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Grañén, apuntes de guerra


La localidad monegrina fue punto neurálgico del Frente de Aragón y en el Frente de Los Monegros, por ser un importante nudo de conexiones a través de la vía ferrocarril que conectaba directamente con Barcelona y al estar cerca del Frente de Huesca, Tardienta y Alcubierre. Albergó tropas, el cuartel general de la Columna de los Aguiluchos y se instaló un hospital de campaña inglés.

Septiembre de 1936. Población local y voluntario de las Brigadas Internacionales con niño al hombro. Foto de Alec Wainman.

Como en muchos pueblos de Los Monegros, la construcción del canal de Monegros y la venida de obreros de diferentes lugares supuso una revolución de ideales en la zona, mucho más marcada en localidades como Grañén por su conexión con la vía ferroviaria entre Madrid y Barcelona. Estas circunstancias rompían con el modelo tradicional caciquil del Aragón rural. Por ello, no es de extrañar el informe de Falange para la Causa General de Grañén: “La villa de Grañén, era en 1936 como un terreno perfectamente abonado y preparado para recibir la semilla del comunismo, causado de lo siguiente: 1º La antigua propaganda liberal, prometiendo al pueblo bajo el reparto de las enormes fincas que aquí poseen el Exscimo Sr. Duque de Luna y Don Vicente Susín Tello. 2º Las últimas propagandas izquierdistas que ahondaron todavía en más promesas. 3º La convivencia de muchos trabajadores de Grañén, con gentes extrañas, en los trabajos de Grandes Riegos del Alto Aragón, cercano a esta villa.”

Los primeros días

Con la sublevación militar, el alcalde de Grañén Santiago Lanuza Ferrer recibió la orden, del gobernador militar de Huesca, de declarar el estado de guerra. Lanuza se posicionó a favor de la república junto a sindicalistas de la CNT y la UGT y vecinos de la localidad, que tomaron posiciones en las entradas del pueblo. A los pocos días se sumaron las fuerzas de la guardia civil de la localidad, aunque al parecer ordenaron requisar las armas a los vecinos, según declaración de Carlos Luis Duerto, alfarero, de Izquierda Republicana, concejal municipal y afiliado a la CNT: “Seguidamente se fue al cuartel de la guardia civil (Se refiere al alcalde Santiago Lanuza), ignorando el declarante las órdenes que les dio, pero si sabe que al poco más tarde dicha fuerza de la guardia civil salió para hacer guardias en las entradas del pueblo en unión de algunos vecinos de izquierdas. Que momentos más tarde el mencionado alcalde con el cabo, comandante del puesto de la guardia civil ordenaron la entrega inmediata de cuantas armas se encontrasen en poder de los vecinos, siendo cumplida inmediatamente esta orden rápidamente, entregando las armas en el ayuntamiento y cuartel de la guardia civil.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén, Rama separada nº 321.).

Estos sucesos también aparecen recogidos por Jesús Inglada, en la biografía del grañenense Pascual Azagra Anzano La Guardia Civil se puso al servicio del alcalde socialista, Santiago Lanuza y, junto a un grupo de vecinos tomaron posiciones en las eras del pueblo para defender la legalidad republicana.”

Francisco Logroño Muñoz, natural de Alagón, la guerra le pilló en Grañén, en la cual regentaba un establecimiento de vinos y carbones. Afiliado a la CNT, sin ostentar cargo ni responsabilidad alguna, declaró que “La Guardia Civil, mandada por un tal Latas, en unión de las personas de izquierdas se lanzaron a la calle y el comandante del puesto de la referida Guardia Civil señor Latas ordenó que se hicieran guardias en las entradas del pueblo y calles del mismo con las escopetas que anteriormente habían recogido”. Latas correspondía a Pablo Latas Buen, cabo de la Guardia Civil.

El 23 de julio de 1936, llegan a Grañén fuerzas sublevadas procedentes de Huesca, produciéndose un enfrentamiento entre ambas partes. De acuerdo con el testimonio de Carlos Luis Duerto, a la media hora del tiroteo, entre las dos facciones, la Guardia Civil de Grañén se rinde, entregándose a las fuerzas nacionales: “Que el día 23 de julio de 1936 llegaron al pueblo fuerzas nacionales que fueron recibidas a tiros por la guardia civil y paisanos que se encontraban de guardia en las entradas y después de una media hora de tiroteo la repetida guardia civil se entregó a las fuerzas militares de Huesca.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén). Jesús Inglada cita que fue un grupo de falangistas “Bien armados procedentes de la capital”.

Igualmente, estos hechos, los recoge el investigador Víctor Pardo Lancina, “Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros”: “El 23 de julio, una compañía de militares de Huesca bajo el mando del capitán Santamaría, junto a un grupo de falangistas pertrechados con ametralladoras y fuego de mortero, se presentaron en Grañén reduciendo al grupo de milicianos tras un intenso combate. Los franquistas querían fusilar en ese momento a los resistentes, pero la intervención de Manuel Lacarte Bercero, falangista oscense, resolvió la situación sin violencia; con todo veinte personas fueron detenidas, de las cuales ocho serían finalmente fusiladas en Huesca”. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Editado por Rolde de Estudios Aragoneses y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2005).

También, la Causa General de Grañén, recoge la versión de Francisco Logroño Muñoz, citando los hechos el día 25 de julio: “El día 25 de julio de 1936, al ver llegar las fuerzas nacionales, dicha guardia civil con algunos paisanos se parapetaron en las eras del pueblo habiendo un pequeño tiroteo entre estos y las referidas fuerzas nacionales, cesando a los pocos minutos y después de parlamentar ambos bandos la guardia civil con los paisanos que estaban a su lado se entregaron a las fuerzas nacionales saliendo estas horas más tarde con la guardia civil y diez y ocho prisioneros vecinos del pueblo dirigiéndose a Huesca.”

Víctor Pardo Lancina señala que los guardias civiles hubieron de responder a una investigación interna abierta en la Comandancia de Huesca “Y exponiendo disparatadas teorías y excusas, lograron salvar su responsabilidad en la acción ejecutada”: «(…) A las diecisiete horas del día diecinueve -explica el cabo Pedro Latas en el atestado instruido-, recibió del Excelentísimo señor Comandante Militar un telefonema que iba también encabezado al alcalde y era copia de un bando declarando el estado de guerra. El alcalde se presentó en el cuartel, manifestando que él mismo publicaría el bando, ya que había tenido dos conferencias telefónicas con la autoridad militar y le había ordenado recogiese las armas en el Ayuntamiento, y el que narra dice que permitió que: fuese así porque esperaba recibir órdenes para cambiar de Ayuntamiento, ya que el que ostentaba el poder no le merecía confianza y de esa forma, cooperando en unión de las autoridades locales creía podría hacer labor más eficaz». (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).

Igualmente, Víctor Pardo Lancina recoge la declaración del guardia segundo Justo Callén Ezquerra, natural de Lanaja, “Que resultó herido en el transcurso del tiroteo con las fuerzas llegadas desde Huesca el día 23, aclara en cierta medida los hechos desarrollados en Grañén”: «Sobre las once horas se presentaron en las inmediaciones del cuartel grupos de hombres numerosos (sic) diciendo: ¡Que salgan los civiles! y si no, asaltamos el cuartel, que a todo trance querían las armas. Para evitar el ser arrollados por las turbas, decidió salir con los guardias Ciprés y Rivera», hasta los extramuros del pueblo, y al llegar cerca de la ermita, vio que se ocultaban detrás de los pajares y tapias todos los revolucionarios; el declarante entonces observó a ver quién venía y creyó que era el Ejército, diciéndoles: ¡A entregarse que es fuerza del Ejército!, y sin hacerle caso los grupos que estaban más a su derecha rompieron el fuego, pero al contestar el Ejército con las ametralladoras, a los diez minutos aproximadamente todos huyeron, y durante ese tiempo como el declarante no tiraba, le amenazaron con pistolas los vecinos Alejandro Sánchez y Francisco Logroño, y para evitar el ser víctima se vio en la necesidad de hacer un disparo al aire. Que a sus compañeros Ciprés y Rivera, que estaban más a su derecha, no los vio, sin duda se vieron obligados a huir con los revolucionarios amenazados con las pis- tolas. El declarante se ocultó y al quedarse solo se presentó al jefe de las fuerzas y en unión del Ejército cooperó a la detención de los extremistas en la localidad, hasta las siete de la tarde, que evacuaron el pueblo por orden del jefe de la columna y vinieron a la capital, presentándose al jefe de la Comandancia». (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Manifestación realizada en Huesca el 22 de agosto de 1936, ante el alférez instructor Arturo Colón Monfort, para aclarar la actuación en el puesto de Grañén, compuesto por el cabo Pedro Latas Buen y los guardias segundos Justo Callén Ezquerra, Antonio Ciprés Nasarre, Emiliano Rivera Pinós y Enrique Serrate Ainoza, traídos los dos primeros a esta plaza por el jefe de una columna del Ejército y los restantes presentados en esta Comandancia en distintas fechas y sitios por donde anduvieron antes de hacer su presentación». Documento inédito. Archivo del autor).

Carlos Luis Duerto acabó ingresando en la 28 División 127 Brigada Mixta, Sección carros blindados en el frente de Huesca. Al acabar la guerra, le pilló en Extremadura, fue internado en el campo de concentración de Albatera (Alicante) y más tarde en la prisión de Huesca. 

Llegan las Columnas

A Grañén llegaron la Columna Ascaso, la Carlos Marx (UGT PSUC) y la Columna de la FAI “Los Aguiluchos” («Marcha al frente de Aragón la columna «Los Aguiluchos»». La Vanguardia. 29 de agosto de 1936. p. 3.).

“Al día siguiente llegaron al pueblo fuerzas de milicianos de paso para Lanaja. Al día siguiente llegó un tren con fuerzas militares procedentes de Lérida, las cuales ordenaron que se continuaran los trabajos.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén).

El 24 de julio la Columna Carlos Marx, también llamada Columna «Trueba-Del Barrio», partió de Barcelona con unos 2.000 efectivos hacia el frente de Aragón. La columna, organizada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), salió de Barcelona en un tren blindado dirección Grañén, convoy al que acabó sumándose el batallón de ametralladoras guarnicionado en Manresa: «El tren blindado, que ya era largo al salir de Barcelona, casi dobló en el camino. En varias estaciones se engancharon vagones repletos de milicianos voluntarios» (José Barrio. Memorias políticas y militares). Al caer la noche, el convoy alcanzó Lérida partiendo a la madrugada siguiente hacia Grañén; el objetivo inmediato era ocupar Tardienta aunque no sabían si Grañén estaba en mano de los «fascistas». A su paso por Selgua, Del Barrio se reunió con el coronel Villalba; los enlaces motorizados que enviaba para conocer la situación ya le habían advertido. La idea era establecer una línea «Floja» entre Leciñena y Tardienta pero los enfrentamientos con grupos falangistas en Lanaja obligó a desviar dos centurias a Lanaja: «Del Barrio va atacar Lanaja con dos centurias sumadas a una compañía de infantería y un grupo de Guardias Civiles» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). Sobre los sucesos de Lanaja: Las batallas de Lanaja, libro de Roberto Mateo Caballero.

Una vez en Grañén, la columna sufrió un bombardeo aéreo. Allí se encontraba un comité anarcosindicalista a las órdenes de un personaje conocido como Pancho Villa (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). José Barrio, Memorias políticas y militares, relata «El pueblo no era en realidad de nadie. Ugetistas y cenetistas por un lado o fascistas por otro patrullaban por los alrededores del pueblo, sin que llegaran a dominarlo ni unos ni otros. Nuestra llegada resolvió la situación. Los fascistas huyeron».

Milicianos en Grañén. Foto de Alec Wainman.

Las columnas cenetistas de la Columna de Ascaso, comandada por García Vivancos, y la Columna de los Aguiluchos, al mando de Juan García Oliver y el capitán José Guarner como consejero militar, llegaron hasta Grañén por vía férrea (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo), para establecerse en el Frente de Huesca, Tardienta, Sangarrén y Vicién.

La columna de los Aguiluchos salió de la Estación del Norte de Barcelona, llegando en tren a Grañén (Huesca) y luego en coches y camiones hasta Vicién, más cerca del frente. En la columna Ascaso estaba el Grupo Internacional “Eric Mühsam”, que centró su actividad en el frente de Huesca. Aunque se había pretendido que la columna de Los Aguiluchos fuese una gran unidad, finalmente partió con unos 1.500 milicianos y 200 milicianas, acabando como un refuerzo de la Ascaso. Establecieron su cuartel general en Grañén el 28 de agosto de 1936.

Ambas columnas, la Ascaso y Los Aguiluchos, participaron en la ofensiva a Huesca. Especialmente junto a la Columna Ascaso. “Las posiciones de Huesca, controladas por el PSUC se situaban a la izquierda de la columna Ascaso y a la derecha de la Columna Alas Rojas. Eran un total de 1.000 efectivos sin segunda línea ni reserva” (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).

Las milicias republicanas del POUM, Columna Arquer-Grossi, comandada por Manuel Grossi y Jordi Arquer, partió de Barcelona el 24 de julio. La columna del POUM alcanzó Alcubierre el 3 de agosto, llegando desde Sariñena tras su paso por Grañén y Robres. 

“En Sariñena está concentrada la segunda columna del POUM la cual tiene un destacamento de la primera y segunda bandera en Grañén, y otro en Alcubierre, aparte de los grupos distribuidos por las avanzadillas encargado del enlace entre los distintos puestos y destacamentos.” (La Batalla, 7 de agosto de 1936).

Lorenzo Villa fue comisario político de las fuerzas del POUM en Grañén (La Batalla, número 58, 8 de octubre de 1936).

Domingo Ascaso Abadia Adscrito a los grupos de acción del anarquismo aragonés y miembro de los Justicieros, los Solidarios o Nosotros. Hermano de los también anarquistas Francisco y Alejandro Ascaso,​ formó parte de la FAI ll Durante la Guerra Civil Española fue uno de los líderes de la Columna Ascaso, al ejercer como uno de sus delegados, junto a Gregorio Jover y Cristóbal Aldabaldetrecu; la columna batalló en el Frente de Huesca, dentro del más amplio Frente de Aragón, tomando plazas como Barbastro, Granén y Vicién. Fue asesinado durante los sucesos de mayo de 1937. (Con nombres y apellidos).  

El general Villalba visitó el frente de Grañén a mediados de septiembre de 1936 (Full oficial del dilluns de Barcelona: Número 562 – 1936, septiembre 21).

De acuerdo con la distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937, en el sector de Grañén operaban las siguientes unidades:

  • División Francisco Ascaso.
  • Centuria Pancho Villa.
  • Intendencia General.
  • Bons Kropotkine.
  • Sanidad.

Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros.

“Por otro lado, con la toma de Grañén, línea férrea y Almudevar, única carretera directa entre Huesca y Zaragoza, Ia retirada de los sublevados de la primera población sería inútil al verse acosados por las columnas de soldados y milicias leales al Gobierno de la República.”

 Ahora (Madrid). 1 de agosto de 1936.

El avance del POUM

El avance hacia la línea de fuego se ha llevado en la noche del viernes 31 de julio a la madrugada del primero de agosto. La primera y segunda bandera de las columnas del P. O. U. M. al mando militar del bizarro Biscarri, y el político del entusiasta Grossi, salió a las once de la noche de Sariñena con dirección a Grañén pueblo que está ya en la línea de fuego por separarle soló unos kilómetros de Tardienta que es nuestra posición avanzada en esta provincia y que en la misma línea que une a Zaragoza y Huesca y a su mitad de distancia de ambas posiciones constituye una grave amenaza para el enemigo que puede verse envuelto por un ataque nuestro. En las nueve unidades de transporte que llevábamos, tres de las cuales son de servicios médicos—ambulancias de Cruz Roja—los doscientos muchachos de nuestras dos banderas han llegado solo en unas horas al pueblo de Grañén.

A la cabeza de la columna se desplazaba un camión mandado por Bíscarri. Este, temerario, andaba de su asiento al lado del conductor a la capota del coche y descendía saludando a las guardias y avanzadas de las poblaciones por las que pasábamos. En una noche espléndida avanzábamos de Sariñena a la Naja, de aquí a Alcubierre, de este pueblo al de Rollas y de este último hemos llegado a las guardabarreras de la línea de ferrocarril de la estación de Grañén. Antes de las cuatro de la mañana sentábamos nuestra posición en Grañén.

Grañén está guarnecido por fuerzas —soldados y algunas clases—del batallón de cazadores de la Seo de Urgel, número 3, que con las del batallón de cazadores de Barbastro, número 40 coadyuvan brillantemente en las operaciones de nuestras columnas libertadoras. Es una villa de unos 1.500 habitantes. Presenta el mismo paisaje de las otras poblaciones que hemos ocupado, elevándose en un llano entre altozanos y huertas. A sus pies corre el río Flumen de estrecho cauce, pero abundantes aguas y los campos ofrecen pastos y frutales; la principal cosecha es el trigo. Vino se recoge poco. Abunda el ganado. La población es antigua, de pocas casas de estilo; muchas típicas con amplios corrales y hace mucho frío. ¡Estamos sólo a unos pocos kilómetros de Tardienta y en el sitio por donde creemos se realizará el avance!

La organización administrativa en este pueblo es por ahora muy buena. Constituyen el comité de la población los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.

Nuestro Comité militar radica en la Casa Cuartel de la Guardia civil. Cuando escribimos estas líneas están saliendo las fuerzas de las milicias del Partido Comunista a quienes vamos a sustituir. Hay absoluta calma, aunque esta mañana voló sobre nosotros un avión enemigo. Las señas anunciando la presencia del avión y las precauciones que se toman hace más distraída la vida aquí que en Sariñena. Nuestros camaradas de Barcelona, pueden tener la seguridad que no desmayaremos en quedar dignamente como estamos demostrando en la zona que ocupamos.

Grañén, 1 de agosto de 1936. NINFO.
La Batalla número 4. 6 de agosto de 1936.

Saqueos y destrucciones

Como en la mayoría de los pueblos, los saqueos y destrucciones, principalmente de iglesias, se llevó a cabo en Grañén. Igualmente sucedió con casas y propiedades, en este sentido, la Causa General cita “Saquearon las casas de varios derechistas que huyeron a zona nacional e impusieron el terror en esta villa.”

Francisco Logroño Muñoz testificó “Que al día siguiente (Del 25 de julio de 1936) llegaron varios coches y camiones con milicianos armados los cuales destrozaron cuanto había en las casas de las personas de derechas que habían huido saliendo a los pocos momentos y al día siguiente llegaron las fuerzas de Carlos Marx en un tren especial que al llegar a la estación fue bombardeado por la aviación nacional causando algunas bajas.”

La iglesia parroquial de Santiago y la ermita de San Julián fueron profanadas, la iglesia fue utilizada como cárcel, salvándose el retablo, aunque muchos objetos e imágenes se perdieron “Al entrar las fuerzas de Carlos Marx fueron profanadas la iglesia y ermita siendo llevadas las imágenes de dirección al río donde tenían instaladas las cocinas, ignorando lo que hicieron de los objetos de valor que en las mismas había.” (Testimonio de Francisco Logroño Muñoz). A la vez, Carlos Luis Duerto declaró “Unos días más tarde llegaron milicianos que profanaron la iglesia y ermita de San Julián, destinando las imágenes y objetos de culto para cocer el pan en el horno, propiedad de Ramón Biarge.” (Causa General de Grañén).

El escultor catalán Apeles Fenosa trató de salvar el patrimonio aragonés, según su relato “Llegamos a Grañén cuando se partían los trozos de un retablo magnífico, espléndido, para hacer leña. Trozo a trocito lo recogimos, aprovechando hasta la última astilla. Pero lo mejor, lo más valioso, ya está perdido.” (Apeles Fenosa,Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”).

Carlos Urzainqui Biel (El Reatabillo), citando a Carmen Morte, matiza “En Julio de ese año, el Departamento de Bellas Artes del Gobierno de la República ordenó desmontar el retablo y trasladar las tablas de pintura [del mismo] a Barcelona. Entre 1936 y 1939 las pinturas estuvieron depositadas en el Palacio Nacional de la ciudad condal [actual Museo nacional de arte de Cataluña], tal como atestiguaban los albaranes que llevaban las tablas pegados en el reverso».

Llegan a nuestra ciudad, procedentes de varios pueblos aragoneses, varias obras de arte

Procedentes de algunos pueblos aragoneses, recientemente redimidos por las fuerzas leales, se han recibido, en el Servicio del Patrimonio Artístico de Cataluña, unas pinturas de gran interés. El escultor Apeles Penosa las ha conducido hasta Barcelona, salvándolas así de un peligro inminente. Pronto será posible admirarlas —después de haber reconstruido y rehecho las que lo necesiten— en los Museos del pueblo. Las obras son las siguientes: Fragmentos de un retablo de la escuela de Jaime Ferrer (siglo XV), procedente de la parroquia de La Naja; retablo mayor de la iglesia de Grañén, obra aragonesa de principios del siglo XVI; fragmento de un retablo aragonés del siglo XV, de Tardienta, y una espléndida colección de mosaicos aragoneses del siglo XVI, procedentes del ya mencionado pueblo de La Naja. A los Comités de La Naja y de Grañén que han cedido a la Generalidad estas obras de arte —aportación valiosísima de la escuela aragonesa— para el Museo de Cataluña, el Consejero de Cultura les ha hecho entregar por el Servicio de Bibliotecas, dos importantes lotes de libros para los Hospitales y para los que luchan en el frente.

La Batalla, número 48. 26 de septiembre de 1936.

De acuerdo con Carlos Urzainqui, las obras regresaron a Grañén poco después de acabar la guerra “El Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, trasladará estas obras a Zaragoza en junio de 1939, una vez finalizada la guerra y poco después vuelven a Grañén. Llegando a la década de 1980 muy deterioradas, por lo que es necesaria su rehabilitación. «De acuerdo a los documentos fotográficos anteriores a 1936, en el sotobanco había más de las seis tablas [que han llegado a nuestros días] con figuras de apóstoles que hoy no se conservan. Para la profesora es muy posible que antes de la vuelta del retablo a Grañén, se acometiera una restauración de las pinturas, a la vez que se hacían de nuevo la mazonería y la imagen de Santiago que hoy se conservan en la iglesia del pueblo. La última restauración de la obra se realizó entre diciembre de 1986 y abril de 1989, restaurando las tablas de pinturas a excepción de las situadas en el guardapolvo.”

El Comité Revolucionario de Grañén

Según la declaración de Carlos Luis Duerto, el Comité Revolucionario de Grañén fue constituido por componentes de la CNT y UGT. El líder del comité se le llamaba “despectivamente” Pancho Villa, por el líder mexicano. Francisco Logroño testificó que “Funcionó un comité integrado por Mariano Pinos, como presidente, Castera y un hermano, Agapito y un hermano”.

El diario La Batalla número 4, 6 de agosto de 1936, recoge que el comité de la población estaba compuesto por los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.

Billete de veinticinco céntimos del Consejo Municipal de Grañén.

Según la Causa General, hubo muchísimos dirigentes “Algunos sin cargo en el comité, influían muchísimo en la labor de destrucción roja. Enumerados en orden a su intervención administrativa (ya que en lo ejecutivo nada podrá probarse), fueron los siguientes:”

  • Marcelo Allué. En Francia.
  • Carlos Luis. Supongo en la prisión provincial de Huesca.
  • Félix Allué. En Francia.
  • Jacobo Corvinos. En prisión provincial Huesca.
  • Lorenzo Bernal. En prisión provincial Huesca.
  • Ramón Bernal. En prisión provincial Huesca.
  • Mariano Pinós. En Francia.
  • José Orús. En Francia.
  • Martín Orús. En Francia.

“Todos los indicados, menos el 6º, fueron del comité. Pero el 6º, según referencia, influyó mucho en dicho organismo rojo y su actuación fuera del pueblo debió ser, sobre todo por Sesa, bastante mala.

Que además del referido comité funcionó en el pueblo un grupo de investigación, desconociendo los nombres de los individuos que lo formaban y si únicamente sabe que el jefe tenía una mano lesionada, ignorando si funcionó algún otro organismo oficial, así como los mencionados recibían ordenes de otros superiores.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.

Rodellar García, Saturnino aparece en la relación “Con nombre y apellidos” como integrante del Comité Revolucionario de Grañén. Nacido y/o domiciliado en Grañen (Huesca) 29 de noviembre de 1907. Detenido en Prisión Provisional del Instituto de Huesca 23 de julio de 1936. Fallecido en Huesca 23 de agosto de 1936. Fuente: Todos los nombres. Víctimas y victimarios (Huesca 1936-1945).

La Voz. Madrid, 6 de agosto de 1936.

En Grañén se realizó la incautación de fincas de los propietarios ausentes y su colectivización. La colectividad de Grañén perteneció a la comarcal de Sariñena (Boletín: periódico de la revolución del Consejo Regional de Defensa de Aragón. 19-11-1936). Significativo fue el bando que el Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas publicó en conveniencia con el Comité del Pueblo.

En los pueblos que van ocupando las columnas, dejan perfectamente organizados los servicios.   En Grañén, el Comité militar, de acuerdo con el Comité del pueblo, ha dictado un bando en el que dice que, teniendo en cuenta que la cosecha es sagrada, todos los campesinos deben realizar sus labores con toda intensidad y entusiasmo.   Se dispone también que los bienes y haciendas de los que han hecho causa común con el fascismo pasen a ser colectivos del pueblo trabajador. Las incautaciones individuales quedan prohibidas terminantemente. El Cantábrico, diario de la mañana. Año XLII Número 14435. 7 de agosto de 1936.  

Bando del Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas de acuerdo con el Comité del Pueblo

Al pueblo de Grañén Dispone:

Primero. — Que teniendo en cuenta que la cosecha es un interés sagrado del pueblo trabajador, todos los trabajadores de este pueblo deben reemprender sus labores cotidianas, con toda intensidad y entusiasmo necesarios al objeto de que el tiempo perdido en la recolección sea rápidamente recuperado.

Segundo. — Todos los bienes y haciendas de los propietarios que han hecho causa común con el fascismo pasan a ser propiedad colectiva del pueblo bajo el control y administración de las organizaciones obreras.

Tercero. – Igualmente pasan a ser propiedad del pueblo los latifundios englobados en este término municipal, quedando obligados los arrendatarios actuales a entregar los terrajes (1) «al 8 y en garba» al Comité del Pueblo.

Cuarto. — En atención a los anteriores artículos queda terminantemente prohibida toda incautación individual de ninguna clase de bienes.

Quinto. — Teniendo en cuenta la misión liberadora de las Milicias Antifascistas, el pueblo dará a estas el máximo de facilidades para proseguir su lucha contra los fascistas.

Sexto. — Por el presente bando queda creada la policía popular de Grañén, que controlada por el Comité del Pueblo velará por el cumplimiento de las presentes disposiciones y salvaguardará los intereses y la justicia populares persiguiendo y castigando severamente todo acto de bandidaje y toda acción contra el orden establecido.

Séptimo. — Las dificultades o incomprensiones que se produzcan en la aplicación de las disposiciones anteriores serán solucionadas por el Comité Pueblo de acuerdo con el Comité Militar.

Artículo adicional. — Todas las maquinas agrícolas (Equipos de trilla) pasan a ser propiedad del comité del pueblo.

Dictado en Grañén, a 31 de julio de 1936.

La Batalla, 7 de agosto de 1936.

“Vilallonga. Esta localidad hace esfuerzos para contribuir en la lucha contra los fascistas. A tal efecto el día 14, transportamos con el camión de nuestra colectividad, unos dos mil quinientos kilogramos entre comestibles, vino, almendras, etc. Todo ello iba destinado a Grañén, donde se encuentra un destacamento de compañeros del POUM, que pertenece a la segunda columna de nuestro glorioso partido.”

La Batalla, número 18, 22 de agosto de 1936.

Nuevo Aragón. 9 de abril de1937.

Una idea del ambiente colectivizado de Grañén lo aporta un informe de la British Medical Unit (BMU): “Todas las tiendas, la industria y la agricultura del pueblo ahora están colectivizadas. Las industrias de la aldea parecen funcionar con poca eficacia a pesar del alto precio que tienen que pagar por los suministros militares. Incluso el riego está controlado por el comité local.” (Warwick Digital Collections).

Pancho Villa

El líder revolucionario mexicano dio sobrenombre al líder del Comité de Grañén. Aparece citado por José Del Barrio, mando de la Carlos Marx, en sus memorias. Del Barrio relata, como una vez asegurada la posición de Grañén «Empezó a reinar un anarcosindicalista que se hacía llamar Pancho Villa y que había constituido un comité que pretendía ejercer toda clase de poderes, el tren continuó hasta Tardienta».

Foto Pancho Villa. Alec Wainman. 01-07-1937.

También aparece en un informe presentado por una comisión de la Cruz Roja local de Barcelona, por parte de Estrany y Ràfales, el 21 de mayo de 1937, cuando viajaron hasta Grañén para tratar la falta del pago de salarios al personal al servicio de la Cruz Roja. En dicho informe se cita a Pancho Villa, como jefe del Sector y de nombre Damians: “Día 21 de mayo: Viaje a Grañén, con el objeto de hablar con el compañero Damians, Pancho Villa (Jefe de aquel sector). Tampoco lo encontramos”.

Aunque en el frente hubo otros “Panchos Villas”. Manuel Gutiérrez, diario de un miliciano, realiza la descripción de un individuo que se hacía llamar “Pancho Villa”: “Mi división, Carlos Marx, en Robres tiene un polvorín lleno de armas y municiones modernas y en cambio nuestros fusiles parecen escobas y las municiones que vienen de Cataluña, y que son cápsulas recargadas, el 75% son malas. Cuando menciono al “Mando” me refiero al de la División Carlos Marx, que está lleno de fascistas emboscados. Un ejemplo de lo que digo es un individuo muy popular, que se hace llamar “Pancho Villa”, alto como un San Pau y con pose de perdonavidas, cara de fanfarrón y tipo de matón, que dicen que es muy valiente, que va de permiso a Barcelona cargado de galones y correas con municiones y fusil-ametrallador; era guardia de asalto y me cuenta el compañero Cabrera que en cierta ocasión, en la carretera de Tardienta a la ermita, estaba Pancho Villa hablando con dos chicos y otros guardias y decía a los primero ¿Recordáis aquel día que vino a vuestro pueblo una camioneta de guardias y apaleó a los trabajadores? Pues yo estaba entre ellos y recuerdo haberos apaleado a vosotros. – Y reía con cinismo mientras los dos chicos sonreían para disimular el odio que reflejaban sus ojos. Este desgraciado es el ayudante del comandante de nuestro Batallón. Poca confianza me inspiran estos autómatas al servicio del capitalismo, antes dedicados a perseguir al trabajador y que hoy luchan a nuestro lado porque no pueden luchar al servicio del fascismo, al cual servirían mejor y la mayoría son tan fascistas como los que tenemos delante de las trincheras.” 

En la División Ascaso existió una centuria llamada Pancho Villa (Solidaridad Obrera 21 de enero de 1937).

Boletín oficial de la Brigada no.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona.

