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Manuel Conde López


Militar sanitario, Manuel Conde López fue médico del campo de aviación Alas Rojas de Sariñena durante la guerra de España de 1936 y gran amigo y compañero del teniente coronel Alfonso de los Reyes González. En 1988 publicó “Memorias de un médico militar” recogiendo su vida y vivencias donde la persona del doctor Conde, en palabras de Francisco Alonso Fernández (Catedrático jefe del departamento de Psiquiatría de la Universidad Complutense y Académico de la nacional de Medicina) responde a un auténtico compendio de humanismo, simpatía e inteligencia que queda reflejado en las páginas de sus memorias.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Oficiales y suboficiales de aviación, entre ellos el médico Manuel Conde López (dcha), observan una bomba de aviación.

Médico militar por añadidura hijo y hermano de médicos militares, Manuel Conde López nació en Badajoz el 2 de diciembre de 1901, aunque su vida siempre ha transcurrido por diferentes lugares. A los quince años ingresa voluntario en el ejército, estudia en la facultad de medicina de san Carlos de Madrid y acaba accediendo, por oposición, a alumno interno en el Hospital Cínico de san Carlos. Al tiempo, fue destinado al área de dermatología. Se licencia en medicina en 1924 y en septiembre del mismo año es nombrado Alférez Médico Alumno de la Academia de Sanidad Militar. En 1925 aprueba los exámenes de las asignaturas del doctorado en la Facultad de Medicina.

Promovido al empleo de teniente médico, es destinado a la guarnición de Burgos, “Hasta el traslado forzoso a Marruecos” donde toma parte, en un equipo quirúrgico, en el desembarco de Alhucemas. Allí permanece en varios destinos, como el hospital de Cala del Quemado, la enfermería de Dardrius, el peñón de Vélez de la Gomera o el hospital militar de Tetuán.

En plena república, es destinado a Aviación en León y luego a Sevilla donde obtiene por concurso la plaza del curso de Dermovenereología en el Hospital de Madrid-Carabanchel y después, a su finalización, destinado al Hospital de Barcelona.

Con la sublevación militar de julio de 1936, Conde hace valer su juramento militar y defiende el gobierno legal de la república -Todo hombre y más si es militar, es un perjuro si no cumple sus juramentos-. El 18 de Julio de 1936 se presenta en el aeródromo de Prat de Llobregat desde donde se organiza un convoy hacía Lérida y Sariñena -En la ambulancia con el practicante que teníamos en Lérida formamos parte del convoy-. En dichas localidades, Manuel prestó sus servicios hasta su ascenso a comandante Médico.

Aunque algunas referencias citan como una avioneta de reconocimiento De Havilland 87 “Hornet Moth” salió de Lérida, el 1 de agosto de 1936, pilotada por Francisco Pérez Mur junto con el comandante Alfonso de los Reyes, jefe de las operaciones aéreas en el frente de Aragón, para elegir el emplazamiento del aeródromo de Alas Rojas. Conde apunta que fue el capitán piloto Amador Silverio quien fue designado a elegir el emplazamiento del aeródromo.

Instalado el aeródromo, en sus memorias realiza una descripción del mismo: –El campo de aviación se situó a unos 4 km. de Sariñena y, a unos 3 km. de la carretera que une dicha población con Bujaraloz y Caspe casi tocando al pueblecito de Albalatillo, pueblo con cuyos habitantes estábamos constante mente en contacto. Hacia el oeste de la carretera, queda el campo de vuelo, prácticamente un cuadrado bastante grande, pues se trataba de terreno llano de cultivo. Al este, en una extensión un poco menor a la del campo de vuelo, se montó el campamento, con sus instalaciones, todavía rudimentarias. Había algunas tiendas de campaña de forma cónica con cabida para una docena de personas con sus catres de campaña. Los catres eran de lona montada sobre un bastidor de madera plegable, cómodos, especialmente si se había podido requisar un colchón de lana. En una de dichas tiendas se instaló el botiquín. En otra se instaló la cocina. Para comedor del personal volante había un toldo fijado a unas estacas. En nuestra tienda botiquín dormíamos el teniente médico Barceló Cabré y el practicante. –

En su relato, da cuenta del funcionamiento del aeródromo, del izado de la bandera cada mañana, la existencia de la emisora Alas Rojas o una tremenda tormenta que sufrieron el 10 de agosto de 1936. Además, da cuenta de su vinculación con el Hospital Militar de Sariñena y con parte de los médicos catalanes que operaban en el hospital de guerra.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Varios oficiales recorriendo el campo de aviación. Entre ellos, Manuel Conde López, Alfonso Reyes González, José del Barrio y el teniente coronel Grao.

Conde fue amigo del médico de Sariñena D. Pedro Cascales Ballarín, -buen médico y mejor persona, cuya amistad ha perdurado-. Se ofreció como compañero -pues los elementos de que disponíamos contrastaban con la escasez de medios en el ambiente rural-.

Entre sus memorias, hay una preciosa anécdota:

-Un día me envió a un niño de unos diez años de edad, que presentaba en una pierna una herida superficial por quemadura accidental con gasolina. Le puse un apósito y la herida cicatrizó. Este niño era un superdotado y desde el primer momento nos llamó la atención, por lo que se ganó el afecto del comandante Reyes y del comisario político Franco Quizá, que le entregaron una escopeta para su defensa y le ofrecieron toda la protección que necesitase su familia. Al cabo de unos treinta años, siendo presidente de la Sociedad Médica Hispano-Americana de New York, entre los nuevos ingresados estaba aquel niño de Albalatillo, Aurelio Usón Calvo, el que me reconoció al cabo del tiempo y me dice: «Vd. es el capitán médico Conde que me curó hace años una pierna en Sariñena». Desde entonces nació una verdadera amistad en New York donde ambos ejercíamos la Medicina, el Profesor Aurelio Usón en el Medical Center de Columbia University como destacado urólogo e investigador y yo en mi consulto rio de Medicina General en el populoso Bronx habitado por una mayoría de portorriqueños y otros hispanoparlantes.-

Conde ayudó a su amigo Pedro Cascales, quien -todo triste y afectado, pues elementos incontrolados se llevaron preso a un cuñado suyo, padre del actual notario de Madrid D. Alberto Ballarin. La solución llegó de manos del jefe de la escuadrilla Alas Rojas –Había que actuar con eficacia y rápidamente para salvar una vida y el encargado del rescate fue el capitán piloto, jefe de la escuadrilla «Alas Rojas», que con sus soldados de Aviación en una operación sorpresa, devolvió a su casa sano y salvo a D. Ignacio Ballarín -.

El 30 de junio de 1937, por Orden Circular, Conde es confirmado en la situación de “Al servicio del Arma de Aviación- a Manuel Conde López (entre otros médicos) con el cargo de Delegado de Sanidad zona Centro Sur y jefe de Sanidad de aviación-  (El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil).

En agosto de 1937, sufre lesiones graves en acto de servicio que le llevó a estar hospitalizado unos cuantos meses en Lérida y Barcelona. Una vez restablecido, es destinado al Hospital de Aviación de Barcelona y designado delegado de Sanidad de Aviación de la Zona Centro-Sur. -Con la perdida de Cataluña, el comandante médico Conde se hace cargo de la Jefatura de Sanidad hasta la terminación de hostilidades en abril de 1939- (El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil).

Con la finalización de la guerra, Conde se exilia a través del puerto de Alicante a Orán, donde pasa unos días en un campo de concentración hasta su salida para París. Finalmente, con el comienzo de la segunda guerra mundial, abandona Francia partiendo de La Rochelle a Buenos Aires a bordo del «Massilia»: – Cuando el barco comenzó a separarse del muelle y apenas había desatracado, el mismo sitio donde había estado fue bombardeado por un avión solitario franquista. Aquellas horas angustiosas de miles y miles de hombres atrapados por una geografía y una coyuntura política y militar que les impide toda retirada -.

Tras cinco años en la capital del Río de la Plata, se traslada a Nueva York y Boston, donde ejerce como médico residente en el «Boston City Hospital», especializándose en medicina familiar, al igual que en Nueva York.

Asiste a varios congresos, entre ellos «The World Medical Association», como Observador Internacional. Además, fue presidente y premio de la Sociedad Médica Hispano Americana de Nueva York en el año 1965 y miembro activo de la Academia de Familia de Estados Unidos.

Ficha Manuel Conde López. CDMH.

Con los años, tras la caída del régimen dictatorial, en 1977, tras el largo exilio regresa a España, instalándose en Madrid. Se reincorpora al Colegio Oficial de Médicos de Madrid e ingresa en la Sociedad Española de Médicos Escritores.

Con la libertad, regresa a Sariñena y Albalatillo, donde se reencuentra con su viejo amigo Pedro Cascales: -Al cabo de más de treinta años me encuentro en Albalatillo con el Dr. Cascales y después de abrazarnos me dice: «Perdona Conde que no te diese las gracias por tu intervención en el rescate de mi cuñado, pues tu marcha a Barcelona me impidió hacerlo».

No deja de realizar viajes a Nueva York. Y otras partes de Estados Unidos El 5 de octubre de 1982, asiste en San Francisco a la entrega del grado de «Fellow» de «American Academy of Family Phisician». Tuvo licencia para ejercer la Medicina en el Estado de New York hasta el año de 1989.

En 1985 se le concede el empleo de coronel Médico.

Además, Conde realizó numerosas publicaciones, apuntamos algunas de ellas, destacando su trabajo sobre los médicos exiliados:  

  • El servicio de sanidad de aviación en la zona gubernamental de la guerra civil.
  • Higiene militar; por el Dr. Manuel Conde López 1935 Editorial  J. Sánchez de Ocaña.
  • Excmo. Sr. D. José Gómez Ocaña; por Manuel Conde López y Fernando Conde López; Lugar de publicación  Madrid Editorial Sucesor de Enrique Teodoro Fecha de publicación  1922.
  • Conde, Manuel. Médicos exiliados, desde 1939 a 1942. Consulta semanal, números 132, 133, 134 y 135. Noviembre de 1981.

Manuel Conde López (n. Badajoz, 1901). Se exilió en la República Argentina en 1939 y solamente se conoce un trabajo suyo de la especialidad publicado en una revista regionalista: “La lucha contra las enfermedades venéreas», Extremadura, V, n.° 5-8, Bue nos Aires, 1940”.

(Ciencia española en el exilio (1939-1989): el exilio de los científicos españoles. Francisco Giral)

El sábado 30 de noviembre, tras una breve enfermedad, falleció en el hospital Roosevelt de Nueva York Manuel Conde López a los 90 años de edad. Se encontraba en Nueva York para asistir a la reunión anual de la Sociedad Hispano-Americana de Medicina de Nueva York y recibir el galardón con que distingue anualmente dicha sociedad a uno de sus más destacados miembros, y que fue otorgado el 14 de octubre «en mérito a su continuado y encomiable interés en el estudio de las ciencias médicas».

Alas Rojas


 En agosto de 1936, a comienzos de la guerra civil española, se establecía en Sariñena el campo de aviación  “Alas Rojas”, alojando, en el frente de Aragón, la vanguardia de la aviación republicana con su escuadrilla “Alas Rojas”. Sus características bandas rojas, pintadas a modo de identificación en los aviones, dio origen a su inconfundible nombre de «Alas Rojas».

Aerodromo Sariñena

Aeródromo de Sariñena. Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) AGMAV,M.2212,6 / 6.

Artículo enmarcado en la serie sobre la guerra civil en Sariñena

Alas Rojas, el aeródromo

El investigador sariñenense Arturo Morera Corull recogió la historia del aeródromo de Sariñena en una completa serie de artículos sobre la Guerra Civil en Sariñena. Los diferentes artículos «La guerra del 36 en Sariñena» fueron publicados en la revista Quio de Sariñena y Los Monegros, entre los números del 22 al 32, recogiendo diferentes hechos del campo de aviación. Arturo realizó un amplio estudio de las referencias escritas y noticias en medios de comunicación, escribiendo el relato del aeródromo de una forma cronológica y detallada. Un trabajó que rescató del olvido el abandonado aeródromo junto a diversos episodios bélicos importantes para la historia de la aviación, como es el caso del tercer derribo nocturno de la historia de la aviación mundial.

Ejercito aire

Sello del Ejército del aire. Expediente sobre el Aeródromo de Sariñena. 1945. Fuente: Biblioteca Sariñena.

«Muchos de los datos que voy a aportar los he entresacado del estupendo libro La Aviación de Cataluña en los primeros meses de la guerra civil, escrito por el ingeniero D. Juan J. Maluquer, uno de los primeros oficiales que formaron parte de la escuadrilla “Alas Rojas” en Sariñena. Otras publicaciones especializadas que dan información sobre la aviación en nuestra villa son La guerra de España desde el aire, de Jesús Salas Larrazábal; Mitos y Verdades, de Andrés García Lacalle; La guerra en el aire, del coronel José Gomá, y la Historia del Ejército Popular de la República, de Ramón Salas Larrazábal. También los periódicos barceloneses de la época aportan detalles interesantes sobre las actividades de la aviación republicana desde el aeródromo de Sariñena.»

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

El libro “Alas Rojas Sariñena” (Sariñena editorial, 2006), del sariñenense Salvador Trallero, es obra de referencia sobre el aeródromo republicano de Sariñena, aportando un gran valor fotográfico y documental sobre el campo. Una obra extraordinaria indispensable y recomendable para conocer y descubrir su historia. También resulta imprescindible el capitulo que el investigador oscense, Vítor Pardo Lancina, dedica al aeródromo en la obra “Agnes Hodgson A una milla de Huesca” (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

En la misma línea, Miguel Sanchís publicó su trabajo «Alas Rojas sobre España», una obra en la que se describen y explican las características de la aviación republicana.

Alas Rojas sobre España Miguel Sanchís

Los inicios del aeródromo

Con los inicios de la guerra urgió la necesidad de establecer un aeródromo en el frente de Aragón, cerca de las líneas enemigas. Arturo Morera relata como el teniente coronel Felipe Díaz Sandino, comandante de las fuerzas aéreas en Cataluña y jefe del aeródromo del Prat en Barcelona, junto al capitán retirado del arma, Alfonso de los Reyes, al frente de unos milicianos ocuparon el 17 de julio de 1936 las instalaciones del aeródromo del Prat «En previsión de un posible alzamiento militar, y desarboló, en unión de Díaz Sandino, cualquier posibilidad de sublevación de los aviadores en contra de la República. Vencida la resistencia del general Goded y sus seguidores en Barcelona, el jefe del aeródromo del Prat se aprestó a reclutar y organizar unas milicias combatientes al servicio de la aviación republicana. (La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.). José María Maldonado Moya apunta que Diaz Sandino, jefe de la 3ª Región aérea y de la 3ª Escuadra de Aviación Militar, «Preparó la defensa del campo del Prat, con un grupo de aviadores y mecánicos.» (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

El 22 de julio de 1936, el entonces capitán Alfonso de los Reyes, recibió la orden de salir para Lérida al mando de una escuadrilla de Breguet. Según Maldonado, en el campo del Prat había cuatro aviones Breguet-19 y otros tres o cuatro reparándose en los talleres «Todavía disminuiría en una unidad al huir dos oficiales con un Breguet hacia la Pamplona sublevada» (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

«Orden de salir para Lérida al frente de una escuadrilla. «Alas Rojas». Nombre evocador, mil veces glorioso. En Lérida impera el caos revolucionario. La escuadrilla «Alas Rojas» empieza a actuar en el «frente» aún no establecido» (Mi revista. Barcelona. 1936. 15 de julio de 1938).

Pronto, desde el aeródromo de Lérida se buscó un lugar para instalar un aeropuerto más avanzado a las líneas del frente. «El 1 de agosto de 1936 el comandante de Aviación Alfonso de los Reyes, ordena al piloto de la avioneta De Havilland Hornet», Pérez Mur, que aterrice en una gran llanura en el lado oeste de la carretera de Sariñena a Albalatillo, entre las cuencas de los ríos Flumen y Alcanadre. Habían despegado del aeródromo de Lérida en busca de un aeropuerto avanzado para la Aviación de Cataluña, con base principal en el campo militar del Prat de Llobregat, y el terreno encontrado era perfecto tanto desde un punto de vista estratégico como por las características orográficas. A los pocos meses, el propio aeródromo de Lérida será sustituido por el de Sariñena», (Víctor Pardo Lancina citando al propio piloto, Francisco Pérez Mur, quien explica los detalles del vuelo en su De la Voltige Aerien- ne a la guerre d’Espagne, París, Editions France Empire, 1978, pp. 90-92. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros ).

«Una extensa planicie entre las acequias de Valderas y del Hospital, el río Isuela (ahora mal llamado Flumen) y el límite con Albalatillo, fue el terreno elegido para instalar el campo de aviación. Es decir, en las partidas conocidas como “Los Sasos”, “Las Ramblas’ y el “Usaso de Albalatillo”, siempre en el término municipal de Sariñena. La carretera local que va desde la comarcal A-230 a Albalatillo cruzaba por el medio del nuevo aeródromo. Al oeste de dicha carretera local se situó el campo de vuelo, y al este, en un área sensiblemente igual a la del campo, se ubicó el campamento con instalaciones muy rudimentarias, básicamente tiendas de campaña militares.» (La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros).

Alfonso de los Reyes manifestó que el traslado a Sariñena respondía para «Poder actuar más eficazmente en el apoyo de las columnas Durruti, Del Barrio, Ascaso, Trueba, Ortiz…, figuras cumbres de los milicianos y de la Revolución. Profesionales cuya fe en el triunfo, a pesar del caos inevitable de los primeros momentos, les convertía en verdaderos héroes de leyenda.» (Mi revista. Barcelona. 1936. 15 de julio de 1938).

Campo aviación Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Grupo de aviones Breguet XIX.

No obstante, Manuel Conde López, médico del aeródromo, en sus «Memorias de un médico militar», apunta como fue el capitán piloto Amador Silverio el designado para elegir el emplazamiento del aeródromo: «El campo de aviación se situó a unos 4 km. de Sariñena y, a unos 3 km. de la carretera que une dicha población con Bujaraloz y Caspe casi tocando al pueblecito de Albalatillo, pueblo con cuyos habitantes estábamos constante mente en contacto. Hacia el oeste de la carretera, queda el campo de vuelo, prácticamente un cuadrado bastante grande, pues se trataba de terreno llano de cultivo. Al este, en una extensión un poco menor a la del campo de vuelo, se montó el campamento, con sus instalaciones, todavía rudimentarias. Había algunas tiendas de campaña de forma cónica con cabida para una docena de personas con sus catres de campaña. Los catres eran de lona montada sobre un bastidor de madera plegable, cómodos, especialmente si se había podido requisar un colchón de lana. En una de dichas tiendas se instaló el botiquín. En otra se instaló la cocina. Para comedor del personal volante había un toldo fijado a unas estacas. En nuestra tienda botiquín dormíamos el teniente médico Barceló Cabré y el practicante.» (Manuel Conde López, Memorias de un médico militar).

Pronto comenzaron a llegar los primeros aviones y milicianos al futuro aeródromo, también un contingente de voluntarios adscritos al PSUC que componían las llamadas Milicias Antifascistas de Aviación. «Al propio tiempo envió una patrulla de aviones Breguet y Nieuort-52 al campo de aviación de Lérida, al mando del ya comandante Alfonso de los Reyes. Este ordenó el traslado de su patrulla a un campo improvisado en Sariñena, y el día 2 de agosto se instalaron allí los dos primeros aparatos de caza Nieuport-52, pilotados por los suboficiales del arma de aviación Jesús García Herguido y Jaime Buyé Berni. Sin solución de continuidad fueron llegando a Sariñena otros aparatos, y también los milicianos reclutados en Barcelona al servicio de la Aviación. El nuevo aeródromo se instaló a unos tres kilómetros del núcleo de población de nuestra villa, muy cerca de Albalatillo, especialmente el área en donde se levantaron las tiendas y los barracones de alojamientos del personal y de los servicios.» (La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros). Víctor Pardo Lancina apunta que muy pronto «Se establecen los primeros pertrechos, tiendas de campaña, emisora, puntos de vigilancia y se empiezan a excavar las líneas de trinchera en el perímetro del complejo aeronáutico. El comandante Alfonso de los Reyes González supervisa y dirige todas las maniobras, y él será el responsable de este campo que tiene en las dos pistas de Bujaraloz un importante complemento.»

En Sariñena ha sido establecida la base aérea La escuadrilla de aviación que había
en Lérida, a las órdenes del comandante Reyes, ayer se trasladó a Sariñena, donde se ha establecido la nueva base, desde la cual se colaborará con más facilidad al avance de nuestras columnas.

La Batalla: Número 3 _ 05/08/1936.

En palabras de Víctor Pardo Lancina, el aeródromo creció a una velocidad vertiginosa, convirtiéndose en el más importante del Ejército del Este, alcanzando prácticamente el mismo rango que el del Prat de Llobregat. El campo de aviación lo inauguró el coronel Felipe Díaz Sandino, según las memorias del sindicalista cenetista José Peirats “De mi paso por la vida. Editorial Flor del Viento”. José Peirats estuvo como corresponsal en su inauguración: “Era de tierra y por todo ornamento de un palo colgaba la manga de una camisa que señalaba la dirección del viento».

Alas Rojas sello 3ª Región Aérea

Sello 3ª Región Aérea Alas Rojas. Aviación Militar. Jefatura. Grupo de Escuadrilla.

Alas Rojas se enmarcó en la 3ª Región Aérea de la República, con cabecera Barcelona y que comprendía Cataluña y la zona republicana de Aragón. Felipe Díaz Sandino fue jefe de la tercera región hasta al ser designado consejero de Defensa de Cataluña, siendo sustituido por Alfonso de los Reyes.

III Región: Barcelona y su provincia, Tarragona, Lérida, y la parte republicana de la provincia de Zaragoza:

  • 1º Sector: Celrá, Figueras Norte, Figueras Sur, Vidreras, Vilajuiga, Esponella, Puigcerdá, La Llagostera, Vergés, Torroella, Olot.
  • 2º Sector: Sabadell, Vich, Castellar, Cardedeu, La Garriga, Manresa, Villatorta, Tona, Montmeló, Manlleu, Sampedor, Bergus.
  • 3º Sector: Los Monjos, San Pedro, Igualada, Bellpuig, Tarrega, Cervera, Lérida, Vilafranca, Lladvos, Sanahuja, Agramunt, Barbastro, Castejón del Puente, Sariñena, Bujaraloz, Candasnos, Balaguer, Caspe, Híjar, Alcañiz.
  • 4º Sector: Reus, Valls, Vendrell, Salou, Pla de Cabra, Villalonga.
  • 5º Sector: Base Aeronaval de Barcelona, Prat de Llobregat, Canudas, Prat de Llobregat Air France.

Avioneta Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Mecánico llenando los depósitos de un Nieuport 52.

Entre las grandes figuras ligadas al aeródromo destaca el comandante Alfonso de los Reyes González Cárdenas, jefe del aeródromo, perteneciente al PSUC, quien en diciembre de 1936 fue ascendido a teniente coronel. Segundo jefe capitán José Domingo Rosich, capitán médico Manuel Conde López, comisario político Ramón Franco Quinza, jefe de la escuadrilla Isidoro Jiménez García y entre los numerosos pilotos, citamos a Rodolfo Robles, Jaime Buyé, Jesús García Herguido, conocido como “El diablo rojo”. «El aviador que posó el primer Nieuport en Sariñena» (Víctor Pardo Lancina citando Maluquer Wahl, Juan J. La aviación de Cataluña en los primeros meses de la guerra. Editorial San Martín, 1979, pp. 139 “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros), José Cabré Planas», Adonis Rodríguez González, Antonio Salueña Lucientes, Fernando Roig Vilalta, y los civiles, Jaime Camarasa Lluelles, Luis Aguilera Cullell, Pedro Andrada, Francisco Cabré Rofes, Mariano Foyé Rafols, o Maurain.

Mapa eródromo alas rojas sariñena

«La instalación del aeródromo de Sariñena, llamado de “Alas Rojas”, llegó a desempeñar un evidente protagonismo en el desarrollo de las operaciones militares y también en la vida cotidiana de las gentes de Sariñena.»

Arturo Morera Corull.

La instalación del aeródromo

El 2 de agosto comenzó la instalación del futuro campo de aviación republicano, aunque como señala Arturo Morera, pronto comenzó a dar algún que otro problema:

Algunos problemas de infraestructura no tardaron en aparecer en el nuevo aeródromo de Sariñena. Parece ser que el montaje del primer barracón para alojamiento de los pilotos y de los milicianos constituyó todo un gran problema. Los materiales para construirlo llegaron al campo sólo en parte y otros elementos del pabellón prefabricado se quedaron arrinconados en la estación del ferrocarril de nuestra villa.

El alférez Maluquer, por ser ingeniero, fue encargado de dirigir el montaje pero tuvo que renunciar a su cometido ante la imposibilidad de hacer trabajar a los milicianos de Aviación. Éstos argumentaban que lo suyo era pelear y así lo demostraron más de una vez cuando se desplazaban para efectuar distintos golpes de mano en el frente, e incluso fueron ellos quienes tomaron al enemigo el lugar de La Granja, a ocho kilómetros de Huesca.

Construcción campo aviación Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Trabajos de construcción del campo de aviación. Agencia EFE.

Semanas más tarde, llegó al campo de alférez Isidoro Jiménez, quien se hizo cargo del montaje del barracón, después de su llegada el 11 de septiembre de 1936. Pero tuvo que prescindir de los milicianos que seguían negándose a trabajar. Pidió la colaboración a un grupo de hombres de Sariñena y de Albalatillo, con cuyo esfuerzo y profesionalidad pudo concluirse el montaje de aquel barracón. Simultáneamente, el capitán Domingo, que actuaba como segundo jefe del aeródromo, organizó el traslado de las tiendas de campaña, convirtiéndolas en semipermanentes al protegerlas con muretes de 70 cm de altura; también dirigió la construcción de un refugio antiaéreo, asimismo con la ayuda de gentes de Albalatillo.

Agosto 1936. Alas Rojas. Sariñena. EFE

Campo de aviación Alas Rojas de Sariñena. Agosto de 1936. Agencia EFE.

«Las tiendas de campaña y habitaciones provisionales no dan la impresión de estar en un campamento, Camas plegables, luz eléctrica y algún que otro armario de luna. La parte alta está ocupada por una granja bien provista de aves, cocina y almacén de comestibles.»

Ahora, 15 de septiembre de1936.

Soldados y mecánicos, Alas Rojas

Soldados y mecánicos en el aeródromo Alas Rojas. Agencia EFE.

Se levantaron barracones, un gran refugio antiaéreo, captación de agua, trasformador eléctrico, polvorín, bunkeres… «Hasta piscina se construyó en este gran complejo defendido por soldados que salían al frente tras recibir instrucción en las explanadas en torno a la carretera de Albalatillo. La eficaz dirección del comandante Reyes se vio auxiliada por el alférez Isidro Giménez García, jefe de la Escuadrilla, y por el capitán Enrique Domingo Rosich, oficial de Artillería y responsable. Domingo Rosich, ingeniero industrial, republicano de firmes convicciones, gozaba de un gran prestigio profesional y una aureola personal indiscutibles, ya que había sido el defensor del capitán Salvador Sediles, juzga- do por la sublevación de Jaca con los capitanes Galán García Hernández y ocurrida el 12 de diciembre de 1930″ Enrique Domingo fue testigo en Madrid de la muerte accidental de Durruti, al que se le concedió el grado de teniente coronel a título póstumo» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

En los barracones, pilotos y soldados duermen, sin que nada les quite el sueño. La tarea ininterrumpida de la mañana por la noche hace que la cama se coja con gusto. Cuando el amanecer empiece a desterrar los velos sombríos de la noche, aquellos heroicos defensores de la Libertad, contentos, dinámicos, volverán a tomarme la tarea que les está encomendada. En ellos anida un solo pensamiento: salvar a la patria. Y esta emoción se hace tanto más intensa cuanto más vivo es el recuerdo de los seres queridos dejados en casa.

