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Francisco Javier Beltrán Calavera


Peñalbino hasta la medula, Francisco Javier Beltrán Calavera nació en Lérida, ciudad donde se atendían las necesidades sanitarias de la localidad altoaragonesa de Peñalba. Su padre, Francisco Beltrán era labrador y matachín, lo que llevó a Paco a escribir el libro “La matacía del tocino en Peñalba, Huesca”. Un libro que, a través de fotografías y de recuerdos de su padre, recoge la memoria del trabajo de matachín. Sin duda, Paco es un peñalbino de pura cepa orgulloso y gran conocedor de parte de su historia.

Paco en Gestiona Radio.

Su madre, Rosa Calavera tenía la tienda local “Casa la Rubia”, por la calle principal del pueblo dedicada al nobel aragonés Ramón y Cajal. Paco se ha criado en Peñalba, corriendo por sus calles, con la bicicleta y jugando al futbol por sus eras: -Después de salir de la escuela íbamos corriendo a jugar a las eras-. Entre los chico del pueblo y los vecinos entusiastas, sacaron adelante un equipo de futbol que años después subiría a la categoría  de regional  preferente “El CD.  Peñalba ”. Su afición al futbol marcó a Paco, como es conocido, en lo que ha sido y es parte de su vida profesional.  Paco escribió el libro “Peñalba, más de 50 años de fútbol” que se presentó conjuntamente con una exposición fotográfica de la historia de este deporte en el pueblo, dentro de una fiesta de todos los aficionados peñalbinos el 1 de Noviembre de 2013.

Del libro “Peñalba, más de 50 años de fútbol”.

-Se jugaba mucho por el pueblo-, con la bici llegaban hasta Valcabrera y la Valcuerna, donde se bañaban, iban por el monte y las balsas. En Peñalba existían varias balsas. Estaba la “Balsa Lugar”, apunta Paco, donde actualmente están las piscinas y al lado, donde está la pista de tenis, se encontraba la “Balsa Fraguada”. Existía la figura del aguador, este era el tío Julián, quien, con una cubeta tirada por un macho, una mula, iba repartiendo agua por las casas. Otras balsas respondían a la “Balsa Loren”, por donde tiene la granja  Carlos Reblet, la “Balsa Nueva”, cerca de donde actualmente existe un taller, y la “Balseta Hoguera”, donde se encuentran  los depósitos de agua potable del pueblo -El agua corriente comenzó a llegar a través de una tubería desde la salida de un  túnel por la zona de Alcubierre del canal de Monegros. Sería en torno a 1968-.

Dibujo de Peñalba, por Paco Beltrán.

El Barranco de La Valcuerna era un manantial, de críos lo cruzaban por una pasarela de piedras y cemento, un poco más abajo de las escuelas, y cuando bajaba agua se mojaban los pies. A la escuela iban a clases diferenciadas por sexo y agrupados por edades, Paco iba hasta con niños de cinco años mayores que él. Recuerda a los profesores y profesoras  Don José Til y Don Gabriel, la señorita Pilarín, etc….

La carretera nacional II, que en un principio pasaba por dentro del pueblo, era un continuo paso de vehículos, costaba mucho incorporarse y mucho más cruzarla, existía el dicho “Va a pasar hoy hasta el coche de Valfarta”, que era el coche que iba desde Valfarta  a Sariñera . La Nacional II atravesaba la localidad hasta que se realizó la variante de Peñalba, aproximadamente, en 1964. La Nacional II ha marcado mucho a estos pueblos, desarrollando actividad, tanto en hostelería, talleres y transporte. Celebre es el toro de Osborne ubicado en la localidad, de recuerdo en la Película de Bigas Luna “Jamón Jamón”, comenta Paco.

Peñalba desde la cueva Sabeta. Por Paco Beltrán.

Paco indica que: -ha habido muchos transportistas en Peñalba de forma autónoma, ha sido un pueblo muy dedicado al transporte, sin embargo ahora prácticamente se ha quedado con la referencia de algunas agencias como   Blascotrans , Carreras, Tisaire… que han dejado algunas de sus sedes de una forma u otra en el pueblo-.  

-Si a la  restauración nos referimos, también ha sido un pueblo con bastantes bares a los largo del tiempo ,  Bar la Mallena, donde paraba el coche de línea Zaragoza- Lérida, el Motel Aragón (al que siempre se le llamaba Hostal Aragón,  o simplemente el Hotel), La Ruta, el Trigal y el restaurante de Tomás Cacho al lado del silo. También estaba el bar de las Mañas, que era una fonda y además funcionó como pub. Actualmente, con la liberación de la autopista, la nacional II tiene bastante menos  circulación. Ahora, los bares del pueblo son La Posada y el Hogar del Jubilado con el salón social, y en verano también la piscina. Hubo un tiempo que el baile se hacía en la Cantonada, y cuando se tiró el ayuntamiento viejo, en el hueco que quedó en la plaza, hasta la construcción del nuevo, se hacía un envelado para el baile. Aparte de estos,  ha habido diferentes lugares en los que tocaron las orquestas para las fiestas-.

Mítico fue el Patxy, primero el Patxy I, en el antiguo cine Avenida, que a la vez servía como pista de baile -Acababa el cine y se quitaban las butacas transformándose en una discoteca-. Patxy responde a Jesús Ezquerra, quien con su mujer, Marisa Frauca,  llevaron primero el Patxy I, en el Avenida, y luego el Patxy II en la calle Horno, bocacalle con María Auxiliadora.

aco en la Romareda con la cadena Ser.

