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José Antonio Villellas Sánchez


Embajador de nuestra tierra, José Antonio Villellas responde a una personalidad fuerte, enraizada en la tierra como las robustas carrascas de Capdesaso que se desarrollan firmes, mostrando su grandeza y porte afable, humilde y sencillo y a la vez potente, como su voz, pura expresión de un sentir, tan propio y profundo, que brota del mismo alma. Indudablemente, José Antonio Villellas Sánchez es una figura fundamental en la jota aragonesa y la transmite con dedicación, pasión, orgullo y cariño.

José Antonio Villellas

José Antonio Villellas Sánchez nació un 26 de noviembre de 1939 en la localidad monegrina de Capdesaso, en el seno de una  familia de labradores, en casa El Cerilo. Jotero, cantador y maestro, se ha dedicado a la tierra como agricultor y a su gran pasión: la jota. Talante claro y puro, ha sabido transmitir su arraigo a la tierra, con dureza y valentía, entendiendo la jota como una expresión interior que debe fluir, puro sentimiento.   

Con su voz brava y fuerte, es considerado figura clave en la jota altoaragonesa y una de las voces más relevantes de la jota aragonesa. Sin duda, José Antonio Villellas lleva dentro la jota, formando parte de su vida que repasamos aprendiendo de todo un maestro extraordinario.  

Nació en un Capdesaso árido y seco, todo era secano, aunque su familia tenía algunas tierras de regadío por monte Tubo: -Se regaban desde aproximadamente los años treinta, o incluso antes, a través del canal del Flumen-. Se cogía trigo y durante la postguerra nunca faltó de nada-, afortunadamente no pasaron hambre, las necesidades las tenían cubiertas –Antes casi ni hacía falta ir a la tienda, con lo que se criaba y cultivaba en casa bastaba, pan con vino y poca cosa más-.

-Con la lana de las ovejas la abuela hacía jerséis, calcetines… antes lavaban la lana, la hilaban… las mujeres se encargaban de todo-. La colada la hacían en la balsa -Allí había pilas de piedra picada-. La balsa recogía el agua del monte de la Sarda -Cuando llegaba tormenta se llenaba y rebosaba por el aliviadero-. Con 8 años la balsa se llegó a secar -Se pegó más de un año sin llover, fue en 1949 y los críos jugábamos dentro de la balsa-. En invierno, cuando hacía frio, se helaba y andaban sobre el hielo. Para beber estaba la fuente, un manantial de agua buena y las mujeres iban allí a aclarar la ropa lavada anteriormente en la balsa -El agua estaba mucho más limpia-. Había otros manantiales, pero muchas veces el agua sabía mal. En la balsa había una pared de piedra, a modo de presa, que tenía adosadas unas escaleras de piedra por donde bajaban a llenar los cantaros. Cerca de la balsa se encontraban las ruinas del antiguo molino de aceite 

De críos jugaban a los pitos (canicas), policías y ladrones, al reganche (Hacían saltar monedas contra la pared), a la rueda que giraban por las calles, la una anda la mula, marro, churro medio manga manga entera, frontón y fútbol.

Desde los 10 años le tocó ir a ayudar al campo, a regar y a la huerta, tenían que dejar la escuela. Durante 15 días iban al monte a la siega y trilla, unas tres semanas entre todo. Villellas se acuerda de ver tarántulas y sus agujeros en la tierra –Cuando la tarántula picaba a alguien, en su casa le tocaban la guitarra-. Como eran chicos no les dejaban entrar en las casas y no recuerda que cantasen nada -Un hombre del pueblo tocaba la guitarra, aunque bastante mal-.  

Fue a la escuela en Capdesaso, -Entonces estábamos más de 50 críos, había maestro y maestra-. Luego, durante un año, realizó un curso en San Viator, Huesca, y dos años en Cogullada, Zaragoza, en la escuela agraria. Entró el primero de su promoción, en Cogullada, y pensó que iba a ser fácil, se hizo algo vago y al final se le complicó, aunque finalmente acabó superándolo.

Cuando tenía 18 o 20 años llegó la colonización y les expropiaron las tierras de Tubo. Las tierras de secano de Capdesaso se fueron modernizando y, a través de la acequia del Flumen, llegó el regadío. Mucha gente marchó con la expropiación -Éramos unos 600 habitantes en el pueblo y se debió de quedar en unos 200-.

Había muchas carrascas en el monte de Capdesaso, recuerda Villellas, pero con la llegada del regadío fueron arrancadas. Ahora, solo queda como testigo el pequeño carrascal de Capdesaso, cerca de la Laguneta. 

Las fiestas estaban muy animadas y los gastos de las mismas los organizaban los mozos. Con 15 años, Villellas ya fue mozo del gasto de las fiestas. Los mayores organizaban las fiestas y contrataban orquestas. Comenzaban la víspera con pasacalles, concierto y baile; para la patrona misa mayor cantada y todos los días baile vermut, tarde y noche. Había fútbol, se hacía equipo para jugar partidos contra el Lalueza, Sariñena o Poleñino. También se realizaba la tradicional carrera pedestre.  -Una mañana se realizaba una ronda para recoger dinero y las mozas daban algo. Sólo música aunque una vez vinieron los famosos cantadores Morilla (Vicente Cambra Villellas) y Joaquín Campodarve-.  

Para la fiesta de mayo, el día 4 se acudía a la ermita de santa Elena, se hacía misa y repartían tortas y vino a cargo del ayuntamiento. Para San Marcos, el 25 de abril, para algunas personas era costumbre ir a la ermita a invitar a Santa Elena a la fiesta de mayo.

Camino de la ermita, subiendo la cuesta del Saso se encuentran las crucetas. Son como de un metro de altura, roca sillar, y están cada diez metros a la orilla del camino. Según contaba su padre, la víspera de mayo mandaban a uno a cantar, en cada cruceta, para ahuyentar los malos espíritus. 

En su memoria queda Ramón Cambra Lapiedra, también natural de Capdesaso, quien tocaba maravillosamente el violín, recuerda Villellas -Aprendió a tocar en Sariñena, con Gioni-. Bajaba a Sariñena en bicicleta y dejaba de ir a la escuela para aprender a tocar. Ramón tocó en la orquesta famosa de Rudi Ventura y en diferentes ocasiones festivas de Capdesaso, tales como navidad, San José, el Pilar o la Pascua y acompañaba con el violín cuando se cantaba la misa de Pio X, que mozos y mozas cantaban en misa, -algo precioso-.

Fueron cinco hermanos, una hermana ha vivido siempre en Capdesaso y tres hermanas acabaron marchando a trabajar a Barcelona. José Antonio ha vivido en Sariñena, agricultor y jotero, su vocación fue tardía, a los treinta y cinco años. Soltero y aburrido, sobre todo las tardes de invierno de 1975, plegaba pronto del trabajo y se animó a ir a Huesca para aprender canto. Tenía voz, facultades para la jota, le resultaba relativamente sencillo, de alguna manera, su voz encajaba con la jota. 

A José Antonio siempre le había gustado cantar, especialmente en casa, -Por la radio escuchábamos jotas navarras en radio Zaragoza, las del cantador Raimundo Luna. Aunque las mejores eran de José Oto, Jesús Gracia…-. Mosén José María Aguerri, mosén Copas, coadjutor con mosén Vicente, lo cogió de joven para la coral, aún vivía en Capdesaso, pero la coral duró poco tiempo. Con nueve años, en el cine teatro Victoria de Sariñena, José Antonio ya vio cantar y bailar a gente de Sariñena, de la mano de Juanito Sanz, precursor de los primeros grupos folclóricos en Sariñena. En un momento de aquella actuación, aparecieron dos hombres a cada lado del escenario y en medió apareció un jovencísimo José María Cabellud, tendría unos 13 años, quizá con su padre y tío. De Sariñena estaba un Gilaberte que cantaba muy bien, era pastor. En Sariñena vio actuar al Pastor de Andorra y a Jesús Gracia, José Antonio aún no era jotero pero aquellas voces le parecían el cielo. También participó de las cátedras que la Sección Femenina llevó por toda la geografía aragonesa, llegando a bailar en su pueblo en la demostración que se llevaba a cabo al término de las clases.

En Huesca aprendió un montón. Fue alumno de Camila Gracia, de quien dicen “Heredó un estilo recio, valiente, que transmite pureza y autenticidad”. Camila fue discípula del cantador Fidel Seral, de quien adquirió el sabor auténtico de la jota a nuestra tierra, y de José Rodrigo. El 19 de noviembre de 1975, José Antonio debutó en Huesca, gracias al ánimo y la tenacidad de Pedro Lafuente. Se  tuvo que vestir con el traje que le dejó  José Mª Cadenas, secretario de la Escuela Municipal de Jota de Huesca.

Una víspera de reyes, José Antonio se acercó a Sariñena a comprar unos zapatos. Vio la cabalgata de reyes acompañada por joteros con cantadores venidos de Zaragoza. Era el segundo año que iba a la escuela de Huesca y un amigo, Víctor Mir, le dijo al cura –Este cantará una jota-  Así, salió a interpretar y aquello le animó a unirse al grupo de jota de Sariñena, gracias al director del grupo. Lamentablemente, el grupo desapareció al poco, a los dos años, en 1978. Lo organizaba el ayuntamiento y actuaba como rondalla de Sariñena, para fiestas, San Isidro o reyes.

Pronto se codeó con figuras importantes de la jota, como el bailador y coreógrafo Carlos Vidal, quien lo animó a actuar y a colaborar con escuelas y grupos como Almudévar, Ayerbe, Tardienta, Ansó o Sabiñánigo. Con Carlos Vidal siempre le ha unido una gran amistad, -orgullo jotero-. Empezó también a ir a certámenes y al primero que fue consiguió el primer premio -Esto parece que funciona-, pensó José Antonio. También tuvo la confianza del bailador Toni Cabestre, director del grupo “A tierra nuestra”, “que desde sus comienzos contó con él para llevar el peso de los festivales, cantando estilos y jotas de baile que fueron el perfecto rodaje del cantador monegrino” (Dese Monegros)-.

Participó en el festival del Pirineo de Jaca, en 1977, siendo retransmitida una de sus jotas por televisión española.  En 1987, José Antonio Villellas ganó el Certamen Oficial de las Fiestas del Pilar. Aunque no todo ha sido tan fácil, una vez, en un certamen en Lérida, se quedó en blanco durante una interpretación. Y en 1979 se comenzó a hablar de hacer un grupo en Sariñena, a iniciativa del alcalde Antonio Torres y la concejala de cultura Marisa Sanz Anoro. Se creó tanto grupo como escuela, naciendo el grupo folclórico “Aires Monegrinos”. Fue posible gracias a Jesús Budios que se encargó de la rondalla, José Antonio de canto y Vicente Galino, de Tardienta, de baile. José Antonio al principio no se veía capaz pero enseguida vio que la cosa funcionaba y todo tiró para adelante -A la vista está como ha funcionado-.  También gracias a Antonio Villacampa.

