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Alberto Lasheras Taira


Alberto Lasheras Taira es todo un alcoberreño y monegrino, amante de su tierra, de sus paisajes, patrimonio, historia y cultura. Es una persona cercana, inquieta y curiosa, que muestra con pasión y cariño la Cartuja de Nuestra Virgen de las Fuentes, además de ser investigador de numerosas historias y tradiciones de Alcubierre y Los Monegros. Desde hace un tiempo es colaborador y miembro del equipo de redacción de la revista Montesnegros. Por ello, con la excusa del trigésimo aniversario de la revista Montesnegros (Montesnegros, 30 años), nos adentramos a conocer a parte de sus colaboradores y, a modo de entrevista, sus pueblos, la revista Montesnegros y una significación sobre nuestra tierra: Los Monegros.

Alberto Lasheras Taira

Nací en Alcubierre en 1956, donde se desarrolló mi infancia y la memoria me lleva a recordar la escuela con su recreo, las lecciones aprendidas con D. Melquiades, maestro de unas cuantas generaciones de mis vecinos, los juegos en la plaza antes de entrar por la tarde, el vaso de leche, los vía crucis los viernes de cuaresma y, cómo no, el día de “La Vieja Remolona”.

Recuerdo que con la cuadrilla de amigos recorríamos las ruinas, las cuevetas y los barrancos entre juegos y aventuras.

En 1969 fuimos cuatro amigos de la cuadrilla a estudiar a la Universidad Laboral de Cheste, en Valencia. Allí estudiamos los cuatro primeros cursos de bachillerato, con una beca de Mutualidades Laborales. Fuimos a este centro, en régimen de internado y volvíamos a casa por Navidad, Semana Santa y verano, al terminar cada trimestre. Fue toda una experiencia personal, de convivencia, con un método pedagógico muy innovador.

De Cheste  pasé a la Universidad Laboral de Huesca para continuar mis estudios con el bachillerato superior, C.O.U. e Ingeniería Técnica Industrial.

Mi afición a la Historia desde mi juventud, me llevó a indagar y a buscar información sobre hechos poco conocidos de la historia de mi localidad y de nuestra tierra en general.

Mi actividad laboral, la realizo en la empresa familiar de Alcubierre, Talleres Lasheras, junto a mi hermano. Nos dedicamos a la fabricación de chimeneas, barbacoas, hornos…

Una parte de mi tiempo libre la dedico a la actividad de “contador de historias” y guía en La Cartuja de Ntra. Sra. de Las Fuentes.

Alcubierre

Con una población actual de 463 vecinos, su ubicación al pie de la cara norte de la Sierra de Alcubierre, podríamos decir que forma parte de su identidad. Los hechos históricos a lo largo de los siglos nutren la memoria de Alcubierre; nos da una gran capacidad para reconocer el pasado con referentes propios que nos ayudan a enfocar el presente y mirar hacia el futuro.

Conocemos objetos del periodo Calcolítico, Íbero, Romano, acontecimientos medievales documentados, las tres ocasiones en las que Carlos V pasó, comió y durmió en Alcubierre, la Guerra de la Independencia con importantes personajes y sucesos, la figura de Cucaracha y el bandolerismo del XIX, la tragedia de la Guerra de España 1936-1939, la presencia de George Orwell en Alcubierre y en las trincheras.

Mantenemos tradiciones como la de San Caprasio desde 1276 y la Vieja Remolona, posiblemente desde el siglo XVII. En los tiempos actuales, Alcubierre apuesta por la inteligencia con su Torneo Internacional de Ajedrez, del que se va a celebrar su XV edición. En la Ruta Orwell se hacen recreaciones relacionadas con la última guerra en España y, también de alguna batalla de la II Guerra Mundial, para las que también sirve como marco el casco urbano.

En la Sierra podemos contemplar huellas geológicas, su flora y la recogida de agua en pozos, balsetas y balsetes. A todo ello, debemos añadir el interés creciente por el estudio de un buen número de fósiles.

Respecto al patrimonio, destacar la iglesia parroquial de estilo gótico-mudéjar-renacentista con su bella torre, las casas solariegas, el monumento al Corazón de Jesús, y el retablo mayor de la iglesia recreado a partir de fotos anteriores a su destrucción en 1936. El retablo original fue donado probablemente por el X Conde de Sástago, a cuya casa perteneció una parte de  Alcubierre hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX. A una rama de la casa de Sástago, el rey Alfonso XIII le dio el título nobiliario de Conde de Alcubierre, creado el primer día de julio de 1909 y se le concedió carácter perpetuo y hereditario el 31 de Enero de 1912.

Montesnegros

Empecé a colaborar en la revista porque Constán me invitó a escribir un artículo sobre La Cartuja de las Fuentes y otro sobre Cucaracha. Alcubierre todavía no se había reincorporado a la revista, un poco más adelante, al entrar como concejal en el Ayuntamiento de Alcubierre en 2015, lo propuse en un pleno y se aprobó. Así comenzamos a colaborar participando con nuevos artículos y acontecimientos producidos en nuestra localidad.

Durante este tiempo hemos aportado artículos sobre personas relacionadas con Alcubierre en tiempos pasados y actuales, como Ramón Cisterna Cáncer, Florentina Casamayor Giménez, Mariano Gavín Suñén, sobre el torneo de ajedrez, recreaciones históricas… En general sobre temas de nuestra localidad.

La revista Montesnegros es un vehículo de transmisión de cultura, es un lazo de vecindad entre los pueblos de la comarca que colaboran y participan en ella.

Casi podríamos decir que a lo largo de estos 30 años y los que vengan, todo lo publicado y por publicar, va a suponer una notable enciclopedia sobre este conjunto de municipios, a cuyos ayuntamientos hay que agradecer su soporte económico.