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

En los primeros días de la guerra, recaló en el aeródromo José Gabriel, periodista, ensayista y novelista argentino de raíces aragonesas. A su llegada al campo, «Le llama la tención una actividad constructiva y un formulismo en el trato». Los uniformes blancos de los mandos contrastan con las milicias. «Al lado, es agradable ver a los albañiles, a los carpinteros,, a los herreros erigiendo zócalos de ladrillo para las carpas, cepillando un listón, torciendo una pértiga.» (La vida y la muerte en Aragón. Salvador Trallero Editor).

En las inmediaciones de Albalatillo se construyó la fuente del Saso, conocida también como “El Tanque”. Fue construida el 10 de enero de 1937, recogiendo el agua de un manantial en un pequeño estanque con dos lavaderos en sus laterales. La fuente servía para abastecer de agua a los soldados y para aseo e higiene de los mismos.

¡SARIÑENA!

«La noche, implacable, va cubriendo con su manto de sombras la extensa explanada que forma el campo de aviación de Sariñena. Ya noche oscura, tan sólo de vez en cuando una silueta desdibujada rompe el paisaje amorfo. De repente, de entre la noche, el sonido metálico de la corneta rasga los velos oscuros y en medio de una quietud impresionante llegan hasta nosotros las notas desgarradoras del toque de «silencio».»

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

Llegan los primeros aviones 

Los primeros en llegar fueron los Breguet, procedentes de el Prat de Llobregat, que comenzaron a operar desde el primer día. Maldonado apunta que el aeródromo de Sariñena se utilizó por vez primera el mismo día 2 de agosto «Ese día sirvió como apoyo a las columnas que avanzaban por las orillas del Ebro, en el bombardeo de las cercanías de Tardienta y de la Zaida» (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Pronto llegaron al aeródromo dos aviones de caza Nieuport-52, pilotados por los sargentos Jesús García Herguido y Jaime Buyé; y tres aviones Breguet XIX, a cuyo mando de uno de ellos estaba el comandante Alfonso de los Reyes. La aviación republicana mantuvo una cierta superioridad hasta que el 17 de octubre de 1936 llegan a Zaragoza tres aviones alemanes Heinkel 51, siete aviones de caza y un Fokker. Para Maldonado la superioridad correspondió a los aviones alemanes “Hasta la llegada a finales de año de los Chatos rusos al aeródromo de Sariñena”.

«Hacia finales de año llegaron los pilotos rusos con sus aviones conocidos como «Chatos, entre los más celebrados de estos personajes cabe señalar al especialista en vuelo nocturno y asesor de aviación, Yakushin, conocido como Mateo Rodrigo, quien protagonizó en Sariñena en los primeros días de febrero de 1937, el primer derribo en combate nocturno reseñado en la historia española de la aviación.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

José Gabriel describe que todos los aviones eran chicos » Aquí hay quien nos señala en el campo tres aviones civiles que ayer llegaron de Francia y que ya están transformando en maquinas de guerra. Cazas o civiles con aparejo auxiliar para bombardeo. El que zumba acaba de llegar de excursión. Está a mi lado su piloto, que me saluda risueño y va a hacerse su aseo matinal, de vuelta de servirles el desayuno a los enemigos, en Tardienta» (La vida y la muerte en Aragón. Salvador Trallero Editor).

«Perdidos entre los pliegues de las sombras nocturnas, los aviones, monstruos de acero, duermen como si estuvieran ignorantes de su misión en la guerra.»

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

«El 3 de agosto, un Foker F-VII, un avión comercial transformado en bombardero y preparado para ser visto durante los vuelos nocturnos, despegó del aeródromo del Prat de Llobregat, sobre la una y media de la madrugada del día 3 de agosto. El piloto era Manuel Gayoso Suárez. El vuelo se realizó a muy poca altura, unos 150 metros y fueron lanzadas 4 bombas de 50 kilos. Esta poca altura tuvo una importancia notable en el desenlace de la operación ya que las bombas de aviación no se activan exactamente igual que las de artillería.» (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María). La escasa altura no permitió que la espoleta se abriese por lo que no llegaron a explotar.

Noticiero del archivo de UCLA Film & Television Archive.

Documento excepcional del aeródromo perteneciente al archivo de UCLA Film & Television Archive (The Packard Humanities Institute). En el video se puede contemplar la salida de aviones desde Sariñena, campamento anti-fuego cocina, centro de aviación, vista general del campamento de aviación, reabastecimiento de aviones, despegue, rollos de municiones, carnicero del campamento y comandante del aeródromo. Los aviones que aparecen son: 0:10 Nieuport NiD 52; 0:20 za skupinou v pozadí předek CASA Bréguet XIX; 0:26 Lockheed 9 Orion; 0:34 nástup de CASA Bréguet XIX y 0:45 start CASA Bréguet XI. También se puede apreciar al comandante Reyes manteniendo una conversación con un piloto. Las imágenes responden a mediados de agosto, el  Lockheed 9 Orion acabó estrellándose el 12 de agosto de 1936 en Muniesa.

Silvia Ribelles cuenta que Lockheed 9 Orion era francés, de fabricación norteamericana, para transporte de pasajeros: «El piloto era René Georges Cornez, y yo creo que es el hombre que aparece con un mono blanco, y llevaba unos periodistas franceses de Barcelona a Madrid. La fecha es 12 de agosto. El avión realizó un aterrizaje de emergencia en Muniesa, y los heridos fueron transportados a un pueblo vecino, tal vez a la propia Muniesa.» Las imagenes responden a unas grabaciones del archivo de UCLA Film & Television Archive (The Packard Humanities Institute).

 

En el curso de un reportaje

El director y el redactor jefe de la famosa revista francesa «Vu» sufren lesiones en un accidente de aviación Asistidos de urgencia en Cataluña, regresaron en avión a París.

El semanario ilustrado de París «Vu» tenía la Intención de dedicar un número especial a los acontecimientos de España. A este efecto, salieron de la capital de Francia, en avión, el director, el redactor jefe y un fotógrafo. En Barcelona se les unió uno de los redactores de dicho semanario. Con intención de visitar el frente se trasladaron a Sariñena, donde pasaron el viernes, y desde allí fueron a Alcañiz, con dirección a Madrid. El aparato, por una avería en el motor, tuvo que aterrizar pasada la Sierra de Arcos, entre Oliete y Muniesa.

Quedó roto el tren de aterrizaje del aparato, y el director y el redactor jefe de dicho seminario resultaron con la fractura del antebrazo y contusiones en diversas partes del cuerpo, y gracias a la pericia del piloto el accidente no tuvo las proporciones que cabía esperar, dadas las malas condiciones del terreno en que aterrizó el avión.

Los heridos fueron curados de primera intención en una ambulancia de campaña, y trasladados más tarde al hospital de sangre de Reus. El director se mostraba admirado de la magnífica organización sanitaria y pericia de los médicos y personal. Dichos señores han llegado a Barcelona y hoy salen para Paris por vía aérea. (Febus.).

La Voz, 18 de agosto de 1936.

Una tempestad que hace época.

El día 10 de agosto el cielo empezó a oscurecerse y en menos de cinco minutos la tempestad descargó sobre el campo de Aviación. Empezó a llover a cántaros, sorprendiendo a los mecánicos en su labor de anclar los aviones con cuerdas atadas a estacas. Los pilotos y mecánicos se refugiaron en las tiendas, pero de pronto se oyeron gritos de: ¡A los aparatos, a los aparatos! que amenazaban con desprenderse de sus ataduras.

Nos lanzamos todos fuera de las tiendas, hacia el campo agarrándonos a los aviones arrastrados por el vendaval. Caían granizos del tamaño de una nuez. La tempestad pasó tan rápidamente como había venido. Las tiendas se vinieron abajo. La cocina sufrió desperfectos y toda la extensión del campamento había quedado encharcada. Los aviones que eran lo más importante quedaron todos averiados. Como nota curiosa ninguno de los milicianos que se encontraban en el campamento ayudó en algo, ya que mientras duró la tormenta no se movieron de sus tiendas.

Los aparatos que habían salido antes de la tormenta, regresaron uno tras otro, tomando tierra sin dificultad.

Como hacia un calor insoportable en aquel mes de agosto y teníamos el rio Alcanadre a menos de un kilómetro y medio de distancia, decidimos bañarnos en sus aguas. Para ir al río utilizábamos algún coche disponible, el personal con autorización, del comandante Reyes. A los vecinos de Albalatillo les parecía extraño, eso del baño de los aviadores. Hasta que se reconstruyó el campamento con sus tiendas de campaña, el personal no imprescindible fue autorizado a dormir en Albalatillo.

Manuel Conde López,  «Memorias de un médico militar».

Aviador comunicando Sariñena Ahora 130836

Un aviado comunicando telefónicamente con el mando para recibir instrucciones, en las cercanías de Sariñena, en el frente aragonés. Ahora (Madrid) 13 de agosto de 1936.

El día a día del aeródromo

«A las ocho hemos desayunado en la carretera de Bujaraloz y después continuamos hacia el campo de aviación de Sariñena. Cuando llegamos al aeródromo, la mayoría de los aparatos se encuentran bombardeando los objetivos señalados por el alto mando y un avión de bombardeo se dispone a despegar con varias bombas de cincuenta kilos y una docena de las de diez. El comandante Reyes consulta una carta geográfica con el piloto y el bombardero, y a los pocos minutos el aparato desaparece en dirección a Almudévar a soltar su terrible carga. Antes de despedirme del comandante Reyes le pido que me permita volar en uno de los aviones de reconocimiento. Después de pensarlo bastante, me dice que vuelva otro día, que con seguridad volaré.»

Carrasco de la Rubia. La Vanguardia, 6 de septiembre de 1936.

Arturo Morera describe el día a día del aeródromo, de la vida de los aviadores a la banda de música de Alas Rojas o la emisora del aeródromo. Morera recogió como, el campo de aviación de Sariñena, fue un foco de actividades diversas, al margen de la función específica para la cual fue creado. La Banda de música ofreció conciertos en cuantas ocasiones se la requirió, en la propia Sariñena o en otros lugares del frente.

Como ya he dicho, los milicianos de Aviación eran combativos, pero reacios a cualquier tipo de trabajo manual no relacionado con el mantenimiento de los aeroplanos. En cambio, un grupo de ellos sintió una vocación especial por la música y organizaron una banda que después de muchas horas de ensayos, acabó por ofrecer un concierto cada día, al anochecer, en el campamento. Como la banda llegó a afinar lo suficiente, se llegó a organizar bailes las tardes de los domingos, a los que asistían vecinas y vecinos de Albalatillo y también de Sariñena. Al conjunto musical se le conocía como la Banda de Alas Rojas y llegó a merecer el espacio de toda una página de huecograbado en el diario La Vanguardia del día 11 de septiembre de 1996.

Ahora Alas Rojas

¡Ah! Y una sonora orquesta que ejecuta desde el «Himno Nacional» hasta la «Sinfonía heroica», pasando por «Mari Crú». Ensaya a primeras horas de la mañana y en «uniforme» poco menos que naturista.

Ahora, 15 de septiembre de1936.

ANC_1174827_1043705 Orquesta Alas Rojas Sariñena

Ensayo de la orquesta de la escuadrilla Alas Rojas. (Arxiu Nacional Catalunya. (ANC1-371-N-781).

La emisora

El día 5 de agosto ya se habla instalado en el aeródromo una emisora de radio que montó el que entonces era director de Radio Barcelona. Joaquín Sánchez Cortés, teniente de complemento de Transmisiones, y en la que actuaba de operador un hijo del conocido dirigente sindicalista Ángel Pestaña. La emisora se instaló en una tienda junto a la del comandante Reyes, jefe del campo, y entre las dos se colocó el palo de la bandera que servía a la vez de antena. Fue esta emisora la que dio a conocer a toda España el nombre de Escuadrilla de Alas Rojas, nombre con que se reconocía a la 3º Escuadrilla de Aviación destacada en Sariñena. (Morera Corull, Arturo. La guerra del 36 en Sariñena).

Víctor Pardo Lancina señala que la emisora emitió en onda corta de 42 metros y fueron sus operadores Pestaña, hijo del dirigente anarcosindicalista Ángel Pestaña, y Junyet.

La emisora de «Alas Rojas»

 

Desde el comienzo, se instaló una emisora de radio de onda corta de 42 metros, operada por Pestaña (hijo de Ángel Pestaña) y Junyent. El único servicio útil que prestó en los primeros tiempos fue el de proporcionar un excelente servicio meteorológico, captando las emisiones de nuestras emisoras y las del enemigo.

Las emisiones empezaban con la frase siguiente. «Atención, atención, habla la emisora de «Alas Rojas», instalada en el frente de Aragón, al servicio de la Generalidad y de la República.»

Pestaña era incansable, se pasaba horas dando noticias y buscando estaciones. Se efectuó un llamamiento a Radio Zaragoza, para iniciar canje de prisioneros que se realizó con buen resultado en el canje de la familia de Saldueña por dos aviadores militares prisioneros.

Manuel Conde López. Memorias de un médico militar.

«Encima de una torreta, sin embargo, el vigía vela el sueño de sus compañeros. En un barracón, la estación de radio del campo de Sariñena remite a las estaciones de todo el frente nuevas de la guerra. Se establecen circuitos y comentan los hechos más destacados. De vez en cuando, el zumbido de una radio facciosa interrumpe la emisión. Otras veces somos nosotros quienes nos dedicamos a captar las ondas facciosas y nos enteramos de las mentiras que hacen circular.»

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

El periódico Alas Rojas

«En el mes de septiembre de 1936, apareció la publicación semanal titulada Alas Rojas P.S.U.-U.G.T. Era de un folleto de ocho a doce páginas impreso a dos tintas, en el cual se daban noticias y comentarios referidos al momento de la guerra. Para sufragar los gastos, se abrió una suscripción que fue muy bien acogida por muchas personas de nuestro pueblo. Al parecer, el periódico Alas Rojas dejó de publicarse a primeros del mes de marzo de 1937. Se imprimió en el propio campo, y en su cabecera figuraba el nombre de Sariñena como lugar de su edición» (Morera Corull, Arturo. La guerra del 36 en Sariñena).

Peródico Alas Rojas Sariñena

Periódico Alas Rojas nº 22, 27 de febrero de 1937.

Víctor Pardo lancina apunta que la publicación apareció en Sariñena el 27 de agosto de 1936 «Como publicación semanal (Rio Bizén d’o, Historia de la Prensa Altoaragonesa, Alas Rojas, Diario del Altoaragón, 14 y 21 de marzo de 2004), único portavoz de la aviación española y una de las primeras publicaciones estrictamente circunscritas al frente. En febrero de 1937 inicia una segunda época y renueva formato, y al mes siguiente se convierte en exclusivo «Portavoz de la Aviación en el Frente Aragonés»». Manuel Senabre figura como administrador de «Alas Rojas» . Sección Imprenta (Periódico Alas Rojas, nº 20, 13 de febrero de 1937).

«A partir de julio de 1937 se edita en Lérida. Alas Rojas constituye un documento excepcional para rastrear el acontecer del aeródromo de Sariñena y la vida de sus gentes. Se pueden consultar algunos ejemplares de Alas Rojas en la biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses, también en el Archivo CNT de la Solidaridad Internacional Antifascista así como en la Biblio teca della Fondazione Feltrinelli di Milano, sección Guerra civile spagnola.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Izado de la bandera

Es curiosa la noticia que da Maluquer sobre el regular uso del asta de la bandera que se instaló en los primeros momentos en el campo. Ni un sólo día dejó de Izarse la bandea tricolor de la Republica al amanecer y de arriarse a la puesta de sol, al toque de clarín y haciendo los honores correspondientes a una bandera de España. Era la única bandera de la nación que en los primeros meses de la guerra ondeaba al viento en todo el territorio aragonés sometido a la autoridad de las milicias catalanas. Era cosa sabida que las banderas que militaban las columnas eran rojas, rojinegras o como mucho las llamadas señeras catalanas.

La bandera de la 3ª Escuadra Aérea.

 

En Sariñena al igual que en el aeródromo del Prat de Llobregat y en el de Lérida se siguió la costumbre de izar la bandera todas las mañanas al amanecer y arriarla todas las tardes a la puesta del sol, con los honores correspondientes según las ordenanzas militares. La única bandera de la República que ondeaba al viento en el frente de Aragón, era la de la escuadrilla de «Alas Rojas» de la 3ª Escuadra de Aviación. Al amanecer cada mañana se formaba la guardia, que conducida por un sargento, marchaba hasta el mástil de la bandera al lado de la tienda del comandante Reyes. Mientras duraba la ceremonia todos los que estaban en el aeródromo, hacían frente a la bandera y permanecían en el primer tiempo del saludo militar. A la puesta del sol, con igual ceremonia se procedía a arriar la bandera.

Manuel Conde López. Memorias de un médico militar.

Consejos de Guerra y bodas

En el aeródromo se llegaron a realizar Consejos de Guerra, juicios populares y la aplicación sumaria de sentencias. En esta línea, Víctor Pardo Lancina, manifiesta como el 24 de febrero de 1937 «La Auditoría de Guerra del Cuartel General del Frente de Aragón, establecida en Sariñena, envía al ministro de la Guerra un escrito, urgiendo el nombramiento de funcionarios del Cuerpo Jurídico Militar, o en su defecto letrados conocidos antifascistass, para celebrar los numerosos consejos de guerra pendientes. Se propone a tal fin al catedrático y militante de Izquierda Republicana de Jaca Florentín Ara Pétriz, a Mariano Con- te Fernando y a José Vila Cuenca. Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. P.S. Barcelona 397» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

«Consejo de Guerra a Sariñena. En el campo de aviación de Sariñena va tener lugar un Consejo de Guerra sumarísimo contra los soldados Jaume Domingo y Jospe Llori, acusados de desertores, de haber robado un automóvil y de haber falsificado documentos. Los acusados fueron detenidos en Benasque. Declaran acusando al cabo que desertó con ellos y que resultó muerto en la batalla que se produjo con motivo de la detención. La prueba testifical fue muy breve y favorable a los acusados. Fueron condenados a reclusión perpetua.» La Publicitat, 11 de marzo de 1937.

Ejecución espías. Hace tres días fueron fusilados en la Base de Aviación de Sariñena dos espías.

La Batalla: Número 42 _ 19/09/1936.

Igualmente se celebraron bodas y bautizos civiles. Víctor Pardo Lancina apunta que el comandante Reyes solía encargarse de oficiar las ceremonias, mientras el cura de Albalatillo, José Til Aso hacía de secretario y notario.

«Reyes «Tenía una cara huesuda y dura, y su risa era tristes. Hoy ha habido dos bodas -relata en su diario Adoración Abad, señalando el domingo 25 de octubre de 1936-, una la de la Correcta’ y la otra una forastera, pero ha sido con grandes ceremonias. Los ha casado el comandante Reyes. La boda se ha celebrado en los cuarteles, con un escuadrón de caballería todos formados (Pardo Lancina, Víctor citando a EHRENBURG, Ilya. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros» “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Causa General Sariñena

En el campo de aviación rojo titulado «Alas Rojas» de este término municipal, y durante la dominación marxista, se dice se practicaron varios fusilamientos desconociendo nombres de las víctimas, fechas y quienes fueron los que intervinieron en aquellos desmanes. Durante mucho tiempo fue jefe de aquel Campo el Comandante Reyes y Comisario político un tal Franco. Desempeñaba también cargo de categoría en el mencionado aeródromo el Capitán Adonis Rodríguez.    

Actividad intensa

Mientras Radio Tolouse sunsurronea bailes y más bailes, en el Aeródromo de «Alas Rojas», se halla todo el personal volante discutiendo las incidencias del día y los actos por cada uno de ellos realizado, cuando de improvisto se oye el rugido de un aparato, del cual desciende el llamado Diablo Rojo, exponiendo a todos los compañeros allí presentes las proezas por él realizadas, entre las cuales narra que el día de hoy ha descendido a 300 metros en las mismas filas enemigas. Lleva el parte de su labor al Teniente Reyes, el cual se halla frente a un plano de Huesca, ensemismado en la orientación que deben seguir para que el resultado de los bombardeos sea excelente como el hecho en el día de hoy, en que se ha llevado a cabo una insuperable labor.

Periódico Alas Rojas, nº 20, 13 de febrero de 1937.

En los primeros tiempos de la contienda, la actividad aérea de «Alas Rojas, fue intensa y los aviones actuaban en los frentes y también sobre las ciudades de Zaragoza y Huesca, que sufrieron distintos bombardeos. La superioridad en número de aparatos de la aviación de Alas Rojas sobre la aviación franquista era evidente y de ella se aprovecharon algunos pilotos que hicieron un alarde de acometividad y eficacia tiente al enemigo. El que resultó ser el más popular de todos ellos fue Jesús García Herguido, a quien se le conocía con el sobrenombre de Diablo Rojo. El escritor soviético Illya Ehrengug visitó el campo de Sariñena y habló del ‘Diablo Rojo con elogio y admiración. García Herguido había derribado el día 4 de agosto el aparato pilotado por el jefe de la escuadrilla Breguet de la base de Logroño, recién instalada en Zaragoza. Al parecer, el Diablo Jesús era un personaje muy popular y querido por los chiquillos de Albalatillo y Sariñena ya que acudían al campo para saludarle y conversar con su héroe, y este, les atendía con su ancha sonrisa y una infantil complicidad.

Alas Rojas

Otras repercusiones de la presencia de los aviadores. en Sariñena, fueron mucho más amables, como los bailes que se organizaban los domingos por la tarde en el campamento. También fue muy sonado el festival que el comandante Reyes organizó a beneficio del Hospital de Sariñena y que tuvo lugar el domingo 13 de septiembre de 1936. El diario La Vanguardia se hizo eco del festejo y dio muchos detalles del mismo. El señor Maluquer explicita ampliamente el programa de los festejos y asegura que se cumplió con exactitud:

La banda Alas Rojas y el festival

A las 11 de la mañana, pasacalles por la Banda de Alas Rojas y colecta a cargo de unas guapas compañeras. A las 3 de la tarde, partido de fútbol entre los equipos de Sariñena F. C. y Alas Rojas», haciendo el saque de honor la esposa del jefe del campo. De 5 a 6 de la tarde, gran fiesta aeronáutica, con demostraciones de acrobacias y descensos en paracaídas. De 6 a 7 de la tarde, gran baile en el campo de fútbol, amenizado por la Banda de «Alas Rojas. A las 10 de la noche, gran festival artístico en el Teatro Romea, de acuerdo al siguiente programa: 1º.- Una gran producción cinematográfica. 2º.- Selectas piezas de música interpretadas por la Banda de Alas Rojas». 3º.- Los célebres payasos Pipo y Pipa. 4º.- Gran concurso de jotas. 5°- Actuación del compañero Vila, célebre estilista de canciones regionales. Y 6º.- Fin de fiesta por la banda de «Alas Rojas».

El festival fue todo un éxito, asistió mucha gente de Sariñena y de los pueblos cercanos y estuvieron también presentes en los actos el Teniente coronel Díaz Sandino. Consejero de Defensa de la Generalidad catalana, y el coronel Villalba.

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

mecánicos Alas Rojas Sariñena 2

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Dos mecánicos ajustan el motor de un Breguet XIX.

Alfonso de los Reyes González

Alfonso de los Reyes fue jefe del aeródromo como coronel retirado del Arma del aire. Además fue nombrado Delegado de la Consejería de Defensa de Cataluña de todas las fuerzas del frente de Aragón con sede en Sariñena..

Arturo Morera recogió uno de los primeros documentos documentados donde aparece Alfonso de los reyes como jefe superior de las fuerzas de Aragón, lleva fecha del 17 de octubre de 1936: -Don Alfonso de los Reyes y González de Cárdenas, comandante de Aviación y Jefe superior de todas las fuerzas y milicias que operan en el frente de Aragón. HAGO SABER: Que por decreto del ministerio de la Guerra de 28 de julio próximo pasado fue declarada zona de guerra el territorio de la región aragonesa ocupada por las fuerzas de la República. En su virtud….- Para Arturo «Era un bando excesivamente enérgico en el que amenazaba a las personas que propalaran bulos o noticias falsas. Les prevenía de su inmediata detención, y de su fusilamiento si se les considerara facciosos por los Comités locales del lugar en donde se encontraran.»

En el mes de diciembre de 1936 el comandante Reyes fue ascendido al grado de Teniente Coronel. (Periódico Alas Rojas, nº 20, 13 de febrero de 1937). Reyes dirigió el campo de aviación con mando y orden y así lo remarcó Illa Eremburg en su artículo sobre el aeródromo «La puntualidad y celo con que son cumplidas todas las órdenes emanadas del Jefe del Aeródromo Alfonso de los Reyes» (Periódico Alas Rojas, nº 20, 13 de febrero de 1937).

campo aviación sariñena oficiales

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Varios oficiales recorriendo el campo de aviación. Entre ellos, Manuel Conde López, Alfonso Reyes González, José del Barrio y el teniente coronel Grao.

Hablamos más tarde con el Teniente Coronel el cual nos expone claramente el porqué está desde el primer momento luchando por la causa de los trabajadores hispanos. Yo,—ha dicho el Teniente Coronel Reyes—, soy un antiguó y ferviente admirador de la causa trabajadora y ello es lo que me ha inducido a estar en estos momentos al lado de los oprimidos y de lo cual me siento orgulloso. (Periódico Alas Rojas, nº 20, 13 de febrero de 1937).

La aviación Alas Rojas

Los diferentes aviones que operaron en el aeródromo fueron los Nieuport-52, Breguet XIX, o Vickers Vildebeest; los aviones civiles el Fokker F-VII de la LAPE (Líneas Aéreas Postales de España); o el Latecoere 28 (ex-Air France).También avionetas como la De Havilland 87.»GRIEGC (Los aviones de la escuadrilla Alas Rojas de Sariñena). En noviembre de 1936, el embajador ruso Antonov-Ovseenko, reconocía que en el frente de Aragón «No hay ni un solo avión moderno, Las unidades llevan atascadas en trincheras húmedas más de dos meses. Sólo será posible enardecerlas y entusiasmarlas a través de algún medio de inspiración potente. Lo mejor sería proporcionales aviones modernos» (Documento enviado a Moscú desde Barcelona. Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Aviones de la Escuadrilla Alas Rojas de Sariñena (Huesca) en agosto de 1936.
 
1.Breguet XIX
2. Nieuport 52
3. Vickers Vildebeest.
4. Dragón Rapide
5. Fokker VII
6. De Havilland Moth
7. M3.
 

En el mes de diciembre de 1936 llegaron al aeródromo de Sariñena los primeros aparatos rusos llamados Chatos, cita Arturo Morera y en enero de 1937, con la llegada de los pilotos rusos y la disolución de la Escuadrilla Alas Rojas, operaron diferentes escuadrillas de aviones rusos compuestas por Polikarpov I-15 “Chato” y Polikarpov I-16 “Mosca” GRIEGC (Los aviones de la escuadrilla Alas Rojas de Sariñena).

Los aviones de caza soviéticos llegaron pilotados en su mayor parte por oficiales de la U.R.S.S. Pero también había pilotos españoles como el héroe de la aviación republicana, capitán Andrés García Lacalle, quien tenía el mando de una de las dos patrullas de Chatos que se trasladaron a nuestra villa desde el frente de Madrid a mediados del mes de enero de 1937. La otra patrulla de aviones soviéticos 1-15 que llegó a Sariñena. estaba mandada por el ruso Iván Kopets (José).

García Lacalle en su obra Mitos y Verdades habla de su compañero José a raíz de la visita que le hizo a su paso por Leningrado en febrero de 1938. José, -dice García Lacalle-era entonces un gran personaje. Era el piloto más condecorado y ascendido de cuantos habían luchado en España. Le habían concedido la Orden de Lenin y nombrado diputado del Soviet Supremo. Tenían en aquel momento el mando de toda la aviación de caza del sector de Leningrado y mandaba al parecer más de mil aviones.

