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Mila Dolz, gaitera del dance de Bujaraloz


Milagros Dolz (Zaragoza, 1995) estudió Gaita de Boto en la Escuela Elemental de Música y Danza con Mario Gros y Rafa García Hermoso, pero en lo formal es graduada en Bellas Artes, Master en Pintura y actualmente doctoranda en investigación en arte contemporáneo. En su caso no es de Los Monegros pero se considera gaitera monegrina, no solo debido a su trayectoria sino también a sus influencias, estilo y repertorio. Ella misma nos descubre su inicio con la gaita y el dance aragonés y su desarrollo hasta llegar a ser una de las gaiteras del dance de Bujaraloz.

Mila en el centro con la gaitera Lidia y el gaitero Chusé. Dance de Bujaraloz.

En agosto del año 2013 me llamó Luis Miguel Bajén, profesor de dulzaina en la EMMD de Zaragoza, para decirme si me interesaba ir a Bujaraloz a tocar el dance del pueblo. Resulta que había coincidido con uno de los gaiteros, Chusé Rozas, quién no podía ir a tocar por cuestiones laborales y necesitaban un apoyo. A mí me maravilló la idea, me sentía como los gaiteros antiguos que iban a tocar de pueblo en pueblo los dances durante el siglo XX. Chusé me proporcionó audios y partituras del repertorio que preparé en unos días y el día de San Agustín vino a buscarme el mayoral del dance, Carmelo, un hombre encantador. Cuando llegué la gente no sabía que Chusé no iba a estar y fue una revolución, me acogieron con una hospitalidad infinita, salí en procesión y dance junto con dos gaiteros del pueblo, Martínez y un chico joven del pueblo que ya no toca. Desde aquella festividad de San Agustín guardamos una gran amistad y continúo tocando con ellos siempre que puedo.

Empecé a tocar la gaita en el año 2011, cuando tenía 15 años, después de adquirir una las navidades de 2010. Ya trasteaba un poco con la dulzaina, pero yo tenía una obsesión con tocar la gaita de boto. Me parecía un instrumento tan fascinante como místico, con un sonido continuo que se colaba por las rendijas de las calles, una melodía aguda y estridente en un instrumento precioso vestido con saya de flores. Puede ser que me gustasen los instrumentos ruidosos solo por el hecho de existir.

Yo paloteaba en el danze de San Chusé de Zaragoza, entonces iba a ensayar con ellos con dulzaina y gaita, aunque no los dominaba demasiado. En septiembre de 2011 accedí a la Escuela Municipal de Música de Zaragoza mediante la prueba de acceso a 2º año de Gaita de Boto, y desde entonces entablaría una gran amistad con Mario Gros, Rafael García y otros tantos profesores de la escuela. Fue un salto cualitativo muy grande donde aprendí muchísimo y pude conectarme más con el mundo del folklore en Aragón.

Después de ello mi gaita ha ido conmigo a todos los lugares donde he vivido, y ahora que ya no resido en Aragón me siento que hago de embajadora de la tierra. Como anécdota destacable, en el año 2015 me llamaron para participar en la película «Jota de Saura» del director Carlos Saura, donde toqué con un grupo de gaiteras jóvenes de toda la península una canción entre las cuales se incluía el baile de la gaita de Bujaraloz.

La gaita es y será siempre mi instrumento de referencia. Como decía antes, desde su sonido, con los bordones haciendo la nota pedal de manera continua y su melodía aguda en el clarín, hasta su estética particular, con la madera dorada de boj, el forrado de piel de culebra y su llamativo vestido de flores. Con los años he tocado más tipos de gaitas de otras zonas y nunca encontré una tan cómoda. Para tocarla hay que abrazarla, como la historia de la hija del gaitero.

Con los años descubrí también que la gaita la teníamos gracias a que se preservó su uso para los dances monegrinos, cuestión que vi real cuando empecé a frecuentar la zona. La gaita está ligada a ese paisaje, a la dureza de la vida allí, a los pensamientos de la gente que lo habitan y a las supersticiones que heredan. Es su lugar natural y donde tiene sentido su sonido (no se si me explico bien). Y llega hasta nosotras gracias a todas las personas que defendieron el rito: a quienes preservaron las gaitas, las investigaron, las reprodujeron; quienes continuaron el dance con otros instrumentos perpetuando la tradición, las melodías, los bailes y los trajes; y no menos importante quienes se esfuerzan todos los días para que todos los años siga hacia adelante. Conocer el origen de las cosas es vital para entender mejor lo que hacemos y hacia donde lo encaminaremos.

El rito del dance para mi es la expresión más grande de pertinencia que se puede desarrollar. Las personas que los componen son muy heterogéneas, considerando (creo que de manera más o menos acertada) que en la mayoría de dances se cumplen estas normas: algunos viven en el pueblo, otros viven fuera pero acuden de manera regular, o gente como yo, que estamos «de pegote» pero lo disfrutamos como nadie. El sentimiento que mueve a cada uno también es variado: desde la religiosidad hasta la preservación de la tradición, o cualquier tipo de sensibilización al respecto. Además, el dance lo componen personajes visibles (danzantes, mayoral, rabadán, gaiteras/os y demás) y no visibles (desde quién monta el sonido hasta la abuela que prepara el traje), creando entre todas y todos una bonita comunidad en la que se comparte más que una procesión y unas danzas.  El «espectáculo» será la parte visible, pero la emoción brotará siempre de lo que no se ve desde fuera. Esta comunidad, con sus cosas buenas y malas, es para mí el auténtico rito a preservar.

Una tradición y un lugar de Los Monegros.

Mi primera respuesta sería el romance a la Virgen de las Nieves y el posterior baile de la gaita en Bujaraloz. Es una fiesta a la que he podido ir pocas veces, pero que aúna todas las cosas que me gustan de las tradiciones monegrinas: cantos, gaita y baile participativo. En ella también participan gente de la Asociación Balcardosa (la que se encarga del dance en sí).

Pero no siendo tradición y debido al esfuerzo que suponen, quería destacar las otras actividades organizadas por dances y ayuntamientos, sea el reciente encuentro de Dances de Los Monegros o la Trobada de gaiteros en Robres. 

Música del dance y gaiteros en Leciñena


Músicos de Leciñena, marzo de 1997. Marcén, César.

Por César Marcén.

En febrero de 1993 nos proporcionaron datos de la existencia de una gaita de boto en Leciñena y de la existencia de un gaitero. La mala fortuna hizo que ese gaitero, José Marcén Vázquez, falleciera en agosto de 1993 sin haberlo podido entrevistar. La gaita pasó a manos de un sobrino que vive en Badalona y tras más de un año de pesquisas difíciles, parece ser que fue vendida a un anticuario de Barcelona junto con otro clarín o dulzaina.” Como bien dicen Pedro Mir y Martín Blecua, en su libro La Gaita de Boto Aragonesa, “estos datos a falta de comprobación deben ser tomados con mucha reserva”.

Parece que, por fotos antiguas, bibliografía y tradición oral, no se puede aseverar que hubo una gaita en Leciñena, antes de recuperar el dance en 1983.

Había en el Ayuntamiento copias de unas partituras antiguas. Parecen estar firmadas por Vicente Garcés, músico que tocó la trompa en la Orquesta Sinfónica de Zaragoza durante varios años, entre ellos desde 1949 hasta 1962, momento en el que, por dificultades y discrepancias de régimen interno, esta se disolvió. La mencionada orquesta no fue más que la continuidad de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos, fundada a mediados de los años 20 por el maestro Antonio Gracia. Con los mismos componentes, César Mendoza constituyó una orquesta con la que dio varios recitales en Zaragoza y otras capitales a beneficio de la Cruz Roja. (Gran Enciclopedia Aragonesa).

