Archivo de la etiqueta: Aurora

Cofradías de Sariñena


En el archivo provincial de Huesca se encuentran los libros de diferentes cofradías de la Villa de Sariñena. A través de ellos, nos aproximamos a parte de su historia, aportando algunas notas sobre sus contenidos, conscientes que una lectura más detenida podría aportar aspectos más que relevantes e interesantes.

En general se tratan de libros de estatutos y ordinaciones de las cofradías, estatutos muy similares entre ellas. A la vez, aparecen relaciones de hermanos componentes de las hermandades y las cuentas de las mismas.

Por aclarar, las ordinaciones son las ordenes que debían de cumplir los miembros de las cofradías. También se nombran los Capítulos, que respondían a las juntas que hacían los religiosos y clérigos regulares a determinados tiempos, conforme a los estatutos de sus órdenes, para las elecciones de prelados y otros asuntos.

Igualmente, en Aragón, una libra jaquesa equivalía a veinte sueldos o medios reales de plata y cada sueldo equivalía a doce dineros. Por aquellos años, un obrero especializado cobraba, más o menos, un jornal de cinco sueldos diarios. La onza aragonesa respondía a 29,236 gramos o a 1/16 de libra.

Cofradía de San Antonio de Padua (1738-1842)

Instituida en el convento de San Francisco de Sariñena, el libro de actas comprende las fechas desde su constitución, el 18 de junio de 1738 “En la capilla del bienaventurado San Antonio de Padua del convento del señor san Francisco de la Villa de Sariñena”, hasta 1842. El libro detalla las funciones de la cofradía, entrada de cofrades, hijos y mujeres, la misa del santo y otras misas, de procesiones, difuntos, limosnas, cobrar penas o selección de Mayorales. Además, se detalla los miembros de la cofradía y refleja las cuentas de la misma.

Antonio de Padua, también conocido como san Antonio de Padua, fue un sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués, venerado como santo y doctor de la Iglesia por el catolicismo. 

ES 22125 ADPHU {01} D-01467 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de San Crispín y San Crispiniano (1714 – 1823)

Instituida en la Iglesia Colegial de Sariñena, el libro comienza con los “Estatutos y ordinaciones de la cofradía de los gloriosos S. Crispín y Crispiniano”. Recoge la memoria de los cofrades, las nóminas de los cofrades, juntas y cuentas. En el año 1732, la cofradía determina hacer el estandarte de los mártires San Crispín y San Crispiniano.

En el folio 59, en anotaciones del año 1732, se hace una pequeña historia de la Cofradía, considerándose la más antigua “Aunque el principio de ella se ignora”. La historia parece responder a voces que debían de narrar la historia de la cofradía, señalando que el día de Corpus Christi del … año de 32 fue la primera de procesión, que salió el estandarte y tras él todos los hermanos con un cirio encendido. Llevaba el estandarte el más antiguo de los cofrades Pascual Sapita y los cordones por orden de antigüedad.

Se cita un antiguo libro de la cofradía, en el que se dice que originariamente era una cofradía de zapateros. Se entiende que el antiguo libro podría corresponder a 1501, resaltando el texto 230 años de antigüedad de la cofradía.

El libro nombra la fundación de la Cofradía de San Antonio de Padua instituida en el convento de San Francisco de Sariñena en 1625 por el oficio de sastres. En 1729 la cofradía reformó sus estatutos. También se nombra a la Cofradía de Santa Barbara, que parece ser fue fundada en 1658, siguiendo los estatutos de la Cofradía de San Crispín y San Crispiniano. ´

Crispín y Crispiniano fueron dos mártires cristianos muertos en el siglo III. Eran hermanos, miembros de una familia noble romana. Huyendo de la persecución en Roma, fueron a Soissons, donde de día predicaban a los galos y de noche hacían zapatos para subsistir. Murieron decapitados por orden de Maximiano.​

ES 22125 ADPHU {01} D-01462 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Señora Santa Barbara (1732-1841)

Fundada en 1628 en la capilla y altar de la Señora Santa Barbara de la Iglesia Colegial de la Villa de Sariñena. Cofradía constituida por causa de una tormenta, ocurrida el 29 de junio de 1628, que causó varios muertos y heridos “Implorando justamente el patrocinio de la Santa por el estrago grande y lastimoso fracaso (que sucedió en 29 de junio del referido año) de un nublado de que cayó una centella o rayo muriendo de el nueve hombres y muchos heridos”.

En sus páginas podemos leer sus estatutos que presentan los títulos en latín y se desarrollan en castellano. Además, el libro abarca con los cofrades y cuentas desde 1732 a 1841.  ´

Bárbara de Nicomedia, conocida como santa Bárbara, fue una mártir cristiana, reconocida como santa por la Iglesia católica. Santa Bárbara es la patrona de los mineros y los artilleros. Esta santa reconocida por la iglesia católica, ha sido vinculada con la tormenta y los truenos por las circunstancias de su asesinato y el posterior fallecimiento de su padre, quien ejecutó personalmente la muerte de esta venerable.

ES 22125 ADPHU {01} D-01477 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santo Antonio Abad (1735-1841)

Instituida en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena, el libro de actas contiene estatutos, constituciones y cuentas de la cofradía. Los títulos de los estatutos aparecen en latín y su desarrollo en castellano. La relación de cofrades se detalla de 1735 a 1841.

El libro de actas comienza con las Penas por faltas, por faltar a la misa y sermón, por no asistir al claustro, por faltar a las completas y salve, por faltar al aniversario, por trabajar el día de la fiesta, por faltar a los entierros, por faltar a la junta, por faltar a la obediencia del Prior, por faltar a los mayorales o velar a los hermanos el día del santo.

Como curiosidad se detalla una comida en 1819 donde se ha de dar dos tercios de carne a cada uno y a los enfermos se les ha de dar torta debiendo pagar dos reales. También se detalla como la junta se reunía ante el pórtico de la virgen de Loreto. 

Antonio Abad​ o Antonio Magno fue un monje cristiano-católico, fundador del movimiento eremítico.

ES 22125 ADPHU {01} D-01466 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1721 – 1842)

Libro de estatutos y constituciones de la Cofradía del Santísimo Rosario de nuevo redificada de la Villa de Sariñena, bajo tutela del Convento de Predicadores de Huesca.

En el libro, además de nombramientos, hay nóminas y cuentas de la cofradía. Por ejemplo, detallando gastos de la cofradía en 1832: Por las completas y misa de la fiesta, con un beneficiario, por el sermón y agradecimiento al… Predicador, al sacristán y escolanos por la fiesta, al campanero por los 5 aniversarios y toque de la fiesta, al sacristán por sacar la plata y 5 aniversarios, por las 5 misas de los aniversarios de todo el año y 6 misas celebradas por los hermanos difuntos.

Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario es una advocación de María venerada por la Iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.

ES 22125 ADPHU {01} D-01463 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Rosario con título de la Aurora (1779 – 1842)

Instituida y fundada en la Iglesia Colegial de la Villa de Sariñena en 1779. El libro de actas de la cofradía, presente en el Archivo Provincial de Huesca, contiene estatutos y constituciones, relación de cofrades, mayorales y hermanos, además de cargos y descargos.

Nuestra Señora de la Aurora es una advocación mariana que goza de gran devoción en los pueblos y ciudades del sur de Córdoba.

ES 22125 ADPHU {01} D-01471 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de San Antonino Mártir 1734 – 1842

Instituida en la Iglesia Colegial de Sariñena en 1734. El libro de actas de la cofradía contiene estatutos y ordinaciones En el folio 5v hay un grabado de San Antonino pegado sobre el texto. En el ángulo inferior derecho figura cartela con la siguiente inscripción: «Fr. Calbo Ordinis Minorum Fe 1668».

Como curiosidad un cargo por dos libras de velas blancas a siete reales.

San Antonino fue un mártir del siglo I. Según cuenta la tradición, el santo estaba de paso por Apamea, una antigua ciudad que se encontraba cerca del río Orontes, y allí, con gran celo apostólico, reprochó a los paganos que adoraban a sus ídolos. Su memoria se celebra el 2 de septiembre.

ES 22125 ADPHU {01} D-01465 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad 1822 – 1842

Constituida en el convento de San Francisco de la villa de Sariñena y fundada, según figura en su portada, el 18 de marzo de 1600 y nuevamente aprobada en el mes de octubre de 1822.

El libro de actas contiene estatutos y ordinaciones, entre ellas el pago que debían de realizar quienes quisieran entrar en la cofradía “Diez y seis sueldos jaqueses”. Todos los hermanos tenían como obligación de asistir a la procesión del viernes santo por la tarde “Que en el mismo día se para en el convento de san Francisco” y a la del domingo de Pascua “Debiendo llevar todos velas encendidas y el hermano que falte tenga que pagar un sueldo”. Igualmente asistir a la misa mayor en el Convento de San Francisco el día de Pascua.  Las juntas debían celebrarse después de la misa en el día de la Dominica o antes de la Dominica Pasión.

Entre los gastos destaca a la comunidad de San Francisco, por misas por los hermanos, por misas de junta o aniversario, por cuatro libras de velas o por la acera para el altar mayor.

Nuestra Señora de la Soledad es una variante de advocación de la Virgen María del título de Nuestra Señora de los Dolores.

ES 22125 ADPHU {01} D-01476 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Señor San Blas 1746 – 1841

Cofradía fundada en 1746 en la iglesia colegial de la villa de SariñenaAdviendose experimentado en el año próximo pasado, de 1746, en la Villa de Sariñena un contagio de garrotillo o mal de garganta que murieron varios párvulos y algunos adultos, con su clero y plebe celebrando una procesión o rogativa, invocando el patrocinio de dicho glorioso obispo y mártir San Balas, experimentó el alivio y consuelo deseado, de cuyo inexplicable favor, enardecidos los corazones de muchos fieles erigen y fundan una nueva hermandad o cofradía en honor del Santísimo San Blas”. El garrotillo respondía a la infección bacteriana conocida como difteria.

El libro de actas de la cofradía contiene los estatutos, ordinaciones y cuentas anuales. Para entrar en la hermandad se debía pagar diez reales de plata y una vela de tres onzas, aunque solamente podían ser en número de treinta y tres cofrades. Todos debían de asistir al Capitulo y fiesta, donde se cantaban las Completas con velas encendidas y pasando a adorar al santo. Además, asistencia al aniversario “y luego concurrirán a casa del Mayoral a las cuentas y refresco (si lo hubiere). Continúa con el día para tener Capitulo, de san Thomas a San Esteban, de la asistencia a los cofrades necesitados y enfermos, asistencia a entierros, de los hijos difuntos y varios asuntos de la cofradía. 

Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste en Armenia y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal.

ES 22125 ADPHU {01} D-04655 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Gloriosa Virgen y Mártir Santa Quitería 1816 – 1842

Instituida en la iglesia parroquial de Sariñena y fundada en 1733, renovándose en el mes de abril de 1816 por haberse perdido el libro de “Estatutos y Cuentas”.

El libro contiene constitución, estatutos y cuentas anuales de la cofradía. Para ingresar se debía de paga diez sueldos y diez dineros con una vela de tres onzas y otros diez sueldos y diez dineros por salida y si eras hijo de hermano cinco sueldos y una vela de tres onzas y otros cinco por salida. “En el segundo día de Pascua de Resurrección se deberá celebrar todos los años una misa verada por los hermanos y hermanas vivos y difuntos de la cofradía con la comida de cuatro sueldos y cuatro dineros”.

Entre los gastos misa de fiesta, aniversario o difuntos, por las Completas al Capítulo, el sermón, comensales, sacristán, campanero o toque de campanas para la fiesta.

Santa Quiteria fue una virgen y mártir del siglo II de la que poco se conoce, más allá de su nombre y su culto. Ya aparecía en el Martirologio Hieronymianum y su nombre proviene de Kythere o Kuteria, que significa ‘la roja’.​

ES 22125 ADPHU {01} D-04654 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Patriarca San Joaquín 1761 – 1842

Fundada en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena en 1761. El libro contiene estatutos, ordinaciones, nóminas y cuentas. “Todos los cofrades tengan la obligación de concurrir la víspera del S. San Joachín a la iglesia colegial de dicha Villa, en donde se capitarán Completas, en las que estarán con velas encendidas”.

Contiene grabado de San Joaquín «S. IOACHIN AÑO DE 1837». Hay otro grabado suelto coloreado que representa un obispo sin identificar.

Joaquín fue el marido de Ana y el padre de María, madre de Jesús, de acuerdo con la tradición católica, ortodoxa y anglicana. La historia de Joaquín y Ana apareció por primera vez en el evangelio apócrifo de Santiago. Joaquín y Ana no son mencionados en la Biblia.

ES 22125 ADPHU {01} D-04657 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Patrocinio del Señor San José Patriarca 1817 – 1842

Cofradía de Josef Patriarca, fundada en la iglesia colegial y parroquial de Sariñena. El libro de actas se inicia en 1817 y se abre con la aprobación del muy S. Obispo de Huesca por haberse perdido el libro de sus ordinaciones y autos de visita anterior.

En la contraportada aparece un grabado de San José con el Niño en cuyo margen inferior figura: «Ignatius Valls. Delín. et sculp. Barcinone». En el libro aparecen la constitución de la cofradía, actas y cuentas de la misma.

José de Nazaret ​ fue, según la tradición cristiana, el esposo de María, quien era la madre de Jesús y, por tanto, padre putativo de Jesús. Tanto su vida y sus ancestros familiares se describen en el Nuevo Testamento de la Biblia.

ES 22125 ADPHU {01} D-04658 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora del Pilar de Sariñena 1739 – 1842

Instituida en la Iglesia Colegial del Salvador de Sariñena “En el año del nacimiento de nuestro Señor Jesu Christo, que se contara de mil siete cientos treinta y nueve, se ha instruido y erigido Cofradía en reberencía, honor y gloria de la Santísima Virgen María, baxo la invocación y titulo del Pilar, la que se venera en su Altar y Colegial Iglesia del Salvador de la Villa de Sariñena”. El libro contiene sus estatutos, el pago de diez sueldos y una vela de tres onzas para su ingreso y otros diez sueldos dentro de un año. 

Junto al Prior, la cofradía se componía de 32 hermanos cofrades. El libro desarrolla las obligaciones del Prior, de los Maiorales, de la asistencia a Capitulo, en silencio, solo podían hablar con permiso del Prior bajo multa de una libra de velas. Estaba obligada la asistencia a la fiesta, debiendo acudir la víspera de la fiesta a la iglesia, donde se cantaban completas y el día de la fiesta “obligación de concurrir a la misa y sermón con velas encendidas pena de quatro sueldos”. Hacían recuento en el claustro “y el cofrade, que trabajase el día de la fiesta de la virgen Santísima del Pilar tenga de pena quatro sueldos y el que se supiese quien ha trabajado, no avisando, tenga de pena dos sueldos”.

Sigue con la asistencia al aniversario, por los hermanos difuntos y luego comida. Habla “de el día para tener Capitulo”, el día 8 de septiembre “que se celebra la Natividad de la Virgen Santísima”. De la asistencia a los enfermos y en que se han de emplear las penas “para cera o iluminaria y en ninguna otra cosa se puedan emplear”.

Se dan cuentas de la cofradía y nóminas de los cofrades.  

Contiene grabado representando la Aparición de la Virgen a Santiago y sus compañeros. En su margen inferior: «À Paris chez spe rue st. Jacques à la Visitation».

ES 22125 ADPHU {01} D-01468 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Hermandad de Nuestra Señora de las Fuentes (1744 – 1842)

La Virgen de Nuestra Señora de las Fuentes responde a la advocación del monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes situado en la localidad de Sariñena.

El libro de actas de la cofradía contiene los estatutos, ordinaciones y cuentas anuales de la misma. Como curiosidad, especifica como todos los hermanos están obligados a asistir a misa de entierro bajo pena de cuatro sueldos de plata.

Además, se refleja la conveniente obligación:

Ittem. Actuamos y gobernamos, que cada año vaya la Hermandad en procesión a Nª Sª de las Fuentes y para efecto de esto en la junta arriba mencionada se determinará el día que se haya de ir y a vuestro tengan obligación los Mayorales participar de la deliberación en nombre de la Hermandad para que aquí todos reunidos, puedan ir a visitar a Nuestra Señora.

Hermandad de San Isidro Labrador 1766 – 1841

La Hermandad del señor San Ysidro Labrador, patrón de Madrid, fue fundada en la Yglesia Colegial de la Villa de Sariñena en el año 1766 “Alabad al Señor en sus Santos: movidos de tan santo consejo los corazones de algunos nobles labradores de esta Villa de Sariñena, exigen y fundan una nueva Hermandad en honor del Señor San Ysidro Labrador en la Yglesia Colegial de dicha Villa, esperando en la protección de tan poderoso Santo, toda felicidad en la tierra, y después la Bienaventurada, y se obligan a cumplir, obedecer y observar los estatutos y ordinaciones siguientes”. 

El libro de la cofradía contiene estatutos y cuentas anuales. Para su ingreso se debía de ser de buena calidad y costumbres, además de abonar diez reales de plata y una vela de tres onzas. Los hijos de hermanos cinco sueldos y la vela y al año otros cinco sueldos.

La selección de hermanos para ser admitido en la hermandad debía ser a propuesta del Prior, secretario y mayoral u otro hermano y la elección a la mayor parte de votos “que se recibirán en secreto con judías y habas, para obiar pleitos, y todos tengan obligación de botar en pena de un sueldo”. Solo podían ser treinta y un hermanos.

Asistencia al Capítulo, a la víspera de la fiesta, debiendo concurrir todos en la iglesia donde se cantaban Completas con velas encendidas. El día del santo misa y sermón, con velas encendidas, y el hermano que trabaje pena de un real de plata y pena de un sueldo quien supiese de un hermano que hubiese trabajado.

San Isidro Labrador es la festividad menor de Sariñena, celebrada cada 15 de mayo, se suele ir en romería a la ermita de Santiago portando la virgen de Nuestra Señora de las Fuentes.

ES 22125 ADPHU {01} D-01469 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santa Apolonia 1792 – 1842

Cofradía de Santa Apolonia “Virgen y Martyr, fundada en la Yglesia Colegial de la Villa de Sariñena en el año de 1780”.

El libro contiene los estatutos y ordinaciones “Esperando en la protección de tan poderosa Santa toda felicidad, pero especialmente en el accidente de mal de dientes y muelas y otros de la naturaleza humana puede acontecer”. Además, el libro lo debía tener el Prior o el secretario de la cofradía. En el mismo se detallan las cuentas de la cofradía.

Santa Apolonia fue una de un grupo de vírgenes mártires que sufrieron en Alejandría durante un levantamiento local contra los cristianos antes de la persecución de Decio.

ES 22125 ADPHU {01} D-01472 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Nuestra Señora de Loreto 1818 – 1842

Instituida en el Convento de San Francisco de Sariñena, el libro contiene Estatutos y Ordinaciones “Fundada en su capilla contigua a la Iglesia del Convento de Nuestro Señor San Francisco, de tiempo inmemorial, y aora con el motivo de haberse extraviado el libro que seguía a causa de la entrada de las tropas francesas suplican el Prior y Hermanos de la misma a … se digne poner su autoridad, a mayor honra y gloria de la misma Nuestro Señor”.

Capilla de Loreto. Desaparecida. Sariñena.

Se componía de cuarenta y un hermanos y doce de devoción, quien se ordenase en la cofradía debía de ser admitido “Siendo honesta, de buena forma y costumbres”. Se favorecía la entrada a los hijos de hermanos, debiendo pagar cinco sueldos y una vela.

Convento de San Francisco de Sariñena. Desaparecido.

Instituida en el Convento de San Francisco de Sariñena, en su texto se consigna que existía con anterioridad, desde antiguo, pero que se había perdido el Libro de Estatutos a causa de la invasión francesa. Contiene estatutos y constituciones.

La Virgen de Loreto o Nuestra Señora de Loreto es una advocación mariana católica, su festividad se celebra el 10 de diciembre. 

ES 22125 ADPHU {01} D-01475 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía del Arcángel San Miguel 1814 – 1842

Libro de los estatutos, asiento de Hermanos y hermanas de la Cofradía del Arcángel San Miguel, año 1814.

Hermandad de treinta y tres hermanos más el Prior y el secretario, para su ingreso se debía ser persona honesta, de buena calidad fama y costumbres y pagar de entrada diez reales de plata y una vela de tres onzas.

Los estatutos obligan a la asistencia del Capítulo, a la fiesta, completas en la víspera de la fiesta, misa solemne y sermón con velas encendidas y al aniversario. Igualmente, asistencia a los enfermos y entierros. Obligaciones del Prior, Mayorales y el destino de las penas: “Para aumento de la luminaria, sin que en ninguna otra cosa se puedan invertir”.

En el libro se detallan las cuentas de la cofradía y la relación de hermanos y hermanas de la misma a lo largo de los años.

El Arcángel San Miguel considerado abogado del pueblo elegido de Dios.

ES 22125 ADPHU {01} D-01473 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de Santa Lucía 1729 – 1841

Instituida en la iglesia de San Miguel del convento de religiosas Carmelitas de Sariñena: “Cuyo altar e invocación está en la iglesia de San Miguel en la iglesia de la Virgen del Carmen de la Villa de Sariñena, quiera sea nuestra abogada con nuestro S. Jesucristo pera encaminar las almas de los cofrades de dicha cofradía y estatutos siguientes”.

Para entrar se debía pagar cinco reales y una vela y otros cinco reales al año. Los hijos de los cofrades cinco reales y una vela por la entrada y la salida. “Antes de ser admitido se haya de examinar por los cofrades sea de costumbres honestas”.

El libro comienza con una relación de hermanos de la cofradía, siendo la primera Sor Francisca Lorquet. Solamente podían ser veinticinco cofrades “Siendo personas de loables costumbres”. La víspera de la santa se celebraban las Completas y en la fiesta misa cantada. El libro se desarrolla con actas, relación de hermanos y cuentas.

“En el año de 1829 de 15 de diciembre Fray Blas Solés, confesor de las religiosas del convento de Nª Sª del Carmen de esta villa de Sariñena propuso a la cofradía que la madre Priora de dicho convento le había dicho no era del cargo del combento el pagar al padre confesor las distribuciones de las misas, completas y aniversario como todo lo demás anexo a la fiesta. Aviendose juntado la cofradía se le dio satisfacción al padre confesor con el mismo libro para que la Madre Priora como las demás religiosas supieran que pagava dicha cofradía al combento por la fiesta, misa de día de la Santa, salve, completas y aniversario antiguamente diez y ocho sueldos como se ve en el libro antiguo de dicha cofradía, folio veinte y tres a catorce de diciembre de mil seis cientos treinta y ocho. Y aviendo consignado y adjudicado el censal que paga, Jayme Alegre de veinte y cinco sueldos anua pensión años hace como actualmente cobra dicho combento del dicho Jayme Alegre respondió el padre confesor en nombre del dicho combento y dichas religiosas quedaban satisfechas que era de su cargo el hacer todo el coste de arriba dicho. Allavase Priora al presente la Madre Dionisia Navarro y el padre confesor se llamaba fray Blas Solés y el mayoral de dicho año Francisco Mirallas. Todo consta del libro antiguo de dicha cofradía al folio treinta y siete al que me refiero”.

Santa Lucía es la patrona de la vista.

ES 22125 ADPHU {01} D-01464 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de los Hermanos de la Purísima Concepción 1815 – 1841

Cofradía fundada en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena “Vistas los antecedentes ordinaciones de la cofradía de la Purísima Concepción fundada en el convento de San Francisco de la Villa de Sariñena de esta diócesis. En atención a que de ellas se ha de seguir el mayor culto a Nuestra Sª en dicha Yglesia”.

El libro comienza con las penas por las faltas, falta a juntas, por levantar la voz, faltar a obediencias, a la fiesta, completas, aniversario, entierros o trabajar el día de la festividad. Continúa con los estatutos y ordinaciones, las juntas se hacían en las casas de los Mayorales y estaba compuesta por treinta y tres hermanos.

“Los hermanos tengan obligación de concurrir a la casa del difunto y de asistir al comienzo con velas encendidas, las que les darán los Mayorales o en ocasión, quienes las de pena de dos sueldos y la misma pena tendrán, si no havisan, o …, quien havise a todos los hermanos para el entierro, y al que a este faltase tenga de pena dos sueldos, y para quitar las controversias, que puede a ver en las faltas de los entierros, que pueden acontecer, en los tiempos de siega, trilla, sementera y hacer guebras, se adviere que si quelquiera hermano havisado por el Mayoral, y estuviese ocupado en otras oficinas una ora de camino fuera de Sariñena, como le coxa la noche fuera de su casa, no tenga ninguna pena.”

La Inmaculada Concepción de María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica proclamado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la celebración de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre.

ES 22125 ADPHU {01} D-01474 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo 1774 – 1841

Erigida en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena. Sus cofrades estaban obligados a cumplir sus estatutos y ordinaciones que va desarrollando el libro, al igual que las anteriores cofradías. Se reunían en la escuela de niños, de primeras letras o de primera educación, lugar exacto que no se llega a precisar, cuando lo normal era en casa del Mayoral.

La cofradía contaba con estandarte, con cruz de seda y cordones negros y amarillos. Los cofrades llevaban túnicas.

Como curiosidad, en el libro recoge una relación de “Hermanos eclesiásticos y religiosos de devoción de la Sangre de Nuestro señor Jesu-Christo”. El primero de ellos es Fray Manuel Bayeu Cartujo “Libre de todo escote. Murió”, el célebre cartujo que pintó el conjunto pictórico mural de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

En la contraportada hay un grabado de Cristo Crucificado entre dos ángeles que recogen su sangre en sendos cálices. Pegado y recortado en su parte inferior.

ES 22125 ADPHU {01} D-01470 Libro 1D. Archivo de la Diputación Provincial de Huesca.

José Trallero Buil y Aurora Alfaro Raluy


Natural de El Tormillo, José Trallero Buil nació en la localidad el 20 de julio de 1932. De familia de agricultores, sus padres José y Rafaela eran de El Tormillo de toda la vida. Tenían algunas tierras, más bien pocas y de secano, pues –aquí era todo secano hasta hace dos años comenzó a llegar el regadío-.

José nos recibe en su casa junto a su mujer Aurora Alfaro Raluy, quien también nació en El Tormillo, el 25 de septiembre de 1937. Curiosamente, ambos son mellizos con sus respectivos hermanos. Nos acompaña en esta mañana de verano su hija Aurora Trallero Alfaro. El pueblo está animado, el verano siempre los rejuvenece. Y nos trasladamos a su juventud, a su pueblo, El Tormillo, que siempre ha pertenecido y se han considerado de Los Monegros hasta la comarcalización, por la que fueron incluidos en la comarca del Somontano.

Ambos iban a la escuela, la escuela separada de niños y niñas, en la de chicos unos 30 y en la de chicas unas 25 -Los maestros eran don Francisco y doña Pilar, eran matrimonio, eran muy buenos maestros y siempre han sido muy queridos en el pueblo-. Pilar había estado antes en Sariñena de maestra. Hoy en día, en las escuelas, viejo edificio de 1917, se encuentra el centro social.

Iban a coger el agua a la fuente Vieja, que se encontraba por donde ahora está la piscina, era de manantial y de ahí se distribuía a otras fuentes que estaban por el pueblo. Además, había tres balsas: la del Pueblo, la de La Clamor y la del Tejero.  El lavadero o lavador estaba algo lejos, por el Pantano -Había un grifo por el que siempre salía agua; también era de manantial-.

José apunta como antes se sembraba cebada y trigo, además había almendrales, olivares y mucha viña: -En cada casa había 1 o 2 viñas, un almendral y olivos, según la casa, si era casa rica pues tenían más-.  Había molino de aceite en El Tornillo. En 1950 ni se segó ni se trilló, no se cogió nada por una gran sequía, mucha gente marchó, sobre todo, de aquí a Sabadell. 

Cada casa tenía un par de mulas menos las casas ricas que tenían tres pares de mulas. El panadero tenía una vaca y vendía leche, pero en cada casa había algún tocino, gallinas, conejos y palomos: -El caldo de palomo era muy fuerte-.  Había dos tiendas: casa Gonzalo y casa la Jaima (La Felisa); dos carnicerías, casa Felipe y casa Clau. -Hubo zapatero, esquilador de mulas, carpintero, cura con casa propia…- También, en El Tormillo había unos 4 o 5 pastores, para las casas más ricas del pueblo, casa Ferrer, casa Vicente, casa Blecua y casa Felipe.

Pero lo que verdaderamente fue importante fue su estación ferroviaria, que aportó mucha vida y prosperidad a la población. La estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa, que dista unos tres kilómetros del pueblo; distancia que hacían andando o los iban a buscar.

Estación de ferrocarril Tormillo-Lastanosa.

Entonces, recuerdan José y Autora, en El Tormillo había unas cien casas y unos 500 vecinos, el pueblo tenía vida -Sin olvidar la estación de Terreu, donde había jefe de estación, factor y guarda aguja-. En La Masadera había un paso a nivel, pero sin barrera.

José ingresó en Renfe en Vías y Obras el 5 de agosto de 1959, desarrollando una vida profesional completamente vinculada al mundo ferroviario. Y, sin duda alguna, José es memoria viva de la estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa.

José y Aurora nos van desgranando sus recuerdos, como en la estación vivían ferroviarios, había viviendas donde se alojaban el jefe de la estación, el factor y el guarda agujas. Había un muelle para carga y descarga de mercancías, se cargaba mucha paja para Cataluña, grano y harina de la harinera de Berbegal, sacos de 100 kilos cada uno. Se descargaba abono.

Estaban las brigadas de mantenimiento, apuntan José y Aurora, la brigada 15 de El Tormillo, la 14 de Lastanosa y la 16 de Terreu. Cada brigada estaba compuesta por 6 obreros, un 1er obrero y un capataz. Cada brigada era responsable de un tramo de vía, arreglaban los baches, cambiaban traviesas, algunas, de madera de haya, se quemaban con la carbonilla que tiraban las máquinas. Pasaban mucho calor y había mucho trabajo ya que pasaban muchos trenes. Muchos obreros vivían en El Tormillo ya que les alquilaban casas.

A su vez había unas tres o cuatro casas en la estación Tormillo-Lastanosa, dos de guardas agujas, la de los Basoles, la de Jaime, Tricas y la de Acacio, el jefe. Además, en el pueblo estaba la Posada en casa de Mariano Pérez, donde se alojaban varios ferroviarios y viajeros.

Pasaban los trenes del correo y el rapidillo. A las diez de la mañana pasaba el tren que iba de Zaragoza a Barcelona, era el tren correo en el que iba mucha gente. El rapidillo pasaba a las 9 de la mañana, de Lérida a Zaragoza y salía de nuevo por la tarde de Zaragoza a las 17:30 horas y pasaba a las 19:30 por El Tormillo continuando hasta Lérida.

Muchos tenían un pase gratis para viajar, José tenía el “carnet ferroviario” y fueran a donde fueran lo tenían gratis. Aurora tenía “El carnet kilométrico”, con el que podía hacer hasta 300 km gratis. Cogían el tren correo a Monzón para comprar y a Selgua para hacer transbordo a Barbastro, donde cogían la Burreta. También contaban con un auto línea Villanueva de Sigena a Barbastro, que paraba en Sena, Castelflorite, Lamasadera, estación Tormillo-Lastanosa, El Tormillo, Peralta Fornillos, Berbegal y Barbastro. Algunos cogían el tren en la estación para irse de viaje de novios a Barcelona.

A la estación acudía el correo de Castelflorite, Lamasadera, Peralta, Berbegal y el mismo Tormillo. -Venían en una burra- El de El Tormillo era el jefe, cogía la saca y en un cuarto de la estación lo repartían

Había un despacho de telégrafos, y telegrafiaban en la estación, era una habitación y la llevaba militares que estaban realizando el servicio militar obligatorio.

Había estraperlo, se llevaban sacos de trigo y los mozos de tren lo cargaban – si iba a 3 pesetas el saco allí lo vendían por 6 pesetas- En Terreu había más estraperlo -En la casilla de Terreu llevaban incluso un vagón vacío que llenaban con el estraperlo-. La Guardia Civil estaba en Peralta, pero todos los días se acercaban por la estación. Igualmente, se recogía algo de carbonilla, carbón a medio quemar para aprovecharlo en las casas.

La estación aún conserva el pozo de agua. De Sariñena acudía un tren con un vagón cisterna que llenaba el pozo de la estación, el depósito. Con una carrucha y un pozal sacaban el agua y llenaban el botijo. También abastecían a las casas de la estación. En Sariñena era donde los trenes repostaban agua y carbón. José y Aurora recuerdan a Cosme García y Pilar Mir, de Sariñena, que vendían refrescos en la misma estación de Sariñena.

Lamentablemente quedan las ruinas de casa Lacoma, quien vivió allí durante muchos años. También queda un almacén, lo hizo uno de Sena en torno a 1965, un particular, y no tiene nada que ver con la estación.

El 2 de octubre de 1958, José marchó como mozo de estación a Lérida, pero volvió a El Tormillo en 1960 como guarda agujas, hasta 1963, cuando se casó con Aurora y volvió definitivamente a Lérida hasta su jubilación. José y Aurora se casaron el 5 de octubre de 1963, se casaron tres a la vez, ellos y sus respectivos mellizos con sus correspondientes parejas, José y Aurora señalan que la boda debería haber sido noticia, según les dijo un corresponsal del Heraldo de Aragón que cubría la zona. En Lérida estuvo como capitán de maniobras.

La estación ferroviaria de Tormillo-Lastanosa estuvo en auge hasta 1965, cuando su actividad comenzó a decaer. Con el tiempo los obreros los concentraron en Sariñena, la estación la cerraron de noche, el personal dejó de vivir en la estación y todo hasta que sobre 1980-1981 dejaron de parar los trenes -Cuando cerró la estación fue una ruina para el pueblo y luego también acabaron cerrándose las escuelas-.    

Pasear por El Tormillo, en su paraje quebrado de barrancos y bajo su cantera de elevada pendiente, es descubrir un pueblo tranquilo, con sus casas de arquitectura tradicional, de gran belleza. Es sentir la historia, la vida de un pueblo que guarda una gran memoria muy ligada al ferrocarril que tanto significo para el pueblo. Ahora solamente se ven pasar los trenes por la pequeña estación, soñando con que algún día vuelva a parar.

Gracias a Aurora Trallero Alfaro.

José Trallero Buil falleció el 7 de octubre del 2024, a penas dos meses después de la entrevista.

Aurora Piqueras Cisuelo


 Una vida dedicada a los demás, a su casa y a su familia, una vida de trabajo y esfuerzo, de dedicación y lucha. Un rostro entrañable que Alberto Lasheras nos relata descubriendo la vida de Aurora Piqueras Cisuelo; transmitiendo el respeto y cariño que Aurora se ha labrado en los secos y áridos monegros, entre Alcubierre y San Juan del Flumen.

Aurora

Aurora Piqueras

      Nació el 2 de junio de 1924, en Alcubierre. Era la novena de diez hermanos: Emilia, Modesta, Juana, Félix, Eusebio, Pilar, Paco, María, Aurora y Luis. Iban creciendo en el pueblo, colaborando en las tareas que sus padres les encomendaban y ayudándose unos a otros.

      Sus padres, María y Félix, trabajaban sin descanso dedicados a la venta ambulante por los pueblos para poder vivir honradamente. Cuando su madre no le podía dar el pecho, lo recibía de Cándida Suñén, que había tenido una hija tan sólo un mes antes. María se ponía en las plazas, en su puesto de mercado, y gritaba con energía y mucha gracia: ¡Naranjas como bombas!” Luego cuando vendían su mercancía regresaban a su casa, con su carro tirado por alguna yegua que habían renovado en el mercado de ganado.

        En 1930 la sequía se acentúa y las ventas se redujeron; malos tiempos se avecinaban. María y Félix deciden irse a Barcelona, allí habría trabajo para los dos. Las tres hijas mayores ya habían emigrado antes y encontrado trabajo. La mayor, en casa de los dueños de una fábrica de harinas, la Harinera de La Asunción, donde empezó Félix a trabajar nada más llegar para sacar adelante a su familia. María vendía helados en la playa de San Adrián del Besós, barrio en el que se instalaron. Félix murió de repente al año de llegar a Barcelona, dejando viuda, nueve huérfanos y a María embarazada.

     Todos se trasladaron a una casita del barrio obrero de Las Corts. Los chicos, adolescentes, trabajaban en el carbón, en la harinera y de botones en un banco. Eran tiempos convulsos de fuertes luchas sindicales con una gran implantación de la CNT y del anarquismo en Barcelona. Aurora cuenta que su hermano Félix era amigo de José Gavín Casaus (Alcubierre 1914-zaragoza 1935 “Otro Gavin de Alcubierre”, Desdemonegros), que a veces le permitió pasar la noche y dormir en su casa de la Colonia Castell, en Las Corts, escondiéndose de la búsqueda de la policía, si bien siempre le decía que “marchase al amanecer, cuanto antes, para no comprometer a su familia”.

     Las chicas, unas se casaron y otras trabajaban. Los tres pequeños (una de ellos Aurora), por mediación de los dueños de la harinera, fueron acogidos en un colegio de protección de la infancia en Pueblo Nuevo, en la calle Batrás. Para ello, la hermana mayor medió para que el dueño de la casa en la que servía ayudase a que admitieran a sus hermanos pequeños en dicho colegio de huérfanos, ya que les habían notificado que no accederían por ser aragoneses. Este señor, se tomó interés y notificó al colegio que si no admitía a los tres hermanos, retiraría su aportación anual a dicha institución. Un coche grande y negro los recogió y Aurora recuerda cómo su madre lloraba porque su economía no le permitía criarlos. Las niñas con las monjas y el chico con los curas. Al hermano, con ocho años, no le gustaba que le obligasen a ir a misa ni que le hiciesen rezar, las veía por una valla del patio y las llamaba por su nombre: “ ¡Marieta, Auroreta,  si os pegan decídmelo a mí! “.  Aurora lo aprendió todo en catalán, y a los siete años la eligieron para leerle unos versos a Lluis Compayns, en una exposición en Barcelona.

    Fue una experiencia dura e inolvidable que les permitió recibir una educación, alimento y disciplina. Salieron con un oficio aprendido: María se hizo modista y Paco tornero mecánico, lo que le permitió más adelante montar un taller con su hermano Eusebio.

       Aurora contaba tan sólo nueve años, cuando su hermana mayor le pidió a su madre que la sacara del colegio, para ayudarle con dos niños pequeños que tenía. La madre accedió y Aurora cuidó de los pequeños, siendo uno de sus cometidos recorrer un kilómetro de ida y otro de vuelta, tres veces al día, con la niña en los brazos que era un bebé y el hermanito de la mano, para que la niña tomara el pecho, ya que la hermana de Aurora tenía  una tienda de comestibles, al frente de la cual trabajaba.

      Aurora vivía con su hermana y su cuñado cuando estalló la guerra en 1936. Conoció el horror, la tristeza, los muertos, las carreras a los refugios en los que se escondían, el silbido de las bombas y el impacto sobre los edificios. Una noche tembló su cama, se agrietó la pared de su habitación y mirando por la ventana vio una bomba clavada en el suelo que no explotó. Pasarían muchos años y ese silbido aterrador le venía a la mente cada vez que alguien cerca de ella comenzaba a silbar.Tres de sus hermanos varones fueron al frente, a la guerra, da igual el bando en el que lucharon, el que les llamó más desde sus ideales de juventud o decidieron las circunstancias. Cuenta Aurora que en la Batalla del Ebro, estaban sus hermanos en diferente bando y Paco le comentó años más tarde: “¡Cómo iba a disparar si mis hermanos estaban en frente y podía darles!”. Al acabar la guerra, sus hermanos vuelven a Barcelona con algunas heridas, procedentes de campos de concentración pero, al fin vivos.

    Contaba Aurora quince años cuando una hermana mayor, Emilia, que vivía en Alcubierre y había perdido una hija de meses, enfermó. Aurora fue a cuidar a su hermana y ayudarla a superar la muerte de su hija. Se lo pidieron y ella obedeció. Tomó el tren y acompañada de una vecina  regresó al pueblo en el que nació. Emilia pidió a su madre que le enviara a su hermano pequeño Luis, para llenar el vacío creado por la muerte de su hija. Así, Luis fue el consuelo de Emilia, al que crió como si fuese su propio hijo.

        En Alcubierre, ayudó mucho a su hermana y su cuñado en la tienda que regentaban. Trabajó con ellos en el campo, con los animales, con unas mulas que tirando de un carro los llevaban a Zaragoza cada semana a buscar género que luego vendían en el pueblo.

       Cumplió 26 años cuando un amigo de la familia le presentó a Pedro Lalana Royo. Con él se casó y recuerda que el coche que llevaba al novio a la boda, pinchó y ella le esperaba escuchando las campanas de la iglesia que ya daban el tercer toque cuando Pedro llegó. Tras un viaje de novios por Zaragoza y Barcelona, a los cinco días, regresó a Monegros a otra casa, a otro pueblo, con otra familia. En Sariñena, vivió unos años y allí nacieron sus cinco hijos; cuatro chicas y un chico. Pedro quería tener un niño para que le ayudara en el campo y continuara  las tareas. Cuando éste nació, le gastó una broma a su marido y puso al recién nacido desnudo en la cama, diciéndole que había sido otra niña. La sorpresa y alegría del padre fue mayúscula al ver que había llegado su deseado varón.

      La vida le deparaba un nuevo destino; habían solicitado en San juan del Flúmen, nuevo pueblo de colonización, una casa y un lote de veinte hectáreas de tierra, a pagar en veinte años y, se lo concedieron. Les llegó una carta comunicándoles que debían vivir allí. Aurora contaba cuarenta y tres años y con su esposo cargó el remolque con sus enseres, sus hijos, un tractor recién comprado, a plazos, y se lanzaron a una aventura, con ilusión hacia un nuevo e incierto futuro.

      Fueron años muy duros, sin muchos medios. Los hijos ayudaban en todo lo que podían. Nueva escuela, tienda, médico, cura y nuevos amigos. Los vecinos se ayudaban y colaboraban  en un proyecto increíble que transformó aquellas casas en acogedoras viviendas y los lotes en fértiles tierras, creando potentes vínculos de amistad entre los nuevos habitantes de San Juan.

      En junio de 1992, su marido sufrió un  fuerte derrame cerebral. Tras siete meses hospitalizado volvió a casa con hemiplejia en el lado izquierdo de su cuerpo. Toda la familia se volcó en atenderlo durante doce años, afrontando con fuerza y cariño la dura situación.

      Hoy vive tranquila, sufrió un ictus en el 2012 del que se recuperó de una forma asombrosa. Con 93 años cumplidos, disfruta de la compañía de sus hijos, nietos y biznietos a los que adora, y a los que sigue transmitiendo amor, valentía, optimismo e ilusión. Siempre ha sido una mujer positiva, alegre y conserva su sonrisa de siempre con la que nos recibe cada vez que la acompañamos.

Con todo afecto y cariño.

Alberto Lasheras Taira

 

      Esta mirada se enmarca dentro de la serie “Rostros”, que va relatando diferentes visiones de mujeres monegrinas y su trabajo en el medio rural de Los Monegros. Muchas gracias Alberto Lasheras por un relato tan emotivo, escrito desde el corazón, con cariño y respeto.

 

Aurora Ezquerra Serrate


  Aurora Ezquerra Serrate me recibe en su actual vivienda de la casa de La Cera. Una antigua casa donde antaño trabajaban la cera para la fabricación de velas y donde  aún se conserva una espectacular prensa de cera. Aurora ha vivido toda su vida en  Castejón de Monegros, un lugar donde  las mujeres han revitalizado la manifestación folklórica del dance, asumiendo un papel reservado tradicionalmente para los hombres. Aurora es una de las muchas mujeres del secano aragonés, donde la carencia de agua ha caracterizado una vida unida al campo. Una historia más  de una mujer del secano monegrino.

aurora-rostro

Aurora Ezquerra Serrate

            Natural de Castejón de Monegros, Aurora Ezquerra Serrate nació en 1919. De casa Lorenzo “El Bruto” fueron siete hermanos. Su padre luchó en la guerra de Cuba y, tras sufrir una amputación en un dedo de una mano, le quedó una pequeña paga que ayudó bastante a su vuelta. En la guerra de Cuba aprendió a tocar la bandurria y cuando volvió a Castejón de Monegros iba a tocar por los pueblos y así se ganaba unos dineros extras.

            Una jovencísima Aurora comenzó a estudiar en la escuela de las hermanas del cura, unas mujeres que enseñaban a cambió de pequeñas cantidades de dinero o algún que otro pago en especias. Después pasó a párvulos en las escuelas municipales, su padre quiso que aprendiese letras, a escribir bien: “si hubiesen tenido dinero hubiera estudiado una carrera”.

20170111_140339

Prensa de cera.

           Su madre cosía, apañaba pantalones, calzoncillos, cosía camisas, tejía jerseys de lana… hacia trabajos de costura a la gente y le pagaban por ello, a veces con dinero y otras veces le daban algo a cambio. Con el tiempo se compró una maquina de coser y mejoró su trabajo. Aquellos pequeños ingresos eran muy importantes para la economía familiar y gracias a ellos no pasaron hambre. Con parte del dinero que ganaba su madre se pagaban los libros escolares de la pequeña Aurora.

            En Castejón de Monegros iban a buscar el agua a una fuente del pueblo y a una balsa. En casa criaban un tocino y hacían la matacía, también tenían gallinas y un pequeño ganado de ovejas y cabras. Aurora aún recuerda ordeñar las cabras y con la leche hacía quesos para casa, mantenía su propio suero. Las mujeres se juntaban a lavar en un lavadero. Toda la familia iba a segar, las mujeres daban gavilla y ataban las garbas.

aurora-ezquerra-2

Aurora Ezquerra

            Amasaban el pan y luego lo llevaban al horno. En Castejón de Monegros hacían “largos”, unas tortas de pan con algo de aceite. No había mucho dinero y tampoco había azúcar. También hacían “gorros de cura” unos panes macerados, que llevaban mucha harina y que retorcían, era un pan especial, un capricho que hacían de vez en cuando. Al pan duro y que no crecía, que no subía, lo llamaban “coto”.

            Aurora se casó con Leandro Puey Castejón, quien trabajó como labrador y pastor. En Castejón de Monegros los hombres hacían mucha leña de romero, la bajaban a vender a Sariñena unas dos veces por semana. Las mujeres se juntaban para coser en las calles, también era muy común quedar las noches de verano para salir a tomar la fresca.

            Aurora llegó a hacer hasta de albañil en casa, pequeñas obras hasta hacer una escalera hasta la terraza y un mosaico. Las mujeres en Castejón de Monegros tenían pocas salidas, algunas servían en alguna de las tres casas ricas del pueblo y la mayoría trabajaban llevando las múltiples faenas de casa y del campo. Se ha dejado atrás una forma de vida muy dura, las mujeres trabajaban de sol a sol e incluso cuando llegaba la noche. Un pasado que va quedando en el olvido pero que testimonios como el de Aurora nos describen una realidad de trabajo y esfuerzo que debemos de valorar y reconocer.

             Esta mirada se enmarca dentro de la serie “Rostros”, que va relatando diferentes visiones de mujeres monegrinas y su trabajo en el medio rural de Los Monegros. Muchas gracias a Ana Puey Campos y a José Puey Ezquerra, hijo de Aurora .