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El Santuario de Nuestra Señora de Magallón


Contemplando la sierra de Alcubierre, desde lo alto de un cerro, se erige solemne el Santuario de Nuestra Señora de Magallón. A sus pies se encuentra Leciñena, localidad que lo aloja y que, junto a las de Robres y Perdiguera, honra y venera y une su historia. Su advocación a la Virgen de Magallón, responde a una curiosa historia recogida en 1814 por Fray José de Santo Domingo en su obra “Historia de la prodigiosa imagen de la Santísima Virgen de Magallón, aparecida y venerada en los montes de Leciñena”. Pues la historia del Santuario y la Virgen de Magallón se encuentra ampliamente estudiada en numerosos trabajos y artículos, muchos de ellos publicados en la revista Montesnegros.

“Ntra. Sra. de Magallón, edificio hermoso y notable, situado en una colina á la dist. de 1/4 de leg. de la población.”

Pascual Madoz Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico 1845-1850.

Aquí va un pequeño recorrido por el santuario y parte de su historia, un recorrido con textos de Emilio Colas Laguia que estuvo presente en la romería de mayo de 1926 y que publicó en La Voz de Aragón del 19 de mayo de 1926. Una historia intensa que resulta compleja abarcar en su dimensión y exactitud, por lo que vayan por delante disculpas por los errores y omisiones involuntarias que se hayan podido producir.

Tenemos en el monte
de Leciñena
una imagen que brilla
toda la Tierra.
no hay que dudarlo,
mirad como relumbra
su Santuario.

Seguidilla de Leciñena.

El Santuario de Nuestra Señora de Magallón

El actual santuario responde a un edificio barroco del siglo XVIII, aunque su origen se atribuye a origen medieval del siglo XIII. Según Antonio Gracia-Diestre, es en un inmenso edificio construido en fases desde 1283 (Antonio Gracia-Diestre. Un cafetal del santuario de Nuestra Señora de Magallón en 1824, Revista Montesnegros N.º 48). Además, en sus inmediaciones se hallan restos de antiguas ermitas, las ermitas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista

“Esta ermita o Santuario que se alza allá al final de la sierra, como airón o cimera de su casco, no es, desde luego, como todas las ermitas o como todos los santuarios. Ni su fábrica ni su estructura, corresponden a esta clase de edificaciones que la piedad de las gentes hizo levantar en los lugares recónditos y apartados, en íntimo contacto con la naturaleza y lejos de toda contaminación.”

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Se trata de un edificio rectangular de tres alturas que destaca en el entorno. Su fachada principal, que parece querer ser presidida por un aljibe de 1650, es dominada por grandes contrafuertes que le dan robustez, presentando, en referencia a SIPCA, una composición muy formalizada. La entrada destaca en su lado derecho por su arco escarzano: “Con derrame y escudo en la clave como portada. El resto de los vanos son huecos verticales, adintelados y con gran derrame.”

“El Santuario de Leciñena es una cosa realmente extraordinaria. Y ahora que llegamos a esta extensa planicie donde se asienta, damos por bien empleado el madrugón y el frío. Nos maravilla y nos conforta este enorme caserón de líneas sencillas, limpiamente enjalbegado, con sus cuatro puntos batidos por los vientos, sin otro resguardo que el de su propia consistencia.”

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Una larga escalinata conduce a la primera planta, donde un largo pasillo va distribuyendo las distintas estancias de las cofradías hasta acceder a su iglesia: “De la portada se accede a un atrio que comunica con la iglesia mediante tres arcos rebajados y con la escalera principal que presenta bóveda de cañón, con perfil escarzano” (SIPCA). El mismo SIPCA da descripción de la iglesia: “La iglesia barroca está cubierta con bóveda de cañón con lunetos y tres capillas laterales en cada flanco aparece ocultado por sus flancos meridional y oriental por la edificación de carácter civil que le dan un aspecto singular. la Virgen que se venera en su camarín, una réplica de la original (perdida en 1936) escoltada en el altar mayor por dos cráteras.”

“El Santuario, donde cómodamente cabrían tres regimientos con toda su impedimenta, está dividido en enormes aposentos, subdivididos a su vez en verdaderos «pisos» habitables. Cada uno de estos «pisos», o habitaciones—todas con nombre de santos, San José, San Antonio, San Lorenzo—se compone de una gran sala, dos, tres o más dormitorios o alcobas (en algunas hemos contado hasta siete) comedor y cocina. En los dormitorios, sus correspondientes camas, con sus no menos correspondientes colchones. Bueno. Pues estas habitaciones se alquilan ¡gratis! durante todo el verano.”

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

AHP Zaragoza – «Leciñena, Zaragoza. Santuario Virgen de Magallón.». Juan Mora Insa.

Lugar de peregrinos, de sanación y curación, ruta Mariana, ha sido usado como fortaleza, cárcel y acuartelamiento en las guerras napoleónicas, además de ser saqueado durante la guerra de Independencia y utilizada como posición del bando sublevado en 1936.

“El Santuario de Nuestra Señora de Magallón, es, como decimos, realmente extraordinario. Y no es que la afluencia de romeros—unos tres mil—que en este día invaden todo el edificio, desde los altos a los bajos, le preste grandiosidad. Si el acto que se celebra le da hermosura, réstale, en cambio, el encanto de su propia soledad, plácido, apagados todos los rumores, salvo los de las montañas, cuando sólo se escuchen, entre aquellos recintos, el blando conversar y los apagados pasos de los dos buenos viejecitos encargados de su custodia.”

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

La Virgen de Magallón

Virgen patrona de las localidades de Leciñena y Robres, su historia se remonta al siglo XIII, cuando la Virgen se apareció a un pastor de Leciñena.

La causa de alegrarnos
en este día
fue la imagen del cielo
con su venida.
y desde entonces
tenemos protectora
en estos montes.

Seguidilla de Leciñena.

La Virgen de Nuestra Señora de Magallón presidía la Ermita de Santa María de Huerta de la localidad zaragozana de Magallón. Venerada, la Virgen gozaba del cariño y fervor de todos aquellos magalloneros y magalloneras, la misma imagen a la cual en el año 1257, pasando por la villa de Magallón, el Rey D. Jaime I, al oír misa en la ermita, hizo donación de todas las santas reliquias que el Rey Conquistador llevaba consigo.

Aquella “virgencita” fue la que se apareció al pastor, decía Emilio Colas Laguia en su viaje por el santuario en 1926, a quien, como a todos los que desconocemos la historia, se nos hace algo extraño eso de que una Virgen, con nombre de un pueblo, tenga su corte y reinado en otro bien distante: “Pero, sin embargo, la leyenda, una leyenda llena de ingenuas evocaciones, demuestra bien a las claras el origen de esa que parece sinrazón. Y para curiosidad de todos, quedemos estampar aquí una sencilla narración de los hechos”.

Así,la historia nos lleva al mismo Magallón, a mediados del siglo XIII, cuando dos vecinos del lugar, labradores, Juan de Albir y Sancho del Trago acaban enfrentándose con resultado de muerte para uno de ellos: “Trabáronse en riña sangrienta, de la que resultó muerto el segundo”.

El asesinato acabó en la justicia “Formado proceso contra el homicida y puesto el asunto en manos de la Justicia, determinó esta por sentencia definitiva, que Juan de Albir deberá sustentar y proveer de alimentos a la mujer e hijos del difunto Sancho del Frago” (Leyenda de la muerte de Juan Albir. Leyendas del Moncayo). Pero los hijos de la víctima no quisieron dejar impune el crimen y se concertaron para dar muerte a Juan de Albir: Por tres veces intentaron los vengadores mozos acabar con la vida del matador de su padre. Y por tres veces Albir, huyendo de sus perseguidores, refugióse en la Ermita de la Virgen, como considerándose libre de asechanzas en el santo lugar” (Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926).

El 13 de marzo de 1283, principio de cuaresma, sábado al mediodía, Juan de Albir volvía con su asnillo por el mismo camino de la ermita. Lo esperaban los hermanos Antón y Martin Frago quienes le soltaron: «Tente traidor, que hoy has de morir y pagar la muerte de nuestro padre». Albir corrió a refugiarse a la ermita, pero esta vez no tuvo suerte: “Pero la venganza que demandaban los huérfanos, no respetaba lugar, por santo que fuese. Y aunque Albir, en su refugio, llegó a subirse al altar de la Virgen y abrazarse a la sagrada imagen, sus persecutores lo atravesaron a lanzadas. El manto de la Virgen se tiñó con la sangre de Albir. Los asesinos huyeron y el cuerpo del desventurado recibió sepultura en la misma ermita, donde había buscado refugio” (Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926).

El cuerpo de Juan de Albir fue encontrado por los vecinos de Magallón sin vida en la ermita y abrazado a la virgen: “Conociéndose la noticia, Magallón se conmovió, acudieron a la ermita el Justicia y los Jurados de la villa a socorrer en la medida de lo posible a Juan de Albir, pero ya no fue posible, encontrándolo ya difunto sobre el altar de la Santa Virgen”. Debido a las lanzadas sobre Albir, algunas llegaron a traspasar el manto de la Virgen y su rostro se dañó al caer esta del golpe.  Juan de Albir fue sepultado en la misma ermita y en aquella misma noche de sábado la virgen desapareció (Leyenda de la muerte de Juan Albir. Leyendas del Moncayo).

La causa de venirse
desde esa villa
fueron Martin y Antón
por homicidas.
Que sin cuidado
dentro del templo se meten
a profanarlo.

Seguidilla de Leciñena.

Aquella misma noche, del 13 marzo de 1283, la virgen se le aparece a un pastor en Leciñena. Aunque algunas versiones sostienen que fue el 15, como son las Seguidillas de Leciñena, o Emilio Colas que apuntaba erróneamente al 12. Igualmente sucede con el lugar concreto de su aparición, algunas fuentes indican sobre la rama de un pino y otras sobre una peña. No obstante, de esta forma lo relata Emilio Colas: “En la noche del 12 de marzo de 1283, el pastor Marcén, que se hallaba en el monte de Leciñena, quedó deslumbrado con una claridad que se cernía sobre una peña. Y aproximándose pudo ver que aquel resplandor, era el nimbo que rodeaba a la Virgen erguida sobre la peña.”

En el quince de Marzo
fue aparecida
al pastor inocente.
dichoso día
nadie lo ignora
de que fue aparecida
divina Aurora.

Seguidilla de Leciñena.

A pesar de ello, dos veces tuvo la virgen que aparecerse para que los vecinos de Leciñena creyesen al pastor: “Aunque el pastor contó su milagrosa aparición, en el pueblo no fue creído por nadie” (Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926).

De Magallón viniste
por tu destino
A parar a las ramas
de un bello pino.
¡Oh claro Cielo!
¡Cuánta fue la alegría
en este pueblo!

Seguidilla de Leciñena.

«Pero la Virgen volvió a aparecérsele y para enseñanza de incrédulos, ordenó al pastor se presentase en el pueblo, en Leciñena, con la mano derecha -sobre la mejilla, de la que no habría fuerza humana capaz de separar.

Ante tan irrefutable prueba, el pueblo, no vaciló en tomar como milagrosa y verdadera la aparición de la Virgen. Y en comitiva solemne y triunfal, van a buscar a la imagen para conducirla a lugar sagrado.«

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

El pueblo de Magallón, enterado de la aparición de su Virgen en Leciñena por dos veces trataron de recuperarla. En una primera reclamaron por ella, aludiendo que la imagen llevaba el relicario en el pecho que el Rey Don Jaime de Aragón, volviendo de Tarazona, con sus propias manos le puso y así levantó acta Benedet de Jesesa, Notario público de los Reinos de Aragón y Valencia.

Regresando la Virgen a la ermita de Santa María de la Huerta, esta fue colocada en su altar. Pero aquella misma noche volvió a desaparecer para presentarse de nuevo en Leciñena.

Por segunda vez emprendieron litigio los vecinos de Magallón por su Virgen y de nuevo la regresaron a su ermita. Y de nuevo volvió a suceder y por tercera vez desapareció la Virgen volviendo a aparecer en Leciñena, la cual sentenció: «Hasta que cualquier vestigio de la familia Frago desaparezca de Magallón, no volveré a pernoctar en mi querida Villa» (Leyenda de la muerte de Juan Albir. Leyendas del Moncayo).

Por ello se erigió el Santuario de Nuestra Señora de Magallón en el siglo XIII, para albergar la Virgen de Magallón. Lugar de leyenda, mágico, en un entorno privilegiado, con la sierra de Alcubierre y su lugar de Leciñena. Pero a su vez virgen de la también localidad monegrina de Robres.

AHP Zaragoza – «Leciñena, Zaragoza. Subida al santuario V. de Magallón.». Juan Mora Insa.

«Ya habréis adivinado lo demás .. La Virgen que se apareció al pastor en el monte de Leciñena, era la misma Virgen de Magallón. Claro que este vecindario no podía conformarse con verse privado de su celestial tesoro. Indaga el paradero de la imagen y logra recuperarla. Pero por tres veces, y desde los santuarios de La Sagrada (Monzalbarba), el Portillo y el Pilar, la Virgen se ausenta para posar sus divinas plantas en el Santuario do Leciñena.

Hasta aquí la narración. ¿Concebís nada mas piadosamente sugestivo?..«

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Fray Manuel Bayeu y el Santuario

La decoración de la iglesia, de la bóveda y muros es realizada en 1797 por Fray Manuel Bayeu, autor del gran conjunto pictórico de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena. Una averiguación que se lleva a cabo en los años 1993 y 1994, tras un arduo trabajo de investigación que realiza, principalmente, Antonio Gracia Diestre y que el mismo recoge en la revista Montesnegros N.º 19 en su artículo «Fray Bayeu en el Santuario».

Para ello realizan una búsqueda de las pinceladas aún existentes tras las muchas «agresiones, modificaciones y diversos repintados», decapando hasta «cuatro o cinco capas superpuestas» y siguiendo la pista que deja fray José de Santo Domingo sobre el santuario: «En la fachada del Coro, que hace frente al Altar mayor, hay algunos adornitos correspondientes a la fábrica, y arquitectura, y los mismos se dexan ver sobre el Órgano».

Con los restos encontrados, constatan, gracias a Elena Barlés y José Ignacio Calvo, historiadores del arte, la autoría de fray Manuel Bayeu de las desaparecidas pinturas del monasterio: «El 25 de mayo de 1994 quedó constatado que el autor, tal como se suponía, había sido Fray Manuel Bayeu, de la Orden de los Cartujos de Ntra. Sra. de las Fuentes» (Gracia Diestre, Antonio. Fray Bayeu en el santuario).

La Guerra de Independencia

Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), en el Santuario de Nuestra Señora de Magallón se dio la Batalla del Llano.

En enero de 1809, militares y campesinos formaron un pequeño ejército al mando de Felipe Perena, con la pretensión de socorrer la sitiada ciudad Zaragoza (Segundo Sitio de Zaragoza, 21 de diciembre de 1808 – 21 de febrero de 1809).

El 24 de enero de 1809, 5.000 soldados franceses, al mando del Mariscal Mortier, que habían salido de Villamayor al amanecer caen sobre las tropas aragonesas en la denominada Batalla del Llano. Las tropas francesas derrotan las tropas de Perena, asediando y tomando a continuación el Santuario de Nª Sª de Magallón de Leciñena, incendiándolo completamente. “El ejército de Perena disponía de dos cañones, uno en las eras de Leciñena y otro en el Santuario, manejado éste por la vecina Lorenza Marcén y su hijo Nicolás Seral un muchacho de tan solo quince años”.

El Prior Fr. José de Santo Domingo fue testigo de aquella batalla, aportando su testimonio en su libro de la “Historia de la Virgen”, capítulo 24, párrafo 3º: «Determinándose á tomar las armas quantos en los Pueblos se hallaban con fuerzas para tenerlas en la mano; y los que carecían de aquellas se vieron salir con picas, y lanzas, y muchos con las manos vacías, de que yo fui testigo» (Bagües Marcén, Javier. El historiador del Santuario de Ntra. Sra. de Magallón).

El mismo José de Santo Domingo relata como los franceses trataron de dar muerte al santero mientras trataba de esconder la imagen de la virgen. Los franceses dieron con él, dándole muerte y destrozando a la virgen.

Al día siguiente, relata Javier Bagües Marcén: «Recogieron todos los trozos de la Virgen dos jóvenes del pueblo: Tomás Cavero y Matías Calvo, entregándolos al párroco de Leciñena que en el 1810 la transporta a Zaragoza para su restauración. Así lo executo Pedro León maestro escultor, y un pintor diestro llamado Baltasar Ponzano le dio la encarnadura correspondiente. (Frase escrita en el libro de Fr. José, capitulo 25, párrafo 2).»

El 11 de Enero de 1811 la talla es conducida de vuelta a Leciñena.

«Pero el pueblo de Leciñena que sale á recibirla en una muy devota procesión, espera ya en el Llano, á larga distancia del Lugar, impaciente ya de ver á su Favorecedora, y Protectora. Apenas llega, aquí es el llanto, los suspiros, y las efusiones del corazón. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, chicos y grandes, todos manifiestan unos transportes de devoción que ad miran. Era menester haber estado allí para formar una idea justa y exacta de este recibimiento, y yo que me hallé presente, aseguro en obsequio de la verdad, que queda muy atrás toda relación. Hubo enseguida Misa Solemne, y sermón, que predicó el Historiador del Santuario” (Fr. José, capítulo 25, párrafo 4. Bagües Marcén, Javier. El historiador del Santuario de Ntra. Sra. de Magallón).

En el santuario, los daños causados por el incendio producido por los soldados franceses fueron muy gravesy estos, en palabras de Antonio Gracia-Diestre, requirieron de una intervención urgente para que la totalidad del edificio no cayera en la ruina (Antonio Gracia-Diestre Un cafetal del santuario de Nuestra Señora de Magallón en 1824, Revista Montesnegros N.º 48). Así fue, y en 1824 fue reconstruido.

El edificio fue asaltado en el año 1809, por los franceses, que, al mando del mariscal Mortier, quisieron reducir a un grupo de tropas españolas allí refugiadas.

Los invasores mataron al santero, destrozaron la imagen y prendieron fuego al edificio.

La imagen fue restaurada, así como fue reedificado el Santuario en 1814.

Todavía se conservan en la sacristía huellas indelebles del fuego.

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Sobre la Batalla del Llano, Juan José Marcén Letosa publica: «El manuscrito de Matías Calvo. Memorias de un monegrino durante la Guerra de la Independencia», Zaragoza (Ayuntamiento de Leciñeña, Mira Editores, 2000).

Los Santeros

El Santuario contó con las figuras de los santeros, personas dedicadas a cuidar el santuario y que trabajaban y residían en el mismo. Emilio Colas Laguia ya cita su presencia con el asedio y quema del santuario en 1809 por parte de los franceses, matando a su vez al santero. Y, en el mismo artículo de La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926 con motivo de la romería celebrada aquel año, dedica parte de su relato a los santeros que entonces habitaban el santuario. Quizá los últimos.

¡Los santeros!… Les hemos visitado en su propio refugio, en la cocina que de ordinario ocupan, alargadas sus manos a las caricias de los leños que chisporrotean en el lar, y algo aturdidos, confusos, por esta invasión que lo llena todo de ruidos y de voces.

Jacinto Solanas y Manuela Comenge, que así se llaman estos bienaventurados -bien aventurados por estar con ellos la paz, la mayor de las bienaventuranzas- llevan doce años al servicio del Santuario.

—Alguna vez – inquirimos del santero- allá en la invernada, no dejará usted de sentir el miedo.

¡Miedo!’-… El buen Jacinto nos mira absorto y con ceño que quiere disimular su disgusto, exclama:

—¡No se me ha arrimao miaja el miedo! ¡Fuertes de espíritu! Aunque sus cuerpos se encorven hacia la tierra, conservan esos santeros aragoneses, el temple de todas las reciedumbres.

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Sanatorio

El santuario albergó a enfermos, constituyéndose en 1887 como Fundación Santuario de Nuestra Señora de Magallón con el objeto de servir de albergue a los enfermos, convalecientes, pobres y vecinos del municipio (Fundación Santuario de Nuestra Señora de Magallón. Objeto: albergue a los enfermos, convalecientes, pobres y vecinos del municipio. Reclamación de títulos fundacionales (1887), Investigación de inscripciones (1935), Expediente solicitud de instrucción de información para perpetua memoria en sustitución del título de fundación (1947), Clasificación (1947), Solicitud de exención de impuesto (1948), Incidentes (1953), Anulación de inscripciones nominativas (1976). Leciñena Fecha(s) 1871-1976 Archivo de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón ES/AACAA – 021845).

