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Grañén, apuntes de guerra


La localidad monegrina fue punto neurálgico del Frente de Aragón y en el Frente de Los Monegros, por ser un importante nudo de conexiones a través de la vía ferrocarril que conectaba directamente con Barcelona y al estar cerca del Frente de Huesca, Tardienta y Alcubierre. Albergó tropas, el cuartel general de la Columna de los Aguiluchos y se instaló un hospital de campaña inglés.

Septiembre de 1936. Población local y voluntario de las Brigadas Internacionales con niño al hombro. Foto de Alec Wainman.

Como en muchos pueblos de Los Monegros, la construcción del canal de Monegros y la venida de obreros de diferentes lugares supuso una revolución de ideales en la zona, mucho más marcada en localidades como Grañén por su conexión con la vía ferroviaria entre Madrid y Barcelona. Estas circunstancias rompían con el modelo tradicional caciquil del Aragón rural. Por ello, no es de extrañar el informe de Falange para la Causa General de Grañén: “La villa de Grañén, era en 1936 como un terreno perfectamente abonado y preparado para recibir la semilla del comunismo, causado de lo siguiente: 1º La antigua propaganda liberal, prometiendo al pueblo bajo el reparto de las enormes fincas que aquí poseen el Exscimo Sr. Duque de Luna y Don Vicente Susín Tello. 2º Las últimas propagandas izquierdistas que ahondaron todavía en más promesas. 3º La convivencia de muchos trabajadores de Grañén, con gentes extrañas, en los trabajos de Grandes Riegos del Alto Aragón, cercano a esta villa.”

Los primeros días

Con la sublevación militar, el alcalde de Grañén Santiago Lanuza Ferrer recibió la orden, del gobernador militar de Huesca, de declarar el estado de guerra. Lanuza se posicionó a favor de la república junto a sindicalistas de la CNT y la UGT y vecinos de la localidad, que tomaron posiciones en las entradas del pueblo. A los pocos días se sumaron las fuerzas de la guardia civil de la localidad, aunque al parecer ordenaron requisar las armas a los vecinos, según declaración de Carlos Luis Duerto, alfarero, de Izquierda Republicana, concejal municipal y afiliado a la CNT: “Seguidamente se fue al cuartel de la guardia civil (Se refiere al alcalde Santiago Lanuza), ignorando el declarante las órdenes que les dio, pero si sabe que al poco más tarde dicha fuerza de la guardia civil salió para hacer guardias en las entradas del pueblo en unión de algunos vecinos de izquierdas. Que momentos más tarde el mencionado alcalde con el cabo, comandante del puesto de la guardia civil ordenaron la entrega inmediata de cuantas armas se encontrasen en poder de los vecinos, siendo cumplida inmediatamente esta orden rápidamente, entregando las armas en el ayuntamiento y cuartel de la guardia civil.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén, Rama separada nº 321.).

Estos sucesos también aparecen recogidos por Jesús Inglada, en la biografía del grañenense Pascual Azagra Anzano La Guardia Civil se puso al servicio del alcalde socialista, Santiago Lanuza y, junto a un grupo de vecinos tomaron posiciones en las eras del pueblo para defender la legalidad republicana.”

Francisco Logroño Muñoz, natural de Alagón, la guerra le pilló en Grañén, en la cual regentaba un establecimiento de vinos y carbones. Afiliado a la CNT, sin ostentar cargo ni responsabilidad alguna, declaró que “La Guardia Civil, mandada por un tal Latas, en unión de las personas de izquierdas se lanzaron a la calle y el comandante del puesto de la referida Guardia Civil señor Latas ordenó que se hicieran guardias en las entradas del pueblo y calles del mismo con las escopetas que anteriormente habían recogido”. Latas correspondía a Pablo Latas Buen, cabo de la Guardia Civil.

El 23 de julio de 1936, llegan a Grañén fuerzas sublevadas procedentes de Huesca, produciéndose un enfrentamiento entre ambas partes. De acuerdo con el testimonio de Carlos Luis Duerto, a la media hora del tiroteo, entre las dos facciones, la Guardia Civil de Grañén se rinde, entregándose a las fuerzas nacionales: “Que el día 23 de julio de 1936 llegaron al pueblo fuerzas nacionales que fueron recibidas a tiros por la guardia civil y paisanos que se encontraban de guardia en las entradas y después de una media hora de tiroteo la repetida guardia civil se entregó a las fuerzas militares de Huesca.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén). Jesús Inglada cita que fue un grupo de falangistas “Bien armados procedentes de la capital”.

Igualmente, estos hechos, los recoge el investigador Víctor Pardo Lancina, “Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros”: “El 23 de julio, una compañía de militares de Huesca bajo el mando del capitán Santamaría, junto a un grupo de falangistas pertrechados con ametralladoras y fuego de mortero, se presentaron en Grañén reduciendo al grupo de milicianos tras un intenso combate. Los franquistas querían fusilar en ese momento a los resistentes, pero la intervención de Manuel Lacarte Bercero, falangista oscense, resolvió la situación sin violencia; con todo veinte personas fueron detenidas, de las cuales ocho serían finalmente fusiladas en Huesca”. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Editado por Rolde de Estudios Aragoneses y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2005).

También, la Causa General de Grañén, recoge la versión de Francisco Logroño Muñoz, citando los hechos el día 25 de julio: “El día 25 de julio de 1936, al ver llegar las fuerzas nacionales, dicha guardia civil con algunos paisanos se parapetaron en las eras del pueblo habiendo un pequeño tiroteo entre estos y las referidas fuerzas nacionales, cesando a los pocos minutos y después de parlamentar ambos bandos la guardia civil con los paisanos que estaban a su lado se entregaron a las fuerzas nacionales saliendo estas horas más tarde con la guardia civil y diez y ocho prisioneros vecinos del pueblo dirigiéndose a Huesca.”

Víctor Pardo Lancina señala que los guardias civiles hubieron de responder a una investigación interna abierta en la Comandancia de Huesca “Y exponiendo disparatadas teorías y excusas, lograron salvar su responsabilidad en la acción ejecutada”: «(…) A las diecisiete horas del día diecinueve -explica el cabo Pedro Latas en el atestado instruido-, recibió del Excelentísimo señor Comandante Militar un telefonema que iba también encabezado al alcalde y era copia de un bando declarando el estado de guerra. El alcalde se presentó en el cuartel, manifestando que él mismo publicaría el bando, ya que había tenido dos conferencias telefónicas con la autoridad militar y le había ordenado recogiese las armas en el Ayuntamiento, y el que narra dice que permitió que: fuese así porque esperaba recibir órdenes para cambiar de Ayuntamiento, ya que el que ostentaba el poder no le merecía confianza y de esa forma, cooperando en unión de las autoridades locales creía podría hacer labor más eficaz». (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).

Igualmente, Víctor Pardo Lancina recoge la declaración del guardia segundo Justo Callén Ezquerra, natural de Lanaja, “Que resultó herido en el transcurso del tiroteo con las fuerzas llegadas desde Huesca el día 23, aclara en cierta medida los hechos desarrollados en Grañén”: «Sobre las once horas se presentaron en las inmediaciones del cuartel grupos de hombres numerosos (sic) diciendo: ¡Que salgan los civiles! y si no, asaltamos el cuartel, que a todo trance querían las armas. Para evitar el ser arrollados por las turbas, decidió salir con los guardias Ciprés y Rivera», hasta los extramuros del pueblo, y al llegar cerca de la ermita, vio que se ocultaban detrás de los pajares y tapias todos los revolucionarios; el declarante entonces observó a ver quién venía y creyó que era el Ejército, diciéndoles: ¡A entregarse que es fuerza del Ejército!, y sin hacerle caso los grupos que estaban más a su derecha rompieron el fuego, pero al contestar el Ejército con las ametralladoras, a los diez minutos aproximadamente todos huyeron, y durante ese tiempo como el declarante no tiraba, le amenazaron con pistolas los vecinos Alejandro Sánchez y Francisco Logroño, y para evitar el ser víctima se vio en la necesidad de hacer un disparo al aire. Que a sus compañeros Ciprés y Rivera, que estaban más a su derecha, no los vio, sin duda se vieron obligados a huir con los revolucionarios amenazados con las pis- tolas. El declarante se ocultó y al quedarse solo se presentó al jefe de las fuerzas y en unión del Ejército cooperó a la detención de los extremistas en la localidad, hasta las siete de la tarde, que evacuaron el pueblo por orden del jefe de la columna y vinieron a la capital, presentándose al jefe de la Comandancia». (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Manifestación realizada en Huesca el 22 de agosto de 1936, ante el alférez instructor Arturo Colón Monfort, para aclarar la actuación en el puesto de Grañén, compuesto por el cabo Pedro Latas Buen y los guardias segundos Justo Callén Ezquerra, Antonio Ciprés Nasarre, Emiliano Rivera Pinós y Enrique Serrate Ainoza, traídos los dos primeros a esta plaza por el jefe de una columna del Ejército y los restantes presentados en esta Comandancia en distintas fechas y sitios por donde anduvieron antes de hacer su presentación». Documento inédito. Archivo del autor).

Carlos Luis Duerto acabó ingresando en la 28 División 127 Brigada Mixta, Sección carros blindados en el frente de Huesca. Al acabar la guerra, le pilló en Extremadura, fue internado en el campo de concentración de Albatera (Alicante) y más tarde en la prisión de Huesca. 

Llegan las Columnas

A Grañén llegaron la Columna Ascaso, la Carlos Marx (UGT PSUC) y la Columna de la FAI “Los Aguiluchos” («Marcha al frente de Aragón la columna «Los Aguiluchos»». La Vanguardia. 29 de agosto de 1936. p. 3.).

“Al día siguiente llegaron al pueblo fuerzas de milicianos de paso para Lanaja. Al día siguiente llegó un tren con fuerzas militares procedentes de Lérida, las cuales ordenaron que se continuaran los trabajos.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén).

El 24 de julio la Columna Carlos Marx, también llamada Columna «Trueba-Del Barrio», partió de Barcelona con unos 2.000 efectivos hacia el frente de Aragón. La columna, organizada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), salió de Barcelona en un tren blindado dirección Grañén, convoy al que acabó sumándose el batallón de ametralladoras guarnicionado en Manresa: «El tren blindado, que ya era largo al salir de Barcelona, casi dobló en el camino. En varias estaciones se engancharon vagones repletos de milicianos voluntarios» (José Barrio. Memorias políticas y militares). Al caer la noche, el convoy alcanzó Lérida partiendo a la madrugada siguiente hacia Grañén; el objetivo inmediato era ocupar Tardienta aunque no sabían si Grañén estaba en mano de los «fascistas». A su paso por Selgua, Del Barrio se reunió con el coronel Villalba; los enlaces motorizados que enviaba para conocer la situación ya le habían advertido. La idea era establecer una línea «Floja» entre Leciñena y Tardienta pero los enfrentamientos con grupos falangistas en Lanaja obligó a desviar dos centurias a Lanaja: «Del Barrio va atacar Lanaja con dos centurias sumadas a una compañía de infantería y un grupo de Guardias Civiles» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). Sobre los sucesos de Lanaja: Las batallas de Lanaja, libro de Roberto Mateo Caballero.

Una vez en Grañén, la columna sufrió un bombardeo aéreo. Allí se encontraba un comité anarcosindicalista a las órdenes de un personaje conocido como Pancho Villa (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). José Barrio, Memorias políticas y militares, relata «El pueblo no era en realidad de nadie. Ugetistas y cenetistas por un lado o fascistas por otro patrullaban por los alrededores del pueblo, sin que llegaran a dominarlo ni unos ni otros. Nuestra llegada resolvió la situación. Los fascistas huyeron».

Milicianos en Grañén. Foto de Alec Wainman.

Las columnas cenetistas de la Columna de Ascaso, comandada por García Vivancos, y la Columna de los Aguiluchos, al mando de Juan García Oliver y el capitán José Guarner como consejero militar, llegaron hasta Grañén por vía férrea (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo), para establecerse en el Frente de Huesca, Tardienta, Sangarrén y Vicién.

La columna de los Aguiluchos salió de la Estación del Norte de Barcelona, llegando en tren a Grañén (Huesca) y luego en coches y camiones hasta Vicién, más cerca del frente. En la columna Ascaso estaba el Grupo Internacional “Eric Mühsam”, que centró su actividad en el frente de Huesca. Aunque se había pretendido que la columna de Los Aguiluchos fuese una gran unidad, finalmente partió con unos 1.500 milicianos y 200 milicianas, acabando como un refuerzo de la Ascaso. Establecieron su cuartel general en Grañén el 28 de agosto de 1936.

Ambas columnas, la Ascaso y Los Aguiluchos, participaron en la ofensiva a Huesca. Especialmente junto a la Columna Ascaso. “Las posiciones de Huesca, controladas por el PSUC se situaban a la izquierda de la columna Ascaso y a la derecha de la Columna Alas Rojas. Eran un total de 1.000 efectivos sin segunda línea ni reserva” (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).

Las milicias republicanas del POUM, Columna Arquer-Grossi, comandada por Manuel Grossi y Jordi Arquer, partió de Barcelona el 24 de julio. La columna del POUM alcanzó Alcubierre el 3 de agosto, llegando desde Sariñena tras su paso por Grañén y Robres. 

“En Sariñena está concentrada la segunda columna del POUM la cual tiene un destacamento de la primera y segunda bandera en Grañén, y otro en Alcubierre, aparte de los grupos distribuidos por las avanzadillas encargado del enlace entre los distintos puestos y destacamentos.” (La Batalla, 7 de agosto de 1936).

Lorenzo Villa fue comisario político de las fuerzas del POUM en Grañén (La Batalla, número 58, 8 de octubre de 1936).

Domingo Ascaso Abadia Adscrito a los grupos de acción del anarquismo aragonés y miembro de los Justicieros, los Solidarios o Nosotros. Hermano de los también anarquistas Francisco y Alejandro Ascaso,​ formó parte de la FAI ll Durante la Guerra Civil Española fue uno de los líderes de la Columna Ascaso, al ejercer como uno de sus delegados, junto a Gregorio Jover y Cristóbal Aldabaldetrecu; la columna batalló en el Frente de Huesca, dentro del más amplio Frente de Aragón, tomando plazas como Barbastro, Granén y Vicién. Fue asesinado durante los sucesos de mayo de 1937. (Con nombres y apellidos).  

El general Villalba visitó el frente de Grañén a mediados de septiembre de 1936 (Full oficial del dilluns de Barcelona: Número 562 – 1936, septiembre 21).

De acuerdo con la distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937, en el sector de Grañén operaban las siguientes unidades:

  • División Francisco Ascaso.
  • Centuria Pancho Villa.
  • Intendencia General.
  • Bons Kropotkine.
  • Sanidad.

Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros.

“Por otro lado, con la toma de Grañén, línea férrea y Almudevar, única carretera directa entre Huesca y Zaragoza, Ia retirada de los sublevados de la primera población sería inútil al verse acosados por las columnas de soldados y milicias leales al Gobierno de la República.”

 Ahora (Madrid). 1 de agosto de 1936.

El avance del POUM

El avance hacia la línea de fuego se ha llevado en la noche del viernes 31 de julio a la madrugada del primero de agosto. La primera y segunda bandera de las columnas del P. O. U. M. al mando militar del bizarro Biscarri, y el político del entusiasta Grossi, salió a las once de la noche de Sariñena con dirección a Grañén pueblo que está ya en la línea de fuego por separarle soló unos kilómetros de Tardienta que es nuestra posición avanzada en esta provincia y que en la misma línea que une a Zaragoza y Huesca y a su mitad de distancia de ambas posiciones constituye una grave amenaza para el enemigo que puede verse envuelto por un ataque nuestro. En las nueve unidades de transporte que llevábamos, tres de las cuales son de servicios médicos—ambulancias de Cruz Roja—los doscientos muchachos de nuestras dos banderas han llegado solo en unas horas al pueblo de Grañén.

A la cabeza de la columna se desplazaba un camión mandado por Bíscarri. Este, temerario, andaba de su asiento al lado del conductor a la capota del coche y descendía saludando a las guardias y avanzadas de las poblaciones por las que pasábamos. En una noche espléndida avanzábamos de Sariñena a la Naja, de aquí a Alcubierre, de este pueblo al de Rollas y de este último hemos llegado a las guardabarreras de la línea de ferrocarril de la estación de Grañén. Antes de las cuatro de la mañana sentábamos nuestra posición en Grañén.

Grañén está guarnecido por fuerzas —soldados y algunas clases—del batallón de cazadores de la Seo de Urgel, número 3, que con las del batallón de cazadores de Barbastro, número 40 coadyuvan brillantemente en las operaciones de nuestras columnas libertadoras. Es una villa de unos 1.500 habitantes. Presenta el mismo paisaje de las otras poblaciones que hemos ocupado, elevándose en un llano entre altozanos y huertas. A sus pies corre el río Flumen de estrecho cauce, pero abundantes aguas y los campos ofrecen pastos y frutales; la principal cosecha es el trigo. Vino se recoge poco. Abunda el ganado. La población es antigua, de pocas casas de estilo; muchas típicas con amplios corrales y hace mucho frío. ¡Estamos sólo a unos pocos kilómetros de Tardienta y en el sitio por donde creemos se realizará el avance!

La organización administrativa en este pueblo es por ahora muy buena. Constituyen el comité de la población los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.

Nuestro Comité militar radica en la Casa Cuartel de la Guardia civil. Cuando escribimos estas líneas están saliendo las fuerzas de las milicias del Partido Comunista a quienes vamos a sustituir. Hay absoluta calma, aunque esta mañana voló sobre nosotros un avión enemigo. Las señas anunciando la presencia del avión y las precauciones que se toman hace más distraída la vida aquí que en Sariñena. Nuestros camaradas de Barcelona, pueden tener la seguridad que no desmayaremos en quedar dignamente como estamos demostrando en la zona que ocupamos.

Grañén, 1 de agosto de 1936. NINFO.
La Batalla número 4. 6 de agosto de 1936.

Saqueos y destrucciones

Como en la mayoría de los pueblos, los saqueos y destrucciones, principalmente de iglesias, se llevó a cabo en Grañén. Igualmente sucedió con casas y propiedades, en este sentido, la Causa General cita “Saquearon las casas de varios derechistas que huyeron a zona nacional e impusieron el terror en esta villa.”

Francisco Logroño Muñoz testificó “Que al día siguiente (Del 25 de julio de 1936) llegaron varios coches y camiones con milicianos armados los cuales destrozaron cuanto había en las casas de las personas de derechas que habían huido saliendo a los pocos momentos y al día siguiente llegaron las fuerzas de Carlos Marx en un tren especial que al llegar a la estación fue bombardeado por la aviación nacional causando algunas bajas.”