Me parece destacable el interés, el rigor y la pasión que se pone al elaborar cada número de la revista, la labor de nuestro director Ángel Longás, la humildad y generosidad de todos los colaboradores.

Personalmente, compartir  las páginas de la revista, con mis aportaciones y, sacar adelante temas que tanto nos gustan junto a todo el equipo, me produce una sensación de agrado y felicidad.

Montesnegros es una muestra de que se puede hacer cultura desde el medio rural y que puede llegar a cualquier rincón del mundo. Para sus lectores, la revista supone encontrarse con contenidos muy variados y cercanos, que no aparecen en otras publicaciones y que pueden llegar a emocionarles.

Los Monegros

El proceso silencioso de despoblación que sufre el mundo rural y que nos afecta a todos, debe servir para que juntos aprovechemos los recursos y las oportunidades que puedan ir llegando o que nosotros mismos creemos.

Hay que seguir buscando soluciones y mantener vivo el mundo rural, por todas las ventajas que conlleva y no perder de vista las energías renovables como oportunidad de crear trabajo y desarrollo.

Las personas que viven, trabajan y luchan día a día por mantener viva esta comarca en todos y cada uno de los aspectos que la conforman, son un auténtico tesoro para Monegros.

Vemos con optimismo y esperanza la llegada de nuevos vecinos, desde otros países incluso, a los que debemos ayudar a integrarse en nuestros pueblos. La inclusión depende de nuestra actitud hacia ellos con trato de igualdad, empatía y solidaridad.

El territorio de Monegros es nuestro espacio vital más inmediato. Sus paisajes se meten en el alma y son como un aliento de razón y de origen, de identidad, donde nos reconocemos a nosotros mismos.

Contemplar estos amplios espacios, recorrer sus caminos, su sierra, visitar su patrimonio, invitan  a una observación íntima y silenciosa que nos tiene que llevar a conocerlo y quererlo para así poderlo proyectar hacia otras gentes y lugares.

El crimen de Farlete


A los pies de la sierra de Alcubierre, en su desnudez salpicada por solemnes sabinas, aparece el santuario de la Virgen de la Sabina de Farlete. Un espléndido templo barroco del siglo XVII, erigido sobre una antigua ermita, justamente en el mismo lugar donde la virgen se le apareció a un pastor erguida sobre una sabina. Su construcción, principalmente en ladrillo, presenta una majestuosa simetría “Muy escenográfica en su volumetría” (SIPCA). Asimismo, el santuario cuenta con una de las cofradías más antiguas fundadas en Aragón, en 1444.

El templo, además de ser saqueado, sufrió algunos desperfectos durante la guerra civil, daños que fueron subsanados con su rehabilitación en los años 2010 y 2011. Pero este no fue el único acontecimiento que afectó al templo: un robo a principios del siglo pasado “El crimen de Farlete”.

Alberto Serrano Dorader, en su artículo, del que también tomo robado el título, (El crimen de Farlete. Aragón de Leyenda, Heraldo de Aragón, 5 de julio del 2015) da cuenta de Salvador, un pobre y desconocido anticuario y librero que se hacía pasar por Borbón y que murió en el Madrid de 1935. Serrano cita como el mismo Pio Baroja se interesó por su vida, de aquel hombre desgraciado que, entre sus muchos devenires, había cumplido condena en el penal de Burgos «… don Salvador, en connivencia con un anticuario, se presentó con dos hombres, de noche, en la ermita de Farlete, un pueblo de la provincia de Zaragoza. Hay, efectivamente, a poca distancia de la aldea, una ermita, dedicada a Nuestra Señora de Farlete o de la Sabina. Don Salvador y sus acompañantes querían sustraer unos cuadros de mérito que allí había. Salió la mujer del ermitaño al encuentro de los asaltantes, y uno de ellos le dio un golpe con un bastón en la cabeza y la dejó muerta. Éste fue, según algunos, el motivo de su prisión».

Así, el robo aparece exactamente publicado el 26 de junio de 1912 en el Heraldo de Aragón, cuando, según palabras de Serrano, “Nuestro periódico transcribía el ‘lacónico’ telegrama en el que la Guardia Civil comunicaba la tragedia al Gobernador de Zaragoza: «Noche última robada ermita Sabina y asesinada ermitaña»”. Además, Serrano lanza la pregunta “¿Será verdad que uno de los malandrines fue quien tiempo después se quiso hacer pasar por Borbón?”.

“El Crimen de Farlete” también aparece en la edición del ABC del 28 de junio de 1912 «Se reciben detalles del robo y asesinato cometido en la ermita de Farlete. Se supone que fue un hombre solo el que cometió los hechos criminales. La ermitaña, Andrea Justa Balsa, fue asesinada y luego se llevó el criminal una corona de la Virgen, una cadena de plata y dos lienzos de poco valor».

El robo acabó con la vida de la pobre ermitaña Andrea Justa Balsa, quien al parecer había advertido hace días de serías sospechas. Cuatro días antes de su asesinato, Andrea manifestó a la Guardia Civil «Que se le había presentado un joven mostrando deseos de cumplir una promesa hecha en Melilla a la Virgen de la Sabina, por haber salido ileso de la campaña». Asimismo, el joven entregó a Andrea unos pendientes, «Con el encargo de venderlos y destinar el importe a comprar cera para la iluminación de la ermita. Añadió que si cuando él volviese no había podido vender los pendientes, los recogería, entregándola cinco duros para que les diese la mencionada aplicación».

Andrea murió de dos balazos, hallando con ella una carta que atribuyeron al autor del crimen. En el sobre aparecían las siguientes palabras “Soy de Bujaraloz”, lo que les llevó a intuir que era una maniobra de distracción para evitar ser perseguido en su verdadera huida. La carta presentaba indicios de corresponder a persona nada vulgar, según su lectura. El medio que aporta esta información cita a la ermitaña como Andresa Insa Balsa.

