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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena XIII


Pa San Miguel acontecía la “Miguelada”, fecha en que los jornaleros y criadas podían cambiarse libremente de casa para la que trabajaban. Pa Todos los Santos se llevaban lamparillas y flores al cementerio. La noche de las “animas”, la noche anterior a todos los Santos, se colocaban en las casas unas lamparillas o candelarias y esa noche se tocaban las campanas y contaban que salían las almas, “dichoso mes de noviembre que empieza con Todos los Santos y acaba con San Andrés”.  Las candelas también se encendían cuando había tormentas, para Santa Bárbara la patrona de las tormentas.

El día de Santiago se refrescaban con la gaseosa de papel de la samaritana y la armisen (la llamada gaseosa de pito). Se iban a las fuentes al lau del puente actual, al puente viejo más abajo del instituto y del Gallipuente, ande aún quedan las pilonas, y a la fontaneta del juez. Muchos pozos de casas son de agua blanda, no apta para personas. Pa hacer el hielo emburaban una zona cóncava en una era, ande luego vertían agua pa que s´helase por la noche. A la una de la noche iban a coger el hielo y lo guardaban en neveros, en algunas casas tenían uno pequeñer, “antes helaba mucho más”. No se abrían los neveros hasta hacer horchata o la limonada en verano. Llega a la memoria que s´hacia ponhe: azúcar, canela, naranja y vino rancio, hoy en día no falta en el belén viviente.

El vinagre se empleaba como desinfectante. Recuerdan como iban mujeres a recoger el carbón quemado a las vías del tren. Al carbón quemado y muy seco se le decía cagacierros. Las mujeres pobres lo cogían para venderlo. A muchos maquinistas les daban pena aquellas mujeres y les tiraban alguna vigueta de carbón, se lo disputaban entre ellas.

            Los lunes a lavar la ropa, los martes a aclarar. De Castejón de Monegros y Pallaruelo de Monegros traían leña con las caballerías. Los romeros eran muy apreciados, especialmente para los hornos de pan, junto a la poda de los olivos. De Lanaja traían leña de carrasca pero los pobres se tenían que conformar con la cañufla, las barrillas, las aliagas, el fiemo… De la Almolda traían el yeso, también desde Valfarta. Llegaban a la plaza de Villanueva ande más que un mercado era un trueque, las naranjas las cambiaban por alpargatas de esparto.

            Unos de Sariñena fueron a vender judías y otras legumbres de estraperlo a Alcubierre, con el miedo de ser detenidos por la guardia Civil. Una vez en Alcubierre a una mujer le dieron prisa para que comprara -¡qué nos va a pillar la guardia civil!- a lo que ella respondió: “Este-sen ustedes muy tranquilos que soy mujer de guardia civil y sepan que nosotros también pasamos mucha hambre.”  Da una idea del hambre que se pasó.

Con este último artículo se pone fin a los apuntes etnográficos de la villa de Sariñena. Cumpliendo el objetivo de la transmisión, queda recogido y contado al pueblo.  Gracias a todas las personas que han participado.

«Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.»

                            José saramago, Cuadernos de Lanzarote.

Publicau en Os Monegros el 17 de febrero del 2014.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena XI


Los sariñenenses y sariñenensas acudimos en romería cada 15 de mayo en honor a San Isidro a la ermita de Santiago, portando la imagen de la Virgen de Las Fuentes. Antes se iba de romería al monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes. Marchaban en carros, se cantaban jotas y otras músicas y se hacían sartenadas.  En “Sariñena y el Diario de Huesca”, de Salvador Trallero, aparece una crónica de la romería al monasterio en 1884, que narra la procesión de más de 200 carruajes, realizando la romería desde Sariñena, tardando unas tres horas en ir y otras tres en volver y congregando en el monasterio cerca de unas 4000 personas. Pero cuentan que un año una gran tormenta sorprendió la romería, provocando una catastrófica vuelta y a partir de ello, la romería fue perdiendo fuerza. Después de la guerra se dejó de ir al cartujo y desde entonces se acude a la ermita de Santiago.

En la ermita de Santiago vivía Carmen la “Marrita”, conocida como “la ermitaña”, vivía por ande ahora s´encuentra el escenario y “había casa y corral”. Cuidaba la ermita y pedía limosna por el pueblo pa vivir. Cuando los zagales y zagalas subían a la ermita, ella siempre les daba agua.

