Del profundo secano aragonés, de ese corazón de Los Monegros llamado Bujaraloz, es Antonio Luna Villagrasa. En plena Nacional II, a su paso por Bujaraloz, Antonio ha llevado su propio surtidor de combustible, el agrupamiento de Campsa frente al Hotel Monegros. También se dedicó al mundo del taxi, un negoció que emprendió y le dio muy buenos resultados.
Antonio Luna Villagrasa nació en Bujaraloz el 8 de abril de 1935. Su padre había emigrado a Francia y junto a su hermano se criaron gracias a sus abuelos. No se juntaron con su padre hasta que Antonio tuvo 25 años, cundo pudieron ir a Francia y conocerse.
Con su hermano jugaron a fútbol con el Bujaraloz “Fútbol Club Bujaraloz”, solamente partidos amistosos, no había liga -Cosíamos el balón para poder jugar, el campo era de tierra e íbamos en alpargatas, era muy salitroso y cuando se levantaba viento no había quien pudiese estar allí–. Recuerda ir a jugar por donde el pozo de hielo, aunque eran donde tiraban los animales muertos y basuras. También estaban los restos del molino, que aún están, lo quisieron restaurar, se intentó algo, pero al final no salió adelante -En Malanquilla hay un molino idéntico y lo han restaurado-.
Fue muy poco a clase, solamente hasta los 12 años. En casa no tenían recursos y en lo poco que pudo se puso a trabajar. Eran otros tiempos, entonces se iba a buscar agua a las balsas con cubas tiradas por mulas y se guardaba en las casas en tinajas: -Con 5 pesetas te traían a casa una cuba de unos 800-1000 litros con la que se llenaban unas 5 o 6 tinajas-. Como filtro usaban un morral de tela, pues había cullorones y otros bichos: -El agua a veces la teníamos que ir a coger a balsas lejanas y en temporadas de sequía se secaban-.
La leña era otro problema, no había en el monte. Los montes eran principalmente de las casas Gros y Rozas, tenían guardas así que tenían que ir a otros montes donde sobre todo cogían romeros. Lo que sí que había era caza, incluso había 4 o 5 personas que vivían de la caza que luego vendían. También, recuerda Antonio, con un carro venía un hombre, con una tartana, a vender tozinos. Era Ezquerra de Peñalba, venía con unos 20 lechones y los vendía casa por casa para cría.
En Bujaraloz había tierra y mucho ganado, sobre todo ovino. Estaba la dula, que recogía cabras y ovejas, unas pocas de cada casa y las soltaba en conjunto todos los días un pastor común. Antonio fue trabajando algo en la agricultura y trabajó algún tiempo para casa Gros. Solo había cereal, en Bujaraloz no había huerta. De Caspe solían venir a vender carros con fruta y verdura. El canal y la llegada del agua a Bujaraloz ha sido muy revindicado, la gente mayor ha luchado mucho, saliendo muchas veces con la pancarta.
Además, en Bujaraloz, como en muchas localidades de Los Monegros, se arrancaba esparto, que compraba Carreras y llevaban a las papeleras. Algunos lo vendían tan solo recogido y otros lo trabajaban algo, lo limpiaban, peinaban, aporreaban y empacaban. Arrendaban los montes e iban a arrancar, el más importante fue el monte de Sastago. Había quien hacía soga de pita, cuerda que llevaban los camiones.
Sin embargo, una faena muy particular, fue la extracción de sal. Fue famosa la extracción en la salada de la Playa, en Sastago, pero también se extraía en la Salineta, una salina cerca de Bujaraloz que era propia del ayuntamiento. Antonio era muy curioso, iba a la Salineta y veía como era el proceso de extracción de sal. Al evaporar el agua, en verano, quedaba la sal que una vez seca recogían -Había familias que iban a sacarla y en invierno iban a venderla, por Sena, Villanueva o el Somontano. Incluso había uno que hacía soga y que también vendía en invierno a la vez que la sal. En la Salineta había una casa, hangar o almacén, donde almacenaban la sal, la cogían con pozales y la subían arriba para almacenarla-.
Había mucho fango, barro o limo, los que recogían la sal iban descalzos. Tenían que rader la sal, porque se quedaba abajo la sal asolada, con ella hacían montones de hasta 2.000 kilos. A la salada de Sastago iba gente de Bujaraloz a trabajar, serían unos 3 o 4 del pueblo, pues estaba más cerca de Bujaraloz y la vinculación siempre fue mayor. Los últimos arrendatarios, de la salada de Sastago, eran de Barcelona. Hicieron unos pozos para tener agua y unas eras de hormigón y un molino para moler la sal. Pues la sal salía granosa y se tenía que moler para que fuese fina. Se la llevaban en camiones. Pero lo malo de la sal es que todo corroe y pronto todo se veía muy afectado: motores, camiones… y económicamente les acabó perjudicando mucho. Así, la explotación de sal se dejó de hacer sobre 1980.
Antonio estuvo en la construcción, en Bielsa construyendo un muro, en un salto en Sastago, y un túnel en el Ebro. A pesar de trabajar, cuando pudo no dejo de ir a clase de adultos, a Fuenclara en Zaragoza, concretamente cuando estuvo trabajando en un almacén de la base aérea de Zaragoza. Tras estar en la base, marchó a realizar el servicio militar a África, a Melilla. Por suerte fue recomendado y estuvo bien hasta que, a los cuatro meses, surgieron las escaramuzas de África Occidental. Fue destinado a Villa Cisneros, donde permaneció hasta finalizar la mili.
A su regreso, Antonio comenzó a trabajar en el surtidor de Campsa que le habían concedido. Entonces, las concesiones solían ir destinadas preferentemente a excombatientes o mutilados de guerra y por su paso por África y haber estado en zona de operaciones, Antonio era considerado excombatiente accediendo a la concesión. El surtidor no lo podía llevar uno solo y pronto se le unió su hermano.
Igualmente consiguieron una licencia de taxi con la que comenzaron a realizar gran cantidad de servicios, a Lérida y Zaragoza… a mucha gente que iba a médicos. Pero especialmente comenzaron a trabajar mucho cuando comenzaron las asistencias en viajes. Tenían el mejor coche y hacían una media de más de 8.000 kilómetros al mes, llegaron incluso a ir a Lisboa o Luxemburgo -fue un muy buen negocio-. Con la llegada de la autopista aún mejoró el taxi, incrementando los servicios que hacían, pues en Bujaraloz había muchos talleres entre Zaragoza y Lérida que dieron mucho trabajo.
Cuando desapareció el monopolio de los surtidores se dio de baja y cerró, fue entonces cuando comenzaron a aparecer un montón de gasolineras en las carreteras y áreas de servicios que decayeron con la liberación de la autopista AP2.
Se casó con María Dolores Ezquerra, una chica de Valfarta, con la que han tenido tres hijos.
Antonio ha sido muy aficionado a la apicultura. Su suegro era apicultor y le iba a ayudar y le fue gustando. Cuando abría las colmenas le gustaba ver el movimiento. Le ha sido como distracción y así tenía miel para casa, unos 100 kilos de miel al año principalmente de romero.
Además, ha sido presidente de la 3ª edad para que se mantuviese abierto. Había unos 120 socios y estuvo hasta la pandemia. Sin duda, Antonio es una gran persona que ama su pueblo, Bujaraloz, del que se siente orgulloso y del que espera un gran futuro.
En Bujaraloz, durante siglos se produjo la extracción de sal en algunas de sus lagunas salinas. Una extracción tradicional, cuyo patrimonio se desvanece en un paraje sorprendente, entre un paisaje lunar y ruinas de lo que un día fue un gran complejo industrial productor de sal. Sus orígenes apuntan a época romana e incluso anterior y que prácticamente se llegaron a realizar hasta mediados del siglo pasado. La sal, el oro blanco cuyas salinas de Bujaraloz y Sastago fueron importantes centros productores del reino de Aragón.
Salada de la Salineta bajo la luna, Bujaraloz.
Las saladas
Las Saladas de Sástago-Bujaraloz son un conjunto de lagunas endorreicas, temporales y salinas localizadas en la denominada plataforma Sástago-Bujaraloz en pleno valle del Ebro (Geología de Los Monegros). Un complejo lagunar salino que incluye unas 26 cubetas que ocupan una superficie de 8.144 hectáreas, considerado como el más extenso e importante de Europa, siendo único por sus particularidades en el contexto de Europa occidental.
Las saladas están incluidas en la lista de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas (Convención de Ramsar), además de formar parte de la Red Natura 2000, tanto como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), código ES2430082 «Monegros»; como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), código ES0000181 «La Retuerta y Saladas de Sástago». Igualmente, a nivel aragonés se encuentra registrado en el Inventario de Humedales Singulares de Aragón. Un extraordinario lugar del gran entorno natural de Los Monegros.
En esos aljibes puede verse la artemisia parthenogenetica, un pequeño crustáceo de apenas un centímetro, habitante habitual de las salinas permanentes. Es una de las 1.200 especies que se calcula componen la biodiversidad de esta zona, especialmente invertebrados y también joyas vegetales.
