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Sariñena, Villa plena


A la vera del Alcanadre, apareces posada, Sariñena, sobre tus terrazas fluviales, contemplando el río que te dio la vida y en el regazo en que te brinda la rica vega del Alcanadre. Transcurres Alcanadre, fluyendo, entre badinas y ripas, entre huertas y riberas, de álamos y chopos y ruinas de tiempos remotos y una fértil huerta que se extiende entre rabiosos secanos que los tiempos transformaron en extensos regadíos, de aguas traídas de los mismos Pirineos, aquellos montes que tan alteros contemplamos desde el llano, tras la sierra de Guara.

Sariñena prehistórica

Antiguas poblaciones en ti se asentaron al igual que por todos Los Monegros, territorio que, en palabras del arqueólogo Hugo Chautón Pérez, conserva una riqueza arqueológica inusual y poco frecuente en otras regiones «Contando con todo el abanico cronológico desde la Prehistoria».

Remontándonos a tu prehistoria, la edad de piedra esta nos lleva tu hijo, el arqueólogo e historiador Antonio Beltrán Martínez (Sariñena, 6 de abril de 1916-Zaragoza, 29 de abril de 2006), quien estudió el yacimiento del Saso de Miranda hallando unas hachas del neolítico, aunque poco valor le concede a tal descubrimiento: «Escaso valor tienen los hallazgos, sueltos y en superficie, de hachas pulimentadas, como las halladas por nosotros en el «Saso de Miranda», de Sariñena» (Beltrán Martínez, Antonio. Las investigaciones arqueológicas en Aragón).

Sin embargo, Antonio Beltrán Martínez, en sus investigaciones arqueológicas en Aragón, recogía la noticia más antigua de la historiografía arqueológica española, correspondiente a Aragón, la cita del cronista regnícola Pedro Antonio Beuter hallada en Sariñena: «Poco debajo de tierra gran multitud de huesos grandes y de armas hechas de pedernal, a manera de medias espadas, y muchas calaveras atravesadas de aquellas piedras, como hierros de lanzas y saetas». Una noticia de la que dice no ha podido ser completada «Por hallazgos en esta comarca sariñenense de la orilla derecha del Isuela». La cita corresponde a la Crónica general de España y especialmente del reyno de Valencia, publicada en 1538 por Pedro Antonio Beuter, cuyo hallazgo corresponde al año 1534 en el entorno de la actual Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, aunque erra Cariñena por Sariñena.

El relato se enmarca de una batalla mencionada por Pedro Antonio Beuter:

«…Y allí passo Helvio hasta el real de Marco Porcio Caton donde estaba sobre Ampurias. Y como ya la tierra estuviese medio pacificada pues no eran tanto menester aquellas compañías, mando Caton que se bolviessen a Portugal, y Helvio pasase a Roma, donde fue recibido con ovación, quera una honra muy grande, mas menor que el triunpho. Truxo al thesoro catorze mil y setecientas y treynta y dos libras(de peso) de plata sin marcar que no era apurada del todo… De la moneda de Huesca truxo ciento y veynte mil, quatrocientos y treynta y ocho oscenses, como dize Livio. Por esta moneda oscense parece que la villa Iliturgi destryda, que tan rica estava, no devía de estar muy lejos de Huesca, especialmente que agora, en el año del señor MDXXXIIII, cerca de Fuentes a media legua de Çariñena en Aragón. donde está un monesterio de Cathuxos, se ha hallado en un campo lleno de montones de tierra, cavando por otra ocasión, que estava poco debaxo de tierra gran multitud de huesos grandes, y de armas hechas de pedernales a manera de hierros de saetas y de lanças, y como cuchillos a manera de medias espadas, y muchas calaveras atravesadas de aquellas piedras como hierros de lanças, y de saetas, por lo cual parecía que de aquello devieran morir aquellos hombres. Y allí pudo ser que en aquel lugar devio se aquella pelea, y cerca deallí devía estar la villa Iliturgis…«

Regresando al neolítico, tu también hijo, con el matiz de hijo adoptivo, Arturo Morera Corull (Monzón, 1921 – Barcelona, 17 de febrero del 2018) cita el yacimiento de la Celadilla que debe responder a dicha época. La misma Celadilla donde Martín Blecua Vitales encuentra algunas hachas, fragmentos de cerámica y restos de utensilios.

En la edad de los metales, los yacimientos que aparecen nos llevan a la Edad del Bronce, en la loma del campo de tiro, cerca de tu ermita de Santiago, dicen corresponder a 2250-1900 a. C. Es allí donde el arqueólogo J. L. Maya realiza, en 1979, prospecciones encontrando «Cerámica hecha amano del periodo del bronce Medio», tal y como recoge Arturo Morera Corull.

También son nombrados los yacimientos en la misma ubicación de la ermita románica de Santiago o el yacimiento del Carcelario, por la partida de Mataliebres, del final del bronce. poblado desaparecido con la romanización. Sin olvidar el yacimiento de las Negras, próximo al actual núcleo de la Cartuja de Monegros: «Con materiales propios de un momento hallstático«, periodo primero de la edad del hierro, que cita Arturo Morersa Corull en su obra «Salvador Sarinianus». Poblados del bronce y del hierro que se fueron estableciendo principalmente en el margen derecho del Alcanadre.

Sariñena Íbera e Ilergeta

Hay quien dice que fuiste ibera, al menos tu topónimo en raíz «Saragnena»que se apunta pueda significar, de acuerdo con Bienvenido Mascaray, La que tiene más cantidad de tierras de cultivo de panizo. Panizo, nombre que daban al mijo y que así luego llamaron al maíz por su gran parecido, de hecho, al Alcanadre se le llamaba, a modo de mote, “Mata panizos”.

Concretamenta, hay quien dice que respondiste a la antigua población ilergeta de «Succosa», descrita en la “Geographia de Ptolomeo del siglo II y citada por Madoz en 1845: “Probablemente viene significada bajo este ant. nombre en las tablas de Ptolomeo, como población ilergeta la actual Sariñena”.

Arturo Morera Corull recoge un poblado ibero en tu anteriormente citada partida de Mataliebres, poblado sobre un sustrato hallstático.

Sariñena Romana

-¿Ibera Sariñena?- responde Fran Giral -Yo me decantaría más por un núcleo romano… alguna Villa. Aunque muy probablemente tuviese algún yacimiento inicial-. Arturo Morera sí que te sintió romana «Sarinianus». La más que probable Sariñena Villa romana, «Sariniana» constituida tras Caesaraugusta hacia el año 15 a.C en plena expansión de las explotaciones agrarias romanas que se llevaron a cabo hasta el siglo I a.C. Establecida en el margen derecho del río Alcanadre, como muchas otras poblaciones, aunque, con la romanización, también se produjeron numerosos asentamientos en el margen izquierdo. Arturo Morera te dio origen de nombre romano de persona «Sarinianus», en línea con Antonio Ubieto Arteta «Sarinius» o «Sarinianus». ¡Cuánto te quiso Arturo, Sariñena, cuánto te quiso!

Dicen que, además del Alcanadre, por tus inmediaciones transcurría la vía romana XXXII de Caesaragusta a Tarracone, pasando por «Oscam-empalme» e «Ilerdam-empalme». En esta dirección se manifiesta Fran Giral «En esta misma zona sur de nuestra área de estudio G. Arias remarca la posibilidad de la existencia de otra vía que transcurría por esta zona, la vía 32, de Caesaragusta a Tarracone pasando por “Oscam-empalme” e “Ilerdam empalme” […]. Un tramo de la vía pasaría por las inmediaciones de Sariñena, Sena y Villanueva de Sigena, para luego descender hacia Peñalba y unir directamente Tarraco y Caesaraugusta sin pasar por Ilerda ni Osca mediante una sucesión de empalmes» (Giral Royo, Francesc. Introducción al poblamiento de época romana en Los Monegros).

Vía romana ramal del camino de los Fierros, que partía del actual Candasnos a Osca (Huesca) pasando por Sariñena. Proyecto Itiner-e.

También hay quien sostiene que tu nombre deriva del término latino «Sariffa, Sariffae», que significa Lanza: “Esta, armada en figura pequeña, y puesta en una Vallesta, obstenta dicha Villa por Blasones, con los que explica el título que la dieron sus primeros Moradodes, y la destreza que tuvieron en el manejo de las Armas, acreditándose con ellas de esforzados, valerosos, fuertes y Guerreros”. Aunque no es «sariffa» sino «sarisa» o «sarissa» y tampoco es una palabra latina de origen, sino un préstamo del griego «σάρισα» o «σάρισσα» (de etimología incierta) que designa un tipo particular de lanza, jabalina o pica usada por el ejército macedonio mientras que los romanos usaban otros tipos de lanzas, llamadas «hasta» o «pilum» dependiendo de su longitud y utilidad.

Sariñena musulmana

Hay quien dice que fuiste musulmana, aunque presumes de ser fundada de celtiberos, cuando menos romanos y puédese conjeturar la nombrarían los moros «Sarracena», que se corrompió en Sariñena.

Sariñena y el Reino de Aragón

En la segunda mitad del siglo XI comienza la expansión de los principados pirenaicos frente a las taifas del valle del Ebro. A pesar de la inestabilidad entre ambos territorios, es a partir de 1083 cuando Sancho Ramírez inicia su expansión hacia Ayerbe y Graus, estableciendo al poco el castillo de Montearagón, concluido en 1089, amenazando la madina de Huesca (Laliena Corbera, Carlos. Regis Fevales: La distribución de honores y dominios durante la conquista de Huesca, 1083-1104).

Al norte de Sariñena se encontraban aldeas musulmanas como los lugares de huerto y Ballerías (CDPI. n.º 2 (1083): Huerto y Ballerías entran en el intercambio realizado entre el infante Pedro y su hermano Fernando. CDPI: Colección Diplomática de Pedro I de Aragón y Navarra. Zaragoza, 1951. Unieto Arteta, A.).

El 5 de mayo de 1093, la “Iglesia de Sariñena con sus mezquitas” es incorporada en donación a la abadía de Montearagón, en virtud de documentos del rey Sancho Ramírez. Igualmente lo recoge Carlos Laliena Corbera «Las iglesias y mezquitas de Sariñena con los correspondientes alhobces y los diezmos de todas las almunias que hay en sus términos«.

Alhobce: Heredades y rentas.
Diezmo:  Tributo del diez por ciento que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey o la iglesia.

Escudo de armas de Sariñena.

Huesca es tomada en 1096, entrando Pedro I victorioso en la ciudad el 27 de noviembre de 1096 tras la batalla del llano del Alcoraz. A partir de entonces comienza su expansión al sur, en palabras de Carlos Laliena Corbera, «Con ello, la zona meridional del distrito (Distrito de Huesca) hasta las desérticas tierras monegrinas se incorporó a los dominios aragoneses».

Es entonces cuando en ti se cita la Almunia de Illa Reginajunto a Sariñena”, en 1096, con la torre que allí había y sus términos y que, igualmente, en 1096 fueron donados al monasterio de Montearagón (Fol. 39. Donación de la Almunia de la Reina, junto a Sariñena, por el rey don Pedro. Año 1096. Noticia del libro verde del archivo del monasterio de Montearagón).