Pueden ser algunos de los componentes de esta banda los que tocaran el dance de los años 1926 y 1928, ya que recuerdan, los danzantes de esa época, que los músicos que venían a interpretarlo eran los músicos de la Banda de la Cruz Roja.

Fue un tal Sánchez, con el clarinete, quien interpretó el dance en el año 1950 con las partituras de las melodías firmadas por Vicente Garcés, acompañado por Gutiérrez al tambor; ambos músicos de la Banda Municipal de Zaragoza que amenizaban las fiestas de septiembre. Faltaban las partituras de dos mudanzas que los mismos danzantes les cantaron horas antes de la actuación, estas fueron transcritas e interpretadas sobre la marcha. (Hay copias de las partituras antiguas y las notas transcritas a mano por detrás de la hoja).

En el año 1951 el dance fue interpretado por los músicos de la orquesta que actuaba el mismo día por la noche, Orquesta LA DAYA. Recuerdan los danzantes de ese año que no se pudo bailar el Pastorcillo, porque los músicos de dicha orquesta no lo supieron tocar. Ya no se volvió a representar el dance hasta el año 1983.

Leciñena, 1983. Dulzainero y caja. Auto foto Pedro Arruego.

Respecto a la recuperación del dance en el año 1983, se tomaron como referencia las partituras que se encontraban en el ayuntamiento. Como no se tenía idea de notación musical, estas partituras se llevaron al director de la Banda Municipal de Villanueva de Gállego para que este las interpretara y ver si los danzantes de 1950 las reconocían como mudanzas del dance. La experiencia fue decepcionante cuando el director, de la Banda de Villanueva, dijo que esas no eran las mudanzas del dance de Leciñena, pero que él las conocía y tocó una mudanza del dance de Robres, que nombra a Leciñena y su Virgen de Magallón y que nada tenía que ver con el dance de Leciñena. Los danzantes nunca llegaron a escuchar las melodías escritas en las partituras y nunca supieron si esas partituras eran realmente las que se habían tocado en 1950 y 1951 o no. Entonces volvieron a recurrir a la memoria de los danzantes y así fue como se recuperaron las músicas del dance. Fue una vez más gracias al Tío Mariano Solanas “Caparreta”, este las cantó y Agustín de Felipe, por entonces director de la Banda Municipal de Leciñena, la transcribió a partitura.

Músicos de Leciñena, 1988. Marcén, César.

Debido a la influencia del cuadro de nuestro paisano Marín Bagüés, confeccionado para uno de los carteles de las Fiestas del Pilar y basado en otro cuadro suyo llamado Pan Bendito (1914), se pensó que la dulzaina pudo ser el instrumento con el que se tocaran las melodías del dance. Aunque bien es sabido que la zona de Monegros es tradicional interpretar las melodías de los diferentes dances con Gaita de Boto y ejemplos cercanos tenemos en Leciñena, como Robres, Sena o Sariñena.

Se compró una dulzaina en una tienda de Zaragoza llamada Mariano Viú y se contactó con un joven, por aquella época, y ahora afamado gaitero e investigador, Ángel Vergara. Éste tocó las melodías transcritas por Agustín de Felipe y las grabaron en una cinta, el “Tío Mariano” las escuchó y dio su aprobación diciendo: “ostia, así tenéis que cantarlas, que bien suena con estas gaiticas”.

Músicos de Leciñena, 1992. Marcén, César.

La dulzaina comprada en Zaragoza no dio los resultados esperados y nunca llegó a sonar afinada. Pero a partir de esta dulzaina Javier Bagüés, vecino de Leciñena, con un torno de taller mecánico y sin las herramientas más adecuadas consiguió hacer varias copias y que estas sonasen bastante afinadas. Recuerda Javier haber hecho 3 o 4 dulzainas de las cuales conserva una.

El primer año de la recuperación, hablamos del año 1983, el mismo Ángel Vergara a la dulzaina y Leandro Maza, que era concejal en aquellos años, al tambor, tocaron el pasacalle y las mudanzas del dance. En los años siguientes y con las dulzainas hechas por Javier Bagüés, dulzaineros locales fueron aprendiendo y tocando el dance. Ernesto Murillo fue el primer dulzainero, empezó a tocar el dance el año 1984 acompañado por Juan José “El Palomo” al tambor.

Años después se hicieron unas dulzainas para la Diputación Provincial de Zaragoza. Fueron del Ayuntamiento de Leciñena a la diputación para que les dejasen una para interpretar el dance, ¡al fin se consiguió una dulzaina “profesional”! con la que Ernesto Murillo siguió tocando el dance varios años. Francisco Seral también tocó en esos primeros años con la dulzaina construida por Javier Bagüés, hasta que compró una de Blas Coscollar.

Músicos de Leciñena, 2001. Marcén, César.

Han sido varias las formaciones que han tocado el dance a lo largo de estos 40 años, siempre, a excepción del primer año, con gaiteros de Leciñena. Ernesto Murillo fue, acompañado por “El Palomo”, la primera formación, estamos hablando del año 1984.

Después siguieron otros dulzaineros como Francisco Seral, que ya había sido danzante los primeros años, Alejandro Solanas, Rosaura Murillo, David Marcén, Daniel Murillo, Walter Bagüés, Roberto Berdún, Patricia Moreno y Oscar Bernal acompañados por los siguientes tamborileros: Juan José “El Palomo”, José Antonio Muñío, Raúl Vinués, Carlos Bagüés y César Marcén.

Hay que añadir a la lista otros músicos que acompañaron a los dulzaineros, en el año 1997 con el clarinete: Antonio Sieso y Carlos Maza y estos últimos años con el bombo: Violeta Remacha y Jorge Barrena.

Músicos de Leciñena, 2006. Marcén, César.

En la actualidad los dulzaineros del dance son Daniel Murillo y Walter Bagüés acompañados por César Marcén al tambor.

Nunca se ha tocado el dance con gaita de boto, pero en paralelo a los músicos del dance sí que se formaron grupos de gaiteros en los que sonaba la gaita de boto. A mediados de los años 90 se formó Gaiteros de Valseca, donde Alejandro Solanas tocaba la gaita de boto acompañando a David Marcén, Enrique Murillo y Rosaura Murillo a las dulzainas y César Marcén a las percusiones.

Ya por el año 2010 los gaiteros del dance crearon una nueva formación, Gaiteros de Leciñena: Walter, Dani, Oscar, Violeta, Héctor y César han acompañado a cabezudos, gigantes y demás actos festivos.

Músicos Leciñena. Autor fotos Jesús Rubio.

En el año 2015 se grabó un disco con las mudanzas del dance, los dichos que los danzantes dicen a la Virgen el día de la fiesta y la canción de Hato de Foces: Dance de Embajadores (compuesta por dos mudanzas del Dance de Robres).

En el año 2018 se añadió una nueva mudanza y un nuevo baile de palos al Dance de Leciñena, coreografía de Jesús Rubio, profesor de la Escuela municipal de Música y Danza de Zaragoza, con la melodía del disco de Hato de Foces “Amadruga” que ensalza Leciñena y su Virgen de Magallón: Dance de Embajadores.  Esta sí que se interpreta con gaita de boto, guitarrico y dulzainas y nos muestra que el dance está muy vivo y sigue evolucionando!.

César Marcén.
Leciñena, 20 de noviembre 2023.

