Costán Escuer, investigador perdiguerano, ha indagado sobre las fiestas de Perdiguera en la antigüedad, descubriendo la carrera de la espada y el baile de las Joyas. Dicho estudio, ha quedado plasmado en una serie de artículos publicados en la revista Montesnegros, números 70 y 71: “Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad. La corrida de la espada y el baile de las joyas I y II”.
El presente artículo únicamente responde a la segunda parte, al baile de las joyas, una aproximación histórica al desconocido dance de Perdiguera.
Para la investigación, Costán ha estudiado los libros de cuentas de Perdiguera, “Ocho libros de cuentas de los once que se escribieron durante el periodo que abarca desde el año 1521 hasta el año 1798” y que se conservan en el archivo histórico del ayuntamiento de Perdiguera.
“En estos libros, y bajo el epígrafe de “recibí” y pagué”, el escribano del concejo anotaba las cuentas que el Lugar, barrio de Zaragoza, debía presentar a quienes anualmente desde la ciudad venían a inspeccionarlas.
Estos libros no describen hechos, solo son apuntes contables, pero constituyen una fuente de información extraordinaria acerca de cómo era la organización administrativa y la vida de los habitantes del Lugar de Perdiguera, que no difería de la de los habitantes de los alrededores, tanto en el aspecto laboral, como en el religioso y el festivo.
Este último aspecto, el festivo, es el que voy a mostrar en este artículo. “
Escuer, Costán.
Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad.
La corrida de la espada y el baile de las joyas I.
En esa primera parte, Costán nos descubre la corrida de espadas, una carrera pedestre cuyo premio respondía a una espada. De acuerdo con su estudio “La de Perdiguera, comenzada en 1526, no solo es la corrida de espadas más antigua documentada de Aragón, sino que sería la más antigua de todas las competiciones de carreras pedestres de España”. Igualmente, documenta las carreras de agujetas o cintas y la de pollos.
A su vez, Costán, avanza la segunda parte, adelantando una anotación realizada en 1586: “Pagué de las joyas y espada y sombrero, calzas, zapatos y dos pares de pollos que se corrieron, de todo para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto, de todo, ochenta y cinco sueldos y ocho dineros”. Así, Costán nos advierte “Como vemos en este apunte, el escribano ya nos habla de otros gastos en la fiesta que arrancan en el año 1578 y que nos meten de lleno en el baile de las joyas y posterior dance de Perdiguera del que hablaré en la segunda parte de este artículo”.
Fiestas de Perdiguera en la Antigüedad. La corrida de la espada y el baile de las joyas I.
Por Costán Escuer.
Como ya conté en el anterior artículo, desde el año 1528 hasta el año 1550, en los libros de cuentas del ayuntamiento, el escribano anota en los asientos contables unos gastos de la espada que se corre para el día de la patrona, Nuestra señora de Agosto.
El libro de cuentas que va de los años 1551 hasta el 1577 ha desaparecido y nada sabemos de esos años, pero el año 1578 hay una novedad en los gastos festivos: “Más pagué del sombrero y de los zapatos que se trajeron para la fiesta quince sueldos y dos dineros”
Nada nos indica acerca del uso que tendrían ese sombrero y esos zapatos, pero en los siguientes años se nos da información suficiente para resolver el enigma.

Fig.1: Año 1583. Compra de zapatos y sombrero.
En las fiestas de 1579 se anota lo siguiente: “Más pagué de las joyas que se bailó, veintiocho sueldos.” Y tras otros apuntes similares, llegamos al año 1583 (fig. 1) en el que el escribano se extiende un poco más al detallar los gastos y apunta esto: “Más se compró seis pares de zapatos, los dos de hombre y los cuatro de mujer y costaron veinte sueldos y seis dineros.”
“Más pagué de un sombrero, seis sueldos y nueve dineros.”
“Más se dio a dos bailadores, cada uno dos reales.”
Ya tenemos información para saber que hay un baile, para el que se compran diversos efectos a los que se les llama “joyas”, que participan dos hombres a los que se paga dos reales y cuatro mujeres a las que no se les paga nada y también sabemos que alguien de ellos porta un sombrero en dicho baile.
Fig. 2: Plaza del Altero con el antiguo ayuntamiento en la parte superior izquierda.
Dos años después, 1584, se añaden nuevos gastos del baile de las joyas: “Más pagué de las joyas, veintiocho sueldos.”