La salinidad y la sal
La salinidad es la característica principal de las lagunas endorreicas de la citada plataforma Sástago-Bujaraloz. Unas sales que entran en las saladas y proceden básicamente de las aguas subterráneas y que suele variar entre 30.000 y más de 400.000 mg/l “dependiendo del régimen de entradas y salidas de cada momento”. Esta elevada salinidad ha permitido su explotación de sal hasta mediados del siglo pasado “donde se recogían dos cosechas al año” (Las saladas de Bujaraloz. Sástago. García vera, Miguel Ángel y Castañeda del Álamo, Carmen).
De acuerdo con las formas de extracción de sal estas respondían a manantiales y pozos, salinas marítimas, minas de sal, salinas de fuego, pluviales y lagunas saladas (Plata Montero, Alberto. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX).
En el caso que nos ocupa, las lagunas saladas de Bujaraloz- Sastago captan el agua de la lluvia reteniéndola durante cortos periodos de tiempo, especialmente hasta su desecación total en verano debido al extremo cálido verano de la zona. Tras su evaporación, en el fondo de las cubetas se depositan las sales, dejando las características costras salinas, que, realizadas en eras acondicionadas para ello, y que luego se recogía para su almacenamiento y comercialización.
De ellas, las conocidas como la salada del Rey o también llamada de La Playa, en término de Sastago y La Salineta en Bujaraloz fueron explotadas para la extracción de sal. No obstante, la salada del Rey, por su proximidad a Bujaraloz, históricamente y popularmente ha sido llamada salada de Bujaraloz, extremo que incluso recoge Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de1845-1850, en su descripción del término de Sastago “Salina queproduce mucha sal, muy blanca y regular y de ella se surten los principales pueblos de Aragón”, pues el monte de Sástago era muy rico “gracias a los buenos pastos de cría y a la salina que en él se encuentra”.
Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
La sal y su extracción fue un elemento importante a lo largo de la historia, como dice Alfredo Auñón Pastor “Fue un codiciable producto con una notable repercusión, ya fuese como un elemento de dominio político, una moneda de cambio frente a conflictos entre los diferentes poderes establecidos o una fuente de enriquecimiento y prosperidad de algunos grupos sociales”. Así, la sal fue en un elemento indispensable para las sociedades históricas, apunta Alfredo Auñón Pastor “no siendo la aragonesa medieval una excepción” (Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi).
La sal de las saladas de Bujaraloz – Sastago era destinada para salazones debido a su sabor amargo que no la hacía óptima para el consumo humano, debido a la presencia de sales de magnesio. Para evitar su sabor amargo se solía mezclar con sal gema de explotaciones minerales, mezcla que se hacía en Bujaraloz con sal gema procedente de los yacimientos de Remolinos y el Castellar, tal y como Gerónimo Ximénez de Aragües, relata en 1630 al referirse sobre la sal de la salina de Bujaraloz: «En el monte de Bujaraloz ay una Salina de agua que es de poca consideración por no ser muy perfectala sal que della se saca, y no tener términos, pues aún en el mismo lugar de Bujaraloz no se puede gastar della, y assí estáconcertado con los arrendadores de Remolinos y el Castellar» (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
Camino de los Fierros, vía romana
La extracción de sal, en las saladas de Bujaraloz Sastago, ha sido considerada en origen de época romana, e incluso prerromana. Esta hipótesis es fácil de sustentar debido a que Bujaraloz históricamente ha ocupado una posición geográfica destacable en el camino de los Ferros, la calzada Ilerda-Caesaraugusta, importante vía romana de comunicación que ya se apoyó en una antigua vía ibera.
Hay quien apunta que en época romana se llevaba la sal a Sastago donde se embarcaba en barcos y a través del Ebro se conducía a Tarragona.
Lo cierto es que históricamente la explotación de sal se conoce desde épocas bien tempranas, conclusión contemplada en el estudio de Mangas y Hernando: “A nivel territorial, se conoce la explotación de yacimientos mineros de sal desde épocas muy tempranas, especialmente en el Sistema Ibérico, donde la preponderancia de la obtención de sal mediante evaporación fue muy común durante el I Milenio a.C. (Terán, 2016: 199-341), algo que no pasó inadvertido para las élites de época romana, quienes crearon diferentes localidades como capitales de cabecera, con el objetivo de obtener los recursos naturales disponibles y un control político de los diferentes territorios (Mangas y Hernando, 2011: 50-67)”. Por lo que es difícil conocer la época en que se comenzaron a explotar u obtener la sal en las salinas de Bujaraloz – Sastago.
Retrospectiva documental de las salinas de Bujaraloz – Sastago
Documentalmente, una de las primeras referencias sobre las salinas nos lleva al 13 de febrero de 1209, cuando el rey Pedro el Católico da el lugar de Bujaraloz a la Orden del Hospital de San Jorge de Alfama y entre sus terminaciones se citan las salinas de Sástago (Alvira, 2010, doc. 868, p. 942). Pues, como manifiesta Alfredo Auñón Pastor “durante el resto del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII, la monarquía otorgó la explotación de sal, la percepción de sus rentas y el uso de sus entornos de producción y almacenamiento a diferentes instituciones y personas como un bien más del que sacar un rédito anual, además de continuar con su política de donaciones, especialmente al clero”(Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi).
En 1218, Jaime I, a ruegos de Pedro del Bosch, toma bajo su especial protección a la villa de Bujaraloz y en septiembre de 1229 el prior de San Jorge de Alfama, acuciado por las deudas que había contraído su monasterio, vende el castillo y la villa de Bujaraloz al monasterio de Sigena por doscientos cincuenta maravedís alfonsíes (Mar, Carmen J. Bujaraloz. VIII Centenario de su fundación y época de su pertenencia a la Orden de San Jorge de Alfama). La venta genera un conflicto de los vecinos de Pina con el monasterio de Sigena y el febrero de 1231, para poner fin al contencioso, los vecinos de Pina entregan el término de Bujaraloz al monasterio, además de autorizarles a que todos los habitantes de Bujaraloz puedan obtener sal de “nuestras salinas en abundancia para el uso de sus hogares, siempre, pero no con el propósito de venderla o regalarla a otras personas en la tierra:quod omnes habitantes de Borialaroz de illas nostras salinas salem inde percipiant habundanter ad opus suarum domorum semprer sed non causa vendendi nec dandi aliis hominibus terre» (Ubieto, 1972, doc. 139, p. 206-207). Por aquellos años, los términos no están completamente definidos y las salinas debieron de pertenecer a Pina, de allí a que sean nombradas saladas de Sastago y Pina.
“Los vecinos de Pina, caballeros, infanzones, labradores y sarracenos llegan a una concordia con doña Sancha [Jiménez de Urrea], Priora de Sigena, por la que ceden a ésta y al convento de dicho nombre todo el término de Bujaraloz con la condición de que en él puedan apacentar sus ganados los de Bujaraloz y Pina y, si se hiciere vedado de leña, caza o hierbas para venderlos a extraños, perciban la mitad del producto los de Pina y la otra mitad el Monasterio. Con la misma condición ceden la Casa Blanca que poseen en el vedado de Pina. Finalmente conceden que todos los habitantes de Bujaraloz reciban la sal que necesiten para su consumo, no para venta, de las salinas de Pina”.
Documento ES/AHPHU – S/000006/000014.
En 1254, doña Urraca de Entenza, priora de Sigena, otorga la carta de población a Bujaraloz “Según la carta, estos territorios ya estaban poblados para esta fecha, y se regían por un derecho determinado; se les declara francos, libres e inmunes de ciertos impuestos”. Y el 5 de febrero de 1263, Jaime I autoriza al monasterio de Sigena para extraer cien cahíces de sal anualmente de las salinas de Bujaraloz y llevarlas libres y francas al monasterio, exentas del pago de peaje y lezda (ES/AHN – Órdenes militares/Car. 706/N.º 28).
Salicornia.Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
A los pocos años, las salinas de Sastago y Pina, son concedidas al conde de Sástago en 1265 por Jaime I rey de la Corona de Aragón, Jaime I (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2). Aunque, en 1283 el privilegio General de Aragón establece que la sal se use y explote como antiguamente se hacía «Que todos los del regno de Aragón usen comosolían de la sal de qual que más se querrán de los regnos e de toda la senynoría del senynor rey de Aragón de aquella que más se querrán; et quend vendan los qui salinas an assí como solían antigament; et aquellos qui per fuerez vendieron sussalinas e se tienen por agreviados que las cobren e que usen de aquellas como solían, ellos empero tornando el precio quend recebieron»(Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
“La salina deSástago y Pina es del Conde de Sástago, el qual tiene privilegio del Rey don Jayme el I, dado año 1265, para que todos los lugares desde Lérida hasta Pina puedan comer desta sal”
Ximénez de Aragües, Gerónimo. 1630. Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2.
No obstante, en 1276 se crea una delimitación para la distribución y venta de la sal “sobre compraventa y usos de la sal de Pina de Ebro”, siendo sus límites “las localidades de Montalbán, en el sur, Morella y Tortosa, en el este, Fuentes de Ebro, en el oeste, y con los valles de los ríos Cinca, Alcanadre e Isuela, en el norte” (Alfredo Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi. Archivo de la Corona de Aragón, Cancillería, registros, nº 38, f. 90v.).
El 4 de febrero de 1287, el rey de la Corona de Aragón manda a Juan Pedro Gallego a pagar 1.540 sueldos que adeudaban a Pedro Ahivar, de los cuales 1.000 sueldos se cargarían «super salinas de Burjalaros per mesnadiam sua:en las salinas de Burjalaroz por su mesnadia (Mesnada: Compañía, junta, congregación. Compañía de gente de armas que antiguamente servía bajo el mando del rey o de un ricohombre o caballero principal» (ACA, Cancillería, Registros, núm. 76, fol. 9).
Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
Curiosamente, a pesar que las salinas se administran en nombre del monasterio de Sigena, el 16 de noviembre de 1300 la priora del monasterio de Sigena se lamenta del cobro de las sales al rey Jaime II: “A todos los colectores de la sal que han sido nombrados en las Cortes aragonesas celebradas en la ciudad de Zaragoza. Por parte de la priora y convento de Sigena, lamentándose, nos fue comunicado que vosotros, contra los capítulos editados en las Cortes antedichas, obligasteis e hicisteis obligar a los hombres del mismo monasterio a comprar la sal de las salinas las cuales tenéis y administráis en nuestro nombre. En el caso de que quisiese comprar esta sal para su uso propio, les sea permitido hacerlo por el mismo precio que se vende a otros hombres del reino y con la condición de que no la venderán ni darán a otros” (Arcal Royo, José Manuel Colección documental de Bujaraloz 1291-1931. ACA, Cancillería, Registros, núm 325, 30 v-31 r.).
Alfredo Auñón Pastor (Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi), apunta que, con la conquista completa del actual territorio aragonés, la corona introduce nuevas políticas que afianzan su control sobre el territorio y sus recursos hasta bien entrado el siglo XV “En esta etapa, se delimitaron las zonas de consumo obligatorio de sal, es decir, se crearon zonas en las que las distintas localidades estaban obligadas por voluntad real a comprar y consumir de una salina o salinas específicas” (Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi). Por ello «toda la sal está reducida a estancosy cada salinatenía su coto o distrito donde solo se podía consumir su sal. Estos estancos locales fueron los predecesores del posterior estanco general” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
Los estancos respondieron a una administración del estado de la sal ostentando el monopolio de la producción, distribución y venta, así como de la recaudación de impuestos. Los estancos se crean en 1564, cuando el 10 de agosto todas las salinas son incorporadas a la Corona de España de la mano de Felipe II.
Avanzando al siglo XVII, un documento del 17 de marzo de 1618, el 7º conde de Sástago, Martín de Alagón y Pimentel (*1600-+1639), dice que “era el señor de Pina y Sástago y de sus salinas, y que en Sástago se hacía mucha «Sal de Agua» en una fábrica llamada «Salinas de la Sal» o «Salinas de Pina y Sástago», cuya sal se hacía, vendía, daba y distribuía libre y francamente por todo un distrito que, de Oeste a Este, abarcaba de Zaragoza a Lérida y de Norte a Sur de Castejón de los Monegros a Alcorisa” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
En el año 1630 Gerónimo Ximénez de Aragües, a su paso por Bujaraloz, describe la salina y la calidad de su sal: «En el monte de Bujaraloz ay una Salina de agua que es de poca consideración por no ser muy perfecta la sal que della se saca, y no tener términos, pues aún en el mismo lugar de Bujaraloz no se puede gastar della, y assí está concertado con los arrendadores de Remolinos y el Castellar»(Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
El 20 de agosto de 1709 el rey Felipe V decreta incorporar a la corona y Patrimonio Real todas las salinas “He resuelto por ahora, que las salinas de Castellar i Remolinos que son de piedra i propias mías, las de Monte de Sástago, Naval, Peralta de la Sal, Arcos, Ojos Negros i la de Armillas, que son de agua, quedan abiertas i subsistentes, i que en ellas se continúa la fábrica de la sal para el abasto del Reino de Aragón” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
A finales de 1766 se crea la Compañía Suelta de Fusileros de Aragón, integrada por 100 hombres, cuya primera misión es la protección y vigilancia de las salinas de Sástago, Peralta y Naval (Armillas, 1988, p. 562) (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
“La importancia estratégica y económica de esta producción motivó que, en 1776, se creara una fuerza militar dedicada a su protección: la Compañía Suelta de Fusileros de Aragón. Esta unidad fue propuesta por Gerónimo de Torres Monreal, acaudalado vecino de La Muela, al rey Carlos III con el objetivo de defender a la población frente a bandidos y asegurar enclaves vitales como las salinas. Tras su aprobación real en septiembre de 1766, una de sus primeras misiones fue custodiar permanentemente las instalaciones salineras de Bujaraloz. La compañía dispuso de dependencias en el mayor edificio del complejo y se mantuvo activa hasta 1844, cuando fue disuelta tras la creación de la Guardia Civil, que asumió sus funciones. Además de su labor de vigilancia, este cuerpo participó en la Guerra de la Independencia en 1808. No tenemos el dato de cuando se terminó la extracción de mineral de esta salina.”
Patrimonio industrial en peligro incluido en la lista roja de Hispania Nostra.
En 1777, Sástago producía 14.000 fanegas, el 12,4% de la producción total, que era de 113.000 fanegas (La producción es en fanegas castellanas). En Sástago, el coste de producción de cada fanega era de 1,07 reales y se vendía a 26 reales (Elormendi, 1777, fol. 4-5) (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
Entre el 28 de noviembre y el 10 de diciembre de 1792, Carlos Beramendi pasó por Bujaraloz, viniendo de Zaragoza y camino de Barcelona. Sobre esta villa escribió: «A dos leguas al medio día de esta villa hay una salina en un monte que pertenece al Conde de Sástago, el que percibe anualmente por via de recompensa 6.000 rs. von. (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
Asso en 1798 cita que las salinas producían unas 14.000 arrobas castellanas de sal al año, equivalentes aproximadamente a 160 toneladas.
También la recoge Pascual Madoz en 1845-1850 en su descripción de Bujaraloz, apuntando que la sal va a beneficio de la hacienda nacional y que la misma compensa a la villa de Bujaraloz con 200 libras jaquesas al año: “Muy próximo á la v. una gran playa llamada la Salineta, donde se depositan las aguas de lluvias, y á poco tiempo se convierten en sal; algunos años se extraen muchos centenares de fan. á beneficio de la hacienda nacional, quien paga al pueblo una pensión anual de 200 libras jaquesas en compensación”.
La publicación “Tecnológico nacional de agricultura, artes industriales, ciencias, comercio y literatura” del 19 de diciembre de 1834, n.º 32 publica una relación de las “Salinas que existen en España” de ellas en Aragón citan que “existen las de Remolinos de piedra, las de Peralta, Naval, Bujaraloz, Sástago, Castellar, Arcos, Vatablado y Arnillas, son 9”.
El Clamor público del 9 de junio de 1852recoje “Bujaraloz y otras salinas bastan para el consumo de Aragón”.
Tras poco más de 300 años de funcionamiento, la revolución de La Gloriosa en 1868 se termina el monopolio estatal de las salinas concluyendo con la abolición de los estancos en 1870. Aquel año de 1870, las salinas de Sástago vuelven, por poco tiempo, a manos de los condes de Sástago (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).
Yegros en 1853, en el siglo XIX, bajo explotación estatal, apunta que su producción anual alcanzaba las 5.400 fanegas (unas 170 toneladas), “consolidando su relevancia económica y logística en la región”.
La producción de sal continúa hasta que a mediados del siglo XX la explotación de sal se abandona completamente.
Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
La extracción de sal
En las saladas de Bujaraloz – Sastago el método de extracción de la sal se realizaba por medio de la evaporación. Se aprovechaba el agua de la laguna, alimentada por lluvia, y se almacenaba en depósitos o aljibes para su posterior conducción a las eras y su desecación para la extracción de sal.
El proceso queda bastante descrito en el informe elaborado en 1853 por Ventura Valencia, Administrador de la salina del Rey, en virtud de la Circular de la Dirección General de Fábricas de efectos estancados de 7 de diciembre último. Memoria “De losterrenos, edificios, efectos y cuantos obgetos útiles e inútiles pertenecen a la Hacienda y ecsisten en el presente año que se manifiestan”, que describe el proceso e instalaciones de la explotación, compuestas: “De varios edificios que sirben de habitación a los empleados, almacenes, horno, cuerpo de guardia, cuadra de los conductores, pajar, casas de norias y plano dividido en cuadriculas o eras donde se fabrica la sal”.
Los depósitos, norias y canales
En la salina del Rey existían dos depósitos calentadores, a modo de aljibes, que almacenaban el agua para poder, en los meses más cálidos, poder proceder a la extracción de la sal. Depósitos completamente detallados en el informe de Ventura Valencia de 1853: “Los dos depósitos que ecsisten en esta fábrica titulados mayor y menor, el primero es de figura cuadrada en su centro y sus estremidades la cierran dos circulos, y contiene 82.350 pies cúbicos de agua. El menor es un galacho 160 de 386 pies de latitud, 4 de longitud y 6 de profundidad, en su centro tiene un circulo y sus estremidades se hallan cerradas por otros dos y contiene 15.920 pies cúbicos.”