Gaiteros y gaiteras de Los Monegros


La gaita de boto aragonesa es un instrumento arraigado a la cultura de Los Monegros, instrumento que ha ido forjando, a lo largo de los tiempos, grandes gaiteros. Tal y como apuntan Luis Miguel Bajén y Mario Gros, es en Los Monegros donde mejor se ha mantenido el uso de la gaita de boto aragonesa, asociada al ritual del dance y a diversos géneros de canto (LCD La gaita en Los Monegros. Editorial Prames. 1999). Aun así, la gaita de boto aragonesa estuvo a punto de desaparecer tras dejar de sonar la gaita del gaitero sariñenense Juan Mir en 1975 y la de Juan Cazcarra de Bestué. Gracias al esfuerzo, de Martín Blecua y Pedro Mir, la gaita de boto aragonesa se recuperó “La famosa” volviendo a sonar en Sariñena en 1980 y desde entonces no ha parado de rugir con su característico timbre.

Sixto Lana, «El Rey». Foto-archivo: Ricardo Compairé (FDPH).

La gaita es un instrumento remoto con vestigios en la antigüedad, hay grabados egipcios tocando un instrumento muy parecido a la gaita, la conocieron los griegos y para los romanos era el instrumento de su infantería. Mario Gros matiza sobre el uso de la gaita en la antigüedad, pues no hay unanimidad entre los musicólogos “Los instrumentos que se tocaban en Egipto estaban desprovistos de odre y se tocaban con la técnica de la respiración circular. Los de Grecia (askaulos) y Roma (tibia utricularis) no está claro que sean gaitas«. En Europa, sobre los siglos IX y X vuelve a estar presente popularizándose en la baja edad media hasta comenzar su decadencia a partir del siglo XVIII. Aún así, la gaita ha sobrevivido en lugares concretos y a la vez dispersos, adquiriendo su propia entidad en Aragón. Antonio Beltrán Martínez, en el Dance Aragonés (1982), la denominó «Gaita de fuelle», matizando que «Tampoco es igual la gaita de fuelle aragonesa a la zamorana, la gallega o la asturiana». Actualmente, la gaita aragonesa se constituye en sí misma como “Gaita de boto aragonesa”.

Debe su nombre al boto, el boto u odre, de piel de cabrito, que almacena el aire, llegando a ocupar hasta 25 litros de aire, que se llena a través de un soplador. El aire es expulsado a través del clarín, con ocho orificios para articular la melodía y dos de resonancia. Igualmente, el aire sale por el bordón y la bordoneta, produciendo un bajo continuo cada uno. Se complementa con un vestido, normalmente estampado, y los tubos suelen estar forrados con piel de culebra. “Según Alfonso García-Oliva Mascarós, en su catálogo de las cornamusas del Museo de la Gaita de Gijón, la gaita de boto aragonesa pertenece a las Cornamusas Europeas Occidentales (grupo D) y más en particular a la Familia Franco-Occitana.” (http://www.bandadegaitasdeboto.org/)

La gaita de boto aragonesa y la figura del gaitero ha sido todo un referente en la cultura y la tradición monegrina. Antonio Beltrán Martínez recoge que «Los dulzaineros y gaiteros recorrían diversos pueblos para intervenir no sólo en los dances, sino también en los bailes públicos y alegrar las fiestas». Constantino Escuer, entre los libros de contabilidad de Perdiguera, encuentra la presencia de la gaita y gaiteros en lo que quizá se pueda presuponer una aproximación al dance en Perdiguera en 1613 “Item pagué a un gaitero que vino el día de Nuestra Señora de Agosto para bailar las joyas, cuarenta sueldos.”; considerándose la cita más antigua en Los Monegros. Constantino Escuer matiza “Desde 1584 ya se nombra el gasto en juglares y músicos que vienen a tañer, pero no se especifica qué instrumentos tocan. Es en 1667 cuando el asiento contable dice lo siguiente: -Más pagué al gaytero que tocó la gayta el día de la fiesta de nuestra patrona Santa Beatriz, del gasto y paga, treinta y ocho sueldos-. O sea, que se le pagaba el salario y los gastos de manutención y alojamiento si era menester. Treinta y ocho sueldos equivaldrían al sueldo de un trabajador no cualificado de unos ocho días.”

En el monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes (Siglo XVIII) aparece representada la figura de un ángel tocando la gaita. La gaita de Francisco Becana Oto, gaitero de Robres fallecido en 1837, está datada su construcción a finales del siglo XVII, tanto por la prueba de carbono catorce como la datación del uso del clarín, unos 120 años, en torno a 1680, estudio realizado por Pablo Carpintero; su madera es de boj. Luis Mur, en 1926, publicó un reportaje sobre el dance de Robres a la Virgen de Magallón, “Terminando después con una danza muy vistosa, en la que todos toman parte, chocando sus espadas y haciendo curiosos juegos y combinaciones muy vistosas al compas del sonsonete de una gaita”. Casildo Becana Val, gaitero de Robres, vivió a finales del siglo XIX, decía “No le dejéis la gaita al gaitero de Pallaruelo, que no la devolverá” (La gaita de boto aragonesa). Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero recogen como en Pallaruelo de Monegros “Hubo un gaitero que, a caballo entre los siglos XIX y XX, acompañó el romance, los dances y tocaba en el interior de la iglesia para acompañar las misas de primera». En Alcubierre se conoce la casa del gaitero y cuentan que hace años hubo dance en la localidad monegrina. Macario Andreu Torralba, gaitero de Lanaja, aunque cuenta que no existe constancia de gaitero en Lanaja, en la sierra existe una aldea (caseta de monte) que lleva por nombre la aldea del gaitero «Por la zona de la manadilla balsa de Lorda pero hacia el norte, junto a la del confitero».

Aldea el Gaitero. Sierra de Lanaja. Fotografía Macario Andreu Torralba.

En Monegrillo, los últimos recuerdos de su dance era que danzaban gracias al gaitero de La Almolda (Ángel Calvo Cortes. Monegrillo en sus raíces). Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero apuntan como en Monegrillo “Recuerdan vagamente que un gaitero de Sena tocaba el dance antes que El Brujo de La Almolda”. Igualmente señalan el caso de Peñalba, donde el dance a principios de este siglo lo acompañaba un gaitero de la localidad, “Del que apenas queda recuerdo”. El caso de Leciñena presenta dudas, Gaiteros de Leciñena cuentan que “En febrero de 1993 nos proporcionaron datos de la existencia de una gaita de boto en Leciñena y de la existencia de un gaitero. La mala fortuna hizo que ese gaitero, José Marcén Vázquez, falleciera en agosto de 1993 sin haberlo podido entrevistar. La gaita pasó a manos de un sobrino que vive en Badalona y tras más de un año de pesquisas difíciles, parece ser que fue vendida a un anticuario de Barcelona junto con otro clarín o dulzaina.” como bien dicen Pedro Mir y Martín Blecua en su libro La Gaita de Boto Aragonesa, -estos datos a falta de comprobación deben ser tomados con mucha reserva-. No parece que por fotos, bibliografía y tradición oral se pueda aseverar esta afirmación de que hubo una gaita en Leciñena, antes de recuperar el dance en 1983.”

El palotiau de Peñalba, que se representaba el 3 de mayo, por la Santa Cruz, y el primer domingo de octubre, por la Virgen del Rosario, siempre se acompañaban «Por el sonido de la gaita de boto, a veces con gaitero local, a veces con la presencia de Cristóbal Falceto, «El Brujo», de La Almolda.» (Mi abuelo Francisco y el palotiau de Peñalba. Carreras, Miguel Ángel. Desde Monegros).

