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Sariñena devastada


Sariñena, tras la guerra, resultó destruida, principalmente por los duros bombardeos que sufrió por parte de la aviación alemana nazi de la legión Condor. Incluso se hablaba que “Vio desaparecer casi por completo sus edificios y casas” (Nueva España, 6 de octubre de 1954). En este contexto, pudiéndose hablar en torno a un 75% de su destrucción, la localidad fue “adoptada” por Regiones Devastadas para su reconstrucción. Aunque lo primero, tras la guerra, fue la reconstrucción de los pasos sobre el río Alcanadre, tanto de vehículos como el ferroviario (Puentes de guerra, Sariñena).

Artículo enmarcado en la serie sobre la guerra de España en Sariñena.

El Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones (SNRDR) fue un organismo creado durante la dictadura del general Francisco Franco en España. En agosto de 1939, pasó a denominarse Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones. Su cometido fue la reconstrucción de las localidades y edificios muy dañados por la guerra, recurriendo a menudo al trabajo forzoso de presos políticos republicanos integrados en Batallones de Trabajadores. Sus actuaciones se consideraron parciales, con obras puntuales o totales, también llamadas obras de nueva ordenación, estas, según Laura Gil Macián (Arquitectura en Regiones Devastadas tras la Guerra Civil Española) «Se consideraban necesarias cuando más del 75% de la edificación de un pueblo o ciudad se encontraba destruido. Estas localidades pasaban a ser “pueblos adoptados’’ por el caudillo y bajo esta nueva consideración se procedía a su reconstrucción.» Lo que nos da una idea de la destrucción que debió de llegar a sufrir Sariñena. En la provincia de Huesca, los municipios “adoptados parcialmente” fueron Huesca y Barbastro y de “adopción total” Apiés, Banastás, Siétamo, Chimillas, Javierre, Banariés, Sariñena, Tardienta, Bielsa, Biescas, Broto, Gavín, Oliván y Fraga (Nueva España 18 de julio de 1942).

Sariñena fue una de las primeras poblaciones incluidas en Regiones Devastadas, mediante Decreto del 15 de diciembre de 1939 y adopción publicada en el BOE (Boletín Oficial del Estado) el 20 de diciembre de 1939. Aunque se plantea que la destrucción de Sariñena tuvo que ser del 70%, muchas viviendas fueron rehabilitadas. De hecho, en 1930 el censo de viviendas de Sariñena era de 686, mientras que en 1940 de 775, se muestra un ascenso en el número de viviendas que cae a 621 viviendas en 1950. Este descenso, del 20%, según López Gómez puede deberse al derribo definitivo de viviendas afectadas durante la guerra. El censo de «otras edificaciones» cifra en 126 en 1930, cifra que asciende a las 826 en 1940 y que desciende en 33 en 1950 (López Gómez, José Manuel. Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón)

“Los pueblos adoptados por generalísimo para su reconstrucción van a testimoniar su agradecimiento al Caudillo. Ayer salieron para Madrid las representaciones de la provincia de Huesca. Ayer salieron para Madrid, invitadas por la Dirección General del servicio Nacional de Regiones Devastadas, comisiones de las poblaciones adoptadas por el Caudillo para su reconstrucción en nuestra provincia, Sariñena, Biescas, Siétamo y Apiés; y el resto de las de España. En representación de Huesca, fueron el gestor de la excelentísima Diputación don Salvador Ena, el alcalde don José María Lacasa Coarasa, y el secretario local de Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S. camarada José María Calvo.”

Nueva España 17 de julio de 1940.

“Pueblos adoptados: Aunque de todos son conocidos, queremos repetir, para su mayor gloria, los nombres de los pueblos que el Caudillo. generosamente, tuvo a bien adoptar en nuestra provincia: Huesca y Barbastro (adopción parcial) . De adopción total son: Apiés, Banastás, Siétamo, Chimillas, Javierre, Banariés, Sariñena, Tardienta, Bielsa, Biescas, Broto, Gavín, Oliván y Fraga.”

Nueva España 18 de julio de 1942.

Sariñena respondía a la comarcal de Huesca de Regiones Devastadas, zona Aragón, aunque temporalmente, durante 1944 a junio de 1945, es integrada en la comarcal de Belchite. En 1945 la comarcal de Huesca es creada de nuevo, subdividida en la de Huesca y el Pirineo (López Gómez, José Manuel. Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón). Los encargados, de llevar a cabo la reconstrucción, fueron por parte del Ingeniero comarcal Roque Adrada, el secretario técnico Julián Sánchez, el arquitecto Eduardo Lagunilla y el aparejador Celestino Pozo. Me puedo arriesgar a aventurar que la actual plaza Mayoral Antonio Susín, anteriormente San Roque, debió de ser un guiño del ingeniero Roque Adrada, pues el nuevo barrio fue denominado «Barrio de San Roque». Así, en una de sus construcciones se encuentra la imagen de San Roque con su característico perro. Roque Adrada fue Ingeniero jefe de Regiones Devastadas y Reparaciones de la comarcal de Belchite y Huesca.

“Ayer estuvo en nuestra ciudad (Huesca) el arquitecto jefe comarcal de regiones Devastadas, don Roque Adrada. Por la tarde, a las cinco, el Señor Adrada marchó a Sariñena y otros pueblos, en visita de inspección”.

 Nueva España 29 de abril de 1944.

En el archivo provincial de Huesca se encuentra abundante documentación sobre el proceso de reconstrucción de Sariñena: Circulares y normativa, proyectos, certificaciones, actas, jornales, nominas, partes de obra, materiales, inventarios, expedientes de amortizaciones, correspondencia, facturas…, todo detallado y justificado. También, en el presente trabajo es imprescindible la obra de José Manuel López Gómez «Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón. La Dirección General de Regiones Devastadas. 1939-1957», aportando gran información procediendo principalmente del Archivo General de la Administración Central del Estado (AGACE).

La impronta de Regiones Devastadas transformó Sariñena, dejando su legado en numerosos edificios, casas, con una arquitectura característica, y en la misma fisonomía del pueblo. Su arquitectura se caracterizó por la racionalidad y funcionalidad «Se buscó conservar el carácter típico de cada pueblo intervenido, exaltando la diversidad de la arquitectura vernácula de cada caso y utilizando técnicas tradicionales debido a la escasez de medios en los años de autarquía» (Gil Macián, Laura. Arquitectura en Regiones Devastadas tras la Guerra Civil Española). López Gómez define la principal característica de la arquitectura de Regiones Devastadas su componente estético tradicionalista. Se usa la alternancia de materiales, como recurso estético, recordando el empleo del ladrillo cara vista en los vanos superiores a la arquitectura tradicional del valle del Ebro (López Gómez, José Manuel. Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón). A la vez se repiten recursos y elementos como son ,la diversidad de volúmenes, «Creando efectos de luces y sombras», entradas abiertas con un característico zaguán, arcos de medio punto, contrafuertes robustos, zócalos de mampostería, ladrillo caravista, empleo de rejas en ventanas, aleros u hornacinas para santos en casas esquineras.

Antes de la reconstrucción de Sariñena se tuvo que demoler y desescombrar varios edificios y casas, los vecinos y el Batallón 408 de Orden Público fueron los encargados de realizar las labores de desescombro y limpieza. Gran parte de toda esa enrona fue depositada en el barranco de las Barceladas, lo que se puede decir que comprende calle Jota Aragonesa cruzando la Avenida Fraga hasta lo que se conocía como el Mirador. Antonio Oliván recuerda como al abrir un foso, en su taller, aparecieron escombros, tejas y ladrillos. A la vez, desde Regiones Devastadas se adquirieron terrenos, por compra pero también terrenos de expedientes de represión económica franquista contra los vencidos, muchos de ellos encarcelados o exiliados.

Se desarrolló un Plan de Ordenación Interior, planteando el derribo de numerosas viviendas pero que «No llegó a efectuarse puesto que con prontitud los propietarios procedieron a rehabilitarlas» (López Gómez, José Manuel. Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón). La ordenación de Sariñena fue ideada por Eduardo Lagunilla en la Oficina de Proyectos de Zaragoza en abril de 1943 (AGACE, caja nº 1.701). De acuerdo con López Gómez, la actuación se dividía en dos frentes «El primero sobre el casco antiguo, consiste en ensanche de calles y definición de significativos espacios urbanos. El segundo atendería a las necesidades de nuevas viviendas y servicios que se concentrarían en un ensanche de nueva planta».

El plan proponía unir la plaza del ayuntamiento con la de la iglesia. En palabras de López Gómez «Una idea muy practicada y querida por la Dirección General de Regiones Devastadas, la unión de los principales núcleos rectores de la ciudad, el político-civil y el religioso. El primero se encontraba en la plaza del ayuntamiento. Aquí se levantaría la nueva casa consistorial y la sede de Falange Española Tradicionalista y de la Organización Sindical. El segundo estaría constituido por la plaza del Salvador, presidida por la iglesia, y su prolongación en la antigua plaza de la Maestra, hoy calle del Obispo Fray Zacarias Martínez, donde se emplazaría la Casa Rectoral.» Para ello se debía de derribara algunos inmuebles para dar salida de la calle del Mercado a la plaza del Ayuntamiento y en la misma calle «Se proponía una ordenación regular que se supeditaría al orden dórico de la fachada de la iglesia. La propia plaza de la iglesia sufría modificaciones al ampliarse por la recomposición de algunos de sus rasantes y por la incorporación de porches a su perímetro». La plaza del ayuntamiento se propuso su ensanche y también dotarla de pórticos. Además se contemplaba dar salida a la calle de los Ángeles y ensanchar la calle Dato «Principal entrada de la localidad».

López Gómez apunta que el proyecto mereció un informe de la Dirección General «En él se valoraba positiva mente el nuevo plan, aunque se hacían matizaciones de carácter económico en alusión a la abundancia de expropiaciones previstas. Se da el visto bueno a la unión de las plazas y al ensanchamiento de determinadas calles, siempre que las expropiaciones afecten viviendas destruidas. Asimismo, argumentando cuestiones económicas, se sugiere que antes de proceder a la realización de la nueva barriada se actúe sobre los solares existentes en el interior de la localidad. Una vez que se hayan ocupado se podría iniciar el ensanche. Bien por las indicaciones del informe, bien por las dificultades económicas del momento, las actuaciones en el interior del casco urbano fueron muy limitadas Definitivamente se desecharon las posibilidades de unión y porticado de las plazas del Salvador y del Ayuntamiento, de ordenación de la calle del Mercado y ensanchamiento de la de Dato. La única intervención destacable fue la de la apertura de la calle de los Ángeles como consecuencia de la construcción del nuevo Ayuntamiento. Respecto a los proyectos que afectaban a zonas periféricas, en general tuvieron mayor índice de ejecución. La barriada de nuevas viviendas para labradores y el cuartel de la Guardia Civil se construyeron al oeste de la carretera de Huesca, el matadero en el lugar indicado, el lavadero en la zona ajardinada próxima a la plaza de Alvarado y el hospitalillo en la prolongación de la calle del Carmen, en el extremo opuesto del pueblo. Tampoco se edificaron la antigua capilla de la prisión ni las escuelas con sus viviendas para maestros de la calle del Molino, prefiriéndose la zona destinada a viviendas como su emplazamiento más idóneo. (La idea general está bien aunque es de temer se encuentre fuera de la realidad por la abundancia de las expropiaciones. Informe valorativo de la nueva ordenación urbana de Sariñena, AGACE, caja nº 1.701).»

La expansión de Sariñena se planificó hacia el barrio o barriada de la estación. El barrio de la estación ferroviaria de Sariñena, distante a tres kilómetros del núcleo, también sufrió duramente el bombardeo de marzo de 1938. La nueva barriada contempló hasta iglesia. López Gómez recoge que con el nuevo ensanche se pretendía forzar a que la expansión de Sariñena se decantase hacía la estación de ferrocarril, «La gran avenida de unión con la estación quedo en utópica idea».

En el casco antiguo se trabajó en la rehabilitación y construcción de viviendas de la localidad, llegando a actuar en 197 viviendas, con unos daños valorados en 3.209.026,43 pesetas. De hecho, la Dirección General de Regiones Devastadas «Priorizó la reconstrucción de las viviendas en los pueblos frente a las ciudades como forma de evitar un éxodo del campo a la ciudad. Con esto, hubo un intento de mejorar las condiciones de la vivienda agraria» (Gil Macián, Laura. Arquitectura en Regiones Devastadas tras la Guerra Civil Española).

A la vez se construyeron edificios de servicios, como un hospital, el matadero municipal, un lavadero, se amplió el cementerio municipal, se reconstruyeron las escuelas graduadas y se construyó un nuevo edificio Casa Ayuntamiento, ya que el anterior había quedado destruido. También s e intervino en la iglesia parroquial de Sariñena y se construyó la iglesia del barrio de la Estación .

Igualmente, se creó una nueva zona de ensanche llamada Barrio Nuevo, denominando la nueva calle como de la Victoria, actualmente renombrada calle de la Paz, el conocido barrio de San Roque. Se construyeron viviendas para funcionarios, maestros, médicos, veterinarios, notarios… y para labradores. En definitiva se proyectó y realizó un nuevo barrio con 33 viviendas. López Gómez cifra en 35 las nuevas viviendas que Regiones Devastadas construyó en Sariñena.