Además, durante 30 años perteneció y ejerció como maestro en la Rondalla de la Peña Fragatina de Fraga. El 5 de julio del 2014 le rindieron un sentido homenaje, un agradecimiento a su labor y trayectoria en el mundo de la jota. Además, Villellas impartió clases de jota en diversas localidades como Alcubierre, Benabarre, Esplús, Ontiñena, Alcolea, Villanueva de Sijena, Sena, Albelda, Graús, La Paul, Gurrea de Gállego, Belver de Cinca, Lalueza, San Lorenzo del Flumen…

En el 2010 fue el primero en recibir el reconocimiento de Gancho de Honor por parte de la asociación Ganchina El Soltador de Capdesaso. Así, a su pueblo escribió y dedicó la copla de La fábula del Gancho “Enamorado a su amada/ la luna le ofreció/ y una noche, con un gancho/ de la balsa la sacó”.

El 17 de abril del 2016 fue homenajeado por la agrupación folklórica Aires Monegrinos, otorgando su nombre a una calle de Sariñena. Sin duda, su impronta es vital en Aires Monegrinos, del que ha sido director y profesor de su escuela -Lo grande de Aires Monegrinos es que hay muchos campeones y títulos. Se ha ido a cantar y a bailar a muchos lugares, incluso al extranjero, atesoran un gran bagaje de actuaciones e incluso presencia en programas de televisión y radio-. Entre sus grabaciones, en 1988 el vinilo «Aires Monegrinos», en 1994 «Esencia», en cedé, y en el 2005 «Desde Monegros», en la conmemoración de sus 25 años. Asimismo, desde hace años celebran el certamen de Jota «Villa de Sariñena”. Sin duda, una actividad que dinamiza la vida cultural de Los Monegros.

En los últimos 30 años la jota ha tenido un auge espectacular, poniéndose en un altísimo nivel.  -La jota pues es la expresión de nuestros sentimientos más profundos de todos los Aragoneses-. Villellas la define como un sentimiento interno que hay que echarlo y vivirlo.

Puro arte, ¡Gracias maestro!.

Jotas y coplas de Los Monegros


Joteros de antes, de viva voz que en cada ocasión que podían alegraban cada momento. Aquellos joteros de principios del siglo pasado y de mucho antes ¿Qué coplas cantarían?. Cantadores de taberna y ronda, de Jorge Laín “el Popilo”, Comte o el gran tenor sariñenense José María Cabellud y otros tantos que les precedieron, a lo largo y ancho de Aragón y, en nuestro caso, en la comarca de Los Monegros, donde la jotica antigua se cantaba como siempre:

Esta es la jotica antigua
esta es la jota de Robres
que al compás de las tijeras
cantan los esquiladores.

El día que tallaban los quintos, estos iban por las calles a rondar a las mozas a sus casas y la víspera de la fiesta rondaban a las autoridades y al pueblo en general. “Les daban tortas, les abrían sus puertas para tomar vino, desde medianoche hasta que amanecía” (Marisa Sanz, La Jota a través de los años en Sariñena. Revista Monegros nº 19, 1980).

“Los mozos comenzaban sus escotes para contratar las músicas, que se componían de guitarras, violines, bandurrias y guitarros y el imprescindible cantador de jota; dando a cada tañedor diez reales diarios y mantenido… ¡igual que hoy!.

Aunque en el pueblo era costumbre de que hubiese tres bailes o cuatro, el Alcalde, no autorizaba más que una ronda, respondiendo los encargados de que se guardara el debido respeto y orden.

La víspera de la fiesta, a las 10 de la noche, salía la banda autorizada para cantar tres jotas a cada una de las mozas del pueblo y forasteras. En estas jotas se descubrían amores, quereres y rencores, y si había vino de por medio llegaban las disputas, que el encargado, cortaba rápidamente con la autoridad de un dictador.

El segundo día de las fiestas, se engalanaba uno de los mejores carros del pueblo, con follaje, colchas de seda, y mantones de manila en el que eran enganchadas las cuatro mejores mulas de la villa, bien esquiladas y enjaezadas con rótulos en las ancas y con mozo mayor de alguna casa pudiente al frente de este carro, cargado de mozos, lucía la vara y sus dotes de buen carramatero, recorriendo todas las calles del pueblo y en busca de tortas que voluntariamente les ofrecían sus novias, amigas o hermanas en compensación a las coplas que la noche anterior les habían dedicado ”.

Fiestas en 1890, Juanito. Programas de fiestas de 1991.

Jeanine Fribourg, Fiestas y literatura oral en Aragón, encuadra la ronda como una tradición perdida, como la de engalanar los balcones. Además, desconocía, en el momento de hacer su trabajo, entre 1975 y 1985, si se hacía en otros pueblos. La etnolinguista francesa describe las «rondallas» como grupos de tres o cuatro jóvenes que iban a cantar jotas a las chicas que les gustaban. Como ejemplo recoge la siguiente copla:

Venimos a saludarte
con bandurrias y guitarras
ya puedes estar contenta
que somos diez a rondarte.

Compositores, verdaderos creadores y poetas. Algunos iban por los pueblos cantando, alegrando fiestas, ceremonias y eventos. A Sariñena venía el cantador de Santalecina, estuvo en la inauguración de la iglesia del barrio de la Estación de Sariñena, inauguración que se llevó a cabo en abril de 1929. El cantador de Santalecina interpretó diferentes jotas con la música de la orquesta dirigida por el gran maestro Guioni. (Una fiesta en Sariñena. Berdun Torres, Manuel. Programa de fiestas de Sariñena de 1973).

Es la villa de Sariñena
con su barrio la Estación
unidos en un fuerte lazo
honra y gloria de Aragón.

De público tan selecto
nos vamos a despedir
muchos años esta fiesta
la volváis a repetir.

En Perdiguera también ha existido una gran tradición jotera, siempre ha habido personas que sabían tocar cantar y bailar y se juntaban para rondar y alegrar las calles del pueblo. También para bailar una jota muy querida, la jota de la Regolvedera el día de la patrona Santa Beatriz, el 29 de julio. (Asociación Folclórico Musical de Perdiguera).

Juanito, Juan Sanz Benito fue un precursor de la rondalla en Sariñena, todo un enamorado de la música; estudió la carrera de violín en el conservatorio de Barcelona. En Sariñena fue muy buen amigo del gran jotero Fidel Seral de Tardienta y de su hijo Mariano o Mario, como se le conoció siempre, quien también poseía una gran voz, lo que influyó en su pasión por la jota y en el empuje para formar una rondalla en Sariñena en 1949.

Para la presentación de aquella primera rondalla sariñenense, Marisa Sanz cantó los versos que su padre Juanito escribió:

Queridos Sariñenenses/ todos llenos de entusiasmo/ juventud y dinamismo/ sintiéndonos aragoneses/ y por ello bien nacidos/ han formado la rondalla/ para cantar de camino/ que Sariñena no muere/ que continúa en su sitio/ tan valientes como siempre/ dando a la patria sus hijos/ que igual se canta la jota/ que se matan a cuchillo./ Y ahí los tienes, Sariñena/ con los semblantes altivos/ para ellos pido un aplauso/ que tienen bien merecido.

También Marisa cantó la jota compuesta por Juanito para el párroco del barrio de la estación, Pedro Luis de Bengoechea. Fue con motivo de las fiestas del barrio sariñenense, “se subía a rondar al jefe de la estación, a las mozas del barrio e incluso al cura. Entonces llevaba Capdesaso, Lastanosa y la Estación, y cuando bajaba del tren cogía su bicicleta y mi padre le compuso esta copla”:

D. Pedro va en bicicleta
y eso me da mal humor
ala, a ver si le compramos
pa ir a misa un trimotor.
Marisa Sanz, La Jota a través de los años en Sariñena (Revista Monegros nº 19, 1980).

La rondalla tuvo sus vaivenes, formándose de nuevo en dos ocasiones, la primera de la mano de José María Arregui y una segunda gracias a Pepe Alustiza hasta que en 1979 se formó “Aires Monegrinos. «Una noche, todos los aires soñaron con una tierra, un lugar donde plantar sus vuelos, sus músicas y voces; un lugar lejos de verdes montes y profundos mares. Allá dónde en lo yermo poder soñar y volar… y allí fueron con sus cantos, música y bailes. Sembraron la Jota, plantaron ilusiones y cosecharon sueños y realidades: Aires Monegrinos». Alicia Bergua en los 25 años de la agrupación.

Que puede morir la jota
nadie se atreva a decir
pues estamos los de Sariñena
para hacerla resurgir.
Agrupación folclórica municipal Aires Monegrinos, Programa de fiestas de Sariñena de 1980.

En Leciñena se bailan las seguidillas en honor de la Virgen de Magallón, varias parejas bailan acompañadas por la rondalla. Los quintos y quintas de La Almolda recorren y rondan las calles entonando jotas al compás de panderas esmeradamente decoradas con cintas “Antiguamente sólo los quintos, con guitarras, bandurrias, panderas, almirez, ganchos (triángulo) y botella de anís se encargaban de las rondas nocturnas durante todo el año, hasta la entrada de la siguiente quinta”. (Comarca de Los Monegros. La tradición musical en Los Monegros. Bajén García, Luis Miguel y Gros Herrero, Mario).

Gros y Bajén también recogen las rondas de Castejón de Monegros “donde a la tradicional pandera con parche de piel de perro se unían la mandurria y la guitarra, los quintos salían a recorrer calles y plazas. En las rondas de mozos se amplían los instrumentos a los disponibles: guitarra, mandurria, laúd, guitarro, violín, hierros (triángulo) y pandera”.

“Todavía queda recuerdo en Villanueva de las rondas con gaita, aunque eran los viejos (casados) quienes rondaban con el gaitero de La Almolda improvisando coplas. Los jóvenes preferían los instrumentos de cuerda para rondar a las mozas. Tampoco faltaban las rondas en uno de los momentos mágicos del año, la noche de San Juan. Después de lavarse la cara en el río, fuente o balsa antes de salir el sol, salían las mozas con coberteras entonando las clásicas Sanjuanadas, con coplas como ésta:

San Juan y la Madalena
fueron a coger melones
y en medio del melonar
San Juan perdió los calzones.
(Comarca de Los Monegros. La tradición musical en Los Monegros. Bajén García, Luis Miguel y Gros Herrero, Mario).

Las coplas, en palabras de Javier Badules, deben tener cuatro versos octosílabos o heptasílabos, dependiendo de la rima de la última palabra y la rima se ha de cumplir entre el segundo y cuarto verso siempre. Si no se cumplen estas condiciones la copla no puede ser cantada, por lo tanto está mal construida o transcrita.

Muchas agrupaciones folclóricas, ligadas a la jota, forman parte de la esencia de Los Monegros: Rondalla de Sena, Grupo Castillo de Montoro en Lanaja, Grupo folclórico Virgen de la Sabina de Farlete, Grupo de jota y rondalla de Bujaraloz «Aire de Monegros», Rondalla Esencia de Villanueva, Rondalla de Castejón de Monegros, Asociación Folclórico Musical de Perdiguera…

Queda esta publicación abierta para la continua incorporación de coplas, rondallas, grupos, joteros/as… esperando que cada ausencia, falta o error sea subsanado gracias a vuestra participación y colaboración. ¡Gracias!