Al campo de aviación siguieron llegando nuevos pilotos y nuevos aparatos, también aviones los cuales se les adaptaba para transformarlos en militares y especialmente destinados a bombarderos. Algunas avionetas civiles se utilizaban únicamente para servicios de enlace entre Sariñena y Barcelona, o entre Sariñena y las distintas columnas del frente.

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. La tripulación de un Breguet XIX recibe instrucciones antes de despegar.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. La tripulación de un Breguet XIX recibe instrucciones antes de despegar. Agencia EFE.

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«El modelo conocido popularmente como Chato es el avión de origen soviético, aunque también se llegó a fabricar en España, Polikarpov 1-15 o en su versión I-152 -Super-Chato. Una interesante relación de armamento de distinto tipo en ARMERO, José Mario y González, Manuel, Armas y portrechos de la Guerra Civil Española, Madrid, Ediciones Poniente, 1981, 186 págs.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

 
Alas Rojas Alcañiz

El destacamento de Alas Rojas también estuvo destinado en Alcañiz.

Maldonado recoge como en el campo de aviación de Sariñena, se adaptaron algunos de los aviones civiles más potentes  para ser utilizados como bombarderos «De una forma muy rudimentaria se les añadían tubos de hierro, se hacían agujeros para soltar las bombas y otros remiendos bastante burdos». Según Maluquer “Estos tubos llevaban soldado en su extremo el dispositivo de suspensión y lanzamiento (suelta) de las bombas que iban colgadas en posición horizontal. Para lanzarlas, el bombardero tenía que sacar el brazo por la ventanilla y tirar de la palanca que actuaba de pasador que sujetaba la bomba. Para lanzar las bombas incendiarias se abrió un agujero en el piso del fuselaje. Como que las bombas de aquel tipo eran de tamaño muy reducido, iban metidas en cajas de zapatos (cartón) y se lanzaban por cajas enteras». (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

También, Maldonado recoge la forma de comunicarse entre los diferentes aviones, descrito por J.J. Maluquer «Mediante señales con banderas se transmitían las órdenes a los restantes aparatos de la escuadrilla en la forma siguiente: Para ello se procedía el ametrallador del bombardero era el trasmisor de señales y estaba situado en la torreta de la cola con medio cuerpo fuera y las banderas de señales en la mano. Llevaba una pierna atada a una cuerda que [otro compañero] tenía cogida por el otro extremo. Cuando éste veía que se acercaba el objetivo, daba un tirón suave a la cuerda y el observador sacaba y agitaba la bandera verde. Todos los aviones que seguían al Fokker cerraban la formación para lograr una buena concentración sobre el objetivo. Cuando [el compañero] a través del visor tenía centrado el objetivo, daba un fuerte tirón a la cuerda y [el ametrallador] sacaba la bandera roja. Entonces todos los aviones lanzaban simultáneamente sus bombas». (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Los últimos románticos

En los primeros tiempos de guerra, la aviación republicana escribió páginas de un heroísmo épico. Había que sentirse poseído de un entusiasmo inflamado, de un alto sentido del deber, para volar en los escasos aparatos que en aquellos tiempos disponía el pueblo para hacer frente a los Heinkel, que empezaron entonces a hacer su aparición, tímida al principio, pero que ha llegado a grados de salvajismo como difícilmente puede imaginar ninguno que no haya sido testigo de los crímenes cometidos por la aviación italo-alemana al servicio de la facción.

Nuestros pilotos de aquellos tiempos, como nuestros milicianos, eran románticos. Iban a hacer la guerra a los facciosos animados por un espíritu de rebeldía contra quienes pretendían esclavizarlos; hacían la guerra de una manera muy similar a como la hacían los guerrilleros de siglos pasados, cuando, sin tener en cuenta el número ni la diferencia de armamento, se lanzaban al asalto, el pecho descubierto, ofreciéndolo el enemigo como si nada tuviera que pasar, con un grito de alegría en los labios, un grito de triunfo.

Así también nuestros pilotos de aquellos primeros tiempos plantaban cara, con sus aparatos destartalados, en los modernísimos aviones italiano alemanes, y cuando no podían abatirlos con las ametralladoras lanzaban su aparato contra el enemigo y conseguían abatirlo.

El precio de esa victoria era siempre la muerte.

Pero eran unos héroes…

Eran los últimos románticos.

Cumplirán su deber muriendo por la patria.

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

Escuela de aviación

Según Carlos Lázaro Ávila (La escuela de aviación libertaria de Barcelona. Asociación de Aviadores de la República. ADAR), en el campo de aviación de Sariñena debió de realizarse  formación de aviadores «En El Prat de Llobregat, la Generalitat inició los cursos de formación aprovechando los Servicios Aeronáuticos de Cataluña cuyas prestaciones le habían sido devueltos al gobierno catalán después de las elecciones de febrero de 1936. La formación apresurada de pilotos civiles se hizo también, en menor número, en el campo de aviación de Sariñena, Los Monegros.»

J.J. Maluquer, en su obra La aviación de Cataluña en los primeros meses de la guerra», se refiere sobre el aprendizaje en el campo: «Uno de los trabajos más efectivos del capitán Domingo, fue la serie de conferencias que dio a los ‘novatos’ incorporados a la Aviación militar, sobre temas de Aviación. En forma sencilla y muy clara, nos explicó el funcionamiento del avión, de las ametralladoras, de los lanzabombas eléctricos o mecánicos que llevaban los Breguet-19, el visor de bombardeo y la bomba explosiva» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). Según Víctor Pardo, Domingo Rosich fue un «Ingeniero industrial, republicano de firmes convicciones, gozaba de un gran prestigio profesional y una aureola personal indiscutibles, ya que había sido el defensor del capitán Salvador Sediles, juzga- do por la sublevación de Jaca con los capitanes Galán García Hernández y ocurrida el 12 de diciembre de 1930 Enrique Domingo fue testigo en Madrid de la muerte accidental de Durruti, al que se le concedió el grado de teniente coronel a título póstumo».

La Legión Roja

Al aeródromo llegó la Columna Alas Rojas, del PSUC, unidad que salió de Barcelona el 28 de julio de 1936 para desplegarse en el aeródromo de Sariñena “Donde comenzó a funcionar un aeródromo por la 3ª Escuadra Republicana”. Comandada por el Comandante Reyes, la columna respondió a una agrupación de cuatro centurias. A partir del 3 de agosto recibió una importante de contingentes, durante todo el mes” (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Voluntaris per la libertat. Berger, Gonzalo). Se encargaron de proteger el aeródromo.

En el aeródromo se instalo una unidad de choque llamada Legión Roja comandada por Piquer. Contaba con los capitanes Abejos, Laforque, Arnal y Soler; los tenientes Aranguren, Aymó, Dominguez, Pedro Mir, J.M. Gimenez, Antonio Roger, J.M. Pérez, Loallen, Antein, Baiquer, López, Villacampa, Martínez, Biule y Garrido, los sargentos Avenosa. Moreno, Amigó, Gueal, Fernández, Sanablo y López Cuenca, el cabo Sacanoll y Javier Morell, Juan Blazquez, Enrique Escudero, Fifi Piquer, Josefina Buesa, Feliciano Soto, Manuel Ferrer, Manuel Nadal y Francisco Soler. (Periódico Alas Rojas nº 22, 27 de febrero de 1937).

La Gloriosa

A pesar de ser muy conocido el aeródromo con el sobrenombre de «Alas Rojas», en mayo de 1937 pasa a denominarse como campo de Aviación de Sariñena. Para Arturo Morera, los aviadores de Sariñena ya no mencionaban con el calificativo de «Alas Rojas» a la fuerza aérea establecida en nuestro pueblo -Entre otros motivos, porque en ese tiempo ya había arraigado la costumbre de designar a la aviación en todo el territorio republicano con el apelativo de «La Gloriosa».-

La Gloriosa

Bajo un cielo luminoso, maravillosa sinfonía en azul que sólo hemos visto en el Mediterráneo, tamizando los rayos violentos del sol, aquel avión era el presagio de lo que más tarde debía convertirse en el azote del fascismo internacional y de los militares traidores a la patria; lo que más tarde trasladaríamos a las páginas de la Historia con el nombre inolvidable de «La Gloriosa».

Aquellos hombres que luchaban a pecho descubierto dieron paso y formaron la base del magnífico Ejército que hoy tiene la República.

Y aquellos pilotos de los que recordamos sólo Cabré, Freire, Galarza, Erguido dieron paso a «La Gloriosa de hoy, sirviendo de ejemplo a los bravos pilotos de la República que siembran el terror en las filas facciosos y que cuando vuelan sobre nuestros campos, sobre nuestras ciudades, parecen infundir un valor, una firmeza, base de la gloriosa gesta que está escribiendo el pueblo español.

Sin aquellos milicianos abigarrados no habría sido posible construir el actual Ejército de la República.

Sin aquellos pilotos temerarios y heroicos, tal vez hoy «La Gloriosa» no existiría.

Pero hoy, cuando la República cuenta con un material magnífico, que nada debe envidiar al de sus enemigos; cuando cuenta con unos pilotos decididos y valientes, héroes también en cien ocasiones, el recuerdo de aquellos que fueron el punto de partida de las formidables fuerzas aéreas de hoy, sirve de ejemplo a los jóvenes defensores de las libertades patrias que sienten trepidar cerca de su corazón el alma de esos gigantes y saben hacerse dignos de los últimos románticos.

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

Actividad militar

«Servicio de descubrimiento. Sariñena. A las cuatro de la tarde han pasado escuadras de aparatos de caza republicanos. El viento era fuertísimo, pero no ha impedido que los Chatos efectuasen un minucioso vuelo de reconocimiento sobre el Sector de Huesca, descendiendo después hacia el vedado de Zuera, avanzando sobre Zaragoza. El vuelo ha estado de gran amplitud y durante ellos, los aparatos republicanos no han encontrado aviones rebeldes. Ayer por la tarde, dos escuadras de cazas leales se van internar por la zona facciosa y llegaron hasta Pamplona, Volvieron sin novedad.» 

La Publicitat.

Cabré, el primer piloto caído

El 14 de agosto de 1936, el piloto José Cabré Planas atacó un bombardero Niuport, en el sector de Tardienta, desconociendo que había un caza protegiéndolo. Maldonado la cita como la primera muerte entre los aviadores (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Queda fuera del alcance de estos relatos, el pormenorizar las acciones llevadas a cabo por los vetustos aviones de Alas Rojas, pues fueron tan numerosas como eficaces. Pero no voy a prescindir de hacerme eco de la actuación anecdótica que relata el ingeniero Maluquer en su obra, y que protagonizó el piloto Francisco Cabré. El maquinista de un tren que debía transportar municiones y aprovisionamientos a Tardienta en los primeros días de agosto, se negó a seguir visto no se prestaba al tren protección aérea. El jefe de la estación de Sariñena se puso en contacto telefónico con el comandante Reyes y este ordenó el servicio correspondiente. El único armamento que llevaba el avión de Cabré era un mosquetón con el cual poco hubiera podido hacer ante la probable presencia de la aviación enemiga. Pero el tren partió de Sariñena, ya que tamo el maquinista como los milicianos que custodiaban el tren se dieron por satisfechos con la presencia del avión de Cabré que iba dando vueltas a lo largo del trayecto. El convoy llegó sin novedad a su destino y todos se sintieron contentos con la misión cumplida.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Personal de tierra junto a un Dragón Rapide a punto de despegar.

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Personal de tierra junto a un Dragón Rapide a punto de despegar.

Tampoco debo pasar por alto el trágico balance de un combate aéreo sobre el cielo de Tardienta el 19 de octubre de 1936. Todos los periódicos de Barcelona reseñaron el suceso y Sariñena se conmovió por la muerte en combate de los pilotos de Alas Rojas. Los cadáveres del capitán Luis Aguilera y del alférez Ferret fueron trasladados a Barcelona y a su entierro asistieron las primeras autoridades de aquella ciudad. Los restos del sargento José Fernández y del bombardero Navarro recibieron sepultura en el cementerio de Sariñena.

Al acto del sepelio efectuado el día 20 asistieron la banda de música de Aviación, varias secciones de soldados y milicianos del aeródromo, milicianos de distintas columnas, las delegaciones de los Comités de Tardienta y Sariñena y numerosas gentes de nuestra villa. Presidieron los actos el jefe de las fuerzas de Aragón, comandante Reyes, el coronel Villalba y el comisario de aviación Franco. Además de los cuatro muertos, resultaron heridos en el combate aéreo el capitán Boyer y los alféreces Jaime Buyé y Mariano Foyé.

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

El enemigo se está atrincherando en Almudevar -había dicho el jefe de las fuerzas Hay que impedir estos trabajos de fortificación.

Con la sonrisa jovial de siempre aquellos románticos subieron a los aparatos. Allí no había cazas ni bombarderos Tan sólo El Dragón, El Abuelo, un avión de turismo, podía pasar por un aparato pesado. Las ametralladoras, bien engrasadas, en su lugar; los motores, en marcha; los hombres, a punto.

Los aviones, lentamente, empezaron a correr por el terreno. Dieron una vuelta por el campo cogiendo altura y pusieron proa a Almudévar. Al pasar por delante nuestros pilotos nos hicieron un gesto de «adiós». Los aviadores siempre que salen su gesto es más de «adiós, que de «hasta pronto».

En Almudévar les esperaban cuatro «Heinkel» flamantes, entregados a los facciosos con su equipo a cambio y de un pedazo de tierra española. Los tiene nuestros, a pesar de su inferioridad y de un pedazo de tierra española. Los nuestros, pese a su inferioridad manifiesta, no rechazarán el combate. Y éste se libra, terrible, emocionante, a muerte.

-Fue lo más emocionante que hemos presenciado- nos decían, días después unos combatientes de aquel sector, testigos presenciales de la hazaña heroica de nuestros pilotos.

Resultado: Otros cuatro héroes a añadir a la lista de los caídos en defensa de la patria: Aguilera, Ferret, Fernández y Navarro. Foyé, que iba con ellos, moría unos meses después a consecuencia de las graves heridas recibidas en esa acción épica.

Tres aparatos nuestros, entre ellos El Abuelo, abatidos.

Pero la aviación alemana sufría la primera derrota. Dos Heinkel habían sido abatidos.

Los últimos románticos habían cumplido su deber.

María Vives, La Humanitat 19 de julio de 1938.

Avión enemigo caído

«Un avión faccioso caído en nuestro poder. Lérida, 21. — Con dirección a Barcelona pasó un camión que transportaba un avión, que fue capturado en el frente de Caspe, por nuestros milicianos, diez kilómetros dentro de las líneas enemigas. El piloto y él observador, fueron llevados a la base de Sariñena y él aparato retirado a nuestras posiciones de Caspe.»

La Batalla: Número 44, 22 de septiembre de 1936.

Bombardeo de posiciones enemigas

Durante el mes de octubre de 1936, la aviación ayudó a las operaciones sobre Tardienta, Ermita de Santa Quiteria y zona de Alcubierre. En diciembre “La aviación mantuvo la presión sobre las tropas que cercaban Huesca, ayudando también las operaciones  que se realizaban en torno a la sierra de Alcubierre» (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

«A las dos y media de esta tarde han salido del campo de aviación de Sariñena, seis aviones que han ido a bombardear las posiciones enemigas, principalmente las de Zuera.»

La vanguardia 6 de octubre de 1936.

Entierro de las heroicas víctimas de un combate aéreo

Barbastro 21 (0.30 m.). — Ayer tarde se efectuó en Sariñena el entierro de los cadáveres de los aviadores capitán Luis Aguijar, alférez Ferret, sargento Juan Fernández y bombardero Navarro, que perecieron en el combate aéreo habido ayer a última hora de la tarde entre Granen y Tardienta, y en el que, como ya dijo el consejero de Defensa de la Generalidad, nuestros aviadores lucharon en condiciones manifiestas de inferioridad.

Entierro aviadores

Además, resultaron heridos el capitán Bayer, el redactor de «La Publicitat», alférez Mariano Folie y el alférez Mullet. –  Este, a pesar de tener un brazo ametrallado, llegó a abatir a un trimotor faccioso. El alférez Rou, por su parte, con su aparato de caza, abatió a otro Fóker enemigo pilotado por aviadores alemanes.

El entierro de los héroes de esta batalla aérea lo presidieron el comandante Reyes, el jefe de las fuerzas de Aragón, coronel Villalba, y el comisario de Aviación, señor Franco. En la comitiva figuraban representaciones diversas, secciones de soldados y milicias y los representantes de los Comités locales de Sariñena y Tardienta. Sobre los féretros fueron colocados varias coronas y ramos de flores. (Febus.)

La Voz, 21 de octubre de 1936.

alas rojas camión bombas sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Camión utilizado como taller de fabricación de bombas aéreas.

taller mecánico Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Taller mecánico del aeródromo.

aterrizaje Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Aterrizaje de un Breguet XIX.

La aviación nacional

El 22 de abril de 1937 llegan a Zaragoza, «Como apoyo a la aviación que actuaba en el Frente de Aragón», dos escuadrillas Fiat del grupo italiano “As de Bastos». «Los aviones alemanes de la legión Condor tardarían en llegar a Aragón unos meses», cuando, a finales de octubre de 1937, con la caída de Asturias, las fuerzas pasan a operar en el frente de Aragón. A mediados de marzo de 1938 la aviación Condor se encarga del frente norte de Aragón mientras la aviación italiana del sur (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Bombardeo del aeródromo

Víctor Pardo relata que a principios de febrero de 1937 el aeródromo fue bombardeado. Lo recoge a través de las memorias del auxiliar armero Antonio Ráfales Gil, destinado en Sariñena hasta abril de 1937, quien recuerda cómo a principios de febrero de 1937 «Un avión franquista modelo «Junkers-52», bombardeó a las diez de la noche el aeródromo de Sariñena con bombas de 12 kg y un poderoso material incendiario fabricado con una aleación de aluminio. En el campo de aviación apenas hubo desperfectos, pero en la localidad de Albalatillo si se produjeron varios incendios de consideración.»(Ráfales Gil, Antonio, Aviación Republicana, Escuadrilla ‘Alas Rojas Sariñena, en la revista Veteranos Aviación, Barcelona, Asociación de Aviadores de la República, 2000, pp).

A raíz de ello, «El comandante Reyes se puso en contacto con el teniente coronel Felipe Diaz Sandino consejero de Defensa de la Generalitat y dos días más tarde envió un 1-15, -Chato» pilotado por el ruso blanco apodado Mateo Rodrigo. Ese mismo día, de nuevo a las 22 horas, se recibe un aviso desde el puesto de observación de Alcubierre poniendo en alerta al aeródromo. «Se oye el zumbido del Junker 52 y el ‘Chato’ despega y toma altura en curva de vuelo sobre el campo, con tan buena suerte, según nos explica el comandante al día siguiente, que sobre los 3.000 metros y encima de él se encuentra al Junker, al que ataca por debajo con sus cuatro ametralladoras y lo incendia, a continuación explota y sus restos caen a una riera seca que tenemos en la parte norte, cerca de nuestro polvorín del aeródromo. Una llamada telefónica desde Lanaja da cuenta de la existencia del cadáver de un aviador. El comandante Reyes ordena el traslado al cementerio de Albalatillo y un informe de los hechos. Al parecer, dos aviadores saltaron en paracaídas y fueron sorprendidos por los miembros de un control de carreteras que les die- ron el alto, desoyendo la orden y provocando un tiroteo que acabó con la vida de uno de ellos, mientras el otro lograba huir en dirección a la Sierra de Alcubierre. El teniente mecánico del aeródromo, Alfonso Castro, reconoce el cadáver del piloto de la Lufthansa, por haber coincidido con él en El Prat, se trata de Vsévolod Marchenko, de nombre español Vicente Marchenko (Revista Acroplano, 1997, n° 15, p. 31.). A la mañana siguiente, se hallaron los restos del avión derribado así como tres cadáveres calcinados e indocumentados.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

En verdad, Vsévolod Marchenko falleció el 14 de septiembre de 1937, fusilado en las inmediaciones del aeródromo de Sariñena. Suceso que se narra más adelante.

Víctor Pardo Lancina continúa con el relato de Ráfales Gil «Según comentarios del comandante y por las explicaciones del piloto del ‘Chato’, éste escribe en su parte que ha sido el primer derribo en combate nocturno de toda la historia de la aviación, y eso ocurrió en Sariñena, en febrero de 1937″. La represalia nacionalista no se hizo esperar y el 18 de febrero «Tres Heinkel de la Legión Cóndor A/88 al mando del oficial alemán Hanz Runze, bombardean en Tierz, Tardienta y Sariñena, aunque produciendo sólo algunos desperfectos de escasa consideración.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Combate aéreo sobre Zaragoza

Sariñena 17 (9 m.)

Ha ocurrido un episodio interesante en el frente aragonés: Uno de nuestros trimotores salió en pleno día a bombardear Zaragoza. Apenas este había comenzado a descargar sus bombas, el observador vio a tres aviones alemanes que subían rapidísimamente para intentar derribar nuestro aparato. El piloto del aparato republicano, sin perder la serenidad, esperó a que el bombardero descargara los explosivos, que cayeron en los lugares a los cuales habían sido destinados, y entonces efectuó una maniobra que desconcertó a los cazas facciosos y tomó el rumbo de mi aeródromo. Los aparatos enemigos Iniciaron la caza, y en aquel momento dejaron tres aparatos nuestros, cuyos pilotos habían visto lo que ocurría, con los aparatos leales, casi encima de Zaragoza, presentaron batalla a los enemigos, y hubo unía lucha emocionante que duró pocos minutos, batalla que terminó con el descenso rápido, propio de una fuga, de los aviones enemigos. El trimotor regresó normalmente a su base.


Ferbus. La Voz (Madrid). 17 de mayo de 1937, página 3.
 
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Sariñena. – Uno de los aviadores de nuestra escuadra escuchando órdenes telefónicas por medio de un aparato instalado por las Milicias populares. (Foto Puig Forran). La Vanguardia 13 de agosto de 1936.

 

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Vista aérea del aeródromo. Alas Rojas, Salvador Trallero.

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Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Un brigada mecánico de aviación, asimilado al empleo de Teniente. (Sin identificar).
 

Parte de Aviación

En la edición del viernes 11 de junio de 1937, La voz del combatiente, diario de los comisarios de guerra del ejército del pueblo, recogía un bombardeo sobre la estación ferroviaria de Sariñena y a la vez daba cuenta de la existencia del cercano aeródromo de alas Rojas.

Zona del Este.— Esta mañana fue bombardeada la estación de Sariñena, en las inmediaciones de cuyo pueblo fue descubierto un aeródromo en construcción, en el cual habla varias apisonadoras.

Bombardeo estación sariñena

Ataque infructuoso de la aviación facciosa al aeródromo de Sariñena

Ataque aeródromo sariñena

El Liberal, 22 de junio de 1937.

Veinticinco aparatos enemigos intentan bombardear Sariñena

Sariñena, 21. —Continúa la tranquilidad en estos frentes. Las fuerzas republicanas siguen dedicadas a la tarea de fortificar las posiciones que en estos días pasados cayeron en su poder.

La aviación enemiga, con veinticinco aparatos, hizo una incursión sobre el aeródromo de esta ciudad, en donde había algunos aviones, no pudiendo llevar a cabo su objeto, porque pronto se encontraron frente a un enemigo numeroso que le salió al paso. En la huida arrojaron algunos artefactos, que no causaron daños, y solamente produjeron dos heridos.

Aunque no hay actividad guerrera, sigue el movimiento en las diversas posiciones. Nadie se está quieto y todos cumplen un buen papel en estos días de descanso, continuación de otros de gran tarea y precursores quizá, de otros de no menor trabajo. —Febus.

Bombardeos Sariñena

Ahora, 26 de junio de 1937

Barcelona, 21. —Comunicado de la mañana del Ejército del Este: «Esta mañana, la aviación facciosa atacó el aeródromo de Sariñena. Inmediatamente se elevaron nuestros aparatos y los facciosos huyeron, dejando caer algunas bombas, sin que causaran daños. En Jos demás frentes, sin novedad.»

La Libertad, 27 de junio de 1937.

Ataque faccioso

Ejército del aire

—La Aviación leal bombardeó las posiciones enemigas en los sectores de Puebla de Albortón. Cuando aparatos facciosos pretendían atacar el aeródromo de Sariñena, en las primeras horas de la noche de ayer, fueron derribados dos de ellos. Ambos cayeron en nuestro territorio. Se trata de dos trimotores muy modernos. Sus tripulantes sucumbieron.

Ahora, 16 de septiembre de 1937.

Ayer los aviones facciosos volvieron a hacer acto de presencia y nuevamente se les ha castigado siendo perseguidos por nuestras ametralladoras y cañones antiaéreos, y nuestros artilleros dieron al traste con la incursión, que cayeron pesadamente cerca de Sariñena sucumbiendo sus tripulantes. —Febus.

Solidaridad Obrera, 17 de septiembre de 1937.

Dos Junkers, Derribados

Sariñena, 16, 10 noche. Nuestros cazas derribaron el martes a dos «Junkers», que cayeron, uno en las mismas alambradas del campo de aviación y el otro a trescientos metros de nuestras posiciones. Poco antes se habían oído las explosiones de cinco bombas que habían dejado caer en el pueblo de Albalatillo. Algunas patrullas salieron en busca de los pilotos de los aparatos.

Junto a los «Junker» derribados había fusiles ametralladoras y pistolas modernísimas.

Uno de los pilotos resultó con la cabeza destrozada a consecuencia de no haberle funcionado el paracaídas, cuando se lanzó del aparato.

Otro se salvó y al darle el alto nuestros soldados, no obedeció e hicieron fuego sobre él matándole.

Se trata de pilotos alemanes pertenecientes al Cuerpo de Aviación de Alemania.

Diario de Almería: periódico independiente: Año XXVI Número 7195 – 17 Septiembre 1937.

Derribo nocturno

jSalud a los héroes del aire! magnifica jornada de la «Gloriosa» en combate nocturno derriba tres aviones facciosos en Sariñena entre los cadáveres facciosos se encuentra el del célebre piloto alemán Manowski.

SARIÑENA, 16. —A las nueve de la noche del martes fueron oídos aviones que volaban sobre esta villa y sus proximidades. Rápidamente funcionaron las señales de alarma, y las gentes acudieron, en su mayoría, a los refugios, aunque hubo quien prefirió quedarse en la calle o salir al campo. Dé improviso se vio iluminado el espacio por la luz de u n a bengala, lanzada desde gran altura, y al momento pudo versea también como se encendían todas las luces del campo de Aviación. Con un intervalo de varios segundos se oyeron dos ráfagas de ametralladora y se vio cómo descendía una especie de bólido que dejaba, tras sí una estela de humo densísimo. Momentos más tarde se supo que nuestros «cazas» habían derribado dos trimotores alemanes marca «Junlsers», y los restos de uno de ellos estaban parte cerca de las alambradas del campo y otra parte a trescientos metros del borde de una montaña. El hecho quedó confirmado y produjo extraordinario júbilo entre las gentes que no mucho rato antes habían oído la explosión de cinco bombas en las proximidades del. pueblo de Albalatillo.

Ahora 17 9 37

Por nuevas noticias llegadas se supo que otro «Junkers» había caído, sin duda, a muchos kilómetros del campo de Aviación. Se le vio huir incendiado. Los jefes del campo formaron unas patrullas que salieron en busca de los restos del avión y de los tripulantes. Los servicios se organizaron inmediatamente. También se ordenó que otra patrulla custodiara los restos del trimotor que cayó en las proximidades del campo y recogiera los cadáveres de los tripulantes. Se encontraron, en efecto, dos cadáveres carbonizados, y junto al trimotor, un paracaídas. Indudablemente algún tripulante se había arrojado al notar que el aparato se hundía en el espacio y descendió normalmente, consiguiendo huir fuera del alcance de nuestros fusiles. Salieron motoristas en todas direcciones con la orden de detener a cualquier sospechoso que encontraran y de recorrer para ello los campos, los olivares y los repliegues del terreno donde se suponía podía haber encontrado amparo el fugitivo. Junto a los restos del «Junkers», cerca del pueblo, se encontraron fusiles ametralladores y pistolas ametralladoras, armas realmente magníficas. Extrañó que los tripulantes llevasen fusiles en el aparato. El fuego había destruido cuanto no era de acero en las armas mencionadas. Ampliado el radio dé investigación se halló el cadáver de otro alemán con la cabeza destrozada. Sin duda el paracaídas no funcionó y el descenso fue mortal. A juicio de los técnicos faltaba otro tripulante, y las patrullas realizaron un trabajo penosísimo, por lo abrupto del terreno y por el frío.

Una patrulla descubrió a un hombre, vestido de aviador, que emprendió la fuga al ser sorprendido. Se le dio el alto varias veces, y como persistiera en desatenderlo hicieron fuego sobre él. Según la documentación que se le encontró, era Un oficial alemán.

Ha sido inútil cuanto se ha hecho para hallar el segundo aparato. Desde un observatorio de Caspe se vio cómo un gran avión describía una inmensa parábola de fuego para ir a caer entre Sástago y Escatrón. A última hora se ha recibido la noticia de que uno de los aviadores alemanes muertos es el famoso piloto Manowski, de la Laufthansa, que ha sido maestro de grandes pilotos europeos.

Ahora, 17 de septiembre de 1937.

El suceso debió ser la noche del martes 14 de septiembre de 1937. En la oscuridad de la noche, un Junkers 52 pilotado por el ruso blanco Vselod Marchenko fue derribado por V. Eryomenko sobre el aeródromo oscense de Sariñena y se culminaron con los triunfos de E. Stepanov (ADAR)

Ivan Profimovich Eremenko, volando un I-I6 derribó un Ju-52 de 2.G/22. El Ju-52, con código 22+61, contaba con tripulación española: Carlos Muntadas Salvado-Prim, Carazo Calleja, el ingeniero sargento Romero, el operador de radiocomunicaciones cabo Aparicio Velasco, y el artillero José Ramón Blasco Lavfn. «El segundo piloto era ruso, el teniente Vsevolod Marchenko. Sólo Blasco sobrevivió y pudo llegar a sus líneas después de saltar; Marchenko también se lanzó en paracaídas, pero fue ejecutado por los republicanos. Fue una ocasión única, a miles de kilómetros de su madre patria, ¡un ruso había derribado a otro ruso!. Después de esas acciones sobre Sariñena, los insurgentes no hicieron incursiones nocturnas por más de dos meses.» (120.- Mejores aviadores en la Guerra Civil Española- F.A.R.E).

Jesús Salas Larrazabal, en su obra La guerra de España desde el aire, p. 267, sitúa el accidente en la misma fecha del 14 de septiembre de 1937. (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Bombardeo del aeródromo

Septiembre de 1937 “En este mes se iban a repetir varios bombardeos sobre los aeródromos de Sariñena y Bujaraloz”. Igualmente, el 15 y 31 de octubre de 1937 fue bombardeado el aeródromo de Sariñena. Durante ese mes se bombardearon las poblaciones de Bujaraloz, Grañén y Sariñena (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Causa General Sariñena

En el expediente de la causa Genreal de Sariñena, figuran los nombres de Abelardo Carazo y Sr. Muntaner, aviadores de derechas, que aparecieron cadáveres, incendiados en el Saso de Albalatillo. La causa general de Sariñena señala como responsables a los directivos del campo de aviación (ES.28079.AHN//FC-CAUSA_GENERAL,1412,Exp.1) .

Causa general de Albalatillo

La Causa General de Albalatillo da cuenta de la muerte del «teniente de aviación llamado Marchenco»,  se decía «El ruso blanco». Fue encontrado el 13 de septiembre de 1937, en el término municipal de Sariñena, partida Los Sasos. Presentaba «Magullamiento general por accidente de aviación» pues «Cayó el aparato que pilotaba incendiado, en combate con los cazas de Alas Rojas».

Vselod Marchenko, Anecdotario del soldado

Luchó en nuestras filas un aviador ruso que terminó sus estudios de la carrera naval y fue enviado después a ocupar el puesto en la aviación naval, llegó a jefe de escuadrilla, alcanzando notable distinción.

Al desencadenarse en Rusia la guerra civil pudo escapar.

Cuando la guerra del Japón contra los chinos consiguió un puesto en la aviación japonesa llegando a verse en el mando supreme, siendo jefe de toda la aviación anti-bolchevique, hasta que derrotado tuvo que huir a Yugoeslavia.

Ingresó en la legión española en 1922 en Marruecos y solicitó el puesto de mecánico aeronauta que le fue concedido.

Tanto cariño llegó a tomar a España que adquirió nacionalidad española.

Viene la república y fue nombrado director del aeródromo de Barajas en 1934. En 1935 se abría una escuela en Alemania a la que asistía nuestro héroe.

El Movimiento Nacional, le cogió de piloto en Madrid con los rojos, pero cómo que con ellos no le unía nada logra huir y reintegrarse a la verdadera España. Es incorporado inmediatamente a la escuadrilla del inmortal Capitán Aya y es entonces un héroe del Santuario de la Cabeza, volando de noche sobre terreno montañoso, teniendo que descender muchas veces hasta cien metros.

Tomó parte en numerosas acciones gloriosas: en el bombardeo del “Jaime I», en la campaña del Norte, en Aragón; un caza rojo le descubrió y le hizo 30 impactos en la cola pero siempre valeroso y seguro se arrió a toda velocidad y el enemigo lo perdió de vista y llegó a nuestras líneas.

El 14 de septiembre del pasado año nuestro piloto bombardeaba el aeródromo de Sariñena; a las 8 de la noche, ya sobre el enemigo echa una bengala que lo descubrió a los cazas , rojos, intenta continuar con su misión y echa una segunda bengala, un caza rojo lo incendia; nuestro aviador con su aparato viene hacia nuestras líneas incendiado, arroja la gasolina pero no había salvación posible; se arroja entonces en paracaídas, lleva quemaduras en todo el cuerpo y heridas en la cabeza; cuando llega al suelo se encamina hacia donde señala la dirección las tropas de Franco, pero entonces ya Ios enemigos que le han visto caer le están buscando.

Al descubrirle, quieren rendirlo, pero nuestro héroe dispara contra ellos y aun fue hecho prisionero. En Sariñena habla con varios oficiales rusos en su lengua vernácula, los oficiales rusos interceden por él pero los marxistas españoles le fusilan.

En el cementerio de Sariñena des ­cansa el caballero de los aires al que la aviación nacional rendiría todo su homenaje, pero los rojos más tarde dicen que los restos de un fascista son indignos de reposar en un cementerio civil, lo sacan de su sepultura y la entierran en el extramuro.

Allí lo buscan nuestros soldados ayudados por varios vecinos del lugar y envuelto en la Bandera rojo y gualda, la Bandera española mil veces santa, enseña de la verdadera cruzada anticomunista, va a descansar donde descansan los héroes, en tumba bendecida, en esa tierra sevillana que tantas amores le dedicó y la que vio sus primeros pasos en esta guerra de España.

La Almudaina: diario de la mañana: avisos, noticias.
Año LII Número 19489 – 1938 julio 3.

A causa de llover torrencialmente, nuestros aparatos no han podido elevarse

Sariñena, 5. —Llueve torrencialmente desde hace tres días. Nuestros aparatos no han podido elevarse y la infantería permanece inmovilizada en las trincheras y campamentos. En el vedado de Zuera hubo en dos ocasiones alarma, por parecer que las tropas facciosas iniciaban algún movimiento; pero lodo quedó reducido a ponerse nuestros soldados en actitud defensiva durante algunos minutos. Incluso la artillería ha calleado desde hace cuarenta y ocho horas.

La Libertad, 6 de octubre de 1937.

Actividad aviación

Sariñena. — A pesar de la lluvia, que desde hace dos días cae copiosamente, ha habido bastante actividad en los sectores de esta Agrupación. La aviación y las patrullas de Infantería se dedican a servicios de reconocimiento y observación y han menudeado los tiroteos, pero no se han registrado bajas en las filas léales.

Actividad aviación

Adelante, 28 de octubre de 1937.

Oficiales y mecánicos Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Grupo de oficiales y suboficiales mecánicos de aviación.

Bombardeo sobre Zaragoza

El diario «La Humanitat», en su edición del 21 de noviembre de 1937 cita: Treinta y cinco aviones de la república han bombardeado intensamente los objetivos militares de Zaragoza: «El Ministerio de la Defensa Nacional nos han trasladado la siguiente nota. Esta mañana a las nueve y media, en replica de las recientes agresiones aéreas del enemigo contra Bujaraloz y Sariñena, 35 aparatos nuestros, de gran bombardeo, han realizado una incursión sobre Zaragoza donde tenían señalados objetivos de carácter militar que los facciosos utilizaban como base de de programas ofensivos. El bombardeo se ha realizado con pleno éxito y no han podido evitar ni las escuadras de caza ni la artillería enemiga. Todos nuestros aparatos han regresado indemnes a los aeródromos de origen.»

El aeródromo según el bando sublevado

En la zona sublevada, durante la Guerra civil española, se crearon servicios de información y espionaje, tales como el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) y el Servicio de Información del Nordeste de España (SIFNE). Entre los muchos informes elaborados, encontramos algunos sobre el aeródromo, documentación depositada en el Archivo General Militar de Ávila.

Mapa Alas Rojas Sariñena

Croquis del aeródromo de Sariñena SIFNE.

El 13 de octubre de 1937, los aeródromos aragoneses de Sariñena, Bujaraloz, Puebla de Hijar y Selgua, se asignan como objetivos de la Aviación nacional y la Legionaria: “Neutralización del material, pista e instalaciones” (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Polvorín campo de aviación

En Sariñena hay un polvorín cerca del campo de aviación. No se precisa el sitio.

10.507 = 825 = 3-9-37. (Servicio de Información y Policía Militar (SIPM). AGMA- C2896, 8).

Campo de aviación

Sariñena. Localidad a unos 40 kilómetros al sureste de Huesca: Situación del campo a unos 5 km. al sur de Sariñena y al suroeste del pueblo de Albalatillo. El más importante de Aragón. Pista de cemento. Depósitos subterráneos de bencina y polvorín a prueba de bombardeo. Antiaéreas. Depósito de bombas en un granero situado en el norte del campo. Este granero se diferencia de los demás por el color claro de las tejas ya que fue reparado posteriormente. El personal está alojado en las casas de Albalatillo más cercanas al campo. Según reciente información hay allí unos 40 aparatos.

7000 = 1 = Sin fecha. (Servicio de Información y Policía Militar (SIPM). AGMA- C2896, 8).

El aeródromo de “Alas Rojas” se encuentra entre Sariñena y Albalatillo, a la izquierda del camino que sale de la carretera entre los kilómetros 55 y 56 y se dirige a Albalatillo. El detalle de las instalaciones figura en el croquis.

7000 = 8 = Sin fecha. (Servicio de Información y Policía Militar (SIPM). AGMA- C2896, 8).

Camuflaje nocturno

El aeródromo de Sariñena está camuflado durante la noche con iluminación eléctrica que simula la población y que ha sido instalada cerca de la carretera en dirección al frente de combate.

7000 = 33 = 9-10-37 (Servicio de Información y Policía Militar (SIPM). AGMA- C2896, 8).

Informe de agente llegado de la zona roja

Se acompaña croquis en el que viene indicada la situación del campo de aviación de Sariñena.

Dicho campo está provisto de importante defensa antiaérea automática. En el mismo existen unos 30 depósitos de gasolina de dos y medio a tres metros de diámetro, camuflados verde y tierra.

SIFNE. Irún 25 de octubre de 1937

Otros informes hablaban de unos 50 depósitos, como un informe del 26 de octubre de 1937 del General Jefe del Ejército del Centro.

Campo aviación Sariñena 2

Defensa antiaérea automática

Ampliación a1). El campo de aviación de Sariñena esta provisto de importante defensa antiaérea automática. En el mismo existen unos 50 depósitos de gasolina de dos y medio a tres metros de diámetros, camuflados y tierra, y por otra nota se sabe que está camuflado durante la noche con iluminación que simula la población y que ha sido instalada cerca de la carretera dirección al frente de combate.

28 del C. nº 1949 28 de octubre de 37.

Talleres Generals Motors en Albalatilllo

En la iglesia del pueblo de Albalatillo están instalando talleres de la General Motors de Barcelona donde se reparan cañones antiaéreos, tanques, coches etc.

10.000 = 30 = 6-12-37.

 

mecánicos Alas Rojas Sariñena
 
Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Mecánicos ajustando el motor de un Breguet XIX.
 

Logística

El armamento y bombas llegaban en tren a la Estación de Sariñena, donde había un pequeño almacén. Algunas de estas bombas fueron fabricadas «en serie» en la fábrica de automóviles y camiones de la General Motors Peninsular, información recogida por el Diario de Barcelona, 25 de agosto de 1936, con motivo de la visita del coronel Villalba y Ángel Estivill.

El coronel Villaba y Ángel Estivill visitaron la fábrica de la  General Motor, una de las cosas que les interesaron muy profundamente fue los equipos de lanza bombas que se estaban construyendo en serie para la base de Sariñena.

Diario de Barcelona, 25 de agosto de 1936.

Almacén de Alas Rojas

A medio kilómetro de la estación de la población de Sariñena hay unos barracones donde se almacenan camiones y material de guerra.

3.000 =15= 28-10-37.
Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) C2896, 8.

José Porta Martín, vecino del barrio de la estación, contó que uno de los almacenes de su casa fue utilizado para guardar bombas destinadas al aeródromo. José las veía desde una ventaneta: “Estaban sin la espoleta, para que no explotasen”. Es de suponer que llegarían a bordo de trenes y se almacenarían en algunos almacenes hasta su posterior traslado al aeródromo.

Relación de personas relacionadas con el aeródromo

Yo siempre le tendré que recordar con la más intensa emoción, a aquel hombre alto y fuerte de complexión robusta que en el campo de «Alas Rojas» de Sariñena, muchas veces había paseado conmigo, hablándome de su hija y de sus deseos de volar, volar mucho, para combatir a nuestros enemigos. 

Diario de Barcelona, 19 de julio de 1938.

Relación del personal miliciano con expresión de fechas de alta o de su último cobro. Arma de aviación. 3ª Región Aérea. Destacamento de Sariñena. “Alas Rojas”. Sariñena 29 de enero de 1937. El teniente coronel jefe Alfonso de los Reyes.

Listado del personal del aeródromo en enero de 1937 en las diferentes secciones de imprenta, personal administrativo, cocina, servicio eléctrico, almacén mecánico, parque móvil, pastores, granja, varios, taller mecánico Albalatillo, barbería, grupo de abastecimientos y escoltas. (Arxiu Nacional de Catalunya).

Imprenta

Domingo Mañosa Torres, Antonio Teixel Cardó, Angelita Fernández Luis, María Fernández Luis, Manuel García Costa, Pascual García Corredor, Luis Camprubi Bou, Jaime Arnau Boix, Tomás Murral Ribé, Rafael Fernández Luis, Manuel Senabre Sempere y Santos Sáez López.

Personal Administrativo

Dionisio Ubiñana Umbert, Pedro Delfante y Andrés Esteban Argueta.

Cocina

Juan Pérez Alcaide, Juan Carles Trabal, José Mateu, Conrado Casimiro Yuste, Juan Torrents Sanahuja, Martín Dalmau Domenech, Domingo Heredia Martínez, Jaime Sañé Más, Juan Fernández Herrera, Pascual Rodríguez Toledo, José Catalá Torrente y Luis Vila Aurich.

Servicio eléctrico

Fernando Aramburu Luque, Miguel Valles Monter, Ramón Subirana Altirriba, Antonio Gallego Márquez,  José Serra Rius, Juan Sánchez Pérez, Francisco Morreres Miró, Miguel Leonar Mateo, Nicolas Francisco Andorran, Miguel Fernández Hernández, Alfonso Martín y José Hoyos Morales.

Almacén Mecánicos

Carlos Ferret Aguilera, Osbaldo Sffogia Puyol  y Andrés Carrera Puértolas.

Parque Móvil

Cándido Campo Pérez (Périz), José Sorinas Otto, Juan Pellicer Mariné, Amador Cerdá Navarro, Cristóbal Esteban Clemente, Jaime Fabró Costafreda, Benigno Rodríguez Santiago, Guillermo Garriga Ginestá, Luis Calvo Sanz, Juan Montori Gállego, Antonio Naudi Boixet, Antonio Naudi Triado, Pedro Llongueras Casanovas, José Bru Rovira, Vicente Gil Siurana, Feliciano Rodríguez Gorachana, Francisco Aznar Navarro y José Aubeso Bertomeu.

Pastores

Nicolas Corren Lanaspa, Saturnino Salvador Pardo, Gregorio Rapún Campo, Santiago Lalaguna Bandrés, Francisco Franco Bandrés, José Morlans Acin, Luciano Piedrafita Bandrés, Antonio Giménez Azón, Francisco Bandrés Bandrés, José López Buisan, Hilario Lafuente Morlans, Elías Rasal Pardo, Santiago Caballé Lanuza, Domingo Azón Orus, Guillermo Cazcarro Sarasa, Valentín Lafuente Acín, Antonio Acín Escartín, Manuel Bandrés Cajal y Joaquín Puértolas Cazcarro.

Granja

Ángel Lafita Marcial, Gerónimo Campos Pérez, Pedro Casañola Sanz, José Casañola Común,  Joaquín Villacampa Ballarín, Fermín Solana Marcen, María Ruego Murillo, María Pardo Murillo, Juana Casañola Sanz, Alfredo Sffogia Mora, José Mateu Ferrando, José Betes Maestro, José Ferrer Alcolea, Antonio Lafita Talueña y José Tierz Mas.

Varios

Franco Quinza Blasco, Luis F. Arévalo Massa, Luis del Valle Dorado, Jaime Villena Llovell, Juan Vila Sorribas, Fernando Rigal Marzal, José María Ferrer Suarez y Manuel Soldevila Ferrer.

Talleres mecánicos Albalatillo

Gabriel Guitard Campoussy, Daniel Pueyo Olona, Rafael Piera Marsá, Juan Fierrez Ibáñez, José Perís Alemany, Mario Villard Campodrón, Miguel Sala Bosch, Baudilio Canals Galcerán, Enrique Casanovas Estruch, Antonio Bonjoch Tries, José Rull Juncosa, Leandro Maicas Martín, Antonio Mas Camón, Antonio Larroy Masueras, Román Peralta Blanco, Mariano Abadías Asín y Joaquín Corbinos Sataeularia.

Barbería

Teófilo Iglesias Gascón.

Grupo de Abastecimientos

Manuel Cuadrat Macia, Salvador Pares Dexens, Pascual Campo Muro, Joaquín Gorrera Gallard, Andrés Llovera Valentines, Ramón Ros Colominas, Pedro Torrem Grau, Pedro Rodríguez y Jesé Farrus García

Escoltas

Miguel guerra Martí.

Añadir

Alfredo Cañamero Pérez, Gerardo Monje Ruesga, Gerardo Monje Muley y Joaquín Martínez Diaz.

Sariñena 29 de enero de 1937. El teniente coronel jefe Alfonso de los Reyes.

Personal de oficinas y jefatura, periódico Alas Rojas, nº 20 del 13 de febrero de 1937.

Dionisio Ubiñana
Pedro Del Fante
Andrés Esteban
José Marés
Enrique Puente
Julio Roche
José Mensa
José Mestres
Francisco Rius
Luís Artigas
Nicolás Alonso
Juan A. López
José M. Tamayo
Juan Moles
José Laporta
Luís del Valle
Juan Clotet
Eladio Pericas
Juan Riera
Ramón Parés
Franco Quinza
Teniente Coronel Reyes.
 
Sección Suboficiales, periódico Alas Rojas, nº 20 del 13 de febrero de 1937.
 
José Muñoz
Salvador Badia
A. Genovart
Martín Torcal
Antonio García
Antonio Moreno
Juan Jareño
Galo Pérez
Pedro Ruíz
Salvador Bertomeu
Daniel Juan
Dionisio Aguirre
José Mateu
Antonio González
 
Personal de la Compañía, periódico Alas Rojas, nº 20 del 13 de febrero de 1937.
 
Un simpatizante
Otro simpatizante
José Recasens
José Prades
Crispín Peralta
Antonio Marcial
Pablo Franco
Francisco Alegre
Isidoro Andrés
 
Hijo campo aviación 16 agosto 36
 

A su madre Flora, que vive en Rogent, 80, 1.º, le comunica su hijo Simón Julia que se halla en el campo de aviación de Sariñena, sin novedad.

—También se hallan en dicho campo de aviación, admirablemente, los siguientes camaradas: Jaime Llargués, que vive en Bassols, 38, 3.º, 2.ª (Clot) y Julián Vila, que vive en la calle Pontevedra, número 15, 2º, 1ª (Barceloneta).

Solidaridad Obrera, 16 de agosto de 1936.

José Til Aso, párroco de Albalatillo

Arturo morera señala como algunas de las personas de Albalatillo y Sariñena  ayudaron en los trabajos de habilitación del aeródromo y se incorporaron al personal fijo de Aviación. Es el caso del cura de Albalatillo José Til Aso, el cual fue destinado a un trabajo administrativo, tal y como cuenta el ingeniero Juan J. Maluquer, como caso anecdótico, la incorporación a la Aviación: Parece ser que el cura Don José temió ser fusilado en los primeros días de la guerra civil, por lo que se refugió en el campamento y allí encontró el acomodo y protección que le prestaron los mando; comunistas de Alas Rojas. También protegieron a alguna que otra persona de Sariñena que temía ser perseguida o denunciada por sus ideas políticas afines a las de la sublevación franquista.

Víctor Pardo Lancina (Vademécum de la contienda) recoge como Til Aso «Huía del comité de su pueblo que había quemado la iglesia y le obligaba a casarse con su casera, fue empleado por el comandante Reyes en el servicio administrativo del campo de aviación, otorgándole de este modo su protección y ayuda. ¡Lástima que no escribiera las vicisitudes de su estancia en el aeródromo! Allí, se daba la paradoja de que Alfonso de los Reyes oficiaba bodas civiles de las que era secretario y notario el cura José Til Aso.»

También es citado por Manuel Conde López, Memorias de un médico militar, En el servicio administrativo del campo, trabajaba el cura de Albalatillo «Don José», que había sido recogido por «Alas Rojas» para protegerlo de los Comités de los pueblos vecinos. En un principio, lo querían fusilar, pero le perdonaron pues «Don José» era uno de los pocos que sabían escribir en el pueblo. Le nombraron secretario del Ayuntamiento. Pero le exigieron que se casara con su ama de llaves, pero como no estaba de acuerdo se fugó del pueblo y se refugió en el campo de Aviación. Esto le salvó la vida y vivió los azares de la guerra y en 1940 volvió a ser nuevamente el cura de Albalatillo. 

Apolo M. Ferry lo describe como «tiene bien cumplido el medio siglo y parece una reproducción animada del admirable retrato de Goya realizado por Vicente López.» Parece ser que hasta hace pocos meses del comienzo de la guerra fue párroco de la estación de Sariñena «Humilde cura rural, su vida fue una lucha cruenta contra la injusticia de los jerarcas de la Iglesia.»

Apolo recogió la figura de José Til Aso en un artículo «Huesca, al alcance de la mano. La gesta del pueblo catalán» publicado en Mi Revista el 15 de marzo de 1937. A modo de entrevista cuenta como los grandes señores de estas tierras le perseguían sin piedad porque se negaba a ejercer su ministerio en sus palacios: «El pueblo es quien me paga y yo doy misa para él. El que quiera oírla que madrugue y acuda a mi iglesia. Yo no tengo otro señor que mi Señor, ni otros hermanos que mí pueblo.»

«El cura Til de Aso se enfada conmigo porque le llamo don José. —Ahora que hemos logrado la igualdad que yo he predicado toda mi vida, no quiero ningún tratamiento.»

Naturalmente en su casa reinaba la miseria. A pesar de todo repartía limosnas y venía sosteniendo una escuela. Sus discípulos le adoraban porque había hecho de su enseñanza un placer, y «porque apenas les enseñaba el catecismo. Con estos antecedentes, no hay que decir que el pueblo entero garantizó la vida del pobre curita rural al sobrevenir los trágicos sucesos de la sublevación fascista.»

—Mira, compañero, hasta qué punto puede advertirse la traición de estas gentes— Dos días antes de producirse la sublevación se trasladaron a Zaragoza buena parte del curato provincial. A mí nadie me advirtió de nada. En mí no tenían confianza, porque no iba a la capital a rendir pleitesía al arzobispo. Y me hicieron el gran favor de dejarme con los míos. Si por azar hubiera de caer en sus manos, preferiría suicidarme.

El artículo señala que una hermana y a una cuñada suyas las fusilaron los fascistas en un pueblo cercano, «porque se vieron precisadas, para poder vivir, a vender algunas aves de corral. El mando fascista había requisado toda la volatería, y esta falta inocente fue castigada con la muerte.»

Su hermana, María Til Aso, natural y/o domiciliada en Gurrea de Gallego (Huesca) falleció en Losanglis (Huesca) 6 de diciembre de 1936, a los 57 años de edad, la causa de su muerte fue por heridas de guerra. (Con nombres y apellidos).

De la última, María Til Aso disponemos de pocos datos. Natural de Gurrea de Gállego (Huesca), viuda, de 57 años y profesión sus labores. Fue asesinada en 1937 en la localidad oscense de Losanglis. Según consta en su partida de defunción, “murió por heridas de guerra”. Su expediente de Responsabilidades Política tiene como fecha de inicio el año 1937, y de final 1940.

María Til Aso, Antonia Rubio Rupérez y Emilia Serrano Forniés fueron asesinadas sin juicio previo. Serán los propios expedientes los que nos muestren mejor cual fue el procedimiento seguido por los tribunales y como se llegó a las sentencias.

AHPZ Sección Jurisdicciones Especiales – Expedientes de Responsabilidades Políticas signatura J/005572/000088 de María Til Aso. Solicitado el expediente al AHPZ para su estudio, y a pesar de conocerse su signatura, fue imposible su localización.

“La cárcel de mujeres” Predicadores: Legislación y represión (1939-1955)
Rosa María Aragües Estragués. Licenciada en Geografía e Historia.

El aeródromo y su repercusión

El aeródromo de Sariñena recibió numerosas visitas de jefes militares y de columnas, de escritores, de políticos y de periodistas. El general José Aranguren Roldán, que había sido el jefe de la Guardia Civil en Cataluña, fue designado Capitán General de la IV Región militar tras la derrota de los sublevados en Barcelona. El general Aranguren visitó e inspeccionó el campo de Alas Rojas el día 30 de agosto de 1936 y felicitó al comandante Reyes por el éxito de la aviación en la toma de Montearagón. También el presidente de la Generalidad de Cataluña, Luis Companys, visitó el campo, y de ello hablaré en un próximo artículo.

Lluis Companys

El 7 de agosto de 1937, el presidente de la generalidad de Cataluña Lluis Companys visitó el campo de aviación. En la imagen se observa la torre de vigilancia del aeródromo. (Visions de guerra i de reraguarda. Serie B, Actualitats. Barcelona, 7 de agosto de 1937).