Podemos decir que actualmente el dance monegrino goza de gran salud en Bujaraloz, Castejón de Monegros, La Almolda, Lanaja, Leciñena, Pallaruelo de Monegros, Robres, Sariñena, Sena, Tardienta y Valfarta. También hay documentación que acredita el dance en Albalatillo.

Como parte esencial del dance, destaca la figura del gaitero, el gran instrumental que ha permanecido en los dances monegrinos, forjados por una gran estirpe de gaiteros que merecen el mayor de los reconocimientos. Actualmente proliferan grandes gaiteras, manteniendo viva la tradición, augurando un gran futuro. Aquí van algunos de ellos y ellas.

Reconocimiento a las gaiteras monegrinas, por medio de una serie limitada de azucarillos, en la XXII edición de la Feria Nacional del Coleccionismo General y Popular Replega de monzón.

Gracias a Chusé Rozas, Constantino Escuer, Pedro Oliván, Pili Monter, Nuria Montull, Eduardo Plana y Mario Gros.

Gaiteros/as de Bujaraloz

En Bujaraloz, el dance, a principios del siglo XX dejó de realizarse, aunque se mantuvo el baile de la gaita, especie de vals o jota. Acudía el Brujo de La Almolda hasta que, en una ocasión, la gaita se la guardaron en un granero donde al día siguiente apareció llena de piojuelo. El Brujo se enfadó tanto que ya nunca más quiso volver a tocar en Bujaraloz. Durante la guerra no se hizo nada de dance hasta su recuperación, para la que contaron con la ayuda de los hermanos Carlos y Eduardo Plana Galindo de Sena. (Rozas Auría, Chuse).

  • Dolz, Mila. En el 2011 inicia sus estudios en la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza, en el grado de Gaita de Boto. Es integrante de las formaciones Os Diaples d’a Uerba, Danze de San Chusé o la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza. En el 2013 se incorporó al dance de Bujaraloz como gaitera.
  • Rozas Auría, Chusé. Gaitero de Bujaraloz, comenzó gracias a los hermanos Plana en un curso donde se fabricaron sus propias gaitas y aprendieron a tocar. Junto a Chusé, han tocado Ambrosio Barrachina Royo y Javier Martínez Samper.
  • Serrate, Aniceto. “El Tintorero”. Natural de Castejón de Monegros, fue gaitero del dance de Bujaraloz hasta 1908 – 1910 aproximadamente. En ese momento se dejó de hacer el dance de Bujaraloz hasta su recuperación.

El día 27 de agosto de 1892, a las doce en punto del día, las célebres campanas de San Agustín y Nuestro Señor nos anunciaron con sus potentes y agradables sonidos el comienzo de las fiestas. En la puerta de la Iglesia Mayor, ante la presencia de la imagen de nuestro Patrón San Agustín, los danzantes, acompañados por el célebre gaitero, Aniceto Serrate, nos deleitaron con sus danzas, ter- minando el acto con los delirantes y tradicionales «¡VIVAS!» a San Agustín.”

Fiestas y danzantes en Bujaraloz a finales del siglo XIX. Chusé Rozas Auría.

Volteaban el día 27 las campanas
Inundando el aire de sonidos
Volteábanlas unos mozos fornidos
Anunciando al santo de tierras africanas
Salían el prior y el tintorero
Anunciando también a su patrón
Gemía gravemente de la gaita el zurrón
Uniase a la gaita el clamor callejero
Silbaban los cohetes voladores
Tañían las campanas a porgía
Invitando a la fiesta a todos los moradores
Notificando al pueblo el deseado día.

V.B.  
Hoja parroquial Bujaraloz. Años 60.

Gaiteros de Castejón de Monegros

  • Blas. Es el gaitero más antiguo que se conoce de Castejón de Monegros, abuelo de Virgilio Villanúa (La gaita de boto aragonesa). “Blas fue gaitero de Castejón de Monegros, durante los años que fue Mayoral acogía en su casa al gaitero de Sariñena Vicente Capitán, era lógico su gran conocimiento en el repertorio de mudanzas tanto del pueblo como de otros lugares” (Martín Blecua, A Virgilio Villanúa).
  • Pueyo Serrate, Senén. Natural de Castejón de Monegros, nació en 1890 y falleció en 1954 a los 64 años de edad. Conocido como el tío Senén, aprendió a tocar la gaita con Los brujos de La Almolda y fue el último de los gaiteros de Castejón. “Tocó durante cuarenta años, conocía muy bien el oficio de gaitero, construía pitas y cañas, llegando incluso a fabricarlas para el gaitero de Sariñena, Vicente Capitán” (La gaita de boto aragonesa).

“Era vecino de Tomás Serrate y aprendió a tocar con la mediana cuando trabajaba de pastor con Los Brujos de La Almolda. Era muy mañoso: él mismo se hizo todas las piezas de su gaita y curtió la piel para el boto; solía preparar las pitas con que tocaban él y Vicente Capitán, gaitero de Sariñena. Tocó durante cerca de cuarenta años en Bujaraloz, Castejón, La Almolda y Sena.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero)

  • Serrate Mallén, Tomás. De sobrenombre Cachencho, natural de Castejón de Monegros, nació en 1880 y falleció en 1971. “Heredó de su padre Gaudencio el oficio de pastor y sus conocimientos como gaitero. Ya de pequeño le llamaban «Cachencher, el gaiterer,» porque iba siempre con la gaita a todas partes. Por lo que se recuerda tocaba únicamente en Castejón.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Tomás trató de transmitir sus conocimientos a Simeón, “Pero por falta de paciencia arrojó la gaita al fuego en un arrebato” (La gaita de boto aragonesa).

  • Serrate Mayoral, Simeón.  Natural de Castejón de Monegros (Castejón de Monegros,1913 – Zaragoza ,2011). “Fue un magnífico cantante a son de gaita, el último representante de este estilo de canto, así como un infatigable constructor de pitas y cañas para los gaiteros más jóvenes.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En el 2008 se editó “Romances de ronda en Castejón de Monegros” una recopilación de romances del último de los cantadores a son de gaita monegrino.

Gaiteros de La Almolda

  • Falceto Aznar, Cristóbal.  De La Almolda proviene una de las más recordadas sagas de gaiteros, la de Los Brujos, El Brujón o el Tío Brujo de La Almolda. El tío Brujo, nació en 1869 y falleció en 1953 con 84 años, fue pastor y gaitero como su padre, El Brujé, su abuelo y su hermano Mariano (+1953 con 73 años). Aprendió a tocar la gaita de mano de su padre. En la comarca se ha conservad el dicho «ir de pueblo en pueblo como el gaitero de La Almolda» en recuerdo de las muchas localidades a las que acudía esta famosa familia de gaiteros. En la actualidad mantiene la tradición un bisnieto suyo, Jesús Falceto, conocido como El Gaiteré, que toca a dúo con el joven almoldano Luis Badía (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

    María José Camparola, escribió sobre Cristóbal: «El tío Cristóbal tenía muy mal genio y algún que otro rito misterioso para espantar las pedregadas. Eso sí, su gaita sonaba y sonaba, y donde estaba él estaba la gaita, sea con el ganado, sea en el pueblo… y siempre tocando, aunque no fueran fiestas» (Homenaje en Zaragoza a Jesús Falceto Lacort. Gaitero de La Almolda. Revista Montesnegros N.º 51).