La iglesia parroquial de Santiago y la ermita de San Julián fueron profanadas, la iglesia fue utilizada como cárcel, salvándose el retablo, aunque muchos objetos e imágenes se perdieron “Al entrar las fuerzas de Carlos Marx fueron profanadas la iglesia y ermita siendo llevadas las imágenes de dirección al río donde tenían instaladas las cocinas, ignorando lo que hicieron de los objetos de valor que en las mismas había.” (Testimonio de Francisco Logroño Muñoz). A la vez, Carlos Luis Duerto declaró “Unos días más tarde llegaron milicianos que profanaron la iglesia y ermita de San Julián, destinando las imágenes y objetos de culto para cocer el pan en el horno, propiedad de Ramón Biarge.” (Causa General de Grañén).

El escultor catalán Apeles Fenosa trató de salvar el patrimonio aragonés, según su relato “Llegamos a Grañén cuando se partían los trozos de un retablo magnífico, espléndido, para hacer leña. Trozo a trocito lo recogimos, aprovechando hasta la última astilla. Pero lo mejor, lo más valioso, ya está perdido.” (Apeles Fenosa,Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”).

Carlos Urzainqui Biel (El Reatabillo), citando a Carmen Morte, matiza “En Julio de ese año, el Departamento de Bellas Artes del Gobierno de la República ordenó desmontar el retablo y trasladar las tablas de pintura [del mismo] a Barcelona. Entre 1936 y 1939 las pinturas estuvieron depositadas en el Palacio Nacional de la ciudad condal [actual Museo nacional de arte de Cataluña], tal como atestiguaban los albaranes que llevaban las tablas pegados en el reverso».

Llegan a nuestra ciudad, procedentes de varios pueblos aragoneses, varias obras de arte

Procedentes de algunos pueblos aragoneses, recientemente redimidos por las fuerzas leales, se han recibido, en el Servicio del Patrimonio Artístico de Cataluña, unas pinturas de gran interés. El escultor Apeles Penosa las ha conducido hasta Barcelona, salvándolas así de un peligro inminente. Pronto será posible admirarlas —después de haber reconstruido y rehecho las que lo necesiten— en los Museos del pueblo. Las obras son las siguientes: Fragmentos de un retablo de la escuela de Jaime Ferrer (siglo XV), procedente de la parroquia de La Naja; retablo mayor de la iglesia de Grañén, obra aragonesa de principios del siglo XVI; fragmento de un retablo aragonés del siglo XV, de Tardienta, y una espléndida colección de mosaicos aragoneses del siglo XVI, procedentes del ya mencionado pueblo de La Naja. A los Comités de La Naja y de Grañén que han cedido a la Generalidad estas obras de arte —aportación valiosísima de la escuela aragonesa— para el Museo de Cataluña, el Consejero de Cultura les ha hecho entregar por el Servicio de Bibliotecas, dos importantes lotes de libros para los Hospitales y para los que luchan en el frente.

La Batalla, número 48. 26 de septiembre de 1936.

De acuerdo con Carlos Urzainqui, las obras regresaron a Grañén poco después de acabar la guerra “El Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, trasladará estas obras a Zaragoza en junio de 1939, una vez finalizada la guerra y poco después vuelven a Grañén. Llegando a la década de 1980 muy deterioradas, por lo que es necesaria su rehabilitación. «De acuerdo a los documentos fotográficos anteriores a 1936, en el sotobanco había más de las seis tablas [que han llegado a nuestros días] con figuras de apóstoles que hoy no se conservan. Para la profesora es muy posible que antes de la vuelta del retablo a Grañén, se acometiera una restauración de las pinturas, a la vez que se hacían de nuevo la mazonería y la imagen de Santiago que hoy se conservan en la iglesia del pueblo. La última restauración de la obra se realizó entre diciembre de 1986 y abril de 1989, restaurando las tablas de pinturas a excepción de las situadas en el guardapolvo.”

El Comité Revolucionario de Grañén

Según la declaración de Carlos Luis Duerto, el Comité Revolucionario de Grañén fue constituido por componentes de la CNT y UGT. El líder del comité se le llamaba “despectivamente” Pancho Villa, por el líder mexicano. Francisco Logroño testificó que “Funcionó un comité integrado por Mariano Pinos, como presidente, Castera y un hermano, Agapito y un hermano”.

El diario La Batalla número 4, 6 de agosto de 1936, recoge que el comité de la población estaba compuesto por los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.

Billete de veinticinco céntimos del Consejo Municipal de Grañén.

Según la Causa General, hubo muchísimos dirigentes “Algunos sin cargo en el comité, influían muchísimo en la labor de destrucción roja. Enumerados en orden a su intervención administrativa (ya que en lo ejecutivo nada podrá probarse), fueron los siguientes:”

  • Marcelo Allué. En Francia.
  • Carlos Luis. Supongo en la prisión provincial de Huesca.
  • Félix Allué. En Francia.
  • Jacobo Corvinos. En prisión provincial Huesca.
  • Lorenzo Bernal. En prisión provincial Huesca.
  • Ramón Bernal. En prisión provincial Huesca.
  • Mariano Pinós. En Francia.
  • José Orús. En Francia.
  • Martín Orús. En Francia.

“Todos los indicados, menos el 6º, fueron del comité. Pero el 6º, según referencia, influyó mucho en dicho organismo rojo y su actuación fuera del pueblo debió ser, sobre todo por Sesa, bastante mala.

Que además del referido comité funcionó en el pueblo un grupo de investigación, desconociendo los nombres de los individuos que lo formaban y si únicamente sabe que el jefe tenía una mano lesionada, ignorando si funcionó algún otro organismo oficial, así como los mencionados recibían ordenes de otros superiores.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.

Rodellar García, Saturnino aparece en la relación “Con nombre y apellidos” como integrante del Comité Revolucionario de Grañén. Nacido y/o domiciliado en Grañen (Huesca) 29 de noviembre de 1907. Detenido en Prisión Provisional del Instituto de Huesca 23 de julio de 1936. Fallecido en Huesca 23 de agosto de 1936. Fuente: Todos los nombres. Víctimas y victimarios (Huesca 1936-1945).

La Voz. Madrid, 6 de agosto de 1936.

En Grañén se realizó la incautación de fincas de los propietarios ausentes y su colectivización. La colectividad de Grañén perteneció a la comarcal de Sariñena (Boletín: periódico de la revolución del Consejo Regional de Defensa de Aragón. 19-11-1936). Significativo fue el bando que el Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas publicó en conveniencia con el Comité del Pueblo.

En los pueblos que van ocupando las columnas, dejan perfectamente organizados los servicios.   En Grañén, el Comité militar, de acuerdo con el Comité del pueblo, ha dictado un bando en el que dice que, teniendo en cuenta que la cosecha es sagrada, todos los campesinos deben realizar sus labores con toda intensidad y entusiasmo.   Se dispone también que los bienes y haciendas de los que han hecho causa común con el fascismo pasen a ser colectivos del pueblo trabajador. Las incautaciones individuales quedan prohibidas terminantemente. El Cantábrico, diario de la mañana. Año XLII Número 14435. 7 de agosto de 1936.  

Bando del Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas de acuerdo con el Comité del Pueblo

Al pueblo de Grañén Dispone:

Primero. — Que teniendo en cuenta que la cosecha es un interés sagrado del pueblo trabajador, todos los trabajadores de este pueblo deben reemprender sus labores cotidianas, con toda intensidad y entusiasmo necesarios al objeto de que el tiempo perdido en la recolección sea rápidamente recuperado.

Segundo. — Todos los bienes y haciendas de los propietarios que han hecho causa común con el fascismo pasan a ser propiedad colectiva del pueblo bajo el control y administración de las organizaciones obreras.

Tercero. – Igualmente pasan a ser propiedad del pueblo los latifundios englobados en este término municipal, quedando obligados los arrendatarios actuales a entregar los terrajes (1) «al 8 y en garba» al Comité del Pueblo.

Cuarto. — En atención a los anteriores artículos queda terminantemente prohibida toda incautación individual de ninguna clase de bienes.

Quinto. — Teniendo en cuenta la misión liberadora de las Milicias Antifascistas, el pueblo dará a estas el máximo de facilidades para proseguir su lucha contra los fascistas.

Sexto. — Por el presente bando queda creada la policía popular de Grañén, que controlada por el Comité del Pueblo velará por el cumplimiento de las presentes disposiciones y salvaguardará los intereses y la justicia populares persiguiendo y castigando severamente todo acto de bandidaje y toda acción contra el orden establecido.

Séptimo. — Las dificultades o incomprensiones que se produzcan en la aplicación de las disposiciones anteriores serán solucionadas por el Comité Pueblo de acuerdo con el Comité Militar.

Artículo adicional. — Todas las maquinas agrícolas (Equipos de trilla) pasan a ser propiedad del comité del pueblo.

Dictado en Grañén, a 31 de julio de 1936.

La Batalla, 7 de agosto de 1936.

“Vilallonga. Esta localidad hace esfuerzos para contribuir en la lucha contra los fascistas. A tal efecto el día 14, transportamos con el camión de nuestra colectividad, unos dos mil quinientos kilogramos entre comestibles, vino, almendras, etc. Todo ello iba destinado a Grañén, donde se encuentra un destacamento de compañeros del POUM, que pertenece a la segunda columna de nuestro glorioso partido.”

La Batalla, número 18, 22 de agosto de 1936.

Nuevo Aragón. 9 de abril de1937.

Una idea del ambiente colectivizado de Grañén lo aporta un informe de la British Medical Unit (BMU): “Todas las tiendas, la industria y la agricultura del pueblo ahora están colectivizadas. Las industrias de la aldea parecen funcionar con poca eficacia a pesar del alto precio que tienen que pagar por los suministros militares. Incluso el riego está controlado por el comité local.” (Warwick Digital Collections).

Pancho Villa

El líder revolucionario mexicano dio sobrenombre al líder del Comité de Grañén. Aparece citado por José Del Barrio, mando de la Carlos Marx, en sus memorias. Del Barrio relata, como una vez asegurada la posición de Grañén «Empezó a reinar un anarcosindicalista que se hacía llamar Pancho Villa y que había constituido un comité que pretendía ejercer toda clase de poderes, el tren continuó hasta Tardienta».

Foto Pancho Villa. Alec Wainman. 01-07-1937.

También aparece en un informe presentado por una comisión de la Cruz Roja local de Barcelona, por parte de Estrany y Ràfales, el 21 de mayo de 1937, cuando viajaron hasta Grañén para tratar la falta del pago de salarios al personal al servicio de la Cruz Roja. En dicho informe se cita a Pancho Villa, como jefe del Sector y de nombre Damians: “Día 21 de mayo: Viaje a Grañén, con el objeto de hablar con el compañero Damians, Pancho Villa (Jefe de aquel sector). Tampoco lo encontramos”.

Aunque en el frente hubo otros “Panchos Villas”. Manuel Gutiérrez, diario de un miliciano, realiza la descripción de un individuo que se hacía llamar “Pancho Villa”: “Mi división, Carlos Marx, en Robres tiene un polvorín lleno de armas y municiones modernas y en cambio nuestros fusiles parecen escobas y las municiones que vienen de Cataluña, y que son cápsulas recargadas, el 75% son malas. Cuando menciono al “Mando” me refiero al de la División Carlos Marx, que está lleno de fascistas emboscados. Un ejemplo de lo que digo es un individuo muy popular, que se hace llamar “Pancho Villa”, alto como un San Pau y con pose de perdonavidas, cara de fanfarrón y tipo de matón, que dicen que es muy valiente, que va de permiso a Barcelona cargado de galones y correas con municiones y fusil-ametrallador; era guardia de asalto y me cuenta el compañero Cabrera que en cierta ocasión, en la carretera de Tardienta a la ermita, estaba Pancho Villa hablando con dos chicos y otros guardias y decía a los primero ¿Recordáis aquel día que vino a vuestro pueblo una camioneta de guardias y apaleó a los trabajadores? Pues yo estaba entre ellos y recuerdo haberos apaleado a vosotros. – Y reía con cinismo mientras los dos chicos sonreían para disimular el odio que reflejaban sus ojos. Este desgraciado es el ayudante del comandante de nuestro Batallón. Poca confianza me inspiran estos autómatas al servicio del capitalismo, antes dedicados a perseguir al trabajador y que hoy luchan a nuestro lado porque no pueden luchar al servicio del fascismo, al cual servirían mejor y la mayoría son tan fascistas como los que tenemos delante de las trincheras.” 

En la División Ascaso existió una centuria llamada Pancho Villa (Solidaridad Obrera 21 de enero de 1937).

Boletín oficial de la Brigada no.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona.

Asesinatos

“Sabe que fueron asesinadas seis personas del pueblo, pero que ignora quien les detuvo y asesinó.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.

Según la Causa General, las personas asesinadas en Grañén fueron las siguientes:

  • Dionisio Laspuña Esteban (18 septiembre de 1936). Comerciante de 62 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Manuel Allué Sanz (18 septiembre de 1936). Comerciante de 72 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Pascual Peña Biela (18 septiembre de 1936). Propietario de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Mariano Cajal Lavilla (18 septiembre de 1936). Industrial de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.

Los cuatro fueron detenidos el 15 de septiembre por un grupo de desconocidos, permaneciendo en la iglesia que fue utilizada como cárcel. El día 17 fueron trasladados en un camión a Vicien donde fueron asesinados por milicianos del POUM. 

  • Francisco Borrega. Párroco retirado. Su cadáver se encontró en Alcubierre. En el mes de agosto de 1936 fue detenido por milicianos, subido a un camión y llevado al pueblo de Alcubierre donde fue asesinado en el cementerio.

José Campos Vivas. Cura. Cementerio de Grañén. Los primeros días permaneció oculto, de acuerdo con miembros del comité. “Pasados algunos días y habiéndole facilitado ropa de paisano lo colocaron en la cooperativa. Denunciado por un vecino, un grupo de milicianos. Uno de ellos le colocó una carta en el bolsillo, diciéndole seguidamente si tenía valor para asesinar a dos jóvenes de Almuniente”. Lo subieron al camión con los dos jóvenes y los llevaron al cementerio, el miliciano le quitó la carta y le acusó de ser espía de los nacionales, seguidamente los mataron a los tres. Víctor Pardo Lancina señala que fue asesinado el 18 de septiembre de 1936, citando como autores a integrantes de la columna Carlos Marx. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).

“Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: Varios vecinos de Grañén fueron asesinados por los republicanos en el cementerio del pueblo y reposan allí, generalmente en sepulturas individuales a las que fueron trasladados una vez llegada la paz. Cuatro de ellos fueron Mariano Cajal Lavilla, Dionisio Lapeña Esteban, Manuel Allué Sanz y Pascual Peña Biela. Murieron el 18 de septiembre de 1936. Otros como Petra Charlez Laguna fueron muertos en otros lugares y sus cuerpos recuperados al término de la guerra. También murió el ecónomo de la parroquia José Campos Vivas. En cambio, el cura párroco, tendría más suerte y lograría salvar la vida.” (SIPCA).

Además, en la Causa General aparece recogido el asesinato de Bernardo Costell Medina: “Declaración del testigo Francisco Costell Medina. En Barcelona a 3 de septiembre de mil novecientos cuarenta y dos. Ante el Sr. fiscal, delegado para la instrucción de la Causa General de Barcelona compareció el testigo anotado al margen, de treinta y siete años de edad, de estado soltero, natural de Valencia, de profesión Militar, que no ha sido procesado, con domicilio en Avenida de José Antonio, 439, 1e 18 y después de prestar juramento de decir verdad y enterado de las penas por falso testimonio fue interrogado y dice: Que su hermano D. Bernardo Costell Medina, de profesión Capitán Infantería, afiliado a ningún, de 37 años de edad, con domicilio en Rocafort, 96, pral. 1, fue detenido por el Jefe de la 32 División roja, donde se hallaba prestando servicios en concepto de forzoso en los alrededores de Grañén (Huesca) el mes de marzo de 1938 siendo fusilado en el mismo punto, por sus manifestaciones derrotistas y por sus antecedentes derechistas. Su cadáver no ha sido hallado. Personas sospechosas de participación en el crimen Manuel Gancedo, Capitán de Infantería, que fue quien ordenó el fusilamiento, domo Jefe de la División; que los asesinos materiales, según averiguaciones hechas por el declarante fueron: los oficiales rojos de aquel Estado Mayor, Ángel Gracia García, antiguo Guardia Civil del 198 Tercio; Ramón Jaumé Sastre, que al parecer vivía en la calle Ramalleras de esta Capital y Juan Abadía, técnico industrial, los tres comunistas, ignorando el declarante su actual paradero. El piso del declarante fue saqueado, valorando lo desaparecido en 15.000 pesetas. El hecho no denunciado a la policía, pero la Autoridad Militar ha de tener conocimiento del asesinato. Su defunción si ha sido inscrita en el Registro Civil. El, etc. Ratificase, previa lectura y firma con S.S. Doy fé. L. Mazo Francisco Coutell Medina Ramón Grau.”

También, en la Causa General de Grañén, aparecen diligencias sobre el vecino de Lanaja Andrés Abadías Abadías asesinado en el término de Grañén y de Tardienta Antonio y Marcelina Gracia Yebra. Lo recoge también Víctor Pardo Lancina, “Fueron muertos por elementos marxistas” (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina). Igualmente, Pardo Lancina cita a los vecinos de Almuniente Agustín Tornes Rivas, panadero de 25 años y Ramón Orús Berroy, labrador de 16 años, quienes fueron detenidos el 23 de agosto de 1936 “Por miembros del comité de Almuniente y trasladaos a Grañén el día 27, siendo fusilados en las tapias del cementerio de esta localidad por personas desconocidas”.

El hospital ingles de Grañén

En Grañén se instaló un hospital de campaña siendo el primero de los levantados en España por el Spanish Medical Aid Committee (SMAC). “El hospital de Grañén había sido puesto en marcha en septiembre de 1936 por la primera Unidad Británica de Auxilio Médico que llegó a España” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital se ubicó en una casa de labor, que tuvieron que limpiar de escombros y estiércol, incluso sufrieron una inundación “Albergó dos quirófanos, dos salas post-quirúrgicas, una sala general con treinta camas para las gentes del lugar y los enfermos que estuvieran de paso y, en el desván del piso superior, alojamiento para el personal médico” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital aparece citado en un poema de Tom Wintringham: «Granien – British Medical Unit».

El hospital sirvió en Grañén y a las unidades que operaban en la zona del frente. Un informe de la unidad cita como en el incidente de Leciñena “Proporcionamos todo el servicio médico”, probablemente refiriéndose a la toma de Leciñena por parte de los nacionales el 12 de octubre de 1936. Igualmente, un informe de la British Medical Unit (BMU), da cuenta de la actividad: “Haber tratado ahora a más de 1.650 casos y el total de la última semana tiene unas diez diarias en comparación con un promedio de 36 para la semana anterior y la mayor cantidad de entradas diarios de 54. Hemos instalado 18 camas más, suministradas por Del Barrio, completas con nosotros y la indumentaria necesaria.” (Warwick Digital Collections). El hospital funcionó entre septiembre de 1936 y octubre de 1937.