“Más se pagó de un sombrero, siete sueldos y medio.”
“Pagué de unas calzas de mujer, siete sueldos.”
“Más se pagó de dos pares de zapatos de hombre y seis de mujer veinticuatro sueldos y seis dineros.”
“Más paguemos al juglar dos riales y otros dos a un bailador otros dos, que hacen cuatro reales.”
Hay un dato muy interesante este año, pues ya sabemos que se contrata a un juglar para que acompañe al baile con su música.
Tampoco tenemos el libro de los años 1587-1608 que nos hubiera aportado nuevas informaciones, pero llegamos al año 1610: “ Item pagué de las joyas que se trujeron para el día de Nuestra Señora de Agosto, que son: espada, sombrero de mujer, dos pares de calzas, dos pares de zapatos de hombres y cinco de mujeres, ciento y dieciséis sueldos.”
Nos acabamos de enterar de que el sombrero es para una mujer, que siempre participan dos hombres, y que el números de mujeres que bailan es variable, ya que unos años se compran cuatro pares de zapatos de mujer, otros seis y este año cinco, lo que nos indica que seguramente su número depende de la disponibilidad de mujeres que hay cada año dispuestas para participar.

El año 1613 nos aporta otra novedad, pues se traen unos ciegos para tañer en la fiesta y un gaitero para acompañar el baile de las joyas: “Item pagué a unos ciegos que vinieron a tañer para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto, ciento y diez sueldos.”
“Item pagué a un gaitero que vino el día de Nuestra Señora de Agosto para bailar las joyas, cuarenta sueldos.”
Los apuntes del año 1618 nos resuelven otra duda, pues no sabemos si ese baile era recorriendo las calles del pueblo o en un sitio concreto. Por los pagos, sabemos que el baile se celebra en la plaza y de propina nos informa que de vez en cuando, los jóvenes tenían su vena artística-cómica y hacían comedias disfrazados: “Item pagué a unos mancebos que trujeron unos bancos de la iglesia el día de Nuestra Señora de Agosto a la plaza cuando bailaron las joyas, cuatro sueldos.
“Item pagué a unos hijos del Lugar que han hecho una comedia el día de Nuestra Señora de Agosto para pagar los vestidos que hicieron, cien sueldos.”
El año 1622, en el que por primera vez, tras recibir las reliquias de Santa Beatriz, se celebra el día de la patrona el 29 de julio, se baila ese día, pero también el día de Nuestra Señora de Agosto, que hasta este año fue el día de la fiesta grande en Perdiguera. Como veremos, se tira la casa por la ventana trayendo a los músicos de Lalueza, pólvora para fuegos de artificio y vestidos de Zaragoza para una comedia: “Item pagué de las joyas que se trujo para la fiesta que se hizo de Santa Beatriz, setenta y siete sueldos.”
“Item pagué a un hombre que fue a buscar a los músicos a Lalueza, diez sueldos.”
“Item pagué a los músicos que vinieron para la fiesta de su trabajo y costa, doscientos ochenta sueldos.”
“Item pagué de la dieta de un jurado que fue a Zaragoza a buscar la pólvora y las joyas, seis sueldos.”
“Item pagué de los vestidos que trujeron para unos hijos del Lugar para hacer una comedia y los trujeron de Zaragoza, ciento cuarenta sueldos.”
“Item pagué de las dietas de los jurados que fueron a comprar las joyas para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto a Zaragoza, doce sueldos.”
Otro nuevo elemento encontramos en los apuntes del año 1623, la compra de cascabeles para el baile: “Item pagué de unas achas y unos cascabeles que se trujo para el día de la fiesta de Santa Beatriz, cincuenta y dos sueldos.”
Los siguientes dos años, se celebra la fiesta por duplicado y el año 1624 vemos un considerable aumento en la participación femenina, nueve pares de zapatillas de mujer: “Item pagué de las joyas que se trujo para la fiesta de Nuestra Señora de Agosto que son, espada, sombrero de mujer, dos pares de calzas de mujer, dos pares de zapatos de hombre y nueve pares de zapatillas de mujer que hacen todo, ciento treinta y cuatro sueldos.”
Fig 4: Gaitero, danzantes, cascabeles y un poeta para los dichos.
Los años 1628, 1630 y 1631 se baila también para la fiesta del Corpus y por primera vez se habla de danzantes. Año 1628: “Más pagué a unos danzadores el día del Corpus, dieciséis sueldos.”