Serrano añade como “poco después del robo y del crimen de Farlete, el redactor de sucesos de Heraldo de Aragón se preguntaba”: «¿Quién había de suponer que a una ermita humilde, enclavada en un rincón de la tierra de difícil acceso, habría de llegar la insaciable sed de tesoros artísticos que se apodera cada vez con mayor frenesí de los grandes centros de cultura? ». Serrano finaliza su artículo con la pretensión de seguir investigando el “tan apasionante asunto”, desconociendo cuál fue el resultado.

Quedan incógnitas, pero sobre todo los cuadros o lienzos sustraídos del santuario. Quizá pinturas de alto valor, como las bellísimas pinturas murales del camarín de la Virgen, relacionadas con la escuela de Bayeu. Pinturas que se han barajeado la hipótesis de responder al pintor cartujo Fray Manuel Bayeu, por cercanía, cuestión que el experto José Ignacio Calvo Ruata niega. No obstante, el valor patrimonial, cultural, histórico y sentimental resulta incalculable.

Y ¿Quién sabe?, tal vez en un futuro puedan volver los lienzos robados y saber la verdad de un crimen aún por resolver.   

La talla de la Virgen de las Fuentes


De la talla de la Virgen de las Fuentes de Sariñena se conserva solamente la cabeza, salvada de ser quemada por Isabel Callen Conte «La Pomara», una historia fascinante que queda recogida en «La historia de la Virgen de las Fuentes».

Virgen Fuentes Sariñena

La Virgen de las Fuentes

Hace unos años, Nacho, el actual párroco de Sariñena, me contó que en el taller de la diócesis habían tenido una fotografía de la virgen con el cuerpo entero. Aquella fotografía se había perdido y lamentablemente no se sabía nada de su procedencia. Afortunadamente aquella fotografía del cuerpo entero existe y podemos contemplar, tal y como fue, la talla de la Virgen de las Fuentes. La fotografía corresponde al “Catálogo monumental de España: Huesca, Madrid, CSIC, t. II, fig.911”.

La talla original de la Virgen de las Fuentes está datada en 1400, una obra en madera de cuerpo entero con la talla del niño Jesús incorporada al cuerpo de la virgen. Según José Ignacio Calvo Ruata, Historiador del Arte y experto en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes: “Se tenía erróneamente por una imagen del XVI pero Samuel García Lasheras, experto en escultura gótica y en especial de vírgenes con el niño no duda en fecharla hacia 1400, pleno gótico, aunque sea tosca».

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Actual Virgen, querida y protegida.

En la imagen, la virgen aparece sentada, entronizada y con la mano derecha sostiene al niño Jesús que con el dedo indice señala al cielo. En las representaciones góticas, el niño Jesús se suele representar alzando la mano ofreciendo una bendición. La mano izquierda de la virgen parece agarrar fuertemente algo o sujetar las telas de su falda. Ambas imágenes aparecen dirigiendo sus miradas al espectador, para escuchar las oraciones que le dirigen o dar la idea de intercesión. La talla aparece sin policromías, quizá perdidas por el paso del tiempo. La actual virgen se restauró hace unos años. Ahora su cuerpo es simple, sin forma, de madera, cubierto por un peto y un manto delicadamente bordados.

La talla de la virgen es mucho anterior a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes cuya fundación se remonta a 1507, aunque el actual monasterio cartujo se comenzó a construir en 1717. Así que probablemente estamos ante una imagen de la antigua iglesia de Sariñena, anterior a la actual iglesia de San salvador, neoclásica del siglo XVIII. Estamos quizá ante una imagen religiosa que con el paso de los años ha adquirido su condición de la virgen de las Fuentes, siendo originalmente una sencilla representación de «virgen con niño», el tema artístico más frecuente en la iconografía del arte mariano y uno de los más tratados en todo el arte cristiano: la representación de la Virgen María junto con el Niño Jesús, su hijo (Wikipedia).

La Virgen de las Fuentes es todo un tesoro de Sariñena y la fotografía, la imagen, nos abre un mundo nuevo en su conocimiento, en su historia y tal vez en su futura reproducción. Gracias a Alberto Lasheras Taira por la imagen de la fotografía de la virgen y a José Ignacio Calvo Ruata por sus respuestas de experto y gran conocedor de la historia del monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

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La historia de la Virgen de las Fuentes de Sariñena


La historia de la virgen de las fuentes de Sariñena pasa por las manos de Isabel Callen Conte, una mujer de firmes convicciones religiosas que salvó de la hoguera la virgen de las fuentes de Sariñena. La protegió, conservó y cuidó durante años, “prácticamente fue como de la familia”. A ella le debemos que haya llegado a nuestros días y en su memoria rescatamos su fascinante historia.

Virgen de las Fuentes de sariñena

Virgen de las Fuentes de Sariñena

Isabel Callen Conte nació el 18 de mayo de 1903 en Sariñena y falleció en Sariñena el 26 de febrero del 2002. Su familia venía de Pomar de Cinca y por ello fue conocida como “La Pomara”. Se casó con Mariano Nogues Arles, agricultor y tuvieron tres hijos. Además de cuidar la casa, el corral y hacer faenas del campo, Isabel hacía de matrona y ayudaba a recoger críos. Ponía inyecciones, sacaba muelas, hacía ungüentos, iba a amortajar… era una mujer muy valiente y ayudaba mucho a la gente, tenía un gran corazón, incluso acompañaba a Huesca al hospital a gente que la requería, “tranquila, ya iré con tú”. Además, Isabel guardaba todo lo del dance, cuidaba los trajes, las cintas, las capas y limpiaba las espadas, era una persona muy participativa y se esforzó mucho para que el dance se volviese a representar tras la guerra.