Para instalar el primer hospital británico del frente de Aragón les asignaron una granja escuela en Grañen: “Para empezar, el corral estaba ocupado por un montón de estiércol de dos metros de alto”, relata Alec en sus memorias. Al líder anarquista local Pancho Villa le propusieron la retirada del estiércol “Se mostró sorprendido y comentó que siempre había estado allí”.  

“Habiendo disminuido la actividad en el frente, la atención se dirige nuevamente a despejar el gran patio. Ahora está casi libre de estiércol, y gracias a la energía de los trabajadores que han estado haciendo el trabajo a las 7 a. m. cada mañana: también tenemos dos caballos y una carreta en el trabajo las 7 horas del día. Me gustaría señalar que esto no es trabajo forzoso, ni es difícil conseguir voluntarios. El patio que vamos a vaciar y nivelar y las dependencias se van a utilizar como garajes y talleres.” (Informe de la British Medical Unit (BMU)).

La unidad la componían el Dr. Kenneth Sinclair Loutit, Rosita Davson, Mary Slater, Derry Atkinson, Margot Miller, Emmanuel Julius (Conductor de ambulancia) y cirujanos catalanes. Emmanuel Julius abandonó el BMU y se unió a los milicianos en el frente de Alcubierre, donde encontró la muerte.

La historia del hospital queda recogida en el libro “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina; la historia de una enfermera australiana que estuvo en el hospital de Grañén. Judith Keene relata que. cuando Agnes llegó al hospital, el 12 de enero de 1937, “Había cinco enfermeras inglesas, tres médicos españoles, unos cuantos practicantes, cuatro conductores de ambulancias, un par de cocineras y cuatro guardias que hacían las veces de camilleros, además de varias chicas del pueblo limpiaban y echaban una mano en las tareas de enfermería”.

También pasó el británico Alec Wainman, lingüista, fotógrafo y pacifista. Fue voluntario en la guerra de España como intérprete del bando republicano. “Se alistó como conductor de ambulancias para British Medical Unit (BMU) y el 7 de septiembre de 1936 partió desde Barcelona a Grañén. En 1975, Wainman envió su colección fotográfica y su dietario a un editor de Londres para publicarlos. Sin embargo, el editor quebró y no llegó a publicar el material enviado, que al final se dio por perdido. Fue su hijo John Alexander Wainman (seudónimo Serge Alternés), quien, después de una intensa investigación, en 2013 recuperó la colección de fotos y el diario de su padre y publicó una selección en el libro Almas vivas Sufriendo de hepatitis, regresó a Gran Bretaña en 1938. Al final de la guerra ayudó a sacar a refugiados españoles de los campos de concentración franceses y a traerlos a Inglaterra.” (Almas vivas: La Guerra Civil Española en imágenes).

Alec resaltó la falta de comida y «el aceite rancio», incluso una vez trataron que les hirviesen unas mazorcas de maíz, pero no tuvieron éxito, «Gracias a los paquetes de comida que mandaban desde casa sorteábamos el hambre». En el hospital, los primeros atendidos fueron enfermos en vez de heridos “La gonorrea era el principal enemigo”. Además, el interesante relato de Alec narra combates en la sierra de Alcubierre, la presencia de Brigadistas Internacionales de la Columna Thaelmann en Tardienta y su toma de la ermita de santa Quiteria, un bombardeo sobre Tardienta y un combate aéreo sobre Grañén.

Archibald Cochrane, médico británico fue voluntario durante un año en la Guerra Civil española y sirvió en una ambulancia destinado en Grañén (Huesca). “Él inspiró la “medicina basada en la evidencia”, paradigma actualmente de la educación científica en las escuelas de medicina del mundo desarrollado.” (El abrazo terapéutico, El abrazo terapéutico, algo que no tuvieron las víctimas de covid-19 (theconversation.com)

En el hospital ejerció el médico Dr. Aquilo, quien, según un informe del hospital, se subraya La aurora, de la que vive el hospital, la hace el Dr. Aquilo”. Igualmente se cita al El Dr. Sollenberger, “No debe ser considerado demasiado en serio como médico”, y el Dr. Saxton.

El Dr. Aquilo ha demostrado además de ser un buen cirujano, un miembro más leal de la Unidad. Me imagino que no se quedaría con nosotros durante la duración de nuestra estancia aquí, aunque, por supuesto, no es del todo dueño de sí mismo. Tiene una gran estima por la enfermería británica y me gustaría señalar que son los enfermeros, probablemente más que cualquier otra parte de la estrella médica, los que contribuyen al buen nombre de nuestro hospital. Los pacientes están especialmente agradecidos con las enfermeras de noche, que tienen un estándar de trabajo hasta ahora bastante desconocido en España. (Informe de la British Medical Unit).

El Dr. Sollenberger ha demostrado ser más vago que tonto y entiendo que tiene entre manos el asunto de su retirada, lo que probablemente no defraudará a nadie. Su idiosincrasia de maneras, por lo que se le puede reprochar groseramente, se acentúa, y su capacidad para el razonamiento non sequitur, que a todos se notaba en Londres, se ha incrementado. Sus cualidades sociales no han llevado muy bien y su incompetencia profesional es a veces peligrosa. Me temo que un día, a menos que tengamos cuidado, pueda hacer algo que perjudique la reputación del hospital en algún aspecto vital. (Informe de la British Medical Unit).

Pepita Laguarda Batet (Barcelona, 1919- Grañén, 1936) fue una militante anarquista española. Incorporada a las filas libertarias en 1936, sin haber cumplido la mayoría de edad, falleció en Huesca a los diecisiete años, luchando contra las fuerzas sublevadas que controlaban la ciudad. Pepita Laguarda vivía en Hospitalet (Barcelona), y se incorporó a las filas anarquistas contra la opinión de su familia. Así pues, debió escapar de su casa para poder tomar las armas. Se unió a la Columna Ascaso y partió hacia el frente de Aragón. Las crónicas de la época la describen como una persona entusiasta y valiente, que en todo momento supo mantener la entereza y presencia de ánimo, incluso en su lecho de muerte. Al momento de ser herida, a las 5:00 de la mañana del 1 de septiembre, Pepita Laguarda hacía ya varias horas que participaba en el combate. Al retirarla herida, el fuego de los sublevados se cebó en el puesto de la Cruz Roja. La miliciana fue trasladada primero al hospital de Vicién, donde se le aplicaron las primeras curas, y posteriormente al Hospital de sangre de Grañén, donde falleció a las 9:30.1​ Su compañero sentimental, Juan López Carvajal, quien se había alistado como voluntario acompañándola, fue quien escribió la carta notificando el deceso a la prensa. (Wikipedia).

División 28, Francisco Ascaso. «Por las necesidades del servicio, es conveniente reclames a la Unidad de que dependas una ambulancia más, para las evacuaciones del trayecto Vicién-Grañén. Vicién, 13 de junio de 1937.

Boletín oficial de la Brigada nº.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona 01-07-1937.

Ahora. Madrid, 10 de noviembre de 1936.

El transporte sanitario fue complicado en los primeros días. Un informe del administrador del transporte, Frank Farr, fechado el 15 de noviembre de 1936, advierte que el transporte no se realiza en ambulancias, si no en vehículos semipesados de peso medio (2 toneladas), de marca Renault. La principal dificultad es la altura de los camiones “Ya que la litera superior está bastante fuera del alcance del español medio”, además de diversos problemas mecánicos, estaban las vibraciones, que incomodaban al paciente, y las capuchas permeables a lluvia y viento. El informe destaca que el servicio de transporte que encontró estaba en malas condiciones, incluso algunos medios habían sido enviados a Sariñena para su reparación.

“Suplemento. El personal de transporte de Granen expresó animosamente la opinión de que se necesita un motor ligero y potente (no una ambulancia) para el trabajo. Y, también por unanimidad, que el mejor motor para esta obra sería una furgoneta Bedford (toda la carrocería de acero, puertas traseras dobles). Estoy de acuerdo y sugiero que se solicite al Comité de Londres que compre dicho vehículo de inmediato y, si es posible, haga arreglos para la entrega por parte de un agente de Continental lo antes posible.” (Frank Farr. K.W.C.S.L.)

El 16 de noviembre de 1936, una carta del Hospital Británico de Grañen a la “The Spanish Medical and Committee (24 noviembre Oxford Street, London, .1), señala “Cuando la Unidad original vino a España para ofrecer asistencia médica a los trabajadores españoles, se compraron tres vehículos para servir como Ambulancias, de estos solo uno estaba equipado con pasarelas y soportes de estrategia, los otros dos eran camiones de dos toneladas.” La carta se queja de la llegada de dos ambulancias viejas de 13 y 8 años, siendo el “Hazmerreír de la Unidad por su anticuado diseño y total inutilidad”.

El informe continúa:  

“Luego se formó una segunda unidad en Londres y Farr, que debería haber estado al tanto de las condiciones aquí, y estaba al tanto de los camiones Renault inútiles, y responsable de la compra de transporte adicional. En lugar de obtener dos, o incluso una ambulancia equipada, volvió a comprar camiones Renault de dos toneladas y una camioneta ligera, tres de los cuales estaban equipados con camillas suspendidas. Los camiones están al lado sin usar y el descuido que le han hecho a las Autoridades aquí es cargarlos para creer que somos mantenidos por personas incompetentes e irresponsables que no entienden la situación. Tenemos miedo de que nosotros mismos estemos dispuestos a violar la moción del Comité de la misma manera que los informes de los conductores y técnicos fueron ignorados. Supongo que a través de Clark.

Cuando Clarke estuvo aquí, discutió la cuestión del transporte con Poole y pidió sugerencias sobre cómo obtener los vehículos apropiados, y este camarada le sugirió que se compraran en París o Marsella y se equiparan con un vehículo. carrocería similar a las ambulancias que están siendo utilizadas exclusivamente por el Gobierno español. Aparentemente, este consejo, si se le dio al Comité, también fue ignorado.

Con referencia a los nuevos vehículos, las unidades de camilla se montan en el piso de la carrocería del vehículo que está a cinco pies del suelo y esto hace que sea casi imposible físicamente levantar a un paciente gravemente herido hasta la pista superior, y al menos significa considerable incomodidad que se le causa al paciente. En segundo lugar, tienen resortes para una carga de dos toneladas y, como nunca se les exige que soporten este peso, los resortes siguen siendo inadecuados.

Este Hospital tiene la reputación de ser el más eficiente en el Frente de Aragón en cuanto a su transporte, y debería ser evidente, al menos para aquellos de ustedes que están en la profesión médica, que gran parte del buen trabajo realizado por nuestros cirujanos y médicos es deshecho por el transporte. Además, también está la dificultad de conseguir repuestos para Renaults en España.”

La carta, firmada por Charles Hunt, concluye en la necesidad de comprar dos ambulancias para el servicio. Un tercer informe, de noviembre de 1936, analiza diferentes aspectos, entre ellos el tema del combustible para la unidad:

Gasolina y aceite

En las condiciones actuales, el conductor de servicio debe recoger la gasolina de manera regular para el día tanto de Torres como de Tardienta, tomándose dos valores y cobrando el máximo de gasolina. De regreso a Grañén la gasolina no: consumida por la ambulancia consumiendo algo, debe colocarse en el B.H. U. y firmado por C. Bing. Las funciones de servicio de ambulancia con combustible serán negocio de C. Bing. Por lo tanto, será necesario un control constante del consumo y la entrega de combustible.

Ambulancia de Austin

Se decidió que este vehículo debía ser desmontado, la carrocería será usada para almacén y el chasis y el motor serán equipadas con una carrocería plana.

Otros puntos de la discusión en la reunión de transporte sobre nuevo equipo

1. Todos los miembros entendieron que el nuevo equipo era necesariamente notorio. Por diversas razones, el transporte actual quedó obsoleto.

2. Con el fin de equiparnos con nuevo transporte, debemos tener en cuenta que las empresas a las que deseamos comprar estos vehículos mantienen un estándar de producción y ventas que hace que sea imposible para nosotros obtener una entrega inmediata cuando lo solicitemos.

5. El tiempo que sugerimos estaría en la región de aproximadamente

2 a 3 meses. En ese momento, los vehículos estarían en servicio en Grañén.

4. Las negociaciones en Londres llevarían tiempo. Completados en las condiciones antes determinadas, el representante de la Unidad se dirige a Francia para comprar estos vehículos y hacer que se les instale la carrocería de especificación.

Firmado: Chales Hunt.

Un cuarto informe habal sobre las negociaciones en París con Renault Motors “Fue muy desafortunado para nosotros aquí en España”, además apunta “Ahora estamos colocados con un segundo complemento de vehículos con un costo aproximado de 800 libras que en un período de tres meses en estas condiciones estará prácticamente obsoleto”.

Nuevo equipamiento

Costo aproximado 1000 libras

2 chasis completos General Motors o Ford 30-cwt.

Especificación, cuerpo de ambulancia, resorte independiente, motor de calentamiento interno. Especificación, disposición y equipamiento de Ford España a ser adquiridos de Ford, Barcelona.

Equipo antiguo

Cualquier equipo que sea bueno para ser utilizado de la mejor manera y el resto donado a la columna Del Barrio para Transporte general.

Comité de Londres

Para ser informado a través de lotería de Transporte y personalmente por el camarada Poole.

Enmiendas a este efecto propuestas por Hunt y secundadas por Poole y aprobadas por unanimidad. Con permiso de la Administración Poole para viajar a Londres y negociar con el Comité en la menor oportunidad posible.

 Firmado por Charles Hunt, Charles Bing y Charles Horling.

La petición es una constante, la necesidad de equipamientos para el hospital y su labor se va sucediendo en los diversos informes. Este es el caso es la necesidad de adquirir para el hospital un aparato de rayos X, en el mismo se recuerda que el voltaje es de “125 AC”.

Social y doméstico

“Como había muy poca actividad militar en el Frente, la mayor parte de las energías de la Unidad se han dirigido a construir casas alrededor del patio para usarlas, no como almacenes. El trabajo adicional se realiza al nivelar y drenar. La comida durante este tiempo ha sido mucho peor. El café estaba cerrado, había muy poca comida y el espíritu de la Unidad sólo se mantenía con la expectativa del convoy que finalmente llegó el 9 de noviembre. Se descargó la noche de llegada y al día siguiente se hizo el trabajo en los camiones, se revisaron exhaustivamente los viejos y se envió a Sariñena, mientras que los nuevos se sometieron a ajustes de rutina. La tonelada y dos tercios de alimentos no llegaron al convoy y se decía que seguían en Port Bou, pero la Unidad se benefició de inmediato de lo que almacena con las ambulancias.

La Biblioteca Ponquin que se envió ha sido muy apreciada por la Unidad y también algunos miembros individuales se sintieron muy complacidos de recibir algunos proyectos privados. También sugiero que se haga un esfuerzo especial para asegurar la entrega en o alrededor del año nuevo de paquetes y comida privados. El Comité bien podría hacer algunas propuestas individuales de cigarrillos y tabaco ingleses, junto con cualquier otra cosa que se les ocurra. Hacer un punto especial de Christine podría ser eso, menos en vista de la opinión en la España actual.”

Del Barrio y la relación del hospital con el comité local

“Haber llegado a depender cada vez más de la cortesía y simpatía de Del Barrio y su intendente. Me gustaría refrescar la memoria del Comité de disposición militar alrededor de Grañén. Los aproximadamente treinta kilómetros de línea están en manos de la División Del Barrio, que ahora es una división mixta que representa a todos los elementos. Es recomendado en conjunto por Del Barrio y Trueba, este último no se evidencia mucho. Del Barrio es ex-comandante general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, el cual está afiliado a través de su organización central a la I.F.T.U. Es un hombre de carácter personal agradable, habla francés y ha hecho todo lo posible en muchas ocasiones para ayudar al Hospital. Es verdad que existe un sentimiento de cordialidad personal entre él mismo, su personal y la Administración británica. Como ejemplos de su servicio nos ha conseguido tabaco en épocas de escasez, así mismo con la comida, nos suple casi el total de nuestra gasolina y ha cedido treinta camas al Hospital (lo mismo se le reclamaba infructuosamente a Sanidad desde hace más de quince días).  De hecho, ha sido la única persona en el distrito a la que siempre pudimos apelar con confianza.”

Amor por Barcelona

“Tuve que acusar a Proger de lo que era un amor enfermizo para Barcelona.”

Comité Hospitalario

“La informada anteriormente, se ha constituido el Comité Hospitalario, órgano de carácter consultivo con representante de una sección de la obra. No está funcionando bien, debido a la falta de entusiasmo de algunos miembros y el entusiasmo excesivo de otros. En nuestros asuntos domésticos, obviamente, debemos celebrar la democracia y, si bien parecería haber muy poco para que una democracia de este tipo discutiera, es sorprendente cuántos y cuán importantes son los asuntos en Grañén.”

Problemas con la comida

Hospital Británico Grañén. Aragón. Vía Barcelona. 407 Muntaner Barcelona. 15.11.36.

“Estimado Dr. Brook

Hacia el 28 de septiembre, después de un mes de comida española y su consecuente diarrea, se consideró necesario escribirle solicitando comida inglesa. Hacia fines de octubre nos llegaron rumores en Granen de que la comida estaba en París. Inmediatamente comenzamos las negociaciones y después de muchos rumores falsos recibimos información confiable de que el pedido de comida estaba en Port-Bou. Entre estos dos daten escuchamos que todos los pedidos. incluido el pedido de comida, había sido cancelado por Stephen Clark y O’Donnell. La perspectiva de otro mes de puro duro, aceite de oliva malo, agua clorada y ajo, nos llenó de desesperación e incluso los miembros más fuertes de la Unidad sufrieron lo que yo, como profano, solo puedo denominar diarreas psicológicas. Después de muchos problemas con las autoridades aduaneras de Port-Bou, la comida llegó a Barcelona. A su llegada desapareció. Archie Cochrane, que trabajaba en Barcelona en ese momento, eventualmente lo rastreó. Encontró uno en uno de los collares del edificio Sanidad. Aseguró por Sanidad que lo habían estado guardando para nosotros.

Entre la fecha 11 de noviembre y 15 noviembre la comida llegó a Granen. Estamos muy contentos de recibirlo, gracias. El excedente debido a la duplicación del pedido nos permitió distribuir algunos a los hospitales vecinos, en particular mantequilla y carne de res, de los cuales estábamos muy necesitados. Sería recomendable no enviar más prendas masculinas con la excepción de los pantalones caqui y los monos de conductor) Estos últimos deberían incluir pequeños aines para las chicas, ya que realizan tanto trabajo manual como los hombres. Sería recomendable no usar corbatas con las camisas ya que esas no se usan en Grañén.

Debemos agradecerles por el suministro de libros de Ponquin. Hay aquí, sin embargo, un número de personas interesadas en la política que quisieran una base más política para su lectura que la proporcionada por la serie Ponquin. Víctor Gollancz, Lawrence y Wishart, el Partido Laborista y el Partido Comunista editan literatura a precio de casa que sería muy apreciada por la Unidad, especialmente la literatura que trata de la situación española, ya que no tenemos un conocimiento muy amplio de ella aparte de este Frente. ¿No sería posible contratar una suscripción extranjera con dos o tres diarios y dominicales? Esto también sería muy apreciado por la unidad.