  • Aparición: [1103, 10]. [10] Antonio UBIETO ARTETA, «Colección diplomática de Pedro I de Aragón y Navarra» (Zaragoza 1951). (1972). (Idea Aragón).
  • T. Aragonesa Medieval Ubicaci´0n: ALMUNIA DE ILLA REGINA. Almunia, cerca de Sariñena (desaparecido), p.j. Sariñena, HU (1103, 10)     (Ubieto (1972): A. Ubieto Arteta, Toponimia Aragonesa Medieval). (Idea Aragón).

«Almunia» solía referirse a un huerto o granja y por extensión una finca campestre o casa de campo. Ubieto cita la donación en enero de 1100: «Pedro I dona a Montearagón la Almunia de la Reina situada junto a Sariñena y una torre».

El término almunia deriva del término árabe hispano almúnya (huerto o granja) y este a su vez del árabe clásico munyah (deseo), con la incorporación del artículo determinado (al-munyah).​Originalmente, designaba a un huerto o a una granja y por extensión a una finca campestre o casa de campo, rodeada de jardines y de tierras de labor buenas para el cultivo. Las fuentes escritas dan a entender que en al Ándalus las almunias podían compaginar una doble vertiente, en mayor o menor grado: eran núcleos de producción agrícola de extensión considerable, pero también finca de recreo en manos de linajes aristocráticos que servía de residencia ocasional.  

Con la expansión militar, en 1100 las tropas de Pedro I llegan a ti, «Saragnena», hay quien dice que fuiste «reconquistada» y tal vez en una primera ocasión conquistada por la expansión feudal tras la toma de Barbastro. Es entonces cuando suena por primera vez tu nombre, que recoge Antonio Ubieto Arteta, de aquel enero de 1100, como «Saragena» (Ubieto Arteta, Colección diplomática de Pedro I, n°. 79, p. 322). A partir de entonces son variadas las versiones que ofrece tu nombre, como las recogidas por Antonio Duran Gudiol en «Colección diplomática de la catedral de Huesca» I (Zaragoza 1965), de la ya mencionada Saragena, referenciada en 1093, a las siguientes formas: Saragnena, Saraiena, Saranena, Sarangena, Sarangenna, Sarannena, Sarannyna, Saranyena, Saranynana, Saraynena, Sarinnana y Sarinyena.

Sarinyena, Sarinnana, Saranynana, Saranyena, Sarannyna, Saragena, Saranena, Sarangenna, Saraynena, Saraiena, Saragnena, Sarannena y Sarannyena.

Ricardo del Arco cita en mayo del año 1102, cuando el rey Pedro I se dispone a fortificar los llanos de Sariñena y dona a Galindo Dat «Unas casas en esta villa, que habían pertenecido a un moro, a condición de tenerlas a salvo y mantener en ellas un peón cristiano armado». Para Ricardo del Arco «Ello supone que Sariñena estaba en poder del monarca, conquistada en una expansión de la toma de Barbastro. En enero del año siguiente donó al monasterio de Montearagón la almunia de la Reina, sita cerca de Sariñena».

Desde entonces, de noviembre de 1101 a abril de 1105, quedas en tenencia de Fortún Sánchez, siendo la propiedad de la tierra de realengo.

Tenente era el responsable de la tenencia feudal correspondiente a una villa o región, designado por el rey o señor durante la Edad Media en los reinos cristianos de la península ibérica. La tenencia no daba derecho de propiedad y era temporal.

Las Tenencias.- Al frente de cada una de ellas estaba un Tenente. El castillo y el territorio que dominaba se llamaba «honor». Funcionó durante los siglos XII y XIII (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

Realengo en el Reino de Aragón se refiere a los territorios que pertenecían directamente a la corona y estaban bajo la administración del monarca.

En enero 1103, por gracia de Pedro I, la Almunia de la Reina, cerca de ti, Sariñena, es de nuevo donada al monasterio de Montearagón estando bajo su jurisdicción en el siglo XII, proveyendo las rectorías, capellanías y beneficios. La misma es citada en los privilegios dados al monasterio de Montearagón por el rey Juan I, dado en Zaragoza, a 18 de agosto de 1391, junto a otros lugares de pertenencia al monasterio (Arco del, Ricardo. El Monasterio de Montearagón).

«El Rey Do Alonso continuado la guerra q hazia a los Moros de Çaragoça tornó a fer ayudado délos muchos caualleros Fraceses, q eran Rotro code de Alperche, y Guillé code de Puytiers y los codes de Comenge, y Bigorra, y Don Gasto vizcóde de Bearne, y otros cavalleros seglares y esclesiasticos, sin las muchas gentes de sus reynos de Návarra y Aragón, siendo uno dellos Don Guillen Gaston Obispo de Pamplona, que có muchos navarros acudió a la guerra de los Moros, por Mayo del año de mil y
ciento y diez y ocho. Poniendo assidio sobre Almudebar que muy fuerte estava, fue ganada por fuerça, por lo qual siedo grande el espato de los Moros de Sariñena, Salce, Robres, Çuera y Guerra, desamparando sus tierras y fortalezas, fueron ganadas de Christianos»

Los XL libros d’el compendio historial de las chronicas y vniuersal historia de todos los reynos de España / compuestos por Esteuan de Garibây y Çamálloa, 1571.

También se dice, por un tal Lanuza, que Alfonso I te tuvo que recuperar y repoblar nuevamente en 1132: “Conquístasela el esforzado Rey don Alfonso Primero de Aragón, Séptimo de Castilla, año mil ciento y treinta y dos, mandándola poblar nuevamente”. Hecho igualmente mencionado por Ricardo del Arco «Pero la villa se debió de perder, por cuanto en 1132 Alfonso I la reconquistó» (Escudos heráldicos de ciudades y villas de Aragón).

El mismo Alfonso I que, el 4 de septiembre de 1134, vio a bien ratificar en ti su primer testamento de Bayona poco antes de morir en Poleñino tras ser herido de muerte en Fraga: «Otorgo el testamento en el mes de septiembre, martes, en que se celebraba la fiesta de la Natividad de nuestra Señora en el Lugar de Sariñena. La fecha dice: Die Martis ante Navitatem Santa María» (Antiguedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes, en la Coronica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, en Historias, cronicones, y otros instrumentos manuscritos, que hasta aora no han visto la luz publica : Parte segunda / compuesta por el R. P. M. Fr. Francisco de Berganza, predicador general de la religion de San Benito. 1721).

Pedro Rodríguez Campomanes cita que el testamento fue otorgado en el castillo de Sariñena «…el último testamento del citado Rey Don Alonso el Batallador, no tuvo efecto en el uno, ni otro Reyno, porque en el último Testamento, que otorgón en el expresado Castillo de Sariñena, en el mes de Septiembre día Martes de la Natividad de nuestra Señora en la Era de MCLXXII, año de Christo 1134, no hizo mención de los expresados legados…» (Dissertaciones historicas del Orden, y Cavalleria de los Templario. DonPedro Rodríguez Campomanes, 1747).

Escudo casa Ballarinas, donde Alfonso XII ratifico su testamento. Fotografía de 1970 de José Cardús. El escudo presenta una iglesia ante monte sobre el que se asoma un brazo que blande una posible espada, y en la siniestra aparece un animal (león, perro o lobo rampante). Los lambrequines son de tornapuntas y motivos vegetales, hay dos tenentes laterales, posee cimera de infanzón y una cartela inferior con una inscripción, practicamente desaparecida, donde se lee la fecha de 1720.

En 1160 se te concede «Saranyena» título de Villa, cuando Lope Sanz de Foces es nombrado tenente o Señor de la villa desde abril de 1160 a 1164, tras haber sido recuperada, de nuevo, por Ramón Berenguer IV.

Ya es en octubre de 1170 cuando, por parte de Alfonso II, se te otorga Carta de Población, concediendo a tus habitantes los términos de Sariñena, los fueros de Zaragoza, «carta a los pobladores de Sariñena, que estaría poco poblada. Les concedió los buenos fueros de Zaragoza y libertad de lezda y peaje«, de acuerdo con Ricardo del Arco, y facultad para practicar acequias de los ríos Alcanadre e Isuela. Acequias de Valdera y del Molino, más la de Albalate y la derivación de la Acequieta. Hay quien dice que puedan remontarse a tu fundación, Sariñena, Villa romana o a época musulmana tus acequias, brazales y huertas.

«Similiter dono et concedo vobis quod faciatis azequias quantas plur potueritis in Alcanatre et in Isola, et totam ipsam terram quam potueritis rigare de istas azequias infra predictis terminis qui unquam non fuerint rigatas de azequia et vos potueritis rigare de istas azequias infra predictis terminis qui unquam non fuerint rigatas de azequia et vos potueritis rigare, habeatis et possideatis eas in perpetuum ad vestram propriam hereditatem pro facere vestras voluntates»

Extracto de la Carta de Población de Sariñena, 1170.

Gracias a tus acequias fuiste fértil huerta, batán y molinos. Así mismo, tu Carta de Población cedía a tus colonos las tierras susceptibles de ser regadas por dichas acequias «que hasta el momento no hubieran sido objeto de explotación, esto es, las tierras sin roturar, aptas para el cultivo». A su vez la carta señala tus términos municipales y de esta forma, recoge Victoria Sandoval Parra, se faculta para repoblarlas: «El fuero expresaba una excitación al advenimiento de repobladores, a quienes se facultaba para la ocupación de tierras incultas y su conversión en zonas cosechables de regadío. A su vez, la carta de población concedía a sus habitantes la posesión in perpetuum de tales terrenos trabajados, lo que implicaba un refuerzo de la tenencia usufructuaria en el sentido de la incorporación del derecho de transmisión hereditaria» (Sandoval Parra, Victoria. Derecho Medieval de aguas).

Al poco se te conceden los Privilegios de Población, privilegios posteriormente confirmados por el Rey Alfonso V en Fraga el 20 de octubre de 1418 y por Doña Juana y su hijo Don Carlos en Zaragoza el 15 de enero de 1519. Unos privilegios que fueron recogidos en un documento de Casa de Ganaderos de Zaragoza (Pastos ES/FCG – Caja 25_Ligamen 4_39):

«… en el año pasado de 1170, se dignó el señor Don Alonso el segundo de Aragón, conceder a todos los hombres de Sariñena, que entonces allí estaban, o que en adelante fueran a poblar, por el deseo de que allí poblasen, y habitasen todos los términos de Sariñena, desiertos y poblados con todos sus montes y pastos, aguas, selvas y sotos, con todas sus entradas y salidas y pertenencias, de modo que mejor lo hubiesen tenido en tiempo de os sarracenos, o de los cristianos, o de modo alguno debían tener, para que todo esto lo poseyesen enteramente, lo trabajasen y llenasen aquellos y su descendencia para propia herencia suya, y para que hiciesen de ello en todo el tiempo a su propia voluntad. Les concede así mismo aquellos fueros de Zaragoza buenos y no malos, y que no diesen ni hiciesen a hombre alguno causa alguna sino las Decimas y Primicias a Dios, ni diesen lezda ni peaje en toda su tierra. Especificando y confrontando todos y cada uno de los términos y linderos que son los mismos que en el día constan y disfrutan, les concedió igualmente el derecho a hacer acequias y cortar leña en todos los términos y selvas y repitiendo las mismas gracias con las clausulas de la mayor firmeza les adjudicó y concedió el expresado Don. y población para que lo hubiesen y poseyesen todo franco y libre y entero para heredar propia suya, y para que hicieren todo lo que quisieren aquellos sus hijos, y toda su descendencia y posterioridad todos los siglos, salva siempre la fidelidad de dicho señor Rey Don Alfonso y sus sucesores…»

Desde octubre de 1174 a 1181 es de ti tenente Portolés y finalmente Gimeno de Artusella, desde agosto de 1192 hasta enero de 1193. Luego te es tenente Atón de Foces (Cfr. Miret, Itinerario de Pedro II, p. 274) hasta 1204, cuando Ubieto Artieta supone dura el realengo de tus tierras, por lo menos, ya que figuran los tenentes hasta esta fecha de 1204, desde tu «conquista» en noviembre de 1101 (Ubieto Arteta, Antonio. Los tenentes, p. 160).