Al iniciarse la guerra civil, milicias republicanas comenzaron a llegar a Sariñena, enclave cercano al frente de Aragón que fue uno de los puntos neurálgicos de la contienda. Ocuparon la iglesia y alojaron en ella un taller de vehículos, para lo que vaciaron el interior de la iglesia, amontonando las imágenes, santos, retablos… en la plaza, un patrimonio que luego quemaron. Mientras estaba todo amontonado en la plaza, había milicianos que colocaban algún santo y hacían prácticas de tiro con ellos, se reían y burlaban de todo, uno de los milicianos se subió a un camión y sin quererlo se pegó un tiro en la cabeza resultando muerto.

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Amalia, Mariví e Isabel.

Isabel, “La Pomara”, contemplando el montón en la plaza, distinguió entre todo la imagen de la Virgen de las Fuentes de Sariñena, lo que le motivó, no sin miedo y con toda precaución, mandar a una niña a recoger inocentemente la cabeza y el peto de la Virgen de las Fuentes. Aquella niña era Asunción la Cibora,  “ves hija mía y coge esa cabeza”. As, la niña Asunción cogió la cabeza y el peto y se la entregó a Isabel, “ya la quemaré yo” les dijo a las niñas para disimular y discretamente abandonó la plaza. La llevó a su casa, en la calle castillo bajo, la envolvió cuidadosamente en una sábana, la metió en una caja y la enronó en el conejar, en el corral que tenía en casa. Cada cierto tiempo la cambiaba de sitio para mantenerla mejor a salvo, pues existía el miedo a que fuese descubierta y a las posibles consecuencias. Isabel la guardó durante toda la guerra.

Cuando avisaron que iban a bombardear el pueblo, Isabel la desenterró y la cargó en el carro con el resto de enseres que se llevaban a la masada. En el monte, por la zona de Miranda, la volvió a esconder, enterrándola con sumo cuidado, de hecho, se ha conservado extraordinariamente hasta nuestros días. Cuando acabó el bombardeo la volvió a llevar al pueblo y tras la guerra la guardó en casa.

Durante un tiempo, cada vez que Isabel iba por el campo y se encontraba un trozo de madera sentía como una voz le incitaba a recoger cada trozo de madera y así fue recogiendo trozos de madera hasta que llenó un arcón. Con aquellas maderas, poco a poco, fue montando el cuerpo de la virgen “yo, que no había hecho nunca nada de carpintería, cada madera la encajaba a la perfección”  quedó perfecto, el peto encajaba estupendamente, ajustó la cabeza y le confeccionó un manto.

Isabel

Isabel y Amalia

Isabel la vistió y sacó para unas fiestas, para san isidro o para san Antolín,  para el pueblo fue una gran ilusión, la gente se emocionó mucho, pues no había quedado nada y la salvación de la Virgen de las Fuentes fue todo un secreto. Isabel la quiso llevar a la iglesia pero a mosén Vicente le parecía una virgen vieja y no la quiso, así que Isabel la continuó guardando en su casa. La tenía en una alcoba, al lado de su habitación, en lo alto de una repisa. En la habitación tenía una cama donde su nieta Mariví dormía muchas noches. En casa le quitaba el peto y lo guardaba cuidadosamente entre una sábana en el arcón. Hasta que no llegó el párroco Juan Carlos, la Virgen de las Fuentes no fue a la iglesia, desde entonces reside en ella en el altar de La Milagrosa.

El peto es original, de seda y bordado con hilos de plata y oro, lo restauró hace unos años María Teresa Muñoz Guillen. También se conservó la corona de la virgen. Hasta su restauración, la virgen era más moreneta y la nariz la tenía un poco picada, “En su rostro nunca se posaba el polvo, siempre estaba limpia”. El cuerpo de Isabel desapareció tras su restauración, solamente quedó una madera principal donde se inserta la cabeza que pasó a formar parte del nuevo cuerpo.

Isabel le hizo dos mantos, uno blanco y otro azul, los dos los llevó a la iglesia. También hizo los vestidos al niño Jesús que lleva la virgen. Cuando la guardaba en casa, Isabel le puso un Jesús también morenete como era ella. Mariví ha conservado el cariño familiar a la Virgen de las Fuentes y en 1993 encargó un manto precioso y una espléndida mantilla.

 

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En antaño, con la Virgen de las Fuentes se iba en procesión a la cartuja de las Fuentes, se iba en carruajes y carretas. Un año muy seco no brotaba ni la fuente del monasterio, acudían en romería con cantos y ruegos a la virgen y conforme se iban acercando comenzó a emanar agua de la fuente del milagro.

También se salvó de la quema el sagrario, lo fueron manteniendo escondido de casa en casa y se utilizó para celebrar clandestinamente misa por alguna casa. Pusieron en el sagrario una vela que no se apagó durante toda la guerra.

Gracias a Mariví y a Manolo por tantos recuerdos y por mantener viva la memoria y el cariño por una seña de identidad de Sariñena. Gracias a Isabel, La Pomara, la Virgen de las Fuentes ha llegado a nuestros días.

Ver: La talla de la Virgen de las Fuentes.

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La leyenda de Moncalvo


En mitad de Los Monegros, en medio de la nada, permanece férreamente erguida una solitaria pared. Una pared que estoicamente lucha por su propia existencia, en medio de la soledad, silencio y  olvido. Es un lugar donde el tiempo ha borrado la historia, donde el olvido se ha apropiado de la memoria. Allí queda oculto el recuerdo de un pueblo apenas ya sin ruinas que se desvanece en la profundidad de la triste indiferencia.  