En la guerra civil se quemaron los retablos de la iglesia y los archivos. Entre lo que se quemo en la plaza de la iglesia, s´alcontraba la imagen de la virgen de las fuentes, cuando to ardía la cabeza rodó escapando de la hoguera y sin que naide se percatase la “Cibora” (Nogues), la cogió y pudo llevársela a esconder en casa de Isabel la “Panara”. La escondieron entre la paja y mientras fueron los bombardeos a Sariñena, fue escondida en el monte, “¡En el cado de los conejos!”.  El manto de la virgen tamién se salvo y pasada la guerra se le hizo el cuerpo con un tronco.

Se celebraba la patrona de Loreto, se comían judías blancas, con laurel y ajo, y carne asada. Se cenaba en casa Julia y Juan José Bornau, los zapateros, que vivían en la calle del medio y la comida se realizaba cada año en casa de un cofrade.

En las fiestas de San Antolín se daba torta de llama. Pa San Sebastian s´hacían hogueras y los roscaderos viejos se llevaban a la plaza de la iglesia pa quemar. Tamién pa San Antón se realizaban hogueras y la cencerrada, la tradición s´ha recuperau este año y varios vecinos volvieron a hacer sonar los cencerros por las calles de la villa. Las cencerradas tamién s´hacían cuando algún viudo se volvía a casar.  Pa San Juan y San Pedro s´hacían verbenas en el casino.

Pa la noche de todos los Santos se tocaban las campanas y salían las almas. Las anemias, la miseria hacia ver cosas: “¡Los zagales iban a pedir un poco de pan a los hornos!”. Cuando moría un niño se tocaba la campaneta, la campana pequeña del campanario de la iglesia. Había un hombre ciego que se ganaba el dinero buscando caracoles. Soplaba al caracol y sabía si estaba lleno u bofo. Mucha gente se ganaba el dinero con los caracoles. La gitana, “la siña Maria”, a quien recuerdan con mucho cariño, compraba pieles de conejo a cambio de hilos, dedales y trenzaderos. Tamién la Federica compraba pieles. Un señor, José el trapero, cambiaba trapos y ferralla por naranjas y mandarinas, siempre venía con una burreta.

Publicau en Os Monegros el 4 de noviembre del 2013.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena X


Refranero popular de la Villa de Sariñena y redolada 2ª Parte

– Refranes populares

“De Sariñena y lloras, ya no comerás más moras”

“En Albalatillo en cada casa un pillo, en casa del alcalde dos y en casa del aguacil, hasta el candil”

“En Lanaja comen paja, en Alcubierre salvau, en Sariñena buena carne y buen pescau”

“En Lanaja comen paja, en Sariñena salvao, en Lalueza farinetas y en Alcubierre pescao”

“En Sariñenas nos dicen carmones, porque comemos mucha carne”

“Montesusin montes de frula, montes sin ventura, corderos balan, güellas ninguna”

“Si pasas por el enado y pasas sin murmurarte hace cuenta que has pasau por el infierno sin enterarte”

– Refranes del tiempo

“Agua en marzo: yerbazo”

“Aguarte, aguarte que aún nos queda febrero y marzo, no te han de quedar ni codizo ni codazo”

“Aire de Pina, llena la badina”

“Al mal tiempo, buena cara”

“En llegar a san Blas, alarga el día una hora más”

“Llegau el 21 de enero, se alarga una hora el trachinero”

“Marzo: marcea, en abril acantalea; la vieja que supo vivir, guardo pan para mayo y leña para abril”

“Marzo para alargar, septiembre para alcorzar”

“Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso”

“P´abril, aguas mil”

“P´a San Antón de chinero, alarga una hora el trachinero”

“P´a San Antón, la boira en un rincón”

“Pa san Antón, la boira en un rincón y pa San Valero la boira en un puchero.”

“Si marzo no marcea, abril acantalea”

“Ya viene mayo con la jarra en la mano y junio con la hoz en el puño”

– Refranes  del trabajo

“El que paga descansa y cobra más”

“El tiempo es oro y el trabajo un tesoro”

“Por la mañana: galbana/ al mediodía: calor/ por la tarde: mosquitos/ ¡No quiero ser labrador!”

“Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”

“Yo soy el amo en la burra, en la burra mando yo, cuando quiero digo arre, cuando quiero digo sooo”

– Refranes sobre la alimentación

“Bicho que corre o que vuela, a la cazuela”

“Cuando la aliaga nace, el hambre crece”

“El aragonés fino después de comer siente frío, y si es muy fino, antes y después”

“El que tiene vergüenza, ni come, ni almuerza”

“En abril, cucos en el pernil”

“La carne le dijo al vino: ven aquí amigo”

“La caza: hambre a traza; y si es de río: hambre y frío”

“Las gallinas viejas hacen mejor caldo”

“Mesa sin vino, olla sin tocino”

“Pa san Antón quien no mate tocino, no comerá morcillón”

“Pan para hoy y hambre para mañana”

“San Antón compró un lechón y lo compró sin orejas

-¡San Antón de que te quejas!-

-Pues que he comprau en lechón sin orejas-”

Publicau en “ Os Monegros el 18 de agosto del 2013.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena IX


Los apuntes  han sido posibles especialmente gracias al encomiable trabajo realizado por Ana Otal, quien impulsó en nuestra villa la realización de un exhaustivo cuestionario etnográfico. Un impecable trabajo que fue posible gracias a la colaboración de Pilarin Latre, Victoria Ballarín, Simoné Andreu y Manuel Queralto.

Entre los apuntes etnográficos se encuentran muchos de los refranes que aparecen recogidos en este refranero de Sariñena y redolada. Además, para la realización de este refranero, han participado la Asociación de Mayores “San Antolín”, la residencia de la tercera edad y la biblioteca de Sariñena. Se ha contado con la colaboración de Manuel Antonio Corvinos, Olga Carilla, Juan José Carilla Tricas y Aurora Peralta Peralta. Gracias a las trabajadoras de la residencia de la tercera edad de Sariñena, especialmente a la directora Pilar Guerrero y a  la trabajadora Marta Ramos y a los residentes Carmen Novellón, Visi Mir, Francisco Mora, Teresa Latorre, Josefina Casaña, Paco Arroyo, Felisa Mir, Pilar Aragón, Carmen Sampedro, María Calvete, Carmeta Royo, María Alegre y Nieves Cucalón.

Muchas gracias a todos/as, para un servidor todo un placer: “un trabajo del pueblo de Sariñena pa la villa de Sariñena”. Seguimos continando…

Refranero popular de la Villa de Sariñena y redolada

“A caballo regalau, no le mires el diente”

“A caballo regalau, no le mires el pelo”

“A los años mil, vuelve la liebre a su cubil”

“A puerta cerrada, el diablo se torna”

“A quien no le sobre pan, no críe can”

“Al burro viejo, ramal colorau”

“Cada maestrillo tiene su librillo”

“Cada puchero tiene su cobertera y se casa con su tapadera”

“Cagallón de mora, que tanto ríes como lloras”

“Con la ayuda de un vecino, mato mi padre un tocino”

“Cuando dicen “lobo”, “lobo”: rabosa segura”

“De fuera vendrán, que de casa nos sacarán”

“De padres gatos: hijos michinos”

“Del que comen, alguno escapa”

“Dime con quien andas y te diré quien eres”

“Dios aprieta, pero no ahoga”

“El casado, casa quiere”

“El comer y el rascar, todo es empezar”

“El conejo por el cado se hace viejo”

“El pan tierno y la leña verde, la casa pierde”

“El pez grande se come al pequeño”

“El que algo quiere, algo le cuesta”

“El que come y bebe, de alguna se escapa”

“El que con críos se hecha, meau se levanta”

“El que mucho abarca, poco aprieta”

“El que no llora, no mama”

“El que pega primero, pega dos veces”

“El que quiera peces, que se moje el culo”

“El que venga detrás que arree”

“En casa del herrero, sartén de palo”

“En la puerta el rezador, no pongas el trigo al sol, que rezando, se lo va entrando”

“En martes ni te cases ni te embarques, ni lueca eches, ni hija cases”

“En tratándose de caballos, no hay caballeros, sino gitanos”

“Eres más tonto que el Blas, que amaso las migas p´almorzar”

“Favor olvidau, ni agradecido, ni pagau”

“Hablando se entiende la gente”

“Haz el bien sin mirar a quien”

“Genio y figura hasta la sepultura”

“Las penas con pan, son buenas”

“Le dijo el muerto al degollau, que jodido estas hermoso”

“Le dijo la graja al cuervo: hazte p´allá, que eres muy negro”

“Lo olvidau, ni agradecido, ni pagau”

“Los amores de los gatos: empiezan riñendo y acaban bufando”

“María patata frita, culo caliente mata a la gente”

“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”

“Más vale caer en gracia, que ser gracioso”

“Más vale pájaro en mano, que ciento volando”