Durante los siglos XI y XII los tenentes habían sido la figura de autoridad local, hasta al poco de entrar el siglo XIII. Aunque, para Agustín Ubieto Arteta los municipios buscaron la plena autonomía jurisdiccional y político-administrativa mediante concejos o asambleas vecinales regidas por un juez, luego aparecieron figuras como los consejos o cabildos.

En el siglo XIII, de acuerdo con Zurita, el reino de Aragón se divide en cinco regiones que se llamaban Juntas, que eran las de Zaragoza, Huesca, Sobrarbe, Ejea y Tarazona. Cada junta tenía un gobernador llamado Sobrejuntero cuya función: «Tenía principal cargo de preservar la tierra de la mala gente que con ella había; castigábanse con gran ejecución los delincuentes» (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

Francisco de Cárdenas cita Sariñena como una de las localidades donde había junta «Habia estas juntas en Zaragoza, Alcañiz, Montalvan, Huesca, Jaca y Sariñena».

Los sobrejunteros eran unos oficiales instituidos por el rey para convocar y dirigir las juntas ó asociaciones que formaban los vecinos de ciertos pueblos para la persecución de malhechores. Habia estas juntas en Zara goza, Alcañiz, Montalvan, Huesca, Jaca y Saríñena. Los sobrejunteros tenían sus tenientes distribuidos por los pueblos y sus notarios. Eran meros ejecutores de las sentencias civiles y criminales y de las providencias del rey (Ensayo sobre la historia de la propiedad territorial en España (1873-1875). Francisco de Cárdenas).  

A su vez también aparecieron las Juntas y las Justicias:

 Justicias.- Constituyen una imposición popular ante la autoridad regia. En principio se organizan en «Juntas» al mando de un juntero, luego el territorio que dominan es el merinado. A partir del siglo XIII todos dependían del Justicia de Aragón (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

El día 3 de noviembre de 1227, eres, Villa de Sariñena, donada al Real Monasterio de Sigena, con motivo de la estancia en Zaragoza de Jaime I de Aragón y así consta en sus documentos: «El día 3 de noviembre de 1227, estando en Zaragoza, el rey Jaime I de Aragón dio el castillo y villa de Sariñena al monasterio de Sijena» (Ubieto Arteta, Antonio. Documentos de Sigena, n°. 117; Huici- Cabanes, Documentos de Jaime 1, n°. 97).

El Real Monasterio de Santa María de Sijena de religiosas monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén es fundado el 23 de abril de 1188. Su establecimiento ejerció una importante influencia en la vida económica, social y religiosa de los Monegros, gracias, de acuerdo con Dara «fundamentalmente, a las importantes donaciones de los reyes». Así, continúa Dara «establecerá mercados semanales que han llegado a nuestros días, repartirá lotes de tierras, llevará a cabo una importante labor de repoblación mediante la atracción de nuevos habitantes y fundará auténticas villas de señorío, entre otras decisiones vitales».

El 6 de marzo de 1262 tienes un pleito, Sariñena, con tus aldeas sobre el pago de algunos tributos (Sinués, n°. 1610).

No obstante, Antonio Ubieto Arteta cita que en 1279 aún perteneces a Montearagón al igual que tu iglesia (Rius, Rationes, p. 5), a pesar de haber sido donada al Real Monasterio de Sigena.

Así figuras, perteneciente al Real Monasterio de Sijena, cuando el 24 de junio de 1294 Jaime II sentencia a sus fieles hombres de los lugares u Honor del monasterio de Sijena: «Salutaciones y gracias. Como había ordenado que Guiraldo de Muro recogiera y recibiera las rentas y derechos de los lugares y bienes del monasterio, y de los cuales proveyera, según costumbre, al mismo, manda a las predichas gentes que, tanto al colector como a su lugarteniente, den todas las rentas, frutos y derechos del monasterio».

Fidelibus suis hominibus locorum monasterii de Sixena Salutem et gra ciam. Cum nos ordinauerimus / predicto monasterio de sixena que loca et bona dicti monasterii […] per fidelem nostrum Guiraldum de / muro et per […] redditus et jura dicti monasterii colligantur et recipiantur et per eun dem Guiraldum / dicto monasterio prouidatur […] que est feri consuetum a uobis dicimus et mandamus quatenus predictorum […] / […] obseruetis et predicto Guiraldo del muro uel […] loco sui datis […] / […] de omni bus redditibus fructibus et juribus dicti monasterii et hec aliquamtenus non […] / alios uolumus que ad hoc faciendum dictum Guiraldum […] et bona nostra compulsiate debita […] / compellat Datum ut supra [1293, junio, 24. Sariñena].  

ACA, Cancillería, Registros, núm. 98, 205 v.

De misma fecha data el documento por el cual Jaime II, da orden a todos sus fieles oficiales y súbditos en cuestiones de rentas y derechos: «Como había mandado recoger y recibir todas las rentas y derechos de los lugares y bienes del monasterio de Sijena, manda al colector, Guiraldo de Muro, provea a dicho monasterio en sus necesidades, como es costumbre».

Fidelibus suis uniuersis officialis ac subditis suis salutem etc Cum nos mandauimus super […] per nos […] / in monasterio de sixena loca et bona dicti monasterii […] redditus et jura dicti monasterii colligi et recipi per / Guiraldum del muro prouideri in […] dicto monasterio […] consuetum mandauerimus eciam sibi rediti […] / per illos […] aliquam […] dicti mo nasterii reddum […] jura aliquam […] / […].

ACA, Cancillería, Registros, núm. 98, 205 v.  

Figuras en 1295 como «Merinado de Huesca». Merinado respondía a la división geográfico-administrativa medieval con su centro en una ciudad o villa importante, en este caso Huesca, al frente la cual estaba un merino, que era el representante del rey. Al parecer, aquel año continúas apareciendo que tus tierras son de realengo (Codoin, 39, p. 292).

Los Merinados.- El merino tenia como misión administrar el patrimonio real y también alguna función gubernativa judicial y militar. Se encargaba de las cosechas, arrendamientos del suelo, caloñas y cobro del «morabedí» entre otras. Los merinados eran: Barbastro, Calatayud, Daroca, Ejea, Huesca, Jaca, Ribagorza, Sobrarbe, Tarazona, Teruel, Las Valles y Zaragoza. (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

A finales del siglo XIII, San Eufrasio, discípulo del apóstol Santiago funda la ermita románica de Santiago, formando parte de los muchos ramales del camino de Santiago que subían desde el Levante y el Mediterráneo a enlazar con la vía principal hacia Compostela. Hay quien dice que fuiste lugar hospitalario y de alojamiento, también llamado de Sant Jayme, variante de Iago y Santiago, al igual que el puente y camino. Ermitas como la de Santiago, o como las de Santa Ana o San Sebastián suelen marcar presencia de restos arqueológicos, pues estos santos, cuenta Giral, se utilizaban para cristianizar sitios “paganos”.

En la línea de caminos peregrinos, Agustín Ubieto Arteta, «Los caminos peregrinos de Aragón», plantea el Camino de Monegros derivación del Camino de Sant Jaume catalán y que sustituía al camino de san Jaime Fraga-Bujaraloz-Zaragoza (Camino de los Fierros). Su planteamiento es el siguiente: «Atraviesa por esta natural e histórica comarca oscense-zaragozana, de la que se le ha dado el nombre. Es una derivación del Camino de Sant Jaume catalán que, arrancando en Fraga llega hasta Zaragoza sin pasar por Bujaraloz sino por Sariñena y Leciñena tras atravesar los altos de Alcubierre. Constituye una alternativa natural pues la distancia por ambas rutas es semejante y la presencia del monasterio de Sigena en la monegrina tenía, sin duda, un gran atractivo. Está suficientemente dotada de elementos de propaganda, pero lo más sobresaliente es que desde Sariñena se intuye que pudiera proseguir por Grañén a Ejea y Sádaba, circunstancia que habrá que comprobar con otros datos. Se convertiría así en ruta alternativa tanto del camino que corre paralelo por el Norte (Cº. de Salas) como por el Sur (Cº. de San Jaime)» (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

«El monasterio de Sigena y Sariñena serán sus puntos fuertes. Estamos ante el “Camino de Los Monegros”, hasta ahora sólo insinuado en el segundo tramo que llevaba a Zaragoza cruzando la Sierra de Alcubierre«.

Camino de Monegros. Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón.

Atraviesa por esta natural e histórica comarca oscense-zaragozana, de la que se le ha dado el nombre. Es una derivación del Camino de Sant Jaume catalán que, arrancando en Fraga llega hasta Zaragoza sin pasar por Bujaraloz sino por Sariñena y Leciñena tras atravesar los altos de Alcubierre. Constituye una alternativa natural pues la distancia por ambas rutas es semejante y la presencia del monasterio de Sigena en la monegrina tenía, sin duda, un gran atractivo. Está suficientemente dotada de elementos de propaganda, pero lo más sobresaliente es que desde Sariñena se intuye que pudiera proseguir por Grañén a Ejea y Sádaba, circunstancia que habrá que comprobar con otros datos. Se convertiría así en ruta alternativa tanto del camino que corre paralelo por el Norte (Cº. de Salas) como por el Sur (Cº. de San Jaime).

En 1308 se instala en ti la Ceca de Sariñena, fabrica de moneda tras la promulgación en las Cortes de Aragón en 1307 por Jaime II, el Justo, del fuero “De secunda confirmatione moneta”. Se instala en Sariñena, en detrimento de la Ceca de Jaca, debido al avance del reino hacia el sur y la situación estratégica de Sariñena entre Zaragoza y Lérida. Al parecer, en tu Ceca de Sariñena, que debió estar en una de tus grandes edificaciones y resguardada en el casco urbano, llegaron a trabajar unas 30 o 40 personas a las ordenes del maestro de ceca Juan de Pexonat. La Ceca no llega a tener una gran producción y su corta andadura llega hasta 1311: «Como hasta 1349 no se acuñaron nuevas monedas, durante 30 años el Reino se abasteció de monedas acuñadas en tu gloriosa villa» (Dinero jaqués del Rey Jaime II de Aragón el Justo. Sariñena. Año 1291 – 1327 – Moneda medieval aragonesa. https://monedasaragon.blogspot.com/). En el Archivo de la Corona de Aragón se encuentra el Libro de Albalaes «Sobre la elaboración de la moneda jaquesa en Sariñena» (Real Patrimonio, Maestre Racional, nº624/ Libros de albalaes 1311 / 1312).

https://monedasaragon.blogspot.com/

Dinero de Jaime II de Aragón (1291-1372). Anverso: ARA-GON (N cursiva). Busto coronado a izquierda cortando leyenda arriba y abajo. Pecho con cinco puntos y media luna. Dentro de la O, dos pequeñas rayitas en diagonal. Reverso: +IACOBVS : REX. Cruz de doble travesaño. Dentro de la O, dos pequeñas rayitas en diagonal. Inscripciones/Leyendas Reverso +IACOBVS : REX Anverso ARA-GON Datación 1308.