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Poblado de Moncalvo

La heroica pared son dos paños de una cabecera poligonal de una antigua iglesia gótica de mediados del siglo XIII. Una antigua iglesia que se componía de una única nave, cubierta por una bóveda de crucería y cabecera poligonal: “La Virgen Vieja de Moncalvo». La Virgen Vieja era de las mismas características que la desaparecida iglesia de San Salvador de Pallaruelo de Monegros, construida por Arnaldo Vidal de Almenar en 1258; incluso aparecen idénticas marcas de cantería. Quizá, la Virgen Vieja, correspondiese a la Asunción, a la festividad del 15 de agosto.

Una fotografía aérea de 1986 deja entrever la planta de la antigua iglesia. Cortesía de Javier Navarro.

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El desaparecido poblado se encuentra entre las localidades de Pallaruelo de Monegros y Lanaja, a unos tres kilómetros en línea recta de Pallaruelo de Monegros. Se accede a través de la carretera A-1221, cogiendo el camino de Moncalvo, hacia el sur, entre los kilómetros 10 y 11. La vieja pared sirve de guía, que aparece a los pies de una loma cuya cota alcanza los 376 metros de altitud sobre el nivel del mar. En su lado sur se encuentra el barranco de Laforda. Sus coordenadas son  longitud 41°42’49.8″N y latitud 0°14’27.1″W y UTM Uso 30 X729536 Y4621684.

La loma de la Virgen Vieja resulta muy interesante y revela la existencia de antiguos asentamientos. En su recorrido, a simple vista, aparecen diversas cerámicas superficiales. Entre ellas encontramos cerámica bruñida atribuible a la edad del bronce o del hierro, datando el yacimiento en la antigüedad, al menos entorno a los 500 años a.c. También aparecen cerámicas hispanomusulmanas, árabes, algunas vidriadas, esmaltadas, verde almohade o con colores. Además cerámicas medievales, entre ellas con presencia de manganeso que nos lleva a situarla entorno al siglo XVI.

Entre otros muchos restos aparecen restos de arcilla sin hornear o presencia de una teja deformada, lo que lleva a plantear la presencia de un horno en el asentamiento, además evidencias como, posiblemente, algunas zonas debieron ser utilizadas para la extracción de arcillas.

Reseñable es la aparición de escoria o arrabio, un producto intermedio del proceso de fundición de las menas del hierro.

La realización de estudios arqueológicos futuros podrían desvelar muchos de los misterios que esconde el viejo poblado de Moncalvo.

Pero las ruinas más recientes esconden la historia de un pueblo medieval desaparecido: La leyenda del misterioso poblado de Moncalvo.

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Detalle de la Virgen Vieja de Moncalvo

Moncalvo debió de ser pueblo de cierta entidad, en relación con la envergadura de su iglesia de la Virgen Vieja. Pueblo hermano de Pallaruelo de Monegros, del que distan unos escasos tres kilómetros. La leyenda narra como los habitantes se revelaron contra los tributos que debían de pagar, incluso llegaron a asesinar a más de un recaudador. La respuesta fue despiadada y terrible, tan cruel que sirvió de escarnio para otras poblaciones y tan aterradora que su recuerdo se hizo imposible. Mientras se encontraban celebrando misa, en la iglesia de la Virgen Vieja, tropas reales aparecieron y uno a uno los hicieron salir. Los asesinaron a todos, a hombres y mujeres, niños y niñas, bebes y ancianos. Luego, con palos de sabina, que habían clavado en el suelo, atravesaron sus cadáveres. Los expusieron como castigo ejemplarizante, empalizados para que otros pueblos contemplasen las consecuencias que conllevaba el rebelarse contra el poder.

Aquí en Pallaruelo siempre se nos ha contado la misma leyenda, siempre a los críos, siempre… No pagaban impuestos, iban a recaudar, venían de Huesca a recaudar impuestos y por lo que sea no querían someterse y entonces, a los recaudadores que venían  al pueblo, los mataban. Porque les debieron de meter en tan apuro, en tan aprieto que dijeron-pues mira, única solución, matar a los que vengan a la recaudación-. Con que si, si… recaudador que venía, recaudador que se jugaba el tipo. Hasta que vinieron con fuerza mayor, entonce el día de la fiesta mayor del pueblo cerraron las puertas, llegaron muchísima gente a caballo, cerraron las puertas de la iglesia y fueron matando uno a uno, indiscriminadamente a todo el pueblo que estaba allí. El pueblo debía ser bastante antiguo, un amigo, encontró en una caseta una lámpara romana.

                                                                                   Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo

De aquella matanza solamente escaparon el párroco y un monaguillo que consiguieron huir hacía Pallaruelo de Monegros. Pero al final fueron capturados y ejecutados en un campo al borde del viejo camino a Zaragoza. En el campo, durante muchos años, los vecinos y vecinas de Pallaruelo depositaban piedras en su recuerdo, una cada vez que pasaban, llegando a formar un gran montón que luego tuvieron que deshacer «Pues se comía parte del campo».

El cura salió, saltó por la ventana o tenía una puerta secreta. Se escapó para resguardarse en Pallaruelo, él y un monaguillo. Salieron a por él y en un campo de casa  allí lo mataron, a él y al monaguillo. Y siempre nos lo han contado en casa, siempre. El campo estaba al lado del viejo camino a Zaragoza, era el camino que pasaba por Peñalbeta, el camino original que iba a Zaragoza, y entonces, como la ente transitaba mucho por el camino pues todo el mundo que pasaba ponía una piedra como… para  liberar el alma de esas personas -una piedra por su pena-. En un momento determinado tuvieron que deshacer el montón de piedras porque se apoderaba del campo.

                                                                                  Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo

Existen otras leyendas, algunas cuentan que una mujer sobrevivió y dio origen a Pallaruelo de Monegros. Pero las dos antiguas iglesias son contemporáneas en su época, las poblaciones coexistieron y, por su cercanía, debieron de mantener fuertes lazos familiares.

