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El dance de Castejón de Monegros


El dance de Castejón de Monegros corresponde a uno de los típicos dances monegrinos, un dance completo de pastoradas, duelo de ángel y diablo, dichos y mudanzas al son de la gaita de boto aragonesa. Como muchos dances se interrumpió durante la guerra y aunque fue reanudado débilmente tras la contienda, poco a poco se fue perdiendo hasta que en la década de 1970 se recuperó definitivamente, aunque de forma parcial. Gracias a la incorporación de la mujer, hoy en día goza de gran vitalidad y futuro.

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El dance de Castejón de Monegros  se representa para la festividad mayor de Santa Ana el 26 de julio y la menor de San Sebastián el 20 de enero. Un dance con una gran historia recogida por Simeón Serrate Valdovinos en la revista «Pliegos» de la Asociación de Gaiteros de Aragón “Historia del antiguo dance de Castejón de Monegros”.

Tras su interrupción, durante la guerra, el dance se reanudó en 1940 con los pasacalles hasta su desaparición a mediados de la década de 1960. Recuperado a principios de la década de 1970, actualmente, se representa mediante el dance de palos interpretado en procesión y mudanzas y la representación del duelo del ángel y el diablo.

Históricamente, en Castejón de Monegros se ha venerado a la Virgen de la Lumbre, siendo su santa patrona “Nuestra señora de la Lumbre”, hasta que una plaga de langostas causó el cambio a Santa Ana, tal y como lo recogió Lucia Pérez:

En el caso de Castejón es curioso observar que, según las informaciones de los ancianos, la Virgen de la Candelaria era la antigua patrona del lugar y que en enero, para el d í a de San Sebastián, tenían lugar las fiestas de invierno. El patronazgo de Santa Ana se debe a que «antiguamente en esta tierra había muchas plagas de langosta y otras que dejaban sin cosecha el campo». Esto naturalmente ocurría cuando las espigas ya estaban granadas y una de esas plagas «se paró y desapareció justo el día de la Santa», así que «en agradecimiento se la nombró patrona». 

Lucia Pérez

El dance de Castejón de Monegros “Abuelos del mejor nieto”. Andalán nº432-433

Es en la década de 1970 cuando un grupo de jóvenes castejoneros comenzó a retomar y revitalizar el dance de Castejón de Monegros. Gracias principalmente al tío Virgilio, Ángel Tabueña, Fructuoso Sampietro y al tío Simeón “Cachencho” la nueva generación comenzó a recuperar el dance. Aunque la falta de relevo generacional de hombres propició la entrada de mujeres para poder mantener la tradición. Así, con cierta naturalidad, las chicas comenzaron a entrar en el dance de Castejón de Monegros: “No hubo grandes problemas y a partir de entonces siempre tuvieron las puertas abiertas” explica Ana Puey.

Acabadas las fiestas en el año 65 dejamos de danzar durante siete años. El dance estuvo dormido hasta que una señora lo despertó en 1973.Siendo Florentino Badimón mayordomo mayor de Santa Ana, su esposa Rafaela Badimón de Badimón, tuvo la obsesión y empeño de que volviera el dance y volvió. 

Simeón Serrate Valdovinos

Historia del antiguo dance de Castejón de Monegros. Pliegos.

Maricarmen Lavilla Calvete fue una de aquellas mujeres pioneras que entraron en el grupo de dance. Maricarmen fue reina de fiestas en 1973 y al año siguiente estaba de reina saliente “los hombres danzaban con pantalón, camisa y banda”; Maricarmen danzó por primera vez en 1975 con ropa de calle. El primer año que debieron de danzar las mujeres debió de ser en 1974, así lo fecha Simeón Serrate. Faltaba gente para danzar y, aunque no les gustaba que danzasen mujeres, fueron aceptadas para que no se perdiese. Eso sí, no faltó quien decía “No tenéis fuerza para danzar” o “El dance es cosa de hombres”.

“Los hombres fueron dejando poco a poco el dance hasta que al final sólo quedaron mujeres”.

“Aquellos años los maestros discrepaban sobre cómo se debía ejecutar el dance y cada uno lo recordaba a su manera, tanto el tío Simeón como el tío Virgilio tenía su propia forma de ver el dance”. Fructuoso Sampietro había sido danzante y se entregó mucho en su recuperación, “Fructuoso Sampietro era el más mayor y el que más se acordaba de las mudanzas, era muy enérgico y danzó con nosotras», recuerda Maricarmen con gran cariño. Ángel Tabueña provenía de Pallaruelo de Monegros y había sido antes danzante de su Pallaruelo natal. «En la recuperación del dance en los años 70 fue crucial el empeño de Florencio y Rafaela Badimon. Compraron los trajes, gaitas y regalaron una moneda de oro a cada uno de los danzantes. Rafaela fue de casa en casa convenciendo a los antiguos danzantes y animando a los jóvenes para que se incorporarán» recuerda Carmina Vidaller Salillas.