Los Monegros

Bujaraloz en un llano
La Almolda está en un altero
Valfarta está en una valle
y Peñalba en un aujero.

Castejón en un barranco
Valfarta en una Varella
Bujaraloz en un llano
y La Almolda pie la cuesta.

Comarca de Los Monegros
con parajes sin igual
donde brilla Sariñena
como su gran capital.
Autor: Paco Lasierra Barrieras.

Comprar buen vino en Lalueza
es cierta y segura cosa
pero comprar buen aceite
cuando se acabe la trilla.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros.

Con el frío, cierzo y niebla;
con el calor, polvo y sol;
son contrastes que a Monegros
le hacen duro el corazón.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Con melocotón de Fraga
vino viejo de Lalueza
ternasco de Sariñena
no me duele la cabeza.
Informante: Villellas, José Antonio.

Cuando veo Los Monegros
se me encoge el corazón
son como un hierro rusiente
en el vientre de Aragón.
Autor: Escudero, Luis.

De Tardienta salió el hambre
y por Torralba pasó,
en Senés entró en misa
y en Almuniente paró;
en Torres hizo escritura
y en Barbués la hipotecó.

Donde nacen los Monegros
hay una ermita de piedra,
en la ermita hay una imagen
llamada Santa Quireria.
Cancionero popular de la Provincia de Huesca. Juan José de Mur Bernad.

El duro sol de Monegros
me l´a quemao las mejillas
las suavizaré con besos
cuando se acabe la trilla.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

El cierzo y el sol te curten,
sabina de los Monegros,
y tu corteza es testigo
de siglos de desconsuelos.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

El segador de Monegros
sabe lo que es cosechar
cada grano mil sudores
que soporta sin reblar.
Autor: Gracia Vicién, Luis.

En Lanaja comen paja
en Pallaruelo salvau
y en la villa Sariñena
nos hartamos de pescau.

En un pueblo de Monegros
un abuelico soñaba
que regresaban los hijos
y las tierras se regaban.
SIPCA.

En una noche de ronda,
brillan hermosos luceros,
que sólo se pueden ver,
en el cielo de Monegros.
Autor: José Luis Urben.
Informante: Lourdes Urben Gracia.

Jota y coplas de Monegros
que aún hay voz en mi garganta
y mucha fuerza en el pecho
pa recogeros a casa.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

La paciencia de Aragón
también se puede acabar
si las aguas no nos llegan
Los Monegros a regar.
Jota cantada en Bujaraloz el Día de la Provincia (1974).

Los hombres de Los Monegros
tienen noble su carácter,
es tan limpio como el cierzo,
sobrio como su paisaje.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Mia s`hi recorrido mundo
que hi estau en Tramaced,
en Huerto, Usón y La Venta,
en Alberuela y Marcén.
Informante: Gracia Castel, Pablo.

Pirineo de aguas claras
refresca bien Los Monegros
que el sol quema los trigales
y están llorando los pueblos.
Informante: Villellas, José Antonio.

Por el cielo de Monegros
el cierzo vuela dolido
porque los rayos del sol
van dibujando suspiros.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Por mi pueblo va el canal
que ha de regar los Monegros
y el Alto Aragón será
más que la ribera el Ebro.
Informante: Villellas, José Antonio.

Que ha de regar los Monegros
por mi pueblo va el canal
que ha de regar los Monegros
y el Altoaragón [le da] más que la ribera el Ebro
más que la ribera el Ebro
por mi pueblo va el canal.
Lasierra Barrieras, Francisco “El Chato” y Villellas, José Antonio (16/05/1991). Romería a la ermita de Santiago en Sariñena. SIPCA.

Sale el sol por los Monegros
baña en el Ebro sus ratos
da la vuelta en el Pilar
y se va por el Moncayo.
Popular. Informante: Casaña Bernad, Elena.

Siempre incierto el caminar,
siempre mirando hacia el cielo,
siempre esperando el milagro,
en las tierras de Monegros.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Sin glarimas s´han quedau,
no ploran ya los Monegros,
tienen resecos los güellos
de tanto mirar ta´l cielo.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Sin ver cumplido un deseo
no me quisiera morir
sin ver cumplido un deseo
poder cortar una rosa
del vergel de Los Monegros
del vergel Los Monegros
no me quisiera morir.
Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

Un mantón ceniza y ocre
La tierra de los Monegros
Adornada con aliagas
Con Sabinas y romero.
Autor: Gracia Castel, Pablo. Esta fue una de las coplas con la que la jotera monegrina Elena Casaña Bernad ganó el Campeonato de Aragón.

Ya me han dicho que te vas
a vivir a Los Monegros
a beber agua de balsa
toda llena de gusanos.
SIPCA.

Ya me han dicho que te vas
a vivir a Los Monegros
a beber agua de balsa
y a comer pan de centeno.
SIPCA.

Ya me vuelvo a Los Monegros
y me despido de ustedes
me voy a un bello desierto
donde el Romero florece.
Autora: Elena Casaña Bernad.

Ya vienen los segadores
de segar de los Monegros
sólo por venirte a ver
niña de los ojos negros.
Informante: Alfredo Aranda.

Albalatillo

Albalatillo es mi pueblo
San Andrés es mi patrón
Margarita es la patrona
de nuestra fiesta mayor.
Popular. Informante: Casaña Bernad, Elena.

En medio de los Monegros
donde se juntan dos ríos
alguien descubrió un oasis
y lo llamó Albalatillo.
Autor: Atares, José Antonio. Informante: Casaña Bernad, Elena.

Por los tres yo moriría
por tres amores suspiro
por mi madre, por la jota
por mi pueblo Albalatillo.
Autor: Gracia Castel, Pablo. Informante: Casaña Bernad, Elena.

Albero

Coplas recogidas por Carolina Ibor Monesma

José María Sanagustín recordaba estas que cantaba su padre, Siño José, en el trillo:

Cuando yo te festejaba
te painabas a menudo
y ahora que no te festejo
paices un perro lanudo.

María la colorada
se ha comprado un meriñaque,
le ha costau cuatro pesetas
y una magra con tomate.

Madre, me quiero casar
porque ya conozco el Carro,
la luna y las estrellas
y la Carretera de Santiago[1].

[1] Evidentemente se trata de las denominaciones populares de la Osa Mayor y la Vía Láctea.

Algunas más, que formaban parte del repertorio de los mozos, quienes solían rondar a las mozas muchos sábados y vísperas de fiesta. Cantaban tres jotas frente a la casa de cada una, aunque estuviese ausente. En los últimos años en que se hicieron rondas, las interpretaban a capela, pues por entonces no contaban con tañedores. Detrás de cada cuarteta, incluyo el nombre de la persona que la recitó, si bien algunas estrofas eran generalmente conocidas por casi todos.

Aunque vives en rincón
no vives arrinconada,
que en los rincones se crían
las rosas más encarnadas.
Recitante: Ibor, José María.

Aunque vives en rincón
no vives arrinconada,
que en los rincones se crían
las mejores ensaladas.
Recitante: Monclús, Rafael.

Gracias a Dios que he llegado
y no pensaba llegar
a darte las buenas tardes,
ojitos de mi mirar. 
Recitante: Ciprés, Julia.

Las dos hermanicas duermen
en una cama de flores
y en la cabecera tienen
la Virgen de los Dolores.
Recitante: Giménez, Nati. Se la cantaban los mozos a sus hermanas Carolina e Ignacia.

Yo me enamoré de noche
y la luna me engañó,
otra vez que me enamore
será de día y con sol.
Recitante: Ibor, Hilario.

En tu puerta planté un pino
y en tu ventana una higuera
pa que te comas los higos,
morricos de laminera.
Recitante: Ibor, José María.

En esta calle que entramos
echan agua y salen rosas
y por eso le decimos
la calle de las hermosas.
Recitante: Ibor, José María.

De tu ventana a la mía
me tirastes un limón,
el limón me dio en la cara
y el agrio en el corazón.
Recitante: Ibor, Hilario.

Yo venía de regar
y estabas en la ventana
y me hicistes una seña
que estabas sola y que entrara.
Recitante: Ibor, Hilario.

A finales de los años ochenta “recuperamos” la ronda para la fiesta, que va acompañada de la recogida de tortas para una chocolatada. A mediados de siglo XX esa ronda corría a cargo de la orquesta, en uno de los pasacalles previos al baile. Tras la recuperación de los años ochenta la hemos acompañado con guitarra, con clarinete y guitarra, con guitarra y bandurria… En fin, lo que teníamos a mano y con letras que aludían a los vecinos de cada casa. Ahora sigue haciéndose así, con guitarra y bandurria contratadas a tal efecto.

Carolina Ibor Monesma

Alcubierre

Cuando voy a San Caprasio
y paso por Valmayor
me acuerdo de aquella amiga
que vive en Villamayor.
Jota de ronda. SIPCA.

Dos vivas manda Alcubierre
desde la tierra al espacio
pa su patrona Santana
y a su patrón San Caprasio.
Informante: Alberto Lasheras. Autor: Luis Bielsa.

En la sierra de Alcubierre
partida La Taralluela
me enseñó a cantar mi padre
las joticas de mi tierra.
Jota de ronda. SIPCA.

San Caprasio ya no estás
tan sólo como otras veces
que ha puesto Dios a tu lado
los frailes que te mereces.
Informante: Alberto Lasheras. Autor: Luis Bielsa. De cuando llegaron los » Hermanitos de Jesús» a Farlete y a San Caprasio.

Si es de la provincia de Huesca
del partido de Sariñena
es soltera y de Alcubierre
no verás cosa más buena.
Informante: Alberto Lasheras. Autor: Luis Bielsa.

Farlete

Grupo folclórico Virgen de la Sabina

El grupo folclórico Virgen de la Sabina se fundó en 1981, un grupo de jóvenes amantes de la música formado por Jesús Lasheras, Antonio Fustero, Angel Yago, Enrique Llados y Tomás Fustero fueron con sus ensayos la semilla de este grupo. Un poco más tarde fueron tomando cuerpo el grupo de canto y de baile. Profesores de música con Pedro Arto y en la actualidad Javier Martín, de baile con Ana Bueno y Miguel Angel Berna, y en canto Elvira Mayoral, José Luis Urben y actualmente José Luis Gimeno han pasado por el grupo. En los buenos tiempos el grupo llegó a tener 83 miembros y a participar en eventos y concursos, llegando a quedar segundos en un certamen celebrado en Báguena. La despoblación hizo mella en el grupo, y en la actualidad apenas unas 15 personas formamos parte de la rondalla y del grupo de canto de la asociación, y participamos en misas y eventos festivos de la localidad y de la comarca. La rondalla en la actualidad tiene un repertorio muy amplio que va del folclore a la música Pop, incluyendo temas propios en su repertorio

Se ha convertido en una tradición la ronda jotera que se celebra en Septiembre, durante la celebración de la Novena a la Virgen de la Sabina, donde acuden numerosos músicos y cantantes de Aragón.

Adiós Virgen de la Sabina
adiós que me voy marchando
nunca he estado tan a gusto
como para tí cantando.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Tomás Fustero.