Paco marchó a estudiar a Zaragoza, donde realizó el bachillerato en los Escolapios, de la denominada entonces calle del General Franco y ahora llamada Conde Aranda. Estudió en la actual Facultad de Educación en la Especialidad de Ciencias Humanas y postgrado en Educación Física. Ha ejercido como profesor de educación física, siendo Técnico Deportivo Superior y director del colegio público de Garrapinillos “Gustavo Adolfo Bécquer”. Entrenador nacional de fútbol sala de 1ª División ha entrenado al Racing Delicias femenino y al Sala 10 masculino en  la división de Honor del futbol sala nacional.

Además, ha hecho algunos pasos en el periodismo deportivo, ha sido director de deportes en Onda Aragonesa Radio, Gestiona Radio y  comentarista de fútbol en Cadena Ser Radio Zaragoza, comentando retransmisiones radiofónicas del Real Zaragoza, y tertuliano deportivo en Aragón Televisión.

Igualmente ha sido presidente de la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol Sala, seleccionador de la selección aragonesa de fútbol sala, con la que ganaron el campeonato de España (2001). También ha dado clases, conferencias – En muchas partes del mundo- sobre todo de futbol sala.

Desastre aéreo, por Paco Beltrán.

A Paco le gusta la pintura – Dicen que soy expresionista-. Ha hecho algunas exposiciones, una conjunta con la joven artista local Judith Lerín y otros artistas del pueblo. Paco es una persona activa, comprometido con su pueblo, gran forofo del Real Zaragoza y muy querido en su pueblo, Peñalba de su corazón.

Elena Villellas Laín


Elena responde a una periodista excepcional, tanto en lo profesional como en lo personal. Ha sido el corazón de Radio Monegros, en esas ondas cercanas que entraban en casa como si fuese de la familia. Su trayectoria la avala y su apuesta por vivir en Sariñena, ligada a la comarca de Los Monegros ¡Hoy le toca ser noticia!.

Elena Villellas Laín nace en 1970 en una casa ubicada en la calle Castillo Bajo de Sariñena, localidad de la que es oriunda su familia materna, mientras que la paterna procede de la vecina Capdesaso.

Se licenció en Ciencias de la Información (Periodismo) por la Universidad Autónoma de Barcelona en 1993. Siempre muy vinculada a su tierra natal, realiza sus primeras prácticas en “El Día” (redacción de Huesca) durante tres veranos. En este periódico se publican sus primeros artículos, muchos referentes a Los Monegros: el Monasterio de Sijena, FEMOGA, entrevistas al tonelero de Sariñena… y aparece el tema de la despoblación que ya abordó en aquellos primeros años 90 del siglo pasado y en el futuro será recurrente para ella. La lectura de “La lluvia amarilla”, de Julio Llamazares, y la observación de una realidad que conoce de primera mano, esa dicotomía entre el mundo rural y urbano, alimentaron su curiosidad hacia este fenómeno.

“Diari de Barcelona” y Radio Barcelona, Cadena SER fueron también medios de comunicación en los que realizó prácticas y siguió aprendiendo las claves del oficio, de la mano de grandes profesionales que tuvo la suerte de conocer a lo largo de su carrera. Entre los medios en los que ha trabajado también se encuentran el periódico SEGRE, Onda Cero radio, gabinete de prensa de la Institución Ferial de Barbastro, corresponsalía de Agencia EFE y Radio Nacional de España en Barbastro y ya en Zaragoza, Antena Aragón Televisión, donde permaneció cinco años, en redacción y presentación de informativos, programas de debate y de actualidad o producción, entre otros.

Una etapa muy fructífera y de la que guarda inmejorables recuerdos, tanto desde el punto de vista profesional como humano, y que deja atrás en 2003, para poner en marcha Radio Monegros, como emisora comarcal, que estuvo activa durante casi una década, y que compaginó desde 2006 con la labor de técnico de Comunicación de la Comarca de Los Monegros, función que desempeña desde entonces y hasta la actualidad.

¿Qué es el periodismo? En general y desde el medio rural, sus dificultades

Creo que el periodismo es un compromiso con la verdad y una garantía del derecho a la información. Se puede hacer buen o mal periodismo independientemente del lugar donde se ejerza el oficio: da igual que sea Nueva York o Sariñena, lo importante es no perder de vista la profesionalidad y la verificación que es lo que te da la credibilidad hacia una audiencia que puede ser de millones o de tan solo cien personas. En el medio rural, todo es a flor de piel, para lo bueno y para lo malo; no existe el anonimato y esa cercanía puede facilitar las cosas o hacerlas más complicadas. Otro tema sería la visibilización del medio rural, lo difícil que resulta a veces que historias que ocurren en los pueblos tengan repercusión si no van más allá de los sucesos o de los estereotipos.

Por otro lado, actualmente tenemos acceso a más información que nunca. Da igual dónde vivamos, hasta en la más remota aldea estamos bombardeados por noticias desde canales que antes no existían al alcance de la mano: internet, las redes sociales… nos acercan el conocimiento a todos los rincones del mundo, pero, por otro lado, también es mayor el riesgo de “contaminación informativa”, con el fenómeno de las fake news, la inteligencia artificial… A veces es difícil distinguir la verdad de la mentira y ahí es muy importante la labor del periodista como garante de un derecho democrático que no deberíamos perder de vista. La libertad de expresión es fundamental pero también lo es el acceso a una información veraz.

El papel de la mujer en el medio rural, como trabajadoras y periodistas o colaboradoras

En las recientes jornadas de periodismo local que se celebraron en Sariñena se pudo comprobar el gran número de medios locales que hay en nuestro país con una mujer al frente. Muchos de ellos son medios digitales microrrurales. Quizás hayamos encontrado nuestro lugar en el mundo en pueblos de “La España Vacía” (título del ensayo del escritor y periodista Sergio del Molino que nos puso en el escaparate) donde si no cuentas tú lo que ha pasado en un determinado momento y lugar, nadie lo hace porque no hay más personas ni medios para cubrir esa noticia. En muchos casos es así. Y ya sabemos que lo que no se cuenta, lo que no se comunica, es como si no existiera. Las mujeres son motor del medio rural y en esta profesión también se nota ese compromiso con el entorno, con su dinamización, con las raíces y la identidad de un territorio.

