Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 104, págs. 52-56, octubre 2023.
Este año 2023 es pródigo en efemérides que se refieren a nuestro pueblo. Además de celebrar el quincuagésimo aniversario de la fundación de la Asociación Cultural, y también de la recuperación de las Coplillas, se cumplen 250 años de la caída del meteorito de Sena, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773, y que, como sabemos, es la más antigua registrada en España. Por este motivo el meteorito de Sena ha sido objeto de atención de distintos medios de comunicación desde hace unos meses, y está en curso una solicitud de la Agrupación Astronómica de Huesca para que pueda exhibirse en nuestra provincia coincidiendo con el aniversario.
Al margen de los aspectos científicos y de clasificación, de los que se han ocupado hace años un buen número de publicaciones relacionadas con la ciencia de los meteoritos, El Tarirán ya se ocupó ampliamente, entre 1999 y 2007, de los pormenores y el contexto de esta caída, con un primer artículo de Alberto Galindo en 1999, al que siguieron otros artículos o notas de María Jesús Nassarre, Miguel Ángel Lordán, Alfonso Campoy, Jesús Cancer y finalmente de Alberto Galindo en 2007. El próximo aniversario nos brinda la oportunidad de volver a ocuparnos del meteorito, que se exhibe en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (en adelante MNCN), y aportar nuevas informaciones sobre aspectos no suficientemente aclarados, como el lugar exacto de la caída.
El meteorito de Sena, en Google Arts and Culture
Google Arts & Culture (https://artsandculture.google.com/) es una plataforma de Google puesta en servicio en 2011, que permite acceder a una recopilación de imágenes en alta resolución de obras u objetos expuestos en múltiples museos, así como a un recorrido virtual por las galerías en las que se encuentran. Permite visualizar más de 200.000 piezas de arte y un total de 6 millones de fotos, vídeos, manuscritos y otros documentos relacionados con el arte, la cultura y la historia, en más de 2000 instituciones culturales de más de 80 países.
Sección dedicada a los meteoritos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. El meteorito de Sena es el primero de la parte inferior izquierda en la primera vitrina. A la derecha, detalle con la leyenda “Caída más antigua conocida de España”.(https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw).
Uno de los museos que colabora con la plataforma de Google es el MNCN de Madrid, cuyo patrimonio figura entre los más importantes del mundo. Custodia más de 11 millones de ejemplares en sus colecciones de historia natural, entre las cuales se encuentra la de meteoritos (Cuadro I), con unos 240 ejemplares, una quinta parte de los cuales procede de España. Para su visualización en Google Arts & Culture, el MNCN ha seleccionado, de entre sus millones de ejemplares, unas 160 piezas únicas, vídeos e imágenes en alta calidad. Entre ellas, el meteorito caído en Sena en 1773, el más antiguo de la colección, que se muestra al final del reportaje en el enlace https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw
El análisis de Proust y la dispersión del meteorito de Sena
El meteorito de Sena cayó en 1773, pero su análisis no se publicó hasta 1804, y de ello se encargó nada menos que Luis Proust, uno de los fundadores de la química moderna (Cuadro II).
Izquierda: etiqueta histórica del meteorito de Sena, mostrando los resultados del análisis de Luis Proust (Servicio de fotografía del MNCN). Derecha: página del título de la obra Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena (Proust 1804).
Luis Proust, cuya ley de las Proporciones Definidas, de las Proporciones Constantes, o sencillamente Ley de Proust se estudia y se utiliza ya desde la enseñanza secundaria, fue un farmacéutico y químico francés, aunque realizó la mayor parte de su carrera en España, en particular todas las investigaciones -entre 1794 y 1804- que le llevaron a enunciar su famosa ley. Cuando se ocupó del meteorito era director del Laboratorio Real de Madrid. Proust analizó el fragmento, pero no sospechó de ninguna manera el origen extraterrestre de la piedra, algo que en la época todavía no se había establecido. Tras este primer análisis, posteriores estudios han permitido concluir que se trata de una condrita H4, uno de los tipos de meteorito más común. Posteriormente al análisis, el meteorito se ha dividido y repartido por diversas instituciones o colecciones del mundo. El fragmento mayor, de 1,7 kg, es el que se conserva en el MNCN. Otro de 113 g se conserva en el Muséum National d’Histoire Naturelle de París. Y hay fragmentos menores -algunos de hasta unos pocos centigramos- en Viena, Chicago, Berlín, Londres y otros muchos museos. El Cuadro III muestra algunos fragmentos o rótulos del meteorito de Sena repartidos por el mundo.
La controversia sobre el nombre: ¿de Sena, de Sijena1, de Sena de Sijena, de Villanueva…?
La caída del meteorito de Sena está perfectamente documentada. El capitán general de Aragón, Luis Manso, encargó una investigación exhaustiva, cuyos resultados constituyen un informe de 93 páginas manuscritas, el protocolo 169 del archivo del MNCN, a cuya digitalización se puede acceder libremente en internet (MNCN 1774). El título, que se muestra en la imagen, no ofrece dudas sobre el lugar de la caída, ya que tras el año y el encabezamiento podemos leer (aunque no sin esfuerzo, dada la caligrafía del escribano): “Sobre El suceso del día 17 de noviembre de dicho año, en que cayó una piedra en la Huerta de Sena”. Y el rastreo de los testimonios aportados permite establecer la zona exacta de la caída, con precisión de unas decenas de metros, como veremos en otro apartado.
Siendo así, ¿por qué la controversia sobre el nombre del meteorito, que aparece en distintas fuentes como de Sena, de Sijena, de Villanueva de Sijena o de Sena de Sijena? Hay tres razones que lo explican. La primera, que el pueblo de Sena pertenecía en la fecha de la caída al Señorío de Sijena, y así fue hasta bien entrado el siglo XIX. Esto se traducía incluso en el nombre “Sena de Sijena”, que aparece en muchos documentos. La segunda, y consecuencia de la primera, es que la autoridad administrativa que regía sobre Sena, Villanueva y otros pueblos del contorno tenía como título “Alcalde y juez ordinario del distrito y territorio del Monasterio de Sijena”, o también “Alcalde de la Real Casa de Sijena”. En 1773 el cargo lo desempeñaba Manuel Martínez, y es a quien se encarga la investigación y el que remite los documentos al Capitán General, que a su vez los envía al Rey. Así que en los documentos aparece siempre el alcalde de Sijena, lo que alimenta la confusión sobre el lugar. Y finalmente, aunque la pieza principal del meteorito cayó en la huerta de Sena, días después del impacto se encontraron pequeños fragmentos en la huerta de las inmediaciones del Monasterio de Sijena, remitidos al Capitán General conjuntamente con el fragmento principal. Ello justifica que en la vitrina del MNCN donde se expone el meteorito se rotule su procedencia como “Sena o Villanueva de Sixena (Huesca)”, como hemos visto en el Cuadro I.
¿Dónde cayó exactamente el meteorito?
El alcalde del Distrito y Territorio de Sijena, Manuel Martínez, cumplió con eficacia el encargo del Capitán General. Se recogen en la documentación unas 15 declaraciones de testigos directos o de personas que sabían de la caída, aparte de la del Prior-Párroco de Sena, Antonio Pano, a quien se le entregó la piedra en primera instancia. En el momento de la caída, sobre las 12:30 del mediodía, los declarantes estaban mayoritariamente en Sena, comenzando por los que se encontraban “haciendo la mediodiada” en un campo propiedad de Manuel Calvo, contiguo al que cayó la piedra, propiedad de Francisco González; entre el punto en que cayó la piedra y el que se encontraban había unos veinte pasos (16-17, 68, 70, 73)2. Otros declarantes estaban en Villanueva de Sijena, en la huerta del Monasterio, y en Sariñena, aparte de los que estaban con el ganado en Cajicorva, o volviendo del monte Sisallar. Las declaraciones sobre el lugar de la caída son coincidentes: cayó en un campo de la partida “Los Tapiados”, “frente del lugar, bajo del molino, a un tiro de bala de distancia de este mismo lugar” (77), “un campo que está bajo el molino y a corta distancia de este lugar” (70-71), o simplemente, la expresión más repetida, “bajo el Molino”. También “bajo la acequia, a corta distancia del lugar” (14). En cuanto a la dirección indican que procedía de “como de parte del monte llamado El Vedado, término de este lugar, entre el poniente y norte” (72), o “hacia el monte de Cajal” (78).
Los planos del Cuadro IV nos ayudan a fijar el lugar de la caída. La partida “Los Tapiados”, como su nombre indica, correspondería en la época a la zona de huertos cerrados con tapias situados justo al sur del pueblo. La ubicación “bajo el molino”, considerada desde el pueblo, nos permitiría situar los campos citados al sur de la posición de este edificio, hoy desaparecido, marcado con la letra M. Sin embargo, cabe preguntarse si los campos estarían contiguos al molino o algo más al sur. Las expresiones “frente del lugar”, “a un tiro de bala de distancia” o “a corta distancia del lugar” excluyen la posibilidad de una excesiva separación entre los campos y el molino. En cuanto a “bajo la acequia” parece referirse a la acequia del molino, ya que un campo situado justo bajo la acequia de la ribera no podría estar también “bajo el molino”, que está algo más abajo. Finalmente, hay un testimonio que oyó y presenció la caída viniendo de su viña, situada en la partida Malpartir, cuando estaba en el puente por el que el camino que viene del río cruza la acequia del molino, es decir el puente llamado “Rómiz”, marcado en los planos con la letra P (75). Este testigo también vio caer la piedra delante de él, en un campo “bajo el molino”, y ofrece un punto de vista alternativo de la misma caída vista desde otro ángulo. Todo ello nos lleva a la conclusión de que la piedra cayó en un campo justo al sur del molino, como mucho a unas decenas de metros. Se trataría de alguno de los campos situados bajo la letra M en los planos. En la imposibilidad de acceder al catastro de finales del siglo XVIII y cotejar la existencia de dos campos contiguos, uno de Manuel González y otro de Miguel Calvo, es la máxima precisión a la que podemos aspirar para fijar el lugar de la caída del meteorito de Sena.
Planos de la zona de la huerta de Sena en la que cayó el meteorito. A la izquierda, imagen actual de Google Earth. A la derecha, imagen del catastro de mediados del siglo XX, cuando aún existían el molino y su acequia. Tomaremos como referencias el colegio público Alberto Galindo (C) y la bajada del lavador (L). El antiguo molino (M), situado en la calle Urgelet y hoy desaparecido, tomaba agua de la acequia de la ribera (AR) para su funcionamiento. Tras mover la muela, el agua se evacuaba mediante la acequia del molino (AM), de curso curvo, que se cruzaba con el camino que sube desde el Alcanadre en el llamando puente de Rómiz (P). Hoy en día, la acequia del molino ya no existe, pero su antiguo trazado puede intuirse por la disposición de las parcelas, al menos en algunos tramos. (Datos catastrales del Ayuntamiento de Sena)
El informe sobre el meteorito
En febrero de 2007 se inauguró en el MNCN la exposición permanente de meteoritos. El texto explicativo que figuraba junto al de Sena ya fue publicado ese año en el número 70 de El Tarirán, (Cuadro V).
Al margen de este informe, que necesariamente omite muchos detalles, el acceso a la documentación completa de la carpeta 169 del archivo del MNCN permite obtener otros datos curiosos, al menos para la gente de Sena, aparte de los que nos han permitido la ubicación del lugar de la caída, que hemos comentado en el apartado anterior.
El Capitán General, Antonio Manso, declara haber recibido por parte del Alcalde de Sijena la información requerida junto a una caja sellada con la piedra, e igualmente “otro pedacito de Piedra, igual a la grande, que se cree parte de ella” por parte de las monjas de Sijena, “por medio del Recibidor de Malta en este Reino”. Y, tras proceder a su apertura en presencia de otros ilustres testigos, escribe:
Dejo a los sabios que discurran si la piedra fue erupción de la tierra, que la fermentación le dio impulso para elevarse hasta lo perceptible de la esfera Celeste, y que su gravedad la precipitó al paraje en que se vio caer; si algún torbellino levantó porción de materias que se unieron por la recíproca atracción que tendrían para juntarse formando la piedra, y que cayó esta de la Nube en que tuvo efecto esta operación; o que cayendo alguna exhalación mayor que las regulares, hallase la piedra en el territorio en que terminó su actividad, le comunicase su calor, la tostase en su superficie, y dejase el olor de sus materias que se notó. Yo solo digo por mí que el suceso, cuando no sea positivamente singular, no es común. (57-58)
Téngase en cuenta que, en la época, el hecho de que este tipo de piedras pudieran proceder del espacio exterior no era ni siquiera sospechado. Coherente con su idea de que el suceso no era “común”, el Capitán General requiere del Alcalde que “reciba nueva información sobre las particularidades siguientes”
1) Si se encuentran Piedras de igual naturaleza a la ocupada en el territorio de Sena, y su Comarca, y si se hallaban antes del suceso del día 17. Y caso de encontrarse se remitirán con la primera ocasión.
2) Si cayeron Piedras iguales en esa comarca, y de dónde han salido algunas que se han esparcido, y de las que tenía un pedazo dicho Excmo. Sr Capitán General, que le entregó un Caballero de San Juan. [El recibidor de Malta]
3) Si la Piedra bajó encendida o humeando.
4) Se examinarán asimismo testigos de de Sijena, Villanueva, Sena y Sariñena sobre el particular de haber oído los truenos, o ruidos en la hora que sucedieron, según resulta de la información, y se evacuará la cita del Prior de Sena, bien sea mediante declaración, o mediante oficio y Carta respuesta del mismo. (3)
Igualmente requiere
[…] información del suceso así de las personas que la vieron caer como de aquellas a quienes inmediatamente lo contaron, y la distancia a que se oyeron los truenos y ruidos indagando de los mismos del modo que cayó de la esfera celeste, si fue por línea recta y perpendicular o curva al modo que cae la piedra disparada hacia el horizonte, y en ese caso averiguará v.m. de dónde vino, si hay hacia aquella parte, o sus cercanías algún volcán que pudo despedirla (63)
No se puede negar que el Capitán General trató el tema con interés y rigor, y que, buscando explicaciones llegó a pensar hasta en los volcanes. De los testimonios obtenidos, totalmente concordantes y reiterados, entresacamos algunas frases representativas, que complementan o amplían la información del Cuadro V.
El hecho de que no parecía haber circunstancias meteorológicas capaces de causar el fenómeno se refleja en frases como “A mediodía, estando la esfera Celeste sin aparato de tempestad” (55) o “No había apariencia de tronada ni era tiempo regular para ello” (13-14).
Hay concordancia total en que los ruidos o detonaciones fueron tres: “Tres estruendos con poco intervalo de uno a otro” (13), o “en la esfera celeste tres estruendos muy fuertes con corto intervalo de uno a otro” (18). Algunos pensaron que se trataba de tiros “de artillería del castillo de Monzón” (31, 69).
Las descripciones más curiosas corresponden a lo que se oyó justo después: “Un susurro, como eco de campanas o cosa semejante” (73). Un pastor que se encontraba en Cajicorva “después del último estruendo notó y oyó también un ruido o eco como si fuera un panderillo guarnecido con sonajas o cascabillos que le parecía se dirigía a Sariñena” (18-19). Otro describe el sonido “como si por el aire pasara un enjambre grande de abejas” (75). Y aún: “Un susurro o eco como cuando de apartado se oyen los pífanos o flautines que usa la tropa” (14). Esta misma impresión llevó a otro a afirmar que “los que estábamos dentro de nuestras habitaciones oímos los estruendos solamente”, mientras que los que estaban al exterior oyeron además “el ruido continuo y particular como de cajas y pífanos”, de suerte que las mujeres que estaban en la calle baja del lugar se decían “vamos a ver los soldados que entran por el cabo alto del lugar. ¿No oyes los tambores y pífanos?” (40).
No cabe duda que los estruendos causaron temor en muchos. Lo expresan varios testigos que indican que buscaron refugio notando que “El cielo se abre o se rompe” (73). Unos ganaderos montañeses que volvían de dejar el ganado en el monte del Sisallar refirieron que “al pasar el puente que este lugar tiene construido en el rio Alcanadre habían oído los referidos estruendos de que se habían asustado mucho y atemorizado creyendo que se hundía el puente” (15). Otro testigo de Sariñena, temió por la suerte de la torre de la iglesia, algo deteriorada: “hizo juicio que había caído dicha torre y que eran resultas de ello dichos estruendos” (21).
También indicaron muchos que “faltaba una astilla o trozo” (71, 73-74, 75), que no fue hallado por más que se buscó. Probablemente se trataría de un pequeño fragmento que se separó en la caída y fue recogido algún día más tarde. Y, finalmente, algunos describen una estela dejada en el cielo por la piedra, como una “nubecilla de poco cuerpo y densidad como si fuese un pedazo de la niebla, vulgarmente boira” (76), algo que concordaría con las estelas persistentes dejadas por otros meteoritos avistados y documentados.
Referencias
MNCN (1774): Conjunto de informes manuscritos fechados entre noviembre de 1773 y enero de 1774, sobre la piedra caída en la Huerta de Sena. Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Arch. 169). Madrid. Consultable en http://simurg.csic.es/view/1617691
PROUST, Luis (1804): Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena en Aragon, el 17 de noviembre de 1773, Madrid, s/i, 40 págs.; resumen en: Variedades de literatura y artes, 3 (1804) 193, 257; PROUST, L: «Sur une pierre meteorique tombée aux environs de Sigena, en Aragon, dans l’année 1773», Journal de Physique, de Chimie et d’Histoire Naturelle, t. LX (1805), págs. 185-205.
El meteorito de Sena, También en el museo del Prado
Por Antonio Cavero Barreu
Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 105, págs. 33-34, abril 2024.
El meteorito de Sena ha sido objeto de atención preferente en los últimos meses con motivo del 250º aniversario de su caída, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773. Ello ha propiciado, aparte de un artículo en El Tarirán, extensos reportajes y menciones en prensa, radio y televisión. Incluso hemos podido contemplar el meteorito en directo, sin necesidad de ir a su sede habitual en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, porque el Planetario de Aragón organizó en Huesca, de noviembre de 2023 a enero de 2024, una interesante exposición sobre meteoritos, en la cual el de Sena ocupaba la plaza de honor, como se ve en la fotografía adjunta. No era la primera vez que nuestro meteorito salía de su sede habitual del Museo de Ciencias: entre noviembre de 2013 y abril de 2014, y acompañado de otros meteoritos de la colección, se exhibió en el Museo Nacional del Prado complementando a un cuadro de Rubens, en una curiosa relación -a través de la Vía Láctea- que vamos a desgranar en los párrafos que siguen.
La Vía Láctea, nuestra galaxia
Es sabido que la Vía Láctea es el nombre de la galaxia en la que se encuentra situado nuestro sistema solar. Se trata de una galaxia de tipo espiral, con un diámetro de más de 100.000 años luz, integrada por entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Nuestro Sol es una de ellas, no de las más grandes, y situada en uno de los brazos. El nombre de Vía Láctea -literalmente, camino de leche- tiene relación con la apariencia que ofrece de noche, vista desde la Tierra, como una tenue y borrosa banda de luz blanca procedente de las estrellas y del gas interestelar que se hallan en el plano de la galaxia. Este fenómeno visual es fácil de entender a partir de las figuras: cuando desde un punto del Sistema Solar como la Tierra se mira de noche el firmamento en la dirección del plano de la galaxia se percibe la acumulación de estrellas y materia interestelar que la componen, mientras que en dirección perpendicular se percibe el firmamento más oscuro.
El origen de la Vía Láctea, según la mitología grecorromana
Según la leyenda, el dios Zeus (Júpiter para los romanos), “el padre de los dioses”, estaba casado con la diosa Hera (Juno para los romanos). Mantuvo una relación con Alcmena, una reina mortal, de la cual nació un hijo, Heracles (Hércules para los romanos), que era solamente un semidiós a causa de la falta de condición divina de la madre. Zeus pretendió que Hera amamantara a su hijastro Hércules, ya que su leche le hubiera conferido la inmortalidad, pero Hera, despechada, lo apartó bruscamente. Las gotas de leche derramada constituyen en el firmamento la Vía Láctea, el camino que conduce al Olimpo de los dioses. Esta leyenda mitológica fue objeto de diversas obras pictóricas, entre ellas el lienzo de Peter Paul Rubens El origen de la Vía Láctea, de 1636, encargado por el rey Felipe IV, una de las obras maestras de la colección del Museo Nacional del Prado.
La Vía Láctea y el meteorito de Sena en el Museo Nacional del Prado
Entre noviembre de 2013 y abril del 2014 se pudo ver en el Museo Nacional del Prado una curiosa exposición comisariada por el artista Miguel Ángel Blanco, un experimento de fusión consistente en la instalación de alrededor de 150 piezas de historia natural (minerales, animales naturalizados y en etanol, fósiles, esqueletos, e insectos) procedentes en su mayoría del Museo Nacional de Ciencias Naturales, junto a veinticinco obras de la colección del Museo de alguna manera relacionadas con ellas.
En la figura podemos ver uno de los montajes, que incluía una colección de meteoritos a modo de prolongación de las gotas de leche representadas en el lienzo El Nacimiento de la Vía Láctea, de Rubens, que como hemos visto narra el origen divino de esta galaxia. El programa de la exposición incluía interesantes comentarios sobre la fusión del cuadro y los meteoritos:
La aproximación mitológica a los fenómenos astrales visibles e intangibles se une al abordaje científico de una presencia tangible: la de los meteoritos que se precipitan sobre la tierra […] Estos fragmentos de cuerpos astrales parecen haberse desprendido del estrato pictórico para posarse junto a la obra y devolver a la tierra en forma de roca las gotas de aquel relato mítico. La mayoría de meteoritos que se desprenden sobre nuestro planeta provienen de un espacio legendario, el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, dos planetas con nombre de dios potente y amenazante como la fuerza de estos fragmentos al desprenderse de la bóveda celeste. (https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/historias-naturales-un-proyecto-de-miguel-angel/860d26d4-8793-4737-be9f-e744e5c2daf4)
El meteorito de Sena, que proviene efectivamente del cinturón de asteroides, se puede ver en la imagen, el primero a la derecha, como capitaneando la partida de meteoritos.
De esta curiosa manera se asoció, pues, durante unos meses, el meteorito de Sena con Peter Paul Rubens y la Vía Láctea bajo los auspicios del Museo Nacional del Prado.