Asesinatos

“Sabe que fueron asesinadas seis personas del pueblo, pero que ignora quien les detuvo y asesinó.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.

Según la Causa General, las personas asesinadas en Grañén fueron las siguientes:

  • Dionisio Laspuña Esteban (18 septiembre de 1936). Comerciante de 62 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Manuel Allué Sanz (18 septiembre de 1936). Comerciante de 72 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Pascual Peña Biela (18 septiembre de 1936). Propietario de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
  • Mariano Cajal Lavilla (18 septiembre de 1936). Industrial de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.

Los cuatro fueron detenidos el 15 de septiembre por un grupo de desconocidos, permaneciendo en la iglesia que fue utilizada como cárcel. El día 17 fueron trasladados en un camión a Vicien donde fueron asesinados por milicianos del POUM. 

  • Francisco Borrega. Párroco retirado. Su cadáver se encontró en Alcubierre. En el mes de agosto de 1936 fue detenido por milicianos, subido a un camión y llevado al pueblo de Alcubierre donde fue asesinado en el cementerio.

José Campos Vivas. Cura. Cementerio de Grañén. Los primeros días permaneció oculto, de acuerdo con miembros del comité. “Pasados algunos días y habiéndole facilitado ropa de paisano lo colocaron en la cooperativa. Denunciado por un vecino, un grupo de milicianos. Uno de ellos le colocó una carta en el bolsillo, diciéndole seguidamente si tenía valor para asesinar a dos jóvenes de Almuniente”. Lo subieron al camión con los dos jóvenes y los llevaron al cementerio, el miliciano le quitó la carta y le acusó de ser espía de los nacionales, seguidamente los mataron a los tres. Víctor Pardo Lancina señala que fue asesinado el 18 de septiembre de 1936, citando como autores a integrantes de la columna Carlos Marx. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).

“Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: Varios vecinos de Grañén fueron asesinados por los republicanos en el cementerio del pueblo y reposan allí, generalmente en sepulturas individuales a las que fueron trasladados una vez llegada la paz. Cuatro de ellos fueron Mariano Cajal Lavilla, Dionisio Lapeña Esteban, Manuel Allué Sanz y Pascual Peña Biela. Murieron el 18 de septiembre de 1936. Otros como Petra Charlez Laguna fueron muertos en otros lugares y sus cuerpos recuperados al término de la guerra. También murió el ecónomo de la parroquia José Campos Vivas. En cambio, el cura párroco, tendría más suerte y lograría salvar la vida.” (SIPCA).

Además, en la Causa General aparece recogido el asesinato de Bernardo Costell Medina: “Declaración del testigo Francisco Costell Medina. En Barcelona a 3 de septiembre de mil novecientos cuarenta y dos. Ante el Sr. fiscal, delegado para la instrucción de la Causa General de Barcelona compareció el testigo anotado al margen, de treinta y siete años de edad, de estado soltero, natural de Valencia, de profesión Militar, que no ha sido procesado, con domicilio en Avenida de José Antonio, 439, 1e 18 y después de prestar juramento de decir verdad y enterado de las penas por falso testimonio fue interrogado y dice: Que su hermano D. Bernardo Costell Medina, de profesión Capitán Infantería, afiliado a ningún, de 37 años de edad, con domicilio en Rocafort, 96, pral. 1, fue detenido por el Jefe de la 32 División roja, donde se hallaba prestando servicios en concepto de forzoso en los alrededores de Grañén (Huesca) el mes de marzo de 1938 siendo fusilado en el mismo punto, por sus manifestaciones derrotistas y por sus antecedentes derechistas. Su cadáver no ha sido hallado. Personas sospechosas de participación en el crimen Manuel Gancedo, Capitán de Infantería, que fue quien ordenó el fusilamiento, domo Jefe de la División; que los asesinos materiales, según averiguaciones hechas por el declarante fueron: los oficiales rojos de aquel Estado Mayor, Ángel Gracia García, antiguo Guardia Civil del 198 Tercio; Ramón Jaumé Sastre, que al parecer vivía en la calle Ramalleras de esta Capital y Juan Abadía, técnico industrial, los tres comunistas, ignorando el declarante su actual paradero. El piso del declarante fue saqueado, valorando lo desaparecido en 15.000 pesetas. El hecho no denunciado a la policía, pero la Autoridad Militar ha de tener conocimiento del asesinato. Su defunción si ha sido inscrita en el Registro Civil. El, etc. Ratificase, previa lectura y firma con S.S. Doy fé. L. Mazo Francisco Coutell Medina Ramón Grau.”

También, en la Causa General de Grañén, aparecen diligencias sobre el vecino de Lanaja Andrés Abadías Abadías asesinado en el término de Grañén y de Tardienta Antonio y Marcelina Gracia Yebra. Lo recoge también Víctor Pardo Lancina, “Fueron muertos por elementos marxistas” (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina). Igualmente, Pardo Lancina cita a los vecinos de Almuniente Agustín Tornes Rivas, panadero de 25 años y Ramón Orús Berroy, labrador de 16 años, quienes fueron detenidos el 23 de agosto de 1936 “Por miembros del comité de Almuniente y trasladaos a Grañén el día 27, siendo fusilados en las tapias del cementerio de esta localidad por personas desconocidas”.

El hospital ingles de Grañén

En Grañén se instaló un hospital de campaña siendo el primero de los levantados en España por el Spanish Medical Aid Committee (SMAC). “El hospital de Grañén había sido puesto en marcha en septiembre de 1936 por la primera Unidad Británica de Auxilio Médico que llegó a España” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital se ubicó en una casa de labor, que tuvieron que limpiar de escombros y estiércol, incluso sufrieron una inundación “Albergó dos quirófanos, dos salas post-quirúrgicas, una sala general con treinta camas para las gentes del lugar y los enfermos que estuvieran de paso y, en el desván del piso superior, alojamiento para el personal médico” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital aparece citado en un poema de Tom Wintringham: «Granien – British Medical Unit».

El hospital sirvió en Grañén y a las unidades que operaban en la zona del frente. Un informe de la unidad cita como en el incidente de Leciñena “Proporcionamos todo el servicio médico”, probablemente refiriéndose a la toma de Leciñena por parte de los nacionales el 12 de octubre de 1936. Igualmente, un informe de la British Medical Unit (BMU), da cuenta de la actividad: “Haber tratado ahora a más de 1.650 casos y el total de la última semana tiene unas diez diarias en comparación con un promedio de 36 para la semana anterior y la mayor cantidad de entradas diarios de 54. Hemos instalado 18 camas más, suministradas por Del Barrio, completas con nosotros y la indumentaria necesaria.” (Warwick Digital Collections). El hospital funcionó entre septiembre de 1936 y octubre de 1937.

Para instalar el primer hospital británico del frente de Aragón les asignaron una granja escuela en Grañen: “Para empezar, el corral estaba ocupado por un montón de estiércol de dos metros de alto”, relata Alec en sus memorias. Al líder anarquista local Pancho Villa le propusieron la retirada del estiércol “Se mostró sorprendido y comentó que siempre había estado allí”.  

“Habiendo disminuido la actividad en el frente, la atención se dirige nuevamente a despejar el gran patio. Ahora está casi libre de estiércol, y gracias a la energía de los trabajadores que han estado haciendo el trabajo a las 7 a. m. cada mañana: también tenemos dos caballos y una carreta en el trabajo las 7 horas del día. Me gustaría señalar que esto no es trabajo forzoso, ni es difícil conseguir voluntarios. El patio que vamos a vaciar y nivelar y las dependencias se van a utilizar como garajes y talleres.” (Informe de la British Medical Unit (BMU)).

La unidad la componían el Dr. Kenneth Sinclair Loutit, Rosita Davson, Mary Slater, Derry Atkinson, Margot Miller, Emmanuel Julius (Conductor de ambulancia) y cirujanos catalanes. Emmanuel Julius abandonó el BMU y se unió a los milicianos en el frente de Alcubierre, donde encontró la muerte.

La historia del hospital queda recogida en el libro “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina; la historia de una enfermera australiana que estuvo en el hospital de Grañén. Judith Keene relata que. cuando Agnes llegó al hospital, el 12 de enero de 1937, “Había cinco enfermeras inglesas, tres médicos españoles, unos cuantos practicantes, cuatro conductores de ambulancias, un par de cocineras y cuatro guardias que hacían las veces de camilleros, además de varias chicas del pueblo limpiaban y echaban una mano en las tareas de enfermería”.

También pasó el británico Alec Wainman, lingüista, fotógrafo y pacifista. Fue voluntario en la guerra de España como intérprete del bando republicano. “Se alistó como conductor de ambulancias para British Medical Unit (BMU) y el 7 de septiembre de 1936 partió desde Barcelona a Grañén. En 1975, Wainman envió su colección fotográfica y su dietario a un editor de Londres para publicarlos. Sin embargo, el editor quebró y no llegó a publicar el material enviado, que al final se dio por perdido. Fue su hijo John Alexander Wainman (seudónimo Serge Alternés), quien, después de una intensa investigación, en 2013 recuperó la colección de fotos y el diario de su padre y publicó una selección en el libro Almas vivas Sufriendo de hepatitis, regresó a Gran Bretaña en 1938. Al final de la guerra ayudó a sacar a refugiados españoles de los campos de concentración franceses y a traerlos a Inglaterra.” (Almas vivas: La Guerra Civil Española en imágenes).

Alec resaltó la falta de comida y «el aceite rancio», incluso una vez trataron que les hirviesen unas mazorcas de maíz, pero no tuvieron éxito, «Gracias a los paquetes de comida que mandaban desde casa sorteábamos el hambre». En el hospital, los primeros atendidos fueron enfermos en vez de heridos “La gonorrea era el principal enemigo”. Además, el interesante relato de Alec narra combates en la sierra de Alcubierre, la presencia de Brigadistas Internacionales de la Columna Thaelmann en Tardienta y su toma de la ermita de santa Quiteria, un bombardeo sobre Tardienta y un combate aéreo sobre Grañén.

Archibald Cochrane, médico británico fue voluntario durante un año en la Guerra Civil española y sirvió en una ambulancia destinado en Grañén (Huesca). “Él inspiró la “medicina basada en la evidencia”, paradigma actualmente de la educación científica en las escuelas de medicina del mundo desarrollado.” (El abrazo terapéutico, El abrazo terapéutico, algo que no tuvieron las víctimas de covid-19 (theconversation.com)

En el hospital ejerció el médico Dr. Aquilo, quien, según un informe del hospital, se subraya La aurora, de la que vive el hospital, la hace el Dr. Aquilo”. Igualmente se cita al El Dr. Sollenberger, “No debe ser considerado demasiado en serio como médico”, y el Dr. Saxton.

El Dr. Aquilo ha demostrado además de ser un buen cirujano, un miembro más leal de la Unidad. Me imagino que no se quedaría con nosotros durante la duración de nuestra estancia aquí, aunque, por supuesto, no es del todo dueño de sí mismo. Tiene una gran estima por la enfermería británica y me gustaría señalar que son los enfermeros, probablemente más que cualquier otra parte de la estrella médica, los que contribuyen al buen nombre de nuestro hospital. Los pacientes están especialmente agradecidos con las enfermeras de noche, que tienen un estándar de trabajo hasta ahora bastante desconocido en España. (Informe de la British Medical Unit).

El Dr. Sollenberger ha demostrado ser más vago que tonto y entiendo que tiene entre manos el asunto de su retirada, lo que probablemente no defraudará a nadie. Su idiosincrasia de maneras, por lo que se le puede reprochar groseramente, se acentúa, y su capacidad para el razonamiento non sequitur, que a todos se notaba en Londres, se ha incrementado. Sus cualidades sociales no han llevado muy bien y su incompetencia profesional es a veces peligrosa. Me temo que un día, a menos que tengamos cuidado, pueda hacer algo que perjudique la reputación del hospital en algún aspecto vital. (Informe de la British Medical Unit).

Pepita Laguarda Batet (Barcelona, 1919- Grañén, 1936) fue una militante anarquista española. Incorporada a las filas libertarias en 1936, sin haber cumplido la mayoría de edad, falleció en Huesca a los diecisiete años, luchando contra las fuerzas sublevadas que controlaban la ciudad. Pepita Laguarda vivía en Hospitalet (Barcelona), y se incorporó a las filas anarquistas contra la opinión de su familia. Así pues, debió escapar de su casa para poder tomar las armas. Se unió a la Columna Ascaso y partió hacia el frente de Aragón. Las crónicas de la época la describen como una persona entusiasta y valiente, que en todo momento supo mantener la entereza y presencia de ánimo, incluso en su lecho de muerte. Al momento de ser herida, a las 5:00 de la mañana del 1 de septiembre, Pepita Laguarda hacía ya varias horas que participaba en el combate. Al retirarla herida, el fuego de los sublevados se cebó en el puesto de la Cruz Roja. La miliciana fue trasladada primero al hospital de Vicién, donde se le aplicaron las primeras curas, y posteriormente al Hospital de sangre de Grañén, donde falleció a las 9:30.1​ Su compañero sentimental, Juan López Carvajal, quien se había alistado como voluntario acompañándola, fue quien escribió la carta notificando el deceso a la prensa. (Wikipedia).

División 28, Francisco Ascaso. «Por las necesidades del servicio, es conveniente reclames a la Unidad de que dependas una ambulancia más, para las evacuaciones del trayecto Vicién-Grañén. Vicién, 13 de junio de 1937.

Boletín oficial de la Brigada nº.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona 01-07-1937.

Ahora. Madrid, 10 de noviembre de 1936.

El transporte sanitario fue complicado en los primeros días. Un informe del administrador del transporte, Frank Farr, fechado el 15 de noviembre de 1936, advierte que el transporte no se realiza en ambulancias, si no en vehículos semipesados de peso medio (2 toneladas), de marca Renault. La principal dificultad es la altura de los camiones “Ya que la litera superior está bastante fuera del alcance del español medio”, además de diversos problemas mecánicos, estaban las vibraciones, que incomodaban al paciente, y las capuchas permeables a lluvia y viento. El informe destaca que el servicio de transporte que encontró estaba en malas condiciones, incluso algunos medios habían sido enviados a Sariñena para su reparación.

“Suplemento. El personal de transporte de Granen expresó animosamente la opinión de que se necesita un motor ligero y potente (no una ambulancia) para el trabajo. Y, también por unanimidad, que el mejor motor para esta obra sería una furgoneta Bedford (toda la carrocería de acero, puertas traseras dobles). Estoy de acuerdo y sugiero que se solicite al Comité de Londres que compre dicho vehículo de inmediato y, si es posible, haga arreglos para la entrega por parte de un agente de Continental lo antes posible.” (Frank Farr. K.W.C.S.L.)

El 16 de noviembre de 1936, una carta del Hospital Británico de Grañen a la “The Spanish Medical and Committee (24 noviembre Oxford Street, London, .1), señala “Cuando la Unidad original vino a España para ofrecer asistencia médica a los trabajadores españoles, se compraron tres vehículos para servir como Ambulancias, de estos solo uno estaba equipado con pasarelas y soportes de estrategia, los otros dos eran camiones de dos toneladas.” La carta se queja de la llegada de dos ambulancias viejas de 13 y 8 años, siendo el “Hazmerreír de la Unidad por su anticuado diseño y total inutilidad”.

El informe continúa:  

“Luego se formó una segunda unidad en Londres y Farr, que debería haber estado al tanto de las condiciones aquí, y estaba al tanto de los camiones Renault inútiles, y responsable de la compra de transporte adicional. En lugar de obtener dos, o incluso una ambulancia equipada, volvió a comprar camiones Renault de dos toneladas y una camioneta ligera, tres de los cuales estaban equipados con camillas suspendidas. Los camiones están al lado sin usar y el descuido que le han hecho a las Autoridades aquí es cargarlos para creer que somos mantenidos por personas incompetentes e irresponsables que no entienden la situación. Tenemos miedo de que nosotros mismos estemos dispuestos a violar la moción del Comité de la misma manera que los informes de los conductores y técnicos fueron ignorados. Supongo que a través de Clark.

Cuando Clarke estuvo aquí, discutió la cuestión del transporte con Poole y pidió sugerencias sobre cómo obtener los vehículos apropiados, y este camarada le sugirió que se compraran en París o Marsella y se equiparan con un vehículo. carrocería similar a las ambulancias que están siendo utilizadas exclusivamente por el Gobierno español. Aparentemente, este consejo, si se le dio al Comité, también fue ignorado.

Con referencia a los nuevos vehículos, las unidades de camilla se montan en el piso de la carrocería del vehículo que está a cinco pies del suelo y esto hace que sea casi imposible físicamente levantar a un paciente gravemente herido hasta la pista superior, y al menos significa considerable incomodidad que se le causa al paciente. En segundo lugar, tienen resortes para una carga de dos toneladas y, como nunca se les exige que soporten este peso, los resortes siguen siendo inadecuados.

Este Hospital tiene la reputación de ser el más eficiente en el Frente de Aragón en cuanto a su transporte, y debería ser evidente, al menos para aquellos de ustedes que están en la profesión médica, que gran parte del buen trabajo realizado por nuestros cirujanos y médicos es deshecho por el transporte. Además, también está la dificultad de conseguir repuestos para Renaults en España.”

La carta, firmada por Charles Hunt, concluye en la necesidad de comprar dos ambulancias para el servicio. Un tercer informe, de noviembre de 1936, analiza diferentes aspectos, entre ellos el tema del combustible para la unidad:

Gasolina y aceite

En las condiciones actuales, el conductor de servicio debe recoger la gasolina de manera regular para el día tanto de Torres como de Tardienta, tomándose dos valores y cobrando el máximo de gasolina. De regreso a Grañén la gasolina no: consumida por la ambulancia consumiendo algo, debe colocarse en el B.H. U. y firmado por C. Bing. Las funciones de servicio de ambulancia con combustible serán negocio de C. Bing. Por lo tanto, será necesario un control constante del consumo y la entrega de combustible.

Ambulancia de Austin

Se decidió que este vehículo debía ser desmontado, la carrocería será usada para almacén y el chasis y el motor serán equipadas con una carrocería plana.

Otros puntos de la discusión en la reunión de transporte sobre nuevo equipo

1. Todos los miembros entendieron que el nuevo equipo era necesariamente notorio. Por diversas razones, el transporte actual quedó obsoleto.

2. Con el fin de equiparnos con nuevo transporte, debemos tener en cuenta que las empresas a las que deseamos comprar estos vehículos mantienen un estándar de producción y ventas que hace que sea imposible para nosotros obtener una entrega inmediata cuando lo solicitemos.

5. El tiempo que sugerimos estaría en la región de aproximadamente

2 a 3 meses. En ese momento, los vehículos estarían en servicio en Grañén.

4. Las negociaciones en Londres llevarían tiempo. Completados en las condiciones antes determinadas, el representante de la Unidad se dirige a Francia para comprar estos vehículos y hacer que se les instale la carrocería de especificación.

Firmado: Chales Hunt.

Un cuarto informe habal sobre las negociaciones en París con Renault Motors “Fue muy desafortunado para nosotros aquí en España”, además apunta “Ahora estamos colocados con un segundo complemento de vehículos con un costo aproximado de 800 libras que en un período de tres meses en estas condiciones estará prácticamente obsoleto”.

Nuevo equipamiento

Costo aproximado 1000 libras

2 chasis completos General Motors o Ford 30-cwt.

Especificación, cuerpo de ambulancia, resorte independiente, motor de calentamiento interno. Especificación, disposición y equipamiento de Ford España a ser adquiridos de Ford, Barcelona.

Equipo antiguo

Cualquier equipo que sea bueno para ser utilizado de la mejor manera y el resto donado a la columna Del Barrio para Transporte general.

Comité de Londres

Para ser informado a través de lotería de Transporte y personalmente por el camarada Poole.

Enmiendas a este efecto propuestas por Hunt y secundadas por Poole y aprobadas por unanimidad. Con permiso de la Administración Poole para viajar a Londres y negociar con el Comité en la menor oportunidad posible.

 Firmado por Charles Hunt, Charles Bing y Charles Horling.

La petición es una constante, la necesidad de equipamientos para el hospital y su labor se va sucediendo en los diversos informes. Este es el caso es la necesidad de adquirir para el hospital un aparato de rayos X, en el mismo se recuerda que el voltaje es de “125 AC”.

Social y doméstico

“Como había muy poca actividad militar en el Frente, la mayor parte de las energías de la Unidad se han dirigido a construir casas alrededor del patio para usarlas, no como almacenes. El trabajo adicional se realiza al nivelar y drenar. La comida durante este tiempo ha sido mucho peor. El café estaba cerrado, había muy poca comida y el espíritu de la Unidad sólo se mantenía con la expectativa del convoy que finalmente llegó el 9 de noviembre. Se descargó la noche de llegada y al día siguiente se hizo el trabajo en los camiones, se revisaron exhaustivamente los viejos y se envió a Sariñena, mientras que los nuevos se sometieron a ajustes de rutina. La tonelada y dos tercios de alimentos no llegaron al convoy y se decía que seguían en Port Bou, pero la Unidad se benefició de inmediato de lo que almacena con las ambulancias.

La Biblioteca Ponquin que se envió ha sido muy apreciada por la Unidad y también algunos miembros individuales se sintieron muy complacidos de recibir algunos proyectos privados. También sugiero que se haga un esfuerzo especial para asegurar la entrega en o alrededor del año nuevo de paquetes y comida privados. El Comité bien podría hacer algunas propuestas individuales de cigarrillos y tabaco ingleses, junto con cualquier otra cosa que se les ocurra. Hacer un punto especial de Christine podría ser eso, menos en vista de la opinión en la España actual.”

Del Barrio y la relación del hospital con el comité local

“Haber llegado a depender cada vez más de la cortesía y simpatía de Del Barrio y su intendente. Me gustaría refrescar la memoria del Comité de disposición militar alrededor de Grañén. Los aproximadamente treinta kilómetros de línea están en manos de la División Del Barrio, que ahora es una división mixta que representa a todos los elementos. Es recomendado en conjunto por Del Barrio y Trueba, este último no se evidencia mucho. Del Barrio es ex-comandante general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, el cual está afiliado a través de su organización central a la I.F.T.U. Es un hombre de carácter personal agradable, habla francés y ha hecho todo lo posible en muchas ocasiones para ayudar al Hospital. Es verdad que existe un sentimiento de cordialidad personal entre él mismo, su personal y la Administración británica. Como ejemplos de su servicio nos ha conseguido tabaco en épocas de escasez, así mismo con la comida, nos suple casi el total de nuestra gasolina y ha cedido treinta camas al Hospital (lo mismo se le reclamaba infructuosamente a Sanidad desde hace más de quince días).  De hecho, ha sido la única persona en el distrito a la que siempre pudimos apelar con confianza.”

Amor por Barcelona

“Tuve que acusar a Proger de lo que era un amor enfermizo para Barcelona.”

Comité Hospitalario

“La informada anteriormente, se ha constituido el Comité Hospitalario, órgano de carácter consultivo con representante de una sección de la obra. No está funcionando bien, debido a la falta de entusiasmo de algunos miembros y el entusiasmo excesivo de otros. En nuestros asuntos domésticos, obviamente, debemos celebrar la democracia y, si bien parecería haber muy poco para que una democracia de este tipo discutiera, es sorprendente cuántos y cuán importantes son los asuntos en Grañén.”

Problemas con la comida

Hospital Británico Grañén. Aragón. Vía Barcelona. 407 Muntaner Barcelona. 15.11.36.

“Estimado Dr. Brook

Hacia el 28 de septiembre, después de un mes de comida española y su consecuente diarrea, se consideró necesario escribirle solicitando comida inglesa. Hacia fines de octubre nos llegaron rumores en Granen de que la comida estaba en París. Inmediatamente comenzamos las negociaciones y después de muchos rumores falsos recibimos información confiable de que el pedido de comida estaba en Port-Bou. Entre estos dos daten escuchamos que todos los pedidos. incluido el pedido de comida, había sido cancelado por Stephen Clark y O’Donnell. La perspectiva de otro mes de puro duro, aceite de oliva malo, agua clorada y ajo, nos llenó de desesperación e incluso los miembros más fuertes de la Unidad sufrieron lo que yo, como profano, solo puedo denominar diarreas psicológicas. Después de muchos problemas con las autoridades aduaneras de Port-Bou, la comida llegó a Barcelona. A su llegada desapareció. Archie Cochrane, que trabajaba en Barcelona en ese momento, eventualmente lo rastreó. Encontró uno en uno de los collares del edificio Sanidad. Aseguró por Sanidad que lo habían estado guardando para nosotros.

Entre la fecha 11 de noviembre y 15 noviembre la comida llegó a Granen. Estamos muy contentos de recibirlo, gracias. El excedente debido a la duplicación del pedido nos permitió distribuir algunos a los hospitales vecinos, en particular mantequilla y carne de res, de los cuales estábamos muy necesitados. Sería recomendable no enviar más prendas masculinas con la excepción de los pantalones caqui y los monos de conductor) Estos últimos deberían incluir pequeños aines para las chicas, ya que realizan tanto trabajo manual como los hombres. Sería recomendable no usar corbatas con las camisas ya que esas no se usan en Grañén.

Debemos agradecerles por el suministro de libros de Ponquin. Hay aquí, sin embargo, un número de personas interesadas en la política que quisieran una base más política para su lectura que la proporcionada por la serie Ponquin. Víctor Gollancz, Lawrence y Wishart, el Partido Laborista y el Partido Comunista editan literatura a precio de casa que sería muy apreciada por la Unidad, especialmente la literatura que trata de la situación española, ya que no tenemos un conocimiento muy amplio de ella aparte de este Frente. ¿No sería posible contratar una suscripción extranjera con dos o tres diarios y dominicales? Esto también sería muy apreciado por la unidad.

Gracias de nuevo por los suministros. Tuyo sinceramente, L. Proger. Oficial de intendencia.

PD Debido a la presión del trabajo, no puedo enviar un informe completo. Yo lo hago esto tan pronto como sea posible.”

Partido de futbol

“Hemos jugado dos partidos de fútbol con el pueblo, y los honores son hasta ahora iguales. El contacto entre ingleses y españoles continúa bien en una clase más amistosa. Se llevan a cabo grupos de discusión regulares, aproximadamente cada tres noches y la Unidad está adquiriendo un mejor conocimiento de su entorno y de los foros que actúan en él. Tener extraordinariamente poco a lo que recurrir aquí. Hay libros en inglés muy divertidos, y compré la mayoría de las cosas menos la pornografía de las librerías de Barcelona, ​​de hecho, la radio es nuestra única forma de diversión.

Partido de fútbol en Grañén. Foto de Alec Wainman. La historia a color.

Esa semana ha tenido una vida bastante equilibrada y, como diría capitán White, las cosas van bien. Uno de nuestros pacientes, un artillero francés, ha estado demostrando su gratitud al presentarnos piezas sueltas de carpintería, un segundo desea dejar su cuerpo para supervisar el drenaje del patio, un tercero nos ha encontrado una casa mucho mejor, que está demasiado cerca de Huesca para nuestro propósito.

Sin motivo particular y sin órdenes particulares, han llegado al Hospital un médico y un estudiante de medicina (de treinta y tantos años, que se cree que tiene el Dr. Aquilo). Esta inconsecuencia se enderezará en el transcurso de un libro y sólo se registra como una demostración del trabajo de algunas de las Autoridades.

La ansiedad está presente en la Unidad por la llegada de nuestro ahora tan necesario transporte que, según se informa, salió de París hace más de una semana.

Todos sufrimos un poco el frío, que, según me cuentan localmente, no está en su punto máximo. Del mismo modo, nuestros problemas alimentarios se mantienen inalterados, aunque nos choca la noticia de la llegada de aproximadamente 1 2/3 toneladas de mercancías a Port-Bou. Charles Hunt y Michel (Sargento de Escuadrón Parc Mobil, un alegre francés de 22 años) han ido a recogerlo con un camión prestado.

Andrews y Jones (ambos x R.A.M.C) tienen demostraciones de gran ayuda en métodos de perforación y transporte. Kallen ha comenzado a hablar en ruso: las mujeres se las arreglan bastante bien con los horarios flojos, pero como siempre, es el tiempo libre el que presenta el problema. El comité local de la villa, cerró el café, ¡así que nuestra única salida se ha ido! Mi propia opinión es que ellos mismos no podrán perderlo y que volverá a abrir.

K.W.C.S.L. 5.11.36.

Transporte

La avería completa de las bombas de patrulla de Renault ha requerido la transferencia de emergencia de los tanques de combustible a los techos de dos vehículos. Ya tenemos el camión grande y la licitación en condiciones. Mientras se realizaba este trabajo, fuimos asistidos en nuestro transporte por una ambulancia española. El segundo camión grande permanece totalmente fuera de servicio. A riesgo de ser tedioso, hay que señalar que las dos ambulancias largas son inadecuadas para invierno y se muestran muy mal junto a la mayoría de los vehículos españoles. El pequeño Ford todavía está siendo reparado. La Gloria, en el Unitet Service, pero propiedad de Cochrane, se está realizando una revisión gratuita en Barcelona, ​​que equivale a reconstruir. Esto lo está haciendo General Motors (Peninsular) que ha apoyado la mayoría cooperativo en varias ocasiones.

K.W.C.S.L. 5.11.36.

Privado y confidencial

Dr. Ruth Prothero.

Este médico ha abandonado nuestro servicio en circunstancias que no exigen explicación.

Al principio de la historia de la Unit, entonces solo había una limpieza en Grañén, el Dr. Prothero le presentó O ‘Donnell a Dr. Warschavski, quien fue contratado por O’Donnell e inmediatamente enviado a Grañén con el cuerpo principal de la Unidad. El Dr. Prothero y el oficial telefónico de la división formaron un bloque exigiendo un soviético para el gobierno del hospital. En vista de la composición de este Grupo, el dominio fue denegado. (Puedo mencionar que he oído que el Dr. Prothero, mientras estaba en Barcelona, ​​se acercó a los miembros jurados de la Unidad, sugiriendo que se formaría una especie de Comité privado, o fracción, para la dirección general de los asuntos de la Unidad).

Era evidente que el Dr. Warschavski intrigara por su engrandecimiento personal en España y, de hecho, por el control del Hospital. Continuamente firmaba, o intentaba firmar, letras que no le concernían y documentos finales relacionados con el negocio del Hospital. También, al enterarse de que se iba a enviar una unidad francesa, intentó convencer a los miembros de su ocupación aquí. Esto no tuvo éxito, pero podría tener consecuencias desastrosas. La carta adjunta (copia) indica la simpatía que existía entre estas dos personas, simpatía vergonzosa para la administración y dañina para la eficiencia y el prestigio de la misma.

Después de que el Dr. Warschavski fuera despedido, las actividades del Dr. Prothero debían ir más allá de los asuntos domésticos. Me extendió una carta de recomendación que le había pedido que escribiera para los Dres. Langer y Wilhelm para que incluyeran una recomendación para ella y se la enviaran a un amigo en capitanía, en lugar de un contacto médico, como yo había indicado. Es inoportuno y angustioso enumerar los incidentes que medo la presencia del Dr. Prothero intolerable a un número considerable de miembros de la unidad. Puedo citar, como ejemplos, la ocasión en que intentó obligar a examinar a una enfermera de la que sospechaba que tenía sífilis genital debido a la dureza de sus dientes, y la forma en que se negó a aceptar cierto trabajo en nuestro primer trabajo. También evitó la censura para mantener correspondencia con indeseables políticos en Barcelona.

