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Los Gimenólogos


Los Gimenólogos responden a un grupo de historiadores-investigadores aficionados franceses que trabajan por la recuperación de la memoria, de la Revolución Social y la guerra de España de 1936. Gracias a Myrtille, gimenóloga, nos adentramos en su trabajo muy relacionado con el Grupo Internacional que actuó en Los Monegros durante la guerra de 1936.

Grupo Internacional Columna Durruti. Los Gimenólogos.

¿Qué son los Gimenólogos?  Origen y trayectoria de los Gimenólogos ¿Antoine Gimenez?

Dos amigos de Marsella tenían algunos ejemplares del manuscrito de los recuerdos de Antoine Gimenez, cuando este murió en 1982 en esta ciudad. Se llamaba en realidad Bruno Salvadori. Nació en 1910 en Chianni (Pisa, Italia), y tomó contacto desde muy joven con el ideal libertario. Vagabundeó por Europa, bien transportando publicaciones, bien rehuyendo policías políticas que le seguían el rastro. En varias ocasiones fue expulsado de Francia y España. Por eso cambió de identidad en Barcelona y, a partir de 1935, pasa a llamarse Antoine Giménez. Actúa con esa documentación falsa hasta el final de su vida. Según sus propias palabras, Antoine era un rebelde que vivía al margen de la sociedad y se convirtió en un revolucionario en España, al ver reorganizarse la sociedad sobre unas bases comunistas libertarias.

Bruno Salvadori. Los Gimenólogos.

Su texto recoge los recuerdos de su estancia en España durante el periodo 1936-1939, en su mayor parte en el frente de Aragón. Antoine se integra en la columna Durruti, en uno de los grupos de voluntarios internacionales que se constituyeron en Pina de Ebro, bastante antes que las Brigadas Internacionales: el Grupo Internacional, creado por los franceses Berthomieu, Ridel y Carpentier en agosto de 1936, es muy poco conocido:

El Grupo [Internacional] se formó antes de que se planteara dar un sueldo a los milicianos. […] la mayor parte de sus miembros habían abandonado su profesión y sus ocupaciones habituales para acudir a España. Algunos venían de Italia, como el joven Giua, otros del Ruhr y del Sarre, otros del underground político y social, como aquel notable «palquista» romañol que, decidido a encontrar su final en el combate, sacrificó el botín que había acumulado en Francia para comprar armas.

Mercier Vega en 1975.

Bianchi, Staradolz, Bolchakov, Zimmerman, Santin, llamado el bordelés, Conte, Jiménez, Scolari, Balart, Barrientos y Cottin, compañeros de la cabalgada anónima.

Mercier Vega en 1970.

Gimenez y Ridel. Siétamo. Los Gimenólogos.

Antoine combatió hasta el final de la existencia del Grupo Internacional en Pina de Ebro, Fuentes de Ebro, Velilla de Ebro, Gelsa, Peñalba, Farlete, Alcubierre, Perdiguera, Bujaraloz, Siétamo, Sariñena, Tardienta, y en Cataluña. Pero para él «los recuerdos no son sólo los hechos materiales, los combates, las aventuras, sino también los motivos más o menos conscientes que nos llevaban a la acción».

Eso lo comentaba Paco Madrid, el prologuista de la primera edición de los Recuerdos:

«Lo que Antoine Gimenez nos ofrece son las experiencias directas de alguien que estaba luchando -junto a otros muchos- por llevar a la práctica esas difusas ideas que hasta entonces habían poblado su cotidianeidad y que de pronto se hacían realidad palpable. Era el sueño hecho realidad, la utopía convertida en actividad creadora y sustentada por miles de trabajadores y campesinos que no dudaron en participar también en esta nueva experiencia revolucionaria. Y naturalmente en esta exposición no podían estar ausentes las relaciones afectivas en su aspecto más amplio. […]

Por su relato, conocemos con precisión cuál era la situación en el frente de Aragón; con qué medios tenían que luchar los milicianos y cómo se volvía inútil el heroísmo desplegado por éstos para enfrentarse a un enemigo infinitamente mejor pertrechado. […]

En las memorias de Antoine Giménez no nos encontramos con la intrusión imprescindible del héroe, sino con la participación consciente del individuo. […]

Antoine Giménez fue un superviviente que aún tendría que atravesar dolorosas experiencias a lo largo de su vida, pero de todas ellas la que más impresión causó a su ánimo fue, sin duda alguna, la experiencia revolucionaria vivida en nuestro país.»

¿Un trabajo colectivo, un equipo de investigación, de estudio, colaboración?

¿La gimenología? ¿Podemos decir que existe este término?

Decidimos mostrar el recorrido de éste ilustre desconocido empezando por la realización colectiva de un serial radiofónico en Francia en 20 capítulos, emitido en radios comunitarias de Canadá, Bélgica, Francia y Suiza.

Después, hemos publicado una edición castellana de sus recuerdos en 2005: Del amor, la guerra y la revolución. Una pequeña edición italiana Amori e Rivoluzione salió en 2007 a Lugano. Pero al investigar más adelante en los archivos y en otros testimonios, a partir de lo que Gimenez nos contaba: datos, combates, discusiones, vida cuotidiana a la retaguardia de hombres y mujeres conocidos y desconocidos etc. – hemos redactado un aparato crítico más amplio que los recuerdos de Antoine: En busca de los hijos de la noche. Por eso hemos inventado una cátedra en Gimenologia al publicar en 2006 la edición francesa de los Recuerdos con casi 600 páginas (Les Giménologues). La segunda edición castellana salió en 2009, aumentada. También las ediciones siguientes: francesas con casi mil páginas e la inglesa.

Todo esto fue realizado colectivamente por un grupito de afinidad de más o menos 5 a 10 personas en Francia, con contactos y colaboradores en España, Italia, Alemania, Suiza. Por eso la gimenología es una disciplina que no deja de extenderse, y seguimos interesándonos en todo lo relacionado con la revolución social que se dio en amplias zonas de la España de 1936.

Isidro Benet. Los Gimenólogos.

