralt, Heredia, Huguet, Grisó, Samblancat (don José), Doménech, Salva y Ruiz, y el diputado de la Generalidad señor Serraclara.

Como el señor Lerroux tenía que ausentarse antes de acabar el banquete para asistir a otro acto del partido, los brindis se pronunciaron antes de que se sirviese la comida.

El señor Giralt, en nombre de la entidad organizadora, hizo el ofrecimiento del acto con palabras de enaltecimiento para la figura de Jesús Ulled, cuya consecuencia y lealtad política ponderó con palabras expresivas y cálidas.

Recordó la brillante labor que en el Ayuntamiento realiza el señor Ulled y manifestó que a su gestión se deben principalmente los éxitos obtenidos en el Consistorio por la minoría radical.

El agasajado, que fue saludado con una ovación cariñosísima al ponerse de pie, pronunció un discurso lleno de cordialidad y de emoción, en el que agradeció el agasajo, que se le tributaba, declinándolo, a su vez, en la figura ilustre del señor Lerroux, caudillo eminente de la democracia, que enseñó a la juventud a amar a la República y que fue el animador y el estructurador de la revolución.

Terminó su brillante oración con un viva a don Alejandro Lerroux y otro a la República.

Estos vítores, contestados unánimemente, se confundieron con la ovación que se tributó seguidamente al señor Ulled.

El señor Lerroux pronunció después un discurso vibrante, apasionado, lleno de sincera emoción. Expresó primeramente la satisfacción con que asistía a un acto dedicado a exaltar la personalidad de un correligionario de los merecimientos y virtudes ciudadanas de Jesús Ulled. Recordó con palabra conmovida que los que llevan el apellido Ulled le acompañaron desde que inició sus primeras luchas en Barcelona. Son -dijo- amigos de la libertad y de la democracia desde siempre y por ella supieron luchar con el tesón de un alma noble. Evocó el recuerdo del padre del homenajeado y de su hermano don José, muertos los dos, el segundo prematuramente, cuando la libertad y la democracia necesitaban de ellos.

Hizo memoria de que en ocasión de que don José Ulled fue víctima de un cobarde atentado, él pidió en el Congreso el castigo de los asesinos que imponían el terror en Barcelona. Entonces —dijo— yo defendí a la familia Ulled, al apellido Ulled, tan entrañablemente querido, aún a riesgo de mi propia vida, pues jugarse la vida era entonces clamar contra los que hacían profesión del crimen, amparados por el Poder de la monarquía.

Tuvo después palabras de recordación para los años en que Jesús Ulled, alma y verbo de las juventudes radicales, luchaba en la calle por li República y terminó diciendo jue si algún, día llega a ser cifra y solución en una situación gobernante, llamará a su lado a los hombres que como Jesús Ulled representan la lealtad, el sacrificio y el esfuerzo victoriosos.

Una larga ovación acogió las últimas palabras del jefe radical. Este abandonó el acto cuando la comida iba poco más de mediada.

Al terminar los discursos la orquesta interpretó el Himno nacional, que fue ovacionado. Se recibieron muchas adhesiones de prestigiosas personalidades republicanas.

El acto terminó entre el general entusiasmo, después de las once de la noche.

La vanguardia, 9 de octubre de 1932

Jesús fue presidente del Sindicato profesional de Periodistas: “Bajo la presidencia de don Jesús Ulled, se celebró la reunión general de socios del Sindicato Profesional de Periodistas, a la que concurrieron numerosos socios, que llenaron por completo el salón de actos del Sindicato» (La vanguardia, 17 de marzo de 1931). “Jesús será primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y subsecretario del Ministerio de Trabajo durante el Bienio Negro (1933-1935), la etapa republicana de gobierno radical-cedista” (Jesús Ulled y sus hermanos, una saga de políticos monegrinos en Barcelona. Joaquím Pisa. Aventura en la tierra). Para Joaquím Pisa «Hay que destacar que Jesús fue alcalde accidental de Barcelona por unos meses en 1935, siendo el único no catalán que ha ocupado ese cargo desde al menos el siglo XVIII o inicios del XIX».

Coleccionismo: AÑOS 30 RECORTE PRENSA BARCELONA HOMENAJE JESUS ULLED ALTEMIR APERTURA CALLE LOPE DE VEGA - Foto 1

Revista Mundo Gráfico. 

El homenaje a don Jesús Ulled Esta mañana se celebrará el homenaje que el Sindicato Profesional de Periodistas, de acuerdo con las fuerzas vivas del distrito décimo, dedicará al teniente de alcalde don Jesús Ulled Altemir, en la tenencia de alcaldía de dicho distrito. Los actos proyectados tienen para la populosa barriada de San Martín y Pueblo Nuevo excepcional importancia, y en ellos se pondrán de relieve las simpatías que ha sabido captarse el señor Ulled.

La vanguardia, 26 de febrero de 1933

Interesados por el teniente de alcalde del distrito X, presidente de la Comisión de Ensanche don Jesús Ulled Altemir, han salido a concurso y han sido adjudicadas, a fin de proceder a su inmediata realización, las obras que a continuación se indican y que afectan todas ellas al distrito dicho: arreglo de la calle de Bassols; de la calle de Grassot, entre las de Rosellón y Córcega: de la calle de Lope de Vega, entre las de Pallars y Carretera Antigua de Valencia; riego betuminoso en la calle de Aragón, entre las de Dos de Mayo e Independencia; arreglo de la calle de Enna, entre las de Espronceda y Lope de Vega.

La vanguardia, 8 de septiembre de 1933

 Regreso Procedente de Madrid, regreso a nuestra ciudad, en el expreso de ayer mañana, el teniente de alcalde presidente de la Comisión Municipal de. Ensanche.» don Jesús Ulled Altemir.

