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Casa Paraled


La búsqueda de los inicios de casa Paraled de Sariñena nos remontan a la localidad zaragozana de Calatayud, a principios del siglo XIX, donde nació José Paraled Hurtado. Es el principio documentado de una familia que firmemente se asentó en Sariñena y que ha sido fundamental en la historia de los últimos siglos de la localidad monegrina.

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José Paraled Hurtado 1856

            Diferentes líneas documentales no establecen una relación directa con la rama Paraled de Sariñena, pero no dejan de ser relevantes ante un apellido tan poco común. Una primera cita nos lleva  a 1774, a la localidad de Pina de Ebro, una Real Orden de Provisión del Consejo ganada por Joseph Paraled:  Maestro boticario, para que la Justicia y el Ayuntamiento de la villa de Pina no le impida ni embarace el que, estando aprobado de tal boticario, asista a los vecinos de ella que voluntariamente quisiesen, en la conformidad que se manda. A la vez aparece un pleito civil de 1975 en la misma localidad de Pina de Ebro firmada por Isabel Paraled, viuda de Francisco Costa vecina de la villa de Pina de Ebro.

            Afortunadamente, una referencia documental gana fuerza en la línea directa de los antepasados de los Paraled de Sariñena y nos traslada a la Calatayud de 1805. Un auto de pleito civil, a instancia de don Juan Antonio Paraled, oficial del Correo de la ciudad de Calatayud, contra doña Teresa Hurtado, de la misma ciudad, sobre ciertos vales (AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870) ES/AHPZ- J/014517/000002), nos pone en la pista de quienes debieron de ser los progenitores de José Paraled Hurtado.

            José Paraled Hurtado nació en Calatayud el 10 de enero de 1806 y murió en Sariñena el 2 de diciembre de 1874. Ejerció de notario en Sariñena hasta que en 1856 renunció a su plaza. Con anterioridad, en 1828 se le confirió la notaria de Paracuellos. José Paraled Hurtado se casó con Silveria Domingo Audijon (Huesca, 20 de junio de 1812–Sariñena, 13 de mayo de 1878). Silveria pertenecía a una buena familia de Huesca y estaba vinculada a Tío Jerónimo, un primo que perdió los conocidos porches de Galicia de Huesca por una apuesta. Jerónimo Verdejo Domingo fue hijo de Francisco Verdejo Palacios, quien estuvo casado con Victoria García Lagarda. Jerónimo falleció en la guerra civil y fue enterrado en lugar desconocido.

Jerónimo

 

Diario de Huesca del 18 de abril de 1903:

            Falleció el popularísimo don Francisco Verdejo Palacios, dueño de las casas de los Porches que llevan aún, para algunos, el nombre del que fue su propietario.  Contaba 77 años.

            Fruto del matrimonio Paraled-Domingo nacieron José Paraled Domingo (1844-1899), Francisca Paraled Domingo (1848-1918) y Pabla Paraled Domingo (1852-1859).

            Francisca Paraled Domingo, conocida como “Tía Paca” o “La Penena”, contrajo matrimonio con el rico hacendado Joaquín Penén Samper. Joaquín Penén nació en 1834 y falleció el 17 de mayo de 1900, a los 66 años de edad, era descendiente de una adinerada familia de la localidad monegrina de Valfarta.

Diario de Huesca del 18 de mayo de 1900:

Joaquín Penén RIP

            Don Joaquín Penen Samper Falleció al mediodía de ayer en su casa de Sariñena, el M. I. señor D. Joaquín Penen Samper, una de las personas de prestigio y de relieve mayores de nuestro país. El Sr. Penen ha dejado de existir a la edad de 66 años y cuando parecía mejorado de crónica dolencia que hace tiempo sufría. Poseía el finado entendimiento muy claro y superiormente cultivado, que reveló constantemente en vida, lo mismo cuando ejerció en alguna época la profesión de Abogado, que en el desempeño de los cargos de Alcalde dé la villa de Sariñena, de diputado provincial por su distrito, de vicepresidente de la Diputación y otros representativos y honoríficos.

            Fue el Sr. Penen ganadero y agricultor inteligentísimo y todas sus actividades resultaron provechosas por la reflexión y el valer de sus fecundas iniciativas y por la laboriosidad y el tesón en su planteamiento y su desarrollo. De exquisita cultura social, de carácter expansivo y afectuoso, en las manifestaciones da la vida pública y privada, y en todas partes, ogro consideraciones y simpatías generales.

            El Sr. Penen, aunque figuró en la política de! partido conservador en la época de la Restauración no cayó nunca en apasionamientos de bandería, y aun entonces revelaba en sus procederes sentido liberal é inclinaciones democráticas. Hace ya bastantes años que no se preocupaba más que de los importantísimos negocios de sus bastas haciendas aunque no negaba su concurso á los hombres y representantes del partido liberal de las cuestiones administrativas y económicas y en cuantas se relacionaban con el bien público.

            Hemos perdido al desaparecer el Sr. Penen, un amigo personal muy noble y caballeroso. Su muerte nos contrista asociándonos al profundísimo duelo de la virtuosa viuda Dª. Francisca Paraled y de toda su distinguida familia.

            Francisca Paraled Domingo fue una mujer muy distinguida de la época y gozó de cierto poder por el gran patrimonio que recibió de su difunto esposo. Francisca construyó la casa solariega Penén-Paraled y el panteón familiar Paraled-Hurtado en 1902, donde se trasladaron los restos de antiguos familiares. El matrimonio no tuvo descendencia, heredando el patrimonio el sobrino de Francisca: Joaquín Paraled Sarrate.

Francisca RIP

            En la hemeroteca del Diario de Huesca aparece la noticia del 18 de mayo de 1912 cuando se celebró en Candasnos un mitin de Riegos del Alto Aragón: Al regresar de nuevo á Sariñena, el Municipio nos obsequió con una delicada cena en la suntuosa morada de doña Francisca Paraled, viuda de Penen, dama distinguidísima de Sariñena. Hubo brindis por que pronto corra el agua de los grandes riegos, y se procure la continuación de los mítines de propaganda ya que el país así lo desea y se halla dispuesto á realizar cuantos sacrificios sean necesarios. Una cita que da idea de la importancia que tuvo Francisca Paraled Domingo, mujer que, tras la muerte de su esposo, gestionó y administró la floreciente casa Paraled. Incluso podemos encontrar una noticia por su simple presencia en la capital altoaragonesa: Se encuentra entre nosotros la respetable señora doña Francisca Paraled, viuda de Penen, en compañía dé su próximo pariente y amigo nuestro don Jerónimo Berdejo, para evacuar asuntos particulares (Diario de Huesca del 4 de mayo de 1917).

            La casa solariega Penén-Paraled se encuentra en la plaza del Salvador número 13. Responde a una casa de tres plantas dominada por una fachada de elementos decorativos clasicistas: Con una cuidada composición a base de ejes verticales y horizontales y en un equilibrado cálculo de las proporciones de los diferentes componentes de la fachada (SIPCA).        

            A píe de calle destaca un porche adintelado, sustentado por pilares cuadrangulares con collarino y varios listeles en la parte superior, a modo de esquemático capitel. Al fondo del espacio del porche se abre la puerta de la casa, flanqueada por dos ventanas enterizas a cada lado; todos ellos son vanos adintelados decorados con molduras similares a los balcones y ventanas de los pisos superiores.

            Sobre el porche se abren la primera y segunda planta, separadas por una imposta moldurada, si bien unificadas en altura por pilastras acanaladas que recorren verticalmente la fachada. La primera planta, que tiene el doble de altura que la segunda, cuenta con cinco balcones, situados entre las mencionadas pilastras; son adintelados, con el perímetro ligeramente resaltado y dintel volado decorado con molduras escalonadas.