De los depósitos calentadore, el agua era conducida por medio de unas norias y canales de madera a las eras: “En dichos dos depósitos o calentadores ecsisten para la estracción de las aguas dos norias de madera con cubos de la misma y la rueda del mayor consta de 24 pies de elebación, una contra rueda de 10 con su linterna que es la que da el impulso a la máquina; desde ella parte una canal de madera que conduce el agua a la fábrica de 611 pies largo y 1 palmo ancha; desde la entrada a la fábrica parte en tres ramales de canal igual a la anterior el agua a las heras de cristalización y contiene 1049 pies. En el depósito menor ecsiste otra noria como la anterior con una rueda de 22 pies de elebación, sus cubos, contra-rueda de 8 y su linterna. Desde ella parte otra canal de madera que se incorpora con las de la fábrica de 120 pies y de igual ancho que las anteriores; todas componen un total de 1708 pies.”
Depósitos calentadores. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
Un complejo sistema que, para Ventura Valencia, requería “mejoras extraordinarias”: “Ofrecen mejoras estrahordinarias y son de necesidad, pues hallandose construidos con piedra caliza suelta, suceden filtraciones de consideración y quitan bastante caudal de agua, rebestidas sus paredes como en otras fábricas con cal y alguna otra mezcla, mantendrían el agua plubial que en ellos entra, única con que cuenta esta fábrica por no ecsistir manatial alguno; así es que en lo mejor de la elaboración se ve seca como ha sucedido en los 6 años que me encuentro al frente de ella, escepto el 47 que fueron las llubias de invierno y abundantes. No solo sería conveniente y utilisimo que se revistieran sus paredes, sino también su engrandecimiento, que su coste sería el de 9 reales por bara cúvica. Dichos dos depósitos son unos verdaderos calentadores alimentados por las aguas pluviales que caen en la playa que se halla contigua a los mismos y a la fábrica”.
Deposito o aljibe.Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
Las eras
Una vez en las eras, el agua se iba evaporando totalmente, a los doce o quince días, quedando en los fondos de las eras la sal. Aquellas eras respondían a espacios rectangulares de base de losa delimitadas por unos pequeños muretes de mampostería de unos cuarenta centímetros de altura. Eras que, de acuerdo con Carlos Beramendi, antes de 1792 se encontraban en plena laguna hasta que se construyeron ladera arriba junto al complejo de depósitos/pozos, norias y caños de madera con el fin de abaratar costes: “Conociendo que era costosa y prolija la recolección de la sal en la antigua fábrica de tierra destinada a este efecto en el centro de un llano, se ha construido otra más alta de ladrillo; de forma que sacada el agua salobre que producen dos poços por medio de dos norias y conducida por varios caños de madera fijos sobre pies derechos de lo mismo a unos quadrados de ladrillo, divididos con listones de madera en eras pequeñas, y dejándola reposar allí de doce a quince días, se convierte en sal muy buena y blanca”.
Eras para la extracción de la sal.Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
Así, en 1853 el complejo constaba con un número considerable de eras que Ventura Valencia describe: “Las 141 heras de que se compone la fábrica son de figura cuadrada y ocupan 104.684 pies superficiales que rebajados 20.084 que ocupan los andadores, andenes y saleros donde se deposita la sal para su depure queda reducido su plano a 84.600 pies ocupados por las 141 heras y cada una consta de 25 pies de longitud, 24 de latitud y 600 de superficie. Los materiales de que se compone los suelos y rebestimientos son de piedra de cal y yeso, lo peor que en mi concepto puede usarse en esta clase de obras, su pavimento arcilla y losa de cal muy imperfecta con una desnibelación horrorosa, pues hay heras que tienen 12 y 14 dedos por manera que al verificarse el cuage jamás lo es con igualdad, y efecto de la mala construcción y desnibelación de su pavimento por no tener ni siquiera una losa de cal trabajada, escupen las arcillas y hacen en su mayor parte la sal de un color moreno terroso” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Con la acción del calor y el aire, la evaporización, en las eras se producía el cuaje de la sal: “Sino suceden filtraciones, el estado admosférico es caluroso y las aguas son de invierno se obtiene el primer cuage a los 20 o 25 días, el cual no escede de dos o tres plazas, y así subcesibamente ba biniendo la elaboración. Bien puede conseguirse el que sino todas las heras en su mayor parte cuage a la vez, pero a ello se oponen multitud de circunstancias que producirian perjuicios de consideración a la Hacienda. Presentado todo el cuage en la fábrica, son indispensables de 40 a 50 hombres por un solo día, y como se consiguen estos en el rigor del calor cuando tienen unas ocupaciones por ser la época con que más trabajo cuentan y en la que se le dan 10, 12 y aún más reales de jornal y su manutención, ¿ocupados por infinidad de dias? ¿Como repito bienen a un desierto que se encuentra del pueblo más prócsimo 2 leguas por un solo día, cuando solo para su llegada necesitan andar medio sin retribución? Esto es imposible de conseguir y no contandose como no se puede con dicho nº de hombres se perderian muchas sales, pues en el acto de ver la sal en estado de estracción hay que verificarlo porque de lo contrario al día siguiente es perdida y hay que hacer un doble gasto para su estracción, nueba barrida y riego como si se ejecutase nueba limpia y friega. Así es que desde que me encuentro al frente de esta fábrica, se han practicado estos trabajos (aunque a pesar mio) por los individuos del Resguardo ausiliados en ocasiones por jornaleros, y esta misma necesidad ha sido reconocida en tiempo de la empresa del arriendo de esta Renta por todos los Gefes y Administradores anteriores” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Vista aérea de laSalada del Rey o de la Playa, Sastago.
Este proceso también es conocido como cristalización de la sal: “La cristalización de la sal se acelera con el viento N fuerte, pero si es escesibo y frio la pierde: es necesario que sea moderado para que produzca mayor cantidad y mejor grano: si sucede viento S la paraliza y queda a mitad de grano: el color de la sal en unas heras aparece bastante blanca, en otras moreno y otras más terroso: el color de las aguas al empezar a coagularse es diverso, en unas aparece un dorado fuerte, en otras más claro y en otras natural” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Extracción, saleros y almacenamiento
Una vez evaporada el agua, la sal de las diferentes sacas se extraía de las eras para dejarlas orear, secar, un par de días en los saleros, zonas entre las eras destinadas para tal fin: “Para la estracción de la sal se ocupan 6 o más hombres como en la limpia y friega, y estos tienen de trabajo 1/4, 1/2 o 3/4 día según el nº de heras que hay que estraer y esto se practica por medio de barridas con escobas fuertes, se arrastra con los retabillos hasta un estremo de la hera, desde cuyo punto es conducida por dos hombres con un balluarte a los saleros que ecsisten al efecto, en los cuales permanece para su oreo uno o lo más dos días, según el tiempo lo permite” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Allí, en los saleros, se producía el denominado “depure de la sal”, proceso que Ventura Valencia consideraba insuficiente, pues solía mantener cierta humedad: “Para el depure de las sales convendrían el que se constituyeran chozas o casillas por la poca capacidad que tienen los saleros en que se deposita y a la interperie, por lo que permanece muy poco tiempo y se conducen con mucha humedad: una, dos o tres cargas se depositan en el almacén para su depure y a los 8 dias se apartan de ella de 9 a 12 libras”.
Posteriormente se recogía y se llevaba a los almacenes en caballería mayor: “Los entroges en almacenes se efectúan en dos cajones conducidos por una caballeria mayor, y puesta en el almacén es apilada por el Resguardo sin retribución alguna. Dichos trabajos tienen principio en 1º de mayo y termina en fin de septiembre si ecsisten aguas abundantes y de buena calidad: el precio del jornal de hombres es el de 6, 7, 8, 9 y hasta 10 reales según la cosecha de cereales: el de caballerias es comunmente de 10 a 12 reales una, tanto en esta fábrica como en los pueblos limitrofes” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Un proceso, el de almacenamiento, que también recoge Carlos Beramendi en 1792: “Se conduce a los graneros que están inmediatos, a cuyo lado se ha hecho una zona para habitación de los empleados y almacén, pues antes no vivían allí, y tenian que concurrir precisamente dos dias de data a la semana, de lo que se les seguía notable perjuicio y tampoco podían estar tan a la vista en todas las operaciones”.
Almacenes
Al norte del complejo se encuentra el almacén más antiguo, en una de las laderas que caen a la salada. Es una construcción comprendida entre mediados del siglo XVIII y mediados del XIX pero que ha tenido diferentes fases constructivas a lo largo de los años. De planta rectangular, consta de dos alturas diferenciadas, construido en sillares de arenisca en la planta baja y la superior en mampostería muy tosca, reforzadas por cadenas de ladrillo. A la superior se accede por medio de una rampa, por la que accedían para el almacenaje de la sal. SIPCA destaca del edificio, por su gran interés, los contrafuertes: “Que presentan los paramentos de sillar, hasta la altura en que termina el mismo. Son cuadrados y cuentan con un remate piramidal, recordando obras de ingeniería del siglo XVIII, como algunas construcciones vinculadas con el Canal Imperial”.
Antiguo almacén. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
El edificio principal, muy posiblemente del siglo XIX, es una gran construcción de planta rectangular, de mampostería y esquinazos de ladrillo. De tres plantas, consta de tres cuerpos diferenciados e independientes. Los cuerpos laterales debieron servir de viviendas y el central, que contaba hasta con capilla de acuerdo con SIPCA “Esta tenía cabecera plana, cubierta por una cúpula sobre pechinas con uno de los laterales abierto en un gran rosetón; se prolongaba mediante una nave rectangular, que iba cubierta por una bóveda de cañón, sobre la cual se situaba un espacio de finalidad desconocida”. El resto de la sección central servía como almacén.