Para la ejecución de las obras, establecieron un almacén en la antigua capilla de Loreto, incluso depositaban en la plaza de Loreto cemento que descargaban a granel, cuenta Faustino Blanco: “En la desaparecida capilla guardaban carretillos, regletes, tableros, andamios…”.

El Lavadero se proyectó en abril de 1941 de la mano de Antonio Chóliz, ascendiendo su presupuesto inicial a 88.577,64 ptas (AGACE, caja nº 20.311). Se construyó cerca del primitivo lavadero de Sariñena, actual edificio municipal de cultura Antonio Beltrán, conocido como las monjas, proyectándose en torno al lavadero un parque. Cogió el agua de un ramal de la acequia Vadecara (Valdera) y se construyó resguardado del cierzo, adoptando la disposición de planta en ángulo recto con fachada cerrada al norte y completamente abierta al mediodía. Se cubrió con tejado de teja árabe y un alero de canalete de madera remataban la fachada. En el interior se colocó una gran loseta ranurada de cemento inclinada ligeramente hacia la pila disponiendo un canal de desagüe para el agua. El lavadero parece ser que tuvo problemas de desagüe a la acequia cercana, donde incluso existía un pequeño lavadero. En su lugar se construyó el edificio de las monjas, congregando la orden de religiosas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y un centro educativo que ellas mismas dirigieron. Según Faustino Blanco, para acceder al lavadero había que descender a través de unos cinco o seis escalones. A finales de la década de los cincuenta, el lavadero fue derruido para construir el edificio de las hermanas estableciendo la escuela de “La Milagrosa”.

“Siempre entre los clamores del vecindario agradecido, que no sabía cómo demostrar su entusiasmo en esta fecha gloriosa y señaladísima para el pueblo, las autoridades, a pie, visitaron el grandioso (Por lo amplio) Lavadero. capaz para un centenar de mujeres. verdadera oba modelo, y, además, insustituible en este pueblo. donde esta función había de efectuarse en pequeñas acequias y riachuelos, sin comodidad alguna.”

Nueva España 18 de agosto de 1944.

En el mismo año de 1941 se realiza el Hospital u Hospitalillo, ideado por Antonio Chóliz, cifrando su presupuesto de ejecución en 130.876,23 ptas (AGACE, caja nº 760). Edificación constituido en dos pabellones rectangulares dispuestos perpendicularmente. El pabellón principal de dos plantas, al que se accede a través de un zaguán con arco de medio punto. en su interior se hallaba el vestíbulo donde aguardar a las distintos servicios, como sala de reconocimiento, comedor y cocina. En la segunda planta se ubicó la vivienda del médico (tres dormitorios, comedor, baño y cocina) junto a un pequeño almacén y un vestuario para el resto del personal. El pabellón de planta baja alojó dos salas para convalecientes, una para cada sexo, con capacidad de cuatro camas cada sala y un baño común. La construcción actuó como “Auxilio social”.

«Debemos también recordar la inauguración del Centro de Alimentación Infantil de nuestra señora del Carmen a cargo de Auxilio Social» (Nueva España, 31 de agosto de 1947).

“Todavía hay algo más que entregar en Sariñena, y peco al calor asfixiante de este día agosteño, famoso en los anales de la historia local de Sariñena, estas incansables autoridades llegan hasta el otro rincón de la villa, donde ha sido erigido un Hospital, como todas las obras construidas por Regiones devastadas en estos pueblos, también modelo. Nuevamente el señor Moreno Torres hace entrega de él a las autoridades de la villa, que reciben el recinto con emoción que no aciertan a contener. (El pueblo de Sariñena no había disfrutado de esta caricia que supone el tener un Hospital que acoja, en los primeros momentos al menos, a las gentes enfermas y menesterosas).”

Nueva España 18 de agosto de 1944.

Entre los años 1941-1949 se actuó en la Red Eléctrica de Sariñena.

En enero de 1942, por parte de Eduardo Lagunilla, se proyectó el Matadero, con un presupuesto de 107.226,50 ptas (AGACE, caja nº 20.311). Un edificio singular, aunque se planteó a las afueras de la localidad, actualmente se encuentra completamente integrado en la localidad, “Su fachada larga queda totalmente abierta a través de los vanos de acceso y de iluminación que se van alternando rítmicamente. Sobre las puertas figura el tipo de ganado al que se destina el espacio. Nada más acceder al recinto, en el lado izquierdo hay que destacar una fuente con decoración de azulejos y caños labrados.” (SIPCA). Constaba de tres edificaciones anexas entre sí. Una nave administrativa, en la entrada, que contaba con un despacho para el veterinario y de arbitrios. Una nave central y de mayores dimensiones como sala de matanza, de escaldado, de oreo y guardarropa y aseo. La tercera nave respondía a los corrales, medio descubierta y con los corrales para vacuno y cerda. Una entrada y corral posterior, independiente, permitía la entrada de reses bravas, «Para evitar los posibles ataques al ganado domestico y al personal» (López Gómez, José Manuel. Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón).

“Continuaron la Incansable entrega, con el Matadero municipal, otra esplendida obra de estilo y comodidades modernas, capaz para cien cabezas de ganado, que suple en exceso las necesidades de la villa. Toda esta instalación es, como las anteriores, modelo, y reúne condiciones higiénicas inmejorables.”

 Nueva España 18 de agosto de 1944.

En 1942 se procedió en la reconstrucción del Grupo Escolar, ubicado en la calle del Muro, actualmente Ronda San Francisco, donde se ubica el salón del Casino.

“Y no para aquí la dádiva del Caudillo al pueblo de Sariñena, sino que, a continuación, y siempre en fervorosa y alegre peregrinación patriótica, por los vítores y la emoción, nos dirigimos hasta otro ángulo de la ciudad, están enclavadas las Escuelas, y éstas son también entregadas a la villa, después de haber sufrido una metamorfosis que las remozan.”

 Nueva España 18 de agosto de 1944.

Entre 1942-1946 se realizó la Reconstrucción de fincas.

“A las doce de la mañana Bendición y entrega de la iglesia y casa parroquial del barrio de la Estación, verificándose a continuación los siguientes actos: Entrega del Cementerio Municipal. Colocación de la primera piedra para la construcción del cuartel de la Guardia civil. – – Visita a la Oficina de Obras de la localidad y grupos de viviendas construidas y en construcción. – Entrega del Lavadero Municipal. Entrega del Matadero Municipal. Entrega del Centro de Higiene Rural— l. Entrega del Grupo Escolar. A las dos de -la tarde: Comida obsequio del Ayuntamiento de la villa a las autoridades, en uno de los salones del Casino. Lugar de reunión de las autoridades a su llegada: Iglesia del barrio de la Estación.”