Gracias de nuevo por los suministros. Tuyo sinceramente, L. Proger. Oficial de intendencia.

PD Debido a la presión del trabajo, no puedo enviar un informe completo. Yo lo hago esto tan pronto como sea posible.”

Partido de futbol

“Hemos jugado dos partidos de fútbol con el pueblo, y los honores son hasta ahora iguales. El contacto entre ingleses y españoles continúa bien en una clase más amistosa. Se llevan a cabo grupos de discusión regulares, aproximadamente cada tres noches y la Unidad está adquiriendo un mejor conocimiento de su entorno y de los foros que actúan en él. Tener extraordinariamente poco a lo que recurrir aquí. Hay libros en inglés muy divertidos, y compré la mayoría de las cosas menos la pornografía de las librerías de Barcelona, ​​de hecho, la radio es nuestra única forma de diversión.

Partido de fútbol en Grañén. Foto de Alec Wainman. La historia a color.

Esa semana ha tenido una vida bastante equilibrada y, como diría capitán White, las cosas van bien. Uno de nuestros pacientes, un artillero francés, ha estado demostrando su gratitud al presentarnos piezas sueltas de carpintería, un segundo desea dejar su cuerpo para supervisar el drenaje del patio, un tercero nos ha encontrado una casa mucho mejor, que está demasiado cerca de Huesca para nuestro propósito.

Sin motivo particular y sin órdenes particulares, han llegado al Hospital un médico y un estudiante de medicina (de treinta y tantos años, que se cree que tiene el Dr. Aquilo). Esta inconsecuencia se enderezará en el transcurso de un libro y sólo se registra como una demostración del trabajo de algunas de las Autoridades.

La ansiedad está presente en la Unidad por la llegada de nuestro ahora tan necesario transporte que, según se informa, salió de París hace más de una semana.

Todos sufrimos un poco el frío, que, según me cuentan localmente, no está en su punto máximo. Del mismo modo, nuestros problemas alimentarios se mantienen inalterados, aunque nos choca la noticia de la llegada de aproximadamente 1 2/3 toneladas de mercancías a Port-Bou. Charles Hunt y Michel (Sargento de Escuadrón Parc Mobil, un alegre francés de 22 años) han ido a recogerlo con un camión prestado.

Andrews y Jones (ambos x R.A.M.C) tienen demostraciones de gran ayuda en métodos de perforación y transporte. Kallen ha comenzado a hablar en ruso: las mujeres se las arreglan bastante bien con los horarios flojos, pero como siempre, es el tiempo libre el que presenta el problema. El comité local de la villa, cerró el café, ¡así que nuestra única salida se ha ido! Mi propia opinión es que ellos mismos no podrán perderlo y que volverá a abrir.

K.W.C.S.L. 5.11.36.

Transporte

La avería completa de las bombas de patrulla de Renault ha requerido la transferencia de emergencia de los tanques de combustible a los techos de dos vehículos. Ya tenemos el camión grande y la licitación en condiciones. Mientras se realizaba este trabajo, fuimos asistidos en nuestro transporte por una ambulancia española. El segundo camión grande permanece totalmente fuera de servicio. A riesgo de ser tedioso, hay que señalar que las dos ambulancias largas son inadecuadas para invierno y se muestran muy mal junto a la mayoría de los vehículos españoles. El pequeño Ford todavía está siendo reparado. La Gloria, en el Unitet Service, pero propiedad de Cochrane, se está realizando una revisión gratuita en Barcelona, ​​que equivale a reconstruir. Esto lo está haciendo General Motors (Peninsular) que ha apoyado la mayoría cooperativo en varias ocasiones.

K.W.C.S.L. 5.11.36.

Privado y confidencial

Dr. Ruth Prothero.

Este médico ha abandonado nuestro servicio en circunstancias que no exigen explicación.

Al principio de la historia de la Unit, entonces solo había una limpieza en Grañén, el Dr. Prothero le presentó O ‘Donnell a Dr. Warschavski, quien fue contratado por O’Donnell e inmediatamente enviado a Grañén con el cuerpo principal de la Unidad. El Dr. Prothero y el oficial telefónico de la división formaron un bloque exigiendo un soviético para el gobierno del hospital. En vista de la composición de este Grupo, el dominio fue denegado. (Puedo mencionar que he oído que el Dr. Prothero, mientras estaba en Barcelona, ​​se acercó a los miembros jurados de la Unidad, sugiriendo que se formaría una especie de Comité privado, o fracción, para la dirección general de los asuntos de la Unidad).

Era evidente que el Dr. Warschavski intrigara por su engrandecimiento personal en España y, de hecho, por el control del Hospital. Continuamente firmaba, o intentaba firmar, letras que no le concernían y documentos finales relacionados con el negocio del Hospital. También, al enterarse de que se iba a enviar una unidad francesa, intentó convencer a los miembros de su ocupación aquí. Esto no tuvo éxito, pero podría tener consecuencias desastrosas. La carta adjunta (copia) indica la simpatía que existía entre estas dos personas, simpatía vergonzosa para la administración y dañina para la eficiencia y el prestigio de la misma.

Después de que el Dr. Warschavski fuera despedido, las actividades del Dr. Prothero debían ir más allá de los asuntos domésticos. Me extendió una carta de recomendación que le había pedido que escribiera para los Dres. Langer y Wilhelm para que incluyeran una recomendación para ella y se la enviaran a un amigo en capitanía, en lugar de un contacto médico, como yo había indicado. Es inoportuno y angustioso enumerar los incidentes que medo la presencia del Dr. Prothero intolerable a un número considerable de miembros de la unidad. Puedo citar, como ejemplos, la ocasión en que intentó obligar a examinar a una enfermera de la que sospechaba que tenía sífilis genital debido a la dureza de sus dientes, y la forma en que se negó a aceptar cierto trabajo en nuestro primer trabajo. También evitó la censura para mantener correspondencia con indeseables políticos en Barcelona.

Su conversación durante la visita de unos padres alemanes del Partido Socialista de Cataluña fue de tal carácter que tuve que pedirle que se la repitiera por escrito a esa autoridad. En la investigación subsiguiente de las declaraciones de esa parte, sus alegaciones, que no eran tan precisas en principio, resultaron ser completamente infundadas y sugirieron (lo que yo haya decidido) que debería ser removida de la Unidad. Su intento posterior de unirse a la Unidad Holandesa fue aprobado por los Socialist.

Dr. Prothero exigió su viaje a casa, pero me advirtió que no tenía la intención de salir del país. Sirvió durante un corto período de tiempo con la sanidad, pero mostrando insatisfacción, y actualmente se encuentra con ambulancias que el Dr. Warschavski le ordenó que ordenara por su cuenta.

(Firmado) K.W.C. Sinclair-Loutit. 6.11.1936.

Debe quedar constancia de que el Dra. Prothero demostró su valía ante el médico más competente y no ha habido ninguna imputación en contra de su habilidad profesional.

K.S.L.

Noticias de un hospital inglés

Heroínas de la república.

Ha muerto una miliciana de diecisiete años. En el sector de Huesca ha fallecido Pepita Laguarda, de diecisiete años, que se escapó de su domicilio en los primeros días de agosto y entró a formar parte de las milicias. El 1º de septiembre, a las cinco de la madrugada, cayó herida y ha fallecido hoy el hospital de sangre de Grañén. Febus.

Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa: Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa – Año VII Número 312 – 14 de septiembre de 1936.

Una enfermera inglesa, herida. En Pepinillos, del frente de Huesca, ha sido herida en ambas piernas, cuando auxiliaba a un alemán de la columna Thaelmann, la enfermera inglesa Margot Miller, que solía situarse siempre en las primeras líneas. Ha quedado atendida en el hospital ingles de Grañén.

La Libertad, 15 de octubre de 1936.

Han llegado a nuestra ciudad cuatro ambulancias inglesas. El Consejo de Sanidad de Guerra, comunica a todos, que han llegado en Barcelona, cuatro ambulancias inglesas del Spanish Medical Aid, para ayudarnos en la humanitaria labor de auxiliar a nuestros heridos que luchan por la Causa Noble de la Libertad. Dos de ellas serán enviadas al equipo británico destacado a Grañén y la otra, entregada al capitán Jack White. Las ambulancias vienen trayendo medicamentos y víveres.

La Batalla, número 85, 8 de noviembre de 1936.

Los sanitarios ingleses. A los doctores Gispert y Tussó, que han realizado hace poco un viaje al frente aragonés, deteniéndose especialmente en Grañén, les place informar a la opinión que se han encontrado en el mencionado pueblo, con la ambulancia inglesa enviada por el Independent Labour Party. La actuación y ayuda sanitaria que han prestado estos compañeros es extremadamente elogiable. El delegado inglés Cochrana, por medio de la interprete compañera Rosita Dawson, ha entregado a los mencionados doctores dos cajas de instrumentos de material sanitario y con entusiasmo han hablado de su humanísima misión de la causa del pueblo.

La Batalla, número 99, 25 de noviembre de 1936.

Los últimos recuerdos de España de Mr. Crossley son muy bellos. Vio la serena majestad de las nevadas sierras y la fuerza y gracia, de la catedral de Burgos. Mi último recuerdo de España fue muy distinto. Vi a las mujeres y a los niños de Leciñena, después de largas horas de exposición al frío intenso de la meseta aragonesa dando traspies y arrastrándose aterrorizados yendo a cobijarse en el hospital británico en Grañén para escapar de los moros invasores. Fueron menos afortunados que Mr Crossley. No sabían que los moros “respetan a las mujeres ajenas y juegan con sus niños”. Sólo sabían lo que los moros habían hecho en otros pueblos y por eso huyeron. Leslie Preger.

La Voz. Madrid 18 de enero de 1937.

Fin del hospital

El hospital, que primeramente había estado adscrito al Batallón Carlos Marx, pronto tuvo desavenencias con el comité local de Grañén, de ideales anarquistas, principalmente con el líder Pancho Villa. En palabras de Judith Keene, “El personal sanitario se vio forzado a dejar el hospital de Grañén a las columnas anarquistas y trasladarse a Poleñino”. Así, en marzo de 1937 deciden trasladarse a Poleñino en la casa de los vizcondes Torres-Solanot, de 1773. (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Fraella (Web Grañén)

La proximidad de Fraella a la población de Grañén, hizo de este pequeño lugar un objetivo escasamente codiciado por las tropas sublevadas, más preocupadas por el nudo de comunicaciones que significó Grañén y por el hecho de abastecer por ferrocarril las despensas y los polvorines del frente. En Fraella apenas cayó ninguna bomba ni se produjeron hechos de guerra hasta la caída del frente de Aragón y el avance de las tropas franquistas en dirección a Cataluña.

Por Fraella pasaron las columnas de Durruti, primero y la Carlos Marx, más tarde. Algunos efectivos de esta formación integrada por fuerzas de UGT y del PSUC recalaron en el lugar, aunque la convivencia con los vecinos fue de todo punto armónica y sin sobresaltos, incluso con algunos tenidos por simpatizantes de la derecha.

El auténtico hecho de guerra ocurrido en Fraella tuvo lugar el 23 de marzo de 1938, cuando las tropas sublevadas tomaron Grañén y prosiguieron su avance hacia el Mediterráneo. El ejército republicano quiso frenar la oleada franquista haciéndose fuerte en la sierra donde tenían previsto colocar algunas piezas de artillería, pero para ello necesitaban contener al enemigo y Fraella era un buen punto, ya que desde la localidad se domina una amplia plana que necesariamente debían atravesar las tropas. Una ametralladora se dispuso en la torre de la iglesia y otra en un punto próximo al castillo, en la conocida como «subida mala», dos enclaves estratégicos desde los que hacer fuego. Durante toda la mañana de aquella dura jornada dispararon las ametralladoras miles de cartuchos que, pese a todo, no fueron suficientes para contener el avance.

Bombardeos

Grañén fue una localidad muy castigada por la aviación durante la guerra, llegó a sufrir una veintena de bombardeos dejando maltrecho el pueblo. La población se vio obligada a vivir en constante estado de alarma “Una sirena ubicada en la torre de la iglesia avisaba a los vecinos, al tiempo que una ametralladora apostada en el mismo lugar hacía fuego contra los aparatos a baja altura. En una ocasión un avión nacional dejó caer dos bombas con tan buena suerte para el servidor de la ametralladora, que cayeron una a cada lado de la torre sin causarle daño. Los vecinos se refugiaban en bodegas particulares acondicionadas a modo de refugio o en los construidos por los miembros de la Centuria «Errico Malatesta», presentes en Grañén y reputados experto Abascal y dos mineros.” Uno de los más graves bombardeos ocurrió el 17 de junio de 1937, según explica la enfermera australiana Agnes Hodgson en su diario. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina)

La aviación facciosa ha volado sobre Grañén y ha arrojado algunas bombas que cayeron en las afueras de la población.

El día grafico: Año XXV Número 6555 – 1937 octubre 12.

Hoy siete trimotores rebeldes han bombardeado Grañén sin causar víctimas. El servicio aéreo de vigilancia de nuestros cazas evitó que los pilotos enemigos pudieran efectuar el servicio con precisión.

El Liberal, 21 de noviembre de 1937.

La caída del frente

El 13 de octubre de 1937 se dan las instrucciones y fases sobre el frente de Aragón, señalando los objetivos a la Aviación nacional y la Legionaria: “Neutralización del material, pista e instalaciones” de los aeródromos de Sariñena, Bujaraloz, Puebla de Hijar y Selgua». Una segunda fase fue atacar los “Centros militares y depósitos de material de guerra, -con la intención de conseguir los siguientes efectos- ataque a concentraciones de tropas, material, parques etc.” Entre los destinos de estos bombardeos estaban señaladas las poblaciones de Bujaraloz, Sariñena y Grañén. Igualmente figuran Bujaraloz y Sariñena como objetivos a bombardear como importantes nudos de comunicaciones. También las centrales telefónicas de Sariñena y Tardienta. (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María). Grañén fue bombardeado.

El 22 de marzo de 1938 se inicia la ofensiva nacional del Cuerpo del Ejército de Aragón, al mando del general José Moscardó Ituarte, quien rompió y avanzó imparable en el frente de Aragón. A su mando las divisiones 51, 53, 54 y 55.  El día 25, la 53 ocupó Grañén.  (Arturo Morera. La guerra del 36).

“Las fuerzas del sur de Huesca han entrado en Robres, Grañén y Alcubierre, profundizando en dirección sur hasta 10 kilómetros y penetrando ya en el corazón de la sierra de Alcubierre, en cuyas alturas a estas horas ya ondea la bendita bandera nacional. Detalle de gran importancia es el de que estas fuerzas, del 5º Cuerpo de Ejército de Aragón, ha conquistado para España en cuatro días de ofensiva victoriosa más de 1.000 kilómetros cuadrados de terreno.”

El Diario Palentino, 26 de marzo de 1938.

Tomás Tusó Temprado


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Tomás Tusó Temprado

Tomás José Mariano Fausto Tusó Temprado nació en Sariñena el 22 de septiembre de 1891, su padre Mariano Tusó Martín, natural de Zaragoza, fue  abogado y registrador de la propiedad en Sariñena. Su madre Dolores Temprado Montalvo era natural de la Puebla de Hijar. Hermanos Mariano (nacido aproximadamente en 1886), Francisco (1891) e Isidra (1893). Tusó pronto accedió a los estudios del Instituto de Segunda Enseñanza de Huesca, igual que sus tres hermanos. Luego estudió medicina y ejerció de médico además de su faceta política e intelectual. Considerado como “militante obrero de la CNT que ejerció la medicina dedicado a las clases populares”, la figura de Tusó es mucho más amplia de acuerdo a unos tiempos convulsos que fueron forjando y modulando a nuestro protagonista. En algunas publicaciones aparece su primer apellido como Tussó.

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Tomas Tusó pronto se debió de trasladar a Barcelona donde comenzó a desarrollar una amplia actividad política. A finales de 1919 ingresó en el Centro Aragonés de Barcelona y formó parte del grupo de amigos de Samblancat y Maurín “También estaban en él Ramón Acín y Felipe Alaiz y de aquel grupo surgió la publicación del semanario Talión, en 1914- 1915” (Nuevas aportaciones sobre el origen del nacionalismo aragonés. Antonio Peiró Arroyo. El Ebro, nº 10). Según Antonio Peiró, Tusó se integró en el grupo organizador de la Unión Regionalista aragonesa (URA), constituido el 1 de diciembre de 1917: “Los creadores de la URA (Unión Regionalista aragonesa) de Barcelona habían fracasado a la hora de incorporar en su seno un sector más radical (y moderadamente intelectual). Torrente quedó fuera, aunque se incorporó más tarde, desempeñando un papel muy destacado; Samblancat y Maurín nunca lo hicieron. Sólo consiguieron la participación de Tussó, por entonces, poco conocido”. (Nuevas aportaciones sobre el origen del nacionalismo aragonés. Antonio Peiró Arroyo. El Ebro, nº 10). El sariñenense Rafael Ulled Altemir fue presidente del Centro Aragonés de Barcelona y vocal del mismo en 1922 (Diario de Huesca 4 de abril de 1922). En relación con la Unión Regionalista aragonesa (URA), Antonio Peiró relata: Tussó fue elegido vicepresidente de la Junta directiva de la JRA a mediados de noviembre de 1918 y vocal primero de la Junta directiva de la URA el 16 de febrero de 1919. Es probable que siguiese perteneciendo a ambas hasta su renovación, que tuvo lugar los días 23 de enero de 1921 y 31 de enero de 1920, respectivamente (La Veu de Catalunya, 13 y 14-XI-1918, 13-II-1920 y 31-I-1921; La Vanguardia, 14-XI-1918, 20-II-1919, 13-II-1920 y 1-II-1921; La Publicidad, 15-XI-1918 y 16-II-1920; La Crónica de Aragón, 22-XI-1918 y 3-II-1920; El Ebro, 20-II-1919; 5-III-1920; 46, 5-II-1921), aunque la última noticia que tenemos de su vinculación a la URA de Barcelona es de junio de 1919, como anunciante.

En 1922, con la creación de los Comités Sindicalistas Revolucionarios, en el seno de la Confederación Nacional del Trabajo, Tusó formó parte de dichos comités a los que acudían los hombres de acción anarquistas cuando estaban heridos. (Nuevas aportaciones sobre el origen del nacionalismo aragonés. Antonio Peiró Arroyo. El Ebro, nº 10).Tusó fue secretario de la organización del Socorro Rojo Internacional y se vio involucrado en los hechos del Complot de Garraf en junio de 1925, un atentado fallido contra Alfonso XIII durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Entonces, el político y escritor Abelard Tona se puso en contacto con Tomás gracias a Jaume Aiguader “Me puso en contacto con el doctor Tomás Tusó, entonces secretario del Socorro Rojo Internacional, organismo que se encargaría de proporcionarnos ayuda para nuestros presos” (Jaume Aiguader. La Nación Popular. Manuel Pérez Nespereira). Jaume Aiguader i Miro fue médico, político y escritor catalán que llegó a ser alcalde de Barcelona y ministro del gobierno español.