Nicolás Andión Pena responde a la figura de médico rural, de beneficencia, aquel cuya disponibilidad abarcaba las 24 horas del día los 365 días del año. Gallego de nacimiento es sariñenense de adopción, localidad a la que dedica su profesión y vida, donde ejerce como médico durante más de 30 años, entre 1942 y 1978. Querido y respetado, nos sumergimos en su memoria y recuerdo gracias a sus hijas Inés y Margarita.
Nicolás Alejandro Andión Peña nace el 15 de diciembre de 1906 en Galicia en el lugar de Famelga/A Coutada- Sta María de Aguasantas, Concello de Cotobade, Pontevedra (hoy Cerdedo-Cotobade tras la fusión de ambos municipios). Lugares muy próximos dentro de la parroquia y separados por apenas 3 km. Hijo de Cándido Andión García, de A Coutada, y Adelina Pena. Fue el mayor de ocho hermanos, aunque dos murieron solo mas nacer, entre ellos Benito, Manuel Félix, María Inés, Cándido y Nicolás.
Estudia medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, siempre becado y con muy buenas notas, especializándose en hematología, especialidad encargada de enfermedades de la sangre o hematológicas. Especialización que quiso realizar en Alemania pero que el ascenso de Hitler complica del todo. Finalmente, realiza el MIR en Portugal, Oporto, Lisboa y Coímbra. Durante un tiempo vive en Vigo hasta que, con el estallido de la guerra, es llamado a filas en el bando nacional donde ejerce como médico. Principalmente realiza labores en retaguardia llegando hasta Jaca. Para él, la guerra es muy dura, practica mucho la cirugía, siendo un tremendo aprendizaje.
Así, tras la guerra, Nicolás no quiere quedarse en Galicia como médico, allí llueve mucho y prefiere un lugar más seco. Así que oposita y en 1942, entre sus destinos, elige Sariñena. Le habían quitado Vigo y, al haber estado en Jaca, decide que le gusta mucho más este clima.
Anteriormente, Nicolas había contraído matrimonio con Josefina Bello Fernández, también gallega de Maniños en La Coruña. Una mujer muy culta, que a pesar que no la habían dejado estudiar era una autentica devoradora de libros, una gran lectora. Josefina, de primeras, no viene a Sariñena y permanece por un tiempo en Galicia, en Maniños donde nacen sus dos hijas Inés y Margarita. Gracias a que tiene un salvoconducto para ir a Galicia, Nicolas puede ir a ver a su mujer e hijas con total libertad.
Nicolas, Josefina, Margarita e Inés.
Nicolás encuentra una Sariñena muy destruida por la guerra, sin encontrar casa para poder vivir. Por ello no tiene más remedio que alojarse en el hostal Ispa, Hotel Comercio Ispa, donde permanece bastante tiempo e incluso llega a pasar consulta. También se aloja en el hostal el notario de Sariñena Joaquín, con quien mantiene una gran amistad. Fueron años duros, había mucha miseria y muchas enfermedades, como el tifus, las fiebres de Malta, tuberculosis o la cirrosis; pues se bebía mucho vino.
Al tiempo, por suerte puede vivir en un pisito de la plaza el Salvador, popularmente conocida como plaza de la Iglesia; Inés aún recuerda las casas caídas y la plaza llena de tierra. Después, con la construcción de las casas de la avenida Huesca por Regiones Devastadas le conceden una casa en la actual calle Delicias nº 1, pared con pared con Pedro Cascales, el otro médico de Sariñena. “Años más tarde hacen el cuartel, pero antes solo había huertas”, recuerdan Margarita e Inés, “donde luego se hicieron las escuelas nuevas”. Allí residen y ejerce hasta su jubilación.
Margarita e Inés viven su infancia en Sariñena y guardan muchos y buenos recuerdos, como ir a las monjas, que aún estaban en la calle Rafael Ulled, actualmente parte del casino viejo. Iban con sus botas, como un viaje divertido. Además, en casa tenían un pequeño gallinero, con gallinas y pollos, un cuarto muy pequeño, con un palo, donde les daban de comer.
Nicolás se desvivía por la gente, pura dedicación, no comía hasta que no acababa la consulta y había días que se le hacían las cinco de la tarde, pues había días que igual atendía a 70 personas. Aunque le llamaba a cualquier hora e incluso por las noches, cualquier necesidad o urgencia la atendía, personas heridas o enfermas. Solía tener la sala de espera llena y al principio la gente no tenía ni para pagar, ejercía por pura vocación. “Atendía gratis e incluso hasta daba medicamentos gratis”, recuerda Inés como algunos pagaban con comida y como tenían nevera de hielo, y cabía poco, lo daban a personas que lo necesitaban “Respetaba mucho la vida de los demás, nunca hablaba mal de nadie, ni se metía en la vida de nadie”.
Siempre estaba formándose, por dos veces acude a Barcelona a realizar cursos, a los laboratorios “Grifols”, además recibe un montón de revistas médicas que devora leyendo. En una ocasión, salva a una persona del tétanos que había cogido al clavarse algo y unos laboratorios le preguntaron que había hecho.
Su mujer Josefina ayuda en la consulta, recibe, escribe las recetas y mantiene la estufa “tenían una estufa de leña de salamandra”, entre muchas otras cosas. La consulta les da mucho trabajo, además de tener que ir a visitar por las casas “vivieron a gusto”. Aunque nunca cogen vacaciones, prácticamente no falta nunca. Pedro Cascales sí que cogía vacaciones, todo el mes de septiembre. Siempre se ayudaban, se mandaban continuamente papeles. También su hija Inés ayuda en la consulta, con las bajas y altas, llevando un fichero muy detallado a máquina, ejerciendo de secretaria. Inés también es una gran lectora, como su madre, de tebeos y novelas. Para Margarita sus mejores recuerdos mejores son de cuando vivíamos en la calle Delicias «aunque luego nos fuimos a estudiar y solo pasábamos las vacaciones».
Como médico también lleva las localidades de Capdesaso y Lastanosa. Al principio va en tartana, no había ni coches hasta que comienza a haber taxis. Una vez casi caen al río Alcanadre con el taxi, “El primer coche que compró era de segunda mano”. Luego, con su coche llega hasta llevar a más de uno al hospital de Huesca. Pedro Cascales lleva Albalatillo y Pallaruelo de Monegros Sin olvidar a Domingo Pardo que ejerce como practicante. Hay un tiempo que, en el edificio conocido como el Hospital, Nicolás y Cascales tallan a los quintos que van a hacer el servicio militar obligatorio.
Nicolas con su hija Margarita y su marido.
Era sano y muy fuerte, siempre había sido de estar por casa y nunca de bares, una vida sana. Hacía vida muy normal, solía subir paseando hasta el barrio de la Estación de Sariñena. Odiaba la sandía y los melones, decía que producían cólicos. Muy amigo del farmacéutico Rafael Loste, del secretario Fidel Bailo y el comerciante Pepe Brunet. Se juntaban en la rebotica o en la parte alta de las Marianitas, la tienda de Pepe Brunet, y hablaban de sus cosas y, como no, de política. Más de una vez, Marga le tuvo que ir a buscar a las Marianitas para avisarle de una urgencia.
Nicolas y Josefina con un nieto, sobre 1980.
Era muy profesional jubilándose en 1978, incluso jubilado ayudaba y atendía a la gente. Muchas de sus pertenecías médicas de la consulta y del laboratorio fueron donadas al museo etnográfico de Sariñena. Solía decir que si volviese a nacer no sería médico, pero nadie le creía.
Nicolas y Josefina en Ordesa.
Fallece a los 76 años de edad el 10 de octubre de 1983, en Lérida junto a sus hijas y resto de familia “Babeaba con sus nietos”. Sin duda, un gran médico que dejó una gran impronta en Sariñena que lo recuerda con gran cariño y donde incluso una calle lleva su nombre. Ambos, Nicolas y Josefina descansan en el cementerio municipal de Sariñena, por voluntad propia.
La localidad monegrina fue punto neurálgico del Frente de Aragón y en el Frente de Los Monegros, por ser un importante nudo de conexiones a través de la vía ferrocarril que conectaba directamente con Barcelona y al estar cerca del Frente de Huesca, Tardienta y Alcubierre. Albergó tropas, el cuartel general de la Columna de los Aguiluchos y se instaló un hospital de campaña inglés.
Septiembre de 1936. Población local y voluntario de las Brigadas Internacionales con niño al hombro. Foto de Alec Wainman.
Como en muchos pueblos de Los Monegros, la construcción del canal de Monegros y la venida de obreros de diferentes lugares supuso una revolución de ideales en la zona, mucho más marcada en localidades como Grañén por su conexión con la vía ferroviaria entre Madrid y Barcelona. Estas circunstancias rompían con el modelo tradicional caciquil del Aragón rural. Por ello, no es de extrañar el informe de Falange para la Causa General de Grañén: “La villa de Grañén, era en 1936 como un terreno perfectamente abonado y preparado para recibir la semilla del comunismo, causado de lo siguiente: 1º La antigua propaganda liberal, prometiendo al pueblo bajo el reparto de las enormes fincas que aquí poseen el Exscimo Sr. Duque de Luna y Don Vicente Susín Tello. 2º Las últimas propagandas izquierdistas que ahondaron todavía en más promesas. 3º La convivencia de muchos trabajadores de Grañén, con gentes extrañas, en los trabajos de Grandes Riegos del Alto Aragón, cercano a esta villa.”
Los primeros días
Con la sublevación militar, el alcalde de Grañén Santiago Lanuza Ferrer recibió la orden, del gobernador militar de Huesca, de declarar el estado de guerra. Lanuza se posicionó a favor de la república junto a sindicalistas de la CNT y la UGT y vecinos de la localidad, que tomaron posiciones en las entradas del pueblo. A los pocos días se sumaron las fuerzas de la guardia civil de la localidad, aunque al parecer ordenaron requisar las armas a los vecinos, según declaración de Carlos Luis Duerto, alfarero, de Izquierda Republicana, concejal municipal y afiliado a la CNT: “Seguidamente se fue al cuartel de la guardia civil (Se refiere al alcalde Santiago Lanuza), ignorando el declarante las órdenes que les dio, pero si sabe que al poco más tarde dicha fuerza de la guardia civil salió para hacer guardias en las entradas del pueblo en unión de algunos vecinos de izquierdas. Que momentos más tarde el mencionado alcalde con el cabo, comandante del puesto de la guardia civil ordenaron la entrega inmediata de cuantas armas se encontrasen en poder de los vecinos, siendo cumplida inmediatamente esta orden rápidamente, entregando las armas en el ayuntamiento y cuartel de la guardia civil.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén, Rama separada nº 321.).
Estos sucesos también aparecen recogidos por Jesús Inglada, en la biografía del grañenense Pascual Azagra Anzano “La Guardia Civil se puso al servicio del alcalde socialista, Santiago Lanuza y, junto a un grupo de vecinos tomaron posiciones en las eras del pueblo para defender la legalidad republicana.”
Francisco Logroño Muñoz, natural de Alagón, la guerra le pilló en Grañén, en la cual regentaba un establecimiento de vinos y carbones. Afiliado a la CNT, sin ostentar cargo ni responsabilidad alguna, declaró que “La Guardia Civil, mandada por un tal Latas, en unión de las personas de izquierdas se lanzaron a la calle y el comandante del puesto de la referida Guardia Civil señor Latas ordenó que se hicieran guardias en las entradas del pueblo y calles del mismo con las escopetas que anteriormente habían recogido”. Latas correspondía a Pablo Latas Buen, cabo de la Guardia Civil.
El 23 de julio de 1936, llegan a Grañén fuerzas sublevadas procedentes de Huesca, produciéndose un enfrentamiento entre ambas partes. De acuerdo con el testimonio de Carlos Luis Duerto, a la media hora del tiroteo, entre las dos facciones, la Guardia Civil de Grañén se rinde, entregándose a las fuerzas nacionales: “Que el día 23 de julio de 1936 llegaron al pueblo fuerzas nacionales que fueron recibidas a tiros por la guardia civil y paisanos que se encontraban de guardia en las entradas y después de una media hora de tiroteo la repetida guardia civil se entregó a las fuerzas militares de Huesca.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén). Jesús Inglada cita que fue un grupo de falangistas “Bien armados procedentes de la capital”.
Igualmente, estos hechos, los recoge el investigador Víctor Pardo Lancina, “Algunas notas sobre la guerra civil en Los Monegros”: “El 23 de julio, una compañía de militares de Huesca bajo el mando del capitán Santamaría, junto a un grupo de falangistas pertrechados con ametralladoras y fuego de mortero, se presentaron en Grañén reduciendo al grupo de milicianos tras un intenso combate. Los franquistas querían fusilar en ese momento a los resistentes, pero la intervención de Manuel Lacarte Bercero, falangista oscense, resolvió la situación sin violencia; con todo veinte personas fueron detenidas, de las cuales ocho serían finalmente fusiladas en Huesca”. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Editado por Rolde de Estudios Aragoneses y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2005).
También, la Causa General de Grañén, recoge la versión de Francisco Logroño Muñoz, citando los hechos el día 25 de julio: “El día 25 de julio de 1936, al ver llegar las fuerzas nacionales, dicha guardia civil con algunos paisanos se parapetaron en las eras del pueblo habiendo un pequeño tiroteo entre estos y las referidas fuerzas nacionales, cesando a los pocos minutos y después de parlamentar ambos bandos la guardia civil con los paisanos que estaban a su lado se entregaron a las fuerzas nacionales saliendo estas horas más tarde con la guardia civil y diez y ocho prisioneros vecinos del pueblo dirigiéndose a Huesca.”
Víctor Pardo Lancina señala que los guardias civiles hubieron de responder a una investigación interna abierta en la Comandancia de Huesca “Y exponiendo disparatadas teorías y excusas, lograron salvar su responsabilidad en la acción ejecutada”: «(…) A las diecisiete horas del día diecinueve -explica el cabo Pedro Latas en el atestado instruido-, recibió del Excelentísimo señor Comandante Militar un telefonema que iba también encabezado al alcalde y era copia de un bando declarando el estado de guerra. El alcalde se presentó en el cuartel, manifestando que él mismo publicaría el bando, ya que había tenido dos conferencias telefónicas con la autoridad militar y le había ordenado recogiese las armas en el Ayuntamiento, y el que narra dice que permitió que: fuese así porque esperaba recibir órdenes para cambiar de Ayuntamiento, ya que el que ostentaba el poder no le merecía confianza y de esa forma, cooperando en unión de las autoridades locales creía podría hacer labor más eficaz». (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).
Igualmente, Víctor Pardo Lancina recoge la declaración del guardia segundo Justo Callén Ezquerra, natural de Lanaja, “Que resultó herido en el transcurso del tiroteo con las fuerzas llegadas desde Huesca el día 23, aclara en cierta medida los hechos desarrollados en Grañén”: «Sobre las once horas se presentaron en las inmediaciones del cuartel grupos de hombres numerosos (sic) diciendo: ¡Que salgan los civiles! y si no, asaltamos el cuartel, que a todo trance querían las armas. Para evitar el ser arrollados por las turbas, decidió salir con los guardias Ciprés y Rivera», hasta los extramuros del pueblo, y al llegar cerca de la ermita, vio que se ocultaban detrás de los pajares y tapias todos los revolucionarios; el declarante entonces observó a ver quién venía y creyó que era el Ejército, diciéndoles: ¡A entregarse que es fuerza del Ejército!, y sin hacerle caso los grupos que estaban más a su derecha rompieron el fuego, pero al contestar el Ejército con las ametralladoras, a los diez minutos aproximadamente todos huyeron, y durante ese tiempo como el declarante no tiraba, le amenazaron con pistolas los vecinos Alejandro Sánchez y Francisco Logroño, y para evitar el ser víctima se vio en la necesidad de hacer un disparo al aire. Que a sus compañeros Ciprés y Rivera, que estaban más a su derecha, no los vio, sin duda se vieron obligados a huir con los revolucionarios amenazados con las pis- tolas. El declarante se ocultó y al quedarse solo se presentó al jefe de las fuerzas y en unión del Ejército cooperó a la detención de los extremistas en la localidad, hasta las siete de la tarde, que evacuaron el pueblo por orden del jefe de la columna y vinieron a la capital, presentándose al jefe de la Comandancia».(“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina. Manifestación realizada en Huesca el 22 de agosto de 1936, ante el alférez instructor Arturo Colón Monfort, para aclarar la actuación en el puesto de Grañén, compuesto por el cabo Pedro Latas Buen y los guardias segundos Justo Callén Ezquerra, Antonio Ciprés Nasarre, Emiliano Rivera Pinós y Enrique Serrate Ainoza, traídos los dos primeros a esta plaza por el jefe de una columna del Ejército y los restantes presentados en esta Comandancia en distintas fechas y sitios por donde anduvieron antes de hacer su presentación». Documento inédito. Archivo del autor).
Carlos Luis Duerto acabó ingresando en la 28 División 127 Brigada Mixta, Sección carros blindados en el frente de Huesca. Al acabar la guerra, le pilló en Extremadura, fue internado en el campo de concentración de Albatera (Alicante) y más tarde en la prisión de Huesca.
Llegan las Columnas
A Grañén llegaron la Columna Ascaso, la Carlos Marx (UGT PSUC) y la Columna de la FAI “Los Aguiluchos” («Marcha al frente de Aragón la columna «Los Aguiluchos»». La Vanguardia. 29 de agosto de 1936. p. 3.).
“Al día siguiente llegaron al pueblo fuerzas de milicianos de paso para Lanaja. Al día siguiente llegó un tren con fuerzas militares procedentes de Lérida, las cuales ordenaron que se continuaran los trabajos.” (Carlos Luis Duerto. Causa General de Grañén).
El 24 de julio la Columna Carlos Marx, también llamada Columna «Trueba-Del Barrio», partió de Barcelona con unos 2.000 efectivos hacia el frente de Aragón. La columna, organizada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), salió de Barcelona en un tren blindado dirección Grañén, convoy al que acabó sumándose el batallón de ametralladoras guarnicionado en Manresa: «El tren blindado, que ya era largo al salir de Barcelona, casi dobló en el camino. En varias estaciones se engancharon vagones repletos de milicianos voluntarios» (José Barrio. Memorias políticas y militares). Al caer la noche, el convoy alcanzó Lérida partiendo a la madrugada siguiente hacia Grañén; el objetivo inmediato era ocupar Tardienta aunque no sabían si Grañén estaba en mano de los «fascistas». A su paso por Selgua, Del Barrio se reunió con el coronel Villalba; los enlaces motorizados que enviaba para conocer la situación ya le habían advertido. La idea era establecer una línea «Floja» entre Leciñena y Tardienta pero los enfrentamientos con grupos falangistas en Lanaja obligó a desviar dos centurias a Lanaja: «Del Barrio va atacar Lanaja con dos centurias sumadas a una compañía de infantería y un grupo de Guardias Civiles» (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). Sobre los sucesos de Lanaja: Las batallas de Lanaja, libro de Roberto Mateo Caballero.
Una vez en Grañén, la columna sufrió un bombardeo aéreo. Allí se encontraba un comité anarcosindicalista a las órdenes de un personaje conocido como Pancho Villa (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo). José Barrio, Memorias políticas y militares, relata «El pueblo no era en realidad de nadie. Ugetistas y cenetistas por un lado o fascistas por otro patrullaban por los alrededores del pueblo, sin que llegaran a dominarlo ni unos ni otros. Nuestra llegada resolvió la situación. Los fascistas huyeron».
Milicianos en Grañén. Foto de Alec Wainman.
Las columnas cenetistas de la Columna de Ascaso, comandada por García Vivancos, y la Columna de los Aguiluchos, al mando de Juan García Oliver y el capitán José Guarner como consejero militar, llegaron hasta Grañén por vía férrea (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo), para establecerse en el Frente de Huesca, Tardienta, Sangarrén y Vicién.
La columna de los Aguiluchos salió de la Estación del Norte de Barcelona, llegando en tren a Grañén (Huesca) y luego en coches y camiones hasta Vicién, más cerca del frente. En la columna Ascaso estaba el Grupo Internacional “Eric Mühsam”, que centró su actividad en el frente de Huesca. Aunque se había pretendido que la columna de Los Aguiluchos fuese una gran unidad, finalmente partió con unos 1.500 milicianos y 200 milicianas, acabando como un refuerzo de la Ascaso. Establecieron su cuartel general en Grañén el 28 de agosto de 1936.
Ambas columnas, la Ascaso y Los Aguiluchos, participaron en la ofensiva a Huesca. Especialmente junto a la Columna Ascaso. “Las posiciones de Huesca, controladas por el PSUC se situaban a la izquierda de la columna Ascaso y a la derecha de la Columna Alas Rojas. Eran un total de 1.000 efectivos sin segunda línea ni reserva” (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo).
Las milicias republicanas del POUM, Columna Arquer-Grossi, comandada por Manuel Grossi y Jordi Arquer, partió de Barcelona el 24 de julio. La columna del POUM alcanzó Alcubierre el 3 de agosto, llegando desde Sariñena tras su paso por Grañén y Robres.
“En Sariñena está concentrada la segunda columna del POUM la cual tiene un destacamento de la primera y segunda bandera en Grañén, y otro en Alcubierre, aparte de los grupos distribuidos por las avanzadillas encargado del enlace entre los distintos puestos y destacamentos.” (La Batalla, 7 de agosto de 1936).
Lorenzo Villa fue comisario político de las fuerzas del POUM en Grañén (La Batalla, número 58, 8 de octubre de 1936).
Domingo Ascaso Abadia Adscrito a los grupos de acción del anarquismo aragonés y miembro de los Justicieros, los Solidarios o Nosotros. Hermano de los también anarquistas Francisco y Alejandro Ascaso, formó parte de la FAI ll Durante la Guerra Civil Española fue uno de los líderes de la Columna Ascaso, al ejercer como uno de sus delegados, junto a Gregorio Jover y Cristóbal Aldabaldetrecu; la columna batalló en el Frente de Huesca, dentro del más amplio Frente de Aragón, tomando plazas como Barbastro, Granén y Vicién. Fue asesinado durante los sucesos de mayo de 1937. (Con nombres y apellidos).
El general Villalba visitó el frente de Grañén a mediados de septiembre de 1936 (Full oficial del dilluns de Barcelona: Número 562 – 1936, septiembre 21).
De acuerdo con la distribución de José Bertrán y Musitu en marzo de 1937, en el sector de Grañén operaban las siguientes unidades:
División Francisco Ascaso.
Centuria Pancho Villa.
Intendencia General.
Bons Kropotkine.
Sanidad.
Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros.
“Por otro lado, con la toma de Grañén, línea férrea y Almudevar, única carretera directa entre Huesca y Zaragoza, Ia retirada de los sublevados de la primera población sería inútil al verse acosados por las columnas de soldados y milicias leales al Gobierno de la República.”