 Nueva España 17 agosto 1944.

Las nuevas viviendas se comienzan a planificar en 1943. La denominada manzana B es la primera en planificarse, en julio de 1943, por parte del arquitecto Eduardo Lagunilla, con un presupuesto de 521.710,57 ptas (AGACE, caja nº 1.701). Se proyectan 7 viviendas de labrador medio, al norte de la entonces calle de la Victoria. Las viviendas se diseñan apareadas dos a dos y las de las esquinas independientes, todas de dos plantas. Las casa constan de un patio de entrada (zaguán), por el que se accede a la cocina comedor, «Al uso del país», y a las escaleras a a la planta superior. En palabras de López Gómez, la cocina comedor «Adopta la forma de fogón adosado a la pared con campana, al modo de las cadieras aragonesas». En la misma planta baja se encuentra un cuarto y un aseo, fuera de la vivienda «En contacto con los servicios agrícolas». En la planta superior aparecen los dormitorios. Las viviendas se completaban con zonas propiamente de servicios agrícolas, completamente independientes, tales como cuadra, granero, zolleta (Cochiquera), gallinero, y leñera.

En 1944 se procedió a la urbanización de diferentes zonas de Sariñena y se ejecutan diversas viviendas, especialmente la manzana A entre la avenida Huesca – calle de la Paz y las calles de Loreto – Delicias. Igualmente, las manzanas E y F de 12 viviendas.

En la continuidad de la actual calle de la Paz, Eduardo Lagunilla proyecta dos manzanas de seis viviendas, para bracero o labrador humilde, con un presupuesto de 494.597,26 ptas. (AGACE, caja nº 20.311). Son 12 viviendas de una sola planta, más reducidas que las anteriores. Las viviendas de las esquinas presentan un porche por el que se accede al vestíbulo desde donde se distribuye la cocina comedor, con despensa, baño y cuatro dormitorios. Las casas intermedias el porche es compartido por dos viviendas y cada vivienda solamente presenta tres dormitorios. Además, recoge López Gómez, «Los servicios agrícolas son mínimos y consistentes en cobertizo para carro, cochiquera y gallinero».

La urbanización de Sariñena debió de ser una gran tarea y preocupación de las autoridades de Sariñena que se alargó durante años: «Es propósito de la corporación municipal proseguir, en lo posible, esos trabajos de urbanización contando con el apoyo y la cooperación de Regiones Devastadas» (Nueva España, 31 de agosto de 1947).

También en 1944 se proyectan doce viviendas protegidas para obreros, 7 para labradores y en construcción, dos grupos de 9 casas de labrador, 7 de funcionarios.

“El 14 de agosto de 1944 Moreno Torres (Director General de Regiones Devastadas) entrega diversas obras de Regiones Devastadas en varias localidades de la provincia de Huesca, entre ellas Sariñena.”

Nueva España, 12 de agosto de 1944.

Detalle en una casa con su fecha de su construcción de 1944 tallada.

Algunas de las casas del Barrio de San Roque no fueron finalizadas y entregadas hasta 1947 «Manzanas de nuevas casas del barrio de San Roque, donde varios inmuebles están casi en condiciones de ser entregados a sus nuevos ocupantes. También están próximos a terminarse los pisos para funcionarios del hermosos edificio construido en la carretera de la estación» (Nueva España, 31 de agosto de 1947).

“Sin perder un minuto (vamos a aliviar a nuestros lectores de la relación de autoridades que estuvieron Presentes en todos los actos del día, todas las jerarquías y autoridades seguidas ya de los cuatro mil habitan tes de esta simpática villa de Sariñena, se dirigieron al lugar donde han sido edificadas, puestas en construcción, las manzanas de 35 casas destinadas a labradores, cuya entrega simbólica se celebró efectuando la del grupo “A”, de los tres que han sido terminados o están próximos a finalizar su construcción. Esto es A, B y C. Estas casas entregadas son de inmejorable factura, según la arquitectura ortodoxa aragonesa y constan de varios dormitorios, cuarto de baño, cocina, despensa, otras dependencias, corral y, tras de éste, cuadra de caballerías y granero para cereales.”

 Nueva España 18 de agosto de 1944.

En 1945 comienza la construcción del Cuartel de la Guardia Civil (1944-1949). El proyecto es realizado en 1944 de la mano de José Luis de la Figuera con un presupuesto de 144.515,72 ptas. (AGACE, caja nº 762). La casa cuartel de la Guardia Civil se proyecta con 17 pabellones, oficinas, sala de armas (Patio interior) y demás complementos. Regiones devastadas tomaron los modelos nacionales para aumentar su carácter militar y su adscripción al lugar. En este caso se cerró el patio en sus 4 lados para incidir en la idea de fortín. La solana en fachada será su guiño local. La primera piedra fue colocada el 17 de agosto de 1944 siendo inaugurado en 1947.

«El ala de la fachada principal es de dos alturas y las demás de tres. La primera plan- ta de la fachada principal contiene la puerta, con amplitud suficiente para la entrada de vehículos, separando a su derecha la zona administrativa, de la vivienda del brigada, a su izquierda. Las oficinas son las de puesto de guardia, sección y compañía, el guardia de puertas se encuentra junto a la entrada. Las habitaciones más amplias son para el despacho del capitán y la sala de armas. En el ala posterior se colocan los garajes, almacén. cuadras y pajares. La segunda planta de la fachada delantera será para la vivienda, o pabellón, del oficial y las habitaciones de los jefes que vayan a pasar revista.

Las alas restantes son para las viviendas de los guardias. Cada vivienda se compone de entrada directa a la cocina-comedor, que se comunica con tres dormitorios, un cuarto de aseo con retrete, lavabo con ducha, y una despensa.

Los alzados denotan la austeridad castrense, alterada únicamente por la solana, con arco rebajado, del balcón de la vivienda del oficial, situada sobre la puerta. El mismo motivo se repite en la galería para tender la ropa que se alza en un plano posterior. El zócalo vuelve a ser de mampostería rejuntada y el muro enjarrado de cemento. El alero es de cuarto de bocel tal como se repite en toda la barriada. La cubierta es de teja curva sobre madera rolliza y cañizo.

El carácter defensivo de la edificación viene definido por las garitas colocadas en sus esquinas y centro de la fachada posterior, posteriormente retiradas.»


Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón.

López Gómez, José Manuel.