Emilio Colas Laguia constata la presencia de veraneantes en el santuario a principios del siglo XX. Pues, al parecer, el santuario a los pies de la sierra de Alcubierre y bien ventilado serviría de lugar de sanación, curación, descanso y vacacional:

El veraneo ideal

¡Querido y admirado Casañal! Es usted un verdadero lince. ¡Ahí es nada’.. Descubrir

un refugio como éste, donde se puede veranear completamente gratis.

¡Gratis; sí, señores, gratis!

Sin agobios de casa, luz, ni combustibles.

¡Oh! Estamos ciertamente asombrados de este prodigioso descubrimiento.

Porque verán ustedes…

El Santuario, donde cómodamente cabrían tres regimientos con toda su impedimenta, está dividido en enormes aposentos, subdivididos a su vez en verdaderos «pisos» habitables. Cada uno de estos «pisos», o habitaciones—todas con nombre de santos, San José, San Antonio, San Lorenzo—se compone de una gran sala, dos, tres o más dormitorios o alcobas (en algunas hemos contado hasta siete) comedor y cocina. En los dormitorios, sus correspondientes camas, con sus no menos correspondientes colchones. Bueno. Pues estas habitaciones se alquilan ¡gratis! durante todo el verano.

¿Eh?…-¿Qué les parece a ustedes?…

Esta ganga, única en todo el globo terráqueo, era conocida por el chispeante don Alberto. Y el muy «pirandeliano», no nos había dicho una sola palabra de tamaño acontecimiento.

Es decir. Que ustedes tienen necesidad o gusto de disfrutar de un veraneo en plena sierra, con el consiguiente gasto de la alimentación. Y ustedes no tienen otra cosa que hacer sino escribir al señor administrador solicitando les sea reservada una de las habitaciones.

Claro está que hay un turno de peticiones. Pero todas ellas son atendidas.

Los veraneantes tienen la leña al alcance de la mano. Y el agua—agua del cielo agua de lluvia—abundante y fresca en algibe, con capacidad para cinco mil litros del preciado elemento.

Los encantos del lugar y del paisaje, son alicientes sobrados para que la «parroquia» sea todos los veranos más que numerosa.

¡No existirá seguramente balneario en España más apetecido!… ¡Gratis!.

Pero en este ayuntamiento de Leciñena, se han debido volver locos todos sus miembros

y tienen ganas de regalar la salud a todo el que la solicite.

La salud y un curso de economía doméstica, que no puede ser más practica

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Prior Fray José de Santo Domingo

Figura imprescindible es la del Prior Fray de Santo Domingo (Loscos, Teruel 1762 – 1829, Huesca), autor de la “Historia de la prodigiosa imagen de la Santísima Virgen de Magallón, aparecida y venerada en los montes de Leciñena”, obra publicada en 1814. Fue sacerdote y Prior de Sos del Rey Católico entre los años 1808-1811. Pasó por el santuario en la guerra de la independencia, viviendo los trágicos sucesos anteriormente descritos, legando una maravillosa obra sobre el santuario.

Fray José de Santo Domingo “Historia de la prodigiosa imagen de la Santísima Virgen de Magallón, aparecida y venerada en los montes de Leciñena”.

La importancia del libro viene remarcada por Javier Bagües Marcén: «Es la historia de 500 años del Santuario de Ntra. Sra. de Magallón en Leciñena. Tiene 267 páginas y 25 capítulos. Cada capítulo nos cuenta infinidad de detalles, desde la aparición de la Virgen en 1283, todas las mejoras que hubo en la casa, las donaciones de personas nobles, las joyas que tenía y los más de 25 pueblos que acudían en romería. Gracias a este libro tenemos una documentación importante, ya que el archivo que tenía el Santuario fue saqueado e incendiado el 24 de enero del 1809 por las tropas napoleónicas» (Bagües Marcén, Javier. El historiador del Santuario de Ntra. Sra. de Magallón. Prior Fr. José de Santo Domingo).

Patronato de la Virgen de Magallón

La primera referencia al patronato de la Virgen de Magallón lo hallamos en un expediente relacionado con una escritura de transacción entre el Ayuntamiento de Leciñena y el de Zaragoza, en relación al Patronado de la casa y santuario de Nuestra Señora de Magallón o Leciñena, sito en términos de la baronía de Zuera: “Expediente sobre que el Ayuntamiento del lugar de Leciñena no otorgue escritura de transacción ni ajuste con el de la ciudad de Zaragoza, en relación al Patronado de la casa y santuario de Nuestra Señora de Magallón o Leciñena, sito en términos de la baronía de Zuera” (ES/AHPZ – J/009945/0005. 1740).

En 1777 un expediente trata sobre la “Firma del ayuntamiento de Leciñena como patrones de la casa y santuario de Nuestra Señora de Magallón, sobre derecho de patronado y otros” (ES/AHPZ – J/013265/000001.1777).

En 1794, un documento recoge la solicitud del ayuntamiento de Leciñena para tener la licencia de pedir limosna para el santuario en todo el Reino de Aragón: “Provisión del Consejo para que esta Audiencia informe en la instancia del Ayuntamiento del lugar de Leciñena, en que solicita se le conceda licencia para pedir limosna en todo el Reino de Aragón, para la manutención del Santuario de Nuestra Señora de Magallón, sito en los términos de dicho pueblo, como siempre se ha practicado en los lugares del territorio” (ES/AHPZ – J/000929/000011).

En 1832 una curiosa demanda contra los patronos: “Demanda de Antonio Viola, vecino de Zaragoza, contra los Patronos del Santuario de Nuestra Señora de Leciñena, sobre pago de maravedís” (ES/AHPZ – J/013536/000004. 1832).

AHP Zaragoza – Batería de artillería nacional en posición con parapetos y sacos terreros. Camino de Leciñena cerca de la ermita de la Virgen de Magallón, sobre Alcubierre. Antonio Cobos Berges.

Fray José de Santo Domingo, en su «Historia del Santuario» las donaciones que personas nobles realizaban al santuario (Bagües Marcén, Javier. El historiador del Santuario de Ntra. Sra. de Magallón. Prior Fr. José de Santo Domingo).

Emilio Colas Laguia relata como a principios del siglo XX las donaciones de vecinos de Leciñena y Robres, más las aportaciones del ayuntamiento de Leciñena sostenían el santuario además de realizar reparaciones, mejoras o adquisiciones:

El Santuario constituye uno de los bienes del Municipio de Leciñena, que nombra un administrador encargado de regirlo.

Actualmente ocupa esto cargo el concejal de aquel Ayuntamiento don Francisco Marcén García.

El Santuario se sostiene con una recaudación anual que hace el Municipio, entre el vecindario, de especies y metálico. Esta recaudación no solamente se hace en Leciñena sino en Robres.

En el último ejercicio queda un beneficio de 1.160 pesetas a favor del Santuario, donde actualmente se están practicando obras de reparación y consolidación, que consumirán, a buen seguro, este remanente.

El Ayuntamiento de Leciñena gestiona la adquisición de una lámina de beneficencia, por valor de 144 pesetas anuales, que constituirá un nuevo ingreso para el Santuario.

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

Revista MONTESNEGROS, n.º 42, año XVII (Diciembre 2008): Repercusión de los Sitios en Perdiguera (págs. 8-10), por Constantino Escuer Murillo.

Existen en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza libros de cuentas de la Fundación Santuario de Nuestra Señora de Magallón, de mediados del siglo XX. En el mismo archivo se encuentra un documento aparentemente curioso de 1756: “Asiento de la cuenta de la fábrica nueva del Santuario de Nuestra Señora de Magallón, dada por don Tomás Agustin Fernández de Lis. 1756, octubre, 9.” (ES/AHPZ – P/000176/0024).

La Llega

La Llega es una tradición de Leciñena y Robres por la cual recogían donativos para el Santuario. Esta tradición es recogida por Marisún Montesa Escanero y publicada en la revista Montesnegros números 67 y 69. En palabras de Marisún “La denominada Llega es la recogida de bienes y dinero para la Virgen de Magallón y la ermita”.

En Leciñena se celebraba cada 15 de agosto, cuando ya se había finalizado la cosecha “Con una galera engalanada recorrían el pueblo mientras los vecinos aportaban granos de trigo, llenando sacos”. El beneficio del trigo se ingresaba en dinero a cuenta del Patronato de la Virgen de Magallón y con el tiempo los donativos pasaron a ser económicos. La tradición fue recuperada realizándose en nuestros días.  

En cambio, la Llega en Robres “Hasta los años no venta se hacía en un domingo a final de septiembre, y ahora por recomendación de los propios robresinos se realiza a final de agosto”. Allí, matiza Marisún: “La Llega se asocia con la existencia en tiempos lejanos de la figura del limosnero de la Virgen, que cada año se pasaba por las casas del pueblo y recogía los donativos”.

El refugio del «Cucaracha»

En el relato de Emilio Colas Laguia no falta su mención al celebre bandido Cucaracha, tal vez aún muy presente en la memoria:

Esta sierra, quebrada, pelada, hostil, fue antaño el refugio de un célebre bandolero que tenía atemorizada a la comarca entera.

Apodábase el tal, «Cucaracha» y no pudo escoger el forajido guarida más a propósito para ocultar sus malandanzas. La sierra es trágica en su perpetua desolación. Bien que en otro tiempo apareciese esmaltada con las copas de los mies de copos que allí se extendían.

Pero en la actualidad, todos estos vericuetos que nuestro coche salva como si fuera un cacharro de juguete, lanzado al azar de su mecanismo, infunden en el ánimo mas esforzado un respeto que no puede asemejarse más al miedo.

¿A «Cucaracha»?… ¡No! Ya no quedan ejemplares de aquellos, que atemoricen a los caminantes en sendas más o menos extraviadas. Pero sí cantan su eterna canción en el fondo de los barrancos y de los despeñaderos, esas deidades malignas que parecen acechar el peligro de los que se lanzan como un huracán, como una tromba, impulsados por el sortilegio de unos «caballos» encerrados en un motor, a salvar las distancias.

La sierra inhospitita va muy bien para refrenar todos los impulsos de locura. En aquellas ingentes moles que se levantan o se achican, según de donde se les mire, está el más acabado estudio de humillación que pudiera soñarse. Ante tanta grandeza, tanta inmensidad, ¿Qué es un ligero cochecillo con sus ocupantes?.

Romerías

La localidad de Leciñena realiza una romería al Santuario cada 15 de marzo, subiendo en procesión y realizando su tradicional dance y canto de sus seguidillas de Leciñena. La romería de Robres es el último domingo de mayo, acuden a realizar su dance de embajadores de Robres. Javier Bagües Marcén, citando a José de Santo Domingo, apunta que más de 25 pueblos acudían de romería al santuario.

Una romería en el sanatorio de la Virgen de Magallón. Fachada principal del Sanatorio. Foto. A. de la Barrera.

Todos los años—desde hace medio siglo el pueblo de Robres dedica un día del mes de mayo a visitar el Santuario en alegre y pintoresca caravana y en piadosa manifestación de fe a la venerada Virgen

Y este año, la romería de costumbre, quiso el pueblo de Robres que revistiera carácter extraordinario. Motivos mas que sobrados tiene para ello. Por un lado la esplendidez de la cosecha que se presenta Por otro, el haber conseguido para continuación de las obras de los grandes riegos, una subvención de tres millones y medio de pesetas.

Estaban invitados a la romería el gobernador de Huesca, el obispo, el señor Sanz Soler y el cariño de estos buenos hermanos nuestros había levantada a la entrada del Santuario, un arco de ramaje con expresiva dedicatoria.

No pudieron acudir estos invitados. El Ingeniero del tiempo que venimos «disfrutando». Es capaz de apagar todos los entusiasmos. Pero la animación el bullicio de los romeros está en todo su apogeo en esta primera hora de la mañana, cuando damos vista a la Ermita.

Una romería en el sanatorio de la Virgen de Magallón. Autoridades de Robres y Leciñena que concurrieron a la romería. Foto. A. de la Barrera.

Como una infanzona en su castillo, nos recibe amable y gentil Enriqueta Monreal, la bella esposa de nuestro querido amigo Paco Moliner. Ese profesor veterinario que ejerce su misión en Robres, y que, por su carácter llano, campechano y jovial, se ha ganado las simpatías de todos los que le tratan- ¡Ah!,  y por lo callado que es Paco Moliner no desplega sus labios… Vamos. ¡No los desplega más que cuando duerme! El hombre que más habla en toda la provincia de Huesca.

Saludamos a doña Rosario Pisa, esposa del diputado provincial don Vicente Rivas. Y entrambas damas, nos hacen los honores con la mas exquisita de las correcciones. En aquellos aposentos destartalados por su desnudez, grandes, inmensos, donde parece han de naufragar

todas las ideas del visitante nos sentimos obsequiados con un cordial recibimiento que pone un matiz de distinción en este marco tan genuinamente popular.

Primero un ligero refrigerio. Luego, la misa, la procesión. El dance.

¡De todo habrá que hablar!

Pero ahora solo queremos anotar que en muestra breve estancia en el Santuario nos hemos dejado afectos muy solidos nos hemos dejado empeñada nuestra palabra de acudir a otras fiestas. iAh! y nos hemos dejado olvidada por algún rincón una bufanda de lana dulce Que no es que valga mucho pero ¡caray! hacia su buen papel

Colas Laguia, Emilio. La Voz de Aragón, 19 de mayo de 1926.

En el santuario de la Virgen de Magallón. Señoritas y muchachos que dieron la nota alegre en la romería. Foto. A. de la Barrera.

Decadencia

Tras su intensa y maltrecha historia, el dañado santuario estuvo a punto de desaparecer en 1987. Marga Bretos, en su artículo “Nueva vida al Santuario de la Virgen de Magallón” publicado el 19 febrero del 2023, en el Diario del Alto Aragón, recoge como en 1987 Juan José Marcén, desde una loma vio a las excavadoras y fue corriendo al pueblo gritando -¿vais a dejar que se convierta en polvo?-.

Desde entonces y gracias a la implicación vecinal, se inicia su reconstrucción en 1993 por parte del Ayuntamiento Leciñena y del Gobierno de Aragón.  En el mismo artículo de Marga Bretos, citando a Ana Marcén da cuentas de que “Había un patronato formado por el alcalde, un concejal y el cura, y desde hace 32 años lo apoya una asociación que llegó a tener 600 socios de los tres municipios y que durante años coordinaba dinero y trabajo hasta finalizar la restauración del edificio”.

En el 2005 se establece un albergue en el santuario.

El 23 de julio de 2019 sufre su entorno un devastador incendio, el fuego pasa el santuario sin que esta sufra daños. El que suscribe este artículo, uno mismo, estuvo presente. Una deuda que tenía pendiente.

Con estas seguidillas
ya me despido
¡Viva¡ ¡Viva la Madre
del Rey divino
del Rey divino
la que fue aparecida
al pastorcillo.

Seguidillas de Leciñena.

Virgen de Magallón, canción de Juanjo Bona:

Cofradías de Sariñena


En el archivo provincial de Huesca se encuentran los libros de diferentes cofradías de la Villa de Sariñena. A través de ellos, nos aproximamos a parte de su historia, aportando algunas notas sobre sus contenidos, conscientes que una lectura más detenida podría aportar aspectos más que relevantes e interesantes.

En general se tratan de libros de estatutos y ordinaciones de las cofradías, estatutos muy similares entre ellas. A la vez, aparecen relaciones de hermanos componentes de las hermandades y las cuentas de las mismas.

Por aclarar, las ordinaciones son las ordenes que debían de cumplir los miembros de las cofradías. También se nombran los Capítulos, que respondían a las juntas que hacían los religiosos y clérigos regulares a determinados tiempos, conforme a los estatutos de sus órdenes, para las elecciones de prelados y otros asuntos.

Igualmente, en Aragón, una libra jaquesa equivalía a veinte sueldos o medios reales de plata y cada sueldo equivalía a doce dineros. Por aquellos años, un obrero especializado cobraba, más o menos, un jornal de cinco sueldos diarios. La onza aragonesa respondía a 29,236 gramos o a 1/16 de libra.

Cofradía de San Antonio de Padua (1738-1842)

Instituida en el convento de San Francisco de Sariñena, el libro de actas comprende las fechas desde su constitución, el 18 de junio de 1738 “En la capilla del bienaventurado San Antonio de Padua del convento del señor san Francisco de la Villa de Sariñena”, hasta 1842. El libro detalla las funciones de la cofradía, entrada de cofrades, hijos y mujeres, la misa del santo y otras misas, de procesiones, difuntos, limosnas, cobrar penas o selección de Mayorales. Además, se detalla los miembros de la cofradía y refleja las cuentas de la misma.

Antonio de Padua, también conocido como san Antonio de Padua, fue un sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués, venerado como santo y doctor de la Iglesia por el catolicismo. 

ES 22125 ADPHU {01} D-01467 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de San Crispín y San Crispiniano (1714 – 1823)

Instituida en la Iglesia Colegial de Sariñena, el libro comienza con los “Estatutos y ordinaciones de la cofradía de los gloriosos S. Crispín y Crispiniano”. Recoge la memoria de los cofrades, las nóminas de los cofrades, juntas y cuentas. En el año 1732, la cofradía determina hacer el estandarte de los mártires San Crispín y San Crispiniano.

En el folio 59, en anotaciones del año 1732, se hace una pequeña historia de la Cofradía, considerándose la más antigua “Aunque el principio de ella se ignora”. La historia parece responder a voces que debían de narrar la historia de la cofradía, señalando que el día de Corpus Christi del … año de 32 fue la primera de procesión, que salió el estandarte y tras él todos los hermanos con un cirio encendido. Llevaba el estandarte el más antiguo de los cofrades Pascual Sapita y los cordones por orden de antigüedad.

Se cita un antiguo libro de la cofradía, en el que se dice que originariamente era una cofradía de zapateros. Se entiende que el antiguo libro podría corresponder a 1501, resaltando el texto 230 años de antigüedad de la cofradía.

El libro nombra la fundación de la Cofradía de San Antonio de Padua instituida en el convento de San Francisco de Sariñena en 1625 por el oficio de sastres. En 1729 la cofradía reformó sus estatutos. También se nombra a la Cofradía de Santa Barbara, que parece ser fue fundada en 1658, siguiendo los estatutos de la Cofradía de San Crispín y San Crispiniano. ´

Crispín y Crispiniano fueron dos mártires cristianos muertos en el siglo III. Eran hermanos, miembros de una familia noble romana. Huyendo de la persecución en Roma, fueron a Soissons, donde de día predicaban a los galos y de noche hacían zapatos para subsistir. Murieron decapitados por orden de Maximiano.​

ES 22125 ADPHU {01} D-01462 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Señora Santa Barbara (1732-1841)

Fundada en 1628 en la capilla y altar de la Señora Santa Barbara de la Iglesia Colegial de la Villa de Sariñena. Cofradía constituida por causa de una tormenta, ocurrida el 29 de junio de 1628, que causó varios muertos y heridos “Implorando justamente el patrocinio de la Santa por el estrago grande y lastimoso fracaso (que sucedió en 29 de junio del referido año) de un nublado de que cayó una centella o rayo muriendo de el nueve hombres y muchos heridos”.

En sus páginas podemos leer sus estatutos que presentan los títulos en latín y se desarrollan en castellano. Además, el libro abarca con los cofrades y cuentas desde 1732 a 1841.  ´

Bárbara de Nicomedia, conocida como santa Bárbara, fue una mártir cristiana, reconocida como santa por la Iglesia católica. Santa Bárbara es la patrona de los mineros y los artilleros. Esta santa reconocida por la iglesia católica, ha sido vinculada con la tormenta y los truenos por las circunstancias de su asesinato y el posterior fallecimiento de su padre, quien ejecutó personalmente la muerte de esta venerable.

ES 22125 ADPHU {01} D-01477 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santo Antonio Abad (1735-1841)

Instituida en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena, el libro de actas contiene estatutos, constituciones y cuentas de la cofradía. Los títulos de los estatutos aparecen en latín y su desarrollo en castellano. La relación de cofrades se detalla de 1735 a 1841.