Su conversación durante la visita de unos padres alemanes del Partido Socialista de Cataluña fue de tal carácter que tuve que pedirle que se la repitiera por escrito a esa autoridad. En la investigación subsiguiente de las declaraciones de esa parte, sus alegaciones, que no eran tan precisas en principio, resultaron ser completamente infundadas y sugirieron (lo que yo haya decidido) que debería ser removida de la Unidad. Su intento posterior de unirse a la Unidad Holandesa fue aprobado por los Socialist.

Dr. Prothero exigió su viaje a casa, pero me advirtió que no tenía la intención de salir del país. Sirvió durante un corto período de tiempo con la sanidad, pero mostrando insatisfacción, y actualmente se encuentra con ambulancias que el Dr. Warschavski le ordenó que ordenara por su cuenta.

(Firmado) K.W.C. Sinclair-Loutit. 6.11.1936.

Debe quedar constancia de que el Dra. Prothero demostró su valía ante el médico más competente y no ha habido ninguna imputación en contra de su habilidad profesional.

K.S.L.

Noticias de un hospital inglés

Heroínas de la república.

Ha muerto una miliciana de diecisiete años. En el sector de Huesca ha fallecido Pepita Laguarda, de diecisiete años, que se escapó de su domicilio en los primeros días de agosto y entró a formar parte de las milicias. El 1º de septiembre, a las cinco de la madrugada, cayó herida y ha fallecido hoy el hospital de sangre de Grañén. Febus.

Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa: Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa – Año VII Número 312 – 14 de septiembre de 1936.

Una enfermera inglesa, herida. En Pepinillos, del frente de Huesca, ha sido herida en ambas piernas, cuando auxiliaba a un alemán de la columna Thaelmann, la enfermera inglesa Margot Miller, que solía situarse siempre en las primeras líneas. Ha quedado atendida en el hospital ingles de Grañén.

La Libertad, 15 de octubre de 1936.

Han llegado a nuestra ciudad cuatro ambulancias inglesas. El Consejo de Sanidad de Guerra, comunica a todos, que han llegado en Barcelona, cuatro ambulancias inglesas del Spanish Medical Aid, para ayudarnos en la humanitaria labor de auxiliar a nuestros heridos que luchan por la Causa Noble de la Libertad. Dos de ellas serán enviadas al equipo británico destacado a Grañén y la otra, entregada al capitán Jack White. Las ambulancias vienen trayendo medicamentos y víveres.

La Batalla, número 85, 8 de noviembre de 1936.

Los sanitarios ingleses. A los doctores Gispert y Tussó, que han realizado hace poco un viaje al frente aragonés, deteniéndose especialmente en Grañén, les place informar a la opinión que se han encontrado en el mencionado pueblo, con la ambulancia inglesa enviada por el Independent Labour Party. La actuación y ayuda sanitaria que han prestado estos compañeros es extremadamente elogiable. El delegado inglés Cochrana, por medio de la interprete compañera Rosita Dawson, ha entregado a los mencionados doctores dos cajas de instrumentos de material sanitario y con entusiasmo han hablado de su humanísima misión de la causa del pueblo.

La Batalla, número 99, 25 de noviembre de 1936.

Los últimos recuerdos de España de Mr. Crossley son muy bellos. Vio la serena majestad de las nevadas sierras y la fuerza y gracia, de la catedral de Burgos. Mi último recuerdo de España fue muy distinto. Vi a las mujeres y a los niños de Leciñena, después de largas horas de exposición al frío intenso de la meseta aragonesa dando traspies y arrastrándose aterrorizados yendo a cobijarse en el hospital británico en Grañén para escapar de los moros invasores. Fueron menos afortunados que Mr Crossley. No sabían que los moros “respetan a las mujeres ajenas y juegan con sus niños”. Sólo sabían lo que los moros habían hecho en otros pueblos y por eso huyeron. Leslie Preger.

La Voz. Madrid 18 de enero de 1937.

Fin del hospital

El hospital, que primeramente había estado adscrito al Batallón Carlos Marx, pronto tuvo desavenencias con el comité local de Grañén, de ideales anarquistas, principalmente con el líder Pancho Villa. En palabras de Judith Keene, “El personal sanitario se vio forzado a dejar el hospital de Grañén a las columnas anarquistas y trasladarse a Poleñino”. Así, en marzo de 1937 deciden trasladarse a Poleñino en la casa de los vizcondes Torres-Solanot, de 1773. (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).

Fraella (Web Grañén)

La proximidad de Fraella a la población de Grañén, hizo de este pequeño lugar un objetivo escasamente codiciado por las tropas sublevadas, más preocupadas por el nudo de comunicaciones que significó Grañén y por el hecho de abastecer por ferrocarril las despensas y los polvorines del frente. En Fraella apenas cayó ninguna bomba ni se produjeron hechos de guerra hasta la caída del frente de Aragón y el avance de las tropas franquistas en dirección a Cataluña.

Por Fraella pasaron las columnas de Durruti, primero y la Carlos Marx, más tarde. Algunos efectivos de esta formación integrada por fuerzas de UGT y del PSUC recalaron en el lugar, aunque la convivencia con los vecinos fue de todo punto armónica y sin sobresaltos, incluso con algunos tenidos por simpatizantes de la derecha.

El auténtico hecho de guerra ocurrido en Fraella tuvo lugar el 23 de marzo de 1938, cuando las tropas sublevadas tomaron Grañén y prosiguieron su avance hacia el Mediterráneo. El ejército republicano quiso frenar la oleada franquista haciéndose fuerte en la sierra donde tenían previsto colocar algunas piezas de artillería, pero para ello necesitaban contener al enemigo y Fraella era un buen punto, ya que desde la localidad se domina una amplia plana que necesariamente debían atravesar las tropas. Una ametralladora se dispuso en la torre de la iglesia y otra en un punto próximo al castillo, en la conocida como «subida mala», dos enclaves estratégicos desde los que hacer fuego. Durante toda la mañana de aquella dura jornada dispararon las ametralladoras miles de cartuchos que, pese a todo, no fueron suficientes para contener el avance.

Bombardeos

Grañén fue una localidad muy castigada por la aviación durante la guerra, llegó a sufrir una veintena de bombardeos dejando maltrecho el pueblo. La población se vio obligada a vivir en constante estado de alarma “Una sirena ubicada en la torre de la iglesia avisaba a los vecinos, al tiempo que una ametralladora apostada en el mismo lugar hacía fuego contra los aparatos a baja altura. En una ocasión un avión nacional dejó caer dos bombas con tan buena suerte para el servidor de la ametralladora, que cayeron una a cada lado de la torre sin causarle daño. Los vecinos se refugiaban en bodegas particulares acondicionadas a modo de refugio o en los construidos por los miembros de la Centuria «Errico Malatesta», presentes en Grañén y reputados experto Abascal y dos mineros.” Uno de los más graves bombardeos ocurrió el 17 de junio de 1937, según explica la enfermera australiana Agnes Hodgson en su diario. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina)

La aviación facciosa ha volado sobre Grañén y ha arrojado algunas bombas que cayeron en las afueras de la población.

El día grafico: Año XXV Número 6555 – 1937 octubre 12.

Hoy siete trimotores rebeldes han bombardeado Grañén sin causar víctimas. El servicio aéreo de vigilancia de nuestros cazas evitó que los pilotos enemigos pudieran efectuar el servicio con precisión.

El Liberal, 21 de noviembre de 1937.

La caída del frente

El 13 de octubre de 1937 se dan las instrucciones y fases sobre el frente de Aragón, señalando los objetivos a la Aviación nacional y la Legionaria: “Neutralización del material, pista e instalaciones” de los aeródromos de Sariñena, Bujaraloz, Puebla de Hijar y Selgua». Una segunda fase fue atacar los “Centros militares y depósitos de material de guerra, -con la intención de conseguir los siguientes efectos- ataque a concentraciones de tropas, material, parques etc.” Entre los destinos de estos bombardeos estaban señaladas las poblaciones de Bujaraloz, Sariñena y Grañén. Igualmente figuran Bujaraloz y Sariñena como objetivos a bombardear como importantes nudos de comunicaciones. También las centrales telefónicas de Sariñena y Tardienta. (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María). Grañén fue bombardeado.

El 22 de marzo de 1938 se inicia la ofensiva nacional del Cuerpo del Ejército de Aragón, al mando del general José Moscardó Ituarte, quien rompió y avanzó imparable en el frente de Aragón. A su mando las divisiones 51, 53, 54 y 55.  El día 25, la 53 ocupó Grañén.  (Arturo Morera. La guerra del 36).

“Las fuerzas del sur de Huesca han entrado en Robres, Grañén y Alcubierre, profundizando en dirección sur hasta 10 kilómetros y penetrando ya en el corazón de la sierra de Alcubierre, en cuyas alturas a estas horas ya ondea la bendita bandera nacional. Detalle de gran importancia es el de que estas fuerzas, del 5º Cuerpo de Ejército de Aragón, ha conquistado para España en cuatro días de ofensiva victoriosa más de 1.000 kilómetros cuadrados de terreno.”

El Diario Palentino, 26 de marzo de 1938.

Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros.  


La distribución de las diferentes milicias y unidades militares, a lo largo del Frente de Los Monegros, no es una foto fija, pues fue variable a lo largo de la guerra. Su situación resulta complicada ante el número de columnas, regimientos, compañías, secciones, batallones, centurias, divisiones y brigadas mixtas. A partir de diversa documentación y biografía, se realiza, en el presente artículo, una radiografía de las distintas unidades republicanas en el frente de Los Monegros, su distribución y evolución a lo largo de la contienda.

Situación de las diversas unidades y milicias Rojas en el Frente de Aragón. Marzo de 1937.

Las Milicias

El 21 de julio de 1936, con la creación del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, se comienza a formar y organizar numerosas columnas que parten al frente aragonés. Entre finales de julio y principios de agosto, son numerosas las columnas que llegan al frente de Aragón, tomando posiciones en un Aragón dividido por la mitad de norte a sur. Dichas columnas, organizadas por partidos y sindicatos, operan autónomas y autoorganizadas. José María Maldonado Moya, en el El frente de Aragón, describe que las columnas se componían de Agrupaciones, que contenían 5 Centurias, cada Centuria estaba compuesta entre 80 – 100 hombres, estas en Secciones de unos 30 hombres y las Secciones en Decurias con 10 hombres. Las columnas avanzaron con los objetivos de tomar Huesca y Zaragoza. Por la zona de Huesca llegan hasta sus inmediaciones, tratando de cercar la ciudad, estableciendo un frente sin poder llegar a tomar la ciudad en manos nacionales. El frente se va estableciendo hacia el sur hasta Alcubierre, por Tardienta, Torralba de Aragón y Robres. Mientras, las fuerzas sublevadas de la 5ª División, al mando del general Cabanellas, junto a compañías y centurias de voluntarios de Falange, requetés y reemplazos de 1934 a 1931, se hicieron con Leciñena, tomando posiciones en Farlete y Osera, al norte del Ebro, y en Quinto y Azaila, al sur, con dos puntos avanzados en Pina y Gelsa. José María Maldonado recoge que fuerzas de la 5ª División de los sublevados ocuparon la posición defensiva de Perdiguera con 182 hombres en los primeros días de agosto de 1936. En la posición defensiva de Villamayor 260 hombres y una sección de artillería ligera.

Por la zona de Alcubierre, las milicias republicanas llegan hasta Leciñena, finales de agosto de 1936, posición que es ocupada por parte de los nacionales el 11/12 de octubre de 1936. Las tropas republicanas se retiran a las partes altas de la sierra de Alcubierre, donde queda definido el frente sobre el puerto de Alcubierre. A su vez, tras la toma de Leciñena, se produce el fracaso del Grupo Internacional de la Columna Durruti en su ataque a Perdiguera, el 16 de octubre de 1936, viéndose también obligadas las milicias a retirarse, estas a posiciones elevadas en torno a Monteoscuro. Más al sur, por el frente de Bujaraloz, las milicias anarquistas de la columna Durruti son frenadas en su avance a Zaragoza en Pina de Ebro, el 27 de julio de 1936, estableciendo su cuartel general en Bujaraloz. Finalmente, esa parte del frente se establece desde Monteoscuro, Farlete, Monegrillo, Osera, Pina de Ebro Gelsa a Velilla de Ebro. Desde mediados de octubre de 1936 a la caída del frente de Aragón, en marzo de 1938, el frente estuvo estable.

Regiones militares

Durante la contienda, militarmente, Aragón quedó definido en seis sectores: Alto Aragón, Norte Aragón, Centro Aragón, Sur-Ebro, Montalban y Teruel. El Frente de Los Monegros perteneció a la Circunscripción Norte y Centro del frente de Aragón.

Circunscripción Norte

El sector Norte comprendió desde Huesca hasta Tardienta, con sede en Barbastro a las órdenes del General Villalba. Gonzalo Berguer considera el sector desde Arguis hasta Leciñena: «Formado por 15.106 efectivos situados de norte a sur. Al norte de Tardienta se encontraba la Columna Carlos Marx, con 300 efectivos. En Tardienta se encontraba el Batallón de Montaña nº 3, con 457 efectivos y la Columna Guàrdies d`Assalt núm. 14, con 200 efectivos. Entre Torralba y Robres se encontraba la Columna Del Barrio, con 1.200 milicianos. Entre Robres y Alcubierre estaba la Columna Macià-Companys, con 300 efectivos, la Columna Guàrdies d´Assalt núm. 14, con 136 efectivos y  la Columna Macià-Companys, con 400 efectivos. Al sur de Alcubierre estaban las columnas del Poum, con 952 efectivos y el Batallón núm. 1 del Regimiento de Cataluña, con 621 efectivos. (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).» Hay que añadir que de Huesca a Sangarrén se estableció la Columna García Oliver – Ascaso con unos 3.700 efectivos.

Circunscripción Centro de Aragón

El sector Centro de Aragón se desarrolló desde Tardienta hasta el Ebro, con sede en Sariñena. Se centró en las posiciones de la sierra de Alcubierre y entre Farlete y la localidad de Gelsa. «Dispuso de 5.222 efectivos, en sentido Norte-Sur. La Columna Durruti ocupaba las posiciones delante de Perdiguera, con 400 milicianos (4 centurias, 432 milicianos); entre Farlete y Monegrillo, con 1.493 efectivos (15 centurias); entre Monegrillo y Osera, con 1.329 efectivos (13 centurias), y ente Osera y Gelsa, con 2.000 efectivos (21 centurias); y la reserva de la Columna Alas Rojas que tenía 500 efectivos en Sariñena. (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).» Su Cuartel General se ubicó en Bujaraloz.

La disolución de las milicias y la creación del Ejército Popular de la República

En septiembre de 1936, el gobierno de Largo Caballero decreta la disolución del Comité de Milicias y comienza la organización de un ejército regular. En octubre de 1936, con la reorganización del frente, se estableció una Dirección General del Frente delegada de la Consejería de Defensa de la Generalidad en Sariñena. El comandante Reyes fue el elegido como jefe único de todas las fuerzas de Aragón, con su cuartel general en Sariñena. a la vez, aquel mismo mes de octubre de 1936, se produce la militarización de las milicias, pasando estas a formar parte del Ejército Popular de la República (EPR), a las ordenes del Gobierno de la República. José M.ª Maldonado afirma que la CNT, que mantenía el mando absoluto de los asuntos de guerra, cede a eliminar el Comité de Milicias pasando a colaborar dentro de la Consejería de guerra del gobierno de la Generalidad. A partir de entonces, la militarización de las milicias culmina su proceso, siendo su unidad básica las Brigadas Mixtas; enmarcadas en Divisiones dependientes de los diferentes Cuerpos del Ejército.

Las reticencias de diversas columnas de la CNT y del PUOM con el gobierno continuaron hasta los hechos de los sucesos de mayo de 1937.

El Ejército del Este

El 6 de mayo de 1937, la organización del frente de Aragón pasó a denominarse Ejército del Este. El Ejército del Este integró todas las fuerzas que operaban en el frente de Aragón, bajo las órdenes del general Sebastián Pozas Perea, dividido en tres Cuerpos de Ejército X, XI y XII, con sus respectivas Divisiones y Brigadas. El frente cubierto llegaba desde la frontera francesa hasta Rilo, en la provincia de Teruel y contó con las Divisiones 28.ª y 29.ª en Huesca, 26.ª y 27.ª en Sariñena y 25.ª y 30.ª en Caspe.

El frente de Los Monegros quedó bajo las ordenes del XI Cuerpo del Ejercito, cuyo Estado Mayor estuvo ubicado en Sariñena. Las unidades operaron en el frente hasta la caída de este en marzo de 1938.

El XI Cuerpo Ejército

Creado el 6 de junio de 1937, en el seno del Ejército del Este, el XI Cuerpo fue compuesto por las divisiones 26.ª, 27.ª y 32.ª,​ teniendo su Cuartel General en Sariñena. Cubría la línea del frente que iba desde el sur de Huesca, en unión con el X Cuerpo de Ejército, hasta el  Ebro, donde se unía con el XII Cuerpo de Ejército. La 26 División estuvo compuesta por las Brigadas Mixtas 119.ª, 120.ª y 121.ª; la 27.ª por las 122.ª, 123.ª y 124.ª; y la 32.ª por las 137.ª, 140.ª, 141.ª y 142.ª.

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Mapa divisiones frente del XI Ejército del Este.

En Sariñena se instaló el Cuartel General del XI Cuerpo del Ejército Republicano, albergando el mando de la Circunscripción del Centro a partir de octubre de 1936: «Cubría la línea del frente que iba desde el sur de Huesca —en unión con el X Cuerpo de Ejército— hasta el río Ebro —donde, a su vez, se unía con el XII Cuerpo de Ejército». Sariñena fue centro neurálgico del sector Centro, donde la línea férrea jugó un papel esencial, junto a Poleñino, Grañén y Tardienta. En sus inmediaciones, cerca de Albalatillo, se instaló el aeródromo de “Alas Rojas” compuesto, principalmente, por las milicias de aviación del PSUC.

Distribución de las distintas unidades por el Frente de Los Monegros:

Frente Huesca, Sector sur

Al frente de Huesca y Tardienta, Sangarrén y Vicién, llegaron las columnas cenetistas de la Columna de Ascaso, comandada por García Vivancos, y la Columna de los Aguiluchos, al mando de Juan García Oliver; llegaron hasta Grañén por vía férrea (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). A Tardienta llegaron el día 27 de julio de 1936 y establecieron su cuartel general en Grañén el 28 de agosto de 1936. Ambas participaron en la ofensiva a Huesca. «Las posiciones de Huesca, controladas por el PSUC se situaban a la izquierda de la columna Ascaso y a la derecha de la Columna Alas Rojas. Eran un total de 1.000 efectivos sin segunda línea ni reserva.» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).

En diciembre de 1936, el frente sur de Huesca iba desde el cementerio de Huesca- Banariés – Cuarte – Castillo de San Juan – Monte Pelado – Loma 516 – Ermita Santo Domingo – Tardienta – Posiciones situadas frente a los pueblos de Torralba y Robres – Sierra de Alcubierre excepto Puig Ladrón – Excepto cuatro posiciones enemigas situadas al norte y cinco al sur del citado Puig Ladrón – Continua la línea propia por la sierra de Alcubierre hasta los Gallos. (Maldonado, José María. El frente de Aragón. Citando informe fechado en Valencia el 5 de diciembre de 1936 AGGC. Salamanca. EM2 43).

Para Pere Cornellá i Roca (Cataluña 1937), las columnas «Aguiluchos» y «Roja y Negra», con García Oliver y el comandante Josep Guarner, de la CNT, estaban formadas por unos 3.000 milicianos: «Ocuparon el territorio situado al SO. de Huesca, cortaron el ferrocarril Huesca – Zaragoza (30 de agosto) y fortificaron la zona comprendida entre la carretera de Sariñena y los castillos de Torres Secas.» José María Maldonado detalla que, rodeando la ciudad de Huesca hasta Sangarrén, en un documento de la sección de operaciones de la Delegació del Front de Aragó, del 29 de noviembre de 1936, estaban operando las siguientes unidades: Milicias Roja y Negra (2.000 hombres), Guardia Nacional Republicana (90 hombres), Brigada Stalin de la Carlos Marx (546 hombres), Fuerzas del POUM (500 hombres), Milicias de Barbastro (600 hombres), Milicias del POUM (2.000 hombres), 1º Batallón de Montaña (526 hombres), 2º Batallón de Montaña (434 hombres) y Columna Ascaso y Aguiluchos (3.700 hombres).

En abril de 1937, la Columna Ascaso se convirtió en la 28.ª División. La nueva División, formada  por las fuerzas de la columna Ascaso, sumó los restos de otras fuerzas milicianas y pasó a estar compuesta por las Brigadas Mixtas 125.ª, 126.ª y 127.ª. Estuvo comandada por Gregorio Jover. La División participó en la ofensiva a Huesca del 12 de junio de 1937 que acabó con numerosas bajas entre sus filas sin llegar a cumplir su objetivo. La División estuvo operativa hasta el 27 de marzo de 1939. 

La 127.ª Brigada Mixta fue formada por el Regimiento «Rojo y Negro», de la División «Ascaso», el 28 de abril de 1937. En junio de 1937 tomó parte en la ofensiva a Huesca y el 28 de septiembre de 1937 en los ataques a Zuera. Las otras dos Brigadas de la 28ª División, 125.ª y 126.ª, se dirigieron al frente de Teruel, la 127.ª Brigada Mixta permaneció en el Alto Aragón como reserva del Ejército del Este.(Carlos Engel).

Operación Zuera – Leciñena. Carpeta Monès 13-261 Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya Fons de la guerra civil (1936-1939). El mapa muestra las diferentes posiciones republicanas frente a las nacionales desde Huesca hasta Osera.

Distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937:

Arguis

División Francisco Ascaso.

3.er Regimiento Rojo y Negro.

2.º Batallón.

1.ª y 2.ª Compañías.

Columna Rojo y Negra Centuria 13.ª y 14.ª y Ayerbe.

Frente de Lierta

Columna de Aragón.

Milicias de Barbastro y 1ª Centuria Vida.

Frente de Arascues

1.ª Centuria de Aragón.

3.era Centuria.

Grupo Ametralladoras.

Milicias de Barbastro.

5.ª Centuria.

Apiés

División Francisco Ascaso.

Columna Rojo y Negra.

Grupo Minadores Zapadores.

1.ª Columna Aragón

4.ª Centuria.

Milicias de Barbastro.

Igriés

División Francisco Ascaso.

3.er Regimiento Rojo y Negro. Sección Ametralladoras.

1.er Batallón y Sección Fus. Ametralladoras.

Columna Rojo y Negra.

Centurias 6.ª y 10.ª

Sección Ametralladoras.

Columna CNT FAI. 3.er Batallón. 1.ª Compañía. Sección Ametralladoras.

Banastas

Fuerzas Columna Ascaso.

Fuerzas Columna Rojo y Negra.

Loporzano

Columna Rojo y Negra.

Destacamento.

Frente de Huesca (Granja)

División Francisco Ascaso

Batallón Internacional. 1.ª Compañía.

Los Aguiluchos. Centurias 9.ª y 15.ª

Columna Ascaso. Centuria 4.ª. Grupo 19.º

Huerrios (Casa Blanca)

División Francisco Ascaso.

Batallón Internacional y Aguiluchos.

Batallón Italiano.

6.ª Sección Ametralladoras. 2.ª Compañía Liber.

Entre Huerrios y Banariés

División Francisco Ascaso.

2.º Regimiento 19 de Julio.

1.er Batallón Paso a la idea.

3.ª Compañía y 3.ª Compañía Sección Ametralladoras.

Cuarte

Artillería 7.º Ligero.

Los Aguiluchos.

Batería Durruti.

Vicién

División Francisco Ascaso,

Batallón Internacional.

2.ª Batería 7`5.

93.ª Batallón Artillería Ligera.

Batallón Ingenieros Minadores Zapadores Castillo Vicente Segura.

Fuerzas Infantería Regimiento Durruti División Ascaso.  

Sangarrén

División Francisco Ascaso 1.ª y 2.ª Compañía.

1.er Regimiento infantería. Sección ametralladoras. 2.ª centuria.

Entre Sangarrén y Frente de Almudévar

División Francisco Ascaso 1er Regimiento Durruti.

2.º Batallón 1.ª Compañía 2.ª y 3.ª Sección.

Frente de Almudévar

División Francisco Ascaso.

1.er Regimiento de Infantería.

1.er Batallón 1.ª Compañía. 2.º Batallón 1.ª y 2.ª Compañías.

3.º Batallón 2.ª Compañía.

Fuerzas antifascistas Aragón

Sello Cuartel General de las Fuerzas Antifascistas de Aragón.

Sector Tardienta

El 24 de julio la Columna Carlos Marx, también llamada Columna «Trueba-Del Barrio», partió de Barcelona con unos 2.000 efectivos hacia el frente de Aragón. La columna, organizada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), salió de Barcelona en un tren blindado dirección Grañén, convoy al que acabó sumándose el batallón de ametralladoras guarnicionado en Manresa: «El tren blindado, que ya era largo al salir de Barcelona, casi dobló en el camino. En varias estaciones se engancharon vagones repletos de milicianos voluntarios» (José Barrio. Memorias políticas y militares). Al caer la noche, el convoy alcanzó Lérida partiendo a la madrugada siguiente hacia Grañén; el objetivo inmediato era ocupar Tardienta aunque no sabían si Grañén estaba en mano de los «fascistas». A su paso por Selgua, Del Barrio se reunió con el coronel Villalba; los enlaces motorizados que enviaba para conocer la situación ya le habían advertido. La idea era establecer una línea «Floja» entre Leciñena y Tardienta pero los enfrentamientos con grupos falangistas en Lanaja obligó a desviar dos centurias a Lanaja: «Del Barrio va atacar Lanaja con dos centurias sumadas a una compañía de infantería y un grupo de Guardias Civiles» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). Sobre los sucesos de Lanaja: Las batallas de Lanaja, libro de Roberto Mateo Caballero.

Una vez en Grañén, la columna sufrió un bombardeo aéreo. Allí se encontraba un comité anarcosindicalista a las órdenes de un personaje conocido como Pancho Villa (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). José Barrio, Memorias políticas y militares, relata «El pueblo no era en realidad de nadie. Ugetistas y cenetistas por un lado u fascistas por otro patrullaban por los alrededores del pueblo, sin que llegaran a dominarlo ni unos ni otros. Nuestra llegada resolvió la situación. Los fascistas huyeron». Barrio continúa sus memorias relatando como una vez asegurada la posición de Grañén «Empezó a reinar un anarcosindicalista que se hacía llamar Pancho Villa y que había constituido un comité que pretendía ejercer toda clase de poderes, el tren continuó hasta Tardienta».

A Tardienta comenzaron a llegar milicianos de distintas partes de Aragón y Cataluña. Llegaron varios trenes con voluntarios: el Batallón de Montaña Madrid nº1, al mando del capitán Enric Scanell Lázaro, un destacamento de voluntarios llamados «Columna Motorizada», al mando del coronel portugués Alejandrino dos Santos, y la Centuria Thaelman, centuria que llegó a contar con 135 combatientes alemanes (Entre ellos Hans Beimler, Albert Schiindler y Franz Raab), húngaros e italianos (Como Nino Nanetti y Francesco Scotti). (José Barrio, Memorias políticas y militares).

Manuel Gutiérrez, Diario de un miliciano, partió al frente de Aragón desde Barcelona el 18 de septiembre con la Centuria Serafí Espinós (JSUC) junto a la Centuria Mateotti. Llegaron a Grañén en tren, estuvo en Robres y Tardienta, así como en posiciones de la sierra de Alcubierre. En Tardienta la Centuria la Serafí Espinós, compuesta por unos 130 a 140 hombres, relevaron a la Compañía del Regimiento Cataluña nº 2. (Aula Militar “Bermúdez de Castro). Manuel Gutiérrez perteneció a la 124 Brigada mixta, 493 Batallón, Sección de Transmisiones.

«Una columna, cuyo núcleo lo constituyeron los dos batallones de montaña de Barbastro bajo el mando del coronel Villalba, ocupó Tardienta el día 25. Fue reforzada por cuatro pequeñas columnas, dos del POUM, la Francisco Ascaso y una de montañeros aragoneses y catalanes, con lo que pudo cerrase la línea desde el Ebro hasta Panticosa.» (Aula Militar “Bermúdez de Castro”).

El 28 de julio, la Carlos Marx ocupó Sangarrén y Almuniente, estableciéndose en Poleñino, Torralba y Robres. Estableció su Cuartel General en Tardienta «Al sector de Tardienta se disponían de 1.000 efectivos: 500 milicianos y 500 soldados del Batallón de Montaña nº3 (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). En la sierra de Robres ocuparon posiciones como La Pasionaria, El Negus y La Imposible.

El 29 de julio, la Columna Carlos Marx ocupó Almudévar, viéndose frenado su avance hacía Zuera, quedando desplegada en el sector de Huesca y estableciendo su Cuartel General en Tardienta «Al sector de Tardienta se disponían de 1.000 efectivos: 500 milicianos y 500 soldados del Batallón de Montaña nº 3 (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).

«La columna del Barrio – comandante Sacanell. Partió hacia el frente el día 25 de julio con unos 2.000 milicianos, 3 baterías y una centuria de alemanes (Thaelmann). Ocuparon Zuera y, a continuación, fracasaron ante el ejército faccioso. A finales de 1936 tenían el frente establecido desde el SO. de Tardienta hasta Perdiguera.» (Cataluña 1937. Pere Cornellá i Roca.).

Desde Sangarrén hasta Perdiguera, según el documento de la Delegació del Front de Aragó, del 29 de noviembre de 1936, las fuerzas operantes respondían a 3 centurias Carlos Marx. 3º Batallón de Montaña (457 hombres), Guardias de Asalto nº 14 (200 hombres), División Carlos Marx (1.200 hombres), Macià Companys (300 hombres), Compañía Guardias de Asalto, Macià Companys (400 hombres), POUM (957 hombres) y 1º Batallón Rgto. Cataluña nº 1 (621 hombres). (Maldonado Moya. José María. El frente de Aragón).

El 28 de abril de 1937, la columna Carlos Marx pasa a ser la 27.ª División. La nueva unidad quedó constituida por tres Brigadas Mixtas, la 122.ª, la 123.ª y la 124.ª, cada una con cuatro batallones de cinco compañías cada uno. En cada brigada agregaban, además, unidades de artillería y de caballería. Una de sus más conocidas unidades fue el 1.er Batallón de la 122.ª Brigada Mixta, denominado batallón de choque «La Bruja» (Maldonado, José M.ª (2007). El frente de Aragón. La Guerra Civil en Aragón (1936–1938). Mira Editores.). El jefe mayor de milicias fue Manuel Trueba Mirones, mayor de milicias José del Barrio Navarra (Diciembre 1937) / Marcelino Usatorre (28.3.38). Comisario Felipe García-Guerrero Matas del PSUC y César Abis Gundián (1.8.38). Jefe Estado Mayor comandante de infantería Eligio Mateo Sousa, mayor de milicias Manuel Colinas (diciembre 1937). (Carlos Engel). La División estuvo operativa hasta febrero de 1939.