“El señor Moreno Torres, gobernador civil y jefe provincial del Movimiento y Obispo de la Diócesis, se dirigieron al lugar donde ha de ser emplazado el nuevo cuartel de la Guardia Civil, cuya primera piedra fue bendecida por el Prelado y colocada inmediatamente Por las primeras autoridades. En una caja metálica hablan sido colocadas varias monedas de uso legal; el acta firmada por el director general (de regiones devastadas), obispo, representante del gobernador militar, coronel-jefe del Tercio de la Guardia Civil, y un ejemplar del periódico Nueva España, correspondiente a la de la fecha, y donde se anunciaron los actos a celebrar. Pusieron paletadas de cemento las autoridades firmantes del acta, y una vez a-sentada la piedra en su lugar, se dio por terminada esta ceremonia de colocación de la primera piedra de la Casa Cuartel da la Guardia Civil.”

Nueva España 18 de agosto de 1944.

En enero de 1946 se redactó el proyecto de reconstrucción la Red de Abastecimiento de Aguas de Sariñena, ejecutándose en 1949.

Entre 1947 1952 se desarrolla el proyecto de Alcantarillado Sariñena.

En 1949 se presupuestaron los arreglos de la Iglesia Parroquial El Salvador y construcción de la Casa Rectoral.

El proyecto de la casa rectoral y dependencias parroquiales responde a 1948-1950, en la denominada plaza de la Maestra. Fue proyectado en 1947 por Manuel Martínez de Ubago, con un presupuesto de 144.515,72 ptas. (AGACE, caja nº 20.316).

«Consta de tres plantas. La baja se destina a servicios; carbonera, leñera, almacén y granero. El primer piso es el de trabajo y relación, con el despacho, archivo, sala de estar, comedor, cocina y retrete. El piso superior es el más privado con cuatro dormitorios, una solana y baño con aseo y retrete.

Los alzados se desarrollan en tres de sus fachadas. El zócalo es de mampostería rejuntada, los muros aparecen enfoscados y con una coloración morada, el alero es de hormigón, la cubierta de teja árabe a tres vertientes. Las fachadas se articulan con diversos tipos de vanos. La puerta exterior es en arco de medio punto con dovelaje de sillería regular. La puerta al jardín también repite el mismo tipo de arco pero en esta ocasión sin dovelas. Las ventanas inferiores son de pequeño tamaño y protegidas por rejas. Por su situación en esquina se potencia el valor estético de ésta incluyendo en el primero piso un balcón corrido, en el superior una solana con arcos de medio punto y balaustrada de madera torneada.«

Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón.
López Gómez, José Manuel.

Mientras, el proyecto de la iglesia es de 1954, cuyas obras tardaron cinco años y contaron con un gasto de cerca de dos millones de pesetas «Totalmente reconstruida y restaurada».

La consagración e inauguración de la iglesia se llevó a termino el sábado 18 y domingo 19 de abril de 1959 respectivamente. En su «solemne consagración» contó con Francisco Javier Ochoa, obispo titular de Remesina y el párroco de la villa de Sariñena mosen Vicente Fuertes. El acto de su inauguración tuvo su correspondiente eco en los medios locales: «La reconstrucción y restauración de este templo, de tanto arraigo en la capital de Los Monegros, se inició hace unos cinco años, con aportaciones de la entonces Dirección General de Regiones Devastadas y posteriormente del Ministerio de la Vivienda, así como con ayuda del Ayuntamiento. El importe total de las obras se eleva a dos millones de pesetas, aproximadamente. Ha dirigido la empresa el arquitecto Don Miguel Aranda. El altar mayor, con madera dorada, es una primorosa artesanía de los hermanos Navarro, de Zaragoza. Es de traza moderna y en su centro figura una imagen de Jesús Salvador y a ambos lados, pinturas murales, de colores fuertes y de factura moderna. La pintura religiosa, presenta escenas de la vida de Nuestro Señor. Los actos comenzaron con el canto de la Tercia, del maestro García, con acompañamiento de coros de música. De Huesca se había desplazado la capilla clásica de la catedral dirigida por el maestro reverendo don Gregorio Garcés, así como la orquesta» (Nueva España. 22 de abril de 1959).

En 1949 se construye un grupo 22 viviendas en la manzana A, proyectadas por parte del arquitecto Eduardo Lagunilla. El presupuesto fue de 952.558,84 ptas. (AGACE, caja nº 726). La manzana A se ubicó entre la avenida a Huesca y la actual calle de la Paz, antes de la Victoria. Se planifica con dos tipos de viviendas, tanto individuales como colectivas. Las individuales son para labradores de tipo medio, de dos alturas, iguales que las de la manzana B. Las colectivas, López Gómez, señala que se sitúan en la carretera «Y son apropiadas para empleados y funcionarios. Se trata de dos edificaciones de tres pisos cada una. Cada planta tiene dos viviendas con recibidor, comedor, cocina, tres dormitorios dobles y cuarto de baño completo. Tienen servicios auxiliares, como lavaderos individuales y un gallinero, en unas construcciones exentas».

Faustino Blanco recuerda la distribución de viviendas entre la avenida Huesca – calle de la Paz y las calles de Loreto – Delicias. Comenzando con la esquina de calle Loreto con la avenida Huesca, se construyó un edificio con varias viviendas, instalándose la contribución y la oficina del registro, donde además vivió Garulo. Subiendo por la calle Loreto habitó la casa siguiente Julio Murillo, Escanero y la que hace esquina el notario. Ya en la calle de la Paz, se suceden casas a los dos lados de la calle, destacando al final, la del juzgado, a la izquierda y las del veterinario (Bareche) y la del médico Cascales ya en la calle Delicias. Más abajo de la calle Delicias estaba la casa del también médico Nicolas Andión y cerrando con la avenida Hueca otro edificio con casa para dos maestros, un guardia forestal y la oficina del registro.

El 1 de junio de 1950 se inauguró la Iglesia del Barrio de la Estación de Sariñena, cuyo proyecto databa de 1940. Asistió al acto inaugural el vicario general de la diócesis Ramón Abizanda, acompañado de los funcionarios de Regiones Devastadas los arquitectos Miguel Aranda y Luis Lagunilla y el aparejador Luis Felipe Monzón. Además el reverendo arcipreste Jorge Lecha y miembros del ayuntamiento encabezado por el alcalde Valentín Medina, entre otras personalidades (Nueva España, 2 de junio de 1950).