El libro de actas comienza con las Penas por faltas, por faltar a la misa y sermón, por no asistir al claustro, por faltar a las completas y salve, por faltar al aniversario, por trabajar el día de la fiesta, por faltar a los entierros, por faltar a la junta, por faltar a la obediencia del Prior, por faltar a los mayorales o velar a los hermanos el día del santo.

Como curiosidad se detalla una comida en 1819 donde se ha de dar dos tercios de carne a cada uno y a los enfermos se les ha de dar torta debiendo pagar dos reales. También se detalla como la junta se reunía ante el pórtico de la virgen de Loreto. 

Antonio Abad​ o Antonio Magno fue un monje cristiano-católico, fundador del movimiento eremítico.

ES 22125 ADPHU {01} D-01466 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1721 – 1842)

Libro de estatutos y constituciones de la Cofradía del Santísimo Rosario de nuevo redificada de la Villa de Sariñena, bajo tutela del Convento de Predicadores de Huesca.

En el libro, además de nombramientos, hay nóminas y cuentas de la cofradía. Por ejemplo, detallando gastos de la cofradía en 1832: Por las completas y misa de la fiesta, con un beneficiario, por el sermón y agradecimiento al… Predicador, al sacristán y escolanos por la fiesta, al campanero por los 5 aniversarios y toque de la fiesta, al sacristán por sacar la plata y 5 aniversarios, por las 5 misas de los aniversarios de todo el año y 6 misas celebradas por los hermanos difuntos.

Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario es una advocación de María venerada por la Iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.

ES 22125 ADPHU {01} D-01463 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Rosario con título de la Aurora (1779 – 1842)

Instituida y fundada en la Iglesia Colegial de la Villa de Sariñena en 1779. El libro de actas de la cofradía, presente en el Archivo Provincial de Huesca, contiene estatutos y constituciones, relación de cofrades, mayorales y hermanos, además de cargos y descargos.

Nuestra Señora de la Aurora es una advocación mariana que goza de gran devoción en los pueblos y ciudades del sur de Córdoba.

ES 22125 ADPHU {01} D-01471 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de San Antonino Mártir 1734 – 1842

Instituida en la Iglesia Colegial de Sariñena en 1734. El libro de actas de la cofradía contiene estatutos y ordinaciones En el folio 5v hay un grabado de San Antonino pegado sobre el texto. En el ángulo inferior derecho figura cartela con la siguiente inscripción: «Fr. Calbo Ordinis Minorum Fe 1668».

Como curiosidad un cargo por dos libras de velas blancas a siete reales.

San Antonino fue un mártir del siglo I. Según cuenta la tradición, el santo estaba de paso por Apamea, una antigua ciudad que se encontraba cerca del río Orontes, y allí, con gran celo apostólico, reprochó a los paganos que adoraban a sus ídolos. Su memoria se celebra el 2 de septiembre.

ES 22125 ADPHU {01} D-01465 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad 1822 – 1842

Constituida en el convento de San Francisco de la villa de Sariñena y fundada, según figura en su portada, el 18 de marzo de 1600 y nuevamente aprobada en el mes de octubre de 1822.

El libro de actas contiene estatutos y ordinaciones, entre ellas el pago que debían de realizar quienes quisieran entrar en la cofradía “Diez y seis sueldos jaqueses”. Todos los hermanos tenían como obligación de asistir a la procesión del viernes santo por la tarde “Que en el mismo día se para en el convento de san Francisco” y a la del domingo de Pascua “Debiendo llevar todos velas encendidas y el hermano que falte tenga que pagar un sueldo”. Igualmente asistir a la misa mayor en el Convento de San Francisco el día de Pascua.  Las juntas debían celebrarse después de la misa en el día de la Dominica o antes de la Dominica Pasión.

Entre los gastos destaca a la comunidad de San Francisco, por misas por los hermanos, por misas de junta o aniversario, por cuatro libras de velas o por la acera para el altar mayor.

Nuestra Señora de la Soledad es una variante de advocación de la Virgen María del título de Nuestra Señora de los Dolores.

ES 22125 ADPHU {01} D-01476 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Señor San Blas 1746 – 1841

Cofradía fundada en 1746 en la iglesia colegial de la villa de SariñenaAdviendose experimentado en el año próximo pasado, de 1746, en la Villa de Sariñena un contagio de garrotillo o mal de garganta que murieron varios párvulos y algunos adultos, con su clero y plebe celebrando una procesión o rogativa, invocando el patrocinio de dicho glorioso obispo y mártir San Balas, experimentó el alivio y consuelo deseado, de cuyo inexplicable favor, enardecidos los corazones de muchos fieles erigen y fundan una nueva hermandad o cofradía en honor del Santísimo San Blas”. El garrotillo respondía a la infección bacteriana conocida como difteria.

El libro de actas de la cofradía contiene los estatutos, ordinaciones y cuentas anuales. Para entrar en la hermandad se debía pagar diez reales de plata y una vela de tres onzas, aunque solamente podían ser en número de treinta y tres cofrades. Todos debían de asistir al Capitulo y fiesta, donde se cantaban las Completas con velas encendidas y pasando a adorar al santo. Además, asistencia al aniversario “y luego concurrirán a casa del Mayoral a las cuentas y refresco (si lo hubiere). Continúa con el día para tener Capitulo, de san Thomas a San Esteban, de la asistencia a los cofrades necesitados y enfermos, asistencia a entierros, de los hijos difuntos y varios asuntos de la cofradía. 

Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste en Armenia y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal.

ES 22125 ADPHU {01} D-04655 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Gloriosa Virgen y Mártir Santa Quitería 1816 – 1842

Instituida en la iglesia parroquial de Sariñena y fundada en 1733, renovándose en el mes de abril de 1816 por haberse perdido el libro de “Estatutos y Cuentas”.

El libro contiene constitución, estatutos y cuentas anuales de la cofradía. Para ingresar se debía de paga diez sueldos y diez dineros con una vela de tres onzas y otros diez sueldos y diez dineros por salida y si eras hijo de hermano cinco sueldos y una vela de tres onzas y otros cinco por salida. “En el segundo día de Pascua de Resurrección se deberá celebrar todos los años una misa verada por los hermanos y hermanas vivos y difuntos de la cofradía con la comida de cuatro sueldos y cuatro dineros”.

Entre los gastos misa de fiesta, aniversario o difuntos, por las Completas al Capítulo, el sermón, comensales, sacristán, campanero o toque de campanas para la fiesta.

Santa Quiteria fue una virgen y mártir del siglo II de la que poco se conoce, más allá de su nombre y su culto. Ya aparecía en el Martirologio Hieronymianum y su nombre proviene de Kythere o Kuteria, que significa ‘la roja’.​

ES 22125 ADPHU {01} D-04654 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Patriarca San Joaquín 1761 – 1842

Fundada en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena en 1761. El libro contiene estatutos, ordinaciones, nóminas y cuentas. “Todos los cofrades tengan la obligación de concurrir la víspera del S. San Joachín a la iglesia colegial de dicha Villa, en donde se capitarán Completas, en las que estarán con velas encendidas”.

Contiene grabado de San Joaquín «S. IOACHIN AÑO DE 1837». Hay otro grabado suelto coloreado que representa un obispo sin identificar.

Joaquín fue el marido de Ana y el padre de María, madre de Jesús, de acuerdo con la tradición católica, ortodoxa y anglicana. La historia de Joaquín y Ana apareció por primera vez en el evangelio apócrifo de Santiago. Joaquín y Ana no son mencionados en la Biblia.

ES 22125 ADPHU {01} D-04657 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Patrocinio del Señor San José Patriarca 1817 – 1842

Cofradía de Josef Patriarca, fundada en la iglesia colegial y parroquial de Sariñena. El libro de actas se inicia en 1817 y se abre con la aprobación del muy S. Obispo de Huesca por haberse perdido el libro de sus ordinaciones y autos de visita anterior.

En la contraportada aparece un grabado de San José con el Niño en cuyo margen inferior figura: «Ignatius Valls. Delín. et sculp. Barcinone». En el libro aparecen la constitución de la cofradía, actas y cuentas de la misma.

José de Nazaret ​ fue, según la tradición cristiana, el esposo de María, quien era la madre de Jesús y, por tanto, padre putativo de Jesús. Tanto su vida y sus ancestros familiares se describen en el Nuevo Testamento de la Biblia.

ES 22125 ADPHU {01} D-04658 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Pilar de Sariñena 1739 – 1842

Instituida en la Iglesia Colegial del Salvador de Sariñena “En el año del nacimiento de nuestro Señor Jesu Christo, que se contara de mil siete cientos treinta y nueve, se ha instruido y erigido Cofradía en reberencía, honor y gloria de la Santísima Virgen María, baxo la invocación y titulo del Pilar, la que se venera en su Altar y Colegial Iglesia del Salvador de la Villa de Sariñena”. El libro contiene sus estatutos, el pago de diez sueldos y una vela de tres onzas para su ingreso y otros diez sueldos dentro de un año. 

Junto al Prior, la cofradía se componía de 32 hermanos cofrades. El libro desarrolla las obligaciones del Prior, de los Maiorales, de la asistencia a Capitulo, en silencio, solo podían hablar con permiso del Prior bajo multa de una libra de velas. Estaba obligada la asistencia a la fiesta, debiendo acudir la víspera de la fiesta a la iglesia, donde se cantaban completas y el día de la fiesta “obligación de concurrir a la misa y sermón con velas encendidas pena de quatro sueldos”. Hacían recuento en el claustro “y el cofrade, que trabajase el día de la fiesta de la virgen Santísima del Pilar tenga de pena quatro sueldos y el que se supiese quien ha trabajado, no avisando, tenga de pena dos sueldos”.

Sigue con la asistencia al aniversario, por los hermanos difuntos y luego comida. Habla “de el día para tener Capitulo”, el día 8 de septiembre “que se celebra la Natividad de la Virgen Santísima”. De la asistencia a los enfermos y en que se han de emplear las penas “para cera o iluminaria y en ninguna otra cosa se puedan emplear”.

Se dan cuentas de la cofradía y nóminas de los cofrades.  

Contiene grabado representando la Aparición de la Virgen a Santiago y sus compañeros. En su margen inferior: «À Paris chez spe rue st. Jacques à la Visitation».

ES 22125 ADPHU {01} D-01468 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Hermandad de Nuestra Señora de las Fuentes (1744 – 1842)

La Virgen de Nuestra Señora de las Fuentes responde a la advocación del monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes situado en la localidad de Sariñena.

El libro de actas de la cofradía contiene los estatutos, ordinaciones y cuentas anuales de la misma. Como curiosidad, especifica como todos los hermanos están obligados a asistir a misa de entierro bajo pena de cuatro sueldos de plata.

Además, se refleja la conveniente obligación:

Ittem. Actuamos y gobernamos, que cada año vaya la Hermandad en procesión a Nª Sª de las Fuentes y para efecto de esto en la junta arriba mencionada se determinará el día que se haya de ir y a vuestro tengan obligación los Mayorales participar de la deliberación en nombre de la Hermandad para que aquí todos reunidos, puedan ir a visitar a Nuestra Señora.

Hermandad de San Isidro Labrador 1766 – 1841

La Hermandad del señor San Ysidro Labrador, patrón de Madrid, fue fundada en la Yglesia Colegial de la Villa de Sariñena en el año 1766 “Alabad al Señor en sus Santos: movidos de tan santo consejo los corazones de algunos nobles labradores de esta Villa de Sariñena, exigen y fundan una nueva Hermandad en honor del Señor San Ysidro Labrador en la Yglesia Colegial de dicha Villa, esperando en la protección de tan poderoso Santo, toda felicidad en la tierra, y después la Bienaventurada, y se obligan a cumplir, obedecer y observar los estatutos y ordinaciones siguientes”. 

El libro de la cofradía contiene estatutos y cuentas anuales. Para su ingreso se debía de ser de buena calidad y costumbres, además de abonar diez reales de plata y una vela de tres onzas. Los hijos de hermanos cinco sueldos y la vela y al año otros cinco sueldos.

La selección de hermanos para ser admitido en la hermandad debía ser a propuesta del Prior, secretario y mayoral u otro hermano y la elección a la mayor parte de votos “que se recibirán en secreto con judías y habas, para obiar pleitos, y todos tengan obligación de botar en pena de un sueldo”. Solo podían ser treinta y un hermanos.

Asistencia al Capítulo, a la víspera de la fiesta, debiendo concurrir todos en la iglesia donde se cantaban Completas con velas encendidas. El día del santo misa y sermón, con velas encendidas, y el hermano que trabaje pena de un real de plata y pena de un sueldo quien supiese de un hermano que hubiese trabajado.

San Isidro Labrador es la festividad menor de Sariñena, celebrada cada 15 de mayo, se suele ir en romería a la ermita de Santiago portando la virgen de Nuestra Señora de las Fuentes.

ES 22125 ADPHU {01} D-01469 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santa Apolonia 1792 – 1842

Cofradía de Santa Apolonia “Virgen y Martyr, fundada en la Yglesia Colegial de la Villa de Sariñena en el año de 1780”.

El libro contiene los estatutos y ordinaciones “Esperando en la protección de tan poderosa Santa toda felicidad, pero especialmente en el accidente de mal de dientes y muelas y otros de la naturaleza humana puede acontecer”. Además, el libro lo debía tener el Prior o el secretario de la cofradía. En el mismo se detallan las cuentas de la cofradía.

Santa Apolonia fue una de un grupo de vírgenes mártires que sufrieron en Alejandría durante un levantamiento local contra los cristianos antes de la persecución de Decio.

ES 22125 ADPHU {01} D-01472 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora de Loreto 1818 – 1842

Instituida en el Convento de San Francisco de Sariñena, el libro contiene Estatutos y Ordinaciones “Fundada en su capilla contigua a la Iglesia del Convento de Nuestro Señor San Francisco, de tiempo inmemorial, y aora con el motivo de haberse extraviado el libro que seguía a causa de la entrada de las tropas francesas suplican el Prior y Hermanos de la misma a … se digne poner su autoridad, a mayor honra y gloria de la misma Nuestro Señor”.

Capilla de Loreto. Desaparecida. Sariñena.

Se componía de cuarenta y un hermanos y doce de devoción, quien se ordenase en la cofradía debía de ser admitido “Siendo honesta, de buena forma y costumbres”. Se favorecía la entrada a los hijos de hermanos, debiendo pagar cinco sueldos y una vela.

Convento de San Francisco de Sariñena. Desaparecido.

Instituida en el Convento de San Francisco de Sariñena, en su texto se consigna que existía con anterioridad, desde antiguo, pero que se había perdido el Libro de Estatutos a causa de la invasión francesa. Contiene estatutos y constituciones.

La Virgen de Loreto o Nuestra Señora de Loreto es una advocación mariana católica, su festividad se celebra el 10 de diciembre. 

ES 22125 ADPHU {01} D-01475 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Arcángel San Miguel 1814 – 1842

Libro de los estatutos, asiento de Hermanos y hermanas de la Cofradía del Arcángel San Miguel, año 1814.

Hermandad de treinta y tres hermanos más el Prior y el secretario, para su ingreso se debía ser persona honesta, de buena calidad fama y costumbres y pagar de entrada diez reales de plata y una vela de tres onzas.

Los estatutos obligan a la asistencia del Capítulo, a la fiesta, completas en la víspera de la fiesta, misa solemne y sermón con velas encendidas y al aniversario. Igualmente, asistencia a los enfermos y entierros. Obligaciones del Prior, Mayorales y el destino de las penas: “Para aumento de la luminaria, sin que en ninguna otra cosa se puedan invertir”.

En el libro se detallan las cuentas de la cofradía y la relación de hermanos y hermanas de la misma a lo largo de los años.

El Arcángel San Miguel considerado abogado del pueblo elegido de Dios.

ES 22125 ADPHU {01} D-01473 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santa Lucía 1729 – 1841

Instituida en la iglesia de San Miguel del convento de religiosas Carmelitas de Sariñena: “Cuyo altar e invocación está en la iglesia de San Miguel en la iglesia de la Virgen del Carmen de la Villa de Sariñena, quiera sea nuestra abogada con nuestro S. Jesucristo pera encaminar las almas de los cofrades de dicha cofradía y estatutos siguientes”.

Para entrar se debía pagar cinco reales y una vela y otros cinco reales al año. Los hijos de los cofrades cinco reales y una vela por la entrada y la salida. “Antes de ser admitido se haya de examinar por los cofrades sea de costumbres honestas”.

El libro comienza con una relación de hermanos de la cofradía, siendo la primera Sor Francisca Lorquet. Solamente podían ser veinticinco cofrades “Siendo personas de loables costumbres”. La víspera de la santa se celebraban las Completas y en la fiesta misa cantada. El libro se desarrolla con actas, relación de hermanos y cuentas.

“En el año de 1829 de 15 de diciembre Fray Blas Solés, confesor de las religiosas del convento de Nª Sª del Carmen de esta villa de Sariñena propuso a la cofradía que la madre Priora de dicho convento le había dicho no era del cargo del combento el pagar al padre confesor las distribuciones de las misas, completas y aniversario como todo lo demás anexo a la fiesta. Aviendose juntado la cofradía se le dio satisfacción al padre confesor con el mismo libro para que la Madre Priora como las demás religiosas supieran que pagava dicha cofradía al combento por la fiesta, misa de día de la Santa, salve, completas y aniversario antiguamente diez y ocho sueldos como se ve en el libro antiguo de dicha cofradía, folio veinte y tres a catorce de diciembre de mil seis cientos treinta y ocho. Y aviendo consignado y adjudicado el censal que paga, Jayme Alegre de veinte y cinco sueldos anua pensión años hace como actualmente cobra dicho combento del dicho Jayme Alegre respondió el padre confesor en nombre del dicho combento y dichas religiosas quedaban satisfechas que era de su cargo el hacer todo el coste de arriba dicho. Allavase Priora al presente la Madre Dionisia Navarro y el padre confesor se llamaba fray Blas Solés y el mayoral de dicho año Francisco Mirallas. Todo consta del libro antiguo de dicha cofradía al folio treinta y siete al que me refiero”.

Santa Lucía es la patrona de la vista.

ES 22125 ADPHU {01} D-01464 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de los Hermanos de la Purísima Concepción 1815 – 1841

Cofradía fundada en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena “Vistas los antecedentes ordinaciones de la cofradía de la Purísima Concepción fundada en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena de esta diócesis. En atención a que de ellas se ha de seguir el mayor culto a Nuestra Sª en dicha Yglesia”.

El libro comienza con las penas por las faltas, falta a juntas, por levantar la voz, faltar a obediencias, a la fiesta, completas, aniversario, entierros o trabajar el día de la festividad. Continúa con los estatutos y ordinaciones, las juntas se hacían en las casas de los Mayorales y estaba compuesta por treinta y tres hermanos.

“Los hermanos tengan obligación de concurrir a la casa del difunto y de asistir al comienzo con velas encendidas, las que les darán los Mayorales o en ocasión, quienes las de pena de dos sueldos y la misma pena tendrán, si no havisan, o …, quien havise a todos los hermanos para el entierro, y al que a este faltase tenga de pena dos sueldos, y para quitar las controversias, que puede a ver en las faltas de los entierros, que pueden acontecer, en los tiempos de siega, trilla, sementera y hacer guebras, se adviere que si quelquiera hermano havisado por el Mayoral, y estuviese ocupado en otras oficinas una ora de camino fuera de Sariñena, como le coxa la noche fuera de su casa, no tenga ninguna pena.”

La Inmaculada Concepción de María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica proclamado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la celebración de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre.

ES 22125 ADPHU {01} D-01474 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo 1774 – 1841

Erigida en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena. Sus cofrades estaban obligados a cumplir sus estatutos y ordinaciones que va desarrollando el libro, al igual que las anteriores cofradías. Se reunían en la escuela de niños, de primeras letras o de primera educación, lugar exacto que no se llega a precisar, cuando lo normal era en casa del Mayoral.

La cofradía contaba con estandarte, con cruz de seda y cordones negros y amarillos. Los cofrades llevaban túnicas.

Como curiosidad, en el libro recoge una relación de “Hermanos eclesiásticos y religiosos de devoción de la Sangre de Nuestro señor Jesu-Christo”. El primero de ellos es Fray Manuel Bayeu Cartujo “Libre de todo escote. Murió”, el célebre cartujo que pintó el conjunto pictórico mural de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

En la contraportada hay un grabado de Cristo Crucificado entre dos ángeles que recogen su sangre en sendos cálices. Pegado y recortado en su parte inferior.