“Su hermano Mariano y su hijo también fueron gaiteros. Le sucedió años más tarde Mariano Labat Pinós “El Mocé”, quien fue pionero en la recuperación de la gaita de boto aragonesa y que también tocó en el dance de Valfarta, y Jesús Falceto Lacort, biznieto de Cristóbal Falceto.”

La gaita de boto aragonesa.

«Cristóbal Falceto Aznar -el Brujo- (1869-1953), inolvidable y afamado gaitero, y don Mariano Labat Pinós -Mozé-(1936-2009) gaitero y persona clave en la historia de mantener e impulsar el dance.«

Identidad y dance: Memoria colectiva.
Máximo Gálvez Samper. Revista Montesnegros
.

“Cristobal Falceto Aznar, pastor de profesión, perteneció a una de las estirpes más conocidas y recordadas de gaiteros, Los Brujos. Quizá fue más que merecido su apodo, “El Tío Brujo”, ya que la magia de Cristobal Falceto, el Gaitero de La Almolda, ha conseguido llegar hasta nuestros días”.

Arafolk (http://www.arafolk.net/tiobrujo.php)

  • Falceto Lacort, Jesús María. Gaitero bisnieto de Cristóbal Falceto Aznar. Comenzó como volante a principios de los años 70 y luego pasó a danzante. Llega como gaitero gracias a una anécdota que da cuenta María José Camparola «Allá por 1974, aquellos años en la que la primavera se quería abrir paso a toda costa ante el invierno, Labordeta actuó en La Almolda y una manera de agasajarlo fue invitarlo a ver la medianas de la gaita del gaitero. ‘Sí, sí… esto era de un gaitero de aquí, el Brujo le llamaban’. Esas medianas las tenía la tía Carmen, tía de Jesús, y no estaba claro dónde iban a acabar y quiso el destino que en ese momento estuviera presente el padre de Jesús: ‘Estas medianas p´al chico, que aprenderá a tocar la gaita…’, asintió su tío Mariano y así fue, volante, un año de danzante y gaitero. Las medianas del bisabuelo, Cristóbal Falceto, el Brujo, acabaron en las manos del bisnieto, pero el mote no» (Homenaje en Zaragoza a Jesús Falceto Lacort. Gaitero de La Almolda. Revista Montesnegros N.º 51).

    Aprendió de Mariano Labat Pinós, con quien llegó a tocar, además de las enseñanzas del danzante mayor Ezequiel Zaballos. Jesús comenzó con gaita gallega hasta su primera gaita de boto aragonesa construida por Mario Gros Herrero a mediados de los 80. Tras enfermar Mariano Labat, Jesús tocó solo a parir de 1991 hasta la incorporación, algunos años más tarde, de Luis Badía Jaria y Jesús María Jaria.

    “A Jesús Falceto, gaitero, nieto y bisnieto de gaiteros. Gaitero de herencia. Gaitero de Dance, y más de los Monegros. Gaitero de su pueblo, La Almolda. Gaitero denominación de origen… y gaitero… por casualidad». Eugenio Gracia.
  • Labat Pinós, Mariano. El Mocé, comenzó a tocar el dance en 1969 con clarinete y, desde el año siguiente, con gaita gallega hasta que lo dejó en 1991. “Es un instrumentista con una relevancia especial, pues contribuyó al mantenimiento de los dances de La Almolda, Castejón y Valfarta y participó en la primera recuperación del dance de Monegrillo” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Gaiteros/as de Lanaja

Andreu Torralba, Macario. Gaitero actual de Lanaja. «En Lanaja no tenemos constancia escrita de que hubiera gaiteros hasta 1982. No obstante, en la sierra hay una aldea escachada que en un inventario que hicimos hace años aparece como la aldea del gaitero.En 1982 quisimos introducir la gaita en el dance, nos construyeron una que fue la primera los de Biella Nuey (Mario Gros Herrero), modelo copiado de la gaita de Bestue, con dos clarines, uno el original y otro adaptado en do a los instrumentos actuales. Conseguimos para poderla pagar que el Ayuntamiento nos subvencionara la mitad creo que fueron 50.000 pesetas. El danzante que la iba a tocar, no fue capaz de hacerlo y por pura tozudez me comprometí yo mismo a hacerla sonar, sin tener ni idea de música y hasta ahora tocando «de oído». Hace unos años se incorporaron dos hermanas Alicia y Alba Escanero Macaya que integramos con más gente la «orquesta sinfónica» del Dance de Lanaja, formada por violín, trompeta, saxo y varias melódicas.» (Andreu Torralba, Macario).

Escanero Macaya, Alicia y Alba. Jóvenes gaiteras del dance de Lanaja desde el 2012 aproximadamente.

Curso 1989 de perfeccionamiento de Gaita en Monegros, programado desde la entonces Mancomunidad. Con Eugenio Gracia, Jesús Acero, Miguel A.Fraile, Macario Andreu y Eduardo Plana. Lanaja 1989. Fondo Eduardo Plana Galindo.

Gaitero de Leciñena

  • Marcén Vázquez, José. Gaitero de Leciñena, falleció en 1993.

Gaiteros/as de Robres

Actualmente el dance de Robres cuenta con los gaiteros Dani Vizcarra Capistros, Gonzalo Gracia Otín y Carlos Bolea Broset. Pronto se unirá la joven gaitera Sandra Cuello Capistros, de la saga Becana que está comenzando con una replica de la gaita familiar.

  • Becana, Mariano. Natural de Robres, falleció en 1805. Sus hijos Francisco y Domingo continuaron con la saga familiar, siendo ambos gaiteros. “Tocaron en Robres, Almudévar y Tardienta entre otras localidades. La tradición se interrumpió por no contar con descendientes varones y las gaitas quedaron arrinconadas en una bodega hasta su redescubrimiento en fecha reciente.”  (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero)
  • Becana Oto, Francisco. Natural de Robres, falleció en 1837. Con su hermano Domingo iban juntos a tocar por los pueblos (La gaita de boto aragonesa).
  • Becana Oto, Domingo.  

Los hermanos Becana dejaron de tocar la gaita en 1820, guardando las gaitas en una cesta hasta que, en 1986,el párroco de Robres, D. Carmelo Pérez las encontró. Entre estas piezas había tres largas bordonetas, cuyas características no ofrecían dudas en cuanto a su función original: «El tipo de bordoneta también era nuevo para nosotros: muy largas y construidas a escala del bordón. Eran pues las genuinas bordonetas de caña simple» (Pedro Mir y Martín Blecua: «La gaita de Robres: Clave para la gaita de fuelle en Aragón», Rev. El Pimendón, de Robres (Huesca), nº 3 (monográfico en torno a la gaita). Feb. 1989, p. l6.).

  • Becana Val, Casildo. Gaitero de Robres, vivió a finales del siglo XIX. Decía “No le dejéis la gaita al gaitero de Pallaruelo, que no la devolverá” (La gaita de boto aragonesa). Casildo guardó las gaitas aguardando un sucesor varón que nunca llegó.

Gaiteros de Sariñena

  • Blecua Vitales. Martín. La herencia y relevancia de estos míticos gaiteros sariñenenses la recogió Martín Blecua Vitales, actual gaitero de los dances de Sariñena, Castejón de Monegros y Valfarta. Comenzó a tocar en su pueblo en 1975 con gaita gallega, recuperando el uso de la aragonesa en 1980 junto a Pedro Mir. Es una figura de gran importancia en este periodo crítico, pues aprendió su repertorio del antiguo mayoral de Sariñena Antonio Susín. Blecua colaboró en el mantenimiento musical de muchos dances, siendo sus conocimientos, talante y disposición fundamentales en la definitiva recuperación del instrumento. Ha creado escuela y cuenta con dos discípulos aventajados: Leandro Cucalón, a su vez descendiente de El Rey, y Javier Espada.” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Entrevista a Martín Blecua Vitales.