Ahora (Madrid). 1 de agosto de 1936.
El avance del POUM
El avance hacia la línea de fuego se ha llevado en la noche del viernes 31 de julio a la madrugada del primero de agosto. La primera y segunda bandera de las columnas del P. O. U. M. al mando militar del bizarro Biscarri, y el político del entusiasta Grossi, salió a las once de la noche de Sariñena con dirección a Grañén pueblo que está ya en la línea de fuego por separarle soló unos kilómetros de Tardienta que es nuestra posición avanzada en esta provincia y que en la misma línea que une a Zaragoza y Huesca y a su mitad de distancia de ambas posiciones constituye una grave amenaza para el enemigo que puede verse envuelto por un ataque nuestro. En las nueve unidades de transporte que llevábamos, tres de las cuales son de servicios médicos—ambulancias de Cruz Roja—los doscientos muchachos de nuestras dos banderas han llegado solo en unas horas al pueblo de Grañén.
A la cabeza de la columna se desplazaba un camión mandado por Bíscarri. Este, temerario, andaba de su asiento al lado del conductor a la capota del coche y descendía saludando a las guardias y avanzadas de las poblaciones por las que pasábamos. En una noche espléndida avanzábamos de Sariñena a la Naja, de aquí a Alcubierre, de este pueblo al de Rollas y de este último hemos llegado a las guardabarreras de la línea de ferrocarril de la estación de Grañén. Antes de las cuatro de la mañana sentábamos nuestra posición en Grañén.
Grañén está guarnecido por fuerzas —soldados y algunas clases—del batallón de cazadores de la Seo de Urgel, número 3, que con las del batallón de cazadores de Barbastro, número 40 coadyuvan brillantemente en las operaciones de nuestras columnas libertadoras. Es una villa de unos 1.500 habitantes. Presenta el mismo paisaje de las otras poblaciones que hemos ocupado, elevándose en un llano entre altozanos y huertas. A sus pies corre el río Flumen de estrecho cauce, pero abundantes aguas y los campos ofrecen pastos y frutales; la principal cosecha es el trigo. Vino se recoge poco. Abunda el ganado. La población es antigua, de pocas casas de estilo; muchas típicas con amplios corrales y hace mucho frío. ¡Estamos sólo a unos pocos kilómetros de Tardienta y en el sitio por donde creemos se realizará el avance!
La organización administrativa en este pueblo es por ahora muy buena. Constituyen el comité de la población los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.
Nuestro Comité militar radica en la Casa Cuartel de la Guardia civil. Cuando escribimos estas líneas están saliendo las fuerzas de las milicias del Partido Comunista a quienes vamos a sustituir. Hay absoluta calma, aunque esta mañana voló sobre nosotros un avión enemigo. Las señas anunciando la presencia del avión y las precauciones que se toman hace más distraída la vida aquí que en Sariñena. Nuestros camaradas de Barcelona, pueden tener la seguridad que no desmayaremos en quedar dignamente como estamos demostrando en la zona que ocupamos.
Grañén, 1 de agosto de 1936. NINFO. La Batalla número 4. 6 de agosto de 1936.
Saqueos y destrucciones
Como en la mayoría de los pueblos, los saqueos y destrucciones, principalmente de iglesias, se llevó a cabo en Grañén. Igualmente sucedió con casas y propiedades, en este sentido, la Causa General cita “Saquearon las casas de varios derechistas que huyeron a zona nacional e impusieron el terror en esta villa.”
Francisco Logroño Muñoz testificó “Que al día siguiente (Del 25 de julio de 1936) llegaron varios coches y camiones con milicianos armados los cuales destrozaron cuanto había en las casas de las personas de derechas que habían huido saliendo a los pocos momentos y al día siguiente llegaron las fuerzas de Carlos Marx en un tren especial que al llegar a la estación fue bombardeado por la aviación nacional causando algunas bajas.”
La iglesia parroquial de Santiago y la ermita de San Julián fueron profanadas, la iglesia fue utilizada como cárcel, salvándose el retablo, aunque muchos objetos e imágenes se perdieron “Al entrar las fuerzas de Carlos Marx fueron profanadas la iglesia y ermita siendo llevadas las imágenes de dirección al río donde tenían instaladas las cocinas, ignorando lo que hicieron de los objetos de valor que en las mismas había.” (Testimonio de Francisco Logroño Muñoz). A la vez, Carlos Luis Duerto declaró “Unos días más tarde llegaron milicianos que profanaron la iglesia y ermita de San Julián, destinando las imágenes y objetos de culto para cocer el pan en el horno, propiedad de Ramón Biarge.” (Causa General de Grañén).
El escultor catalán Apeles Fenosa trató de salvar el patrimonio aragonés, según su relato “Llegamos a Grañén cuando se partían los trozos de un retablo magnífico, espléndido, para hacer leña. Trozo a trocito lo recogimos, aprovechando hasta la última astilla. Pero lo mejor, lo más valioso, ya está perdido.” (Apeles Fenosa, “Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro artístico” publicado en la revista el Mirador, diciembre de 1936. Marisancho Menjón “Apeles Fenosa, gracias”).
Carlos Urzainqui Biel (El Reatabillo), citando a Carmen Morte, matiza “En Julio de ese año, el Departamento de Bellas Artes del Gobierno de la República ordenó desmontar el retablo y trasladar las tablas de pintura [del mismo] a Barcelona. Entre 1936 y 1939 las pinturas estuvieron depositadas en el Palacio Nacional de la ciudad condal [actual Museo nacional de arte de Cataluña], tal como atestiguaban los albaranes que llevaban las tablas pegados en el reverso».
Llegan a nuestra ciudad, procedentes de varios pueblos aragoneses, varias obras de arte
Procedentes de algunos pueblos aragoneses, recientemente redimidos por las fuerzas leales, se han recibido, en el Servicio del Patrimonio Artístico de Cataluña, unas pinturas de gran interés. El escultor Apeles Penosa las ha conducido hasta Barcelona, salvándolas así de un peligro inminente. Pronto será posible admirarlas —después de haber reconstruido y rehecho las que lo necesiten— en los Museos del pueblo. Las obras son las siguientes: Fragmentos de un retablo de la escuela de Jaime Ferrer (siglo XV), procedente de la parroquia de La Naja; retablo mayor de la iglesia de Grañén, obra aragonesa de principios del siglo XVI; fragmento de un retablo aragonés del siglo XV, de Tardienta, y una espléndida colección de mosaicos aragoneses del siglo XVI, procedentes del ya mencionado pueblo de La Naja. A los Comités de La Naja y de Grañén que han cedido a la Generalidad estas obras de arte —aportación valiosísima de la escuela aragonesa— para el Museo de Cataluña, el Consejero de Cultura les ha hecho entregar por el Servicio de Bibliotecas, dos importantes lotes de libros para los Hospitales y para los que luchan en el frente.
La Batalla, número 48. 26 de septiembre de 1936.
De acuerdo con Carlos Urzainqui, las obras regresaron a Grañén poco después de acabar la guerra “El Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, trasladará estas obras a Zaragoza en junio de 1939, una vez finalizada la guerra y poco después vuelven a Grañén. Llegando a la década de 1980 muy deterioradas, por lo que es necesaria su rehabilitación. «De acuerdo a los documentos fotográficos anteriores a 1936, en el sotobanco había más de las seis tablas [que han llegado a nuestros días] con figuras de apóstoles que hoy no se conservan. Para la profesora es muy posible que antes de la vuelta del retablo a Grañén, se acometiera una restauración de las pinturas, a la vez que se hacían de nuevo la mazonería y la imagen de Santiago que hoy se conservan en la iglesia del pueblo. La última restauración de la obra se realizó entre diciembre de 1986 y abril de 1989, restaurando las tablas de pinturas a excepción de las situadas en el guardapolvo.”
El Comité Revolucionario de Grañén
Según la declaración de Carlos Luis Duerto, el Comité Revolucionario de Grañén fue constituido por componentes de la CNT y UGT. El líder del comité se le llamaba “despectivamente” Pancho Villa, por el líder mexicano. Francisco Logroño testificó que “Funcionó un comité integrado por Mariano Pinos, como presidente, Castera y un hermano, Agapito y un hermano”.
El diario La Batalla número 4, 6 de agosto de 1936, recoge que el comité de la población estaba compuesto por los compañeros Mariano Pinós, Lorenzo Bemal, Guillermo del Río, Francisco Logroño, Martín Orús, y Emiliano Quer.
Billete de veinticinco céntimos del Consejo Municipal de Grañén.
Según la Causa General, hubo muchísimos dirigentes “Algunos sin cargo en el comité, influían muchísimo en la labor de destrucción roja. Enumerados en orden a su intervención administrativa (ya que en lo ejecutivo nada podrá probarse), fueron los siguientes:”
Marcelo Allué. En Francia.
Carlos Luis. Supongo en la prisión provincial de Huesca.
Félix Allué. En Francia.
Jacobo Corvinos. En prisión provincial Huesca.
Lorenzo Bernal. En prisión provincial Huesca.
Ramón Bernal. En prisión provincial Huesca.
Mariano Pinós. En Francia.
José Orús. En Francia.
Martín Orús. En Francia.
“Todos los indicados, menos el 6º, fueron del comité. Pero el 6º, según referencia, influyó mucho en dicho organismo rojo y su actuación fuera del pueblo debió ser, sobre todo por Sesa, bastante mala.
Que además del referido comité funcionó en el pueblo un grupo de investigación, desconociendo los nombres de los individuos que lo formaban y si únicamente sabe que el jefe tenía una mano lesionada, ignorando si funcionó algún otro organismo oficial, así como los mencionados recibían ordenes de otros superiores.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.
Rodellar García, Saturnino aparece en la relación “Con nombre y apellidos” como integrante del Comité Revolucionario de Grañén. Nacido y/o domiciliado en Grañen (Huesca) 29 de noviembre de 1907. Detenido en Prisión Provisional del Instituto de Huesca 23 de julio de 1936. Fallecido en Huesca 23 de agosto de 1936. Fuente: Todos los nombres. Víctimas y victimarios (Huesca 1936-1945).
La Voz. Madrid, 6 de agosto de 1936.
En Grañén se realizó la incautación de fincas de los propietarios ausentes y su colectivización. La colectividad de Grañén perteneció a la comarcal de Sariñena (Boletín: periódico de la revolución del Consejo Regional de Defensa de Aragón. 19-11-1936). Significativo fue el bando que el Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas publicó en conveniencia con el Comité del Pueblo.
En los pueblos que van ocupando las columnas, dejan perfectamente organizados los servicios. En Grañén, el Comité militar, de acuerdo con el Comité del pueblo, ha dictado un bando en el que dice que, teniendo en cuenta que la cosecha es sagrada, todos los campesinos deben realizar sus labores con toda intensidad y entusiasmo. Se dispone también que los bienes y haciendas de los que han hecho causa común con el fascismo pasen a ser colectivos del pueblo trabajador. Las incautaciones individuales quedan prohibidas terminantemente. El Cantábrico, diario de la mañana. Año XLII Número 14435. 7 de agosto de 1936.
Bando del Comité Militar de la Primera Columna de las Milicias Antifascistas de acuerdo con el Comité del Pueblo
Al pueblo de Grañén Dispone:
Primero. — Que teniendo en cuenta que la cosecha es un interés sagrado del pueblo trabajador, todos los trabajadores de este pueblo deben reemprender sus labores cotidianas, con toda intensidad y entusiasmo necesarios al objeto de que el tiempo perdido en la recolección sea rápidamente recuperado.
Segundo. — Todos los bienes y haciendas de los propietarios que han hecho causa común con el fascismo pasan a ser propiedad colectiva del pueblo bajo el control y administración de las organizaciones obreras.
Tercero. – Igualmente pasan a ser propiedad del pueblo los latifundios englobados en este término municipal, quedando obligados los arrendatarios actuales a entregar los terrajes (1) «al 8 y en garba» al Comité del Pueblo.
Cuarto. — En atención a los anteriores artículos queda terminantemente prohibida toda incautación individual de ninguna clase de bienes.
Quinto. — Teniendo en cuenta la misión liberadora de las Milicias Antifascistas, el pueblo dará a estas el máximo de facilidades para proseguir su lucha contra los fascistas.
Sexto. — Por el presente bando queda creada la policía popular de Grañén, que controlada por el Comité del Pueblo velará por el cumplimiento de las presentes disposiciones y salvaguardará los intereses y la justicia populares persiguiendo y castigando severamente todo acto de bandidaje y toda acción contra el orden establecido.
Séptimo. — Las dificultades o incomprensiones que se produzcan en la aplicación de las disposiciones anteriores serán solucionadas por el Comité Pueblo de acuerdo con el Comité Militar.
Artículo adicional. — Todas las maquinas agrícolas (Equipos de trilla) pasan a ser propiedad del comité del pueblo.
Dictado en Grañén, a 31 de julio de 1936.
La Batalla, 7 de agosto de 1936.
“Vilallonga. Esta localidad hace esfuerzos para contribuir en la lucha contra los fascistas. A tal efecto el día 14, transportamos con el camión de nuestra colectividad, unos dos mil quinientos kilogramos entre comestibles, vino, almendras, etc. Todo ello iba destinado a Grañén, donde se encuentra un destacamento de compañeros del POUM, que pertenece a la segunda columna de nuestro glorioso partido.”
La Batalla, número 18, 22 de agosto de 1936.
Nuevo Aragón. 9 de abril de1937.
Una idea del ambiente colectivizado de Grañén lo aporta un informe de la British Medical Unit (BMU): “Todas las tiendas, la industria y la agricultura del pueblo ahora están colectivizadas. Las industrias de la aldea parecen funcionar con poca eficacia a pesar del alto precio que tienen que pagar por los suministros militares. Incluso el riego está controlado por el comité local.” (Warwick Digital Collections).
Pancho Villa
El líder revolucionario mexicano dio sobrenombre al líder del Comité de Grañén. Aparece citado por José Del Barrio, mando de la Carlos Marx, en sus memorias. Del Barrio relata, como una vez asegurada la posición de Grañén «Empezó a reinar un anarcosindicalista que se hacía llamar Pancho Villa y que había constituido un comité que pretendía ejercer toda clase de poderes, el tren continuó hasta Tardienta».
Foto Pancho Villa. Alec Wainman. 01-07-1937.
También aparece en un informe presentado por una comisión de la Cruz Roja local de Barcelona, por parte de Estrany y Ràfales, el 21 de mayo de 1937, cuando viajaron hasta Grañén para tratar la falta del pago de salarios al personal al servicio de la Cruz Roja. En dicho informe se cita a Pancho Villa, como jefe del Sector y de nombre Damians: “Día 21 de mayo: Viaje a Grañén, con el objeto de hablar con el compañero Damians, Pancho Villa (Jefe de aquel sector). Tampoco lo encontramos”.
Aunque en el frente hubo otros “Panchos Villas”. Manuel Gutiérrez, diario de un miliciano, realiza la descripción de un individuo que se hacía llamar “Pancho Villa”: “Mi división, Carlos Marx, en Robres tiene un polvorín lleno de armas y municiones modernas y en cambio nuestros fusiles parecen escobas y las municiones que vienen de Cataluña, y que son cápsulas recargadas, el 75% son malas. Cuando menciono al “Mando” me refiero al de la División Carlos Marx, que está lleno de fascistas emboscados. Un ejemplo de lo que digo es un individuo muy popular, que se hace llamar “Pancho Villa”, alto como un San Pau y con pose de perdonavidas, cara de fanfarrón y tipo de matón, que dicen que es muy valiente, que va de permiso a Barcelona cargado de galones y correas con municiones y fusil-ametrallador; era guardia de asalto y me cuenta el compañero Cabrera que en cierta ocasión, en la carretera de Tardienta a la ermita, estaba Pancho Villa hablando con dos chicos y otros guardias y decía a los primero ¿Recordáis aquel día que vino a vuestro pueblo una camioneta de guardias y apaleó a los trabajadores? Pues yo estaba entre ellos y recuerdo haberos apaleado a vosotros. – Y reía con cinismo mientras los dos chicos sonreían para disimular el odio que reflejaban sus ojos. Este desgraciado es el ayudante del comandante de nuestro Batallón. Poca confianza me inspiran estos autómatas al servicio del capitalismo, antes dedicados a perseguir al trabajador y que hoy luchan a nuestro lado porque no pueden luchar al servicio del fascismo, al cual servirían mejor y la mayoría son tan fascistas como los que tenemos delante de las trincheras.”
En la División Ascaso existió una centuria llamada Pancho Villa (Solidaridad Obrera 21 de enero de 1937).
Boletín oficial de la Brigada no.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona.
Asesinatos
“Sabe que fueron asesinadas seis personas del pueblo, pero que ignora quien les detuvo y asesinó.” Testimonio de Francisco Logroño Muñoz.
Según la Causa General, las personas asesinadas en Grañén fueron las siguientes:
Dionisio Laspuña Esteban (18 septiembre de 1936). Comerciante de 62 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
Manuel Allué Sanz (18 septiembre de 1936). Comerciante de 72 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
Pascual Peña Biela (18 septiembre de 1936). Propietario de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
Mariano Cajal Lavilla (18 septiembre de 1936). Industrial de 50 años de edad. Su cadáver se encontró en monte Vicien.
Los cuatro fueron detenidos el 15 de septiembre por un grupo de desconocidos, permaneciendo en la iglesia que fue utilizada como cárcel. El día 17 fueron trasladados en un camión a Vicien donde fueron asesinados por milicianos del POUM.
Francisco Borrega. Párroco retirado. Su cadáver se encontró en Alcubierre. En el mes de agosto de 1936 fue detenido por milicianos, subido a un camión y llevado al pueblo de Alcubierre donde fue asesinado en el cementerio.
José Campos Vivas. Cura. Cementerio de Grañén. Los primeros días permaneció oculto, de acuerdo con miembros del comité. “Pasados algunos días y habiéndole facilitado ropa de paisano lo colocaron en la cooperativa. Denunciado por un vecino, un grupo de milicianos. Uno de ellos le colocó una carta en el bolsillo, diciéndole seguidamente si tenía valor para asesinar a dos jóvenes de Almuniente”. Lo subieron al camión con los dos jóvenes y los llevaron al cementerio, el miliciano le quitó la carta y le acusó de ser espía de los nacionales, seguidamente los mataron a los tres. Víctor Pardo Lancina señala que fue asesinado el 18 de septiembre de 1936, citando como autores a integrantes de la columna Carlos Marx. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina).
“Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: Varios vecinos de Grañén fueron asesinados por los republicanos en el cementerio del pueblo y reposan allí, generalmente en sepulturas individuales a las que fueron trasladados una vez llegada la paz. Cuatro de ellos fueron Mariano Cajal Lavilla, Dionisio Lapeña Esteban, Manuel Allué Sanz y Pascual Peña Biela. Murieron el 18 de septiembre de 1936. Otros como Petra Charlez Laguna fueron muertos en otros lugares y sus cuerpos recuperados al término de la guerra. También murió el ecónomo de la parroquia José Campos Vivas. En cambio, el cura párroco, tendría más suerte y lograría salvar la vida.” (SIPCA).
Además, en la Causa General aparece recogido el asesinato de Bernardo Costell Medina: “Declaración del testigo Francisco Costell Medina. En Barcelona a 3 de septiembre de mil novecientos cuarenta y dos. Ante el Sr. fiscal, delegado para la instrucción de la Causa General de Barcelona compareció el testigo anotado al margen, de treinta y siete años de edad, de estado soltero, natural de Valencia, de profesión Militar, que no ha sido procesado, con domicilio en Avenida de José Antonio, 439, 1e 18 y después de prestar juramento de decir verdad y enterado de las penas por falso testimonio fue interrogado y dice: Que su hermano D. Bernardo Costell Medina, de profesión Capitán Infantería, afiliado a ningún, de 37 años de edad, con domicilio en Rocafort, 96, pral. 1, fue detenido por el Jefe de la 32 División roja, donde se hallaba prestando servicios en concepto de forzoso en los alrededores de Grañén (Huesca) el mes de marzo de 1938 siendo fusilado en el mismo punto, por sus manifestaciones derrotistas y por sus antecedentes derechistas. Su cadáver no ha sido hallado. Personas sospechosas de participación en el crimen Manuel Gancedo, Capitán de Infantería, que fue quien ordenó el fusilamiento, domo Jefe de la División; que los asesinos materiales, según averiguaciones hechas por el declarante fueron: los oficiales rojos de aquel Estado Mayor, Ángel Gracia García, antiguo Guardia Civil del 198 Tercio; Ramón Jaumé Sastre, que al parecer vivía en la calle Ramalleras de esta Capital y Juan Abadía, técnico industrial, los tres comunistas, ignorando el declarante su actual paradero. El piso del declarante fue saqueado, valorando lo desaparecido en 15.000 pesetas. El hecho no denunciado a la policía, pero la Autoridad Militar ha de tener conocimiento del asesinato. Su defunción si ha sido inscrita en el Registro Civil. El, etc. Ratificase, previa lectura y firma con S.S. Doy fé. L. Mazo Francisco Coutell Medina Ramón Grau.”
También, en la Causa General de Grañén, aparecen diligencias sobre el vecino de Lanaja Andrés Abadías Abadías asesinado en el término de Grañén y de Tardienta Antonio y Marcelina Gracia Yebra. Lo recoge también Víctor Pardo Lancina, “Fueron muertos por elementos marxistas” (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina). Igualmente, Pardo Lancina cita a los vecinos de Almuniente Agustín Tornes Rivas, panadero de 25 años y Ramón Orús Berroy, labrador de 16 años, quienes fueron detenidos el 23 de agosto de 1936 “Por miembros del comité de Almuniente y trasladaos a Grañén el día 27, siendo fusilados en las tapias del cementerio de esta localidad por personas desconocidas”.
El hospital ingles de Grañén
En Grañén se instaló un hospital de campaña siendo el primero de los levantados en España por el Spanish Medical Aid Committee (SMAC). “El hospital de Grañén había sido puesto en marcha en septiembre de 1936 por la primera Unidad Británica de Auxilio Médico que llegó a España” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital se ubicó en una casa de labor, que tuvieron que limpiar de escombros y estiércol, incluso sufrieron una inundación “Albergó dos quirófanos, dos salas post-quirúrgicas, una sala general con treinta camas para las gentes del lugar y los enfermos que estuvieran de paso y, en el desván del piso superior, alojamiento para el personal médico” (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”). El hospital aparece citado en un poema de Tom Wintringham: «Granien – British Medical Unit».
