Manuel Conde López

Militar sanitario, Manuel Conde López fue médico del campo de aviación Alas Rojas de Sariñena durante la guerra de España de 1936 y gran amigo y compañero del teniente coronel Alfonso de los Reyes González. En 1988 publicó “Memorias de un médico militar” recogiendo su vida y vivencias donde la persona del doctor Conde, en palabras de Francisco Alonso Fernández (Catedrático jefe del departamento de Psiquiatría de la Universidad Complutense y Académico de la nacional de Medicina) responde a un auténtico compendio de humanismo, simpatía e inteligencia que queda reflejado en las páginas de sus memorias.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Oficiales y suboficiales de aviación, entre ellos el médico Manuel Conde López (dcha), observan una bomba de aviación.

Médico militar por añadidura hijo y hermano de médicos militares, Manuel Conde López nació en Badajoz el 2 de diciembre de 1901, aunque su vida siempre ha transcurrido por diferentes lugares. A los quince años ingresa voluntario en el ejército, estudia en la facultad de medicina de san Carlos de Madrid y acaba accediendo, por oposición, a alumno interno en el Hospital Cínico de san Carlos. Al tiempo, fue destinado al área de dermatología. Se licencia en medicina en 1924 y en septiembre del mismo año es nombrado Alférez Médico Alumno de la Academia de Sanidad Militar. En 1925 aprueba los exámenes de las asignaturas del doctorado en la Facultad de Medicina.

Promovido al empleo de teniente médico, es destinado a la guarnición de Burgos, “Hasta el traslado forzoso a Marruecos” donde toma parte, en un equipo quirúrgico, en el desembarco de Alhucemas. Allí permanece en varios destinos, como el hospital de Cala del Quemado, la enfermería de Dardrius, el peñón de Vélez de la Gomera o el hospital militar de Tetuán.

En plena república, es destinado a Aviación en León y luego a Sevilla donde obtiene por concurso la plaza del curso de Dermovenereología en el Hospital de Madrid-Carabanchel y después, a su finalización, destinado al Hospital de Barcelona.

Con la sublevación militar de julio de 1936, Conde hace valer su juramento militar y defiende el gobierno legal de la república -Todo hombre y más si es militar, es un perjuro si no cumple sus juramentos-. El 18 de Julio de 1936 se presenta en el aeródromo de Prat de Llobregat desde donde se organiza un convoy hacía Lérida y Sariñena -En la ambulancia con el practicante que teníamos en Lérida formamos parte del convoy-. En dichas localidades, Manuel prestó sus servicios hasta su ascenso a comandante Médico.

Aunque algunas referencias citan como una avioneta de reconocimiento De Havilland 87 “Hornet Moth” salió de Lérida, el 1 de agosto de 1936, pilotada por Francisco Pérez Mur junto con el comandante Alfonso de los Reyes, jefe de las operaciones aéreas en el frente de Aragón, para elegir el emplazamiento del aeródromo de Alas Rojas. Conde apunta que fue el capitán piloto Amador Silverio quien fue designado a elegir el emplazamiento del aeródromo.

Instalado el aeródromo, en sus memorias realiza una descripción del mismo: –El campo de aviación se situó a unos 4 km. de Sariñena y, a unos 3 km. de la carretera que une dicha población con Bujaraloz y Caspe casi tocando al pueblecito de Albalatillo, pueblo con cuyos habitantes estábamos constante mente en contacto. Hacia el oeste de la carretera, queda el campo de vuelo, prácticamente un cuadrado bastante grande, pues se trataba de terreno llano de cultivo. Al este, en una extensión un poco menor a la del campo de vuelo, se montó el campamento, con sus instalaciones, todavía rudimentarias. Había algunas tiendas de campaña de forma cónica con cabida para una docena de personas con sus catres de campaña. Los catres eran de lona montada sobre un bastidor de madera plegable, cómodos, especialmente si se había podido requisar un colchón de lana. En una de dichas tiendas se instaló el botiquín. En otra se instaló la cocina. Para comedor del personal volante había un toldo fijado a unas estacas. En nuestra tienda botiquín dormíamos el teniente médico Barceló Cabré y el practicante. –

En su relato, da cuenta del funcionamiento del aeródromo, del izado de la bandera cada mañana, la existencia de la emisora Alas Rojas o una tremenda tormenta que sufrieron el 10 de agosto de 1936. Además, da cuenta de su vinculación con el Hospital Militar de Sariñena y con parte de los médicos catalanes que operaban en el hospital de guerra.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Varios oficiales recorriendo el campo de aviación. Entre ellos, Manuel Conde López, Alfonso Reyes González, José del Barrio y el teniente coronel Grao.

Conde fue amigo del médico de Sariñena D. Pedro Cascales Ballarín, -buen médico y mejor persona, cuya amistad ha perdurado-. Se ofreció como compañero -pues los elementos de que disponíamos contrastaban con la escasez de medios en el ambiente rural-.