  • Capitán Inglán, Vicente. “Pierretes”. Natural de Sariñena, falleció en 1967 a los 68 años. Conocido como Pierretes, fue pregonero y cestero en Sariñena. “Fue el último gaitero en activo en los años 60, por lo que acompañó muchos de los dances de los Monegros (La Almolda, Sariñena, Sena, Castejón, Lanaja, Pallaruelo, Tardienta, Valfarta…) y los de los barrios de Las Tenerías y del Rabal de Zaragoza. Además de dances acompañaba el canto de romances e interpretaba pasacalles, procesiones, bailes (Albalatillo, Usón) y rondas (Lastanosa).” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). Antonio Beltrán Martínez se refiere a é como «señó» Vicente Capitán (El dance aragonés).

“Como gaitero fue correcto, afinaba bien el instrumento, pero como no se hacía las pitas. Al morir el gaitero de Castejón, el tío Senén, tuvo que comprarlas de gaita gallega en Zaragoza” (La gaita de boto aragonesa).

No transmitió su arte y su gaita acabó vendida, en 1963, a Doña Asunción Artero de Sena para el dance de la localidad. La gaita fue cuidada por las hermanas González y luego por Miguel Montull.  

  • Cucalón, Leandro. Gaitero actual del dance de Sariñena.
  • Cucalón Cano, Mario. Gaitero de Sariñena en la década de 1980. Con once años, pasó de volante del dance de Sariñena a Gaitero. Aprendió a tocar la gaita de la mano de Antonio Susín Palacio, con el clarín pues le costaba abrazar el boto. Comenzó con gaita gallega y luego aragonesa, esta última que forró con piel de una culebra que el mismo cogió por la zona de las Barceladas de Sariñena. Ejerció como gaitero del dance de Sariñena entre 1974 y 1981, cuando tuvo que realizar el servicio militar. Eduardo Plana Galindo lo señala por su alto nivel como gaitero, además «Acompañando con su instrumento a la orquesta de Sariñena Los Kents y Rios-Kents Swou. Hecho sin duda de una enorme relevancia en relación a Gaiteros y Gaitas en los Monegros.»

Mario Cucalón. El dance aragonés, Beltrán Martínez, Antonio.

  • Espada, Javier. Gaitero actual del dance de Sariñena.
  • Lana Muro, Sixto. “El Rey”. Natural de Capdesaso, nació en 1856 pero avecindado en Sariñena, falleciendo en 1936. Es recordado por quienes lo oyeron por su maestría y elegancia al tocar. El siñó Sixto enseñó a varios gaiteros, entre otros a Vicente Capitán, a quien cedió la gaita al retirarse. Acudía a tocar a bodas, bautizos y fiestas en numerosos lugares: Castejón de Monegros, Sariñena, Huesca, donde acompañaba a la comparsa de gigantes y cabezudos, o Zaragoza, en cuya catedral de La Seo tocaba «para misa” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En Sariñena trabajó como pastor (La gaita de boto aragonesa).
  • Mir Susín, Juan. Natural de Sariñena falleció en 1996. Fue rebadán del dance de Sariñena hasta que consiguió la gaita aragonesa de El Malo y sustituyó a Capitán en el dance de La Almolda hasta 1968 y en Sariñena hasta 1975. Fue el último gaitero con gaita aragonesa en los años 70, aunque tocaba sin bordón ni bordoneta y usaba pitas gallegas compradas en comercios de Zaragoza.

Murió el 15 de noviembre 1996. “Sucedió a Vicente Capitán. Heredó pocos conocimientos, pues tocaba sin bordón ni bordoneta; sólo usaba el clarín con pitas de gaita gallega” (La gaita de boto aragonesa). “Tuvo el honor de ser el último gaitero aragonés heredero. Por problemas de salud dejó de tocar en público.» (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

  • Navarro, José. Gaitero del dance de Sariñena fue conocido como el “Zaragozano”. Acabó emigrando a Barcelona. “Coetáneo de Capitán, se recuerda a otro gaitero, José Navarro, El Zaragozano, que interpretó en varias ocasiones el dance de Sariñena” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).
  • Tella Bornao, Teodoro. Hijo del gaitero Tomás Tella Castán “El Malo”, falleció el 24 de noviembre de 1959, a los 60 años (La gaita de boto aragonesa). Heredó gaita y conocimientos, aunque únicamente tocó en Sariñena (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). Su gaita fue comprada por Juan Mir Susín.
  • Tella Castán, Tomás. “El Malo”.  Natural de Sariñena, falleció en 1934 a los 65 años. Fue también pastor y pertenecía a la familia de Casa el Gaitero y parece ser que construyó su propia gaita. “A pesar de su apodo familiar, los que le oyeron tocar le reconocen como un gran instrumentista, el mejor de su época. Tocó en Sariñena, Pallaruelo, Sena, Castejón, Tardienta, Huesca, Zaragoza o pueblos de Lérida como Almacellas” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). “Excelente gaitero que, a juicio de los abuelos de Castejón de Monegros y Pallaruelo de Monegros, fue el mejor gaitero de Sariñena” (La gaita de boto aragonesa).

Gaiteros/as de Sena

Antiguamente hay constancia que acudían gaiteros de Sariñena y Tamarite, a principios del siglo pasado (Siglo XX), La mundanza Arroyuelos a la mar la llamaban “Arrubielos”, porque así la llamaban los gaiteros de Tamarite. En una foto de 1920, de Ricardo del Arco, aparece el gaitero “El Malo”. Mosén Miguel Huget, párroco de Sena, llegó a ejercer de gaitero en la localidad monegrina. 

Primer Curso de Gaita en Sena. Con Daniel Ardanuy, Alberto Uriol, Eduardo Plana, Carlos Plana y Jaime Ramón. Sena 1991. Fondo Eduardo Plana Galindo.

  • Montúll Simón, Nuria. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitera en el dance de Sena. Nuria está haciendo escuela, desde el 2017 dulzaina y del 2021 de gaita. Cuenta con jóvenes gaiteros y gaiteras que van tocando en el dance de la localidad: Clara Sese Períz, Marian Pellicer Soler, Vera Villafaina Soler, Alejo Villafaina Soler, Héctor Castel Campos y Leo Barrau Robledo.
  • Plana Galindo, Carlos (1965). Gaitero de Sena desde 1978.
  • Plana Galindo, Eduardo (1963). Gaitero de Sena 1978.

Carlos y Eduardo Plana Galindo aprendieron y recuperaron la gaita de boto y acompañaron a Jaime Ramón, como gaiteros en Sena. Comenzaron con los cursos para nuevos gaiteros. Los primeros a quienes enseñó Carlos, ya en la década de los 80, fueron Daniel Ardanuy, Alberto Uriol y Miguel Uriol. Los dos primeros fueron Gaiteros titulares de gran nivel en el Dance de Sena durante muchos años y hasta hace poco. En sucesivos cursos y cronológicamente, se iniciaron, Ernesto Montull y Fran Sesé. Ya a partir de 2010, se iniciaron con Carlos y Eduardo: Ramón Plana, Jorge Suelves, Elvira Plana, Belén Plana y Nuria Montull. Igualmente en esa época lo intentaron, Concha Santamaría y Daniel Nerin. En 2019, comenzó, aprendió y tocó en 2021 la gaita con el dance de Sena, Gonzalo García. (Plana Galindo, Eduardo).