  • La 122ª Brigada Mixta se constituyó, en mayo de 1937 con el 1.º Regimiento de la División «Carlos Marx», ahora 27.ª, del XXI Cuerpo de Ejército, a la que quedó adscrita. Su jefe fue el mayor de milicias Marcelino Usatorre Royos, jefe de Estado Mayor el capitán de Infantería Manuel Labandera Genovés que, al comenzar la guerra, lo era del Batallón de Montaña Madrid nº 5 de guarnición en la Seo de Urgel y comisario, Ignacio Tresaco Ayerre, del PCUS. AL formarse la Brigada se hallaba en el frente de Huesca, donde tomó parte en la ofensiva de junio de 1937. (Carlos Engel).
  • En mayo de 1937 se formó la 123.ª Brigada Mixta con el 2.ª Regimiento de la División «Carlos Marx», ahora 27ª, del XXI Cuerpo de Ejército, a la que fue adjudicada. Su jefe el comandante de Infantería Enrique Oubiña Fernández-Cid que había sido capitán del Batallón de Montaña Madrid nº 5 de la guarnición de la Seo de Urgel. El jefe de Estado Mayor era el capitán de Infantería Silverio Gallego Salvador que, el 18 de julio de 1936, era teniente del Regimiento Alcántara nº 14 de Barcelona, y el comisario Francesco Scotti. La 123ª Brigada Mixta tenía una alta proporción de extranjeros en sus filas, reclutados entre los participantes en la Olimpiada Popular de Barcelona. Participó en la ofensiva sobre Huesca en junio de 1937 y el 11 de agosto procedió a disolver el Consejo de Aragón en su sector. (Carlos Engel). En Robres se instaló el Cuartel General de la 123.ª Brigada Mixta, en casa Ribas.

  • La 124.ª Brigada Mixta se formó en mayo de 1937, con el 3.ª Regimiento de la División «Carlos Marx», 27.ª, según la nueva denominación, del XXI Cuerpo de Ejército, en la que quedó encuadrada. Su jefe fue el teniente coronel de la Guardia Civil Alfredo Semprún Ramos que, al iniciarse el conflicto, era comandante del 4.º Tercio en Madrid. Su mando fue breve, pues al mes siguiente, ya había sido reemplazado por el mayor de milicias José del Barrio Navarra. El jefe de Estado Mayor era el capitán de milicias Comas y el comisario Millán Muñoz Galache, del PSUC.  Situada en el frente de Huesca, participo en la ofensiva contra esta capital en junio de 1937. (Carlos Engel).

La Columna del Negus se desplegó por Tardienta participando en los combates del 14 y 16 de agosto de Almudévar y Tardienta. En el mes de septiembre estuvo desplegada al sur de Tardienta hasta las fuerzas del POUM a Leciñena. La Columna José María Hurtado, formada por militares profesionales y miembros del PSUC, salió de Barcelona el 10 de agosto desplegándose en Tardienta e integrándose en la Columna Del Barrio. También a Tradienta llegó la Columna Jaume Graells, del PSUC-UGT. La columna partió de Barcelona el 15 de septiembre y tras una corta estancia en Tardienta en el mes de octubre fue destinada al frente de Madrid. Batallón de la Muerte, o del 19 de Julio, partió al frente de Aragón en febrero de 1937, convirtiéndose en la 153.ª Brigada Mixta de la 28.ª División. El batallón sufrió un gran castigo durante el ataque del 16 de junio de 1937 a la ermita de santa Quitèria de Tardienta.

Las fuerzas de la columna Del Barrio-Estivill-Trueba y la de Piquer-Arquer y Grosi, del PSUC y del POUM, habían ocupado Sariñena, apoderándose después de Grañén, donde unas bombas lanzadas por los aviones piratas nos causaron ocho muertos y treinta y seis heridos. Siguió el avance hacia Tardienta y Almudévar, siendo ocupados estos dos pueblos, si bien fue necesario retirarse del último después de aguantar las promesas acometidas serias del enemigo. El capitán Mimensa quedó cercado con sus hombres, batiéndose bravamente hasta que llegaron en su auxilio fuerzas del batallón de Seo de Urgel y milicianos. Alcubierre y La Naja quedaron también en muestro poder. Mi Revista. Barcelona, 1 de mayo de 1938. Los catalanes en Aragón.

La Posición de Santa Quiteria

La posición estratégica de Santa Quiteria, en Tardienta, fue una posición elevada que fue ocupada por milicianos de la Columna Carlos Marx, frente a los nacionales que habían tomado posiciones en Almudévar. La posición, junto a sus posiciones exteriores de las lomas Centro, del Medio y Larga, controlaban la línea férrea entre Huesca y Zaragoza. El 19 de octubre de 1936, las tropas nacionales, que días antes habían tomado Leciñena, atacó la posición, produciéndose un duro combate que acabó con una gran cantidad de bajas en ambos bandos cayendo la posición de Santa Quiteria en manos nacionales.

“Los cuarenta se quedaron en la harinera y los noventa restantes continuaron el camino hacia la ermita de Santa Quiteria (Se refiere a la Centuria la Serafí Espinós), posición nuestra que por la mañana habían empezado a atacar los fascistas. La ermita es una posición alta muy importante porque domina toda la plana de Tardienta”. (Manuel Gutiérrez. Diario de un miliciano).

Línea Vorochilov.

Línea Vorochilov

En el sector de Tardienta se estableció la Línea Vorochilov, tenía unos 40 kilómetros de longitud y fue construida en el sector de Tardienta. Prácticamente empezaba a los 16 km al norte de la estación del ferrocarril de Tardienta y continuaba durante unos 13 km en dirección norte-sur la línea del ferrocarril Huesca-Tardienta. «En todo ese tramo la trinchera estaba adosada a la línea férrea en forma tal que el talud de piedras de los raíles servía de parapeto.. De acuerdo a los informes del servicio de información franquista, «Esta línea defensiva tenía cada 100 metros un nido de tirador, construido en madera y hormigón, para emplazamiento de ametralladoras ligeras. También contaba con refugios a prueba contra impactos directos de artillería (sin especificar calibre); además de contar con una alambrada casi de una forma continúa. En el lugar en que el acueducto de los Monegros cortaba la línea del ferrocarril, al norte de Tardienta, la trinchera abandonaba dicha línea y seguía bajo el acueducto, pasando frente a la población de Tardienta y su estación de tren. Luego seguía paralela a la vía de Tardienta a Grañén hasta encontrar la carretera de Tardienta a Robres, a la que seguía, pero alejándose en algunos tramos entre 500 y 800 metros, según los accidentes naturales del terreno. Este último tramo estaba constituido entre la carretera y la falda de la montaña que la ladeaba. Al parecer las fuerzas que la guarnecían pertenecían a la llamada “Milicia Catalana” y eran entre 80 y 100 hombres por km, pero carecían de artillería y ametralladoras.» (GRIEGC, citando a Martínez de Baños, Fernando; Arcarazo, Barrachina Luis; Guerra Civil en Aragón. Huesca (El Cerco). Zaragoza. Editorial Delsan. 2007).

Línea Gorka

La Línea Gorka, iniciada en otoño de 1936, fue construida por los alemanes de la Columna Thaelman: «Esta línea discurría desde la Granja del Cuervo hasta las posiciones de la Sierra de Alcubierre, y englobaba las obras del canal de Monegros desde el puente de la carretera de Almudévar y el acueducto de Tardienta. Dos kilómetros delante del mencionado acueducto se encontraban las posiciones de vanguardia de dicha línea, que consistían en la zona del llano de Tardienta en nidos de hormigón semienterrados; para luego seguir aprovechando las estribaciones de la Sierra de Tardienta.» (GRIEGC, citando a Martínez de Baños, Fernando; Arcarazo, Barrachina Luis; Guerra Civil en Aragón. Huesca (El Cerco). Zaragoza. Editorial Delsan. 2007).

Línea Durruti.

Línea Durruti

De Velillas hasta el monte Mogache, en Marcén (Lalueza), se estableció la Línea Durruti, con una longitud de 30 kilómetros. «Dicha línea estaba basada, según informaciones franquistas, en trincheras sencillas con algunos trozos de alambradas, sin defensas de hormigón, cortando a lo largo de su extensión el conjunto de comunicaciones que llevaban a Barbastro, Monzón y Sariñena. Empezaba a 2 km al norte de la carretera de Lérida a Huesca, cerca de Velillas, pasaba detrás de Pueyo, formaba un ángulo para bordear la carretera de Huesca a Sariñena, que cortaba detrás de Sesa, formando dicha carretera un ángulo casi agudo. Al final de esta línea comenzaba la Línea Lenin.» (GRIEGC, citando a Martínez de Baños, Fernando; Arcarazo, Barrachina Luis; Guerra Civil en Aragón. Huesca (El Cerco). Zaragoza. Editorial Delsan. 2007).

Línea Lenin.

Línea Lenin

A continuación de la Línea Durruti, continuaba la Línea Lenin. Partía del monte Mogache hasta Poleñino, tenía una longitud de 15 km «Se apoyaba en las alturas del vértice Mogache, de 535 metros de altitud, y las alturas de Saso de 480 metros, siendo su profundidad de varios kilómetros. Estaba compuesta de trincheras sencillas en tierra con obra de hormigón, aunque otras informaciones hablaban de que había pasillos, cobertizos, fortines y todo lo necesario para su total defensa, siendo por tanto más fuerte y mejor preparada que la Línea Durruti. Según informaciones del bando sublevado, se decía que trabajaron en ella brigadas de Ingenieros de Barcelona cuyas edades oscilaban entre los 30 y los 45 años, bajo la supervisión de un Ingeniero de Obras Públicas de Barcelona apellidado Álvarez. No tenían armas y eran al menos 350, que al terminar la jornada de trabajo se alojaban, 50 hombres en Marcén, 100 en Poleñino, otros 100 en Lanaja, y 50 en Pallaruelo. En marzo de 1938, ante la ofensiva del ejército sublevado, estaba guarnecida por una brigada de Carabineros que no pudieron hacer nada ante el empuje de las tropas de Urrutia.» (GRIEGC, citando a Martínez de Baños, Fernando; Arcarazo, Barrachina Luis; Guerra Civil en Aragón. Huesca (El Cerco). Zaragoza. Editorial Delsan. 2007).

Distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937:

Tardienta

División Carlos Marx. Centurias 6.ª, 8.ª, 10.ª, 13.ª y 18.ª

1.ª Columna Aragón.

5.ª Centuria Regimiento infantería nº 1. 3.ª Compañía.

Grañén

División Francisco Ascaso.

Centuria Pancho Villa.

Intendencia General.

Bons Kropotkine.

Sanidad.

Torralba (Sierra de Torralba)

Regimiento URSS nº 1, 3.er Batallón 4.ª Compañía.

Guerrilleros de Zuera.

Grupo de guerrilleros de Torralba.

«Refugio echo (sic) de los Leones Rojos«. También conocida como cueva de los leones, la construcción responde a un refugio con tres entradas y paredes revestidas en cemento donde se puede leer la inscripción. Por relación, podemos atribuir su autoría a miembros del Batallón Leones Rojos, perteneciente al 5.º Regimiento de las Milicias Populares del Ejército de la República, formado por unidades de milicianos con individuos de las sindicales obreras y partidos políticos frentepopulistas. Fue creado por el Sindicato de Dependientes de Comercio. A su vez. «Los leones rojos» fue el himno de la selección republicana.

Robres

Regimiento URSS nº 3.

2.º Batallón. 3.era Compañía.

A finales de julio la columna Carlos Marx llegó a la localidad monegrina de Robres; columna organizada por el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y la Unión General de Trabajadores (UGT)se instaló el Cuartel General de la 123.ª Brigada Mixta de la Carlos Marx.

El vedadico – La Pizquerra – Leciñena – Villatuerta – Valmasera. Carpeta Monès 11-228 Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya Fons de la guerra civil (1936-1939).

Sector Alcubierre

Las milicias republicanas del POUM, Columna Arquer-Grossi, comandada por Manuel Grossi y Jordi Arquer, partió de Barcelona el 24 de julio: «El 29, la columna va avanzar sobre Berbegal y Sariñena. En Sariñena la columna finalizaba la formación de las secciones auxiliares. Cuerpo de tren, intendencia, enlaces, control, pagaduría, transmisiones y servicios sanitarios se ponían en funcionamiento» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). Manuel Grossi (Cartas de Grossi, Sariñena Editorial) cita la llegada de la Columna del POUM a Sariñena el 30 de julio con 2.800 milicianos.

La columna del POUM alcanzó Alcubierre el 3 de agosto, llegando desde Sariñena tras su paso por Grañén y Robres. La columna, dirigida por Rovira y Arquer, se concentró con unos 400 milicianos en Alcubierre mientras otra parte marchó al norte de Huesca.

«Columnas del POUM, Rovira, Arquer y Russo. Salió el 15 de agosto con 2.000 milicianos y una centuria extranjera. Se dirigieron a Sariñena y Leciñena, llegando hasta Ballester.» (Cataluña 1937. Pere Cornellá i Roca).

A finales de julio de 1936 las milicias del POUM, Columna Lenin, comenzaron a ocupar posiciones en la sierra de Alcubierre. Mientras algunas posiciones del frente de Alcubierre fueron ocupadas por la Columna del Barrio, montes de Iranzo y Pucero, otras fueron ocupadas por la Columna del POUM que llegó a adentrarse hasta Perdiguera. «El día 10 de agosto se va a sumar a la columna una centuria formada por miembros  del POUM procedente de Balaguer y comandada por Josep Pagès y el 17 de septiembre se incorporaron unas decenas de milicianos de Sitges de la Juventud Comunista Ibérica, organización juvenil del POUM» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). En agosto Leciñena cayó en manos de Del Barrio (Columna Carlos Marx).

En febrero de 1937, las milicias del POUM fueron disueltas, mucho antes de  la disolución del Consejo de Aragón, el 18 de agosto de 1937. En abril de 1937 la Columna del POUM se convierte en la 29.ª División, compuesta por las Brigadas Mixtas 128.ª y 129.ª, a las ordenes del comandante José Rovira. En el mes de junio de 1937, debido a la represión del gobierno de la republicano contra el POUM, Rovira es detenido y en agosto la división termina siendo disuelta y reorganizada,​ distribuyéndose a sus antiguos miembros entre otras unidades (Casanova, Julián (1985). Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa, 1936-1938. Siglo XXI Editores). La zona es ocupada por la columna Carlos Marx, la 27.ª, con Cuartel General en Tardienta. Nuevamente fundada a comienzos de 1938, la división estuvo operativa hasta marzo de 1939. La 29.ª División llegó a participar en la ofensiva de Huesca.

También, por el sector de Alcubierre estuvieron unos 700 hombres de la Columna Maciá-Companys, formada por voluntarios de ERC y en menor parte de Estat Catalá. La unidad acabó respondiendo a la División 30.ª, Brigadas Mixtas 131.ª y 132.ª, al mando de Jesús Pérez Salas. Además estuvo una unidad de Guardias de Asalto nº 14, algunos de ellos por el sector de Barbués.

Marxistas aragonesas milicias

Sello Milicias Marxistas Aragonesas. Comité Militar

La columna Macià-Companys formó la 30.ª División hasta febrero de 1939. 

«El 13 de septiembre, provenientes de Barcelona, llegan a la zona del Puerto de Alcubierre dos compañías del 14º grupo de Asalto (Martínez de baños, 2010). Su labor es apoyar a las fuerzas milicianas de manera profesional, ya que los Guardias de Asalto estaban bregados en el combate y habían recibido instrucción suficiente. Operan como una unidad «de élite” (por lo menos, comparados con los milicianos) de unos 500 hombres, manteniendo sus rangos y mandos propios.»

Robres: la experiencia de recrear un campamento republicano en los Monegros.
Pablo Gracia Vera.

Milicianos ERC Columna Macià-Companys en la sierra de Alcubierre

Milicianos de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) de la Columna Macià-Companys en la sierra de Alcubierre, noviembre de 1936. Lluís Torrents / AGA. La Columna Macià-Companys Francesc Xavier Hernández y David Íñiguez.

La Columna Miguel Lobo, del POUM, va participar en la batalla de Alcubierre del 12 de octubre (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).

Alcubierre, y su sector del frente de la sierra de Alcubierre, fue estratégico en la contienda española. Su gran actividad y diferentes sucesos quedan recogidos en un completo trabajo de investigación y recopilación: Alcubierre, última parada camino al frente. 

Distribución de las posiciones en el puerto de Alcubierre. Servicios Cartográficos Italianos.

Tras la caída de Lecñena, el 11 de octubre de 1936, las tropas republicanas se retiraron hasta las posiciones de la sierra. Los republicanos tomaron posiciones como monte Irazo, La Pasionaria, La Imposible, El Negus, La Pajera, o la Plaza de Toros, actualmente renombrada como posición de Orwell. El croquis, realizado por el servicio de cartografía italiano, cortesía de Antonio Escartín, resulta bastante representativo. La plaza de toros se encuentra al este de monte Irazo y al oeste se encuentra la línea defensiva de la Pinada hasta Valdelumbierre, un poco más avanzada se encuentra la posición de la balsa Ontina. Al norte se encontraban las mencionadas posiciones de La Pasionaria, La Imposible, El Negus, La Pajera, Pocero y Sierra Alta, frente a las posiciones nacionales en San Simón, también conocido como Puig ladrón o las tres Huegas y Puig Mazorra. Posiciones más retraídas de los nacionales, correspondían a las de Los Quemados, Vagüero y Los Estancos. El frente de Alcubierre se estableció principalmente en el camino entre Sariñena y Zaragoza, en torno al puerto de la sierra de Alcubierre.

En frente, la división V, legionarios, falangistas de la Segunda Bandera Móvil de Aragón, el Regimiento de Carros Ligeros de Combate nº 2 y soldados regulares se parapetaron al frente de las milicias, ocupando posiciones señaladas como el santuario de Magallón en Leciñena y en trincheras en el frente

La posición del Negus no está clara, todo apunta a que se encontraba al norte de la posición nacional de San Simón, parece que muy próxima a la Imposible. Manuel Gutiérrez, en su Diario de un miliciano, relata un episodio en dicha zona que bien se puede entender como la toma de San Simón «En la posición que habíamos ocupado últimamente cerca de la del “Negus”, en la Sierra de Alcubierre, los fascistas estaban completamente rodeados y antes de ayer se pasaron dos del campo fascista y sirvieron de guías para tomarles la principal colina por sorpresa. Pero, para no perder la costumbre, ayer se perdió aquella importante posición que dominaba mucho llano enemigo por culpa del “Mando”. Los fascistas iniciaron un fuerte contraataque de artillería y aviación y nuestras fuerzas, sin la ayuda de nuestra artillería y aviación que aquí nunca actúan cuando es necesario, se vieron obligadas a abandonar la posición.»

El Negus respondía al último emperador de Etiopía, Haile Selassie, que luchó contra las fuerzas italianas de Mussolini, nombre que fue adoptado por la posición, un avión republicano o un militar africanista, republicano y socialista, que al frente de milicianos de la Columna Carlos Marx, realizaba incursiones nocturnas en territorio sublevado.

Posiciones según los Servicios Cartográficos Italianos.

El 9 de abril de 1937, un batallón republicano de la Brigada Macià-Companys, logró tomar la posición de San Simón, provocando un centenar de víctimas entre los franquistas, entre ellos el teniente Eugenio Hernández Santamaría, condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando a título póstumo. El ataque fue respondido por la Segunda Bandera Móvil de la Falange y el Tercio Sanjurjo, recuperando la posición causando un elevado número de víctimas republicanas. Actualmente se encuentra un monolito en recuero de la «Gesta nacional».

El frente se mantuvo estable hasta su caída en marzo de 1938.

Distribución de José Bertrán y Musitu: en marzo de 1937:

Alcubierre (Sierra de Alcubierre)

Columna Comandante Piquer.

Entre Alcubierre y Monte Oscuro (Perdiguera).

División Durruti. 2.ª Sección.

Ametralladoras. 4.ª Agrupación 7.ª Maquina.

3.er Regimiento. 2.º Batallón. 2.ª Compañía.

Base Farlete.

Posición de Monte Oscuro (Perdiguera)

Monte Oscuro respondió a una posición republicana ocupada por milicianos de la Columna Durruti y del Grupo Internacional. Otras posiciones cercanas a Perdiguera fueron las del Macerado o de las de Santa Cruz.

Líneas republicanas y nacionales antes y después de el intento de toma de Perdiguera por el Grupo Internacional. Fotos e información: Constantino Escuer.

La posición estuvo compuesta por tres colinas con sus trincheras, pozos de tirador, abrigos, casamatas y casetas de piedra. “Las posiciones de Punta del Calvario hasta Los Quemados era una línea defensiva que defendía Perdiguera de los ataques que las tropas republicanas realizaban en la zona desde Alcubierre. Durante la ofensiva que llevaron a cabo las tropas republicanas en agosto de 1937, lograron ocuparlas posiciones situadas en torno a la ermita de Santa Cruz (en la Punta del Calvario).” (Ruta memoria Aragón Frente de Los Monegros).

Posiciones Frente de Los Monegros. C.T.V. Comando Reggimento Artiglieria, Divisione `»Frecce» Carpeta Monès 11-237 Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya Fons de la guerra civil (1936-1939).

-Monte Oscuro es solo la continuación de la línea del frente republicano. Las numerosas posiciones, que se pueden encontrar durante varios kilómetros, controlaban los ataques de las tropas nacionales entre la carretera de Farlete y Monte Oscuro. La posición de Monte Oscuro y Peñaguila se encontraban situadas frente a las posiciones del ejército sublevado de Punta del Calvario, los Quemados y los Cabezones. Durante la ofensiva republicana de agosto de 1937 se vivieron intensos ataques en la zona-. (Martínez de Baños y Pérez, 2008, pp. 64-68).

Posiciones Monte Oscuro. Croquis de Constantino Escuer.

En la posición estuvo el celebre escritor George Orwell, quien escribió «Como se decidió que los ingleses estuviéramos juntos en este frente, a Williams y a mí nos llevaron donde ellos. Nuestra nueva posición estaba situada en Monte Oscuro, varios kilómetros hacia el oeste y a la vista de Zaragoza. La posición estaba encaramada en una especie de cresta afilada de piedra caliza, con cuevas cavadas horizontalmente en el risco como nidos de golondrinas. Estoy echado, oculto entre unos pequeños abetos, en el terreno bajo que está al oeste de Monte Oscuro, con Kopp y Bob Edwards y tres españoles. En la desnuda colina gris a nuestra derecha, una hilera de fascistas trepan como hormigas. No se puede dormir bien en un horrible agujero cavado en la tierra. Estábamos constantemente hambrientos, tremendamente hambrientos; cualquier comida nos parecía sabrosa.» 

Monte Oscuro [Mapa Leciñena – Alcubierre – Perdiguera – Farlete]. Instituto Geográfico Nacional (España) Mapa topográfico nacional 1:50 000. RM.209670. Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya Fons de la guerra civil (1936-1939).

Los nacionales establecieron una línea defensiva entre Perdiguera y Villamayor, constituyendo el frente más cercano a la ciudad de Zaragoza. Cerca de la carretera a Farlete,`por el camino de los Petrusos, se encuentra la fortificación de Los Petrusos. Una posición a cota 445 metros, que consta de dos unidades defensivas, abrigos cubiertos, pozo tirador, nidos de ametralladoras, aljibes y una zona de vivac.

Distribución de José Bertrán y Musitu: en marzo de 1937:

Mote Oscuro

División Durruti.

Columna Volante.

Centuria Federica Montseny.

La columna Voltant, formada por militantes de Estat Català, se desplegó por las posiciones de Monte Oscuro (Perdiguera) a partir de enero de 1937. La columna acabó reconvirtiéndose en la 132.ª Brigada Mixta. (Fuente: Fons de Documentació de l’Esquerra Independentista a les comarques de Ponent).

Monte Oscuro Sello Columna Volant Catalana

Sello Columna Volant (Divisió Durruti) Exercit Popular de Catalunya- Monte Oscuro (Alcubierre).

Sector Bujaraloz

En el sector de Bujaraloz se distribuyó la Columna cenetista de Durruti-Pérez Farras, que partió de Barcelona el 23 de julio. Llegaron en camiones unos dos mil hombres al mando del comandante Pérez Farrás y de Buenaventura Durruti, como Delegado Político; llegando a Bujaraloz el 25 de julio con el objetivo de avanzar hacía Zaragoza. Pere Cornellá i Roca cifra en 3.000 hombres que componían la columna: «La columna estaba formada por 59 centurias, 28 ametralladoras, 5 morteros y 3 baterías de diferentes calibres. Llegaron al Ebro, tomaron Pina y Osera; la columna se detuvo a 20 km. de Zaragoza. A finales de 1936, la columna, falta de municiones, había establecido un frente fortificado ante Pina y Quinto, y partiendo de Osera hasta los contrafuertes de la sierra de Perdiguera, frente a las tropas de Zaragoza. Las columnas de milicianos estaban organizadas en decurias (diez milicianos), secciones (treinta milicianos} y centurias (de ochenta a cien milicianos)» (Cataluña 1937. Pere Cornellá i Roca).

Frenado su avance, la columna consolidó Bujaraloz como cuartel general de la milicia anarquista. Ocuparon posiciones en Monegrillo o Farlete e incluso llegaron a ocupar Perdiguera. Maldonado cita que entre Perdiguera hasta el Ebro se estableció la columna Durruti con 53 Centurias (5.254 hombres) y 1.800 hombres en el sector de Sástago.

La columna Durruti – Pérez Farrás pronto desarrolló dos ofensivas destacables en su avance hacia Zaragoza, una hacía el sur, Pina, Quinto, Fuentes, Gelsa y otra hacía el norte, Monegrillo, Farlete y Perdiguera. De esta manera, la toma de Monegrillo y Farlete fue un gran objetivo de la columna anarquista Durruti – Pérezz Farrás. Así, fuerzas de los aguiluchos de la FAI “Se encarnizaron en lucha, campo a través”, hasta la localidad de Farlete. (Escenas de nuestra guerra en Los Monegros. Los cachorros de Durruti. Libertad, Cuenca, nº5, 1937).

Distribución de Columna Durruti en el Frente de Aragón en octubre de 1936. «El comité de centurias estaba en Pina junto a las agrupaciones 1ª y 2ª El comité de guerra estaba en Bujaraloz junto a la agrupación 3ª, y la 4ª agrupación en Gelsa El Grupo Internacional en Velilla.» (Fuente @libertame_).

La línea del frente en el sector de Bujaraloz se desarrolló desde el vértice de Monteoscuro – Vallfranca – Loma Negra – Loma Antón – Cota 471 – Vértice Suelta Alta – Loma del Tiro – Suelta Baja – Valdelahierba – Cota 545 – Monte Viejo – El Abejar – Kilómetro 351,5 de la carretera Madrid – Camino carretero de Osera y Aguilar de Ebro a Pina – Paseo – Camino de la Mechano – Molino de la orilla izquierda del Ebro – Senda de la Barca – Pina – Camino del Rebollar – Camino de Quinto a Belloque – Camino de la Vega – Casa de Miralrío – Camino de Gelsa – Aquí la línea atraviesa el Ebro y sigue al vértice de Purburel. (Maldonado, José María. El frente de Aragón. Citando informe fechado en Valencia el 5 de diciembre de 1936 AGGC. Salamanca. EM2 43).

El 28 de abril de 1937 se crea  la 26.ª División, la antigua Columna Durruti, con mando avanzado en Bujaraloz. División constituida durante toda la guerra por las brigadas mixtas 119.ª, 120.ª y 12​1.ª, correspondiendo a los regimientos 1.º, 2.º y 3.º de la División Durruti. Al mando estuvo como jefe mayor de milicias Ricardo Sanz García, comisario Ricardo Rionda Castro (CNT) y Pedro Pey Sardá, de CNT (2.1938), jefe de EM comandante de infantería Ramón Rodríguez Bozmediano, comandante de infantería Pedro Cervera Serreta (febrero de 1938). (Carlos Engel). La División estuvo operativa hasta febrero de 1939. 

  • La 119.ª Brigada Mixta se organizó en mayo de 1937 en el frente de Aragón, con el 1.º Regimiento de la División «Durruti». La unidad fue puesta bajo el mando del mayor de milicias Domingo Belmonte Cova y encuadrada en la 26ª División del XI Cuerpo del Ejército, nueva designación de la «Durruti». El jefe de Estado Mayor era el oficial de milicias José Marculet y el comisario, Martín Gental Masdeu, de la CNT; Marculet fue relevado pronto por el capitán de Infantería Ismael Massot Pascual que, al comenzar la guerra, era teniente del Cuerpo de Asalto en Madrid. (Carlos Engel).

La Brigada fue trasladada desde su sector, al de Pina, a Farlete para colaborar en la batalla de Belchite. Su papel en los combates no debió ser muy brillante, cuando Kleber decía de ella «No sirve para nada…». Después de estas operaciones pasó a cubrir el sector de Noguera-Pallaresa del frente de Huesca. Su actuación en la campaña de Aragón pasó totalmente desapercibida, uniéndose a las fuerzas situadas al Norte del Ebro y terminó el 19 de abril de 1938, en La Granja de San Vicente Ferrer. En la ofensiva nacional sobre Cataluña, la 119.ª Brigada Mixta fue adscrita a la reserva general del GERO, careciendo su actuación de relieve.  La 119.ª Brigada Mixta publicaba el periódico «Trazos». (Carlos Engel).

  • La 120.ª Brigada Mixta se creó en mayo de 1937 en el frente de Aragón, con el 2.º Regimiento de la División «Durruti» ahora 26ª, del XI Cuerpo de Ejército, en la que quedó encuadrada. Su jefe fue el mayor de milicias Joaquín Morlanes Jaulín y el comisario Manuel Pobel Uriarte, de la CNT. En la jefatura de Estado Mayor se sucedieron el capitán de Infantería Ramón Ramos Babiloni, un antiguo capitán retirado, el alférez de complemento de Infantería Manuel Fuentes Nieto, pasado a la escala activa, y el capitán de milicias G. Marquina. La Brigada cubría el sector de la Ermita de San Martín en el frente de Huesca. (Carlos Engel).
  • La 121.ª Brigada Mixta, creada en mayo de 1937, se organizó en el frente de Aragón y a base del 3.º Regimiento de la División «Durruti”, ahora 26.ª, del XI Cuerpo de Ejército, en la que quedó encuadrada. Su primer jefe fue el teniente de Caballería Pascual Gil de Montes Villar, un alférez de complemento pasado a la escala activa, y el comandante de Infantería Manuel Bustos García que, el 18 de julio de 1936 era capitán del Cuerpo de Asalto e Barcelona, como jefe de Estado Mayor. En el comisariado se sucedieron Pedro Fernández Alonso, José Nadal, Adolfo Arnal García y Juan San Ricart, todos de la CNT. LA 121.ª Brigada Mixta cubría el sector de Farlete. Participó en la batalla de Belchite en el sector de Fuentes de Ebro. (Carlos Engel).

Distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937:

Farlete

División Durruti

Batallón Monte Oscuro 1.ª y 2.ª Compañía.

Centurias 2.ª, 16.ª, 22.ª, 31.ª, 33.ª, 49.ª y 50.ª

3.er Regimiento 1er Batallón 1.ª y 3.ª Compañía.

3.er Regimiento 1er Batallón 1.ª Compañía Sección F.A.

3.er Regimiento 2.º Batallón 2.ª Compañía.

1.ª Compañía Hijos de la noche.

4.ª y 5.ª Agrupación.

Ametralladoras.

2.ª Sección.

1.ª y 2.ª Batería de Montaña.

5.ª Batería. 7.º Regimiento Ligero. Tanque número 3.

Cuartel Sanidad Montaña 5.º Grupo.

Sección Tanque número 15.

El grupo exploración «Hijos de la noche», un grupo de combatientes de asalto llamado así por su necesidad de moverse en la oscuridad (Antoine Giménez. Del amor, la guerra y la revolución.). Farlete.

Frente de Alfajarín

División Durruti.

2.º Batallón. 1ª Compañía.

3.ª Sección 2º. Batallón. 3.ª Compañía. 3.ª Sección. 5.ª Agrupación.

1.ª Sección Ametralladoras.

Monegrillo

División Durruti

2.ª Batería de Montaña de Garrido Escuadrón de Caballería.

2.ª Batería de Montaña del 10`5.

Monegrillo fue tomado el 11 de agosto de 1936 por la Centuria Tarrasa, compuesta por milicianos anarquistas. En Monegrillo se instaló el cuartel de la 120.ª Brigada Mixta de acuerdo a la comunicación publicada en La Vanguardia de 18n de junio de 1937: “División Durruti (26.ª) Se comunica a los individuos que a continuación se expresa, pertenecientes al segundo batallón de la 120.ª Brigada Mixta (antes segundo regimiento), que en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas deben presentarse en el cuartel de dicha Brigada (Monegrillo), ya que de no hacerlo se tomarán las determinaciones pertinentes o se entregarán a los Tribunales militares.”

Bujaraloz

5.ª Agrupación Ametralladoras.

Compañía Rojo y Negra del Bajo Llobregat.

Sección Morteros.

Ambulancia 27.

Delegación de Guerra.

Osera

División Durruti.

1.er batallón. 2.ª Compañía y 3.ª Compañía. Sección Ametralladoras.

3.er Batallón, 1.ª Compañía.

Centurias 8.ª, 36.ª y 37.ª

4.º Grupo de Montaña.

Plana Mayor.

Los Calabazales. Juv, Lib. (Juventudes Libertarías),

3.ª Sección Exploración.

3.ª Batería Montaña.

Tanque nº 1.

Aguilar de Ebro

División Durruti.

Centuria 12.ª

Pina de Ebro

División Durruti.

1.er Regimiento 2.º Batallón. 2.ª Compañía.

Centurias 22.ª, 43.ª, 47.ª, 51.ª, 53.ª y 62.ª

1.ª Sección Ametralladoras.

Grupo Exploración.

1.er Batallón 3.ª Compañía.

Centurias 11.ª y 22.ª

Gelsa

División Durruti

10.ª Sección Ametralladoras.

Grupo Internacional.

Centuria 19.ª

Tanque nº 5.

Velilla de Ebro

División Durruti.

Grupo Internacional.

Velilla de Ebro

División Durruti.

Grupo Internacional.

La Zaida

División Luis Jubert.

1.er Regimiento 3.er Batallón

1.ª Compañía.

Sección de Abastos.

Azaila

División Durruti.

1.er Regimiento. 2.º Batallón. 2.ª Compañía.

Centurias 22.ª, 43.ª, 47.ª, 51.ª, 53.ª y 62.ª

1.ª Sección Ametralladores.

Grupo Exploración.

1.er Batallón. 3.ª Compañía.

Centurias 11.ª y 22.ª

La caída del frente

El frente de Aragón se encontraba operado por el 5º. Cuerpo de Ejército Nacional, creado el 12 de abril de 1937, por Orden General, y dependiente de él la Brigada Mixta de Posición y Etapas, mando que ejercía el coronel de Infantería del Regimiento de Carros de Combate núm, 2. Antonio Civera Ayxemus, con la misión de cubrir el frente a Aragón, desde Zuera a Villafranca de Ebro (Ambos inclusive).

El cuerpo estaba compuesto por diferentes unidades de infantería: seis batallones de infantería Gerona; 3ª., 7ª. y 9ª. Bandera FET Aragón (Denominada Bandera Móvil); 3ª y 5ª Unidad de Pontoneros; 4ª., 5ª. y 7ª. Compañía de la 5ª. Comandancia de intendencia; 1º. y 5ª. Batallón de la Milicia Nacional; Compañía Móvil 4º. sector Zaragoza; 8º. Escuadrón de Caballería (A pie); Compañía Servicios Auxiliares, Regimiento Carros Combate nº. 2 y la 1ª. Batería Ametralladoras Regimiento Artillería Ligera nº. 2. La unidad de caballería el 4º Escuadrón Regimiento Cazadores Castillejos, 9º Cabª. Las unidades de Artillería 2ª., 8ª., 11ª. y 4ª. Baterías Regimiento Artillería Ligera y una sección del Grupo Antiaéreo. Ingenieros: Compañía Batallón Zapadores Minadores núm. 5 y una compañía de Transmisiones. Intendencia: Sección de la 5º. Comandancia de Intendencia. Sanidad: Compañía de la 2ª. Comandancia y una sección de Desinfección de la 2ª Comandancia. («División 55: diario de operaciones de la División, correspondiente al período de tiempo comprendido entre el 20 de abril 1937 (I Año Triunfal) y 1 de abril 1939 (Año de la Victoria)». ES/AHPZ – P/002680/0005 Archivo Histórico Provincial de Zaragoza). 

El 13 de octubre de 1937 se dan las instrucciones y fases sobre el frente de Aragón, señalando los objetivos a la Aviación nacional y la Legionaria: “Neutralización del material, pista e instalaciones” de los aeródromos de Sariñena, Bujaraloz, Puebla de Hijar y Selgua». Una segunda fase fue atacar los “Centros militares y depósitos de material de guerra, -con la intención de conseguir los siguientes efectos- ataque a concentraciones de tropas, material, parques etc.” Entre los destinos de estos bombardeos estaban señaladas las poblaciones de Bujaraloz, Sariñena y Grañén. Igualmente figuran Bujaraloz y Sariñena como objetivos a bombardear como importantes nudos de comunicaciones. También las centrales telefónicas de Sariñena y Tardienta. (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

Con la caída de Asturias, completada el 22 de octubre de 1937, el gran grueso del Ejército del Norte, Cuerpo de Ejército de Navarra y Cuerpo de Ejército de Galicia, además de otras unidades y parte de la aviación adscrita a ellas, refuerzan el frente nacional en Aragón. El frente de Aragón cambia por completo, los nacionales pasan de resistir a preparar la ofensiva sobre Aragón. Además, se uniría la legión alemana Condor.

A mediados de marzo de 1938, la aviación Condor se encarga del frente norte de Aragón mientras la aviación italiana del sur. En Los Monegros fueron bombardeadas las poblaciones de Grañén, Torralba, Sangarrén, Bujaraloz, Sariñena, Lanaja, Castejón de Monegros Robres.  (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María).

El 22 de marzo de 1938 se inicia la ofensiva nacional del Cuerpo del Ejército de Aragón, al mando del general José Moscardó Ituarte, quien rompió y avanzó imparable en el frente de Aragón. A su mando las divisiones 51, 53, 54 y 55: «El día 23 de marzo la 53 División llegó a un kilómetro de Sangarrén y la 54 ganó y rebasó Tardienta. Al día siguiente, la División 54 ocupaba Torres de Barbues y Almuniente, y la 54 se situaba en Torralba. El día 25, la 53 ocupó Grañén, la 54 Senén y Robres y la 55 Bujaraloz y La Almolda. El día 26 la División 53 alcanzó Capdesaso, Lalueza y Poleñino, mientras la 54 lo hacía con Alcubierre y Lanaja y la 55 alcanzaba Castejón y Pallaruelo» (Arturo Morera. La guerra del 36).

Sariñena fue ocupada el 26 de marzo por las divisiones 53, 54 y 55 «No todos los efectivos pisaron las calles de la población, pero todos atravesaron sus campos y andaron sus caminos persiguiendo a los republicanos que huían a la desbandada por las planicies del Saso de Miranda, las Almunias Altas, Cachicorba, Cajal o Saso las Fitas» (Arturo Morera. La guerra del 36).

«La División 53 estaba mandada por el general Alvaro Suciro Vilariño y se componía de las siguientes unidades: Tabores 1ª y 3ª de la Mehala de Tetuán (moros); 2ª y 15ª Banderas de la Legión; Tercio de Requetés del Pilar; 2ª y 7ª Banderas de Falange; un grupo de artillería del 75 y otro mixto de montaña; por último, una compañía de zapadores y otra de Transmisiones.

En la División 54 dirigida por el general Ricardo Marzo Pellicer, se integraban los siguientes efectivos: Batallones 283, 286 y 289 de Tiradores de Ifni (moros); 6° Batallón de San Quintín; el 7° de América; el 3º de Palma; el 2°de Bailén el 8º de Vitoria y el «C» de Ceriñola; el Tercio de Requetés Ntra. Sra. de Valvanera y los Batallones de Infantería 131 y 287. Había también un grupo de cañones y otro de obuses ligeros y dos grupos de Ingenieros.

Por último, la División 55 (antes 13rigada Mista de Posición y Etapas) estaba al mando del coronel Enrique Adrados. Disponía de los Batallones 1 al 10 del Regimiento de Carros de combate y de la 1ª y 9ª Banderas de Falange; una Batería del 75, otra del 105 y una sección de antitanques, dos compañías de Zapadores y una de Transmisiones.»

Arturo Morera. La guerra del 36.

Marzo de 1938. Diario de campaña de un requeté pamplonés

Manuel Sánchez Forcada perteneció al Tercio del Rey, encuadrado en el batallón América, junto con falangistas navarros y soldados regulares. En un diario dejo escrito su avance por Aragón tras la caïda del frente:

  1. Pasamos todo el día en Zuera, lo que aprovecho para hacerme higiene general, pues desde el día 30 de enero que fuimos a Teruel no me he afeitado; por la noche salimos para Almudévar a preparar la operación.
  2. Se toman de madrugada las posiciones rojas, continuando el avance durante todo el día; por la noche pasamos una borda desmantelada sin tejado no pudiendo pegar ojo, pues se pasa toda la noche lloviendo torrencialmente.
  3. Amanece el día como se ha pasado la noche, a media mañana aclara el tiempo y se continua la operación, después de un pequeño combate se toma el pueblo de Tardienta, haciendo muchos prisioneros.
  4. Continua el avance, no pudiendo en todo el día tomar las posiciones rojas; a pesar de las preparaciones artilleras los rojos no ceden, en los varios intentos que hemos hecho ha habido varios heridos, Martín, etc.; llega el anochecido y dan la orden de asalto, no sabemos donde vamos y por toda contestación nos dicen que hay que ir a donde salen los fogonazos, allá vamos, nos mezclamos con ellos y en un gran revuelo sin saber donde estamos, hemos tomado el pueblo de Torralba; en la confusión lo mismo se oyen gritos de Viva la República como Viva el Rey y España, se han hecho muchos prisioneros.
  5. Después de una noche muy intranquila pasada debajo de un puente, continuamos el avance y, sin enemigo delante, se toman los pueblos de Senés y Robres pasando la noche en éste.
  6. Hoy empezamos el avance muy temprano, hoy por carreteras y en columna, pues no se ve el enemigo, pasando por Alcubierre, La Naja y Pallaruelos de Monegros, donde pasamos la noche, cogiendo una bandera de la U.G.T.; como trofeo se guarda.
  7. Salimos de operación por la carretera hasta unos tres kilómetros del pueblo, como no hay nada volvemos al pueblo a la noche.
  8. Salimos de operación dejando la carretera de los Monegros, cruzamos el río Ribagorzana y tomamos los pueblos de Albatillo, Sena y Villanueva de Sigena, pasando la noche.
  9. Salimos de Villanueva de avance, se toma Ontiñena, a boca (sic) oscuro cruzamos el río Cinca con agua a la cintura, pasamos Chalamera y paramos en Osso de Cinca, pues no han podido cruzar el río 2 Batallones y todas las cocinas al soltar los rojos las puertas de un pantano y bajando una gran riada.

J. María Pinto de la Rosa. El Grupo Mixto de Ingenieros Nº 4.

El día 22 de Marzo dieron comienzo las operaciones para alcanzar la línea del río «Alcanadre», ocupándose el Vértice Radiva e iniciando el envolvimiento de Tardienta; el día 23 se tomó después de vencer dura resistencia, el citado pueblo de Tardienta; el 24, después de durísimo combate, el de «Torralba de Aragón» cogiéndose numerosos prisioneros y material; también se tomó ese día la Torre del Moro; el 25, con menor resistencia. Senes, Robles y Macizo de Santa Elena; el 26 Lanaja, Alcubierre, La Cartuja y Pallaruelo, cooperando a la ocupación de Sariñena por la División n.° 53; se alcanzó el Alcanadre en su confluencia con el «Isuela»; el 27 se ocupó Albalatillo y su campo de Aviación; en la noche del 27 al 28 las Compañías de Zapadores en unión de la del Grupo n.° 3 restablecieron la comunicación a la salida de Sariñena, permitiendo que al amanecer del 28 pudiesen emprender la marcha las Divisiones 53 y 54, por lo que fueron felicitados los Zapadores Divisionarios. El día 28 se vadeó el río Alcanadre ocupándose los pueblos de Sena, Villanueva de Sigena con su Monasterio, Ontiñena, Ballobar y Chalamera, alcanzando en este último, con alguna resistencia, el río Cmca, día éste en que la Compañía de Transmisiones tuvo una de sus más acertadas actuaciones, dando comunicación desde Sariñena hasta el río Cinca, conforme iban avanzando las columnas.

Barrio de la Estación


Segundo premio.- XXII CERTAMEN DE LITERATURA «MIGUEL ARTIGAS” Monreal del Campo.- Año 2022.

Este relato se basa en una foto que existe en realidad y que fue realizada -posiblemente en 1933- por un fotógrafo desconocido en un barrio rural ferroviario.

El topónimo Parrasernil es ficticio.

Rosalía y Dionisio y sus hijos Lourdes y Esteban en el Barrio de la Estación de Sariñena.

Por Victoria Trigo Bello .

A mi padre.

Barrio de la Estación

Aún pudo ver y verse mi padre en esa foto con las últimas luces de sus ojos. Hija mía, hija mía, sollozaba mi niño anciano y rendido… Esa foto, salvo en el número de personajes, se parece un poco al cartel de la película Los Santos Inocentes. A Delibes le hubiera inspirado una familia tan pobre, la misma que compondría una estampa pintoresca para aquel fotógrafo anónimo que recogía las imágenes de una barriada crecida junto al ferrocarril. A Delibes y a su castellano profundo les habría dictado una novela esa familia con lo mejor de su armario, varada en ese tiempo desde el que miran los muertos, una familia con la sorpresa de ser fotografiada allí, en el Barrio de la Estación de Parrasernil, a pocos metros de donde la vida era un estruendo de ruedas y del fuego que circulaba por los carriles.

Esa foto hoy comparte escritorio con mi ordenador. Como telón de fondo de la misma, tras el grupo aparece una parcela de planta única, vivienda alquilada por lo poco que pudiera permitirse un sueldo de mozo de tren asignado a esa estación, que llegó con su mujer y con una hija y apenas instalados vio nacer al heredero de su miseria al que tuvieron que meter en agua helada para que rompiera a llorar. Mis abuelos con expresión de estupor, ambos sentados en el centro de la escena. Ella, repeinada, mira con la desconfianza propia de una montañesa que sabe de las soledades de mil senderos de herradura y de la aspereza de una aldea perdida donde vale más un buey que una persona. Tiene a su izquierda a la primogénita, de cinco años y con la falda levantada por una ráfaga que le deja la braga al descubierto. El patriarca, envejecido de todos los peonajes de sol a sol que jalonaron su juventud, luce su chaqueta que huele a alcanfor, la que se pone con el pantalón bueno -el de tela de rayita y que también huele a alcanfor-, y calza los zapatos brillantes de cuando se casó -que le incomodan porque sus pies tratan más con las alpargatas que con el material fino del calcero para señoritos-, sostiene un cigarro de picadura en su mano diestra y con la otra respalda al chaval. Por último, este chaval, una criatura con un triciclo famélico al que una piedra ante la rueda delantera frustra el intento de escapar del posado.

La estación era el arrabal, el Gólgota de los obreros donde el tiempo y la existencia se medían en trenes. Ningún reloj mejor que el péndulo de esos dioses de hierro en sus idas y venidas, la carbonilla como estela, el vapor acolchando la mordedura de bielas y contra bielas. Una iglesia pequeña, suficiente para almas sin otra esperanza que la de marchar. Una cantina en la que algún trago de más y alguna mala racha en los naipes suponía más dificultad en la dificultad. Y los trenes, los trenes cargados de noches gélidas o de soles de brea, espadas que atravesaban ese paisaje de tierra roja, tierra de carne y sangre que adivinaba la proximidad de una guerra y que intuían que con ella todas las desgracias conocidas resultarían, por comparación, penurias aceptables, pecados veniales que con un poco de penitencia serían perdonables y no supondrían nada más grave que un diminuto borrón en un lienzo inmenso.

Esteban Trigo Estúa en la Estación ferroviaria de Sariñena.

El casco urbano de Parrasernil era otra cosa, otro planeta. Parrasernil era el pueblo. Parrasernil era la laguna, el ayuntamiento, las aceras, la escuela, las casas más habitables, el palacete venido a menos –la parte baja eran cuadras- pero con un escudo que hablaba de una lejana hidalguía, los edificios para gente que, aun siendo humilde, no se rozara mucho con el mal. El mal verdadero y mayúsculo se quedaba en el Barrio de la Estación, en sus calles polvorientas, en el paso a nivel que se abría y cerraba como las fauces de un monstruo. El mal era aquel calor que se pegaba amarillo y pajizo a las paredes, el otoño larguísimo como una culebra o una maldición, las lluvias que caían con desgana, hijas de nubes aburridas, los cristales eternamente sucios, las bombillas heridas de melancolía, los gatos apedreados, la jaula de una cardelina muda. El mal era el hambre en la infancia de rodillas huesudas, en las botas de puntera descosida, en la roña tras las orejas. El mal era el aviso de los trenes taladrando el silencio sin cesar, esposados a la vía hasta que se cayeran a pedazos.

Mi padre conservaba esa foto amortajada como un cadáver que no quería enterrar por completo. Era el fósil de su niñez, el único vestigio de su lugar de nacimiento en un verano de moscas que tejían su plaga sobre el cesto en que lo dejaba su madre para irse a lavar la colada de quien pudiera pagarle por la ofrenda de su espalda sacrificada, por sus manos de esparto, con las uñas comidas por la sosa. Esa foto de los cuatro ante la parcela, esa foto de esos pobretones hoy a pocos centímetros de la pantalla donde desfilan cotizaciones de bolsa y valores con los que configuro un sinfín de gráficos e informes, fue rescatada por mí cuando buscaba la póliza de decesos suscrita por mis abuelos en la década de los cuarenta, cuando se puso de moda asegurarse un hueco digno para los restos mortales. Me iba a tocar en breve utilizarla y ya se había interesado gentilmente por ella la directora del geriátrico para saber a quién llamar si usted no estuviera localizable cuando se produzca el óbito.

Esa foto me traslada a las últimas semanas de mi padre, cuando él deambulaba penosamente con el andador por los jardines, todavía saludando a otros residentes entre resoplidos asmáticos, sus paseos de calvario –los médicos, erre que erre en que saliera a tomar el aire- antes de fracturarse la otra cadera y quedar definitivamente encamado. Esa foto en sepia, con sus piernecillas tiernas en tensión, sus músculos aún de leche, pero ya rabiosos sobre los pedales como jinete en un caballo torpe, sus labios apretados tragando aquella frustración, negando una sonrisa al hombre desconocido que se la pediría tras una cámara montada sobre un trípode, marcó un hito en la vida de mi padre. Ese día de la foto, mi padre descubriría que no había camino posible con la barrera de un guijarro cerrándole el paso. Ese día mi padre aprendería a perder, a prensar la ira mandíbula contra mandíbula, a aguantar esa detención, esa brida, porque un fotógrafo daba órdenes y todos le obedecían.

Aún pudo ver y verse mi padre en esa foto con las últimas luces de sus ojos. Hija mía, hija mía, sollozaba mi niño anciano y rendido. Aún pudo sostenerla con sus manos ya abanico de venas secas, archipiélago de manchas, flores de cementerio. Aún pudo sonreír su rostro de mejillas hundidas al chiquillo que se empinaba sobre los pedales de aquel trasto, quizás préstamo de algún amigo un poco menos pobre. Aún pude yo encontrar en las piernas lacias de mi padre moribundo -sus pies presos en las taloneras, con las úlceras ansiosas de graparse a su pellejo- la fragilidad de aquel niño que no podía remontar el dique, la oposición de esa piedra. 

Enmarqué la foto y la coloqué como detalle vintage en mi despacho de ejecutiva. Aunque cercana a mi jubilación, no quiero privarme de esa imagen en el lugar donde desde hace muchos años paso más horas que en mi casa. He pensado también en el regreso que cinco décadas después del disparo de aquel fotógrafo hicimos al Barrio de la Estación con mi padre -entonces ya padre y abuelo-, para rastrear algún vestigio, algún hierro de triciclo oxidado que aún latiera por allí. He pensado en la búsqueda infructuosa que hicimos de alguna brizna de raíz, en nuestro tímido pulsar el timbre de la puerta de una casa –la única que parecía habitada-, en pronunciar el apellido Clavería ante una mujer, aproximadamente de mi edad, que hizo salir a su marido, algo mayor, y en cómo, entre ella y él, los dos a una, apenas pudieron tejer una sombra de lo que fuera aquel ayer tan lejano. Que si la harinera, que si una firma de gaseosas, que sí, que sí, que en una parcela hubo una pareja que venían -¿de dónde dicen ustedes que eran…?- con una chica y pronto les nació un chico, pero que no podían precisar más, porque todo eso era lo que ellos habían oído contar de siempre… De siempre y ya de nunca. Y luego, en aquella visita a Parrasernil, mi padre, cincuentón de buena planta, posó con estilo de actor bajo el cartel que identificaba la estación, jefe onírico de aquellos trenes tan perdidos.

Esteban y Victoria Trigo.

He pensado en lo que serían esos amaneceres de somier de paja y sábana basta, con el sueño hecho ojeras, los adultos siempre madrugando para hacer cualquier chapuza para algún amo pasajero, que la nómina del tren daba poco de sí. Lo que usted mande, no se preocupe. O si no me paga ahora, ya me dará algo para mis hijos, que les gustaron mucho los bollos y el chocolate de la semana pasada. He pensado en ese cuarteto de mis abuelos, mi padre y mi tía, ante la novedad de un fotógrafo, en el repetido estate quieto, hijo mío, no seas travieso, que este señor nos va a retratar. He escuchado a mi abuela preguntar si aquello costaría mucho dinero. He escuchado a mi abuelo responderle que no importaba, que así tendrían una foto para enviar a los parientes de Argentina, para que vieran qué majos estaban los chicos. He escuchado a mi tía decir que hacía frío, que se le metía el aire en los ojos, que le daba miedo aquel hombre tan serio que se escondía al otro lado de ese armatoste. He escuchado a mi padre insistir con un quiero marcharme y exprimir un chirrido de aquel cacharro, aquel jamelgo rodante que se negaba a avanzar.

Y también he escuchado la agonía de esas locomotoras cansadas pero a pesar de ello siempre grandiosas con su cargamento larguísimo, diosas descendientes de dinosaurios que evolucionaron del reino animal a un reino metalúrgico en el que latía un infierno. Y los juramentos de algún fogonero si el carbón era de mala calidad y las paladas resultaban insuficientes para alimentar aquel vientre de fuego. Y el silbato del Jefe de Estación que, banderín rojo enrollado, daba la salida a un maquinista que se sentiría, quizás, piloto de un avión que volaba por tierra.

Y junto a ellos, como coro gris e imprescindible decorado de la epopeya ferroviaria, he visto a los viajeros de maleta pobretona y pañuelo paquetero asomados a esas ventanillas para los adioses añadidos. He visto a las mujeres de abrigo raído y medias de muchos inviernos. He visto las lágrimas de todos los nunca jamases, las últimas recomendaciones en el andén. Porque la gente, más que venir se iba. Era raro ver a alguien esperando a quien llegara. Era raro un abrazo de bienvenida. Y, como bastidor del escenario, las traviesas crucificadas bajo aquellos carriles que las convertían en teclas de un piano trágico.

En esa foto de aquella familia ferroviaria está la negación de la esperanza. Y ahora yo, con mi padre ya ceniza a pie de vía, retorno a ese instante ahogado en el océano de trenadas de esa playa parrasernillense hoy casi desierta. Y desde la nostalgia heredada puedo inventar la historia de un crío navegando con un triciclo por los charcos, un crío al que un día cualquiera, un día sin marca alguna en el calendario, llama su padre desde lejos para que vuelva a casa. Allí, en el reducido comedor de aquella parcela, un señor se toma una copita de anís y dice al padre que les hará la foto en cuanto estén los cuatro listos, que mejor que no tarden para aprovechar la luz, que pronto dejará de ser tan buena para impresionar el negativo. Y su padre contesta que enseguida, como usted diga, y lleva al hijo recién entrado de la calle a lavar las manos y la cara con una astilla de jabón que huele a sebo que hay junto a un cubo de cinc que reposa en el pequeño patio interior, bajo los tendedores de alambre, cerca del ponedor donde una gallina vieja ejecuta cada pocos días el milagro de un huevo para alejar un poco la sombra del cuchillo. La madre, que ya ha abrochado a la chica los zapatos de ir a misa el domingo, aguarda a su retoño con una camisita limpia, sacada del paquete de ropa que recibieron de unos primos de Madrid, que les mandan todo lo que ya no sirve a sus hijos.

El fotógrafo comienza a preparar su equipo. Primero sale el padre, con orgullo de cabeza de familia, que pone dos sillas ante la puerta de la casa. Le sigue la madre, con las dudas de qué se le ha perdido allí a ese individuo un tanto atildado, de bigote pelirrojo y manos blanquísimas, que les ha entregado una tarjeta con la dirección de su estudio en Barcelona –la abuela, analfabeta, coge con recelo ese rectángulo de cartulina- y el artista visitante asegura que enviará antes de un mes la fotografía. Mejor dicho, las fotografías, porque serán dos copias, que el señor me ha pedido una para sus parientes, ¿verdad? Tras mi abuela va la chica, vergonzosa, que se arrima a su madre y, a regañadientes, se separa un poco obedeciendo al fotógrafo. Venga, guapa, no te pegues tanto a tu mamá, que llevas un vestido muy bonito y no lo vas a lucir. No, no coja a la chica en brazos, que ya es muy grande, no se la ponga encima. La chica ha de estar de pie y a su derecha, señora. Usted está ahí bien, sentada junto a su esposo. Por último él, mi padre, que no ha consentido en dejar dentro de casa el triciclo. Bueno, no importa, queda bien el niño así, con los pies en los pedales, aclara el fotógrafo. A ver, ahora miren todos aquí sin pestañear… No, no, no, que el chico se mueve. Nuevo intento. Otra vez el crío haciendo mención de largarse. No, hombre de Dios, no le pegue al chico que si se pone a llorar será peor porque perderemos más tiempo. A ver si esto sirve para conseguir que se esté quieto… Y el fotógrafo del bigote pelirrojo y las manos blanquísimas, se agacha, coge una piedra y la coloca allí, en la base de la rueda delantera, como un cepo que la amarrara y la soldara al suelo. Y mi padre callado, impotente ante esa piedra que ha hecho encallar su triciclo.

Ya está. Mire, ya que ha sido usted tan amable de invitarme a esa copita, le hago un descuento y así la mujer se queda más tranquila. Seguro que habrán salido los cuatro estupendamente. Yo conozco bien mi oficio. Antes de un mes pondré en camino la fotografía. Dos fotografías, sí señora, dos. Luego, lo que tarde en llegar, que eso ya no depende de mí. Sí, descuide caballero, que ya he anotado las señas. Sí, le prometo que en letra bien grande pondré Parrasernil y, en letra aún mayor, Barrio de la Estación, para que no se pierda dando vueltas por la localidad. No, si la quieren enmarcada, eso es otro precio, señor mío. Además, hágame caso, aunque costara lo mismo, mejor enviarles solo la foto –dos fotos, señora, dos, duerma tranquila-, porque seguramente les llegaría el cristal roto, que ustedes mejor que nadie sabrán lo mal que tratan los paquetes en estos furgones, que agarran las sacas del correo y las lanzan como si las quisieran despeñar. Luego ya, compren un marco en Lérida o en Zaragoza. O quizás lo haya en Huesca, que para algo es también capital de provincia. La verdad, no creo que en un pueblo tan pequeño como Parrasernil haya alguna tienda de cosas finas así, vamos, me extrañaría mucho. Y gesticulaba como si sus brazos remataran en abanicos en vez de en manos.

Para la abuela, cada vez que veía pasar al cartero era un interrogante. Que no, mujer, que no hay nada a nombre de ustedes. Joder, qué pesada, todos los días preguntando. ¿Se cree que voy a quedarme para mí algo suyo? Igualmente cada día, bronca con el abuelo. Que si ese fotógrafo les había sacado los dineros y no les iba a enviar nada. Que si a saber si se perdía el sobre. Que si en mala hora le habían pagado por adelantado, que si algo quería ese hombre, que hubiera vuelto con la foto –con las dos fotos-, y entonces, después de ver si merecía la pena el resultado, le pagarían. Y el abuelo, harto de escucharla, le replicaba siempre lo mismo. ¡Qué termita eres, como si fuera el fin del mundo que ese floripondio nos hubiese timado! ¿Para qué iba él a querer la foto de unos pobretones? ¿Te crees que no fotografiará a gente importante y se sacará copia bien grande de militares y actrices, para poner en el escaparate? Y la abuela, vuelta a la carga de que eso de la foto sería una estafa, un sacaperras. Entonces el abuelo, incapaz de hacerla callar, pegaba un golpe en la mesa y se marchaba a la cantina dando un portazo.