¿Papel, radio, televisión o medio digital?

Por mi trayectoria he trabajado en todos los soportes. Actualmente, el medio digital es vital para comunicar porque como decía antes, estamos informados las 24 horas a golpe de móvil. Lo importante, más que el canal utilizado, es la veracidad y la forma de contar la noticia. Naturalmente, cada canal tiene su lenguaje. La radio para mí es muy especial por muchas razones: la inmediatez, la conexión con el oyente, la magia de los sonidos y los silencios…pero también me atrae mucho la televisión de la que guardo grandes recuerdos, delante y detrás de las cámaras. Por otro lado, el papel fue la razón por la que me quise dedicar al periodismo porque siempre me ha gustado escribir desde que era una cría y de ahí nació mi vocación, aunque también jugaba a que trabajaba en una emisora y hacía mis grabaciones y mis maquetas de programas… De modo, que me quedo con los cuatro canales que pueden coexistir perfectamente, cada uno tiene su momento.

¿Un medio de comunicación? Un/a periodista de referencia?

Como periodista citaré a Carmen Sarmiento, de TVE. Para mi fue referente desde cría. Sus reportajes marcaron época y dio voz a quienes no tenían, que también es una función de nuestra profesión. Abordó temas que eran tabú hasta entonces en nuestro país y abrió puertas desde el punto de vista del feminismo. Series de documentales como “Los marginados” hicieron historia. También la corresponsal Rosa María Calaf es una periodista de referencia para mí. Actualmente, citaría a Mavi Doñate  y a Gervasio Sánchez. Recuerdo que estudiando la carrera fuimos con una compañera a la presentación de un libro de Oriana Fallaci en Barcelona y me impactó. Eran principios de los 90 del siglo pasado. Entonces me hubiera gustado ser corresponsal. Por otro lado, he tenido la suerte de conocer a periodistas que admiro. Nombraré a una gran profesional, Maite Cortina, que tristemente falleció y a quien tengo siempre en el recuerdo y muy presente. Como medio de comunicación, citaré a Radio Monegros porque fue para mí más que un lugar de trabajo. Fue un proyecto de vida y un reto maravilloso.

¿Un personaje de Los Monegros?

Miguel Servet, nacido en Villanueva de Sijena, porque más allá de la gran importancia de sus descubrimientos científicos, como la circulación pulmonar de la sangre por lo que es muy conocido, y también de sus publicaciones,  es un símbolo internacional de la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión.

También,  Martín Cortés de Albacar, de Bujaraloz, Me maravilla este personaje también del siglo XVI, un científico tan importante que nació mar adentro, en la estepa monegrina, y descubrió para la navegación la declinación magnética de la tierra y el polo norte magnético o la carta esférica, entre otras cosas. Es curioso que ambos insignes monegrinos nacieron con solo un año de diferencia.

¿Qué momento histórico, suceso o hecho de Los Monegros os gustaría haber cubierto?

El periplo y la gesta de las Canalistas de Lanaja que en 1915 dieron un ejemplo y fueron unas pioneras. También me gustaría entrevistar al bandido Cucaracha, Mariano Gavín Suñén, y comprobar de primera mano cuánto hay de verdad o de leyenda.

¿Una noticia importante en Los Monegros? ¿Cuál ha sido?

Por citar algunas diferentes en tiempo y temática, la llegada de regadíos, la adquisición y restauración de la Cartuja de las Fuentes por parte de la DPH,  y cuando tocó la lotería de Navidad en Grañén en 2011, más de 700 millones de euros,  fue un acontecimiento con mucha repercusión y son buenas noticias…

¿Una noticia soñada para Los Monegros?

Que se concluyera el Eje de Los Monegros y se arreglaran las carreteras que lo necesitan. Que se consiguieran más frecuencias y conexiones ferroviarias. Que se frenara la despoblación. Y puestos a soñar… que se descubriera la solución a la sequía mediante un sistema investigado y descubierto desde el futuro campus especializado en  agrotecnología que se ubicaría en Los Monegros y sería referente en todo el mundo.

Un lugar de Los Monegros

Hay tantos lugares especiales en Los Monegros que no puedo elegir uno. Propongo un atardecer en cualquiera de esos bellos lugares.

Patricia Puértolas Alegre


Patricia ha sido voz y alma de Radio Monegros. Grañenense y monegrina, es una apasionada de Los Monegros, comprometida con su día a día, creando su propio medio de comunicación «Desde Monegros». Desde el rigor y la cercanía, actualidad y artículos, sigue poniendo voz a Los Monegros, apostando por esta tierra que lleva en su corazón. Hoy le toca ser noticia.

Vivo en mi localidad natal, Grañén, donde disfruto del contacto directo de sus gentes. También de aquellos lugares que han formado parte de mi niñez y adolescencia. Me gusta su familiaridad. Siento un gran apego por mi tierra.

Soy licenciada en Periodismo por la Universidad SEK de Segovia (2001-2005) y Posgrado en Reporterismo por la Universidad Ramón Llull de Barcelona (2006).

Mi misión siempre ha sido contar historias, desde la cercanía y el compromiso, lo que resulta inherente a mi condición de periodista rural. Desde mis inicios, he ejercido esta labor en mi propio territorio, donde comencé mi trayectoria profesional como redactora en la extinta emisora Radio Monegros. Desde hace 15 años, soy corresponsal del Heraldo de Aragón y en 2013, lancé el periódico digital Desde Monegos, un nombre que revela el punto del que parten sus historias y el lugar desde el que se escriben. Mi trabajo me ha permitido conocer a gente maravillosa, que ama este territorio y que contribuye a su desarrollo. A los colaboradores de Radio Monegros, uniría muchos otros nombres propios, entre ellos, personas relacionadas con las artes, el teatro, el folclore, la investigación o el asociacionismo.