Companys Alas Rojas Sariññena

Illa Ehrenburg

El escritor soviético Illya Ehrenburg estuvo dos veces en Sariñena. La primera de ellas fue a finales del mes de agosto de 1936 y en su libro Corresponsal en España, describe sus impresiones de aquella visita que coincidió con la ocupación de Montearagón por las milicias republicanas. Yo transcribo algunos de los párrafos de su obra:

… A las seis de la mañana, empezó a hacer calor. La compañía tomó posición y en el campamento se izó la bandera de la República. El comandante Alfonso Reyes me dijo: -Soy comunista. Hace once años que estoy en el partido y sé lo que es disciplina-. Tenía una cara huesuda y dura, y su risa era triste… Por detrás de Huesca, y en lo alto, Montearagón estaba ocupado por los blancos. Cuando el comandante Reyes ordenó el bombardeo de Montearagón, veinticuatro aviones decrépitos volaron sobre él. Luego volvieron a abastecerse de bombas y cuando otra vez aparecieron sobre el lugar, los enemigos izaron la bandera blanca y dejaron de resistir…-

De nuevo Ehrenburg visitó Sariñena en el mes de mayo de 1937. Allí se enteró por un alto oficial ruso, de la purga que Stalin acababa de realizar en los mandos más relevantes de las fuerzas armadas soviéticas, entre ellos el mariscal Tujatchevski.

Víctor Pardo Lancina apunta que Ehrenburg, corresponsal del diario Izvestia de Moscú, «Visitó el aeródromo y otros lugares del frente aragonés con los cámaras Roman Karmen y Boris Makaseiev, de la productora oficial de noticias soviética Soiuzkinokronika. Producto de este trabajo es el documental Ksobitjan U. Ispanii 1936/1937 (Los acontecimientos de España 1936/1937)». (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

«A las cuatro de la mañana sonó el clarín y los aviadores corrieron hacia el arroyo para lavarse. Después empezó el estruendo. Cuatro aviones despegaron, perforando una nube de polvo, hacia el cielo ligeramente anaranjado. Al salir el sol, el espacioso campo parecía un cementerio de aviones. Ahí se podía ver con qué elementos habían aprendido los hombres a volar y cómo la voluntad humana vence a la muerte. Porque los aviadores republicanos usaban aparatos cuyo lugar apropiado era el museo, en tanto que los enemigos disponían de destructores Heinkel y bombarderos Junker».

Illya. Ehrenburg

Durruti

«Uno de los asiduos visitantes del campo de Sariñena fue Buenaventura Durruti. Le encantaba volar en avión y frecuentemente pedía al comandante Reyes que le enviase un aparato a Bujaraloz para trasladarse a Sariñena. El señor Maluquer relata una anécdota sobre la afición de Durruti a los aviones. En cierta ocasión, el líder anarquista le ofreció al comandante Reyes un magnífico automóvil descapotable de gran turismo, a cambio de una de las avionetas del campo, piloto incluido Durruti alegaba que de esa manera llegaría antes a las reuniones de Sariñena y regresaría más pronto junto a sus milicianos. El jefe del campo dio la callada por respuesta y su dura mirada fue suficiente para que Durruti no insistiera.» (La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros).

Bombas aviación Sariñena Alas Rojas

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE.  Bombas de aviación dentro de un Dragón Rapide.

Entrevista a Alfonso de los Reyes

Uno de los periodistas que intentaron entrevistar a Alfonso de los Reyes tuvo éxito, y así pudo escribir en El Diluvio de 12 de enero de 1937 el resultado de su trabajo sobre el aeródromo de Sariñena. Copio uno de los párrafos de la entrevista que refleja la personalidad del jefe de la base: … El teniente coronel, jefe superior de Aragón, Alfonso de los Reyes, persona de una actividad y energía extraordinarias, evita cuanto puede las entrevistas con los periodistas. No dispone de tiempo ni es hombre de palabreta. Trabaja, da órdenes para todos los sectores del frente y prefiere que los hechos, siempre más elocuentes que las palabras hablen por él.

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

RECORTABLES-G.C.-19360037

Alas Rojas sobre Aragón

El campo de aviación fue protagonista de una cinta de guerra, Alas Rojas sobre Aragón, 1937, «Documental producido por Cinamond Film para la Aviación Republicana, bajo la dirección del propio Alfonso de los Reyes y el asesoramiento de F. Arévalo. Filmoteca Nacional, Madrid.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Alas Rojas sobre Aragón

Federica Montseny

La ministra de sanidad Federica Montseny visitó Sariñena, realizando un mitin el 31 de enero de 1937 en el teatro Romea (La guerra civil en Sariñena). Luego visitó el campo de aviación republicano. Lo recogió Arturo Morera «Finalizado el acto, la acompañó (Pere Foix, como jefe de la Oficina de Propaganda del Cuartel General) hasta el campo de aviación, por deseo expreso de la ministra, quien dijo tener mucho interés en visitar las instalaciones del aeródromo, Federica Montseny, anarquista de toda la vida, fue recibida con honores militares, y la Banda de música interpretó el «Himno de Riego», es decir, el himno oficial del estado republicano. El Teniente coronel Reyes, le presentó, a continuación, a su equipo de aviadores.

mecánicos Alas Rojas Sariñena 3

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Mecánicos llenando los depósitos de un Nieuport-Delage 52 de la escuadrilla Alas Rojas.

El “whiski” rojo de Aragón

Curiosa anécdota del periodista Máximo Silvio que publicó en su artículo “Bajo el cielo de Aragón” en Mi Revista, Barcelona 1 de mayo de 1938. Ocurrió durante su visita al aeródromo con los grandes pilotos Mariano Foyé y Jesús Herguido.

Un whiski rojo

Una tarde -aun no mediaba septiembre- paseaba yo par el campo de Sariñena con Mariano Foyé y Jesús Erguido. Acababa «EI Diablo Rajo» de descender de su avión después de haber bombardeado con gran intensidad las fábricas de municiones y de explosivos de Sabiñánigo. Mariona Foyé propuso celebrar la última hazaña de Jesús Erguido, y muy seriamente dijo:

-¿Vamos o tomar un whiski?-

-¿Un whiski?- inquirí yo-No os priváis de nada.

Y lentamente nos encaminamos a la contina del campo asaeteados por un sol ardoroso que enrarecía el aire.

Mientras conversaba yo con “EI Diablo Rojo”, Mariano Foyé hizo preparar la bebida que me ofreció.

– ¡Ahí va el whiski!-  dijo con tono socarrón, y me alargó un vaso con un líquido rojizo.

– ¿Un whiski rojo?-  pregunté extrañado. –

-Sí, un whiski de circunstancias, un whiski de Aragón.

Y Mariano Foyé soltó la catarata de su risa franca-

Lo que me ofrecieron los dos bravos aviadores era un vaso de vino aragonés con gaseosa y un trozo de hielo.

Ignoraba yo que las bebidas alcohólicas estaban prohibidas en el campo de «Alas Rojas».

Autorización a tres guardias para trasladarse al campo para ejercer de conductores

5323317_594018,0001

Arxiu Nacional de Catalunya. ANC1-638-T-18.

Govern de la Generalitrat de Catalunya, Departament de Governació.

Por requerirlo las necesidades del servicio, autorizo a los guardias Josep Parellada Baixas y Francesc Vidal Gener, para que en compañía del señor Joan Clotet Vives, puedan trasladarse a Sariñena, por tal de ponerse a las ordenes del comandante de aviación Reyes, en conceto de conductores.

Lo que me procede poner en su conocimiento a los efectos pertinentes. Barcelona, 4 de agosto de 1936. El Conseller de Governacio.

Pago de haberes

Manuel Conde López relata como el habilitado para el pago de los haberes a los militares era Luis Collar, padre del aviador Joaquín Collar, desaparecido en vuelo Cuba- México en 1933.

Algunos problemas con la población

La presencia de los pilotos y milicianos de Aviación en Sariñena tuvo repercusiones en la vida de las personas de nuestro pueblo. Ya dije antes que algunos vecinos de Sariñena y Albalatillo encontraron amparo o acomodo en las filas de la Aviación. También los aviadores fueron un freno a las actuaciones de algunos extremistas de la CNT-FAI, fueran del propio Sariñena o forasteros.

A comienzos del mes de septiembre de 1936, según relata Maluquer en su obra, parece ser que en el campo de aviación se dio la alarma porque se supo de la existencia de algunas partidas de extremistas incontrolados que habían cometido excesos e incluso asesinatos en algunos pueblos cercanos. El comandante Reyes recibió confidencias de que aquellos grupos pretendían asaltar los almacenes del aeródromo, por lo cual se instalaron ametralladoras en las esquinas del campamento y del campo de vuelo y se redobló la vigilancia. El comandante Reyes estaba dispuesto a dar un sonado escarmiento, y como se corrió la voz de los preparativos que se hablan hecho para repeler cualquier agresión nocturna, los grupos de incontrolados temieron tal reacción cesaron en sus correrías vandálicas.

Son bastante esclarecedores los datos que aportan las actas del pleno extraordinario de sindicatos de la CNT de Aragón, que se celebró en BuJaraloz el 6 de octubre de 1936, y que demuestran la influencia de los aviadores en la vida civil en Sariñena. En primer lugar hay que decir que NO asistió representación alguna de nuestra villa a tal asamblea, pero sí lo hicieron muchos pueblos de la provincia como Lanaja, Grañén, Tardienta, Monzón, Almudévar, Alcolea, Salillas, Barbastro y otros.

En las actas del pleno se dio cuenta de una de las intervenciones, cuyo texto es el siguiente:

“-El compañero Hermes de Soli también da referencia del comportamiento de determinado sector de opinión que en una asamblea que había convocado el sindicato de Sariñena. Irrumpieron en el local y la suspendieron. Explica la conducta que observaron los aviadores que de acuerdo con los socialistas, realizan toda clase de tropelías a nuestros compañeros, habiendo llegado incluso a desarmamos. Se acuerda hacer gestiones para evitar todos estos excesos y caso de no rectificar, proceder entonces con energía…-“

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

Defensa Alas Rojas Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Personal de tierra del aeródromo militar hacen prácticas con una ametralladora Hotchkiss.

 

Testimonio de Macia Polo Verdú

Macia Polo Verdú fue como voluntario a trabajar al campo de aviación de Sariñena, llegó a los pocos meses de comenzar la guerra, llegó desde Lérida en tren hasta Sariñena. Al principio, cuenta que había mucha desorganización. Trabajaban haciendo el pavimento de la pistas, hacían las pistas manualmente aunque comían muy bien, abundante y bueno. Cuando llegó ya estaban construidos los barracones, era todo muy improvisado con pocos aviones.

En las parideras había escondidos muchos proyectiles, también cuenta como una avioneta de construcción francesa aterrizó de noche y se estrelló. Entrevista realizada por JordiVva, en idioma catalán.

 

Biografías

Aguilera Cullell, Alberto. Natural de Barcelona, soltero. Teniente de aviación (Gaceta 4/4/37 pag. 58 nombramiento teniente). Aguilera, junto a los aviadores alférez Ferret, sargento Juan Fernández y bombardero Navarro, falleció en combate aéreo  entre Granen y Tardienta. Falleció el 19 de octubre de 1936, a última hora de la tarde, a consecuencia de heridas de arma de fuego recibidas en combate aéreo. Manifestación inscrita por Manuel Conde Capitán, médico del campo de aviación. El avión bimotor que pilotaba fue derribado por Heinkel He.51 y se estrelló en Almudévar. (Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra).

Luis Agilera Cullell

Luis Agilera Cullell.

Arnal Sena, Valero. Valero llegó al campo de aviación en agosto de 1936 con el uniforme de teniente de la guardia civil, procedente de la línea del Prat de Llobregat. Fue nombrado al mando de una compañía de aviación destacada el “Abet Alto”, organizó la legión roja de aviación y ocupó el cargo de ayudante en los primeros meses de 1937, luego marchó a Albàtarrec (Lérida). Con la llegada del franquismo, fue condenado a seis años de prisión menor.

Baballé Puignous, Juan. Piloto de la Escuadrilla de Alas Rojas y de Chatos. Al iniciarse la Guerra Civil combatió en el frente de Aragón desde el Aeródromo de Sariñena con la Escuadrilla Alas Rojas. Perteneció a la Escuadrilla Vasca a la que se incorpora en julio 37. Derribado y muerto sobre el Puerto del Escudo el 17-08-37. Ascendió a Alférez el 25-02-37 (G.R. 76 del 17-03-37) y a teniente el 24-03-37 (G.R 83). (http://www.errepublika.org/aviadores_republicanos.htm).

Busquets Gelabert, Romà. Natural de Barcelona, fue un piloto civil que se incorporó a la aviación republicana del aeródromo del Prat. Romà formo parte de las unidades que se destinaron al aeródromo de Alas Rojas «Entre el día 19 de julio y el día 31 de julio, unos cincuenta civiles vinculados a la escuela de vuelo del Prat (entre pilotos, observadores, mecánicos y otro personal de tierra) se incorporaron a la aviación y fueron destinados, en su mayoría, a Sariñena (en la provincia de Huesca), donde se estableció el principal aeródromo del frente de Aragón» (Deportados). Romà participó en misiones de de observación, de enlace y de transporte aéreo, pero «A las pocas semanas, recibió del teniente coronel Felipe Díaz Sandino la orden de desplazarse a Bujaraloz (Zaragoza), junto al piloto civil Josep María Ferrater Bofill, para dirigir la construcción de un aeródromo auxiliar, al servicio de la columna Durruti, y de asumir el mando del mismo. Las actividades de Busquets como comandante del aeródromo de Bujaraloz no están documentadas y se pierde su pista hasta el mes de abril de 1938, en pleno colapso del frente de Aragón, momento en el que ocupa un cargo de Jefe de Estado Mayor (dentro de la Sección de Información) de la 26ª División, heredera de la antigua Columna Durruti»(Deportados). Romà acabó en Francia donde fue capturado por los Alemanes, deportado a Mauthausen y luego a Gusen, murió gaseado en el Castillo de Hartheim en 1941.

Romá Busquets, el aviador republicano asesinado por los nazis.

En Sariñena, Busquets participó en diversas misiones de observación, enlace y transporte aéreo, pero su participación en acciones de combate no está documentada. En cualquier caso, al cabo de pocas semanas, recibió la orden del teniente coronel Felipe Díaz Sandino de desplazarse en Bujaraloz (Zaragoza), con el también piloto civil Josep María Ferrater Bofill, para dirigir la construcción de un aeródromo auxiliar al servicio de la columna Durruti.

Los Busquets, la trágica historia de una familia de veraneantesde Cubelles.
Curell i Sanmartí, Jordi.

Buyé Berni, Jaime. Natural en San Andrés de Palomar (Barcelona) el 1 de agosto de 1905. Ingresó en la Aeronáutica Militar como Alumno mecánico de la 12ª promoción en agosto de 1925. Obteniendo el título de piloto el 24bde febrero de 1930, siendo ascendido a cabo el 24 de septiembre de 1932 cuando pertenecía a la 2ª Escuadrilla del Grupo 13, Escuadra nº 3.

El 23 de agosto de 1935 fue ascendido a sargento piloto (D.O. 193). El estallido de la Guerra Civil Española le sorprendió en Barcelona desde donde pasa a realizar vuelos desde Lérida y Sariñena, municipio de la provincia de Huesca, siendo herido en el brazo durante el combate del 19 de octubre. Tras su recuperación fue enviado a Rusia para la conmemoración de la revolución Rusa. En mayo de 1937 pasó destinado a Reus a la unidad de protección de costas.

Piloto de Polikarpov I-15 “Chatos”, actuó en el Norte con la Escuadrilla Vasca, actuando en los frentes de Santander y Gijón. Sufrió heridas importantes cuando el día 17 de agosto de 1937, al regreso de un combate, en el que fue varias veces alcanzado, resultó sorprendido por una tormenta y su avión sufrió una parada de motor, saltando en paracaídas.

En septiembre de 1937 fue destinado como oficial de Estado Mayor de la 3ª Escuadrilla de “Chatos”, puesto que ocupó hasta que en febrero de 1939 esta unidad se retiró a Francia.

117.- Mejores aviadores en la Guerra Civil Española- FARE. Cosas de la aviación.

«Sufre heridas importantes cuando el día 17 de agosto de 1.937, al regreso de un combate, en el que fue varias veces alcanzado, es sorprendido por una tormenta y su avión sufre una parada de motor, saltando en paracaídas.»

 (http://www.errepublika.org/).

Cabré i Rofes, Francesc. Sin formación reglada militar de vuelo, es movilizado por la Generalitat y actúa en los frentes de Aragón, desde la escuadrilla “Alas Rojas” de Sariñena, pasando después al grupo nocturno “Marcel Bloch” y luego más tarde a los Natachas durante todo el segundo semestre de 1937, para acabar en los bimotores de gran bombardeo rápido, los “katiuskas”, donde fue Jefe de Escuadrilla y más tarde adjunto a la Plana Mayor del Grupo 24. (Memorias de un piloto civil catalán en la guerra de España).

Suboficiales campo aviación Sariñena

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Oficiales y suboficiales de aviación, entre ellos el médico Manuel Conde López (dcha), observan una bomba de aviación.

Cabré Planas, José. Piloto que falleció al estrellarse con su avión el 14 de agosto de 1936 en Tardienta. «El 1 de agosto, los Nieuport escoltaron un Bréguet sin encontrar oposición, pero el día 4, al repetir la operación, el Nieuport de escolta pilotado por García Herguido se topó con cuatro Bréguet que venían de Zaragoza, pero no pudo derribar ninguno. El día 14, los Bréguet nacionalistas bombardearon Tarienta a una altitud de 1000 metros, mientras tanto el Nieuport 52 del comandante Ramón Senra (3-43) volaba 300 metros por encima, Senra había llegado el día 13 a Zaragoza para proteger la zona de las incursiones. Apareció entonces el Nieuport del sargento José Cabré Planas volando por debajo de los Bréguet y al verlos atacó por debajo, pero sin ver el Nieuport nacionalista.  Cuando Senra lo vió picó su avión contra el de Cabré, pero sus armas no funcionaron, en un segundo ataque sus ametralladoras esta vez si funcionaron y tocó al avión de Cabré, que se estrelló en las cercanías de Tardienta, matando al piloto.» (HISPANO-NIEUPORT NI-52C.1 GRUPO 13).

«Cabré Planas fue derribado por el avión nacional pilotado por Ramón Senra Álvarez el 14 de agosto de 1936, mientras sobrevolaba el frente entre Tardienta y Huesca. La caída de este avión constituyó toda una fiesta en Huesca, que atravesaba horas difíciles viendo que el cerco se estrechaba en su entorno. Senra Álvarez recibió como premio por su acción, un giro postal de la Diputación de Huesca con la cantidad de 1.000 pesetas, y en Zaragoza, la Junta Nacional de Recaudación le otorgó la suma de 10.000 pesetas.» (Pardo Lancina, Víctor. Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros, “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Carazo Calleja, Abelardo. Alférez del bando nacional. Fue abatido el 14 de septiembre de 1937 junto al  capitán de aviación Carlos Muntadas S. Prim. Una lápida, en el entorno del aeródromo, recuerdan ambas víctimas.

Cervera Mayans, Salvador. Junto a José Puimeciño Calasan  fueron guardias civiles que formaron parte de la escolta del jefe marxista Reyes en el aeródromo y participaron en el fusilamiento de Arizaleta, administrador de la viuda de Bastaras de Lanaja (Informes solicitados por la Capitanía General de la 5ª Región Militar, Huesca en mayo de 1941). Salvador también realizó las labores de escolta del comisario político Francisco Puicerón y José del comisario político Francisco Buisán. También fueron investigados, por su posible participación en el fusilamiento de Arizaleta, los guardias Segundo Doñageda Cardial, Víctor Esperrín del Río y Martín Pérez Pindado.

Chacel Martínez, Cesar José. Natural de Valladolid, fue sargento armero destinado en el aeródromo.

Colomer Luque, Marí Pepa. recibió licencia de su piloto en 1931, cuando tenía 19 años de edad. Admitido como miembro honorario del Aeroclub de Barcelona, en 1935, adquirió su brevet de instructor y en octubre de 1936, ella enseñó en la escuela de vuelo militar de Sariñena. Aviadoras femeninas republicanas. Texto del libro «Wings Over Spain” por Emiliani Ghergo. https://sites.google.com/…/04-m-pepa-colomer-aviadora

Escrig Gonzalvo, Francisco. fue comandante de aviación en Artesa de Segre y, al parecer, en Sariñena ejerció de jefe de sectores destacados en compañía de un tal Piquer.

Fernández González, José. Sargento Bombardero. Sargento de aviación, soltero, pertenecía a Getafe (Estaba en los ministerios) y fue trasladado a Barcelona para su enterramiento.

Fernández, junto a los aviadores capitán Luis Aguilar, alférez Ferret, sargento Juan Fernández y bombardero Navarro, falleció en combate aéreo entre Granen y Tardienta. Falleció el 19 de octubre de 1936, a última hora de la tarde, a consecuencia de heridas de arma de fuego recibidas en combate aéreo. Manifestación inscrita por Manuel Conde Capitán, médico del campo de aviación.

Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra.

Ferret Aguilera, Faustino. Alférez aviador. Natural de Barcelona, casado y de profesión Alférez, fue trasladado a Barcelona para su enterramiento. Casado en primeras nupcias con Eulalia Pilar García, habiendo dejado tres hijos llamados Pilar, Wilfredo y Faustino.

Ferret, junto a los aviadores capitán Luis Aguilar, sargento Juan Fernández y bombardero Navarro, falleció en combate aéreo entre Granen y Tardienta. Falleció el 19 de octubre de 1936, a última hora de la tarde, a consecuencia de heridas de armas de fuego recibidas en combate aéreo. Manifestación inscrita por Manuel Conde Capitán, médico del campo de aviación.

Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra.

Foyé Rafols, Mariano. Piloto catalán e impulsor del vuelo sin motor, se incorporó a principios de la guerra en el aeródromo sariñenense, siendo piloto civil. Alcanzó el grado de alférez hasta que el 19 de octubre de 1936, su Dragón Rapide fue derribado en un combate aéreo entre Tardienta y Grañen contra una escuadrilla alemana de Junkers. Los otros cuatro tripulantes fallecieron, mientras que Foyé murió tiempo después a causa de las heridas, el 23 de febrero de 1937.

Mariano Foyé, piloto doctorado en la Escuela Canudas, era además un excelente periodista. leal a la República, buen catalán él, no se mostró ni un momento reacio a acudir donde el deber le llamaba, y, destinado a la base aérea del Alto Aragón, fue comisionado para dirigir la construcción de un nuevo campo de aviación en las proximidades de Barbastro.

– Me aburro – me decía un día en el Cuartel General del Alto Aragón- ; esto no es para mí. Prefiero volar, contribuir de una manera más personalísima a la lucha de que hemos de salir victoriosos.

Pocos días después, Mariano Foyé marchaba al campo de «Alas Rojas» y allí pude abrazar innúmeras veces a aquel muchacho alto, fuerte. de complexión robusta, de hablar agradable y corazón lleno de afectos.

Bajo el cielo de Aragón. Máximo Silvio. Mi Revista, Barcelona 1 de mayo de 1938.

Pilotos Alas Rojas Sariñena

Grupo de pilotos y observadores en el campo de aviación de Sariñena, agosto 1936. De izquierda a derecha: de pie: 1 (?); 2, Cabré Planas; 3 (?); 4(?); 5, Robles; 6, Bercial; 7, Foyé; 8 Bengochea. Sentados: 9, Salueña; 10, Ferrer; 11, Aguirre; 12(?). Familia Foyé. 

Dos aviadores de la base aérea de Sariñena depositan una corona en la tumba de Marià Foyé «Ayer se trasladaron a nuestra ciudad, desde el campo de aviación de Sariñena, dos pilotos aviadores con el objeto de depositar una corona en la tumba del desdichado aviador y compañero nuestro de redacción Marià Foyé. Los pilotos que actúan en aquella base aérea, de la cual, como se sabe, forma parte de nuestro malogrado compañero, han querido expresar así su duelo por la perdida del que había compartido con ellos la heroica y ardua tarea de luchar contra la aviación enemiga». (La Publicitat, 27 de febrero de 1937). 

Gálvez Alberico, Aurelio. El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, del 22 de enero de 1937, publicó el destino de personal médico a diferentes destinos, entre ellos al alférez medico «D. Aurelio Gálvez Alberico», el 25 agosto 1936, al aeródromo de Sariñena.

Giménez García, Isidoro. Natural de Valladolid en el mes de agosto, al organizarse la Escuadrilla Alas Rojas, unidad mixta formada por cazas Nieuport-Delage NiD 52 y bombarderos ligeros Breguet XIX, es nombrado jefe de la misma y da comienzo a sus intervenciones en el frente de Aragón desde el campo de Sariñena en Huesca. En noviembre de 1936 es ascendido a capitán y como profesor y acompañante de ciento noventa alumnos marcha a Rusia en diciembre, a la Escuela de Kirovabad en Azerbaiyán. Cosas de la aviación. 163 – Mejores aviadores en la Guerra Civil Española – FARE.

Isidoro Jimenez Sariñena Alas Rojas

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. El teniente asimilado Isidoro Giménez, jefe de la escuadrilla Alas Rojas.

Herguido García, José Conocido como el “Demonio Rojo” fue piloto de la Aviación Militar española. El 18 de julio de 1936 se presenta en el aeródromo de El Prat, operando contra las tropas nacionales de la Ciudad Condal y después en todo el Frente de Aragón con la escuadrilla “Alas Rojas”, alcanzando una notable fama, dada su habilidad y valentía incomparable.

El 4 de agosto derribó el bombardero ligero Breguet XIX del capitán Eduardo Prado y ametralló en Zaragoza una columna de tropas.Posteriormente se encuadró en una de las primeras escuadrillas de los “Chatos” soviéticos, concretamente la de Boris Turshanski, combatiendo en la Batalla de Madrid para resistir los vigorosos ataques que de vez en cuando lanzaba el enemigo. Fue allí donde fue herido en septiembre; durante un combate aéreo había recibido un balazo en la rodilla. Fue enviado al hospital del Prat, donde no permaneció más que 20 días. A penas el doctor le anunció que estaba curado, se presentó en su unidad.

A principios del mes de noviembre, el 7 o el 8, García Herguido había sido integrado en una de las dos escuadrillas de caza rusa que estaba entonces en Madrid, y volaba en un Polikarpov I-15, el famoso “Chato”. El 12, durante un combate sobre el aeródromo de Barajas, quiso entrar en combate con un Heinkel He51 alemán y se le acercó. El piloto enemigo también era un hábil aviador. Al cabo de un momento el alemán se lanzó en picado. Herguido le siguió, decidido a no dejarlo escapar. Los dos aparatos se estrellaron en el mismo lugar del aeródromo, unidos en el mismo rugido de motor.

“Cosas de la Aviación” 116.- Mejores aviadores en la Guerra Civil Española- FARE.

Alas Rojas Sariñena Herguido

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. El sargento Herguido a bordo de su Nieuport-52.

No muy alto, aunque de buena estatura; rostro moreno, sombreado por una simpática y atrayente sonrisa; la leve contracción de sus labios carnosos dejaba ver las dos blancas hileras de sus dientes; los ojos chispeantes y con mirada de águila, acostumbrados a cortar el horizonte; desnudo de cintura para arriba, el cuerpo tostado por el sol. Así le había visto innúmeras veces en el campo de aviación de «Alas Rojas» cuando el sol encendía brasas en aquella tierra ahora hollada por la inmunda planta del invasor extranjero.

Bajo el cielo de Aragón. Máximo Silvio. Mi Revista, Barcelona 1 de mayo de 1938.

Jesús Herguido Diablo Rojo

Herrandiz Bellot, José. Natural de Chella (Valencia) fue soldado de aviación que llegó a capitán de infantería del ejército rojo. Destinado en el campo de aviación de Lérida estuvo en el aeródromo de Alas Rojas. Acusado por rebelión, a los 27 años de edad, José Herrandiz fue condenado a 12 años de reclusión menor.