El hospital sirvió en Grañén y a las unidades que operaban en la zona del frente. Un informe de la unidad cita como en el incidente de Leciñena “Proporcionamos todo el servicio médico”, probablemente refiriéndose a la toma de Leciñena por parte de los nacionales el 12 de octubre de 1936. Igualmente, un informe de la British Medical Unit (BMU), da cuenta de la actividad:“Haber tratado ahora a más de 1.650 casos y el total de la última semana tiene unas diez diarias en comparación con un promedio de 36 para la semana anterior y la mayor cantidad de entradas diarios de 54. Hemos instalado 18 camas más, suministradas por Del Barrio, completas con nosotros y la indumentaria necesaria.” (Warwick Digital Collections). El hospital funcionó entre septiembre de 1936 y octubre de 1937.
Para instalar el primer hospital británico del frente de Aragón les asignaron una granja escuela en Grañen: “Para empezar, el corral estaba ocupado por un montón de estiércol de dos metros de alto”, relata Alec en sus memorias. Al líder anarquista local Pancho Villa le propusieron la retirada del estiércol “Se mostró sorprendido y comentó que siempre había estado allí”.
“Habiendo disminuido la actividad en el frente, la atención se dirige nuevamente a despejar el gran patio. Ahora está casi libre de estiércol, y gracias a la energía de los trabajadores que han estado haciendo el trabajo a las 7 a. m. cada mañana: también tenemos dos caballos y una carreta en el trabajo las 7 horas del día. Me gustaría señalar que esto no es trabajo forzoso, ni es difícil conseguir voluntarios. El patio que vamos a vaciar y nivelar y las dependencias se van a utilizar como garajes y talleres.” (Informe de la British Medical Unit (BMU)).
La unidad la componían el Dr. Kenneth Sinclair Loutit, Rosita Davson, Mary Slater, Derry Atkinson, Margot Miller, Emmanuel Julius (Conductor de ambulancia) y cirujanos catalanes. Emmanuel Julius abandonó el BMU y se unió a los milicianos en el frente de Alcubierre, donde encontró la muerte.
La historia del hospital queda recogida en el libro “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina; la historia de una enfermera australiana que estuvo en el hospital de Grañén. Judith Keene relata que. cuando Agnes llegó al hospital, el 12 de enero de 1937, “Había cinco enfermeras inglesas, tres médicos españoles, unos cuantos practicantes, cuatro conductores de ambulancias, un par de cocineras y cuatro guardias que hacían las veces de camilleros, además de varias chicas del pueblo limpiaban y echaban una mano en las tareas de enfermería”.
También pasó el británico Alec Wainman, lingüista, fotógrafo y pacifista. Fue voluntario en la guerra de España como intérprete del bando republicano. “Se alistó como conductor de ambulancias para British Medical Unit (BMU) y el 7 de septiembre de 1936 partió desde Barcelona a Grañén. En 1975, Wainman envió su colección fotográfica y su dietario a un editor de Londres para publicarlos. Sin embargo, el editor quebró y no llegó a publicar el material enviado, que al final se dio por perdido. Fue su hijo John Alexander Wainman (seudónimo Serge Alternés), quien, después de una intensa investigación, en 2013 recuperó la colección de fotos y el diario de su padre y publicó una selección en el libro Almas vivas Sufriendo de hepatitis, regresó a Gran Bretaña en 1938. Al final de la guerra ayudó a sacar a refugiados españoles de los campos de concentración franceses y a traerlos a Inglaterra.” (Almas vivas: La Guerra Civil Española en imágenes).
Alec resaltó la falta de comida y «el aceite rancio», incluso una vez trataron que les hirviesen unas mazorcas de maíz, pero no tuvieron éxito, «Gracias a los paquetes de comida que mandaban desde casa sorteábamos el hambre». En el hospital, los primeros atendidos fueron enfermos en vez de heridos “La gonorrea era el principal enemigo”. Además, el interesante relato de Alec narra combates en la sierra de Alcubierre, la presencia de Brigadistas Internacionales de la Columna Thaelmann en Tardienta y su toma de la ermita de santa Quiteria, un bombardeo sobre Tardienta y un combate aéreo sobre Grañén.
Archibald Cochrane, médico británico fue voluntario durante un año en la Guerra Civil española y sirvió en una ambulancia destinado en Grañén (Huesca). “Él inspiró la “medicina basada en la evidencia”, paradigma actualmente de la educación científica en las escuelas de medicina del mundo desarrollado.” (El abrazo terapéutico, El abrazo terapéutico, algo que no tuvieron las víctimas de covid-19 (theconversation.com)
En el hospital ejerció el médico Dr. Gonzalo Aguiló, quien en algunos documentos aparece como Aquilo. Un informe del hospital subraya “La aurora, de la que vive el hospital, la hace el Dr. Aquilo”. Igualmente, los distintos informes citan al Dr. Sollenberger, “No debe ser considerado demasiado en serio como médico”, y el Dr. Saxton.
«El Dr. Aquilo ha demostrado además de ser un buen cirujano, un miembro más leal de la Unidad. Me imagino que no se quedaría con nosotros durante la duración de nuestra estancia aquí, aunque, por supuesto, no es del todo dueño de sí mismo. Tiene una gran estima por la enfermería británica y me gustaría señalar que son los enfermeros, probablemente más que cualquier otra parte de la estrella médica, los que contribuyen al buen nombre de nuestro hospital. Los pacientes están especialmente agradecidos con las enfermeras de noche, que tienen un estándar de trabajo hasta ahora bastante desconocido en España.»
Informe de la British Medical Unit.
El Dr. Sollenberger ha demostrado ser más vago que tonto y entiendo que tiene entre manos el asunto de su retirada, lo que probablemente no defraudará a nadie. Su idiosincrasia de maneras, por lo que se le puede reprochar groseramente, se acentúa, y su capacidad para el razonamiento non sequitur, que a todos se notaba en Londres, se ha incrementado. Sus cualidades sociales no han llevado muy bien y su incompetencia profesional es a veces peligrosa. Me temo que un día, a menos que tengamos cuidado, pueda hacer algo que perjudique la reputación del hospital en algún aspecto vital. (Informe de la British Medical Unit).
Pepita Laguarda Batet (Barcelona, 1919- Grañén, 1936) fue una militante anarquista española. Incorporada a las filas libertarias en 1936, sin haber cumplido la mayoría de edad, falleció en Huesca a los diecisiete años, luchando contra las fuerzas sublevadas que controlaban la ciudad. Pepita Laguarda vivía en Hospitalet (Barcelona), y se incorporó a las filas anarquistas contra la opinión de su familia. Así pues, debió escapar de su casa para poder tomar las armas. Se unió a la Columna Ascaso y partió hacia el frente de Aragón. Las crónicas de la época la describen como una persona entusiasta y valiente, que en todo momento supo mantener la entereza y presencia de ánimo, incluso en su lecho de muerte. Al momento de ser herida, a las 5:00 de la mañana del 1 de septiembre, Pepita Laguarda hacía ya varias horas que participaba en el combate. Al retirarla herida, el fuego de los sublevados se cebó en el puesto de la Cruz Roja. La miliciana fue trasladada primero al hospital de Vicién, donde se le aplicaron las primeras curas, y posteriormente al Hospital de sangre de Grañén, donde falleció a las 9:30.1 Su compañero sentimental, Juan López Carvajal, quien se había alistado como voluntario acompañándola, fue quien escribió la carta notificando el deceso a la prensa. (Wikipedia).
División 28, Francisco Ascaso. «Por las necesidades del servicio, es conveniente reclames a la Unidad de que dependas una ambulancia más, para las evacuaciones del trayecto Vicién-Grañén. Vicién, 13 de junio de 1937. “
Boletín oficial de la Brigada nº.1 Cruz Roja Comisión Provincial de Barcelona 01-07-1937.
Ahora. Madrid, 10 de noviembre de 1936.
El transporte sanitario fue complicado en los primeros días. Un informe del administrador del transporte, Frank Farr, fechado el 15 de noviembre de 1936, advierte que el transporte no se realiza en ambulancias, si no en vehículos semipesados de peso medio (2 toneladas), de marca Renault. La principal dificultad es la altura de los camiones “Ya que la litera superior está bastante fuera del alcance del español medio”, además de diversos problemas mecánicos, estaban las vibraciones, que incomodaban al paciente, y las capuchas permeables a lluvia y viento. El informe destaca que el servicio de transporte que encontró estaba en malas condiciones, incluso algunos medios habían sido enviados a Sariñena para su reparación.
“Suplemento. El personal de transporte de Granen expresó animosamente la opinión de que se necesita un motor ligero y potente (no una ambulancia) para el trabajo. Y, también por unanimidad, que el mejor motor para esta obra sería una furgoneta Bedford (toda la carrocería de acero, puertas traseras dobles). Estoy de acuerdo y sugiero que se solicite al Comité de Londres que compre dicho vehículo de inmediato y, si es posible, haga arreglos para la entrega por parte de un agente de Continental lo antes posible.” (Frank Farr. K.W.C.S.L.)
El 16 de noviembre de 1936, una carta del Hospital Británico de Grañen a la “The Spanish Medical and Committee (24 noviembre Oxford Street, London, .1), señala “Cuando la Unidad original vino a España para ofrecer asistencia médica a los trabajadores españoles, se compraron tres vehículos para servir como Ambulancias, de estos solo uno estaba equipado con pasarelas y soportes de estrategia, los otros dos eran camiones de dos toneladas.” La carta se queja de la llegada de dos ambulancias viejas de 13 y 8 años, siendo el “Hazmerreír de la Unidad por su anticuado diseño y total inutilidad”.
El informe continúa:
“Luego se formó una segunda unidad en Londres y Farr, que debería haber estado al tanto de las condiciones aquí, y estaba al tanto de los camiones Renault inútiles, y responsable de la compra de transporte adicional. En lugar de obtener dos, o incluso una ambulancia equipada, volvió a comprar camiones Renault de dos toneladas y una camioneta ligera, tres de los cuales estaban equipados con camillas suspendidas. Los camiones están al lado sin usar y el descuido que le han hecho a las Autoridades aquí es cargarlos para creer que somos mantenidos por personas incompetentes e irresponsables que no entienden la situación. Tenemos miedo de que nosotros mismos estemos dispuestos a violar la moción del Comité de la misma manera que los informes de los conductores y técnicos fueron ignorados. Supongo que a través de Clark.
Cuando Clarke estuvo aquí, discutió la cuestión del transporte con Poole y pidió sugerencias sobre cómo obtener los vehículos apropiados, y este camarada le sugirió que se compraran en París o Marsella y se equiparan con un vehículo. carrocería similar a las ambulancias que están siendo utilizadas exclusivamente por el Gobierno español. Aparentemente, este consejo, si se le dio al Comité, también fue ignorado.
Con referencia a los nuevos vehículos, las unidades de camilla se montan en el piso de la carrocería del vehículo que está a cinco pies del suelo y esto hace que sea casi imposible físicamente levantar a un paciente gravemente herido hasta la pista superior, y al menos significa considerable incomodidad que se le causa al paciente. En segundo lugar, tienen resortes para una carga de dos toneladas y, como nunca se les exige que soporten este peso, los resortes siguen siendo inadecuados.
Este Hospital tiene la reputación de ser el más eficiente en el Frente de Aragón en cuanto a su transporte, y debería ser evidente, al menos para aquellos de ustedes que están en la profesión médica, que gran parte del buen trabajo realizado por nuestros cirujanos y médicos es deshecho por el transporte. Además, también está la dificultad de conseguir repuestos para Renaults en España.”
La carta, firmada por Charles Hunt, concluye en la necesidad de comprar dos ambulancias para el servicio. Un tercer informe, de noviembre de 1936, analiza diferentes aspectos, entre ellos el tema del combustible para la unidad:
Gasolina y aceite
En las condiciones actuales, el conductor de servicio debe recoger la gasolina de manera regular para el día tanto de Torres como de Tardienta, tomándose dos valores y cobrando el máximo de gasolina. De regreso a Grañén la gasolina no: consumida por la ambulancia consumiendo algo, debe colocarse en el B.H. U. y firmado por C. Bing. Las funciones de servicio de ambulancia con combustible serán negocio de C. Bing. Por lo tanto, será necesario un control constante del consumo y la entrega de combustible.
Ambulancia de Austin
Se decidió que este vehículo debía ser desmontado, la carrocería será usada para almacén y el chasis y el motor serán equipadas con una carrocería plana.
Otros puntos de la discusión en la reunión de transporte sobre nuevo equipo
1. Todos los miembros entendieron que el nuevo equipo era necesariamente notorio. Por diversas razones, el transporte actual quedó obsoleto.
2. Con el fin de equiparnos con nuevo transporte, debemos tener en cuenta que las empresas a las que deseamos comprar estos vehículos mantienen un estándar de producción y ventas que hace que sea imposible para nosotros obtener una entrega inmediata cuando lo solicitemos.
5. El tiempo que sugerimos estaría en la región de aproximadamente
2 a 3 meses. En ese momento, los vehículos estarían en servicio en Grañén.
4. Las negociaciones en Londres llevarían tiempo. Completados en las condiciones antes determinadas, el representante de la Unidad se dirige a Francia para comprar estos vehículos y hacer que se les instale la carrocería de especificación.
Firmado: Chales Hunt.
Un cuarto informe habal sobre las negociaciones en París con Renault Motors “Fue muy desafortunado para nosotros aquí en España”, además apunta “Ahora estamos colocados con un segundo complemento de vehículos con un costo aproximado de 800 libras que en un período de tres meses en estas condiciones estará prácticamente obsoleto”.
Nuevo equipamiento
Costo aproximado 1000 libras
2 chasis completos General Motors o Ford 30-cwt.
Especificación, cuerpo de ambulancia, resorte independiente, motor de calentamiento interno. Especificación, disposición y equipamiento de Ford España a ser adquiridos de Ford, Barcelona.
Equipo antiguo
Cualquier equipo que sea bueno para ser utilizado de la mejor manera y el resto donado a la columna Del Barrio para Transporte general.
Comité de Londres
Para ser informado a través de lotería de Transporte y personalmente por el camarada Poole.
Enmiendas a este efecto propuestas por Hunt y secundadas por Poole y aprobadas por unanimidad. Con permiso de la Administración Poole para viajar a Londres y negociar con el Comité en la menor oportunidad posible.
Firmado por Charles Hunt, Charles Bing y Charles Horling.
La petición es una constante, la necesidad de equipamientos para el hospital y su labor se va sucediendo en los diversos informes. Este es el caso es la necesidad de adquirir para el hospital un aparato de rayos X, en el mismo se recuerda que el voltaje es de “125 AC”.
Social y doméstico
“Como había muy poca actividad militar en el Frente, la mayor parte de las energías de la Unidad se han dirigido a construir casas alrededor del patio para usarlas, no como almacenes. El trabajo adicional se realiza al nivelar y drenar. La comida durante este tiempo ha sido mucho peor. El café estaba cerrado, había muy poca comida y el espíritu de la Unidad sólo se mantenía con la expectativa del convoy que finalmente llegó el 9 de noviembre. Se descargó la noche de llegada y al día siguiente se hizo el trabajo en los camiones, se revisaron exhaustivamente los viejos y se envió a Sariñena, mientras que los nuevos se sometieron a ajustes de rutina. La tonelada y dos tercios de alimentos no llegaron al convoy y se decía que seguían en Port Bou, pero la Unidad se benefició de inmediato de lo que almacena con las ambulancias.
La Biblioteca Ponquin que se envió ha sido muy apreciada por la Unidad y también algunos miembros individuales se sintieron muy complacidos de recibir algunos proyectos privados. También sugiero que se haga un esfuerzo especial para asegurar la entrega en o alrededor del año nuevo de paquetes y comida privados. El Comité bien podría hacer algunas propuestas individuales de cigarrillos y tabaco ingleses, junto con cualquier otra cosa que se les ocurra. Hacer un punto especial de Christine podría ser eso, menos en vista de la opinión en la España actual.”
Del Barrio y la relación del hospital con el comité local
“Haber llegado a depender cada vez más de la cortesía y simpatía de Del Barrio y su intendente. Me gustaría refrescar la memoria del Comité de disposición militar alrededor de Grañén. Los aproximadamente treinta kilómetros de línea están en manos de la División Del Barrio, que ahora es una división mixta que representa a todos los elementos. Es recomendado en conjunto por Del Barrio y Trueba, este último no se evidencia mucho. Del Barrio es ex-comandante general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, el cual está afiliado a través de su organización central a la I.F.T.U. Es un hombre de carácter personal agradable, habla francés y ha hecho todo lo posible en muchas ocasiones para ayudar al Hospital. Es verdad que existe un sentimiento de cordialidad personal entre él mismo, su personal y la Administración británica. Como ejemplos de su servicio nos ha conseguido tabaco en épocas de escasez, así mismo con la comida, nos suple casi el total de nuestra gasolina y ha cedido treinta camas al Hospital (lo mismo se le reclamaba infructuosamente a Sanidad desde hace más de quince días). De hecho, ha sido la única persona en el distrito a la que siempre pudimos apelar con confianza.”
Amor por Barcelona
“Tuve que acusar a Proger de lo que era un amor enfermizo para Barcelona.”
Comité Hospitalario
“La informada anteriormente, se ha constituido el Comité Hospitalario, órgano de carácter consultivo con representante de una sección de la obra. No está funcionando bien, debido a la falta de entusiasmo de algunos miembros y el entusiasmo excesivo de otros. En nuestros asuntos domésticos, obviamente, debemos celebrar la democracia y, si bien parecería haber muy poco para que una democracia de este tipo discutiera, es sorprendente cuántos y cuán importantes son los asuntos en Grañén.”
Hacia el 28 de septiembre, después de un mes de comida española y su consecuente diarrea, se consideró necesario escribirle solicitando comida inglesa. Hacia fines de octubre nos llegaron rumores en Granen de que la comida estaba en París. Inmediatamente comenzamos las negociaciones y después de muchos rumores falsos recibimos información confiable de que el pedido de comida estaba en Port-Bou. Entre estos dos daten escuchamos que todos los pedidos. incluido el pedido de comida, había sido cancelado por Stephen Clark y O’Donnell. La perspectiva de otro mes de puro duro, aceite de oliva malo, agua clorada y ajo, nos llenó de desesperación e incluso los miembros más fuertes de la Unidad sufrieron lo que yo, como profano, solo puedo denominar diarreas psicológicas. Después de muchos problemas con las autoridades aduaneras de Port-Bou, la comida llegó a Barcelona. A su llegada desapareció. Archie Cochrane, que trabajaba en Barcelona en ese momento, eventualmente lo rastreó. Encontró uno en uno de los collares del edificio Sanidad. Aseguró por Sanidad que lo habían estado guardando para nosotros.
Entre la fecha 11 de noviembre y 15 noviembre la comida llegó a Granen. Estamos muy contentos de recibirlo, gracias. El excedente debido a la duplicación del pedido nos permitió distribuir algunos a los hospitales vecinos, en particular mantequilla y carne de res, de los cuales estábamos muy necesitados. Sería recomendable no enviar más prendas masculinas con la excepción de los pantalones caqui y los monos de conductor) Estos últimos deberían incluir pequeños aines para las chicas, ya que realizan tanto trabajo manual como los hombres. Sería recomendable no usar corbatas con las camisas ya que esas no se usan en Grañén.
Debemos agradecerles por el suministro de libros de Ponquin. Hay aquí, sin embargo, un número de personas interesadas en la política que quisieran una base más política para su lectura que la proporcionada por la serie Ponquin. Víctor Gollancz, Lawrence y Wishart, el Partido Laborista y el Partido Comunista editan literatura a precio de casa que sería muy apreciada por la Unidad, especialmente la literatura que trata de la situación española, ya que no tenemos un conocimiento muy amplio de ella aparte de este Frente. ¿No sería posible contratar una suscripción extranjera con dos o tres diarios y dominicales? Esto también sería muy apreciado por la unidad.
Gracias de nuevo por los suministros. Tuyo sinceramente, L. Proger. Oficial de intendencia.
PD Debido a la presión del trabajo, no puedo enviar un informe completo. Yo lo hago esto tan pronto como sea posible.”
Partido de futbol
“Hemos jugado dos partidos de fútbol con el pueblo, y los honores son hasta ahora iguales. El contacto entre ingleses y españoles continúa bien en una clase más amistosa. Se llevan a cabo grupos de discusión regulares, aproximadamente cada tres noches y la Unidad está adquiriendo un mejor conocimiento de su entorno y de los foros que actúan en él. Tener extraordinariamente poco a lo que recurrir aquí. Hay libros en inglés muy divertidos, y compré la mayoría de las cosas menos la pornografía de las librerías de Barcelona, de hecho, la radio es nuestra única forma de diversión.
Partido de fútbol en Grañén. Foto de Alec Wainman. La historia a color.
Esa semana ha tenido una vida bastante equilibrada y, como diría capitán White, las cosas van bien. Uno de nuestros pacientes, un artillero francés, ha estado demostrando su gratitud al presentarnos piezas sueltas de carpintería, un segundo desea dejar su cuerpo para supervisar el drenaje del patio, un tercero nos ha encontrado una casa mucho mejor, que está demasiado cerca de Huesca para nuestro propósito.
Sin motivo particular y sin órdenes particulares, han llegado al Hospital un médico y un estudiante de medicina (de treinta y tantos años, que se cree que tiene el Dr. Aquilo). Esta inconsecuencia se enderezará en el transcurso de un libro y sólo se registra como una demostración del trabajo de algunas de las Autoridades.
La ansiedad está presente en la Unidad por la llegada de nuestro ahora tan necesario transporte que, según se informa, salió de París hace más de una semana.
Todos sufrimos un poco el frío, que, según me cuentan localmente, no está en su punto máximo. Del mismo modo, nuestros problemas alimentarios se mantienen inalterados, aunque nos choca la noticia de la llegada de aproximadamente 1 2/3 toneladas de mercancías a Port-Bou. Charles Hunt y Michel (Sargento de Escuadrón Parc Mobil, un alegre francés de 22 años) han ido a recogerlo con un camión prestado.
Andrews y Jones (ambos x R.A.M.C) tienen demostraciones de gran ayuda en métodos de perforación y transporte. Kallen ha comenzado a hablar en ruso: las mujeres se las arreglan bastante bien con los horarios flojos, pero como siempre, es el tiempo libre el que presenta el problema. El comité local de la villa, cerró el café, ¡así que nuestra única salida se ha ido! Mi propia opinión es que ellos mismos no podrán perderlo y que volverá a abrir.
K.W.C.S.L. 5.11.36.
