Natural de Alcubierre, Gonzalo nació el 22 de noviembre de 1948. Apicultor y pastor, su trabajo lo ha desarrollado significativamente en la Sierra de Alcubierre, recorriendo sus caminos, campos y aldeas que rebosaban de vida: -En cada cerro había un pequeño rebaño de cabras, ahora apenas se ve un rebaño de ovejas pastar por sus montes-. Efectivamente, ahora las casetas, parideras y corrales se escachan, las balsas y balsetes quedan abandonados. La sierra ha cambiado, también la vida, pero su memoria aún está viva.
De casa «Calavera», por parte de paterna, su padre trabajó en varias empresas, principalmente en los riegos, haciendo canaletas, azarbes, sifones… lo hacían a mano e iba a trabajar en bicicleta; fue después de hacer el canal. En torno a 1947-1948, cuando nació Gonzalo, su padre se encontraba trabajando en el túnel de Escarra en Sallent. Eran tres hermanos y su madre trabajó en casa. Prácticamente tenían muy poca tierra.
Gonzalo guarda entrañables recuerdos de su niñez, de cuando jugaban a los pitos, a las canicas, y a las carpetas, con las cartas de la baraja; ellos mismos se hacían sus propios juguetes. Fue a la escuela en clases separadas y la escuela estaba en el edificio del ayuntamiento, por donde está la farmacia.
También se acuerda de cuando llevaron el agua corriente a Alcubierre: -Hicieron cuatro fuentes. Una en las cuatro esquinas, en el cruce entre la carretera Sariñena Zaragoza, con el camino de san Caprasio y la carretera a Robres. Una segunda debajo de la virgen del Remedio, conocida como plazeta de las cabras. La tercera en la plaza del lavadero, donde aún recuerda el antiguo lavadero donde de críos iban a jugar. Era un porche abierto, como el de Villamayor, tejado de tijeras de madera. Aún está la solera de cemento. La cuarta fuente es la de la plaza del ayuntamiento, aún existe, aunque no es la original-.
A los 12años ya iba por la sierra con cabras, iba por un cerro y las cabras por otro y se veían: -Ahora hay tantos pinos que resulta imposible-. El llevaba “un ciento de cabras” y en Alcubierre igual había entre 10.000 a 12.000 ovejas y cabras.
Las cabras han sido muy importantes, por la leche, en cada casa tenían un, dos o tres cabras por lo menos, entre todas hacían un ciento que llevaban con la vicera. Con las cabras ganaba unas 2.500 pesetas al mes, iba desde el pueblo a la sierra y cuando parían se quedaba en el monte: -Una mujer soltera tenía una cabra muy buena que parió tres cabritos, sería por 1964. Le llevé los tres cabritos y se puso tan contenta que me dio dos cincuenta de pesetas, que casi era el sueldo de un día-.
Con 15 años estuvo de pastor de cabras y hacía la vicera de las ovejas y las cabras, juntando unos pocos animales de muchas casas. En algunas casetas se marcaba con carbón o con la navaja –Fulano de tal, vicero de pelo-; de pelo son consideradas las cabras mientras las ovejas de lana.
Con las ovejas ganaba 2.800 pesetas. Las ovejas de la vicera tenían un polígono, desde el pueblo hasta el Pantanico. Lo hicieron en el 64: – Haciendo el pantanico salió un manantial y las lomas estaban completamente empapadas-.
Sobre la trashumancia, Gonzalo comenta que en tiempos sí que subieron algunas casas a la montaña.
Hacían leña en la sierra, pero había un guardia que vigilaba hasta los sisallos. De hecho, apunta Gonzalo -Estaba de guardia para eso, para la gente no hiciera sisallos como leña. Había guardas para todo, para las viñas y eran los que más uva se llevaban. –
Gonzalo recuerda ir a buscara agua a las balsas –Con un mulo y un cubo de cinc de 200 litros iba el aguacero y decían: “Ahora viene el aguacero con el cubo”-. Por las piscinas estaba la balsa grande, apunta Gonzalo, donde iban las mulas a abrevar. Encima estaba la balsa pequeña, donde se quedaba la arguila, arcilla, donde aún existe la tajadera, justo al otro lado de la carretera a Robres.
Antes, desde la balsa de Valmediana, por el camino a san Caprasio, bajaban el agua al pueblo a través de una tubería hasta la fuente de la placeta de las cabras, esquina con el super. La quitaron antes de traer el agua y con el tiempo, al labrar los campos, por donde pasaba la tubería, salían restos. Al lado del silo estaba el Balsón, vallado de piedra, y abastecía de agua al pueblo.
-Un año que no llovió nada, el único sitio donde había agua era en la balsa Nueva-, recuerda Gonzalo, la balsa, que tiene un madero en medio, se encuentra camino a Loma Gorda, conocido como camino balsa Nueva. Aquel año tenían que ir a buscar agua a balsa Nueva con carros en pleno febrero.
La agricultura y ganadería han sido la actividad principal en Alcubierre, –Todo secano, con la llegada del canal ha habido algo de huerta, de regadío, pero muy poco-, apunta Gonzalo. Había huertos en el manantial de la balsa Pina y bajaba el agua hasta el camino de la balsa Nueva. El manantial ha desaparecido. Antes casi todos los años nevaba y había muchos manantiales: – La Fontaneta, camino pozo Pablico, nunca se había secado hasta el año pasado. Un poco más arriba, del pozo Pablico sacaban agua para las mulas-. El monte aún está lleno de balsetas y balsetes donde a las mulas les daban con el pozal.
Gonzalo cuenta sobre las repoblaciones que hubo por la sierra, por las zonas del barranco nuevo y barranco del hambre y doña Pascuala. El vivero estaba situado en el barranco nuevo y hubo mucho trabajo para plantar pinos, pues la sierra estaba muy pelada. Pero también se aprovechaba y se sacaba lo que marcaban, poco, 2 o 3 pinos y no muy gordos.
Carrasca: Carrasquizo cuando es más arbusto. Coscoja: Coscojo.
Al final, Gonzalo estuvo dos años con cabras y un año y poco con la vicera de ovejas. A los 17 años marchó a trabajar a Navarra y Victoria haciendo azarbes, también estuvo por Cantalobos y Orillena. Luego realizó el servicio militar en 1970, durante 15 meses en Zaragoza. Tras la mili, volvió a la empresa anterior, a Uriarte, trabajó 3 meses en San Sebastián y luego en el tercer tramo del canal de Monegros.
Sobre 1970, ya en Alcubierre, Gonzalo puso colmenas y se hizo apicultor y más tarde, para complementar, se puso ganado; pues con solo las colmenas no podía vivir. Y eso que antes no había tantas enfermedades y había mayor producción de miel, La vendía a mayoristas que venían a Alcubierre a recogerla. Así, hasta su jubilación se dedicó a las colmenas y al ovino.
Se puso de pastor con 26 años, sería por 1974. Ha llevado ganado de rasa aragonesa y unas pocas cabras, recorriendo la sierra de Alcubierre, donde ya resulta casi imposible encontrarse con algún ganado. Un oficio que ha amado en un entorno que ha cambiado, que ya no es el mismo de una forma de vida que ya hace tiempo dejamos atrás.
Pastores de Los Monegros:








