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José Trallero Buil y Aurora Alfaro Raluy


Natural de El Tormillo, José Trallero Buil nació en la localidad el 20 de julio de 1932. De familia de agricultores, sus padres José y Rafaela eran de El Tormillo de toda la vida. Tenían algunas tierras, más bien pocas y de secano, pues –aquí era todo secano hasta hace dos años comenzó a llegar el regadío-.

José nos recibe en su casa junto a su mujer Aurora Alfaro Raluy, quien también nació en El Tormillo, el 25 de septiembre de 1937. Curiosamente, ambos son mellizos con sus respectivos hermanos. Nos acompaña en esta mañana de verano su hija Aurora Trallero Alfaro. El pueblo está animado, el verano siempre los rejuvenece. Y nos trasladamos a su juventud, a su pueblo, El Tormillo, que siempre ha pertenecido y se han considerado de Los Monegros hasta la comarcalización, por la que fueron incluidos en la comarca del Somontano.

Ambos iban a la escuela, la escuela separada de niños y niñas, en la de chicos unos 30 y en la de chicas unas 25 -Los maestros eran don Francisco y doña Pilar, eran matrimonio, eran muy buenos maestros y siempre han sido muy queridos en el pueblo-. Pilar había estado antes en Sariñena de maestra. Hoy en día, en las escuelas, viejo edificio de 1917, se encuentra el centro social.

Iban a coger el agua a la fuente Vieja, que se encontraba por donde ahora está la piscina, era de manantial y de ahí se distribuía a otras fuentes que estaban por el pueblo. Además, había tres balsas: la del Pueblo, la de La Clamor y la del Tejero.  El lavadero o lavador estaba algo lejos, por el Pantano -Había un grifo por el que siempre salía agua; también era de manantial-.

José apunta como antes se sembraba cebada y trigo, además había almendrales, olivares y mucha viña: -En cada casa había 1 o 2 viñas, un almendral y olivos, según la casa, si era casa rica pues tenían más-.  Había molino de aceite en El Tornillo. En 1950 ni se segó ni se trilló, no se cogió nada por una gran sequía, mucha gente marchó, sobre todo, de aquí a Sabadell. 

Cada casa tenía un par de mulas menos las casas ricas que tenían tres pares de mulas. El panadero tenía una vaca y vendía leche, pero en cada casa había algún tocino, gallinas, conejos y palomos: -El caldo de palomo era muy fuerte-.  Había dos tiendas: casa Gonzalo y casa la Jaima (La Felisa); dos carnicerías, casa Felipe y casa Clau. -Hubo zapatero, esquilador de mulas, carpintero, cura con casa propia…- También, en El Tormillo había unos 4 o 5 pastores, para las casas más ricas del pueblo, casa Ferrer, casa Vicente, casa Blecua y casa Felipe.

Pero lo que verdaderamente fue importante fue su estación ferroviaria, que aportó mucha vida y prosperidad a la población. La estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa, que dista unos tres kilómetros del pueblo; distancia que hacían andando o los iban a buscar.

Estación de ferrocarril Tormillo-Lastanosa.

Entonces, recuerdan José y Autora, en El Tormillo había unas cien casas y unos 500 vecinos, el pueblo tenía vida -Sin olvidar la estación de Terreu, donde había jefe de estación, factor y guarda aguja-. En La Masadera había un paso a nivel, pero sin barrera.

José ingresó en Renfe en Vías y Obras el 5 de agosto de 1959, desarrollando una vida profesional completamente vinculada al mundo ferroviario. Y, sin duda alguna, José es memoria viva de la estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa.

José y Aurora nos van desgranando sus recuerdos, como en la estación vivían ferroviarios, había viviendas donde se alojaban el jefe de la estación, el factor y el guarda agujas. Había un muelle para carga y descarga de mercancías, se cargaba mucha paja para Cataluña, grano y harina de la harinera de Berbegal, sacos de 100 kilos cada uno. Se descargaba abono.