Pero el sobre llegó cuando el tema estaba casi olvidado. En papel marrón rígido, con las señas puestas como había dicho el remitente, recibieron la foto –las dos fotos- y quedó atrás la pesadilla de la abuela de haber tirado el dinero y las discusiones con el abuelo. Y era cierto lo anunciado por el fotógrafo: habían salido muy bien. Hasta el vestido de la cría abanicado por el viento les hizo gracia. Fíjate, qué moza se le ve ya, apuntaría la abuela. Y mira el chaval, qué fuerza se le nota en las piernas, añadiría el abuelo satisfecho de la bravura que apuntaba su vástago.

Y, casi al instante, se pondría a buscar papel fino para escribir con bastante soltura a los parientes de Argentina. Queridos todos: os mandamos una foto para que conozcáis a los chicos. Nosotros vamos tirando, gracias a Dios. Ya nos contestaréis y nos diréis si os ha gustado. El crío no se quería estar quieto y el fotógrafo le puso una piedra delante de la rueda, ¿la veis? Ya llevamos dos años aquí en Parrasernil, en el Barrio de la Estación. En cuanto pueda, pediré cambiar a otro destino y a ver si allí encontramos una casa más grande, porque otra vez estamos esperando familia. Nos va mal, pero hay que aceptarlo a ver si trae un pan bajo el brazo. Nos da igual si es chico o chica con tal de que venga bien. ¿Qué tal estáis vosotros? Escribidnos pronto, que nos agradará leer lo que contéis. No sé cuándo os llegará la presente. Aquí termina el verano y ya hay alguna tormenta. Recibid el cariño de vuestros hermanos y sobrinos que no os olvidan.

Aún pudo ver y verse mi padre en esa foto con las últimas luces de sus ojos. Hija mía, hija mía, sollozaba mi niño anciano y rendido.

Los trenes rugían al otro lado, muy cerca. Él ya no podía pedalear.

La escuela del Barrio de la Estación en los años sesenta.


A mí me gustaba mucho ir a la escuela; tanto debió ser que le cogí gusto y no dejé de hacerlo en toda mi vida. Dicen que la vocación para dedicarte a la docencia te la suele contagiar alguno de los maestros que has tenido viéndolo disfrutar dando clase; por este motivo les doy las gracias porque de alguna manera decidieron que me dedicara a esta profesión tan bonita, arriesgada y emocionante.

Por Asun Porta Murlanch.

Merendola. Mari Carmen Garcés, Montse Blasco, Asun Porta, María José Villa y María Rosa Sancho, también está Mercedes Pérez en el lado izquierdo

Pero vamos a los años sesenta…

Salíamos de casa con mi hermano cartera en mano ―no se habían inventado las que iban cargadas a la espalda y, si existían, al Barrio de la Estación no habían llegado―.  Íbamos  con unos minutos de antelación porque nos gustaba entretenernos por el camino con cualquier cosa: un hormiguero, un gorrión que se había caído del nido, el perro de Francisquer que lo incordiábamos y nos encorría siempre. La despedida de mi madre era: ¡cuidado con el tren! Cruzábamos las vías varias veces al día: para ir a la escuela, a la iglesia, a comprar, a ver a los amigos… La estación,  el traqueteo de ir y venir de los trenes, su característico pitido, los raíles y las personas que trabajaban allí, así como las familias que en aquella década vivían en el Barrio, formaban parte de nuestra vida.

Mi hermano José Luis  iba a la clase de los chicos y yo a la de las chicas como era normal en aquella época. El número de alumnos variaba de año en año pero entre los dos grupos rara vez bajábamos de los veinte.

La cartera nos pesaba poco, unos llevaban el Catón, el Parvulito o una cartilla para aprender a leer y los cuadernos de caligrafía; otros, los más mayores, llevábamos la enciclopedia Álvarez (que era un libro más grueso donde estaban todas las materias), el cuaderno de dos líneas ―indispensable para seguir haciendo buena letra, cosa que conmigo no funcionó―, el plumier de madera con unas pocas pinturas, las plumillas, la tinta china de colores, el lápiz, la goma de Milán, unas cuantas pinturas y el tajador. Y no faltaba alguna canica, los cromos para cambiar, las chapas aplastadas por el tren que colocábamos con cuidado en los raíles, la goma para jugar y hasta algún tebeo del Capitán Trueno o Jabato que nos encantaban.

Las clases tenían unos enormes ventanales orientados al sur por donde nos entraba el sol. Enfrente de la entrada, una pizarra enorme con su clarión ―que es una palabra preciosa que con el tiempo pasó a ser tiza―, la mesa de la maestra, los pupitres, un armario con libros y en el centro una estufa. Al lado, un cuarto donde se guardaba el carbón, el pozal con el badil para recoger el carbón y llevarlo a la estufa, algo de leña y apoyados en una esquina los mapas enrollados, algún armario, una mesa y algún pupitre viejo.

Los pupitres estaban perfectamente alineados. En la madera estaban las huellas, a modo de muescas o pequeños dibujos que habían labrado en algún momento de rabia o despiste nuestros predecesores y que permanecían con los años. En la parte alta había un surco alargado para dejar el lápiz y  un hueco redondo para poner el tintero y así poder copiar textos a plumilla o pintarlos con la tinta china de colores.

Al entrar, antes de sentarnos, rezábamos o cantábamos alguna canción patriótica, que era lo que en aquellos años dictaban las normas, después corregíamos las cuatro operaciones que nos habían puesto de deberes: una suma de «tres pisos», una resta de llevar, una multiplicación por cuatro cifras y una división enorme. Los más mayores también debíamos hacer un par de problemas de cuatro operaciones, que en nuestro caso servían como punto de encuentro de toda la familia. En mi casa los hacíamos entre todos, mi padre decía que al final se trataba de entenderlos para saber contestar al día siguiente las preguntas de la maestra.

No nos librábamos ningún día del dictado, y si teníamos faltas había que escribirlas decenas y cientos de veces,  hasta que las habíamos interiorizado correctamente. También si nos portábamos mal el castigo más normal, además de algún cachete o quedarnos sin recreo, era el copiar cien veces: me portaré bien. La verdad es que no daba mucho resultado pues el que era travieso y algo movido, pronto se le olvidaba.

Leíamos y copiábamos cuentos, fábulas, vidas de santos, trozos de la historia de España llena de héroes, conquistadores y reyes justos y valientes. Esos trozos de la historia o definiciones gramaticales las debíamos aprender de memoria,  la mayoría de las veces sin entender siquiera qué significaban. Nos sucedía igual con el catecismo, nos lo sabíamos de memoria aunque mucho de lo que allí se explicaba no lo entendiéramos muy bien.

Alguna tarde las chicas dedicábamos un rato a coser porque se suponía que en un futuro necesitaríamos zurcir calcetines, bordar sábanas y mantelerías…, pero sobre todo remendar la ropa que en aquellos tiempos no era muy abundante. Todas teníamos un pañito de batista blanco dónde entrenábamos con finura y paciencia: pasadas, punto atrás, sobrehilar, bodoques, punto al lado, bordado de lagartera, cadeneta… También hacíamos trabajos manuales con granos de arroz, garbanzos o pinzas de madera como los chicos, y dibujábamos. Recuerdo especialmente una técnica que me gustaba mucho: el calcado. Si querías copiar un dibujo del libro, por ejemplo Santiago Apóstol, debías calcarlo en papel de celofán que era traslúcido, le dabas la vuelta y ennegrecerlo con el lápiz, entonces lo colocabas sobre el cuaderno y lo volvías a repasar teniendo mucho cuidado que no se moviera pues le podía quedar algún pie o la cabeza fuera de su sitio al Santo Apóstol.

En los primeros años de la década al salir al recreo ya estaba preparada el agua caliente para echarnos los polvos y hacer un vaso de leche. Obligatorio tomarla. Recuerdo el olor a vainilla, el sabor dulzón y como se deshacían los grumos en la boca. A nosotros nos gustaba más la leche de vaca que nos traían de Capdesaso o íbamos a comprar a casa de la Señora Antonia y el señor Feliciano, detrás de la escuela, que también tenían horno de pan y carnecería.

Teníamos un botijo para beber agua fresca colocado a la salida entre las dos clases, de él bebíamos todos. Alguna vez se llenó de bichos y alguno se los tragó con los consiguientes espasmos, arcadas y risas; claro, entonces no sabíamos que pasados los años los venderían como un gran manjar.

Aunque el espacio de recreo estaba limitado por la carretera y un camino, rara vez jugábamos solo allí. Nos movíamos por las casas de alrededor si tocaba esconderse.  En un pueblo que en nuestros ratos libres recorríamos  todos los rincones, poner límites a un espacio abierto es como meter en una jaula de pájaros una mosca. Todo el barrio era nuestra casa y por todo nos movíamos libremente.

En el mes de mayo hacíamos un altar a la Virgen con manteles blancos con puntillas y flores naturales que íbamos trayendo de las que teníamos en casa, del jardín o del huerto. Y todos los días, los diez últimos minutos de clase, rezábamos, recitábamos poesías  y le cantábamos canciones a la Virgen muy devotos, serios y formales.

Un año plantamos cipreses bordeando el recreo, cada uno el suyo para que lo  cuidáramos y estuviéramos orgullosos de verlo crecer.  Hoy, después de casi sesenta años, todavía se conserva alguno.

Hasta los diez años tuve de maestra a Dña. Tere Guillén, la señorita Tere como la llamábamos nosotros, le teníamos mucho cariño y respeto. Recuerdo su voz, su pelo rubio siempre tan bien peinado con esas ondas y sus gafas que a mí me parecían preciosas. En la clase de al lado tuvieron a Don Manuel y Don Ramón Sambía. Cuando faltaba la señorita Tere nos pasaban a todos a la clase de Don Ramón y nos encantaba porque sacaba su microscopio y nos pinchaba el dedo con un alfiler para ver los glóbulos rojos de la sangre, también las células de las hojas de la cebolla y los gránulos de almidón de la patata.

Alguna vez para la primavera solíamos hacer alguna excursión: nos íbamos a caminar un buen rato por algún camino cercano, parábamos a merendar y vuelta.

Cuando cumplí los diez años llegaron al barrio Don Francisco Pons y Dña. Urbana Ruiz que serían los que nos prepararían para examinarnos de bachiller en el Instituto Ramón y Cajal de Huesca, en junio y con una sola prueba por cada asignatura, ahí te lo jugabas todo. Entonces ya teníamos un libro para cada asignatura. Ella nos daba gimnasia y música a las chicas. Yo tenía muy mal oído y no había manera de solfear nada, así que, mi prima Trinita que estudiaba solfeo y piano me grababa en un magnetófono todas las canciones del libro, y todo era cuestión de oírlas cien veces hasta que te la aprendías de memoria: Sol-fa-mi-fa-sol-la-si-do-re-do-si-sol-fa-mi-fa-sol-la-si-do-la-sol… Si las repetías tal cual en el examen, tenías un sobresaliente. Yo no aprendí música pero alguna de aquellas canciones con su sol-fa-mi-,  no se me han olvidado.

D. Francisco me contagió la pasión por las matemáticas y las ciencias, sus explicaciones y ejemplos eran cristalinos y siempre te invitaba a razonar con sus preguntas.  Creo que su forma de explicar y de hacerme pensar fue el detonante de mi vocación de maestra. Para que me aprendiera sin dudar todos los rincones de España ―como así exigía el libro de primero de bachiller―, me hizo construir un gran mapa mudo y fuimos poniendo las cordilleras con chinchetas marrones, las ciudades con rojas, los ríos con azules, las provincias con negras, … y poco a poco aquel mapa se llenó. Llegamos a contar casi quinientas chinchetas por todo el territorio español. Con el tiempo y el esfuerzo bastaba con señalar una para saber qué era y dónde se situaba.

Salvo las matemáticas y el latín, todo lo demás debíamos aprenderlo de memoria, ¡hasta las tablas de gimnasia!: el libro de «pe a pa» porque en junio nos lo jugábamos todo a un solo examen. Lástima que el tiempo y el poco uso de algunas de las cosas que tanto nos costó memorizar se hayan borrado totalmente.

En el recreo jugábamos todos juntos, chicos y chicas: al corro, al chocolate inglés, a cortar el hilo, a la goma, a la comba, al escondite, a las tabas, a las canicas, al pañuelo, a «churro mediamanga y mangaentera», al diábolo, zancos hechos con latas, a hacer caminos en la tierra, puentes con palos…

En el barrio éramos una gran familia en el que la mayoría trabajaban alrededor del tren que en aquellos años funcionaban con máquina de vapor.  Cuando llegó el TAF con su motor de gas oíl todos nos alegramos pero al mismo ritmo que el motor de los trenes se modernizaba, la gente del barrio iba marchando, luego llego el TER, el TALGO, … y después ya prescindieron hasta del jefe de estación.

La escuela se cerró en 1971. Mi hermano pequeño tuvo que ir junto a otros niños del barrio, ya quedaban poquitos, a la escuela de Sariñena. 

El edificio de mi escuela se convirtió con el tiempo en un centro de la Cruz Roja donde mi hermano Jaime  junto con otros jóvenes de Sariñena hicieron la mili. Hoy es un centro social que se abre para las fiestas del Barrio o cuando algún vecino lo solicita. El recreo se ha arreglado como un parque y alguna vez, raramente, se ve algún niño con su madre o su abuela, pero si me acerco y cierro los ojos, aún puedo oír aquellas alegres canciones y el griterío con nuestras voces de niños.

La escuela ha cambiado mucho igual que la sociedad en la que vivimos pero, para cada uno, siempre formará parte de nuestras vidas porque mucho de lo que hoy somos lo empezamos a forjar en la escuela.

Asun Porta.

El Grupo Escolar Sariñena


La historia del Grupo Escolar de Sariñena y de muchos maestros y maestras que han formado parte de lo que hoy en día es el Colegio de Educación Infantil y Primaria de La Laguna – Sariñena.  Personas excepcionales que han marcado nuestras vidas, grandes maestros y maestras que llevamos profundamente grabados en nuestra memoria y corazones. Lamentablemente, se recoge solamente parte de su historia, con un sincero -lo siento- por no llegar a todos los maestros y maestras que han pasado por las diferentes escuelas sariñenenses. Así, a todos y todas les rendimos un sentido homenaje, recuerdo y un enorme agradecimiento por el gran legado que nos dejaron. No obstante, las puertas quedan abiertas para continuar recogiendo la historia del cole de Sariñena, especialmente de sus maestros y maestras.

Colegio Sariñena

Las antiguas escuelas nacionales de Sariñena

Las escuelas viejas se encontraban en la Ronda de San Francisco, antes muro de Fraga, donde actualmente está el Casino Nuevo de Sariñena y fueron inauguradas el 13 de febrero de 1901. Se estudiaba primaria hasta los catorce años y luego, los que podían, marchaban a estudiar a Huesca. Emilia Pascual Loste estudió el primer año en las antiguas escuelas: “Allí nos daban cultura general a chicos y chicas”. Las clases estaban separadas, incluso el recreo, contando con cuatro cursos de chicas y seis de chicos. Manuel Antonio Corvinos relata algunos aspectos de la escuela a mediados de los años cincuenta en su artículo Las Escuelas Nacionales en los años cincuenta: “Las mañanas de un día cualquiera estaban dedicadas a impartir cultura general de 9:30 h. a 12:30 h. y las tardes a labores, trabajos manuales o a llevar el huerto escolar dirigidos por don Blas. A media mañana el maestro o maestra repartía entre el alumnado un trozo de queso de color amarillo. Las chicas lo recibían  en clase de doña María y los chicos en sus aulas respectivas. Las niñas de primer y segundo grado disponían de un pequeño paño donde aprendían a hacer punto atrás, hilvanes, vainica, pespuntes,  costuras, ojales, etc.). En tercer grado  ya realizaban  bordados, lagarteras, punto de cruz, festones, patrones de ropa de bebé en papel de seda… Mientras cosían  una compañera les leía  pasajes de algún libro de carácter religioso”.

escuelas viejas

Antes de aquellas escuelas graduadas, las clases se daban en la antigua casa consistorial, donde acudían los chicos, mientras las chicas iban a la calle baja del Castillo. También estuvo el colegio de la congregación de las carmelitas, situado en la casa rectoral de la orden, situado en la calle del Sol, actual calle Ugarte.

Ha tomado posesión de la escuela de niñas de Sariñena, la joven é ilustrada profesora doña Carlota Cardiel, que durante algunos años ha desempecon excelentes resultados la de igual clase de Epila en la provincia de Zaragoza.

Diario de Huesca, 7 de septiembre de 1879.

El Diario de Huesca del 23 de mayo de 1912 da cuenta de los exámenes que los alumnos, de ambos sexos realizaron en el centro que atendían la madre sor María Concepción y el resto de hermanas. Los exámenes estuvieron supervisados por la Junta local de primera enseñanza, compuesta por los señores don Pedro Basols, presidente; don Fernando Acín, párroco; don José Calvo, médico; don Florentín Callen, don Timoteo Ulled, doña Juana Barrera y el secretario don Fernando Marquina. Con motivo de la celebración de los exámenes generales, aparecen los maestros Emilia González, María Acín y Ruperto Rojo:

Celebráronse en los días 26, 27 y 28 del pasado mes, los exámenes generales en las escuelas de párvulos y elementales de niñas y niños de esta villa, a cargo de los profesores doña Emilia González, doña María Acín y don Ruperto Rojo respectivamente.

¿Resultados? La Junta local que presidió el alcalde señor Basols (don Pedro), compuesta de los vocales señores Sorte, Calleu, Calvo, Acín y Porteza, salió gratamente impresionada de la escuela de párvulos que, en número de 320, allí se les enseña con paciencia benedictina á pronunciar las primeras letras, cuya torpe y encantadora lengua nos ponía de manifiesto el estímulo y trabajo grande de la maestra, cuyos méritos, en su labor educadora, son mayores cada día.

Mi felicitación más entusiasta á tan ilustrada profesora, honra del Magisterio, en cuyo trabajo ayuda acertadamente la ilustrada auxiliar doña Felisa Aznar.

En la escuela elemental de niñas, se nota que la señora profesora doña María Acín ha empleado el tiempo con fructíferos resultados; a pesar de lo poco que lleva al frente de la escuela se ven adelantos pedagógicos.

En la de niños, cuyo profesor se halla ya jubilado, pero que sigue al frente de la clase, nada se puede decir, en favor de aquellos niños-. Únicamente me atreveré á indicar á los padres de familia, á las autoridades locales y á la ilustre Junta provincial de Instrucción pública, que aparte los graves perjuicios que origina en la Sociedad, la falta de cultura, no se merece Sariñena, que de los ciento ó más alumnos que están en disposición de ir á la escuela, resulten analfabetos con el tiempo más de la mitad: esto es muy triste.

Diario de Huesca del 6 de julio de 1912.

Aquellas escuelas debieron de reunir malas condiciones y así quedó constancia en el Diario de Huesca del 2 de febrero de 1912: «Pasar a informe de la Junta local de primera enseñanza de Sariñena, reclamación del maestro de niños don Ruperto Rojo, sobre las malas condiciones que reúne el local que tiene destinado para dar la enseñanza».

En el Boletín Oficial, del 9 de febrero de 1917, se cita a Cesárea Gallego como resultado del concurso general de traslados de maestras con destino a Sariñena (Diario de Huesca 10 de febrero de 1917). Aquel mismo año de 1917 se solicitó la conversión a graduadas la escuela de Sariñena «A la Dirección general se vuelve a remitir, debidamente informado, el expediente incoado por el Ayuntamiento de Sariñena en súplica de que transformen en graduadas las escuelas nacionales unitarias de aquella villa» (Diario de Huesca del 16 de mayo de 1917). En otra noticia, del Diario de Huesca del 14 de octubre de 1917, con motivo de la celebración del día del Pilar, entre distinguidas personalidades se cita al profesor señor Borobio.

Una figura relevante fue el maestro y pedagogo José Fatás y Bailo (Bernués, H., 1837 – Huesca, 1912), estuvo durante veinticinco años como maestro en Sariñena y una calle recuerda su labor. Además fue jefe de Instrucción Pública en Huesca y catedrático de Derecho en su Normal de Maestros, dirigió un periódico profesional, y es autor de varias obras escolares declaradas de texto. Su hijo Luis Fatás Montes (Sariñena, H., 1865 – Madrid, 1922), se doctoró en Medicina (1888), ingresando en la Sanidad Militar (1890) y en la Beneficencia (1891). Recibió la Encomienda de Alfonso XII por sus estudios sobre mortalidad infantil, y el premio de la Sociedad Española de Higiene por su labor cara a las escuelas (1903). Sus trabajos contra la sífilis renal y la tuberculosis le valieron la presidencia de honor en el Congreso Antituberculoso de Zaragoza. Seguidor de Canalejas y Romanones, fue concejal de Madrid (1910). A su iniciativa se debió en buena parte la conversión de Ordesa en Parque Nacional (GEA).

Escuelas Sariñena

Alumnos formando en el patio. Fuente: MACP.

En 1928, en el patio de la escuela, se instaló un pluviómetro que comenzó a registrar los primeros datos meteorológicos de Sariñena. Aquellos primeros datos se fecharon a partir de octubre de 1928 gracias a los maestros nacionales Nicolás BaldúsJusto Comín, Manuel Alfaro y Eduardo Monreal. En 1931 se complementó con la instalación de una garita meteorológica con observaciones termométricas. Las observaciones continuaron hasta 1933. (El clima en el entorno de la Laguna de Sariñena. Alfonso Ascaso Liria).

Antes de la guerra hay que reseñar a la maestra Cristina Lana Villacampa quien con junto a Nicolás Baldús fue directora de la escuela graduada de Sariñena. Existía una alta tasa de analfabetismo, el Partido de Sariñena contaba con 23.178 habitantes, de los cuales 12.024 eran varones y 11.154 mujeres. La zona presentaba un 41,69% de analfabetos: 36,77% varones y 46,97% mujeres; un 10,2% más (Periódico La Tierra, julio de 1931). También, entre muchos otros maestros, por las escuelas de Sariñena  estuvo en 1934 el maestro leridano Juan Garcés Guiu, natural de Corbins (Historia de vida de un grupo de maestros. Fernando Jiménez Mier y Terán) y  José Sarasa Juan, natural de Almudevar, quien ejerció “En una sección de la escuela Graduada de niños de Sariñena en 1934” (Todos Los Nombres, Víctor Pardo Lancina y Raúl Mateo Otal).

Prudencia Martínez Hernández, natural de Guadalajara, fue condenada por un Consejo de Guerra, había sido miembro de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la UGT de Guadalajara, donde ejerció de maestra en la Escuela Graduada de niñas. Fue una de los muchos maestros y maestras depurados una vez entrada la dictadura. En marzo de 1946, Prudencia residió en Sariñena como maestra nacional sin ejercicio. En 1947 su expediente fue revisado resolviendo su reingreso en la enseñanza, aun manteniendo algunas sanciones e inhabilitaciones. La educación, un arma revolucionaria.

Escuelas Patrimonio Sariñena

Vista de Sariñena con las escuelas viejas, en primer plano, con el patio dividido para chicos y chicas. Fuente: Patrimonio Sariñena. 

En las escuelas viejas de directora estuvo Doña María Dueso, muy recta y exigente, se caracterizaba por la rigidez y disciplina de la época. María inculcó la vocación a su hija Carmen, quien también acabó de maestra en Sariñena. Carmen Pueyo Dueso cursó Magisterio en las Teresianas de Zaragoza tras lo que ejerció en las escuelas rurales de Bubal, en el valle de Tena, luego en la villa de Tardienta, Pertusa y Monesma de San Juan. Sobre 1957, Carmen ocupó plaza en el grupo escolar de Sariñena, pues Carmen siempre quiso estar en Sariñena. Contrajo matrimonio con Don Fausto Gonzalvo Mainar, quien desempeñó el cargo de director del grupo escolar. Carmen Dueso pasó luego a las nuevas escuelas, “Siempre ha sido muy moderna, en la forma de vestir y de ser”, recuerdan con cariño Emilia Loste, Purificación Casasnovas, Olga Gazol y Pili Barcos.

Doña María compró una imagen de la Inmaculada a la que colocaban flores amarillas en mayo, cuando se celebraba su día. Para resguardarla, Doña María se la llevaba a casa. Al jubilarse, la imagen se quedó en la escuela y en mayo se le continuó rezando hasta que, con la entrada de la Logse, se tuvo que retirar. También se eliminó la misa de principio de curso, a la que iban todos los niños y niñas.

La memoria de la maestra Doña Emilia Arán Bescos fue recogida por Cruz Ullod Borruel para una exposición sobre maestras y maestros del I.E.S. Montesnegros de Grañen. Emilia estuvo casada con Don Blas Casaús, también maestro en Sariñena. Ambos eran de Huesca y llegaron a las escuelas en 1947, donde estuvieron hasta su jubilación. Blas se jubiló en 1978 y Emilia en 1982 “Cuando se les rindió un merecido homenaje”. Cruz recuerda a Emilia con gratísimo cariño “Por su paciencia, su atención, sus explicaciones tan claras y sencillas, las labores que hacíamos, el mes de mayo… incluso estrenamos juntas las escuelas nuevas cuando yo estaba en primero de EGB”. Cruz recogió su magnífico testimonio: “El Grupo Escolar de Sariñena, aunque era antiguo, era un buen colegio para aquellos tiempos. Había unas escuelas hermosas, con dos recreos separados. Las maestras eran Doña María, la directora, Doña Victoria, Doña Josefina y su hermana Presen (dos maestras que llegaron a Sariñena cuando la guerra dese Alcoy y que ya no se fueron hasta que se jubilaron). Yo llegué a Sariñena un día que entraba que entraba la virgen de Fátima y ellas me ofrecieron su casa que estaba frente al bar Romea. El material que había era el pizarrín con un trapico colgando. Allí aprendían a sumar, restar… Después se pasaba al cuaderno de limpio. Los primeros grados estudiaban con el famoso Catón y luego con las enciclopedias. Se leía por obligación El Quijote. La lectura era muy importante. Se hacía por sección. Fue un adelanto cuando el ayuntamiento nos traía carbón para la estufa. Los primeros años los niños venían con una rejilla, una especie de lata en la que se metían brasas para poder calentarse los pies”.

Cruz Ullod Borruel recuerda con cariño a las maestras Doña Rosalía, maestra de infantil, Doña Emilia y Tere Guillen “Doña Tere”. Doña Tere Guillen, nació en Sariñena en 1923. Doña Victoria Usieto y su marido Don Pío Toda Español, matrimonio también de Huesca, ejercieron en las escuelas graduadas de Sariñena. Tenían dos hijos, Marivi y Pio. En los resultados de la elección de plazas de los cursillistas de 1933 (Diario de Huesca 13 de noviembre de 1934) aparecen designados a Sariñena los maestros: Pío Toda, Policarpo Royo y Narciso Soler.

Manuel Antonio Corvinos cita a Doña Urbana, María Pilar Pinilla, Pilar (De Lérida), Mariano Sampietro, Alfonso Aparicio, Ramón (de Sena), María Jesús Berdiel, directora…. A ellos podemos añadir a Doña Victoria Usieto, Don Félix Regaño, Don Pio Toda, Doña Flora, Don José Castanera, Doña Nieves, Don Martín

Los señores directores de las Graduadas de nuestra villa, señorita María Jesús Berdiel y don Fausto Gonzalvo, han tenido la feliz iniciativa de organizar una exposición de modestas obras de pintura de aficionados locales. La inauguración tuvo lugar bajo la presidencia del alcalde, don Félix Regaño Millán; arcipreste, don Vicente Fuertes; juez de instrucción, don Rafael Villamana; capitán de la Guardia Civil, don Máximo Rodríguez, y el administrador de Correos, don Jesús Escañero. Se hallaba presente una representación de Acción Católica, presidida por don Mariano Torres Asín. Entre las personas que participan con sus obras, destacamos a Félix Puyó Burró, el joven Manuel Campo, la señora maestra Pueyo de Gonzalvo, el joven Juan Antonio Casamayor y trabajos, bastante estimables de niños de las Escuelas.(Nueva España 17 demayo de 1963).

Maestros cursillistas del primer cursillo para maestros iniciados en la enseñanza para la alimentación y nutrición de Sariñena: don Fausto Gonzalvo Mainar, director del Grupo Escolar de Sariñena; don Alfonso Aparicio Saniuán, de Sariñena; don Blas Casasús Fanlo, de Sariñena; .doña María Jesús Berdiel Gracia, directora de la Graduada de Sariñena; doña; María Teresa Guillen Asín, del barrio de la Estación, de Sariñena. (Nueva España 11 de julio de 1963).

Alfonso Aparicio, maestro sariñenense llevaba una bata blanca y zapatos blancos. Sus hijos tuvieron Teléfonos detrás del ayuntamiento. Doña Urbana estaba junto a su marido Don Francisco, ella daba cuarto y quinto mientras que Francisco sexto, séptimo y octavo, ambos acabaron marchando a Zaragoza.

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Carmen Roca, de Castejón de Monegros recuerda como su primer destino fue Sariñena, donde estuvo dos años: «De director D. Fausto, con Carmen, su mujer, impartimos 30 y 40 (chicas) en las monjas porque en el colegio no había espacio. Tengo buenísimos recuerdos, de las alumnas, por lo mucho que aprendí de ellas. Algunos nombres vienen a mi memoria: M. Celi Tena, Pili Muguerza, Marisa Llamas, … También Buen recuerdo de Pili, Tere, Emilia, M. Jesús, Gonzalo, Blas, Ramón, … D. Fausto se jubiló entonces. Por las noches, en el colegio, preparábamos con Pili Tolosana a chicos y chicas para el Graduado Escolar. Volví años después, pocos meses, por la jubilación de D. Alfonso. Como monegrina que soy, siempre digo muy orgullosa que es Sariñena uno de los destinos que recuerdo con mucho cariño.»

La Escuela de la Estación de Sariñena

En 1932 la república española realizó el proyecto de la escuela del Barrio de la Estación de Sariñena, a cargo del arquitecto Antonio Uceda García. En 1933 se aprobó la subvención de 18.000 pesetas para llevar a cabo su construcción (El esfuerzo de la República en la construcción de nuevas escuelas en Aragón (1931-1937), a través de la Gazeta. Cazabaret).

Don José Castanera Escaned, natural de Binaced, ejerció de maestro en la escuela del Barrio de la Estación de Sariñena. Llegó antes de la guerra y tras la contienda fue reingresado como docente en 1940 en la escuela del Barrio de la Estación. Un año después fue destinado a las Escuelas Nacionales de Sariñena. Manuel Antonio Corvinos Portella recogió su memoria “En homenaje al maestro Don José Castanera Escaned” de quien cuenta: “Aún recuerdo su enjuta figura, su bien hacer, su carácter bondadoso y su célebre boina que utilizaba alguna que otra vez a modo de elemento admonitorio contra los que tenían dificultades  en mantener cierta disciplina. Tenía fama de buena persona y de buen maestro, con gran habilidad para enseñar  matemáticas, contabilidad y gramática. Incluso dicen que se sabía el Quijote de memoria”.