En 1951 se redacta el proyecto definitivo de la Casa Consistorial del Ayuntamiento, juzgado, correos, telégrafos y viviendas; una obra muy anhelada por la localidad: «Queda como principal anhelo de esta corporación para el año próximo, la construcción por Regiones Devastadas del nuevo edificio Casa Consistorial, cuyo proyecto se halla ya aprobado y únicamente espera la orden de comenzar. Este edificio cuyo proyecto es magnifico y albergará todas las oficinas municipales y las de carácter público (juzgados, correos, etc,) dará a la villa el último toque que su reconstrucción necesita» (Nueva España, 31 de agosto de 1947). Fue proyectado por Eduardo Lagunilla con un presupuesto de 2.142.581,85 ptas. (AGACE, caja nº 1.071). Su construcción se llevó a cabo entre 1951 y 1960, realizándose en 1957 un proyecto adicional a la obra. Su estilo es regionalista, buscando una tendencia horizontal, con un zócalo pétreo de granito negro en el primer piso, ladrillo cara vista en la el segundo piso y hormigón en el tercero. Porche con seis columnas y entrada grande rectangular, la primera planta presenta un gran balcón con cinco puertas, el tercer piso tiene cinco ventanas cuadradas. El edificio se corona con un tejado de teja árabe y un sobresaliente alero.

El alzado principal presenta los componentes habituales en las casas consistoriales. Tiene un porche adintelado en la planta baja. Se emplea el adintelamiento y el orden dórico en sus pilares para hacerse corresponder con los porches que se pensaron podrían unir la plaza de la iglesia y del Ayuntamiento. Los pilares son de piedra sillar y el revesti- miento del muro de aplacado de piedra caliza. La planta noble se destaca por el balcón corrido que ocupa toda la longitud de la fachada y por el empleo del ladrillo cara vista. El tercer piso vuelve a modificar su presentación siendo ahora muro enfoscado con listones horizontales rehundidos. El alero es de hormigón plano y la cubierta de teja curva. Se trata de una fachada equilibrada y bien resuelta siguiendo los módulos tradicionales de composición.

Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón.
López Gómez, José Manuel.

Fue una obra larga, el 21 de abril de 1953, el director general de Regiones Devastadas decreta que «Se disponga lo conveniente para la intensificación de las obras actualmente en ejecución, en el el edificio para Casa Consistorial del Ayuntamiento». (Nueva España, 8 de mayo de 1953). Pues en sus diez años de su construcción dieron pie hasta chistes sobre su evolución, tal y como manifiesta la crónica de Nueva España del 5 de junio de 1955: «…es importante que las cosas marchen, aunque sea lentamente, pues posiblemente así se hacen mejor. Sirva ello de ejemplo, nuestra casa consistorial, que hace cinco años hace que se comenzó a construir y todavía guarda para un rato. Y sin embargo, allí está ella fuerte y bien consolidada, defendiéndose de las inclemencias del tiempo y de las personas. ¿Pues sobre todo de las personas ya tiene que aguantar la pobre? ¡Vaya chistes que a su costa se hacen! Pero como si no. Ella continúa desafiando a todos y poniendo al tiempo como el mejor validar contra las inquietudes municipales» (Nueva España, 5 de junio de 1955).

La casa consistorial, del Ayuntamiento de Sariñena, fue inaugurada por el gobernador civil Riera Aísa el 18 de julio de 1960, junto a otras obras importantes como en el abastecimiento de agua de Sariñena y la ampliación de la avenida de Huesca. (Nueva España, 19 de julio de 1960).

Detalle de la columna central de la plaza del ayuntamiento de Sariñena.

En 1955 se proyecta la construcción bloque viviendas para maestros en Sariñena, proyectado en el actual edificio de la avenida de Huesca, al este del actual colegio. Un proyecto reivindicado, al igual que la casa consistorial quedando reflejado en el decreto del director general de Regiones Devastadas del 21 de abril de 1953: «Que se proceda con toda urgencia a la redacción del proyecto correspondiente para la ejecución de diez viviendas para maestros. A la redacción del proyecto de dos viviendas para maestros en el barrio de la Estación, para lo cual el Ayuntamiento aporta los solares necesarios; y que se proceda, igualmente, con urgencia a la redacción del proyecto correspondiente para la ejecución de las obras de reparación en el interior y pavimentación en la iglesia parroquial de Sariñena» (Nueva España, 8 de mayo de 1953).

En 1960 se finalizó el edificio religioso de las hermanas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, donde se encontraba el lavadero municipal. Fue construido por Regiones Devastadas e inaugurado en agosto de 1960. El edificio fue adecuado gracias a la Asociación Cultural «El Salvador», compuesta por una junta rectora integrada por Félix Regaño, Mariano Torres Asín, Emiliano Gaspar y Anselmo Garulo. El domingo 18 de septiembre de 1960 fue inaugurado el colegio de la Milagrosa, contando con el gobernador civil José Riera Aísa, el alcalde Andrés Buisán, la religiosa sor Celia López y, entre otros, fray López, hermano de sor Celia y vicario general del arzobispado de Tánger. La escuela estuvo abierta hasta mediados de la década de los noventa, cuando todos pasaron a estudiar a las escuelas nacionales. 

En 1961 se remata con la reparación de un grupo 12 viviendas en las manzanas E y F.

La inversión de Regiones Devastadas fue considerable, de acuerdo con López Gómez, el montante por años fue la siguiente:

Año 1941: 219.453,87 ptas.
Año 1942: 107.226,50 ptas.
Año 1943: 521.710,27 ptas.
Año 1944: 1.223.768,56 ptas.
Año 1947: 144.515,72 ptas.
Año 1949: 952.558,84 ptas.
Año 1951: 2.142.581,85 ptas.

A estas cantidades habría que sumar la inversión de 3.209.026,43 ptas. que Regiones Devastadas destinó a la rehabilitación y reconstrucción de viviendas. Podemos hablar de una inversión total de 8.520.842,04 ptas. una cantidad muy considerable en la época.

Sariñena fue desarrollada en dirección al barrio de la Estación, distante a unos tres kilómetros de la población donde se halla la estación ferroviaria de la localidad. Una ambiciosa expansión que creando una gran avenida que en julio de 1960 adquirió el nombre de Avenida Huesca. En palabras de López Gómez «El previsto ensanche a ambos flancos de la carretera de Huesca quedo limitado a un grupo de veintinueve viviendas y el cuartel de la Guardia Civil en el lado norte. Las viviendas se disponen en manzanas cerradas rectangulares y la red viaria adopta un trazado ortogonal. El eje principal es la calle de la Victoria (hoy llamada de la Paz), que discurre paralela a la carretera. En el cruce de las calles centrales se forma una plaza rectangular.» Luego llegarían otras edificaciones, como el nuevo Grupo Escolar y otras en torno a la nueva avenida, pero ya sin el amparo de Regiones Devastadas. En definitiva, Regiones Devastadas desarrolló una gran actividad, configurando y refigurando la actual Sariñena, a pesar de que no llegó a desarrollarse completamente.