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Para aprender formaron cuadros de chicas con chicos, dos a dos. Se tuvieron que recuperar las viejas mudanzas, “cada fiesta tiene sus propias mudanzas”. “Nos lo pasábamos muy bien en los ensayos, con el gaitero los ensayos los hacíamos del 15 al 23 de julio, venía todos los días desde La Almolda”. Cuando ensayaban sin gaitero se tatareaban las melodías mientras danzaban.

Ana Puey ha danzado durante 15 años, comenzó en 1978 y ahora son sus hijas quienes han tomado su relevo. A principios de la década de 1980 los hombres dejaron de danzar, aproximadamente entre 1980 o 1982. A partir de entonces, los cuadros del dance de Castejón de Monegros están conformados totalmente por mujeres.

Al tío Virgilio lo querían mucho, era una persona muy buena y cariñosa, recuerda Ana Puey, tenía mucha consideración cuando enseñaba. Primero fue mayoral el tío Virgilio llevando el típico palo de pastor y luego, cuando se fue haciendo mayor, tomó relevo el tío Simeón. El palo tenía el característico gancho de pastor e iba adornado con cintas de colores.

Mayorales que he conocido en el dance: Primero Telesforo Segura, su apodo el Pelaire; segundo Mariano Serrate, apodado Marta; tercero Luis Buil, de apodo Padura; cuarto Hilario Segura, hijo del primero, de apodo el Trenero; quinto Enrique Martín, el Valenciano; sexto Virgilio Villanúa, este último sin apodo. En la actualidad es un servidor Simeón Serrate, de apodo Cachencho.  

Simeón Serrate Valdovinos

Historia del antiguo dance de Castejón de Monegros. Pliegos.

Al principio danzaban en el salón viejo del ayuntamiento y quien no estaba a las diez no entraba, la puerta se cerraba y para Santa Ana no danzaba. Luego danzaban enfrente de la balsa, al lado del monte blanco. “El suelo del ayuntamiento temblaba cada vez que bailaban” recuerdan Maricarmen y María Jesús. Incluso se ensayó en casa del tío Virgilio, en el pasillo de su casa, explica Martín Blecua Vitales: “Fue cuando se reanudó tras la guerra”.

El antiguo gaitero de Castejón de Monegros fue el tío Senen, que murió en 1954. El tío Senen debió de acompañar al dance de Castejón de Monegros hasta sus últimos años hasta que quizá fue sustituido por Vicente Capitán de Sariñena hasta su desaparición en la década de 1960. Vicente Capitán debió de tocar también antes del tío Senen, también debieron de pasar los gaiteros sariñenenses el Malo y el Rey. La gaita de tío Senen se conserva en una casa de Castejón de Monegros. Tomas Serrate, padre de Simeón Serrate fue gaitero, al igual que su padre (Historia del antiguo dance de Castejón de Monegros. Simeón Serrate Valdovinos. Pliegos). Simeón Serrate cita a Blas Villanua, aunque lo conoció ya muy mayor y nunca lo escuchó tocar.

Con la recuperación del dance, el gaitero oficial de Castejón de Monegros fue Mariano Labat de La Almolda, con una gaita gallega.

En 1983, el joven gaitero sariñenense Martín Blecua Vitales, junto a Pedro Mir, se acercaron a Castejón de Monegros para ver el dance. Al finalizar, mientras tomaban un trago en el bar “Metropol”, con Simeón Serrate y Mariano Labat, el tío Virgilio se acercó para conocer a los nuevos gaiteros. Martín, que llevaba una gaita de boto aragonesa en el coche, la sacó y tocó, el tío Virgilio emocionado dijo “Esto sí, esto sí, creía que no volvería a escucharla nunca”. Aquel año Martín había comenzado como gaitero en el dance de Valfarta.