El 18 de diciembre de 1330 Alfonso IV envía una carta a la justicia y prohombres de la ciudad de Sariñena y aldeas en la que solicita caballerías y armas para ir a Orihuela y la guerra contra los sarracenos del Reino de Granada. Esta carta fue enviada al resto de ciudades del reino al igual que una segunda para que se obligue a tus hombres  a colaborar con armas y caballerías en la guerra contra los sarracenos del Reino de Granada (ACA,Cancillería,registros,nº541,(1ªnum.),fol.134-137v).

El 4 de abril de 1328, con motivo de la cercana coronación de Alfonso IV, se reúne tu consejo de la villa y aldeas de Sariñena en tu Iglesia de San Salvador. Por ello son nombrados Marco de Sena, jurado de Sariñena, Domingo Lo Pico, vecino de Monsalva y jurado de la comunidad de aldeas de Sariñena como procuradores especiales para que te representen en las próximas Cortes que se van a celebrar en la ciudad de Zaragoza en la que se coronará a Alfonso IV, el domingo de Pascua de 1328 (ACA,Cancillería,pergaminos,Alfonso_IV,carp.218,nº170).

El 13 de diciembre del mismo año de 1328, una carta a Guillermo de Entenza, sobrejuntero de Huesca y Jaca, y a sus lugartenientes en Sariñena y Ontiñena da cuentas sobre las expensas que debían pagar tus hombres de Sariñena y los de Zaidín (ACA,Cancillería,registros,nº430,fol.144v).

En el Aragón medieval, las «expensas» se referían a los gastos del reino y los pagos que debían hacer los súbditos, como los impuestos. Los impuestos principales eran las sisas (sobre alimentos), el fogage (reparto por estamentos) y las generalidades (un impuesto de aduanas que era el principal ingreso regular del reino). Además, los campesinos pagaban diezmos a la Iglesia y tributos a los señores.
  • El 14 de abril de 1330, Alfonso IV envía una carta en la que, atendiendo a la renuncia que había hecho Rodrigo Sánchez del oficio de la escribanía de Sariñena y sus aldeas en favor de Pedro Sánchez de Fanlo, justicia de dicho lugar, nombra a este último escribano de Sariñena (ACA,Cancillería,registros,nº504,fol.62-63).
  • El 1 de septiembre de 1333, Alfonso IV escribe al justicia de La Almolda sobre el recurso de una sentencia dada en el pleito entre los hombres de Sariñena y algunos hombres de La Almolda por la tala de árboles en los montes de Sariñena por parte de dichos hombres de La Almolda (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_20,nº2404).
  • El 16 de noviembre de 1335, Alfonso IV envía una carta a Pedro Jiménez de Sarasa, lugarteniente de merino de Sariñena, para que obligue a los judíos que están bajo jurisdicción real a pagar las deudas y comandas a otros judíos de Sariñena y sus alrededores y procurara que no evadieran dichos pagos (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_26,nº3065).
  • El 10 de enero de 1336, Alfonso IV manda una carta al justicia de Sariñena y sobrejuntero de Sariñena y Ontiñena para que mandaran a los judíos de dicho lugar a no agraviar más en sus deudas a Ramón Cardel y a su hermano Juan Cardel, vecinos de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_24,nº2848).
  • El 28 de noviembre de 1340, carta de Pedro IV a Bartolomé de Buendía, vecino de Sariñena, sobre la confirmación de la comisión que le dio, siendo infante, por la que le encargaba de una causa de reclamación de cantidades adeudadas por el concejo de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_9,nº1229).
  • El 9 de marzo de 1347, se redacta carta a Francisco de Prohombre, escribano mayor del rey, de parte de los jurados y hombres buenos de la universidad de Sariñena en la que reconocen haber recibido una carta de Pedro IV, dada en Valencia el 1 de febrero, con su mensajero de Bernard de Mur (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_34,nº4584).
  • El 20 de enero de 1344, Pedro IV envía carta a Rodrigo Sánchez, justicia de Sariñena, para que, junto con el notario de la villa Sancho de Azlor, se encargara de las causas que se suscitasen entre los recaudadores y contribuyentes del peaje del mercado de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_16,nº2162).
  • El 13 de abril de 1344 Pedro IV el Ceremonioso se dirige a tu fiel justicia de Sariñena o a tu lugarteniente: «Salutaciones. Como de todas y cada una de las causas que ante cualquiera de los jueces se han desarrollado o se espera se desarrollen, entre la venerable y religiosa infanta Blanca, priora del monasterio de Sijena, querida amiga nuestra, y el convento del mismo monasterio, Pedro Portell, arrendatario de las rentas y derechos de todos los lugares de la Honor del monasterio, y procuradores, oficiales y servidumbre de los mismos, agentes o defendientes de una parte. Y los hombres de las universidades de los lugares de la Honor de dicho monasterio, u otros de ellos y singulares de los mismos, agentes o defendientes, de otra parte, en cualquiera de las causas o negocios, que por la súplica de la dicha infanta y compradores conocimos, preveímos y establecimos. Por esto, os decimos, confiamos y mandamos que conozcáis de las predichas causas y asuntos y sobre ellas hagáis y resolváis y decidáis lo que de fuero y razón fuere necesario. Nos, ciertamente, a los jueces enviamos nuestros afectos, y nuestras veces confiamos plenamente por medio de la presente».

    Petrus dei gracia Rex Aragonum etc. ffideli suo Justicie Saranyene vel eius locum tenenti. Salutem etc. / Cum de omnibus et singulis causis seu […] que coram quibuscumque judicibus uertuntur seu uerti / sperantur inter venerabilem et religiosam infantissam Blancham priorissam monasterii de sixena ami / cam nostram karissimam et Conuentum eiusdem Monaste rii […] Petrum portelli […] reddituum et / jurium locorum totius hono ris eiusdem Monasterii ac procuratores officiales et familias eorum con / uentui uel […] agentes uel deffendentes ex altera parte vna. Et homines vniersita / tum locorum honoris dicti Monasterii uel alterius eorum ac sin gulares ipsorum agentes uel deffendentes ex / altera quibuscumque causis uel rationibus ad suplicacionem dictorum Infantisse et emptoris cognosci / prouiderimus et velimus. Ideo uobis dicimus comittimus et mandamus quan uocatis euocandis de predictorum / causis et gonnibus cognoscatis et super eis faciatis et decernatis et decidatis quod de foro et / ratione fuerit faciendum. Nos enim amores et cognicione premisorum judicibus quibus […] super / predictis vices nostras plenarie comittimus cum presenti Datum barchinone Idus Aprilis Anno domini / .Mº. CCCº. XLº. quarto.
     
    ACA, Cancillería, Registros, núm. 626, 73 v.

  • En 1354 Pedro IV redacta una carta en relación con la villa de Sariñena y la financiación del viaje a Cerdeña (ACA,Cancillería,registros,nº1026).

El 18 de febrero de 1360 ,Pedro IV de Aragón te permuta por Pinseque a Pedro de Luna. De esta forma lo recoge Antonio Ubieto Arteta «El 18 de febrero de 1360 Pedro IV de Aragón dio Sariñena a Pedro de Luna a cambio de Pinseque» (Sinués, n°. 1611 a 1612).

De acuerdo con diversa documentación, el cambio fue «Por ajustes entre el rey y varios nobles, tras la recuperación de la ciudad de Tarazona en la guerra contra el Reino de Castilla (23-2-1360)». Sobre aquello son varios los documentos que tratan sobre dicha permuta, depositados en el Archivo de la Corona de Aragón (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_51,nº6316).

  • Instrumento de gracia hecho por Pedro de Luna al rey Pedro IV sobre el concambio del lugar de Sariñena con sus términos por el lugar de Pinseque.
  • Instrumento del rey Pedro IV sobre lo mismo (28-2-1360).
  • Procuración del rey sobre lo mismo (24-3-1360) Convención hecha por el noble Pedro de Luna al rey Pedro IV sobre el trato a los hombres de Sariñena (13-11-1361).
  • Capítulos entre Pedro IV y el noble Pedro de Luna sobre la redención de la villa y aldeas de Sariñena (12-10-1366).
  • Convención entre el rey Pedro IV y el noble Pedro de Luna sobre la capitanía de dicho noble en Cerdeña por la villa y aldeas de Sariñena (19-10-1366).

Sariñena en el vuelo de 1927 donde se observa la delimitación histórica de la villa.

Efectivamente, el rey Pedro IV te permuta para satisfacer algunas necesidades y así lo dejan claro tus representantes el 9 de abril de 1372, en las cortes de Zaragoza, quienes, de acuerdo con Antonio Ubieto Arteta, expresaron «Que el rey había empeñado la villa de Sariñena con sus aldeas para satisfacer algunas necesidades, estando al principio en manos del noble don Pedro de Luna y en el momento presente estaban en las de doña Elfa de Jérica; pedían permiso para quitarse de tal señorío y volver a la Corona, pagando la cantidad correspondiente, siempre que el rey prometiese no separarlos nunca más. El representante de doña Elfa de Jérica se opuso a la pretensión» (Ledesma, Cortes de Caspe y Alcañiz y Zaragoza. 1371-1372, p. 132-133).

Así, aquel mismo día y lugar, Pedro IV accede y te incorpora, Villa y tus aldeas a la Corona de Aragón e igualmente a los castillos y lugares de Grañén, Robres, Agüero y Pompién, con la promesa de no enajenarlos, ni separarlos de la misma.

Mismamente, el mismo rey, el 22 abril de aquel año de 1372 en Zaragoza, te concede privilegio de exención de huesta, cabalgada y cenas de ausencia, no las de presencia cuando el monarca este en la villa o tus términos. Esta exención de «cenas» la confirma Fernando el Católico desde Zaragoza el 31 de marzo de 1503.

Villa, fuiste de privilegio real. El 28 de noviembre de 1381, en Zaragoza Pedro IV declaró que por la venta de los mencionados castillos y lugares de Sariñena no se siguiese perjuicio a la villa por virtud de su incorporación a la Corona. Al día siguiente, el 29 de noviembre de 1381 te concede «feria y mercado» con franquicia de lezda, peaje y otros derechos reales (Arco, p. 452), pasando a ser lugar de ferias y mercados todos los sábados del año y del uno al quince de septiembre, ferias tan célebres como la de la Candelaria, la de Ramos y la de la Santa Cruz.