Avanzamos en el tiempo y el año 1658 se bailan las joyas el día de San Roque: “Más pagué de traer los bancos a la plaza el día de San Roque cinco sueldos cuando se bailaron las joyas”.
Llegamos al año 1667 y el escribano apunta la palabra clave, dance: “Más pagué a los mozos que hicieron el dance el día de Santa Beatriz, dieciséis sueldos”.
Aquí tengo que decir que le pasé todos estos datos a Mario Gros, músico, folclorista, lutier y experto en dances, quien me dijo, entre otras cosas, lo siguiente: “La voz aragonesa «dance» aparece por escrito a comienzos del XVII para designar una representación que amalgama teatro (coloquios, dichos, obra…) y danzas. Los cascabeles de los mancebos de 1624 y 1629 se utilizaron con casi total seguridad para la realización de danzas, pero no podemos saber si esas danzas estaban ya integradas en una representación de dance. En mi opinión, esta de 1667 sería la primera cita en la que con claridad se habla de un «dance» en Perdiguera. Las más tempranas referencias del término «dance» de las que tengo noticia son de unos pocos años antes: Jaca en 1623, Tarazona en 1636 y Albalate del Arzobispo en 1655, con lo cual la de Perdiguera sería una de las citas más antiguas de Aragón”.
Avanzamos hasta el año 1704 y por primera vez se nombran los dichos: “Más pagué para los dichos de Santa Beatriz, treinta y dos sueldos”.
En el año 1731 se nombran aspectos indispensables para un dance: gaitero, danzantes, cascabeles y un poeta para los dichos.
“Más pagué al gaitero en dicho día (Santa Beatriz) cuarenta y ocho sueldos”.
“Más pagué al poeta que sacó los dichos para los danzantes en dicho día, veinticuatro sueldos”.
“Más pagué de los cascabeles para los danzantes, dieciséis sueldos”.
“Más pagué de medio cántaro de vino que se dio a los danzantes, un sueldo y cuatro dineros”.
Hasta 1759 los libros ya no aportan ninguna novedad y en 1760 vemos las últimas referencias al dance con este escueto apunte: “Data para la caridad del sermón y costa del predicador en el día de la patrona y músico, cascabeles, cera y demás gasto, siete libras, tres sueldos y ocho dineros”.
A partir de entonces, el gasto en fiestas ya no se detalla y los apuntes dicen en genérico “gasto en fiestas”.
Así pues nos encontramos con un Baile de Las Joyas, que arranca el año 1578, en el que participan dos hombres y un número variable de mujeres, una de ellas portando sombrero, acompañados por un juglar en los primeros tiempos y por un gaitero posteriormente. Para ello, se compran dos pares de zapatos de hombre y varios pares de zapatos y calzas de mujer, más un sombrero también de mujer. Este baile sucede en la plaza, a la que se bajan los bancos de la iglesia para mayor comodidad de los espectadores. Según lo apuntes, este baile se celebra el día de la patrona, pero ocasionalmente también se bailó para el Corpus, el día del Pilar y para San Roque.
Este baile deriva posteriormente en un dance, en el que ya vemos elementos como las camadas de cascabeles, nuevamente gaiteros y un poeta para declamar los dichos. ¿Hasta cuándo duró? Al menos hasta 1760, pero es fácil que siguiera muchos años después. Esto no lo podemos saber.
Poco más –y ya es mucho- se puede saber a partir de unos libros de contabilidad.
Termino dando las gracias a Mario Gros por su amabilidad y por sus valiosas aportaciones.
Costán Escuer






En las cabalgatas cada peña llevaba su pancarta, había mucha participación y animación. También un jurado, de unas veinte personas, hacía una ronda de peñas y luego daba diferentes premios. La Agrupación introdujo la pañoleta y el fajín azul, el escudo lo hizo José Hernández, del bar La Granja: “Con su color azul, en el centro aparecen dos peñistas bailando jota tras una gaita de boto aragonesa. De forma circular, aparece el nombre de la “Agrupación Peñas Sariñena” y encima el escudo de Sariñena”. En 1990 se comenzaron a realizar la tradicional camiseta de fiestas, con un dibujo y un lema. Aquel año se utilizó el dibujo de una pegatina de un pastelito, una tortuga en monopatín con el lema “¡Mucha marcha!”.