Al sur de Sierra Acubierre
debajo de una colina
tiene su santuario
la Virgen de la Sabina.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Tomás Fustero.

En Farlete yo he nacido
tengo sangre monegrina
y la patrona que tengo
es la Virgen de la Sabina.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Tomás Fustero.

Encima de una Sabina
a un pastor te apareciste
encima de una Sabina
y en el pueblo de Farlete
eres su virgen querida
eres su virgen querida
a un pastor te apareciste.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Aurora Fustero.

Farlete tierra secana
tiene un rosal entre espigas
Farlete tierra secana
con la rosa que se llama
la virgen de la sabina
la virgen de la sabina
Farlete tierra secana.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Juan Gómez.

Tres cosas tienes que ver
cuando vengas a Farlete
tres cosas tienes que ver
la virgen de la Sabina
la Torraza el Gallipuen
la Torraza el Gallipuen
cuando vengas a Farlete.
Grupo folclórico Virgen de la Sabina. Autor: Severina Alierta.

La Almolda

Rondalla Ecos de la Sierra

La Almolda tiene dos sueños
y alienta dos esperanzas
que sus tierras se concentren
y que se expansione el agua.
“CRÓNICA JOTERA” Miguel María Astrain “CANTAS Y CANTICAS” José María Ferrer:
Informante: Sonia Valero.

Si ese sol que nos alumbra
se volviera jornalero,
no saldría tan temprano
y andaría más ligero.
Informante: María Pilar Beltrán Taules.


Lalueza

El labrador en el campo
cante bien o cante mal
pero en el pueblo de Lalueza
cantar bien o no cantar.

Si te casas en Lalueza
cómprate burra y ramal
si te casas en sábado
el lunes al espartal.

Leciñena

Las Seguidillas de Leciñena. Letra escrita en 1912 por Calisto Tolosana Marcén.


Hoy es día de todos
los hijos de Eva
y en especial los hijos
de Leciñena,
pues es muy justo
que el día se celebre
con mucho gusto.

En el monte precioso
tan escogido
tenemos a la Madre
del Rey Divino.
Es importante
alabar a María
madre constante.

La causa de alegrarnos
en este día
fue la imagen del cielo
con su venida.
y desde entonces
tenemos protectora
en estos montes.

Tenemos en el monte
de Leciñena
una imagen que brilla
toda la Tierra.
no hay que dudarlo,
mirad como relumbra
su Santuario.

Hijos de Leciñena
que en vos confían,
dales gloria en el Cielo,
virgen María.
y a si diremos
que logramos más dicha
que merecemos

Si alcanzamos el Cielo
que deseamos
será nuestra alegría
con entusiasmo.
y sin dudarlo,
diremos que la Virgen
es nuestro amparo.

Este pueblo dichoso
gloria consigue
venerando a María
con celo firme.
Dichoso pueblo
porque vino María
para consuelo.

De Magallón viniste
por tu destino
A parar a las ramas
de un bello pino.
¡Oh claro Cielo!
¡Cuánta fue la alegría
en este pueblo!

La causa de venirse
desde esa villa
fueron Martin y Antón
por homicidas.
Que sin cuidado
dentro del templo se meten
a profanarlo.
10ª
Hacia el altar se llegan
donde allí estaba
Juan de Albir abrazado
a la Virgen Santa.
Y con qué rabia
le traspasan el cuerpo
también el alma.
11ª
Al ver el sacrilegio
de los dos fragos
María se nos viene
como un encanto
oh día hermoso
porque vino María
para nosotros.
12ª
En el quince de Marzo
fue aparecida
al pastor inocente.
dichoso día
nadie lo ignora
de que fue aparecida
divina Aurora.
13ª
El pasto inocente
nos dio el aviso
que Dios había obrado
dichoso prodigio.
Norte precioso
de prodigio tan grande
somos dichosos.
14ª
Creídos del aviso
los de este pueblo
en procesión se forman
con grande anhelo.
Suben al pino
a donde está la Madre
ael Rey divino.
15ª
Los hijos de este pueblo
llenos de gozo
reciben a la Madre
de Cristo esposo.
Luego con ansia
en un templo precioso
fue colocada.
16ª
Colocada que estuvo
en su capilla
todos los comarcanos
tienen noticia.
¡Y con que celo
vienen a visitarla
por su consuelo!.
17ª
De toda la comarca
vienen devotos
a adorar la reliquia
del niño hermoso.
Vienen con celo
a adorar a este niño
rey de los Cielos.
18ª
Todos que santifican
tu santo nombre
se vuelven socorridos
de tus favores,
porque siguen
de tu gracia infinita
todo que piden.
19ª
Adornada de luces
está en el templo
y le alumbran devotos
de buen afecto.
Cierto y seguro
que la Virgen les paga
ciento por uno.
20ª
Bien podemos los hijos
de Leciñena
venerar a María
de gracia llena,
Porque en María
tenemos el consuelo
los de esta villa.
21ª
Hacia el sol del Oriente
nació una estrella
que nos da luz y guía
las buenas sendas.
Y está en María
que nos abre el camino
todos los días.
22ª
Gustosos la seguimos
por el camino
porque de lo contrario
somos perdidos.
Y ésta es la fe
que María merece
por su querer.
23ª
Es María la fuente
que nos da el agua
y nos riega los campos
con abundancia.
Porque las nubes
vienen a descargarse
sobre estas cumbres.
24ª
Es manantial María
inagotable
que todo que pedimos
nos satisface,
y a eso debemos
tributarle las gracias
por los remedios.
25ª
Es María el socorro
de los mortales
socorre gravísimas
necesidades.
Norte divino
cuántos son los favores
que recibimos.
26ª
Es María consuelo
de Leciñena,
protectora de mares
y en todas tierras
y es cosa clara
que el que pide a María
nunca naufraga.
27ª
Es María consuelo
de todas penas
pues corre presurosa
a deshacerlas.
Y con que celo
viene tan satisfecha
con el remedio.
28ª
En Orán se encontraba
un hijo del pueblo
rodeado de moros
quieren vencerlo.
Y este no quiere
y a María le pide
que le remedie.
29ª
Muchas balas le tiran
pero el sin miedo
contra ocho pelea
con mucho riesgo.
Pide a María
que salga con victoria
de morería.
30ª
María que esto oye
de este devoto
vuelve pronto en auxilio
con mucho gozo.
Y de repente
lo saca del peligro
de los herejes.
31ª
Es María una imagen
qué con su gloria
recuerda en el mundo
grande memoria.
Cierto y seguro
que reina en alabanza
por todo el mundo.
32ª
Esta hermosa paloma
vino volando
a consolar los tristes
desconsolados.
Cuántos rendidos
llegan a sus plantas
son socorridos.
33ª
Hermosa tortolilla
de dónde viniste
a llenar de alegría
las almas tristes
todos ahora
llenos de regocijo
cantan victoria.
34ª
A María cantamos
las seguidillas
y las gracias le damos
por su venida.
Viva María
la que en gracia del cielo
fue concebida.
35ª
Con estas seguidillas
ya me despido
¡Viva¡ ¡Viva la Madre
del Rey divino
del Rey divino
la que fue aparecida
al pastorcillo.

Aportación de: Javier Bagües, componente de la Asociación Folclórico Musical de Perdiguera.


Pallaruelo de Monegros

De Pallaruelo vecino
que grande me siento al ser
de Pallaruelo vecino/ y orgullo de ser jotero
del Grupo Aires Monegrinos
del Grupo Aires Monegrinos
que grande me siento al ser.
Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

Perdiguera

Asociación Folclórico Musical de Perdiguera

Fue en el año 2015 cuando, después de varios años de esfuerzo, rondalla, canto y baile se formó la Asociación Folclórico Musical de Perdiguera; con el principal objetivo de promover, difundir y mantener vivo el folclore del pueblo.

En la actualidad la Asociación cuenta con cerca de 35 alumnos de todas las edades. Lleva a cabo la formación de los alumnos, contando con profesores altamente cualificados con años de experiencia, cuya misión no es sólo formar técnicamente a los componentes de la escuela sino inculcar a los alumnos la esencia de nuestra Jota.

Para poder mantener vivo el espíritu de nuestra querida Jota y mantener vivas las tradiciones, que tienen relación con el folclore, realizamos festivales, encuentros de escuelas de Jota, pases, rondas y misas baturras, estas junto con el coro parroquial de nuestro pueblo.

Como la fiera de Fuentes
es la jota en Perdiguera
recia, fuerte, pura y grande
como la Regolvedera.

En Zaragoza está el Cristo
y la virgen del Pilar
por patrona en Perdiguera
Santa Beatriz está.

En el monte de Asteruelas
Santa Cruz y Santa Engracia
con la ermita San José
y la iglesia nuestra casa.

Cuando salgo de paseo
hasta el pocico del hielo
oigo sonar las campanas
de la iglesia de mi pueblo
estoy soñando señores
¿Sera Perdiguera un sueño?.

Cuando subo a Monte Oscuro
en las curvas de la Sierra
veo un Jardín en Monegros
un vergel que es Perdiguera.

Aportación de: José Sacacia, componente de la Asociación Folclórico Musical de Perdiguera.

Robres

El fandanguillo de Robres
cualquiera mujer lo baila
a la una y a las dos,
y a las tres de la mañana.
El fandanguillo de Robres.
Cancionero popular de la Provincia de Huesca. Juan José de Mur Bernad.

Sariñena

A la Virgen de las Fuentes
gozos canta Sariñena,
siempre proteja a este pueblo
que con devoción le reza.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

A orillas de la laguna
a mi morena juré:
tan claras como sus aguas
nuestro cariño ha de ser.
Autor: Pablo Gracia Castel, Pablo.

Camino del Alcanadre
me cogiste de la mano,
y una promesa de amor
me regalaste en Santiago.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Cuando se muera este maño
le pondrán este rotulo
aquí yace medio hombre
aquí yace medio baturro.
Jota de picadillo. Autora: Villacampa Escanero, María Pilar.

Cuando vuelvas de la siega
asómate a la ventana
que a un segador no le importa
que le de el sol cara a cara.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

De la plaza Villanueva
sale de noche la ronda,
y a cantarle a mi morena
se para en la calle Goya.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

De los dances Monegrinos
es la cuna, Sariñena,
y su nombre con la jota
por todo el mundo resuena.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Desde el puente de Alcanadre
una imagen que no olvido:
cuando bajan las carrozas
el día de San Isidro.
Autor: Pablo Gracia Castel, Pablo.

El día San Antolín
quiero ser palo y espada,
para ir en procesión
más cerca de tu peana.
Autor: Pablo Gracia Castel, Pablo.

En la ermita de Santiago
Sariñena da la nota,
el día de San Isidro
con carrozas, dance y jotas.
Lasierra Barrieras, Francisco.

En Loreto rezo a la Virgen Milagrosa,
en la ermita de Santiago a San Isidro,
en La Cartuja a la Virgen de las Fuentes
y en la Iglesia El Salvador a San Antolíno.
Villellas, José Antonio (En este pueblo, cómo hacemos bailar a los santos. Esta se canta igual que los labradores»).