            En la planta superior se abren ventanas cuadrangulares, de tamaño mucho menor, flanqueadas por pequeñas pilastras acanaladas similares a las grandes pilastras que recorren toda la fachada; también hay medias pilastrillas de ese tipo adosadas a los laterales de las pilastras grandes.

            Remata la fachada un alero de cierto vuelo más un sobreático de menores dimensiones retranqueado respecto a la fachada.

(SIPCA)

             La casa se comenzó a construir a finales del siglo XIX y cuentan que en pleno proceso de construcción, entorno a 1906, Francisca Paraled colocó debajo de cada uno de los enormes pilares del porche varias monedas de oro, periódicos de la época y algún que otro documento. Al parecer, respondía a un rito de protección de la casa frente a incendios, para preservar la salud y los dineros. En palabras de Manuel Antonio Portella, quién recoge la anécdota: Si esos recuerdos permanecían en su lugar de origen intactos quería decir que la casa permanecía viva y en pie. La casa contaba con una capilla que fue saqueada y quemada en la plaza durante la guerra civil, tiempo durante el cual fue usada como Hospital Militar. La casa  resultó bastante dañada y terminó pasando a otras manos. Pasó a ser «Auxilio Social» y también, sede de la Falange. Con el tiempo fue adquirida por la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja. Además ha sido Sede del Sindicato de Riegos, Biblioteca Municipal y ha albergado comercio y bar.

            Son los inicios de una gran familia, mi familia y mis raíces. Un tremendo sentimiento de orgullo, respeto y sobre todo de recuerdo, por todos y todas los que fueron. Dedicado a toda la familia!!

Enlace relacionado: José Paraled Domingo.

 José Paraled Domingo


            José Paraled Domingo nació en Sariñena en 1844 y falleció el 29 de junio de 1899, a los 55 años de edad. Hijo de José Paraled Hurtado y Silveria Domingo Audijon, fue Comendador de Isabel la Católica, condecorado con la cruz del mérito militar, diputado provincial y alcalde de la Villa de Sariñena. José Paraled se casó con Juana Sarrate Budíos, que nació en 1842 y falleció el 5 de abril de 1896, a los 54 años de edad. El matrimonio tuvo cinco hijos, los dos primeros Silvestra y José murieron a muy corta edad y luego llegaron José, que falleció a los cinco años, Joaquín y Santos.

            En agosto de 1876 José Paraled se presentó como candidato a sustituir al diputado provincial Joaquín Penen, tío de José Paraled, y en 1879 José Paraled fue nombrado Alcalde-presidente del Ayuntamiento de Sariñena: “El Sr. Paraled, rico propietario de aquella villa.” (Diario de Huesca del 5 de julio de 1879).  Además, José fue presidente del “Círculo de amigos de Sariñena”.

            En las elecciones del 14 de septiembre de 1884, José Paraled ocupó el tercer puesto como candidato a diputado provincial por el distrito de Fraga-Sariñena. Formó parte del grupo conservador liderado por Anselmo Sopeña y Manuel Andreu, aunque este ultimo al final no se presentó. En el escrutinio oficial del distrito de Fraga-Sariñena José Paraled arrojó 3588 votos, muy detrás de Manuel Camo (5428 votos), Anselmo Sopeña (4660 votos) y Pedro Barbér (4072 votos). De este modo, el 3 de noviembre de 1884 quedó constituida, a las doce del mediodía, la Diputación interina de la Diputación Provincial de Huesca: “Bajo la presidencia del Gobernador civil de la provincia. Han asistido los antiguos diputados señores Valles, Pedros, Lasierra, Aliod, Loscertales y Gasós y los electos Lalaguna, Ripa, Lacadena, Gastón, Barber, Camo, Paraled, Vilas, Sangenis y Abad.” (Diario de Huesca – 3/11/1884).

                  A partir de diferentes textos rescatamos hechos relevantes en la vida de José Paraled Domingo, de la llegada del teléfono a Sariñena a las reivindicaciones del puente sobre el Alcanadre, de carreteras y necesidades comarcales hasta su fallecimiento en 1899.

Sariñena apoya el Canfranc

            El 2 de agosto de 1880, la villa de Sariñena y los pueblos del partido judicial, presidida por su alcalde José Paraled, acuerda la adhesión a la Comisión gestora del ferro-carril internacional por Canfranc, recientemente constituida en Zaragoza. “El alcalde de la mencionada villa, señor Paraled, y los diputados provinciales señor Penen y Calvo, han formulado por su parte en esta oportunidad manifestaciones expresivas a favor del pensamiento que acarició la casi unanimidad de Aragón y en extremo simpáticas a la ciudad de Huesca, por cuyo bienestar material, y el de las importantes comarcas limítrofes, demuestran vivísimo interés y marcada simpatía, (Diario de Huesca – 1/9/1880).”

La llegada del teléfono

            Ayer noche tuve el grato placer de asistir a la prueba telefónica que se hizo entre las casas de los ricos propietarios de esta villa D. Joaquín Penen y D. José Paraled Establecida la comunicación entre ambas casas, y puesto un teléfono de la fábrica del Sr. Roselló de Barcelona a cada uno de los dos extremos de los hilos conductores, entablase una conversación que pudo sostenerse clara y distintamente con solo esforzar algo la voz de los comunicantes. Y los sonidos eran tan claros, a pesar de la regular distancia que hay entre una y otra casa y las mil vueltas y revueltas de los hilos conductores, que muchos de los asistentes oían las palabras con solo estar atentos y a poca distancia del que estaba en el aparato telefónico. Verdad es que la voz pierde bastante en intensidad, pero su metal y su timbre se conservan perfectamente; tanto, que nadie duda de la persona que habla si le es conocida su voz.

(Diario de Huesca del 17 de noviembre de 1878)

Fiesta en el molino

            El cuarto día de la fiesta celebrándola una porción de amigos en la casa que el señor Paraled tiene en su molino, fiesta que tuvo término con la marcha de los músicos que de esa capital vinieron a esta villa.

(Diario de Huesca – 10/09/1879).

La recogida de fondos para los damnificados por las inundaciones

            El 30 de octubre de 1879 se da cuenta de la iniciativa para recaudar fondos del “joven alcalde D. José Paraled” para ayudar a los afectados por inundaciones de Murcia, Alicante y Almería.”

            “En esta villa corresponde tan honrosa iniciativa a su joven alcalde, D. José Paraled. quien con un celo loable por más de un concepto, dirigió una sentida elocución a los socios del Círculo de Amigos, del que es digno presidente, para que se adhiriesen al pensamiento iniciado y contribuyesen a la suscripción abierta y encabezada por él; organizó con otros socios una estudiantina que ayer recorrió la población, recogiendo en poco rato una regular cantidad; y excitó, por medio de público bando, los sentimientos de compasión del vecindario, para que contribuya a la suscripción que ayer encabezó el ilustre Ayuntamiento y continúa ahora abierta en la secretaría municipal.”

(Diario de Huesca – 30/10/1879)

            José Paraled, como miembro y presidente del “Círculo de amigos de Sariñena” aportó 100 reales como suscripción para “el alivio de las desgracias ocasionadas por las inundaciones de Murcia.

El puente sobre el río Alcanadre

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            El 5 de noviembre de 1879 se produce un hito en la historia sariñenense, tras seis años de reivindicaciones, el ministro de fomento remite un telegrama a José Paraled, presidente del ayuntamiento de la villa de Sariñena. El puente  sobre el río Alcanadre, que había sido destruido por las aguas, iba a ser inmediatamente reconstruido por cuenta del gobierno: «Madrid 2 a las 2 y 51 minutos de la tarde. -Don José Paraled.- Ofrecido ministro Fomento reconstruir puente de esa villa seguidamente. Franco.)».