Al presentar Los Recuerdos de Antoine en Francia en los años 2006-2009 nos hemos encontrado con unos milicianos o activistas protagonistas del frente de Aragón (o sus descendientes): Engracia, hija de Florentino Galván, miembro del Consejo de Aragón; Emilio Marco, miliciano de la Columna Sur Ebro, cuyo delegado general era Antonio Ortiz; Helios, hijo de Juan Peñalver, centurión de Emilio; Petra Gracia, joven libertaria de Zaragoza, madre de Tomás Ibáñez; Isidro Benet, del Grupo Internacional de la Columna Durruti, y su hijo César; Antoine, hijo de Manolo Valiña, hombre de acción de la CNT-FAI.

Petra Gracia, Los Gimenólogos.

Emilio Marco. Los Gimenólogos.

Los intercambios que se multiplicaron después de 2006 con estos compañeros y compañeras fueron inesperados. Sus andancias nos fueron contadas por ellos mismos o por sus hijos e hijas. Aquí todavía podíamos abordar esta experiencia de forma encarnada, con protagonistas de la base del movimiento libertario español. Sin duda, fueron los últimos en hablarnos con tanta precisión y, como siempre, con tanta pasión.

Así, en la continuidad de En busca de los hijos de la noche, intentamos una vez más articular historias particulares y el análisis de cuestiones colectivas en un libro: ¡A Zaragoza o al charco! El tema central de la obra es la caída de la perla anarquista el 19 de julio de 1936, que representó una terrible catástrofe para el movimiento, en términos simbólicos y militares. Así lo comprendieron los militantes anarcosindicalistas, en Catalunya y Aragón que se movilizaron para recuperarla, con un doble objetivo: aplastar a los facciosos y, para una parte del movimiento, establecer el comunismo libertario.

Pero el corazón de este libro está en la narración de las vivencias de seis protagonistas libertarios que impulsaron la revolución cada uno a su manera.

Se encontrará también un capítulo sobre la única experimentación conocida de comunismo libertario en la historia, con abolición del trabajo asalariado. Esta se produjo de agosto 1936 a agosto 1937 en la única provincia de España sin estado: Aragón. La socialización de la tierra, de los medios de producción y de subsistencia con redistribución igualitaria de las cosechas implicó a casi 300.000 personas (cifras de miembros de la Federación Regional de Colectividades publicadas en junio 37).

«Que este mosaico nos permita vislumbrar lo que se jugó durante las luchas anticapitalistas de los años 30 en España.«

Trabajos realizados

  • Antoine Gimenez, Del amor, la guerra y la revolución. Recuerdos de la guerra de España.
  • Los Gimenólogos. En busca de los Hijos de la Noche. Notas sobre los Recuerdos de la guerra de España de Antoine Gimenez. Editorial Pepitas de Calabaza (2009).
  • Helios Peñalver Segura (y los Gimenólogos). Historia de Juan Peñalver Fernández. De la pols de Mazarrón a la neu dels Alps. Vida, exili i mort d’un llibertari. Arxiu Comarcal del Baix Llobregat y los Gimenólogo (2019).
  • Myrtille. Gimenóloga. Los caminos del comunismo libertario en España (1868-1937). Vol I. Y el anarquismo se hizo español (1868-1910), Editorial Pepitas de Calabaza (2022).
  • Los Gimenólogos. ¡A Zaragoza o al charco! Editorial Sueños de sabotaje, (2023).

Anexo I

Cronología sobre la organización y actividad de los anarquistas internacionales de la Columna Durruti. Agosto de 1936 – julio de 1937.

Hacia mediados de agosto de 1936: En Pina de Ebro, creación del Grupo Internacional (GI) con Ridel, Carpentier, Scolari y Berthomieu como delegados; al mismo tiempo creación de la centuria Sébastien Faure (voluntarios franceses). Sin duda, los extranjeros lucharon individualmente en grupos de francotiradores principalmente españoles, integrados en la columna Durruti (Banda Negra, Metalúrgicos, etc.).

16 de octubre del 36: Batalla de Perdiguera: pérdida de una cuarta parte de los efectivos de la GI. Desplazamiento del núcleo inicial francés; el GI se sitúa en Pina o Farlete.

Otoño del 36: importante llegada de alemanes del DAS, suizos, suecos, austriacos, etc. La centuria Erich Mühsam de Rudolf Michaelis pide que se le asigne la columna Durruti el 18 de noviembre. A finales de octubre, Vagliasindi sustituyó a Berthomieu como jefe de la GI, mientras que Ruano sustituyó a Durruti como jefe de la columna hacia el 10 de noviembre. Las protestas contra la militarización se habían producido desde octubre en la columna Durruti y en la columna Ascaso en el frente de Huesca, especialmente en la sección italiana.

Mediados de noviembre del 36: Vagliasindi y algunos internacionales van a Madrid con los 1500 voluntarios de la columna Durruti; tras la muerte de Durruti en condiciones sospechosas, muchos milicianos quieren volver al frente de Aragón.

A finales de diciembre del 36 – principios de enero del 37: Manzana (asistido por Carl Einstein) sustituye a Ruano y su Comité de Guerra al frente de la columna Durruti, e intenta contener la revuelta contra la militarización: entre 600 y 800 milicianos abandonan sin embargo la columna.

6 de enero de 1937: Los GI basados en Gelsa y Velilla de Ebro se dividieron en dos: los que aceptaron la militarización (con o sin condiciones) se trasladaron a Pina de Ebro (un centenar, principalmente alemanes del DAS); los demás permanecieron en Gelsa. Sin embargo, 49 de los primeros consideraron que Manzana no había cumplido sus compromisos y dimitieron el 11 de enero para ir a protestar a Barcelona (ver carteles, proclamas).

En el mes de enero del 37. La GI se convirtió en la Compagnie Internationale (CI) de la División Durruti; parece que no había ningún capitán a su cabeza antes de la llegada del francés Cardeur a principios de marzo del 37.

Marzo-abril del 37: Manzana intentó formar un Batallón Internacional de Choque (BI) con el CI y otras dos unidades, entre ellas la Banda Negra (un cuerpo libre que contenía españoles y extranjeros como Antonio Giménez, y probablemente Vagliasindi desde la ruptura del comité de guerra de Ruano -hipótesis-).