En 1405 Sariñena contaba con 162 fuegos. En el Medievo, el fogaje (focagium), o la fogueración, era el censo de los fuegos u hogares, es decir, por unidad familiar y/o de vivienda, para el cobro de impuestos directos.

El 17 de agosto de 1422, la reina María, lugarteniente general de su esposo el rey Alfonso V de Aragón, autoriza a tus gentes la construcción de un puente sobre el Alcanadre, llamado de San Jayme, permitiéndote el cobro de un óbolo por cada bestia gruesa que pasase; dos sueldos y seis dineros, por cada cien cabezas de ganado; un óbolo por cada peatón; y un dinero, por cada jinete (Arco, p. 452). De esta manera lo recoge el mismo Ricardo del Arco: «La reina doña María, lugarteniente general de su marido Alfonso V, desde Molins de Rey, a 17 de agosto de 1422, autorizó a los de la villa para construir un puente sobre el Alcanadre, con imposición de arbitrio por derecho de tránsito».

Sariñena formaste parte del camino medieval, en uno de los trazados de Zaragoza a Cataluña «destino de gran parte del cereal excedentario y de la lana», que, según María Teresa Iranzo Muñío «Se puede establecer desde San Mateo de Gállego por el norte de Los Monegros, Leciñena y la sierra de Alubierre, Sariñena -con un importante puente documentado en el siglo XV sobre el río Alcanadre-, Sigena, Chalamera, Ballobar -con puente románico sobre el Cinca- y Zaidín, en la llanura que anuncia el Ebro» (Iranzo Muñío, María Teresa. Los sistemas de comunicación de Aragón en la edad media: una revisión). Estamos hablando del camino anteriormente mencionado por Ubieto Arteta del Camino de Monegros. El puente medieval de Sijena corresponde a 1297.

Entre 1446 y 1495 apareces bajo la Sobrecullida de Huesca, una entidad administrativa y territorial en el Reino de Aragón cuyo origen data del siglo XIV. El Reino de Aragón se dividía en 12 Sobrecullidas y agrupaba varias «cullidas» (o «cullidas») y que se encargaba principalmente de la recaudación de impuestos y la administración de justicia.

Cullidas y Sobrecullidas.- Tiene como finalidad esta división, el cobro de impuestos por el transito de mercancías. Se dividirá el territorio en función de los pasos fronterizos y de los caminos reales. La palabra «cullir» significa en castellano «coger» o «recoger»  (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

Y en Zaragoza, el 13 de agosto de 1458, Juan II te concede los oficios de justiciazgo y Baile de la villa y sus aldeas con las correspondientes escribanías.

Baile hace referencia a la dignidad, la función o el territorio bajo la jurisdicción de un Bailio o magistrado judicial.

Los Bailios.- El baile se encargaba de administrar los bienes comunes tanto de Comunidades, Universidades como de Concejos. Aparece esta denominación (baile) ya en el testamento de Ramiro I. Llega hasta el siglo XIV. El Baile General de Aragón debía ser: Aragonés, no judío y caballero principal (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

En 1492 se produce la expulsión de los judíos.

Siete son tus aldeas según las cortes de 1498: Alberuela, Lalueza, Capdesaso, Lastanosa, Pallaruelo, Castejón de Monegros y Valfarta. A saber que suerte habían tenido Jubierre, San Juan, Vallsanta, Moncalvo, La Sardera, Salaber, La Celadilla, Miranda, Montebh y los Castellones.

En el año 1545, una Bula de Pablo III suprime el priorato de Sariñena, que se valuó en 500 ducados de oro: «Dejó la presentación de las raciones al prior y Capítulo de Sariñena y la institución al abad de Montearagón» (Pergamino n.º 157, letra S de los Archivos del monasterio de Montearagón. Año 1545).

En el Fogaje de 1495, censo del Reino de Aragón ordenado por el rey Fernando el Católico, Sariñena tenías 158 fuegos, con una población estimada en 790 habitantes. Entre tus habitantes, entre los nombres más comunes se encontraban Johan, Martin, Pedro, Jayme, Domingo, Miguel, Saluador, Anthon, Steban, Nadal, Bertholomeu o Ramon. Y sus apellidos solían responder a Gomez, Falcon, Ezquerra, Ferrer, Gimones, Dolz, De Peon, Duson, De fe, Olivella, Marquat, Gascon, De Forniellas, Pecorta, Panona, De yeguas, Carcases, De Carcases, Dazuera y Martin.

Tomás González, en su Memoria de todos los lugares y casas del Reino de Aragón en el año de 1495, copiada del registro original de las Cortes de Tarazona celebradas dicho año de 1495 y renovada en el de 1601, arroja un censo de 138 casas «Regulando pues los fuegos o casas a razón de cinco almas por casa». Curiosamente Sariñena aparece perteneciente al Distrito de Tarazona. Además hay que apuntar que la revisión de 1603 se realiza para averiguar el numero de moriscos «cuando se empezó a tratar su expulsión» (Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI : con varios apéndices… según resulta de los libros y registros que se custodian en el Real Archivo de Simancas, 1829).

Importante fue la fundación en tus tierras, en 1507 de la primera cartuja de Aragón, la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

En 1523, ante el Justicia de Sariñena compareció Juan de Lasala, de oficio tamborino, requerido por los mayordomos del pueblo de Lanaja, para responder del incumplimiento de un contrato, pues «como ellos lo tubiessen por hun anyo conducido a tanyer en el dicho lugar, que fenecía el dia de Carnestolendas primero venient, e sin razon alguna se les haya venido del dicho lugar, que tornasse a serbir o les diesse otroen su lugar». Juan de Lasala respondió que no volvería, «por quanto enos le habian echo et fazian muy mala companya» (Del Arco, Ricardo. Notas sobre costumbres altoaragonesas en el siglo XVI).

El 20 de julio de 1528 el emperador Carlos V en su viaje de Monzón a Zaragoza pasa por Sariñena donde pernocta «20 julio -en Sariñena. Lunes.- El Emperador comió, cenó y pernoctó en Asarignane«. Luego prosiguió su viaje pasando por Alcubierre y Perdiguera el día 21 «El emperador comió en Alcubierre, cenó y pernoctó en Perdigrière» y el 22 llegó a Zaragoza, concretamente a la Alfajeria «El emperador comió en la Perdigrière, cenó y pernoctó en Jaffre» (Cuenta 4.ª de H. Stercke. Ar. N.-B. 3.350.).

En el fogaje de 1543 constabas de 158 fuegos.

Con pocos datos anteriores, cita Agustín Ubieto Arteta, desde 1572 está bastante documentado el Hospital Sariñena medieval, XV-XVIII, llevando una vida próspera, hasta que muere en el siglo XIX. Considerando el de Sariñena dentro de los hospitales no monacales que perduraron tras las innovaciones del siglo XV (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

Por 1573 y 1574 Pedro Vitales, en su obra «Nobiliario de armas y apellidos del Reyno de Aragón que usan los Nobles, Cavalleros e Infanzones», describe el escudo de Sariñena: «Trae por armas Escudo goles con una vallesta, la cortilla de plata y lo demás de oro» (Heráldica Municipal Aragonesa en el Nobiliario de Don Pedro Vitales Andrés. J. Nicolás -Minué Sánchez). En este contexto el término «Goles» es usado por algunos autores autores definiendo al gules, nombre heráldico del color rojo (V. Gules). Ricardo del Arco describe las armas de Sariñena como «Escudo con ballesta, de plata la costilla y lo demás de oro, en campo gules». Aunque la obra se pierde, es salvada gracias a que fue copiada y aumentada en el año 1610 por Pedro Torres de Zayas.

“Tus armas son una pequeña lanza en el escudo, puesta en una ballesta”, un amplio cuartel con cinco señales d´Aragón, con fondo de gules, color rojo que representa fortaleza, dominio y victoria. Representa igual que tu ballesta, a veces cargada y otras descargada, que simboliza fuerza, precisión y destreza, la defensa de un territorio o fortaleza. Todo sobre corona de laurel y bajo corona real con banda.

Así, que te llevamos en nuestro escudo, ballesta negra, arma de la Villa y sus gentes, de los sariñenenses y sariñenensas, ballesteros y ballesteras, carnones y carnonas, hijos de la Villa, de la pretérita Villa de Sariñena. Ballesta, derivación del término ballista, que los griegos y romanos construyeron en grandes dimensiones, nada comparables. La ballesta ligera de estribo para uso de un solo guerrero, de «Sariffas», lanzas o flechas que se popularizo en la edad media, de los siglos XII al XVII y fue un arma muy utilizada por las clases bajas campesinas y bastante eficaz para la defensa a distancia capaz de atravesar armaduras. 

«Armas: Escudo con ballesta, de plata la costilla y lo demás de oro, en campo gules«.

Del Arco, Ricardo. Escudos heráldicos de ciudades y villas de Aragón.

Enrique Cock, acompañando a Felipe II en su viaje a Zaragoza, Barcelona y Valencia en 1585 destacó de Sariñena ser «Muy nombrada por las tres ferias que tiene en cada año» (Cock, año 1585, p. 1371): «Muy de mañana, como fuese salido, ofréscese por el camino el arroyo Guatisalema y Alcanadri, riochuelo, corriendo hácia Cinca por la villa de Sariñena, muy nombrada por las tres ferias que tiene en cada un año y por el convento de las monjas de Sixena, que son de la orden de San Juan de Malta. Está este monasterio de Mondón, hácia el ocaso hiemal, cinco leguas y tiene muchos pueblos en comienda. Dexado Alcanadri se pasa por Polenillo, lugarcillo pequeño. Por el camino, á mano derecha, se dexa una venta llamada Valerias, del Duque de Villafermosa, el cual tiene allí urja casa, torre y una capilla.» (Relacion del viaje hecho por Felipe II, en 1585 à Zaragoza, Barcelona y Valencia / escrita por Henrique Cock, Notario Apostolico y Archivero de la Guardia del Cuerpo Real. 1585).

En 1609 el fogaje arroja 158 fuegos en Sariñena y aquel mismo año el rey Felipe III decreta la expulsión de los moriscos, dicen que Aragón pierde entre el 15 y el 20% de su población. Luego vinieron años secos, de duras sequias.

Ricardo del Arco recogió que estuviste «Amurallada, con castillo de tres puertas, muy arruinado en el siglo XVIII», pues así, el cartógrafo y geógrafo Juan Bautista Labaña te observó a su paso por el año 1611: «Es villa principal del rey. … Cercada de muros altos, de tapia fuerte; por fuera de los cuales, tiene dos arrabales, a la entrada y salida. Está asentada en llano y a lo largo del río Alcanadre, a mano derecha, sobre el cual tiene un puente muy bueno y encima de él un azud muy bien hecho, para sacar una acequia con la que riegan una gran huerta; y en ella y en el término cogen mucho trigo, vino, aceite y azafrán; y tiene mucho ganado y tierra rica, así por la abundancia como por las tres ferias que se hacen en ella. Fuera de la villa hay un monasterio de frailes franciscanos, un hospital y escuela de Gramática» (Labaña, año 1611, p. 238).

Detalle del mapa de Labaña de 1611, Sariñena y parte de Los Monegros.

