La Estación Tormillo-Lastanosa, situada en el municipio de El Tormillo, a unos 3 kilómetros del núcleo urbano, forma parte de la antigua línea ferroviaria Barcelona-Zaragoza-Madrid. La estación ha formado y dado vida a la localidad históricamente monegrina, actualmente administrativamente de la comarca del Somontano. Pero aquellos tiempos ya quedan atrás y la vieja vía ya solamente ve los trenes pasar.
La línea Barcelona Zaragoza es propuesta al gobierno el 8 de mayo de 1852, a través de la Diputación de Barcelona gracias al diputado catalán José María Planas i Compte. La línea Barcelona Zaragoza supone avanzar en la conexión ferroviaria entre Madrid y Barcelona, permitiendo el transporte de mercancías entre el centro peninsular y el puerto de Barcelona, además del tráfico de pasajeros.
Tras diversos periplos, mediante el Real Decreto de 30 de noviembre de 1852, recibe una primera concesión. Para ello cuenta con un capital estimado de 250 millones de reales y la línea, de ancho ibérico, se presenta en cuatro secciones: una primera, de Barcelona a Manresa, una segunda de Manresa a Lérida; una tercera de Lérida a Monzón y una cuarta de Monzón a Zaragoza.
La concesión definitiva es otorgada por real cédula el 30 de noviembre de 1855, a la Sociedad del Ferrocarril de Zaragoza a Barcelona, entidad que acaba fusionándose en 1878 con la compañía Caminos de Hierro del Norte de España.
Definitivamente, en 1860 el tren llega a Lérida desde la Estación de Francia, Barcelona, con sus 173,1 km y el 16 de septiembre de 1861 a Zaragoza a la estación del Arrabal, quedando concluido el tramo Lérida a Zaragoza de 183,674 Km. En 1862, en Barcelona se inaugura la Estación del Norte o de Vilanova.
Con sus 356´774 Km totales, la línea Barcelona Zaragoza es inaugurada por el rey Alfonso XIII el 16 de septiembre de 1861, pasando por todas las estaciones del trayecto, tal y como queda recogido en la crónica de La España (Madrid. 1848), del 25 de septiembre de 1861:
«Todas las noticias están contestes en que en medio del grande entusiasmo qui ha producido la presencia de S. M. el Rey en lodos los pueblos por donde pasa la línea férrea de Cataluña a Aragón, que acaba de inaugurar, los de la provincia de Huesca se han distinguido una manera especial. En las estaciones de Binefar, Monzón, Selgua, Sariñena, Granen, Tardienla y Almudevar, que son las situadas en la provincia, se apiñaban las poblaciones de hasta 8 y 10 leguas de distancia, victoreando incesantemente a S. M., y ofreciéndole sencillos pero muy sinceros obsequias y testimonios de su lealtad y adhesión. S. M. está vivamente impresionado con el espíritu que ha demostrado la provincia de Huesca: así lo ha manifestado a las autoridades y corporaciones de la misma, colmándolas por esa causa de bondadosas distinciones; y así lo hace conocer a cuantos le hablan de su satisfactorio viaje.»
El ferrocarril llega a Los Monegros, con sus estaciones en Terreu, Tormillo-Lastanosa, Sariñena, Poleñino (Poliñino), Grañén y Tardienta. A una comarca tradicionalmente agrícola y muy empobrecida. Para hacernos una idea Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar entre 1845 y 1850, describe El Tormillo de la siguiente manera:
Lugar con ayuntamiento á que se halla agregado Lamasadera en la provincia de Huesca (7 leg.), partido judicial de Sariñena (2), audiencia terr., ciudad g de Zaragoza, diócesis de Lérida (1 2).
SIT. en terreno quebrado, con buena ventilación y CLIMA templado y sano. Tiene 16 CASAS; una escuela de instrucción primaria, cárcel, una ¡el. parr. Ntra. Sra. de los Ángeles) servida por un cura de ingreso de provisión real y ordinaria.
El término confina con los de Lagunarota, Lastanosa, Castellflorite y monte de Odina; en el se hallan 2 ermitas dedicadas a San Jorge y á San Antonio. El TERRENO es de mediana calidad; carece de bosques y de aguas de regadío; le cruzan varios CAMINOS locales de herradura, IUIOD. trigo, cebada, avena y legumbres; cría poco ganado lanar y alguna caza, POBL. 35 v e c, 192 almas RIQUEZA I M P. 40,003 reales. CONTR. 6,237.
Sello de El Tormillo, 1876.
Estación Tormillo-Lastanosa
La Estación Tormillo-Lastanosa queda incluida en el tramo Monzón Zaragoza, en el punto kilómetro 104 y formada por un edificio de apeadero para pasajeros que se conserva en relativo buen estado, la vivienda del guardián de la estación (hoy derruida) y un pequeño pozo.
Pk. 103,866 de la línea de FC de Zaragoza a Tardienta, Lérida, Manresa y Barcelona.
Situación GPS: 41º 50′ 55.71″ N, 0° 02′ 15.34″ O –
Altitud: 355 metros.
Código Estación: 78204 – Denominación Actual: Tormillo-Lastanosa.