            Ver a un pueblo como el nuestro que hace seis años, seis años solo, señor director, se impuso tan enorme sacrificio por construir un puente, tan necesario al cultivo de la gran extensión de, tierras del otro lado de nuestra ribera y tan absolutamente preciso para la única comunicación con los pueblos del Tormillo, Lamasadera, Lastanosa, Castelflorite, Sena, Villanueva, Ontiñena, Ballobar y toda la ribera del Cinca; ver a un pueblo, digo, sin nuevos recursos, con tan imperiosísima necesidad y sin esperanzas de aliviarla, porque entre nosotros no había medios suficientes, aunque estábamos llenos de buenos deseos, para reconstruir nuestro destruido puente, era cosa digna de compadecerse y digna de tenerse en cuanta; y el Gobierno en su alta previsión vio todo esto, y acordó en su vista atender a nuestra muy perentoria necesidad.

            Y no solo nos hace favor a nosotros con dicha determinación, sino que lo hace y muy grande a todos los pueblos nombrados y comarca mencionada, porque sin el puente de esta villa se encontraban con el país de este lado del río completamente incomunicados. Por esto las noticias de los periódicos y el referido telegrama, no solo nos alegran y consuelan a nosotros sino que alegran y consuelan también y lo han de agradecer mucho los pueblos interesados. Porque debe V. saber, señor director, que estos pueblos no solo lamentaban sus propias desgracias, sino que lamentaban con nosotros la desaparición de nuestro puente.

(Diario de Huesca – 5/11/1879)

Carta de Sariñena                                                   

 11 de septiembre de 1885

            Llegó ayer a esta villa, como dije a V. en despacho telegráfico, el dignísimo individuo de la Comisión provincial, nuestro buen amigo particular, don Vicente Vilas, acompañado del simpático e inteligente médico de esa ciudad señor Martínez. Recibiéronle en la estación del ferrocarril una comisión del ayuntamiento que los acompañó a la Casa Consistorial, donde aguardaban a los expedicionarios el resto del ayuntamiento, junta de sanidad, comisiones de socorros y demás personas que tienen representación oficial en la villa.

            Después de un corto descanso, el señor Vilas, con su habitual elocuencia, expuso el objeto de su visita, que no era otro que el de cumplir, a nombra de la Exorna. Diputación provincial, cuya representación llevaba por encargo expreso da la Comisión, con los sagrados deberes y vivos deseo que aquella tiene de contribuir con todos los medios que a mano tiene al alivio de las necesidades de Sariñena, como ha contribuido y contribuirá con todas sus fuerzas al socorro de todos los pueblos que son sus representados y que por desgracia se hallen en análogas o parecidas circunstancias. Quedó complacido con las medidas adoptadas con la junta de sanidad, y más todavía con el espíritu levantado de unión y caridad que anima y da valor en las aflictivas circunstancias que atravesamos a los habitantes de esta villa. El inteligente alcalde señor Penen, con elocuentes y sentidas frases, suplicó al señor Vilas, representante de la Diputación, que fuera portador del agradecimiento que Sariñena siente y debe a la Excelentísima Corporación, por el interés particular que ha tenido en socorrer nuestras desgracias. Nuestro querido amigo, don José Paraled, diputado provincial, hizo presente, que obligado por las especiales circunstancias porque atraviesa la localidad, se había dirigido la noche anterior al M. I. Sr. Gobernador de la provincia, y verbalmente le había expuesto la necesidad de que atendiera con la urgencia que Je fuera posible y el caso requería, a remediar las grandes necesidades de este vecindario; y que el señor Gobernador sin pérdida de momento le había hecho entrega de 750 pesetas, que ponía a disposición de la junta de socorros de la villa. Diole las gracias el señor Penen, haciéndolas extensivas al señor Gobernador y a la Diputación provincial, y como el tiempo apremiaba, los expedicionarios, con las autoridades locales, comenzaron la visita de los enfermos. No fueron menos de cuarenta las que visitaron entre mañana y tarde a todos los cuales, el señor Vilas, que parece nacido para estas cosas, infundió ánimo y consuelo, socorriendo a la vez a la mayor parta con cuantiosas limosnas que enjugaron más de una lágrima y levantaron el abatido espíritu de más de un enfermo.

            Los señores Vilas y Martínez se han hospedado en casa de nuestro amigo don Antonio Castañera, siendo acompañados durante su estancia en esta villa por una comisión del ayuntamiento, junta de Sanidad y por todos los que en la localidad tienen alguna representación oficial. El recibimiento ha sido tan afectuoso como consienten las actuales circunstancias. Nuestros huéspedes fueron obsequiados por la noche con una serenata.

            No se olvidó nuestro amigo señor Vilas de visitar alas viudas de nuestros malogrados amigos don Froilan Noguero y don Margin Fortacin los cuales, como tengo a V. dicho, han dado su tributo a la muerte en estos últimos días.

            Ayer por la tarde tuvieron los médicos muchas llamadas, y según parece se han puesto graves algunos de los invadidos; hoy hay relativa calma y son pocas las invasiones hasta las cuatro de la tarde, hora en que cierro esta carta.

             Los fallecidos desde mi carta anterior son cinco adultos y cuatro párvulos.

            Su afectísimo amigo.

(Diario de Huesca – 12/9/1885)

 

La comisión sariñenense al diputado Alvarado.

Los comisionados de Sariñena.

            El diputado provincial Sr. Paraled, el abogado y propietario de Sariñena Sr. Castanera, y el propietario y secretario del ayuntamiento de Pallaruelo de Monegros, Sr. Jariod, marcharon anteayer a Madrid, a asociarse con el digno y celoso diputado Sr. Álvaradó a fin de exponer al gobierno la aflictiva situación de la comarca sariñenense y demandarle amparo para sus grandes necesidades. Los comisionados, con él diputado del distrito, gestionarán a fin de ver si puede colocarse en condiciones de inmediata ejecución el proyecto de trozo de carretera, ya aprobado en el año 1864, que dentro de la provincia corresponde a la sección de la de Bujaraloz a Sariñena, en la de Caspe a Selgua. También los representantes de la villa de Lanaja han expuesto, como otros numerosos pueblos de la parte baja de la provincia, lo triste y mísero de su situación económica y la perspectiva de un otoño y un invierno próximos, sombríos y aterradores por la pérdida completa de las cosechas de cereales y caldos, que constituyen la única riqueza del país, y porque la funesta sequía les ha arrebatado también todos los frutos de verano, que en algunos términos atenúan relativamente, aunque en escasa proporción, los perjuicios de la pérdida de los gérmenes de los principales elementos de cultivo.

            Solo abriendo obras públicas, pues el gobierno difícilmente puede subvenir con recursos directos de otra dase al alivio de los males de los pueblos, es como los de la parte baja de nuestra provincia hallarán medios de defenderse de las grandes y desastrosas inclemencias de los presentes tiempos

(Diario de Huesca – 7/6/1887)

            El Globo, con motivo de la llegada a Madrid de la comisión de Sariñena a que ayer nos referimos, ha, dedicado también a la miseria de nuestra provincia este suelto:

            «Ha llegado a Madrid una comisión compuesta de nuestro querido amigo y correligionario D. Antonio Castañera, jefe de nuestro partido en Sariñena, D. José Paraled, diputado provincial, y D. Antonio Jariod, rico propietario, con el encargo de obtener del gobierno algunos recursos que permitan sobrellevar la espantosa miseria que aflige a los pueblos de la parte baja de la provincia de Huesca, a consecuencia de la pérdida total de la cosecha en los últimos años.

            Las noticias que nosotros tenemos de los partidos de Sariñena, Fraga y Tamarite son por extremo aflictivas; tanto, que si el Gobierno no acude inmediatamente en auxilio de aquellos pueblos, quedarán totalmente desiertas comarcas que hasta hace poco eran de las más ricas de España.»