Por aquellos años de 1610,villa de Sariñena eras dueña de las aldeas Alberuela de Tubo, Capdesaso, Lastanosa, Pallaruelo y Valfarta (Labaña, p. 96).

Sariñena, Villa Realenga de España en el Reyno de Aragón, vuelve a citar Labaña en 1611, Villa principal del Rey, cercada de muros altos, de tapia fuerte, por fuera de los cuales tenía dos arrabales, a la entrada y salida. Buenos muros con sus torres, hay quien dice de tapial, y un castillo. La muralla presentaba tres entradas y tres fuentes: “Eran de las de caños cobijados bajo arco de acuerdo con una tipología que caracterizaba al Alto Aragón”.

Antonio Ubieto Arteta señala que pertenecías al Obispado de Huesca. Parroquia colegial, con 17 racioneros en el siglo XIII (Durán, Geografía, p. 40) dedicada a san Salvador, (siglo XVII), pero que no es hasta 1630 cuando es nombrada Iglesia colegial o colegiata. Tu Iglesia colegial a San Salvador, Además tenías por entonces dos conventos: el de San Francisco (XVI) (Antonio Ubieto Arteta lo data del siglo XVII) y el de carmelitas calzadas (XVII), más la capilla de Loreto, perdida tras la guerra.

«En Sariñena villa plena, quié no trae no cena».

Refranes o Proverbios en romance
Que coligio y glossò el Comendador Hernan Nuñez, 1621.

La sublevación de Cataluña en 1640 y su posterior guerra hasta 1652, conlleva el paso de tropas por nuestra villa, su alojamiento, pero también provoca la tala de árboles y huertas, el embargo de caballerías de labor y la peste que ataca duramente a la población en 1652. Por ello, Martín Gómez, sindico procurador de Sariñena, el 16 de octubre de 1645, solicita «no se cobren los censales cargados a la villa y se perdonen los que se deben, a causa del estado ruinoso en que había quedado la Villa tras el paso de soldados, su alojamiento, la tala de árboles y huertas y embargo de caballerías de labor y como muchos vecinos la han dejado y otros la habrán de dejar si su majestad no los ampara con su real clemencia. La solicitud fue atendida.» (Elbaile Ollés José. En referencia a Archivo de la Corona de Aragón: ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0048,nº 001 – 155).

Por lo anteriormente expuesto, un memorial dirigido al abogado fiscal Carlos Bueno el 14 de Marzo de 1691, conservado en el Archivo de la Corona de Aragón, apunta José Elbaile Ollés, dice: «…que para dar satisfacción a los censalistas y arrendadores, ha sido preciso cederles todos los propios hasta la total extinción de los capitales de los censos, quedando sin medios para mantener la administración de la justicia, habiendo obligado a esta imposibilidad, la grande despoblación, que padece, por la esterilidad de la tierra, contribución en el tránsito de soldados, levas que ha hecho de sus vecinos para servir a su Majestad en Cataluña, donativos grandes que ha hecho de dinero a su Majestad para las mismas guerras, en que ha gastado excesivas cantidades, y últimamente por el estrago de una grave enfermedad con que han perecido gran parte de sus vecinos…» (Archivo de la Corona de Aragón: ACA, Consejo de Aragón, Secretaria, Leg. 102, nº 12). Ante la falta de recursos de la Villa de Sariñena, esta reclama 50 escudos a cada una de sus aldeas, lo que origina un conflicto con ellas, pues la villa no podías atender servicios como justicia, cárceles y edificios públicos.

La fuente-abrevadero de Villanueva es una de las construcciones más antiguas de Sariñena, además de los restos de las antiguas murallas. Su construcción responde al siglo XVII aunque su sistema hidráulico de conducción pueda ser un siglo anterior. El sistema recogía el agua de la acequia Valdera y la conducía canalizada hasta la fuente. A mitad de recorrido aparece una pequeña construcción que, según el inventariado del «Plan General Urbana de Sariñena», data de finales del siglo XVI. La obra permitía redirigir unos 60 grados la conducción de agua, dejando un deposito para las cales y permitiendo su limpieza periódica: «A través de una portezuela, se desciende por peldaños pétreos enclavados en la pared. La sillería está perfectamente conservada. Su interior es abovedado y la sillería dicen que es obra de un maestro cantero, uno de los que durante el siglo XVI estuvo por el sur de la provincia de Huesca fabricando captaciones, caños y fuentes».

Construcción hidráulica, calle Alfonso I el Batallador, Sariñena.

En 1646 las Cortes de Aragón realizan una nueva distribución territorial, quedándote enmarcada Sariñena en la Vereda de Huesca. El fogaje de aquel mismo año te aporta 192 fuegos. Sobre los cuatrocientos vecinos de acuerdo con el Parte de Atlas Mayor o Geographia Blaviana que contiene las cartas y descripciones de Españas de 1672: «La villa de Sariñena dista siete leguas de Huesca, situada en las riberas del Flumen y con buenos muros y altas torres: Presume que los Moros la nombraron Sarracena, siendo antes población muy antigua, que se corrompio en Sariñena; de ellos la tomó el Batallador Don Alonso: goza el privilegio de voto de Cortes y la habitan quatrocientos vecinos».

 Las Veredas.- Esta división administrativa se origina a mediados del siglo XVII y llega hasta los decretos de Nueva Planta con Felipe V. Esta división se realiza sobre la anterior de Sobrecullidas   (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

A partir de 1711 pasas a formar parte del Corregimiento de Huesca (1711-1833), otra nueva división administrativa que se crea con la llegada de la dinastía borbónica y la promulgación de los Decretos de Nueva Planta que acababan con nuestro querido reino de Aragón.

 Corregimientos.- Con la Guerra de Sucesión y los decretos de Nueva Planta (1707-1711) se introduce en Aragón el sistema administrativo castellano. En Aragón habrá un «Comandante General, a cuyo cargo esté; el gobierno militar, político, económico y gubernativo de él», también habrá «una Audiencia con dos Salas..», se mantendrá el derecho privativo aragonés y se dividirá el territorio en el «Corregimiento» de Zaragoza y en doce (12) «partidos». Se suprime el «Consejo de Aragón» y se agrega al «Consejo y Cámara de Castilla» (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

En 1713 sois 194 vecinos, 131 en 1717 y los mismos en 1722.

Agustín documenta la muerte de un peregrino al pasar por tu ilustre villa, respondiendo al año de 1742: “En veinte y ocho de henero de mil setecientos cuarenta y dos, Joseph Fernández, mozo libre, peregrino que venía de Roma, hijo de Antonio y María Usada, legítimos cónyuges del lugar de Dagousa, y bautizado el dicho peregrino en la parroquial de Santa María de Vidueyxos, Obispado de Lugo en Portugal, haviendo confessado con el racionero don Francisco Rella y recivido viatico y extremaunción que le administré el abajo firmado, falleció y por no tener no testó, y se enterró a pobre en el cementerio del Hospital junto a San Francisco…”. [ADH, Libro de Defunciones de Sariñena, 7-1 241] (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

En 1795 se comienza la construcción de tu actual iglesia renacentista finalizada a mediados del siglo XIX.

Por 1787 sois 136 vecinos, cifra que aumenta a los 432 vecinos en 1797.

En 1834, por medio del Real Decreto de 21 de abril, se crea el Partido judicial de Sariñena junto con otros de Huesca y del conjunto de España. Así mismo, la nueva división administrativa del país establece en la misma Sariñena su correspondiente sede del juzgado de Primera Instancia. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sariñena llegó a funcionar desde 1834 hasta 1967. Aquel mismo año de 1834 lo da Ricardo del Arco como referencia «Ayuntamiento».

S. Antonino M. Advocado y Patrón de la Real Villa de Sariñena, se hizo a devoción de los hijos de aquella IU.re Villa año de 1777. Grabado de «Matheo González sculp.» (Daroca, Zaragoza, 1740-Zaragoza 1807) en referencia a «Fray Manuel Bayeu inv».

En 1845, Pascual Madoz da la cifra sobre 300 casas, 411 vecinos y 2.671 almas.

Tu escudo, Sariñena has sabido lucir en tu sello, un sello usado a partir de 1855 que dicen venir de un sello anterior, cuya leyenda cuenta fue presentado al gobierno provincial de Huesca en 1851, cuya orla decía «Sariñena Capitán a guerra Villa de Sariñena» (ES.28079.AHN//SIGIL-TINTA_HUESCA,8,N.286).

«Quizá se adoptara, aquel distintivo, para denotar la jefatura de armas que en lo antiguo y durante muchos años ejerció Sariñena en toda esta comarca para levantar gente de guerras y acudir a sostener los derechos del Reino».

El sello estuvo activo hasta 1875 cuando desapareció con el duro saqueo de Sariñena por parte de las tropas carlistas al mando del general Dorregaray. A partir de entonces adopta nuevo sello muy parecido al anterior:

El 18 de septiembre de 1861 comienza a funcionar tu Estación ferroviaria, distante de tu núcleo unos tres kilómetros, y entorno a la estación nace tu barrio de la Estación de Sariñena.

En 1875, Sariñena tienes 3.020 habitantes (N 1857) y 3.400 según el Curso de geografía astronómica, física y política, moderna é histórica, por Bernardo Monreal y Ascaso,1875. El censo de 1877 da los resultados de Residentes Presentes Españoles: 1.668 Varones, 1.666 Hembras y 3.334 Total; Residentes Presentes Extranjeros: 6 Varones, 2 Hembras y 8 Total; Transeúntes Españoles: 58 Varones, 16 Hembras y 74 Total; Transeúntes Extranjeros: 1 Varones, 0 Hembras y 1 Total; Residentes Ausentes Españoles: 14 Varones, 8 Hembras y 22 Total; Residentes Ausentes Extranjeros: 0 Varones, 0 Hembras y 0 Total; Población de Hecho: 1.733 Varones, 1.684 Hembras y 3.417 Total y Población de Derecho: 1.688 Varones, 1.676 Hembras y 3.364 Total (Resultados generales del censo de la población de España según el empadronamiento hecho en 31 de diciembre de 1877 por la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico).

Plaza de San Salvador, Sariñena.

Villa tan destruida, sufriste la guerra de 1936 y la destrucción, tanto que tuviste que ser reconstruida, Sariñena devastada.

Aparecen nuevos poblados de colonización La Cartuja y San Juan del Flumen.

En 1970-1980 se unen a ti, villa de Sariñena Lastanosa y Pallaruelo de Monegros. Por aquel entonces, tienes una población de 3.169 habitantes (N 1970). Se incorpora parte de El Tormillo en 1971, concretamente el núcleo de La Masadera, el resto de El Tormillo pasa a formar parte de Peralta de Alcofea. Decreto 2461/71, de 17 de septiembre (BOE Nº245, de 13-10). (1999) En 1975 se incorpora Pallaruelo de Monegros mediante el Decreto 3135/75, de 14 de noviembre (BOE Nº287, de 29-11) y en 1976 se incorpora Lastanosa gracias al Decreto 1836/76, de 2 de julio (BOE Nº182, de 30-7)

Te festejamos, y te vemos Villa de Sariñena, tanto Ibera, ilergeta como romana, del Andalusí y del Reyno d´Aragón, hay quienes te vemos crisol de culturas, lugar y Villa de nuestros corazones. Pasando por nuestra Villa un peregrino, justo por la acequia Valdera, sintió que las campanas de la iglesia tocaban sin motivo alguno. Entendiendo que era señal divina decidió dejar en esta Villa las reliquias que portaba de San Antolín y desde entonces festividad que celebramos en vez de la de San Salvador. La percepción colectiva nos lleva a tiempo de la siega, que la interrumpía y por eso se decidió retrasar la festividad a principios de septiembre. Y por ello celebramos y honramos, a nuestro venerado patrón San Antolín.