Podemos decir que Tusó fue parte activa del movimiento contra la dictadura de Primo de Rivera, incluso fue detenido en julio de 1925 por sus actividades: “Comunistas detenidos. Han sido detenidos Natalia Castrolena, novia de Bonet, el abogado D. Juan Casanova, el médico D. Tomás Tusó, dos hermanos y la madre del sindicalista Bueno, considerados todos ellos como comunistas. Serán puestos a disposición de la autoridad militar, como consecuencia de la campaña que realizaron par a evitar el embarco de tropas destinadas a África” (El Sol, 9 de julio de 1925). Además, Tusó fue miembro del Comité disidente contra la dictadura diseñado por el conservador monárquico José Sánchez Guerra, al que participó en representación de la Federación Comunista Catalano-Balear: “El comité estaba formado por: Joan Lluhí (L’Opinió), Lluís Companys, Eladi Gardó (PRR), Rafael Campalans (USC) Desideri Trilles i J. Murtra (UGT), Tomàs Tussó (Federació Comunista Catalano-Balear), Jaume Aiguader (EC) y Pere Massoni (CNT)”. (Jaume Aiguader. La Nación Popular. Manuel Pérez Nespereira).

El doctor Tusó en libertad Ha sido puesto en libertad el doctor Tusó, que se hallaba detenido gubernativamente en la cárcel celular de ésta, desde hace algún tiempo. Muchos amigos del doctor Tusó que tuvieron noticia anticipada de su excarcelación, fueron a recibirle a las puertas de la prisión, y después en automóviles le acompañaron hasta su domicilio.

La vanguardia, 29 noviembre de 1925.

En 1929 se produjo el complot Sánchez Guerra, un golpe contra la dictadura que acabó fracasando: «A la hora de la verdad, la coordinación fue prácticamente nula entre una CNT aún convaleciente (la huelga general sólo se proclamó en algunas fábricas el día 29, y prácticamente cesó al día siguiente) y unos militares escasamente motivados para apoyar en la calle un levantamiento anarcosindicalista de consecuencias imprevisibles. Ni Companys ni López de Ochoa lograron convencer a la guarnición para un alzamiento. Con todo, Companys, Aiguader, Lluhí, Ernest Ventós, Tussó, los hermanos José y Ángel Samblancat y otros implicados esperaron durante toda la noche del día 31 de enero a que los militares conjurados en el Cuartel de Atarazanas, encabezados por los capitanes Reinlein, Pérez Farràs, Jiménez, Eduardo Medrano y Pérez Salas, saliesen a la calle para ocupar la Capitanía General con fuerzas del 3er Regimiento de Artillería, de acuerdo con lo prometido al Comité Revolucionario barcelonés.» Eduardo GONZÁLEZ. (Jaume Aiguader. La Nación Popular. Manuel Pérez Nespereira).

En 1930 Tomás apareció citado en un manifiesto contra republicanos y sindicalistas “Situaba en un mismo plano los dirigentes republicanos, Companys, Aiguader, Sunyol, Tussó, Lluhí y Casanovas, calificados de políticos de tercera, al lado de sindicalistas que califica de «bandidos» a la relación de los cuales incluía Peiró, Pestaña, Carbó, David Rey, Delaville, Barrera, Clara, Escrich y Dinarés”. (Jaume Aiguader. La Nación Popular. Manuel Pérez Nespereira). En el mismo año se adhirió al Manifiesto de Inteligencia Republicana, manifiesto aparecido en marzo de 1930, donde Tusó lo firmó como Obrerista, entendiendo que en representación del Bloque Obrer i Camperol. Tusó volvió a ser detenido por sus acciones políticas, así lo reflejó El Imparcial, el domingo 12 de octubre de 1930: Cuestiones de orden público. — Varias detenciones importantes, Barcelona11. Esta madrugada la policía ha procedido a la detención de significados elementos políticos y sociales. El ex diputado por Sabadell señor Company fue detenido a las dos de la madrugada en su domicilio. Los otros lo fueron muy de madrugada en sus domicilios y en otros lugares. Son ocho: Ángel Pestaña, Tomás Tuso, el director del seminario L’Opinió, Juan Lluhi, los redactores de Solidaridad Obrera Sebastián Clara y Pedro Foix, el estudiante y al mismo tiempo oficial de Telégrafos Francisco Essrich y Emilio Granier Barrena. Los detenidos lo han sido por orden del director general de Seguridad y han quedado a su disposición. Desde la Jefatura de Policía fueron llevados a la cárcel. El gobernador interino al recibir a los periodistas manifestó que ni siquiera tenía noticias de esas detenciones, pues no han sido puestos a disposición gubernativa. El hecho de figurar algunos de los detenidos en el comité pro presos se ha creído que su detención obedece a formar parte del comité. Se atribuye estas detenciones a una medida preventiva del Gobierno, encaminada a evitar se produzcan ciertos hechos anunciados. El ex diputado a Cortes señor Rafels, a Madrid.

Tusó fue miembro de la Federación Comunista Catalanobalear, del Bloque Obrer i Camperol y finalmente del POUM, en representación del cual fue regidor del Ayuntamiento de Barcelona. Aparece como candidato de concejal al ayuntamiento de Barcelona en las elecciones de abril de 1931 por el distrito noveno (La Vanguardia, 7 de abril de 1931). En las elecciones generales de junio de 1931 por el Bloque Obrero y Campesino (La Vanguardia, 27 de junio de 1931). En 1932 se presentó en la candidatura de Obreros y Campesinos (F.C.I.) (La Vanguardia, 19 de noviembre de 1932). Con el Frente Obrero (Alianza socialista comunista) como Diputado por Barcelona en noviembre de 1933 (La Vanguardia, 28 de noviembre de 1933).

Mitin en el Bosque Hoy, a las diez de la mañana, en el teatro del Bosque, se celebrará un mitin en el que el bloque obrero y campesino hará la presentación de la candidatura obrera y la exposición del programa (electoral del bloque. Tomarán «parte en dicho mitin: Enrique Dalmau, Julio Figueras, Joaquín Masmano, Joaquín Pijoan, Víctor Colomé, Jordi Arquer, Joaquín Maurín y Tomás Tusó.

La Vanguardia, 29 de marzo de 1931

Mitin del Bloque Obrero y Campesino Para la presentación de su candidatura, dicha agrupación celebró un mitin anteayer en el teatro Español, que se vio muy concurrid.». Tomaron parte en él, Tomás Tusó, que presidió Jorge Arquer, Dalmau Arbandis. García Miranda y Maurín. Todos ellos censuraron a los gobernantes actuales, que, dijeron, comprometen el éxito de la revolución que ellos propugnaban. Recomendaron a todos los que de veras quieran la verdadera revolución que voten la candidatura que presenta el Bloque Obrero y Campesino. El acto terminó sin que se registraran incidentes.

La Vanguardia, 23 de junio de 1931

Tusó aparece citado como ponente del Congreso de Educación Sexual para celebrar en 1934 donde como doctor participaría en la sección III “Obra social de educación física” con la intervención “La educación sexual de los obreros” (La Vanguardia, 8 de julio de 1933). Desconocemos si se llevó a cabo el congreso.

En las elecciones municipales de Barcelona, del 14 de enero de 1934, fue en la lista  número 7 correspondiente al Bloc Obrer i Camperol segundo tras Joaquín Maurin Juliá. “La Veu de Catalunya, 9 de enero de 1934”. Es en las constitución del ayuntamiento de Barcelona del 21 de octubre de 1936 cuando Tusó ocupó el cargo de regidor de “Higiene y Sanidad” por parte del POUM. La alcaldía encabezada por Carles Pi i Sunyer (ERC), que contaba como consejero a Gobernación con Hilari Salvadó, también de ERC que al final acabó ocupando la alcaldía cuando las tropas franquistas asolaban con sus bombas la ciudad condal  (Hilari Salvadó, alcalde de Barcelona quan plovien bombes. Pau Vinyes i Roig).

Tusó fue presidente de la Asociación de Funcionarios del Ayuntamiento, reelegido por unanimidad en asamblea general que se celebró en el Centro Obrero Aragonés (La Vanguardia, 9 de abril de 1936). Publicó algunos escritos en catalán, fue un aragonés de origen no catalanoparlante que empleó el catalán en algunos de sus escritos, igual que Jesús Ulled Altemir (Huesca, 1894 – Barcelona, 1968).  Entre sus escritos  “Necessitat d´una educació i d´una cultura obrera” en la revista L´Opinio y “Cal pendre posicions” en  L´Hora.

Folleto guerra civil Ajuntament de Barcelona, 1937. 

Folleto editado por la conselleria de higiene y Sanidad de Ajuntament de Barcelona en 1937 de diseño y producción impecable. Publicado siendo concejal D. Tomás Tusó Temprado, con la participación de los Arquitectos J. Plantada, A. Calvet y J. SEllés Codina.


El folleto presenta el plan de servicios sanitarios iniciado por la consellería de sanidad, con la construcción de varias policlínicas, la adaptación del Convento de Valldonzella para Hospital de tuberculosos, la transformación del Hotel Palace (incautado por el ayuntamiento como se puede observar e una de las fotografías) en hospital de maternidad, el colegio Jesús y María reformado como sanatorio mental,  entre otras iniciativas.

Contiene un plano desplegable de la ciudad de Barcelona y numerosos croquis y planos arquitectónicos de los edificios que se van a intervenir, también buena cantidad de fotografías.

En definitiva, se trata de un documento histórico de gran valor documental. Importante tanto por su calidad en el diseño, como por la información que contiene. El estado de  conservación es  bueno.

Tamaño. 23x22cm
impreso E.G: Seix i Barral (empresa colectivizada), Barcelona.

Fuente: Todo colección (https://www.todocoleccion.net/)

En Julio de 1936, con el comienzo de la guerra de España se inició la incautación de los hospitales, nombrando delegado al Dr. Tusó Temprado de varios hospitales, así como el de Santa Cruz y San Pablo (La Vanguardia, 28 de julio de 19336) denominándolo Hospital General de Cataluña. Se controló la distribución de heridos, interviniendo los balnearios y camas disponibles en ellos,

En esos primeros días se dio el caso de un impostor que se hizo pasar por secretario del doctor Tusó “Ha sorprendido la buena fe de algunas personas ofreciéndoles empleos en el Hospital general de Cataluña, por lo que exige la entrega de cantidades, se pone en conocimiento del público que dicho señor no tiene ningún secretario, rogando que se denuncie a la autoridad” (La Vanguardia, 14 de agosto de 19336).

LOS SERVICIOS HOSPITALARIOS

El sostenimiento del Hospital General de Cataluña La Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de esta ciudad, teniendo en cuenta la petición del doctor Tomás Tusó, delegado gubernativo del Hospital General de Cataluña, y de la Junta Administrativa del propio Hospital, han acordado hacerse cargo de todos los gastos que origine el sostenimiento de dicho nosocomio, que ha quedado incautado por la Generalidad. —El Cuerpo facultativo del Hospital General de Cataluña hace constar que, por unanimidad, ha tomado el acuerdo de ponerse incondicionalmente al lado de las autoridades y de la Junta Administrativa del mencionado Hospital, ofreciéndose para colaborar lealmente y sin limitaciones con la nueva organización hospitalaria.

La Vanguardia, 2 de agosto de 1936.

Tusó estuvo en el frente de Aragón y es cuando lo podemos situar en el Hospital Militar de Sariñena, entendiendo que estuvo en calidad de miembro del Consejo Sanitario de Guerra y no ebió de ejercer como médico: “El 5 de septiembre Jaume Aiguader, Josep Mestre i Puig, Perramon y Tussó se van dirigir a la línea de fuego en el segundo tren hospital organizado por el Consell Sanitari de Guerra. Este tren había de cubrir los servicios Tardienta-Lleida”. (Jaume Aiguader. La Nación Popular. Manuel Pérez Nespereira).

Al finalizar la guerra Tusó comenzó el exilio, aparece citado en Argelia, lo cita Joan Ventosa i Roig (Vilanova i la Geltrú, 11 de desembre de 1883 – México, 30 de julio de 1961), pedagogo y político catalán, diputado a las Cortes Españolas durante la Segunda República Española. Tras haber estado preso, durante dos años en Francia, Joan salió de Port Vendres a bordo del Gouverneur Général Cambon, junto a su mujer Pepita y su hija  Nuria, hacia Orán. Llegaron el 18 de octubre de 1941 siendo recibidos por Tomás Tussó “El Dr. Tussó, avisado por Gispert, nos espera y nos ha buscado alojamiento, cosa difícil, porque la ciudad está llena de gente”. La familia de Joan Ventosa i Roig continuó desde Oran en tren hacía Casablanca donde se embarcaron hacia Veracruz (México). (VENTOSA I ROIG, Joan. Diari del vitge de Montpeller a Mèxico. Octubre de 1941). Tomás debió de hacer un periplo parecido a Josep Clara Resplandis (La maçoneria a l’exili: França, 1939) donde Tomás aparece citado exiliado en Francia, en la población de Lyon, en el departamento de Rhône. Al parecer, después consiguió exiliarse a Marruecos y luego a México.

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Llegó a México a los 51 años de edad, al puerto de Veracruz el 12 de junio de 1942, de acuerdo a la  Ficha personal de Tomás Tusó Temprado, México (Secretaría de Gobernación. Departamento de Migración). Su persona relacionada figura el doctor Jerónimo Salmerón. Se detalla como seña particular una cicatriz en la frente. Hablaba inglés y francés y su última residencia fue en Marsella. De estado civil aparece casado, en La Vanguardia, 11 de marzo de 1969 aparece la esquela del fallecimiento de Dolores Carbonell Espina, viuda de Ramón Gallardo Torregrosa, entre sus familiares se cita como hijo político a Tomás Tusó (ausente) y a Dolores como hija de la fallecida y también con la particularidad de “ausente”, indicando el exilio. Así, podemos establecer que Tomás Tusó Temprado se casó con Dolores Gallardo Carbonell.

Poco sabemos de su exilió, de su vida en México. El olvido forma parte de aquella condena que sufrieron los exiliados, el romper con sus orígenes y verse avocados al olvido. Tomás Tusó Temprado murió en México el 2 de junio de 1974. Sirvan estas líneas para reconocer su figura y recordar a un intelectual implicado socialmente y políticamente en una vida digna de reconocer.

El Hospital Militar de Sariñena


Durante la guerra civil, en el frente Aragón,  a través del Comité Sanitario de las milicias antifascistas y bajo el mando del Comité Central de Sanidad de Barcelona, se instalaron diferentes hospitales de guerra, muchos llamados hospitales de sangre; hospitales provisionales cerca de las zonas de combate que recibían los heridos del frente. Para ello, el frente aragonés se dividió en dos sectores sanitarios: el norte, que comprendía desde Siétamo hasta Castejón de Monegros pasando por Tardienta, Robres, Alcubierre y Lanaja, y el sector sur que abarcaba Osera, Fuentes de Ebro, Pina, Quinto, Gelsa, La Zaida, Almochel y Lecera con dos sedes principales, en Bujaraloz y Caspe. Cada cabeza de sector contaba con un médico jefe responsable y cada centro debía de instalarse en un lugar con “Abundante agua”.

Artículo enmarcado en la serie sobre la guerra civil en Sariñena

En Sariñena se estableció la cabeza del sector norte ubicando en la localidad el Hospital Militar de Sariñena (Carles Hervás i Puyal Sanitat a Catalunya durant la República i la Guerra Civil. Política i organització sanitáries: L´impacte del comflicte bèllic).

Servicio Bibliotecas del Frente

Sariñena ocupó un lugar muy destacado como punto neurálgico del frente de Aragón y especialmente en el frente de Los Monegros, donde llegaban diferentes columnas y milicianos, principalmente por ferrocarril, desde Barcelona al aeródromo Alas Rojas y al mismo frente muy delimitado en la sierra de Alcubierre. Así, el hospital de Sariñena formó parte importante de los distintos hospitales del frente, contando además con el Hospital de Evacuación del barrio de la Estación ferroviaria de Sariñena y la red de trenes medicalizados. A la vez, el aeródromo Alas Rojas estableció su propia enfermería bajo el mando del capitán médico Manuel Conde López, que “Estaba muy en contacto con el banco de sangre y hospital militar de Sariñena” (Alas Rojas Sariñena, Salvador Trallero).

Las primeras atenciones se hacían en el mismo campo de batalla y en parapetos de las mismas trincheras, aprovechando cuevas y oquedades, para su posterior evacuación, por medio de las “auto-ambulancias”, a los hospitales de 1ª línea, donde se clasificaban, atendían, realizaban las operaciones de urgencia, a través del equipo quirúrgico, y, si era el caso, se evacuaban a otros hospitales de 2ª línea o también llamados de convalecencia.

Sección catalana del Socorro Rojo Internacional

 

A la vez que se desarrollaba y organizaba, realiza trabajos de importancia reconocida, como la instalación del hospital de sangre: la casa de reposo para los combatientes internacionales; lavaderos mecánicos, a Sariñena y Alcañiz; la construcción de coches ambulancia, que libra la sanidad de guerra; la organización de la ayuda moral y material a los refugiados y las expediciones de comestibles, ropas de abrigo y material sanitario a los frentes de más importancia.

 La Humanitat: Any 6, núm. 1589 (30 març 1937).

El traslado de enfermos, del frente a los hospitales, se realizaba en ambulancias estableciendo, incluso, un tren sanitario en la línea ferroviaria que unía Tardienta, Grañén y Sariñena: «El traslado de nuestros heridos y enfermos se tiene que efectuar por carretera que, dada la mala situación en que se encuentra, ofrece graves peligros e Incluso que cuando lleguen al hospital de sangre de Sariñena, hayan podido fallecer en el trayecto. Por cuanto funciona, casi con absoluta normalidad el ferrocarril de Tardienta a Sariñena, Lérida y Barcelona, ¿no se podría establecer un servicio de hospital sanitario, anulando las ambulancias por carretera.» (Desde Tardienta Necesidad de montar un tren sanitario para hacer el servicio de Tardienta a Sariñena, anulando el actual por carretera. Solidaridad Obrera, 28 de agosto de 1936).

La organización sanitaria, del comité de milicias, quedó plasmada en el diario La Publicitat de agosto de1936: «Las ambulancias sanitarias las tenemos organizadas según la tracción, en trenes y coches. Estas últimas van hasta la línea de fuego por tal de proporcionar los primeros auxilios a los heridos y atender su evacuación. Después se instalan los heridos en trenes hospitales que los trasladan a los hospitales de sangre que se han establecido en Reus y Lérida. Cuando el estado de los heridos lo precisa, otros trenes los transporta inmediatamente a Barcelona.» Ante la necesidad de procurar atender lo más pronto posible, el artículo señala: «Esta necesidad nos ha obligado también a establecer un hospital de sangre en Sariñena, cerca de las líneas avanzadas».