Carlos y Eduardo realizaron varios talleres en Sena, de luthiería y de técnica. Luego, Eduardo hizo dos de luthiería en Zaragoza (1992) y Bujaraloz (1993). En Zaragoza continúan los de técnica de forma estable hasta hoy, en Casa Xixena del Arrabal. Carlos hizo todos los demás: Albalate, Barbastro, Jaca, Poleñino y Huesca, donde luego siguió de forma estable, continuando su legado en la Escuela Municipal de Huesca, donde creo la especialidad con los primeros talleres (Plana galindo, Eduardo).

Primeras Gaiteras de Sena. Con Belén Plana, Elvira Plana y Ramón Plana. Graus 2006. Fondo Eduardo Plana Galindo.

  • Plana Vargas, Ramón. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitero en el dance de Sena.
  • Ramón Bitrián, Jaime. Natural de Sena, aprendió las mudanzas del dance de su pueblo con mosén Miguel Huguet, párroco de Sena y defensor de la pervivencia del dance. Aunque inicialmente intentó utilizar el viejo instrumento de Vicente Capitán, a quien compró la gaita, tocó el dance de Sena con gaita gallega. Desde 1987 sigue haciéndolo con gaita aragonesa en compañía de los hermanos Carlos y Eduardo Plana.  (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En la década de 1980, Antón Corral de la Universidad Popular de Vigo reprodujo las piezas de la gaita conservada en Sena. 
  • Suelves Mur, Jorge. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitero en el dance de Sena.

Curso 2013 de Gaita en Sena. Con Ramón Plana, Belén Plana, Jorge Suelves, Nuria Montull, Eduardo Plana y Jaime Ramón. Fondo Eduardo Plana Galindo.

Gaiteros de Tardienta

En el dance de Tardienta, la gaita estuvo presente durante muchos años. Hay constancia del gaitero de Robres Mariano Becana o Tomás Tella Castán y Vicente Capitán Inglán de Sariñena, que se acercaban a Tardienta durante las fiestas para la interpretación de sus mudanzas. El dance de Tardienta se perdió hasta su recuperación a finales de los años 70. Sergio Martínez Rui (El dance de Monegros. A partir de un estudio particular del dance de Tardienta y un proyecto de recuperación del dance de Grañén), cita la presencia en 1981 de los gaiteros Elias Abadía Aso y Francisco Peleato Estaún, según información proporcionada por la Agrupación Cultural “Santa Quiteria”. Villa de Tardienta.

  • Abadía Aso, Elías.Tocó, de forma autodidacta, la gaita gallega para acompañar el dance desde 1983 a 1987.” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).
  • Peleato Estaún, Francisco. Autodidacta con Elías Aabadía. Ambos, con dos gaitas gallegas comenzaron a acompañar el dance «En solitario en un principio y, posteriormente acompañados por la magnífica Banda «El Guante Blanco» de Tardienta que, desde su formación y hasta la actualidad, se encargan de la parte musical.» (Danzantes de Tardienta).

«En el año 2010 la gaita de boto llegó de nuevo al dance de Tardienta, gracias a la afición de uno de sus danzantes y de José Manuel Barluenga y Álvaro García, únicamente para la interpretación del ofertorio (popularmente llamado «tiroriro») en la misa del 23 de mayo. Actualmente, José Manuel y Alfredo Viñuales, miembro de la banda, se encargan de que el sonido de la gaita este presente en el dance de Tardienta.»(Danzantes de Tardienta).

Gaiteros de Valfarta

  • Ballarín, Agustín y Labrador, Daniel tocaron en alguna ocasión las dianas con una antigua gaita gallega en el primer tercio del siglo pasado. (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Ángel Labrador Labrador


Ha sido durante muchos años mayoral del dance de Valfarta. Ángel es memoria viva del dance pero también de la vida de la pequeña localidad monegrina de Valfarta. Con Ángel repasamos parte de su memoria, del dance y de Valfarta, nos abre sus puertas con gran familiaridad, aquella tan propia de los pueblos de antes. 

Ángel Labrador (1).jpg

Ángel nació en Valfarta en 1938 en el seno de una familia de agricultores: «En Valfarta había de todo un poco, algo de ovejas, colmenas, el agua de balsas… todo ha sido agua de balsas”. En casa guardaban el agua en aljibes y tinajas y en el aljibe moderno guardaban hasta 15.000 litros de agua. El aljibe nuevo lo hicieron cuando Ángel ya estaba casado, pues antes se guardaba en tinajas. Su mujer Felisa es natural de Bujaraloz y a los doce años ya comenzó a servir en una casa acomodada. El agua la iban a buscar con una mula y una cuba: «La balsa a la entrada de Valfarta era para las ovejas y mulas, mientras la balsa buena era para beber. Estaba más alta y recogía el agua que venía de la ermita. Hace años que se enronó la balsa”. También había algo de viñas, oliveras y almendreras: “El regadío llegó a Valfarta hace 40 años, sobre 1980”.

“En Valfarta había casas incluso con hasta tres familias” y cuando Ángel iba a la escuela en clase eran de unos 15 a 20 chicos y chicas “Ahora no queda nadie”. A los 13 años ya fue pastor, Ángel fue rebadán de ganado y entre cuatro hombres llevaban un rebaño de unas cuatrocientas cabezas de ganado lanar. A los 14 años marchó a Cataluña “Aquí no se cogía nada”. Eran cuatro hermanos y una hermana, toda la familia marchó durante nueve años a trabajar a una finca de Cataluña: “Era una finca que casi estaba entre las tres provincias, Tarragona, Barcelona y Lérida, por La Panadella”.  Luego, Ángel volvió a su Valfarta natal.

“Los primeros tractores había que solicitarlos”, primero tuvieron un Lanz de 38 caballos que tenían que enchegar con una candileja, luego llegaron los Ebros de 45 caballos: “El paso de mulas a tractores y cosechadoras fue muy sustancial”. La primera cosechadora la llevaban arrastrada por el tractor, era una Santana, luego tuvieron una Class.

Dance Valfarta (2)

Dance de Valfarta

Ángel ha vivido toda la vida el dance. Empezó de pequeño, eran cuatro hermanos y los cuatro comenzaron a danzar pronto. Los jóvenes comenzaban con los volantes pero él comenzó en un cuadro de mayores. Al tiempo llegó a ser mayoral, cargo que ha ejercido hasta 25 años.

Actualmente en el dance de Valfarta solamente se hacen las mudanzas y los diálogos, las pastoradas ya no se hacen. “Antes venía Vicente Capitán, el gaitero de Sariñena y después se llevaba a Sena en una tartana, había un coche que hacía de correo entre Sariñena y Valfarta”. Ahora de gaitero viene Martín Blecua, leva 33 años, acompañando el dance de Valfarta, y desde hace unos años Leandro Cucalón y Javier Espada. Con el dance se sube en procesión danzando hasta la ermita, la misa es en la iglesia, se sube y se hace un reposo, un descanso, luego se hace el himno de San Miguel.  Se interpretan las diferentes mudanzas: “Ay cardelina, Las aves y las flores, El broquel, San Miguel, Hoy celebramos fiesta… son muy melodiosas”. “En Bordando” es una mudanza que dejaron de danzar y de la que no se acuerdan: “Era muy curiosa y debía de ser muy difícil, por eso se fue dejando”.

“El mayoral de La Almolda dijo que era más bravo el dance de Valfarta”, de La Almolda venía el gaitero Mariano Labat “El Moce”, una vez fueron a danzar a Jaca y cuando pasaron desfilando ante la presidencia Mariano Labat cortó el dance.