El 9 de marzo: Los internacionales participan en Barcelona en una asamblea de todos los milicianos del frente aragonés en la que la sección francesa de la CNT (representada, entre otros, por Fortin) intenta convencerles de que acepten la militarización, o de que se vayan. Algunos franceses abandonaron el frente e incluso España; otros se unieron a los grupos de franco-tiradores en Aragón.

El 12 de abril del 37: El BI es enviado a la batalla de Santa Quiteria donde sufrió un 50% de pérdidas debido a la no intervención de la fuerza aérea republicana, en poder de los comunistas. Varios milicianos describieron esta batalla, de la que guardaban un terrible recuerdo (Gmür, Kirschey, Lätt). Los supervivientes fueron enviados a Barcelona a finales de abril para reconstituir el batallón. Manzana, que a menudo se ausentaba, fue sustituido por Ricardo Sanz, que quería imponer la militarización por todos los medios (deteniendo a los «desertores», poniéndolos en primera línea, etc.).

Mayo de 1937: Parte de la columna/división Durruti y toda la BI se encuentra en Barcelona de permiso y asiste o participa en los «actos de mayo»; algunos morirán en los combates. Después del 7 de mayo, otros (especialmente alemanes, austriacos e italianos) fueron detenidos por la policía y los comunistas, y algunos desaparecieron en checas en Barcelona o Valencia.

El 7 de junio de 1937: El Batallón Internacional, reconstituido como pudo, volvió al frente; muchos extranjeros renunciaron o se incorporaron a las Brigadas Internacionales (y en particular a la XII Brigada Garibaldi, creada en noviembre de 1936, comandada por Randolfo Pacciardi, no comunista, donde los anarquistas estaban más seguros que en las otras) La división Durruti se integra en el Ejército del Este, bajo el mando del general Pozas. Giménez está en el Batallón Internacional de la 121ª Brigada Mixta [o de la 120ª ver listas en el apéndice]. Las grandes batallas de distracción en Aragón estaban a punto de comenzar y los milicianos anarquistas fueron, como siempre, enviados al frente, sin protección aérea: morirían en gran número, especialmente los JJLL. El CI luchó en Monte Oscuro a mediados de junio (véase el relato de Eddi Gmür).

Del 7 al 22 de julio del 37: Los internacionales, mal alimentados y mal equipados, fueron enviados de nuevo al frente en condiciones espantosas: la revuelta se estaba gestando y las negativas a entrar en combate se multiplicaban.

El 30 de julio: Se disolvió el Batallón Internacional: los extranjeros podían marcharse o unirse a la XII Brigada Internacional.

Les Giménologues Junio de 2006. Documento revisado en 2016.

Anexo II

Listado grupo Internacionales columna Durruti, sábado 26 de septiembre 1936.

Españoles

Pérez Martínez.
Casadumont, Ramón.
García, Juan.
Garrate, Asencio.
Castela, Emile.
Martínez López, Antonín.
Valcarel, Diego.
Bisquert, Frederic.  
Monji Vieko, Valentín.
Escriba Parreau, Antonie.
Rodríguez Cortes, Juan.
Rodríguez, Manuel.
Moreno, Ángel.
Artica Vidaurre, Vicente.

Franceses

Berge, Raymond.
Gascon, Freeric.
López Gloire, Francisco.
Peron, Joseph.
Boff, Emile.
Monvoisin, Jesn
Lesueur, Joseph.

Alemanes

Schwarz, Jean.
Honecker, Rudolf.
Wettlaufer, Albert.
Schoroth, Willi.
Marx, Auguste.
Heinz, Oskar.
Kneip, Jacob.
Bader, Albert.
Boehme, Kurt.
Majewski, Otto.
Berger, Alfred.
Teschke, Alfons.
Borostowski, Willi.
Rauschenberger, Norbert.
Jacob, Heinrich.
Fischer, Enmanuel.

Holandés

V.d. Donk.

Anexo III

Lista de los muertos en los combates de Perdiguera y Farlete el 11 de octubre de 1936 y 8 octubre de 1936.

Adorma, Placida. ?
Montes, Francisco 8-10-36 Farlette.
Remiere, Joseph 8-10-36.
García, Jean 16-10-36 Perdiguera.
Alonso, Eugenio 3ª Agrupación.
Foret, Miguel. ?.
Medina García, José. ?.
Barrienolas, J. 8-10-36.
Bayeu, Francisco, 3ª agrupación.
Brontin, Jean. 16-10-36.
Berthomieu, Louis. 16-10-36.
Marx, Augusta. 16-10-36.
Giralt, Jean. 16-10-36.
Bellini, Mario. (Ortiz).
Vasco Fontana. ? France.
Romualdo del Papa. ? France.
Carascon, Drionicio. ?.
Lacalle, Simón. 16-10-36.
Jacquelin Marcel. ? Enferma.
Hernaes. ? Muerto.
Gondolfer, Isidore. (Ortiz).
Collin, Emile. 8-10-36.
Starandonzy. 16-10-36.
Urueno, Lorenzo. ?.
Barrado, Teodoro. 16-10-36.
Martín, Jean. ? Ortiz.
Colon Dura, Evaristo. 4ª Centuria.
García, pedro. ?.
Ruzafa, Manuel. ?.
Gloire López, Francisco. 16-10-36.
Ruiz, Eugenio. 16-10-36.
Bianchella, Albano. 8-10-36.
Valcarel, Diego. 4ª Centuria. Pina.
Artica, Vicente.  4ª Centuria. Pina. (Artica Vidaurre, Vicente).
Castelar, Emile.
López Martínez, Antonio. ?.
Conte, Carlos. 16-10-36.
Criballes Estanislas. 16-10-36.
Escriba, Antoni. ?.
Penalba Segura, José. 16-10-36?.
Boudou, Rémy. 16-10-36.
Belmonte, Antonio. ? Hospital.
Gil, Francisco. 16-10-36.
Spohu, Charles. 16-10-36.
Pérez Zorita, Julio. 16-10-36.
… Henry ¿?.
Vitrac Yves. 16-10-36.
Kokoczinski. 16-10-36.
Baudard, Rouger. 16-10-36.
Fernández, Pedro. 16-10-36.
Meller, Pedro. 16-10-36.  Bernard [ou Pedro] Meller.
Delalain, Jean. 16-10-36.
Girbe, Suzanne [= Suzanne Hans].
Recoules, Louis [= Louis Recoule].
Lesaffre, André. 16-10-36.
Galissot, René. 16-10-36.
Albertini, Jean. 16-10-36.
Boff, Emilie. 16-10-36.
Chaffangeon, Georges. 16-10-36.
Santolaria, Benjamín. Desaparecido.
Giancoli, Raymond. Desaparecido.
Teschke, Alfons. Desaparecido.