Transporte
La avería completa de las bombas de patrulla de Renault ha requerido la transferencia de emergencia de los tanques de combustible a los techos de dos vehículos. Ya tenemos el camión grande y la licitación en condiciones. Mientras se realizaba este trabajo, fuimos asistidos en nuestro transporte por una ambulancia española. El segundo camión grande permanece totalmente fuera de servicio. A riesgo de ser tedioso, hay que señalar que las dos ambulancias largas son inadecuadas para invierno y se muestran muy mal junto a la mayoría de los vehículos españoles. El pequeño Ford todavía está siendo reparado. La Gloria, en el Unitet Service, pero propiedad de Cochrane, se está realizando una revisión gratuita en Barcelona, que equivale a reconstruir. Esto lo está haciendo General Motors (Peninsular) que ha apoyado la mayoría cooperativo en varias ocasiones.
K.W.C.S.L. 5.11.36.
Privado y confidencial
Dr. Ruth Prothero.
Este médico ha abandonado nuestro servicio en circunstancias que no exigen explicación.
Al principio de la historia de la Unit, entonces solo había una limpieza en Grañén, el Dr. Prothero le presentó O ‘Donnell a Dr. Warschavski, quien fue contratado por O’Donnell e inmediatamente enviado a Grañén con el cuerpo principal de la Unidad. El Dr. Prothero y el oficial telefónico de la división formaron un bloque exigiendo un soviético para el gobierno del hospital. En vista de la composición de este Grupo, el dominio fue denegado. (Puedo mencionar que he oído que el Dr. Prothero, mientras estaba en Barcelona, se acercó a los miembros jurados de la Unidad, sugiriendo que se formaría una especie de Comité privado, o fracción, para la dirección general de los asuntos de la Unidad).
Era evidente que el Dr. Warschavski intrigara por su engrandecimiento personal en España y, de hecho, por el control del Hospital. Continuamente firmaba, o intentaba firmar, letras que no le concernían y documentos finales relacionados con el negocio del Hospital. También, al enterarse de que se iba a enviar una unidad francesa, intentó convencer a los miembros de su ocupación aquí. Esto no tuvo éxito, pero podría tener consecuencias desastrosas. La carta adjunta (copia) indica la simpatía que existía entre estas dos personas, simpatía vergonzosa para la administración y dañina para la eficiencia y el prestigio de la misma.
Después de que el Dr. Warschavski fuera despedido, las actividades del Dr. Prothero debían ir más allá de los asuntos domésticos. Me extendió una carta de recomendación que le había pedido que escribiera para los Dres. Langer y Wilhelm para que incluyeran una recomendación para ella y se la enviaran a un amigo en capitanía, en lugar de un contacto médico, como yo había indicado. Es inoportuno y angustioso enumerar los incidentes que medo la presencia del Dr. Prothero intolerable a un número considerable de miembros de la unidad. Puedo citar, como ejemplos, la ocasión en que intentó obligar a examinar a una enfermera de la que sospechaba que tenía sífilis genital debido a la dureza de sus dientes, y la forma en que se negó a aceptar cierto trabajo en nuestro primer trabajo. También evitó la censura para mantener correspondencia con indeseables políticos en Barcelona.
Su conversación durante la visita de unos padres alemanes del Partido Socialista de Cataluña fue de tal carácter que tuve que pedirle que se la repitiera por escrito a esa autoridad. En la investigación subsiguiente de las declaraciones de esa parte, sus alegaciones, que no eran tan precisas en principio, resultaron ser completamente infundadas y sugirieron (lo que yo haya decidido) que debería ser removida de la Unidad. Su intento posterior de unirse a la Unidad Holandesa fue aprobado por los Socialist.
Dr. Prothero exigió su viaje a casa, pero me advirtió que no tenía la intención de salir del país. Sirvió durante un corto período de tiempo con la sanidad, pero mostrando insatisfacción, y actualmente se encuentra con ambulancias que el Dr. Warschavski le ordenó que ordenara por su cuenta.
(Firmado) K.W.C. Sinclair-Loutit. 6.11.1936.
Debe quedar constancia de que el Dra. Prothero demostró su valía ante el médico más competente y no ha habido ninguna imputación en contra de su habilidad profesional.
K.S.L.
Noticias de un hospital inglés
Heroínas de la república.
Ha muerto una miliciana de diecisiete años. En el sector de Huesca ha fallecido Pepita Laguarda, de diecisiete años, que se escapó de su domicilio en los primeros días de agosto y entró a formar parte de las milicias. El 1º de septiembre, a las cinco de la madrugada, cayó herida y ha fallecido hoy el hospital de sangre de Grañén. Febus.
Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa: Hoja Oficial del lunes: editada por la Asociación de la Prensa – Año VII Número 312 – 14 de septiembre de 1936.
Una enfermera inglesa, herida. En Pepinillos, del frente de Huesca, ha sido herida en ambas piernas, cuando auxiliaba a un alemán de la columna Thaelmann, la enfermera inglesa Margot Miller, que solía situarse siempre en las primeras líneas. Ha quedado atendida en el hospital ingles de Grañén.
La Libertad, 15 de octubre de 1936.
Han llegado a nuestra ciudad cuatro ambulancias inglesas. El Consejo de Sanidad de Guerra, comunica a todos, que han llegado en Barcelona, cuatro ambulancias inglesas del Spanish Medical Aid, para ayudarnos en la humanitaria labor de auxiliar a nuestros heridos que luchan por la Causa Noble de la Libertad. Dos de ellas serán enviadas al equipo británico destacado a Grañén y la otra, entregada al capitán Jack White. Las ambulancias vienen trayendo medicamentos y víveres.
La Batalla, número 85, 8 de noviembre de 1936.
Los sanitarios ingleses. A los doctores Gispert y Tussó, que han realizado hace poco un viaje al frente aragonés, deteniéndose especialmente en Grañén, les place informar a la opinión que se han encontrado en el mencionado pueblo, con la ambulancia inglesa enviada por el Independent Labour Party. La actuación y ayuda sanitaria que han prestado estos compañeros es extremadamente elogiable. El delegado inglés Cochrana, por medio de la interprete compañera Rosita Dawson, ha entregado a los mencionados doctores dos cajas de instrumentos de material sanitario y con entusiasmo han hablado de su humanísima misión de la causa del pueblo.
La Batalla, número 99, 25 de noviembre de 1936.
Los últimos recuerdos de España de Mr. Crossley son muy bellos. Vio la serena majestad de las nevadas sierras y la fuerza y gracia, de la catedral de Burgos. Mi último recuerdo de España fue muy distinto. Vi a las mujeres y a los niños de Leciñena, después de largas horas de exposición al frío intenso de la meseta aragonesa dando traspies y arrastrándose aterrorizados yendo a cobijarse en el hospital británico en Grañén para escapar de los moros invasores. Fueron menos afortunados que Mr Crossley. No sabían que los moros “respetan a las mujeres ajenas y juegan con sus niños”. Sólo sabían lo que los moros habían hecho en otros pueblos y por eso huyeron. Leslie Preger.
La Voz. Madrid 18 de enero de 1937.
Fin del hospital
El hospital, que primeramente había estado adscrito al Batallón Carlos Marx, pronto tuvo desavenencias con el comité local de Grañén, de ideales anarquistas, principalmente con el líder Pancho Villa. En palabras de Judith Keene, “El personal sanitario se vio forzado a dejar el hospital de Grañén a las columnas anarquistas y trasladarse a Poleñino”. Así, en marzo de 1937 deciden trasladarse a Poleñino en la casa de los vizcondes Torres-Solanot, de 1773. (Keene, Judith. “Agnes Hodgson A una milla de Huesca”).
Fraella (Web Grañén)
La proximidad de Fraella a la población de Grañén, hizo de este pequeño lugar un objetivo escasamente codiciado por las tropas sublevadas, más preocupadas por el nudo de comunicaciones que significó Grañén y por el hecho de abastecer por ferrocarril las despensas y los polvorines del frente. En Fraella apenas cayó ninguna bomba ni se produjeron hechos de guerra hasta la caída del frente de Aragón y el avance de las tropas franquistas en dirección a Cataluña.
Por Fraella pasaron las columnas de Durruti, primero y la Carlos Marx, más tarde. Algunos efectivos de esta formación integrada por fuerzas de UGT y del PSUC recalaron en el lugar, aunque la convivencia con los vecinos fue de todo punto armónica y sin sobresaltos, incluso con algunos tenidos por simpatizantes de la derecha.
El auténtico hecho de guerra ocurrido en Fraella tuvo lugar el 23 de marzo de 1938, cuando las tropas sublevadas tomaron Grañén y prosiguieron su avance hacia el Mediterráneo. El ejército republicano quiso frenar la oleada franquista haciéndose fuerte en la sierra donde tenían previsto colocar algunas piezas de artillería, pero para ello necesitaban contener al enemigo y Fraella era un buen punto, ya que desde la localidad se domina una amplia plana que necesariamente debían atravesar las tropas. Una ametralladora se dispuso en la torre de la iglesia y otra en un punto próximo al castillo, en la conocida como «subida mala», dos enclaves estratégicos desde los que hacer fuego. Durante toda la mañana de aquella dura jornada dispararon las ametralladoras miles de cartuchos que, pese a todo, no fueron suficientes para contener el avance.
Bombardeos
Grañén fue una localidad muy castigada por la aviación durante la guerra, llegó a sufrir una veintena de bombardeos dejando maltrecho el pueblo. La población se vio obligada a vivir en constante estado de alarma “Una sirena ubicada en la torre de la iglesia avisaba a los vecinos, al tiempo que una ametralladora apostada en el mismo lugar hacía fuego contra los aparatos a baja altura. En una ocasión un avión nacional dejó caer dos bombas con tan buena suerte para el servidor de la ametralladora, que cayeron una a cada lado de la torre sin causarle daño. Los vecinos se refugiaban en bodegas particulares acondicionadas a modo de refugio o en los construidos por los miembros de la Centuria «Errico Malatesta», presentes en Grañén y reputados experto Abascal y dos mineros.” Uno de los más graves bombardeos ocurrió el 17 de junio de 1937, según explica la enfermera australiana Agnes Hodgson en su diario. (“Agnes Hodgson A una milla de Huesca”, coordinado por Víctor Lancina)
La aviación facciosa ha volado sobre Grañén y ha arrojado algunas bombas que cayeron en las afueras de la población.
El día grafico: Año XXV Número 6555 – 1937 octubre 12.
Hoy siete trimotores rebeldes han bombardeado Grañén sin causar víctimas. El servicio aéreo de vigilancia de nuestros cazas evitó que los pilotos enemigos pudieran efectuar el servicio con precisión.
El Liberal, 21 de noviembre de 1937.
La caída del frente
El 13 de octubre de 1937 se dan las instrucciones y fases sobre el frente de Aragón, señalando los objetivos a la Aviación nacional y la Legionaria: “Neutralización del material, pista e instalaciones” de los aeródromos de Sariñena, Bujaraloz, Puebla de Hijar y Selgua». Una segunda fase fue atacar los “Centros militares y depósitos de material de guerra, -con la intención de conseguir los siguientes efectos- ataque a concentraciones de tropas, material, parques etc.” Entre los destinos de estos bombardeos estaban señaladas las poblaciones de Bujaraloz, Sariñena y Grañén. Igualmente figuran Bujaraloz y Sariñena como objetivos a bombardear como importantes nudos de comunicaciones. También las centrales telefónicas de Sariñena y Tardienta. (Aragón bajo las bombas, Maldonado Moya, José María). Grañén fue bombardeado.
El 22 de marzo de 1938 se inicia la ofensiva nacional del Cuerpo del Ejército de Aragón, al mando del general José Moscardó Ituarte, quien rompió y avanzó imparable en el frente de Aragón. A su mando las divisiones 51, 53, 54 y 55. El día 25, la 53 ocupó Grañén. (Arturo Morera. La guerra del 36).
“Las fuerzas del sur de Huesca han entrado en Robres, Grañén y Alcubierre, profundizando en dirección sur hasta 10 kilómetros y penetrando ya en el corazón de la sierra de Alcubierre, en cuyas alturas a estas horas ya ondea la bendita bandera nacional. Detalle de gran importancia es el de que estas fuerzas, del 5º Cuerpo de Ejército de Aragón, ha conquistado para España en cuatro días de ofensiva victoriosa más de 1.000 kilómetros cuadrados de terreno.”
Los Monegros se caracterizan por su interesante geología, formaciones litológicas variadas que favorecen la creación de diferentes formas de relieve y que contienen un importante registro de la evolución sedimentológica y climática de la Cuenca del Ebro durante el Mioceno. Sus estratos contienen diversos yacimientos de micromamíferos fósiles y ofrecen un registro magnetoestratigráfico continuo que permite datar, con precisión, todos los acontecimientos geológicos acaecidos en la zona. Su geomorfología, asociada a unos suelos y una flora típica de estepa árida, producen, en conjunto, paisajes singulares que se asocian a zonas semi-desérticas.
A través de Concha Arenas Abad y Gonzalo Pardo Tirapu, geólogos de la Universidad de Zaragoza, y Manuel Pérez Pueyo, geólogo alcoberreño, descubrimos su formación y evolución y nos adentramos en aspectos de la geología de Los Monegros, incluidas algunas de sus peculiaridades geológicas. En definitiva, Los Monegros son un territorio donde la erosión, a pesar de la escasez hídrica, han desempeñado un papel fundamental y los estratos son como un libro abierto a nuestro pasado geológico.
Por Concha Arenas Abad, Gonzalo Pardo Tirapu, Manuel Pérez Pueyo y Joaquín Ruiz Gaspar.
Los geólogos Concha Arenas y Manuel Pérez interpretando los estratos.
Formación
Los Monegros se sitúan en la parte central de la Cuenca del Ebro, una cuenca sedimentaria formada durante el Cenozoico como consecuencia de la aproximación entre las placas Euroasiática y Africana que se inició hace unos 84 Ma. Esta aproximación afectó a la placa Ibérica, situada entre Europa y África, e hizo que se elevaran los sedimentos depositados en cuencas marinas anteriores, dando lugar a la cordillera de los Pirineos, el Sistema Ibérico y la cordillera Costera Catalana. En medio de estas tres cordilleras quedó una depresión, la Cuenca cenozoica del Ebro. Desde el final del Eoceno (aproximadamente hace 36 Ma; Costa et al., 2010) la Cuenca del Ebro dejó de tener conexión con el Océano Atlántico. Al quedar sin salida al mar (situación de endorreísmo), la cuenca fue ocupada por sistemas aluviales que depositaban gravas, arenas y arcillas procedentes de la erosión de los relieves limitantes. Estos sistemas sedimentarios alimentaban áreas lacustres localizadas en la parte central de la cuenca. Las fluctuaciones en los aportes hídricos de los sistemas aluviales produjeron cambios en las características de los lagos, depositando en ellos diferentes capas sedimentarias, básicamente calizas y margas durante épocas de más humedad, y yesos y halita en los momentos de más aridez.
Mapa geológico que muestra la distribución de las UTS en la cuenca del Ebro (T1 a T8; modificado de Muñoz et al., 2002) y la ubicación de los ríos Luna, Huesca y Los Fayos. (modificado de Arenas et al., 2001). Áreas y tramos de estudio: SA, Sierra de Alcubierre (tramos: 1, Ontiñena; 2, Albalatillo; 3, Lanaja; 4, San Caprasio); MC, Montes de Castejón (secciones 5: Esteban; 6: Castillo de Sora); SF, zona San Felices (tramo 7, San Felices-Agüero). BR: Bardenas Reales (tramos: 8, Sancho Abarca; 9, Pico del Fraile; 10, Cabezo de Marijuán); TA: Comarca de Tarazona (tramos: 11, Lugar-Melero; 12, Umbría Alta). Tomado de Pérez Rivarés et al. (2016).
La zona de Los Monegros se nutrió principalmente del “sistema fluvial de Huesca”, denominado así por Hirst y Nichols (1986), proveniente de la zona oeste de la Unidad surpirenaica central, que aportaba sedimentos finos, arenas y arcillas, sin cargas gruesas. Pero además, en el área de Los Monegros se encuentran depósitos de calizas, margas y yesos que se formaron en lagos extensos, cuyo registro más continuo se encuentra en la Sierra de Alcubierre. Esos lagos registraron tanto fases de alta salinidad, en correspondencia con etapas de aridez, con formación de yeso, como fases más húmedas, con formación de calizas y margas ricas en fauna y flora de agua dulce. Entre la fauna se encuentran gasterópodos, bivalvos y ostrácodos. En el entorno vivirían vertebrados, como roedores. La flora lacustre estaría formada por plantas subacuáticas, por ejemplo, algas calcáreas (charophyta) y otras hidrófilas.
Afloramientos de yesos entre margas y calizas.
Hacia la mitad del Mioceno medio (aproximadamente hace 14,4 Ma), se produjo un avance de los sistemas fluviales pirenaicos que causó el desplazamiento de los sistemas lacustres hacia el sur. Este fenómeno se registra en la parte más alta de la Sierra de Alcubierre. De ese momento se conservan en los antiguos depósitos fluviales fragmentos de troncos de sauce, testimonio de la existencia de bosques de ribera.
Modelo teórico de facies para un sistema asimétrico para el mioceno central de la cuenca del Ebro desde el Pirineo hasta los márgenes Ibéricos. Arenas and pardo (1999).
A partir del Mioceno superior, en un momento entre hace 11,5 y 8,5 Ma, la Cuenca del Ebro se empezó a abrir al Mar Mediterráneo, a partir de un proto-Ebro que drenaba la cordillera Costero Catalana (García Castellanos et al., 2003). La erosión remontante de este río comenzó por las zonas más próximas al mar y evolucionó hacia el oeste, alcanzando la Cuenca del Ebro, donde se produjo la eliminación parcial de los depósitos lacustres y aluviales, con la captura los ríos de los Pirineos y la Ibérica. Se fue modelando el relieve hasta la situación actual, con muelas y sierras en la parte central, separadas por el río Ebro y sus afluentes. Es decir, en esta fase exorreica se produjo el “vaciado erosivo” de la cuenca con eliminación parcial de los depósitos acumulados anteriormente, que fueron transportados hacia el Mar Mediterráneo en un volumen que se ha calculado en 30.000 km3 (García Castellanos et al., 2003). En resumen, se desarrolló el modelado del relieve actual que aún continúa, una erosión diferencial que ha dado forma a paisajes y parajes espectaculares como los barrancos de La Estiva y del Bujal en la Sierra de Alcubierre, o zonas como el monte de Cajal, Gabarda o Jubierre, e igualmente los característicos torrollones. Muchas de estas zonas están declaradas como LIG (Lugar de Interés Geológico).
Modelo de facies lacustres para las unidades T5, T6 y T7. Modificado por Arenas y pardo (1999)
La sierra de Alcubierre: un registro excepcional del clima pasado
La sierra de Alcubierre constituye un registro sedimentario muy importante, con afloramientos excepcionales, donde es posible estudiar una sucesión de fenómenos y procesos a lo largo de millones de años. La sierra de Alcubierre, junto con otros relieves, como los Montes de Castejón, la Muela de Zaragoza y la Muela de Borja, quedan como testigos de lo que fue la Cuenca del Ebro y su evolución hasta la actual Depresión del Ebro. A la vez, la interpretación de los procesos registrados en las sucesiones de rocas de la sierra permite conocer cómo era el clima del pasado, observando que ha tenido una gran variabilidad dentro de una tendencia general a lo largo del Mioceno.
Corte geológico Sierra Alcubierre. Arenas y Pardo (1999); Pérez-Rivarés (2016)
La sierra de Alcubierre presenta tres unidades de depósito (Arenas, 1993; Arenas et al., 2007):
La parte más baja y antigua contiene depósitos con predominio de yesos y margas en la zona más central, mientras que hacia el norte y el este hay mayor presencia de calizas, p. ej. hacia la zona de Lanaja, y de areniscas y arcillas hacia Albalatillo y Pallaruelo de Monegros. Se ha asignado a una unidad de depósito denominada T5.
En el nivel intermedio se encuentra gran abundancia de calizas y margas con pequeñas intercalaciones de yesos; especialmente peculiar es la intercalación conocida como Miembro Perdiguera. Todo este conjunto se asigna a la unidad de depósito T6.
En las partes más altas de la sierra, San Caprasio y Monte Oscuro, litológicamente, de más a menos abundantes se hallan lutitas (arcillas y limos), areniscas, calizas y margas. Se corresponde con la unidad de depósito T7. En esta unidad hay huesos de roedores que han ayudado a datar como Mioceno medio ese intervalo.
Mapas geológicos y cortes transversales de las zonas de la Sierra de Alcubierre y Montes de Castejón (A) y Tarazona (B). Las secciones magnetoestratigráficas donde los límites de TSU son reconocidos se indican (T4/T5, T5/T6 y T6/T7). Tomado de Pérez Rivarés et al. (2016).
Las edades de estas unidades, según los datos magnetoestratigráficos, calibrados con bioestratigrafía y un punto con datación absoluta son (Pérez Rivarés, 2016): la unidad T5 entre los 20,8±0,66 y los 16,2±0,14 Ma; la unidad T6 se prolonga hasta los 14,3±0,15 Ma, y la unidad T7 termina hacia los 13,4 Ma en San Caprasio. No se conoce con precisión la edad del límite superior de esta unidad; se sabe es más moderno de los 12 Ma en áreas de la parte oeste de la Cuenca del Ebro.
Los estudios sedimentológicos, mineralógicos y geoquímicos sugieren que, en el registro de la Sierra de Alcubierre, el clima evolucionó hacia condiciones más húmedas a lo largo del Mioceno. Sin embargo, se detectan variaciones del clima a menor escala, que quedan reflejadas por la alternancia de intervalos ricos en evaporitas (yeso), estromatolitos y/o calizas laminadas, e intervalos ricos en calizas con fósiles de agua dulce, bioturbación por raíces e insectos, y margas. Representan, respectivamente, etapas de más aridez, con condiciones salinas y menor lámina de agua, y etapas de más humedad, con agua dulce y expansión del área lacustre. Estas etapas alternan en el tiempo según ciclos astronómicos de la órbita terrestre de distinta duración que causan cambios en el clima. Así, a gran escala, la unidad T6 correspondería a una expansión del sistema lacustre respecto al de la unidad T5, mientras que la unidad T7 refleja un avance hacia el sur del sistema fluvial de Huesca.
Arenas and Pardo (1999)
También hay que señalar que los diferentes estratos están dispuestos prácticamente horizontales. No obstante, por la zona cercana a Villamayor se observan algunos plegamientos debidos a la plasticidad de las rocas evaporíticas ante cualquier deformación; se observan, por ejemplo, en los taludes de la carretera de Sariñena a Zaragoza. Tales pliegues suelen ser debidos a hundimientos por disolución del sustrato yesífero.