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Al año siguiente murió la madre de Mariano Labat: ”No tocó en La Almolda así que tampoco le pareció bien tocar en Castejón de Monegros”. Las danzantes María Jesús, Pili y Tere bajaron a Sariñena para proponerle al gaitero de Sariñena Martín Blecua Vitales que tocase en el dance de Castejón de Monegros, Martín aceptó sin dudar. Fue en 1984 cuando Martín se incorporó al dance de Castejón de Monegros con la recuperada gaita de boto aragonesa, del que ha sido pilar fundamental, con aquel sonido autentico que los viejos danzantes reconocían con gran emoción. De la mano de Virgilio, Martín recuperó la esencia del sonido de gaita del dance de Castejón de Monegros, lo abrió a una nueva etapa forjando fuertes lazos con el grupo de dance de Castejón de Monegros: “Martín llegó en un Seat 127 junto a Virgilio”, recuerda Ana. Al año siguiente Mariano Labat ya no quiso tocar y desde entonces Martín les ha acompañado incondicionalmente: «Martín es muy querido en Castejón de Monegros, ¡Es nuestro gaitero!”. María Jesús Roca Balien comenzó a danzar en 1977 y al final acabó casándose con el gaitero, así, como bien es sabido, “la mujer del gaitero es mujer de fortuna”.

“El dance al principio no se abría hasta que llegó Martín y entonces se abrieron los cuadros al bailar”

Virgilio se acordaba del paloteado y a Martín le iba cantando las melodías, Martín las fue sacando, eran parecidas a las de Sariñena y Virgilio exclamaba “¡Pues te las sabes todas!”. Las diferencias son algunas notas, matiza Martín Blecua, algunas son más cortas pero en el fondo no hay muchas diferencias. Cuando abrieron los cuadros hablaron con el tío Magarro, que conservaba gran memoria.

Un año, en la presentación de las fiestas de Castejón de Monegros tocó el gaitero  Mario Gross Herrero, pues aquel año Martín no pudo estar para la presentación. Y en una salida a Zaragoza tocó Miguel Ángel Fraile, seria en torno a la década de 1990. Son las únicas veces que Martín no ha tocado con el dance de Castejón de Monegros desde que comenzó. Actualmente, tanto como Martín Blecua y Leandro Cucalón son os gaiteros del dance de Castejón de Monegros.

La vestimenta tradicional era la típica de fiesta, un pantalón negro, camisa blanca con cuello de tirilla, fajín blanco y alpargatas. “El traje se recuperó inspirado en el de Huesca, pero en pobre, la banda sin bordar y las zapatillas sin florituras”, explica Ana Puey. Simeón Serrate cita que los trajes fueron realizados en 1954. Aquellos trajes quedaron guardados en unas arcas en una casa de Castejón de Monegros y cuando quisieron volverlos a utilizar, en la década de 1970, los encontraron en mal estado y no los pudieron usar. Con la recuperación del dance un modista hizo trajes nuevos, igual que los inspirados en los danzantes de Huesca.

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Mariano Labat y Simeón Serrate.

Son cinco cuadros, uno central de volantes y cuatro exteriores. Cada cuadro luce un color característico en las bandas y el fajín, dependiendo al cuadro al que pertenecen van de color verde, rojo, azul, amarillo y lila. El cuadro de color lila corresponde a los volantes, de las que se inician al dance. Los otros cuadros son los adultos, los cuadros que se abren danzando al exterior. El traje se complementa con una mantilla de fiesta y un pañuelo alrededor del cuello. “El pañuelo los hombres lo llevaban en la cabeza a modo de cachirulo y las mujeres lo comenzaron a llevar a modo de segadoras, atado en la cabeza, ahora se lleva colgado al cuello”, comentan Maricarmen y María Jesús. “Antes llevaban alpargatas miñoneras ahora son zapatillas blancas de esparto  con las cintas del mismo color que las cintas y el fajín” comenta Ana puey.

Cuando empezaban en el dance las empleaban para llevar las flores, los palos y el banderín y, aunque iban a los ensayos y se sabían las mudanzas, si no había sitio en los cuadros, iban acompañando. El grupo tiene su propio estandarte “Agrupación de danzantes Santa Ana Castejón de Monegros”, realizado aproximadamente en 1978-1979.

Los dances de Castejón de Monegros

 La villa de Castejón de Monegros pertenece también al partido judicial de Sariñena. Los dances son dos. En el primero interviene el general cristiano con sus diez danzantes, y el turco o moro, con otros diez. La contienda entre los dos bandos acaba con  el vencimiento de los moros, al tiempo que el ángel aparece y convierte a los infieles. Salen después el pastor y dos repatanes, con lo que termina la introducción. Siguen largos “dichos” o elogios a la patrona Santa Ana, a cargo de los generales y los danzantes, donde el autor hace alarde de cultura hagiográfica. El dance segundo es más interesante e ingenioso. El demonio trata de engañar a los dos generales, persuadiéndoles, con sofismas y falaces, pero agudos argumentos, a que suspendan el festejo. Ya decididos, el ángel deshace la artimaña y confunde a Lucifer. Con esto acaba la introducción y siguen los “dichos” por los danzantes. Estos dichos se escribieron o enmendaron en el año 1878. El dance termina con una regocijante intervención de los dos repatanes.