ES 22125 ADPHU {01} D-01470 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Marian Pellicer Soler, gaitera de Sena


Marian Pellicer Soler y Vera Villafaina Soler.

Soy Marian Pellicer Soler, tengo 13 años y vivo en Sena. Desde siempre he ido a ver los ensayos y actuaciones del dance, además en mi casa mi abuelo y mi madre nos han cantado siempre sus mudanzas y mi hermano, como danzante, me enseñaba alguna de ellas. Hoy en día orgullosamente sigo viviendo en Sena y participo en las actuaciones y ensayos del dance.

Mi relación con el dance es estrecha y satisfactoria. Entre todos los danzantes y gaiter@s hay muy buena relación y disfrutamos mucho todos juntos.

El inicio de mi interés por la gaita surgió porque mi profesor de dulzaina la tocaba y a raíz de eso nos animó a empezar a tocar.

La gaita para mi es un instrumento muy importante ya que la he tenido presente desde siempre y me ha acompañado en mis vivencias.

Mi gaita fue construida en la gaitería Tremol por Nacho Martínez, al principio no tenía todas sus piezas ya que no poseía la suficiente capacidad pulmonar para llevar la bordoneta y el bordón, ahora llevo estas dos piezas que me faltaban y dentro de poco me pondrán el boto grande. El vestido que lleva mi gaita está hecho por mi abuela Mari Carmen.

Mis inicios con ella empezaron en 2021 y más adelante tuve mi primera actuación que fue en las coplillas de Sena.

Su sonido es muy bonito y nostálgico. Y cuando la toco o la escucho me entra una sensación de tranquilidad y desconecto con el resto de las cosas 

Para mí es una seña de identidad de Sena en los Monegros. Los días de las representaciones nos reunimos todas las personas que mantenemos esta tradición ancestral. 

Una tradición y un lugar de Los Monegros 

Me cuesta elegir una de tantas tradiciones que tenemos: Coplillas, Santa Quiteria, La fiesta mayor en honor al Ángel Custodio y a la Virgen del Rosario, nuestro querido dance. Si tuviera que elegir un lugar sería mi pueblo, cada calle, cada ermita, el río…

Me encuentro a gusto en cada rincón de mi querida Sena.

Música del dance y gaiteros en Leciñena


Músicos de Leciñena, marzo de 1997. Marcén, César.

Por César Marcén.

En febrero de 1993 nos proporcionaron datos de la existencia de una gaita de boto en Leciñena y de la existencia de un gaitero. La mala fortuna hizo que ese gaitero, José Marcén Vázquez, falleciera en agosto de 1993 sin haberlo podido entrevistar. La gaita pasó a manos de un sobrino que vive en Badalona y tras más de un año de pesquisas difíciles, parece ser que fue vendida a un anticuario de Barcelona junto con otro clarín o dulzaina.” Como bien dicen Pedro Mir y Martín Blecua, en su libro La Gaita de Boto Aragonesa, “estos datos a falta de comprobación deben ser tomados con mucha reserva”.

Parece que, por fotos antiguas, bibliografía y tradición oral, no se puede aseverar que hubo una gaita en Leciñena, antes de recuperar el dance en 1983.

Había en el Ayuntamiento copias de unas partituras antiguas. Parecen estar firmadas por Vicente Garcés, músico que tocó la trompa en la Orquesta Sinfónica de Zaragoza durante varios años, entre ellos desde 1949 hasta 1962, momento en el que, por dificultades y discrepancias de régimen interno, esta se disolvió. La mencionada orquesta no fue más que la continuidad de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos, fundada a mediados de los años 20 por el maestro Antonio Gracia. Con los mismos componentes, César Mendoza constituyó una orquesta con la que dio varios recitales en Zaragoza y otras capitales a beneficio de la Cruz Roja. (Gran Enciclopedia Aragonesa).

Pueden ser algunos de los componentes de esta banda los que tocaran el dance de los años 1926 y 1928, ya que recuerdan, los danzantes de esa época, que los músicos que venían a interpretarlo eran los músicos de la Banda de la Cruz Roja.

Fue un tal Sánchez, con el clarinete, quien interpretó el dance en el año 1950 con las partituras de las melodías firmadas por Vicente Garcés, acompañado por Gutiérrez al tambor; ambos músicos de la Banda Municipal de Zaragoza que amenizaban las fiestas de septiembre. Faltaban las partituras de dos mudanzas que los mismos danzantes les cantaron horas antes de la actuación, estas fueron transcritas e interpretadas sobre la marcha. (Hay copias de las partituras antiguas y las notas transcritas a mano por detrás de la hoja).

En el año 1951 el dance fue interpretado por los músicos de la orquesta que actuaba el mismo día por la noche, Orquesta LA DAYA. Recuerdan los danzantes de ese año que no se pudo bailar el Pastorcillo, porque los músicos de dicha orquesta no lo supieron tocar. Ya no se volvió a representar el dance hasta el año 1983.

Leciñena, 1983. Dulzainero y caja. Auto foto Pedro Arruego.

Respecto a la recuperación del dance en el año 1983, se tomaron como referencia las partituras que se encontraban en el ayuntamiento. Como no se tenía idea de notación musical, estas partituras se llevaron al director de la Banda Municipal de Villanueva de Gállego para que este las interpretara y ver si los danzantes de 1950 las reconocían como mudanzas del dance. La experiencia fue decepcionante cuando el director, de la Banda de Villanueva, dijo que esas no eran las mudanzas del dance de Leciñena, pero que él las conocía y tocó una mudanza del dance de Robres, que nombra a Leciñena y su Virgen de Magallón y que nada tenía que ver con el dance de Leciñena. Los danzantes nunca llegaron a escuchar las melodías escritas en las partituras y nunca supieron si esas partituras eran realmente las que se habían tocado en 1950 y 1951 o no. Entonces volvieron a recurrir a la memoria de los danzantes y así fue como se recuperaron las músicas del dance. Fue una vez más gracias al Tío Mariano Solanas “Caparreta”, este las cantó y Agustín de Felipe, por entonces director de la Banda Municipal de Leciñena, la transcribió a partitura.

Músicos de Leciñena, 1988. Marcén, César.

Debido a la influencia del cuadro de nuestro paisano Marín Bagüés, confeccionado para uno de los carteles de las Fiestas del Pilar y basado en otro cuadro suyo llamado Pan Bendito (1914), se pensó que la dulzaina pudo ser el instrumento con el que se tocaran las melodías del dance. Aunque bien es sabido que la zona de Monegros es tradicional interpretar las melodías de los diferentes dances con Gaita de Boto y ejemplos cercanos tenemos en Leciñena, como Robres, Sena o Sariñena.

Se compró una dulzaina en una tienda de Zaragoza llamada Mariano Viú y se contactó con un joven, por aquella época, y ahora afamado gaitero e investigador, Ángel Vergara. Éste tocó las melodías transcritas por Agustín de Felipe y las grabaron en una cinta, el “Tío Mariano” las escuchó y dio su aprobación diciendo: “ostia, así tenéis que cantarlas, que bien suena con estas gaiticas”.

Músicos de Leciñena, 1992. Marcén, César.

La dulzaina comprada en Zaragoza no dio los resultados esperados y nunca llegó a sonar afinada. Pero a partir de esta dulzaina Javier Bagüés, vecino de Leciñena, con un torno de taller mecánico y sin las herramientas más adecuadas consiguió hacer varias copias y que estas sonasen bastante afinadas. Recuerda Javier haber hecho 3 o 4 dulzainas de las cuales conserva una.

El primer año de la recuperación, hablamos del año 1983, el mismo Ángel Vergara a la dulzaina y Leandro Maza, que era concejal en aquellos años, al tambor, tocaron el pasacalle y las mudanzas del dance. En los años siguientes y con las dulzainas hechas por Javier Bagüés, dulzaineros locales fueron aprendiendo y tocando el dance. Ernesto Murillo fue el primer dulzainero, empezó a tocar el dance el año 1984 acompañado por Juan José “El Palomo” al tambor.

Años después se hicieron unas dulzainas para la Diputación Provincial de Zaragoza. Fueron del Ayuntamiento de Leciñena a la diputación para que les dejasen una para interpretar el dance, ¡al fin se consiguió una dulzaina “profesional”! con la que Ernesto Murillo siguió tocando el dance varios años. Francisco Seral también tocó en esos primeros años con la dulzaina construida por Javier Bagüés, hasta que compró una de Blas Coscollar.

Músicos de Leciñena, 2001. Marcén, César.

Han sido varias las formaciones que han tocado el dance a lo largo de estos 40 años, siempre, a excepción del primer año, con gaiteros de Leciñena. Ernesto Murillo fue, acompañado por “El Palomo”, la primera formación, estamos hablando del año 1984.

Después siguieron otros dulzaineros como Francisco Seral, que ya había sido danzante los primeros años, Alejandro Solanas, Rosaura Murillo, David Marcén, Daniel Murillo, Walter Bagüés, Roberto Berdún, Patricia Moreno y Oscar Bernal acompañados por los siguientes tamborileros: Juan José “El Palomo”, José Antonio Muñío, Raúl Vinués, Carlos Bagüés y César Marcén.

Hay que añadir a la lista otros músicos que acompañaron a los dulzaineros, en el año 1997 con el clarinete: Antonio Sieso y Carlos Maza y estos últimos años con el bombo: Violeta Remacha y Jorge Barrena.

Músicos de Leciñena, 2006. Marcén, César.

En la actualidad los dulzaineros del dance son Daniel Murillo y Walter Bagüés acompañados por César Marcén al tambor.

Nunca se ha tocado el dance con gaita de boto, pero en paralelo a los músicos del dance sí que se formaron grupos de gaiteros en los que sonaba la gaita de boto. A mediados de los años 90 se formó Gaiteros de Valseca, donde Alejandro Solanas tocaba la gaita de boto acompañando a David Marcén, Enrique Murillo y Rosaura Murillo a las dulzainas y César Marcén a las percusiones.

Ya por el año 2010 los gaiteros del dance crearon una nueva formación, Gaiteros de Leciñena: Walter, Dani, Oscar, Violeta, Héctor y César han acompañado a cabezudos, gigantes y demás actos festivos.

Músicos Leciñena. Autor fotos Jesús Rubio.

En el año 2015 se grabó un disco con las mudanzas del dance, los dichos que los danzantes dicen a la Virgen el día de la fiesta y la canción de Hato de Foces: Dance de Embajadores (compuesta por dos mudanzas del Dance de Robres).

En el año 2018 se añadió una nueva mudanza y un nuevo baile de palos al Dance de Leciñena, coreografía de Jesús Rubio, profesor de la Escuela municipal de Música y Danza de Zaragoza, con la melodía del disco de Hato de Foces “Amadruga” que ensalza Leciñena y su Virgen de Magallón: Dance de Embajadores.  Esta sí que se interpreta con gaita de boto, guitarrico y dulzainas y nos muestra que el dance está muy vivo y sigue evolucionando!.

César Marcén.
Leciñena, 20 de noviembre 2023.

Carmelo Lorente Acín, mayoral del dance de Bujaraloz


Desde la recuperación del dance de Bujraraloz, Carmelo ejerce de mayoral. Es todo un apasionado del dance y de su pueblo, de su historia y tradiciones. A través de Carmelo, nos sumergimos en parte de la memoria reciente de Bujaraloz y su vivo dance, recuperado gracias al esfuerzo y empuje de los vecinos de la localidad monegrina; que volvieron a hacer rugir la gaita, las danzas, el teatro popular y los versos que configuran la gran manifestación artística que representa el dance aragonés.  

Ya con esa confianza
iré tomando materia
sin ponerme en trinidades
pues al Santo se reservan,
pero vamos discurriendo
y cada cual se prevenga
en el siguiente coloquio
a elogiarle como pueda.

Mayoral (Dance de Bujaraloz).

Carmelo Lorente Acín nació en Bujaraloz, en casa, en 1959. Su padre era barbero y tenía una peluquería en Bujaraloz. Son tres hermanos. Fue a la escuela hasta el graduado, cuando marcha a Zaragoza a realizar formación profesional de electrónica. La escuela, recuerda Carmelo, estaba donde actualmente se encuentra el ayuntamiento. Comenzó con cinco años y aún había clases de chicos separadas de las chicas, –aunque ya comenzaban a haber clases mixtas-.

Sus recuerdos nos llevan a aquella época que aún daban leche en polvo y en la escuela encendían la estufa con piñuelo, huesos de oliva. Jugaban a Cascabel Montapíe o al popular Churro, media manga, manga entera -Al final, pegado a la pared, se colocaba la madre, quién soportaba a todos apoyados y hacía de arbitro-. También jugaban al balón prisionero y se encorrían por la calle -Entonces la gente jugaba mucho en la calle-. Iban en pantalón corto hasta en invierno, era lo habitual hasta que comulgaban por primera vez -del frio se nos ponían cabrillas en las piernas-.

-En Bujaraloz no había agua, solamente agua de balsa-. Carmelo cuenta como en las ordenanzas, sobre la vida en Bujaraloz, aproximadamente de 1530, principalmente se basan en el uso y gestión del agua. Cada balsa tenía su finalidad, explica Carmelo. La balsa Buena dicen que es de época romana, del antiguo camino de los Fierros, aunque el Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) le atribuye un origen bajo medieval. La balsa se encuentra carretera Caspe desvío a Sastago, donde actualmente está Guissona. Tiene unas escaleras para acceder a ella, entre muros, para el acceso humano. Además, presenta unos números romanos del I al XII, dividiendo la balsa por partes iguales para su limpieza, así, cada parte, debía ser limpiada según las tierras que cada propietario poseía. Los industriales traducían su parte en jornales que hacían los obreros o jornaleros. Eran trabajos comunales. La balsa fue remodelada en 1928.

Las balsas se hacían en barrancos y presentaban hueras (agüeras o güeras) que conducían el agua a las balsas. Estaba prohibido pastar en las hueras. En Bujaraloz, igualmente, se encuentran la balsa Pedrera, construida en 1944, la balsa Grande y balsa del Molino, con el pozo de la bomba entre ellas. A ellas hay que añadir las desaparecidas balseta de la Tejería o la balseta del Moro. Los pozos, que en cada casa había uno, eran salobres y tenían un cierto grado de salinidad. No servían para beber, si acaso, para las caballerías. El agua de balsa se almacenaba en las casas en tinajas y con el tiempo, más reciente, llegaron los aljibes. 

La escasez fue una constante en Bujaraloz y en varios pueblos de Los Monegros, -incluso en 1972 o 1973 tuvieron que traer agua para beber en Bujaraloz, la trajeron en camiones cisternas por medio de la base americana de Zaragoza-. Durante un mes, los abastecieron con agua que subieron desde Caspe, -agua para beber, asearse, cocinar, lavar o para dar a los animales-. No fue hasta el 23 de mayo de 1975 cuando el agua corriente llegó a Bujaraloz.

En las ordenanzas, anteriormente citadas, se prohibía subir por las noches a las cías, sería para evitar que se robase el grano, apunta Carmelo. Estas, estaban debajo del campo de fútbol y todavía existen dos cías.

Bujaraloz ha sido tierras de secano y pastos. Son características sus lagunas saladas que aprovechaban para la obtención de sal. Los campos daban escasas cosechas y en sus margüines se acumulan las piedras que los campesinos iban retirando de los campos. -Algunos, cuando iban al monte volvían con piedras y poco a poco fueron construyendo granjas de pollos. En unos cuatro años levantaban las paredes y, si conseguían buena cosecha, colocaban el tejado-.  El regadío llegó el 23 de mayo de 1995

La nacional II pasaba por el centro del pueblo. Es en torno a 1959-1960 cuando la sacan del pueblo y comienza a aparecer restaurantes, mesones, hostales y talleres. El poster de la gasolinera pasó de la plaza al lado de la nacional, donde el mesón Monegros. Fue un impulso para el pueblo -La carretera equivalía a un pueblo más-, hasta que en el 2021 se liberalizó la Autopista A 2 y la nacional II perdió su constante fluir de vehículos.  

En el mesón había un cine, -igual tenía hasta 500 butacas, y se hacían sesiones los sábados y dos sesiones los domingos-. Carmelo llegó a llevar el proyector mientras dos amigos se ocupaban de vender las entradas y cortarlas. Tenían 18 años, pero su afición al cine ha continuado, siendo miembro del certamen de cortometrajes de Bujaraloz.

En el salón del pueblo se hacían bailes. También estuvo la discoteca Sagitario “el Chato”, en el bar Avenida, –venía gente de todos los pueblos, fue durante 1970 a 1980-.

Cuando contaba con unos 14 años, un grupo de personas se unieron para hacer cosas por el pueblo. Consiguieron un local y compraron juegos y tableros de ajedrez. En el local se juntaban unas diez personas que decidieron hacer un periódico, el “Secarral”. Hubo dos épocas, una primera más inocente y sin medios y una segunda más política y con medios. Publicaban sobre asuntos del pueblo y el maestro les ayudaba a imprimirla; -aunque había cosas que censuraba y una vez se negó a imprimirla-. No se podía hablar aún de política y, a pesar que no tenían nada, hacían entrevistas con un magnetófono.

Ejemplar de Secarral, revista de Bujaraloz.

Con 16 años, Carmelo se marchó a estudiar a Zaragoza, aunque volvía todos los fines de semana. Fueron tiempos muy activos -Se reivindicó la piscina y se recaudó dinero con la carrera de la san Silvestre y una chocolatada en1981-.

Durante la primera etapa del Secarral, investigando la historia de Bujaraloz, se descubrió que había habido carnaval en la localidad y lo recuperaron. También descubrieron que había habido dance.

Efectivamente, el dance de Bujaraloz se había perdido sobre 1910. Al parecer, cuenta Carmelo, aquel año fueron a danzar a una exposición, quizá Barcelona, y alguien se les quedó el dinero. Tuvieron que volver como pudieron, de malas maneras, y al llegar al pueblo se les rieron. Se enfadaron tanto que dejaron de danzar.

Mercedes Pueyo Roy, en su libro “El dance en Aragón” (Zaragoza, 1973, p. 73) afirma que el dance de Bujaraloz se ejecutó por última vez en 1900 y que intervenían en el baile dieciséis hombres, -los más fuertes del pueblo, en la procesión y después en la plaza y que nadie recuerda nada del texto, si es que lo hubo-. “Ha desaparecido totalmente este Dance y con él el famoso baile de la «Gaita», de mucho renombre. La última vez que se hizo fue en 1900. No existe documento alguno de él, y estas escasas noticias han sido recogidas gracias a la feliz memoria de un anciano. Se hacía el día 5 y días 28 y 29 de agosto, con motivo de las fiestas patronales.   PERSONAJES. – Intervenían en el baile dieciséis hombres, los más fuertes del pueblo.   DESARROLLO. – Se hacía el baile en la procesión y después en la plaza.   En cuanto al texto, si es que lo hubo, nadie lo recuerda ni nada queda de él. En cuanto al aludido baile de la «Gaita» sabemos que era muy posterior al dance y que el pueblo lo consideraba de tipo más bien profano. Era una especie de jota aunque no con todas sus características escénicas ni su ritmo, aunque sus pasos y variaciones la recuerdan un poco. Su música se conserva en notas y hoy día se canta como «gozo» a la Virgen de las Nieves, y que nosotros hemos grabado en la fonoteca del profesor Beltrán. No existe texto.” Pueyo Roy, Mercedes.   Mercedes Pueyo Roy realizó algunas grabaciones junto a Antonio Beltrán Martínez y Pio Beltrán “Algunas de las melodías que acompañaban las mudanzas las recogimos y grabamos en cinta de Pío Beltrán” (Materiales para el estudio del folklore aragonés: I. el dance de Bujaraloz por Antonio Beltrán).   

Afortunadamente, en la labor investigadora del Secarral, descubrieron la existencia de un libro sobre el dance de Bujaraloz, datado, aproximadamente, en 1840, con textos y anotaciones que pasaron a texto mecanografiado en 1976. Constaba de 112 páginas, aunque faltaban las diez primeras y con la primera y última hoja en muy mal estado. Los textos ensalzaban al santo San Agustín, un converso al cristianismo -así que presenta y juega con ambas condiciones, a quién principio se le quiere hacer pasar por moro, desencadenando una batalla donde gana el bien-. Hay textos para dos días, comenta Carmelo, con loas al santo que no se reproducen, pues son muy extensas.