(Diario de Huesca – 8/6/1887)

            Por gestiones del celoso diputado a Cortes del distrito de Sariñena don Juan Álvarado, parece que el gobierno, entre otros de los acuerdos adoptados para subvenir a las apremiantes necesidades materiales de la parte baja de nuestra provincia, ha tomado el de subastar inmediatamente las obras de los dos trozos de carretera que dentro del límite de la provincia están por ejecutar, en la sección de la de Bujaraloz a Sariñena, de la de Caspe a Selgua, y que además de facilitar mucho la ocupación de numerosos braceros interesa muy directamente a Sariñena, Castejón y Pallaruelo de Monegros, y a todos los demás pueblos de aquella comarca, los que con la apertura dé este camino se comunicarán rápida y fácilmente con la vecina provincia.

            Los señores Castanera, Paraled y Jariod pueden estar satisfechos del resultado de su viaje á Madrid para pedir la subasta de la indicada obra pública y del éxito de las activas y eficacísimas gestiones, que, apoyando su iniciativa, ha hecho el diputado Sr Alvarado.          

 

(Diario de Huesca – 23/6/1887)

 Anuncio

Los dueños legítimos de un crédito hipotecario por la cantidad de ochenta mil pesetas, que devenga el interés de un cinco por ciento y se halla asegurado legalmente con primera hipoteca, sobre toda una manzana de casas sitas en la ciudad de Huesca, frente al Gobierno civil y Diputación provincial, desean enajenarlo por la suma de cincuenta mil pesetas, trasmitiendo al adquirente todos sus derechos. Informes, en Zaragoza, D. Joaquín Penen, Mártires, núrn. 1, 2.°, y en Sariñena D. José Paraled.

(Diario de Huesca – 24/3/1894)

El fallecimiento de Juana Sarrate Budíos

            El 5 de abril de 1896, a los 54 años de edad, falleció Juana Sarrate Budíos, esposa de José Paraled Domingo.

            Con pesar nos hemos enterado de la muerte de la señora doña Juana Sarrate Budíos, esposa de nuestro particular y considerado amigo don José Paraled, rico propietario, muy influyente en la populosa villa de Sariñena. Contaba la difunta tan solo cincuenta y cuatro años y era generalmente muy querida entre sus convecinos, por la bondad de su carácter.

            Al Sr Paraled y a su hijo D. Joaquín, así como al resto de tan dilatada y distinguida familia, les enviamos el testimonio de nuestro más sentido pésame.

 (Diario de Huesca – 9/4/1896)

 Aniversario en Sariñena

            Se celebró anteayer en la iglesia parroquial de Sariñena el primer aniversario en sufragio del alma de la Sra. Dª. Juana Sarrate Budíos, dignísima esposa que fue del conocido propietario de aquella villa nuestro particular y desde la infancia querido amigo, D. José Paraled.

            El Sr. Paraled, su apreciable hijo D. Joaquín y demás familia, han recibido con ocasión de aquel acto fúnebre, celebrado con toda solemnidad, nuevos testimonios de la consideración y aprecio de todas las ciases del vecindario sariñenense.

(Diario de Huesca – 7/4/1897)

El fallecimiento de José Paraled Domingo

 Diario de Huesca 1-7           A los tres años de la muerte de su esposa, José Paraled Domingo fallece a los 55 años de edad, el 29 de junio de 1899.

            Falleció ayer en su casa de la villa de Sariñena, el rico hacendado D. José Paraled Domingo, estimado y muy considerado amigo particular nuestro y hermano político de nuestros no menos queridos amigos D. Inocencio Lucea y D. Joaquín Penen. El Sr. Paraled era uno de los primeros contribuyentes de aquella importante villa y la bondad de su carácter y sus cualidades personales le tenían conquistada general estimación en aquella comarca, donde ha sido muy sentida su muerte.

            A su apenada familia y a. sus deudos todos enviamos la manifestación de nuestro sincero pésame.

(Diario de Huesca – 30/6/1899)

 

Reflexiones de Domingo Lana Novellón


                       Aficionado al guiñote, butifarra, lectura, guitarra,  poesía  y ajedrez, Domingo pasa las primeras horas de la tarde en el casino practicando alguna de sus aficiones favoritas y después se acerca a conversar en las tertulias que se forman en el Centro Social. Por M. A. Corvinos Portella.

Domingo Lana

Domingo Lana Novellón

  -Allí quedamos en vernos para hablar de su vida y enseguida comienza  por el principio  haciéndome un resumen de sus datos familiares.

  Mi padre fue Manuel Lana Laín, mi madre era  Felisa Novellón Peralta de casa Codaneta y mis hermanas Felisa y Pilar. Nací el 4 de agosto de 1933 en el número 13 de la calle La  Rosa. Estoy casado con Nieves Lacuna Vicente de casa Marianeta a la que conocí cuando tenía 13 años  y aún iba a la escuela. Por lo tanto llevamos 59 años juntos y hasta el día de hoy hemos sido muy felices, por lo menos por mi parte (sonríe).  Hemos tenido dos hijos, Sergio y Blanca, de los que estamos muy orgullosos.  Nieves y yo hicimos  el viaje de novios en tren por Lérida y Barcelona hasta la Costa Brava donde vivía mi primo Pedro Novellón.

  Mi padre no me pegó nunca, ni siquiera me “carrañó”, siempre razonaba las cosas. Era muy casero y no le gustaba ir por las tascas.

  Mi madre fue muy trabajadora y regentaba una casa de comidas en la calle La Rosa. Era una gran cocinera y tenía mucha clientela, la recuerdo como una gran madre.

-Os dicen de casa “Codaneta”, ¿de dónde viene este apelativo?

  Mi abuelo se llamaba Pedro Novellón Codana y si a ese segundo apellido le añades el sufijo monegrino eta ( seguramente significará el hijo pequeño de casa Codana). Eso me parece lo más probable.

-Después de estas disquisiciones iniciales me cuenta sus vivencias en las escuelas  

nacionales y otros asuntos escolares.

   En cuanto a mí te diré que empecé a estudiar como todos en las nacionales, aunque luego mis primos, Casimiro Lana que era ingeniero químico de gran prestigio, profesor y político republicano  en Barcelona y Paco Lana médico en Zaragoza, le aconsejaron a mi padres que estudiara bachillerato. Mi padre aceptó de buena gana los consejos y se vendió una talega de judías para poder comprar los libros, luego me matriculó en la academia de don Valentín González en la calle Ugarte. También marchaba a pie  tres días  por semana al barrio de la Estación a estudiar con un cura vasco llamado don Pedro. Era muy culto, sabía tres idiomas y era una persona excelente. Debo decir que tanto el uno como el otro, al ver las dificultades económicas que padecíamos en casa, no quisieron cobrar a mi padres y yo correspondía aprovechando las clases.

  Recuerdo una anécdota que me sirvió de enseñanza para toda la vida… Debía tener 9 o10 años cuando ocurrió…, aquel día no me había podido aprender la lección de Geografía de Europa y, por supuesto, no me la sabía, llegué a clase y al comprobar don Pedro lo que pasaba,  me dijo una frase que me llegó al alma y que siempre he recordado:

-¡Parece mentira Domingo que sabiendo lo que le cuestas a tu padre no te sepas la lección!

  Aquella noche apenas dormí por la angustia que sentía debido el fallo cometido y también por las horas que estuve estudiando aquel tema. Han pasado muchos años y todavía soy capaz de recordar la anécdota y la lección.

Al día siguiente llegué a la Estación y le espeté entre eufórico y respetuoso:

-¡Ya me la sé!- y sin dar tiempo a otra cosa fui repitiendo sin pestañear aquellos países europeos y sus capitales que el día de antes se me habían atragantado.

 Al final, todo aquel año de esfuerzo y estudio  me sirvió  sólo para adquirir cultura puesto que llegó la hora de matricularme y no lo pudimos hacer porque no disponíamos del dinero suficiente.

  Me dio una gran rabia, me eché a llorar,  metí los libros en una caja que aún guardo y que ya no la he vuelto a abrir.

  Ahora puede parecer una tontería, pero mi primer viaje a Huesca quedó cancelado y no conocí la capital hasta que me sortearon para hacer la mili.

-Por supuesto que en su memoria aparecen nombres propios con sus pequeñas historias y de los que guarda certeros recuerdos estudiantiles.

  De los maestros de las nacionales tengo muy buen recuerdo de don Martín, un maestro que tenía una gran cultura y que también sabía enseñar. Era muy serio.

   Y otro que me viene a la memoria, eso sí, totalmente opuesto al anterior, era don Carlos Canela, un hombre muy elegante con cierto parecido a Xavier Cugat. Lo recuerdo con sombrero, traje marrón y dos maletas de cuero que utilizaba todos los lunes y viernes para ir o volver en tren a Almacellas  Allí tenía una fonda y  las maletas las llenaba de productos de primera necesidad como aceite, judías, garbanzos, etc.  No sé si esos productos les daba salida en su fonda o se dedicaba al estraperlo. Como viajaba en primera e iba tan arreglado nunca sospecharon de él.

  Muchos viernes don Carlos dejaba el trabajo a mi cargo y se marchaba picándose también las clases de los sábados. Yo hacía lo que podía, recuerdo que enseñé a multiplicar y dividir por dos cifras a José Antonio Gascón y a alguno más de la clase, también hacía los dictados. Recuerdo que una vez me lo dejó escrito en catalán y no entendía nada, menudo chasco.   Los lunes por la mañana volvía a suceder lo mismo porque el tren nunca llegaba a su hora.

  Era tan “pincho” que cuando nos daba trabajos manuales cortaba los cristales con el anillo, por lo que me figuro que la piedra debía ser un diamante.

-La posguerra fue una etapa muy difícil para casi todos, quizá más para los niños porque tenían que compaginar escuela y trabajos para la economía familiar.

   Yo nunca fui un crío, salía de la escuela y marchaba a trabajar al campo. Igual hacía sogueta que “aclarecía” remolacha o cualquier otra cosa de la huerta.

  A los once años tuve que dejar la escuela.

-Me explica qué es lo de aclarecer remolacha.

  Lo de aclarecer remolacha se hacía cuando, después de haber sembrado varias semillas en un mismo hoyo, al nacer estas, arrancabas las plantas menos fuertes y dejabas sólo una.

– Su padre Manuel Lana fue un referente para Domingo.

   Mi padre trabajó 19 años en la contrata de la RENFE para cargar o descargar el carbón de las máquinas de tren. No fue a la guerra, pero estuvo movilizado en ferrocarriles. Cuando iban a llegar los nacionales a Sariñena marchamos toda la familia en el tren hacia Cataluña.  Al llegar cerca de Suria  nos dirigieron hacia Barcelona. Allí el asunto pintaba muy mal y después de varios días el hambre empezó a hacer mella en mis  dos hermanas y en mí, por lo que mi padre pidió permiso para volver a Sariñena. Le advirtieron que no lo hiciera, más que nada por el parentesco con el político republicano Casimiro Lana, pero no hizo caso y volvimos. Al llegar al pueblo lo echaron de la RENFE y no tuvo más remedio que trabajar los huertos de los abuelos y el secano de Las Almunias. El primer año y  mientras crecía lo que habíamos sembrado y plantado las pasamos canutas. Mientras tanto yo iba aprendiendo el oficio de agricultor.

  Con el tiempo mi padre pasó a  trabajar en Regiones Devastadas “escachando” casas en ruinas o levantando el barrio nuevo de detrás del cuartel y yo me dediqué al campo.

-Me cuenta las faenas que hacían en el monte y una inquietante anécdota.

 Yo seguí de agricultor y compramos dos burros y dos machos para trabajar mejor el secano de Las Almunias. Recuerdo que con 14 años me quedé a dormir sólo en la paridera y en ese “bautismo iniciático” dormí poco,  sobre todo por el miedo que pasé sin luz, con el roer de las ratas y con las historias de maquis que aún se contaban  Lo que ocurrió nunca lo tuve muy claro puesto que o bien mi padre calculó mal el tiempo o me engañó. El caso es que me dijo que le esperara mientras él se iba a regar a los “Chamarcales” y ya no volvió a buscarme. De todas maneras antes no se tenían tantos miramientos con los críos.

  En el mes de febrero íbamos  a “romper” la tierra; en los meses de marzo y abril a “mantornarla”  y a “terciarla”; en verano a segar y en otoño a sembrar. Para no tener que perder el tiempo yendo y viniendo,  permanecíamos varias semanas en las Almunias. Vivíamos en la masada con lo más básico  hasta que terminábamos los trabajos, aunque los domingos los pasábamos en casa.

 Cuando íbamos en verano a segar o trillar primero ayudábamos a mi tío Juan y después él nos devolvía el favor.

 Estos trabajos los combinábamos  con los de las huertas. Los animales del corral los cuidaba mi madre.

-Como mi vocabulario agrario es muy limitado, me explica pacientemente el significado de esas palabras del campo.

   Romper la tierra era labrarla con una orientación específica, se hacía de Este a Oeste, o sea del lugar de la salida del Sol a su ocultación; mantornarla era hacer los surcos  de Norte a Sur y terciarla era hacer la tercera labor de labranza haciendo los surcos más abiertos. Estas técnicas, que ahora no se usan, mejoraban la tierra y las cosechas.

   Para hacer  rectos los surcos teníamos nuestro truco…, tomábamos un punto de referencia allá lejos en la sierra y mientras labrábamos no lo perdíamos de vista y nos salían bastante rectos.

-Las comidas en el monte no eran demasiado variadas, pero si energéticas.

   El menú del monte en los meses de invierno generalmente era “judías de careta” para almorzar, judías blancas para comer y sartenada de patatas para cenar. Los mayores bebían  vino y los demás agua del pozo artesiano que teníamos y que se surtía de algún manantial interno.

   En el hogar  siempre había un  puchero con judías enriquecido con “ensundia” y alguna otra cosa más. Aquel puchero estaba todo el día “enronado” con ceniza, .hirviendo poco a poco. Como no había madera echábamos en el hogar cualquier cosa que ardiese, generalmente “granza”, o sea la mezcla  de paja larga y gruesa, espigas y grano sin descascarillar que quedaba después de aventar .

  Teníamos en la masada, colgada del techo con una cuerda la “garrancha” que no era otra cosa que una cesta llena de alimentos. La cesta tenía por la parte superior un plato a modo de tapadera, estaba agujereado por el centro para que pasara la cuerda. Este artilugio hacía precipitarse al suelo a las ratas que se atrevían a bajar. En un rincón había una tinaja con tape llena de cebada para los machos y burros y en ella también guardábamos algunos alimentos. Cada noche nos levantábamos dos veces para dar  de comer a los bichos.

-Le pregunto por el pozo de donde bebían el agua.

  Mi tío Juan Lana tenía en el monte un pozo de “calera”. Este tipo de  pozo es distinto porque recoge superficialmente  las aguas de lluvia. Se lo había mandado hacer al “Can-Can”. El nuestro, como te he dicho era artesiano y se surtía de aguas subterráneas.

  Ahora ya no se pueden beber agua en el monte.

-Al final me habla de la mili y de la otra profesión que ha ejercido  durante tantos años y que le ha granjeado el cariño de muchas personas.

 Tuve suerte con la mili porque gracias al sorteo fui “excedente de cupo” y sólo hice tres meses de campamento en Arguís. Vivíamos en tiendas de campaña, hacíamos prácticas de tiro, caminatas e instrucción y nunca bajamos a Huesca. Soy de la quinta del 54-55 como Jorge Anoro, Jesús el “Roso”, Ullod, Joaquín Gilaberte, Luis Mairal, Antonio Mir, Antonio Maestro, Cucalón…

  Años más tarde, a mitad de los sesenta,  me hice profesor de autoescuela y durante más de cuarenta estuve enseñando a conducir a mucha gente de Sariñena y comarca. Ahora el negocio familiar  lo llevan mi hijo Sergio y mi nuera Sandra.