Unidades litográficas y tectosedimentarias en la sierra de Alcubierre.
Salinas, lagos salados
Así pues, las épocas secas se han traducido en el registro geológico de Los Monegros en los extensos afloramientos de yesos que vemos hoy. Un proceso similar actual es la dinámica de las saladas de Bujaraloz, donde en condiciones de aridez, debido a la evaporación, se concentran las sales. La escasez de precipitaciones y la gran evaporación favorecen el depósito de minerales solubles en general, en particular sales sulfatadas y cloruradas, tanto en las saladas como en los poros del sedimento cercano, creando un ecosistema muy específico y singular, con su propia biodiversidad.
Estromatolitos
Una de las curiosidades de la sierra observable en cualquiera de las tres unidades de depósito es la presencia de estromatolitos. Se trata de estructuras minerales, normalmente calcita y dolomita, que se caracterizan por su laminación fina. Pueden tener geometrías de pequeños domos. Los estromatolitos se originan en relación con tapices microbianos (habitualmente bacterias, y entre ellas cianobacterias) que viven sobre el fondo de zonas acuáticas, y que favorecen la precipitación mineral y la fijación de partículas carbonatadas produciendo finas películas que se acumulan a lo largo del tiempo. Los estromatolitos de la sierra de Alcubierre van asociados a periodos secos y suelen aparecer en calizas y dolomías. Son rocas sedimentarias y a la vez estructuras bio-sedimentarias formadas gracias a la acción de seres vivos. La actividad fotosintética de las cianobacterias en grandes concentraciones, (por ejemplo, el típico verdín que se forma en algunas zonas con agua) favorece la precipitación de carbonatos. El resultado es una sucesión laminada de tapices de cianobacterias fosilizadas.
Estromatolitos en los estratos de calizos
Corte de estromatolito.
OLYMPUS DIGITAL CAMERAOLYMPUS DIGITAL CAMERAOLYMPUS DIGITAL CAMERA
Fotografías: Concha Arenas.
Capa de cenizas volcánicas
Otra de las curiosidades de Los Monegros es la presencia de una capa de cenizas volcánicas entre los estratos de margas, areniscas y calizas de la unidad T5; la capa presenta un color rosado, gris claro o verdoso, y un espesor en torno a los 4-8 cm. Se reconoce en diferentes lugares de Los Monegros y sirve como nivel de correlación, dado que, transportadas por el viento, su depósito se realizó instantáneamente a la escala del tiempo geológico. La capa fue encontrada por primera vez por doctorandos anglosajones (Hirst, 1983). Posteriormente, varios investigadores de la Universidad de Zaragoza y de otras instituciones realizaron el estudio sedimentológico, el mineralógico y su datación. Está formada por ceolitas (analcima), feldespatos, cuarzo y esmectitas (Bauluz et al., 1994). Una datación muy exacta y precisa mediante 40Ar-39Ar de 19,3±0,7 millones de años (Odin et al., 1997), que resulta muy útil para conocer la edad de los diferentes estratos, pues es un punto de anclaje con la escala de tiempo de polaridad geomagnética.
Estructuras de tormenta
En los sedimentos lacustres monegrinos se encuentran testimonios de que las masas de agua en que se depositaron estuvieron sometidas a episodios de fuerte oleaje de tormentas. Se trata de estratos de calizas (a veces dolomías) que contienen láminas formadas por granos de cuarzo o de caliza (de tamaño arena o limo). Los conjuntos de láminas forman pequeños montecillos y depresiones, de varios decímetros de altura y separados lateralmente unos decímetros. Esta estructura es un tipo de estratificación cruzada particular, denominada hummockycross stratification por los anglosajones –o HCS en abreviatura–, cuya traducción sería estratificación cruzada en montículos. La formación de esta estructura tiene lugar a mayor profundidad que las rizaduras de oleaje de buen tiempo (“ripples”) y requiere, además de intensos flujos de oscilación, flujos unidireccionales dirigidos desde la orilla hacia aguas más profundas, condiciones que solo se dan con oleaje de tormenta.
Estructuras de tormenta.
Se da la circunstancia de que estas estructuras son más frecuentes en la Sierra de Alcubierre, que en sedimentos de la misma edad en otras áreas más al oeste en la Cuenca del Ebro, como los Montes de Castejón, cuando formaban parte del mismo sistema lacustre. Por ejemplo, se observan en la carretera de acceso al cerro San Simón o en el camino a San Caprasio desde Farlete. Todo ello sugiere que esta estructura (HCS) se generó en una orilla lacustre afectada por vientos fuertes y persistentes que soplaban hacia dicha orilla tras un largo recorrido sobre un extenso lago central en la Cuenca del Ebro. ¿Evidencia de que el cierzo ya desempeñaba su función en el clima mioceno de la cuenca? Muy posible, al menos las condiciones orográficas (Pirineos y cordillera Ibérica capaces de orientar el régimen de vientos) ya se habían establecido.
Las especies relictas y fósiles de Los Monegros
Los Monegros presentan hoy, sobre los sustratos yesíferos, unas asociaciones vegetales y entomológicas singulares en la Península Ibérica, con elementos que se encuentran en áreas tan separadas de ellos como las estepas del Mediterráneo oriental y del Asia central (Braun-Blanquet y Bolós, 1957; Ribera y Blasco-Zumeta, 1988; Ribera, 1999). Mucho queda por estudiar acerca de este tema, pero todo apunta a que esas áreas contienen los relictos de unas biocenosis que tuvieron mayor extensión y continuidad anteriormente. Se puede especular sobre si tal continuidad estuvo relacionada con un periodo de clima árido, y por tanto con una mayor extensión de los ambientes esteparios alrededor del Mar Mediterráneo. A este respecto, la denominada Crisis de salinidad del Messiniense, que ocurrió al final del Mioceno, podría ser un buen candidato: en esa época, entre 5,97 y 5,33 Ma atrás, el Mar Mediterráneo sufrió varios episodios de desecación, al menos parcial, a consecuencia del cierre de la comunicación con el Océano Atlántico. Esa situación endorreica favoreció la formación de importantes depósitos de yesos y sal en sus fondos (Krijgsman et al., 1999). Para entonces la Cuenca del Ebro ya se estaba vaciando (desde unos millones de años antes, entre 11,5 y 8,5 Ma). En este contexto extensas áreas alrededor del Mediterráneo pudieron estar bajo condiciones de intensa aridez. Pero cuando después se abrió el Estrecho de Gibraltar al inicio del Plioceno (hace 5,33 Ma), el área perimediterránea tendría un clima menos árido, lo que determinaría que las asociaciones de estepa quedaran reducidas y fragmentadas en áreas disjuntas, como ahora las encontramos, siendo Los Monegros una de esas áreas relictas.
Fósil de hoja de palmera. Sierra de Alcubierre.
Pero vayamos atrás en el tiempo. A lo largo de toda la sucesión estratigráfica del Mioceno se han encontrado diversos yacimientos de pequeños roedores fósiles (Agustí et al., 2011). No son sino fragmentos de ellos, de los que tiene especial interés la dentición, mediante la cual se definen los diferentes géneros y especies. Estos micromamíferos experimentaban una rápida evolución, lo que permite establecer toda una secuencia bioestratigráfica, definir pisos continentales miocenos como el Aragoniense; además, ayudan a reconocer los ambientes en que se encontraban y seguir las migraciones que efectuaban. Pues bien, entre otros interesantes aspectos de esta fauna fósil monegrina, en el Mioceno medio, hacia la mitad de la unidad T6, se encuentran elementos de un glírido fósil, es decir, un lirón, del género Vasseuromis. Los estratos en que aparece ese fósil se han datado mediante magnetoestratigrafía en 15,3 Ma. Este género se encontraba en Europa central a lo largo de todo el Mioceno, pero en España se creía desaparecido durante unos millones de años, desde el Mioceno inferior hasta el Mioceno superior. Hete aquí que no había desaparecido de España, sino que había encontrado su refugio en Los Monegros durante el Mioceno medio.
Huecos de raíces en la roca.
Los Monegros, espacio geológico
En resumen, los Monegros a nivel científico son muy interesantes, pero también a nivel paisajístico. Hay mucha variación de unidades geológicas, modelados, torrollones, saladas y barrancos. Un lugar interesantísimo para adentrarse en el mundo de la geología, para conocer cómo se formó nuestra tierra, la misma que pisamos, contemplamos y sentimos cada día. En definitiva, un geoparque a nuestros pies. ¡No te lo pierdas!
Manuel y Concha buscandoestromatolitos.
Bibliografía
Agustí, J., Pérez-Rivarés, F.J., Cabrera, L., Garcés, M., Pardo, G. y Arenas, C. (2011). The Ramblian-Aragonian boundary and its significance for the European Neogene continental chronology. Contributions from the Ebro Basin record (NE Spain). Geobios, 44: 121–134.
Arenas, C. (1993). Sedimentología y paleogeografía del Terciario del margen pirenaico y sector central de la Cuenca del Ebro (zona aragonesa occidental). Tesis Doctoral, Universidad de Zaragoza, 858 p. https://zaguan.unizar.es/record/70725.
Arenas, C. y Pardo, G. (1999). Latest Oligocene–Late Miocene lacustrine system of the north-central part of the Ebro Basin (Spain): sedimentary facies model and palaeogeographic synthesis. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 151: 127–148.
Arenas, C., Pardo, G. Pérez-Rivarés, F.J. y Vázquez-Urbez, M. (2007). From saline to freshwater lacustrine and fluvio-lacustrine carbonate systems: Neogene evolution of the central Ebro Basin. En: C. Arenas, A.M. Alonso-Zarza y F. Colombo (Editores), Geological field trips to the lacustrine deposits of the northeast of Spain. Geo-Guías, 3: 53-110.
Bauluz, B., Arenas, C., Fernández-Nieto, C. y González López, J.M. (1994). Mineralogy and geochemistry of Miocene deposits at Alcubierre Sierra, central sector of the Ebro Basin, Spain. Clay Minerals, 9: 391-400.
Braun-Blanquet, J. y Bolós, O. de (1957). Les groupements vegetaux du bassin moyenne de l’Ebre et leur dynamisme. Anales de la estación experimental de Aula Dei, 5 (1-4), 266 p.
Costa, E., Garcés, M., López-Blanco, M., Beamud, E., Gómez-Paccard, M. y Larrasoaña, J.C. (2010). Closing and continentalization of the South Pyrenean foreland basin (NE): magnetochronological constraints. Basin Research, 22: 904-917.
García-Castellanos, D., Vergés, J., Gaspar-Escribano, J. y Cloetingh, S. (2003). Interplay between tectonics, climate and fluvial transport during the Cenozoic evolution of the Ebro Basin (NE Iberia). Journal of Geophysical Research, 108, 2347, doi: 10.1029/2002JB002073. B7.
Hirst, J.P.P. (1983). Oligo-Miocene alluvial systems in the northern Ebro Basin, Huesca Province, Spain. Doctoral Thesis, University of Cambridge, 247 p.
Hirst, J.P.P. y Nichols, G.J. (1986). Thrust tectonic controls on the Miocene distribution patterns, Southern Pyrenees. En: Ph. Allen y P. Homewood (Editores), Foreland Basins. IAS Special Publication, 8: 247-258.
Krijgsman, W., Hilgen, F.J., Raffi, I., Sierro, F.J. y Wilson, D.S. (1999). Chronology, causes and progression of the Messinian salinity crisis. Nature, 400: 652-655.
Odin, G.S., Cuenca, G., Canudo, J.L., Cosca, M. y Lago, M. (1997). Biostratigraphy and geochronology of a Miocene continental volcaniclastic layer from the Ebro basin, Spain. En: A. Montanary, G.S. Odin y R. Coccioni (Editores), Miocene Stratigraphy: An Integrated Approach. Developments in Palaeontology and Stratigraphy, 15, Elsevier, pp. 297-310.
Pérez Rivarés, F.J. (2016). Estudio magnetoestratigráfico del Mioceno del sector central de la Cuenca del Ebro: Cronología, correlación y análisis de la ciclicidad. Tesis Doctoral, Universidad de Zaragoza, 281 p. https://zaguan.unizar.es/record/79504.
Pérez Rivarés, F.J., Arenas, C., Pardo, G. y Garcés, M. (2016). Temporal aspects of genetic stratigraphic units in continental sedimentary basins: Examples from the Ebro basin, Spain. Earth-Science Reviews, 178: 136-153.
Rivera, I. (1999). Los Monegros: un enclave estepario único en Europa occidental. Boletín S.E.A., 24: 111-112.
Rivera, I. y Blasco-Zumeta, J. (1998). Biogeographical links between steppe insects in the Monegros region (Aragón, NE Spain), the eastern Mediterranean, and central Asia. Journal of Biogeography, 25: 969–986.
Da la impresión que simplemente es sólo una vieja tumba más, como otras muchas del cementerio de Sariñena, que parece permanecer indiferente, fría y abandonada, esperando que el tiempo termine de borrar su recuerdo. Pero pronto se descubre que no siempre ha sucedido así, sorprendentemente ha ido escapando del olvido y ha formado parte de la memoria colectiva del pueblo altoaragonés de Sariñena. “Estás muerta y no lo estás/ dentro de esta tumba fría/ descansa en paz hija mía/ que en tus padres vivirás”, hermosos versos escritos en su lápida han sido cantados en juegos infantiles y aún hoy en día, con cariño y añoranza, son recordados por las personas más mayores de la población. O como aquella madre que contaba a sus hijos historias de antes y entre ellas siempre la historia de «La Miliciana» cuyos versos les recitaba antes de dormir. Los mismos versos que aparecen en su lápida, compartiendo espacio con otras enigmáticas líneas: una leyenda brutalmente tallada que quiso borrar su memoria.
A golpe de martillo y cincel fue picada parte de la inscripción esculpida en la lápida de “La Miliciana” Elisa García Sáez. Según cuentan, sucedió a la entrada de las tropas sublevadas franquistas, suceso que dio paso al nuevo gobierno local. Las palabras de la memoria fueron desgarradas de la piedra, el odio destrozó el recuerdo y la rabia arrebató la dignidad y la libertad. El martillo, el cincel y también el tiempo nos situaron a distintas generaciones ante unos versos ocultos. Ignorábamos entonces que podían decir, nadie conseguía leerlos.
Es por el año 2010 cuando varias personas de Sariñena acudimos al cementerio de Sariñena en busca de la tumba de Elisa García Sáez: Eduardo Santamaría, Javier Roca, Miguel Salas y Joaquín Ruiz. Habíamos oído hablar del fascismo convertido en martillo, habíamos oído hablar de su leyenda borrada. Allí la encontramos. Destacaba su mármol blanco de versos picados. También su cruz, con la foto de la joven Elisa, fallecida el 24 de agosto de 1936 a los 20 años de edad. Era ella, «La Miliciana», tal y como en Sariñena la gente la había conocido.
Desde entonces, la necesidad de restaurar su memoria va creciendo. El intento por recuperar esos versos ocultos hace aflorar el deseo de conocer: ¿Qué fragmentos de historia nos iba a descubrir Elisa?, ¿Qué pedazos de historia se perdían tras los duros martillazos?, ¿Quién era Elisa García Sáez?… Nunca imaginamos que leer pudiese costar tanto, desoladora llega a ser la impotencia ante las ilegibles palabras que reiteradamente se habían tratado de leer. El fascismo quemó libros y ha picado palabras de piedra en un intento de borrar leyendas que al final las hemos hecho imborrables.
Elisa García Sáez por Cèlia Vallès Pi.
Investigando a Elisa
Iniciando nuestra pequeña investigación, de primeras nos ponemos en contacto Víctor Pardo Lancina, periodista e investigador de la memoria histórica de la provincia de Huesca, quien sin conocernos accede sin dudar a ayudarnos, asesorarnos y dirigirnos en la investigación. Así, pronto accedemos a su partida de defunción que Eduardo Santamaria solicita en el Registro Civil de Sariñena.
En dicha partida, podemos averiguar que Elisa García Sáez nace en el barrio barcelonés de Sant Andreu, el 22 de septiembre de 1916. Hija de Romualdo y Teresa. Su defunción había ocurrido el 24 de agosto de 1936, a diferencia de su lápida que apunta al día 25 en vez del 24 del mismo mes. La causa de su muerte responde a «Heridas sufridas en acción de guerra» siendo enterrada en el cementerio de esta Villa (Sariñena). La inscripción es realizada en el tomo 138(9), Folio 42. Como último domicilio conocido Barcelona, calle San Andrés núm. 411.
Curiosamente, su acta de defunción está registrada el 7 de marzo de 1981. Muy probablemente por el inicio de un acto administrativo o jurídico que motivase su correspondiente inscripción y registro en el Registro Civil de Sariñena de su acta de defunción y a tenor de lo anotado en el apartado de «Otros datos o títulos«: «Se practica esta inscripción en virtud de expediente gubernativo 61/80 seguido en este juzgado y aprobado por el Juzgado de 1ª Instancia del Partido por auto firme de 21.1.1981«.
Junto a su partida de defunción, se encontraba, adjunto, un escrito a la memoria de Elisa por parte del Sindicato Mercantil de Barcelona UGT. Así, supimos que Elisa había sido militante en el sindicato de la UGT en la fábrica Fabra i Coats y en 1936 parte al frente de Aragón como enfermera en una columna de la CNT. El documento se transcribe íntegramente más adelante.
A su vez, su registro en el cementerio municipal nos lleva a contactar con un sobrino de Elisa, José Puigdomenech, quien nos cuenta lo doloroso que fue su pérdida para la familia. Su muerte, especialmente se vuelve fuertemente dolorosa ya que días antes la familia había perdido a Josep García i Abad, tío de Elisa y carpintero de la CNT que, en palabras del historiador Pau Vinyes i Roig, fue una figura que muy probablemente debe de influir en Elisa en su decisión de marchar al frente. Pau Vinyes i Roig recoge sobre Josep que es herido el 27 de julio de 1936 e ingresado en el Hospital Provincial de Lérida: «Con una segunda expedición de heridos, procedente de Caspe, donde murió el 8 de agosto de 1936, después de una agonía debida a las heridas recibidas en combate. La Rambla de Sant Andreu de Palomar durante la República en guerra se llamó paseo de Josep García» (Vinyes i Roig, Pau. Elisa García Sáez. Editorial Llop Roig).
La historia de Elisa nos lleva a coincidir con el historiador de Sant Andreu Jordi Rabassa Massons, quien también se encontraba siguiendo la pista de Elisa García Sáez. A Jordi la existencia de Elisa le había llegado por medio de Iván Miró, activista y historiador del cooperativismo quien había encontrado una noticia sobre Elisa en la publicación «Acción Cooperativista» (núm. 696 del 4 de septiembre de 1936), noticia que más adelante se desarrolla.
Una historia que enseguida engancha a Jordi Rabassa y que pronto va ampliando la familia de investigadores en torno a la figura de Elisa, con Pau Vinyes i Roig y Xavier de la Cruz. Especialmente Pau Vinyes i Roig, quien acaba desarrollando la biografía completa de Elisa García Sáez en el 2025 bajo la editorial «Llop Roig. Libres i Cultura». Una obra que recoge un gran trabajo de investigación y búsqueda documental en archivos y hemerotecas reconstruyendo gran parte de la vida de nuestra miliciana: «Elisa García Sáez. Cooperativista y miliciana antifascista» .
Elisa es hija de Teresa Sáez Martínez (Lorca, Murcia) y Romualdo García Abad (provincia de València), precisa Jordi Rabassa, siendo la más grande de tres hermanos: Elisa, Josep y Francisca. La familia vive en Sant Andreu del Palomar, entonces denominado «Harmonía de Palomar«, concretamente en la calle de la Sagrera número 100, donde, en palabras de Jordi Rabassa «la familia se había trasladado hacía poco desde la antigua casa de la calle Gran de Sant Andreu (Número 411) tocante con la calle Campeny».
Elisa trabaja en los almacenes de La Sagrera de la Fabra i Coats. Pau Vinyes concreta que es en La Española: «fábrica filial de la gran empresa textil Fabra i Coats, situada a la barriada de la Sagrera». Mismamente, es miembro activa de la Cooperativa de Consumo L’ Andreuenca, fundada el 1879, siendo delegada de la Sección Femenina en el Grupo Infantil de la Cooperativa L’ Andreuenca (Acción Cooperativista. Núm. 696 del 4 de septiembre de 1936).
L’Andreuenca va ser fundada por miembros de la Societat d’Oficials Paletes de Sant Andreu de Palomar, entre 1879 i 1881. Estaba situada en sus inicios en la calle Gran de Sant Andreu, 263 i el 1896, definitivamente, a la calle de Sant Antoni, 58-60 ‒actualmente, número de socios, capital i actividades. A raíz de la proclamación de la República, la entidad fue un gran salto adelante a escala cultural y social, con la organización de excursiones, visitas guiadas, conferencias El 1934 la cooperativa tenia 25 trabajadores en nómina. Al perder la República la guerra, la cooperativa va iniciar un declive lento y progresivo. Al llegar la democracia, por creíble que pueda ser, l’Andreuenca va desaparecer definitivamente en 1984.
Pau Vinyes.
Alegre, sonriente, familiar… Elisa debía ser una chica normal de la época, fuerte y vital. De acuerdo con testimonios familiares, en sus ratos libres, después de salir de trabajar ayuda a cuidar a unos primos hermanos suyos. En la familia siempre la han recordado cariñosa, jovial… ¡alegre y sonriente!.
Elisa está muy implicada en el mundo obrero, sindical y cooperativista, conociéndose su afiliación a la Unión General de Trabajadores (UGT). Sant Andreu respondía a un barrio obrero, un barrio de movimientos sociales, sindicatos, partidos… de fuerte lucha obrera.
Con la sublevación militar, Elisa participa en las batallas de Barcelona en las jornadas del 19 y 20 de julio de 1936 (MVMC. Museo Virtual de la Mujer Combatiente), combates entre las fuerzas sublevadas y las leales a la república tras el fallido golpe de estado y la posterior sublevación militar que dio pie a la guerra civil española. Como dice el escrito del Sindicato Mercantil de Barcelona UGT «Al estallar el movimiento no duda en enrolarse fusil al brazo, primero de enfermera y más tarde, en una organización que no era la que en normalidad militaba» (Sindicato Mercantil de Barcelona UGT, Delegación de San Andreu. Barcelona, 31 de diciembre de 1936).
El testimonio familiar relata como un día Elisa se despide más efusiva de lo habitual al acabar de cuidar a sus primos hermanos: -Al rato, un vecino comenta que había visto a Elisa subida en un camión de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) partiendo al frente-.