También el catedrático de prehistoria Antonio Beltrán Martínez se hizo eco del texto de mano de José Rozas Beltrán:

“El texto completo del dance citado en dos versiones manuscritas. Una sin fecha, pero de hacia mediados del siglo XIX y otra copiada en 1902, más correcta, con este gracioso título en verso. Las hojas perdidas contenían algunos gozos y las conservadas, parte de los dedicados a Santiago, los gozos y romances de la Virgen de las Nieves, las coplas de San Agustín y los dances de San Agustín del primero y segundo días de las fiestas. “

«En este libro se contiene / coplas para dispertar / todos los días festivos / que tiene la cristiandad. / Además también contiene / Dichos de San Agustín / que por ser patrón del pueblo / le celebran un festín. / Y este libro fue copiado por Vicente Used y Ros / en el tercer mes de marzo de mil novecientos dos».

En 1989, a iniciativa de Mariano Villagrasa, entonces concejal del ayuntamiento, se recuperó el dance de Bujaraloz. Mariano juntó a 23 personas en mayo y a finales de agosto, del mismo año, celebraron de nuevo el dance, -tanto hombres como mujeres-.  Así, el dance de Bujaraloz se volvió a celebrar para san Agustín el 28 de agosto, y santa Mónica, el 29 de agosto de 1989. En su ejecución, se retomó a representar la lucha de moros y cristianos con mudanzas intercaladas que los mismos textos presentaban en anotaciones, indicando las mudanzas concretas que se debía ejecutar en cada momento.

Dance de Bujaraloz, 1887.

Han investigado e indagado mucho sobre el dance de Bujaraloz, recuperando la mayoría de sus partes. En 1890, el dance de Bujaraloz estuvo danzando en el auspicio de Zaragoza, la crónica comentaba que era muy gracioso, ágil y vistoso. Sorprendentemente, apareció una foto del dance de 1895, apreciándose bien la indumentaria y corroborando el testimonio de una mujer del pueblo que ya había advertido que los danzantes llevaban faldas muy cortas. Muchas mudanzas las recuperaron gracias a que había gente que se acordaba de ellas y las cantaban y tatareaban. Un danzante, que se había casado en La Almolda, conservaba los palos y una espada del dance de Bujaraloz -los palos eran de carrasca, de los palos de las ruedas de los carros, eran muy resistentes-. Carmelo lamenta que lo que más se ha perdido es el baile, salvo uno, pues en pleno ensayo, una persona mayor se acercó y les transmitió un baile que recordaba.

“Ved si en cuatro palotadas/ desatáis el gran enredo”

Rabadán (Texto antiguo del dance de Bujaraloz).

Tienen constancia que estuvo el gaitero Aniceto Serrate “El Tintorero”, natural de Castejón de Monegros. La gaita la recuperaron gracias a Eduardo Plana Galindo de Sena, montaron un taller de fabricación y aprendizaje de gaita en 1993. El curso duró unos dos años y entre los muchos participantes, unos diez, salieron los gaiteros Chusé Rozas Auría y Javier Martínez Samper. Eduardo Plana Galindo colaboró con la recuperación del dance de Bujaraloz.

En el 2013 se incorporó como gaitera Mila Dolz, la fueron a buscar a Zaragoza el mismo día de san Agustín y durante el viaje y descansos del dance, se fue aprendiendo las melodías. Fue gracias a Mario Gross ya que ese año no pudo tocar Chusé Rozas Auría. Actualmente, se ha incorporado la joven bujaralocina Lidia Berdejo Escanilla con una gaita del taller de Pablo Morales de Caspe.

Suelen actuar para san Agustín y en la ofrenda de frutos para la fiesta del Pilar de Zaragoza. Han actuado en la exposición universal de Zaragoza, en el 2008, con los de Tauste, Graus, Sariñena y el de San Juan o Tenerías. También han estado en Italia.

Carmelo sostiene que para bailar y danzar en la iglesia debían llevar faldas, al igual que los infanticos en el Pilar, quizá esto sea una versión del dance más tradicional y más vinculada con la iglesia. Como curiosidad, el dance de Bujaraloz cuenta con rabadán moro.

Asimismo, se recitan las motadas, que también son dichos o motadas directas a los danzantes o gentes del pueblo. Al principio lo hacían los rebadanes, pero desde hace años las hace el gaitero Chusé Rozas Auría. Hubo algunas ocasiones que la misma gente del pueblo pasaban las motadas escritas en papel, pero hubo quién abusó de la situación

El romance a san Agustín se realiza con gaitas y bandurrias, en la madrugada del 28, realizándose una por las calles del pueblo, deteniéndose en las esquinas donde se encuentran las pequeñas capillas. A las puertas de la iglesia se canta una Salva.

Los días 4 y 5 de agosto en Bujaraloz se celebra la virgen de las Nieves, sin gaita se hace el romance a la Virgen. Luego se realiza el baile de la calle baja con gaita, salió del cancionero de Mingote (Introducción al Folklore Aragonés II. Canto, baile, dance, Zara- goza, 1980. Ángel Mingote: Cancionero Musical de la provincia de Zaragoza, 2. ed., 1967). El baile de la Gaita o Jota de la calle Baja, conmemora el final de una trágica epidemia de peste que asoló al pueblo.

En el 2014 cumplieron los 25 años de su recuperación, aunque lo celebraron un año después, con 16 cuadros interpretando de forma conjunta una mudanza, estaban todos los danzantes y antiguos danzantes, gaiteros y personas vinculadas al grupo.

Carmelo lleva trabajando como gestor en la comunidad de regantes Montesnegros, aunque también ha trabajado montando riegos. Ha sido concejal municipal y recuerda que durante su etapa Miguel Ángel Berna estuvo de profesor de jota en Bujaraloz –Ángel realizó una de sus representaciones de Danza viva en Bujaraloz tras su estreno-. Carmelo comenzó como mayoral y aún ejerce con pasión a su dance de Bujaraloz. Su callao, palo de mayoral, se lo hizo un pastor con una rama de sabina, la dobló y la dejó unos días en una femera para que se conserve mejor.

Hoy en día, el dance de Bujaraloz continúa con gran viveza y vitalidad, gracias a personas como Carmelo, cuya pasión nos ha acercado el dance y la vida pretérita del monegrino lugar de Bujaraloz.

Alberto Lasheras Taira


Alberto Lasheras Taira es todo un alcoberreño y monegrino, amante de su tierra, de sus paisajes, patrimonio, historia y cultura. Es una persona cercana, inquieta y curiosa, que muestra con pasión y cariño la Cartuja de Nuestra Virgen de las Fuentes, además de ser investigador de numerosas historias y tradiciones de Alcubierre y Los Monegros. Desde hace un tiempo es colaborador y miembro del equipo de redacción de la revista Montesnegros. Por ello, con la excusa del trigésimo aniversario de la revista Montesnegros (Montesnegros, 30 años), nos adentramos a conocer a parte de sus colaboradores y, a modo de entrevista, sus pueblos, la revista Montesnegros y una significación sobre nuestra tierra: Los Monegros.

Alberto Lasheras Taira

Nací en Alcubierre en 1956, donde se desarrolló mi infancia y la memoria me lleva a recordar la escuela con su recreo, las lecciones aprendidas con D. Melquiades, maestro de unas cuantas generaciones de mis vecinos, los juegos en la plaza antes de entrar por la tarde, el vaso de leche, los vía crucis los viernes de cuaresma y, cómo no, el día de “La Vieja Remolona”.

Recuerdo que con la cuadrilla de amigos recorríamos las ruinas, las cuevetas y los barrancos entre juegos y aventuras.

En 1969 fuimos cuatro amigos de la cuadrilla a estudiar a la Universidad Laboral de Cheste, en Valencia. Allí estudiamos los cuatro primeros cursos de bachillerato, con una beca de Mutualidades Laborales. Fuimos a este centro, en régimen de internado y volvíamos a casa por Navidad, Semana Santa y verano, al terminar cada trimestre. Fue toda una experiencia personal, de convivencia, con un método pedagógico muy innovador.

De Cheste  pasé a la Universidad Laboral de Huesca para continuar mis estudios con el bachillerato superior, C.O.U. e Ingeniería Técnica Industrial.

Mi afición a la Historia desde mi juventud, me llevó a indagar y a buscar información sobre hechos poco conocidos de la historia de mi localidad y de nuestra tierra en general.

Mi actividad laboral, la realizo en la empresa familiar de Alcubierre, Talleres Lasheras, junto a mi hermano. Nos dedicamos a la fabricación de chimeneas, barbacoas, hornos…

Una parte de mi tiempo libre la dedico a la actividad de “contador de historias” y guía en La Cartuja de Ntra. Sra. de Las Fuentes.

Alcubierre

Con una población actual de 463 vecinos, su ubicación al pie de la cara norte de la Sierra de Alcubierre, podríamos decir que forma parte de su identidad. Los hechos históricos a lo largo de los siglos nutren la memoria de Alcubierre; nos da una gran capacidad para reconocer el pasado con referentes propios que nos ayudan a enfocar el presente y mirar hacia el futuro.

Conocemos objetos del periodo Calcolítico, Íbero, Romano, acontecimientos medievales documentados, las tres ocasiones en las que Carlos V pasó, comió y durmió en Alcubierre, la Guerra de la Independencia con importantes personajes y sucesos, la figura de Cucaracha y el bandolerismo del XIX, la tragedia de la Guerra de España 1936-1939, la presencia de George Orwell en Alcubierre y en las trincheras.

Mantenemos tradiciones como la de San Caprasio desde 1276 y la Vieja Remolona, posiblemente desde el siglo XVII. En los tiempos actuales, Alcubierre apuesta por la inteligencia con su Torneo Internacional de Ajedrez, del que se va a celebrar su XV edición. En la Ruta Orwell se hacen recreaciones relacionadas con la última guerra en España y, también de alguna batalla de la II Guerra Mundial, para las que también sirve como marco el casco urbano.

En la Sierra podemos contemplar huellas geológicas, su flora y la recogida de agua en pozos, balsetas y balsetes. A todo ello, debemos añadir el interés creciente por el estudio de un buen número de fósiles.

Respecto al patrimonio, destacar la iglesia parroquial de estilo gótico-mudéjar-renacentista con su bella torre, las casas solariegas, el monumento al Corazón de Jesús, y el retablo mayor de la iglesia recreado a partir de fotos anteriores a su destrucción en 1936. El retablo original fue donado probablemente por el X Conde de Sástago, a cuya casa perteneció una parte de  Alcubierre hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX. A una rama de la casa de Sástago, el rey Alfonso XIII le dio el título nobiliario de Conde de Alcubierre, creado el primer día de julio de 1909 y se le concedió carácter perpetuo y hereditario el 31 de Enero de 1912.

Montesnegros

Empecé a colaborar en la revista porque Constán me invitó a escribir un artículo sobre La Cartuja de las Fuentes y otro sobre Cucaracha. Alcubierre todavía no se había reincorporado a la revista, un poco más adelante, al entrar como concejal en el Ayuntamiento de Alcubierre en 2015, lo propuse en un pleno y se aprobó. Así comenzamos a colaborar participando con nuevos artículos y acontecimientos producidos en nuestra localidad.

Durante este tiempo hemos aportado artículos sobre personas relacionadas con Alcubierre en tiempos pasados y actuales, como Ramón Cisterna Cáncer, Florentina Casamayor Giménez, Mariano Gavín Suñén, sobre el torneo de ajedrez, recreaciones históricas… En general sobre temas de nuestra localidad.

La revista Montesnegros es un vehículo de transmisión de cultura, es un lazo de vecindad entre los pueblos de la comarca que colaboran y participan en ella.

Casi podríamos decir que a lo largo de estos 30 años y los que vengan, todo lo publicado y por publicar, va a suponer una notable enciclopedia sobre este conjunto de municipios, a cuyos ayuntamientos hay que agradecer su soporte económico.

Me parece destacable el interés, el rigor y la pasión que se pone al elaborar cada número de la revista, la labor de nuestro director Ángel Longás, la humildad y generosidad de todos los colaboradores.

Personalmente, compartir  las páginas de la revista, con mis aportaciones y, sacar adelante temas que tanto nos gustan junto a todo el equipo, me produce una sensación de agrado y felicidad.

Montesnegros es una muestra de que se puede hacer cultura desde el medio rural y que puede llegar a cualquier rincón del mundo. Para sus lectores, la revista supone encontrarse con contenidos muy variados y cercanos, que no aparecen en otras publicaciones y que pueden llegar a emocionarles.

Los Monegros

El proceso silencioso de despoblación que sufre el mundo rural y que nos afecta a todos, debe servir para que juntos aprovechemos los recursos y las oportunidades que puedan ir llegando o que nosotros mismos creemos.

Hay que seguir buscando soluciones y mantener vivo el mundo rural, por todas las ventajas que conlleva y no perder de vista las energías renovables como oportunidad de crear trabajo y desarrollo.

Las personas que viven, trabajan y luchan día a día por mantener viva esta comarca en todos y cada uno de los aspectos que la conforman, son un auténtico tesoro para Monegros.

Vemos con optimismo y esperanza la llegada de nuevos vecinos, desde otros países incluso, a los que debemos ayudar a integrarse en nuestros pueblos. La inclusión depende de nuestra actitud hacia ellos con trato de igualdad, empatía y solidaridad.

El territorio de Monegros es nuestro espacio vital más inmediato. Sus paisajes se meten en el alma y son como un aliento de razón y de origen, de identidad, donde nos reconocemos a nosotros mismos.

Contemplar estos amplios espacios, recorrer sus caminos, su sierra, visitar su patrimonio, invitan  a una observación íntima y silenciosa que nos tiene que llevar a conocerlo y quererlo para así poderlo proyectar hacia otras gentes y lugares.

El crimen de Farlete


A los pies de la sierra de Alcubierre, en su desnudez salpicada por solemnes sabinas, aparece el santuario de la Virgen de la Sabina de Farlete. Un espléndido templo barroco del siglo XVII, erigido sobre una antigua ermita, justamente en el mismo lugar donde la virgen se le apareció a un pastor erguida sobre una sabina. Su construcción, principalmente en ladrillo, presenta una majestuosa simetría “Muy escenográfica en su volumetría” (SIPCA). Asimismo, el santuario cuenta con una de las cofradías más antiguas fundadas en Aragón, en 1444.

El templo, además de ser saqueado, sufrió algunos desperfectos durante la guerra civil, daños que fueron subsanados con su rehabilitación en los años 2010 y 2011. Pero este no fue el único acontecimiento que afectó al templo: un robo a principios del siglo pasado “El crimen de Farlete”.

Alberto Serrano Dorader, en su artículo, del que también tomo robado el título, (El crimen de Farlete. Aragón de Leyenda, Heraldo de Aragón, 5 de julio del 2015) da cuenta de Salvador, un pobre y desconocido anticuario y librero que se hacía pasar por Borbón y que murió en el Madrid de 1935. Serrano cita como el mismo Pio Baroja se interesó por su vida, de aquel hombre desgraciado que, entre sus muchos devenires, había cumplido condena en el penal de Burgos «… don Salvador, en connivencia con un anticuario, se presentó con dos hombres, de noche, en la ermita de Farlete, un pueblo de la provincia de Zaragoza. Hay, efectivamente, a poca distancia de la aldea, una ermita, dedicada a Nuestra Señora de Farlete o de la Sabina. Don Salvador y sus acompañantes querían sustraer unos cuadros de mérito que allí había. Salió la mujer del ermitaño al encuentro de los asaltantes, y uno de ellos le dio un golpe con un bastón en la cabeza y la dejó muerta. Éste fue, según algunos, el motivo de su prisión».

Así, el robo aparece exactamente publicado el 26 de junio de 1912 en el Heraldo de Aragón, cuando, según palabras de Serrano, “Nuestro periódico transcribía el ‘lacónico’ telegrama en el que la Guardia Civil comunicaba la tragedia al Gobernador de Zaragoza: «Noche última robada ermita Sabina y asesinada ermitaña»”. Además, Serrano lanza la pregunta “¿Será verdad que uno de los malandrines fue quien tiempo después se quiso hacer pasar por Borbón?”.

“El Crimen de Farlete” también aparece en la edición del ABC del 28 de junio de 1912 «Se reciben detalles del robo y asesinato cometido en la ermita de Farlete. Se supone que fue un hombre solo el que cometió los hechos criminales. La ermitaña, Andrea Justa Balsa, fue asesinada y luego se llevó el criminal una corona de la Virgen, una cadena de plata y dos lienzos de poco valor».

El robo acabó con la vida de la pobre ermitaña Andrea Justa Balsa, quien al parecer había advertido hace días de serías sospechas. Cuatro días antes de su asesinato, Andrea manifestó a la Guardia Civil «Que se le había presentado un joven mostrando deseos de cumplir una promesa hecha en Melilla a la Virgen de la Sabina, por haber salido ileso de la campaña». Asimismo, el joven entregó a Andrea unos pendientes, «Con el encargo de venderlos y destinar el importe a comprar cera para la iluminación de la ermita. Añadió que si cuando él volviese no había podido vender los pendientes, los recogería, entregándola cinco duros para que les diese la mencionada aplicación».

Andrea murió de dos balazos, hallando con ella una carta que atribuyeron al autor del crimen. En el sobre aparecían las siguientes palabras “Soy de Bujaraloz”, lo que les llevó a intuir que era una maniobra de distracción para evitar ser perseguido en su verdadera huida. La carta presentaba indicios de corresponder a persona nada vulgar, según su lectura. El medio que aporta esta información cita a la ermitaña como Andresa Insa Balsa.

Serrano añade como “poco después del robo y del crimen de Farlete, el redactor de sucesos de Heraldo de Aragón se preguntaba”: «¿Quién había de suponer que a una ermita humilde, enclavada en un rincón de la tierra de difícil acceso, habría de llegar la insaciable sed de tesoros artísticos que se apodera cada vez con mayor frenesí de los grandes centros de cultura? ». Serrano finaliza su artículo con la pretensión de seguir investigando el “tan apasionante asunto”, desconociendo cuál fue el resultado.

Quedan incógnitas, pero sobre todo los cuadros o lienzos sustraídos del santuario. Quizá pinturas de alto valor, como las bellísimas pinturas murales del camarín de la Virgen, relacionadas con la escuela de Bayeu. Pinturas que se han barajeado la hipótesis de responder al pintor cartujo Fray Manuel Bayeu, por cercanía, cuestión que el experto José Ignacio Calvo Ruata niega. No obstante, el valor patrimonial, cultural, histórico y sentimental resulta incalculable.

Y ¿Quién sabe?, tal vez en un futuro puedan volver los lienzos robados y saber la verdad de un crimen aún por resolver.   

La talla de la Virgen de las Fuentes


De la talla de la Virgen de las Fuentes de Sariñena se conserva solamente la cabeza, salvada de ser quemada por Isabel Callen Conte «La Pomara», una historia fascinante que queda recogida en «La historia de la Virgen de las Fuentes».

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Hace unos años, Nacho, el actual párroco de Sariñena, me contó que en el taller de la diócesis habían tenido una fotografía de la virgen con el cuerpo entero. Aquella fotografía se había perdido y lamentablemente no se sabía nada de su procedencia. Afortunadamente aquella fotografía del cuerpo entero existe y podemos contemplar, tal y como fue, la talla de la Virgen de las Fuentes. La fotografía corresponde al “Catálogo monumental de España: Huesca, Madrid, CSIC, t. II, fig.911”.

La talla original de la Virgen de las Fuentes está datada en 1400, una obra en madera de cuerpo entero con la talla del niño Jesús incorporada al cuerpo de la virgen. Según José Ignacio Calvo Ruata, Historiador del Arte y experto en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes: “Se tenía erróneamente por una imagen del XVI pero Samuel García Lasheras, experto en escultura gótica y en especial de vírgenes con el niño no duda en fecharla hacia 1400, pleno gótico, aunque sea tosca».

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Actual Virgen, querida y protegida.

En la imagen, la virgen aparece sentada, entronizada y con la mano derecha sostiene al niño Jesús que con el dedo índice señala al cielo. En las representaciones góticas, el niño Jesús se suele representar alzando la mano ofreciendo una bendición. La mano izquierda de la virgen parece agarrar fuertemente algo o sujetar las telas de su falda. Ambas imágenes aparecen dirigiendo sus miradas al espectador, para escuchar las oraciones que le dirigen o dar la idea de intercesión. La talla aparece sin policromías, quizá perdidas por el paso del tiempo. La actual virgen se restauró hace unos años. Ahora su cuerpo es simple, sin forma, de madera, cubierto por un peto y un manto delicadamente bordados.