Herrera Aguilera, Emilio. Teniente republicano y piloto del caza Polikarpov I-15 (conocido como Chato), era hijo del investigador y general Emilio Herrera Linares, director técnico de las Fuerzas Aéreas Republicanas y Presidente de la II República en el exilio entre 1960 y 1962. En julio de 1937. Se incorporó a «La Gloriosa» como jefe de patrulla de la 2ª Escuadrilla de Chatos con base en Sariñena. (Emilio Herrera Aguilera, piloto de caza republicano. Por María Torres).

Hidalgo López, Juan. Ejerció de cabo radiotelegrafista de aviación, llegando alcanzar la graduación de sargento. Estuvo destinado en el aeródromo de Sariñena y de la Rivera, el fin de la guerra le pilló en Alicante.

Jiménez Brugué, Alonso. Nació en Mollo (Gerona) el 21-01-1906. El 01-07-1925 ingresó voluntario en la Aviación Militar en Cuatro Vientos siendo cualificado como mecánico de Aviación el 25-08-1926. Asciende a cabo el 01-09-1929 pasando el 25-03-1930 con destino a Los Alcázares y en diciembre de 1930 fue destinado a la 3ª Escuadra. Obtuvo el título de Piloto Militar nº 813 con efectividad del 25-03-1929 y el de ametrallador bombardero el 20-06-1932. Asciende a sargento el 01-06-1935 (D.O. 1290del 05-06-35). Al estallar el Alzamiento se encuentra destinado en el Prat (Escuadra nº 3) como sargento piloto. Donde actúa como observador de BR-XIX en diversas acciones sobre Barcelona. Trasladado a Lérida sufre por estas fechas un ataque de apendicitis e ingresa en el hospital de Lérida. Dado de alta y ascendido a alférez, el 11 de septiembre pasa a Sariñena en un BR-XIX pilotado por Antonio Salueña Lucientes. En Sariñena pilota un Ni-52. Piloto de Chato de la Escuadrilla Lacalle, al que a mediados de abril de 1.937 cede el mando Andrés García Lacalle. El 8 de mayo intentó el pase de la unidad a la zona Norte junto a con seis aviones de cooperación R-Z y un DC-2, vía Toulouse/Francazal, pero un error de navegación hizo que los aviones tomaran tierra en el aeródromo francés de Montandran, donde un oficial holandés del Comité de No Intervención, les hizo regresar al punto de partida. Del Prat pasó a Lérida y después fue destinado en Sariñena, Getafe, Alcalá, Aragón, Guadalajara, Teruel, Málaga. Realizó dos viajes al Norte que terminaron uno en Toulouse y otro en Pau. Fue destinado como Enlace de Estado Mayor del Grupo 26. Profesor de caza en la provincia de Gerona, La Rivera y Alcantarilla. Fue ascendido a teniente y posteriormente a Capitán. A finales de marzo de 1939 pasó a Valencia.

(http://www.errepublika.org/aviadores_republicanos.htm).

Laguna Lomás, de José. Piloto. Oficial de aviación. Juzgado en 1940 por Auxilio a la rebelión, causa sobreseída provisionalmente. Signatura 1592. Procedimientos de la justicia militar contra el personal militar que luchó en la aviación republicana durante la guerra civil (1936-1945) Archivo Histórico del Ejército del Aire.

Causa contra un aviador

Ante el mismo Tribunal empezó la vista de la causa seguida contra José Laguna Loma, aviador. Al empezar el juicio, el defensor se refiere a los documentos que se le ocuparon al hoy procesado al ser detenido. Uno de los documentos es del partido comunista español, haciéndose constar que el José Laguna Loma nada tiene que ver con otro individuo del mismo nombre y de los mismos apellidos que es fascista.

Los otros dos documentos son de la aviación militar y del ministro de la Guerra, referentes al destino del Laguna para Sariñena. El procesado explicó que regresó a Barcelona desdé aquella población por falta de salud. A petición del fiscal se acuerda suspender el juicio a fin de practicar una información supletoria para averiguan? la verdad del caso.

La vanguardia, 31 de octubre de 1936.

En Barcelona

Barcelona 30 (12 n.).— Continúa la actuación de los tribunales populares. Ante el primero se ha visto la causa contra Juan Laguna, oficial aviador. La defensa se ha referido a los documentos ocupados al procesado en el momento de su detención. Uno de ellos es del partido comunista, haciendo constar que el detenido nada tiene que ver con otro sujeto del mismo nombre y apellido de filiación fascista. Otros documentos se refieren a la vida militar de Laguna y a su destinó en Sariñena. El procesado explicó las causas de su viaje a Barcelona, relacionadas con su estado de salud. A petición del fiscal se suspendió el juicio para practicar una información supletoria.

La Voz, 31 de octubre de 1936.

Militar juzgado

Lana Castro, Antolín. Con 40 años fue un agricultor sariñenense “Voluntario en aviación, sin intervenir en hechos delictivos”. Exiliado a Francia, regresó en octubre de 1941. El informe, solicitado por la Comisaría de investigación y vigilancia de la provincia de Huesca, reflejaba que mantuvo “siempre buena conducta”.

Mañez Rubio, Manuel. Con tan solo 15 años, fue reclamado al frente junto a Joan Paesa Cortesa por sus respectivas familias. Ambos fueron reclamados en marzo del 37, Manuel se encontraba en el campo de aviación y Joan en el batallón Alas Rojas. Son ejemplo de los muchos menores que partieron al frente sin el consentimiento de sus familias, siendo reclamados posteriormente para su regreso a casa.

Marchenko, Vsévolod. Nacionalidad ucraniana, se graduó en la Escuela Naval de Rusia en 1911, pasando a aviación durante la Primera Guerra Mundial. Durante la Guerra Civil Rusa sirvió en el ejército ruso blanco del almirante Kolchak y fue galardonado con la cruz de San Jorge. Salió de Rusia después de la Revolución de Octubre de 1917, yendo primero a Yugoslavia y luego se unió a la Legión Española sirviendo en Los Alcázares como capitán. Se convirtió en piloto de la línea aérea Madrid-París, y luego durante la Guerra Civil Española fue piloto de bombarderos Ju-52 para las fuerzas nacionales. (120.- Mejores aviadores en la Guerra Civil Española- F.A.R.E).

Muntadas Prim, Carlos Duque de Castillejos, natural de Barcelona, fue voluntario de aviación en el bando nacional durante la guerra civil española. Carlos pertenecía a la familia Muntadas Prim, una familia burguesa romántica de la sociedad catalana que acabó al costado de Franco y protagonizando un escándalo financiero a finales de la década de 1970. Vinculado a la familia Prim, entre sus antepasados se encuentra Juan Prim y Prats, Marques de Castillejos, político liberal y uno de los responsables de la revolución de 1868 «La Gloriosa», el primer intento en establecer un gobierno democrático en España tras el destronamiento de Isabel II. Murió, poco después, víctima de un atentado. Carlos Muntadas Prim falleció en Sariñena, su avión cayó junto con otros dos compañeros el 12 de septiembre de 1937. Contaría con unos 36 años de edad. Una lápida lo recuerda cerca de las trincheras. Junto a la lápida de Muntadas Prim, aparece una lápida en recuerdo de Abelardo Carazo Calleja, fallecido el 14 de septiembre de 1937.

Navarro Colay, Emilio. Cabo bombardero de aviación, perteneció a la escuadrilla de los ¿alcray?

Navarro, junto a los aviadores capitán Luis Aguilera, alférez Ferret, sargento Juan Fernández y bombardero Navarro, falleció en combate aéreo entre Granen y Tardienta. Falleció el 19 de octubre de 1936, a última hora de la tarde, a consecuencia de heridas de arma de fuego recibidas en combate aéreo. Manifestación inscrita por Manuel Conde Capitán, médico del campo de aviación.

Tiene a su hermano que se  llama Federico. Se consigna que se halla enterrado en una fosa a las distancias siguientes por norte a 7 metros del camino central del cementerio, por sur a 25,50 metros de los nichos, por este a 22 metros de los nichos, por oeste a 77 metros de la tapia del cementerio.

Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra. 

Paesa Cortesa, Joan. Barcelonense de 17 años, fue reclamado al frente junto a Manuel Mañez Rubio  por sus respectivas familias. Ambos fueron reclamados en marzo del 37, Manuel se encontraba en el campo de aviación y Joan en el batallón Alas Rojas. Son ejemplo de los muchos menores que partieron al frente sin el consentimiento de sus familias, siendo reclamados posteriormente para su regreso a casa.

Palop Mestre, Francisco. Teniente de aviación roja, natural y vecino de Montilla, Córdoba, su causa resultó sobreseída provisionalmente en 1939. Existieron indicios de su paso por el aeródromo de Sariñena y fueron solicitados los perceptivos informes para depurar sus responsabilidades.

Piquer. Al parecer mandaba el 9º Batallón de aviación roja, de afiliación comunista. (El dato puede estar confundido con el 4º Batallón)comandaba una sección de milicianos que marcharon al frente de Huesca, al frente de aquella sección iba Valero Arnal Sena.

También existía en el aeródromo, una fuerza de choque llamada Legión Roja, a las órdenes del comandante Piquer. A sus componentes se les quería preparar como futuros comandos paracaidistas.

La guerra del 36 en Sariñena. Morera Corull, Arturo. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros.

Prieto García, José. Fue alumno de aeronáutica en prácticas, observador de la aeronáutica naval y estuvo destinado en el aeródromo de Sariñena. Natural de Cartagena, soltero y con 22 años, estuvo destinado en el campo en agosto de 1936. Marchó al hospital militar de Barcelona por encontrarse herido, regresando al aeródromo y permaneciendo en el hasta febrero de 1937.

Profimovich Eremenko, Ivan. Piloto ruso que combatió en España (Héroe de la Unión Soviética el 28 de octubre de 1937).

Puimeciño Calasan, José. Junto a Salvador Cervera Mayans fueron guardias civiles que formaron parte de la escolta del jefe marxista Reyes en el aeródromo y participaron en el fusilamiento de Arizaleta, administrador de la viuda de Bastaras de Lanaja (Informes solicitados por la Capitanía General de la 5ª Región Militar, Huesca en mayo de 1941). Salvador también realizó las labores de escolta del comisario político Francisco Puicerón y José del comisario político Francisco Buisán. También fueron investigados, por su posible participación en el fusilamiento de Arizaleta, los guardias Segundo Doñageda Cardial, Víctor Esperrín del Río y Martín Pérez Pindado.

Rodolfo Robles César, EFE agosto 1936

Redondo de Castro, Vicente. Capitán, piloto de Chato. Tomó el mando de la 2ª Escuadrilla de Chatos a finales de julio de 1.937 en Figueras, tras la conclusión de la batalla de Brunete, pasando después a Sariñena y tomando parte en los combates de Belchite siendo derribado el 1 de septiembre de 1.937. En el mando de la 2ª Escuadrilla le sustituyó Gerardo Gil Sánchez.

(http://www.errepublika.org/aviadores_republicanos.htm).

Robles Cézar, Rodolfo. Militar profesional. Piloto de caza de la escuadrilla Alas Rojas. Foto Agencia EFE, Sariñena, agosto de 1936.

Fue ascendido a teniente el 31 de octubre de 1936 y a capitán el 13 de diciembre de ese año. Prestó servicio en el aeródromos de Sariñena. Robles Cézar, Rodolfo.

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Retrato de Joan García Oliver, con el comandante Alfonso de los Reyes y el piloto Robles, jefe de la base aérea de la escuadrilla Alas Rojas, se disponía a volar desde el camp de aviación de Sariñena. (Arxiu Nacional Catalunya. ANC1-371-N-782).

Roche García, Julio Alejandro.  Ocupó el cargo de oficial de telégrafos en el campo de aviación rojo de Sariñena, desde febrero de 1937 hasta el 15 de octubre del mismo año.

Rodríguez Toledo, Pascual. Soldado del servicio de aviación, permaneció 7 meses en el aeródromo.

Roig Villalta, Fernando. Piloto de Chato. Nació el 05-04-1906 en Mauresana parroquia de San Ramón, provincia de Lérida. Ingresó como mecánico de Aviación en el Servicio de Aviación. Obtuvo el título de mecánico de aviación 14-10-1926, siendo nombrado cabo. Fue destinado a la Escuela de Combate y Bombardeo en Los Alcázares en diciembre de 1928. Hizo el curso de bombardeo y ametrallador en 1929. Inició el curso de piloto en 1929 obteniendo el título el 9-05-1930. Pasa a Tetuán en noviembre de 1930. Ascendido a sargento piloto el 01-01-1934 con el núm. 130. con destino en la Escuadra nº 3. El 25-06-34 en Loeches tuvo un accidente con el Ni-52 nº 15 de la Escuadra nº 3 de Barcelona. Debió de ser hospitalizado con heridas leves. Al estallar la Guerra estaba en Barcelona, participando en las acciones que allí se desarrollaron. Pasó después a Sariñena desde donde participó en las acciones que se desarrollaron en Aragón hasta finales de octubre. Por mediación de García Lacalle pasa destinado a los Polikarpov I-15, para lo que se incorpora en el Albacete para desde allí pasar a Madrid. Murió el 16-11-1936 al ser derribado en Alcalá de Henares. Ascendido a teniente el 04-06-37 y a capitán el 31-01-1938. (http://www.errepublika.org/aviadores_republicanos.htm).

Roldan Maldonado, Juan. Piloto civil español que fue seleccionado en su día para formar parte de la Expedición «Artabro» al Amazona. El 1 de agosto de 1936, pocos días después de declararse la guerra de España, se presentó voluntario en el aeródromo de El Prat de Llobregat siendo movilizado posteriormente por decreto de 29 de septiembre siguiente de la generalidad, con el empleo de alférez, pasando destinado a la recién creada Escuadrilla «Alas Rojas», en la que operó seguidamente sobre el frente de Aragón desde el aeródromo de Sariñena. El 16 de septiembre, Roldán pasó al frente Cántabro formando parte de una patrulla de bombarderos CASA/Breguet 19 y la protección de un caza Hispano/Nieuport Ni-52, empezando a operar al día siguiente sobre los objetivos de Villarreal y Vitoria. En noviembre, a la llegada a Bilbao de los Polikarpov I-15 «Chatos», fue destinado a la Escuadrilla «Vasca» que se formó en Lamiaco, con la que combatió durante la ofensiva gubernamental sobre la capital alavesa y en defensa de los puertos del Cantábrico, en uno de cuyos servicios resultó gravemente herido en combate contra los He-51 el 4 de enero de 1937. Parece que al intentar aterrizar sobre una ladera del monte Artiñano, en las proximidades de Cebeiro perseguido por los biplanos alemanes, su «Chato» tropezó con un cercado de espino estrellándose a continuación contra un árbol. Fue el primer aviador que cayó en combate en el norte a los mandos de un Polikarpov I-15 «Chato». (http://www.errepublika.org/aviadores_republicanos.htm).

Ruiz Ramos, Pedro.  Detenido el 4 de noviembre de 1936 en la ermita de Santa Quiteria de Tardienta y luego trasladado al aeródromo de Sariñena, donde permaneció unos 20 días en calidad de detenido, siendo trasladado a Barcelona donde le tomaron declaración.

Salueña Lucientes, Antonio. Natural de Fuendetodos (Zaragoza), nació en 1898 y fue conocido como «El Pintamantas». Piloto de la aviación militar, escapó a zona republicana disfrazado de campesino, mientras su mujer, suegro y otros familiares fueron detenidos. Fue acusado en Zaragoza de haber sido el piloto que bombardeó El Pilar. Voló en los primeros meses en Breguet y posteriormente mandó una escuadrilla de Natachas. En 1938, siendo ya mayor de aviación se integró en la escala de mando del Grupo 28, de los «Delfín». Se exilió en la URSS, con su mujer Eloísa, a la que pudo liberar mediante canje.  Falleció en la URSS en 1959.

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Silue Navarro, Manuel. Miliciano de Hospitalet de Llobregat, destinado al aeródromo de Sariñena, falleció en torno a septiembre de 1936. La noticia aparece en el Diario de Barcelona del 5 de septiembre de 1936, destacando que fue enterrado en Sariñena y desde su ciudad natal se le trasladaron flores. Manuel perteneció a la U.G.T. y al Partit Republicá d´Esquerra. (Manuel Silué Navarro. Un camión de flores a Sariñena).

Silverio Jiménez, Amador.  Piloto, teniente de aviación, gran dibujante y caricaturista, ilustrador de los manuales de vuelo de 1932, ascendió a mayor durante la guerra civil española y fue destinado a Asturias, donde estuvo a los mandos del segundo caza Aieuport Ai-52. Tras la guerra estuvo exiliado en Londres durante la segunda guerra mundial. Amador Silverio fue conocido como “El dibujante” (La guerra en el aire, en Asturias durante los tres primeros meses de la Guerra Civil. Víctor Luis Álvarez Rodríguez).

Singla Nadal, Pedro. Soldado barcelonés de aviación. Llegó al aeródromo de Sariñena a primeros de agosto de 1936, del aeródromo del Prat. Como cabo del aeródromo de Sariñena formó una columna con fuerza de aviación que estuvo destacada en el sector de Albero Alto. Nombrado sargento, en noviembre del 37, fue destinado a la D.C.A. en Lérida, donde permaneció como sargento hasta que ingresó en la escuela de capacitación de Sabadell. Ascendió a teniente y en 1941 su caso fue sobreseído provisionalmente.

Stepanovich, Evgeny Nació el 22/05/1911 en Moscú – Falleció el 04/09/1996 en Moscú. Ingresó en aviación en 1932. Fue Comandante Voluntario Soviético, piloto de Polikarpov I-15 Chato. Llegó a España el 20/08/1937 hasta el 27/07/1938. Formó parte de la 1ª Escuadrilla de Chatos, de la que fue jefe de escuadrilla desde noviembre de 1937 hasta el 17/01/1938 en que fue derribado sobre ojos Negros (Teruel) y hecho prisionero en la prisión de Salamanca donde coincidió con Chercasov. Fue canjeado, regresando a la URSS el 27/07/1938. Fue condecorado con la orden de la Bandera Roja el 10/11/1937 y nombrado Héroe de la Unión Soviética el 29/08/1939. Fue conocido por aplicar la técnica del «Tarán» que posteriormente aplico también Andrés Fierro Menú. Tras su liberación y de vuelta a la U.R.S.S. continuó sirviendo en el Ejército Rojo. (Fuente Ícaro núm. 57 extracto testimonio de Juan Lario).

Vila Guillaumes, José. Sargento de la aviación que alcanzó el grado de teniente en el aeródromo de Sariñena. Natural de Castellfollit de la Roca, fue considerado “desconocido” por las autoridades franquistas de Sariñena a solicitud de información por parte del Ministerio del Aire en abril de 1941.

Vilella Vallés, Antoni. Mecánico de las Fuerzas Aéreas de la República Española, trabajó en la Cuarta Escuadrilla del Grupo 26 con aviones de caza, conocidos como Chatos, siendo destinados durante la guerra a los aeródromos de Sariñena y El Toro. Ha sido  presidente honorario de la Asociación de los Aviadores de la República (ADAR).

Yakushin, Mijail N. Piloto ruso de Chato. Nació en 1910. Llegó a España el 31.05.37 actuando con la 1ª Escuadrilla de Chatos. Operó en la Patrulla de caza nocturna formada bajo la 1ª Escuadrilla de Chatos, llegando a ser el jefe de la Patrulla nocturna.

Derriba la noche del 26 de julio el Ju-52 de la Legión Cóndor tripulado por el teniente Leo Falk y los suboficiales Walter Brötzmann, Fritz Berndt, August Heyer y Georg Ubelhach. Regresó a la URSS el 15.11.37. (http://www.errepublika.org/).

emblema2

Reus. Han estado destinados al campo de aviación de Sariñena diversos compañeros nuestros que habían vuelto  del frente de Aragón con permiso temporal.

Diario de Barcelona, 4 de febrero de 1937.

Piloto Sariñena Escuadrilla Alas Rojas

Sariñena (Huesca), Agosto de 1936. Agencia EFE. Un piloto, (no identificado), de un Nieuport 52.

El campo en manos de los sublevados

Tras la caída del frente de Aragón (Sariñena, la retirada), el 26 de marzo de 1938 el campo cayó en manos del bando sublevado, quienes continuaron utilizando el aeródromo en su avance sobre Cataluña. Víctor Pardo Lancina recoge que las tropas nacionales pasaron a ocupar y aprovechar la gran infraestructura aeronáutica de guerra, incautándose de 38 aviones Fiat CR-32 (Víctor Pardo Lancina citando a Salas Larrazabal, Jesús, La guerra de España desde el aire, Barcelona, Ariel, 1969, p. 432“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros).

Este fue el caso de la gran mayoría de aeródromos «Puede afirmarse, sin duda, que los de Sariñena y Bujalaroz son necesarios al presente operaciones a lo largo del Segre, pero la misma pretensión no puede seriamente mantenerse para los demás» (The War in Spain (Gran Bretaña). 11/6/1938, n.º 21).

La Aviazione Legionaria, comando XXIII grupo Caccia se instaló en el aeródromo militar de Sariñena con el avance nacional. Unos documentos la sitúan entre noviembre y diciembre de 1938. Uno de los documentos señalan como comandante del aeródromo a Magg. Remondino.

Los tres documentos se refieren del arreglo de la carretera de Albalatillo al cruce con la carretera de Sariñena a Bujaraloz, apenas 5 kilómetros que finalmente son arreglados, lo que agradecen con dos garrafas del mejor vino de Robres «Que espero les gustará. Es el que más fama tiene de los de esta provincia».

Documentos del Grupo de Recreación Histórica De Primera Línea.

Para analistas ingleses, estos aeródromos, en manos del fascismo español. alemán e italiano, constituyeron una seria amenaza para Francia e Inglaterra, antesala de la segunda guerra mundial.  En el mapa de la publicación «The war in Spain» quedan recogidas las bases en el noreste español, entre ellas, ocupando un lugar especial, las de Sariñena y Bujaraloz, apreciándose, además, la que situó en el entorno de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

AIR BASES IN SPAIN FOR USE AGAINST FRANC

«Cada símbolo en el mapa indica una base aérea. Los individuales representan campos de aterrizaje. más o menos completamente equipado. Uno o más símbolos en un chele negro representan un número igual de campos completamente equipado con refugios, hangares y depósitos de suministros subterráneos» (The War in Spain (Gran Bretaña). 11/6/1938, n.º 21).

Un legado del pasado

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Salvador Trallero con la bandera republicana de «Alas Rojas», que recuperó y donó a Sariñena.

La historia del aeródromo esconde numerosas historias y vivencias por descubrir, aquí hemos aportado nuestro pequeño granito de arena en la recuperación de la memoria histórica. Salvador Trallero siempre ha pretendido aprender de la historia, entendiendo como una apuesta de futuro la recuperación del aeródromo. Su libro ha cosechado grandes éxitos y reconocimientos, premio del Gobierno de Aragón en el año 2006 «al mejor libro editado en Aragón», sin duda una gran labor de documentación, edición y de divulgación que debería encontrar mayor reconocimiento y apoyo en la sociedad sariñenense, monegrina y aragonesa. Su sueño de recuperar el aeródromo de “Alas Rojas” debería ser un sueño de todos/as que  echase a volar!!.

El Hospital Militar de Sariñena


Durante la guerra civil, en el frente Aragón,  a través del Comité Sanitario de las milicias antifascistas y bajo el mando del Comité Central de Sanidad de Barcelona, se instalaron diferentes hospitales de guerra, muchos llamados hospitales de sangre; hospitales provisionales cerca de las zonas de combate que recibían los heridos del frente. Para ello, el frente aragonés se dividió en dos sectores sanitarios: el norte, que comprendía desde Siétamo hasta Castejón de Monegros pasando por Tardienta, Robres, Alcubierre y Lanaja, y el sector sur que abarcaba Osera, Fuentes de Ebro, Pina, Quinto, Gelsa, La Zaida, Almochel y Lecera con dos sedes principales, en Bujaraloz y Caspe. Cada cabeza de sector contaba con un médico jefe responsable y cada centro debía de instalarse en un lugar con “Abundante agua”.

Artículo enmarcado en la serie sobre la guerra civil en Sariñena

En Sariñena se estableció la cabeza del sector norte ubicando en la localidad el Hospital Militar de Sariñena (Carles Hervás i Puyal Sanitat a Catalunya durant la República i la Guerra Civil. Política i organització sanitáries: L´impacte del comflicte bèllic).

Servicio Bibliotecas del Frente

Sariñena ocupó un lugar muy destacado como punto neurálgico del frente de Aragón y especialmente en el frente de Los Monegros, donde llegaban diferentes columnas y milicianos, principalmente por ferrocarril, desde Barcelona al aeródromo Alas Rojas y al mismo frente muy delimitado en la sierra de Alcubierre. Así, el hospital de Sariñena formó parte importante de los distintos hospitales del frente, contando además con el Hospital de Evacuación del barrio de la Estación ferroviaria de Sariñena y la red de trenes medicalizados. A la vez, el aeródromo Alas Rojas estableció su propia enfermería bajo el mando del capitán médico Manuel Conde López, que “Estaba muy en contacto con el banco de sangre y hospital militar de Sariñena” (Alas Rojas Sariñena, Salvador Trallero).

Las primeras atenciones se hacían en el mismo campo de batalla y en parapetos de las mismas trincheras, aprovechando cuevas y oquedades, para su posterior evacuación, por medio de las “auto-ambulancias”, a los hospitales de 1ª línea, donde se clasificaban, atendían, realizaban las operaciones de urgencia, a través del equipo quirúrgico, y, si era el caso, se evacuaban a otros hospitales de 2ª línea o también llamados de convalecencia.

Sección catalana del Socorro Rojo Internacional

 

A la vez que se desarrollaba y organizaba, realiza trabajos de importancia reconocida, como la instalación del hospital de sangre: la casa de reposo para los combatientes internacionales; lavaderos mecánicos, a Sariñena y Alcañiz; la construcción de coches ambulancia, que libra la sanidad de guerra; la organización de la ayuda moral y material a los refugiados y las expediciones de comestibles, ropas de abrigo y material sanitario a los frentes de más importancia.

 La Humanitat: Any 6, núm. 1589 (30 març 1937).

El traslado de enfermos, del frente a los hospitales, se realizaba en ambulancias estableciendo, incluso, un tren sanitario en la línea ferroviaria que unía Tardienta, Grañén y Sariñena: «El traslado de nuestros heridos y enfermos se tiene que efectuar por carretera que, dada la mala situación en que se encuentra, ofrece graves peligros e Incluso que cuando lleguen al hospital de sangre de Sariñena, hayan podido fallecer en el trayecto. Por cuanto funciona, casi con absoluta normalidad el ferrocarril de Tardienta a Sariñena, Lérida y Barcelona, ¿no se podría establecer un servicio de hospital sanitario, anulando las ambulancias por carretera.» (Desde Tardienta Necesidad de montar un tren sanitario para hacer el servicio de Tardienta a Sariñena, anulando el actual por carretera. Solidaridad Obrera, 28 de agosto de 1936).

La organización sanitaria, del comité de milicias, quedó plasmada en el diario La Publicitat de agosto de1936: «Las ambulancias sanitarias las tenemos organizadas según la tracción, en trenes y coches. Estas últimas van hasta la línea de fuego por tal de proporcionar los primeros auxilios a los heridos y atender su evacuación. Después se instalan los heridos en trenes hospitales que los trasladan a los hospitales de sangre que se han establecido en Reus y Lérida. Cuando el estado de los heridos lo precisa, otros trenes los transporta inmediatamente a Barcelona.» Ante la necesidad de procurar atender lo más pronto posible, el artículo señala: «Esta necesidad nos ha obligado también a establecer un hospital de sangre en Sariñena, cerca de las líneas avanzadas».

A las doce de la mañana, procedentes de Sariñena y de paso para Barcelona, llegó un tren conduciendo 25 enfermos.
 

El Noticiero universal, 11-08-1936.