«Cuando los tiros se apagaron en nuestra ciudad, cuando su presencia en ella ya no era necesaria, marcha allá donde podían necesitarla más».
Sindicato Mercantil de Barcelona UGT, Delegación de San Andreu, (Barcelona, 31 de diciembre de 1936)
Elisa parte al frente…
Frente de Aragón, Sector Tardienta
Elisa se alista a las Milicias Femeninas y, por su pertenencia al PSUC, es destinada a la Columna del Barrio, de acuerdo al Certificado de permanencia en el frente, de continuación del subsidio y retorno (Museo Virtual de la Mujer Combatiente MVMC). Y parte de Barcelona el 15 de agosto de 1936 siendo destinada al Frente de Huesca, Sector Tardienta.
«Subsidios del comité Central de Milicias Antifascistas». Archivos estatales Mecd.es. Cortesía Gonzalo Berger Mulattieri.
De hecho, desde Tardienta, Elisa escribe a su madre por medio de Solidaridad Obrera, carta publicada el 3 de septiembre de 1936, considerándose Elisa como miliciana: “Por fin se han visto colmadas mis esperanzas. Parto con buenos camaradas y con un estado de ánimo elevadísimo. Quiero luchar contra esta gentuza maldita. Quiero saber lo que es sufrir y quiero compartir el dolor de los camaradas que combaten en el frente. Tengo un corazón que no puede permanecer impasible ante la lucha que sostienen nuestros hermanos” .
Por su afiliación a la UGT y la información aportada por el Museo Virtual de la Mujer Combatiente, no resulta extraño ubicar a Elisa en la Columna Del Barrio «Columna Carlos Marx», donde además se señala su función: «Armada. Infantería». Pero, aún así resulta complicado concretar con rigurosidad la unidad o columna a la que pertenecía. Pues, además de haber podido partir en la columna de Del Barrio, tanto el testimonio familiar como varias fuentes aseguran que parte en una columna de la CNT, hecho igualmente referido en el escrito de su Sindicato Mercantil de Barcelona UGT, Delegación de San Andreu, (Barcelona, 31 de diciembre de 1936): «Parte al frente como enfermera en una columna de la CNT».
Por otra parte se puede de resaltar su posible pertenencia al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), posibilidad que sostiene el investigador andreuense Pau Vinyes Roig en relación a un artículo publicado en el diario El Diluvio en su edición del 3 de enero de 1937 «Descubrimiento de la lápida que da el nombre de Elisa García, afiliada al POUM, a la antigua calle de las Monjas”. Otras fuentes, relativas a la inauguración de la denominada calle Elisa García Sáez, apuntan en sus artículos su afiliación al POUM.
Su atribución, a distintas fuerzas, nos lleva incluso a una referencia de su pertenencia al Partido Comunista, lo que da una idea de las diferentes afiliaciones que se le atribuye: «El Partido Comunista de San Andrés, al que pertenecía esta muchachita adorable de diecinueve años, instaló un Hospital de Sangre en la barriada» (El Día Gráfico del 4 de septiembre de 1936).
En definitiva, más allá de su pertenencia al sindicato de UGT, tal variedad de afirmaciones nos lleva a no poder concretar la milicia, columna, unidad menor o subunidad a la que llega a pertenecer nuestra miliciana.
Al igual que no se puede concretar, a ciencia cierta, el grado de implicación que mantiene durante su corto periodo en el frente, si vas más allá de su papel como enfermera o si toma parte activa como combatiente en la contienda. Diferentes fuentes apuntan que acude al frente como enfermera de la Cruz Roja, por lo que es difícil considerarla propiamente miliciana o mujer combatiente. Sin embargo, su propósito es el de luchar, lo que se desconoce si verdaderamente llega a suceder y si en el fondo se le permite por su condición de mujer.
Lo que si está claro, afirma Gonzalo Berger Mulattieri, Elisa García Sáez es miliciana y mujer combatiente, de acuerdo a toda su información, especialmente a la relativa a su su ficha de subsidio.
“Ella no aceptaba un papel no militar para las mujeres ya que entendía que tenían que combatir igual que los hombres y sólo correspondía a los cobardes rechazar la lucha armada”.
Solidaridad Obrera,3 de septiembre de 1936.
La mujer en el frente
Gonzalo Berger Mulattieri cifra en 7.000 las mujeres que combaten en la guerra civil española, una cifra que disminuye muy significativamente, hasta unas 360, tras la militarización de las milicias. Igualmente, se calcula que unas 73 mujeres combatientes fallecen en la contienda y 31 son dadas como desaparecidas (Berger, Gonzalo. Milicianas y mujeres soldado: retrato de las combatientes).
El perfil político de las mujeres es amplio, al igual que el estudio documenta la constancia de mujeres combatientes en numerosas columnas, «Documentando su presencia en 149 columnas y 15 unidades del Ejército Popular«, tal y como señalan «En diversos escenarios y frentes» (Berger Mulattieri, Gonzalo. La mujer combatiente en la Guerra de España: milicianas y mujeres soldado).
En dicho estudio Gonzalo Berger matiza: «Sabemos que mayoritariamente combatieron en primera línea, aunque también lo hicieron en los servicios auxiliares y sanitarios. El presente estudio confirma el hecho de que aproximadamente seis de cada diez voluntarias combatieron mediante el uso de armas». Finalmente «La miliciana permaneció en el frente mientras no fue expulsada por sus mandos políticos o militares, incluso después de la trasformación de las milicias en un ejército regular» pues en el estudio documentan hasta 360 mujeres «que combatieron encuadradas en el Ejército Popular de la República»(Berger Mulattieri, Gonzalo. La mujer combatiente en la Guerra de España: milicianas y mujeres soldado).
Elisa no es la primera miliciana muerta, pero sí de las primeras milicianas, enfermeras o mujer combatiente fallecida en el frente de Aragón por acciones de guerra. Para Jordi Rabassa “Muy probablemente Elisa (García) fue la primera miliciana barcelonesa asesinada durante la guerra civil, por lo que parece que la noticia de su fallecimiento trastornó la sociedad más implicada políticamente al lado de la revolución de la ciudad y de Sant Andreu de Palomar, donde probablemente nació y donde vivió y desarrolló su corta vida familiar, laboral, social y política” (Vinyes i Roig, Pau. Elisa García Sáez. Editorial Llop Roig).
Como es el caso de Elisa, las muertes de las primeras milicianas causan un mayor impacto y repercusión en el bando republicano y gracias a ello existe una gran cantidad de información sobre nuestra miliciana.
Las columnas y milicias en el frente de Tardienta
Con el inicio de la guerra, Aragón se divide en dos, de norte a sur, quedando dividido por la mitad. Su parte oeste queda en manos de los sublevados y la este de los republicanos. Pronto van llegando las distintas milicias estableciéndose un frente que llega a estabilizarse hasta su ruptura por parte de las fuerzas sublevadas en marzo de 1938 (El Frente de Los Monegros).
La ubicación de Tardienta en el tramo de la vía ferroviaria Barcelona-Zaragoza, con estación propia, hace que el transporte y movimiento de tropas se realice a través del ferrocarril, de convoyes de milicianos y milicianos que parten desde Barcelona a posiciones del frente de Aragón, como es el caso de Sariñena, Grañén y, en este caso, Tardienta.
Al frente de Huesca y Tardienta, Sangarrén y Vicién llegan las columnas cenetistas de la columna de Ascaso, comandadas por García Vivancos, y la columna de los Aguiluchos, al mando de Juan García Oliver. Las columnas llegan hasta Grañén por vía férrea (Les Milícies Antifeixistes de Catalunya. Berguer, Gonzalo), alcanzando Tardienta el día 27 de julio de 1936 (Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros).
Las fuerzas antifascistas toman Tardienta
Caspe, 27. Las fuerzas antifascistas han entrado hoy por la tarde en Tardienta, ocupando la ciudad. La toma de Tardienta tiene una gran importancia, puesto que se trata de un punto de enlace para las comunicaciones entre Zaragoza, Huesca y Vizcaya.
El Día Grafico, 28 de julio de 1936.
A la hora en que telefoneamos nos comunican que las fuerzas del coronel Villalba y las milicias de la U.G.T-, del P-O.U.M. concentradas estas últimas en Tardienta, se disponen a caer sobre Huesca cuya caída se considera inminente.
El Día Grafico, 29 de julio de 1936.
A Tardienta, como hemos citado anteriormente, llega la columna ugetista y del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) «Del Barrio» o «Carlos Marx»:«En Tardienta está la columna de Del Barrio-Estivill» (El Diluvio, 7 de agosto de 1936). Esto mismo ya lo cuenta antes El Diluvio en su edición del 4 de agosto de 1936 por medio de su enviado especial a Tardienta Enrique Manobens: «La columna que mandan Del Barrio y Estivill, o sea la primera que salió de Cataluña, está apostada en dicho pueblo, que dista unos 20 kilómetros de Huesca. Tardienta es un pueblo que, dada su inmejorable situación estratégica, es asediado por el enemigo, ya que por las mañanas los aviones enemigos bombardean el citado pueblo sin eficacia».
«En Tardienta está la columna de Del Barrio y Estivill. Cuando llegamos vemos filas y filas de milicianos tumbados, sobre colchones, en el suelo. Se tapan con mantas y capotes de soldado… Duermen al aire libre. Bajo unos pórticos. Vemos, asimismo, a alguna muchacha».
El Diluvio, 7 de agosto de 1936.
En el Diluvio del 13 de agosto de 1936 hay una crónica de José Montero Álvarez, jefe de la 6.ª Decuria, 1.ª Centuria, 1.ª Columna UGT.
También El Diluvio del 13 de agosto de 1936 da cuenta de un acto político en Tardienta, citando la participación de miembros de la CNT y UGT: «Presidió el acto el camarada Trueba haciendo uso de la palabra los siguientes compañeros: Montagud, por la Juventud Socialista Unificada, Malsant por la CNT y Estivill y Del Barrio por la UGT».
La columna del Norte, formada por artillería, infantería y milicias del POUM, dirigida por el coronel Villalba se establece, durante los primeros días, en la línea de Tardienta a Grañén (Avant, organ del Partit Obrer d´Unificació Marxista, 30 de julio de 1936).
La Humanitat del 6 de agosto de 1936 cita: «En Tardienta está la columna número 1 con fuerzas del partido socialista obrero, POUM, Partido Comunista Español y una sección de la CNT, comandada por Del Barrio, Trueba y Estivill».
Documentada queda igualmente la presencia de la columna UHP de Vilafranca del Panedès. La noche del 18 de agosto de 1936, por el Passeig de Gràcia de Barcelona, desfila la columna de la UHP de Vilafranca del Panedès, que parte hacía el frente de Tardienta. La noticia queda recogida por el Diario de Barcelona y La Batalla «Son unos quinientos y entre ellos hay diversas mujeres -admirable valor el de las mujeres catalanas marchan al compás de UHP. Los rostros de cada uno de estos héroes anónimos de la revolución son una promesa, cada mirada una fe absoluta en el triunfo, cada paso, cada hito ganado al enemigo» (La batalla, 21 de agosto de 1936).
Tardienta en guerra
Con el inicio de la sublevación militar, la localidad de Tardienta se mantiene fiel a la Republica convirtiéndose en punto clave en el frente de Aragón y estratégico en el frente de Huesca. Además de su posición geográfica, la estación ferroviaria la convierten en un sector militar relevante. Cerca, su vecina localidad de Almudévar queda en manos de los sublevados, estableciéndose entre ellas la línea de frente siendo objetivo la carretera Zaragoza-Huesca; vital para que ambas ciudades se mantengan comunicadas. Desde el principio de la contienda se producen combates, incluso sufriendo bombardeos de la aviación sublevada con base en Zaragoza.
Aunque no podemos concretar ni determinar la presencia exacta de Elisa, el relato de aquellos días puede ayudar a contextualizar su historia.
«Debemos considerar que el pueblo de Almudévar en poder de los rebeldes, constituye la puerta abierta que pone en contacto las fuerzas de Huesca y Zaragoza».
Solidaridad Obrera, 28 de agosto de 1936.
El 20 de julio de 1936 se constituye el Comité Antifascista de Tardienta, organizando y dirigiendo la defensa de la población. El 25 de julio la población mantiene un combate contra fuerzas «fascistas» que pudieron hacer frente gracias a 20 fusiles procedentes de otros tantos soldados que se habían sublevado de la guarnición de Huesca.
Con la suerte, que después de sostener el día 25 de julio un ataque con una columna fascistas cuatro horas, salió victoriosa, cogiendo al enemigo gran cantidad de municiones algunas armas, que los facciosos abandonaron en su precipitada huida. Este ataque fue rechazado por una veintena de fusiles que procedían de otros tantos soldados que se habían sublevado, de la guarnición de Huesca, y de unos camaradas de Almudévar que huyeron de su pueblo al ser tomado por los fascistas.
Unos días más tarde hizo su entrada, entre aplausos y vítores de la población civil, la primera expedición de la columna del camarada Del Barrio. Desde aquella fecha han Intentado los fascistas varias veces acercarse a Tardienta; pero todas ellas sufrieron duros castigos y no lo consiguieron.
¡¡En Tardienta no ha entrado el fascismo!
Nota del Sindicato Único de Trabajadores de Tardienta El Noticiero Universal, 15 de septiembre de 1936.
Así, en agosto del 36, el sector republicano de Tardienta se encontraba en plena ofensiva sobre Almudévar. La intención en el sector era apoderarse de la localidad de Almudévar y cortar la carretera Zaragoza Huesca para así interrumpir las comunicaciones entre Huesca y Zaragoza y aislar Huesca y forzar su toma que ya se estaba intentando a través de Siétamo. En Almudévar, los sublevados se hacen fuertes con abundante material de artillería, sometiendo a Tardienta a fuertes ataques, pero que a su vez son respondidos por las milicias en repetidas incursiones e intentos de toma de Almudévar. La aviación republicana, alojada en el aeródromo sariñenense de Alas Rojas, resta ineficacia por su larga respuesta en tiempo de reacción cada vez que es requerida.
El Día Gráfico del 31 de julio de 1936 da cuenta de un ataque sobre Almudévar, que, aunque logra entrar en la población no la llega a tomar: «A medianoche, en camiones, doscientos milicianos, armados con fusiles y llevando cinco ametralladoras, salen a tomar el pueblo de Almudévar, más allá de Tardienta, a unos 22 kilómetros de Huesca. Presurosos y ordenados, los doscientos milicianos del POUM ocupan sus puestos en la caravana. Bajo la luna relucen sus cascos grises. Se ponen en marcha los motores. Arranca la pequeña columna y se alza una voz -¡Viva el partido comunista Ibérico!- Un clamor unánime responde: -¡Viva!-. Puños en alto, los camiones se aleja. Todavía suena, distante, la despedida de los milicianos que montan su guardia en la carretera. -¡Suerte, compañeros!- A las cinco de la mañana se reciben noticias de los expedicionarios. Repiquetea al timbre del teléfono. Desde el otro extremo del hilo, en Tardienta, comunican: -Se ha entrado en Almudévar-«.
El viernes 14 de agosto las fuerzas sublevadas tratan de romper la línea del frente siendo rechazadas por fuerzas de la columna Carlos Marx y del Batallón n.º 3 de Montaña bajo el mando del capitán Godenya (Diari de Barcelona, 16 de agosto de 1936).
El Día Gráfico del 15 de agosto de 1936 informan de un ataque de aviación sobre Tardienta: «Al romper el alba las fuerzas fascistas han empezado un nuevo y obstinado ataque para recuperar esta población. El ataque ha sido enérgico, con nutrido fuego de artillería. A media mañana la aviación rebelde ha colaborado en el ataque contra nuestras posiciones -Una escuadrilla de caza leal ha salido al encuentro de los aviadores enemigos con los que ha entablado un duro combate- consiguiendo derribar dos aparatos fascistas que han caído envueltos en llamas en las inmediaciones de Tardienta».
El domingo 16 de agosto de 1936, se inicia una fuerte ofensiva sobre Almudévar que no deja ningún miliciano en Tardienta «Desde Tardienta seguiase nuestra ofensiva con tranquilidad y entusiasmo. Todos nuestros milicianos se habían volcado sobre Almudevar. No quedaba en Tardienta ni un solo fusil». El relato responde al enviado especial Enrique Manobens, publicado en El Diluvio del 26 de agosto de 1936.
El 17 de agosto de 1936, las fuerzas de la Columna Del Barrio, Estivill y Trueba sostienen un duro enfrentamiento con las fuerzas sublevadas tratando de tomar Almudévar consiguiendo apoderarse de la estación ferroviaria de Almudévar y dinamitar un puente sobre la línea férrea y un convoy que conducía víveres y municiones a los «rebeldes» (El Día Gráfico, 18 de agosto de 1936).
Al comenzar el bombardeo, la población civil de Tardienta fue evacuada Foto P. Rozas.
«La republicanísima población de Tardienta sufrió el sábado un duro bombardeo de la aviación fascista, pero el coraje de las milicias y la artillería del capitán Medrano repelieron el ataque y conservaron la plaza, de donde partieron al día siguiente para atacar Almudévar».
El Día Grafico del 19 de agosto de 1936.
Enrique Manobens relata cómo la población civil de Tardienta se había congregado cerca del acueducto donde es atacada «De pronto se oyó un cañonazo seguido del terrible silbido y una granada explotó a unos metros del acueducto, donde, como he dicho, estaba congregada casi toda la población civil. Un minuto después, cuando la desesperación y el pánico entre la gente del pueblo era inenarrable, estalló otra granada en el mismo acueducto. Y luego otra… Y otra…». Luego bombardean Tardienta y entre sus objetivos está el hospital:
«No comprendí el bombardeo. Los fascistas sabían que en Tardienta no había un solo miliciano y, en vez de repeler la agresión de los nuestros, se complacieron en destruir Tardienta. En bombardear el hospital. En asesinar la población civil… Sobre Tardienta cayó una verdadera lluvia de metralla. En el hospital estallaron tres bombas».
El Diluvio del 26 de agosto de 1936.
La ofensiva contra Almudévar no tiene éxito:
«Ayer, una columna roja que merodea por Tardienta y sus alrededores, trató de atacar las avanzadas que guardan la villa de Almudévar, heroicamente reconquistada por nuestras tropas días pasados. Nuestras valientes avanzadas, estratégicamente parapetadas y fortalecidas, repelieron heroicamente dicha agresión y, tras un combate de poco tiempo, lograron batir a las fuerzas rojas que huyeron a la desbandada. En la huida abandonaron gran cantidad de muertos, ocho ametralladoras, ocho fusiles ametralladoras, treinta y cinco cajas dé municiones y demás material de guerra.»El Diario de Huesca, lunes 17 de agosto de 1936.
El Diluvio del 18 de agosto de 1936 informa del bombardeo sobre el hospital de sangre de Tardienta:
La Rambla, 18 de agosto de 1936. El infructuoso ataque de los fascistas a Tardienta.
El Día Grafico del 19 de agosto de 1936 muestra el momento exacto de la explosión de un obús incendiario sobre Tardienta.
El Noticiero Universal recoge su paso por Tardienta el 29 de agosto de 1936 tras sufrir el bombardeo dejando constancia de su alto nivel de destrucción: «Nos adentramos en Tardienta. Recorremos sus calles angostas destrozadas por la aviación fascista. Vemos las casas casi en ruinas por el bombardeo de los cañones de 15 y medio de las fuerzas rebeldes. ¿Habéis leído alguna vez aquellas descripciones de las ciudades francesas destruidas por la gran guerra? Pues bien, esto es Tardienta. Huidos los vecinos; a medio derrumbar buen número de casas; obstruidas las calles… Es la guerra; es la guerra civil que han desencadenado unos militares traidores. Recorremos Tardienta. En todas las paredes de las casas, inscripciones contra el fascismo y declaraciones de fe revolucionaria: C.N.T., F.A.I., U.G.T., P.O.U.M., Frente Popular, Viva la República… Es la plasmación de toda la España antifascista.»
Servicio de encargos para el frente de Tardienta:
«El Sindicato de Obreros Metalúrgicos (U. G. T.), ha organizado un servicio diario, con camioneta, para ir al frente de Tardienta y sus alrededores, para llevar toda clase de encargos de los familiares de los compañeros milicianos que están en el citado frente. Estos encargos se recibirán en el local social del Sindicato, Diputación, 277.»
El Noticiero Universal, 31 de agosto de 1936.
Muerte del periodista Mario Rietti
«Ha sido traído a nuestra ciudad el cadáver de un periodista francés muerto en Tardienta. Esta tarde ha sido trasladado a nuestra ciudad, procedente de Barbastro, el cadáver del periodista Mario Rietti, muerto el día 2 de los corrientes en el frente de Tardienta, donde se encontraba en cumplimiento de sus deberes profesionales. Mario Rietti fue mortalmente herido al producirse un combate contra los fascistas. Mario Rietti había nacido en Alejandría (Egipto) el día 17 de abril de 1907. Sus méritos se habían puesto de manifiesto, especialmente, como redactor parlamentario del diario parisién «L’Oeuvre», y de una manera más destacada como colaborador del diario «L’Humanité», por encargo del cual fue al frente de guerra aragonés como corresponsal informativo. Asimismo había sido corresponsal del «Daily Express» en París. Llegó a Barcelona el día 27 del pasado mes de julio, desde donde había remitido algunas crónicas referentes al aplastamiento de la sublevación fascista en Cataluña. Su cadáver será depositado en el local social del Partido Socialista Unificado de Cataluña, sito en el Paseo de Gracia, número 38, en el antiguo local del Círculo Ecuestre.»
El Noticiero Universa, 5 de septiembre de 1936.
El hospital de Sangre de Tardienta
Elisa García Sáez ejerce como enfermera en el Hospital de Sangre de Tardienta. La primera referencia que tenemos del hospital corresponde al 10 de agosto de 1936, en «El Noticiero Universal» donde se da cuenta de una visita de inspección de los servicios sanitarios al sector de Tardienta: «El sábado, los doctores Aguadé, Perramón y capitán de la Cruz, visitaron el frente de Aragón, sector de Tardienta, efectuando una inspección de la organización de los servicios sanitarios, los cuales son atendidos con la máxima perfección». La misma noticia se desarrolla en el mismo periódico en su edición del 14 de agosto:
Visita a las instalaciones sanitarias
«Los doctores Jaime Aguadé, Francisco de la Cruz y Severino Perramón, del Comité Sanitario, efectuaron una visita de inspección a los Hospitales, Trenes sanitarios y Ambulancias de Lérida, Barbastro, Sariñena y Tardienta, en las cuales encontraron al personal sanitario en perfecto estado de disciplina. La moral entre los heridos es elevadísima, hasta el punto de que al hablarles de convalecencia respondían que su deseo era reintegrarse cuanto antes al frente de batalla, con objeto de aniquilar al fascismo que se bate en retirada. Este Comité desearía que aquellos que sienten enfervorizarse su voluntad ante el peligro escuchasen las palabras de los héroes que permanecen en cama, algunos de los cuales no se levantarán jamás. Así verían el alma fortalecida que a todos precisa, si quieren librar a nuestro país del yugo que ha estado a punto de imponernos el militarismo monárquico, por fortuna abatido.»