Edificio principal. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
“Los almacenes ecsistentes en esta fábrica son dos, el primero ecsistente en el piso bajo de la casa principal y donde se entroja la sal es espacioso y se halla perfectamente conserbado, su cabida de 71.502 pies cúbicos con un piso y paredes perfectas. La cubicación de la sal podría hacerse en este almacén una sola vez su medición marcando las fanegas y a simple vista sin necesidad de practicar ninguna operación se sabria esactamente y en cualquier tiempo el nº de fanegas ecsistente: siempre que la sal se entrojase hecho el depure y no humeda como se hace en algunas ocasiones, bien por amenazar llubia o por no cojer en los saleros que ecsisten en la fábrica para dicho obgeto. En la casa donde habita el pesador y Resguardo tiene otro almacén donde se entrojaba la sal cuando no ecsistian el anterior, su cabida es de 5.580 pies cúbicos y está destinado para la colocación de los útiles y efectos de la fábrica.
Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
El nº de edificios que ecsisten pertenecientes a este establecimiento son 6. El principal donde ecsiste la casa del Administrador, Oficial Inspector y Capellán, almacén para entrojar las sales y la capilla donde se celebra misa, consta de 184 pies de longitud, 56 de latitud y 30 de elebación, ocupa un terreno de 10.304 pies superficiales. Se halla ocupado el centro del piso bajo por el almacén que tiene una cabida de 71.502 pies cúbicos, la capilla 18.768 con inclusión de la sacristia; a los dos estremos de la casa se hallan dos puertas que conducen a las habitaciones de los empleados que se citan anteriormente y en su piso bajo se hallan dos cuadras, bodegas y gallineros. Además, otro pìso bajo entresuelo donde ecsiste la oficina de la Administración, y los demás ocupados por ser los de los empleados. En el principal ecsisten tres cocinas y varias piezas destinadas para los mismos con una tribuna para hoir misa. Todas las habitaciones se comunican con las piezas situadas al N que no se usan, y es un paso destinado para la comunicación de los empleados. La casa se halla toda en muy buen estado. A las 50 baras de la misma y parte de lebante se halla otro edificio que contiene un cuerpo de guardia para el Resguardo, horno de cocer pan, pajar y cuadra para los conductores. Consta de 100 pies de longitud, 28 de latitud y 12 de elebación, ocupa un terreno de 2.800 pies. A distancia de 60 baras frente al mismo se halla una casa que anteriormente ha sido destinada para habitación del Administrador e Interbentor y hoy es ocupada por el Resguardo y pesador; en la misma ecsiste el almacén anteriormente dicho donde se colocan los útiles y efectos de la fábrica. Consta de 40 pies de longitud, 32 de latitud y 27 de elebación, ocupa un terreno de 1.208 pies superficiales. A 110 baras del edificio principal se halla la fábrica y en el estremo de ella a la parte de N se encuentra una caseta aspillonada con un piso alto y en él su cocina destinada para el Resguardo donde se coloca para defensa de la fábrica, ocupa un terreno de 196 pies y tiene 20 de elebación. Frente a la misma y a la parte de lebante se halla otro edificio donde ecsiste la noria menor, aspillerado, y en él se coloca en tiempo de la elaboración el Resguardo, quedando la fábrica cubierta perfectamente, pues desde la Torreta se cruzan los fuegos; ocupa un terreno de 1.254 pies. Desde esta noria a la mayor se halla un hilo de canal de 611 pies y donde ecsiste otra casa que la cubre y ocupa un terreno de 1190. Las norias casa-torreta de la fábrica y la cuadra para los conductores necesitan algunas reparaciones. Además de estos edificios eciste una casa en la salada de Camaron que se halla fuera de la vista de este establecimiento y otra en la de la villa de Bujaraloz donde se está concluyendo un almacén que más adelante se hará”.
Limpieza de los depósitos y las eras
Limpieza depósitos y las eras se hacía en marzo y abril, antes de iniciar la campaña de la sal, un proceso que describe al detalle Ventura Valencia:El método seguido para la limpia de los depósitos calentadores ha sido por medio de cubos de madera conducidos por hombres colocados a corta distancia unos de otros, y esto se ha efectuado cuando se han hallado totalmente secos con muy corta cantidad de agua. La limpia y friega de las heras de cristalización se efectua todos los años en los meses de marzo y abril según se presenta el tiempo y termina a los 10 o 12 días, cuya operación se practica dandolas primeramente, un riego para que hablande el tejo que contengan y el polbo introducido por el viento. Seguidamente se colocan 10 o 12 hombres en su mayor parte con escobas fuertes con su ramage voluminoso y se dan una, dos o más barridas hasta que se consideran perfectamente limpias, estrayendolas el agua mezclada con dicho tejo y polbo por un conducto que tienen cada dos heras y sale a los dos andadores donde se deposita para ser conducido con balluartre (Parihuela) ocupado cada uno por dos hombres fuera del radio de la fábrica; seguidamente se da un riego de medio palmo alto en cada hera y da principio la elaboración” (Informe Ventura Valencia, 1853).
Salicornia sp. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.
Materiales, costes y robos
Ventura Valencia en su elaborado informe no olvida ningún detalle llegando incluso a recoger los aparatos o utensilios utilizados en la explotación de la sal: “Los aparatos de que se hace uso en esta fábrica para todos los trabajos que se practican en la elaboración, 1º escobas de ramage fuerte y altura de 5 palmos, su coste 24 mrs. 2º retabillos que es una pala de 9 palmos de largo y un recior de dos y medio dedos, redondo como un mango de pala, en uno de sus estremos se coloca una tabla labrada de 3 palmos con esquinas agudas para que agarre y arrastre la sal, su coste 6 reales, 3º palas de roble su coste 4 rs, 4º cajones en donde se conduce la sal de 3 pies de largo uno y dos pulgadas ancho y uno de alto, su coste 24 rs por compra, pues en subasta aún no se han adquirido, 5º balluartes 32 rs, 6º azadas 36 rs, 7º azadones 25 rs. La duración de los útiles que anteriormente se mencionan es la de un año, escepto los cajones, azadas, azadones y balluartes que duran 4. El coste de cada una de las norias por compra será el de 6.000 reales vellón. El gasto a que han ascendido en los últimos 6 años sus reparaciones es de 2.149 y el de los útiles y efectos de la fábrica o sean de conserbación y entretenimiento a 1.419 que unido forma un total de 3.568 reales.”
Gracias a Carlos Beramendi, 1792, podemos conocer el coste y beneficio de la producción de sal a finales del siglo XVIII: “Las de la fabricación de una fanega de sal, y su conducción del almacén no pasan de un real de vellón, y en esta nueva fábrica serán más varatas por sus bellas proporciones, redundando todo esto en mayor utilidad, aunque la que deja es bastante, pues se vende cada fanega a treinta reales vellón.Antes que el Sor. Felipe V incorporase esta renta a la corona, se vendía la fanega de sal a 3 rs. vn. bien que los comestibles eran más baratos, y no tenían contra sí los gastos de empleados, ni otras atenciones de la corona.»
El informe de Ventura Valenciahabla de los robos, del pillaje pero quizá también estuviese ya actuando aquel celebre bandolerismo que años más tardes se haría ampliamente celebre con su máximo exponente del bandido Cucaracha y su banda: “Los habitantes del pais son estremadamente propensos a la embriaguez y al robo de sales, pues siendo años de llubias se cria bastante sal en las saladas ecsistentes en este monte que se hallan fuera de la vista de este establecimiento y concurren armados al robo según se ha visto en los años anteriores, pues en el momento de aparecer sal en dichas saladas se presentan audaces con amenazas al Resguardo, y cubierta la luz, si este no accede, hacen su estracción a vivo fuego sin que dicho Resguardo pueda contenerlo por la multitud de hombres que a él se dirigen”.
“El jueves 20 del corriente pasaron 30 caballos de la facción que manda et rebelde Bosque, el rio Ebro por Chiprana, quedándose 300 hombres en dicho punto y Sástago. Llegaron aquellos á la salina de Bujaraloz, se llevaron cuentos rebaños de ganado encontraron en el monte de Sástago , y algunas carretadas de sal y los transeúntes que hallaron, y repasando tranquilamente el Ebro, se fueron á esconder el fruto de sus rapiñas sin obstáculo alguno.
Correo nacional (Madrid). 29 de septiembre de 1838.
Uno de los problemas quizá fue la situación de la salada, alejada de nucleos urbanos y el estado de los caminos, pues la Salada del Rey se encontraba a dos leguas de Bujaraloz “El estado de los caminos es deplorable por toda la circumferencia, y únicamente el de regular estado es la carretera de Barcelona a Zaragoza, que dista dos leguas. El río más importante y prócsimo es el Ebro que se encuentra a tres leguas y media; y siendo muy penosa la conducción de aguas por la mucha madre y cerros elebadisimos que tiene a sus inmediaciones” (Informe Ventura Valencia, 1853).
La Salineta
La Salineta fue la salina de Bujaraloz que fue explotada para la producción de sal. Se encuentra en sus inmediaciones, cerca del actual polígono, carretera Caspe.