Los fallecidos en Perdiguera responden al día 16 de octubre de 1936, el listado contiene algunas correcciones de Los Gimenólogos. Documento facilitado por los Gimenólogos.

Anexo IV

Lista de [37] muertos en Perdiguera el 16 de octubre de 1936

Revisado, corregido y ampliado por gimenólogos en septiembre de 2010 de IIHS Ámsterdam [IIHS PE 50/Caja 521].

Jean García .
Pedro Martínez.
Lorenzo Benzo.
Francisco López Gloire.
Francisco Gil.
Charles Spohu [o Sphou].
Julio Zorita Pérez.
Yves Vitrac.
Roger Baudard.
Bernard [o Pedro] Meller.
Jean Delalain.
Suzanne Girbe [= Suzanne Hans].
Louis Recoules [= Louis Recoule].
André Lesaffre.
René Galissot Jean.
Albertini Emile Boff.
Manuel Hernández.
Santos Tans.
Jean Ferret.
Juliette Baudart.
Jean Trontin.
Louis Berthomieu.
Augusta Marx.
Jean Giralt.
Simon Lacalle.
Alexandre Starandonzy.
Teodor Barrado.
Eugenio Ruiz.
Georges Chaffangeon.
Carlos Conte [= Carlo Conti, el amigo italiano de Durruti exfiltrado desde Zaragoza por Isidro Benet?].
Estanislas Criballes.
Manuel Aracil.
José Segura Rémy Boudou [no muerto en realidad].
Georgette Kokoczynski [su marido pudo haber sido Michel Kokoczynski, un socialista francés, que se refugió durante un tiempo en Marsella durante la guerra y luego en Orán* El «Diario de la Mimosa» fue encontrado en la IISG].
Pedro Fernández.

En otro documento garabateado que es difícil de leer dice:

«Giménez delegó ler gr(oupe?). El testigo permaneció casi hasta el último momento. Scolari (último camarada de Georgette)».

En la lista de David Berry, encontramos los nombres de quince franceses muertos en Perdiguera: los tres que menciona además de la presente lista son:

Bérard Mario, Bergé Raymond [que pudo haber caído el 21-11-36] y Delaruelle Henri.

En otra «Lista de los caídos en las batallas de Perdiguerras [sic] (…) en 11-10-36» [IISG, FAI, PE 15] también encontramos el nombre de Gabaloff.

Y añadimos:

Pietro Ranieri, caído en Perdiguera el 16 de octubre 1936, según el «Dizionario Biografico Anarchici Italiani, BFS, Pisa 2004».

Nota

*Cf. El sector de Marsella. Un chemin vers la liberté sous l’Occupation, de Daniel Bénédite, Clancier-Guénaud, 1984, págs. 284 y ss.

Liste extraída de « Recorrido 4 Isidro Benet La batalla de Perdiguera, 15 y 16 de octubre de 1936 » : http://gimenologues.org/spip.php?article448

Luis Aguilar Palacio


Famosas son las madalenas de Bujaraloz que han sido y son horneadas con el sabor tradicional, pues Bujaraloz ha sido y es pueblo de grandes panaderos: El Betes, Barrachina, Claver o Aguilar. Gracias a Luis Aguilar Palacio, nos adentramos al calor de su horno, en su panadería cuyo olor a masa madre amasándose, a pan recién hecho y a bollería y repostería nos conquistan para siempre. 

Luis Aguilar Palacio nació el 24 de junio de 1938 en Bujaraloz, en casa, asistido por el practicante -por aquellos tiempos atendía todos los partos-. Su padre trabajaba en el campo y su madre en casa, eran seis hermanos. Campo de secano y muy pocas tierras, por lo que su padre se dedicaba a hacer yeso, por lo que era conocido como “Casimiro el Yesero”.

Tenía un horno y el pueblo un molino y el rollador, donde molían el yeso -Pagaban según gastaban luz, según los kilovatios consumidos-. Antiguamente rollaban con las ruedas de los carros en el Tollanco, con las mulas tirando el carro y chafando el yeso. Casimiro vendía el yeso en Peñalba y a gente de Caspe que venían a comprarlo a Bujaraloz. Subían albañiles, particulares a comprar yeso -Si se cocía bien se hacía muy bueno-, recuerda Luis. No había cemento y se hacía todo con yeso –El que más se cocía era mejor y se gastaba para hacer suelos, resistía igual que el cemento-.

Luis jugaba a los pitos, colocaba cepos para cazar pajaricos o iba a las eras a jugar al fútbol. A la escuela trataba de no faltar nunca, únicamente cuando tenía que ayudar a su padre en el molino, especialmente cuando había dos moliendas y había que separarlas.

No eran años buenos, afirma Luis -Los años malos la gente marchaba a trabajar a Cataluña o a arreglar carreteras, cuando había faena-. Algunos tenían mulas y llevaban en invierno paja a Gandesa (Tarragona). Otros trabajaban para las casas ricas que tenían mucho ganado, tenían unos 6 a 7 pastores, como casa Gros o casa Rozas. En casa tenían cerdos, un gallinero, pasaron años muy justos. Entre 1940 y 1950 mucha gente emigró a trabajar fuera.

Llegaron años peores, a partir de 1946 se empezó a no coger nada del campo, fue una sequía muy dura, recuerda Luis. En 1950, viendo que así no podían vivir, marcharon a Castillonroy (Comarca de la Litera). Allí trabajaron llevando una finca, permaneciendo por unos 10 años. El dueño era un militar retirado que siempre les trató muy bien, incluso cuando hicieron el servicio militar obligatorio, les ayudó. Luis realizó la mili entre 1960 y 1962, durante año y medio, siendo destinado a África, a Sidi Ifni. Ya no había guerra y estuvo en posiciones sin escuchar ni un solo tiro.