Estaban las brigadas de mantenimiento, apuntan José y Aurora, la brigada 15 de El Tormillo, la 14 de Lastanosa y la 16 de Terreu. Cada brigada estaba compuesta por 6 obreros, un 1er obrero y un capataz. Cada brigada era responsable de un tramo de vía, arreglaban los baches, cambiaban traviesas, algunas, de madera de haya, se quemaban con la carbonilla que tiraban las máquinas. Pasaban mucho calor y había mucho trabajo ya que pasaban muchos trenes. Muchos obreros vivían en El Tormillo ya que les alquilaban casas.

A su vez había unas tres o cuatro casas en la estación Tormillo-Lastanosa, dos de guardas agujas, la de los Basoles, la de Jaime, Tricas y la de Acacio, el jefe. Además, en el pueblo estaba la Posada en casa de Mariano Pérez, donde se alojaban varios ferroviarios y viajeros.

Pasaban los trenes del correo y el rapidillo. A las diez de la mañana pasaba el tren que iba de Zaragoza a Barcelona, era el tren correo en el que iba mucha gente. El rapidillo pasaba a las 9 de la mañana, de Lérida a Zaragoza y salía de nuevo por la tarde de Zaragoza a las 17:30 horas y pasaba a las 19:30 por El Tormillo continuando hasta Lérida.

Muchos tenían un pase gratis para viajar, José tenía el “carnet ferroviario” y fueran a donde fueran lo tenían gratis. Aurora tenía “El carnet kilométrico”, con el que podía hacer hasta 300 km gratis. Cogían el tren correo a Monzón para comprar y a Selgua para hacer transbordo a Barbastro, donde cogían la Burreta. También contaban con un auto línea Villanueva de Sigena a Barbastro, que paraba en Sena, Castelflorite, Lamasadera, estación Tormillo-Lastanosa, El Tormillo, Peralta Fornillos, Berbegal y Barbastro. Algunos cogían el tren en la estación para irse de viaje de novios a Barcelona.

A la estación acudía el correo de Castelflorite, Lamasadera, Peralta, Berbegal y el mismo Tormillo. -Venían en una burra- El de El Tormillo era el jefe, cogía la saca y en un cuarto de la estación lo repartían

Había un despacho de telégrafos, y telegrafiaban en la estación, era una habitación y la llevaba militares que estaban realizando el servicio militar obligatorio.

Había estraperlo, se llevaban sacos de trigo y los mozos de tren lo cargaban – si iba a 3 pesetas el saco allí lo vendían por 6 pesetas- En Terreu había más estraperlo -En la casilla de Terreu llevaban incluso un vagón vacío que llenaban con el estraperlo-. La Guardia Civil estaba en Peralta, pero todos los días se acercaban por la estación. Igualmente, se recogía algo de carbonilla, carbón a medio quemar para aprovecharlo en las casas.

La estación aún conserva el pozo de agua. De Sariñena acudía un tren con un vagón cisterna que llenaba el pozo de la estación, el depósito. Con una carrucha y un pozal sacaban el agua y llenaban el botijo. También abastecían a las casas de la estación. En Sariñena era donde los trenes repostaban agua y carbón. José y Aurora recuerdan a Cosme García y Pilar Mir, de Sariñena, que vendían refrescos en la misma estación de Sariñena.

Lamentablemente quedan las ruinas de casa Lacoma, quien vivió allí durante muchos años. También queda un almacén, lo hizo uno de Sena en torno a 1965, un particular, y no tiene nada que ver con la estación.