Tierra plana, paisaje, sierra de Alcubierre, árida comarca de Los Monegros. Tierra de acogida, de culturas, tierra viva. Entre el Alcanadre y la Isuela, tu laguna, tu historia, tu dance, gaita, jotas, tradiciones y cultura, tu rico patrimonio, mucho ya perdido y mucho por construir. Hay quien dice Sariñena y un sentimiento recorre su cuerpo, somos tus hijos e hijas. Sariñena, villa inmortal ¡Que viva Sariñena! y ¡Qué viva nuestra Villa y nuestro patrón San Antolín!.

“Sariñena Villa Plena, quié no trae, no cena.”

Romería de Lalueza a La Cartuja


El camino Real de Monzón a Zaragoza pasaba por Sariñena, atravesaba la actual Laguna y continuaba por La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, allí discurría por las planas de la sierra, por Peñalbeta y ascendía a la sierra de Alcubierre. La cuesta requería la ayuda de caballos fuertes y potentes, “Percherones”, que hacían de apoyo para salvar la sierra y continuar su descenso hacía Farlete, por donde vigilaba la torraza, para acabar en la muy noble, leal, heroica, benéfica, siempre heroica e inmortal Zaragoza, capital de Aragón.

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Mapa de Aragón en 1831

El camino de Lalueza a La Cartuja de las Fuentes gozaba de suma importancia, enlazaba al Real camino de Barbastro a Zaragoza en el mismo corazón de Los Monegros y unía y vertebraba esta inmemorable e antiquísima comarca. Así también lo manifiesta Santiago Vilella Barrachina en su libro “En la vida de Juan Andrés Comenge”, aquel camino de Lalueza a la Cartuja gozaba de “buen estado” y por él “discurrían las tradicionales romerías a San Isidro, en la que labradores de Lalueza y de Los Monegros rogaban a la virgen para que les concediese lluvias y abundantes cosechas”.

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La Cruceta. Foto: Alberto Lasheras Taira.

El camino salía de Lalueza, cruzaba el barranco Salado, por “El Salto”, y alcanzaba la predominante zona de “La Cruceta”, lugar estratégico por donde llegaron a congregarse las tropas francesas, según Santiago Vilella Barrachina, en su avance contra Zaragoza durante la guerra de la Independencia. Hasta allí salían las gentes del lugar de Lalueza a despedir a los romeros con sus estandartes y cruces. Cerca de “La cruceta” se encontraba una losa cóncava, una gran piedra o sillar “foradado” donde, de forma ritual, por creencia o superstición, los peregrinos depositaban piedras, pues según Santiago Vilella Barrachina “se preservaba las cosechas de las tormentas con pedrisco”. Luego marchaban por “La Cobacha”, seguían por “El Boral”, el monte “Artal” de Orillena y el Monte “Oliván” hasta llegar al monasterio de La Cartuja de Las Fuentes (En la vida de Juan Andrés Comenge, Santiago Vilella Barrachina).

Encontramos un ritual mágico, contra tronadas y pedregadas, místico y cultural, donde la tradición obligaba a depositar o tirar una o varias piedras sobre un sillar que encontraban en el camino.

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Losa con piedras. Fotografía: Eugenio Monesma Moliner.

El gran etnógrafo y documentalista Eugenio Monesma Moliner recogió el testimonio de María Teresa Moliner Viñas, dentro de su serie «Los secretos de las piedras»: «En pares. Siempre dos piedras. Dos. Y con esto ya se tenía la garantía, o por lo menos lo creían, que el pedrisco no nos caía y protegía los campos. Bueno, pues yo creo que no tenía otro misterio la piedra.” Para Eugenio Monesma «Estamos ante una piedra ritual en la que los vecinos de Lalueza tenían depositada su confianza para la protección de las cosechas».

El antiguo camino de Lalueza a la cartuja de las Fuentes debía de ser muy importante y transitado, estaba muy bien, aunque actualmente ha sido modificado y ya no existe como tal por las concentraciones parcelarias. En la cartuja existía la portería hospedería, donde se alojaban transeúntes y viajeros.

En Lalueza se mantiene viva la memoria de la antigua romería a la Cartuja de las Fuentes. Marchaban con carros, unos iban más por la misa y otros a pasar un día agradable por la explanada o por el barranco de la fuente del monasterio.

Mosén Demetrio Segura Gavín, sacerdote natural de Castejón de Monegros, ejerció como párroco en Lalueza y vitalizó muchísimo la romería a la Cartuja de las Fuentes. Impulsó la romería, dando voz a la misma cartuja con coro de hombres de Lalueza acompañando la sacra misa.

Mosén Demetrio Segura

Hombre de gran nobleza

Por eso lo quiere tanto

El pueblo de Lalueza. 

En la vida de Juan Andrés Comenge, Santiago Vilella Barrachina

Y para terminar recordar un espléndido romance-poema de Mariano Peralta Asín, natural de Lalueza y que con gran maestría inmortalizó su particular romería a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes. Mariano fue un gran escritor de su pueblo y sus gentes que colaboró con la revista del Recautillo y los programas de fiestas de Lalueza.

Peripecias ocurridas en el viaje a la cartuja

El día 9 de mayo

pensando  pasar buen día

en la iglesia la cartuja

en celebre romería.

Este día, por la mañana,

se quedó el pueblo desnudo,

unos para la Cartuja

otros para Torrente, al futbol.

Ya marchan las modistillas

con esa “famosa” rubia

siguiendo la Oscense y Julio

todos a la romería.

Eleuterio con su tractor

se veía con armonía

Antonio con el remolque

con una gran pandilla.

Cambreta con Manoler

también fueron con sus carros,

llevaban a sus familias

y parte del vecindario.

También fueron en bicicleta

para presenciar la escena,

y una rubia pequeña,

con la familia Pena.

Ya estamos en la Cartuja

todos con tanta ilusión

a visitar la iglesia

que es cosa de admiración.

No pudiéndose andar

de tantas personalidades,

unos visitan la fuente,

otros visitan los bares.

Ya llegaron los párrocos

y todos, viejos y menores

todos van a presenciar

los actos religiosos.

Ya terminada la Misa

todos salen por la puerta,

unos a tomar vermut

otros a coger la capaceta.

Ya se marchan a comer

a la sombra las paredes

otros van a las casetas

y alguien a los olivares.

Yo me junté con “Narciso”

que es un amigo cordial,

se dejó la alforja en casa

y partimos la caridad.

Cogimos la capaceta

como si fuera tal cosa,

comimos en medio un haber

al abrigo de una sosa.

Terminamos de comer

y fue una cosa sencilla,

fuemos a tomar café

invitados por las modistillas.

Al llegar a las modistillas

nos juntamos con los Penas,

que nos obsequiaron bien

y allí se empezó la escena.

Allí cantamos unas jotas,

Miguel pena daba la entrada,

nombrando a las modistillas

también a la profesora.

Con aquel vínico rancio

junto con melocotón,

todo eran cosas buenas

pa alegrar el corazón.

Llegó Pedrito Gascón

y José Raúl de Pena,

nos echaron unas fotos

debajo de la olivera.

También llegaron los quintos

cargadicos de licor

molestando a las modistillas

y se terminó el buen humor.

Nos marchamos al Rosario

todos tan condescendientes,

íbamos a cantar los Gozos

a la virgen de la Fuente.

Ya se terminó la tarde

de gozos y maravillas

y acordamos con “Narciso”

agasajar las modistillas.

Al entrar en Poleñino

a visitar a Otín y Elena

invitar algunas cosas

d´esas botellicas buenas.

Pero esto salió muy mal,

se nos volvió la “naranja”

y veréis lo que pasó

a la salida de Lanaja.

Al pasar el cementerio

ocurrió un accidente

chocó la rubia de Lalueza

con un coche de La Oscense.

No nos matamos ninguno

porque así lo quiso dios,

se nos quedó desmayada

Maribel la de Gascón.

Los dos heridos más graves

fueron Mari Malo Gavín

y el que escribe el romance

Mariano Peralta Asín.

Las primeras asistencias

fueron unos de Poleñino,

también venían, alegres

de sidra, champan y vino.

Al presenciar aquel acto

que tan desesperado había,

allí pasaron el tractor

y me montaron arriba.

Llegamos a Poleñino

y me querían acostar

mi dolor era tan grande

que a casa quería llegar.

Siempre me recordaré

y lo tendré en el cerebro

que el lugar de Poleñino

será mi segundo pueblo.

Me trajeron a Lalueza

con el remolque y el tractor,

todo el pueblo de jaleo

y que no estaba el doctor.

Me visitó un practicante

siendo una cosa buena

que el cual está retirado

llamado D. José Pena.

Ya me quedé tranquilo

después de tan apurau,

y ahora me llamarán todos

“Andrés” el resucitau.

Y me velaron de vivo

hasta las tres de la mañana,

el “afamado” “Narciso”

y Manolo “Estozarranas”.

 Mariano Peralta Asín. Lalueza, 9 de mayo de 1954.

Real Monasterio de Sigena


Real Monasterio de Sigena

 *Foto: Acuarela de la sala capitular.