También soy coautora de los libros ‘Curbe, 50 años de vida’ y ‘La Cartuja de Monegros. 50 años echando raíces’, que me han permitido conocer y compartir las historias personales de un grupo de hombres y mujeres que un día dejaron atrás todo lo conocido para crear un nuevo hogar en mitad de Los Monegros. Ambas publicaciones tienen un carácter muy periodístico, con muchos rostros y testimonios que son historia viva de nuestra comarca. En ambos casos, compartí el proyecto con la investigadora Gemma Grau.

De forma más reciente, y junto a otra compañera y amiga, Victoria Fortuño, hemos sacado adelante una nueva publicación sobre el 50 aniversario de la SAT 580 Secadero de Cereales Santiago de Grañén. El trabajo realizado también contribuye a preservar la memoria histórica del municipio.  

¿Qué es el periodismo? En general y desde el medio rural, sus dificultades.

El periodismo es el arte de contar historias. Yo soy periodista rural por vocación y elección. También a base de empeño, es decir, por pura perseverancia. Y, como muchas compañeras y compañeros que han elegido la vida en el pueblo, me mantengo con la obligación de ser autónoma y emprendedora. Nunca he tenido un único trabajo.

Soy de las que creen en el valor del periodismo local como herramienta de cambio, dando voz y espacio a sus protagonistas. El periodista local es clave para hacer pueblo y poner en valor el patrimonio de un territorio, fomentado la identidad de sus gentes con su tierra y por lo tanto, su arraigo, lo que contribuye a luchar contra la despoblación y a crear pueblos vivos. Para amar, hay que conocer, y, cuando se ama un territorio y se está orgulloso del mismo, se crea un vínculo más difícil de romper. En una comarca como la nuestra, con un territorio tan extenso y poco poblado, la información diaria vertebra, une, dignifica y potencia.

A nuestro favor, juegan compromiso, conocimiento y cercanía. En mi caso, me gusta desplazarme siempre que puedo, es decir, conocer cada realidad de primera mano y narrar desde el lugar, tirando mucho de reportajes y crónicas. A lo largo de estos años, sumo miles de kilómetros. Y con gusto. Me encanta haber tenido la oportunidad de ver danzar a cada uno de los grupos de Los Monegros, haber compartido decenas de romerías, tradiciones o fiestas o haber mantenido largas charlas con personas relacionadas con el mundo de la cultura, el tejido asociativo, el sector primario, el emprendimiento, etc. Al moverte y mezclarte con la gente, tu perspectiva y tu narración se enriquecen. El problema está siempre en la falta de tiempo. Tal y como he dicho, la mayoría tenemos más de un trabajo y además, el día a día suele ser exigente, lo que limita los desplazamientos o los temas que requieren mayor dedicación.

A nuestro trabajo, además de compromiso y cercanía, también debemos sumar crítica e independencia, y yo creo que existe o ya me hubiera dedicado a otra cosa, pero la autocensura y la dependencia de determinadas fuentes de financiación -especialmente cuando se carece de músculo empresarial- también juegan su papel en el medio rural.

El papel de la mujer en el medio rural, como trabajadoras y periodistas o colaboradoras.

A través de nuestro trabajo, es fácil comprobar el destacado papel de la mujer en el medio rural y en general, en cualquier ámbito de la vida. En nuestros pueblos, son las que mantienen la vida social y cultural, las que siempre están dispuestas a sumar a cualquier iniciativa y por supuesto, cada vez más las que desarrollan con éxito su labor profesional y emprenden con decisión para mover la economía local. Todavía es necesario generar nuevas oportunidades y seguir trabajando en materia de igualdad. La conciliación sigue siendo muy complicada.  

Soy madre de dos niñas y desde que llegaron a mi vida, además de volverme más práctica, he tenido que reducir el ritmo y acotar mi trabajo. Para sobrevivir (llegar a todo es imposible), me valgo de una excelente red de apoyo familiar y de las bondades que brinda vivir en un pueblo con servicios básicos.

¿Papel, radio, televisión o medio digital?

Todos los medios tienen su encanto. Todavía soy una enamorada del papel; me gusta pasar las páginas de un periódico y tocar el resultado del trabajo realizado. El digital alivia la presión del espacio contado en caracteres, es decir, a diferencia del papel, no tienes la obligación de ceñirte a una extensión concreta y además, puedes introducir imágenes, vídeos, etc. La radio me apasiona; es un medio vivo y lleno de posibilidades. Tiene el aliciente del contacto directo con el entrevistado y por supuesto, con el oyente. Además, ofrece la posibilidad de jugar con los silencios, con la fuerza de la música o los efectos sonoros. Hasta las risas tienen cabida y cuentan. Mi experiencia en Radio Monegros, junto a Elena Villellas, fue un maravilloso aprendizaje a nivel profesional y personal y además, me sirvió para conocer y por lo tanto, para amar más mi comarca y a sus gentes.

Durante mi etapa como corresponsal del Heraldo de Aragón en el Bajo Cinca, entré en contacto con Digital Fraga TV y su responsable, Jorge Larroya. Y también me gustó el medio, ya que el resultado del trabajo se luce cuando se miman las imágenes y la edición.

¿Un medio de comunicación? Un/a periodista de referencia?

Aunque hay grandes profesionales, yo me adentré en este oficio por mi pasión por la escritura y mi vocación como contadora de historias. Y, en este sentido, siempre me han inspirado aquellos que se mueven entre el periodismo y la literatura como Juan José Millás, Gabriel García Márquez, Manuel Rivas, Miguel Delibes o Truman Capote. Son la mejor escuela de narrativa. Ahora bien, he tenido además otros ejemplos cercanos e inspiradores que me han ayudado a crecer en este oficio. He aprendido mucho del resto de periodistas vinculadas a Los Monegros y de mis compañeros y compañeras de la redacción del Heraldo de Aragón en Huesca.