El 2 de octubre de 1958, José marchó como mozo de estación a Lérida, pero volvió a El Tormillo en 1960 como guarda agujas, hasta 1963, cuando se casó con Aurora y volvió definitivamente a Lérida hasta su jubilación. José y Aurora se casaron el 5 de octubre de 1963, se casaron tres a la vez, ellos y sus respectivos mellizos con sus correspondientes parejas, José y Aurora señalan que la boda debería haber sido noticia, según les dijo un corresponsal del Heraldo de Aragón que cubría la zona. En Lérida estuvo como capitán de maniobras.

La estación ferroviaria de Tormillo-Lastanosa estuvo en auge hasta 1965, cuando su actividad comenzó a decaer. Con el tiempo los obreros los concentraron en Sariñena, la estación la cerraron de noche, el personal dejó de vivir en la estación y todo hasta que sobre 1980-1981 dejaron de parar los trenes -Cuando cerró la estación fue una ruina para el pueblo y luego también acabaron cerrándose las escuelas-.    

Pasear por El Tormillo, en su paraje quebrado de barrancos y bajo su cantera de elevada pendiente, es descubrir un pueblo tranquilo, con sus casas de arquitectura tradicional, de gran belleza. Es sentir la historia, la vida de un pueblo que guarda una gran memoria muy ligada al ferrocarril que tanto significo para el pueblo. Ahora solamente se ven pasar los trenes por la pequeña estación, soñando con que algún día vuelva a parar.

Gracias a Aurora Trallero Alfaro.

José Trallero Buil falleció el 7 de octubre del 2024, a penas dos meses después de la entrevista.

La masadera


         * Antigua iglesia románica

La Masadera es un pequeño pueblo monegrino perteneciente a Sariñena. Aparece tras pasar el saso de Lasfitas, por la carretera de Lastanosa, resaltando en el llano al situarse sobre un tozal. Sus pocas calles presentan antiguas casas en ruinas y solares, las construcciones son en sillares y con puertas con arco de piedra, construcciones tradicionales que no deberían perderse. Recientemente se derrumbaron las casas de Albert, Amado y Campo, casas descendientes de una gran casa que fue dividida en tres viviendas. Algunas enormes piedras se encuentran dejadas a la puerta de la iglesia y en una podemos leer la fecha de su construcción en 1699.

Manuel Benito nos aporta dos posibles orígenes al topónimo de La Masadera, el primero relacionado con “mas” de masía, que vendría a significar “la masía”. La segunda posibilidad apunta al lugar donde se hacía pan. Las primeras referencias escritas del lugar son del siglo XIII: Lamassadera, La Masadera y La Massadera.

Madoz describe a La Masadera en 1850 como una localidad situada en una llanura, libre á la influencia de todos los vientos, con clima muy saludable. La población contaba con unas diez casas y los vecinos vivían produciendo trigo, cebada, vino y aceite, con la cría algún ganado lanar y cabrío y la poca caza que había.

El término municipal ocupa unas 1000 hectáreas de monte. Actualmente viven unas seis personas, serán unos veinte empadronados, pero en verano llegan a estar hasta 13 puertas de casas abiertas. Llegó a haber 19 casas y en la escuelas una vez estaban más de treinta alumnos, muchos niños acudían de la cercana estación de ferrocarril del Tormillo, en la estación había unos siete ferroviarios y sus familias. La maestra vivía en la abadía, la recuerdan con mucho cariño.

La iglesia es del siglo XIX en honor a San Lorenzo, en una piedra de la entrada aparece tallada la parrilla de San Lorenzo. Aún se conservan las campanas en un tejado en muy mal estado, por ello la iglesia no puede ser usada. Las fiestas patronales se celebran cada diez de agosto, son unas fiestas muy familiares y acogedoras. La iglesia vieja corresponde al románico y tan sólo se conserva parte del ábside. Por la parte visible de la misma, deducen que es construcción del siglo XIII avanzado. “Resta parte del cilindro absidal, con imposta biselada delimitando el arranque de la bóveda de cuarto de esfera apuntada, centrada por ventanal de doble derrame fabricado con arco monolítico de medio punto”.