Hay interpolados latines. La versificación es desigual. La copia que he utilizado, sin duda no es fiel, como hecha por el mainate o director del dance, que siempre es un sujeto rústico.

 

     Ricardo del Arco y Garay Notas de folklore altoaragonés (Madrid, 1943)”

La hagiografía es la historia de las vidas de los santos.

Para San Sebastián se va en procesión y se sube al castillo en pasacalles. Para Santa Ana se va en procesión danzando hasta la ermita de Santa Ana, llevando a hombros la santa y representando el duelo del ángel y el diablo a su vuelta en su particular lucha del bien contra el mal.

María Jesús recuerda que su abuela le contaba que “Antes se danzaba todos los días de la fiesta”. Se danzaba ya en la víspera de la fiesta “La víspera de Santiago, al atardecer, el mayoral del dance con el gaitero salían a dar una vuelta por el pueblo para anunciar la fiesta”, narra Simeón Serrate. Ya en el día de Santiago se subía danzando hasta la ermita de Santa Ana y se celebraban las “Completas”.

La noche del 25 al 26 se iba de ronda por las calles rondando a las mozas, a las solteras, y se cantaban romances: “Marichuana”, “Las trece pilares”… Se iba a «Recoger» y en un palo se iban colocando las tortas que estaban huecas en el centro.

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Para Santa Ana se subía en procesión a la ermita con las cinco banderas, tal y como recoge Simeón Serrate: “Con la de San Miguel, San Sebastián, Virgen del Rosario, Santa Ana y la de Nuestra Señora”. Llegando a la ermita se realizaba El Redolín, se formaban dos filas de danzantes y de nuevo en pasacalles, danzando, se llegaba a la ermita. En la ermita se ejecutaba El Tarirán, luego el gaitero interpretaba el Ofertorio y se regresaba de nuevo al pueblo. Durante la vuelta aparecía el diablo y el ángel, batiéndose en duelo hasta que el ángel derrotaba al diablo en la plaza.

La representación de moros y cristianos se hacía en la plaza el día de Santa Ana, los textos los recogió Ricardo del Arco y Garay en “Notas de folklore altoaragonés (Madrid, 1943)”; también se decían los dichos y motadas. Una de las particularidades del dance de Castejón de Monegros era la presencia de dos repatanes, que al igual que la figura del mayoral actualmente no se representan.

Los danzantes recitaban un largo «dicho» en que contaban la vida y milagros de la santa patrona y, al finalizar el número 20 de los danzantes, el gaitero hacía sonar su gaita bailando las mudanzas de rigor los danzantes con palos y espadas.

Lucia Pérez

El dance de Castejón de Monegros “Abuelos del mejor nieto”. Andalán nº432-433.

En la plaza se realizaba el Degollau, como en Sariñena, pero se hacía con varas en vez de espadas. El Degollau lo recordaba el tío Magarro, “un día en el campo de futbol nos lo explicó, en un encuentro de la Sociedad de Montes Blancos”, recuerda Mari Carmen.  No hay cuadro de volantes, así que durante el degollado no se sube arriba en forma de torre y lo que hacían era cruzar por encima de las varas, las cruzaban corriendo. Después, los mayordomos de la fiesta obsequiaban con un refrigerio.

Por la tarde se hacía el rosario y luego, como no había otra cosa, se volvían a hacer rondas por el pueblo. “Hasta entre fuego y fuego artificial se danzaba” recuerda María Jesús.

El tercer día, narra Simeón Serrate en La historia del dance de Castejón de Monegros,  se hacía la mudanza del Tormo: “Una vez terminada la ceremonia, los danzantes ensayaban una mudanza que se llamaba la mudanza del Torno y se interpretaba con unas varas. Cada danzante llevaba una vara cogida por las puntas, formaban un circulo y la gaita entonaba una danza”.