¿Un personaje de Los Monegros?

Miguel Servet, natural de Villanueva de Sijena, es uno de nuestros personajes históricos más inspiradores. Médico, teólogo y erudito es probablemente el más universal. Fue un hombre admirable, de profundas convicciones, que está considerado –y ese es su valor más excepcional– el padre de la libertad de pensamiento y conciencia.

¿Qué momento histórico, suceso o hecho de Los Monegros os gustaría haber cubierto?

Monegros lleva décadas luchando por la llegada del agua y la extensión de los regadíos. Hace cien años, hubiera sido emocionante acompañar y narrar la marcha de las Canalistas de Lanaja o, de forma más reciente, la inauguración del Abrazo de Tardienta. Aún quedan reivindicaciones históricas pendientes y por lo tanto, muchas oportunidades de contarlas en voz de sus protagonistas. Por ejemplo, por fin ha comenzado ya la cuenta atrás para la construcción de la tubería de Valdurrios, que permitirá el riego de más de 6.000 hectáreas de Bujaraloz, Peñalba y Fraga.

¿Una noticia importante en Los Monegros? ¿Cuál ha sido?

A lo largo de los últimos años, y en relación a la recuperación de nuestro patrimonio, ha habido dos muy destacadas: la vuelta de una parte importante del tesoro artístico de Sijena, que era además una cuestión de justicia y dignidad, tal y como dice el lema de la plataforma Sijena Sí; y el paso a manos públicas de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, lo que ha permitido frenar su progresivo deterioro y devolverle de forma paulatina su esplendor, gracias a la decidida apuesta de la Diputación de Huesca. Ahora mismo, como monegrina, me emociona ver el progreso de las obras, con el importante avance de la restauración de las pinturas, y en especial, la apuesta por darle vida a través de potentes actividades y conciertos.

En 2011, también fue algo extraordinario poder compartir y contar la alegría de la llegada del Gordo ‘más gordo’ de la historia de la Lotería de Navidad a Los Monegros. Las mujeres de Sodeto repartieron casa a casa una parte importante de aquellos 720 millones que dejó el célebre 58.268. El titular del décimo aniversario dejaba claro el destino de gran parte del dinero y su repercusión real en la zona: «Se compraron más tractores que coches de lujo».

¿Una noticia soñada para Los Monegros?

Al recorrer las calles de mi pueblo, especialmente cuando salgo a última hora, y los capazos son escasos, no puedo evitar fijarme en las casas que llevan tiempo vacías. A veces las he contado calle a calle, recordando a sus últimos habitantes, a los que ya no están o a los que un día se fueron. Aunque sea poco a poco, espero ver y narrar que la situación se va revirtiendo, que nuestros pueblos ganan en número de habitantes y que cada vez son más las casas que vuelven a llenarse de vida. A raíz de la pandemia, algunas poblaciones han recibido el retorno de hijos del pueblo o simplemente de nuevas familias que han apostado por las bondades del medio rural. Todas ellas historias bonitas que contar. También espero seguir escribiendo de aquellos y aquellas que logran hacer realidad aquí sus sueños, de monegrinas que derriban barreras y de jóvenes que aman su tierra.   

Un lugar de Los Monegros

Me resulta muy difícil elegir. Tengo una larga lista: el sabinar de Pallaruelo, la Laguna de Sariñena, la sierra de Jubierre, los paisajes esteparios de Monegrillo, la Cartuja de Las Fuentes… También tenemos localidades con mucho encanto como Sena o Torralba de Aragón. Y me encantan los pueblos de colonización y por supuesto, los atardeceres que puedes contemplar en la zona de la Gabarda o las serretas de Marcén y Fraella.

Victoria Fortuño Valero


Llegó a Sariñena de mano de la cadena SER. Durante algunos años dio vida a Radio Sariñena, convirtiéndose en la voz de Los Monegros. Información, pero también descubrir la gente y una tierra que ha hecho suya. Dedicación, pasión e ilusión, un sentir las ondas, de transmitir, una de esas voces que se colaban en nuestras casas haciéndose familiar. Hoy le toca ser noticia.

Mi nombre es Victoria Fortuño Valero, soy de Sabayés, pero casi un tercio de mi vida he vivido en Sariñena. Precisamente a Los Monegros llegué en gran parte por amor, me gusta decir, pero lo cierto es que fue por trabajo. Así que he ejercido el periodismo local en Radio Sariñena, mientras he podido, descubriendo una comarca totalmente desconocida para mí y que me ha llegado a hipnotizar. Además de la Cadena SER, he trabajado sobre todo en Aragón Radio, tanto en programas (‘La Cadiera’ de los fines de semana), como en la redacción de informativos. He hecho algunos podcast, algo de tele… Tengo bastante recorrido así en general en estos últimos años. Y en la actualidad, no es un medio, pero he de decir que tengo una enorme responsabilidad enseñando a los periodistas del mañana, en la Universidad San Jorge, con dos asignaturas y una beca vinculadas a la radio, y además he iniciado un camino en el periodismo institucional trabajando en Comunicación de la Diputación Provincial de Huesca. 

¿Por qué elegisteis la profesión?

No lo tenía nada claro a los 18 como les pasa a muchos, pero me decanté enseguida por el periodismo. Yo quería contar las cosas que pasaban, quería contar historias. Creo que fue determinante para mí salir de un pueblo tan pequeñito y terminar en Segovia y en Madrid, donde conocí a mucha gente y me di cuenta del papel tan importante que tienen los medios de comunicación para conectar a las personas y para explicar a la sociedad en general las cosas tan locas que suceden en el mundo. pero también en la puerta de al lado de nuestra casa. 