“Más vale prevenir que curar”

“No hay mal que por cien años dure, ni bien que no se acabe”

“No hay mejor sordo que el que no quiere oír”

“P´a las cuestas arriba te quiero burro, que las cuestas abajo, yo me las subo”

“Pá lo que es el burro, le sobra albarda”

“Por el mismo precio, alpargatas de hombre”

“Por el mismo precio, alpargatas grandes”

“Por el mismo precio, siéntate”

“Quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”

“Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón”

“Si en mi casa cuecen habas, en las tuyas calderadas”

“Si te fiza l´arraclán, ya no mincharás más pan”

“Si te pica el arraclán, coge la manta y vete a acostar”

Continará…

Publicau en “ Os Monegros el 14 de julio del 2013.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena VIII


Antes se cazaban murciélagos con boinas y los reyes magos llegaban por el pesquero. En las ventanas se dejaban tenazas abiertas contra las supersticiones y cuando había tormentas s´encendían las velas que aún se guardaban de semana Santa, tamién s´encendían las velas cuando existía miedo a las brujas. Antes la gente iba a apacentar el ganau por la laguna, con la dula (tos los animales domésticos del pueblo). Por la redolada de la laguna s´alcontraba el muladar y en la realización de estos apuntes etnográficos remeramos que el tan característico avetoro hace años que está presente.

Se cuenta la historia, sentida por tos los lugares de Los Monegros, de un zagal que iba por el camino de los olivares hacía el molino con un saco de trigo. Su padre li había avisau que podía alcontrarse con el temible bandido Cucaracha y qu´este le podía robar to lo que tenía. Al alcontrarse con unos hombres, el zagal contó las palabras que su padre le´n dijo ante quien resulto ser el bandido cucaracha. En estás, el Cucaracha explicó que robaba a los ricos pa dar a los pobres y le dio una moneda como muestra de su solidaridad. Por Sariñena, la banda del Cucaracha pasó por un pajar y se llevó a Bornau, pa después liberarlo exigiendo dineros. Uno del pueblo se unió a la banda del Cucaracha, fue el Petiforrol.

A la ermita de Santiago se acude en romería cada 15 de mayo, en honor a San Isidro y portando la imagen de la Virgen de Las Fuentes. Antes se marchaba de romería al monasterio de la Cartuja de nuestra Señora de Las Fuentes. Se iba en carros, se cantaban jotas y otras músicas y s´hacían güenas lifaras y sartenadas. Después de la guerra se dejo de ir al cartujo y desde entonces se acude a la ermita de Santiago. Carmen la “Marrita” era la ermitaña, vivía en la ermita, por ande aura s´encuentra el escenario y “había casa y corral”. Cuidaba la ermita y pedía limosna por el pueblo pa vivir. Cuando los zagales subían a la ermita, ella siempre les daba agua.

En la guerra civil se quemaron los retablos de la iglesia y los archivos. Entre to lo que se quemó en la plaza de la iglesia, s´encontraba la imagen de la virgen de las fuentes. Cuando to ardía, la cabeza rodó escapando de la hoguera y, sin que naide se percatase, la cogió la “Cibora”, quién pudo llevársela pa esconderla en casa de Isabel la “Panara”. La escondieron entre la paja y mientras bombardearon los fascistas Sariñena, fue escondida en el monte “¡en el cado de los conejos!”. Pasau la guerra, a la imagen se le hizo el cuerpo con un tronco y por suerte el manto tamién se salvo.

Se celebraba la patrona de Loreto, se comían judías blancas, con laurel y ajo, y carne asada. Se cenaba en casa Julia y Juan José Bornau, los zapateros, que vivían en la calle del medio, ande está la peluquería de chamorro. La comida de los cofrades era cada añada en casa de un cofrade. Pa las fiestas de San Antolín se daba torta de llama.

Pa la noche de tos los Santos se tocaban las campanas y salían las almas. Las anemias, el hambre, la miseria hacia ver cosas: “¡Los zagales iban a pedir un poco de pan a los hornos!”. Cuando moría un niño se tocaba la campaneta, la campana pequeña del campanario de la iglesia. Había un hombre ciego que se ganaba el dinero buscando caracoles, soplaba al caracol y sabía si estaba lleno u bofo. Mucha gente se ganaba la vida con los caracoles. La gitana, “la siña María”, a quien recuerdan con mucho cariño, mercaba pieles de conejo a cambio de hilos, dedales y trenzaderos. Tamién la Federica compraba pieles. Un señor, José el trapero, cambiaba trapos y ferralla por naranjas y mandarinas, y siempre venía con una burreta.

Publicau en “ Os Monegros el 6 de mayo del 2013.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena VI


Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena VI

Antiguamente los remedios naturales, la folk-medicina, se utilizaban de forma habitual, siendo parte de la sabiduría tradicional, de nuestra tradición oral, cultural y, en muchas ocasiones, la solución a nuestros males y enfermedades. La medicina popular ha sido objeto de diversos trabajos de recopilación que incorporamos a los remedios recogidos en la realización de los “Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena” Los trabajos son del libro “Pilmadores y curanderos del Altoaragón” de Rafael Andolz, el maravilloso escrito-poema de Simoné Andreu y Pilar Villa de Sariñena “Remedios caseros”, publicau en la revista “Quio” y el gran artículo “Medicina popular en Sariñena y Los Monegros” de M. Cruz Ullod.

Cuando sufrías los azuelos s´había de pasar una llave por los ojos u se decía “Siñora mía, ¡Aquí te dejo esto!” y se tiraban tres piedras. Los azuelos o anzuelos son unos granos en los ojos.  Si te picaba u fizaba  una “abejeta” te ponían “buro”, que tamién lo recoge Rafael Andolz, quien añadía: y si te pica una pulga lo que no hay que hacer es maldecirla porque si no, te sale un “mal” en donde te ha picado. Si un zagal tenia celos d´otro, de su hermano por ejemplo, se tiraban tres piedras p´al río, p´ol puente pa bajo. P´al dolor de cabeza se colocaba el culo d´un pepino o calabaza en las sienes. Pa las verrugas n´hay que coger tres caracoles en la noche de San Juan y frotarlas con la baba, después n´hay qu´enterrar los caracoles. Y p´al sarampión n´había que poner un trapo royo en la bombilla y abrigar bien al niño pa que no s´enfriara y le saliera antes el “sarrampión”, quizá se creía que el color rojo atraería a esta enfermedad y así se curaría antes.  Pa las quemaduras, pa que no quede ninguna marca, n´hay que machacar un cristal blanco (no verde porque es muerte, puntualizan) en un mortero de hierro hasta que se convierta en un polvillo paizido a la harina y después  n´hay que aplicarlo, cada vez que supura, en el lugar quemau.

Listau d´algunos remedios replegaus en Sariñena:

– Aceite: Pa los oídos y pa males de oído leche d´una mujer que criara.

– Anís de grano: Pa los gases.

-Cagadetas de bebe: Pa curar males, heridas e infecciones.

-Canela y vino rancio: To cocido s´usaba pa los resfriaus.

-Cebolla: Pa la tos y cataplasma de cebolla asada pa reventar los granos.

-Culebra: Sebo de culebra pa quitar las punchas.

-Fenojo: (Hinojo) S´hacían infusiones pa desinfectar.

-Higos: La leche pa las verrugas.

-Leche de madre: Pa los oídos.

-Limón: S´hacían gárgaras con limón y miel.

-Malvas: Pa resfriaus en infusión.

-Malvavisco: S´hacia un cataplasma pa las heridas.

-Manteca de tozino: Pa la piel.

-Manzanilla: Digestivo.

-Noguera: Se cocían las hojas pa no desteñir el negro de la ropa.

-Panizo: Vaso de pelo de panocha hervida pa la infección d´orina.

-Sanguijuelas: Pa chupar las sangres malas, pa la pulmonia.

-Telarañas: Pa los cortes, en vez d´esparadrapro te ponían telarañas.

-Olivo: Las hojas pa la tensión.

-Orina: Pa las “Crebazas” (grietas en la piel, generalmente en las manos por el frío). “P´al sarpudillo y querebazas (especie de herpes)  mearrada”.

-Sebo de culebra: Pa los uñeros.

-Tremoncillo: Pa la tensión en ayunas y en lavativa para la infección de tripas.

Pa “retorcijones u empachos: agua de tremoncillo puesta en el lavativero”.

Recordamos algunas muy güenas estrofas de “Remedios caseros”:

Si te daban un peñazo, / te ponían una perragorda / con un pañuelo bien preto atau, / y no te lo quitaban / hasta que el rebullón (chichón) / ya había rebajau.

Pa los orzuelos tirar tres piedras al patio de la tía de Marisa y al mismo tiempo decir “Siñá María, ahí le dejo ese regalo”.

Las ensundias de gallina, / con azúcar las maceraban, / y cuando tenían chordos (paperas), / detrás de las orejas te untaban

Continará…

Publicau en “ Os Monegros el 21 de enero del 2013.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena V


Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena V
* Zona castillo alto de Sariñena.

Tamién, es imprescindible, la extraordinaria figura de Manuel Benito, persona de gran bonhomía, a quien honro y dedico con todo el cariño estos “Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena”, a quien fue un gran maestro. Manuel Benito compartió su saber, su ilusión por comprender y descubrir todo lo que nos rodea, lo más cercano. Nos relató, en varias charlas, sus conocimientos sobre Sariñena, Los Monegros… y el mundo. Nos narró que hubo núcleos habitados en el termino municipal de Sariñena: Miranda, Salaber, Cachicorba etc… y que en el SXVII se agruparon en Sariñena (Nicolas Latorre). Contó que hubo dos castillos, de hecho hay dos zonas llamada “castillo alto” y otra “castillo bajo”. Hubo guerra entre los Altarribas de Huerto y los Foces de la Benta de Ballerias. En el siglo XVI, Sariñena, adquiere los derechos para sacar el agua de las puertas del Rey, mediante la acequia Valdera. Manuel Benito nos contó que, después de la guerra civil, la falange quiso saldar la deuda histórica de Sariñena y unir el pueblo con la estación de tren, a unos tres kilómetros de nuestra villa. Por ello comenzó la expansión por la actual avenida Huesca, entonces llamada la avenida de la Victoria.

Manuel Benito nos realizó un pase de fotografías antiguas, en el que los asistentes reconocíamos los lugares, las casas y las gentes. Así viajemos por la calle Goya, ande se conserva, a medio restaurar por la siempre incompetencia municipal, un torreón de la muralla, en la casa del Miñón. Se reconoce la casa de Tronchón, casa Cocán de Fernando Alegre que vendía bicicletas, Bar “Jauja” en el cruce, Paquito (Paquer el herrero) en la calle del bar de casa Ancho, casa Fatas, casa del cuartel de la guardia civil en la calle Soldevila, la casa Sauras, callejón del Saco ande es la calle de la panadería del Vidriero, la taberna “los claveles”, el refugio, casa Mora (la menina)… y la zona del “Chamarcal”, que s´alcontraba yendo a las piscinas.

Continará.., ¡pues claro que continaremos!

Publicau en “ Os Monegros el 18 de noviembre del 2012.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena IV


Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena IV

* Foto: Portalón de Cascales, une la calle mayor con los porches del mercau.

Nos sumergimos en las semblanzas monegrinas de Antonio Beltrán Martínez, el zagal de la botica de los porches del mercau, y en las remembranzas de los tiempos pretéritos de Arturo Morera. Nos zambullimos en el arcón de la cadiera de los recuerdos, en los testimonios escritos y autobiográficos de dos grandes personalidades sariñenenses.

Antonio Beltrán (Sariñena, 1916 – Zaragoza, 2006) recuerda su infancia en el lugar de Sariñena, recuerda al alpargatero que trabajaba en los porches del mercau, al confitero Blasito, al carpintero “El Rosico”, que cantaba mientras ensamblaba los tablones de pino pa las cajas de muerto, al botero “d´allá afuera”, al guarnicionero o talabartero, a la hornera “perifollos” con la pirámide de panes sobre su cabeza y las tiendas de Sagarreta, el Currutaco, Bretos, Buisán, a Blas Casañola, alias Petiforro, tartanero que fue personaje en “Horas solitarias” de  Pío Baroja y el coche de Juanillo.

Narra Antonio Beltrán, en sus memorias, el recuerdo de una “miñona” que volvía de servir en Barcelona y que a su paso por la barbería el Chespín comentó en tono burlón:  “mia la fulana- no recuerda su nombre-  que bien trajiada va, hasta una gasica lleva pa que no se le caguen las moscas”.

En sus memorias hay espacio pa honrar l´adoba monegrina, empleada desde los egipcios, ha sido esencial pa los cerraus y los tapiales de muchas de las edificaciones que configuraban y configuran la Villa de Sariñena. Otros tiempos sin pavimento y ni alcantarillado, la luz llegaba al atardecer y entonces el “Cinema Torres el Rayo” de Mariano el Cabalero y el Teatro Romea comenzaban la función.

* Cabalero es palabra aragonesa con el significau del hijo de una casa que no recibe tierras en herencia y en su lugar percibe dinero o tiene potestad para trabajar asalariado.

Arturo Morera, un sariñenense de corazón, fue uno de los muchos vecinos/as que emigraron de los pueblos a las ciudades. Pero parte de su esencia constantemente ha residido entre nosotros, su amor por este singular lugar l´han llevau a recorrer y transmitirnos la historia sariñenense.  En sus tiempos pretéritos nos encontramos con los recuerdos de cuando Ramón Torres “el Cabalero” quiso competir  con el Teatro Romea, pues tenía un anfiteatro ande acudían a ver el cine mudo de la época las personas con pocos recursos económicos. El cine el Rayo, que se ubicaba ande aura s´alcuentra actualmente el Casino de Sariñena, era más barato que el Romea, pero les situaban detrás de la pantalla a los zagales y zagalas que no sabían leer,  y al que sabia leer, se le hacia imposible. Recuerda jugar por los güertos, por el brazal, la era del Celestino, la era de Mora y el médico Pedro Cascales. Recuerda al músico y gran maestro José Guioni Lebetti, quien s´hacia cargo de la explotación del teatro Romea, ande realizaba clases para que los zagales/as pudiesen aprender a tocar cualquier instrumento musical.

Los albergeros, las claudieras (ciruelo), los peral, las minglaneras… De la “pastura”, que es un cocido pa los tozinos con salvado (cascarilla del trigo)  y patatas, recuerda que con los amigos cogían algunas patatas antes de que bulcasen el caldero en la zolleta.

Una vez que sufrió una torcedura  en la muñeca fue llevado hasta la torre de Mirallas, que estaba a las afueras de la villa por el lado de las escuelas, donde la señora Ángela “La Torrera”, una buena curandera que logro recomponer el mal pudiendo realizar sin gran inconveniente el ingreso para el instituto en Huesca.

Continará…

Publicau en “ Os Monegros el 19 de agosto del 2012.

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Apuntes etnográficos de la villa de Sariñena III


Apuntes etnográficos de la villa de Sariñena III

Sariñena, como pueblo rural y agrícola, se componía de algunas  casas dispersas fuera de la población. Principalmente eran las masadas en el campo, ande las familias pasaban varios días realizando las fainas propias del campo, arando con animales, segando…, solamente volvían p´al pueblo los sábados por la noche pa guardar la fiesta del domingo. Se recuerdan las torres, casas de campo, y así llamau el camino de las torres hacia las dembas u güertas. Las masadas son las casetas en el monte, a la masada de la Diega se llegaba por los cipreses de la carretera de Huesca (Cipreses de Gascón) dirección hacia el río Alcanadre, y se comenta que aún se conserva en pie. También se recuerdan la casa Bautista, que s´alcontraba por la Laguna, y en los terrenos de los Torres estaban las masías de los jornaleros, la masada el Cantero y la masada el Zagal.

Ande aura s´alncuentra la sucursal de la caixa, antes estuvo el Banco Central, el Hispano Americano y el taller del de Enrique y Ana, al lau estaba la ferretería de Ballarín, en el cruce “de siempre” que s´ha llamau durante muchos años el cruce de Sobella, por la droguería del mismo nombre. Allí se alcontraba una fuente, al igual qu´en la calle Goya, que aún existe y otra en las antiguas escuelas (ahora casino nuevo), por el muro a la altura de casa Trallero y el almacén de Frechinacha. En la plaza de la iglesia, en el centro, había una columna de granito que era una fuente. La plaza entonces se dividía en dos partes a diferentes alturas, ande s´alncontraba un muro de poco más d´un metro. Por ultimo se recuerda la “fontaneta del Juez” que se ubicaba en la aura conocida calle de la OCA.

El lavadero principal y que más antiguo se recuerda s´alcontraba en la parte alta del pueblo, cerca de la laguna. Exactamente estaba en dirección hacía la laguna, desde el cruce del centro medico y la palanca de Ariste. L´acequia Valdera pasa por allí, hacía un sifón y salía l´agua p´al lavadero. Cada barrio tenía su sitio pa lavar. Se recuerda que algunas criadas bajaban a lavar p´al río, cantaban mucho y sufrían por el frío, y apuraban mucho el jabón para poder quedarse un poquer pa casa. La colada s´hacia con ceniza, el jabón era de pieza. Se ponía un caldero con agua hirviendo, se metían las sabanas de cañamo y después con la ceniza y la ropa se s´hacia un saco y s´enjabonaban. El agua sobrante se usaba pa fregar.

Con los posos del aceite, “morgas” desechos del cerdo y la sosa se hacía el jabón.  La “enzundía” es el sebo del tozino, antiguamente s´hacía un plato de “patatas con enzundía”.

Continará…

Publicau en “ Os Monegros el 9 de julio del 2012.

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Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena


Apuntes etnográficos de la Villa de Sariñena

En las antiguas tablas del geógrafo griego Ptolomeo se cita el antiguo nombre de Succosa, una antigua población Ilergeta que algunos autores han ubicado en la actual Sariñena. La “Geographia de Ptolomeo durante muchos años fue la gran obra de la geografía y la cartografía, tanto que al principio del siglo XVI el Monegrino Miguel Servet trabajó en la reedición y corrección del mismo libro del genio alejandrino. La historia no deja ser un misterio donde adentrarse, es siempre ir descubriendo y aprendiendo. En los nuevos artículos, que iremos publicando, indagaremos especialmente en la etnografía de Sariñena, en parte de nuestra historia y nuestro patrimonio cultural.

La toponimia nos remonta al origen de Sariñena a la época de los íberos, en la  voz Iberovasca tza-ara-agan-en-na (Saragnena) que significa “la que tiene más cantidad de tierras de cultivo de panizo”. La palabra panizo antiguamente daba el nombre al cereal mijo, de grano parecido al del maíz (Bienvenido Mascaray, Toponimia Altoaragonesa). Con el nombre de “matapanizos” ha sido conocido el Alcanadre, río cuya presencia favoreció el asentamiento de diferentes poblados. Hay constatados yacimientos en los parajes del campo de tiro de Sariñena y la ermita de Santiago, y que junto al yacimiento de Pedro el viejo de Cajal corresponden a la edad del bronce (2250-1900 a.c.). El yacimiento del Tozal Redondo de la Codera y el Monte alto en Sariñena son atribuidos a la edad del Bronce medio (1900-1500 a.c.) y del final del Bronce (1500-1000 a.c.) está datado el poblado El Carcelario. Mataliebres corresponde al mundo hallstático, periodo de transición de la edad del bronce a la edad del hierro; mientras el Tozal del Moro es un poblado indígena prerromano.

“La ermita de Santiago se encuentra en un ramal del camino de peregrinación a Santiago de Compostela, heredero de un antiguo camino romano que atravesaba el río Alcanadre, en un montículo sobre la ermita de Santiago se encontró una cerámica llamada terra sigillata con una frita rija coralina”.

Los íberos, los romanos, los visigodos, los árabes y la conquista católica han forjado la historia, los cimientos de nuestra civilización. Sin duda “Salvador Sarinianus”, del historiador sariñenense Arturo Morera, es un libro extraordinariamente indispensable para comprender nuestra historia.

En el diccionario geográfico-estadístico-histórico de Madoz encontramos una reseña a la villa de Sariñena de 1845. Define a Sariñena como el lugar de la provincia de Huesca donde existía un hospital de caridad, tres escuelas: una de gramática, otra de primeras letras para niños y la otra de niñas. La iglesia parroquial de San Salvador se encuentra al lado del extinguido convento de San Francisco, y también había un convento de monjas de la clase de priorato. La villa estaba compuesta por 300 casas, 4 plazas y 3 fuentes. La producción era de trigo, vino, aceite, algunas legumbres, frutos y pastos, había 2.500 cabezas de ganado lanar, de cría y alguno de vacuno. En el monte abundaba la caza  de perdices y liebres. También se hacía cosecha de seda. Se celebraban dos feria anuales, una el 1.º de carnaval y otra el domingo de Ramos, se vende en ellas, principalmente, toda clase de caballerías mayores y menores. En el Alcanadre había un puente de madera de 4 arcos y 24 palmos de elevación, las aguas del río servían para el riego de la villa, tomándose al cuarto de legua sobre los puentes llamados del rey. Tres eran las acequias madres, cuyo riego termina á ¾ de leg. de la población, impulsando además las máquinas de un batán, un molino harinero y otro de aceite. A una hога del pueblo se encuentra el convento de la cartuja.

Información obtenida a raíz de un curso de iniciación a la etnografía de Los Monegros, impartida por el gran etnólogo y escritor oscense Manuel Benito Moliner y las encuestas realizadas en el el 2011 en la localidad de Sariñena bajo la dirección de Ana Otal. 

Publicau en “ Os Monegros el 20 de marzo del 2012.