Con la marcha de sus hijos al servicio militar, su padre no pudo hacerse él sólo con las tierras que llevaban en Castillonroy. Así que Casimiro volvió a Bujaraloz, retomando las tierras propias y las de un tío de su madre. También se incorporó Luis cuando finalizó el servicio militar, llevando las tierras con su padre.

Al poco, con su hermano montaron una tocinería en Bujaraloz “Tocinería Aguilar”.  La llevaron entre los dos hasta que Luis se casó, quedándose su hermano con la tocinería.  Luis estuvo un año trabajando en el Mesón -La nacional II era la vida del pueblo-. El Betes, uno de los panaderos del pueblo, solía pasar por el Mesón. En una ocasión, Luis le dijo al Betes -¡Qué bien viven los panaderos!- y este, sin dudarlo, le respondió -porque no quieres, que allí tienes la panadería-. Así, Luis cogió la panadería en arriendo y durante quince días el Betes le estuvo enseñando a hacer pan.  

Luis se casó con Madalena Mateu Pascual de Castillonroy. Ambos trabajaron duramente para sacar adelante la panadería y a sus cuatro hijos, tres chicos y una chica. Servían al Ciervo, al Español, al Parador Mesón Aragonés, la Perla… y a otros muchos de los negocios hosteleros vinculados a la nacional II. En 1986, recuerda Luis, con su mujer hicieron mucho trabajo, pero la renta fue subiendo cada año hasta que Luis y su mujer se vieron obligados a construir su propio horno. –Algunos le dijeron si estaba loco-, recuerda Luis, pero desde 1969 vienen manteniendo abiertas las puertas “Panadería artesanal Aguilar, en horno de leña. Desde 1969”.

Es un oficio que no se aprende nunca– comenta Luis –Solo con que cambie el tiempo todo cambia mucho. Lo importante es la masa madre, la fermentación-. En tiempos las mujeres amasaban en casa y luego iban a cocer sus propios panes al horno, apunta Luis.

Su padre le ayudaba mucho a limpiar las máquinas y en semana santa le tenía que ayudar la guardia civil a cruzar la nacional II, parando el tráfico, para llevar el pan a los bares restaurantes al otro lado de la carretera. Luis también contó con algún aprendiz y trabajador, como Pedro y José Luis Villanua, de Castejón de Monegros, a quienes les une una gran amistad.

La vida de antes era muy dura, la gente se puso granjas de pollos y luego de cerdos. Todo cambio mucho al comenzar a trabajar con tractores y la llegada del regadío. Luis aún recuerda cuando los militares tenían que traer agua en camiones cisterna a Bujaraloz (1972-1973). Entre otras muchas cosas que Luis va contando es que en Bujaraloz existió una harinera.

Actualmente, la panadería continúa gracias a uno de sus hijos. Además del pan hacen unas de las famosas magdalenas de Bujaraloz, pero también bizcochos, bollos, empanadones de membrillo, rollos de pan… Sin duda, los recuerdos de Luis, nos llevan por la historia reciente de Bujaraloz pero también nos acercan a ese gran oficio de panadero, todo un placer.

Gracias a David, hijo de Luis.

Música del dance y gaiteros en Leciñena


Músicos de Leciñena, marzo de 1997. Marcén, César.

Por César Marcén.

En febrero de 1993 nos proporcionaron datos de la existencia de una gaita de boto en Leciñena y de la existencia de un gaitero. La mala fortuna hizo que ese gaitero, José Marcén Vázquez, falleciera en agosto de 1993 sin haberlo podido entrevistar. La gaita pasó a manos de un sobrino que vive en Badalona y tras más de un año de pesquisas difíciles, parece ser que fue vendida a un anticuario de Barcelona junto con otro clarín o dulzaina.” Como bien dicen Pedro Mir y Martín Blecua, en su libro La Gaita de Boto Aragonesa, “estos datos a falta de comprobación deben ser tomados con mucha reserva”.

Parece que, por fotos antiguas, bibliografía y tradición oral, no se puede aseverar que hubo una gaita en Leciñena, antes de recuperar el dance en 1983.

Había en el Ayuntamiento copias de unas partituras antiguas. Parecen estar firmadas por Vicente Garcés, músico que tocó la trompa en la Orquesta Sinfónica de Zaragoza durante varios años, entre ellos desde 1949 hasta 1962, momento en el que, por dificultades y discrepancias de régimen interno, esta se disolvió. La mencionada orquesta no fue más que la continuidad de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos, fundada a mediados de los años 20 por el maestro Antonio Gracia. Con los mismos componentes, César Mendoza constituyó una orquesta con la que dio varios recitales en Zaragoza y otras capitales a beneficio de la Cruz Roja. (Gran Enciclopedia Aragonesa).

Pueden ser algunos de los componentes de esta banda los que tocaran el dance de los años 1926 y 1928, ya que recuerdan, los danzantes de esa época, que los músicos que venían a interpretarlo eran los músicos de la Banda de la Cruz Roja.

Fue un tal Sánchez, con el clarinete, quien interpretó el dance en el año 1950 con las partituras de las melodías firmadas por Vicente Garcés, acompañado por Gutiérrez al tambor; ambos músicos de la Banda Municipal de Zaragoza que amenizaban las fiestas de septiembre. Faltaban las partituras de dos mudanzas que los mismos danzantes les cantaron horas antes de la actuación, estas fueron transcritas e interpretadas sobre la marcha. (Hay copias de las partituras antiguas y las notas transcritas a mano por detrás de la hoja).

En el año 1951 el dance fue interpretado por los músicos de la orquesta que actuaba el mismo día por la noche, Orquesta LA DAYA. Recuerdan los danzantes de ese año que no se pudo bailar el Pastorcillo, porque los músicos de dicha orquesta no lo supieron tocar. Ya no se volvió a representar el dance hasta el año 1983.

Leciñena, 1983. Dulzainero y caja. Auto foto Pedro Arruego.