Efectivamente, a fin de no saturar los sectores del frente, se dio suma importancia a la evacuación a hospitales de retaguardia. De esta manera, desde Sariñena, se evacuaba principalmente a Barbastro, Lérida y Barcelona. Para ello se utilizaron trenes medicalizados “Tren-Hospital” que partían desde la Estación de Ferrocarril de Sariñena. La línea de estaciones de Tardienta, Grañén, Poleñino y Sariñena fue un eje vital para la evacuación de heridos del frente de Huesca y de Los Monegros. En el sector sur se priorizó la evacuación desde Caspe en vez de Bujaraloz, también por vía férrea, lo que permitió una buena evacuación a través de trenes-hospital hasta Vilanova i la Geltrú.

La Voz 12 agosto 36

La Voz, 12 de agosto de 1936.

Llegan heridos para reponerse.

 

Llegaron de Sariñena y otros frentes a Barcelona 29 heridos que se encontraban hospitalizados en Lérida. Fueron trasladados al Hospital Clínico. Entre ellos figuran dos soldados de Zaragoza, que heridos, fueron abandonados por los fascistas y recogidos por los milicianos, que les atendieron.

La Libertad: La Libertad – Año XVIII Número 5108 – 1936 agosto 13 (13/08/1936).

 

Los inicios del Hospital Militar de Sariñena.

El Hospital de Sangre de Sariñena se ubicó en la céntrica y pudiente casa solariega Penén-Paraled, en la plaza de la Iglesia, casa que primeramente fue saqueada y requisada, instalando, posteriormente, en sus dependencias el Hospital Militar de Sariñena. Así, a principio fue Hospital de las milicias del POUM y con el tiempo pasó a ser del ejército popular: Hospital Militar de Sariñena – XI Cuerpo del Ejército.

En palabras de coronel Luis Alfonso Arcarazo, el Hospital de Sariñena correspondía a «Un hospital de campaña improvisado en julio de 1936 para prestar apoyo sanitario a las columnas milicianas llegadas desde Cataluña para controla la sublevación de las capitales aragonesas». En la crónica de su intervención «El Hospital Militar de Sariñena (1936‐1938)», en las jornadas «Sariñena en Guerra» y publicada en la revista «Suplemento Armas y Cuerpos» Arcarzo explicó como «Se improvisó un hospital con algunas camas y un discreto quirófano, atendido por el personal sanitario de la población». De aquella organización inicial se encargó el Consejo Municipal, hasta que el Comité de Milicias Antifascistas y el Comité de Guerra del Frente de Aragón, que radicaban en Barcelona, se hicieron cargo de la asistencia sanitaria de los combatientes desplegados en el Frente de Aragón. El hospital de Sariñena tuvo varias denominaciones en función de su dependencia. Con la militarización de las columnas y su dependencia de la Consellería de Sanitat i Asistencia Social pasó a denominarse Hospital Militar de las Milicias y del Ejército Republicano y desde junio de 1937 fue la Clínica Quirúrgica de  Sariñena. En aquel despliegue sanitario, fue imprescindible la llegada de sanitarios movilizados en la retaguardia catalana: cirujanos, traumatólogos, internistas, odontólogos, psiquiatras, practicantes o enfermeras. En otro punto el coronel Arcarazo explicó las dependencias que tenía el mencionado hospital, que incluía una máquina industrial para lavar y desparasitar la ropa de pacientes y soldados, ya que los parásitos era uno de los problemas que mortificaba a los combatientes en las trincheras».

La poetisa, sindicalista, periodista, feminista y atleta Ana María Martínez Sagi pasó por Sariñena en los primeros días de la guerra. Ello le dio pie a un artículo, La Noche, 5 de agosto  de 1936 “Escenas de la campaña por tierras de Aragón”, citando el hospital: «Una casa particular, la mejor sin duda del pueblo, se ha habilitado para hospital. Allí se encuentran atendidos perfectamente ocho o diez heridos, y algunos enfermos; estos en su mayoría sufren de acolitis (Colitis) aguda, debido al agua insalubre de aquellos pueblos de la provincia de Huesca.» Texto recogido en Dones que surten del paper. Periodistes catalanes que expliquen un país: 15 (Lo Plançó) Tapa blanda – 27 noviembre 2018. Edición en Catalán  de Elena Yeste Piquer (Colaborador), Francesc Canosa Farran (Colaborador).

También, el periodista austriaco Franz Borkenau dio su visión del Hospital de sangre de Sariñena en su obra El Reñidero español: «El hospital tiene un aspecto bastante decente, considerando que se trata de un establecimiento improvisado. Está a cargo de médico local, pero cuando lo visité sólo cuatro de las dieciséis camas estaban ocupadas por pacientes que sufrieran alguna enfermedad. El hospital adyacente, destinado a los heridos, trataba solamente un caso. De todos modos, esta guerra no está provocando muchas bajas; sólo logran esto las matanzas en el interior.» 

Un reportaje firmado por Manuel de Córdoba, en el periódico vespertino barcelonés “La Noche” y publicado el día 12 de septiembre de 1.936, detalla algunos aspectos interesantes. Así, en su descripción del hospital va recorriendo los distintos departamentos: «Las enfermerías, el quirófano, las salas destinadas infecciosos, las dependencias auxiliares. Todo limpio, con pulcritud pregonera de una intervención femenina celosa del orden». El artículo lo reproduce el historiador sariñenense Arturo Morera en la revista Quio nº75.

Francesc Closa Salinas apunta que el Hospital de Sariñena presentaba 300 camas disponibles mientras que el de Grañén 45 camas (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Aviso

Se pone en conocimiento de los familiares del compañero miliciano Eduardo Oriol, que va ser herido en el frente el 23 de agosto, de carácter leve y que se encuentra hospitalizado en Sariñena. 

Butlletí del Comitè de Defensa Local: Núm. 053 (13 set. 1936) Vilanova i la Geltrú: el Comitè, 13/09/1936 (Vilanova i la Geltrú).

Del Frente de Aragón

Tuvimos ocasión de estar a las puertas de Siétamo el día 31 de julio, mientras se estaba librando un combate en las calles mismas de la población.

En la plaza había algunos muertos y heridos. Cuando la Cruz Roja los recogía, fue ametrallada desde el campanario. Cuando un practicante del Hospital de Sangre de Sariñena, junto con un miliciano recogían un herido, al miliciano le entró una bala por la espalda. Este miliciano se llama Robusté, de Mataró. Por la noche una Ambulancia intentó de nuevo recoger los muertos y heridos. Los fascistas la apresaron y fusilaron al chofer y a los dos practicantes. El fascismo no tiene humanidad ni delante a los que cumple una misión sagrada. 

J. Oltra Pico.
La Batalla: Número 14 _ 18/08/1936.

Interesándose por el paradero de un miliciano

El delegado político de la centuria 28 de la columna «19 de julio», destacada en un sector del frente aragonés, hace constar que se desea saber el paradero del miliciano Mario Garcés Bergés, herido el día 16 de agosto en Tardienta e ingresado en el Hospital de Sariñena.

Si está restablecido en esta fecha se solicita se incorpore a dicha centuria, por ser ésta la de las Cinco Villas (Zaragoza).

La vanguardia 22 de septiembre de 1936.

Entre los heridos que el Hospital Militar de Sariñena atendió, muchos fallecieron en el hospital e incluso algunos llegaron simplemente ya cadáveres. Algunos de aquellos fallecidos, que fueron inscritos con su respectiva «Acta de defunción», quedan recogidos en el trabajo de investigación: Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra.

sello hospital

El sello del Hospital Militar de Sariñena – XI Cuerpo de Ejército – Administración aparece con la cruz de la Soberana y Militar Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y Malta. Para el investigador monegrino Alberto Lasheras: «La cruz es un emblema con una gran carga de significado e historia desde el S.XII. Tiene un gran significado para el mundo cristiano y dado que la Orden realizaba actividades militares y hospitalarias, se ha ido utilizando como símbolo para identificar al personal militar y sanitario». La cruz aparece envuelta entre ramas y con una corona mural con cuatro torres almenadas en la parte superior.

Visita Hospitales de Sangre

El comandante Villalba, teniente coronel Valdés y el dirigente Jorge Arque, tras celebrar en Leciñena un acto político organizado por las Juventudes Unificadas marcharon a Sariñena “Visitando los Hospitales de Sangre allí establecidos”.

El Liberal: Año XXXV Número 11280 – 1936 Septiembre 15.

 

Hospital de Evacuación

En el barrio de la Estación de ferrocarril de Sariñena se instaló, con la llegada de la columna del POUM, el 30 de julio de 1936, el Hospital de Evacuación, un centro desde el que se evacuaban heridos del frente a Barcelona. En el edificio, que había servido de Cuarto de Agentes del ferrocarril, aún pueden leerse las pintadas que lo identificaban como Hospital de Evacuación. «También había un tren hospital en uno de los muelles de la estación donde llevaban los heridos y los más graves los derivaban al hospital. Luis Porta se encargaba de llevar la ambulancia, iba a recoger al frente a los heridos para llevarlos al hospital, en una ocasión la ambulancia fue bombardeada y él se salvó, pero no los heridos que llevaba» José Porta Martín.

Hospital Estacion Sariñena POUM

Sin embargo, las difusas letras dejaban entrever unas letras anteriores difícilmente legibles. A través de una fotografía, que se encontraba sin referenciar, se puede observar cómo antes de ser “Hospital de Evacuación” fue “Hospital de Sangre del POUM”, siguiendo la misma línea que el Hospital de Sangre de Sariñena.

«Cada noche los comunistas del aeródromo que acogía la escuadrilla Alas Rojas tachaban las siglas del POUM de la fachada. Los del POUM, cada mañana las volvían a pintar.»

Manuel Grossi

Manuel Grossi, líder revolucionario al mando de la columna del Partido Obrero de Unificación Marxista POUM, llegó a Sariñena con la columna el 30 de julio de 1936. Grossi, en sus cartas, narra como las fuerzas del POUM dejaron organizado el hospital antes de su avance hacía el frente. El denominado «Hospital del POUM» llegó a ser un centro de los distintos hospitales de la zona, según Grossi. «Los médicos también pertenecían al POUM. Creo que ha sido uno de los centros hospitalarios más serios y mejor organizados que han existido en el Frente de Aragón en todo el período que ha durado la guerra». 

En repetidas ocasiones, ha sufrido ataques nocturnos por parte del PSUC, y más concretamente venidos del Campo de Aviación, donde se encontraba como comisario general un tal Franco, que al caer la noche organizaba unas patrullas y se presentaba en el hospital con ademanes de fiera atemorizando al personal sanitario. 

Lo que resulta pintoresco es que el personal del hospital había pintado, con letras de un metro de altura el nombre del hospital, o sea HOSPITAL DEL POUM. Esto se relucía en los muros de la entrada. pues bien, cada noche los del Campo de Aviación (PSUC) se presentaban con escobas y pinturas y lo dejaban negro. Por la mañana los del POUM se las liaban y a la media hora las letras HOSPITAL DEL POUM volvían a quedar estampadas. Y… esto ha durado hasta que todo el resto de unidades del POUM se concentró en el sector de Huesca. Cierto que las letras desaparecieron, hasta el grueso de las ofensivas por parte del enemigo, y hasta que han sido reemplazadas las unidades de la 29 División, es decir, hasta que los del PC-PSUC, y la no menos participación de la CNT deshicieron nuestras milicias.

Manuel Grossi. Cartas de Grossi, Sariñena Editorial

Jordi Arquer llegó a escribir, en un artículo en la publicación La Batalla, defendiendo al POUM de los ataques del PSUC: «Nuestros milicianos saben  ya a qué atenerse sobre diferentes cosas del frente. La solidaridad (?) de los elementos psuquistas que contra ellos han desatado una campaña canalla sobre la cuestión de Leciñena que la censura de guerra no nos permite hablar; la solidaridad (?) demostrada en Grañén en ocasión de ayudarles; la solidaridad borrando, fusil en mano contra sanitarios indefensos, el nombre de P.O.U.M. de nuestro hospital de sangre de Sariñena». (La Batalla: Número 94 _ 19/11/1936).

«Un hospital de evacuación de heridos en Sariñena, provincia de Huesca, dirigido por el capitán médico doctor Durán, asistido de cuatro enfermeros y varios enfermeras. Hay que advertir que en esta población, por ser cabeza de partido judicial, existe un hospital de partido, dirigido por los médicos de la localidad’, que ayudan al nuestro en él servicio de la evacuación de toda clase de heridos llegados del combate.» 

«Morros está indignado con el Comité Sanitario Central, y con las Milicias d otros partidos políticos. Parece que Trueba en Sariñena no estuvo muy correcto y también me relata un incidente del Capitán Durán con los milicianos de guarnición en esta población.»

Alberto Just.
Organización, técnica y humanitarismo de nuestra columna sanitaria. La Batalla: Número 27 _ 02/09/1936.

En un artículo sobre las transfusiones de sangre y su dificultad, queda constancia de los trenes quirófanos y parte de su papel médico en el frente: «La dificultad de disponer donantes se hizo presente en seguida, como se constata en un reportaje de aquellos momentos sobre un tren quirófano donde se destaca como hecho remarcable la colaboración de diversas personas ofreciéndose a donar sangre “Un camarada de Sariñena, el fogonero del tren, compañeros del comité de abastecimientos incluso vecinos del pueblo donde el tren estaba estacionado.» (Inici i desenvolupament de les transfusions a Catalunya. La Guerra Civil. Hervás Puyal, Carles.  Citando a Hervás Puyal C. De Belchite a l´Ebre. El Dr. Rafael Pulido Cuchí i l´activitat quirurgicá al tren-hospital núm 20 (1937-1939) Afers, 2016; 84: 391-427.

Una anécdota

Nos la cuenta Salvador Coll empleado de la compañía de vagones camas.

El vagón quirófano -se dice- tiene un valor histórico. Antes era un vagón-salón en el cual viajaba Francesc Macià cuando iba a Madrid a llevar el Estatuto de Cataluña. Precisamente va a seguir la misma ruta: Lérida, Sariñena… Es el vagón número 4.168.

La Humanitat: Any 5, núm. 1426 (20 set. 1936).

También, desde la estación de Sariñena, se realizó la expulsión de mujeres del frente aragonés a Barcelona. Fue a partir de una orden dada por Durruti que culpaba a las mujeres del aumento de enfermedades venéreas entre sus filas: “Que causaba más bajas que las balas enemigas”. Un hecho recogido en la película Libertarias de Vicente Aranda y que también aparece recogido por Jesús Arnal Pena (Por qué fui secretario de Durruti: Memorias del cura que ayudó al líder anarquista en la guerra civil (1936-1939)): “Habla con la gente de Transportes y manda todos los vehículos disponibles a las centurias. Que recojan a las milicianas, sin dejar ni una; que las lleven a la estación de Sariñena y que las facturen a Barcelona en vagones precintados. ¿Lo oyes bien? ¡Precintados!.” 

 

«Que recojan a las milicianas, sin dejar ni una; que las lleven a la estación de Sariñena y que las facturen a Barcelona en vagones precintados. ¿Lo oyes bien? ¡ Precintados!»

Yo fui secretario de Durruti, Memorias de un cura aragonés en las filas anarquistas.
Mosén Jesús Arnal.

cruz roja 010637

Boletín oficial de la Brigada no.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona 01/06/37.

El personal del Hospital Militar de Sariñena

Manuel Conde López, “Memorias de un médico militar”, apunta como en Sariñena se había instalado, en el centro de la población, un hospital de sangre, atendido por los cirujanos de Barcelona que se turnaban en sus servicios: «En este ambiente profesional tuve ocasión de colaborar con los más destacados cirujanos catalanes. Recuerdo entre otros al Profesor Francisco Bergós Ribalta, que formaba parte del elenco de cirujanos y jefe de Sanidad del frente de Aragón.«

Efectivamente, el médico barcelonés Francesc Bergós i Ribalta estuvo al cargo del área sanitaria de Sariñena. Según el historiador Arturo Morera, Bergós fue el encargado de organizar los puestos de socorro y curación en las columnas, así como los hospitales de Sariñena, Barbastro, Fraga y Caspe. Nombrado en 1936, por la Generalitat de Cataluña, como miembro del Consejo de sanidad de Guerra, se instaló en el frente de Aragón como jefe de los servicios sanitarios, dirigidos desde el Hospital Militar de Sariñena. Después de encargarse de la sanidad a la defensa civil, junto a Frederic Tarrida y Jaume Isern, fueron destinados al área sanitaria de Sariñena (más tarde II cuerpo del ejército). Francisco Bergós Ribalta fue designado, meses más tarde, jefe general de Defensa Civil, además «Con el grado de mayor de Sanidad Militar, organizó la evacuación de heridos en la retirada de Cataluña y después la sanidad del campo de Argelès» (Cos Militar de Sanitat). El historiador sariñenense Arturo Morera cita a Bergós entre las muchas personalidades que estuvieron en Sariñena durante la contienda: «Médicos como el creador de los hospitales de sangre, doctor Bergós, que tanto hizo por dotar con los mejores medios al hospital de Sariñena durante el dominio republicano» (La guerra del 36 en Sariñena. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros nº 21″).

Caso Bergós

El miércoles 2 de noviembre en Torralba, se celebró una reunión entre las distintas células Sanitarias del Partido Socialista Unificado – IC. Participaron los delegados de las células sanitarias de las células de Sariñena, Grañen, Almuniente, Tardienta, Torralba, Robres y Lanaja y entre otros asuntos acordaron lo siguiente sobe el denominado caso Bergós:

Caso Bergós (Delegado al Frente por el Consejo de Sanidad de Guerra, de los servicios Sanitarios). – Comunicar al camarada Bergós que aprovechando la necesidad de hacer una labor política y marxista, aprovechando el lugar que ocupa y siendo militante del partido, cosa o cosas que hasta ahora ha olvidado y que no ha llevado a cabo hasta el momento con la magnitud que le correspondía, toda vez que esta al Consejo de Sanidad de Guerra, como Delegado de nuestro partido.

Arxiu Nacional de Catalunya. ANC1-886-T-6953 Informes enviats per l’Estat Major de la Divisió Carles Marx, de les Milícies Antifieixistes de Catalunya.

El Dr. Bergós Ribalta en el exilio fue profesor de la Escuela de Sanidad Militar de Montevideo y publicó varios libros y ensayos, uno de ellos una biografía de Luis Companys (Manuel Conde López, “Memorias de un médico militar»).

Bergos y Ribalta, Francesc de Assís. (Barcelona, ​​1903 – Montevideo, 1978). Profesor de anatomía en la Universidad de Barcelona. Durante la guerra va dirigir, en Sariñena (con la colaboración de Frederic Tarrida y Jaume Isern) el área Sanitaría de lo que después sería el 11 Cuerpo de Ejército. Más tarde fue jefe general de Defensa Civil. Mencionado en Francia. Luego pasó sucesivamente por Argentina (Mendoza), Chile, Bolivia, otra vez Argentina (Buenos Aires) y acaba en Montevideo, donde fue Profesor de la Escuela de Sanidad Militar y «Fellow» en la Facultad de Medicina. Director de Sanidad de la Defensa Pasiva del Uruguay. Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Hematologia.Miembro del Consejo Nacional Catalán. Presidente del Centro Catalán de Montevideo.

El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso.

No obstante, de acuerdo a un documento del Hospital de Evacuación primaria de Alcubierre, se cita, en septiembre de 1936, al compañero Duran como director del Hospital de Sariñena. En la misma línea, también encontramos la referencia del médico catalán Pelai Vilar i Canales quien en sus memorias relata como en el mes de junio de 1937 «actuó como un director de un hospital de campaña del XI Cuerpo del Ejército en Sariñena» (Hervás i Puyal, Carles. «Pelai Vilar i Canales. Guerra i exili. «Memòries d’un metge català en la sanitat militar republicana, 1936-1942"». Gimbernat: Revista d’Història de la Medicina i de les Ciències de la Salut, 2023, Vol. 79, p. 236-236, https://raco.cat/index.php/Gimbernat/article/view/408340). Igualmente Antoni Porta, médico, estuvo destinado en el hospital de Sariñena del XI Cuerpo del Ejército, del que fue director en enero de 1938 (Consideraciones sanitarias en torno a la batalle del Ebro, Hervás i Puyal, Carles Fundació-Museu d’Història de la Medicina de Catalunya. Barcelona (Barcelonès)).

Hospital Alcubierre 2

Arxiu Nacional de catalunya. ANC1-1-T-11488.

Frederic Tarrida y Castells (Esparraguera, Baix Llobregat, 1898 – Barcelona, ​​1974), otorrinolaringólogo, con Jaime Isern y Rascall (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelonès, 1912) y bajo las órdenes de Francesc Bergós dirigieron desde Sariñena la Sanidad de lo que después sería el XI Cuerpo de Ejército. Frederic Tarrida y Castells, México DF: Médico &empresa, llega a finales de 1941, procedente de Francia. Regresó a Cataluña en 1973. Jaime Isern y Rascall, empresario y director de laboratorios farmacéuticos, fue presidente honorario del Centro Catalán de Caracas. (El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso).

En el Hospital Militar de Sariñena estuvo el Doctor Isaac Nogueras Coronas. Manuel de Córdova en «La Noche», 12 de septiembre de 1936, escribió sobre Nogueras: «El doctor Isaac Nogueras fue a ocupar la dirección, desempeñando funciones dificilísimas; pero faltaba aún quien pudiera coordinar todos los trabajos, atender a los grandes y a los pequeños menesteres, escuchar a los peticionarios y enrolar a los que se ofrecían…».  Isaac Nogueras Coronas fue un médico especialista en tisiología que creó dos sanatorios importantes en la provincia de Huesca. El primero, Boltaña, situado en un fértil valle, era adecuado para los enfermos que necesitaban un clima de mediana altura, y el de Pineta, en uno de los valles más pintorescos del Pirineo aragonés, hubiera podido muy bien competir, en cuanto a situación, aspecto y funcionamiento con los mejores de Suiza, ahora tan de moda. (Moises Broggí. Memóries d´un Cirurgiá). Al parecer, el doctor Nogueras venía de Barbastro donde había tenido problemas con el comité local, en Sariñena encontró protección gracias a la presencia de altos mandos que evitaron desmanes en la localidad. A pesar de ello, Nogueras estaba reclamado por el comité de Barbastro y, aunque estaba protegido, no se sentía seguro: «Más de una vez habían intentado capturarlo sin conseguirlo, gracias a la valiente y decidida oposición de la maestra y de otra gente de Sariñena» (Moises Broggí). Al final, el doctor Nogueras y su familia abandonaron Sariñena con Moises Broggí, solamente lo sabía la maestra y el capitán Conde de la guarnición. Una vez en Barcelona, Moises Broggí relata lo siguiente: «Nos despedimos con un fuerte abrazo, deseándonos mutuamente la mejor suerte. Me dijeron que lo tenían todo preparado para irse a Colombia» .

Moises Broggi

Certificado de Moisés Broggi de salida hacia el frente al Hospital de Sariñena, 4 de septiembre de 1936. Arxiu Nacional de Catalunya.

Aquella maestra fue Cristina Lana Villacampa, una joven comprometida que “prestó servicios en el hospital rojo de esta villa, como directivo con gran entusiasmo” según las acusaciones franquistas tras la contienda. «A título de rumor, intervino como dirigente en los saqueos de las casas del Sres. Torres y Castanera pudiéndose afirmar con certeza absoluta que tanto muebles como ropas que precisaron para el hospital de sangre rojo fueron sacados del establecimiento comercial de D. Joaquín Blasco Mirallas teniendo la certeza que todo ello era debido a sus indicaciones”. Joaquín Blasco Mirallas regentaba una tienda de muebles y tejidos que durante la guerra fue requisada, material que, en parte, debieron destinar para el Hospital. Joaquín Blasco Mirallas fue alcalde de Sariñena durante los primeros años de la dictadura. Además, el responsable de falange señaló sobre Cristina: “Algún tiempo administradora del Hospital Militar rojo, cargo que dejó voluntariamente al abrirse las escuelas para dedicarse a su profesión”. Manuel de Córdova quedó profundamente impresionado de Cristina Lana, llegando a reflejarlo claramente en su artículo sobre el frente de Aragón: «La maestra del pueblo es una aragonesa de temple, culta, cordial, humana y comprensiva. Sus nervios parecen de acero fino. No conoce lo que es fatiga. Sus ojos -¡lindos ojos de aragonesa!- sonríen comprensivos. -No les daré mi nombre -nos dijo-, porque eso es lo de menor significación ahora. Lo que importa es que se percaten de la labor que nos porque no habremos de desfallecer ahora que ya está hecho lo más importante. Vean, vean… Luego al despedirnos aún reiteró su negativa la maestrica. Conocedores de una de sus debilidades -las golosinas- apelamos a recursos heroicos para convencerla de que su resistencia suponía una puerilidad. No hubo medio, sin embargo de convencerla. Salimos del Hospital sin saber su nombre. La casualidad es a veces nuestra mejor auxiliar. Acertamos a pasar junto a unos chiquillos a quienes preguntamos: -¿Cómo se llama la maestra del pueblo?. Nos dijeron su nombre y no acertamos a recordarlo… – Los rapaces replicaron a coro:  – La maestra se llama Cristina Lana Villacampa – Una pitusa rubia, bonita como el sol, añadió: -¡Es más buena la maestra…!».

En el diario de la enfermera australiana Agnes Hodgson (A una milla de Huesca, edición de Judith Keene y Víctor Pardo Lancina), aparece su testimonio con motivo de su visita al Hospital Militar de Sariñena. El 23 de marzo de 1937, Agnes se desplazó desde Poleñino a Sariñena con los dentistas Ramón y Moussons. Visitaron el hospital de Sariñena al que describe como “bastante grande, aunque el quirófano no está también como el nuestro”. En su diario anota que “el superintendente se ha quejado a Moussons de que los casos quirúrgicos que llegan aquí evacuados desde Vicién están, casi todos, infectados, mientras que los de Poleñino y Grañén evolucionan bien”. Otras citas, no directas con el hospital, señalan que el 24 de abril del mismo año, a las 11:30 solicitaron con urgencia, desde Sariñena, la ambulancia de Poleñino y el 21 de junio anotó el bombardeo sobre Sariñena, ocasionando daños en el aeródromo, “afortunadamente, los aviones no se encontraban allí, según cuentan”.

Completamente reseñable fue la presencia del gran psiquiatra catalán Francesc Tosquelles Llauradó (Reus, 22 de agosto de 1912- Granges-sur-Lot, 25 de septiembre de 1994). Marxista republicano de sensibilidad libertaria, que ejerció como psiquiatra en el Hospital Militar de Sariñena, tratando en el mismo frente, «En estrecha colaboración con los médicos y cirujanos», el miedo y la vivencia de la desestructuración de la guerra. Tosquelles es considerado el inventor de la “psicoterapia institucional” (Wikipedia), influyendo “poderosamente la pedagogía y la psiquiatría de la segunda mitad del siglo XX”. También actuó como ayudante de cirujano y médico generalista (Orígenes y fundamentos de la psiquiatría en España, Víctor Aparicio Basauri).

«Para Tosquelles la guerra no supuso una ruptura con la práctica clínica ni con el afán de seguir investigando en ella, solamente significó cambiar de campo operativo. Se asoció a las Milicias Obreras y fue al Frente de Aragón con otros de Reus, como Solanes, Sauret, Capella y Borrell. Allí, en Sariñena y comarca, es decir, en un contexto completamente novedoso, pudo poner en práctica muchas de las ideas elaboradas en los años anteriores. Trataba a los heridos y otros tipos de enfermos en el propio hospital general, próximo al Frente, en estrecha colaboración con los médicos y cirujanos. Trataba sobre todo el miedo y la vivencia de desestructuración que la guerra producía en los soldados y lo hacía «in situ», es decir, sin trasladarlos a un hospital de retaguardia en el que hubiera la seguridad que produce estar fuera de las líneas de fuego. Lo había aprendido en la práctica y en las conversaciones tenidas en relación a la psiquiatría comarcal -ahora diríamos de sector-; al enfermo había que procurar tratarlo cerca de su entono, de lo contrario su cronificación era mayor; con las neurosis de guerra, allí experimentó la misma cuestión.