Una arquitectura funcional y a la vez con un característico estilo que forma parte de la idiosincrasia de Sariñena y de su memoria, un patrimonio que valorar y conservar.

José Antonio Villellas Sánchez


Embajador de nuestra tierra, José Antonio Villellas responde a una personalidad fuerte, enraizada en la tierra como las robustas carrascas de Capdesaso que se desarrollan firmes, mostrando su grandeza y porte afable, humilde y sencillo y a la vez potente, como su voz, pura expresión de un sentir, tan propio y profundo, que brota del mismo alma. Indudablemente, José Antonio Villellas Sánchez es una figura fundamental en la jota aragonesa y la transmite con dedicación, pasión, orgullo y cariño.

José Antonio Villellas

José Antonio Villellas Sánchez nació un 26 de noviembre de 1939 en la localidad monegrina de Capdesaso, en el seno de una  familia de labradores, en casa El Cerilo. Jotero, cantador y maestro, se ha dedicado a la tierra como agricultor y a su gran pasión: la jota. Talante claro y puro, ha sabido transmitir su arraigo a la tierra, con dureza y valentía, entendiendo la jota como una expresión interior que debe fluir, puro sentimiento.   

Con su voz brava y fuerte, es considerado figura clave en la jota altoaragonesa y una de las voces más relevantes de la jota aragonesa. Sin duda, José Antonio Villellas lleva dentro la jota, formando parte de su vida que repasamos aprendiendo de todo un maestro extraordinario.  

Nació en un Capdesaso árido y seco, todo era secano, aunque su familia tenía algunas tierras de regadío por monte Tubo: -Se regaban desde aproximadamente los años treinta, o incluso antes, a través del canal del Flumen-. Se cogía trigo y durante la postguerra nunca faltó de nada-, afortunadamente no pasaron hambre, las necesidades las tenían cubiertas –Antes casi ni hacía falta ir a la tienda, con lo que se criaba y cultivaba en casa bastaba, pan con vino y poca cosa más-.

-Con la lana de las ovejas la abuela hacía jerséis, calcetines… antes lavaban la lana, la hilaban… las mujeres se encargaban de todo-. La colada la hacían en la balsa -Allí había pilas de piedra picada-. La balsa recogía el agua del monte de la Sarda -Cuando llegaba tormenta se llenaba y rebosaba por el aliviadero-. Con 8 años la balsa se llegó a secar -Se pegó más de un año sin llover, fue en 1949 y los críos jugábamos dentro de la balsa-. En invierno, cuando hacía frio, se helaba y andaban sobre el hielo. Para beber estaba la fuente, un manantial de agua buena y las mujeres iban allí a aclarar la ropa lavada anteriormente en la balsa -El agua estaba mucho más limpia-. Había otros manantiales, pero muchas veces el agua sabía mal. En la balsa había una pared de piedra, a modo de presa, que tenía adosadas unas escaleras de piedra por donde bajaban a llenar los cantaros. Cerca de la balsa se encontraban las ruinas del antiguo molino de aceite 

De críos jugaban a los pitos (canicas), policías y ladrones, al reganche (Hacían saltar monedas contra la pared), a la rueda que giraban por las calles, la una anda la mula, marro, churro medio manga manga entera, frontón y fútbol.

Desde los 10 años le tocó ir a ayudar al campo, a regar y a la huerta, tenían que dejar la escuela. Durante 15 días iban al monte a la siega y trilla, unas tres semanas entre todo. Villellas se acuerda de ver tarántulas y sus agujeros en la tierra –Cuando la tarántula picaba a alguien, en su casa le tocaban la guitarra-. Como eran chicos no les dejaban entrar en las casas y no recuerda que cantasen nada -Un hombre del pueblo tocaba la guitarra, aunque bastante mal-.  

Fue a la escuela en Capdesaso, -Entonces estábamos más de 50 críos, había maestro y maestra-. Luego, durante un año, realizó un curso en San Viator, Huesca, y dos años en Cogullada, Zaragoza, en la escuela agraria. Entró el primero de su promoción, en Cogullada, y pensó que iba a ser fácil, se hizo algo vago y al final se le complicó, aunque finalmente acabó superándolo.

Cuando tenía 18 o 20 años llegó la colonización y les expropiaron las tierras de Tubo. Las tierras de secano de Capdesaso se fueron modernizando y, a través de la acequia del Flumen, llegó el regadío. Mucha gente marchó con la expropiación -Éramos unos 600 habitantes en el pueblo y se debió de quedar en unos 200-.

Había muchas carrascas en el monte de Capdesaso, recuerda Villellas, pero con la llegada del regadío fueron arrancadas. Ahora, solo queda como testigo el pequeño carrascal de Capdesaso, cerca de la Laguneta. 

Las fiestas estaban muy animadas y los gastos de las mismas los organizaban los mozos. Con 15 años, Villellas ya fue mozo del gasto de las fiestas. Los mayores organizaban las fiestas y contrataban orquestas. Comenzaban la víspera con pasacalles, concierto y baile; para la patrona misa mayor cantada y todos los días baile vermut, tarde y noche. Había fútbol, se hacía equipo para jugar partidos contra el Lalueza, Sariñena o Poleñino. También se realizaba la tradicional carrera pedestre.  -Una mañana se realizaba una ronda para recoger dinero y las mozas daban algo. Sólo música aunque una vez vinieron los famosos cantadores Morilla (Vicente Cambra Villellas) y Joaquín Campodarve-.  

Para la fiesta de mayo, el día 4 se acudía a la ermita de santa Elena, se hacía misa y repartían tortas y vino a cargo del ayuntamiento. Para San Marcos, el 25 de abril, para algunas personas era costumbre ir a la ermita a invitar a Santa Elena a la fiesta de mayo.

Camino de la ermita, subiendo la cuesta del Saso se encuentran las crucetas. Son como de un metro de altura, roca sillar, y están cada diez metros a la orilla del camino. Según contaba su padre, la víspera de mayo mandaban a uno a cantar, en cada cruceta, para ahuyentar los malos espíritus. 

En su memoria queda Ramón Cambra Lapiedra, también natural de Capdesaso, quien tocaba maravillosamente el violín, recuerda Villellas -Aprendió a tocar en Sariñena, con Gioni-. Bajaba a Sariñena en bicicleta y dejaba de ir a la escuela para aprender a tocar. Ramón tocó en la orquesta famosa de Rudi Ventura y en diferentes ocasiones festivas de Capdesaso, tales como navidad, San José, el Pilar o la Pascua y acompañaba con el violín cuando se cantaba la misa de Pio X, que mozos y mozas cantaban en misa, -algo precioso-.

Fueron cinco hermanos, una hermana ha vivido siempre en Capdesaso y tres hermanas acabaron marchando a trabajar a Barcelona. José Antonio ha vivido en Sariñena, agricultor y jotero, su vocación fue tardía, a los treinta y cinco años. Soltero y aburrido, sobre todo las tardes de invierno de 1975, plegaba pronto del trabajo y se animó a ir a Huesca para aprender canto. Tenía voz, facultades para la jota, le resultaba relativamente sencillo, de alguna manera, su voz encajaba con la jota. 

A José Antonio siempre le había gustado cantar, especialmente en casa, -Por la radio escuchábamos jotas navarras en radio Zaragoza, las del cantador Raimundo Luna. Aunque las mejores eran de José Oto, Jesús Gracia…-. Mosén José María Aguerri, mosén Copas, coadjutor con mosén Vicente, lo cogió de joven para la coral, aún vivía en Capdesaso, pero la coral duró poco tiempo. Con nueve años, en el cine teatro Victoria de Sariñena, José Antonio ya vio cantar y bailar a gente de Sariñena, de la mano de Juanito Sanz, precursor de los primeros grupos folclóricos en Sariñena. En un momento de aquella actuación, aparecieron dos hombres a cada lado del escenario y en medió apareció un jovencísimo José María Cabellud, tendría unos 13 años, quizá con su padre y tío. De Sariñena estaba un Gilaberte que cantaba muy bien, era pastor. En Sariñena vio actuar al Pastor de Andorra y a Jesús Gracia, José Antonio aún no era jotero pero aquellas voces le parecían el cielo. También participó de las cátedras que la Sección Femenina llevó por toda la geografía aragonesa, llegando a bailar en su pueblo en la demostración que se llevaba a cabo al término de las clases.

En Huesca aprendió un montón. Fue alumno de Camila Gracia, de quien dicen “Heredó un estilo recio, valiente, que transmite pureza y autenticidad”. Camila fue discípula del cantador Fidel Seral, de quien adquirió el sabor auténtico de la jota a nuestra tierra, y de José Rodrigo. El 19 de noviembre de 1975, José Antonio debutó en Huesca, gracias al ánimo y la tenacidad de Pedro Lafuente. Se  tuvo que vestir con el traje que le dejó  José Mª Cadenas, secretario de la Escuela Municipal de Jota de Huesca.

Una víspera de reyes, José Antonio se acercó a Sariñena a comprar unos zapatos. Vio la cabalgata de reyes acompañada por joteros con cantadores venidos de Zaragoza. Era el segundo año que iba a la escuela de Huesca y un amigo, Víctor Mir, le dijo al cura –Este cantará una jota-  Así, salió a interpretar y aquello le animó a unirse al grupo de jota de Sariñena, gracias al director del grupo. Lamentablemente, el grupo desapareció al poco, a los dos años, en 1978. Lo organizaba el ayuntamiento y actuaba como rondalla de Sariñena, para fiestas, San Isidro o reyes.

Pronto se codeó con figuras importantes de la jota, como el bailador y coreógrafo Carlos Vidal, quien lo animó a actuar y a colaborar con escuelas y grupos como Almudévar, Ayerbe, Tardienta, Ansó o Sabiñánigo. Con Carlos Vidal siempre le ha unido una gran amistad, -orgullo jotero-. Empezó también a ir a certámenes y al primero que fue consiguió el primer premio -Esto parece que funciona-, pensó José Antonio. También tuvo la confianza del bailador Toni Cabestre, director del grupo “A tierra nuestra”, “que desde sus comienzos contó con él para llevar el peso de los festivales, cantando estilos y jotas de baile que fueron el perfecto rodaje del cantador monegrino” (Dese Monegros)-.

Participó en el festival del Pirineo de Jaca, en 1977, siendo retransmitida una de sus jotas por televisión española.  En 1987, José Antonio Villellas ganó el Certamen Oficial de las Fiestas del Pilar. Aunque no todo ha sido tan fácil, una vez, en un certamen en Lérida, se quedó en blanco durante una interpretación. Y en 1979 se comenzó a hablar de hacer un grupo en Sariñena, a iniciativa del alcalde Antonio Torres y la concejala de cultura Marisa Sanz Anoro. Se creó tanto grupo como escuela, naciendo el grupo folclórico “Aires Monegrinos”. Fue posible gracias a Jesús Budios que se encargó de la rondalla, José Antonio de canto y Vicente Galino, de Tardienta, de baile. José Antonio al principio no se veía capaz pero enseguida vio que la cosa funcionaba y todo tiró para adelante -A la vista está como ha funcionado-.  También gracias a Antonio Villacampa.

Además, durante 30 años perteneció y ejerció como maestro en la Rondalla de la Peña Fragatina de Fraga. El 5 de julio del 2014 le rindieron un sentido homenaje, un agradecimiento a su labor y trayectoria en el mundo de la jota. Además, Villellas impartió clases de jota en diversas localidades como Alcubierre, Benabarre, Esplús, Ontiñena, Alcolea, Villanueva de Sijena, Sena, Albelda, Graús, La Paul, Gurrea de Gállego, Belver de Cinca, Lalueza, San Lorenzo del Flumen…

En el 2010 fue el primero en recibir el reconocimiento de Gancho de Honor por parte de la asociación Ganchina El Soltador de Capdesaso. Así, a su pueblo escribió y dedicó la copla de La fábula del Gancho “Enamorado a su amada/ la luna le ofreció/ y una noche, con un gancho/ de la balsa la sacó”.

El 17 de abril del 2016 fue homenajeado por la agrupación folklórica Aires Monegrinos, otorgando su nombre a una calle de Sariñena. Sin duda, su impronta es vital en Aires Monegrinos, del que ha sido director y profesor de su escuela -Lo grande de Aires Monegrinos es que hay muchos campeones y títulos. Se ha ido a cantar y a bailar a muchos lugares, incluso al extranjero, atesoran un gran bagaje de actuaciones e incluso presencia en programas de televisión y radio-. Entre sus grabaciones, en 1988 el vinilo «Aires Monegrinos», en 1994 «Esencia», en cedé, y en el 2005 «Desde Monegros», en la conmemoración de sus 25 años. Asimismo, desde hace años celebran el certamen de Jota «Villa de Sariñena”. Sin duda, una actividad que dinamiza la vida cultural de Los Monegros.

En los últimos 30 años la jota ha tenido un auge espectacular, poniéndose en un altísimo nivel.  -La jota pues es la expresión de nuestros sentimientos más profundos de todos los Aragoneses-. Villellas la define como un sentimiento interno que hay que echarlo y vivirlo.

Puro arte, ¡Gracias maestro!.