Respecto a la recuperación del dance en el año 1983, se tomaron como referencia las partituras que se encontraban en el ayuntamiento. Como no se tenía idea de notación musical, estas partituras se llevaron al director de la Banda Municipal de Villanueva de Gállego para que este las interpretara y ver si los danzantes de 1950 las reconocían como mudanzas del dance. La experiencia fue decepcionante cuando el director, de la Banda de Villanueva, dijo que esas no eran las mudanzas del dance de Leciñena, pero que él las conocía y tocó una mudanza del dance de Robres, que nombra a Leciñena y su Virgen de Magallón y que nada tenía que ver con el dance de Leciñena. Los danzantes nunca llegaron a escuchar las melodías escritas en las partituras y nunca supieron si esas partituras eran realmente las que se habían tocado en 1950 y 1951 o no. Entonces volvieron a recurrir a la memoria de los danzantes y así fue como se recuperaron las músicas del dance. Fue una vez más gracias al Tío Mariano Solanas “Caparreta”, este las cantó y Agustín de Felipe, por entonces director de la Banda Municipal de Leciñena, la transcribió a partitura.

Músicos de Leciñena, 1988. Marcén, César.

Debido a la influencia del cuadro de nuestro paisano Marín Bagüés, confeccionado para uno de los carteles de las Fiestas del Pilar y basado en otro cuadro suyo llamado Pan Bendito (1914), se pensó que la dulzaina pudo ser el instrumento con el que se tocaran las melodías del dance. Aunque bien es sabido que la zona de Monegros es tradicional interpretar las melodías de los diferentes dances con Gaita de Boto y ejemplos cercanos tenemos en Leciñena, como Robres, Sena o Sariñena.

Se compró una dulzaina en una tienda de Zaragoza llamada Mariano Viú y se contactó con un joven, por aquella época, y ahora afamado gaitero e investigador, Ángel Vergara. Éste tocó las melodías transcritas por Agustín de Felipe y las grabaron en una cinta, el “Tío Mariano” las escuchó y dio su aprobación diciendo: “ostia, así tenéis que cantarlas, que bien suena con estas gaiticas”.

Músicos de Leciñena, 1992. Marcén, César.

La dulzaina comprada en Zaragoza no dio los resultados esperados y nunca llegó a sonar afinada. Pero a partir de esta dulzaina Javier Bagüés, vecino de Leciñena, con un torno de taller mecánico y sin las herramientas más adecuadas consiguió hacer varias copias y que estas sonasen bastante afinadas. Recuerda Javier haber hecho 3 o 4 dulzainas de las cuales conserva una.

El primer año de la recuperación, hablamos del año 1983, el mismo Ángel Vergara a la dulzaina y Leandro Maza, que era concejal en aquellos años, al tambor, tocaron el pasacalle y las mudanzas del dance. En los años siguientes y con las dulzainas hechas por Javier Bagüés, dulzaineros locales fueron aprendiendo y tocando el dance. Ernesto Murillo fue el primer dulzainero, empezó a tocar el dance el año 1984 acompañado por Juan José “El Palomo” al tambor.

Años después se hicieron unas dulzainas para la Diputación Provincial de Zaragoza. Fueron del Ayuntamiento de Leciñena a la diputación para que les dejasen una para interpretar el dance, ¡al fin se consiguió una dulzaina “profesional”! con la que Ernesto Murillo siguió tocando el dance varios años. Francisco Seral también tocó en esos primeros años con la dulzaina construida por Javier Bagüés, hasta que compró una de Blas Coscollar.

Músicos de Leciñena, 2001. Marcén, César.

Han sido varias las formaciones que han tocado el dance a lo largo de estos 40 años, siempre, a excepción del primer año, con gaiteros de Leciñena. Ernesto Murillo fue, acompañado por “El Palomo”, la primera formación, estamos hablando del año 1984.

Después siguieron otros dulzaineros como Francisco Seral, que ya había sido danzante los primeros años, Alejandro Solanas, Rosaura Murillo, David Marcén, Daniel Murillo, Walter Bagüés, Roberto Berdún, Patricia Moreno y Oscar Bernal acompañados por los siguientes tamborileros: Juan José “El Palomo”, José Antonio Muñío, Raúl Vinués, Carlos Bagüés y César Marcén.

Hay que añadir a la lista otros músicos que acompañaron a los dulzaineros, en el año 1997 con el clarinete: Antonio Sieso y Carlos Maza y estos últimos años con el bombo: Violeta Remacha y Jorge Barrena.

Músicos de Leciñena, 2006. Marcén, César.

En la actualidad los dulzaineros del dance son Daniel Murillo y Walter Bagüés acompañados por César Marcén al tambor.

Nunca se ha tocado el dance con gaita de boto, pero en paralelo a los músicos del dance sí que se formaron grupos de gaiteros en los que sonaba la gaita de boto. A mediados de los años 90 se formó Gaiteros de Valseca, donde Alejandro Solanas tocaba la gaita de boto acompañando a David Marcén, Enrique Murillo y Rosaura Murillo a las dulzainas y César Marcén a las percusiones.

Ya por el año 2010 los gaiteros del dance crearon una nueva formación, Gaiteros de Leciñena: Walter, Dani, Oscar, Violeta, Héctor y César han acompañado a cabezudos, gigantes y demás actos festivos.

Músicos Leciñena. Autor fotos Jesús Rubio.

En el año 2015 se grabó un disco con las mudanzas del dance, los dichos que los danzantes dicen a la Virgen el día de la fiesta y la canción de Hato de Foces: Dance de Embajadores (compuesta por dos mudanzas del Dance de Robres).

En el año 2018 se añadió una nueva mudanza y un nuevo baile de palos al Dance de Leciñena, coreografía de Jesús Rubio, profesor de la Escuela municipal de Música y Danza de Zaragoza, con la melodía del disco de Hato de Foces “Amadruga” que ensalza Leciñena y su Virgen de Magallón: Dance de Embajadores.  Esta sí que se interpreta con gaita de boto, guitarrico y dulzainas y nos muestra que el dance está muy vivo y sigue evolucionando!.

César Marcén.
Leciñena, 20 de noviembre 2023.