En una casa se encontraba un café bar. Una vez el rico del pueblo regaló lotería a todos los que se encontraban en el café, menos a unos amigos suyos que aquel día no estaban.  Tuvieron la fortuna que los boletos fueron premiados, a todos les toco menos a los amigos que aquel día no acudieron al bar.

Los domingos iba el herrero, existía una herrería que la empleaba cuando iba, ahora se encuentra el local del baile. El practicante se acercaba desde el Tormillo y cobraba en trigo, también hacía de barbero. Se masaba en casa y se iba a un horno del pueblo para cocer el pan. Como leña se usaban las viejas oliveras y almendreras, las ginestras y otras leñas menudas del monte. Dos días por semana se acercaba el vendedor de comestibles del Tormillo, sobre todo se compraban muchas sardinas de tina “civiles”. También se desplazaba a vender a los pueblos cercanos de Lastanosa y Casteflorite, aunque había tienda. Con el esparto se hacía sogueta, principalmente en invierno. Hacían fajos de sogueta que vendían en la feria de Monzón, para la Ascensión, para final de mayo. Con el dinero se compraban herramientas para comenzar bien la siega. Además, cada casa tenía tres o cuatro viñas, el vino era muy bueno. El pueblo ha vivido del secano, la ganadería ovina y la caza de liebres, conejos y perdices, en las casas criaban algún tocino.

En la guerra civil se realizaron colectivizaciones en el pueblo y se trabajaron las tierras de la casa rica. Se repartieron la tierra y el trabajo lo realizaban todos juntos, la siega siempre fue la faena más dura.

Para la guerra vivía un cura jubilado que unos jornaleros de Sena lo fueron a buscar, si no salía de la casa la quemaban. Al final salió, se lo llevaron y pronto por el camino lo asesinaron, el disparo se escucho en el pueblo. Todos los retablos e imágenes de la iglesia los quemaron, en su interior fueron organizados muchos bailes.

    * Antigua casa de La Masadera

El agua se obtenía de las balsas, había una para los animales y otra para el consumo humano. Se cuidaba y protegía mucho la balsa buena, la de consumo humano, se impedía que ningún animal ni nada estropease el agua. Una vez se ahogo una chica de trece años “Josefa Salas”, una gran desgracia, tuvieron que vaciar a pozales toda la balsa. El agua de la balsa buena la iban extrayendo a cantaros para llenar los aljibes de las casas, para que se conservase fresca y potable durante los meses calurosos de verano.

El coche de línea de Barbastro a Villanueva de Sigena pasaba cuando podía, iba el chofer y el cobrador. Les traían plantero para los huertos.

Las fiestas duraban unos tres días, en cada casa se mataba un cordero y algunos pollos, acudía mucha gente y se comía, bebía y se bailaba mucho. Las fiestas menores se celebraban cada ocho de enero, fue cuando compraron la imagen de san Lorenzo, así que las fiestas menores las llamaban San Lorenzico. Iban músicos de pueblos cercanos, en una casas montaban un café y el del bar de Castelflorite, Francisco Arnal, también montaba un café. Venían vendedores ambulantes: turroneros y vendedores de lamines. Se gastaba mucha gaseosa de papel.

En tiempos llegaron a tener un equipo de futbol, llegaron a ganar a los equipos de Castelflorite y Lastanosa.

Para santa Agueda mataban un cordero e invitaban a todo el pueblo, eran fiestas muy humildes y familiares. Acudía un músico con un acordeón muchos domingos, hacía baile, había más de quince chicas bailando. Al músico le pagaban con vino y cena.

         * Detalle asentamiento «Los Torrazos»

A las afueras del pueblo se encuentra los vestigios del asentamiento de “Los Torrazos”, poblado islámico de los  siglos X y XI, un conjunto fortificado de vivienda, silos y un posible horno. Lo que se ha considerado una habitación con una ventaneta, presenta indicios de haber sido un horno, según Eugenio Monesma, el color rojizo evidencia altas temperaturas. Muchas veces lo más cercano es lo más desconocido. La Masadera es un pueblo maravilloso en un entorno muy especial, una escapada a uno de nuestros muy singulares parajes monegrinos.

Gracias a José Naya, por su amabilidad y explicaciones.

Publicau en Os Monegros el 29 de abril del 2014.

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La Masadera, Lastanosa y Pallaruelo de Monegros


La Masadera, Lastanosa y Pallaruelo de Monegros*Foto: Iglesia de San Lorenzo,obtenida de romanicoaragones.com

Madoz

Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico 

1845-1850

La Masadera

l. que forma ayunt. con el Tormillo en la prov. de Huesca (10 horas), part. jud. de Sariñena (3), aud . terr. de Zaragoza y c. g. de Aragón, diócesis de Lérida (14), está SIT. en una llanura, libre á la influencia de todos los vientos, con CLIMA muy saludable. Se compone de 10 CASAS y una iglesia parr. (San Lorenzo), servida por un cura párroco que nombra el diocesano; hay 2 balsas fuera del pueblo, donde se recogen las aguas en tiempo de lluvias, y sirven para el consumo de la población y abrevadero de los ganados. El término confina por el N  con el Tormillo; E. Castelflorite; S. Sariñena, y O. Lastanosa. El TERRENO es parte llano y parte montuoso, pero montes de poca consideración, y sus tierras son fuertes y bastante fértiles en años lluviosos, CAMINOS rurales y de herradura, PROD.  trigo, cebada, vino y aceite; cría algún ganado lanar y cabrío, y poca caza. POBL.  4 vec, 25 almas. CONTR.  1,275 rs. 14 mrs.

Lastanosa

l. con ayunt. en la prov. y dióc. de Huesca, part. jud.l de Sariñena, aud. terr. y c. g. de Aragón (Zaragoza) está SIT. en un llano, á dist. de 1/2 hora del r. Alcanadre, donde disfruta de CLIMA sano. Forman la población 45 CASAS, inclusa la municipal, y una iglesia parr. (el Salvador), servida por un cura párroco, denominado rector, hallándose fuera del pueblo el cementerio bien ventilado, y dos ermitas en dos alturitas enfrente de él, denominadas de Sta. Ana y San Sebastian. El TERM. confina por el N. Peralta de Alcofea; E. El Tormillo; S. Lamasadera, y O. Capdesaso, mediando el r. Alcanadre; este pasa por su término con dirección de N. á S. El TERRENO es de mediana calidad, y sus CAMINOS vecinales, PROD. toda clase de granos, vino, algo de aceite; cría ganado lanar y vacuno, POBL. 9 vec, 56 almas. CONTR. 2,869 rs. y 23 mrs.

Pallaruelo de Monegros

l. con ayunt. en la prov. y dióc. de Huesca (12 horas), part. jud. de Sariñena (2). Aud. terr. y c. g. de Zaragoza (13) SIT. en la vertiente de una pequeña colina, con buena ventilación y CLIMA sano; las enfermedades comunes son constipados. Tiene 70 CASAS, la consistorial y cárcel, reunidas en un mismo local; una iglesia parr. (el Salvador), cuyo curato es de cuarta clase de patronato del pueblo. El término confina N. Sariñena; E. Juvierre; S. y O. Castejón de Monegros. El TERRENO es de secano, de mediana calidad; la parte montuosa está poblada de mata baja y pocos pinos. Hay varios CAMINOS locales de herradura y uno de ruedas, PROD.  trigo, ordio, avena; cría ganado lanar, y caza de conejos, perdices, lobos y zorras, POBL. 49 véc., 117  alm. RIQUEZA IMP. 25,157 rs. CONTR.: 3,386.

Publicau en “ Os Monegros el 10 de octubre del 2011.

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