La talla de la virgen es mucho anterior a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes cuya fundación se remonta a 1507, aunque el actual monasterio cartujo se comenzó a construir en 1717. Así que probablemente estamos ante una imagen de la antigua iglesia de Sariñena, anterior a la actual iglesia de San Salvador, neoclásica del siglo XVIII. Estamos quizá ante una imagen religiosa que con el paso de los años ha adquirido su condición de la virgen de las Fuentes, siendo originalmente una sencilla representación de «virgen con niño», el tema artístico más frecuente en la iconografía del arte mariano y uno de los más tratados en todo el arte cristiano: la representación de la Virgen María junto con el Niño Jesús, su hijo (Wikipedia).

Nuestra Señora de las Fuentes, en la Cartuja de Sariñena, es del siglo XIV. Su materia es la madera, y su altura poco más de tres palmos. Está sentada en silla y su rostro es de color trigueño. Tiene al Niño Jesús sentado sobre el brazo derecho y bendice con la diestra, sosteniendo con la mano izquierda un orbe o globo. Nuestra Señora en su siniestra lleva una flor. Esta imagen se veneraba en una ermita, donde después los condes de Sástago don Blasco de Alagón y Dª. Beatriz de Luna, fundaron la Cartuja de las Fuentes, a tres leguas de Sariñena, que empezó a edificarse en 1507 y que hubo de ser reconstruida en 1732.

Del año 1400 existía una Bula concediendo indulgencias a los que visitasen la susodicha.

Iconología Mariana en la provincia de Huesca.

La Virgen de las Fuentes es todo un tesoro de Sariñena y la fotografía, la imagen, nos abre un mundo nuevo en su conocimiento, en su historia y tal vez en su futura reproducción. Gracias a Alberto Lasheras Taira por la imagen de la fotografía de la virgen y a José Ignacio Calvo Ruata por sus respuestas de experto y gran conocedor de la historia del monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

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La historia de la Virgen de las Fuentes de Sariñena


La historia de la virgen de las fuentes de Sariñena pasa por las manos de Isabel Callen Conte, una mujer de firmes convicciones religiosas que salvó de la hoguera la virgen de las fuentes de Sariñena. La protegió, conservó y cuidó durante años, “prácticamente fue como de la familia”. A ella le debemos que haya llegado a nuestros días y en su memoria rescatamos su fascinante historia.

Virgen de las Fuentes de sariñena

Virgen de las Fuentes de Sariñena

Isabel Callen Conte nació el 18 de mayo de 1903 en Sariñena y falleció en Sariñena el 26 de febrero del 2002. Su familia venía de Pomar de Cinca y por ello fue conocida como “La Pomara”. Se casó con Mariano Nogues Arles, agricultor y tuvieron tres hijos. Además de cuidar la casa, el corral y hacer faenas del campo, Isabel hacía de matrona y ayudaba a recoger críos. Ponía inyecciones, sacaba muelas, hacía ungüentos, iba a amortajar… era una mujer muy valiente y ayudaba mucho a la gente, tenía un gran corazón, incluso acompañaba a Huesca al hospital a gente que la requería, “tranquila, ya iré con tú”. Además, Isabel guardaba todo lo del dance, cuidaba los trajes, las cintas, las capas y limpiaba las espadas, era una persona muy participativa y se esforzó mucho para que el dance se volviese a representar tras la guerra.

Al iniciarse la guerra civil, milicias republicanas comenzaron a llegar a Sariñena, enclave cercano al frente de Aragón que fue uno de los puntos neurálgicos de la contienda. Ocuparon la iglesia y alojaron en ella un taller de vehículos, para lo que vaciaron el interior de la iglesia, amontonando las imágenes, santos, retablos… en la plaza, un patrimonio que luego quemaron. Mientras estaba todo amontonado en la plaza, había milicianos que colocaban algún santo y hacían prácticas de tiro con ellos, se reían y burlaban de todo, uno de los milicianos se subió a un camión y sin quererlo se pegó un tiro en la cabeza resultando muerto.

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Amalia, Mariví e Isabel.

Isabel, “La Pomara”, contemplando el montón en la plaza, distinguió entre todo la imagen de la Virgen de las Fuentes de Sariñena, lo que le motivó, no sin miedo y con toda precaución, mandar a una niña a recoger inocentemente la cabeza y el peto de la Virgen de las Fuentes. Aquella niña era Asunción la Cibora,  “ves hija mía y coge esa cabeza”. As, la niña Asunción cogió la cabeza y el peto y se la entregó a Isabel, “ya la quemaré yo” les dijo a las niñas para disimular y discretamente abandonó la plaza. La llevó a su casa, en la calle castillo bajo, la envolvió cuidadosamente en una sábana, la metió en una caja y la enronó en el conejar, en el corral que tenía en casa. Cada cierto tiempo la cambiaba de sitio para mantenerla mejor a salvo, pues existía el miedo a que fuese descubierta y a las posibles consecuencias. Isabel la guardó durante toda la guerra.

Cuando avisaron que iban a bombardear el pueblo, Isabel la desenterró y la cargó en el carro con el resto de enseres que se llevaban a la masada. En el monte, por la zona de Miranda, la volvió a esconder, enterrándola con sumo cuidado, de hecho, se ha conservado extraordinariamente hasta nuestros días. Cuando acabó el bombardeo la volvió a llevar al pueblo y tras la guerra la guardó en casa.

Durante un tiempo, cada vez que Isabel iba por el campo y se encontraba un trozo de madera sentía como una voz le incitaba a recoger cada trozo de madera y así fue recogiendo trozos de madera hasta que llenó un arcón. Con aquellas maderas, poco a poco, fue montando el cuerpo de la virgen “yo, que no había hecho nunca nada de carpintería, cada madera la encajaba a la perfección”  quedó perfecto, el peto encajaba estupendamente, ajustó la cabeza y le confeccionó un manto.

Isabel

Isabel y Amalia

Isabel la vistió y sacó para unas fiestas, para san isidro o para san Antolín,  para el pueblo fue una gran ilusión, la gente se emocionó mucho, pues no había quedado nada y la salvación de la Virgen de las Fuentes fue todo un secreto. Isabel la quiso llevar a la iglesia pero a mosén Vicente le parecía una virgen vieja y no la quiso, así que Isabel la continuó guardando en su casa. La tenía en una alcoba, al lado de su habitación, en lo alto de una repisa. En la habitación tenía una cama donde su nieta Mariví dormía muchas noches. En casa le quitaba el peto y lo guardaba cuidadosamente entre una sábana en el arcón. Hasta que no llegó el párroco Juan Carlos, la Virgen de las Fuentes no fue a la iglesia, desde entonces reside en ella en el altar de La Milagrosa.

El peto es original, de seda y bordado con hilos de plata y oro, lo restauró hace unos años María Teresa Muñoz Guillen. También se conservó la corona de la virgen. Hasta su restauración, la virgen era más moreneta y la nariz la tenía un poco picada, “En su rostro nunca se posaba el polvo, siempre estaba limpia”. El cuerpo de Isabel desapareció tras su restauración, solamente quedó una madera principal donde se inserta la cabeza que pasó a formar parte del nuevo cuerpo.

Isabel le hizo dos mantos, uno blanco y otro azul, los dos los llevó a la iglesia. También hizo los vestidos al niño Jesús que lleva la virgen. Cuando la guardaba en casa, Isabel le puso un Jesús también morenete como era ella. Mariví ha conservado el cariño familiar a la Virgen de las Fuentes y en 1993 encargó un manto precioso y una espléndida mantilla.

 

Tarjeta cofradía Virgen de las Fuentes

En antaño, con la Virgen de las Fuentes se iba en procesión a la cartuja de las Fuentes, se iba en carruajes y carretas. Un año muy seco no brotaba ni la fuente del monasterio, acudían en romería con cantos y ruegos a la virgen y conforme se iban acercando comenzó a emanar agua de la fuente del milagro.

También se salvó de la quema el sagrario, lo fueron manteniendo escondido de casa en casa y se utilizó para celebrar clandestinamente misa por alguna casa. Pusieron en el sagrario una vela que no se apagó durante toda la guerra.

Gracias a Mariví y a Manolo por tantos recuerdos y por mantener viva la memoria y el cariño por una seña de identidad de Sariñena. Gracias a Isabel, La Pomara, la Virgen de las Fuentes ha llegado a nuestros días.

Ver: La talla de la Virgen de las Fuentes.

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La leyenda de Moncalvo


En mitad de Los Monegros, en medio de la nada, permanece férreamente erguida una solitaria pared. Una pared que estoicamente resiste y lucha por su propia existencia, en medio de la soledad, del silencio y el olvido. Es un lugar con un cierto misterio, donde el paso del tiempo ha borrado la historia, donde el olvido se ha apropiado de la memoria y solo su leyenda ha permanecido. Allí, allí queda oculto el recuerdo de un pueblo ya sin apenas ruinas y que se desvanece en la profundidad de la triste indiferencia. 

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Poblado de Moncalvo

El desaparecido poblado de Moncalvo se encuentra entre las localidades de Pallaruelo de Monegros y Lanaja, a unos tres kilómetros en línea recta de Pallaruelo de Monegros, pueblo hermano del que distan unos escasos tres kilómetros. Se accede a través de la carretera A-1221, cogiendo el camino de Moncalvo, hacia el sur, entre los kilómetros 10 y 11. Su vieja pared sirve de guía, apareciendo a los pies de una loma, cuya cota alcanza los 376 metros de altitud sobre el nivel del mar. En su lado sur se encuentra el barranco de Laforda.

Localización: Polígono 7 Parcela 56 Moncalvo, Sariñena (Huesca).
Referencia catastral: 22294A007000560000BF.
Titularidad: Ayuntamiento de Sariñena.
Coordenadas: Longitud 41°42’49.8″N y latitud 0°14’27.1″W y UTM Uso 30 X729536 Y4621684 (Google Maps).

Moncalvo fue pueblo medieval de cierta entidad, en relación con la envergadura de su iglesia de la Virgen Vieja dedicada a San Pedro. Sus restos están incluidos en el Catálogo del Plan General de Ordenación Urbana de Sariñena bajo la referencia SA 024 «Iglesia de la Virgen Vieja». Desde el 2021, es de titularidad del Ayuntamiento de Sariñena. Por su importancia debería de ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC). 

Plano altimétrico 1:25.000 de la Virgen Vieja elaborado entre 1900 y 1930. ICEAragón. 

La leyenda de Moncalvo

Moncalvo guarda una leyenda entre sus ruinas que se ha ido transmitiendo entre  generaciones. Una leyenda que narra como sus habitantes se revelaron contra los tributos que debían de pagar y que, por ello, hasta llegaron a asesinar a más de un recaudador. La respuesta fue despiadada y terrible, tan cruel que sirvió de escarnio para otras poblaciones y tan aterradora que su recuerdo se hizo casi imposible. Así, sucedió que tropas reales aparecieron mientras se encontraban celebrando misa en la iglesia de la Virgen Vieja, uno a uno les hicieron salir mientras los asesinaban a todos, hombres, mujeres, niños, niñas, bebes y ancianos. Luego, con palos de sabina, que habían clavado en el suelo, empalizaron sus cadáveres. Los expusieron como castigo ejemplarizante, empalizados para que otros pueblos contemplasen las consecuencias que conllevaba rebelarse contra el poder.

«Aquí en Pallaruelo siempre se nos ha contado la misma leyenda, siempre a los críos, siempre… No pagaban impuestos, iban a recaudar, venían de Huesca a recaudar impuestos y por lo que sea no querían someterse y entonces, a los recaudadores que venían  al pueblo, los mataban. Porque les debieron de meter en tan apuro, en tan aprieto que dijeron-pues mira, única solución, matar a los que vengan a la recaudación-. Con que si, si… recaudador que venía, recaudador que se jugaba el tipo. Hasta que vinieron con fuerza mayor, entonces, el día de la fiesta mayor del pueblo, cerraron las puertas, llegaron muchísima gente a caballo, cerraron las puertas de la iglesia y fueron matando uno a uno, indiscriminadamente a todo el pueblo que estaba allí. El pueblo debía ser bastante antiguo, un amigo, encontró en una caseta una lámpara romana.»

                                                                                   Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo.

De aquella matanza solamente escaparon el párroco y un monaguillo que consiguieron huir hacía Pallaruelo de Monegros. Pero al final fueron capturados y ejecutados en un campo al borde del viejo camino a Zaragoza. En el campo, durante muchos años, los vecinos y vecinas de Pallaruelo depositaban piedras en su recuerdo, una cada vez que pasaban, llegando a formar un gran montón que luego tuvieron que deshacer -Pues se comía parte del campo-.

«El cura salió, saltó por la ventana o tenía una puerta secreta. Se escapó para resguardarse en Pallaruelo, él y un monaguillo. Salieron a por él y en un campo de casa  allí lo mataron, a él y al monaguillo. Y siempre nos lo han contado en casa, siempre. El campo estaba al lado del viejo camino a Zaragoza, era el camino que pasaba por Peñalbeta, el camino original que iba a Zaragoza, y entonces, como la ente transitaba mucho por el camino pues todo el mundo que pasaba ponía una piedra como… para  liberar el alma de esas personas -una piedra por su pena-. En un momento determinado tuvieron que deshacer el montón de piedras porque se apoderaba del campo.»

                                                                                  Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo.

Algunas otras leyendas cuentan como una mujer sobrevivió y dio origen a Pallaruelo de Monegros. Pero es evidente que las dos antiguas iglesias son contemporáneas en su época, por lo que las poblaciones coexistieron y, por su cercanía, debieron de mantener fuertes lazos familiares. De hecho, de la  vieja iglesia de Pallaruelo de Monegros únicamente queda una única pared de su torre, estableciendo un cierto paralelismo en sus respectivas historias.

También narran como Pallaruelo de Monegros fue devastado, siendo pasto de las llamas, sufriendo un incendio que arrasó completamente el pueblo. Al incendio sobrevivió una mujer de la que descienden los actuales pallaruelenses. Al parecer, la mujer se había quedado en un pajar aislado y fue la única superviviente. También circula la versión que fueron ambos pueblos los que se opusieron a pagar los tributos y, en represalia, ambos pueblos fueron destruidos y su gente asesinada.

Solamente dejaron una pared de cada iglesia, testigo de aquellos hechos. 

«Les llevaron a las gentes de los pueblos de alrededor para ver el escarmiento que les habían hecho, después de pasarlos a todos por degüello en la iglesia, los sacaron y les colgaban en la cantera de al lado unos palos y los clavaban ahí. Les metían toda la madera atravesando todo el cuerpo, y allí todos, te imaginas que espectáculo tan horroroso, les llevaban a las gentes de los pueblos de alrededor como diciendo –si no hacéis, si no nos pagáis estos impuestos, os pasa como a estos-. El abuelo Paco decía –Críos, mujeres, ancianos… todos estaban allí-. Entonces siempre quedó ese miedo en Pallaruelo -¡Qué nos puede pasar como a los de Moncalvo!-. Eso claro, ese miedo se ha transmitido, cada vez que voy me da un escalofrío.»

                                                                                   Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo.

Esta es su leyenda, de la Virgen Vieja, pero también existe su historia en la que nos adentramos y descubrimos. 

El yacimiento

La loma de la Virgen Vieja resulta muy interesante y revela la existencia de antiguos asentamientos. En su recorrido, a simple vista, aparecen diversas cerámicas superficiales. Entre ellas encontramos cerámica bruñida atribuible a la edad del bronce o del hierro, datando el yacimiento en la antigüedad, al menos en torno a los 500 años a.C. También aparecen cerámicas hispanomusulmanas, árabes, algunas vidriadas, esmaltadas, verde almohade o con colores. Además, cerámicas medievales, entre ellas con presencia de manganeso que nos lleva a situarla sobre el siglo XVI.

Entre otros muchos restos aparecen restos de arcilla sin hornear o presencia de una teja deformada, lo que lleva a plantear la presencia de un horno en el asentamiento, además evidencias como, posiblemente, algunas zonas debieron ser utilizadas para la extracción de arcillas.

Reseñable es la aparición de escoria o arrabio, un producto intermedio del proceso de fundición de las menas del hierro.

La realización de estudios arqueológicos futuros podrá desvelar muchos de los misterios que esconde el viejo poblado de Moncalvo.

Igualmente, en Pallaruelo de Monegros existió un asentamiento anterior al sur de su antigua iglesia del Salvador, dirección a la balsa buena. En su ubicación se aprecian abundantes restos de cerámicas.

La Virgen Vieja de Moncalvo

La heroica pared que permanece son dos paños de una cabecera poligonal de una antigua iglesia gótica de mediados del siglo XIII. Una antigua iglesia que se componía de una única nave, cubierta por una bóveda de crucería y cabecera poligonal: “La Virgen Vieja de Moncalvo». La Virgen Vieja respondía a las mismas características que la desaparecida iglesia de San Salvador de Pallaruelo de Monegros, construida por Arnaldo Vidal de Almenar en 1258; incluso aparecen idénticas marcas de cantería.

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Detalle de la Virgen Vieja de Moncalvo

La iglesia de Moncalvo, conocida popularmente como la Virgen Vieja, obedeció a San Pedro; según referencia recogida en un pleito sucedido en 1860, citando un documento de 1445. El pleito respondía al aprovechamiento de ganados entre vecinos de -Castejón de Monegros, Balfarta, Capdesaso, Albaruela de Tuvo y Lalueza-. En dicha cita se encuentra la referencia a «San Pedro de Montalbo» -vista la concordia celebrada por el Consejo de Sariñena y los jurados de Castejón, Balfarta, Pallaruelo, Lalueza, Albaruela, Capdesaso, Lasardera, Lastanosa y Celadilla, en la anteiglesia de San Pedro de Montalbo, a nueve días de marzo de 1445. En ella se acordaba que sus ganados podían pastar en los terrenos comunes que -en la misma se designan- , por la que se regularizó –el uso que había de hacer del aprovechamiento mancomún de pastos para sus ganados en los terrenos de las aldeas ahora despobladas, en los montes realengos y en los comunes- (Real Decreto del Consejo de Estado firmado por Isabel II, publicado en la Gaceta de Madrid del 31 de enero de 1860. Boletín Oficial de Segovia Número 24 – 1860 febrero 24). 

La festividad de san Pedro es el 29 de junio.

De hecho, al norte del desaparecido poblado aparece el paraje o monte denominado «Saso de San Pedro».  Mapa del Instituto Geográfico y Catastral de España, mapa militar 1953.

Moncalvo 1953 Saso de San Pedro

Las ruinas de Moncalvo han ido desapareciendo, hay quienes cuentan que las piedras fueron usadas para la construcción de carreteras y otras construcciones locales. «En la cima debió de existir un castillo», comentan Lourdes y Marga Alcubierre Pueyo, a quienes se ha de agradecer que se mantenga y transmita la memoria de Moncalvo.

Si que parece cierto que muchas de las masadas del entorno contienen piedra de Moncalvo, en algunas se pueden observar las mismas marcas de cantería, como la flor de Lys. Aunque todo apunta a que a mediados del siglo veinte aún se podían observar las calles y restos de los muros de las casas. El camino pasaba por la calle principal del pueblo, entre muros de poco más de medio metro de altura y, cerca de la iglesia, había una pequeña plaza con una fuente.

Quizá, sea reseñable que próximo a Moncalvo se encuentra la finca «Manantial de Castanera«, manantial que debió e abastecer el poblado. Incluso el barranco solía llevar agua. En este sentido, de vueltas a mediados del siglo XX, el poblado pertenecía a Castanera, rico hacendado de Sariñena y comerciante de mulas, y los montes principalmente también, que eran montes comunes cuyos principales propietarios eran el propio Castanera, Juan José Torres y casa Ruata de Pallaruelo de Monegros. Castanera legó su herencia a su sobrino, Ricafort, quien ordenó a un maquinista P.H. de Sariñena que, por medio de una oruga, arrasase las viejas ruinas y así lo hizo, aunque con la torre no se atrevió, le dio miedo que se le cayera encima. 

Foto aerea 1986Fotografía aérea de 1986, se deja entrever la planta de la antigua iglesia.
Cortesía Javier Navarro.