El baile de las joyas, aproximación al dance de Perdiguera


Costán Escuer, investigador perdiguerano, ha indagado sobre las fiestas de Perdiguera en la antigüedad, descubriendo la carrera de la espada y el baile de las Joyas. Dicho estudio, ha quedado plasmado en una serie de artículos publicados en la revista Montesnegros, números 70 y 71: “Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad. La corrida de la espada y el baile de las joyas I y II”.

El presente artículo únicamente responde a la segunda parte, al baile de las joyas, una aproximación histórica al desconocido dance de Perdiguera.

Para la investigación, Costán ha estudiado los libros de cuentas de Perdiguera, Ocho libros de cuentas de los once que se escribieron durante el periodo que abarca desde el año 1521 hasta el año 1798” y que se conservan en el archivo histórico del ayuntamiento de Perdiguera.

“En estos libros, y bajo el epígrafe de “recibí” y pagué”, el escribano del concejo anotaba las cuentas que el Lugar, barrio de Zaragoza, debía presentar a quienes anualmente desde la ciudad venían a inspeccionarlas.

Estos libros no describen hechos, solo son apuntes contables, pero constituyen una fuente de información extraordinaria acerca de cómo era la organización administrativa y la vida de los habitantes del Lugar de Perdiguera, que no difería de la de los habitantes de los alrededores, tanto en el aspecto laboral, como en el religioso y el festivo.

Este último aspecto, el festivo, es el que voy a mostrar en este artículo. “

Escuer, Costán.
Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad.
 La corrida de la espada y el baile de las joyas I.

En esa primera parte, Costán nos descubre la corrida de espadas, una carrera pedestre cuyo premio respondía a una espada. De acuerdo con su estudio “La de Perdiguera, comenzada en 1526, no solo es la corrida de espadas más antigua documentada de Aragón, sino que sería la más antigua de todas las competiciones de carreras pedestres de España”. Igualmente, documenta las carreras de agujetas o cintas y la de pollos.

A su vez, Costán, avanza la segunda parte, adelantando una anotación realizada en 1586: “Pagué de las joyas y espada y sombrero, calzas, zapatos y dos pares de pollos que se corrieron, de todo para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto, de todo, ochenta y cinco sueldos y ocho dineros”. Así, Costán nos advierte “Como vemos en este apunte, el escribano ya nos habla de otros gastos en la fiesta que arrancan en el año 1578 y que nos meten de lleno en el baile de las joyas y posterior dance de Perdiguera del que hablaré en la segunda parte de este artículo”.

Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad. La corrida de la espada y el baile de las joyas I.

Por Costán Escuer.

Como ya conté en el anterior artículo, desde el año 1528 hasta el año 1550, en los libros de cuentas del ayuntamiento, el escribano anota en los asientos contables unos gastos de la espada que se corre para el día de la patrona, Nuestra señora de Agosto.

El libro de cuentas que va de los años 1551 hasta el 1577 ha desaparecido y nada sabemos de esos años, pero el año 1578 hay una novedad en los gastos festivos: “Más pagué del sombrero y de los zapatos que se trajeron para la fiesta quince sueldos y dos dineros”

Nada nos indica acerca del uso que tendrían ese sombrero y esos zapatos, pero en los siguientes años se nos da información suficiente para resolver el enigma.

Fig.1: Año 1583. Compra de zapatos y sombrero.

En las fiestas de 1579 se anota lo siguiente: “Más pagué de las joyas que se bailó, veintiocho sueldos.” Y tras otros apuntes similares,  llegamos al año 1583 (fig. 1) en el que el escribano se extiende un poco más al detallar los gastos y apunta esto: “Más se compró seis pares de zapatos, los dos de hombre y los cuatro de mujer y costaron veinte sueldos y seis dineros.”

“Más pagué de un sombrero, seis sueldos y nueve dineros.”

 “Más se dio a dos bailadores, cada uno dos reales.”

Ya tenemos información para saber que hay un baile, para el que se compran diversos efectos a los que se les llama “joyas”, que participan dos hombres a los que se paga dos reales y cuatro mujeres a las que no se les paga nada y también sabemos que alguien de ellos porta un sombrero en dicho baile.

Fig. 2: Plaza del Altero con el antiguo ayuntamiento en la parte superior izquierda.

Dos años después, 1584, se añaden nuevos gastos del baile de las joyas: “Más pagué de las joyas, veintiocho sueldos.”

“Más se pagó de un sombrero, siete sueldos y medio.”

“Pagué de unas calzas de mujer, siete sueldos.”

“Más se pagó de dos pares de zapatos de hombre y seis de mujer veinticuatro sueldos y seis dineros.”

 “Más paguemos al juglar dos riales y otros dos a un bailador otros dos, que hacen cuatro reales.”

Hay un dato muy interesante este año, pues ya sabemos que se contrata a un juglar para que acompañe al baile con su música.

Tampoco tenemos el libro de los años 1587-1608 que nos hubiera aportado nuevas informaciones, pero llegamos al año 1610: “ Item pagué de las joyas que se trujeron para el día de Nuestra Señora de Agosto, que son: espada, sombrero de mujer, dos pares de calzas, dos pares de zapatos de hombres y cinco de mujeres, ciento y dieciséis sueldos.”

Nos acabamos de enterar de que el sombrero es para una mujer, que siempre participan dos hombres, y que el números de mujeres que bailan es variable, ya que unos años se compran cuatro pares de zapatos de mujer, otros seis y este año cinco, lo que nos indica que seguramente su número depende de la disponibilidad de mujeres que hay cada año dispuestas para participar.

Fig. 3: Por primera vez se nombra el dance.

El año 1613 nos aporta otra novedad, pues se traen unos ciegos para tañer en la fiesta y un gaitero para acompañar el baile de las joyas: “Item pagué a unos ciegos que vinieron a tañer para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto, ciento y diez sueldos.”

“Item pagué a un gaitero que vino el día de Nuestra Señora de Agosto para bailar las joyas, cuarenta sueldos.”