¿Qué es el periodismo? En general y desde el medio rural, sus dificultades.

Yo sé que el periodismo se ha desprestigiado muchísimo. Hubo tres o cuatro periodistas (hombres) que en un tiempo pasado eran casi los amos del universo, pero ahora no tiene nada que ver y en parte también se debe a la mala praxis y al intrusismo. También se aprecia en otros detalles ese desprestigio, pues la mayoría de la oferta laboral es bastante precaria, se hacen muchas horas, se cobra tirando a poco y encima la sociedad no te reconoce. Pero, sin embargo, trabajando en el medio rural yo me he sentido casi siempre muy valorada. La gente está muy agradecida. Valoran que le des la oportunidad de hablar, expresarse, contar inquietudes, reivindicaciones… pero también de escuchar cómo su pueblo se pone en el mapa cuando cuentas las noticias que suceden en él, siempre con un criterio y una profesionalidad detrás. ¿Dificultades para ejercer el periodismo desde el medio rural? Todas las del mundo y más: mala cobertura, mala conexión, obstáculos para tocar algunos temas, menos variedad de testimonios, menos oportunidades laborales, mucha soledad… pero aún así para mí, mi experiencia de trabajo en Radio Sariñena fue el mejor máster que podía hacer en mi vida. El periodismo local es la mejor escuela.

El papel de la mujer en el medio rural, como trabajadoras y periodistas o colaboradoras.

Las mujeres lo tenemos complicado en todas partes, pero en el medio rural es un añadido. Siempre explicando que el feminismo no es una pataleta contra el sexo masculino, es sólo el deseo de vivir en una sociedad igualitaria, que ya va tocando. Creo que lo preguntas, no obstante, desde la perspectiva del periodismo y yo, la verdad, casi siempre he estado rodeada de mujeres periodistas en los pueblos y me gusta mucho la sensibilidad que tienen para contar la realidad de la zona rural, con una idiosincrasia muy particular. 

¿Papel, radio, televisión o medio digital?

Radio siempre. El formato sonoro se ha convertido en mi forma de expresión. No concibo mi vida sin cascos ni micrófono.

¿Un medio de comunicación? 

La Cadena SER, que la he mamado de mi madre, pero confieso que ahora cada vez escucho menos radio convencional.

¿Un/a periodista de referencia?

Inevitable pensar en Iñaki Gabilondo por supuestísimo. Pero quisiera mencionar a mujeres como Rosa María Calaf, Almudena Ariza… Ya van tres, perdón.

¿Un personaje de Los Monegros?

Leontxo García. No es monegrino, pero como si lo fuera.

¿Qué momento histórico, suceso o hecho de Los Monegros os gustaría 
haber cubierto?

La Guerra Civil en esta comarca tuvo que ser brutal, pero no me hubiera atrevido nunca a ser corresponsal de conflictos bélicos. Me voy mucho más atrás en el tiempo, pero me hubiera flipado tener una entrevista con alguien como nuestro Miguel Servet.

¿Una noticia importante en Los Monegros? ¿Cuál ha sido?

El gordo de la lotería íntegro en Grañén, el traspaso a manos públicas de La Cartuja, el regreso de los bienes de Sijena…. No me puedo quejar, he vivido unas cuantas.

¿Qué noticia consideras ha sido la más importante para Los Monegros?

Pues hombre, por ejemplo, tener un parque de bomberos en Sariñena era una reivindicación histórica y necesaria, y ahora es una realidad.

¿Una noticia soñada para Los Monegros?


Que llueva, mejoras en las comunicaciones por carretera, empleo de calidad y orgullo de pertenencia de su juventud.

Un lugar de Los Monegros

El Santuario de la Virgen de Magallón en Leciñena viendo al Teatro de Robres representar cualquiera de las obras de la trilogía de Lorca.

Sara Villellas Martínez


Sara Villellas Martínez representa a muchas de las personas que han tenido que desarrollar su carrera profesional fuera de su pueblo. Periodista y locutora de noticias en Aragón Radio, su voz nos ha transmitido la actualidad a través de las ondas aragonesas. Persona brillante, profesional, cercana, toda una comunicadora que reflexiona sobre el periodismo y sobre su papel en el medio rural. Hoy le toca ser noticia.

Soy Sara Villellas Martínez, quinta del 80, y me criaron y educaron en Sariñena hasta los 18 años, cuando me marché a estudiar Periodismo a Madrid, siendo consciente de que ya no regresaría. De mi infancia recuerdo a Sor Felisa en el patio de “las monjas”; la sabiduría de Mariano Baches para enseñarnos de los libros y de la vida (gracias siempre, Mariano); soñar en clase que nos tocaba la lotería para repoblar esos Monegros secos, casi perdidos (cuando todavía se repoblaba con árboles y no con personas); las bajadas en monopatín por la calle Larrosa; jugar a las casetas en Los Cuadrones; nuestra Casa de Juventud; las verbenas en la discoteca; las Peñas…

Elegí periodismo porque es una profesión que te impide dejar de estudiar. Como decían en la Facultad, así sabemos “un poco de todo y mucho de nada”. También me impactaba el poder que tiene la palabra y la necesidad de saber usarla.

A Los Monegros regreso a ver a la familia y a las amistades.


¿Qué es el periodismo? En general y desde el medio rural, sus dificultades.

En la actualidad desconozco dónde queda el periodismo. Probablemente hay resquicios del mismo en los pequeños medios de comunicación, donde la información va directamente de la fuente al público. Y algunos atisbos de periodismo de investigación. Lo demás, desde mi punto de vista, se ha convertido en información “de carril”, de rueda de prensa, con textos copiados de gabinetes de comunicación y un lenguaje alejado de la realidad y de lo que a la ciudadanía podría interesarle. Y en cuanto al periodismo en el medio rural, su dificultad supongo que reside en su propia supervivencia. Si no hay medios económicos detrás es difícil mantenerlo, los salarios son precarios, las funciones de los periodistas en el medio rural se multiplican, algunos son locutores, comerciales, fotógrafos, cámaras de video, expertos en redes sociales… el “periodista orquesta”.