También cuentan que Pallaruelo de Monegros fue devastado, siendo pasto de las llamas, sufriendo un incendio que arrasó completamente el pueblo. Al incendio sobrevivió una mujer de la que descienden los actuales pallaruelenses. Al parecer, la mujer se había quedado en un pajar aislado y fue la única superviviente. También circula la versión que fueron ambos pueblos los que se opusieron a pagar los impuestos y, como represalias, los dos pueblos fueron destruidos y su gente asesinada. Dejaron solamente una pared de cada iglesia, como testigo del escarmiento. La nueva iglesia de Pallaruelo de Monegros data de 1808, por lo que podemos situar la destrucción de la antigua iglesia de Pallaruelo a finales del siglo XVIII, planteando que quizá fue a mediados de la segunda mitad de aquel siglo cuando Moncalvo fue arrasado. Esto último resta credibilidad a la leyenda de la destrucción de Moncalvo por los Carlistas. La primera guerra Carlista fue entre 1833 y 1839, muy posterior a la construcción de la nueva iglesia de Pallaruelo. Además, en el «Fuero de Población» de 1770 ya figuraba Moncalvo como despoblado.

En el mundo de las hipótesis, tal vez en la guerra de sucesión española, entre borbónicos y austracistas, pueda estar la explicación. Su no aceptación a los Decretos de Nueva Planta, llevasen a las tropas de Felipe V, en la década de 1710, a arrasar el viejo poblado de Moncalvo. Tal vez fuese anterior, con la peste negra que devastó Europa en el siglo XIV.

Les llevaron a las gentes de los pueblos de alrededor para ver el escarmiento que les habían hecho, después de pasarlos a todos por degüello en la iglesia, los sacaron y les colgaban en la cantera de al lado unos palos y los clavaban ahí. Les metían toda la madera atravesando todo el cuerpo, y allí todos, te imaginas que espectáculo tan horroroso, les llevaban a las gentes de los pueblos de alrededor como diciendo –si no hacéis, si no nos pagáis estos impuestos, os pasa como a estos-. El abuelo Paco decía –Críos, mujeres, ancianos… todos estaban allí-. Entonces siempre quedó ese miedo en Pallaruelo -¡Qué nos puede pasar como a los de Moncalvo!-. Eso claro, ese miedo se ha transmitido, cada vez que voy me da un escalofrío.

                                                                                   Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo.

Lo cierto es que en Pallaruelo de Monegros existió un asentamiento anterior al sur de su antigua iglesia del Salvador, dirección a la balsa buena. En su ubicación se aprecian abundantes restos de cerámicas.

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Torre Virgen Vieja Moncalvo

De la antigua iglesia de Pallaruelo de Monegros desmontaron el retablo mayor y lo colocaron en la nueva iglesia, no lo pudieron colocar entero y lo acortaron, algunas partes las tuvieron que colocar por los laterales. En la guerra civil sacaron las tablas y construyeron unas garitas de vigilancia para las entradas del pueblo, luego las desmontaron y dejaron las tablas en una era. Aparecieron unos hombres y se las llevaron, tenían una orden firmada por el obispo y sabían perfectamente lo que se llevaban. Lo más probable es que el altar se encuentre desperdigado por colecciones privadas de EEUU.

Las ruinas de Moncalvo han ido desapareciendo, las piedras fueron usadas para la construcción de carreteras y otras construcciones locales. «En la cima debió de existir un castillo», comentan Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo, a quienes se ha de agradecer que se mantenga y transmita la memoria de Moncalvo.

El abuelo decía si vas, mírate bien que veras las calles, hasta la fuente, hasta un manantial que debía de haber por allí. Antes se veía, -yo, cuando iba de pequeña, me acuerdo que había trozos que hasta se veía el trazado parte de una calle-.   

                                                                                                  Lourdes Alcubierre Pueyo

El blog Sansalvadorota establece similitud entre las marcas de cantería de Moncalvo con las marcas de la iglesia de Santa María de Orta de Lerida y a las marcas de cantería de la iglesia templaría del convento de San Salvador de Orta. La desaparecida iglesia leridana fue destruida por Felipe IV en el siglo XVII. Santa María la Vieja o Santa María la antigua, y las antiguas iglesias de Moncalvo y Pallaruelo guardan una relación con el convento de Orta, según el blog Sansalvadorota«Todo indica una relación entre los tres centros religiosos y una historia que no la sabemos completamente».

Otras marcas dejadas en sus piedras responden a viejos pastores entre ellas la de pastores trashumantes. El etnógrafo Eugenio Monesma Moliner señala que es curioso que en algunos de los sillares se conservan grabados posiblemente de pastores de la montaña, probablemente del valle de Chistau por sus apellidos (Mur y Bruned). Los gravados representan cuchillos y sus nombres «una imagen, esta de los cuchillos, que encontramos en muchos abrigos y casetas pastoriles».

Además, en la vieja pared de la Virgen Vieja aún se pueden contemplar las marcas de la guerra civil, como el gravado de las siglas del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista).

Es una batalla desesperada contra el olvido, un testigo mudo de un pueblo arrasado y sin memoria, de un pueblo borrado que se desvanece, deshaciéndose en polvo en la aridez  monegrina.

Moncalvo labordeta

Fotograma documental «Monegros»

En 1969, el director Antonio Artero rodó el documental «Monegros», con José Antonio Labordeta como protagonista. Entre las distintas escenas y localizaciones aparece Labordeta en la Virgen Vieja de Moncalvo interpretando «Montesnegros». Una peculiar escena donde se observa parte del equipo de rodaje y la curiosa pintada de  «1959» en la vieja pared. «1959» un año en el que muchos pueblos de colonización se estaban construyendo y para los cuales se utilizaron piedras de las desaparecidas casas del olvidado poblado de Moncalvo. José Francisco Pueyo, de Pallaruelo de Monegros, recuerda que hasta aquella fecha aún se distinguían partes de las antiguas casas y calles.