El sariñenense Don Rafael Mendiburo Allue también estuvo en la estación de maestro y luego en la Graduada de Sariñena. Gloria Mendiburo, hija de Rafael, recuerda como su padre estuvo con don Blas, doña Emilia, don Fausto… “Rafael era muy recto y le gustaba enseñar. Subía en bicicleta a la escuela estación, que estaba donde la cruz roja y llevaba la escuela con doña Adela”. Primero estuvo en Castelserás, en Lérida, pero se vinieron a Sariñena porque tenían casa, huerto y una horquilla grande. En la estación estuvo unos diez años y unos siete años, hasta jubilarse en la escuela de Sariñena.

Asun Porta Murlanch estudió hasta los diez años “Estudié con Dña. Tere Guillén en la escuela del Barrio de la Estación”. Allí le prepararon D. Francisco Pons y Dña. Urbana para el Bachiller Elemental para examinarse de forma libre en el Instituto Ramón y Cajal.

En 1969 se suprime la escuela de niños de acuerdo a la orden de 26 de julio («Boletín Oficial del Estado» de 4 de agosto). Convirtiendo la escuela de niñas de La Estación en mixta (Nueva España – 14/08/1969). Las escuelas del Barrio de la Estación de Sariñena se debieron de cerrar en aquel año de 1969, cuando los maestros Don Ramon Sambia Alos y Doña Urbana pasaron a las escuelas viejas.

Colegio de La Milagrosa de las Hijas de la Caridad de Sariñena

Las hermanas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul establecieron la escuela de “La Milagrosa” en 1950, desarrollando entre 1950-1951 el primer curso. Impartieron tres grados, párvulos, bachilleres, estudios de contabilidad, mecanografía y taquigrafía; como también todo lo que hacía referencia a la costura y labores. El primer curso contó con 183 alumnos y por la noche con la asistencia de 57 adultos. Como directora ejerció la madre religiosa sor Concepción, contando con otras hermanas religiosas como sor Adela y sor Magdalena.

La comunidad de religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se establecieron en Sariñena en 1949. Llegaron con sor Concepción Vicente al frente hasta que fue sustituida por sor Celia López.

La milagrosa

La primera década, de 1950 a 1960, las religiosas establecieron la escuela en la antigua abadía, entre la plaza de la Iglesia y la calle Rafael Ulled. El edificio comenzó a presentar muchos problemas estructurales y tuvo que ser abandonado. La antigua abadía fue derribada y el solar adquirido por el Casino de Sariñena para ampliar sus instalaciones. La nueva abadía se instaló en la antigua casa de las maestras, que también sirvió de escuela en su momento.

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Finalmente se establecieron en el edificio de las monjas, en el actual parque de Mezín, un edificio construido por Regiones Devastadas tras la guerra e inaugurado en agosto de 1960. El edificio fue adecuado gracias a la Asociación Cultural «El Salvador», compuesta por una junta rectora integrada por Félix Regaño, Mariano Torres Asín, Emiliano Gaspar y Anselmo Garulo. El domingo 18 de septiembre de 1960 fue inaugurado el colegio de la Milagrosa, contando con el gobernador civil José Riera Aísa, el alcalde Andrés Buisán, la religiosa sor Celia López y, entre otros, fray López, hermano de sor Celia y vicario general del arzobispado de Tánger. La escuela estuvo abierta hasta mediados de la década de los noventa, cuando todos pasaron a estudiar a las escuelas nacionales. Al poco, la congregación religiosa se despidió de la localidad marchando a otro destino.

NOS LLEVARON A SOR CELIA 

¿Quién es sor Celia? Una religiosa extraordinaria de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que durante varios años ha sido superiora de la comunidad establecida en nuestra villa. De una casa en escombros hizo surgir el actual Colegio de La Milagrosa, de prestigio indiscutible en Sariñena y su comarca. En él se han forjado centenares de jóvenes, que, gracias a ella, un grupo, numeroso tanto de niños cómo de niñas han logrado graduarse en el bachillerato elemental.

Su recia personalidad, su profunda vocación religiosa, su formación intelectual, logró que la población de Sariñena la considerara su benefactora.

El Ayuntamiento en su última sesión hizo constar en acta el sentimiento que le producía la ausencia de esta religiosa extraordinaria, sentimiento que nosotros igualmente compartimos, deseándole que en su nueva residencia, en Bénavente, logre los éxitos que conquistó en nuestra población, a la vez que pedimos a Dios por su salud física.

Nueva España, del 10 de noviembre de 1964.

Carmen Casabón recuerda a sor Alicia en infantil, era muy dulce, sor Pilar daba las más duras, matemáticas, latín, francés y física de bachiller, sor María Jesús labores y hacia estudiar y preguntaba, era muy exigente en decir todo al pie de la letra y sor Felisa que daba clases de piano y dirigía el coro de la iglesia; tocaba un armónium.

Emilia Loste también recuerda a sus maestras: “Sor Felisa, sor Alicia, sor Celia, sor María Jesús… Sor Concepción era la directora, pequeñica, con algo de mal genio y daba matemáticas”, recuerda Emilia “A la escuela de las monjas iban los que hacían bachiller y estaba donde el abrevadero”. Las religiosas Paulas debieron de establecer el colegio en Sariñena en 1950 (Enciclopedia Aragonesa).

 AUSENCIA SENTIDA Hemos de lamentar la ausencia de nuestra población de sor Concepción Vicente, que durante siete años ha dirigido con notorio éxito el Colegio de la Milagrosa, de la Comunidad de San Vicente de Paúl. De sus manos ha salido una distinguida promoción de señoritas que son orgullo de la población, tanto por su preparación cultural, como por su formación religiosa. Al sentimiento general que su marcha ha producido unimos el nuestro y hacemos botas para que Dictó continúe inspirando como hasta ahora, los actos de esta admirable y respetable religiosa.

Nueva España – 11/09/1957.

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Pili Villacampa Escanero, natural de Sariñena fue alumna del colegio La Milagrosa desde los 4 años hasta los 13, cuando terminó cuarto de bachiller. En estos años tuvo de maestras a sor Alicia, sor Catalina y sor Magdalena en infantil y educación primaria, y en bachiller a Sor Pilar (Física y Química), sor Felisa (Matemáticas y Francés ), Sor María Jesús (Sociales y trabajos manuales), sor Ana María (Lenguaje), Don Ernesto (religión), Don José María (Latín y música) y Pilar Odina (profesora de educación física).

Al finalizar magisterio, Pili estuvo dos cursos escolares de 1981 a 1983 trabajando en La Guardería como educadora de Jardín de Infancia: “Llevaba a los más pequeñitos, de 18 meses a dos añitos y medio. Fue curioso, como dos profesoras mías de niñez, sor Felisa y sor María Jesús, pasaron a ser compañeras de trabajo. Dos cursos entrañables y muy emotivos. Mi labor era de psicomotricidad, lateralidad, y enseñar las vocales y números a través de canciones y juegos”.

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El nuevo Grupo Escolar

A mitad de la década se previó abrir en Huesca Secciones Delegadas en Monzón y Binefar (creada en 1966) y Colegios Libres Adoptados (CLA) entre otras localidades, Barbastro, Sariñena, Graus, Fraga, Ainsa y Borja (Historia de la Enseñanza Media en Aragón Actas del I Congreso sobre Historia de la Enseñanza Media en Aragón Celebrado en el I.E.S. «Goya» de Zaragoza del 30 de marzo al 2 de abril de 2009 Coordinador y editor literario Guillermo Vicente y Guerrero).

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En 1968 se da cuenta de la puesta en marcha en Sariñena de un “Grupo Escolar moderno, a la altura de las circunstancias”. En la publicación de la  Nueva España del 14 de abril de 1968 se hace mención “En tan interesante y magnífica realización, las autoridades locales poseerán el apoyo entusiasta de todo el vecindario, que advierte complacido el impulso que ha recibido la villa en los últimos años”.

Grupo Escolar en Sariñena: El Ayuntamiento de Sariñena, convoca licitación pública para la ejecución de las siguientes obras: Construcción de un Grupo Escolar y sus anexos. Base de la licitación, 4.507.174’75 pesetas, sobre la que se establecerá la baja correspondiente. Periodo de ejecución, un año. Garantía provisional, dos por ciento del importe del presupuesto de contrata. Condiciones, en los pliegos de condiciones, en la Casa Consistorial. El alcalde, Félix Regaño Millán. (La Nueva España, 5 de abril de 1968).

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Emilia Pascual Loste es una sariñenense que ejerció como maestra. Estudió con las monjas en Sariñena, con ellas realizó hasta cuarto y la reválida a examinarse a Huesca. A los 18 estuvo provisional en Sariñena y luego en Luzás (cerca de Benabarre), Olvena, Villanueva de Sijena (12 años) y por fin Sariñena. Emilia llegó a Sariñena en 1982 donde dio 1º y 2º de primaria hasta que se jubiló en el 2004.

Hace unos días se anunció la convocatoria de la subasta de la obras del Grupo escolar, que nos pareció obras de gran interés y especial significado.

En estos momentos, disponemos de datos más ampliados y precisos, y no queremos desaprovechar la oportunidad de brindarlos a la consideración de nuestros lectores. Dicho centro docente comprende doce aulas, comedor escolar y vivienda para el conserje. El presupuesto -como ya señalamos en nuestro comentario anterior- se eleva a cuatro millones quinientas siete mil ciento setenta y cuatro pesetas, setenta y cinco céntimos. Cantidad que no dudamos ha de resultar bastante sugestiva para los contratistas.

Nueva España 19 de abril de 1968

El 28 de septiembre de 1969, el Diario Nueva España, informa que por la Delegación Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia el señor Core da cuenta de la terminación del Grupo Escolar de Sariñena. El 16 de enero  de 1970 “Se ha verificado la recepción provisional de las obras del nuevo Colegio Nacional de Primera Enseñanza, el cual ha resultado verdaderamente suntuoso. Para su inauguración, el Ayuntamiento se halla pendiente de la recepción del material escolar que ha prometido enviar la Dirección General  de Enseñanza Primaria”.

Purificación Casasnovas Pelai, conocida como Doña Puri, es natural de Pallaruelo de Monegros. Estudió bachillerato en el Santa Rosa “Las misioneras dominicas de Huesca” y magisterio en el primer curso de plan nuevo en 1967. En 1970 accedió a la docencia de acceso directo, sin oposición, por sus excelentes resultados académicos. Realizó un año de prácticas en el sancho Ramírez de Huesca y luego estuvo en Aren (Ribagorza) y Villanueva de Sijena (2 años). Luego le dieron Saravillo “Estaba muy lejos” y acababa de contraer matrimonio, le fue más fácil ir a Cataluña con su marido. En Cataluña pasó tres años, entre Sardañola, Ripollet y Sabadell. Se especializó en educación infantil y se examinó en Gracia. Volvió a Aragón ejerciendo en Alcolea de Cinca, donde estuvo por dos años y lego ya a Sariñena, sería el curso 1976-1977. Purificación impartió infantil durante 33 años, hasta su jubilación en el 2009.

Las Escuelas Nuevas se iniciaron en 1969 y finalizaron en 1970, cumpliendo 50 años de su construcción en el 2020. Por el actual Colegio Público La Laguna de Sariñena han pasado gran cantidad de maestros y maestras, difícil de recordar a todos y todas, injusto, pero con la mayor de las intenciones, repasamos y nos acordamos de muchos.

María Jesús Blanco Mur “Doña Conchita”, nació en Sariñena un 31 de mayo de 1932. A los 8 años la llevaron a estudiar interna a Zaragoza. Empezó la carrera de farmacia, cursando el primer curso dándose cuenta que su verdadera vocación era la enseñanza. Como primer destino impartió clases en Campo, en Venta de Ballerías, Capdesaso y por último en Sariñena donde se jubiló. Una vez jubilada siguió manteniendo contacto con muchos de sus compañeros, especialmente con los que han seguido viviendo en Sariñena y con Don Félix y Doña María Jesús. Cuando ejercía en Capdesaso, en 1964, una vez que iba hacía su destino tomó mal la curva del barrio de la Estación y se metió dentro de la harinera embarazada de su primera hija. Antonio Torres, el alcalde, le ayudó a salir.

Doña Pilarin y Don Ramón Sambia Alos. Mª Pilar Romero García nació en un pueblo de la provincia de Zaragoza, aunque por motivos familiares llegó a Sariñena con siete años. Estudió en Zaragoza el Bachillerato de siete años en el centro privado  Santa Ana. Seguidamente cursó estudios de magisterio en el mismo centro, por el plan vigente de cuatro años. Al Centro Escolar de Sariñena llegó por oposición, a preescolar, poco antes de inaugurarse  el nuevo centro. “Ejercí en preescolar varios años. En aquel tiempo resultaba duro y estresante esta etapa de la enseñanza; pues no teníamos profesores de apoyo y, además, la matrícula era muy elevada. Los dos últimos años, antes me mi jubilación, pasé a los cursos primero y segundo de primaria. Allí la enseñanza tenía otro matiz, ya que la misma edad de los niños lo proporcionaban; pero, aunque fueron distintas etapas, de las dos guardo un grato recuerdo”.

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Ramón Sambia Alos nació en Lastanosa en 1925. Estudió en sus escuelas hasta los 11 años cuando estalló la guerra y se quedaron sin escuela. Realizó bachillerato tras realizar el servicio militar. En 1952 ya ejerció de profesor en Lasalle Montemolin Monreal de Ariza, Leciñena, como director, donde también daba clases gratis a los que se querían preparar el acceso a bachillerato. Luego estuvo en Zaidin y Fraga. En Fraga, con 32 años, hizo las oposiciones de magisterio y aprobó, pero dejo el curso y empezó a trabajar en la Notaria de D. Joaquin Prada. Una vez casado y ya en Sariñena retomó los estudios universitarios de Filología Hispánica “Acudía junto con el cura de Capdesaso a nocturno en Zaragoza”.  Terminada la carrera, ejerció en Fonz, Binies y, al final, en la Escuela del Barrio de la estación de Sariñena. “Por diversos motivos se cerraron esas escuelas y a la maestra (Dñª Urbana) y a mí nos dieron plaza en las llamadas hoy Escuelas Viejas. Poco estuvimos allí; pues pronto se acabaron de construir las llamada Escuelas Nuevas; pero sólo en la parte oriental; pues el edificio, también escolar, que está al otro lado de la calle, se tardó más en terminar y con algunas discusiones o problemas con los vecinos de esa zona, a causa de que suponía el cierre de la calle. Pero, al final, todo se arregló en y en la forma que se encuentra hoy. En mi caso y el de Don Gonzalo y algún otro maestro o maestra más, se nos asignó el curso 6º. Fuimos siguiendo en los cursos, cada cual en su especialidad. En mi caso, Lengua Española y Francesa, donde estuve con esas clases varios años. Pasados estos años me incorporé a la primera etapa, donde estuve 7 años”.

Fue este un periodo de tiempo, el de la primera etapa, al menos para mí, y creo que para varios alumnos también, bastante gratificante. Se cambiaron algunas estructuras de la enseñanza tradicional. El ordenador tomó posesión de su lugar de trabajo. El microscopio, ya no corto en aumentos, encontró si sitio en la mesa del profesor. El proyector de diapositivas estaba asentado a la distancia conveniente, desde donde proyectaba con nitidez, hacia el panel receptor, lo que se le encomendaba. En realidad, como decían algunos alumnos, con tales cacharros se podían hacer muchas cosas y se hacían. El ordenador era fiel al mandato de sus alumnos, sobre todo en las estructuras geométricas, que había que resolver, y también en otros aspectos matemáticos. No se portaba mal con el lenguaje y otras cuestiones. El microscopio tenía a su cargo el enseñar cómo es la circulación, cosa que se hacía con las patas de las ranas, recuento de glóbulos, estructuras celulares, etc. El proyector nos traía a la escuela mundos distantes, que servían para preguntar, comentar, dialogar……y, claro, también había explicaciones.

No quiero dejar de decir que, a petición de las Amas de casa, se hizo lo que se llamó Semana de Animación a la lectura. Se contó, para tal evento, con la entusiasta ayuda del encargado de la Biblioteca Municipal Fernando Otín. Se hicieron varias poesías, algunas se conservan, y dos obras de teatro.

Las reuniones, algunas, se hacían en el salón del ayuntamiento, donde a la explicación general, sobre el tema que nos ocupaba, seguían toda clase de preguntas. Parece que no salió mal.

También sucedió en ese tiempo de la primera etapa de E.G.B.

Alguna anécdota, tal como la de que un padre, no sé si enfadado o no, dijo que como podía sustituir el ordenador a los libros….

Mi respuesta fue rápida: muy pronto verás a tus hijos jugar y trabajar con ese extraño aparato en tu propia casa. Cosa que sucedió.

Y estuve en esa primera etapa hasta que llegó la jubilación

Ramón Sambia Alos

Gonzalo Yañez Asín y Aurora Serra Rodríguez. Aurora nació en Sariñena en noviembre de 1936, en la calle Goya. Aunque sus padres no eran de Sariñena vinieron a esta localidad a trabajar, donde su padre instaló una carpintería en la calle Goya. Fue a las antiguas escuelas, recordando a las maestras Doña Victoria Usieto, Don Félix Regaño, Don Pio Toda, Doña Flora, Don José Castanera, Doña Nieves Don Martín…. Doña Nieves marcó mucho a Aurora, con quien fue mucho a clase. Pronto vieron que tenía mucho potencial y a los nueve años comenzó a estudiar bachillerato libre, gracias a Doña Victoria y Don Pio, y Aurora realizó cuatro años de bachillerato teniéndose que ir a examinar a Huesca. Luego estudió magisterio y optó a oposiciones. El primer año de provisional ejerció en Sariñena , luego en Binefar y en 1976 logró su destino definitivo en Sariñena. Estuvo hasta su jubilación en 1996. Comenzó dando parvulitos y acabó llevando hijos e hijas de aquellos que había dado clases en sus inicios. Luego impartió cuarto, quinto y sexto de E.G.B., segunda etapa, impartiendo ciencias naturales, sociales y trabajos manuales. Gonzalo nació el mismo año, en 1936, pero era natural de Huesca. Primero estuvo en Salillas y Plasencia del Monte y a Sariñena llegó en 1965, a las antiguas escuelas, con Don Fausto como director. Llegó con Don Félix y de profesores estaban Don Blas, Doña Emilia, Doña María Pinilla y, ente muchos otros, el mallorquín Don Francisco Pons. Primero dio a los mayores, a séptimo y octavo, pero con el tiempo prefirió dar clases a edades más bajas, a quinto. Entonces fue cuando realizó en clase de manualidades un ajedrez y sus fichas, enseñó a su clase a jugar a ajedrez y jugaron un campeonato provincial del que quedaron campeones. Gonzalo también se jubiló en 1996.

Doña María Jesús Fontana y Don Félix Escartín eran de Huesca pero vivieron en Sariñena.  Ambos dieron tercero y cuarto. Estuvieron en casa de Alonso, donde había una pensión, allí estuvieron Félix y Gonzalo. Carmen Casabón recuerda como don Félix fue director del centro, “Trabajó muchísimo con la implantación de la EGB y la organizando el centro”.

Natividad Casabón Gilaberte, natural de Sariñena, se educó en el colegio de las hermanas de La Milagrosa “Mis recuerdos son felices: Sor Alicia me enseñó a leer, sor Celia encendió en mí el deseo de enseñar, de sor Pilar me atraía su saber en distintas materias,… sor María Jesús, sor Magdalena, sor Felisa… a todas ellas les debo agradecimiento”. Nati se examinó en Huesca de bachiller, libre, luego cursó magisterio en la escuela normal de Huesca. A los 16 años se tituló y aprobó oposiciones obteniendo como primer destino Sariñena. Empezó a ejercer en las antiguas escuelas de la Ronda San Francisco, con alumnos de tres años y medio. “Recuerdo que me costaba mucho tutear a los demás  maestros, a quienes conocía de siempre y me acogieron con mucho cariño. Don Fausto era el director.  Era el curso 1970-1971, y a mitad de él estrenamos el edificio nuevo (que se ampliaría con otro años más tarde)”. Luego, Nati ejerció en Aler, Benabarre, Maials y Fraga, regresando a Sariñena en 1983 “Al curso siguiente se comenzó a impartir ingles”. Estuvo ocho años impartiendo en 6º, 7º y 8º de E.G.B. dando inglés y lengua española. Luego se trasladó a Zaragoza, donde estuvo en el colegio Tío Jorge y Miraflores hasta que se jubiló en el 2011

Don Manolo Cagigós Villacampa fue director de la escuela. Natural de Huesca llegó al centro en 1974 y a partir de 1980 ocupó el cargo de Director del Colegio Público la Laguna de Sariñena. Don Carlos era de Tormos, pero vivió en Sesa donde se casó. Moya y Angelita, de Huesca, era uno de los muchos matrimonios que trabajaron en el colegio. Doña Celia y Don Sixto, matrimonio que vivió en Sariñena, en un piso encima del Casino Nuevo. Don Sixto dio séptimo y gimnasia, venía de Ainsa, mientras Doña Celia daba especial y venía de Vilas del Turbón.

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El colegio de primaria con el tiempo fue quedando pequeño y tuvo que construirse un segundo edificio, sería sobre 1981. Incluso se tuvo que dar clases en el ayuntamiento, donde el patio era la misma plaza, y en el edificio de la zona conocida como el Hospital. “El segundo curso tuve que realizarlo en el Hospitalillo ya que en el colegio no había suficiente capacidad para albergar todos los cursos, hasta octavo. En el Hospitalillo estábamos desde segundo hasta quinto de E.G.B. En aquella época dábamos todas las materias incluidas educación física y religión. En estos cursos no había idioma ni música”, recuerda Santos Pérez.

Santos Ángel Pérez Serrate nació un 28 de febrero de 1.953 en Castejón de Monegros. Sus primeros años de escolarización fueron en el colegio de Castejón, continuando sus estudios de bachillerato en el colegio salesiano de Huesca, hasta sexto de bachiller. Luego pasó a la Escuela de Magisterio de la misma ciudad. Su año de prácticas lo realizó en el colegio Pío XII. El mismo año en que terminó los estudios de magisterio lo destinaron a la Escuela Hogar de Jaca. Allí estuvo a lo largo de 6 cursos. De allí pasó a Sariñena, durante 2 cursos, como provisional  “Tuve la suerte de llevar los mismos alumn@s en primero y segundo”.

Luego, Santos estuvo dos años en Escucha en la provincia de Teruel, en la cuenca minera, al lado de Utrillas. Luego, en Villanueva de Sijena permaneció 15 cursos de los cuales 8 como director. Y por último Sariñena “He permanecido hasta mi jubilación, 20 cursos, cuatro de los cuales ocupé el puesto de director.  En esta segunda etapa empecé dando primer ciclo, cuando me nombraron director, tuve que coger tercer ciclo y terminé mi vida profesional impartiendo segundo ciclo. Siempre he impartido: Matemáticas, Lenguaje, Conocimiento del Medio y Plástica. En alguno de los cursos, Alternativa a la Religión. Tengo que decir que he vivido siempre en las localidades donde he ejercido como maestro. Lo cual me ha dado ventaja en algunas cosas al conocer a los/as alumnos/as, a sus familias y su ambiente económico/social. Ahora, jubilado, imparto clases en la Tercera Edad de Sariñena. Tengo 22 alumnos/as y llamamos Clases del recuerdo y refuerzo de la memoria. Aparte de mis compañeros y compañeras de esta última etapa quiero recordar a  mis compañeros/as de la primera. Félix y María Jesús, D. Manuel Cagigos, Aurora, Carlos Lasierra, Conchita, Carmen, Gonzalo, Tere Guillén, Puri, D. Blas y Doña Emilia, Antonio Jalle,…. Quiero decir que he disfrutado toda mi vida porque creo que elegí el camino mejor. El camino de la enseñanza y sobretodo educar como personas”.

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Además de dar clase, los docentes siempre se han encargado de vigilar el patio, recreo, pasillos, comedor y transporte. Don Gonzalo decía que a un crio le costaba 8 segundos subir a tocar el timbre cuando se lo mandaba. En el edificio principal se daba de primero a quinto. La segunda etapa se daba en el segundo edificio, de sexto a séptimo, en cada curso había tres clases. Acudían de Sariñena y de muchos pueblos de alrededor, del Barrio de la Estación,  Cartuja de Monegros, Castejón de Monegros, Castelflorite, Huerto, Lalueza, Lastanosa, Orillena, Pallaruelo de Monegros, San Juan, Sena, Villanueva de Sigena.

De conserje estuvo durante quince años Manuel Coto, mientras que su mujer María Calvete ejerció de cocinera junto con María Corniel Barta. Margarita Cabellud Brualla estuvo 35 años de conserje, parte de esos años viviendo con su familia en la casa incluida en el complejo escolar. Margarita realizó limpieza y alguna función de conserje y mas tarde, por motivos de salud, solamente de conserje. María, la mujer de Capuz, Berta Castanera o Pili Villa trabajaron de limpiadoras. Ahora están Marisa, Eva y Ana. Margarita Cabellud coincidió con Berta «Ella limpiaba el edificio nuevo y yo el viejo». De cocinera también estuvo Carmela Vergara, Marisa (la madre de Manolo Millera), Josefina, Ana, Lucia, María Jesús, Guillermo, Victor, Miguel. Las de ahora son Laura y Marí Mar.  El comedor sirve alumnos y alumnas que vienen de los pueblos y algunos de Sariñena que hacen uso del comedor.

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Pili Barcos González estudió magisterio en Zaragoza y luego realizó magisterio ampliado con el plan nuevo de 1967. Estuvo interina un año en Andorra la Vella y otro en Lafortunada. En Orillena estuvo 9 años de maestra y en 1985 llegó al colegio de Sariñena. Ha dado 1º, 2º,3º, 5º y 6º, aunque especialmente siempre en 5º y 6º de primaria. Cuándo Pili llegó al colegio había unos 600 alumnos, unos 65 por curso.

Olga Gazol Andujar, natural de Lanaja, estudió bachiller con las monjas de Lanaja hasta que marchó a estudiar magisterio a Huesca. Las pruebas de acceso eran dos días, todo de golpe, un día letras y otro ciencias. Opositó en 1970 y estuvo dos años provisional en Montesusín y un año en San Juan de Plan. Luego le dieron 6 años en Pallaruelo de Monegros pero al final estuvo 10 años. En Sariñena estuvo de 1983 hasta en 2009 cuando se jubiló. Olga dio 6º y 7º de segundo ciclo de primaria.

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Carmen Casabón Gilaberte nació en Sariñena, fue al colegio de las monjas, luego estudió bachiller superior en Zaragoza y magisterio en Huesca, en San Vicente de Paul. Carmen estuvo en Caldera, donde solo había cinco alumnos, luego tres años de provisional en Sariñena, después en Gandesa (Tarragona) y Orillena unos 10 años. Sus últimos 20 años ejerció en Sariñena donde impartió matemáticas en 6º, también dio primero y definitivamente matemáticas en 7º y 8º; se jubiló en el 2013. Carmen recuerda que le tocó dar a su hija en tercero y cuarto de primaria, en el segundo ciclo. Siempre tuvo en mente venir a Sariñena “Era lo que esperaba y fue una meta que conseguí”. Carmen llegó el mismo el mismo año que Mariano Baches. Estuvo 6 años de jefa de estudios, con la directora Celia Barrabes a quien luego sustituyó Asun Porta.

Mariano Baches Mur nació el 28 de Febrero de 1949 en Castelflorite. Empezó la escolarización sobre los cinco años en la escuela de niños del pueblo, había dos clases.  A los 11 años sus padres decidieron que debía salir a estudiar fuera, bien a Huesca  o Barbastro y se decidieron por Barbastro por haber coche de línea. Estuvo en los Escolapios de Barbastro hasta 6º de bachillerato y posteriormente se matriculé en la escuela de Magisterio de Huesca en 1er. curso del nuevo plan.  Al terminar magisterio consiguió plaza como volante de inspección  “En un viaje de inspección me bajo a Barbastro con las inspectoras y acuerdan con el Director que me quede en este centro estuve siete años”. Posteriormente optó por marchar a la costa y le dieron Blanes (Gerona) donde estuvo 12 años. En el concurso traslados de 1991 consiguió plaza en Sariñena donde estuvo hasta su jubilación en el 2009. “Guardo muy buen recuerdo de los tres centros que he estado, pero sin duda alguna del que más es de Sariñena, yo recuerdo que llegue con Carmen Casabón, conocí y guardo buen recuerdo de todos Félix, María Jesús, Aurora, Gonzalo, Olga, Pili Barcos, Emilia, Santos, Lourdes, Pilar de música, Asunción Porta, Conchita Salcedo, Raquel Zamora, Elena, Ana Pueyo, Paco Cáncer, Ana Barreu, Pilar Fumanal, Carmen Jiménez, Eva Marquina… sabe mal dejarse algunos. Quiero resaltar el equipo directivo que formamos Asun Porta, directora, Carmen Casabón, jefa de estudios y yo, secretario, desde este equipo se empezó a transformar el Centro hasta lo que conocemos hoy”.

Asun Porta Murlanch natural de Sariñena, estudió en la escuela del Barrio de la Estación, luego accedió a Bachiller Superior interna en el Colegio Santa Rosa en Zaragoza y COU en el Instituto Ramón y Cajal en Huesca, así como la Diplomatura en Profesorado de EGB (Educación General Básica) en la especialidad de Matemáticas y Ciencias. Durante ocho años estuvo en Cataluña, estuvo en el Colegio San José de Cerdañola de Mataró, al año siguiente aprobó las oposiciones en Barcelona y pasó al Colegio “Torre LLauder” de Mataró como interina y después como propietaria provisional hasta que le dieron plaza definitiva en el Colegio “Pilar Mestres” de La Roca del Vallés. Regresó a Aragón ejerciendo un año en Peñarroya de Tastavins en Teruel, donde compartió casa, hijos y colegio con Margarita Périz. Desde allí le dieron por Concurso de Traslados la Escuela Unitaria de Albalatillo, donde estuvo nueve años, centro que luego se integró en el CRA Monegros Norte. Por concurso de traslados le dieron el Colegio La Laguna de Sariñena por Educación Infantil. Fue directora durante cuatro años del centro junto a Mariano Baches y Carmen Casabón. Emprendieron un proyecto de Convivencia y Mediación Escolar

Don Juan Carlos daba clases de religión, el párroco de Sariñena, luego, cuando se retiró, continuó Lourdes Marco de El Tormillo. Muchos maestros y maestras han pasado por el colegio Puri Conte, Isabel Pérez, Nieves Zalba, Mari Rodríguez, Ana Pueyo, Ana Laborda, José Luis Azagra, Blanca Lobateras… muchos que pido disculpas por no llegar a todos y todas.

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Inauguración del Colegio Nuevo

El actual Grupo Escolar o Colegio Nacional fue inaugurado el siete de octubre de 1970. El acto contó con la presencia de varias personalidades de la época como el Gobernador Civil Víctor Fragoso del Toro, el alcalde de Sariñena Félix Regaño o el director del Grupo Escolar don Fausto Gonzalvo Mairal.

Colegio Sariñena

Construcción del nuevo colegio. Fuente: MACP. 

El solar fue cedido por el ayuntamiento en el que además la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja levantó un bloque de viviendas. El bloque construido contó con un presupuesto de 8.000.000 de pesetas, obra de don Teodoro de los Ríos. Un bloque de treinta y dos nuevas viviendas construidas por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja. Los pisos se alojan en cuatro plantas, de las cuales los bajos están destinados a locales comerciales, unos 10 en total.