  Y para compaginar todas las tareas agrícolas con las estaciones compuso una larga poesía que me recita sin dudar, pero que no me deja publicarla, quizá más adelante…

  Por último no me queda más que darle las gracias por su amabilidad  y por  compartir con todos nosotros retazos de una vida preferentemente dedicada a su familia, a su autoescuela, al dance y a sus amigos.

A. Corvinos Portella

ENTREVISTA A DOMINGO LANA NOVELLÓN


 Domingo es una enciclopedia viva y charlar con él es un placer. Las conversaciones que mantuvimos durante algunas tardes mientras nos tomábamos unos cortados en el Centro Social dieron los suficientes datos como para componer otra entrevista en el siguiente número de nuestra publicación. Mi interlocutor iba desgajando de su memoria retazos de su vida y de su pasión por el dance. Fueron unos momentos muy interesantes mientras, a nuestro alrededor, el resto de asiduos y asiduas se divertían con los juegos de mesa, veían la televisión o charlaban tranquilamente.

      En el exterior un grupo de jubilados jugaba a la petanca haciendo caso omiso a la ola de calor que esos días caía sobre Sariñena. En este número podremos enterarnos de cosas interesantes sobre el dance del que Domingo formó parte, de una u otra manera, desde los nueve años..

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Domingo situado a la izquierda de la foto.

Entrevista a Domingo Lana Novellón , por Manuel Antonio Corvinos Portella.

A propósito del Dance.


-Nada más sentarnos comienza una argumentación filosófico-social muy razonada sobre las bases que sustentan el origen y la vitalidad del dance…

-Las dos leyes más antiguas de la humanidad son las biológicas y las sociales.

El dance pertenece a esta última y es nacido de la propia naturaleza de las personas. Es una forma de expresión literaria oral y sin raíces escritas. Podría decirse que es un reflejo de la vitalidad social de la vida.

En todas las culturas se danza desde tiempo inmemorial. Todas las tribus y pueblos del mundo lo han hecho y lo siguen haciendo.

También puede decirse que es una forma natural antiquísima de expresión cultural y social del ser humano..

Por lo tanto el dance es un libro de Historia donde los porqués del tiempo han ido marcando los pasos de la vida.

-Después completa su alegato con un ejemplo.

-Recuerdo unos dichos de Antonio Susín que corroboran esta afirmación. Se trata de un romance que tiene una antigüedad de unos cincuenta años y nos habla de los cambios tecnológicos ocurridos en la sociedad de entonces y que ahora pudieran parecernos sencillos y entrañables, pero que bien pudieran ser extrapolados a nuestra sociedad actual. Están expresados con la mejor socarronería altoaragonesa:

Todo remata en el mundo

las radios tan alparceras

como el pan blanco que asoma

los morros por una cesta.

Sucumbieron con sus ondas

aquellas costumbres viejas

antes iba un pregonero

que al llegar a las esquinas

sacaba de la trompeta

la saliva mal gastada

y noche de garraspera

limpiándose las narices

con un pañuelo de celpa

Hombre seco el pregonero

en verano sin chaqueta

en invierno un tapabocas

y siempre por compañera

llevaba trotando calles

su descarada trompeta.

Al primer toque que daba

acudíamos los críos

vestidos con culereta

muchos chicos y algún grande

con la boca bien abierta

le podían dar posada

a un pan de La Masadera.

-¡Chicos, ¿qué pregonarán?¡

-¡Que hable el hombre por su cuenta¡

-En la calle Cantarranas

dicen que un yerno a su suegra

le ha roto las dos varillas

a golpes de horca pajera.

-En el barrio Mercadal

allá en la placeta Roda

se ha escapado una pollina

y lleva tres muertes hechas.

Y pa remate de cuentas

siempre la misma musica

pregonaba sardineta:

-Todo el que quiera comprar

sardineta fresca de casa

Jesús el Currutaco

la tienda frente al Romea

vale el kilo a tres perretas.


-Aunque no viene demasiado al caso le pregunto por los tipos de pregones que se hacían.

-Desde que yo recuerdo siempre ha habido tres tipos:

Si el pregonero tocaba la trompeta, el vecindario sabía que iba a pregonar asuntos del Ayuntamiento o de publicidad local.

Si tocaba el tambor iba a vocear sobre riegos.

Y si le daba a la campana iba a contar cosas relacionadas con las cofradías o asuntos de la iglesia.


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Domingo con su hijo Sergio.

-En esta primera entrega, Domingo quiso centrarse únicamente en el dance y para darle una cierta cronología, empezaré, como vulgarmente se dice, por el principio y para ello utilizaré unas palabras de nuestro protagonista en una entrevista que le hizo Joaquín Ruiz para su página Web “Os Monegros”… (ver entrevista aquí)

-Aquel año de 1923 tenía que debutar el gaitero Vicente Capitán porque tanto Sixto “El Rey” y Tomás “El Malo” ya estaban mayores para continuar de gaiteros. Vicente Capitán ofreció a Susín ser su sustituto como general cristiano durante las fiestas patronales. Al final, y para decepción de Susín, el papel fue para uno de los danzantes del grupo que, además, alojaba el cuarto del gasto (la Casa del Gasto) en casa de su madre Isabel “La Cota”. En esas fiestas de 1923 Susín ejerció de diablo, lo que le permitió “hacer todo tipo de diabluras”. Con dieciséis años pasó unas fiestas inolvidables: “persiguiendo a las chicas y levantándoles las faldillas con la forca que llevaba cargada de codetes”.

Al año siguiente ya hizo de general cristiano y Puértolas de general turco: “nos compenetrábamos muy bien durante el tiempo que lo hicimos juntos”. Después de Puértolas, Carpi hizo de general turco y Paraled de general cristiano.

Susín contaba la siguiente anécdota de Paraled: “se hizo con un faro de tractor para fabricarse un casco, porque antes aquellos no existían, no se llevaban cascos y… de un faro de tractor que tenía él lo desmontó y se lo puso de gorro”.

En el dance, Susín hizo de todo: de diablo, de general turco, de general cristiano, de rebadán y finalmente de mayoral.

El dance de Sariñena obtuvo en Zaragoza en el año 1966 el primer premio de dance regional, con motivo de las segundas jornadas de estudios folclóricos aragoneses promovidas por don Antonio Beltrán Martínez.

Cariñosamente, Antonio Susín, antiguo mayoral del dance de Sariñena, apodó a Domingo Lana Novellón como el “Rebadán del tremoncillo”. El mismo Susín lo cuenta en una entrevista que le hizo el conocido mago oscense Rafael Ayerbe Santolaria (Rayers Sam).


-A partir de ahora Domingo y yo retomamos de nuevo el relato. Me habla de Susín y de la relación entre ambos.

-En el año 1929 se llevó a cabo la Exposición Universal de Barcelona y Susín en ese momento decide cambiar de vida y acercarse al progreso que esa prometía. Marchó a la ciudad condal y encontró trabajo en un taller mecánico. Me contó que en sus ratos libres hacía algo de teatro.

Un día le explotó un compresor y le dejó una marca de por vida en la mano y otra en la cara, para recuperarse volvió a Sariñena y ya no regresó a Barcelona. En su pueblo retomó el oficio de blanqueador.

Durante la Guerra Civil y mientras duró la contienda se dejó de danzar. Se retomó en septiembre del año 39 con Martín “el Donato” de mayoral.

Los ensayos siempre comenzaban a mitad de agosto y se hacían en la era Bolera.