Entre sus instalaciones, además de las vías y apeaderos, se construye un edificio principal, de acogida de pasajeros, que destaca sobre el resto, Dicho edificio el SIPCA (Sistema de Información del Patrimonio Cultural de Aragón) lo describe “De planta más o menos rectangular de un solo piso, con una cubierta a dos aguas con teja, con predominio del muro sobre el vano, se abren escasos vanos adintelados y sobre el vano central en la parte superior, un pequeño frontón triangular en saliente. Como suele ser habitual en estos edificios, es de líneas muy austeras y tan sólo los vanos cuentan con un ligero resaltado en torno a las jambas y los dinteles, con bicromía (suponemos que siempre fue así por similitud con otros ejemplos).
Sobre el lado corto derecho del edificio del apeadero todavía se conservan las baldosas (azules y blancas, típicas de la estaciones y apeaderos de la provincia) el rótulo: Tormillo-Lastanosa.
Un pequeño pozo cilíndrico con techumbre cónica, de abastecimiento para la estación. Se encuentra casi frente al apeadero, realizado en ladrillo y con un vano de madera (hoy desaparecido), del que se conservan solamente los marcos.
Posteriormente se produjo la construcción de una Central Eléctrica prácticamente frente al edificio del apeadero (SIPCA).
La estación aportó mucha vida y prosperidad a la población. aunque dista unos tres kilómetros del pueblo; muchos la hacían andando o los iban a buscar, apunta José Trallero Buil que trabajó en la estación de Tormillo-Lastanosa.
José y su mujer Aurora recuerdan que había viviendas donde se alojaban el jefe de la estación, el factor y el guarda agujas. Había un muelle para carga y descarga de mercancías, se cargaba mucha paja para Cataluña, grano y harina de la harinera de Berbegal, sacos de 100 kilos cada uno. Se descargaba abono.
Estaban las brigadas de mantenimiento, apuntan José y Aurora, la brigada 15 de El Tormillo, la 14 de Lastanosa y la 16 de Terreu. Cada brigada estaba compuesta por 6 obreros, un 1er obrero y un capataz. Cada brigada era responsable de un tramo de vía, arreglaban los baches, cambiaban traviesas, algunas, de madera de haya, que quemaban con la carbonilla que tiraban las máquinas. Pasaban mucho calor y había mucho trabajo ya que pasaban muchos trenes. Muchos obreros vivían en El Tormillo ya que les alquilaban casas.
A su vez había unas tres o cuatro casas en la estación Tormillo-Lastanosa, dos de guardas agujas, la de los Basoles, la de Jaime, Tricas y la de Acacio, el jefe. Además, en el pueblo estaba la Posada en casa de Mariano Pérez, donde se alojaban varios ferroviarios y viajeros.
Pasaban los trenes del correo y el rapidillo. A las diez de la mañana pasaba el tren que iba de Zaragoza a Barcelona, era el tren correo en el que iba mucha gente. El rapidillo pasaba a las 9 de la mañana, de Lérida a Zaragoza y salía de nuevo por la tarde de Zaragoza a las 17:30 horas y pasaba a las 19:30 por El Tormillo continuando hasta Lérida.
La Voz de Aragón 16 de julio de 1926.
Muchos tenían un pase gratis para viajar, José tenía el “carnet ferroviario” y fueran a donde fueran lo tenían gratis. Aurora tenía “El carnet kilométrico”, con el que podía hacer hasta 300 km gratis. Cogían el tren correo a Monzón para comprar y a Selgua para hacer transbordo a Barbastro, donde cogían la Burreta. También contaban con un auto línea Villanueva de Sigena a Barbastro, que paraba en Sena, Castelflorite, Lamasadera, estación Tormillo-Lastanosa, El Tormillo, Peralta Fornillos, Berbegal y Barbastro. Algunos cogían el tren en la estación para irse de viaje de novios a Barcelona.
A la estación acudía el correo de Castelflorite, Lamasadera, Peralta, Berbegal y el mismo Tormillo. -Venían en una burra- El de El Tormillo era el jefe, cogía la saca y en un cuarto de la estación lo repartían.


Sellos con el matasellos de El Tormillo.
Había un despacho de telégrafos, y telegrafiaban en la estación, era una habitación y la llevaba militares que estaban realizando el servicio militar obligatorio.
Había estraperlo, se llevaban sacos de trigo y los mozos de tren lo cargaban – si iba a 3 pesetas el saco allí lo vendían por 6 pesetas- En Terreu había más estraperlo -En la casilla de Terreu llevaban incluso un vagón vacío que llenaban con el estraperlo- . La Guardia Civil estaba en Peralta, pero todos los días se acercaban por la estación. Igualmente, se recogía algo de carbonilla, carbón a medio quemar para aprovecharlo en las casas, actividad similar a las Carboneras de Sariñena.
La estación aún conserva el pozo de agua. De Sariñena acudía un tren con un vagón cisterna que llenaba el pozo de la estación, el depósito. Con una carrucha y un pozal sacaban el agua y llenaban el botijo. También abastecían a las casas de la estación. En Sariñena era donde los trenes repostaban agua y carbón (La Estación de ferrocarril de Sariñena).
Lamentablemente quedan las ruinas de casa Lacoma, quien vivió allí durante muchos años . También queda un almacén, lo hizo uno de Sena en torno a 1965, un particular, y no tiene nada que ver con la estación.
Alfonso Marco, investigador del ferrocarril en Aragón, apunta como en 1971 desaparece la tracción vapor en la línea en trenes de viajeros y 1972 en mercancías. Al poco, sobre en 1980 la electrificación llega al total de la línea. La estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa dejó de funcionar, pero quedan los recuerdos, las historias vividas entorno a la pequeña estación que dio años de esplendor a la localidad de El Tormillo.