A las doce de la mañana, procedentes de Sariñena y de paso para Barcelona, llegó un tren conduciendo 25 enfermos.
 

El Noticiero universal, 11-08-1936.

Efectivamente, a fin de no saturar los sectores del frente, se dio suma importancia a la evacuación a hospitales de retaguardia. De esta manera, desde Sariñena, se evacuaba principalmente a Barbastro, Lérida y Barcelona. Para ello se utilizaron trenes medicalizados “Tren-Hospital” que partían desde la Estación de Ferrocarril de Sariñena. La línea de estaciones de Tardienta, Grañén, Poleñino y Sariñena fue un eje vital para la evacuación de heridos del frente de Huesca y de Los Monegros. En el sector sur se priorizó la evacuación desde Caspe en vez de Bujaraloz, también por vía férrea, lo que permitió una buena evacuación a través de trenes-hospital hasta Vilanova i la Geltrú.

La Voz 12 agosto 36

La Voz, 12 de agosto de 1936.

Llegan heridos para reponerse.

 

Llegaron de Sariñena y otros frentes a Barcelona 29 heridos que se encontraban hospitalizados en Lérida. Fueron trasladados al Hospital Clínico. Entre ellos figuran dos soldados de Zaragoza, que heridos, fueron abandonados por los fascistas y recogidos por los milicianos, que les atendieron.

La Libertad: La Libertad – Año XVIII Número 5108 – 1936 agosto 13 (13/08/1936).

 

Los inicios del Hospital Militar de Sariñena.

El Hospital de Sangre de Sariñena se ubicó en la céntrica y pudiente casa solariega Penén-Paraled, en la plaza de la Iglesia, casa que primeramente fue saqueada y requisada, instalando, posteriormente, en sus dependencias el Hospital Militar de Sariñena. Así, a principio fue Hospital de las milicias del POUM y con el tiempo pasó a ser del ejército popular: Hospital Militar de Sariñena – XI Cuerpo del Ejército.

En palabras de coronel Luis Alfonso Arcarazo, el Hospital de Sariñena correspondía a «Un hospital de campaña improvisado en julio de 1936 para prestar apoyo sanitario a las columnas milicianas llegadas desde Cataluña para controla la sublevación de las capitales aragonesas». En la crónica de su intervención «El Hospital Militar de Sariñena (1936‐1938)», en las jornadas «Sariñena en Guerra» y publicada en la revista «Suplemento Armas y Cuerpos» Arcarzo explicó como «Se improvisó un hospital con algunas camas y un discreto quirófano, atendido por el personal sanitario de la población». De aquella organización inicial se encargó el Consejo Municipal, hasta que el Comité de Milicias Antifascistas y el Comité de Guerra del Frente de Aragón, que radicaban en Barcelona, se hicieron cargo de la asistencia sanitaria de los combatientes desplegados en el Frente de Aragón. El hospital de Sariñena tuvo varias denominaciones en función de su dependencia. Con la militarización de las columnas y su dependencia de la Consellería de Sanitat i Asistencia Social pasó a denominarse Hospital Militar de las Milicias y del Ejército Republicano y desde junio de 1937 fue la Clínica Quirúrgica de  Sariñena. En aquel despliegue sanitario, fue imprescindible la llegada de sanitarios movilizados en la retaguardia catalana: cirujanos, traumatólogos, internistas, odontólogos, psiquiatras, practicantes o enfermeras. En otro punto el coronel Arcarazo explicó las dependencias que tenía el mencionado hospital, que incluía una máquina industrial para lavar y desparasitar la ropa de pacientes y soldados, ya que los parásitos era uno de los problemas que mortificaba a los combatientes en las trincheras».

La poetisa, sindicalista, periodista, feminista y atleta Ana María Martínez Sagi pasó por Sariñena en los primeros días de la guerra. Ello le dio pie a un artículo, La Noche, 5 de agosto  de 1936 “Escenas de la campaña por tierras de Aragón”, citando el hospital: «Una casa particular, la mejor sin duda del pueblo, se ha habilitado para hospital. Allí se encuentran atendidos perfectamente ocho o diez heridos, y algunos enfermos; estos en su mayoría sufren de acolitis (Colitis) aguda, debido al agua insalubre de aquellos pueblos de la provincia de Huesca.» Texto recogido en Dones que surten del paper. Periodistes catalanes que expliquen un país: 15 (Lo Plançó) Tapa blanda – 27 noviembre 2018. Edición en Catalán  de Elena Yeste Piquer (Colaborador), Francesc Canosa Farran (Colaborador).

También, el periodista austriaco Franz Borkenau dio su visión del Hospital de sangre de Sariñena en su obra El Reñidero español: «El hospital tiene un aspecto bastante decente, considerando que se trata de un establecimiento improvisado. Está a cargo de médico local, pero cuando lo visité sólo cuatro de las dieciséis camas estaban ocupadas por pacientes que sufrieran alguna enfermedad. El hospital adyacente, destinado a los heridos, trataba solamente un caso. De todos modos, esta guerra no está provocando muchas bajas; sólo logran esto las matanzas en el interior.» 

Un reportaje firmado por Manuel de Córdoba, en el periódico vespertino barcelonés “La Noche” y publicado el día 12 de septiembre de 1.936, detalla algunos aspectos interesantes. Así, en su descripción del hospital va recorriendo los distintos departamentos: «Las enfermerías, el quirófano, las salas destinadas infecciosos, las dependencias auxiliares. Todo limpio, con pulcritud pregonera de una intervención femenina celosa del orden». El artículo lo reproduce el historiador sariñenense Arturo Morera en la revista Quio nº75.

Francesc Closa Salinas apunta que el Hospital de Sariñena presentaba 300 camas disponibles mientras que el de Grañén 45 camas (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Aviso

Se pone en conocimiento de los familiares del compañero miliciano Eduardo Oriol, que va ser herido en el frente el 23 de agosto, de carácter leve y que se encuentra hospitalizado en Sariñena. 

Butlletí del Comitè de Defensa Local: Núm. 053 (13 set. 1936) Vilanova i la Geltrú: el Comitè, 13/09/1936 (Vilanova i la Geltrú).

Del Frente de Aragón

Tuvimos ocasión de estar a las puertas de Siétamo el día 31 de julio, mientras se estaba librando un combate en las calles mismas de la población.

En la plaza había algunos muertos y heridos. Cuando la Cruz Roja los recogía, fue ametrallada desde el campanario. Cuando un practicante del Hospital de Sangre de Sariñena, junto con un miliciano recogían un herido, al miliciano le entró una bala por la espalda. Este miliciano se llama Robusté, de Mataró. Por la noche una Ambulancia intentó de nuevo recoger los muertos y heridos. Los fascistas la apresaron y fusilaron al chofer y a los dos practicantes. El fascismo no tiene humanidad ni delante a los que cumple una misión sagrada. 

J. Oltra Pico.
La Batalla: Número 14 _ 18/08/1936.

Interesándose por el paradero de un miliciano

El delegado político de la centuria 28 de la columna «19 de julio», destacada en un sector del frente aragonés, hace constar que se desea saber el paradero del miliciano Mario Garcés Bergés, herido el día 16 de agosto en Tardienta e ingresado en el Hospital de Sariñena.

Si está restablecido en esta fecha se solicita se incorpore a dicha centuria, por ser ésta la de las Cinco Villas (Zaragoza).

La vanguardia 22 de septiembre de 1936.

Entre los heridos que el Hospital Militar de Sariñena atendió, muchos fallecieron en el hospital e incluso algunos llegaron simplemente ya cadáveres. Algunos de aquellos fallecidos, que fueron inscritos con su respectiva «Acta de defunción», quedan recogidos en el trabajo de investigación: Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra.

sello hospital

El sello del Hospital Militar de Sariñena – XI Cuerpo de Ejército – Administración aparece con la cruz de la Soberana y Militar Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y Malta. Para el investigador monegrino Alberto Lasheras: «La cruz es un emblema con una gran carga de significado e historia desde el S.XII. Tiene un gran significado para el mundo cristiano y dado que la Orden realizaba actividades militares y hospitalarias, se ha ido utilizando como símbolo para identificar al personal militar y sanitario». La cruz aparece envuelta entre ramas y con una corona mural con cuatro torres almenadas en la parte superior.

Visita Hospitales de Sangre

El comandante Villalba, teniente coronel Valdés y el dirigente Jorge Arque, tras celebrar en Leciñena un acto político organizado por las Juventudes Unificadas marcharon a Sariñena “Visitando los Hospitales de Sangre allí establecidos”.

El Liberal: Año XXXV Número 11280 – 1936 Septiembre 15.

 

Hospital de Evacuación

En el barrio de la Estación de ferrocarril de Sariñena se instaló, con la llegada de la columna del POUM, el 30 de julio de 1936, el Hospital de Evacuación, un centro desde el que se evacuaban heridos del frente a Barcelona. En el edificio, que había servido de Cuarto de Agentes del ferrocarril, aún pueden leerse las pintadas que lo identificaban como Hospital de Evacuación. «También había un tren hospital en uno de los muelles de la estación donde llevaban los heridos y los más graves los derivaban al hospital. Luis Porta se encargaba de llevar la ambulancia, iba a recoger al frente a los heridos para llevarlos al hospital, en una ocasión la ambulancia fue bombardeada y él se salvó, pero no los heridos que llevaba» José Porta Martín.

Hospital Estacion Sariñena POUM

Sin embargo, las difusas letras dejaban entrever unas letras anteriores difícilmente legibles. A través de una fotografía, que se encontraba sin referenciar, se puede observar cómo antes de ser “Hospital de Evacuación” fue “Hospital de Sangre del POUM”, siguiendo la misma línea que el Hospital de Sangre de Sariñena.

«Cada noche los comunistas del aeródromo que acogía la escuadrilla Alas Rojas tachaban las siglas del POUM de la fachada. Los del POUM, cada mañana las volvían a pintar.»

Manuel Grossi

Manuel Grossi, líder revolucionario al mando de la columna del Partido Obrero de Unificación Marxista POUM, llegó a Sariñena con la columna el 30 de julio de 1936. Grossi, en sus cartas, narra como las fuerzas del POUM dejaron organizado el hospital antes de su avance hacía el frente. El denominado «Hospital del POUM» llegó a ser un centro de los distintos hospitales de la zona, según Grossi. «Los médicos también pertenecían al POUM. Creo que ha sido uno de los centros hospitalarios más serios y mejor organizados que han existido en el Frente de Aragón en todo el período que ha durado la guerra». 

En repetidas ocasiones, ha sufrido ataques nocturnos por parte del PSUC, y más concretamente venidos del Campo de Aviación, donde se encontraba como comisario general un tal Franco, que al caer la noche organizaba unas patrullas y se presentaba en el hospital con ademanes de fiera atemorizando al personal sanitario. 

Lo que resulta pintoresco es que el personal del hospital había pintado, con letras de un metro de altura el nombre del hospital, o sea HOSPITAL DEL POUM. Esto se relucía en los muros de la entrada. pues bien, cada noche los del Campo de Aviación (PSUC) se presentaban con escobas y pinturas y lo dejaban negro. Por la mañana los del POUM se las liaban y a la media hora las letras HOSPITAL DEL POUM volvían a quedar estampadas. Y… esto ha durado hasta que todo el resto de unidades del POUM se concentró en el sector de Huesca. Cierto que las letras desaparecieron, hasta el grueso de las ofensivas por parte del enemigo, y hasta que han sido reemplazadas las unidades de la 29 División, es decir, hasta que los del PC-PSUC, y la no menos participación de la CNT deshicieron nuestras milicias.

Manuel Grossi. Cartas de Grossi, Sariñena Editorial

Jordi Arquer llegó a escribir, en un artículo en la publicación La Batalla, defendiendo al POUM de los ataques del PSUC: «Nuestros milicianos saben  ya a qué atenerse sobre diferentes cosas del frente. La solidaridad (?) de los elementos psuquistas que contra ellos han desatado una campaña canalla sobre la cuestión de Leciñena que la censura de guerra no nos permite hablar; la solidaridad (?) demostrada en Grañén en ocasión de ayudarles; la solidaridad borrando, fusil en mano contra sanitarios indefensos, el nombre de P.O.U.M. de nuestro hospital de sangre de Sariñena». (La Batalla: Número 94 _ 19/11/1936).

«Un hospital de evacuación de heridos en Sariñena, provincia de Huesca, dirigido por el capitán médico doctor Durán, asistido de cuatro enfermeros y varios enfermeras. Hay que advertir que en esta población, por ser cabeza de partido judicial, existe un hospital de partido, dirigido por los médicos de la localidad’, que ayudan al nuestro en él servicio de la evacuación de toda clase de heridos llegados del combate.» 

«Morros está indignado con el Comité Sanitario Central, y con las Milicias d otros partidos políticos. Parece que Trueba en Sariñena no estuvo muy correcto y también me relata un incidente del Capitán Durán con los milicianos de guarnición en esta población.»

Alberto Just.
Organización, técnica y humanitarismo de nuestra columna sanitaria. La Batalla: Número 27 _ 02/09/1936.

En un artículo sobre las transfusiones de sangre y su dificultad, queda constancia de los trenes quirófanos y parte de su papel médico en el frente: «La dificultad de disponer donantes se hizo presente en seguida, como se constata en un reportaje de aquellos momentos sobre un tren quirófano donde se destaca como hecho remarcable la colaboración de diversas personas ofreciéndose a donar sangre “Un camarada de Sariñena, el fogonero del tren, compañeros del comité de abastecimientos incluso vecinos del pueblo donde el tren estaba estacionado.» (Inici i desenvolupament de les transfusions a Catalunya. La Guerra Civil. Hervás Puyal, Carles.  Citando a Hervás Puyal C. De Belchite a l´Ebre. El Dr. Rafael Pulido Cuchí i l´activitat quirurgicá al tren-hospital núm 20 (1937-1939) Afers, 2016; 84: 391-427.

Una anécdota

Nos la cuenta Salvador Coll empleado de la compañía de vagones camas.

El vagón quirófano -se dice- tiene un valor histórico. Antes era un vagón-salón en el cual viajaba Francesc Macià cuando iba a Madrid a llevar el Estatuto de Cataluña. Precisamente va a seguir la misma ruta: Lérida, Sariñena… Es el vagón número 4.168.

La Humanitat: Any 5, núm. 1426 (20 set. 1936).

También, desde la estación de Sariñena, se realizó la expulsión de mujeres del frente aragonés a Barcelona. Fue a partir de una orden dada por Durruti que culpaba a las mujeres del aumento de enfermedades venéreas entre sus filas: “Que causaba más bajas que las balas enemigas”. Un hecho recogido en la película Libertarias de Vicente Aranda y que también aparece recogido por Jesús Arnal Pena (Por qué fui secretario de Durruti: Memorias del cura que ayudó al líder anarquista en la guerra civil (1936-1939)): “Habla con la gente de Transportes y manda todos los vehículos disponibles a las centurias. Que recojan a las milicianas, sin dejar ni una; que las lleven a la estación de Sariñena y que las facturen a Barcelona en vagones precintados. ¿Lo oyes bien? ¡Precintados!.” 

 

«Que recojan a las milicianas, sin dejar ni una; que las lleven a la estación de Sariñena y que las facturen a Barcelona en vagones precintados. ¿Lo oyes bien? ¡ Precintados!»

Yo fui secretario de Durruti, Memorias de un cura aragonés en las filas anarquistas.
Mosén Jesús Arnal.

cruz roja 010637

Boletín oficial de la Brigada no.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona 01/06/37.

El personal del Hospital Militar de Sariñena

Manuel Conde López, “Memorias de un médico militar”, apunta como en Sariñena se había instalado, en el centro de la población, un hospital de sangre, atendido por los cirujanos de Barcelona que se turnaban en sus servicios: «En este ambiente profesional tuve ocasión de colaborar con los más destacados cirujanos catalanes. Recuerdo entre otros al Profesor Francisco Bergós Ribalta, que formaba parte del elenco de cirujanos y jefe de Sanidad del frente de Aragón.«

Efectivamente, el médico barcelonés Francesc Bergós i Ribalta estuvo al cargo del área sanitaria de Sariñena. Según el historiador Arturo Morera, Bergós fue el encargado de organizar los puestos de socorro y curación en las columnas, así como los hospitales de Sariñena, Barbastro, Fraga y Caspe. Nombrado en 1936, por la Generalitat de Cataluña, como miembro del Consejo de sanidad de Guerra, se instaló en el frente de Aragón como jefe de los servicios sanitarios, dirigidos desde el Hospital Militar de Sariñena. Después de encargarse de la sanidad a la defensa civil, junto a Frederic Tarrida y Jaume Isern, fueron destinados al área sanitaria de Sariñena (más tarde II cuerpo del ejército). Francisco Bergós Ribalta fue designado, meses más tarde, jefe general de Defensa Civil, además «Con el grado de mayor de Sanidad Militar, organizó la evacuación de heridos en la retirada de Cataluña y después la sanidad del campo de Argelès» (Cos Militar de Sanitat). El historiador sariñenense Arturo Morera cita a Bergós entre las muchas personalidades que estuvieron en Sariñena durante la contienda: «Médicos como el creador de los hospitales de sangre, doctor Bergós, que tanto hizo por dotar con los mejores medios al hospital de Sariñena durante el dominio republicano» (La guerra del 36 en Sariñena. Revista Quio de Sariñena y Los Monegros nº 21″).

Caso Bergós

El miércoles 2 de noviembre en Torralba, se celebró una reunión entre las distintas células Sanitarias del Partido Socialista Unificado – IC. Participaron los delegados de las células sanitarias de las células de Sariñena, Grañen, Almuniente, Tardienta, Torralba, Robres y Lanaja y entre otros asuntos acordaron lo siguiente sobe el denominado caso Bergós:

Caso Bergós (Delegado al Frente por el Consejo de Sanidad de Guerra, de los servicios Sanitarios). – Comunicar al camarada Bergós que aprovechando la necesidad de hacer una labor política y marxista, aprovechando el lugar que ocupa y siendo militante del partido, cosa o cosas que hasta ahora ha olvidado y que no ha llevado a cabo hasta el momento con la magnitud que le correspondía, toda vez que esta al Consejo de Sanidad de Guerra, como Delegado de nuestro partido.

Arxiu Nacional de Catalunya. ANC1-886-T-6953 Informes enviats per l’Estat Major de la Divisió Carles Marx, de les Milícies Antifieixistes de Catalunya.

El Dr. Bergós Ribalta en el exilio fue profesor de la Escuela de Sanidad Militar de Montevideo y publicó varios libros y ensayos, uno de ellos una biografía de Luis Companys (Manuel Conde López, “Memorias de un médico militar»).