«El abuelo decía si vas, mírate bien que veras las calles, hasta la fuente, hasta un manantial que debía de haber por allí. Antes se veía, -yo, cuando iba de pequeña, me acuerdo que había trozos que hasta se veía el trazado parte de una calle-.»    

                                                                                                  Lourdes Alcubierre Pueyo

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Torre Virgen Vieja Moncalvo.

El blog Sansalvadorota establece similitud entre las marcas de cantería de Moncalvo con las marcas de la iglesia de Santa María de Orta de Lérida y las marcas de cantería de la iglesia templaría del convento de San Salvador de Orta. La desaparecida iglesia leridana fue destruida por Felipe IV en el siglo XVII. Santa María la Vieja o Santa María la antigua, y las antiguas iglesias de Moncalvo y Pallaruelo guardan una relación con el convento de Orta, según el blog Sansalvadorota«Todo indica una relación entre los tres centros religiosos y una historia que no la sabemos completamente».

Otras marcas dejadas en sus piedras responden a viejos pastores entre ellas la de pastores trashumantes. El etnógrafo Eugenio Monesma Moliner señala que es curioso que en algunos de los sillares se conservan grabados posiblemente de pastores de la montaña, probablemente del valle de Chistau por sus apellidos (Mur y Bruned). Los gravados representan cuchillos y sus nombres «una imagen, esta de los cuchillos, que encontramos en muchos abrigos y casetas pastoriles».

Además, en la vieja pared de la Virgen Vieja aún se pueden contemplar las marcas de la guerra civil, como el gravado de las siglas del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista).

Es una batalla desesperada contra el olvido, un testigo mudo de un pueblo arrasado y sin memoria, de un pueblo borrado que se desvanece, deshaciéndose en polvo en la aridez  monegrina.

De la antigua iglesia de Pallaruelo de Monegros desmontaron el retablo mayor y lo colocaron en la nueva iglesia, no lo pudieron colocar entero y lo acortaron, algunas partes las tuvieron que colocar por los laterales. En la guerra civil sacaron las tablas y construyeron unas garitas de vigilancia para las entradas del pueblo, luego las desmontaron y dejaron las tablas en una era. Aparecieron unos hombres y se las llevaron, tenían una orden firmada por el obispo y sabían perfectamente lo que se llevaban. Lo más probable es que el altar se encuentre desperdigado por colecciones privadas de EEUU.

Una aproximación a la historia de Moncalvo

Moncalvo, curiosamente no se encuentre registrado en Los pueblos y los despoblados, de Antonio Ubieto, y, en palabras de Juan José Genérelo, Director del Archivo Histórico Provincial de Huesca, «Resulta sospechoso que, tratándose de una obra tan completa, no aparezca ese topónimo por lo que habría que pensar que debe tener un segundo nombre con el que sí aparecería en la documentación medieval y moderna». Pues parece que Moncalvo haya sido esquivo en las principales obras y descripciones sobre Aragón, línea que ya manifestó Manuel Benito Moliner «Moncalvo también fue pueblo aunque lo olvidan todas las obras geográficas publicadas hasta hoy» (Tierras y Gentes, Diario del Altoaragón 24 de mayo de 1998).

Tampoco aparece recogido «Moncalvo» en la obra Toponimia Histórica Aragonesa de Miguel Ballestín, limitando muchísimo su búsqueda. Aunque su topónimo, consultando el Nomenclátor Geográfico de Aragón, no ofrece mayor diversificación, resaltando tan solo su etimología aportada por la fuente «Pueblos del Alto Aragón» que define a Moncalvo como «Monte pelado».  

Así, efectivamente, tal y como apuntaba Juan José Genérelo, la consulta de documentación histórica aporta gran diversidad del topónimo de Moncalvo siendo estas sus distintas formas: Moncalbo, Montcalvo, Montalvo, Montecalvo, Monsalvo y Monsalva.  Por ello, su documentación histórica ha sido ardua pero al final ha ido dando resultados.

Retrayéndonos a 1100, es cuando Pedro I alcanza Sariñena y su entorno, siendo fecha aproximada en la posible «reconquista» del poblado o aldea, habitada o despoblada, de Moncalvo. Por ello, en 1170 el Rey Alfonso II de Aragón concede a Sariñena su “Privilegio de Población” por el que podía poblar una vasta extensión que se extendía por el este y sur de dicha villa, desiertos y poblados:

«… en el año pasado de 1170, se dignó el señor Don Alonso el segundo de Aragón, conceder a todos los hombres de Sariñena, que entonces allí estaban, o que en adelante fueran a poblar, por el deseo de que allí poblasen, y habitasen todos los términos de Sariñena, desiertos y poblados con todos sus montes y pastos, aguas, selvas y sotos, con todas sus entradas y salidas y pertenencias, de modo que mejor lo hubiesen tenido en tiempo de los sarracenos, o de los cristianos, o de modo alguno debían tener, para que todo esto lo poseyesen enteramente, lo trabajasen y llenasen aquellos y su descendencia para propia herencia suya, y para que hiciesen de ello en todo el tiempo a su propia voluntad. Les concede así mismo aquellos fueros de Zaragoza buenos y no malos, y que no diesen ni hiciesen a hombre alguno causa alguna sino las Decimas y Primicias a Dios, ni diesen lezda ni peaje en toda su tierra…»

Casa de Ganaderos de Zaragoza – Pastos ES/FCG – Caja 25_Ligamen 4_39.

Así, Sariñena queda definida sin nombrar específicamente su totalidad de poblaciones y aldeas: «… dono vobis terminos in primis Alberola, cum ommibus suis terminis, sicut vadit ad illa pena tallata quae est super Sodeto, sicut vadit per directum ad illa Torre de Cabañas, cum tota valle putrida, deinde sicut vadit ad caput de ipsa serra de Sella Maestra, de ipsa serra intus sicut aquas corrum contra Sarannyenam, sicut vadit per directum ipsa serra de Sella Maestra, usque alas almolas, deinde sicut vadit ad almoella totum intus, sicut vadit per directum ad ipsum caminum, qui transit per Bojaraloz sicut aquas corrunt contra Sarañenan, sicut vadit ipsum caminum per directum, usque Borjalaroz, sicut vadit, exit ipsum caminum usque ad Peñalba, sicut vadit ad valle Trabian, exit ad ipsos Germanellos, qui sunt ante Xixena, sicut exit ad ipsan Torremia, vadit exit ad ipsam Foratata,sicut vadit ad ipsan Torre de ipsa Ventosa,sicut vadit ad Alpicon de Ballara, sicut vadit per directum usque ad flumen de Alcanadre, sicut vadit ad podio Meler,sicut vadit, exit ad illa Boltorera, sicut iste predictae afrontationis, terminos includunt, dividunt. Dono,concedo vobis, vestris totum integriter quantum ego ibi habeo, habere debeo, vel ad mea voce regale pertinet, vel pertinere debet,sicut superius scriptum est, ad vestram voluntates imperpetum, …» (Elbaile Ollés, José. Lalueza, hechos del siglo XVIII).

Desde entonces se comienza a hablar en la documentación de “las Aldeas dependientes de la Villa de Sariñena”. Dichas aldeas eran doce, entre ellas Motalbo: Alberuela, Lalueza, Capdeaso, Lastanosa, La Celadiella, Salavert, La Sardera, Miranda, Pallaruelo, Valfarte, Montalbo y Castejón de Monegros; varias de ellas quedarán deshabilitadas en el s. XVI. Aunque José Elbaile Ollés llega a documentar hasta diecisiete las aldeas que pertenecían a Sariñena. 

En 1284, una carta real de Pedro IV da cuentas sobre un embargo de bienes, entre ellos en la aldea de Moncalvo: «Mandato sobre el embargo de los bienes de Juan Garcés de Oriz, abad de Montearagón, fallecido el día de San Juan Bautista. De acuerdo con el mandamiento del rey, referente a la muerte de obispos y abades, por el cual se ordenaba embargar los bienes tras la muerte, entre otros embargos Ramón Pelegrín, «baile de Sariñena», se encargó de embargar los bienes que tenía en Sariñena y en las aldeas de Valfarta, Castejón (de Monegros), Pallaruelo, Moncalvo, Lastanosa, La Celadilla, Miranda, Salavert, Sardera, Capdesaso y de Tubo (Alberuela de Tubo).» (Cancillería, cartas reales de Pedro IV, caja 61, N.º 7364/).

Sariñena, a comienzos del siglo XIV, recoge José Elbaile Ollés, estaba conformada por las siguientes aldeas: «el territorio lo conformaba la villa de Sariñena, Castejón de Monegros, Valfarta, Lalueza, Lastanosa, Capdesaso, Alberuela de Tubo, Tubo, la pardina de Sodeto, Pallaruelo, Jubierre, San Juan, Vallsanta, Montebh, Moncalvo, La Sardera, Salavert, Castellones, la Celadilla y Miranda».

José Elbaile Ollés en «Lalueza, hechos del siglo XVIII» describe la organización de Sariñena y sus aldeas, recogiendo como la jurisdicción civil, criminal o administrativa correspondía a la Villa de Sariñena a través del Baile y Justicia: «Cada aldea tenía su Concejo, que presidía el jurado mayor. Podía haber dos jurados, un corredor (alguacil) y un secretario. Los jurados se elegían por sorteo. La villa y todas las aldeas tenían su propio diezmario (el terreno de cultivo que comprende cada lugar) y su boalar, una parte de monte cercano para el pasto del ganado. Con el resto de montes comunes y los boalares del territorio, se formó una dehesa común que llamaron Realengo, el Común o Comuna. La villa y aldeas arrendaban sus pastos y repartían los beneficios en dos partes, una para la villa y la otra para las aldeas. Lo administraban los jurados de la villa que representaban a Sariñena y los jurados de las aldeas a los que también llamaban jurados de comuna. Los representantes de la Comuna se reunían una vez al año en el mes de septiembre para el reparto de los beneficios. Hasta el siglo XV, gracias a los privilegios de población no se pagaban impuestos, salvo las decimas y primicias a la Iglesia: …non donetis, ne que faciatis ullo homini ullam causam nisi decimas, primitias, Deo, non detis lezdam ni pedage in totam meam terram…«.

En 1328, un documento trata de un vecino de «Montecalvo» (Moncalvo): «Comisión hecha al Justicia de Aragón, Jimeno Pérez de Salanova, de la salva de infanzonía de Martín de Fanlo, vecino de Montecalvo, aldea de Sariñena» (Cancillería, registros, nº429, fol.1v/ Salva de infanzonía del 28 de febrero de 1328).

Moncalvo 1

Igualmente aparece en una relación judicial de 4 de abril de 1328, esta vez bajola denominación de «Monsalva» : «Reunidos los consejos de la villa y aldeas de Sariñena en la Iglesia de San Salvador, nombran a Marco de Sena, jurado de Sariñena, Domingo Lo Pico, vecino de Monsalva y jurado de la comunidad de aldeas de Sariñena, como procuradores especiales para que les representen en las próximas Cortes que se van a celebrar en la ciudad de Zaragoza, en la que se coronará a Alfonso IV» (Cancillería, pergaminos, Alfonso IV, carp.218, nº170/ Nombramiento. (4-04-1328)).

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En el mismo 1328, aparece «Montalvo (Monsalva)» en una relación de administración de bienes: «Carta al justicia de Sariñena sobre Agnes, viuda pobre de Jaime Agrament, vecino de Barbastro, y la administración de los bienes en Montalvo (Monsalva), aldea de Sariñena, de su hija Martina, quien estaba bajo tutela de Pedro de Barba» (Cancillería, registros, nº430, fol.162-162v/ Mandato. (15-12-1328)).

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En 1336 se encuentra mismamente «Montalvo (Monsalva)» en una carta de Pedro IV al sobrejuntero de Huesca y Jaca en las zonas de Sariñena y Ontiñena «Para que obligaran a Pedro Jordán de la Corona, vecino de Sariñena, a pagar cierta cantidad que debía dar a Domingo Melero, rector de la iglesia de Fuendejalón, ya que había recibido de Bartolomé Fernández, vecino de Montalvo (Monsalva), aldea de Sariñena, unos dineros que eran de dicho rector» (Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 1, nº88/ Mandato. 24-05-1336).

En 1337, el rey de Aragón Pedro IV (1319-1387) permite a los habitantes de «Montcalvo y Pallaruelo», para que saliesen de la pobreza y despoblación en la que se hallaban, pudiesen vender sus pastos anualmente a gentes de otros lugares. Un documento en latín traducido  gracias a Ánchel Conte Cazcarro. Cancillería, cartas reales, Pedro IV, caja 3, nº404/ Concesión. «Del Rey a los vecinos de Montealbo y de Pallaruelo de Monegros. Autorización a los mismos para vender sus tierras a personas extrañas»: «Carta de Pedro IV a los vecinos de Montalvo (Monsalva) y de Pallaruelo (de Monegros), aldeas de Sariñena, en la que concede ciertos privilegios de pastos y ganados para evitar la despoblación y pobreza de dichos lugares» (Fechada el13 de agosto de1337).

Moncalvo

Entre los años 1348-1350, la peste negra asola a Los Monegros «Con el paso de los años algunas aldeas se fueron despoblando. Muchas desaparecieron con la peste negra» (Elbaile Olés, José). Cuando esto ocurría, afirma José Elbaile Ollés, se acordó, que los diezmarios de las aldeas muertas fuesen para la villa y los boalares para las aldeas.

En 1363/1370 Bernat Miquel escribe a Ferrer de Magarola porque el rey quiere redimir Sariñena y sus aldeas, así que le ruega que envíe copia del contrato de alienación a favor de Pedro de Luna (Archivo de la Corona de Aragón. ES.08019.ACA// ACA,COLECCIONES, Historia del Archivo,1,123).  

El 19 de octubre de 1366 el rey Pedro IV,  trueca la villa de Sariñena, sus aldeas y todos sus términos a D. Pedro de Luna por el lugar de Pinseque (Elbaile Olés, José). 

El 9 de abril de 1372, representantes de Sariñena solicitan quitarse del señorío pagando las 13 mil libras jaquesas y 11 mil de Barcelona en que se había pactado la devolución y retornar a la corona (Elbaile Olés, José). 

El 17 de mayo de 1373, el rey acepta la petición de Sariñena y acuerda su venta con Dña. Elfa Exerica, heredera de los Luna (Elbaile Olés, José). 

En 1384, un pleito sobre los muros de la Villa de Sariñena cita Moncalvo: «Las aldeas y la villa tuvieron un pleito sobre la obligación o no de estas de contribuir en la reparación de los muros de la villa. Se sentenció en Tamarite de Litera siendo rey Pedro IV a favor de las aldeas. Entre ellas nombra a: Moncalvo, la Sardera, Moscallon, Miranda, Celadilla y Salavert» (Elbaile Ollés, José. Lalueza, hechos del siglo XVIII).

En el fogaje de 1405, censo del Reino de Aragón ordenado por el rey Fernando el Católico para recaudar el impuesto de las sisas, «Montalbo» contaba con unos seis fuegos. 

En 1417,el Rey Alfonso pide a las cortes 70 mil florines de oro para recuperar todos los bienes enajenados por sus antecesores, de los que 10 mil libras correspondían a la villa de Sariñena y sus aldeas (Elbaile Olés, José). 

En 1445 se produce la anteriormente citada concordia sobre los pastos comunes y su aprovechamiento y guardias, celebrado en la anteiglesia de San Pedro de Montalbo: «Vista la concordia celebrada por el Concejo de Sariñena y los Jurados de Castejon, Balfarta, Pallaruelo, Lalueza, Albaruela, Capdesaso, Lasardera, Lastanosa y Celadilla, en la ante-iglesia de San Pedro de Montalbo, á nueve dias del mes de Marzo de 1445, de la que consta haber acordado que sus ganados pudiesen pastar en los terrenos comunes que en la misma se designan, y que para custodia de esos terrenos se procediese al nombramiento de guardas, no por cada pueblo, sino por la universidad» (Real Decreto del Consejo de Estado firmado por Isabel II, publicado en la Gaceta de Madrid del 31 de enero de 1860. Boletín Oficial de Segovia Número 24 – 1860 febrero 24 y en el Diario de Burgos. Boletín oficial de la provincia de Burgos: Núm. 67 – 13/04/1860).

El 15 de julio de 1477, se establece una pecha ordinaria y anual de 12.000 sueldos jaqueses a Sariñena y sus aldeas «Esta transacción es importante porque se establece por primera vez un impuesto a los habitantes de estas tierras y también porque los montes de Tubo y Sodeto ya no volvieron y se quedaron en la casa de los Luna» (Elbaile Olés, José). 

En el fogaje de 1495 la población ya no aparece, por lo que probablemente, podamos establecer que poco antes de 1500 Moncalvo debía de estar ya prácticamente despoblado. Aspecto que se refuerza con la presencia de las cerámicas medievales, las más recientes y últimas datadas, en torno al siglo XVI.

En las cortes de 1498 tan sólo se habla de siete aldeas, relata José Elbaile Ollés: Alberuela, Lalueza, Capdesaso, Lastanosa, Pallaruelo, Casejón de Monegros y Valfarta. Lo que, de acuerdo a su relato, hace suponer que ya estaban despoblados: Jubierre, San Juan, Vallsanta, Moncalvo, La Sardera, Salaber, La Celadilla, Miranda, Montebh y los Castellones (Elbaile Olés, José. Lalueza en el siglo XVII, El origen de nuestras familias). 

«La Virgen Vieja de la soledad más absoluta» Belén Boloqui, presidenta de APUDEPA.

En 1620, Moncalvo no aparece en el mapa del Reino de Aragón de Juan Bautista Labaña.

En 1651 una gran epidemia de peste sacude la mayor parte de Aragón «El año 1651 en que la ciudad de Huesca, Alcubierre, y casi la mayor parte de los pueblos de Aragón padecieron una enfermedad pestilente, contagiosa y sumamente temible» (Epidemiologia española o Historia cronológica de las pestes, contagios, epidemias y epizootias que han acaecido en España : desde la venida de los cartagineses hasta el año 1801… / por Joaquín de Villalba).   

El siglo XVII hubo una profunda crisis en la comarca y en todo el Reino de Aragón. Esta comenzó con la expulsión de los moriscos en 1610, que redujo la población aragonesa entre un 15% Y 20% y destrozó la industria artesanal. Vino acompañada de unos años duros de sequia que provocaron el abandono de tierras y para colmo, la guerra en Cataluña y el continuo transito de tropas, trajo la peste en 1652.

Elbaile Olés, José.
Lalueza en el siglo XVII, El origen de nuestras familias

La Concordia de 1683, vigente en 1860, según el citado Real Decreto de 1860, hace referencia al que entonces, al lugar de Moncalvo, ya extinto:  –Asistía el derecho a sus poderantes a que sus ganados pasturen las yerbas que producen los montes comunes o diezmarios que eran de las aldeas extinguidas, resumidas en la de Moncalvo, Miranda y Lasardera-. No obstante, el pacto 13 de la concordia se encontraba extinto: «Respecto a que la Justicia y Juez ordinario de la Villa sean los competentes para los habitadores de la villa», lo que nos lleva a entender que en el momento de realizarse la concordia aún se encontraba Moncalvo poblado. El mismo Real Decreto refleja que en ese momento de 1860 ya se encontraba sin población, al igual que otras aldeas de Sariñena, «Ahora despoblados» (Real Decreto del Consejo de Estado firmado por Isabel II, publicado en la Gaceta de Madrid del 31 de enero de 1860. Boletín Oficial de Segovia Número 24 – 1860 febrero 24).

De 1701 a 1713 se lleva a cabo la guerra de Sucesión por la que, según Nicolas Malo «Fueron arruinados varios pueblos de Monegros, principalmente la villa de Lanaja, que quedó reducida a muy pocos vecinos» (Estudios sobre el proyecto europeo de la unión de los tres mares, Mediterráneo, Cantábrico y Atlántico por el Ebro y el Duero, el Canal Imperial y el de Castilla. Nicolás Malo. 1850). 

En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, aparece un expediente de la casa Ducal de Híjar-Aranda, fechado el 30 de enero de 1799, con referencia ES/AHPZ – P/1-235-82. El documento trata la posible repoblación del lugar de Moscallón con sus cinco aldeas Salaver, Miranda, La Cenadilla, La Sandena y Moncalvo, pertenecientes a la villa de Sariñena.