Aquí van algunos retazos de aquella historia, con varios “recortes” de periódicos de la pequeña pero gran estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa.
Hemeroteca
Según despacho telegráfico de Lérida, hoy se ha recibido por el ingeniero del gobierno, el camino de hierro de Barcelona a Zaragoza, hasta el punto de Sariñena, con los puentes de El Tormillo y Alcanadre. El ingeniero seguía recibiendo el camino hasta Zaragoza.
La Correspondencia de España, 20 de julio de 1861.
Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza -1.ª Sub Dirección-Movimiento
Se acaba de recibir el siguiente telegrama que me apresuro a comunicar a V. S. «Al señor presidente. Recibido el camino hasta Sariñena. Las pruebas de los puentes» Tormillo y Alcanadre satisfactorias. -Arimon.» Dios guarde á V. S. muchos años. Barcelona 19 de julio de 1861.-EI J. del movimiento, Juan Pura. –Sr. presidente de la Sociedad.
Por todo lo que antecede, el secretario de la Redacción, Melchor Alió.
Diario de Avisos de Barcelona, 20 de julio de 1861.
En la estación de Tardienta había mucho movimiento; estaban hábiles artífices adornándola, y la sala había sido cubierta de percalina encarnada y amarilla, y allí se veía un trono imponente, y sin duda por falta de local, en la misma sala del trono y sobre la mesa que había de servir para el festín, un cocinero hacía picadillo para albondiguillas o para relleno de un pavo, o no sé para qué, y por el suelo se veían pirámides de platos y buen número de botellas; señales mortales todas de que los progresistas estarían poco después á las puertas de Roma, quiero decir, de Tardienta. En la estación de Poliñino nos llamaron la atención dos ciudadanos que tenían una guitarra el uno y otro un violín, adornados estos dos instrumentos con cintas, ramos, flores y unos como plumeros de la milicia nacional, y ya no vimos cosa notable hasta llegar a la estación de El Tormillo y Lastanosa, donde se iba a verificar el cruce con el tren de la corte. Allí había ‘una sección de infantería y cuatro o seis guardias civiles en correcta formación, y no poca gente del pueblo.
Más de media hora estuvimos allí esperando el tren de la corte, que al fin vimos venir pausado y majestuoso con la locomotora adornada del escudo de Saboya, unas guirnaldas de papel y unas banderas de percalina. Paró el tren, y mientras el alcalde o no sé quién decía no sé qué, el acompañamiento se asomaba á las ventanillas para ver el tren donde iba el vulgo de los viajeros, con objeto sin duda de examinar las caras que poníamos al vernos honrados en medio de un camino con el espectáculo de la grandeza progresista ambulante. Allí vi algunos a quienes ya conocía por haberlos visto en los salones de Palacio en tiempos de la reina irresponsable, expulsada por los progresistas; allí vi a Llano y Pérsi, aquel que hacía con Rosa González aquellos dramones tan malos in illo tempore; enseñarme también al escribano de Calatayud, Mochales, hoy una de las más firmes columnas de la situación, y al general Córdova hecho un demócrata de primera categoría, á Beranger, el silencioso ministro de Marina, y hubiera visto á otras eminencias si no me hubiesen obligado á separarme de la ventanilla los requiebros de gachona, prenda, resalá y otros de gusto progresista que me dirigían algunos de los señores, mientras que al otro lado, en el andén, se efectuaba la recepción de alcaldes aragoneses.
Al fin, batió marcha el tambor, y el tren progresista radical se puso pausadamente en movimiento.
El Cascabel: periódico para reír, 5 de octubre de 1871.
El tren de mercancías que salió el viernes de Zaragoza para Barcelona, sufrió un contratiempo que, afortunadamente, no produjo desgracia alguna personal. Al llegar al puente construido sobre el barranco llamado del Tormillo, entre Sariñena y Selgua, rompiose el eje de uno de los carruajes, cayendo los pedazos al fondo del barranco y destrozándose más o menos considerablemente cuatro vagones. A consecuencia de esto, quedó interrumpida la vía y los pasajeros que habían salido de Zaragoza, como después los que a esta ciudad venían desde Barcelona, tuvieron que trasbordar y los trenes llegaron a una y otra capital con retraso considerable.
La Correspondencia de España, 13 de noviembre de 1871.
En el Diario de Avisos de Zaragoza del 15 de noviembre de 1871 se da cuenta de diversos percances ocurridos por la compañía del ferrocarril de Zaragoza a Barcelona. “En otro se destrozó el puente del Tormillo, siendo preciso hacer trasbordo con la molestia consiguiente en estos glaciales días produciéndose considerables retrasos.
Diario de Avisos de Zaragoza del 15 de noviembre de 1871.
Diario de Barcelona, 5 de octubre de 1872.
El 5 de julio facciones carlistas realizaron sabotajes a la línea ferroviaria, de Sariñena a El Tormillo:
El 8 de Julio de 1875, una partida del ejercito carlista, dirigida por Dorregaray, destruyó el puente de hierro sobre el río Alcanadre. Al parecer, el ejercito levantó la vía en el último tramo del viaducto y desde Sariñena lanzó un convoy con 25 unidades, entre coches y vagones, y con tres locomotoras por cabeza y una por cola. «Una vez los reguladores de las tres máquinas estuvieron abiertos a todo vapor, los maquinistas y fogoneros abandonaron el tren, dejando inutilizado el viaducto y la línea férrea» (Antoni Nebot).