La vanguardia, 23 de noviembre de 1933

Ayuntamiento de Barcelona

Ha tomado posesión de la Consejería de Ensanche, el teniente de alcalde don Jesús Ulled Altemir, quien fue saludado afectuosamente por todos los altos funcionarios del referido departamento, los cuales le ofrecieron colaborar activamente en sus propósitos de hacer tarea positiva para la ciudad.

El señor Ulled recibirá al público todos los días laborables, de doce a una.

La vanguardia, 11 de mayo de 1935

Jesús fue Director General de Previsión y Acción Social por lo que fue condecorado, por acuerdo del Consejo de ministros, con la placa de comendador de la Orden de la República (La Vanguardia, 28 de junio de 1934).“Por sendos Decretos de 26-diciembre-1933 se admite la dimisión de don Eloy Vaquero Cantillo como Director General de Previsión y Acción Social; y se nombra en su lugar a don Jesús Ulled Altemir” (Movimiento Nobiliario 1931-1940. Año 1933 por José Miguel de Mayoralgo y Lodo, Conde de los Acevedos).

Fue redactor de El Liberal de Barcelona y fundador de La Aurora, diario perteneciente al partido Radical que se publicó en Barcelona entre 1918 y 1936. En 1937, Jesús, salvado in extremis de ser fusilado en España, escapó a Buenos Aires a bordo del Catania para juntarse junto a su mujer y el hijo que esperaban. Jesús falleció en Barcelona en febrero de 1968.

FALLECIMIENTO DE DON JESÚS ULLED ALTEMIR

Desempeñó diversos cargos oficiales y ejerció la abogacía y el periodismo.

El pasado domingo falleció cristianamente, en nuestra ciudad, víctima de penosa, dolencia, el ilustre periodista y abogado don Jesús Ulled Altemir, destacada figura de la vida barcelonesa que, en los tiempos anteriores al Alzamiento, desempeñó los cargos de subsecretario del Ministerio de Trabajo, director general de Previsión y teniente de alcalde de nuestro Ayuntamiento, donde un tiempo ostentó el puesto de alcalde con carácter accidental. Como letrado ejerció activamente, incorporado a los Colegios de Barcelona y Madrid. En su calidad de periodista estuvo adscrito a la redacción de «El Liberal» y regentó otros periódicos, llevándole sus relevantes méritos a la presidencia del Sindicato Profesional de Periodistas. Fue, asimismo, socio fundador de la Asociación de la Prensa y colaboró en las tareas de la Cooperativa de Periodistas para la construcción de casas baratas, hallándose dedicada al señor Ulled una de las calles de aquella barriada.

Al sobrevenir la guerra civil era representante de nuestro Ayuntamiento en Madrid, siendo destituido. Logró evadirse y desde París comunicó su adhesión al Movimiento. Más tarde acudió a Burgos y pasó, luego, al Brasil y Argentina, donde permaneció hasta la liberación de Barcelona, reintegrándose seguidamente a esta capital. El profundo sentimiento producido por la noticia del óbito de don Jesús Ulled se ha evidenciado en los incontables testimonios de pésame llegados a la familia doliente, y en la misa de «corpore insepulto» Oficiada ayer, tarde, en la basílica de Santa María del Pino, que congregó nutridísimo concurso de fieles.

Presidió el duelo, el hijo don Jesús con otros deudos; el concejal del distrito I, señor Juvé, en nombre del Ayuntamiento; el presidente de la Asociación de la Prensa don Antonio Martínez Tomás; don Alfredo Sedó Peris-Mencheta y don Julián Clapera Roca. En el duelo femenino estaban la viuda, doña Concepción Murrieta e hija, Luisa, entre otras señoras de la familia.

Entre las personalidades presentes recordamos a don Enrique del Castillo, don Néstor Lujan, don Francisco Noy, don Carlos Rodríguez Soriano, don Andrés A. Artís, doctor García Paredes, don Julio Zarraluqui, don José Brú Jardí, don José Mª Junyent, don Federico Amat, don Francisco A. Vendrell, don Martín Barrera, don José Tarín Iglesias, don Antonio Nadal-Rodó, doctor José A. Trabal, don Pablo Vila San Juan, don Fernando Baraogó, don Antonio Giner, don José Doménech, don Antonio del Cerro Alabau, don Antonio del Cerro Barris, don Jenaro Solsona, don José Vaca, don Pascual Maizterm, don Joaquín Gasch, don Juan Alsamora, don Fernando Gudel, don Víctor Rocha, don Alejandro Vilarrasa, don Santiago Ferrer. don Alberto Escofeí, don Vicente Climent, don Enrique Juncal, don Lorenzo de Otero, don Ricardo Soriano, etcétera.

Por disposición del Ayuntamiento, se tributaron al cadáver los honores reservados para los ex tenientes de alcalde. Tras el rezo de un solemne responso, y de la despedida del duelo, el cadáver recibió cristiana sepultura en el cementerio del SO.

En paz descanse don Jesús Ulled Altemir, a cuyos afligidos, esposa e hijos, testimoniamos nuestra muy sentida condolencia.

La vanguardia, 20 de febrero de 1968

COLEGIO DE ABOGADOS

Concesión de] premio extraordinario de Licenciatura Duran y Bas El premio extraordinario de Licenciatura Duran y Bas que anualmente concede el ilustre Colegio de Abogados de Barcelona como un estímulo para las nuevas promociones, le ha correspondido esta ve» tras brillantes ejercicios, al Joven letrado Jesús Ulled de Murrieta, hijo de nuestro particular amigo el distinguido abogado Jesús Ulled Altemir.

La vanguardia, 25 de diciembre de 1959