En la década de 1770 se aprueba el «Fuero de Población» un instrumento colonizador y de repoblación en los territorios de la antigua corona de Aragón (Fuero Alfonsino y Fuero de población de Sierra Morena en los proyectos de colonización de la Corona de Aragón en la segunda mitad del siglo XVIII, de Enrique Giménez López de la Universidad de AlicanteLos inicios de la colonización en Lo Monegros.

El 18 de noviembre de 1788, Narciso Comenge propuso repoblar el Monte de Moscallón y cinco despoblados donde en el pasado habían existido las aldeas denominadas Moncalvo, La Sardera, Salaver, Celadisa y Miranda que, en fecha indeterminada, habían sido abandonadas y de las que quedaban únicamente algunas ruinas. De los cinco despoblados, el de mayor extensión era el de Moncalvo, con una pequeña parte de sus Tierras propiedad de la Cartuja de las Fuentes, seguido por el de Miranda, La Sardera y Salavert, siendo el de Celadisa el más reducido y el único con tierras de mediana calidad, ya que gran parte de la superficie sólo era apta para pastos de ganado lanar y caprino.”

Giménez López, Enrique.

En 1792 D. Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido en el Reyno de Aragón cita Moncalvo refiriendo las guerras y pestes como causantes de su despoblación, de los núcleos de Moncalvo, Lasardea, Salabet, Miranda, La Zeradilia y la Almunia de la Regina:

El serenísimo y augusto rey Don Alonso I de este nombre, y IX de Aragón, dicho el Batallador, después de muchos días de cerco libertó esta villa del yugo africano, bajo cuya servidumbre estuvo oprimida muchos años y plantó en ella con singular celo la fe y religión en el día 7 de septiembre de la Era 1172, que corresponde al año 1134, según las noticias que han podido conservarse en sus archivos, y las que trae Blancas, con otros historiadores del reino, con privilegios muy particulares y en especial la cesión de algunos despoblados, que, con motivo de las guerras y pestes, quedaron en su territorio y se llaman Moncalvo, Lasardea, Salabet, Miranda, La Zeradilia y la Almunia de la Regina, reconociéndose todavía en ellos vestigios de poblaciones, y en algunos sus mismas iglesias y campanarios. En el día cultivan estos terrenos los mismos vecinos de villa y aldeas, a donde se cree haberse retirado los pocos que quedaron, y tienen allí sus masías y casas de campo.

Arriendo de pastos de Moncalvo, Diario de Huesca del 27 de septiembre de 1914:

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Diario de Huesca – 27 de septiembre de 1914.

Una descripción del Partido Judicial de Sariñena, en la Nueva España del 1 de septiembre de 1959 se refiere a la adversidad del clima como motivo de la despoblación y abandono de las aldeas de Sariñena: «Existiendo también los poblados, ya en franca, decadencia, de San Juan, Vallsanta, Monclavert, Moncalvó, La Sardera, Salavert, La Celadillá, y Miranda. Estos núcleos de población eran aldeas propiamente dichas, que entonces, como ahora,  la adversidad del clima obligó a sus habitantes a la emigración». (Nueva España – 1 de septiembre de 1959).

Gracias a Montse Vadillo y Pablo Ruata por descubrir algunos de estos documentos y compartirlos.

Moncalvo en el documental «Monegros»

En 1969, el director Antonio Artero rodó el documental «Monegros», con José Antonio Labordeta como protagonista. Entre las distintas escenas y localizaciones aparece Labordeta en la Virgen Vieja de Moncalvo interpretando «Montesnegros». Una peculiar escena donde se observa parte del equipo de rodaje y la curiosa pintada de  «1959» en la vieja pared. «1959» un año en el que muchos pueblos de colonización se estaban construyendo y para los cuales se utilizaron piedras de las desaparecidas casas del olvidado poblado de Moncalvo. José Francisco Pueyo, de Pallaruelo de Monegros, recuerda que hasta aquella fecha aún se distinguían partes de las antiguas casas y calles.

Moncalvo labordetaFotograma del documental «Monegros».

La Virgen Vieja de Moncalvo, toda una leyenda

Resulta inquietante que el tiempo se haya olvidado de su historia, que no exista mayor documentación o investigaciones sobre Moncalvo. Resulta incomprensible que una historia así no despierte mayor interés, especialmente en el académico y universitario.

Diversas hipótesis han atribuido su desaparición, a pesar de su leyenda por el impago de impuestos, a la dureza del territorio, a sequias y hambrunas, como . También, como ya hemos visto antes, a la peste negra que devastó Europa en el siglo XIV o en el XVII.  Igualmente a la guerra de sucesión española (1701-1713), entre borbónicos y austracistas o su no aceptación a los Decretos de Nueva Planta, lo que llevó a las tropas de Felipe V, en la década de 1710, a arrasar el viejo poblado de Moncalvo. Igualmente, volvemos a citar a Pedro Blecua y Paul quien  recoge como las guerras y pestes fueron las causantes de los poblados de Sariñena, entre ellos Moncalvo

Claramente la leyenda de la destrucción de Moncalvo por los Carlistas no fue posible, la primera guerra Carlista fue entre 1833 y 1839, muy posterior a la construcción de la nueva iglesia de Pallaruelo. La nueva iglesia de Pallaruelo de Monegros data de 1808.

Lo que si parece seguro que Moncalvo sufrió gran inestabilidad a lo largo de su existencia, incluso pudiendo quedar despoblado en determinados momentos, por lo que su momento exacto de su despoblamiento definitivo resulta difícil de concretar documentalmente. 

Lo cierto y relevante es el fogaje de 1495, cuando el poblado de Moncalvo, aparezca ya sin población, hecho, como se ha mencionado antes, coincidente con la datación de las últimas cerámicas de Moncalvo del siglo XVI, lo que nos lleva a considerar definitivo su despoblación. Apenas a los pocos años que se estableciese en 1477 una pecha ordinaria y anual de 12.000 sueldos jaqueses a Sariñena y sus aldeas y terminase con los privilegios de no pagar impuestos salvo «las decimas y primicias a la iglesia».  Estos hechos son los que más se ajustan a su leyenda.

Sariñena y sus aldeas habían gozado del privilegio real de pastar libremente sus terrenos que el Rey Alfonso II de Aragón, en 1170, había concede a Sariñena y su aldeas de acuerdo al “Privilegio de Población”. La pecha de 1477 comienza a agravar a Sariñena y sus aldeas al igual que los conflictos que se van manteniendo con la Casa de Ganaderos de Zaragoza. Según recoge José Elbaile Ollés «La Casa de Ganaderos de Zaragoza, es y era una cofradía de ganaderos de Aragón. Fue fundada por Jaime primero el 18 de mayo de 1218. Sus privilegios le permitían el pastar en los montes de todo el Reino y su Justicia tenía la jurisdicción civil y criminal sobre todos los hechos referentes a esta actividad sin poder ser recurridos a otro órgano superior. Durante los siglos XVII y XVIII tuvo muchos conflictos la villa de Sariñena y sus aldeas por la colisión de los privilegios que los reyes dieron a estos pobladores con los que luego darían a la Casa de Ganaderos.»

No obstante, hay una curiosa referencia sobre una disputa entre moradores de Moncalvo y los pastores como causa de su abandono. De acuerdo con la documentación encontrada por José Elbaile Ollés, los vecinos mantuvieron un «encuentro» con pastores al salir de la iglesia y «por lo que quedó despoblado»

«…en Moncalvo subsisten las paredes de su iglesia de San Pedro, y la de Nuestra Señora de Moncalvo y he adquirido por particulares noticias en conversaciones de que hace siglos por un encuentro que tuvieron los vecinos de Moncalvo con pastores al salir de la iglesia el día de la festividad de San Pedro que habían concurrido todos sus moradores y hasta el predicador que había ido a predicar por lo que quedó despoblado y como tal tubo el destino explicado…»

A.H.N. Consejos, Libro 1.968.

Fundación de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes

Personalmente, la fecha de finales del siglo XV, lleva a relacionar la despoblación de Moncalvo con la fundación en 1507 de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, cuya cercanía y posesión de tierras poseyó, en gran parte, tierras de Moncalvo (La cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, patrimonio olvidado y/o perdido). Incluso José Antonio Rausa, José Luis Villarroel y José Antonio Cuchí se refiere a la cartuja de Monegros como también llamada de Moncalvo «Un despoblado con restos de iglesia medieval que da nombre a la sierra local» (La fuente del Milagro, en la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes (Sariñena, Huesca)). 

En este sentido, como ejemplo, en el Archivo Histórico Nacional se encuentra el Registro de todos los documentos del archivo de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes y comprende desde los siglos XVI al XVIII. Lleva por título “Registro de todos los papeles y escrituras que se hallaron en el Archivo de la Cartuja de Ntra. Sra. De las Fuentes, en el año de 1713. Adaptado por un devoto de esta Señora”. (CODICES,L.38, de 1713, Unidad Documental Compuesta ES.28079.AHN/9//CODICES,L.38). El Título 5.º recoge las “Tierras Blancas, Campos, olivares y Monte de la Plana”. Bajo este título se hallan por ejemplo las masadas en Moncalvo, llamadas de Pedro Falcón, Francisco Terreu o Alberto Vitales o la de las casas bajas de Moncalvo de Pedro Fornies. Campos en Moncalvo que fueron de Antolín Ydiazabal y Cotella, a las Cipaldas del Pinar que fue de Alberto Lope o que se compró a Martín Jordan. Igualmente:

  • Otro campo de 2 H 4ffen Moncalvo.
  • Una Deposición de Testigos cerca de unas tierras blancas del monasterio en Moncalvo.

Definitivamente, el Fuero de Población de 1770, cita Moncalvo como despoblado. 

En 1821 tras la desamortización del monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes. sus bienes y patrimonio es subastado, entre ello: 

  • Una masada en el Mas llamado Moncalvo o Aldea alta, casa, corral, pajar y era: valor en venta 6000 rs. vn. idem en renta 160 rs.
  • Otra llamada aldea de Moncalvo bajo: en venta. 6200 rs. id. en renta 200.
  • Una porción de tierra en el monte de Moncalvo, yerma, llamada la masada baja, de 60 caizadas, en venta 9600, en renta 400.
  • Una filada de tierra en el monte de Moncalvo, sin cultivo, llamada de Gilaverte, de 12 caizadas, en venta 2000, en renta 80.
  • Un sitio llamado el Arnal en el monte de Moncalvo, de 14 caizadas , en venta 2800, en renta 160.

El legado de Moncalvo, una constante reivindicación

Al recuperar su historia, la de le la Virgen Vieja de Moncalvo, la indiferencia se transforma en un tremendo escalofrío que rinde tributo a su memoria. Aún queda mucho por descubrir e investigar y quizá de soñar con que aquella pared perdure invencible contra la desmemoria. A todos y todas los moncalvenses y moncalvensas, ¡por siempre en nuestra memoria!

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La leyenda de Moncalvo en el diario del Alto Aragón, 30 de octubre del 2016.

Por ello se lleva realizando una constante reivindicación, principalmente a través de su estudio y divulgación, sucediéndose diversos artículos en prensa, especialmente en el Diario del Altoaragón. Igualmente se han promovido distintas iniciativas que han ido dando sus frutos.

  • En el 2021 se consigue su titularidad pública por parte del ayuntamiento de Sariñena gracias al trabajo de Valeriano Tella Arroyos.

     

  • En septiembre del 2025, desde este proyecto de Os Monegros y con la colaboración de la asociación de Apudepa se solicita la inclusión de la Virgen Vieja de Moncalvo en la lista Roja de Patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra, inclusión que se hace efectiva el 11 de diciembre del 2025: «Le informamos de que, tras estudiar la ficha de la Iglesia de la Virgen Vieja, Sariñena (Huesca), el Comité Científico ha considerado oportuna su inclusión en la Lista Roja como forma de llamar la atención sobre su estado e impulsar su recuperación».

     

Iglesia Virgen Vieja. Lista Roja Hispania Nostra.

«Por su preservación ante su completa desaparición, por su singularidad unida al paisaje, por su yacimiento anexo, por su historia y también por su leyenda.»

 

Al pueblo viejo de Moncalvo

  A la piedra arranco tu historia

     Virgen Vieja

        A la tierra arranco tu recuerdo

             ¡Qué rabie tu lamento!

               ¡Qué llore tu ausencia!

                  ¡Y qué resista a la desmemoria!

                     Pues con el olvido, ¡no vencieron!.

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Diario del Alto Aragón, 21 de enero del 2021.

Con delicadísima fragilidad, los restos de la Virgen Vieja de Moncalvo desafían la gravedad y se resisten a desaparecer. Juegan a un equilibrio imposible, esquivando su fatal destino en un lugar perdido de Los Monegros.  Su única pared, de una antigua iglesia gótica de 1258, apenas se mantiene en pie. Con ella se irá el único testigo del viejo poblado de Moncalvo, un lugar olvidado cuya historia responde a viejas leyendas que hace tiempo se han dejado de sentir.

Una leyenda nunca se desmonta, una leyenda forma parte de la memoria colectiva, transmitida durante años, con esa magia, esa fantasía, esa ilusión in-arrebatarle al pueblo, porque pertenece al pueblo, a su gente, inherente al mismo, que ninguna prepotencia pueda con ella, para que la leyenda de Moncalvo sigua viva y su historia reconstruida  

Virgen Vieja de Moncalvo

Es como un grito, esas heridas. Un grito, un grito antes del colapso, antes del derrumbe. Llevas siglos, siglos aguantando para contar tu historia, la de un poblado que desapareció sin dejar rastro, la de tu gente. No cedas!.

Resiste, Virgen Vieja de Moncalvo, vieja pared de una antigua iglesia gótica de mediados del siglo XIII. Iglesia de una aldea, de un pueblo que rebosó vida.

Mantente en pie, para que sigamos contando tu leyenda, sigamos fascinados por tus secretos, por tu historia y magia. Para que no caiga en el olvido y se derrumbe con tu caída.

Resiste Virgen Vieja de Moncalvo!!!

Diario del Alto Aragón, 21 de septiembre del 2025.

Relato de raíz

El repique de campanas, intenso y enérgico, anunciaba fiesta. Su sonido repetido y continuado se extendía a lo largo y ancho del pueblo y la gente corría apresurada. Se sentía hasta en los campos más cercanos desde donde venían los campesinos. Los caminos y calles eran un ir y venir de gente, con sus gritos y alborotos, tal y como un día de fiesta.

Como un día de fiesta, de celebración, las campanas de la majestuosa iglesia gótica no cesaban de sonar una y otra vez, repicando sus campanas con su toque característico de fiesta. Todos corrían a la iglesia, familias enteras con sus hijos y mayores, todo el pueblo acudía presuroso al sagrado templo.

No podía ser otra cosa, el toque a fiesta no podía fallar, pero nunca antes había sido tan intenso y enérgico. Tenía que ser fiesta, no podía ser otra cosa, mientras algunos rezaban bajo el incesante repique de campanas o se agolpaban en los muros, abrazados y tranquilizando a los más pequeños. No, no podía ser otra cosa.

Ya nunca más volvieron a sonar las campanas en aquel lugar olvidado de Los Monegros. Nunca más sus casas volvieron a echar más humo que el que acabó consumiendo su historia, nadie volvió a pasear por sus calles, ya nunca más volvieron los días de fiesta.

Nadie os llorará y aquella consumida historia dará paso a leyendas del viejo y olvidado poblado de Moncalvo. Y nunca más nadie os recordará, Virgen Vieja de Moncalvo, ni de vuestras vidas ni de vuestras piedras, nunca más volverán a sonar las campanas, ni volverán los días de fiesta. Ya nunca más…

El viejo poblado de Moncalvo fue una población de Los Monegros, a escasos kilómetros de Pallaruelo de Monegros, cuya historia el tiempo borró. El pueblo quedó arrasado y sus gentes perecieron. Hoy en día solamente una pared de la vieja iglesia gótica de Moncalvo atestigua su pasado. Moncalvo, lugar de leyendas.

A la memoria de los habitantes del desaparecido poblado de Moncalvo.

Ya no cantan los gallos a cada amanecer, ni se tañen las campanas, ni las chimeneas humean vida. Solamente hay vértigo.

Ya no se oyen gritos y el alboroto de zagales y zagalas correteando por tus calles. Los lloriqueos y risas no resuenan por el viejo poblado olvidado.

Ya no se habla, ni se cuentan historias, ni hay saludos ni despedidas. Ya hace años y años, incluso siglos. Ya nadie te recuerda, ni te nombran.

Ni se oyen carros ni caballerías recorriendo sus sitios y rincones, ni se siente el ir y venir. Ni las sombras se dejan entrever en un vacío de rastros borrados.

¿Dónde se perdió tu historia? ¿Dónde se ausentó? Viejo pueblo olvidado, de memoria arrebatada y pasado callado. ¿Dónde fueron a parar tus misterios?.

Casi desaparecido, ni la huella de las casas y calles perdura. Solamente hay vértigo, solamente una pared de una remota iglesia que apenas resiste, viendo como somos cómplices del cruel silencio e injusto olvido.

Pervive como si nunca hubieses existido, viejo poblado de Moncalvo, donde solamente hay vértigo y miedo a dejar de caer.

Diario distópico de Los Monegros

Día 38 de aislamiento, 21 de abril del 2020.

Federico, el pastor, pasó pronto por la mañana, habían dado aguas y aprovechó la mañana para apacentar el rebaño. La cosa parecía que iba a mejor pero continuaba muriendo gente, todo va para largo y por ahora alargan el confinamiento hasta el once de mayo. –Lo peor- decía Federico –la que nos viene encima con la economía, va a ser la ruina-.

Por la tarde se quedaron al cobijo de la caseta mientras una fina y constante lluvia fue cayendo. La sierra fue recogiendo el agua, esta es buena, la va absorbiendo la tierra y el monte y los cultivos la agradece. La sierra se extiende desde Tardienta hasta La Almolda sin dejar de tener continuidad con la sierra de Sijena a través del monte de Pallaruelo. Una zona preciosa el monte de Pallaruelo, con su barranco de la Peña y el estupendo sabinar. Desde el alto de la Portellada se contempla en su esplendor el sabinar de Pallaruelo y la vista se puede extender a través de Los Monegros norte y la sierra de Guara hasta los altos Pirineos.

Por el monte de Pallaruelo, a mitad camino al monasterio de la Cartuja de las Fuentes permanecen los restos de una antigua iglesia gótica. -¿En mitad del monte?- preguntó Josete. –Sí- respondió yaya María – Resiste en pie una sola pared de la una antigua iglesia y ya nada más queda-. Los restos responden a un antiguo poblado que existió hace siglos y que desapareció sin que su historia llegue a nuestros días. -¿Nada?- se mostró extrañada Clara –Solamente la solitaria pared- respondió yaya María –resiste a la desmemoria-.

-Hay leyendas que cuentan que fueron asesinados por no pagar impuestos, quemados vivos dentro de la iglesia y su historia la borró el tiempo-. -¡Qué horror!- concluyeron todos a la misma vez. Del viejo y desaparecido poblado de Moncalvo ya no queda nada de su memoria, de sus calles, de sus gentes, resulta misterioso e incomprensible- ¿Cómo se ha olvidado la gente de todo un pueblo?- preguntó extrañada Elisa. -El tiempo borra muchas cosas-, explicó yaya María.

Elisa empezó a dudar si ya estuvieron antes los marcianitos y fueron los verdaderos culpables de la desaparición del viejo poblado de Moncalvo -¡Malditos marcianos!. A partir de ahora la memoria de Moncalvo permanecerá viva, Elisa la mantendrá viva con su recuerdo y no dudará en transmitir su historia. Será como una Labordeta, que entre sus ruinas hizo sonar su guitarra y voz.

Diario distópico.

Un lugar con misterio

Víctor es de Pallaruelo de Monegros. Tiene una perra muy movida, la saca por el monte y corre y corre sin parar, de un lado a otro sin cansarse, brincando por todas las partes, descubriendo cada detalle. Es una perra con nervio, fuerte, ágil y alegre que no se sabe estarse quieta. En una de sus salidas, Víctor, junto a un amigo, fueron a Moncalvo, abrieron la puerta para que saliera la perra corriendo pero esta, al salir, se quedó quieta al lado del coche y se sentó. Había algo extraño, algo notaba la perra, algo especial que enseguida inquieto a Víctor y su amigo. Decidieron marcharse.