De la crónica de Catalunya del 9 “Aún cuando tienen noticia nuestros lectores de los grandes destrozos causados por los carlistas en la línea férrea de Zaragoza, vamos a condensar a continuación los datos recogidos sobre la catástrofe.
El día 5, a las primeras horas de la madrugada, presentáronse en la estación de Sariñena algunas fuerzas facciosas, empezando por cortar la comunicación telegráfica y amenazando al personal de la línea si se impedía que llegasen los trenes.
Así fue que a las horas de itinerario llegaron los trenes de mercancías números 53 y 57, presentándose simultáneamente en la citada estación numerosas facciones y pasando a romper la vía férrea en un trecho de unos doscientos metros en dirección a Palencia.
En seguida soltaron a todo vapor las máquinas número 93 que quedó descarliñino.
Cortaron después la vía sobre el puente de río Alcanadre y despidieron entonces las máquinas números 29, 56 y 58 con unos veinte vagones cargados de mercancías y al final la máquina 88, formando todo junto un tren, el cual, marchando a todo vapor, llegó al indicado puente, del que, faltando los rails y preparado al efecto el descarrilamiento, derrumbase al río todo el expresado material, a excepción de algunos vagones de la cola y la máquina trasera, la que quedó sobre el puente, pero en muy mal estado.
Luego, llevado a cabo este acto de salvajismo, la emprendieron con la estación destrozando cuanto en ella había y pegando fuego al edificio, muebles y material. Solamente se salvó de tan gran devastación la casa del empleado del distrito y el depósito de carruajes.
No satisfechos los carlistas con todo esto, se llevaron presos doce empleados de la estación, del depósito y de los trenes, a quienes más tarde dejaron en libertad en el Berbegal, pero no sin despojarlos antes de cuanto llevaban.
Las estaciones de Lastanosa y de Tormillo, fueron también objeto de parecidos desastres, aun cuando no pueden precisarse, como acabamos de hacer respecto de los de Sariñena, por falta de detalles precisos.
La Paz: periódico de noticias, avisos y fomento de la provincia de Murcia:
Año XVIII Número 5402 – 1875 Julio 14
La vía de aquí a Zaragoza libre de facciones. Los trabajos de reparación de la férrea y telegráfica han comenzado con gran actividad. El tren salió ayer llegando sin novedad ni obstáculo alguno hasta El Tormillo.
Diario de Barcelona, 10 de julio de 1875.
En carta de Lérida fecha de ayer que ha recibido “La Crónica” se dice que las facciones de Doregaray y Gamundi destruyeron los puentes de Alcanadre, Sariñena y Tormillo y quemaron dos trenes de mercancías, además de haber hecho los destrozos de que hablamos en la edición de esta mañana. Levantaron también los rails en distintos puntos de la línea férrea y destruyeron la telegráfica
El bien público, 15 de julio de 1875.
Sin embargo, Poleñino, Lalueza, Capdesaso, Sariñena, Lastanosa, El Tormillo-, Selgua, etc. se empeñan en conservar su antigua costumbre y se empobrecen; gastan mucho en el cultivo de cereales y no obtienen los rendimientos que deben esperar de sus tierras dedicándolas al a clase de cultivo que las es propio.
Diario de Huesca, 25 de diciembre de 1875.
Tres sueltos de La Patria: «Han llegado á nuestro poder exposiciones dirigidas á las Cortes por los pueblos de Peralta de Alcofea, El Tormillo, Lastanosa, Lagunarrota, Pertusa, Bespen, Alvernela de ‘tubo, Capdesaso, Sallinas y Torres de Montes, de la provincia de Huesca, protestando conta el anunciado aumento de los impuestos.
Diario de Huesca, 17 de junio de 1876.
Dígnese el celoso Sr. Administrador de correos dé la principal de esta provincia, como se lo rogamos, hacer entender al cartero de El Tormillo, el respeto que se merecen las publicaciones periódicas, nada bien consideradas por los peatones y empleados del ramo de aquella demarcación.
Diario de Huesca – 17 de junio de 1876.
Una de las tronadas que en los días pasados tuvieron lugar, mató (te una exhalación al peatón de la correspondencia que corre el trayecto entre El Tormillo y Castelflorite (Huesca).
Diario de Avisos de Zaragoza, 11 de septiembre de 1879.
Entre diez y once descargó anoche una fuerte tormenta en esta Ciudad que no dejó de alarmar a sus habitantes, pero que por fortuna cesó sin consecuencias fatales
A esta tormenta es debido el desperfecto ocurrido en la vía férrea de Barcelona, estación de Tormillo, causa por lo cual no ha llegado el tren mixto de dicha ciudad, a la hora en que escribimos estas líneas.
Diario de Avisos de Zaragoza, 29 de octubre de 1879.
Aunque la empresa de ferrocarriles del Norte ha remitido gran número de trabajadores para restaurar los trozos de vía deshechos sobre Sariñena y Lastanosa, no había podido esta mañana verificarse el trasbordo, viéndose, por consecuencia, algunos viajeros precisados a permanecer largo tiempo en el solitario apeadero de Terreu, casi a la intemperie y sin alimento. La vía ha sufrido deterioros en una extensión de 13 kilómetros y los trenes procedentes de esta capital paren en Sariñena.
Diario de Avisos de Zaragoza, 30 de octubre de 1879.