Bujaraloz, apunta Alberto Plata Montero, a mediados del siglo XIX tenía una producción anual eras de 2.227 fanegas con un coste de producción de la fanega 153,6 maravedíes, estando bajo la supervisión del administrador de la salada del Rey: “Bajo la supervisión de su administrador también estaba la laguna o “Salineta” de Bujaraloz y una serie de espumeros localizados en los montes de Sástago que se encontraban bajo la vigilancia de los oficiales de resguardo para evitar su explotación” (Plata Montero, Alberto. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX).
La Salineta. Bujaraloz.
Ventura Valencia, en su informe de 1853, matiza que es laguna de manantial, particularidad que le hacía asegurar más el agua a la vez que por su producción se debía garantizar custodia de la misma: “En la de Bujaraloz es más cierta la producción por contener siempre agua que sin duda es manantial, sin que hasta la fehca se sepa el origen y únicamente sucede lo que en las anteriores; si tiene aguas abundantes el invierno aún cuando no en tanta cantidad se hace bastante sal y a ello deben contribuir llubias pequeñas en la estación del verano, sin que por esta causa se pueda asegurar la producción. En ella ecsiste todo el año fuerza del Resguardo para su custodia.”
Además, el informe nos indica que sobre aquellas fechas estaba en construcción el edificio almacén de sal de la Salineta: “En la salineta de Bujaraloz situada a legua y media de esta fábrica se está construyendo un almacén para entrojar las que la misma produzca, de 76 palmos de longitud, 52 de latitud y 22 de elebación, ocupa un terreno de 3.952. Su cabida, deducido el espesor de sus paredes, es de 62.832 palmos; en la misma ecsiste otra casa donde se coloca el Resguardo, de 16 pies de longitud, 15 de latitud y 11 de elebación; ocupa un terreno de 240 pies.”
La Salineta, Bujaraloz.
Ventura Valencia es exhaustivo en su informe, aportando detallada información, incluso de su distribución, principalmente al alfolí de Zaragoza, el almacén de sal, ubicado en el actual paseo de Echegaray y Caballero, levantado en 1760, proyecto de Francisco de Velasco y Julián de Yarza y derruido entre 1967 y 1972: “Los alfolíes y depósitos que se surten de sales lo son Zaragoza que dista 14 leguas, Fraga 11 y Caspe 6. El costo de conducción de cada fanega con arreglo a contrata es el de 6 rs 13 mrs con Zaragoza, 5 rs 50 centésimos Fraga y 2 rs 25 mrs Caspe, verificandose las mismas por cuenta de la Hacienda serian a Zaragoza 4 rs 17, Fraga 4 rs y Caspe 3. Los endimientos de sal de esta fábrica en los años en que ecsisten las llubias de invierno seran de 8 a 10.000 fanegas que podran espenderse en los alfolíes de Fraga, Caspe y Pina, que dista 6 leguas y el resto a Zaragoza. Informe: El orden establecido para el despacho de sal es la asistencia del Administrador, Oficial Inspector, Pesador, Cabo del Resguardo y los Dependientes que ecsisten, pues hallandose esta fábrica según se ha manifestado a dos leguas de Bujaraloz y 4 de Sástago, es la causa de que los individuos del Resguardo hagan el pique de sal y carguen los carros, percibiendo para este trabajo 6 y 8 rs. en proporción del nº de fanegas que cada uno lleba, mas si los conductores quieren cargarlas por si, ningún derecho les cargan. El carácter de los conductores es regular bajo todos conceptos.”
Alfolí de Zaragoza.
Una actividad y un patrimonio industrial que se desvanece. Escasamente queda en la memoria como es el caso de Antonio Luna Villagrasa. Antonio era curioso, iba a la Salineta, que era propia del ayuntamiento y veía el proceso de la obtención de la sal -Había familias que iban a sacarla y en invierno iban a venderla, por Sena, Villanueva o el Somontano. Incluso había uno que hacía soga y que también vendía en invierno a la vez que la sal-.
Así recuerda como en la Salineta había una casa y hangar o almacén donde almacenaban la sal: -cogían la sal con pozales y la subían arriba para almacenarla-.
Aunque es famosa la extracción en la salada de la Playa, en Sastago, la Salineta estaba muchísimo más cerca de Bujaraloz, añade Antonio: -Se formaban unas eras, donde el agua mermaba, la sacaban con pozales. Había mucho fango, barro o limo, los que recogían la sal iban descalzos. Tenían que rader la sal, porque se quedaba abajo la sal asolada, con ella hacían montones de hasta 2.000 kilos. Luego la vendían, canjeaban por otros artículos, por comida, trueque…-.
A la salada de Sastago iba gente de Bujaraloz a Trabajar, añade Antonio, serían unos 3 o 4 del pueblo -Los últimos arrendatarios eran de Barcelona “explotaban la sal”. Hicieron unos pozos para tener agua y unas eras de hormigón y un molino para moler la sal. Pues la sal salía granosa y se tenía que moler para que fuese fina. Se la llevaban en camiones. Lo malo de la sal que corroe todo y pronto todo se veía muy afectado, motores, camiones… y económicamente les acabó perjudicando mucho. La explotación de sal se dejó de hacer sobre 1980-.
Carlos Carrión, Carlos. Suplemento XL Semanal número 1749.
Carlos Urzainqui Biel escribió “Bajo un sol de castigo, el de la comarca de los Monegros, trabajaron aquí miles de salineros a lo largo de los siglos, hasta que la sal dejó de ser imprescindible para conservar los alimentos”(El Retabillo de Carlos Urzainqui Biel). Ciertas palabras que no podemos hacer más que suscribir, la memoria de las gentes que trabajaron extrayendo sal a lo largo de la historia de las salinas de Bujaraloz – Sastago. A su memoria y las ruinas que permanecen contando la historia de las salinas y el oro blanco de la sal en un entorno natural privilegiado y de alto valor ecológico por preservar y patrimonio que, quizá, soñar con no dejarlo perder.
Desde la recuperación del dance de Bujraraloz, Carmelo ejerce de mayoral. Es todo un apasionado del dance y de su pueblo, de su historia y tradiciones. A través de Carmelo, nos sumergimos en parte de la memoria reciente de Bujaraloz y su vivo dance, recuperado gracias al esfuerzo y empuje de los vecinos de la localidad monegrina; que volvieron a hacer rugir la gaita, las danzas, el teatro popular y los versos que configuran la gran manifestación artística que representa el dance aragonés.
Ya con esa confianza iré tomando materia sin ponerme en trinidades pues al Santo se reservan, pero vamos discurriendo y cada cual se prevenga en el siguiente coloquio a elogiarle como pueda.
Mayoral (Dance de Bujaraloz).
Carmelo Lorente Acín nació en Bujaraloz, en casa, en 1959. Su padre era barbero y tenía una peluquería en Bujaraloz. Son tres hermanos. Fue a la escuela hasta el graduado, cuando marcha a Zaragoza a realizar formación profesional de electrónica. La escuela, recuerda Carmelo, estaba donde actualmente se encuentra el ayuntamiento. Comenzó con cinco años y aún había clases de chicos separadas de las chicas, –aunque ya comenzaban a haber clases mixtas-.
Sus recuerdos nos llevan a aquella época que aún daban leche en polvo y en la escuela encendían la estufa con piñuelo, huesos de oliva. Jugaban a Cascabel Montapíe o al popular Churro, media manga, manga entera-Al final, pegado a la pared, se colocaba la madre, quién soportaba a todos apoyados y hacía de arbitro-. También jugaban al balón prisionero y se encorrían por la calle -Entonces la gente jugaba mucho en la calle-. Iban en pantalón corto hasta en invierno, era lo habitual hasta que comulgaban por primera vez -del frio se nos ponían cabrillas en las piernas-.
-En Bujaraloz no había agua, solamente agua de balsa-. Carmelo cuenta como en las ordenanzas, sobre la vida en Bujaraloz, aproximadamente de 1530, principalmente se basan en el uso y gestión del agua. Cada balsa tenía su finalidad, explica Carmelo.La balsa Buena dicen que es de época romana, del antiguo camino de los Fierros, aunque el Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) le atribuye un origen bajo medieval. La balsa se encuentra carretera Caspe desvío a Sastago, donde actualmente está Guissona. Tiene unas escaleras para acceder a ella, entre muros, para el acceso humano. Además, presenta unos números romanos del I al XII, dividiendo la balsa por partes iguales para su limpieza, así, cada parte, debía ser limpiada según las tierras que cada propietario poseía. Los industriales traducían su parte en jornales que hacían los obreros o jornaleros. Eran trabajos comunales. La balsa fue remodelada en 1928.
Las balsas se hacían en barrancos y presentaban hueras (agüeras o güeras) que conducían el agua a las balsas. Estaba prohibido pastar en las hueras. En Bujaraloz, igualmente, se encuentran la balsa Pedrera, construida en 1944, la balsa Grande y balsa del Molino, con el pozo de la bomba entre ellas. A ellas hay que añadir las desaparecidas balseta de la Tejería o la balseta del Moro. Los pozos, que en cada casa había uno, eran salobres y tenían un cierto grado de salinidad. No servían para beber, si acaso, para las caballerías. El agua de balsa se almacenaba en las casas en tinajas y con el tiempo, más reciente, llegaron los aljibes.
La escasez fue una constante en Bujaraloz y en varios pueblos de Los Monegros, -incluso en 1972 o 1973 tuvieron que traer agua para beber en Bujaraloz, la trajeron en camiones cisternas por medio de la base americana de Zaragoza-. Durante un mes, los abastecieron con agua que subieron desde Caspe, -agua para beber, asearse, cocinar, lavar o para dar a los animales-. No fue hasta el 23 de mayo de 1975 cuando el agua corriente llegó a Bujaraloz.