Hacia el año 1940 o 41 , Martín se puso enfermo y lo tuvieron que ingresar en Huesca. Fueron a verlo varios danzantes y no lo debieron ver muy bien puesto que al regresar a Sariñena hablaron con Antonio y le dijeron que se preparara porque iba a ser el nuevo mayoral como así sucedió. Entonces Tarramera pasó a desempeñar el papel de rebadán

Posiblemente fueron cuarenta y siete los años que Susín le dedicó al dance, siendo de todo menos volante ya que en aquellos tiempos no existían. Aunque esto que voy a decir es difícilmente calibrable, estoy seguro que gracias a su esfuerzo y dedicación el dance no desapareció y eso siempre lo debemos de tener en cuenta.

Mi buena relación con Antonio Susín venía porque nuestras dos familias tenían mucha amistad. Mi hermana Felisa Lana “Codaneta” era muy amiga de Isabeleta Susín y además ambas familias realizaban muchas actividades juntas como matacías, descapotar panizo, comidas de navidad, fiestas, etc.

Yo debía tener nueve años cuando conocí a Susín y ya me di cuenta de su personalidad y de su valía. A partir de ese momento empecé a ayudarle a corregir los dichos. Luego pasé a formar parte de nuestro dance en el papel de rebadán durante muchos años y también me dediqué a escribir los dichos y las motadas. Fueron años magníficos de dedicación al dance.

-Domingo, ¿has faltado alguna vez a la cita de San Antolín?

-Estuve relacionado con el dance toda mi vida. Entré en el grupo muy joven, tenía solamente nueve años y nunca falté a la cita, excepto un año en que mi padre me lo prohibió. Resulta que una tarde dejé la trilla a medias para ir a danzar ante unos alemanes que había traído don Antonio Beltrán. Recuerdo que dio una conferencia en el casino y después les hicimos una demostración.

Mi padre se enfadó y ese año me prohibió danzar.

-En todas sus palabras se nota la admiración que Domingo sentía por Antonio. También cuando me cuenta cierto plagio que realizó el más conocido escritor altoaragonés del siglo XX.

-Gracias a Manolo Berdún, gran lector, supimos que Ramón J. Sender había utilizado unos versos de Susín en su célebre novela “Crónica del Alba”.

Susín, en su debut como rebadán, le había dedicado los siguientes dichos al mayoral Martín “el Donato” y que luego fueron inmortalizados sin citar el origen por el escritor de Chalamera.

“Y ahora les contaré un caso

que vi en las Almunias Altas

iba a carriar con mi padre,

y oí un ruido que atronaba

que me creí de momento

sería alguna cabaña;

pero al llegar más adelante

ya vi de qué se trataba:

era Martín, el Donato,

con catorce o quince cabras,

que llevaban en el cuello

esquillas en abundancia.

Y yo le dije: “¡Martín!

llevas muy poco rebaño,

pero buena cencerrada”.

Lo peor es que no son d´él,

casi todas son ampradas;

que a Tomás, el Cartujano

y esto no crean que es farsa,

fue a decirle este verano

que l´en dejara unas cuantas.

Si quiere usted mis consejos,

pa que no se ria el Sarro,

disminuya las esquillas

y aumente más el rebaño.”

 De todos los miles de escritos de Susín puede que este sea el más celebrado y el que más se recuerda en Sariñena.

-Se detiene un momento y pasa a recordar a los viejos protagonistas del dance.

-Entre los antiguos danzantes puedo nombrarte los siguientes, si me dejo alguno que me perdonen los descendientes:

Miguel Puértolas que estaba casado con la “Casiana”, Manuel de “Fodas” casado con Concha (ambas mujeres no se perdían un ensayo), Justo Emilio Casabón, los “Cancanes” (padre e hijo), Antolín el “Paje”, los “Cesteros”, Lombarte, los “Pomares”, los “Canteros”, Manolo “Titana”, Berdú, los hermanos Callén, el “Chupón”, Paco y José de la “Cota”, Manolo el “Roso” al que le gustaba beber y del que guardo una anécdota muy graciosa que luego te contaré, Manuel Puyol , José Antonio Peña y Luis el “Carrizo” entre otros.

-Jennine Friburg en Sariñena era una persona muy valorada, ¿qué relación tuviste con ella?

-Jeannine vino a Aragón a estudiar la jota para hacer un trabajo para la universidad, pero por casualidad llegó a Sariñena y se quedó prendada del dance. Yo entonces trabajaba en Grañén y ella venía a dicho pueblo a comer conmigo para que le contase cosas del folclore sariñenese porque estaba haciendo una tesis doctoral.

-¿Cómo deben ser los danzantes?

-En principio, en siglos anteriores y hasta no hace muchos años, el dance se nutría solamente de agricultores y además entraban a formar parte de él casi casi por herencia..

Esto es muy normal porque estamos hablando de una zona eminentemente agrícola y la vida giraba en torno a la tierra. Los poetas que componían las motadas, los dichos y los romances también eran del pueblo. Sin embargo los gaiteros eran pastores, o sea, personas con tiempo suficiente durante el pastoreo para sacar melodías y ensayar.

 En estos momentos ese origen se ha trastocado un poco y entran a formar parte del dance todo tipo de jóvenes. En todo caso tienen que tener gran afición por la cultura popular, por nuestro folclore y por representar a la sociedad sariñenense.

El que pertenece o ha pertenecido al dance ya nunca lo olvida. Se entra a formar parte de un grupo social bien estructurado, con mucho carácter y muy cohesionado que te da una visión distinta del compañero que tienes a tu lado y de la camaradería. Además sientes que estás formando parte y manteniendo viva la historia de tu pueblo.

 En mi caso mi afición a escribir poesía y mi relación con Antonio me dieron la motivación necesaria para entrar en el dance y pertenecer a él durante muchísimos años..

-¿Cómo celebraban los danzantes el día 1 de septiembre?

-La víspera de la fiesta, antes de salir el Sol, empezábamos yendo todos a comer pan con higos al huerto de la “Pomara” camino de Las Torres. Luego íbamos a esperar la música allá al cuartel, volvíamos todos en cabalgata danzando por las calles del pueblo y acabábamos la mañana yendo a almorzar a la Casa del Gasto. Por la tarde íbamos a la iglesia, cuyo párroco era “mosen” Jorge Lecha Manaque, a bailar las Completas, dábamos una vuelta alrededor del interior de la iglesia danzando.

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En el palacio de la Alfajeria el año que fueron los mejores.

-El día 2 de septiembre es el día clave, la confirmación de que todos los ensayos hechos desde mitad de agosto salen bien.

-El día de San Antolín nos juntábamos antes de salir el sol en la Casa del Gasto (podría decirse que ese era nuestro cuartel general), en aquella época estaba en los bajos de casa Elías Capitán y anteriormente estuvo en la plaza Rebolería, en donde hoy está ubicada una peluquería. Elías era hermano de Vicente Capitán que era el pregonero y gaitero que tocaba en los dances de muchas localidades monegrinas e incluso en algún bario de Zaragoza.

A la hora convenida acudíamos a recoger a las autoridades al Ayuntamiento y danzando nos dirigíamos a la iglesia. Después de la misa estaba la procesión en la que danzábamos una mudanza especial durante el recorrido, recorrido que era el mismo que se hacía hasta hace bien poco pasando por la calle La Rosa.

Llegábamos a la plaza del Salvador y hacíamos los dichos y las mudanzas. Al finalizar cogíamos canastas, bandejas y las espadas y recorríamos el pueblo casa por casa. La gente nos echaba de todo. En las bandejas poníamos el dinero, en las espadas ensartábamos las tortas y en las canastas el resto de regalos como madalenas, tortetas de cucharada, longanizas, chorizos e incluso una vez nos dieron un cordero en una casa fuerte. De vez en cuando nos sacaban algún porrón o bota de vino y, como en esta tierra no se puede decir que no, acabábamos bien contentos. A todos estos alimentos les dábamos buena cuenta en la Casa del Gasto hasta que duraban.