  • Documentación de Moncalvo

Resulta inquietante la falta de documentación del poblado de Moncalvo, lo que da pie a una emocionante aventura de investigación por diferentes publicaciones y archivos.

De primeras, que Moncalvo no se encuentre registrado en Los pueblos y los despoblados, de Antonio Ubieto, en palabras de Juan José Generelo (Director del Archivo Histórico Provincial de Huesca) «Resulta sospechoso que, tratándose de una obra tan completa, no aparezca ese topónimo por lo que habría que pensar que debe tener un segundo nombre con el que sí aparecería en la documentación medieval y moderna». Consultando el Nomenclátor Geográfico de Aragón el topónimo de Moncalvo no ofrece mayor diversificación, resaltando tan solo su etimología aportada por la fuente «Pueblos del Alto Aragón» que define a Moncalvo como «Monte pelado». Tampoco aparece recogido «Moncalvo» en la obra Toponimia Histórica Aragonesa de Miguel Ballestín, limitando muchísimo su búsqueda. Curiosamente, tampoco aparece en el mapa del Reino de Aragón de Juan Bautista Labaña de 1620. «Moncalvo también fue pueblo aunque lo olvidan todas las obras geográficas publicadas hasta hoy», Manuel Benito Moliner, Tierras y Gentes, Diario del Altoaragón 24 de mayo de 1998. Si que aparece Montalbo en el fogaje de 1405 con unos seis fuegos, un censo del Reino de Aragón ordenado por el rey Fernando el Católico para recaudar el impuesto de las sisas, en cambio ya no lo encontramos en el fogaje de 1495. Probablemente, podamos establecer que poco antes de 1500 Moncalvo debía de estar ya despoblado.

En cambio si que aparece citado por el Dr. D. Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido en el Reyno de Aragón de 1792. Blecua habla de un Moncalvo ya despoblado en 1172, antes de la construcción de su iglesia. Además, parece ser que las guerras y pestes ya habían maldecido al poblado de Moncalvo antes de 1258.

El serenísimo y augusto rey Don Alonso I de este nombre, y IX de Aragón, dicho el Batallador, después de muchos días de cerco libertó esta villa del yugo africano, bajo cuya servidumbre estuvo oprimida muchos años y plantó en ella con singular celo la fe y religión en el día 7 de septiembre de la Era 1172, que corresponde al año 1134, según las noticias que han podido conservarse en sus archivos, y las que trae Blancas, con otros historiadores del reino, con privilegios muy particulares y en especial la cesión de algunos despoblados, que, con motivo de las guerras y pestes, quedaron en su territorio y se llaman Moncalvo, Lasardea, Salabet, Miranda, La Zeradilia y la Almunia de la Regina, reconociéndose todavía en ellos vestigios de poblaciones, y en algunos sus mismas iglesias y campanarios. En el día cultivan estos terrenos los mismos vecinos de villa y aldeas, a donde se cree haberse retirado los pocos que quedaron, y tienen allí sus masías y casas de campo.

En el 2019 apareció un importante documento en el Archivo de la Corona de Aragón:  «Del Rey a los vecinos de Montealbo y de Pallaruelo de Monegros. Autorización a los mismos para vender sus tierras a personas extrañas». Un documento de 1337, en latín, del rey de Aragón Pedro IV (1319-1387), en el que, gracias a la traducción de Ánchel Conte Cazcarro, sabemos que Pedro IV permitió a los habitantes de Montcalvo y Pallaruelo, para que saliesen de la pobreza y despoblación en la que se hallaban, pudiesen vender sus pastos anualmente a gentes de otros lugares. Un documento excepcional y de suma importancia que anima a seguir en esta aventura de recuperar su historia.

Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 3, nº404/ Concesión. «Carta de Pedro IV a los vecinos de Montalvo (Monsalva) y de Pallaruelo (de Monegros), aldeas de Sariñena, en la que concede ciertos privilegios de pastos y ganados para evitar la despoblación y pobreza de dichos lugares.» FECHA13-08-1337.

Moncalvo

A este documento se le van sumando nuevos hallazgos, también del Archivo de la Corona de Aragón, como un documento de 1284 «Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 61, nº7364/». Mandato sobre el embargo de los bienes de Juan Garcés de Oriz, abad de Montearagón, fallecido el día de San Juan Bautista. De acuerdo con el mandamiento del rey, referente a la muerte de obispos y abades, por el cual se ordenaba embargar los bienes tras la muerte, entre otros embargos Ramón Pelegrín, «baile de Sariñena», se encargó de embargar los bienes que tenía en Sariñena y en las aldeas de Valfarta, Castejón (de Monegros), Pallaruelo, Moncalvo, Lastanosa, La Celadilla, Miranda, Salavert, Sardera, Capdesaso y de Tubo (Alberuela de Tubo).

Otros documentos:

  • Cancillería, registros, nº429, fol.1v/ Salva de infanzonía del 28 de febrero de 1328. Dicho documento trata de la «Comisión hecha al Justicia de Aragón, Jimeno Pérez de Salanova, de la salva de infanzonía de Martín de Fanlo, vecino de Montecalvo (Moncalvo), aldea de Sariñena.»

Moncalvo 1

  • Cancillería, pergaminos, Alfonso IV, carp.218, nº170/ Nombramiento. (4-04-1328):  «Reunidos los consejos de la villa y aldeas de Sariñena en la Iglesia de San Salvador, nombran a Marco de Sena, jurado de Sariñena, Domingo Lo Pico, vecino de Monsalva y jurado de la comunidad de aldeas de Sariñena, como procuradores especiales para que les representen en las próximas Cortes que se van a celebrar en la ciudad de Zaragoza, en la que se coronará a Alfonso IV.»