En las ordenanzas, anteriormente citadas, se prohibía subir por las noches a las cías, sería para evitar que se robase el grano, apunta Carmelo. Estas, estaban debajo del campo de fútbol y todavía existen dos cías.
Bujaraloz ha sido tierras de secano y pastos. Son características sus lagunas saladas que aprovechaban para la obtención de sal. Los campos daban escasas cosechas y en sus margüines se acumulan las piedras que los campesinos iban retirando de los campos. -Algunos, cuando iban al monte volvían con piedras y poco a poco fueron construyendo granjas de pollos. En unos cuatro años levantaban las paredes y, si conseguían buena cosecha, colocaban el tejado-. El regadío llegó el 23 de mayo de 1995
La nacional II pasaba por el centro del pueblo. Es en torno a 1959-1960 cuando la sacan del pueblo y comienza a aparecer restaurantes, mesones, hostales y talleres. El poster de la gasolinera pasó de la plaza al lado de la nacional, donde el mesón Monegros. Fue un impulso para el pueblo -La carretera equivalía a un pueblo más-, hasta que en el 2021 se liberalizó la Autopista A 2 y la nacional II perdió su constante fluir de vehículos.
En el mesón había un cine, -igual tenía hasta 500 butacas, y se hacían sesiones los sábados y dos sesiones los domingos-. Carmelo llegó a llevar el proyector mientras dos amigos se ocupaban de vender las entradas y cortarlas. Tenían 18 años, pero su afición al cine ha continuado, siendo miembro del certamen de cortometrajes de Bujaraloz.
En el salón del pueblo se hacían bailes. También estuvo la discoteca Sagitario “el Chato”, en el bar Avenida, –venía gente de todos los pueblos, fue durante 1970 a 1980-.
Cuando contaba con unos 14 años, un grupo de personas se unieron para hacer cosas por el pueblo. Consiguieron un local y compraron juegos y tableros de ajedrez. En el local se juntaban unas diez personas que decidieron hacer un periódico, el “Secarral”. Hubo dos épocas, una primera más inocente y sin medios y una segunda más política y con medios. Publicaban sobre asuntos del pueblo y el maestro les ayudaba a imprimirla; -aunque había cosas que censuraba y una vez se negó a imprimirla-. No se podía hablar aún de política y, a pesar que no tenían nada, hacían entrevistas con un magnetófono.
Ejemplar de Secarral, revista de Bujaraloz.
Con 16 años, Carmelo se marchó a estudiar a Zaragoza, aunque volvía todos los fines de semana. Fueron tiempos muy activos -Se reivindicó la piscina y se recaudó dinero con la carrera de la san Silvestre y una chocolatada en1981-.
Durante la primera etapa del Secarral, investigando la historia de Bujaraloz, se descubrió que había habido carnaval en la localidad y lo recuperaron. También descubrieron que había habido dance.
Efectivamente, el dance de Bujaraloz se había perdido sobre 1910. Al parecer, cuenta Carmelo, aquel año fueron a danzar a una exposición, quizá Barcelona, y alguien se les quedó el dinero. Tuvieron que volver como pudieron, de malas maneras, y al llegar al pueblo se les rieron. Se enfadaron tanto que dejaron de danzar.
Mercedes Pueyo Roy, en su libro “El dance en Aragón” (Zaragoza, 1973, p. 73) afirma que el dance de Bujaraloz se ejecutó por última vez en 1900 y que intervenían en el baile dieciséis hombres, -los más fuertes del pueblo, en la procesión y después en la plaza y que nadie recuerda nada del texto, si es que lo hubo-.“Ha desaparecido totalmente este Dance y con él el famoso baile de la «Gaita», de mucho renombre. La última vez que se hizo fue en 1900. No existe documento alguno de él, y estas escasas noticias han sido recogidas gracias a la feliz memoria de un anciano. Se hacía el día 5 y días 28 y 29 de agosto, con motivo de las fiestaspatronales.PERSONAJES. – Intervenían en el baile dieciséis hombres, los más fuertesdel pueblo.DESARROLLO. – Se hacía el baile en la procesión y después en laplaza.En cuanto al texto, si es que lo hubo, nadie lo recuerda ni nada queda de él. En cuanto al aludido baile de la «Gaita» sabemos que era muy posterior al dance y que el pueblo lo consideraba de tipo más bien profano. Era una especie de jota aunque no con todas sus características escénicas ni su ritmo, aunque sus pasos y variaciones la recuerdan un poco. Su música se conserva en notas y hoy día se canta como «gozo» a laVirgen de las Nieves, y que nosotros hemos grabado en la fonoteca del profesor Beltrán.No existe texto.”Pueyo Roy, Mercedes. Mercedes Pueyo Roy realizó algunas grabaciones junto a Antonio Beltrán Martínez y Pio Beltrán “Algunas de las melodías que acompañaban las mudanzas las recogimos y grabamos en cinta de Pío Beltrán” (Materiales para el estudio del folklore aragonés: I. el dance de Bujaraloz por Antonio Beltrán).
Afortunadamente, en la labor investigadora del Secarral, descubrieron la existencia de un libro sobre el dance de Bujaraloz, datado, aproximadamente, en 1840, con textos y anotaciones que pasaron a texto mecanografiado en 1976. Constaba de 112 páginas, aunque faltaban las diez primeras y con la primera y última hoja en muy mal estado. Los textos ensalzaban al santo San Agustín, un converso al cristianismo -así que presenta y juega con ambas condiciones, a quién principio se le quiere hacer pasar por moro, desencadenando una batalla donde gana el bien-. Hay textos para dos días, comenta Carmelo, con loas al santo que no se reproducen, pues son muy extensas.
También el catedrático de prehistoria Antonio Beltrán Martínez se hizo eco del texto de mano de José Rozas Beltrán:
“El texto completo del dance citado en dos versiones manuscritas. Una sin fecha, pero de hacia mediados del siglo XIX y otra copiada en 1902, más correcta, con este gracioso título en verso.Las hojas perdidas contenían algunos gozos y las conservadas, parte de los dedicados a Santiago, los gozos y romances de la Virgen de las Nieves, las coplas de San Agustín y los dances de San Agustín del primero y segundo días de las fiestas. “
«En este libro se contiene / coplas para dispertar / todos los días festivos / que tiene la cristiandad. / Además también contiene / Dichos de San Agustín / que por ser patrón del pueblo / le celebran un festín. / Y este libro fue copiado por Vicente Used y Ros / en el tercer mes de marzo de mil novecientos dos».
En 1989, a iniciativa de Mariano Villagrasa, entonces concejal del ayuntamiento, se recuperó el dance de Bujaraloz. Mariano juntó a 23 personas en mayo y a finales de agosto, del mismo año, celebraron de nuevo el dance, -tanto hombres como mujeres-. Así, el dance de Bujaraloz se volvió a celebrar para san Agustín el 28 de agosto, y santa Mónica, el 29 de agosto de 1989. En su ejecución, se retomó a representar la lucha de moros y cristianos con mudanzas intercaladas que los mismos textos presentaban en anotaciones, indicando las mudanzas concretas que se debía ejecutar en cada momento.
Dance de Bujaraloz, 1887.
Han investigado e indagado mucho sobre el dance de Bujaraloz, recuperando la mayoría de sus partes. En 1890, el dance de Bujaraloz estuvo danzando en el auspicio de Zaragoza, la crónica comentaba que era muy gracioso, ágil y vistoso. Sorprendentemente, apareció una foto del dance de 1895, apreciándose bien la indumentaria y corroborando el testimonio de una mujer del pueblo que ya había advertido que los danzantes llevaban faldas muy cortas. Muchas mudanzas las recuperaron gracias a que había gente que se acordaba de ellas y las cantaban y tatareaban. Un danzante, que se había casado en La Almolda, conservaba los palos y una espada del dance de Bujaraloz -los palos eran de carrasca, de los palos de las ruedas de los carros, eran muy resistentes-. Carmelo lamenta que lo que más se ha perdido es el baile, salvo uno, pues en pleno ensayo, una persona mayor se acercó y les transmitió un baile que recordaba.
“Ved si en cuatro palotadas/ desatáis el gran enredo”
Rabadán (Texto antiguo del dance de Bujaraloz).
Tienen constancia que estuvo el gaitero Aniceto Serrate “El Tintorero”, natural de Castejón de Monegros. La gaita la recuperaron gracias a Eduardo Plana Galindo de Sena, montaron un taller de fabricación y aprendizaje de gaita en 1993. El curso duró unos dos años y entre los muchos participantes, unos diez, salieron los gaiteros Chusé Rozas Auría y Javier Martínez Samper. Eduardo Plana Galindo colaboró con la recuperación del dance de Bujaraloz.
En el 2013 se incorporó como gaitera Mila Dolz, la fueron a buscar a Zaragoza el mismo día de san Agustín y durante el viaje y descansos del dance, se fue aprendiendo las melodías. Fue gracias a Mario Gross ya que ese año no pudo tocar Chusé Rozas Auría. Actualmente, se ha incorporado la joven bujaralocina Lidia Berdejo Escanilla con una gaita del taller de Pablo Morales de Caspe.