Entre sus memorias, hay una preciosa anécdota:

-Un día me envió a un niño de unos diez años de edad, que presentaba en una pierna una herida superficial por quemadura accidental con gasolina. Le puse un apósito y la herida cicatrizó. Este niño era un superdotado y desde el primer momento nos llamó la atención, por lo que se ganó el afecto del comandante Reyes y del comisario político Franco Quizá, que le entregaron una escopeta para su defensa y le ofrecieron toda la protección que necesitase su familia. Al cabo de unos treinta años, siendo presidente de la Sociedad Médica Hispano-Americana de New York, entre los nuevos ingresados estaba aquel niño de Albalatillo, Aurelio Usón Calvo, el que me reconoció al cabo del tiempo y me dice: «Vd. es el capitán médico Conde que me curó hace años una pierna en Sariñena». Desde entonces nació una verdadera amistad en New York donde ambos ejercíamos la Medicina, el Profesor Aurelio Usón en el Medical Center de Columbia University como destacado urólogo e investigador y yo en mi consulto rio de Medicina General en el populoso Bronx habitado por una mayoría de portorriqueños y otros hispanoparlantes.-

Conde ayudó a su amigo Pedro Cascales, quien -todo triste y afectado, pues elementos incontrolados se llevaron preso a un cuñado suyo, padre del actual notario de Madrid D. Alberto Ballarin. La solución llegó de manos del jefe de la escuadrilla Alas Rojas –Había que actuar con eficacia y rápidamente para salvar una vida y el encargado del rescate fue el capitán piloto, jefe de la escuadrilla «Alas Rojas», que con sus soldados de Aviación en una operación sorpresa, devolvió a su casa sano y salvo a D. Ignacio Ballarín -.

El 30 de junio de 1937, por Orden Circular, Conde es confirmado en la situación de “Al servicio del Arma de Aviación- a Manuel Conde López (entre otros médicos) con el cargo de Delegado de Sanidad zona Centro Sur y jefe de Sanidad de aviación-  (El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil).

En agosto de 1937, sufre lesiones graves en acto de servicio que le llevó a estar hospitalizado unos cuantos meses en Lérida y Barcelona. Una vez restablecido, es destinado al Hospital de Aviación de Barcelona y designado delegado de Sanidad de Aviación de la Zona Centro-Sur. -Con la perdida de Cataluña, el comandante médico Conde se hace cargo de la Jefatura de Sanidad hasta la terminación de hostilidades en abril de 1939- (El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil).

Con la finalización de la guerra, Conde se exilia a través del puerto de Alicante a Orán, donde pasa unos días en un campo de concentración hasta su salida para París. Finalmente, con el comienzo de la segunda guerra mundial, abandona Francia partiendo de La Rochelle a Buenos Aires a bordo del «Massilia»: – Cuando el barco comenzó a separarse del muelle y apenas había desatracado, el mismo sitio donde había estado fue bombardeado por un avión solitario franquista. Aquellas horas angustiosas de miles y miles de hombres atrapados por una geografía y una coyuntura política y militar que les impide toda retirada -.

Tras cinco años en la capital del Río de la Plata, se traslada a Nueva York y Boston, donde ejerce como médico residente en el «Boston City Hospital», especializándose en medicina familiar, al igual que en Nueva York.

Asiste a varios congresos, entre ellos «The World Medical Association», como Observador Internacional. Además, fue presidente y premio de la Sociedad Médica Hispano Americana de Nueva York en el año 1965 y miembro activo de la Academia de Familia de Estados Unidos.

Ficha Manuel Conde López. CDMH.

Con los años, tras la caída del régimen dictatorial, en 1977, tras el largo exilio regresa a España, instalándose en Madrid. Se reincorpora al Colegio Oficial de Médicos de Madrid e ingresa en la Sociedad Española de Médicos Escritores.

Con la libertad, regresa a Sariñena y Albalatillo, donde se reencuentra con su viejo amigo Pedro Cascales: -Al cabo de más de treinta años me encuentro en Albalatillo con el Dr. Cascales y después de abrazarnos me dice: «Perdona Conde que no te diese las gracias por tu intervención en el rescate de mi cuñado, pues tu marcha a Barcelona me impidió hacerlo».

No deja de realizar viajes a Nueva York. Y otras partes de Estados Unidos El 5 de octubre de 1982, asiste en San Francisco a la entrega del grado de «Fellow» de «American Academy of Family Phisician». Tuvo licencia para ejercer la Medicina en el Estado de New York hasta el año de 1989.

En 1985 se le concede el empleo de coronel Médico.

Además, Conde realizó numerosas publicaciones, apuntamos algunas de ellas, destacando su trabajo sobre los médicos exiliados:  

  • El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil.
  • Higiene militar; por el Dr. Manuel Conde López 1935 Editorial  J. Sánchez de Ocaña.
  • Excmo. Sr. D. José Gómez Ocaña; por Manuel Conde López y Fernando Conde López; Lugar de publicación  Madrid Editorial Sucesor de Enrique Teodoro Fecha de publicación  1922.
  • Conde, Manuel. Médicos exiliados, desde 1939 a 1942. Consulta semanal, números 132, 133, 134 y 135. Noviembre de 1981.

Manuel Conde López (n. Badajoz, 1901). Se exilió en la República Argentina en 1939 y solamente se conoce un trabajo suyo de la especialidad publicado en una revista regionalista: “La lucha contra las enfermedades venéreas», Extremadura, V, n.° 5-8, Bue nos Aires, 1940”.

(Ciencia española en el exilio (1939-1989): el exilio de los científicos españoles. Francisco Giral)

El sábado 30 de noviembre, tras una breve enfermedad, falleció en el hospital Roosevelt de Nueva York Manuel Conde López a los 90 años de edad. Se encontraba en Nueva York para asistir a la reunión anual de la Sociedad Hispano-Americana de Medicina de Nueva York y recibir el galardón con que distingue anualmente dicha sociedad a uno de sus más destacados miembros, y que fue otorgado el 14 de octubre «en mérito a su continuado y encomiable interés en el estudio de las ciencias médicas».

3 comentarios en “Manuel Conde López

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