Moncalvo 2

  • Cancillería, registros, nº430, fol.162-162v/ Mandato. (15-12-1328): «Carta al justicia de Sariñena sobre Agnes, viuda pobre de Jaime Agrament, vecino de Barbastro, y la administración de los bienes en Montalvo (Monsalva), aldea de Sariñena, de su hija Martina, quien estaba bajo tutela de Pedro de Barba.»

Moncalvo 3

  • Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 1, nº88/ Mandato. (24-05-1336). Carta de Pedro IV al sobrejuntero de Huesca y Jaca en las zonas de Sariñena y Ontiñena, para que obligaran a Pedro Jordán de la Corona, vecino de Sariñena, a pagar cierta cantidad que debía dar a Domingo Melero, rector de la iglesia de Fuendejalón, ya que había recibido de Bartolomé Fernández, vecino de Montalvo (Monsalva), aldea de Sariñena, unos dineros que eran de dicho rector.
Imagen de Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 1, nº88/ Mandato. (24-05-1336)

Todos estos documentos nos van aportando la diversidad del topónimo de Moncalvo: Moncalbo, Montcalvo, Montalvo, Montecalvo, Monsalvo o Monsalva. Gracias a Montse Vadillo y a Pablo Ruata por descubrir estos documentos y compartirlos.

En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, aparece un expediente de la casa Ducal de Híjar-Aranda, fechado el 30 de enero de 1799, con referencia ES/AHPZ – P/1-235-82. El documento trata la posible repoblación del lugar de Moscallón con sus cinco aldeas Salaver, Miranda, La Cenadilla, La Sandena y Moncalvo, pertenecientes a la villa de Sariñena.

En la década de 1770 se aprueba el «Fuero de Población» un instrumento colonizador y de repoblación en los territorios de la antigua corona de Aragón (Fuero Alfonsino y Fuero de población de Sierra Morena en los proyectos de colonización de la Corona de Aragón en la segunda mitad del siglo XVIII, de Enrique Giménez López de la Universidad de Alicante.). Leer+: Los inicios de la colonización en Lo Monegros.

«De los cinco despoblados, el de mayor extensión era el de Moncalvo, con una pequeña parte de sus Tierras propiedad de la Cartuja de las Fuentes.»

Partido Judicial de Sariñena

«Existiendo también los poblados, ya en franca, decadencia, de San Juan, Vallsanta, Monclavert, Moncalvó, La Sardera, Salavert, La Celadillá, y Miranda. Estos núcleos de población eran aldeas propiamente dichas, que entonces, como ahora,  la adversidad del clima obligó a sus habitantes a la emigración». (Nueva España – 01/09/1959).

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Diario de Huesca – 27/09/1914

Resulta inquietante que el tiempo se haya olvidado de su historia, no existen documentos o investigaciones certeras sobre Moncalvo. Resulta incomprensible que una historia así no se haya contado. Las leyendas, leyendas son y su verdad la juzgará la historia, la misma historia cruel que olvidó lo que en Moncalvo sucedió.

Pero al recuperar su historia, la indiferencia se transforma en un tremendo escalofrío que rinde tributo a  su memoria. Aún queda mucho por descubrir e investigar y quizá de soñar con que aquella pared perdure invencible contra la desmemoria. A todos y todas los moncalvenses y moncalvensas, ¡por siempre en nuestra memoria!

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La leyenda de Moncalvo en el diario del Altoaragón

Pueblo viejo de Moncalvo

  A la piedra arranco tu historia

     Virgen Vieja

        A la tierra arranco tu recuerdo

             ¡Qué rabie tu lamento!

               ¡Qué llore tu ausencia!

                  ¡Y qué resista a la desmemoria!

                     Pues con el olvido, ¡no vencieron!.

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Diario del AltoAragón, 21 de enero del 2021.

Con delicadísima fragilidad, los restos de la Virgen Vieja de Moncalvo desafían la gravedad y se resisten a desaparecer. Juegan a un equilibrio imposible, esquivando su fatal destino en un lugar perdido de Los Monegros.  Su única pared, de una antigua iglesia gótica de 1258, apenas se mantiene en pie. Con ella se irá el único testigo del viejo poblado de Moncalvo, un lugar olvidado cuya historia responde a viejas leyendas que hace tiempo se han dejado de sentir.

Canciones populares a Nuestra Señora de las Fuentes y otras de Sariñena


 Las canciones aparecen en el libro “Cancionero popular de la provincia de Huesca”, de Juan José de Mur Bernad, publicado por la Diputación General de Aragón.

Rogativa a la Virgen de las Fuentes

Virgen de las Fuentes, madre del rosario, ¡oh madre amorosa, consuelo de tantos!.

Gozos a Nuestra Señora de las Fuentes

Pues con afectos fervientes te ofrecen piadosos gozos, amparad a tus devotos, madre de Dios de las fuentes, madre de Dios de las fuentes.

El polvo a pesar del viento reconoce tu excelencia, y guardando reverencia en tu rostro no hace asiento, y por este portento te adoramos reverentes, te adoramos reverentes.

Para los pobres

El rosario de por la mañana es para los pobres que no tienen pan, que los ricos se están en la cama tocando la tripa de hartos que están.

Tengo un problema en mi casa

Suegra, mujer y cuñada, tengo un problema en mi casa; suegra, mujer y cuñada ellas comen lo que quieren y aún me tratan a patadas. Y aún me tratan a patadas… Tengo un problema en mi casa.

Cante alegre el ruiseñor

Ya amanece la aurora con su surco alrededor, ya amanece la aurora con su surco alrededor, y las preciosas flores se visten de colores, como los rayos del sol, inundando la campiña con su alegre resplandor, sobre el astro mayor, sale saludando a las aves, a las aves y a la flor. Cuando amanece la aurora, cuando el pastor canta y llora, canta alegre el ruiseñor, cante alegre el ruiseñor.

Publicau en “ Os Monegros el 16 de junio del 2013.

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