El papel de la mujer en el medio rural, como trabajadoras y periodistas o colaboradoras.


Siendo una profesión en la que la mayoría de trabajadoras son mujeres, también en el medio rural, se suele dar más visibilidad a los hombres. Por eso, gracias por la visibilidad y por estas líneas. Creo que una profesión sin horarios ni calendarios como ésta ya es bastante difícil de llevar, como para hacerlo sin medios, en el medio rural, con dificultades para conciliar y con escaso margen para ocupar puestos de responsabilidad.


¿Papel, radio, televisión o medio digital?

He probado todo menos televisión, porque no me gusta que se me vea ni que se me reconozca. Con 19 años las ondas me engancharon y ahí sigo. La radio siempre está ahí. Siempre. Para informar de cualquier noticia en el mismo instante en el que ocurre, para acompañar en todo momento, para entretener, escuchar música, y ahora mucho más especializada a través de podcast.

¿Un medio de comunicación? Un/a periodista de referencia?

Os Monegros me parece un gran medio de comunicación por varias palabras que me parecen clave: memoria, no olvidar y rostros en femenino. 

Periodistas de referencia: Ángels Barceló y Maruja Torres. La Mirada de Maruja me parece simplemente genial.


¿Un personaje de Los Monegros?

Todas las mujeres que durante décadas han trabajado fuera y dentro de casa, lo mismo en la agricultura, que en la ganadería, que criando a los hijos, que cuidando a padres, suegros, tíos, sin remuneración, sin que fuera considerado “trabajo” y sin que se les reconociera su esfuerzo. Y todas aquellas que no pudieron tener el futuro que habían elegido porque les obligaron a “quedarse en casa”.

¿Qué momento histórico, suceso o hecho de Los Monegros os gustaría  haber cubierto?


Quizá el proceso del inicio de la vida en los pueblos de colonización. Contar las historias de quienes empezaron una nueva vida en una zona como Monegros, sobre todo en los inicios, cuando no tenían ni los servicios más básicos.

¿Una noticia importante en Los Monegros? ¿Cuál ha sido?


Supongo que “el agua”, el regadío, que cambió sustancialmente la cultura agraria de la zona. Siempre he creído que su tardanza tuvo un impacto no sólo económico, sino social y cultural, si se compara con otras zonas que se desarrollaron antes.

¿Una noticia soñada para Los Monegros?


Quizá una buena noticia sería que, siendo un territorio del que sale tanta materia prima, los productos  agrarios y ganaderos se procesaran y comercializaran desde allí. Poco valor añadido dejamos en la tierra si todo se importa bruto, sin elaborar.

Aunque, para dar que hablar, a veces sueño con que los vecinos de mi pueblo se olvidan de las cuatro ruedas y van andando al colegio, a por el pan o a por tabaco. Me gustaría beber agua del grifo los 365 días sin sustos. Y respirar otro aire. Me gustaría ver más verde, menos árboles podados como para leña y menos asfalto. Diría que a veces nos empeñamos en copiar las desventajas de las ciudades.


Un lugar de Los Monegros

El Castillo Cuadrado de San Lorenzo del Flumen. Por apego.

Luis Buil Espada


Luis Buil Espada tuvo una vida intensa, viviendo en su juventud, con veinte años, la guerra civil española, lo que le llevó al exilio, la segunda guerra mundial y el antifranquismo. Todas aquellas vivencias quedaron recogidas en su libro “Toda la vida en guerra de un pacifista» (Autor Luis Buil Espada Editor Josep Maria Borés, 1991 N.º de páginas). Un libro muy desconocido y muy complicado de encontrar y que, gracias a su hija Elisa Buil Torres, ya está disponible en la biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses. Así, el presente artículo se basa, principalmente, en su obra autobiográfica, aportando breves notas de documentos, bibliografía consultada y testimonios familiares.

Sariñenense, Luis Buil Espada nació el 8 de octubre de 1916. Su padre era ferroviario, encendedor de máquinas y trabajaba en la estación ferroviaria de Sariñena. Estudió en las Carmelitas y en la escuela nacional hasta los 14 años. Debió de ser buen estudiante, pues, tal y como relata, el cura nunca le pegó “Un día a la semana nos hacían ir a la iglesia para enseñarnos la doctrina. El cura tenía una caña muy larga con la que pegaba muy fuerte en la cabeza”.

Luis vivía una vida normal, la de un chico de su edad, jugando en la calle o aprendiendo solo a nadar en el río. Aunque no pudo continuar estudiando, su familia no se lo pudo permitir y, tras acabar la escuela, trabajó de botones para el Banco de Aragón. Allí comenzó a coger conciencia, sintiéndose explotado “y sin posibilidad de defensa”. Así, a los dos años, abandonó el Banco Aragón y junto a su familia abrieron una tienda de ultramarinos, con su madre, “También vendíamos carbón y patatas de siembra”.     

Cuando se fundó la UGT, Luis se afilió con numero de carnet nº 7, la sede se encontraba en el café Romea. Luego ingresó en las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas).

Con la sublevación militar del 36, (La guerra civil en Sariñena), Luis recuerda cómo se formó el comité de Sariñena al día siguiente: “El 19-7-36 se formó el Comité del pueblo formado por socialistas, comunistas, izquierda republicana, unión republicana (de derechas) y anarquistas. Cortaron las carreteras con árboles y guardia armada. Por las noches los veía patrullar, pero la guardia civil también patrullaba.” En su relato va narrando el desarme de la guardia civil de Sariñena (La Guerra civil en Sariñena), como salió voluntario a los primeros enfrentamientos en Lanaja y Alcubierre, como fueron protegidas las hermanas carmelitas de Sariñena y el párroco Don Pedro y la defensa de los encarcelados para que no fuesen fusilados.  