Suelen actuar para san Agustín y en la ofrenda de frutos para la fiesta del Pilar de Zaragoza. Han actuado en la exposición universal de Zaragoza, en el 2008, con los de Tauste, Graus, Sariñena y el de San Juan o Tenerías. También han estado en Italia.
Carmelo sostiene que para bailar y danzar en la iglesia debían llevar faldas, al igual que los infanticos en el Pilar, quizá esto sea una versión del dance más tradicional y más vinculada con la iglesia. Como curiosidad, el dance de Bujaraloz cuenta con rabadán moro.
Asimismo, se recitan las motadas, que también son dichos o motadas directas a los danzantes o gentes del pueblo. Al principio lo hacían los rebadanes, pero desde hace años las hace el gaitero Chusé Rozas Auría. Hubo algunas ocasiones que la misma gente del pueblo pasaban las motadas escritas en papel, pero hubo quién abusó de la situación
El romance a san Agustín se realiza con gaitas y bandurrias, en la madrugada del 28, realizándose una por las calles del pueblo, deteniéndose en las esquinas donde se encuentran las pequeñas capillas. A las puertas de la iglesia se canta una Salva.
Los días 4 y 5 de agosto en Bujaraloz se celebra la virgen de las Nieves, sin gaita se hace el romance a la Virgen. Luego se realiza el baile de la calle baja con gaita, salió del cancionero de Mingote (Introducción al Folklore Aragonés II. Canto, baile, dance, Zara- goza, 1980. Ángel Mingote: Cancionero Musical de la provincia de Zaragoza, 2. ed., 1967). El baile de la Gaita o Jota de la calle Baja, conmemora el final de una trágica epidemia de peste que asoló al pueblo.
En el 2014 cumplieron los 25 años de su recuperación, aunque lo celebraron un año después, con 16 cuadros interpretando de forma conjunta una mudanza, estaban todos los danzantes y antiguos danzantes, gaiteros y personas vinculadas al grupo.
Carmelo lleva trabajando como gestor en la comunidad de regantes Montesnegros, aunque también ha trabajado montando riegos. Ha sido concejal municipal y recuerda que durante su etapa Miguel Ángel Berna estuvo de profesor de jota en Bujaraloz –Ángel realizó una de sus representaciones de Danza viva en Bujaraloz tras su estreno-. Carmelo comenzó como mayoral y aún ejerce con pasión a su dance de Bujaraloz. Su callao, palo de mayoral, se lo hizo un pastor con una rama de sabina, la dobló y la dejó unos días en una femera para que se conserve mejor.
Hoy en día, el dance de Bujaraloz continúa con gran viveza y vitalidad, gracias a personas como Carmelo, cuya pasión nos ha acercado el dance y la vida pretérita del monegrino lugar de Bujaraloz.
María la “La Pollera” sorprende por su extraordinaria memoria, retrotrayéndonos al Bujaraloz de antes, cuando nevaba más: “nevaba todos los años, al menos una vez, y había que hacer sendas para poder ir al colegio”; algo que ahora nos cuesta creer. María es un ejemplo de mujer emprendedora y de su mano conocemos las vicisitudes de una vida de trabajo y esfuerzo.
Maria Villagrasa Rozas
Natural de Bujaraloz, María Villagrasa Rozas nació el 16 de noviembre de 1932. De familia de agricultores, su padre murió en 1944 cuando apenas María contaba con doce años. Así, su madre quedó viuda con seis hijos y sola tuvo que sacar adelante a toda su familia. A María le conocen por ser de casa Bolea, por parte de su abuela Andresa Bolea: “toda una gran mujer que iba con su marido vendiendo pucheros por los pueblos de Los Monegros, llegaban hasta Lalueza y Poleñino, ¡era una mujer muy negociadora!”. De su abuela Andresa, María y su madre heredaron su carácter valiente para emprender negocios. María recuerda salir del refugio detrás de su abuela Andresa, con sus hermanas subían las escaleras agarradas a su saya, mientras desde afuera les animaban a salir: “por fin, había acabado la guerra”. Durante la guerra quemaron tallas y el altar de la iglesia, María recuerda ver como entraban los camiones hasta la misma iglesia. Andresa murió al poco después de acabar la guerra.
María fue a la escuela hasta los catorce años, por la mañana daban materias generales y las tardes las dedicaban a labor: cosían y hacían punto. Las clases eran separadas, por un lado las chicas y por otro los chicos, y si jugaban con los chicos les decían “chicotes”.
El agua la guardaban en tinajas y en aljibes, los hombres llenaban los aljibes con cubas y luego filtraban el agua con sacos, principalmente filtraban los “cullarones”, los renacuajos. Las tinajas las guardaban en las bodegas o en los patios de las casas y, a pesar de ser Bujaraloz un territorio árido y seco, las bodegas se anegaban. En cada casa había un pozo de agua y aunque el agua era salada la usaban para lavar.
En Bujaraloz había hornos de yeso y María recuerda llevar por las noches patatas asadas a su padre mientras cuidaba el horno de yeso. El hermano mayor llevaba las tierras y las hermanas mayores se encargaban de las labores de casa. Limpiaban los hogares, los de antes, donde cocinaban y se calentaban, limpiaban los hierros frotando con una vieja alpargata y arena. La leña la traían de la retuerta de Pina de Ebro, normalmente de pinos y sabinas viejas o enfermas.
Muchas mujeres iban al campo a respigar, especialmente la gente más necesitada. También, en vez de segar, se dedicaban a arrancar directamente la cebada o el trigo, era más duro. Las mujeres llevaban el almuerzo, la comida y la merienda al campo, María recuerda cuando su madre le mandaba con la sopera y el puchero.
Su madre sabía escribir y solía ayudar a otras personas, entonces se tenían que apoyar más entre todos los vecinos y vecinas, había más necesidad. Entre 1960 y 1963, la madre de María arrendó y regentó el “Mesón Aragonés”. María y sus hermanas trabajaron en el mesón: “una hermana fregaba de rodillas todas las noches el comedor, entonces no existía la fregona”. Su madre ejerció de cocinera y llegaron a contar con alguna sirvienta. Bujaraloz siempre ha sido lugar de paso entre Madrid y Barcelona y muchos hostales y restaurantes han existido a lo largo de la historia, donde las mujeres han ejercido un papel fundamental.
En casa de Maria criaban pollos, conejos, cerdos y tenían gallinas. Algunas casas tenían cabras que todos los días recogía el cabrero para llevarlas a pastar. Cuando volvían las cabras por las tardes las ordeñaban: “a veces la cabra tiraba el cántaro derramando toda la leche”. Cuando se moría una mula era una desgracia para la casa, en años malos podía significar la ruina para la casa. María recuerda ver pasar arrastrada la mula muerta hasta el muladar.
María se casó en 1959 con Tomas labrador, quien trabajó en la fábrica de harinas de la localidad. Tuvieron tres hijos:“había pocas comodidades, no había ni lavadora ni calefacción, no como ahora que hay de todo y nos quejamos por todo”. A su madre nunca la escuchó quejarse, después de todo así les habían educado.
Cuidaban pollos y María se animó a montar una Pollería, por ello en el pueblo la conocen cariñosamente como María “La Pollera”. Criaba pollos, los mataba, los pelaba y los vendía, realizaba todo el proceso completo y siempre contaba con la ayuda de una hermana. Probó suerte con el negocio y fue bastante bien; también tuvieron otros productos que complementaban el negocio. María se jubiló a los 65 años, le pilló la llegada del euro y le complicó muchísimo los últimos días.
La madre de María comenzó a guardar el luto con 12 años, cuando un hermano marchó a la guerra de Cuba. Antiguamente, el luto condicionó mucho a las mujeres y, aunque su madre fue algo moderna, durante un tiempo no le dejaron ir a bailar. Las mujeres guardaban el luto vistiendo de negro, algunas llevaban una mantilla o un pañuelo negro sobre la cabeza. Algunas, muy estrictas, incluso no acudían a la boda de sus hijos o hijas por guardar un rígido luto, pues una boda no dejaba de ser una celebración. La mayoría de mujeres se casaban de negro y María no fue una excepción, se casó de negro y con un velo blanco: “casarse de blanco era un lujo”. Para la comunión si que vestían de blanco y los trajes se tenían que compartir o se vendían o compraban de segunda mano.
Sobre los años setenta, unas 12 a 14 mujeres se pusieron a trabajar cosiendo gabardinas y luego pantalones para una casa de Zaragoza. Se instalaron en un local del ayuntamiento, que antes fue de la cooperativa «La Agrícola». Fue muy importante y dio mucho trabajo a las mujeres.
A María le ha gustado mucho salir a andar, salir a tomar la fresca por la noche y juntarse con los vecinos y vecinas; mientras cosían, hacían bordados, cruceta o bolillos. María quiere mucho a su pueblo y siempre ha colaborado y ayudado a mantener viva su memoria, guarda muchos recuerdos y una gran vitalidad que nos ha regalado transmitiendo la realidad de una vida pretérita que nos enseña tiempos que hemos dejado atrás, pero que no debemos de olvidar. ¡Gracias María!
Esta mirada se enmarca dentro de la serie “Rostros”, que va relatando diferentes visiones de mujeres monegrinas y su trabajo en el medio rural de Los Monegros. Muchas gracias a Marisol Frauca y a Cristina Labrador.