El trabajar en ese campo operatorio de Sariñena, en el que no solo hizo de psiquiatra, sino de ayudante de cirujano y médico generalista, le sirvió para comprobar que lo que hasta ese momento había sido una intuición en él, ahora era una convicción, el que la posición que ocupa el médico, como persona, es fundamental en el proceso de la cura y esa posición depende de él y del entorno-siempre algo modificable que le rodea.»

Orígenes y fundamentos de la psiquiatría en España, Víctor Aparicio Basauri.

La investigadora Joana Masó «Tosquelles. Curar les institucions«, sitúa a Tosquelles en el Hospital Militar de Sariñena en 1937: «Movilizado al frente de Aragón, Tosquelles organiza la evacuación de los pacientes del hospital psiquiátrico de Huesca en mano de las tropas fascistas. Es responsable de la restructuración del sanatorio de Sariñena  y, más tarde, del hospital de Almodóvar del Campo». Asimismo, Joana Masó apunta que el 21 de noviembre de 1937 «Tosquelles es nombrado teniente médico provisional destinado a las órdenes del jefe de Sanidad del XI Cuerpo del Ejército republicano». Tosquelles debió de estar en Sariñena hasta mayo de 1938, cuando fue nombrado jefe de los Servicios Psiquiátricos del ejército de Extremadura y director de la clínica de Almodóvar en Ciudad Real.

«En Aragón, para comenzar, les proponíamos escuchar la sinfonía inacabada de Schubert. Yo no sé si era la misma música, o era el título que sugería que la vida no se acaba nunca y que no se para en el primer tropiezo. El miedo de morir vestidos, la tenemos todos. Sentados y con la música, se distendían o se relajaban un poco. En todo caso, llegaban entonces a decir algo se su vida sin que nuestra interrogación se hiciese explicita. Interrogar alguien aumenta el miedo.» 

Joana Masó «Tosquelles. Curar les institucions«.

Otra figura muy destacable y a la vez olvidada es Tomás Tussó Temprado (Sariñena, 1892-Méjico, 1974), militante obrero de la CNT, ejerció la medicina dedicado a las clases populares. Durante la guerra civil  ocupó el cargo de regidor del Ayuntamiento de Barcelona, como consejero de higiene y sanidad. También fue miembro de la Federación Comunista Catalanobalear, del Bloque Obrer i Camperol y finalmente del POUM, en representación del cual fue regidor del Ayuntamiento de Barcelona. Acabada la guerra consiguió exiliarse a Marruecos y luego a México. Publicó algunos escritos en catalán “Necessitat d´una educació i d´una cultura obrera” en la revista L´Opinio y «Cal pendre posicions” en L´Hora. Algunas fuentes lo citan exiliado en Francia, en la población de Lyon, departamento de Rhône (La maçoneria a l’exili: França, 1939. Josep Clara Resplandis).

Otro altoaragonés que ocupó un cargo en el ayuntamiento de Barcelona fue Jesús Ulled Altemir, periodista y político oscense, que ejerció de teniente alcalde en 1931. Los hermanos de Jesús Ulled, Rafael Ulled (Sariñena, 1885 -Barcelona, 1937) y José Ulled (Sariñena, 1888-Barcelona, 1929) intervinieron muy activamente en la política catalana en las filas del Partido Republicano Radical de Lerroux. (Indagacions sobre llengua y literatura catalanes a l´Aragó, Hèctor Moret). Ver La saga Ulled Altemir.

Francisco Ignacio Tabernero Vicente (San Martín del Pedroso, municipio de Trabazos, Zamora, 1905 – Caracas, 1987). Licenciado en la Universidad de Barcelona fue médico internista en el Hospital de Sant Pau de Barcelona y de St. Louis de París. Durante la guerra fue jefe de Sanidad del Vº Cuerpo de Ejército, sector de Sariñena (Huesca). Ejerció Medicina Interna en Caracas. (El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso).

Como estudiante, Jaume Planas Guasch fue enviado al frente como médico de batallón, en tren hasta Barbastro y luego al frente de Tardienta. Encontramos su testimonio en la «Memoria de la profesión “Consell de Col·legis de Metges de Catalunya”.Entrevista al doctor Jaume Planas Guasch hecha, por el doctor Francesc M. Domènec Torné y revisada por el doctor Lluís Daufí». A pesar que se quería pasar al bando nacional, fue requerido para el Hospital de Sariñena. Al hospital habían ido a parar varios cirujanos del Servei d’Urgències de Barcelona y él fue reclamado por su condición de buen anestesista, estuvo durante 1937 y parte de 1938. También ejerció de cirujano operando al que denominó como “Cabecilla de Sariñena” y conocido como Pancho Villa: “Llevaba siempre dos o tres pistolas; era un tipo que vino herido con un vendaje y lo tuve que operar”. Jaume narra cómo al final hizo amistad con Pancho Villa, que éste salía con una chica que llamaban Petiforra y cuya hermana iba a hacer faenas al Hospital: “Les llevaba a todos de cabeza”. Jaume, además cita a Gonzalo Aguiló, un cirujano que fue destinado al hospital de Poleñino,  “Las ambulancias inglesas tenían una unidad que era el quirófano y una o dos que eran destinadas al personal: para dormir, para comer, para todo… Y esta gente iban con unos autobuses. El Aguiló estaba ayudando a las operaciones. Y cuando vino a Barcelona la ayuda inglesa, buscaron un cirujano e hicieron en Gonzalo Aguiló cabeza de la ambulancia inglesa”. Una vez en Poleñino, se escondió porque lo estaban buscando, su vida estaba en peligro. Gracias a la intervención de Pancho Villa, Aguiló fue destinado al Hospital de Sariñena para su seguridad.

Todas las actas de defunción de Sariñena, durante la vigencia del hospital, vienen certificadas por los diferentes directores del Hospital Militar de Sariñena. Encontramos al médico Vidal Bosqued Gimeno, M. Blay, Hermenegildo Claret, Pedro Cascales Ballarín, Juan Marcé, Antonio Porta, Antonio Carrera, Pelayo Vila y unos difícilmente legibles y mal transcritos: G. Sevelvo, Muvi Lameca e Yoace Bogueras. También encontramos la certificación por parte del médico del campo de aviación “Alas Rojas” de Sariñena el doctor  Manuel  Conde López. (Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra).

Vidal Bosqued Gimeno, médico del hospital, aparece en las solicitudes de información político sociales al ayuntamiento de Sariñena por parte del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de Huesca, 7 de febrero de 1940.

Pedro Cascales Ballarín, médico de asistencia publico domiciliaria, recibió acusaciones tras la guerra civil. La Jefatura Provincial de Sanidad solicitó a la villa de Sariñena informes políticos-sociales del doctor Pedro Cascales.

 
 
Marina segunda derecha
              * Marina Lana Torres, segunda por la derecha, con otras enfermeras.
 
Una visita al frente aragonés

 

El Consejero-regidor de Gobernación del Ayuntamiento de Barcelona, don Hilario Salvador, acaba de realizar una visita al frente aragonés, de donde ha regresado entusiasmado y lleno de optimismo.

«Esta visita — comienza diciendo — la he realizado con el doctor Tusó, porque tenía como finalidad principal propagar entre los milicianos del frente las medidas profilácticas que son necesarias en los campamentos, (de un modo especial las que tienden a evitar que se presenten casos de tifus que, de propagarse entre los combatientes, pueden llegar a constituir un verdadero peligro.

Salimos el doctor Tusó y yo de Barcelona el martes último, a primera hora de la tarde,
marchando por Lérida directamente a la parte de Huesca para hacer noche en Sariñena, donde acampaba la columna que manda Jorge de Arquer, y pasando por Monzón.

Allí pudimos ya observar que los bravos milicianos guardan una inmejorable disciplina y que su organización es asombrosa por lo perfecta, llamando poderosamente nuestra atención el hecho de que sus componentes no son sólo hombres del trabajo manual, pues entre ellos hay un licenciado en Filosofía y Letras y un médico sueco que desempeña su cometido como tal médico, de un historial tan liberal, que además de haber participado en la gran guerra, fue también revolucionario en Rusia y ahora está con los amantes de las libertades de España.

La Vanguardia. 9 de agosto de 1936.

En las solicitudes de informes socio-políticos aparece Leopoldo Velazque Bosque, médico de asistencia pública domiciliaria que ejerció su profesión libre en Sariñena sobre el 18 de julio de 1936 (solicitud nº3970 de la jefatura provincial  de sanidad Teruel). También encontramos a Manuel Lacruz Espada, practicante de Sariñena de asistencia pública domiciliaria, y la matrona Jacoba Ainoza Ainoza.

Practicantes

En el Diario Oficial del Ministerio de Guerra aparecen diferentes nombramientos para Sariñena. Los primeros en el diario nº 19 (Valencia, 22 de enero de 1937), donde aparecen los nombramiento de los practicantes militares provisionales: Manuel Lacruz Espada, Jaime Duran Revira (27 julio 1936), Ramón Ortega Gómez (14 agosto 1936) C. Av. Saríñena (Campo Aviación), Ángel Martín Acha, Domingo Pardo Lacruz Hospital Sariñena (20 agosto 1936), Lorenzo Mora Buil Hospital Saríñena (20 agosto 1936) y Aurelio Gálvez Alberico Aeródromo Sariñena (25 agosto 1936).

El sariñenense Manuel Lacruz Espada fue presidente del Casino de Sariñena y practicante del Hospital Militar de Sariñena, como auxiliar facultativo 2º y, al parecer, fue «Asimilado como teniente a los efectos de cobros». Manuel fue acusado de ser administrador del Hospital Militar, hecho que negó. No huyó con la entrada de las tropas franquistas y continuó con su actividad en el hospital atendiendo a las tropas nacionales. En 1941, con 66 años de edad fue sentenciado a 2 años de inhabilitación y a 300 pesetas de multa (AHPHU_J_005622_002180). 

Nombres de una guerra en la villa de Sariñena, Manuel Lacruz Espada: Practicante de Sariñena de Asistencia Pública Domiciliara. Jefatura Provincial de Sanidad, Huesca marzo de 1940. Responsabilidades Políticas Juzgado Investigación Provincial de Huesca, 5 de septiembre de 1940. Expediente ES/AHPHU – J/005622/002180, 24 de agosto de 1940: “Con anterioridad al 18 de julio de 1936 era de ideología izquierdista, sin estar afiliado a ninguna sindical. Al estallar el Movimiento Nacional, ingresó en el Hospital Militar de esta villa con la graduación de teniente, ejerciendo el cargo de practicante.” Fue acusado de ser administrador del Hospital. En su declaración manifestó que perteneció a Unión Patriótica y que voto a la candidatura mixta de “los señores Ulled, Lana, Videl y Beltran”. Ejerció como Auxiliar Facultativo 2º “Siendo únicamente asimilado como teniente a los efectos del cobro”. Con la liberación se encontraba ejerciendo en un hospital de Barcelona donde continuó con sus servicios “a favor de la causa nacional”. “Defendió a las Carmelitas evitando que fuera asaltado su convento”.

Domingo Pardo Lacruz, practicante de Sariñena. fue investigado y finalmente, quedó libre de sospechas tras los informes políticos-sociales emitidos por las autoridades franquistas locales. Al igual que el médico Pedro Cascales, los dos profesionales siempre han contado con el respeto y el cariño de la población.

Farmacéuticos

Como farmacéutico tercero provisional fue nombrado para ejercer en Sariñena a Juan Escudero (23 agosto 1936), Foz Casarramona, Loste Bajardí (20 agosto de 1936) y Luis Marco Daks (19 octubre 1936). En el Diario Oficial del Ministerio de Guerra nº 212 (Valencia, 3 de septiembre de 1937) aparece el nombramiento de Domingo Pardo Lacruz para el Hospital Militar de Sariñena.

Antonio Loste Bardají, natural de Sariñena ejerció de farmacéutico y regentó la farmacia familiar. Su expediente de responsabilidades políticas no le atribuye ninguna militancia, ni de partido ni ideológicamente. Aunque si se cita que mantuvo buenas relaciones con las autoridades durante la contienda, además de proteger a su hermana de quien tenía su tutela. Antonio fue encargado de la farmacia del Hospital Militar de Sariñena, pues la farmacia familiar, atendiendo a su expediente, fue incautada pasando a ser “Farmacia Militar del ejército rojo”. Se socializó en octubre de 1936.

El 20 de agosto de 1936 es nombrado farmacéutico tercero provisional y destinado al sector norte del frente de Aragón.

En junio de 1937, dirigió el depósito de material sanitario y farmacéutico del XI Cuerpo del Ejército. El depósito había sido reubicado de El Prats de Rei a Bassella, “Concretamente a casa del Francés, por tanto, próxima a la primera línea de frente. Este nuevo emplazamiento hacía que estuviera sólo a 20 kilómetros del frente, lo que le facilitaba visitar regularmente las divisiones y brigadas y surtirlos rápidamente de los medicamentos y material de curación que requirieran.” (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

En julio de 1937 es trasladado al Hospital Militar de Sariñena, ocupando a la vez la dirección del laboratorio de análisis de Monzón. Antonio llega a alcanzar el grado de capitán farmacéutico provisional pasando a dirigir los Servicios Farmacéuticos del XI Cuerpo del Ejército. En enero de 1938 es destinado al Hospital de Campaña del del XI Cuerpo del Ejército, permaneciendo casi un año. «Le acompañaban, entre otros, el teniente farmacéutico provisional Luis Morató Pou y el soldado farmacéutico Pedro Navarro Rodea. En plena retirada debido al avance franquista lo reubicarían en el Depósito de Farmacia del mismo cuerpo.» (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Responsables locales

El sariñenense Daniel Millera Muro aparece como Administrador del Hospital y de Abastos, en la relación de individuos incursos en la ley de responsabilidades políticas. También aparece José Izco Martínez, miembro de UGT, como directivo del comité y administrador del Hospital y Manuel Lacruz Espada fue acusado de ser administrador del Hospital Militar, hecho que negó (AHPHU_J_005622_002180).

Conserje

Francisco Moren Salillas desempeñó el cargo de Conserje del Hospital (Expedientes  ES/AHPHU – J/005672/000235 y ES/AJTZ – 2017/3).

Escribiente

Agripinio Fernández Cantero «Ingresó en septiembre de 1936 como escribiente en el Hospital de Sariñena del que salió voluntario para el frente al efecto de rehuir posibles persecuciones por considerarle sospechoso ya que su padre era persona francamente afecta a la causa nacional por cuyo motivo sufrió detenciones, en el Batallón de Ingenieros, al que pasó al marchar del Hospital. Expediente de Responsabilidades Políticas ES/AHPZ – J/005973/000045 “De 22 años, soltero, natural de Torrelavega (Santander), vecino de Sariñena.

Juan José Gómez Camón Voluntario, en el Hospital (Nombres de una guerra).

Personal del Hospital de Sariñena, periódico Alas Rojas, nº 20 del 13 de febrero de 1937:

Miguel Villacampa
Angel Puyuelo
Jesús Acero
Lorenzo Mora
Pilar Cafareida
Agripino Fernández
Marina Lana
Jaime Isern
Jaime Vilaseca
Antonio Taverna
Salvador Casadellas
Manuel Gallego
Juan Moro
Domingo Pardo
Juan A. Escudero
José Buil
Antonio Zaragoza
Rafael Bellmunt
Julio Casabona
José M. Pano
Enrique Bretos
José Bretos
Pedro Cascales
Daniel Millera
Una antifascista
Manuel Escolá
Margarita Muro
Francisco Morén
Luis Marcó
Pedro M. Voltò
Rafael Manos
Nemesio Franco
José M. Gómez
José Oyos
Manuel Admelle
Mercedes Mur
Antonio Linares
Enrique Andreu
Pascual Rodríguez
Francisco Miró
Juan Llamas
Mercedes Morén
Elisa Martínez
Agustina Calvo
José Martínez
Gabino Gerona
Pilar Sesé
Mercedes Romerales
Fermín Orquín
Antonio Loste.

En el frente

Ambulancia tiroteada por los facciosos

Sariñena, 17. Hoy, ha sido trasladada a esta población una ambulancia sanitaria tiroteada por los facciosos con verdadera saña. Hay en el techo los impactos de la metralla de un disparo de cañón que se hizo contra la misma y en uno de los costados más de veinte impactos.

Ha llegado a Sariñena una ambulancia sanitaria que fue cruelmente ametrallada por los facciosos.

Ambulancia ametrallada

Sariñena, 17 (2 t.). — Hoy ha sido traída a esta población una ambulancia sanitaria tiroteada por los facciosos con verdadera saña. Tenía en el techo los efectos de la metralla de un disparo de cañón y en uno de los costados más de veinte impactos. Febus.

Ahora, 18 de abril de 1937

Mario Angeloni. Abogado y político antifascista italiano, dirigente del Partido Republicano, había combatido en la Primera Guerra Mundial como oficial de Caballería, obteniendo en la batalla de Capporetto la Medalla de Plata al Valor Militar. Murió en el hospital de Sariñena de las heridas sufridas en la batalla de Monte Pelado.

Presencia italiana en la milicia española José María Blanco Núñez (Coord.)

http://www.antifascismoumbro.it/personaggi/angeloni-mario

La ayuda y la biblioteca

Ayuda

Gracias al Socorro Rojo Internacional, por medio de donativos, se fue dotando de material a los hospitales del frente. También de material para las milicias que operaban en los diferentes sectores de guerra, de lo que da parte el diario La Vanguardia del miércoles 21 de octubre de 1936: “Los auxilios de retaguardia. Un camión de medicamentos y ropa para el frente aragonés”. Entre los muchos aprovisionamientos aparece “Los instrumentos de cirugía de los antifascistas de Perpiñán fueron repartidos entre los médicos de La Granja, Las Casas, Almuniente, Tardienta, Sariñena, Bujaraloz y Sástago”.

Así mismo, en Sariñena se realizaron diferentes actos para recaudar fondos para el Hospital. Así aparece recogido por La Vanguardia, recogiendo la noticia con motivo de la visita del Coronel Villaba al frente de Alcubierre y luego a Sariñena “Allí se celebró una fiesta en el campo de aviación, en beneficio de los Hospitales de sangre. Hubo partido de fútbol, fiesta aérea y baile, y por la noche una velada artística en el teatro Romea. A todos estos actos asistió mucha gente de la localidad y alrededores (La vanguardia, martes 15 de septiembre de 1936)».

Impresiones del frente aragonés

Desde Leciñena nos dirigimos a Sariñena. Allí se celebró una fiesta al campamento de aviación a beneficio de los hospitales de sangre.

Tuvo lugar un partido de fútbol, fiesta aérea y baile, y por la noche una velada artística en el teatro Romea. A todos estos actos asistió mucha gente de la localidad y de los alrededores.

Antoni d´Aragó. Hoja oficial de la provincia de Barcelona: Época Segunda Número 561 – 1936 Septiembre 14.

Tiene lugar en Sariñena un importante festival deportivo

 

En Sariñena se ha celebrado un festival a beneficio de los hospitales de sangre, de aquella localidad.

La parte más destacada consistió en un partido de fútbol que jugaron el equipo de Sariñena y oteo integrado por milicianos y soldados pertenecientes al servicio de aviación.

Acudió al campo numeroso publico y también se han trasladado muchas de los pueblos cercanos.

El campo ofrecía magnifico aspecto.

La recaudación obtenida, pasan las dos mil pesetas.

Este festival prueba el espíritu de nuestras fuerzas que, además de atender de las necesidades de guerra, ofreciendo sus vidas, cuando es necesario, los tiempos de descanso, los dedican a celebrar actos tan brillantes y humanitarios como el comentado.

La Veu de Catalunya: diari catalá d’avisos, noticias y anuncis: Any 46, Núm. 12554 (17 set. 1936) Ed. Matí.

Incluso los días festivos del 1 de mayo y del 14 de abril, los obreros de Sariñena los dedicaron a trabajar para destinar sus jornales al Hospital de Sangre «Cuyo rasgo lo harán todos voluntariamente ya que, es el sentir general de este vecindario y creen no estamos en momentos de realizar fiestas de ninguna clase» (Acta del 22 de abril de 1937). Además, en el acta municipal del 13 de octubre de 1937, queda reflejada la recogida de mantas y colchones para los frentes y hospitales: “Se da lectura a una orden general del día de octubre de 1937 del XI Cuerpo de Ejército del Estado Mayor de Sariñena en virtud de lo ordenado por el Ministerio de Defensa  Nacional en O.G. de 7 de septiembre de 1937 (.. 232) en la que se manifiesta la recogida de mantas y colchones destinados para los frentes y hospitales a consecuencia de la campaña de los elementos necesarios de abrigo” (Actas Consejo Municipal de Sariñena).

Biblioteca

El «Servicio de Bibliotecas del Frente», a partir de febrero de 1937, ubicó en Sariñena una de las dos subcentrales del frente de Aragón, Alcañiz y Sariñena. Estas pertenecían a la subcentral de Cervera, mientras que la segunda subcentral estaba en Tarragona y la central en Barcelona. La Guerra Civil en Sariñena. «Por las actas conservadas de la Institución de las Letras Catalanas, podemos saber detalles de su organización, como la creación de bibliotecas en los hospitales de sangre, dependientes de las dos subcentrales y la creación de bibliotecas de primera línea (doce en primavera de 1937), servidas en cajones-biblioteca con un fichero-catálogo integrado, y con un fondo de libros renovables periódicamente desde las dos subcentrales.» (El Servei de Biblioteques del Front la col·lecció conservada a la Biblioteca Pública de Tarragona Cristina Barbé Aragonès).

En el Hospital Militar de Sariñena se instaló una biblioteca por parte de la Generalitat de Cataluña, que estableció, de acuerdo con la Dirección Sanitaria de «Sanidad de Guerra» del departamento de Defensa, seis bibliotecas en Hospitales de Sangre del frente aragonés: Barbastro, Monzón, Sariñena, Fraga, Caspe y Alcañiz; «con un depósito de mil volúmenes en cada hospital». También se establecieron bibliotecas en zonas avanzadas del frente, en Alcubierre, Bujaraloz, Grañén y Monegrillo (Servicio de Bibliotecas del Frente. Revista Nova Iberia).

También existió un reparto de libros en el frente y a los hospitales, recogido en La Vanguardia, del 19 de agosto de 1936, como la distribución de libros a través de la Oficina de reparto mensual de libros. Por encargo del Comité Central de Milicias, Servicios Sanitarios, regentado por Javier Escoda, se efectuaron las siguientes remesas: “Hospital General de Cataluña, 130 obras; Hospital de Sangre de Tardienta, 20; ídem ídem de Bujaraloz, 20; ídem ídem de Sástago, 20; ídem ídem de Sariñena, 20; Clínica La Alianza, 120; Clínica de Barbastro, 15; Hospital Clínico, 118; Clínica Psiquiátrica, 30. Total, 493. Se espera recibir nuevas donaciones de libros destinados a los citados hospitales de sangre y casas de convalecencia”.

La Oficina de Reparto mensual de Libros que regenta nuestro amigo Xavier Escola, lleva hechos los siguientes envíos:

 Hospital General de Cataluña, 130 obras; Hospital de Sangre de Tardienta, 20; Hospital de Sangre de Bujaraloz, 20; Hospital de Sangre de Sastago, 20; Hospital de Sangre de Sariñena, 20; Clínica “L´Aliança”, 20; Clínica de Barbastro, 15; Hospital Cínico, 118; Cínica Psiquiátrica, 30; Total 493 obras.

Se espera nuevos e importantes donativos de libros de editores y particulares.   

   Treball: Diari dels Treballadors de la Ciutat i del Camp: Any I Número 24 – 1936 agosto 18.

Libros para el frente y los Hospitales: La Agrupació d’Escriptors Catalaus, U.G.T., continúa activando la recogida y remesa de libros para el frente, hospitales de sangre y centros antifascistas, con la colaboración del Comité Sanitario, que tiene a su cuidado hace llegar los paquetes a su destino. Últimamente han sido repartidos los volúmenes siguientes: 1.200 libros a los hospitales de sangre de Angués, Siétamo, Puebla de Híjar, Bujalaroz y avanzadas del frente. 100 al hospital de sangre de Sariñena.

La Vanguardia, 22 de octubre de 1936.

El comité sanitario de guerra – Servicio de paquetes al frente

Ha regresado del frente la expedición organizadora del Servicio dirigido por el profesor Escoda. Se han montado oficinas de redistribución en Barbastro, Angües, Sariñena, Bujalaroz y Caspe, que ofrecen dar el máximo rendimiento.

La Vanguardia. 27 septiembre 1936.

John Cornford 

El escritor y poeta comunista inglés John Cornford, llegó a Leciñena junto a Franz Borkenau, historiador austriaco, el 14 de agosto, alistándose al POUM. Estuvo en el Hospital de Sariñena por una infección gastrointestinal. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Pardo Lancina, Víctor).

Crónica F.V. Jaquetot

Y aunque, en la paz de Sariñena, destaca, como un oasis en la chillante de la actividad bélica, la quietud permanente del Hospital de Sangre. Quietud y silencio que contrasta con la actividad, también permanente, de aquellos que abnegadamente han puesto todo su esfuerzo en defensa de los hombres que han caído al frente de batalla en plena lucha contra los asesinos del pueblo, puestos al servicio del fascismo internacional.

F.V. Jaquetot.

Mirador: setmanari de literatura, art i política: Any IX Número 407 – 1937 febrero 12.

Sanitarios prisioneros, de guerra

Sariñena, 17. Ayer, fueron hechos prisioneros once soldados de Sanidad de Guerra. Estaban en un corral de ganado situado en un monte a pocos kilómetros del pueblo de Tozos y muy cerca de Sariñena. Un destacamento leal se internó en campo enemigo y rodeó el corral, deteniendo a los once sanitarios, a un pastor y a un hijo de éste de once años. Los sanitarios estaban armados de fusiles y bombas de mano. Han hecho al mando interesantes manifestaciones.

La vanguardia, domingo 18 de abril de 1937.

Problemas con el Hospital

En el acta del Consejo Municipal, del 2 de febrero de 1938, se acordó pasar un comunicado al Cuartel General por si estimaban por conveniente dar las oportunas órdenes «Para evitar que arrojen a las proximidades de la vía pública gasas y algodones usados del Hospital Militar de esta plaza, se envíe un comunicado para evitar el peligro que pueda correr la población civil si se repiten estos hechos.” (Actas Consejo Municipal de Sariñena).

Caída del frente

«Antes de la caída del frente aragonés, el XI Cuerpo del Ejército presentaba un hospital base ubicado en la población de Sariñena, dos equipos quirúrgicos, situados en Grañén y el cruce de Gelsa, así como una clínica médica en Peñalba”. (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Con la inminente caída del frente de Aragón, el 22 de marzo, «Los enfermos del hospital base de Sariñena son evacuados y trasladados a los hospitales de Manresa y Lleida» (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc). Sariñena fue bombardeada el 25 de marzo de 1938 por la aviación alemana Condor y  ocupada el 26 de marzo de 1938.

De Hospital a Auxilio Social

Al finalizar la guerra, en la casa Penén Paraled se instaló la casa del “Auxilio Social” y la sede de Falange. Años más tarde, la adquirió la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Aragón y Rioja, además ha albergado la biblioteca municipal, el sindicato de riegos, un comercio y un bar, actualmente es de titularidad privada. La enorme casa Penén-Paraled data del siglo XVIII, consta de tres plantas con una fachada clasicista de cuidada composición (SIPCA), junto a la iglesia parroquial constituye una seña de identidad patrimonial de Sariñena en el centro de la villa monegrina.

A la memoria de aquellos/as médicos/as, enfermeros/as y sanitarios/as, verdaderos héroes y heroínas de todas las malditas guerras.

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