Y ya no volvíamos a danzar hasta el día del Corpus.

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Domingo es el que lleva la espada ensartada con tortas.

-¿Qué estructura tiene la función del día 2 en la la plaza

Colocado todo el mundo en su sitio: Santo, autoridades y público en general se da comienzo al dance con un orden establecido que no se ha trastocado nunca:

-Se inicia con un tarirán que es una mudanza de entrada.

-En segundo lugar el mayoral hace la presentación.

-Luego se pasa a la pastorada que es un litigio entre el mayoral y el rebadán.

-Seguidamente se bailan unas mudanzas.

-Después vienen las motadas que son los diálogos entre el mayoral y el rebadán.

-Se baila otra mudanza.

-El mayoral pasa a decir los dichos.

-Una vez finalizados los dichos se baila otra mudanza.

-Luego se hace el volteo de los volantes.

-Posteriormente se recrean la lucha de moros y cristianos y del ángel contra el demonio.

-Como colofón de la representación se baila el degollau,

-Y por último se baila el tarirán final.

Tenemos conservadas veinticinco mudanzas y nueve pasacalles.

-A punto de acabar esta entrevista, le recuerdo lo prometido y sin dudar un momento me cuenta la famosa historia que habíamos dejado colgada.

-Y aquí viene la anécdota que antes te había nombrado…Estando a punto de comenzar las completas nos dimos cuenta de que faltaba un danzante en el grupo de Manolo el “Roso” para completar un cuadro. El mayoral decidió rápidamente que yo podría ser un buen sustituto del ausente. Yo entonces era muy joven y José Cabellud al ver la situación y mi candidez me gastó una broma de principiante:

-Ten cuidado con la espada de Manolo no te la vaya a clavar- me dijo.

Esas palabras me preocuparon y me pasé toda la vuelta a la iglesia con un ojo puesto en Manolo y el otro en hacerlo bien.

Al llegar a la Casa del Gasto le pregunté a Manolo con toda la inocencia de mis años:

-¿Por qué bebe tanto?-

Me tocó la mano y me dijo:

-Mira Codaneta “namás” moriría bien a gusto si fuera “augau” dentro de un tonel de vino.-

Y claro ante semejante contestación ya no seguí con el tema.

-Para terminar hay una famosa anécdota ocurrida en un viaje que los danzantes realizaron a Huesca y que salió a la luz en una entrevista que el famoso mago e ilusionista Rafael Ayerbe Santolaria, «Rayers Sam» le hizo a Antonio Susín.

-“Una vez vinimos a danzar aquí a Huesca y resulta que Domingo era el rebadán y como no era el tiempo, no era San Lorenzo precisamente, no llevaba ramo de albahaca y claro había que solucionar el problema. Entonces hizo parar el coche de línea en el que veníamos todos y bajó, cogió unos tremoncillos y una aliaga y se hizo un ramo.

Subió de nuevo al autobús y le dije”:

Tenemos un rebadán

que para mi es bastante pillo

y en Sariñena le llaman

el rebadán del tremoncillo

Aquí termina la primera parte de la entrevista que me concedió Domingo Lana Novellón este pasado verano en el Centro Social de Mayores. La siguiente versará sobre su vida y la podrán leer más adelante.

Por su amabilidad y paciencia y por compartir sus experiencias con todos nosotros le doy las mas expresivas gracias.

Manuel Antonio Corvinos Portella

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Domingo Lana Novellón, el rebadán del tremoncillo.


 

Domingo Lana

Domingo Lana Novellón.

             Cariñosamente, Antonio Susín, antiguo mayoral del dance de Sariñena, apodó a Domingo Lana Novellón como el “Rebadán del tremoncillo”. El mismo Susín lo cuenta en una entrevista a Rafael Ayerbe Santolaria:

     Domingo Lana. Ese también fue rebadán conmigo. Y cuando veníamos a danzar aquí a Huesca una vez, resulta que no llevaba ramo de albahaca ni cosas de esas, porque era pa distinto tiempo, no era San Lorenzo precisamente. Y como no llevaba ramo bajo, paró el coche de línea que veníamos todos, y baja y coge unos tremoncillos y una aliaga, y se hizo un ramo.

    Y llega aquí y digo:

 

“Tenemos un rebadán

que para mí es bastante pillo

y en Sariñena le llaman

el rebadán tremoncillo.”

 

Antonio Susín Palacio

Archivo de tradición oral Rafael Ayerbe. 

            A raíz de esta simpática y graciosa anécdota nos adentramos a conocer a Domingo Lana, persona muy conocida y querida en la villa de Sariñena.

            Domingo Lana Novellón nació en Sariñena, un 4 de agosto de 1933, en casa “Codaneta”, en la calle La Rosa. Su padre Manuel Lana Laín fue ferroviario en Sariñena, pero al final de la guerra tuvieron que marchar a Barcelona. Regresaron pronto y su padre se empleó en la llevanza de tierras. Domingo abandonó pronto la escuela, entre los diez y once años, incorporándose a las faenas del campo. Con la mayoría de edad obtuvo el carnet de conducir y por el 64 comenzó a trabajar en la autoescuela, oficio que ha ejercido hasta su jubilación. Mucha gente de Sariñena ha aprendido a conducir con Domingo Lana, un gran maestro. Es persona culta, poeta, ha escrito dichos, motadas y jotas, tocaba la guitarra y siempre ha colaborado en la vida cultural sariñenense. Recuerdo verlo en el almuerzo, cuando me saqué el carnet de conducir, afanoso con el crucigrama del periódico.

            Domingo cuenta que el mayoral Antonio Susín trabajó en un taller mecánico en Barcelona, donde se encargaba de engrasar. Susín tuvo un accidente, le explotó un compresor que le afectó a una mano y parte de la mandíbula. La lesión de la mano le impidió tocar la gaita, aunque algo se defendía con el clarín. Domingo también trató de iniciarse con la gaita, compró un clarín a plazos, pero su padre se lo hizo devolver.

            “Sena y Sariñena han conservado muy bien el dance”. Cuando Susín se puso malo se tuvo miedo “porque se podía perder el dance”. También cuando se perdió la gaita de boto aragonsea, se tuvo que recuperar, con Martín Blecua y Pedro Mir. Mientras reconstruían la gaita, Domingo y Manolo Berdun marcharon a Zaragoza y compraron tres gaitas gallegas. Fueron tiempos difíciles para el dance, incluso hubo un desprestigio del mismo y mucha gente pensaba que era hacer la risa.

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Domingo Lana con la revista «Monegros»

            “Susín era muy buena persona, tenía muy buen fondo”, recuerda Domingo. “La siña Teodora, la madre de Susín, les preparaba una cebolla a tiretas con olivas negras y aceite cuando volvían de trabajar.” Gozaban de una gran amistad, venía de familia y compartían muchas faenas del campo, además de su pasión por el dance.

            Domingo empezó en el dance en el 43 como rebadán y con Susín  como mayoral. Le ha tocado escribir dichos y motadas: “las motadas expresan muchas cosas en pocas palabras”. Recuerda con cariño a Susín  y del mayoral de Pallaruelo, el tío Juaner, del dice que “tenía una luz especial para los dichos y motadas”.

      Manuel Antonio Corvinos Portella recogió, gracias a Domingo Lana, diferentes curiosidades sobre el dance de Sariñena en «La casa del gasto y otros asuntos del dance».

            Domingo me ha recibido en su huerta, me ha hablado del dance con pasión, orgullo y emoción. El dance es una gran tradición y todo un arte: “El dance va con el instinto natural de la persona, es una expresión natural por instinto. Es una expresión oral que tiene su momento, efímera. Pero, cada paso que ha tenido importancia en la vida, se ha visto reflejado en el dance”. Domingo tiene muchas cosas por contar y que mejor que él para contarlas, le animo y espero que pronto las podamos disfrutar.

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