El dance estuvo parado los años de la guerra y después, los años que la familia de Ángel marchó. Lo reanudó con mucha ilusión el tío Agustín Labrador, antiguo mayoral, después fue Luis Miguel Dueso. Se hacen cuatro cuadros más el de volantes.

Antiguamente se hacían dichos y motadas, también hubo rebadán: “Había dichos que cada danzante discurría, lo decía cada danzante o algunos danzantes”. Salían de misa y ponían unos bancos alrededor de la plaza para ver el dance y entre mudanza y mudanza decían los dichos: “El rebadán quería hacer el papel de mayoral y rebadán”.

El día después de San Miguel se realiza un pasacalles y por las casas sacan para comer y beber. Ahora se danza el día de San Miguel y el sábado, antes se hacía, además de con palos, con broquel y espadas. Quedan a ensayar el domingo antes de San Miguel.

Dance Valfarta (1)

Ángel de mayoral con su familia que continúa la tradición.

Ahora en Valfarta están pocos, quizá viviendo unas 40 personas y a misa normalmente van ocho o nueve. La juventud al no tener trabajo han marchado y cada vez hay menos gente. Ángel se ha dedicado a los cerdos, cuarenta y cinco cerdas de cría: “Molía la cebada y se lo vendía a uno de Peralta”. Ángel llegó ir hasta pamplona para comprar un cerdo como semental.

Cuando comenzó sobraban danzantes, ahora faltan: “Se hacía el ofertorio, el tarirán y se ensayaba un mes antes, cerca del bar, en plena calle”. El dance de Valfarta continúa vivo haciendo vibrar de emoción cada año, formando parte de las fiestas y de sus gentes. Gracias Ángel por tu gran acogida y por tantos recuerdos.

 

La música de Los Monegros, conversando con Mario Gros Herrero


El folklore monegrino resulta muy desconocido a pesar de su riqueza y vigor en su principal manifestación del Dance y la persistencia de la tradicional y singular gaita de boto aragonesa. Mario Gros ha investigado y recogido la música de Los Monegros, un gran conjunto de pasacalles, bailes de palos y espadas, despertaderas, coplas, coplillas, romances, jotas…  

Con Mario me encontré una tarde de noviembre del 2016 en un céntrico café zaragozano, descubriendo a un gran músico, musicólogo, folklorista y sobretodo a una gran persona. Lo aprendido con Mario Gros queda recogido a continuación, con la melódica sensación que la música de Los Monegros aún tiene que dar mucho la nota.

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Mario Gros Herrero

            Mario comienza destacando la música de Los Monegros “siempre ha causado atracción a diferentes musicólogos” y entre ellos destaca al reconocido folklorista Arcadio Larrea. Arcadio fue un chistabino que trabajó en el Instituto Español de Musicología del CSIC, durante las décadas de 1970 y 1980 realizó un programa sobre folklore en RNE y en 1982 documentó la reconstrucción de la gaita de boto aragonesa. Arcadio fue autor del primer trabajo sobre el Dance aragonés, recogiendo 97 representaciones de la provincia de Zaragoza: “El Dance aragonés y las representaciones de moros y cristianos”.  Después, es la Doctora en Filosofía y Letras Mercedes Pueyo Roy quien realizó un trabajo más exhaustivo de investigación y documentación de 74 representaciones de todo Aragón. “Origen y problemas estructurales del dance en Aragón” es el resultado de su tesis doctoral, impresa en versión reducida por Heraldo de Aragón en 1973.

La gaita en Los Monegros

            Sin duda la gaita es el instrumento estrella de Los Monegros, para Mario “es un instrumento musical que fascina y atrae”. La primera referencia de la gaita es una representación en el s. IX y su expansión por Europa parece que fue en el siglo XII. En Aragón, las primeras representaciones de gaita son las del Vidal Mayor, hacia 1247, para aquel entonces ya había unas cuantas representaciones anteriores en la península. “Lo mas probable es que la gaita llegó de Europa por el camino de Santiago”. Es en el siglo XVIII cuando se origina la diferenciación de la gaita, mientras que su decadencia se produce a partir del siglo XIX, señala Mario: “llegan nuevos instrumentos, como el acordeón, nuevos bailes, más agarrados, nuevas músicas… pero en Los Monegros la gaita se mantiene viva gracias al Dance».

            Mario Gros Herrero es un músico, folclorista, luthier aragonés e investigador, siendo figura clave en la recuperación de la gaita de boto aragonesa. Junto a Luis Miguel Bajén editaron en 1990 el Lp “Monegros” que se reeditó en 1997 en formato CD dentro de la serie de “La tradición musical en España”. El disco es fruto de más de ocho horas de grabaciones en Castejón de Monegros, Farlete, La Almolda, Lanaja, Monegrillo, Sariñena, Sena y Valfarta. En 1999 publicaron, Luis Miguel Bajén y Mario Gros, «La gaita en Los Monegros, Archivo de tradición oral». También, Mario fue coordinador del libro disco “Romances de ronda en Castejón de Monegros. Simeón Serrate Mayoral”, editado por el archivo de Tradición Oral de Aragón en el 2008. Actualmente, Mario es profesor de gaita de boto en la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza desde 1994.

Monegros

            Para Mario la gaita está ligada a la ritualidad del Dance, a los ritos funcionales básicos: “No es principalmente estética, ha de ayudar a danzar, a bailar, sobretodo en procesión o romería. Las letras son nemotécnicas, ayudan a recordar las danzas”. Con la decadencia de la gaita van desapareciendo sus técnicas de construcción y mantenimiento, van desapareciendo la posibilidad de arreglos. Los gaiteros de Robres dejaron de tocar en 1820 y guardaron sus gaitas en una cesta, ya que no tenían descendencia masculina. Sus hijas las guardaron como un tesoro.

            De Vicente Capitán se recogieron más de 54  melodías de gaita, entre ellas una jota, un vals, un pasodoble y un baile de Sobrarbe. Fue a tocar con un grupo de sección femenina. Al parecer, Capitán era zapatero y arreglaba sillas de anea,  tocó en los dances de Tenerias, San Gregorio, La Almolda, Castejón de Monegros, Valfarta, Sena, Lanaja…

Romances de Ronda

            “Los Monegros es una zona muy conservadora musicalmente, con vitalidad. Por la ritualidad del dance, apego, pobreza…”. Es un placer escuchar a Mario y aprender, sentir la verdadera magnitud de la música monegrina que parece pasar tan desapercibida. Mario recuerda a Miguel Huguet (Revista Aragón, 1930) y Pili Monter que recogieron muchas melodías de Sena. “Los dos grandes bloques son el dance y los cantos romance a gaita. Romances de ronda en Sena, Castejón de Monegros, Pallaruelo de Monegros, Sariñena; despertaderas de Valfarta, Castejón de Monegros, las coplillas de Bujaraloz. En el canto con gaita la puesta en escena es única”.

            En Los Monegros hemos heredado una extraordinaria tradición musical, muy ligada a celebraciones religiosas y manteniendo constantes sus profundas raíces, “Hasta pocos años aún se hacían cantos religiosos en latín en Pallaruelo de Monegros”. Queda la sensación que aún nos queda mucho por aprender y descubrir en la música monegrina, de valorar, estudiar y transmitir. Gracias a personas como Mario Gros, por su amor a la música y en especial por su conocimiento del folklore monegrino y aragonés, podemos continuar manteniendo vivo nuestro patrimonio, del que sin duda, aún nos queda mucho por oír y sentir.