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El colegio nuevo se construyó con un amplio patio que daba la bienvenida al colegio “cubierto en gran parte para que sirva de recreo a donde dan parte las aulas y demás dependencias”. Un colegio presupuestado en 4.500.000 de pesetas, donde el Estado aportó 3.750.000 pesetas y el resto fue a cargo del municipio. Dimensionado para recibir enseñanza unos 400 alumnos, el colegio consta de “Tres plantas y su estilo es funcional. Las aulas, los servicios, los pasillos, son impecables y el mobiliario escolar es modernísimo, llamándonos poderosamente la atención los de las aulas de párvulos. La visibilidad y luminosidad del nuevo edificio es, inmejorable”.

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Hoy en día continúa siendo una enseña de Sariñena, donde maestros y maestras imparten a generaciones de niños y niñas, responsables de uno de los mayores valores de una sociedad: la educación. A todos ellos el mayor de los reconocimientos, recuerdo y agradecimiento.

Inauguración en Sariñena de un grupo escolar y de treinta y dos viviendas

Presidió los actos el Gobernador Civil y Jefe Provincial del movimiento. Asistieron asimismo altas personalidades de la caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, entidad constructora de los pisos citados.

La capital de los Monegros, Sariñena, no sugiere la estampa patética de una comarca dolorida y célebre por la ausencia de vegetación arbórea y por sus pertinaces sequias. Sariñena es una entidad urbana coquetona bien cuidada, limpia, alegre y con el aire de los pueblos que, volcándose hacia el porvenir, saben forjarlo en el cotidiano trabajo y en la unidad de ilusiones y esfuerzos de todos sus hijos. De la Sariñena de hoy, a la de hace cinco lustros, media un abismo. Quizás el símbolo más elocuente de su positiva evolución sea la Avenida de Huesca, es decir, la calle principal de entrada, donde ahora, y a sus márgenes, han surgido nuevos y modernos edificios, en una rúa perfectamente pavimentada, donde en uno de sus lados brilla un precioso y cuidado parque y jardín.

Pero, adentrándonos más en la villa, podremos calar en la profunda transformación de sus estructuras. Y de todo cuanto de mucho y bueno se ha hecho y se hará, ayer nos atrajo poderosamente la imagen de un soberbio Grupo Escolar o Colegio Nacional, admirable aspiración sariñenense que ahora se ha convertido en esplendida realidad. Y junto a este centro de la cultura, había también ayer un moderno bloque de viviendas sociales, construido por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, tras la generosa cesión de los solares por el Ayuntamiento.

Dos caras de un mismo propósito: promoción social para los hogares ya construidos o los que puedan crearse, y promoción cultural a nivel de la educación primaria o general básica para las actuales y futuras generaciones. Dos obras extraordinarias que honran a quienes  las proyectaron, las desarrollaron y las culminaron. Dos obras, jalones importantes para ese futuro que día a día están configurándolo bajo signos entusiastas y eficaces, los actuales rectores municipales, igual que los anteriores, bajo el signo de la unidad, fructificadora, como señaló el gobernador civil, con las más nobles y ambiciosas empresas, como son la cultura y la vivienda.

Sobre las seis de la tarde de ayer, hacía su entrada en Sariñena el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, don Víctor Fragoso del Toro, a quien acompañaban el procurador en Cortes por los municipios, don Emilio Miravé Diez, y el delegado provincial de la Vivienda, don Pedro Gómez Mompart.

En le acera del nuevo bloque de  viviendas a inaugurar fue cumplimentado por el alcalde de Sariñena, don Félix Regaño; secretario, don Enrique Vicente Cantaloba; miembros de la Corporación; capitán de la línea de la Guardia Civil, don Cecilio Cuesta Cuesta; comandante de puesto, don Dalmiro Pérez; cura párroco, don Vicente Fuertes; procurador en Cortes por los Cabezas de Familia, don Francisco de Asís Gabriel Fonce; director del Grupo Escolar, don Fausto Gonzalvo Mairal, y los alcaldes y secretarios de los pueblos de la comarca.

Desde Huesca, y con anterioridad, se encontraban el delegado de Educación y Ciencia, don Cristina Alejo-Pita Contreras; secretario de Educación y Ciencia, don Antonio Core, y delegado de Educación Física y Deportes, don Manuel Mata.

Por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, se encontraban el presidente del Consejo de Administración, don José María García Belenguer; secretario del Consejo, don ,José María Monterde; consejeros, don Anuro Guillén Urráiz don Severino Arruebo, don Fidel Lapetra director general, don José Joaquín Sancho Oronda; subdirector general señor García Cardón; director provincial de la Caja de Huesca, don Eran cisco Oliver Blanco, delegado de Sariñena, don Jesús Bellostas; jefe de Relaciones Públicas, don Manuel Cabeza Muñoz, y director de Radio Huesca don Alberto Turmo Tornil.

Asimismo se encontraban el ingenie ro, don Enrique Hidalgo, por la entidad constructora del bloque de viviendas.

BREVE DESCRIPCION DEL BLOQUE

Situado en la avenida de Madrid, a donde da su fachada, se encuentra el bloque de treinta y dos nuevas viviendas construidas por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja. Los pisos se alojan en cuatro plantas, de las cuales los bajos se destinan a locales comerciales unos 10 en total.

Hay diversas clases de pisos, pero sus dimensiones, por término medio, son de unos 70 metros cuadrados útiles. Tienen tres accesos o escaleras así como antenas colectivas. Su inauguración se ha adelantado sobre las fechas previstas. Su presupueste se eleva a unos 8.000.000 de pesetas, y los beneficiarios deberán pagarlas en el plazo de quince años. Es autor del proyecto, don Teodoro de los Ríos.

Tras una rápida ojeada al bloque las autoridades y personalidades se dirigieron a la plaza de San Roque y calle de la Victoria, a donde dan las fachadas más importantes del nuevo y magnifico grupo escolar.

Se penetra por un amplísimo patio cubierto en gran parte para que sirva de recreo a donde dan parte las aulas y demás dependencias. La visibilidad y luminosidad del nuevo edificio es, inmejorable. Consta de tres plantas y su estilo es funcional. Las aulas, los servicios, los pasillos, son impecables y el mobiliario escolar es modernísimo, llamándonos poderosamente la atención los de las aulas de párvulos.

Con un presupuesto en números redondos de unos 4.500.000 de pesetas, se distribuye en doce aulas magníficas, comedor escolar, servicios, sala de juntas y despacho del director, así como conserjería, etc., etc.

De esta cuantía, el Estado ha contribuido con 3.750.000 pesetas, y el resto ha sido a cargo del municipio. Podrán recibir enseñanza unos 400 alumnos.

En una de sus dependencias, dio comienzo el sencillo acto inaugural.

En primer término, el párroco don Vicente Fuertes, bendijo los locales y después hizo uso de la palabra para destacar lo señalado en este día para Sariñena, en el que van a ponerse en marcha dos capítulos fundamentales: escuelas y viviendas. Hace una emotiva semblanza de ambos .capítulos y termina con un «¡Viva Sariñena!», con testado unánimemente por todos los asistentes, muy numerosos.

A continuación el alcalde, don Félix Regaño, pronunció un discurso, siendo muy aplaudido. Inmediatamente, el director general de la Caja, señor Sancho Dronda, interviene para decir que la Caja habla tenido la suerte de haberse cuido a la serie de actos inaugurales que hoy se celebraban en Sariñena, y que ello se debía a la amable invitación recibida al efecto.

De la Importancia de este acto para la Caja, da idea la presencia aquí del presidente del Consejo de Administración y de la mayor parte de sus consejeros. Por ello debía hacer unas breves manifestaciones, primero para expresar su gratitud al Ayuntamiento de Sariñena por la ayuda prestada para estas viviendas. Se nos pide -añadió- por todos los pueblos, que hagamos viviendas sociales, las únicas que podemos hacer, dada la finalidad benéfica de la Caja; pero así como Sariñena os ha dado los solares, en otros  sitios nos es imposible por el precio de especulación de los terrenos. Estamos dispuestos a levantar viviendas sociales allí donde se nos requiera siempre dentro de nuestras posibilidades.

Terminó felicitando a Sariñena y a los adjudicatarios, recordando a cuantos no habían conseguido piso, les llevaba un mensaje de esperanza y de promesa en que la Caja haría cuanto estuviera de su parte para satisfacer estas legitimas apetencias, pero recabando que el ejemplo de Sariñena cundiera para hacer más rápida esa tarea social. Muchos aplausos.

Cerró el acto el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, quien comenzó diciendo que debería pronunciar unas breves frases para cerrar este acto que tanto le complacía y para facilitar, en primer término, al Ayuntamiento, a los vecinos y agradecer a la Caja la colaboración prestada para esta labor social. Felicitó también a los alumnos y a las maestros Porque en estos acogedores y magnifico, locales su tarea encontrarla un medio adecuado. Con este Grupo Escolar –añadió- se sienta un pilar en la educación, que es el primar cimiento de toda sociedad moderna, y civilizada. Y de todo ese vasto conjunto educativo, la general básica o Ia escuela, en una palabra, es la base imprescindible de la formación humana. Recientemente se ha promulgado la Ley de Educación. Este ha sido un hecho revolucionario el más importante, quizás, desde el 18 de Julio. Es hecho revolucionario el que todos puedan acceder a la cultura superior, no en virtud de los recursos económicos de  sus padres, sino en función de su vocación e inteligencia. Esta igualdad en la educación general básica, ya fue pedida por nosotros en el curso de un Consejo Económico Sindical, insistiendo se asentara sobre esos términos. Y así como el Régimen de Franco y del Movimiento Nacional acabó con aquel baldón de los soldados de cuota, también ha terminado el estudiante de cuota, es decir, aquel que estudia o se matricida en la Universidad, sólo porque sus padres poseen amigos financieros, mientras que el pobre veía cerradas sus puertas, aunque tuviera dotes para el trabajo intelectual.

Esta igualdad de educación, esta Igualdad de oportunidades, es el camino para engrandecer a un país. Porque la principal riqueza de los pueblos no son sus tierras o sus fábricas, sino sus hombres.

Evoca los tempos del liberalismo y de los partidos políticos que dividían a los pueblos y agrega que hoy no quieren oír hablar de eso, porque lo que necesitan esos ingenieros y arquitectos que les estudian y resuelven sus problemas, necesitan torrentes de agua para fecundar sus campos, escuelas para formar a sus hijos, viviendas para disfrutar de una vida decorosa y humana. Esto es lo, que quieren recibir los pueblos y no una regresión a épocas felizmente superadas, con sus soldados de cuota y sus estudiantes de ídem. Quieren la unidad, porque ella es la que les ha dado estas obras fehacientes y positivas, que no hubieran sido hechas sin Franco y sin el Movimiento Nacional.

Falta mucho todavía per hacer. Cierto. Pero serán las nuevas generaciones las encargadas de realizarlo. Y lo realizaran, si no olvidan estas serias palabras: Unidad. Franco, Movimiento Nacional. Con un vibrante viva Franco y a España, termino esa intervención, siendo muy aplaudido.

Después, y en el Hotel Yzuel, el Ayuntamiento de Sariñena ofreció a los asistentes una copa de vino español.

Nueva España – 08/10/1970.

Berta Castanera Lascorz y José Bernad Pisa


Berta nació en el barrio de la estación de Sariñena en 1935 y José en Poleñino en 1936, un matrimonio lleno de vida con el que nos sumergimos en el pasado monegrino. Sus memorias y vivencias se plasman, en parte, en el presente artículo, con esas pinceladas de la sabiduría de la experiencia y el sabor de la vida.

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Berta y José

Berta es hija de José Castanera Escaned, conocido maestro que le proporcionó una «Muy buena educación». A los catorce años, cuando se dejaba la escuela, le instruyó en las diversas materias para obtener el bachiller. Berta aprobó el ingreso y el primer año pudo realizar el primer curso, pero ya le advirtieron si no era presencial, el segundo curso no lo podía sacar y así fue, la falta de recursos le hizo desistir: “En el Instituto ramón y Cajal había muchos más chicos que chicas y había que quedarse toda la semana”.

A José le tocó comenzar a trabajar muy de joven “A llevar las mulas”. Su madre tiraba de todos ellos, hacía sogueta en la cuadra de mulas, pues a pronta edad se quedaron sin padre, eran tres hermanos. Durante la guerra la aviación les tiró la casa y tuvieron que ir a casa del abuelo, “Fueron años muy difíciles”. José también hacía algo de sogueta, pero hacía la izquierda y luego no la querían ya que era peor. En Poleñino acarreaba agua con las mulas desde las balsas a las casas. Había pocos años con buenas cosechas y a José le mandaban a hacer líneas para retener el agua “Anda zagal, haz 4 líneas para retener el agua”.  Se pasaron años muy malos, no se cogía ni trigo ni na, se salvó mucho la gente gracias a la huerta, por las patatas, las coles… Una vez, cerca de 20 hombres se dedicaron a verter agua a la acequia para poder regar desde el azud al norte de Grañen. La Isuela se secaba y aquella vez se murieron  muchos barbos. También iban a buscar pozales a La Isuela para lavar y fregar, no paraba, la escuela ni la pisaba. Otra de las muchas faenas que hacían era recoger aliagas.

La madre de Berta era de Boltaña y se bajó con su marido José Castanera a Sariñena. En Sariñena, su padre dio clases de apoyo por las tardes y luego ejerció la docencia en la escuela de la estación. Muchos chicos y chicas iban a recibir clases de José Castanera. Fueron dos chicos y ella, tuvieron una gran educación y el mayor trabajó en la Renfe y el pequeño en un banco en Barcelona. En la estación había mucha vida, recuerda Berta, con 6 o 7 años jugaba con los Anoro y los Porta, había muy buenas fiestas y el baile era en el frontón, en casa Gil por el paso a nivel. Casa Gil y El Gorrión eran fondas. Entonces, en la estación vivían muchos ferroviarios y había mucha amistad y familiaridad con todo el barrio.

A la estación iban a buscar desde Sariñena carbón vegetal, china chana por el camino de los olivares, después de comer, y lo recogían por las vías, donde había carbón que aún servía. Berta se bajaba dos sacos con su madre, con cuidado que no les pillasen los guardias. Iban escondiéndose, algunas por las noches, había dos guardias, uno bueno y otro malo. Berta trabajó en casa Las Marianitas, la tienda de confección y corte enfrente de la Petita, allí bordaba y cosía.

José Berna realizó el servicio militar en Zaragoza y luego vino a Sariñena a trabajar a la finca de Bancels. Su hermano estaba de encargado y José comenzó a trabajar como tractorista, allí iban a la acequia a lavar. Bajaba a Sariñena a bailar, al principio no podía ir al Casino ya que no era socio, pero pronto se hizo socio para poder entrar al baile. Ha sido maquinista y ha trabajado por toda España, también ha trabajado en el campo, ha nivelado, ha trabajado ensanchando la vía férrea de Zaragoza a Barcelona…

Berta y José se conocieron y al tiempo se casaron en la basílica del Pilar de Zaragoza, a Berta le hacía mucha ilusión casarse en el Pilar. De viaje de novios visitaron Madrid, las fallas de Valencia y Barcelona. Han vivido en Sariñena y han tenido tres hijos, una chica y dos chicos. Una vida de trabajo y esfuerzo que han transmitido con gran cariño. Gracias Berta y José. Y un agradecimiento a Pilar Guerrero y Aimar Mir de la Residencia de la tercera edad de Sariñena por su colaboración para la realización de las entrevistas, gracias!!.

Un día de verano de 1966…. Tenía diez años.


Asun Porta Murlanch nos comparte sus recuerdos de infancia con el relato: «Un día de verano de 1966… Tenía diez años». Un relato ameno, entrañable y agradable. Recuerdos de su infancia y del Barrio de la Estación de Sariñena, un barrio pequeño donde gozaban de gran libertad y familiaridad. Gracias Asun por compartir tu valioso y fantástico testimonio.

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Asun Porta Murlanch

Un día de verano de 1966…. Tenía diez años.

 Por Asun Porta Murlanch

Todavía no era hora de levantarse, no teníamos ningún reloj en la habitación, pero no era necesario, intuíamos la hora que era con la misma exactitud que podíamos sentir el sabor de la leche de vaca al desayunar o el sonido del tren cada vez que pasaba por la estación. Seguí dando vueltas en la cama procurando no despertar a mi hermano mientras miraba hipnotizada el movimiento de las motas de polvo iluminadas por los rayos de sol que entraban por las rendijas de la persiana. Por fin mi madre vino a llamarnos.  Después de desayunar había que echar una mano en casa, ir a comprar, barrer las escaleras, fregar el suelo, cuidar a mi hermano pequeño si ella iba a hacer algún recado y mientras hacía esas tareas mi mente ya escapaba imaginando en qué ocuparíamos el día.

Cada día era una aventura, vivir en un pueblo, mejor dicho, en un pequeño barrio en el que había una estación de tren, vías, vagones aparcados esperando ser arreglados o ya  retirados del servicio, una vía por la que pasaban a menudo trenes de viajeros o mercancías, una carretera que atravesaba el barrio por la que circulaban pocos vehículos y cuyo asfalto parcheado  utilizábamos frecuentemente para jugar, una fábrica de harinas, campos que lo rodeaban, corrales, en mi casa una fábrica de gaseosas con almacenes llenos de botellas, cajas, y una fábrica de hielo, grandes silos al lado de grandes explanadas asfaltadas en las que podíamos patinar que otras veces estaban cubiertas por enormes montañas de grano…, salvo en los lugares de trabajo, nos metíamos por todos los sitios. Nunca planeábamos nada con mucha antelación, nuestra desbordante imaginación estimulada por la cantidad de opciones que el barrio nos ofrecía hacía que los juegos aparecieran solos.

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Asun Porta de pequeña

Esa mañana teníamos que llevar con mi hermano el pan a mi tía Asunción, decidimos ir equipados por si nos dejaba bañarnos en el tanque de riego que tenía en el huerto. El tanque lo teníamos medido nadando, cuatro brazadas de largo y dos de ancho, y un agua helada que nos llegaba a algunos al cuello aun estando de puntetas, allí disfrutábamos muchos días del verano dándonos chapuzones y  aguadillas, a veces nos juntábamos cinco o seis amigos del barrio, mi tía nos vigilaba “de oído”, le bastaba oír el griterío y las risas para saber que todo iba bien.

 

Volvíamos a casa cansados, mojados y sobre todo hambrientos, en el camino íbamos pisando con fuerza las “pompollas”, como nosotros las llamábamos, que crecían en el alquitrán de la carretera producidas por el intenso calor de agosto, competíamos para ver cual sonaba con más intensidad al reventarla, gritábamos y nos empujábamos para llegar el primero cuando divisábamos alguna y nos reíamos porque más de una vez se nos quedaban las sandalias pegadas al caliente alquitrán. Al pasar por la puerta del Sr. Pablo a veces llamábamos a su timbre, nos hacía reír el sonido que tenía, un sonido ronco y grave, él salía raudo, palo en mano que siempre guardaba detrás de la puerta, pero al no ver a nadie daba cuatro gritos amenazadores y tras esperar unos minutos a ver si nos veía por algún lado, volvía a sus quehaceres con una sonrisa en la boca.

En mi casa se comía a la una que era la hora que mi padre venía de trabajar y después la siesta si o …¡sï!, nunca entendimos por qué había que dormir otra vez a esas horas pero la verdad es que a veces nos dormíamos y otras con mi hermano hablábamos sin parar planeando, inventando trastadas y riéndonos lo más silenciosamente que podíamos. A veces también tirábamos de la cuerda de la persiana con mucho sigilo para que se enrollara un poco más y nos dejara suficiente luz para leer, nos encantaban los TBO, los del Capitán Trueno, Jabato y a mí me gustaba leer algún libro de “Los cinco” de Enid Blyton cuyas aventuras  todavía estimulaban más mi imaginación.

Nosotras éramos tres amigas: Mª Rosa, Mª José y yo, Mª Asunción, en la década de los 50 pocas nos libramos del María delante de nuestro nombre siguiendo la moda eclesiástica del momento. Esa tarde, después de la obligatoria siesta, nos encontramos con las bicis en la curva del Parador, un nombre muy apropiado para un pequeño bar-hostal que había enfrente de la Estación del tren, nos sentamos en la acera aprovechando la sombra del edificio y sacamos del bolsillo nuestras pequeñas bolsas de tela en las que llevábamos la colección de chapas planas, era todo un ritual, las extendíamos en la acera formando filas o ruedas y las contemplábamos orgullosas, las contábamos una y otra vez, a cada una nos parecía tener la más bonita o eso decíamos para picar a las demás a jugar “al quite” y conseguir un número mayor, las escondíamos debajo de una de las dos palmas de la mano, si acertabas  en cual estaba escondida pasabas a ser la dueña de la chapa. A menudo comentábamos el día que las pusimos en la vía, con cuidado y muy centradas para que el tren al pasarles por encima las dejara lo más planas posible, era toda una habilidad además de la emoción que suponía tumbarnos a unos pocos metros de las traviesas de madera que sujetaban los raíles y mirar de reojo, estremecidas por el peligro al ver el tren tan cerca y oír el tremendo ruido que hacía al pasar, mirábamos como las chapas desaparecían bajo las ruedas, recogerlas tan planas y calientes era el mayor de los logros.

Pasó un rato y nos dimos cuenta que los chicos no aparecían, era raro, el barrio no era tan grande para que dando una vuelta en bici de dos minutos no los encontráramos o los oyéramos en algún rincón, decidimos ir en su busca, seguro que se querían esconder de nosotras, pensamos, la tormenta de verano del día anterior junto con los caminos de tierra arcillosa hizo posible que unas cuantas bicicletas dejaran sus huellas, nos pareció emocionante irlas descubriendo.  La intuición nos decía que esta vez la dirección era la carretera de Huesca, y hacia allí nos dirigimos. Dejamos las últimas casas del barrio detrás, el desvío a Capdesaso a la izquierda y nos dirigimos a la laguneta, llegamos a  la bajada, así la llamábamos, primero pedaleábamos muy rápido para después abrir las piernas a modo de alas y bajar a toda velocidad mientras gritábamos a todo pulmón, era todo un disfrute, una bandada de patos salió volando entre los carrizos, los despedimos entre risas,  esta vez se fueron a un carrascal que había cerca de allí y al que raras veces nos acercábamos,  era un lugar misterioso , un bosque distinto, esos troncos tan gruesos, ese suelo de hojas que crujía al pisarlo, los esqueletos de aves, nos daba miedo, a veces nos quedábamos en silencio cerca pero sin entrar en él pretendiendo escuchar aullidos u otros sonidos, ya habíamos empezado a inventar historias de la existencia de algún fantasma en el lugar.

Seguimos las rodadas de las bicicletas por un camino que iba hacia las huertas y más huellas frescas  por un desvío señalaban el paso de unas cuantas bicicletas no hacía mucho. Estábamos un poco asustadas porque nunca habíamos ido tan lejos, ahora las huellas eran más visibles porque el camino era de tierra, cogimos otro desvío, paramos al perder el rastro convencidas que entre el silencio de las huertas que nos rodeaban oiríamos sus voces, nos comimos unos cuantos alberges que aunque calientes tenían un sabor muy dulce, cuando nos dirigíamos hacia otro albergero que estaba huerta adentro entonces oímos claramente los gritos de los chicos, cogimos las bicis y las voces lejanas nos llevaron  por un estrecho camino entre hierbas muy altas al río Alcanadre a un sitio que no olvidaré nunca, ¡el puente roto!, había restos de un puente pero sólo a cada uno de los lados del río, no habíamos estado nunca allí ni habíamos oído nunca hablar de ese lugar a los mayores y eso que íbamos siempre a pasar los domingos al río toda la familia, a la arboleda de la fuente de Chabarriga, o a la presa de Sena,  mi padre nos había enseñado a nadar en las badinas del puente de la vía. Nos dimos cuenta que estábamos bastante lejos de los sitios que nos eran conocidos.

Impresionadas por el descubrimiento del puente comentamos que quizá fue destruido en esa guerra que nuestros padres tanto nombraban, era muy extraño, opinamos, que dónde había algún puente tenía que haber carretera o camino y ¡no!, nosotras habíamos llegado por caminos estrechos entre huertas. Nos gustaba divagar e inventar qué pudo pasar, qué sucedió si encontrábamos algún resto, tanto daba si fuera una lata vieja como las ruinas de un puente, nuestra imaginación siempre se disparaba. Los chicos se sorprendieron al vernos y después de contarles nuestra “hazaña” nos invitaron a jugar, algunos estaban al otro lado del río, habían pasado a la otra orilla saltando entre tres grandes piedras y se escondían en una especie de trincheras que el agua había ido esculpiendo entre los sillares del puente y los restos de piedras y ramas acumuladas durante años, el juego consistía en tirarnos las piedras que allí eran abundantes de un lado al otro y esquivarlas. Nuestra habilidad y destreza para esquivar y la poca para apuntar junto con la distancia que estaba una orilla de la otra hizo que esa tarde no hubiera heridos, ni los hubo las tres o cuatro veces que volvimos a jugar a “guerras” en nuestro secreto puente roto.

Volvimos al barrio emocionadas por todo, hoy nos esperaba una buena regañina en casa pues no habíamos ido a merendar, ya les contaríamos que habíamos comido fruta en las huertas.

Chicos y chicas volvimos juntos al Barrio, en el camino les relatamos cómo los habíamos encontrado, nunca creyeron que había sido siguiendo sus huellas y prefirieron creer que los habíamos seguido de cerca, su ego de chicos no les dejaba pensarlo y decidimos no discutir sin embargo nosotras estábamos emocionadas, hay logros que no se olvidan nunca.

EN LA ESTACIÓN DE SARIÑENA

Asun Porta jugando en el Bario de la Estación.

Después de ir cada uno a su casa a explicar nuestra tardanza para la hora de la merienda, alguien propuso ir a la era de Francisquer, el sitio lo conocíamos todos bien porque estaba cerca de la escuela,  había llovido el día anterior y allí se hacían unos charcos que duraban algún día más que los demás lo que para jugar a hacer canales, puentes, montañetas y desniveles, presas y acequias era idóneo, aprovechábamos trozos de ramas, cañas, tejas, latas, piedras planas que buscábamos por los alrededores y nuestras propias manos. Al acabar entre todos toda aquella estructura que dependiendo de los que jugábamos a veces media varios metros de larga, buscábamos en los alrededores alguna lata vacía, botella o recipiente que nos ayudara a tirar agua en la parte más alta y ver como iba atravesando los canales, pasando por debajo de los puentes, llenando huecos, parando en las presas, y cuando llegaba al final sonaba un gran aplauso acompañado de gritos de alegría por el trabajo realizado.

Chicos y chicas compartíamos a menudo algunos juegos como hacer casetas, tirarnos con las bicis por los barrancos, inspeccionar los alrededores buscando tesoros, restos de no sabíamos qué y que nunca encontramos, el escondite, las canicas, las tabas o “churro media manga y manga entera”; otros juegos y conversaciones ya los realizábamos en el grupo de chicas o de chicos por separado y ahí rara vez se traspasaba la raya.

Estaba ya anocheciendo y era la hora de volver a casa, oímos el silbido de mi padre que nos llamaba y eso significaba que mi madre estaba ya impaciente porque regresáramos cuanto antes y que la mesa estaba ya puesta.

La cena me supo a gloria, una tortilla francesa entre pan y pan untado con tomate y un vaso de leche, estaba hambrienta, había sido una tarde muy emocionante y unos cuantos alberges calientes no eran suficientes para la cantidad de energía física y emocional gastada.   Después venía uno de los momentos más agradables del día: “salir a la fresca”. Era la hora de oír y compartir las historias de los mayores. Cada vecino sacaba su silla y los más críos nos sentábamos en la acera o en el suelo,  hacíamos un corro más o menos grande y oíamos con curiosidad cómo les había ido el día, si había sucedido algo importante no sólo a ellos sino lo que  habían oído de algún vecino del barrio o de algún familiar, también contaban chistes, anécdotas de otros tiempos,  a veces también éramos nosotros los protagonistas  y no sólo nos preguntaban por lo que habíamos hecho sino que también nos advertían de los peligros del tren, de alejarnos mucho del barrio, pensábamos que en el barrio no había problema, nos sentíamos seguros porque todos nos cuidaban a todos y si teníamos algún incidente o accidente podíamos llamar en cualquier casa para que nos ayudaran. El barrio entero era nuestro hogar. Si hacia mucho calor mi padre solía sacar un porrón de cerveza y gaseosa o el botijo con agua fresca y la Sra Simona sacaba alguna fruta recién traída de la huerta, claudias, higos, melocotones, alguna tajada de melón o de sandía … y así hasta la hora de ir a dormir, caíamos rendidos.

Contaba en un programa de radio uno de los colaboradores en una tertulia, era de Madrid, que nunca había jugado en la calle, eso sí era muy deportista y naturalmente muy sociable. A mí me entró una especie de escalofrío interior, me dio algo de pena, y fue entonces cuando me puse a recordar mi infancia, nuestros juegos, la libertad con la que nos movíamos, lo que no significa que nuestros padres no nos advirtieran de los peligros o no hubiera normas, pero era distinto y me sentí muy afortunada, lo que está claro que entonces no había tantos coches por las carreteras y por las calles, que los que había circulaban despacio, cuantas veces ya de adolescentes paseando por la carretera paraba algún coche y nos preguntaba por gente del  barrio o de qué familia éramos, que los trenes también iban a menos velocidad, que hacían más ruido, o lo sentíamos así, lo que era un aviso para estar atentos, que aunque empezábamos a entretenernos con la tele ni los mayores ni nosotros la cambiábamos por todo lo que nos ofrecía la calle y por convivir con todos los habitantes del barrio, que los regalos eran muy escasos lo que nos facilitaba poder imaginar juegos con cualquier papel, lata, cuerda, o trozo de tela. Recuerdo el patio de la escuela, con tierra, piedras, hierbas, barro, trozos de ladrillo, palos y sin vallas como en muchos pueblos pequeños, así que no sólo jugábamos en lo que se suponía que era el patio sino que la temporada del escondite nos alejábamos bastante hasta las casas que había detrás, en la escuela antes de los diez años tampoco había muchos libros ni muchos cuadernos, escribíamos mensajes secretos en las hojas de los gladiolos con los espinas que cogíamos de las acacias. También había temporada de los pitos, de las tabas, del corro, de las muñecas de papel, del pañuelo…

Eran otros tiempos pero no hace tanto y creo que sin intención de comparar me siento afortunada por la infancia que viví, por haber nacido en el Barrio de la Estación, por toda la gente que vivía allí y por mi familia que nos dio esa libertad que siempre nos estimuló para aprender, para leer, para descubrir,  que nos apoyó cuando llegó la hora de decidir, nos enseñó a ser buenas personas y sobre todo nos hizo creer lo valiosos que éramos y que con esfuerzo podríamos conseguir aquello que nos propusiéramos.

Asun Porta Murlanch