Luis Buil en en centro con la camisa abierta durante la guerra.

Al final, Luis acabó en el ejército popular como militar y para ello ingresó en la escuela militar de Sarriá. Después fue destinado a la 26 División de Durruti y recorrió diferentes escenarios del frente de Aragón. Más tarde acabó en la escuela de guerra de Porta Coeli, de donde salió con el grado de teniente para ser destinado al ejército del Ebro, participando en la batalla del Ebro, la posterior batalla de Cataluña y su exilio a Francia.

Cinco años y medio permaneció en Francia, estuvo internado en San Cyprien, donde coincidió con el también sariñenense Juan Basols. También estuvo en Barcarés, Argeles sur Mer, en una compañía de trabajadores, en el campo disciplinario de Egletons, trabajó en una fábrica de carburos… Numerosas odiseas salvándose constantemente de los alemanes.

Don Luis Buil Espada, teniente republicano y resistente antifranquista, evocaba así a los brigadistas internacionales que conoció en el campo de concentración de Argelers (PO): «Su solidez de carácter, las barracas más ordenadas y curiosas de todo el campo, aquel espíritu de resistencia antifascista, de solidaridad en la miseria, de abnegación en la adversidad, de dedicación sin condiciones a un ideal de libertad y democracia, los brigadistas eran un ejemplo a seguir, a imitar para nosotros, republicanos también y comunistas, porque haciendo honor a nuestra condición de es-pañoles, en ocasiones teníamos cosas anarquistas».

Las Brigadas Internacionales: Nuevas perspectivas en la historia de la Guerra Civil y el Exilio editado por Josep Sánchez Cervelló, Sebastián Agudo.

En junio 1944 regresó a España, con pasaporte legal, aunque tan solo cruzar la frontera fue encarcelado en el castillo de Figueras, trasladado, al poco, a la Modelo de Barcelona y a la cárcel de Huesca

Pronto consiguió ser liberado y regresó a Sariñena, donde creó el PCE junto a unos 11 o 12 militantes y después la Unión Nacional Española (UNE). Fue, por aquellos tiempos, cuando se produjo la ocupación de Capdesaso por parte de los maquis:

“Los «maquis» seguían viniendo. Un día ocuparon el pueblo de Capdesaso (el del buzón) hablando con el alcalde Sr. Paul. No pasó nada aparte de comprar comida que pagaron. Mas adelante les informaré de ese asunto y como se realizaba posteriormente el suministro. Entre tanto realicé un viaje a Huesca acompañado de Juan Basols el maestro del campo de concentración de Francia, que había sido responsable de las JSU antes de la guerra. Su familia era de derechas, como la mía, pero más. Conocía algunos socialistas de la capital, pero no quisieron saber nada. Nos volvimos con la propagan da.”

Con 28 años realizó el servicio militar, en 1944, y en un permiso fue detenido junto con 11 personas en Sariñena “Junto con otros 140 de Huesca estuvo encarcelado muchos meses” (http://www.memoriadelasmigracionesdearagon.com/). Trasladado a la cárcel de Huesca coincidió con el médico Pedro Cascales.

“Me llevaron a una sala (del ayuntamiento) donde había unos 11 o 12 amigos, entre ellos el primo muy joven de un amigo mío de la CNT al que habían pegado unas bofetadas porque no habían encontrado a su primo y les taha dicho que no sabía dónde estaba. Tampoco encontraron al que vivía enfrente de mi casa ni al que estaba en la esquina (o sea los tres de la CNT) después supe que habían tenido un chivatazo de un miembro de las fuerzas que nos detuvieron.”

Al final salieron en libertad y Luis regresó a continuar el servicio militar a Pontoneros. A partir de 1945 fue corresponsal de «radio Pirenaica» bajo los seudónimos de «Julio Romero» y «Alcanadre» y en 1963 se traslada a Cataluña estableciéndose en la Seo de Urgell, en 1965 en Guisona y en 1967 en Solsona donde acabó viviendo definitivamente. Nunca abandonó su conciencia y compromiso, manteniendo su actividad política.

«A Luis Buil lo conocí por casualidad y en poco tiempo nos convertimos en buenos amigos disfrutado de paseos y café juntos. Su experiencia vital me entusiasma y el haber vivido un momento único y tan importante para nuestro país lo hacía doblemente interesante.»

Paloma Hernández Sánchez.

«Toda la vida en guerra de un pacifista» Autor Luis Buil Espada Editor  Josep Maria Borés, 1991.

Luis recogió sus memorias en su libro biográfico, fue algo para familiares y amigos, sin registrar y los iba regalando. Solía venir de vez en cuando a Sariñena sin olvidar visitar a sus amigos. Falleció en Solsona en el 2009. Su memoria es parte de la historia de Sariñena, que vuelve a resurgir gracias al gran trabajo de las bibliotecarias del IEA, de Ana oliva Mora y Ester Puyol, y a su digitalización por parte del Instituto de Estudios Altoaragoneses. Una obra disponible online en la biblioteca del IEA para todo el que quiera adentrase en las memorias de Toda la vida en guerra de un pacifista. Gracias también a la biblioteca publica de Sariñena y a su bibliotecaria Luisa Casañola Andrés por conseguir el libro físico, para su consulta, de la biblioteca Carles Morató de Solsona a través de la red de préstamo interbibliotecario.

Luis Buil y su esposa Elisa Torres del Valle.

Gracias a su hija Elisa Buil Torres y a su nieta Carmen Buil.