Hay gentes en Sariñena
con una liturgia extraña
pues cualquier día del año
es domingo de “Pifania”.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

La habitan miles de aves
bonita como ninguna,
orgullo de Sariñena
siempre ha sido su laguna.
Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

La piel de mi morenica
brilla como el azabache
y es que se lava la cara
con agua del Alcanadre.
Canción de Ronda de Sariñena. Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista
Monegros, 1980.

Los mozos de Sariñena
cuando se van a cazar
el tozal de mataliebres
no lo pueden olvidar.
Informante: Hernández Casabón, Daniel.

Mes de mayo, mes florido
a San Isidro nos traes,
Sariñena lo festeja
con carrozas y con dances.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Noble acequia de Valdera
que riegas la huerta vieja,
eres aliento de vida,
de la historia, compañera.
Autor Gracia Castel, Pablo.

Para un buen sariñenense,
la mañana más feliz:
ver bailar a los danzantes
el día San Antolín.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

San Antolino bendito de Sariñena patrón
abogau de los melones
el que no tenga navaja
que los rompa a tozolones.
Informante: Rodes Orquin, Cristina.

San Antolino bendito de Sariñena patrón
guarda nos las calabazas y también algún melón
y el que no tenga cuchillo
que lo parta a tozolón.
Informante: Hernández Casabón, Daniel.

San Isidro en Sariñena
se festeja con carrozas,
y en la ermita de Santiago
en su honor suena la jota.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Sariñena es mi pueblo,
San Antolín mi Patrón,
el Alcanadre y Monegros,
son lo mejor de Aragón.
Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

Sariñena, Sariñena
capital de Los Monegros
tus mujeres son hermosas
tus segadores morenos.
Informante: Hernández Casabón, Daniel.

Sariñena, Sariñena
tenemos muchos melones
el que no tenga navaja
que los parta a tozolones.
Informante: Buil Navarro, María.

Sariñena villa hermosa,
¡De lo mejor de Aragón!
su patrón San Antolín,
que la da la bendición.
Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

Suena una jota en Santiago
el día de San Isidro,
las aguas del Alcanadre,
alegres marcan el ritmo.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Tengo un problema en mi casa:
suegra, mujer y cuñada,
ellas comen lo que quieren
y aún me tratan a patadas.
Cancionero popular de la Provincia de Huesca. Juan José de Mur Bernad.

Tres cosas de Sariñena
ya conoce el mundo entero,
su buen equipo de fútbol,
sus danzantes y joteros.
Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

Un mozo de Sariñena
el corazón me ha robado,
en una puesta de sol
en la ermita de Santiago.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

Danza de Sariñena

El día de San Antolín
es la fiesta mayor
de esta bella ciudad;
las campanas sonarán
llamando tin, tin, tin,
diciendo tam, tam, tam.

Sariñena, Sariñena,
capital de Los Monegros
tus mujeres son hermosas,
tus segadores, morenos.

En la ermita de Santiago
San Isidro tiene altar;
y su santo los romeros
allí van a celebrar.

Los mozos de Sariñena
cuando se van a cazar,
el tozal de Mataliebres
no lo pueden olvidar.

Es la virgen de las Fuentes
una virgen singular
para rogarle la lluvia
que los campos regará.

Al venir de Zaragoza
veo la laguna llena;
si sus aguas son saladas
más salada s mi morena.

Sariñena es para mí
tan buena como una madre;
y en su honor canto la jota
a orillas del Alcanadre.

La Danza de Sariñena, música del maestro Manuel Villanueva y letra Domingo Lana, interpretado por primera vez en las fiestas patronales de Sariñena. Programa de fiestas de 1976.

Sena

Cuatro cosas tiene Sena
que no hay en el mundo entero:
las coplillas, los danzantes,
los pintores y joteros.
Informante: Monter Pilar.

Hay una acequia con agua
a la entrada de mi pueblo
un danzante con calzones,
y un volante con enaguas.
Informante: Monter, Pilar.

La ronda tira p´arriba
desde casa la tobeta
calles baja  y la mayor
hasta pasar la placeta.
Informante: Monter, Pilar. (Coplas antiguas cantadas por Sena).

Mentras tengas quien te fie
cuerpo no lo pases mal
en no pagando a ninguno
todos quedarán igual.
Informante: Monter, Pilar. (Coplas antiguas cantadas por Sena).

Ribera del Alcanadre
voy a subirte a cantar
desde el tozal de la mora
y todos me sentirán.
Informante: Monter, Pilar. (Coplas antiguas cantadas por Sena).

Santa Quiteria bendita
tú que estás en ese monte
dale buen trigo a mi padre
para que me de buen dote.
Informante: Monter, Pilar. (Coplas antiguas cantadas por Sena).

Sigena y presiñena
el Alcanadre y san Pedro
están rodeando a Sena
el pueblo que yo más quiero.
Informante: Monter, Pilar.

Te daré la despadida
con un fascal de fendejos
en el barranco la Valle
se crían güenos conejos.
Informante: Monter, Pilar. (Coplas antiguas cantadas por Sena).

Tres cosas Sena se anota
que no están en cualquier parte:
su antiguo dance, la jota
y los amigos del arte.
Sena, un pueblo con vibraciones culturales. Revista Monegros nº16, 1980.

Sijena

Canté una jota en Santiago
y el Alcanadre la lleva,
es un grito de justicia
que ha de llegar a Sijena.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

El silencio de Sijena
tiene una historia guardada,
vida de gloria y grandeza
está en sus piedras grabada.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

En el claustro resuenan viejas oraciones,
el cantar de una reina-abadesa.
Sólo el tiempo es testigo de un pasado noble
esplendor y poder de Sijena.
Autor: Gracia Castel, Pablo.

La que echa el Altoaragón
echaré la despedida
la que echa el Altoaragón
cojo la bota y la alforja
y les dejo el corazón
y les dejo el corazón
echaré la despedida.


Autor: Lasierra Barrieras, Francisco.

Marisa Sanz Anoro (1938-2007)


Marisa fue una persona muy querida en Sariñena. Sin duda fue el alma y el corazón vivo del hotel Anoro de Sariñena, un hotel que durante décadas fue centro neurálgico de la villa y puerta de entrada a la localidad, por donde pasaron infinidad de viajeros y visitantes. Pero además, Marisa fue una persona comprometida con el pueblo y con su gente. Una extraordinaria mujer cuya memoria y recuerdo es nuestro mejor homenaje.

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Su madre María Luisa Anoro Casañola, natural de Sariñena, nació en la Fonda Casañola, abierta en 1900 por su abuelo Jorge Casañola Casabón y que en los años veinte, Miguel Anoro Pueyo, padre de María Luisa, convirtió en el conocido Hotel Anoro. Desde muy joven María Luisa trabajó en el negocio familiar hasta que comenzó la guerra civil y la UGT socializó el hotel durante la contienda, periodo que sirvió de alojamiento a los mandos del aeródromo de Alas Rojas. Además, su padre Miguel Anoro Pueyo fue hecho preso al poco de estallar la guerra y María Luisa, que tenía  22 años, se quedó sola con su madre. Su hermano, Luis Anoro Casañola, había sido administrador de casa Bastaras, familia terrateniente propietaria de la Cartuja de Las Fuentes, y se había ganado la animadversión de la gente más humilde al haberse prohibido la caza en tierras del rico hacendado, actividad que practicaban sobre todo las familias más humildes para dar de comer a sus hijos. Aquel odio lo terminó pagando su padre, pues entonces Luis trabajaba en Huesca para Automóviles La Oscense. Afortunadamente, y con la ayuda de algún miembro del comité local, Miguel Anoro pudo salir de la cárcel indemne, aunque estuvo a punto de morir fusilado.

Miguel y Marisa

Miguel Anoro y Marisa.

En aquel ambiente bélico, María Luisa conoció a Juan Sanz Benito, que había llegado a primeros de agosto como conductor del Comandante Reyes, jefe del campo de aviación “Alas Rojas” de Sariñena. Juan llegó al hotel y quedó enamorado a primera vista de María Luisa. Cuando pudo, ayudó a Miguel Anoro a salir de Sariñena con su mujer, María Casañola, y su hija María Luisa, y las llevó a Barcelona, donde había emigrado hacía tiempo el hermano de Miguel, Manuel Anoro.

Juan Sanz Benito había nacido en Barcelona, de donde era su padre, Juan Antonio Sanz. Pero su madre descendía de Sariñena. Juan Sanz, por tanto, seguía teniendo familia en Sariñena, entre otros Ángel Benito Vicente, que regentó un puesto de periódicos y revistas durante años en la calle Dato. Es posible que sus conexiones familiares llevaran a sus superiores a destinarlo como conductor de confianza del Comandante Reyes, dado que Juan, antes de la guerra, trabajaba ya como policía secreta de la Generalitat.

 

37boda

 

María Luisa y Juan se casaron en enero de 1937, en Barcelona, primero por lo civil y, al día siguiente, en secreto, por la Iglesia, ceremonia que celebró el rector del seminario de Gerona. Al año siguiente nació Marisa Sanz Anoro en el Estartit, Gerona, un 14 de mayo de 1938. Sin embargo, Marisa siempre se sintió sariñenense y aragonesa.

Tras la contienda, la familia Sanz Anoro huyó a Francia por Portbou, aunque pronto regresaron por el país vasco. Juan acabó preso en Bilbao mientras Marisa y su madre volvieron a Sariñena. A su regreso encontraron todo el hotel desecho y arruinado. A pesar de todo, volvieron a rehacer el hotel y sus puertas volvieron a abrirse. Juan estuvo dos meses recluido en Bilbao depurando responsabilidades, y al no tenerlas, fue liberado y quiso juntarse con la familia. Pero el hermano mayor de María Luisa, Luis, se negó a recibir “al rojo que se había casado con su hermana” y Juan tuvo que pasar dos años viviendo solo en Zaragoza, donde trabajó como camarero del Plata, donde adoptó el apodo de “Pitt”. Dos años más tarde, en 1941, pudo la familia volver a estar unida en Sariñena y, en 1942, nació su segunda hija, Pili.

Juan Sanz y el FC Sariñena

Juan Sanz dirigiendo una sesión de estrategia deportiva con el F.C. Sariñena

Juan Sanz había nacido en una familia burguesa, pues su padre había sido un próspero empresario. Al volver a Sariñena, no era nadie. Su suegro, Miguel Anoro, seguía siendo el dueño del hotel. María Luisa regentaba el hotel con su padre, sobre todo tras la muerte de su madre, María Casañola, en 1945. Juan se encargó especialmente del servicio de transporte, pues el hotel tenía su pequeño autobús para transportar viajeros desde la estación de Sariñena al pueblo. Así que, sobrado de horas, y siendo todo un artista, se dedicó a otras tareas.  Juan fue todo un referente de aquella época en Sariñena, revolucionando el ambiente cultural y deportivo. Fue entrenador del F.C. Sariñena, cronista deportivo del “Nueva España” de Huesca –donde firmaba sus crónicas como “Juanito”–, y miembro muy activo de la federación. Como tocaba el violín desde su infancia, junto con el maestro José Guioni Lavetti, hicieron la primera agrupación musical de Sariñena. Entrenó a toda una generación a tocar de oído al crear la  primera rondalla de jotas de Sariñena. Realizaron las primeras actuaciones en el antiguo cine Victoria, donde cantaban y bailaban jotas. Marisa Sanz Anoro comenzó a dar sus primeras voces como cantadora de jotas, haciendo pareja con Domingo Lana Novellón. Juan también organizaba teatro y Felipe Fabana era la pareja artística de Marisa. Con la idea de mejorar su economía, también se dedicó a pintar. Hizo cientos de cuadritos con escenas cubistas de toreros que luego mandaba a Jaca donde las vendían las tiendas a los turistas franceses, tarea en la que le ayudó Salvador Trallero Galicia. Para tal actividad, rescató su nombre artístico “Pitt”, con el que firmaba los cuadros. Y, en esa inquieta búsqueda de su propia “empresa”, llegó incluso a criar y vender canarios, actividad que le reportó más ocio que negocio. Juan murió en octubre de 1957 tras una enfermedad final relacionada con su diabetes. Habían sido 16 años de intensa vida en Sariñena que marcaron a mucha gente, sobre todo a Marisa, que siempre adoró a su padre.