Madoz

Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico 

1845-1850

real monast. en la prov. de Huesca, part jud. de Sariñena, dióc. de Lérida, SIT. en la hondonada ó valle que forma el r. Alcanadre á 300 pasos N. de su orilla izquierda y á 1/4 de hora O. de Villanueva. El sitio donde está fundada esta real casa es melancólico y mal sano; en cuyas circunstancias se apoya la razón de permitir á las señoras que salgan á pasear por los alrededores hasta la dist. de una hora; á sus casas nativas por un año, y á los baños cuando el estado de su salud lo exige. Así, cuando el concilio de Trento decretó ó mas bien restableció en su vigor la clausura para todos los conv. de mujeres, el de Sijena, fundándose especialmente en la insalubridad del clima, sostuvo una larga y vivísima lucha con los ob. de Lérida y los castellanos de Amposta, como priores de la orden de San Juan en la corona de Aragón, é impetró del Pontífice la exención de clausura, que aun conserva. Con no menos constancia había contrarrestado durante los siglos XIV y XV la pretensión de los mismos castellanos, de ponerla bajo su jurisdicción, lo cual evitaron las religiosas, sometiéndose directamente á la autoridad del gran maestre de Malta. El primer edificio que se construyó en tiempo de Doña Sancha, reina de Aragón, esposa de Alfonso II hacia el año 1181, es un cuadrilongo, en cuyo centro hay un patio descubierto adonde dan las puertas y locutorios de las señoras. Este edificio ó sea el monast. ant. se halla como oculto y estrechado entre las nuevas construcciones hechas por las mismas religiosas para su habitación y á su gusto y expensas, faltando á su exterior aquel conjunto uniforme y grandioso que aparece en las fáb. destinadas á la vida de comunidad, en que la institución lo es todo y el individuo nada. Y sin embargo, cuadra mejor á la vista esta falta de plan y concierto, que si un arquitecto del siglo pasado se hubiera propuesto reedificarle en regla, convirtiéndolo en un cuadro monótono. Siquiera ahora el rojo color de sus paredes, las torrecillas que lo flanquean, los fuertes y salientes estribos que lo aguantan, y el mismo desorden é irregularidad de las ventanas le prestan de lejos una ilusión de antigüedad. Siquiera al buscar la entrada del monast., el artista algo burlado en sus esperanzas, se detiene de pronto ante el ant. ápside de la iglesia, que asoma por fuera de la moderna envoltura, y le contempla en su esbelta convexidad, flanqueado por otro mas pequeño, con el cual formaría antes colateral el cuerpo cuadrado que corresponde al moderno panteón de las religiosas, manifestando que á cada lado de la capilla mayor existieron otras dos semicirculares aunque menos profundas, de cuyas laboreadas ménsulas cuelgan festones de yerba; en el centro de cada uno se ve una ventana bizantina como para ostentar el grueso del muro. Después de pasado el dintel de la puerta á la der. del primer patio corre á lo largo la fachada lateral del templo flanqueaos por robustos machones, adornada con ventanas bizantinas y sostenida su cornisa por esculpidas ménsulas de adornos y formas caprichosas. A un lado está la única puerta del templo, obra de la edad media; 13 arcos cilíndricos, disminuyendo en gradación, apoyados en otras tantas columnas a cada lado, sin contar otros mas pequeños y menos salientes, y las angulares aristas que entre arco y arco asoman, forman una ancha bóveda semicircular, que con luz mas opaca y con vista menos perspicaz imitaría el efecto óptico de una larga galería vista de frente, y en cuyo fondo se abriera la puerta. Todo respira una sencillez que raya en rudeza; las columnas están sin base y apoyadas sobre un ancho banco de piedra, y la mitad de ellas interpoladas con las otras, sin capiteles, riqueza principal del género bizantino. Formando ángulo con la portada, se eleva un antiguo y bajo campanario, al parecer no concluido, al pie del cual se ve un tosco nicho can una grande y maciza urna sostenida por cuatro pilares. Ningún resto de adorno ni de inscripción se observa en aquella mole cuadrilonga; pero la tradición dice que allí descansa Rodrigo de Lizana, muerto en Muret con su rey Pedro II; su piadosa hermana Osenda, priora entonces del monast., ya que no pudo enterrarle en la misma iglesia, privilegio en aquel tiempo rarísima vez concedido, le levantó un sepulcro a la entrada. Otra tumba igual existía enfrente, que destruyeron en 1809 los franceses, y otras habrían ya desaparecido, si es cierto lo consignado en la historia., de que todos los caballeros fenecidos en torno do Pedro II en aquella infeliz jornada, ocupaban después de muertos el atrio cono una guardia de honor, y debieron al hijo ó nieto de su rey honrosas sepulturas que suponen contemporáneas de la portada. La iglesia de este monast., que es severa y de gusto bizantino, se encuentra hoy blanqueada y casi enteramente disfrazada; aunque dividida de su parte inferior, que ocupa el coro cerrado de las religiosas, en su ancho crucero y sencilla cúpula, no deja de respirar cierta grandiosidad, por sus pilastras, cornisas y pesados capiteles con que la revistieron osados reformadores. Fastuosas inscripciones sepulcrales alfombran el pavimento y las gradas del presbiterio. Un monumento barroco se presenta desde luego sobre la der. en el crucero, cuya historia es mas interesante que su arquitectura. Allí yacen las dos hermanas Olivon, ambas prioras, promediando el siglo XVI.

Monasterio de Sigena

* Monasterio de Sijena.

Encima de este sepulcro cuelgan en derredor algunos retablos sobre fondo dorado, que representan á los apóstoles, y que formarían parte del altar primitivo. Una antiquísima pila recuerda allí mismo los tiempos en que Sijena servia de parr. á los dependientes del monast. Dos arcos rebajados ocupan el frente de este brazo der. del crucero el uno sirviendo de nicho de un sepulcro sin inscripción, y el otro dando paso á la oscura capilla de la Trinidad, fundación de una condesa y fáb. de un moro en el siglo XIV. Tres sepulcros de madera puestos en alto es lo único que registra el curioso á la luz de una vela; flores doradas los esmaltan; blasones de familia los distinguen; hermosas efigies pintadas en su tapa de ataúd eternizan las facciones de aquel polvo antes animado. El de en medio entreabierto deja ver los huesos y las ropas de la fundadora, la condesa de Barcelós, la viuda de D. Pedro de Portugal mas arriba citada; la belleza de su retrato es portentosa; sus galas manifiestan que no profesó, sino que se retiró simplemente al monasterio, y sus apellidos de Giménez Cornel manifiestan haber sido de origen aragonés; los dos sepulcros de cada lado ofrecen una efigie de religiosa. En forma, colocación, adornos y belleza de las efigies son muy semejantes á los ya descritos, los dos sepulcros del brazo izquierda del crucero, de los cuales el uno contiene los restos de una priora de la ilustre familia de Erill; el otro los de una simple religiosa, pero vástago de la desgraciada estirpe de los condes de Urgel. En el frente de este brazo del crucero se abre un grueso arco de medio punto, desnudo de adornos y molduras, sostenido á cada lado por dos columnas bizantinas de lisos capiteles, é introduce á la capilla llamada de la Parroquia ó de San Pedro, aunque el altar colocado á la der., y que es de los últimos tiempos del gótico, pertenezca á la Virgen de los Dolores, y el santo titular no ocupe allí sino un lugar muy subalterno. Su bóveda de aljibe y el espesor de los muros dan á aquella capilla, ó por mejor decir panteón, una apariencia de subterráneo, del cual no desdeciría la opaca luz de las ventanas bizantinas, que se estrechan hacia afuera hasta llegar á ser rendijas, si no penetrara harto copiosamente por una de ellas, que desmochada de intento, presenta una extraña y casi arábiga figura. Los bancos, que corriendo alrededor le dan una apariencia de coro, reúnen en ciertos aniversarios á las religiosas, que ruegan por los regios difuntos allí sepultados. Las toscas urnas ocupan en toda su extensión los nichos formados por un arco algo rebajado y sin más adornos que las sencillas molduras que los coronan apoyadas en pequeños y lisos capitales que les sirven de adorno y de remate. La grosera pintura con que se han embadurnado los arcos hacen casi imposible leer las ant. inscripciones pintadas en ellos, únicas á que se lió al parecer la memoria de aquellos personajes. Sin embargo, aquella madre en medio de sus tres hijos y el recuerdo de su tan distinta historia, presta á aquel sombrío recinto, á mas de la veneración á la antigüedad, el interés de un cuadro de familia. Ocupa el primer nicho á la izquierda Dulce, que unió casi la cuna con el sepulcro; su madre ofreció á Dios la virginidad de su hija predilecta; pero Dios le exigió el sacrificio de su vida, llamándola á si á los 11 años de su edad y á los nueve meses de religiosa. El sepulcro inmediato tiene la inscripción borrada, si bien en una memoria ant. sobre los hechos de Doña Sancha se dice que fue «sepultada la condesa Leonor al lado de Sor Dulce.» En el nicho de enfrente yace el rey D. Pedro II, muerto en el cerco del cast. de Muret; y en el último nicho mas cercano al altar, la fundadora, que murió 6 años después que la condesa de Tolosa y 5 antes que el rey D. Pedro. No siempre aquel sepulcro estuvo, como en el día, desnudo de toda memoria y distinción; dos siglos hace que se veían aun pintadas en él, desde los tiempos de la priora Doña Oseada de Lizana, la efigie de la fundadora y los pasajes de su vida, y su alma llevada por dos ángeles al cielo; si el tiempo y los indiscretos embadurnamientos han hecho desaparecer aquellas antiquísimas pinturas, no es que haya dejado de ser el sepulcro uno de los mas preciosos tesoros para las religiosas, altar de oraciones y estímulo de virtudes.

Después de la tumba de la fundadora, y cruzando las grandes puertas que cierran el coro situado al nivel de la iglesia y á los pies de su nave principal, se venera en un altarcito lateral á la antiquísima Virgen de Sijena, pequeña efigie ennegrecida por los siglos, que trocó su humilde altar de parr. por una morada regia, y sus aldeanos adoradores por monarcas y princesas; viendo pasar inmóvil desde allí durante tantas generaciones á la flor de la nobleza de Aragón, consagrada á su servicio. Solemne y majestuosa liturgia hizo su asiento en aquel coro. La armonía y gravedad en el canto, el número de cantoras, los sobrepellices de ricas y delicadas telas, los grandes cetros de plata que empuñan al entonar los himnos y salmos, la solemnidad en cantar los Evangelios, la majestad en ofrecer incienso al Altísimo, son tradiciones y ceremonias dignas de una metrópoli venerable.

Portada del monasterio de Sigena con sus trece arcos.

* Portada del monasterio de Sijena con sus trece arcos.

Reálzalas, y no poco, el hábito de las que ocupan á uno y otro estrenáosla sillería; hábito, que á la modestia y sencillez religiosa, reúne la elegancia cortesana; una especie de concha sujeta sobre la frente la blanca y ahuecada toca; desciende hasta la mitad del cuerpo un justillo negro ajustado á la cintura, prendido con una cruz sobre el pecho, y bastante entreabierto para dejar ver la bien plegada camisa; negra es la túnica y negro el manto que en los actos solemnes revisten, y qué bajando en graciosos pliegues de sus espaldas y de sus brazos hasta arrastrar por el suelo en forma de cola, ostenta sobre el hombro la blanca cruz de Malta.

Un tall, que reemplaza á la cruz, es lo único que distingue á las religiosas conversas, llamadas con este motivo medias cruces, cuya cuna ya que no aristocrática, suele pertenecer á una honrada medianía. Un traje no menos lindo, pero más apropiado á su edad y candor, usaban las niñas educandas ó escolaras, que crecían dentro de aquel santo recinto, para acostumbrarse desde muy temprano á la soledad, ó para fortalecerse contra los peligros del mundo en que iban á brillar. Sin embargo, el edificio dista mucho de la elegancia de sus moradoras; las habitaciones son espaciosas, pero faltas de adorno y de risueño aspecto; el claustro, aunque bizantino, se ve desfigurado por las capillas construidas posteriormente alrededor, cerrado con claraboyas, y por fuera revestido de ladrillos, cuyos arcos dejan ver los ant. de piedra, tan sencillos y hasta rudos como todo lo restante. La única pieza notable es la capitular, rica en pinturas y en adornos, que por su construcción y artesonado pertenece al siglo XVI, no menos que la portada y el techo plateresco de la capilla de mármol, situado á un extremo de ella, en la cual se venera á Jesucristo en el sepulcro con la Virgen y sus compañeras.

Publicau en “ Os Monegros el 13 de octubre del 2011.

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