En una caria fechada en Terreu, sedan interesantes pormenores acerca de los apuros que pasaron los viajeros que. Conducía el tren-correo de Barcelona día 28, al verse sorprendidos por el temporal y la inundación en las inmediaciones del apeadero de aquel punto
Reproducirnos a continuación algunos párrafos de dicha carta: «La relación de los testigos que sufrieron el deshecho témpora! Espanta. Los pobres empleados de esta estación telegráfica, a la que acabo de llegar, han mentado la horrorosa noche que tuvieron que sufrir, casi toda ella aguantando copísima lluvia en lo más alto de un monte hacia el que huyeron horrorizados al ver que el agua penetraba en el gabinete telegráfico hasta una altura de cerca de ¿? Metros.
Todavía continúan los pobres lastimados y ateridos. He tenido ocasión de hablar con uno de los pocos viajeros que venían en el tren detenido, el cual me ha contado sus atropellos y angustias. Tan pronto como el tren partió de Selgua a las cinco y media de la tarde, decíame, empezó a diluviar a tal fuerza, que el maquinista Sr. Rey, aunque atrevido, hubo de moderar la marcha del tren, especialmente desde que el agua comenzó a cubrir la vía, y la corriente arrastraba ya, por encima da aquella, algunas traviesas que la máquina deshacía con sus ruedas. El diluvio seguía y llego un momento, al penetrar en el seno de un desmonte, que el camino parecía convertido en un canal y el tren en un navío de vapor. Esta situación no podía continuar. Un guarda vía, agua a la cinca, venía a darnos la señal de alto, pero ya no era necesario. El agua que rebasaba la caldera apagó la máquina, cuando faltaban solo veinte pasos para llegar a la estación o apeadero de Terreu, y allí—me decía el viajero—allí nos quedamos toda la noche, algunos momentos, dispuestos ya a montarnos sobre la cubierta del coche, al ver que las tempestades se sucedían, cada vez más furiosas, y que el «penetraba en el coche-furgón de cabeza.
Hasta el siguiente día a las ocho no apareció para estos viajeros el ramo de olivo, pues, aunque la fuerza de las tormentas cesó a eso de la media noche, la verdad es que estas aguas hasta aquella hora no descendieron lo bastante que permitiese abandonar el tren.
Algunos viajeros huyeron tan pronto como les fue posible echar pie a tierra a una masía cercana; otros, y entre ellos el ayudante de correos, señor Almerje, partieron hacia El Tormillo en busca de alimento y de siete bagajes para conducir la correspondencia por Lastanosa hasta Sariñena, a cuya estación llegó custodiándola, á las diez y media de la noche, el administrador del ambulante señor Almansa y el oficial referido.
En Terreu la avalancha de aguas destrozó el aparato telegráfico, arrastró algunas ropas de los empleados y las gallinas y conejos de un cercado contiguo. Esto ha sido, amigo mío, verdaderamente aterrador. Ni se comprende ni explica el golpe de aguas que debió inundar esta comarca, conociendo el terreno, todo él con fácil pendiente para el desagüe, y salpicado de barrancos y de montecillos.
Diario de Huesca, 4 de noviembre de 1879.
Xilografía tren detenido entre Selgua y Tormillo inundación del Cinca.
Los viajeros procedentes de Lérida, Raymat, Almacellas, Binefar, Monzón, Selgua, Tormillo, Latanosa, Sariñena, Poleñino, Grañén y Barbastro, dispondrán para la venida y el retorno del 8 al 12 inclusive de los trenes correos de Cataluña.
Diario de Huesca, 2 de agosto de1884.
De Sariñena nos escriben con fecha 10:
«Como a las once y media de la mañana de ayer, el tren correo descendente de Zaragoza a Barcelona fue apedreado en el kilómetro 101, inmediato a la estación de El Tormillo. Parece que el autor de tan salvaje atentado fue Antonio Faro que, con otro sujeto, su compañero Saturnino Baquero, ambos desertores, según parece, del regimiento de Castillejos, cayeron en poder de la guardia civil, que inmediatamente los puso a disposición de este juzgado.
Bueno seria que nuestros legisladores dictaran una disposición clara y terminante en cuya virtud el mero hecho de apedrear un tren en marcha fuera constitutivo de delito.»
Diario de Barcelona 13 de octubre de 1888.
Un lamentable incidente acurrió anteayer en el camino de hierro de Selgua á Barbastro. Del tren destinado a reparaciones de la línea cayó, cerca de la estación de Castejón del Puente, uno de los obreros de la brigada que conducía, falleciendo en el acto. Era un hombre casado y con familia, y natural de El Tormillo.
Diario de Huesca, 30 de abril de 1893.
Proyectos de carreteras
Otra de la estación del Tormillo a enlazar en Pertusa con la de la estación de Selgua a Anges.
Diario de Huesca, 8 de agosto de 1896.
Los del proyecto desde la estación de El Tormillo á Bujaraloz para pasar el Alcanadre en el término de Sena.
Diario de Huesca, 17 de agosto de 1896.
partiendo de la estación de Ei Tormillo, y pasando por los pueblos de El Tormillo, Peralta de Alcofea y Torres de Alcanadre enlace en Pertusa con la de la estación de Selgua á Angüés.
Diario de Huesca, 25 de septiembre de 1896.
Un vecino de Lamasadera, aldea de Peralta de Alcofea, que arrancaba esparto en las inmediaciones de la vía férrea que cruza El Tormillo (línea general del Norte), se entretuvo en apedrear el disco y casilla del kilómetro 153 de la citada vía.