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Marisa haciendo teatro con Felipe Fabana.

Marisa

Marisa

Marisa estudió en las escuelas nacionales y más tarde en el recién abierto colegio de la Milagrosa de Sariñena, de las Hijas de la Caridad, para marchar luego como interna al colegio de Santa Ana de Zaragoza, donde terminó el bachillerato elemental. De vuelta a casa, continuó haciendo mecanografía, contabilidad y otros cursos que las monjas ofrecían a las chicas en la década de los cincuenta, mientras se convertía en una verdadera hostelera a pesar de su juventud. Tras la muerte de su padre, tuvo que hacerse cargo del hotel Anoro. Marisa hacía de cocinera, de gestora, de contable… era la cara amable del hotel Anoro, la puerta abierta de Sariñena, donde todos entraban cuando llegaban a Sariñena. Había gasolinera y transporte al barrio de la Estación para los viajeros del tren. Mariano Alegre era el chófer y también tenían algo de tierras que llevaba Manolo el Sete, mientras Jorge, el Popilo, cultivaba la huerta.

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Marisa en primer plano,  detrás sus primos hermano: de pie, Jorge Anoro Abenoza; segunda fila José María Edo Anoro, Miguel Anoro Abenoza, María Anoro Rapún y Luis Anoro Rapún.

A aquella puerta de entrada que era el hotel fue donde llegó perdido Mariano Yzuel Abadía, natural de Aruej, Villanúa, cerca de Canfranc. Había salido de casa con su moto y acabó en Sariñena, donde conocía a Fidel Bailo, entonces secretario del ayuntamiento de Sariñena. Fidel lo llevó al hotel para alojarlo y allí conoció a Marisa. Él con 24 años y ella con 20 iniciaron una relación que acabó en matrimonio tras seis meses de noviazgo e intercambio de cartas. Se casaron el 7 de marzo de 1959 en la zaragozana iglesia del seminario  de San Carlos Borromeo, celebrando el banquete en la Posada de las Almas. Tuvieron siete hijos: Juan, Pepe, Luisa Mari, Manolo, Miguel, Kike y Javi.

Marisa y Mariano crearon el Hostal Ylsa, comprando poco a poco el patrimonio de los Anoro. Este establecimiento fue el gran referente de la hostelería de Sariñena, sobre todo tras la apertura del bar en 1960, con un estilo moderno, música de sinfonola y barra donde podían alternar los jóvenes de ambos sexos en un ambiente de respeto y alegría. Cientos de parejas de Monegros celebraron su boda allí y cientos de niños tuvieron en aquellos comedores el banquete de su primera comunión.

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Postal Hostal Ylsa

Marisa siempre estaba de puertas afuera ayudando a los demás, un gran lado humano que era para lo bueno y para lo malo. Asistía a los partos ayudando al practicante, Domingo Pardo El Chespe y, a veces, se llevaba a su hija Luisa María –“Vamos, qué viene la cigüeña”- pero Luisa María nunca la veía –“¿Dónde está la cigüeña?”-, respondía. También asistía en los accidentes, socorría y ayudaba con Mariano mucho antes que llegase la Cruz Roja. Entraba en las casas cuando yacía muerta alguna anciana solitaria y amortajaba a los muertos cuando se lo pedía alguna familia. Marisa siempre estaba dispuesta para los demás, sin dudar en acoger personas solitarias o desamparadas.

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Marisa y Mariano con sus hijos.

Marisa fue concejal por UCD durante la legislatura 1979-1983, en plena transición española, bajo la alcaldía de Antonio Torres Asín. Con ella se comenzó a planificar la residencia de la tercera edad y se gestó la escuela municipal de jotas, participando en la creación y fundación del grupo folclórico Aires Monegrinos. También creó la asociación de padres y madres de Sariñena cuando se hizo el instituto de educación secundaria Gaspar Lax. Con la celebración del XXV aniversario de aquellas primeras elecciones, a Marisa se le hizo entrega de una placa por su paso como concejal pues fue la primera mujer concejal del ayuntamiento democrático de Sariñena.

En 1983 se separó de su marido y marchó con sus siete hijos a Zaragoza. Allí se hizo cargo de la cafetería de la Delegación de Hacienda, al lado de la puerta del Carmen, que regentó con su hijo Pepe y el trabajo y el apoyo laboral del resto de sus hijos. Allí fue cocinera 25 años hasta su jubilación. En la cafetería daban unos 200 desayunos y unas 190 comidas al día. También estuvo, muy poco tiempo, en el Club Náutico de Zaragoza, que lo llevaba su hijo José Luis. Una vida dedicada a la hostelería que se le reconoció en el año 2000 cuando la Asociación Provincial de Huesca de Hostelería y Turismo le premió con la insignia de honor.

En Zaragoza gozó de una extraordinaria actividad. Una mujer vital, imparable, dinámica, que creó la asociación ASDA de separados y divorciados de Aragón, una asociación que buscaba ser un lugar de encuentro y que organizó diferentes actividades, cenas y excursiones. Fue voluntaria en el Teléfono de la Esperanza en Zaragoza, en el APA del Colegio Calasancio y en el Centro Maín de las salesianas del Actur, donde dio clases de alfabetización. También participó en la creación de la asociación de mujeres Boira del Actur, de la que fue su secretaria y miembro directivo.

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Marisa con su hijo Juan en Camerún.

Viajó varias veces a Nueva York donde su hijo Juan estuvo de sacerdote, pues Juan era escolapio. Juan también estuvo de misionero en Camerún y Marisa fue a verlo. En ambos lugares causó una gran impresión por su capacidad de empatizar y comunicarse con personas de distintas lenguas y culturas, aún sin dominar el idioma. Dos de sus hijos, Manolo y Miguel, se casaron con chicas de Nueva York, lo que le llevó de nuevo allí para la boda del primero con Jessica en 1989 y para cuidar en Manhattan a su nieto Andrés, hijo de Miguel y Damaris, durante sus primeros seis meses en 1997. Hacerse presente en la vida de sus nietos (llegó a conocer a 11)  fue una de las etapas más felices de su vida, una vida entregada a su familia, que convocaba cada domingo alrededor de una mesa generosa y sabrosa en los dos pisos que habitó en Zaragoza, donde el espacio se quedaba siempre pequeño para tan gran familia.

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Marisa con su hijo Juan cantando jotas. 

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Jesús Budios, Antonio Torres y Marisa.

En abril del 2007 la Rondalla Aires Monegrinos realizó un homenaje a Marisa junto a Jesús Budios. Marisa siempre llevó muy adentro la jota, amenizando las bodas y celebraciones que se hacían en el hotel y educando a sus hijos en este arte. Cuando terminaban los banquetes de boda, para la sobremesa, Marisa se quitaba el delantal y salía de la cocina con alguno de sus hijos con la guitarra y siempre comenzaba cantando la jota de “Los Labradores”. Marisa conoció a los cantadores el Pastor de Andorra y a Mariano Fonts, y fue amiga del estudioso y médico Fernando Solsona Motrel. Marisa fue una apasionada de la jota, siempre orgullosa de ser aragonesa.

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Marisa murió a los 69 años de edad, el 15 de noviembre del 2007, víctima de un cáncer. Queda su gran recuerdo y su familia, una gran saga, que llevan en el corazón el gran centro neurálgico que fue el hotel Anoro, hoy Hotel Sariñena. Una parte de la historia reciente de Sariñena donde Marisa fue todo un referente, sin duda una persona excepcional que perdurará en la historia y memoria de la Villa de Sariñena.

Gracias a Luisa María Yzuel Sanz por todo lo contado y a Juan Yzuel Sanz por ser parte de este artículo, correcciones, aportación y redacción.

Joaquín Ruiz Gaspar y Juan Yzuel Sanz.

 

La tarántula, la tarantela y la jota en Los Monegros


El tarantismo (fenómeno mítico-ritual según el cual quienes eran picados por la temida tarántula sólo podían recuperarse mediante la música y el baile) se manifestó desde antiguo en Italia, pero también en España, donde no ha sido tan estudiado, al menos desde la perspectiva de la historia cultural. De la vigencia de dicho fenómeno en Aragón hasta bien entrado el siglo XX dan cuenta las entrevistas en Fraga (Huesca) con varios informantes acerca de la llamada “Fiesta de la Tarántula”: una forma comunitaria de exorcizar todo tipo de desgracias individuales, gracias al poder de la compasión y la solidaridad vecinal.

La fiesta de la tarántula: júbilo y congoja en el Alto Aragón.

María Tausiet CCHS. CSIC. Madrid.

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En el secano aragonés, la picadura de la tarántula ha sido temida por su veneno y sus terribles consecuencias: el tarantismo. Aunque en realidad su veneno es prácticamente inofensivo en humanos y mucho menos pone en riesgo la vida. En la tradición popular su picadura debía tratarse con música y baile, una danza conocida como el baile de la tarántula o la tarantela, danza que proviene de la ciudad italiana de Tarento, de donde es originaria la tarántula. En Aragón el ritual se realizaba a través del cante y el baile de la jota. La tarántula (Lycosa tarantula), actualmente conocida como araña lobo, responde a un arácnido de un tamaño relativamente grande, velluda y de tonos pardos que vive en agujeros o cados excavados en la tierra. La tarántula picaba sobre todo en verano, en el campo y en las eras, cuando los campesinos realizaban la siega o realizaban los diferentes trabajos relacionados con la cosecha. Muchas veces picaba cuando los segadores descansaban junto las gavillas.

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En Aragón, el baile de la tarántula es una jota, la lengua vernácula de la música aragonesa. Si esto es exacto, hemos de colegir que dos medicinas musicales -la tarantela y la jota- pueden curar la misma enfermedad, aunque tanto difieren la una de la otra en su aspecto melódico. Ahora bien, en nuestro caso, la gran diferencia entre ambos bailes se borra sensiblemente, ya que la jota aragonesa medicinal tiene otro movimiento que la ordinaria. Se toca aquélla mucho más deprisa que la jota corriente “Cuanto más rápido, tanto mejor para el enfermo (Jacoba Sarrate)”.