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Hace años de diablo hacía el tío Rubio el aventurado, Andres Mazuque. Durante los últimos años ha sido Javier Serrate Pueyo “Con una chispa y gracia intensa que hacía la delicia de mayores y el temor de zagales y zagalas”. “En Castejón de Monegros siempre ha sido difícil encontrar un chico o chica de menos de diez años para hacer de ángel, todos le tienen mucho miedo al diablo”. Ahora continúa su hijo Raul Serrate Giral que lleva cinco años desde que se retiró su padre en el ejercicio del mal hasta que, como siempre, acaba siendo derrotado por el ángel.  De ángel normalmente es un niño o niña de no mucho más de ocho años: “le tiene que ir bien el traje y que no tenga miedo al diablo”.

Tanto el traje de ángel como el diablo corresponden a aquellos trajes confeccionados después de la guerra. El traje del diablo es completamente negro con unas líneas amarillas onduladas adornando el traje: “La horca también está pintada de negro con una línea en amarillo”.

El diablo sale para Santa Ana “los críos lloran con sólo verlo”. Sale después de la misa, a la vuelta, por el barranco del Pelaire sale el diablo donde se enfrentan los danzantes. Luego, por el llano se baten en duelo el diablo con el ángel y un tercer enfrentamiento en la puerta de la iglesia, donde el ángel acaba matando al diablo. La espada del ángel es característica: “No es recta sino sinuosa”.

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En aquellos primeros años, de 1970 a 1980, fueron todos los años a danzar a Huesca a la plaza de toros. Han estado en muchos sitios, antes se pagaban los trajes y gastos con diferentes actuaciones. Han ido a Francia, Graus, Boltaña, Robres, La Almolda… En 1988 participaron en la inauguración de la plaza Mayoral Antonio Susín Palacio de Sariñena, el 27 de agosto de 1988 y la Calle del Dance “Se danzó y cantó el romance de Marichuana y Las trece advocaciones”. En aquel homenaje también participaron los dances de Sariñena, Sena, La Almolda y Monegrillo; además tocó Juan Mir la gaita y contaron con la honorable presencia de Marcell, lutier francés constructor de las tres primeras copias de la gaita de boto aragonesa. En el 2016 fueron a danzar a Huesca, en el 2018 participaron en el homenaje al gaitero Martín Blecua y hace poco en Zaragoza para las fiestas del Pilar en la feria de artesanía. A la ofrenda del Pilar de Zaragoza acuden algunas vestidas de danzantes, a modo particular. Una vez incluso fueron a danzar a Sabiñanigo, pues las fiestas coinciden con la de Castejón de Monegros. Así que fueron pronto por la mañana el día 25 de Santiago y volvieron para danzar al día siguiente “El autobús nos dejó en el baile y cuando bajaron las gente les aplaudió”. El baile no lo perdonaron, las fiestas del pueblo son las fiestas, aunque había que tener todo preparado para el día siguiente para el día 26 santa Ana “El traje tenía que estar impoluto”. Les pagaron 100.000 pesetas.

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El tío Simeón fue abanderado del dance de Castejón de Monegros. El antropólogo Julio Alvar grabó en 1982 al tío Simeón cantando los romances de Castejón de Monegros con Mariano Labat a la gaita. Carmina Vidaller Salillas cuenta además que Julio filmó el dance y la procesión de Santa Ana. “El texto del romance de Marichuana fue contraportada del programa de la Semana de Aragon en París organizada por la Casa de España de esa ciudad en 1983. Todo el trabajo de campo que Julio hizo en Castejon en el 81,82 y 83 se depositó en el Instituto Aragonés de Antropología”, explica Carmina Vidaller Salillas. Las grabaciones de Julio Alvar pueden consultarse en la fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz.

Además, en 1988 Mario Gros y Luis Bajén recogieron y difundieron la gran tradición musical de Los monegros, del dance y cantos romances. De sus trabajos aparecieron «Monegros» (Música tradicional de Aragón SAGA, 1990), una extraordinaria recopilación del folklore monegrino, «La gaita en los Monegros» (Aragón LCD Prames) y «Romances de ronda» una recopilación de romances cantados por Simeón Serrate.

A la gente joven le encanta el dance, por ahora sólo se animan las chicas pero los chicos tienen completamente abiertas las puertas. Ahora hay dos cuadros de chicas ensayando, “Lo malo que muchas están fuera estudiando o trabajando y no pueden ensayar”.

Gracias a Ana Puey Campos, Maricarmen Lavilla Calvete, María Jesús Roca Balien, Carmina Vidaller Salillas, Martín Blecua Vitales y Mario Gros Herrero por sus explicaciones y fotografías en esta aproximación al dance de Castejón de Monegros. ¡Qué continúe! ¡Viva el dance de Castejón de Monegros! y ¡Viva los dances de Los Monegros!.