La Voz de la provincia: diario conservador, 26 de abril de 1897.
Ha autorizado la dirección general de Obras públicas el presupuesto de los gastos necesarios para estudiar y redactar el proyecto de carretera de tercer orden desde la estación férrea de El Tormillo á Bujaraloz, pasando el río Alcanadre entre Sena y Villanueva de Sigena.
Diario de Huesca, 26 de enero de 1898.
Partida de bandoleros- Un tren detenido
En el pueblo de El Tormillo (provincia de Huesca) apareció una partida de doce bandoleros.
Anteayer sorprendieron a un traginante a quien dieron muerte.
Hoy habían pensado asaltar el tren correo de Barcelona, que iba custodiado por la guardia civil.
Al llegar a la estación de Tormillo Lastanosa, que está entre la de Selgua y Sariñena, el maquinista del correo avisó un grupo de gente sospechosa y paro a fin de que bajara la guardia civil que emprendió al instante la persecución de la partida.
Diario de Tortosa, órgano del partido liberal-dinástico, 8 de mayo de 1899.
Obras públicas. —Pro videncia declarando la necesidad de la ocupación de terrenos en el término municipal de El Tormillo para ampliar los edificios del «Apeadero de Terreu» en la línea férrea de Zaragoza a Barcelona, a cuyos interesados se señala el plazo de ocho días para la designación de perito por su parte que haya de practicar el oportuno justiprecio.
Diario de Huesca, 14 de marzo de 1899.
La partida de Tormillo
Partida armada, que en principio se creyó de una partida carlista. Escuadrilla de Ladrones. Cuadrilla compuesta por seis hombres, que, entre otras fechorías, desarmaron a un guarda a que dejaron luego abandonado en la vía férrea.
Heraldo de Aragón 9 de mayo de 1899.
Alarma infundada
Ni bandidos ni carlistas La prensa ha hecho circular la noticia de haberse presentado una partida con armas en el pueblo de Tormillo, perteneciente á la provincia de Huesca.
En vista de los alarmantes detalles publicados en los periódicos atribuyendo unos á la partida el carácter de carlista y asegurando otros que eran bandoleros refugiados en la sierra de Alcubierre, tristemente famosa por haber albergado en tiempos á bandidos populares, ha despertado curiosidad general.
Al salir de Palacio esta mañana el jefe del gobierno, ha sido interrogado por los periodistas sobre este asunto.
El Sr. Silvela ha declarado que lo sucedido no tiene la importancia que le ha dado la prensa, pues se reduce á que seis desertores que intentaban ganar la frontera se encontraron con un guarda, al que atacaron y robaron, viéndose obligados después de hecho esto á retroceder al interior de las sierras del Alto Aragón para ocultarse en el monte, huyendo de la guardia civil que les persigue.
Añadió el Sr. Silvela que seguramente los seis desertores caerán pronto en manos de las fuerzas de la benemérita, que los acosa en diferentes direcciones.
Nuevo Diario de Zaragoza, 8 de mayo de 1899.
Nuevo diario de Zaragoza 111 de octubre de 1899.
Accidente ferroviario
De Huesca telegrafían que cerca de Tormillo ha ocurrido un choque entre dos trenes de mercancías, resultando dos vagones destrozados.
Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.
El Cantábrico, 13 de marzo de 1900.
Línea de Barcelona
Les viajeros procedentes de Binéfar, Monzón, Selgua, Tormillo-Lastanosa, Sariñena, Poliñino y Grañén podrán efectuar el viaje de ida los días 10 al 22 inclusive, por el tren mixto que sale de Barcelona á las 17’30 para llegar á Zaragoza (Arrabal) á las 7’4 y el de vuelta los días 11 al 24, ambos inclusive, por el tren mixto que sale de Zaragoza (Arrabal) á las 22’55.
Diario de Huesca, 8 de octubre de 1901.
Asuntos provinciales
El viaje del Sr. Villanueva Ha cumplido el dignísimo ministro de Agricultura y Obras públicas su noble y generoso propósito de inspeccionar personalmente las obras del Canal de Aragón y Cataluña.
En las estacionas de Granen, Poleñino, Sariñena, El Tormillo y Selgua, saludaron al Sr. Vilianueva las Autoridades locales, Párrocos y numerosas representaciones de los respectivos vecindarios
Diario de Huesca, 10 de febrero de 1902.
Viaje económico a Zaragoza
La Compañía de los ferrocarriles del Norte, con motivo de las próximas fiestas del Pilar, ha establecido billetes de ida y vuelta a Zaragoza, de segunda y tercera clase a precios reducidos. Los que interesan a localidades de esta provincia incluidas en la referida línea son los siguientes y los precios son los que a continuación se expresan:
Línea de Alsasua a Barcelona
De Binefar, en segunda clase, 11’40 pesetas; en tercera, 8’35.
De Monzón, en segunda, 10’50; en tercera, 7´70; de Selgua, en segunda, 1010; en tercera, 7’40; de Barbastro, en segunda, 11’80; en tercera, 8’40; de Tormillo-Lastanosa, en segunda, 8’60; en tercera, 6 30; de Sariñena, en segunda, 7’45, en tercera, 5’45; de Poliñino, en segunda, 6’45; en tercera, 4’75; de Grañén, en segunda, 5’65; en tercera, 4’15; de Tardienta, en segunda, 4’30; en tercera, 3’80; …
Diario de Huesca, 6 de octubre de 1902.