Marius Schneider

La bailarina y experta en danzas tradicionales Manuela Adamo ha investigado el tarantismo en Aragón, estudiando un vinculo musical y etnológico entre la cultura tradicional de Aragón y el sur de Italia, su tierra. Indagando en los orígenes de la jota, Manuela descubrió que «tanto la jota como la tarantela tenían muchas cosas en común». Este nexo del tarantismo con la jota aragonesa inspiró el proyecto «Dos tierras», un espectáculo que buscaba unir culturas a través del folclore. «Dos tierras» fue representado en diciembre del 2018 en el teatro principal de Zaragoza de la mano de la compañía de Miguel Ángel Berna.

«La forma coréutica popular es básicamente la misma sin hablar de la función terapéutica y de la importancia que tuvo también la jota en el Tarantismo. Hablar de un lugar de origen de estas danzas es muy atrevido pero está claro que son dos formas musicales y coréuticas que han bebido la una de la otra. Realmente no podemos olvidar la presencia de la dominación española en Italia.»

Manuela Adamo

En Los Monegros aparecen diferentes citas sobre la tarántula y su  temible “fizadura” (picadura). Bastian Lasierra “El Marques”, en su artículo El baile de la tarántula, cita el siguiente testimonio: …hace un par de años le mordió una a un hombre de Capdesaso, pero vino el médico, le clavó un par de inyecciones y listo. El cantador de jotas José Antonio Villellas, de joven, escuchó la existencia del baile de la tarántula en su Capdesaso natal. El tío Juaner, mayoral del dance de Pallaruelo de Monegros, recogió el baile de la tarántula en un poema donde aparecen diferentes remedios tradicionales. Extracto de “Si te fiza una alacrán”:

Y si pica tarántula

U le fiza un escorpión

Ta curalo de camino

Buscaban un tañedor

Y allí venga a bailar jotas

La gente por t´ol redol

Y si había algún jotero

Tirar valiente canción

Tío Juaner

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Tarántula (Lycosa hispanica). Fotografía Costán Escuer.

En el libro «Sariñena Antigua», del escritor y editor Salvador Trallero, aparece recogido el siguiente testimonio en un fragmento de los dichos del dance de Sariñena de 1920.

Este es un gran bailador

Pero un poco desgraciado

Primero le pilló la gripe

Después le mordió la burra

Y el 21 de junio le picó la tarántula.

Otra referencia sobre la tarántula en Los Monegros la encontramos de la mano del estudioso y etnógrafo Félix. A. Rivas en A ganar el jornal, trabajo y economía social en Leciñena a partir de los recuerdos de sus propios habitantes: Sí te picaba la araña, la tarántula que decían, pues tocar la guitarra. Macario Andreu, vecino de la localidad monegrina de Lanaja, recogió de Paca, esposa de Jerónimo Tabueña, Mayoral del Dance de Lanaja, la canción de la tarantula pero se le desgració la cinta: Solamente me queda dar fe de que en Lanaja se cantaba, Paca se acompañaba dando palmas con un ritmo más parecido a una tarantela que a una jota. También Pili Monter, de la localidad de Sena y gran conocedora de la música monegrina, la recuerda como una de las anécdotas que los viejos rondadores le contaban cuando de niños les enseñaban a tañer en la rondalla: En Sena llamaban a un guitarrista que tocaba hasta que pasaba el dolor y la fiebre.

Manuel Queralto, Tonelero de Sariñena, recoge varios testimonios en la revista Quio de Sariñena y Los Monegros nº 20 , donde relata que “como era costumbre en este pueblo, cuando a una persona le picaba el susodicho bicho y le inoculaba su ponzoña, debían bailar, ininterrumpidamente, durante 24 horas si el animal era hembra y si por casualidad era macho, el baile debía durar 48 horas”.

Manuel recoge los siguientes testimonios:

En el verano de 1934 a un señor que le decían por sobrenombre “Moroto” le había picado una tarántula. El Tonelero señala que a su madre le tocó seguir el rito y “durante su vida fue una de las vivencias que más impacto le causó en su estancia en Sariñena”. (Era oriunda de Cataluña). También su madre recordaba haber visto el ritual de pequeña en casa Marianeta.

Otro testimonio que recoge fue el de María Peralta Romerales: “Antes del suceso señalado ocurrió otro igual y era el siguiente: aquí, en nuestro pueblo, residía un notario, el cual tenía un hijo que, al ir a coger moras de zarza, le picó una tarántula; al no encontrarse bien el muchacho, sus padres llamaron al médico el cual puso todo su saber para salvar al niño, pero como en aquel entonces la medicina no estaban tan adelantada como ahora en sus antídotos, el pobre niño se les moría. Quiso la casualidad que, en aquellos días, eran las fiestas patronales de nuestro pueblo, y se dieron cuenta que al pasar las rondallas por las calles las dolencias del muchacho se le aliviaban, y por fin se sanó el niño, aplicándole la terapia preceptiva para esos casos, que era bailar una y otra hora hasta que se sanaba el paciente, a pesar de la oposición de su padre, el cual no creía en métodos empíricos y tradicionales”.

También trató el tema de La Tarántula y otros Bichos Ignacio Almudévar (Programa de fiestas de Sariñena  de 1981: «Decían que a un niño le había fizado una tarántula y que se había muerto. También afirmaban que si te pica un alacrán, ya no comerás más pan. Por eso, cuando ibana buscar moras y veían esas mallas tan maravillosas que tejen las arañas, se ponían en guardia contra las tarántulas y cantaban: ¡taran-tan, mata el alacrán! ¡porrón-pon, mata el escorpión!, ¡talatula, mata la tarántula!. Cuando lograban matar alguno de estos insectos, lo colgaban en la punta de un palo y exhibían su trofeo por las calles  del pueblo. Enardecidos por sus triunfos, organizaban sus cruzadas contra tan pequeños enemigos y elegían a San Jorge como patrón, por aquello de que mataba moros, dragones y porque San Jorge mató a la araña con una escopeta de caña».

Para el antropólogo italiano Ernesto de Martino «La tarántula no se corresponde con ninguna araña de la zoología moderna, aunque existe cierta tendencia a que la mítica tarántula se identifique con una especie particular de arañas (lycosa tarentula) de aspecto espectacular (oscuras, gruesas, velludas) y, por tanto, capaces de representar las tentaciones del inconsciente. Sin embargo, otros arácnidos, como el escorpión (y, a veces, incluso serpientes o alacranes) son denominadas también tarántulas. (La tierra del remordimiento)».

Tarántula sariñena 2

En la misma línea se manifiesta Bastian Lasierra, señalando que la verdadera tarántula peligrosa es otra: No es ésa que se esconde por los agujeros y tiene unos ojos brillantes, no. Es la otra que tiene el cuerpo negro y redondo como una oliva. Esa no tiene cado y ésa es la mala. Sin embargo la canción debe aludir a la primera, que no hay manera de cazar: La tarántula es un bicho muy malo, no se mata con piedra ni palo… Estos últimos versos según Javier Barreiro, en Tarantismo, Tarantela y Jota, responden al zapateado de la zarzuela La Tempranica, de Julián Romea y Jerónimo Jiménez, versos que canta y baila el gitanillo Grabié. En España, la profusión de atarantados en el último cuarto del siglo XVIII provocó que en 1782 se creara una comisión que inició el llamado “Expediente de la tarántula” (1787-1807), que vino a reconocer que el baile y la música eran efectivos contra la picadura. Lamentablemente, los folios donde consta la notación de dicha música se han perdido o robado, aunque sepamos que su compás es el de 6/8 de ritmo binario con anacrusa, predominio del tono menor y que va aumentando en velocidad hasta el final de la danza (Javier Barreiro).

Foto 1 y 2: Viuda negra, joven y adulta. Foto 3: Arraclán. Fotos: Costán Escuer.

Para Constantino Escuer Murillo, gran aficionado a la entomología, el único arácnido que puede causar ciertos problemas con su picadura es el arraclán (Buthus occitanicus). La llamada tarántula, Lycosa tarantula, que en España ya se ha demostrado que es otra especie que la italiana y desde hace poco es Lycosa hispanica, no tiene la capacidad de veneno como para causar problemas a los humanos. Sí que como apunta Bastián Lasierra, pudiera ser la llamada «viuda negra» (Latrodectus tredecimguttatus o su prima Latrodectus lilianae) la que puede causar necrosis en la zona de la picadura acompañada de dolor. 

El musicólogo y etnógrafo Marius Schneider, en su ensayo La danza de espadas y la tarantela, recoge la información de dos mujeres de Sariñena. De acuerdo a aquellos testimonios: En Aragón el enfermo tampoco baila, sino que guarda cama, y le basta oír la música y ver gran número de bailadores que, danzando y cantando, matan la araña, y con ésta, la enfermedad. Schneider recoge el valioso testimonio de Jacoba Sarrate de Sariñena, quién había observado como: Al oír tocar la música, la tarántula, encerrada en un vaso, se pone a bailar a más no poder. Los músicos han de tocar veinticuatro horas seguidas, hasta que reviente la araña. Muerto este bailarín animal, el enfermo consigue la curación. (Schneider, Marius. La danza de espadas y la tarantela: Ensayo musicológico, etnográfico y arqueológico sobre los ritos medicinales.)

La Tarantela se ejecuta en compás de 6/8, y su movimiento es animado, aumentando progresivamente la velocidad.

María Tausiet

El testimonio de Jacoba Sarrate y Asunción López, que Marius Schneider recogió, continúa: En Aragón el enfermo tampoco baila, sino que guarda cama, y le basta oír la música y ver gran número de bailadores que danzando y cantando “matan la araña, y con ésta, la enfermedad. En el mes de julio de 1944 fue mordida por la tarántula una mujer de unos cincuenta años. Al momento armaron un gran alboroto con almíreces y sartenes, hasta que vinieron los músicos de Sariñena. Se curaba la enferma, también sin moverse de la cama, después de haber oído tocar la jota acelerada durante veinticuatro horas. Ella también gritó y se quejó con gran violencia cada vez que los músicos hacían una pausa o tocaban mal.

Tarántula sariñena

Aunque sin duda, el documento más excepcional responde a la grabación del documental: Los bailes de la tarántula en las localidades de Sariñena (Huesca) y El Cerro de Andévalo (Soria). Gracias a Mario Gros conocía su existencia y por suerte, recientemente, ha sido publicado en la hemeroteca de RTVE. El documental del director Carlos Serrano corresponde a la serie documental de Raíces de RTVE, documentales dedicados a recoger y dar a conocer las costumbres y tradiciones de los pueblos de España, incidiendo especialmente en las próximas a desaparecer. Música popular, bailes populares, artesanía, gastronomía, fiestas… Grabado en 1973, el gaitero sariñenense Martín Blecua participó en su grabación y gracias a él podemos conocer a los actores y algún que otro detalle del documental. En la primera escena aparecen en el saso Canillo de Sariñena, donde un grupo de segadores se encuentra realizando los diferentes trabajos de la cosecha del cereal. En un descanso, a Pedro Mir le pica la tarántula y entre sus compañeros aparece Juan Mir (hermano de Pedro y celebre gaitero sariñenense), Martín Blecua, Joaquín Anoro, Carlos Bilbao y Jaime Martín. Al atarantado lo llevan rápidamente a casa, calle de La Rosa, donde entre muchos aparecen Eduardo Arroyos a la bandurria, Mir y Codaneta a la guitarra, La Besuga (Visitación Mir) y Marisa (la de Anoro) a voz, Isabel La Pomara, Manuel Puyol, Manolo Royo, Espada y como gran cantador de jotas Manolo Luesma. Martín recuerda como cogieron con dos boinas la tarántula y que estuvieron grabando todo el día: Embadurnaron tanto a Pedro para que apareciese completamente sudado que tuvieron que tirar las sabanas de lo sucias que quedaron.

Para Manuela Adamo «La emisión no representa un documento real como el rodado por Gianfranco Mingozzi en 1962, La Taranta, pero tiene un gran valor desde el punto de vista del estudio del desarrollo del fenómeno» (La jota y la taranta. Ritualidad de la música y la danza en la cultura tradicional aragonesa. Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra nº 95).

Manuela Adamo entrevistó a Visitación Mir, de 95 años, cantadora de jota y protagonista del documental, a su hermana Joaquina Mir, de 92 años, y a Teresa Ferrer Villellas, de 78 años. «La primera persona que se contactó y entrevistó en dos ocasiones fue Joaquina Mir, en la residencia geriátrica de Alcubierre. La propia conversación marca grandes determinantes de los procesos musicales y de danza del fenómeno en el entorno:

Joaquina: Yo me acuerdo como si lo viera ahora. Acudíamos muchas personas cuando
había un picado pero no bailábamos. Yo me acuerdo de haber visto por lo menos a
siete.
Manuela: ¿El picado bailaba?
Joaquina: Sí, sí. Este si le había picado en la garra, la movía sin parar. La cabeza era
lo que más me daba pena, la movía continuamente y sudaban que se escurrían. El
primero que vi fue «El estudiante». La araña que le picó no la cogieron, pero aquel
hombre estuvo tan mal que la mujer le tenía que sujetar la cabeza. Pasaron tres días
hasta que la araña reventó, pero no la pudieron coger21. Otra vez sí que pudieron atrapar a la araña y la pusieron en un vaso y los críos fuimos a ver como bailaba la araña.
Tenía las patetas cortas y redondetas, la tripeta era marrón con unas vetetas y tenía una guitarra pintada en la tripa. ¡Era una araña muy grande! Una araña que si la mirara
fijamente se me quedara en el eso.
Manuela: ¿Cuántos días tocaban los músicos?.
Joaquina: Tres o cuatro. Se turnaban con el que enseñaba a tocar la guitarra y el violín. Le decíamos «Cartagena».
Manuela: ¿Tocaban jotas?
Joaquina: Si, jotas muy rápidas y con esto tenían mucho alivio. La gente tenía mucho
miedo porque al coger la garba en el verano, la picada era más fuerte. Lalueza ha sido
un lugar muy seco y se criaban muchas tarántulas y escorpiones.

La siguiente entrevista la realizó a Teresa Ferrer, esposa del violinista Eli Périz «el Baile», de la familia Cartagena, al que ya había nombrado Joaquina Mir (La jota y la taranta. Ritualidad de la música y la danza en la cultura tradicional aragonesa. Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra nº 95). .

Manuela: ¿Cómo nace la iniciativa de tocar para curar la mordedura de la tarántula?
Teresa: Yo lo había visto ya antes porque yo era una cría cuando le picó a mi padre,
pero eso ya pasaba.
Manuela: ¿Qué le pasó a su padre?
Teresa: Estaba trillando y se conoce que entre la garba estaban las tarántulas, porque
entonces había mucho secano. Muchas veces, cuando arrancábamos los espartos nos
las encontrábamos y también alacranes.
Manuela: ¿Qué pasó cuando le picó a su padre?
Teresa: Estaba trillando y lo tuvieron que llevar a casa.
Manuela: ¿Y cómo lo curaron?
Teresa: Sencillamente vinieron a tocar y el que mejor tocaba él lo sentía y cuando alguien tocaba mal él sufría. Venían a cantar mujeres y ellos notaban quién cantaba bien la jota y estaban veinticuatro horas tocando. Mi padre se resistía porque era escéptico y no creía en esto y lo pasó mal. Pasaban los días y aún se quejaba de los pies.
Manuela: ¿Dónde le picó?
Teresa: En un pie, en el tobillo.
Manuela: ¿Bailaban?
Teresa: Temblaban como si tuvieran el Parkinson y cuando los músicos dejaban de
tocar, los picados parecían que se morían de agonía.
Manuela: ¿Usted conoce otros casos?
Teresa: Sí, yo vi al tío Constantín, que era un primo de mi padre, a un vecino de Marcén. y a mucha gente de Lalueza.
Manuela: ¿Qué canciones se cantaban?
Teresa: Jotas.
Manuela: ¿Se pagaba a los músicos?.
Teresa: Era voluntad, que tampoco cobraban lo que ellos querían. Era voluntario, si
alguien quería agradecer, se lo agradecían.
Manuela: ¿Su marido iba a tocar?
Teresa: Con la guitarra, con su padre.
Manuela: ¿Ha tocado para muchas tarántulas?
Teresa: Aquí sí, lo llamaban continuamente. Pero cuando llegaron el médico y el coronel todo se paró.
Manuela: ¿Nadie vino a preguntarles por lo que pasaba aquí?
Teresa: Aquí, como era costumbre y pasaba todos los veranos, nadie le daba importancia era algo normal.
Manuela: ¿Sabíais que en otros lugares ocurría lo mismo?
Teresa: No, hasta anoche que miramos en internet. Cuando los músicos paraban de
tocar porque llegó el médico, los picados sufrían tanto que el médico volvía llamar a
los músicos.
Manuela: ¿Eran todos hombres?
Teresa: Sí, las mujeres no iban a trillar.
Manuela: ¿Su marido qué opinaba?
Teresa: Él se lo creía. Veía como tocando todo se pasaba. Todos los años le pasaba a
alguien.
Manuela: ¿Cuándo se terminó?
Teresa: Se terminó cuando llegó el regadío. Por los años sesenta, cuando se hicieron
las canaletas. Al mover la tierra, desaparecieron las tarántulas. El trabajo en el campo
empezó a mecanizarse y ya no se trabajaba tanto con las manos. Ahora la gente riega
desde casa. Lo vivíamos con miedo, no sabías lo que podía pasar. No sabemos cómo
surgió, ni quién fue el primero. Al hermano de mi abuela, ya le picó. Mi abuela hace
años que se murió.
Manuela: ¿Se asustaba usted?
Teresa: Todo el mundo estaba un poco nervioso. Se iba a ver lo que pasaba y a los
críos no se les dejaba entrar. Yo entraba porque el músico era mi padre.
Manuela: ¿Por qué no dejaban?
Teresa: Sufrían y aunque bailaban sufrían. No querían que la gente los viese.

Vicenzo Santoro en su página web sobre «Música y culturas populares de Salento al Mediterráneo: perspectivas, publicaciones e iniciativas», recoge el documental sobre el Tarantismo en España. En un análisis critico señala que «Los fanáticos del tema notarán similitudes significativas con la documentación visual sobre el tarantismo de Salento (pero también con las reconstrucciones propuestas por Edoardo Winspeare en la película Pizzicata)». No obstante, Santoro matiza que el documental «debe someterse a un escrutinio crítico, para comprender qué es «verdadero» y qué «fantasía» de los cineastas está más o menos condicionada por los textos históricos (y para ver el vídeo en cuestión existe cierta sospecha). viene, especialmente para la danza). Sin embargo, el documento sigue siendo de gran interés».

«La tarantela, igual que la danza de espadas, es un baile medicinal» (Schneider). Para Manuela Adamo, propulsora de la edición por la Institución Fernando el Católico de La danza de espadas y la tarantela, la publicación de la obra de Schneider busca ampliar el horizonte antropológico en lo relativo en las funciones que tuvo la jota en el pasado. Un gran acierto ante un rito medicinal completamente ligado a nuestro folklore que nos descubre una tradición de gran valor y excepcionalidad. Para Manuela Adamo, la jota llegó a no ser solo un recurso musical de ámbito festivo, sino también un instrumento terapéutico donde toda una comunidad participa en la sanación de un individuo.

Así que ya lo sabemos, si nos fiza la tarántula, ¡a cantar y bailar!.

Recomendado:

Aires Monegrinos


Aires Monegrinos

Vendaval de aires monegrinos, airera!. La siempre imponente zierzera s´abre paso en los páramos baldíos d´esta tierra hermosa de Los Monegros.

Se quiebra la estepa con el latido d´esas voces joteras que alegran los yermos y secarrales. Baturros y Baturras cantan a la sombra d´una vieja sabina o bajo el Sol implacable de un verano cualquiera, mientras se siente el suave siseo de la dalla en los campos resplandecientes de cereal. Aires monegrinos, ulor a romero, a tomillo y a ontina.

Creí ver un royo ababol y era una jotera cantando con todo su corazón, creí ver un girasol y era un jotero cantando con todo su amor; ¡Muchismo m´ha gustau la jota!.

Canta la cardelina y el día amadruga pronto,  canta la cardelina y los aires monegrinos espantan el mal orache.  Ya escampa la  preta boira, y el sol empieza a gobernar  en este desierto enamorau de las jotas de Aires Monegrinos.

Vamos aires de ronda y parar cuenta!, qu´ese porrón s´esgota, que naide  esparrame ni gota del güen vino, que de ronda imos d´ir. Rondalla de fiesta, y de cabo d´año y d´alegría que s´ha de festejar, que ya prenzipia la rondalla, tos a apercatar-se, a sentir nuestros queridos aires monegrinos.

ROMANCERO JOTERO

La Luna vino a la era,

  con un ramillo de romero.

La jotera le canta,

  con sus aires Monegrinos.

La jotera l´está cantando,

  el cierzo azota su pelo;

    con el codo empinado

      escapa el vino de la bota.

Canta la monegrina,

  y baila la Luna.

El Sol besa los montes,

  confunde el cielo

    con la tierra rojiza.

Se sienten las guitarras

y las bandurrias,

  suenan las castañuelas;

   bailan las zagalas,

     la Luna esta brillando.

Bailan los zagales

  sonríe la Luna

    s´abrió de pronto

     la magia monegrina.

Se sienten los canticos

  por la tierra plana,

    la aridez es hermosa

      y su gente secana.

S´aplaude la jota

  se reparte alegría,

   ¡que cante el maestro!

     así, el frío s´olvida.

 Alza fuerte la voz,

  siente la noche;

    invade el aire,

     que hoy, ¡nos pertenece!

Raízes fuertes

   como l´encina solitaria

    pueblo orgulloso

     así es como te quiero.

Canta la monegrina

  y baila la Luna.

Canciones que son recuerdos

  esencia nunca perdida,

   de verdad sé que existe

     un alma monegrina.

 * Basau en el poema de Federico García Lorca

“Romance de la Luna, luna” del Romancero gitano.

Publicau en “ Os Monegros el 9 de septiembre del 2011.

Zancarriana w