Los apuntes del año 1618 nos resuelven otra duda, pues no sabemos si ese baile era recorriendo las calles del pueblo o en un sitio concreto. Por los pagos, sabemos que el baile se celebra en la plaza y de propina nos informa que de vez en cuando, los jóvenes tenían su vena artística-cómica y hacían comedias disfrazados: “Item pagué a unos mancebos que trujeron unos bancos de la iglesia el día de Nuestra Señora de Agosto a la plaza cuando bailaron las joyas, cuatro sueldos.

“Item pagué a unos hijos del Lugar que han hecho una comedia el día de Nuestra Señora de Agosto para pagar los vestidos que hicieron, cien sueldos.”

El año 1622, en el que por primera vez, tras recibir las reliquias de Santa Beatriz, se celebra el día de la patrona el 29 de julio, se baila ese día, pero también el día de Nuestra Señora de Agosto, que hasta este año fue el día de la fiesta grande en Perdiguera. Como veremos, se tira la casa por la ventana trayendo a los músicos de Lalueza, pólvora para fuegos de artificio y vestidos de Zaragoza para una comedia: “Item pagué de las joyas que se trujo para la fiesta que se hizo de Santa Beatriz, setenta y siete sueldos.”

 “Item pagué a un hombre que fue a buscar a los músicos a Lalueza, diez sueldos.”

“Item pagué a los músicos que vinieron para la fiesta de su trabajo y costa, doscientos ochenta sueldos.”

“Item pagué de la dieta de un jurado que fue a Zaragoza a buscar la pólvora y las joyas, seis sueldos.”

“Item pagué de los vestidos que trujeron para unos hijos del Lugar para hacer una comedia y los trujeron de Zaragoza, ciento cuarenta sueldos.”

“Item pagué de las dietas de los jurados que fueron a comprar las joyas para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto a Zaragoza, doce sueldos.”

Otro nuevo elemento encontramos en los apuntes del año 1623, la compra de cascabeles para el baile: “Item pagué de unas achas y unos cascabeles que se trujo para el día de la fiesta de Santa Beatriz, cincuenta y dos sueldos.”

Los siguientes dos años, se celebra la fiesta por duplicado y el año 1624 vemos un considerable aumento en la participación femenina, nueve pares de zapatillas de mujer: “Item pagué de las joyas que se trujo para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto que son, espada, sombrero de mujer, dos pares de calzas de mujer, dos pares de zapatos de hombre y nueve pares de zapatillas de mujer que hacen todo, ciento treinta y cuatro sueldos.”

Fig 4: Gaitero, danzantes, cascabeles y un poeta para los dichos.

Los años 1628, 1630 y 1631 se baila también para la fiesta del Corpus y por primera vez se habla de danzantes. Año 1628: “Más pagué a unos danzadores el día del Corpus, dieciséis sueldos.”

Avanzamos en el tiempo y el año 1658 se bailan las joyas el día de San Roque: “Más pagué de traer los bancos a la plaza el día de San Roque cinco sueldos cuando se bailaron las joyas”.

Llegamos al año 1667 y el escribano apunta la palabra clave, dance: “Más pagué a los mozos que hicieron el dance el día de Santa Beatriz, dieciséis sueldos”.

Aquí tengo que decir que le pasé todos estos datos a Mario Gros, músico, folclorista, lutier y experto en dances, quien me dijo, entre otras cosas, lo siguiente: “La voz aragonesa «dance» aparece por escrito a comienzos del XVII para designar una representación que amalgama teatro (coloquios, dichos, obra…) y danzas. Los cascabeles de los mancebos de 1624 y 1629 se utilizaron con casi total seguridad para la realización de danzas, pero no podemos saber si esas danzas estaban ya integradas en una representación de dance. En mi opinión, esta de 1667 sería la primera cita en la que con claridad se habla de un «dance» en Perdiguera. Las más tempranas referencias del término «dance» de las que tengo noticia son de unos pocos años antes: Jaca en 1623, Tarazona en 1636 y Albalate del Arzobispo en 1655, con lo cual la de Perdiguera sería una de las citas más antiguas de Aragón”.

Avanzamos hasta el año 1704 y por primera vez se nombran los dichos: “Más pagué para los dichos de Santa Beatriz, treinta y dos sueldos”.

En el año 1731 se nombran aspectos indispensables para un dance: gaitero, danzantes, cascabeles y un poeta para los dichos.

 “Más pagué al gaitero en dicho día (Santa Beatriz) cuarenta y ocho sueldos”.

“Más pagué al poeta que sacó los dichos para los danzantes en dicho día, veinticuatro sueldos”.

 “Más pagué de los cascabeles para los danzantes, dieciséis sueldos”.

 “Más pagué de medio cántaro de vino que se dio a los danzantes, un sueldo y cuatro dineros”.

Hasta 1759 los libros ya no aportan ninguna novedad y en 1760 vemos las últimas referencias al dance con este escueto apunte: “Data para la caridad del sermón y costa del predicador en el día de la patrona y músico, cascabeles, cera y demás gasto, siete libras, tres sueldos y ocho dineros”.

A partir de entonces, el gasto en fiestas ya no se detalla y los apuntes dicen en genérico “gasto en fiestas”.

Así pues nos encontramos con un Baile de Las Joyas, que arranca el año 1578, en el que participan dos hombres y un número variable de mujeres, una de ellas portando sombrero, acompañados por un juglar en los primeros tiempos y por un gaitero posteriormente. Para ello, se compran dos pares de zapatos de hombre y varios pares de zapatos y calzas de mujer, más un sombrero también de mujer. Este baile sucede en la plaza, a la que se bajan los bancos de la iglesia para mayor comodidad de los espectadores. Según lo apuntes, este baile se celebra el día de la patrona, pero ocasionalmente también se bailó para el Corpus, el día del Pilar y para San Roque.

Este baile deriva posteriormente en un dance, en el que ya vemos elementos como las camadas de cascabeles, nuevamente gaiteros y un poeta para declamar los dichos. ¿Hasta cuándo duró? Al menos hasta 1760, pero es fácil que siguiera muchos años después. Esto no lo podemos saber.

Poco más –y ya es mucho- se puede saber a partir de unos libros de contabilidad.

Termino dando las gracias a Mario Gros por su amabilidad y por sus valiosas aportaciones.

                                                                                                                                Costán Escuer