Se ha publicado en la Gaceta de Madrid, por la Dirección general de Obras públicas, el Plan de obras nuevas de carreteras.
El primero, el de obras nuevas de carreteras, autoriza los siguientes proyectos aprobados de esta provincia:
El del trozo primero de la estación de El Tormillo a Pertusa.
Diario de Huesca – 24 de febrero de 1908.
Los robos en los trenes
Recordarán nuestros lectores que hace algún tiempo dimos Cuenta de que una señora, que viajaba en un departamento de primera clase del tren correo de Barcelona Zaragoza, y que se dirigía a Valladolid, fue robada en las inmediaciones de la estación de el Tormillo (Sariñena), llevándose los ladrones un maletín con joyas y dinero.
Practicadas las primeras diligencias, de las que se encargó el juez de Sariñena, don Francisco de Carbia, detuvo se a dos individuos como sospechosos autores del robo.
De las acertadas disposiciones y laborioso desarrollo de la causa la citada autoridad judicial ha llegado al descubrimiento de que son dos pájaros de cuenta, sobre los que pesa la justicia con todo su rigor por las causas que se les atribuyen.
Uno de los, detenido como autor del robo en una caseta del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, decía llamarse Ángel Cruz Expósito, natural de Jerez, siendo su verdadero nombre Francisco Fernández Gil (a) Melchor, natural de Málaga y condenado por la Audiencia de Bilbao.
Sus antecedentes, según el resultado de las gestiones del señor Carbia, no pueden ser más favorables para el detenido.
Ha estado treinta y dos veces en la cárcel de Málaga y otras varias en las de Córdoba y Cádiz por delitos contra la propiedad y ha usado los nombres supuestos De Antonio Fernández Díaz y Antonio de la Cruz Expósito.
Hallase hoy condenado por robo, uso de nombres supuestos y tentativa de evasión.
Su compañero de prisión en Sariñena, es un ladrón también, dedicado al robo de maletines en el ferrocarril.
Fue como decimos, detenido en las inmediaciones de la estación de El Tormillo, después de cometer el robo de la maleta con valores de diez mil pesetas, maletín que ha sido más tarde recuperado.
Dice el preso, llamarse Manuel Sánchez Arana, natural de Río de la Plata, Resultando de las gestiones realizadas por el juez señor Carbia, que su nombre verdadero es Víctor de la Fuente Zamora, natural de Bilbao, y actualmente procesado por el juzgado del Centro de aquella ciudad por robo, como autor inductor del robo de una joyería, de donde se llevaron los ladrones alhajas por valor de 200.000 pesetas, huyendo a América donde regresó el año pasado.
El noticiero universal, 4 de octubre de 1909.
El puente emplazado en las cercanías de esta estación, línea férrea del Norte, Zaragoza a Barcelona. sobre el barranco denominado «La Clamor» va á ser reemplazado por otro de mayor potencia, construido por la importante sociedad La Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. Los trabajos darán principio. probablemente timos días del mes corriente. -—Los trabajos de la carretera en construcción desde esta Peralta de Alcolea, adelantan rápidamente; pues las obras de fábrica están casi terminadas en este término municipal y el machaqueo de la piedra también está muy adelantado.
La Correspondencia de Aragón, 21 de abril de 1910.
Anoche a las 21:30 chocaron en la estación Tormillo-Lastanosa e la línea de Barcelona a Zaragoza por Lérida dos trenes de mercancías no ocurriendo, por fortuna, desgracia persona alguna.
El Noticiero universal, el 19 de enero de 1915.
Los heridos.
Las víctimas del descarrilamiento son cinco como hemos indicado todos ellos empleados ferroviarios y con domicilio en Lérida. Se llaman los heridos Martin Pujol y Luis Lasheras que son maquinistas, Estanislao Borrás y Mariano Rodríguez fogoneros, y Luis Baila, mozo de tren. Solo el estado del fogonero Mariano Rodríguez inspira algún cuidado Las heridas de todos los demás son de carácter leve Los heridos fueron debidamente asistidos y afortunadamente es de esperar su pronta curación.
Diario de avisos de Zaragoza, 20 de enero de 1915.
Huesca Estación de Tormillo a Bujaraloz, trozo primero, presupuesto pesetas 221,553´47 adjudicada a Don Roberto Ruiz de la Torre en 198.000 pesetas.
El Noticiero universal, el 9 de julio de 1916.
Reunión del Comité de transportes, Construcción de apeaderos
Presidiendo el director general de Obras Públicas, Sr. Zorita, reunióse esta mañana el «Comité de transportes terrestres, deliberando muy ampliamente. ‘ –Acordó el Comité declarar que es indispensable construir apartaderos entre las estaciones de El Tormillo y Raimat y El Tormillo y Sariñena, siendo preciso obligar a la Compañía del Norte a que los construya inmediatamente, por ser indispensables.
La Crónica de Aragón, 6 de diciembre de 1916.
En el Tormillo Dos hombres muertos por un tren
En el kilómetro 109 de la línea de Zaragoza a Barcelona, el tren número 1.274, que tiene su llegada a este pueblo a las cuatro de la tarde, arrolló a dos obreros empleados de la Compañía del Norte que trabajaban en la reparación de la vía, causándoles tan graves lesiones que fallecieron antes de que se les pudiera prestar ningún auxilio.