Bergos y Ribalta, Francesc de Assís. (Barcelona, ​​1903 – Montevideo, 1978). Profesor de anatomía en la Universidad de Barcelona. Durante la guerra va dirigir, en Sariñena (con la colaboración de Frederic Tarrida y Jaume Isern) el área Sanitaría de lo que después sería el 11 Cuerpo de Ejército. Más tarde fue jefe general de Defensa Civil. Mencionado en Francia. Luego pasó sucesivamente por Argentina (Mendoza), Chile, Bolivia, otra vez Argentina (Buenos Aires) y acaba en Montevideo, donde fue Profesor de la Escuela de Sanidad Militar y «Fellow» en la Facultad de Medicina. Director de Sanidad de la Defensa Pasiva del Uruguay. Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Hematologia.Miembro del Consejo Nacional Catalán. Presidente del Centro Catalán de Montevideo.

El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso.

No obstante, de acuerdo a un documento del Hospital de Evacuación primaria de Alcubierre, se cita, en septiembre de 1936, al compañero Duran como director del Hospital de Sariñena. En la misma línea, también encontramos la referencia del médico catalán Pelai Vilar i Canales quien en sus memorias relata como en el mes de junio de 1937 «actuó como un director de un hospital de campaña del XI Cuerpo del Ejército en Sariñena» (Hervás i Puyal, Carles. «Pelai Vilar i Canales. Guerra i exili. «Memòries d’un metge català en la sanitat militar republicana, 1936-1942"». Gimbernat: Revista d’Història de la Medicina i de les Ciències de la Salut, 2023, Vol. 79, p. 236-236, https://raco.cat/index.php/Gimbernat/article/view/408340). Igualmente Antoni Porta, médico, estuvo destinado en el hospital de Sariñena del XI Cuerpo del Ejército, del que fue director en enero de 1938 (Consideraciones sanitarias en torno a la batalle del Ebro, Hervás i Puyal, Carles Fundació-Museu d’Història de la Medicina de Catalunya. Barcelona (Barcelonès)).

Hospital Alcubierre 2

Arxiu Nacional de catalunya. ANC1-1-T-11488.

Frederic Tarrida y Castells (Esparraguera, Baix Llobregat, 1898 – Barcelona, ​​1974), otorrinolaringólogo, con Jaime Isern y Rascall (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelonès, 1912) y bajo las órdenes de Francesc Bergós dirigieron desde Sariñena la Sanidad de lo que después sería el XI Cuerpo de Ejército. Frederic Tarrida y Castells, México DF: Médico &empresa, llega a finales de 1941, procedente de Francia. Regresó a Cataluña en 1973. Jaime Isern y Rascall, empresario y director de laboratorios farmacéuticos, fue presidente honorario del Centro Catalán de Caracas. (El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso).

En el Hospital Militar de Sariñena estuvo el Doctor Isaac Nogueras Coronas. Manuel de Córdova en «La Noche», 12 de septiembre de 1936, escribió sobre Nogueras: «El doctor Isaac Nogueras fue a ocupar la dirección, desempeñando funciones dificilísimas; pero faltaba aún quien pudiera coordinar todos los trabajos, atender a los grandes y a los pequeños menesteres, escuchar a los peticionarios y enrolar a los que se ofrecían…».  Isaac Nogueras Coronas fue un médico especialista en tisiología que creó dos sanatorios importantes en la provincia de Huesca. El primero, Boltaña, situado en un fértil valle, era adecuado para los enfermos que necesitaban un clima de mediana altura, y el de Pineta, en uno de los valles más pintorescos del Pirineo aragonés, hubiera podido muy bien competir, en cuanto a situación, aspecto y funcionamiento con los mejores de Suiza, ahora tan de moda. (Moises Broggí. Memóries d´un Cirurgiá). Al parecer, el doctor Nogueras venía de Barbastro donde había tenido problemas con el comité local, en Sariñena encontró protección gracias a la presencia de altos mandos que evitaron desmanes en la localidad. A pesar de ello, Nogueras estaba reclamado por el comité de Barbastro y, aunque estaba protegido, no se sentía seguro: «Más de una vez habían intentado capturarlo sin conseguirlo, gracias a la valiente y decidida oposición de la maestra y de otra gente de Sariñena» (Moises Broggí). Al final, el doctor Nogueras y su familia abandonaron Sariñena con Moises Broggí, solamente lo sabía la maestra y el capitán Conde de la guarnición. Una vez en Barcelona, Moises Broggí relata lo siguiente: «Nos despedimos con un fuerte abrazo, deseándonos mutuamente la mejor suerte. Me dijeron que lo tenían todo preparado para irse a Colombia» .

Moises Broggi

Certificado de Moisés Broggi de salida hacia el frente al Hospital de Sariñena, 4 de septiembre de 1936. Arxiu Nacional de Catalunya.

Aquella maestra fue Cristina Lana Villacampa, una joven comprometida que “prestó servicios en el hospital rojo de esta villa, como directivo con gran entusiasmo” según las acusaciones franquistas tras la contienda. «A título de rumor, intervino como dirigente en los saqueos de las casas del Sres. Torres y Castanera pudiéndose afirmar con certeza absoluta que tanto muebles como ropas que precisaron para el hospital de sangre rojo fueron sacados del establecimiento comercial de D. Joaquín Blasco Mirallas teniendo la certeza que todo ello era debido a sus indicaciones”. Joaquín Blasco Mirallas regentaba una tienda de muebles y tejidos que durante la guerra fue requisada, material que, en parte, debieron destinar para el Hospital. Joaquín Blasco Mirallas fue alcalde de Sariñena durante los primeros años de la dictadura. Además, el responsable de falange señaló sobre Cristina: “Algún tiempo administradora del Hospital Militar rojo, cargo que dejó voluntariamente al abrirse las escuelas para dedicarse a su profesión”. Manuel de Córdova quedó profundamente impresionado de Cristina Lana, llegando a reflejarlo claramente en su artículo sobre el frente de Aragón: «La maestra del pueblo es una aragonesa de temple, culta, cordial, humana y comprensiva. Sus nervios parecen de acero fino. No conoce lo que es fatiga. Sus ojos -¡lindos ojos de aragonesa!- sonríen comprensivos. -No les daré mi nombre -nos dijo-, porque eso es lo de menor significación ahora. Lo que importa es que se percaten de la labor que nos porque no habremos de desfallecer ahora que ya está hecho lo más importante. Vean, vean… Luego al despedirnos aún reiteró su negativa la maestrica. Conocedores de una de sus debilidades -las golosinas- apelamos a recursos heroicos para convencerla de que su resistencia suponía una puerilidad. No hubo medio, sin embargo de convencerla. Salimos del Hospital sin saber su nombre. La casualidad es a veces nuestra mejor auxiliar. Acertamos a pasar junto a unos chiquillos a quienes preguntamos: -¿Cómo se llama la maestra del pueblo?. Nos dijeron su nombre y no acertamos a recordarlo… – Los rapaces replicaron a coro:  – La maestra se llama Cristina Lana Villacampa – Una pitusa rubia, bonita como el sol, añadió: -¡Es más buena la maestra…!».

En el diario de la enfermera australiana Agnes Hodgson (A una milla de Huesca, edición de Judith Keene y Víctor Pardo Lancina), aparece su testimonio con motivo de su visita al Hospital Militar de Sariñena. El 23 de marzo de 1937, Agnes se desplazó desde Poleñino a Sariñena con los dentistas Ramón y Moussons. Visitaron el hospital de Sariñena al que describe como “bastante grande, aunque el quirófano no está también como el nuestro”. En su diario anota que “el superintendente se ha quejado a Moussons de que los casos quirúrgicos que llegan aquí evacuados desde Vicién están, casi todos, infectados, mientras que los de Poleñino y Grañén evolucionan bien”. Otras citas, no directas con el hospital, señalan que el 24 de abril del mismo año, a las 11:30 solicitaron con urgencia, desde Sariñena, la ambulancia de Poleñino y el 21 de junio anotó el bombardeo sobre Sariñena, ocasionando daños en el aeródromo, “afortunadamente, los aviones no se encontraban allí, según cuentan”.

Completamente reseñable fue la presencia del gran psiquiatra catalán Francesc Tosquelles Llauradó (Reus, 22 de agosto de 1912- Granges-sur-Lot, 25 de septiembre de 1994). Marxista republicano de sensibilidad libertaria, que ejerció como psiquiatra en el Hospital Militar de Sariñena, tratando en el mismo frente, «En estrecha colaboración con los médicos y cirujanos», el miedo y la vivencia de la desestructuración de la guerra. Tosquelles es considerado el inventor de la “psicoterapia institucional” (Wikipedia), influyendo “poderosamente la pedagogía y la psiquiatría de la segunda mitad del siglo XX”. También actuó como ayudante de cirujano y médico generalista (Orígenes y fundamentos de la psiquiatría en España, Víctor Aparicio Basauri).

«Para Tosquelles la guerra no supuso una ruptura con la práctica clínica ni con el afán de seguir investigando en ella, solamente significó cambiar de campo operativo. Se asoció a las Milicias Obreras y fue al Frente de Aragón con otros de Reus, como Solanes, Sauret, Capella y Borrell. Allí, en Sariñena y comarca, es decir, en un contexto completamente novedoso, pudo poner en práctica muchas de las ideas elaboradas en los años anteriores. Trataba a los heridos y otros tipos de enfermos en el propio hospital general, próximo al Frente, en estrecha colaboración con los médicos y cirujanos. Trataba sobre todo el miedo y la vivencia de desestructuración que la guerra producía en los soldados y lo hacía «in situ», es decir, sin trasladarlos a un hospital de retaguardia en el que hubiera la seguridad que produce estar fuera de las líneas de fuego. Lo había aprendido en la práctica y en las conversaciones tenidas en relación a la psiquiatría comarcal -ahora diríamos de sector-; al enfermo había que procurar tratarlo cerca de su entono, de lo contrario su cronificación era mayor; con las neurosis de guerra, allí experimentó la misma cuestión.

El trabajar en ese campo operatorio de Sariñena, en el que no solo hizo de psiquiatra, sino de ayudante de cirujano y médico generalista, le sirvió para comprobar que lo que hasta ese momento había sido una intuición en él, ahora era una convicción, el que la posición que ocupa el médico, como persona, es fundamental en el proceso de la cura y esa posición depende de él y del entorno-siempre algo modificable que le rodea.»

Orígenes y fundamentos de la psiquiatría en España, Víctor Aparicio Basauri.

La investigadora Joana Masó «Tosquelles. Curar les institucions«, sitúa a Tosquelles en el Hospital Militar de Sariñena en 1937: «Movilizado al frente de Aragón, Tosquelles organiza la evacuación de los pacientes del hospital psiquiátrico de Huesca en mano de las tropas fascistas. Es responsable de la restructuración del sanatorio de Sariñena  y, más tarde, del hospital de Almodóvar del Campo». Asimismo, Joana Masó apunta que el 21 de noviembre de 1937 «Tosquelles es nombrado teniente médico provisional destinado a las órdenes del jefe de Sanidad del XI Cuerpo del Ejército republicano». Tosquelles debió de estar en Sariñena hasta mayo de 1938, cuando fue nombrado jefe de los Servicios Psiquiátricos del ejército de Extremadura y director de la clínica de Almodóvar en Ciudad Real.

«En Aragón, para comenzar, les proponíamos escuchar la sinfonía inacabada de Schubert. Yo no sé si era la misma música, o era el título que sugería que la vida no se acaba nunca y que no se para en el primer tropiezo. El miedo de morir vestidos, la tenemos todos. Sentados y con la música, se distendían o se relajaban un poco. En todo caso, llegaban entonces a decir algo se su vida sin que nuestra interrogación se hiciese explicita. Interrogar alguien aumenta el miedo.» 

Joana Masó «Tosquelles. Curar les institucions«.

Otra figura muy destacable y a la vez olvidada es Tomás Tussó Temprado (Sariñena, 1892-Méjico, 1974), militante obrero de la CNT, ejerció la medicina dedicado a las clases populares. Durante la guerra civil  ocupó el cargo de regidor del Ayuntamiento de Barcelona, como consejero de higiene y sanidad. También fue miembro de la Federación Comunista Catalanobalear, del Bloque Obrer i Camperol y finalmente del POUM, en representación del cual fue regidor del Ayuntamiento de Barcelona. Acabada la guerra consiguió exiliarse a Marruecos y luego a México. Publicó algunos escritos en catalán “Necessitat d´una educació i d´una cultura obrera” en la revista L´Opinio y «Cal pendre posicions” en L´Hora. Algunas fuentes lo citan exiliado en Francia, en la población de Lyon, departamento de Rhône (La maçoneria a l’exili: França, 1939. Josep Clara Resplandis).

Otro altoaragonés que ocupó un cargo en el ayuntamiento de Barcelona fue Jesús Ulled Altemir, periodista y político oscense, que ejerció de teniente alcalde en 1931. Los hermanos de Jesús Ulled, Rafael Ulled (Sariñena, 1885 -Barcelona, 1937) y José Ulled (Sariñena, 1888-Barcelona, 1929) intervinieron muy activamente en la política catalana en las filas del Partido Republicano Radical de Lerroux. (Indagacions sobre llengua y literatura catalanes a l´Aragó, Hèctor Moret). Ver La saga Ulled Altemir.

Francisco Ignacio Tabernero Vicente (San Martín del Pedroso, municipio de Trabazos, Zamora, 1905 – Caracas, 1987). Licenciado en la Universidad de Barcelona fue médico internista en el Hospital de Sant Pau de Barcelona y de St. Louis de París. Durante la guerra fue jefe de Sanidad del Vº Cuerpo de Ejército, sector de Sariñena (Huesca). Ejerció Medicina Interna en Caracas. (El exilio de médicos catalanes después de la guerra civil. Josep Miret i Monso).

Como estudiante, Jaume Planas Guasch fue enviado al frente como médico de batallón, en tren hasta Barbastro y luego al frente de Tardienta. Encontramos su testimonio en la «Memoria de la profesión “Consell de Col·legis de Metges de Catalunya”.Entrevista al doctor Jaume Planas Guasch hecha, por el doctor Francesc M. Domènec Torné y revisada por el doctor Lluís Daufí». A pesar que se quería pasar al bando nacional, fue requerido para el Hospital de Sariñena. Al hospital habían ido a parar varios cirujanos del Servei d’Urgències de Barcelona y él fue reclamado por su condición de buen anestesista, estuvo durante 1937 y parte de 1938. También ejerció de cirujano operando al que denominó como “Cabecilla de Sariñena” y conocido como Pancho Villa: “Llevaba siempre dos o tres pistolas; era un tipo que vino herido con un vendaje y lo tuve que operar”. Jaume narra cómo al final hizo amistad con Pancho Villa, que éste salía con una chica que llamaban Petiforra y cuya hermana iba a hacer faenas al Hospital: “Les llevaba a todos de cabeza”. Jaume, además cita a Gonzalo Aguiló, un cirujano que fue destinado al hospital de Poleñino,  “Las ambulancias inglesas tenían una unidad que era el quirófano y una o dos que eran destinadas al personal: para dormir, para comer, para todo… Y esta gente iban con unos autobuses. El Aguiló estaba ayudando a las operaciones. Y cuando vino a Barcelona la ayuda inglesa, buscaron un cirujano e hicieron en Gonzalo Aguiló cabeza de la ambulancia inglesa”. Una vez en Poleñino, se escondió porque lo estaban buscando, su vida estaba en peligro. Gracias a la intervención de Pancho Villa, Aguiló fue destinado al Hospital de Sariñena para su seguridad.

Todas las actas de defunción de Sariñena, durante la vigencia del hospital, vienen certificadas por los diferentes directores del Hospital Militar de Sariñena. Encontramos al médico Vidal Bosqued Gimeno, M. Blay, Hermenegildo Claret, Pedro Cascales Ballarín, Juan Marcé, Antonio Porta, Antonio Carrera, Pelayo Vila y unos difícilmente legibles y mal transcritos: G. Sevelvo, Muvi Lameca e Yoace Bogueras. También encontramos la certificación por parte del médico del campo de aviación “Alas Rojas” de Sariñena el doctor  Manuel  Conde López. (Hospital de Sariñena, fallecidos de guerra).

Vidal Bosqued Gimeno, médico del hospital, aparece en las solicitudes de información político sociales al ayuntamiento de Sariñena por parte del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de Huesca, 7 de febrero de 1940.

Pedro Cascales Ballarín, médico de asistencia publico domiciliaria, recibió acusaciones tras la guerra civil. La Jefatura Provincial de Sanidad solicitó a la villa de Sariñena informes políticos-sociales del doctor Pedro Cascales.

 
 
Marina segunda derecha
              * Marina Lana Torres, segunda por la derecha, con otras enfermeras.
 
Una visita al frente aragonés

 

El Consejero-regidor de Gobernación del Ayuntamiento de Barcelona, don Hilario Salvador, acaba de realizar una visita al frente aragonés, de donde ha regresado entusiasmado y lleno de optimismo.

«Esta visita — comienza diciendo — la he realizado con el doctor Tusó, porque tenía como finalidad principal propagar entre los milicianos del frente las medidas profilácticas que son necesarias en los campamentos, (de un modo especial las que tienden a evitar que se presenten casos de tifus que, de propagarse entre los combatientes, pueden llegar a constituir un verdadero peligro.

Salimos el doctor Tusó y yo de Barcelona el martes último, a primera hora de la tarde,
marchando por Lérida directamente a la parte de Huesca para hacer noche en Sariñena, donde acampaba la columna que manda Jorge de Arquer, y pasando por Monzón.

Allí pudimos ya observar que los bravos milicianos guardan una inmejorable disciplina y que su organización es asombrosa por lo perfecta, llamando poderosamente nuestra atención el hecho de que sus componentes no son sólo hombres del trabajo manual, pues entre ellos hay un licenciado en Filosofía y Letras y un médico sueco que desempeña su cometido como tal médico, de un historial tan liberal, que además de haber participado en la gran guerra, fue también revolucionario en Rusia y ahora está con los amantes de las libertades de España.

La Vanguardia. 9 de agosto de 1936.

En las solicitudes de informes socio-políticos aparece Leopoldo Velazque Bosque, médico de asistencia pública domiciliaria que ejerció su profesión libre en Sariñena sobre el 18 de julio de 1936 (solicitud nº3970 de la jefatura provincial  de sanidad Teruel). También encontramos a Manuel Lacruz Espada, practicante de Sariñena de asistencia pública domiciliaria, y la matrona Jacoba Ainoza Ainoza.

Practicantes

En el Diario Oficial del Ministerio de Guerra aparecen diferentes nombramientos para Sariñena. Los primeros en el diario nº 19 (Valencia, 22 de enero de 1937), donde aparecen los nombramiento de los practicantes militares provisionales: Manuel Lacruz Espada, Jaime Duran Revira (27 julio 1936), Ramón Ortega Gómez (14 agosto 1936) C. Av. Saríñena (Campo Aviación), Ángel Martín Acha, Domingo Pardo Lacruz Hospital Sariñena (20 agosto 1936), Lorenzo Mora Buil Hospital Saríñena (20 agosto 1936) y Aurelio Gálvez Alberico Aeródromo Sariñena (25 agosto 1936).

El sariñenense Manuel Lacruz Espada fue presidente del Casino de Sariñena y practicante del Hospital Militar de Sariñena, como auxiliar facultativo 2º y, al parecer, fue «Asimilado como teniente a los efectos de cobros». Manuel fue acusado de ser administrador del Hospital Militar, hecho que negó. No huyó con la entrada de las tropas franquistas y continuó con su actividad en el hospital atendiendo a las tropas nacionales. En 1941, con 66 años de edad fue sentenciado a 2 años de inhabilitación y a 300 pesetas de multa (AHPHU_J_005622_002180). 

Nombres de una guerra en la villa de Sariñena, Manuel Lacruz Espada: Practicante de Sariñena de Asistencia Pública Domiciliara. Jefatura Provincial de Sanidad, Huesca marzo de 1940. Responsabilidades Políticas Juzgado Investigación Provincial de Huesca, 5 de septiembre de 1940. Expediente ES/AHPHU – J/005622/002180, 24 de agosto de 1940: “Con anterioridad al 18 de julio de 1936 era de ideología izquierdista, sin estar afiliado a ninguna sindical. Al estallar el Movimiento Nacional, ingresó en el Hospital Militar de esta villa con la graduación de teniente, ejerciendo el cargo de practicante.” Fue acusado de ser administrador del Hospital. En su declaración manifestó que perteneció a Unión Patriótica y que voto a la candidatura mixta de “los señores Ulled, Lana, Videl y Beltran”. Ejerció como Auxiliar Facultativo 2º “Siendo únicamente asimilado como teniente a los efectos del cobro”. Con la liberación se encontraba ejerciendo en un hospital de Barcelona donde continuó con sus servicios “a favor de la causa nacional”. “Defendió a las Carmelitas evitando que fuera asaltado su convento”.

Domingo Pardo Lacruz, practicante de Sariñena. fue investigado y finalmente, quedó libre de sospechas tras los informes políticos-sociales emitidos por las autoridades franquistas locales. Al igual que el médico Pedro Cascales, los dos profesionales siempre han contado con el respeto y el cariño de la población.

Farmacéuticos

Como farmacéutico tercero provisional fue nombrado para ejercer en Sariñena a Juan Escudero (23 agosto 1936), Foz Casarramona, Loste Bajardí (20 agosto de 1936) y Luis Marco Daks (19 octubre 1936). En el Diario Oficial del Ministerio de Guerra nº 212 (Valencia, 3 de septiembre de 1937) aparece el nombramiento de Domingo Pardo Lacruz para el Hospital Militar de Sariñena.

Antonio Loste Bardají, natural de Sariñena ejerció de farmacéutico y regentó la farmacia familiar. Su expediente de responsabilidades políticas no le atribuye ninguna militancia, ni de partido ni ideológicamente. Aunque si se cita que mantuvo buenas relaciones con las autoridades durante la contienda, además de proteger a su hermana de quien tenía su tutela. Antonio fue encargado de la farmacia del Hospital Militar de Sariñena, pues la farmacia familiar, atendiendo a su expediente, fue incautada pasando a ser “Farmacia Militar del ejército rojo”. Se socializó en octubre de 1936.

El 20 de agosto de 1936 es nombrado farmacéutico tercero provisional y destinado al sector norte del frente de Aragón.

En junio de 1937, dirigió el depósito de material sanitario y farmacéutico del XI Cuerpo del Ejército. El depósito había sido reubicado de El Prats de Rei a Bassella, “Concretamente a casa del Francés, por tanto, próxima a la primera línea de frente. Este nuevo emplazamiento hacía que estuviera sólo a 20 kilómetros del frente, lo que le facilitaba visitar regularmente las divisiones y brigadas y surtirlos rápidamente de los medicamentos y material de curación que requirieran.” (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

En julio de 1937 es trasladado al Hospital Militar de Sariñena, ocupando a la vez la dirección del laboratorio de análisis de Monzón. Antonio llega a alcanzar el grado de capitán farmacéutico provisional pasando a dirigir los Servicios Farmacéuticos del XI Cuerpo del Ejército. En enero de 1938 es destinado al Hospital de Campaña del del XI Cuerpo del Ejército, permaneciendo casi un año. «Le acompañaban, entre otros, el teniente farmacéutico provisional Luis Morató Pou y el soldado farmacéutico Pedro Navarro Rodea. En plena retirada debido al avance franquista lo reubicarían en el Depósito de Farmacia del mismo cuerpo.» (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Responsables locales

El sariñenense Daniel Millera Muro aparece como Administrador del Hospital y de Abastos, en la relación de individuos incursos en la ley de responsabilidades políticas. También aparece José Izco Martínez, miembro de UGT, como directivo del comité y administrador del Hospital y Manuel Lacruz Espada fue acusado de ser administrador del Hospital Militar, hecho que negó (AHPHU_J_005622_002180).

Conserje

Francisco Moren Salillas desempeñó el cargo de Conserje del Hospital (Expedientes  ES/AHPHU – J/005672/000235 y ES/AJTZ – 2017/3).

Escribiente

Agripinio Fernández Cantero «Ingresó en septiembre de 1936 como escribiente en el Hospital de Sariñena del que salió voluntario para el frente al efecto de rehuir posibles persecuciones por considerarle sospechoso ya que su padre era persona francamente afecta a la causa nacional por cuyo motivo sufrió detenciones, en el Batallón de Ingenieros, al que pasó al marchar del Hospital. Expediente de Responsabilidades Políticas ES/AHPZ – J/005973/000045 “De 22 años, soltero, natural de Torrelavega (Santander), vecino de Sariñena.

Juan José Gómez Camón Voluntario, en el Hospital (Nombres de una guerra).

Personal del Hospital de Sariñena, periódico Alas Rojas, nº 20 del 13 de febrero de 1937:

Miguel Villacampa
Angel Puyuelo
Jesús Acero
Lorenzo Mora
Pilar Cafareida
Agripino Fernández
Marina Lana
Jaime Isern
Jaime Vilaseca
Antonio Taverna
Salvador Casadellas
Manuel Gallego
Juan Moro
Domingo Pardo
Juan A. Escudero
José Buil
Antonio Zaragoza
Rafael Bellmunt
Julio Casabona
José M. Pano
Enrique Bretos
José Bretos
Pedro Cascales
Daniel Millera
Una antifascista
Manuel Escolá
Margarita Muro
Francisco Morén
Luis Marcó
Pedro M. Voltò
Rafael Manos
Nemesio Franco
José M. Gómez
José Oyos
Manuel Admelle
Mercedes Mur
Antonio Linares
Enrique Andreu
Pascual Rodríguez
Francisco Miró
Juan Llamas
Mercedes Morén
Elisa Martínez
Agustina Calvo
José Martínez
Gabino Gerona
Pilar Sesé
Mercedes Romerales
Fermín Orquín
Antonio Loste.

En el frente

Ambulancia tiroteada por los facciosos

Sariñena, 17. Hoy, ha sido trasladada a esta población una ambulancia sanitaria tiroteada por los facciosos con verdadera saña. Hay en el techo los impactos de la metralla de un disparo de cañón que se hizo contra la misma y en uno de los costados más de veinte impactos.

Ha llegado a Sariñena una ambulancia sanitaria que fue cruelmente ametrallada por los facciosos.

Ambulancia ametrallada

Sariñena, 17 (2 t.). — Hoy ha sido traída a esta población una ambulancia sanitaria tiroteada por los facciosos con verdadera saña. Tenía en el techo los efectos de la metralla de un disparo de cañón y en uno de los costados más de veinte impactos. Febus.

Ahora, 18 de abril de 1937

Mario Angeloni. Abogado y político antifascista italiano, dirigente del Partido Republicano, había combatido en la Primera Guerra Mundial como oficial de Caballería, obteniendo en la batalla de Capporetto la Medalla de Plata al Valor Militar. Murió en el hospital de Sariñena de las heridas sufridas en la batalla de Monte Pelado.

Presencia italiana en la milicia española José María Blanco Núñez (Coord.)

http://www.antifascismoumbro.it/personaggi/angeloni-mario

La ayuda y la biblioteca

Ayuda

Gracias al Socorro Rojo Internacional, por medio de donativos, se fue dotando de material a los hospitales del frente. También de material para las milicias que operaban en los diferentes sectores de guerra, de lo que da parte el diario La Vanguardia del miércoles 21 de octubre de 1936: “Los auxilios de retaguardia. Un camión de medicamentos y ropa para el frente aragonés”. Entre los muchos aprovisionamientos aparece “Los instrumentos de cirugía de los antifascistas de Perpiñán fueron repartidos entre los médicos de La Granja, Las Casas, Almuniente, Tardienta, Sariñena, Bujaraloz y Sástago”.

Así mismo, en Sariñena se realizaron diferentes actos para recaudar fondos para el Hospital. Así aparece recogido por La Vanguardia, recogiendo la noticia con motivo de la visita del Coronel Villaba al frente de Alcubierre y luego a Sariñena “Allí se celebró una fiesta en el campo de aviación, en beneficio de los Hospitales de sangre. Hubo partido de fútbol, fiesta aérea y baile, y por la noche una velada artística en el teatro Romea. A todos estos actos asistió mucha gente de la localidad y alrededores (La vanguardia, martes 15 de septiembre de 1936)».

Impresiones del frente aragonés

Desde Leciñena nos dirigimos a Sariñena. Allí se celebró una fiesta al campamento de aviación a beneficio de los hospitales de sangre.

Tuvo lugar un partido de fútbol, fiesta aérea y baile, y por la noche una velada artística en el teatro Romea. A todos estos actos asistió mucha gente de la localidad y de los alrededores.

Antoni d´Aragó. Hoja oficial de la provincia de Barcelona: Época Segunda Número 561 – 1936 Septiembre 14.

Tiene lugar en Sariñena un importante festival deportivo

 

En Sariñena se ha celebrado un festival a beneficio de los hospitales de sangre, de aquella localidad.

La parte más destacada consistió en un partido de fútbol que jugaron el equipo de Sariñena y oteo integrado por milicianos y soldados pertenecientes al servicio de aviación.

Acudió al campo numeroso publico y también se han trasladado muchas de los pueblos cercanos.

El campo ofrecía magnifico aspecto.

La recaudación obtenida, pasan las dos mil pesetas.

Este festival prueba el espíritu de nuestras fuerzas que, además de atender de las necesidades de guerra, ofreciendo sus vidas, cuando es necesario, los tiempos de descanso, los dedican a celebrar actos tan brillantes y humanitarios como el comentado.

La Veu de Catalunya: diari catalá d’avisos, noticias y anuncis: Any 46, Núm. 12554 (17 set. 1936) Ed. Matí.

Incluso los días festivos del 1 de mayo y del 14 de abril, los obreros de Sariñena los dedicaron a trabajar para destinar sus jornales al Hospital de Sangre «Cuyo rasgo lo harán todos voluntariamente ya que, es el sentir general de este vecindario y creen no estamos en momentos de realizar fiestas de ninguna clase» (Acta del 22 de abril de 1937). Además, en el acta municipal del 13 de octubre de 1937, queda reflejada la recogida de mantas y colchones para los frentes y hospitales: “Se da lectura a una orden general del día de octubre de 1937 del XI Cuerpo de Ejército del Estado Mayor de Sariñena en virtud de lo ordenado por el Ministerio de Defensa  Nacional en O.G. de 7 de septiembre de 1937 (.. 232) en la que se manifiesta la recogida de mantas y colchones destinados para los frentes y hospitales a consecuencia de la campaña de los elementos necesarios de abrigo” (Actas Consejo Municipal de Sariñena).

Biblioteca

El «Servicio de Bibliotecas del Frente», a partir de febrero de 1937, ubicó en Sariñena una de las dos subcentrales del frente de Aragón, Alcañiz y Sariñena. Estas pertenecían a la subcentral de Cervera, mientras que la segunda subcentral estaba en Tarragona y la central en Barcelona. La Guerra Civil en Sariñena. «Por las actas conservadas de la Institución de las Letras Catalanas, podemos saber detalles de su organización, como la creación de bibliotecas en los hospitales de sangre, dependientes de las dos subcentrales y la creación de bibliotecas de primera línea (doce en primavera de 1937), servidas en cajones-biblioteca con un fichero-catálogo integrado, y con un fondo de libros renovables periódicamente desde las dos subcentrales.» (El Servei de Biblioteques del Front la col·lecció conservada a la Biblioteca Pública de Tarragona Cristina Barbé Aragonès).

En el Hospital Militar de Sariñena se instaló una biblioteca por parte de la Generalitat de Cataluña, que estableció, de acuerdo con la Dirección Sanitaria de «Sanidad de Guerra» del departamento de Defensa, seis bibliotecas en Hospitales de Sangre del frente aragonés: Barbastro, Monzón, Sariñena, Fraga, Caspe y Alcañiz; «con un depósito de mil volúmenes en cada hospital». También se establecieron bibliotecas en zonas avanzadas del frente, en Alcubierre, Bujaraloz, Grañén y Monegrillo (Servicio de Bibliotecas del Frente. Revista Nova Iberia).

También existió un reparto de libros en el frente y a los hospitales, recogido en La Vanguardia, del 19 de agosto de 1936, como la distribución de libros a través de la Oficina de reparto mensual de libros. Por encargo del Comité Central de Milicias, Servicios Sanitarios, regentado por Javier Escoda, se efectuaron las siguientes remesas: “Hospital General de Cataluña, 130 obras; Hospital de Sangre de Tardienta, 20; ídem ídem de Bujaraloz, 20; ídem ídem de Sástago, 20; ídem ídem de Sariñena, 20; Clínica La Alianza, 120; Clínica de Barbastro, 15; Hospital Clínico, 118; Clínica Psiquiátrica, 30. Total, 493. Se espera recibir nuevas donaciones de libros destinados a los citados hospitales de sangre y casas de convalecencia”.

La Oficina de Reparto mensual de Libros que regenta nuestro amigo Xavier Escola, lleva hechos los siguientes envíos:

 Hospital General de Cataluña, 130 obras; Hospital de Sangre de Tardienta, 20; Hospital de Sangre de Bujaraloz, 20; Hospital de Sangre de Sastago, 20; Hospital de Sangre de Sariñena, 20; Clínica “L´Aliança”, 20; Clínica de Barbastro, 15; Hospital Cínico, 118; Cínica Psiquiátrica, 30; Total 493 obras.

Se espera nuevos e importantes donativos de libros de editores y particulares.   

   Treball: Diari dels Treballadors de la Ciutat i del Camp: Any I Número 24 – 1936 agosto 18.

Libros para el frente y los Hospitales: La Agrupació d’Escriptors Catalaus, U.G.T., continúa activando la recogida y remesa de libros para el frente, hospitales de sangre y centros antifascistas, con la colaboración del Comité Sanitario, que tiene a su cuidado hace llegar los paquetes a su destino. Últimamente han sido repartidos los volúmenes siguientes: 1.200 libros a los hospitales de sangre de Angués, Siétamo, Puebla de Híjar, Bujalaroz y avanzadas del frente. 100 al hospital de sangre de Sariñena.

La Vanguardia, 22 de octubre de 1936.

El comité sanitario de guerra – Servicio de paquetes al frente

Ha regresado del frente la expedición organizadora del Servicio dirigido por el profesor Escoda. Se han montado oficinas de redistribución en Barbastro, Angües, Sariñena, Bujalaroz y Caspe, que ofrecen dar el máximo rendimiento.

La Vanguardia. 27 septiembre 1936.

John Cornford 

El escritor y poeta comunista inglés John Cornford, llegó a Leciñena junto a Franz Borkenau, historiador austriaco, el 14 de agosto, alistándose al POUM. Estuvo en el Hospital de Sariñena por una infección gastrointestinal. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, Pardo Lancina, Víctor).

Crónica F.V. Jaquetot

Y aunque, en la paz de Sariñena, destaca, como un oasis en la chillante de la actividad bélica, la quietud permanente del Hospital de Sangre. Quietud y silencio que contrasta con la actividad, también permanente, de aquellos que abnegadamente han puesto todo su esfuerzo en defensa de los hombres que han caído al frente de batalla en plena lucha contra los asesinos del pueblo, puestos al servicio del fascismo internacional.

F.V. Jaquetot.

Mirador: setmanari de literatura, art i política: Any IX Número 407 – 1937 febrero 12.

Sanitarios prisioneros, de guerra

Sariñena, 17. Ayer, fueron hechos prisioneros once soldados de Sanidad de Guerra. Estaban en un corral de ganado situado en un monte a pocos kilómetros del pueblo de Tozos y muy cerca de Sariñena. Un destacamento leal se internó en campo enemigo y rodeó el corral, deteniendo a los once sanitarios, a un pastor y a un hijo de éste de once años. Los sanitarios estaban armados de fusiles y bombas de mano. Han hecho al mando interesantes manifestaciones.

La vanguardia, domingo 18 de abril de 1937.

Problemas con el Hospital

En el acta del Consejo Municipal, del 2 de febrero de 1938, se acordó pasar un comunicado al Cuartel General por si estimaban por conveniente dar las oportunas órdenes «Para evitar que arrojen a las proximidades de la vía pública gasas y algodones usados del Hospital Militar de esta plaza, se envíe un comunicado para evitar el peligro que pueda correr la población civil si se repiten estos hechos.” (Actas Consejo Municipal de Sariñena).

Caída del frente

«Antes de la caída del frente aragonés, el XI Cuerpo del Ejército presentaba un hospital base ubicado en la población de Sariñena, dos equipos quirúrgicos, situados en Grañén y el cruce de Gelsa, así como una clínica médica en Peñalba”. (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc).

Con la inminente caída del frente de Aragón, el 22 de marzo, «Los enfermos del hospital base de Sariñena son evacuados y trasladados a los hospitales de Manresa y Lleida» (La organización sanitaria del XI Cuerpo del Ejército Republicano (1937-1939) Closa Salinas, Francesc). Sariñena fue bombardeada el 25 de marzo de 1938 por la aviación alemana Condor y  ocupada el 26 de marzo de 1938.

De Hospital a Auxilio Social

Al finalizar la guerra, en la casa Penén Paraled se instaló la casa del “Auxilio Social” y la sede de Falange. Años más tarde, la adquirió la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Aragón y Rioja, además ha albergado la biblioteca municipal, el sindicato de riegos, un comercio y un bar, actualmente es de titularidad privada. La enorme casa Penén-Paraled data del siglo XVIII, consta de tres plantas con una fachada clasicista de cuidada composición (SIPCA), junto a la iglesia parroquial constituye una seña de identidad patrimonial de Sariñena en el centro de la villa monegrina.

A la memoria de aquellos/as médicos/as, enfermeros/as y sanitarios/as, verdaderos héroes y heroínas de todas las malditas guerras.

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