* Miguel Servet por Picasso
“Si yo amo una persona, de modo entrañable, estoy pendiente de ella; a ella me entrego en todo y para todo y ella me conduce a donde quiera.” (Serveto).
Hace quinientos años que nació el universal e ilustre monegrino Miguel Serveto Conesa, consagrando su vida a un destino del que siempre quiso ser dueño, y que a pesar de los astros, ardió en una fría hoguera de Ginebra el 27 de octubre de 1553.
“Hay un brillo del Sol y otro de la Luna; uno del fuego y otro del agua. Todos fueron dotados de luz por Cristo, arquitecto del mundo”. (Serveto)
Miguel Serveto Conesa nació en Villanueva de Sigena, si bien no existe constancia exacta de la fecha de su nacimiento, aunque a partir de los textos se ha situado en el año 1511. Sus primeros quince años transcurrieron en Villanueva de Sijena, lugar influido por el Real Monasterio de Sijena, fundado en 1188 por doña Sancha, esposa del rey Alfonso II de Aragón. Su padre Antón Serveto, descendiente de la nobleza aragonesa con el titulo de infanzón, fue notario en el Monasterio. La familia Servet se estableció en Villanueva de Sigena, posiblemente emparentándose con la familia Revés, familia y casa antigua del pueblo que después sería la casa de los Serveto y siendo “Revés” el alias por el que fue conocido Serveto, no porque fuera un mote o apodo, sino en recuerdo de esta otra familia. Actualmente, en la casa, se encuentra el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” (Michael Servetus Institute)
No existe documentación de primera mano sobre los primeros quince años de Miguel Serveto en Villanueva de Sijena. De hecho, este articulo, nació de la curiosidad por conocer la existencia de documentos en esa parte de su vida relacionada con Villanueva de Sigena y Los Monegros. La inexistencia en sí, constituye una respuesta de gran importancia, al menos para un servidor, que desde hace ya tiempos le rondaba por la cabeza averiguar tal particular incógnita.
A los quince años, hacia 1526, marchó al servicio de Juan de Quintana, clérigo oscense que se convertiría con el tiempo en uno de los confesores de Carlos I de España y V de Alemania. Quintana fue miembro de la corte de la Corona de Aragón, formando parte del consejo del rey de Aragón, Fernando el Católico. Miguel Serveto le sirvió como secretario durante los años 1526-1527 y 1529-1530.
En París dio clases en la Sorbona, donde también ejerció la docencia en 1507 el Sariñenense Gaspar Lax. Serveto ejerció la medicina y trabajó en la edición y corrección de libros, incluyendo la Geografía de Ptolomeo, geógrafo alejandrino del siglo II. De hecho, se le atribuye a Serveto una primera edición impresa del mapa de la corona de Aragón, pero lo cierto es que no existe documentación que permita atribuir la autoría del mapa a Miguel Serveto. Se suceden otras falsedades sobre la gran figura de Miguel Serveto, como que estudió en Lovaina (Bélgica), que llegó a conocer personalmente a Erasmo de Rotterdam, o que fue condenado por descubrir la circulación menor de la sangre. Lo que sí es cierto es que Serveto luchó por la libertad de conciencia y duramente criticó a la iglesia de Roma y a las reformas protestantes por sus condenas a muerte a quienes, a lo largo de la historia, cuestionaron los dogmas religiosos.
Parece que también es falsa la historia de la cinta que se colocó en su monumento de Annemasse por parte de la resistencia Francesa en 1942: “A Miguel Servet, primera victima del fascismo”. El monumento fue fundido por las tropas nazis en 1941 y no fue reconstruido hasta 1960.
Servet fue también astrólogo. La astrología de Serveto buscaba la influencia de los astros en la salud. También pensaba que los astros permitían intuir cuál podía ser el futuro, aunque siempre defendió que el hombre puede dominar su destino, digan lo que digan los astros Y así, Serveto no quiso cambiar su destino de morir quemado en la hoguera, eligió no retractarse de sus ideales, todo un ejemplo de lucha por la libertad.
“¡Que no se libre ese (Servet) impío de la muerte que para él deseamos!” (Calvino)
Miguel Serveto murió por cuestionar la Trinidad, siendo repudiado por cristianos y protestantes. Llegó a escribir sobre el Papa, calificándolo como el “anticristo”. Las ideas teológicas de Servet sobre la Trinidad dieron lugar poco después de su muerte a la llamada Iglesia Unitaria. Paz y libertad en una Europa dominada por el dogmatismo y la implacable garra de la inquisición católica y de la intolerancia de las iglesias reformadas.
“Servet (al que ya he quemado) no dejó de llenar de insulsos comentarios los márgenes de mis libros; ni una página dejó limpia de sus vómitos. Lo que no me conmueve más que el rebuzno de un asno.” (Calvino).
Su madre Catalina Conesa Zaporta y su hermano Juan Serveto en el año 1558, a los cinco años de la muerte de Miguel, obsequiaron con un retablo a la Iglesia Parroquial de Villanueva, probablemente para no sentirse en la sombra de la condena. Su padre, Antón Serveto, continuó de notario en el Monasterio, a quien le sucedió Pedro Serveto. Ahora, 500 años después, somos nosotros quienes debemos honrar y de reconocer la historia, la obra y la figura del Monegrino Miguel Servet.
“Propio de la condición humana es la enfermedad de creer a los demás impostores e impíos, no a nosotros mismos, porque nadie reconoce sus propios errores.” (Serveto)
Mi mas sincero agradecimiento a Sergio Baches Opi, Director del Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” (Michael Servetus Institute), gracias por las respuestas y la agradable atención prestada.
Enlaces de interés:
Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet – Michael Servetus Institute
Publicau en “ Os Monegros el 30 de enero del 2011.
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