El Juzgado de instrucción, llegado al lugar del suceso, ordenó el levantamiento de los cadáveres. Identificados, resultaron ser Ramón Costa, de 40 años, vecino de este pueblo, y Pedro Zueras, de 31, vecino de Pomar de Cinca. El primero presentaba las piernas separadas del tronco, y una ancha herida en la cabeza. Su compañero de infortunio había sufrido terrible magullamiento.
El suceso ha producido entre este vecindario penosísima impresión pues eran los muertos obreros laboriosos, muy estimados. Costa deja viuda y seis hijos de corta edad, y Zueras a su anciana madre en la mayor miseria. – Miguel Hernández.
Heraldo de Aragón 14 de enero de 1924.
Choque de trenes, maquinistas, fogoneros y mozo de tren heridos.
En la línea de Barcelona cerca de la estación de El Tormillo ha habido un choque de trenes del que resultaron cuatro heridos leves y uno grave Por la mañana empezaron a correr hoy rumores de un descarrilamiento con muertos y heridos que daban al accidente ferroviario las proporciones de una inmensa desgracia.
El tren efectivamente llego hoy con retraso y el retraso obedecía al descarrilamiento ocurrido en el kilómetro 105 de la vía cerca de la estación de Poliñino pero de los datos oficiales e informes recogidos se desprende que el accidente aunque muy sensible por las víctimas y daños materiales no re viste las proporciones que en un principio se le atribuían.
He aquí lo ocurrido La noche ultima y a las once y media próximamente en el kilómetro 105, entre las estaciones de El Tormillo y apeadero de Terreu chocaron el tren de mercancías núm. 1280 y el especial J. B. 2 que marchaban en dirección opuesta Al encontrarse volcaron algunos vagones y quedo interceptada la Vía.
En el primero de los partes recibí dos no se dan más detalles ni se explican las causas del accidente.
Unas pesetas que des aparecen y el ladrón es detenido
El Tormillo. — El pasado día 18 del actual, y al filo de las diez de la noche, fue asaltada por los cacos la casa-habitación que posee el factor don Ángel Pérez en la estación de El Tormillo. Desaparecieron 137 pesetas y varios efectos, amén del gran desorden ocasionado por los ladrones en la vivienda. Gracias a las activas pesquisas de la Guardia civil pudo recuperarse poco después la referida cantidad, pasando el autor de la sustracción a la cárcel para que el Juzgado haga con él lo que proceda. — Lafarga.
La Voz de Aragón 21 de julio de 1931.
En El Tormillo
Pajar totalmente destruido por el fuego De El Tormillo comunican que anteayer se declaró un incendio en el pajar perteneciente a don. Antonio Campo Arasanz.
Comenzó el incendio a las tres y media de la tarde, y a las cuatro el edificio y cuanto habla en él estaba totalmente destruido
Fue inútil que el vecindario intentase poner término al incendio Este fue realmente devastador. Las pérdidas se calculan en siete mil pesetas.
La Voz de Aragón, 30 de abril de 1933.
En Tormillo Lastanosa
Chocan dos trenes de mercancías y resultan heridos un maquinista y un mozo de tren.
Huesca. Anoche se tuvieron noticias de haberse registrado un choque de trenes en la estación de Tormillo Lastanosa.
A consecuencia del choque resultaron con leves contusiones el mozo de tren José Miret y el maquinista Andrés Rivelles.
Heraldo de Aragón del 9 de noviembre de 1933.
La voz de Aragón 12 de febrero de 1935.
La voz de Aragón 21 de julio de 1935.
Se desprende un cable de alta tensión y perecen carbonizados un hombre y dos caballerías de nuestro corresponsal.
Comunican del vecino pueblo de Lagunarrota que el martes último y sobre las tres de la tarde, a una distancia del pueblo de medio kilómetro, fue encontrado el cadáver de un hombre completamente carbonizado, tendido en el camino que cruza la línea de energía eléctrica que abastece a El Tormillo. El cadáver no ha podido ser identificado por no encontrársele documentación alguna. Representaba unos cincuenta años y por sus ropas y aspecto debía ser un mendigo. Fue encontrado el cadáver por el vecino de aquella localidad Tomás Inglán, que se dirigía con su yunta a una finca de su propiedad. Por cierto, que los animales se espantaron al ver el cadáver y llegaron hasta el lugar donde estaba tirado el cable con tan mala fortuna que también quedaron completamente carbonizados. El labrador se arrojó a tiempo a tierra, librándose así de una muerte segura.
Heraldo de Aragón 12 de septiembre de 1935.
El nuevo obispo de la diocesis de Lérida Aurelio del Pino y Gómez el día 20: “En El Tormillo, primer pueblo de la diocesis de Lérida, enclavado en la provincia de Huesca, fue recibido el prelado por una comisión del cabildo. En la estación se hallaban también los párrocos de El Tormillo y otras localidades, con los alcaldes respectivos.
Diario de Barcelona, 21 octubre de 1947.
A la memoria de José Trallero Buil.
































































































Circular del Consejo Obrero de Sariñena del Sindicato Nacional Ferroviario. Pieza séptima de Huesca. Actuación de las autoridades gubernativas locales FC-CAUSA_GENERAL,1414,Exp.6. PARES. 