El Noticiero Universal, 14 de agosto de 1936.
No obstante, pronto el hospital de sangre de Tardienta sufre el bombardeo anteriormente mencionado. El bombardeo se produce el 15 de agosto de 1936, hecho publicado en Solidaridad Obrera el 16 de agosto de 1936: «En el hospital de sangre cayeron varias granadas lanzadas por un avión. Los fascistas no respetaron las insignias de la Cruz Roja. Uno de los aviones, al ver que las mujeres y niños huían, descendió a poca altura ame-trallándolos, matando a seis mujeres y dos niños e hiriendo gravemente a otras diez mujeres.»
De la misma forma aparece en diferentes medios:
«En la otra, las hordas fascistas, bombardean Tardienta. El hospital de guerra exhibe, en primer término, las heridas causadas por el bombardeo. Por ellas se escapa el dolor de los que cayeron en la lucha; dolor hondo y callado de hombres conscientes que luchan por la libertad de los hombres; dolor que las balas de los cañones fascistas no supieron respetar porque son incapaces de comprender».
La Batalla, 20 de agosto de 1936.
«Los rebeldes tienen emplazadas sus baterías en grutas abiertas dentro de las rocas. Vislumbramos el fogonazo que delata la posición de sus cañones. Tiran a la estación de Tardienta, a la fábrica de harinas y a los lugares donde ellos creen que están situadas nuestras piezas. Y tiran también al hospital de sangre y a la población civil. Un obús del quince y medio abre brecha en el suelo a treinta metros de donde ondean las banderas de la cruz encarnada».
El Día Gráfico, 19 de agosto de 1936.
Ya, ajenos al bombardeo, a los pocos días, El Noticiero Universal de 19 de agosto de 1936 informa del reparto de libros a los hospitales del frente: «La Oficina de reparto mensual de libros, que, por encargo del Comité Central de Milicias. Servicios Sanitarios, regenta Javier Escoda, lleva efectuadas las siguientes remesas: … Hospital de sangre de Tardienta 20,..».
El hospital de sangre de Tardienta no sabemos que desarrolló tuvo. Los continuos bombardeos y la inestabilidad del frente hacen suponer que su desarrollo fue limitado, prevaleciendo como hospital de sangre de referencia el hospital de sangre de retaguardia de Sariñena. Así, los heridos del sector de Tardienta eran trasladados en ambulancias, muchas veces camionetas algo acondicionadas para ello, a Sariñena, por carreteras malas lo que motivo el transporte a través de trenes hospitalizados, aunque a veces eran bombardeados y el servicio se veían obligados a suspender. De esta manera se ponía de manifiesto en Solidaridad Obrera del 28 de agosto de 1936: «El traslado de nuestros heridos y enfermos se tiene que efectuar por carretera que, dada la mala situación en que se encuentra, ofrece graves peligros e incluso que cuando lleguen al hospital de sangre de Sariñena, hayan podido fallecer en el trayecto. Por cuanto funciona, casi con absoluta normalidad el ferrocarril de Tardienta a Sariñena, Lérida y Barcelona, ¿no se podría establecer un servicio de hospital sanitario, anulando las ambulancias por carretera?.»
El traslado de heridos por medio de trenes hospitalizados, se efectuaba a Sariñena pero también a Lérida:
Salvajismo pacifista
Para poner de manifiesto la carencia de sentimientos humanistas de los enemigos de la libertad, cumplimos el triste deber de dar a conocer la noticia de haber sido bombardeado por el enemigo el tren hospital número 2 de servicio entre Tardienta y Lérida. Esta feroz agresión ocurrió el domingo pasado, y, afortunadamente no produjo baja alguna entre los heridos ni entre el personal sanitario. Hay que resaltar la magnífica actitud de éste, no desamparando ni por un momento, a pesar del peligro, a los hospitalizados confiados a su custodia. Felicitamos cordialmente a los médicos, enfermeros, enfermeras, practicantes, etcétera del tren hospital agredido.
El Día Gráfico, 19 de agosto de 1936.
Un grupo interesante. De derecha a izquierda, el jefe de la ambulancia sanitaria inglesa, nuestro compañero Nogareda, Stivill, Del Barrio, Alexandrino y Trueba. En el frente de Tardienta. El Día Gráfico, 12 de septiembre de 1936.
Milicias antifascistas, aclaración necesaria
«Recibimos con ruego de publicación, la siguiente nota: «Solidaridad Obrera» en su edición de ayer, día 28, insertó una crónica de Tardienta, el autor de la cual evoca con gran celo por la creación de un tren hospital, que haga la línea Tardienta-Sariñena, al objeto de evitar el transporte por carreteras, por resultar enojosos y perjudiciales a los heridos. Este Consejo Sanitario de Guerra tiene interés en hacer constar que el tren hospital Tardienta-Sariñena, es ya un hecho, como lo es el de Barbastro – Lérida y el de Lérida-Barcelona. Ahora bien como la ferocidad fascista no respeta para nada los trenes hospitales, a la hora del bombardeo es imposible su circulación y eso obliga a emplear otros medios de locomoción que llamen menos la atención de los artilleros fascistas, los cuales diríamos que prestan una predilección sádica por hacer blancos a las ambulancias y hospitales.»
El Noticiero Universal, 29 de agosto de 1936.
Llegada de la ambulancia inglesa al frente de Tardienta. Un jefe de la ambulancia inglesa junto a nuestro compañero de prensa Estivill, que actúa como jefe de una columna. La Rambla, 10 de septiembre de 1936.
Enfermeras en el frente. Una foto de la señorita Hempel, enfermera suiza que se encuentra trabajando con todo el entusiasmo en Tardienta. La Rambla, 10 de septiembre de 1936.
Si que sabemos que el 30 de noviembre de 1936 se reunió la célula de sanidad de Tardienta del Estado Mayor de la División Carlos Marx. En la reunión se trata el hospital de Grañén y su normalización por parte de su responsable Bartrina, la designación de Pablo Feliu Cirera como Jefe de farmacia de la División, la expulsión de los anarquistas de la División que ya habían sido «Eliminados del hospital de Tardienta» y la organización del hospital de Tardienta.
La organización del hospital la describen como anómala «Eliminados los anarquistas del hospital, la labor será mucho más fácil». Se acuerda la creación de un Comité para la organización del hospital «Para que estudie a fondo la cuestión», comisión que estuvo formada por Manuel Lozano, médico, Pablo Feliu Cirera, farmacéutico, Pedro Romaní, médico, Ángel Bueno, practicante, y Isidro Tres Nicolau, camillero.
Herida en el frente
En Tardienta, Elisa es herida de gravedad en un bombardeo y posteriormente trasladada al hospital republicano de Sariñena, donde finalmente falleció por “heridas sufridas en acciones de guerra”, según su certificado de defunción.
Diferentes medios de la época coinciden en que es herida por cascos de una bomba de aviación tras un bombardeo de la aviación sublevada. En la relación de hechos realizada se puede establecer que probablemente pudo ser herida en el bombardeo al hospital de sangre de Tardienta el 15 de agosto de 1936, lo que no llega a encajar bien de acuerdo a la fecha de su salida al frente el mismo día 15 de agosto de 1936.
Queda claro que hay datos que pueden ser erróneos, aún más con la gran cantidad de información contradictoria que hay sobre Elisa.
La muerte de Elisa en los medios
La muerte de Elisa, como ya se ha comentado anteriormente, tiene cierta repercusión en los medios. Así, son abundantes las referencias a Elisa al igual que el desarrollo de una pequeña biografía sobre la figura de Elisa que se va repitiendo en los diferentes medios. Asimismo, es curioso como la carta de Elisa a su madre se va reproduciendo en las diferentes crónicas. Una carta que no sabemos si llega a recibir su madre. Otro factor a tener en cuenta, es que en los diferentes relatos se pueden ir observando algunos errores, algunos como la fecha sobre el día de su muerte y otras imprecisiones.
El periódico ABC del 3 de septiembre de 1936, es uno de los primeros en recoger y desarrollar la noticia del fallecimiento de Elisa, conteniendo las palabras que Elisa escribió en carta a su madre Teresa, “Elisa García ha muerto en el frente de Aragón”:
Muerte de una heroica enfermera
Barcelona 3, 2 tarde. En el sector de Tardienta ha muerto, a consecuencia de haberle alcanzado los cascos de unas bombas lanzadas por aviones facciosos la enfermera de la Cruz Roja, y días antes de su muerte su madre recibió una carta en la que Elisa le decía: No paséis pena por mí; procuraré que no me pase nada: pero por si casualidad me sucediera algo, pensad que otros como yo también habrán caído. Si yo supiera que dando mi vida se podría terminar con los asesinos de la clase trabajadora, gustosa la daría. Si os dijeran que la lucha no es propia de las mujeres, decid que el cumplimiento del deber revolucionario corresponde a toda persona que no sea cobarde”.
Prácticamente, el mismo texto del ABC aparece reproducido en el Diario El Cantábrico de Santander del 4 de septiembre de 1936.
También encontramos la noticia desarrollada en Solidaridad Obrera en su edición del mismo día 3 de septiembre de 1936:
Solidaridad Obrera, 3 de septiembre de 1936.
Ha caído en cumplimento de su deber
La compañera Elisa García, de veinte años de edad, ha muerto en el frente de Aragón -El casco de una bomba lanzada por los aviones fascistas segó, en el sector de Tardienta, la vida de nuestra joven camarada.
La dura lucha entablada con los fascistas está causando víctimas que afectan por un igual a los dos sexos y a todas las edades. En el cumplimiento del sacrosanto deber que nos impone la aurora revolucionaria, ha caído una muchacha de veinte años.
La compañera Elisa García es hija de la barriada de san Andrés. Nació en un barrio netamente obrero. Se educó en los suburbios de la Cataluña industrial. Y sazonada con el espíritu rebelde que se respira en las zonas proletarias, ha permanecido fiel hasta el último instante de su vida a la senda revolucionaria que se deslizó a través de la vida de nuestra compañerita en los lugares de trabajo.
Al estallar la sublevación militar se enroló en las falanges proletarias. Poseída de un entusiasmo que rayaba en la heroicidad, quiso compartir la suerte de los miles de camaradas que partieron hacia los campos de batalla. Se alistó en la Cruz Roja. Fue de las primeras muchachas que se dirigieron a tierras aragonesas. A pesar del sentimiento profundo de su madre, no se doblegó ni ante el amor de madre. Ella sabía que su Jugar se encontraba al lado de Jos camastros de Jos hospitales de sangre. En el momento supremo de la marcha, sus labios se entreabrían con prometedoras sonrisas de un mañana justo y humano.
Han transcurrido los días. Escribe a su madre. La pobre madre tiene a sus dos hijos en el frente de combate. Sus seres más queridos están peleando en las líneas de fuego. Pero no importa. El porvenir del proletariado exige que las madres también sepan renunciar, por unos instantes o por toda una eternidad, al cariño de Jos hijos. Y en este caso se encuentra la madre de Elisa García.
Tenemos en nuestras manos una carta que dirige la infortunada camarada a su doliente madre. Le dice: «Por fin se han visto colmadas mis esperanzas. Voy al frente. Parto con buenos camaradas y con un estado de ánimo elevadísimo. Quiero luchar contra esta gentuza maldita. Quiero saber lo que es sufrir y quiero compartir el dolor de los camaradas que combaten en el frente. Tengo un corazón que no puede permanecer impasiblemente la lucha que sostienen nuestros hermanos.»
Y sigue: «No paséis pena por mi. Procuraré que no me pase nada; pero si por una casualidad me sucediera algo, pensad que otros, como yo, también habrán caído. Si yo supiera que dando mi vida pudiera terminar con los asesinos de la clase trabajadora, daría gustosa mi vida. Y si alguien os dijera que la lucha no es propia de las mujeres, decidle que el cumplimiento del deber revolucionario corresponde a toda persona que no sea cobarde.»
Nuestra camarada Elisa García escribía en semejantes términos a su madre pocos días antes de su gloriosa muerte. Esta carta, que está empapada de un sentido elevado de heroísmo y de abnegación, constituye la última voluntad de una miliciana que ha ofrecido su juventud y su vida al servicio de la causa del proletariado español.
No es posible trazar el comentario que se merece el gesto de la muchacha que, desafiando el peligro y que, despreciando la tranquilidad del hogar, ha sabido reivindicar a la mujer obrera. En el fin heroico de nuestra camarada hallamos los destellos de valentía y de gloria que ha aureolado a las valerosas mujeres a través de las páginas más destacadas que el proletariado mundial ha escrito con trazos de sangre y de dolor.
Las mujeres catalanas, y por ende las españolas, han de imitar el ejemplar gesto de Elisa García. La vida de esta valiente muchacha y su espíritu de heroína, ha de ser un acicate para nuestras camaradas.
Murió en el sector de Tardienta. Los cascos de unas bombas lanzadas por los aviones fascistas destrozaron el cuerpo de la joven y demindaron por una eternidad el bello rostro de la solicita enfermera de la Cruz Roja. El fascismo será vencido. Tenemos la completa seguridad. Con el temple de las mujeres que, como Elisa García, no retroceden ni ante la muerte, es imposible que la mesnada de asesinos que están asolando los lares proletarios lleguen a sus objetivos criminales.
Saludemos fervorosamente el nuevo mundo que nace con la bravura y el heroísmo de nuestras mujeres. Recordemos a la camarada Elisa García y no la olvidemos en ninguno de los momentos que matizarán el devenir de la España proletaria.
Loas a las mujeres que cumplen con su deber.
Jaime.
El 4 de septiembre de 1936 «El Día Gráfico» recoge una reseña sobre Elisa de la que dice ser contada a través de un familiar. El artículo erra en la fecha de su muerte.
Las victimas femeninas de la Legión Blanca
Un familiar de Elisa García, la infortunada enfermera muerta en el frente de Tardienta nos cuenta su anónima odisea.
Caen los hombres. Caen los milicianos en el frente de combate. Otros, vencen. Los más. Avanzan hasta alcanzar sus objetivos, atrincherándose en ellos. Haciéndose cada vez más fuertes. Algunas veces hemos hablado también de que las mujeres han secundado esta lucha. Las milicias femeninas, que, desde el primer momento de la rebelión fascista degenerada en guerra, se levantaron. Elisa García, la enfermera muerta el día 26 en Tardienta, cuando las águilas negras de los aviones enemigos lanzaron su mortífera metralla, deseosa de vencer, segura de su triunfo.
Elisa era esa obrerilla alegre, bonita y buena de Barcelona -que yo glosaba días atrás desde estás columnas-, esa obrerilla que tiene una juventud y una belleza en flor. Vivía entre el suburbio de tonos aguafuerte. Nacida en la barriada de San Andrés, trabajaba en la fábrica de Fabra y Coats, y tenía ese optimismo fácil de las gentes sencillas. No ambicionaba nada, era feliz.
Pero llegó el día trágico, la terrible mañana del 19 y Elisa García dejo de ser para siempre la obrerilla alegre de la fábrica Fabra y Coats para convertirse en la mujer que tiene un deber que cumplir y un lugar que ocupar. El lugar de peligro. El Partido Comunista de San Andrés, al que pertenecía esta muchachita adorable de diecinueve años, instaló un Hospital de Sangre en la barriada.
No desmayó un solo momento el temple de acero de la jovencita. Día y noche permaneció en pie, socorriendo a los que llegaban.
Cuando la vida en la ciudad estuvo normalizada, Elisa García marchó simplemente a engrosar la legión blanca de las enfermeras sanitarias de guerra. En el frente de Aragón, la chiquita pasó horas difíciles, se mantuvo inquebrantable en su energía y no descansó. Era también feliz allí, entre la carne doliente de los heridos, sonriendo con su sonrisa luminosa de virgen humana.
El día 26 de agosto se encontraba escribiendo una carta a los suyos, a su pobre madre, mártir sacrificada, cuando tuvo que huir, refugiarse, parapetarse, bajo la aparición de tres trimotores enemigos que lanzaban una nube de bombas y proyectiles. Cayeron algunos heridos; otros, muertos, Entre ellos el cuerpo esbelto, sano y hermoso de la enfermerita joven de la barriada de San Andrés quedo destrozado por la metralla.
Muerta. Recogida de entre el espectáculo desolador del campo, quedó la carta sin terminar, legibles sus párrafos; la mano que había trazado los últimos pendía ya en el supremo desmayo de la muerte.
Sus compañeras, el otro ramillete de juventud de la barriada de san Andrés, sus hermanas las obrerillas, no quieren dejar para siempre el cuerpo de la hermosa enfermera entre el suelo devastado del frente aragonés.
Una a una depositan una parte de su jornal para poder conseguir el traslado de su hermana a la valerosa enfermera que ha dado su vida heroicamente por la causa. quieren que repose para siempre esa paloma blanca, pura, llena de juventud y vida, que destrozó una tarde el aguilucho negro del fascismo.
Que retorne de donde partió. Que vuelva para siempre al cementerio de su ciudad natal, para que los ramos de rosas blancas, para que los ramos de rosas rojas puedan renovarse siempre sobre esta muchachita anónima que nunca aspiró a gloria alguna, que luchó desde el primer momento y que sacrificó los mejores años de su vida en aras de la conquista libertaria.
Elisa García ha muerto. Creo que todas las mujeres deberíamos dedicarle un recuerdo, de la misma manera que sus compañeras se preparan para recibirla cuando ya la muerte selló sus hermosos labios, que ya no volverán a sonreír jamás, como lo hicieron siempre, hasta en aquella tarde trágica en la que quedó muerta en el frente de batalla de Tardienta.
Ese es el destino y la abnegación de las jóvenes enfermeras que forman la legión blanca.
C.A.M.
En L´Humanitat del 9 de septiembre de 1936, Lluís Capdevilla le dedica el articulo «Saber morir», artículo encontrado por Pau Vinyes (Elisa García Sáez, cooperativista i miliciana antifeixista). En el expone el trato que sufrieron muchas milicianas por parte de algunos hombres, con risas burlas por su presencia en la guerra por su condición de mujer.
“Más de una vez no he podido contener mi indignación en oír comentarios y ver el sonreír mofa con que, por parte de cierta manera de gente, era saludar el paso de estas chicas heroicas y plenas de buena voluntad que se han alistado a las milicias.
Más de una vez me he visto obligado a reprimir severamente las sonrisas o los comentarios innobles.
Más de una vez me tuve que aguantar la antipatía y el odio de estos pobres diablos que en la vida no tienen otra aspiración que la de «hacer el señor»; de estos cretinos disfrazados de señores que hasta ahora hablaban en castellano y leían prensa de derechas porque creían que eso hacía fin; de esta gente que no sabemos que muchas veces rico quiere decir burro; de estos chicos que llevan la cabeza brillante como una zapatilla y que solamente saben hablar de bailes, de golpes de puños y de marcas de automóvil: de estas chicas histéricas y cursis que no tienen otra cultura que la de cuatro filmes azucarados y cuatro novelas blancas.
Altamente eso ‒la antipatía de esta gente‒ no me desplaza, pobre de mi si me encuentran simpático, pues su simpatía significaría que soy tan cretino como ellos.
Ellos, que ahora ya vuelven a respirar, que ya vuelven a ser el señor ‒como hasta hace poco días atrás hacía el proletariado‒, que ya, en las playas o montañas donde veranean ‒los que no han huido, muertos de pánico, a la ciudad‒ vuelven a hacer el cursi en las horas que no lloran la mala suerte de los militares sin honor, no tienen derecho ni la sonrisa ni el comentario irónico.
Estas chicas heroicas, dignísimas, llenas de buena voluntad, que han hecho lo que no han sabido hacer muchos hombres, son merecedoras de más respeto.
Yo hoy, en homenaje a su memoria, quiero hablar de una de ellas. No la conocía, no la había visto nunca. Sé de ella únicamente lo que me ha dicho un diario: que había nacido a San Andreu ‒barriada glorificada por el estimado Ignasi Iglésias‒ y que se decía Elisa García.
Esta chica tenia veinte años y fue una de las primeras que se enrola para ir de enfermera al frente. Esta chica escribía a su madre: ‘Por fin he podido ver realizadas mis esperanzas. Me voy al frente. Me voy con buenos camaradas y en un estado de animo elevadísimo. Quiero luchar contra esta gentuza maldita. Quiero compartir el dolor de los camaradas que luchan en el frente. Tengo un corazón que no puede estar impasible delante la lucha que sostienen nuestros hermanos…No paséis pena por mi. Procuraré que no me pase nada; pero si por una casualidad me sucediera algo, pensad que otros, como yo, también habrán caído. Si yo supiera que dando mi vida pudiera terminar con los asesinos de la clase trabajadora, daría gustosa mi vida. Y si alguien os dijera que la lucha no es propia delas mujeres, decidle que el cumplimiento del deber revolucionario corresponde a toda persona que no sea cobarde.
Admirables palabras, las de esta chica; llenas de fe, de coraje, de dignidad. No sé si era socialista o comunista, si pertenecía a Esquerra Republicana o a les Juventudes Libertarias. Me es igual, pues todo el que lucha por la liberación del pueblo merece respeto.
Yo no la conocía, pero aunque las oraciones ya han pasado de moda, escribo este articulo como si fuese una oración a su memoria y a su gloria”
La Humanitat, 9 de septiembre de 1936.
También aparece en la revista Tremp, donde equivocan su nombre por el de “Felisa” García. En un primer artículo de 1936 hacen referencia a su muerte “Murió cuando luchaba por conquistar la emancipación que había deseado en vida”. El 1 de octubre la revista publica la muerte de Elisa, recorte que tiene constancia Jordi Rabassa gracias a Josep Edo. El artículo la nombra como Felissa.
«Hasta ahora había estado delegada de la Sección Femenina del Grupo Infantil de la Cooperativa ‘L’Andreuenca’. Nuestra querida compañera era un ejemple de mujer que respira deseos de emancipación.
Comienza la revolución y ella ocupa su lugar.
Primero con las armas al brazo. Después de enfermera en los hospitales de sangre, de ayudante de cocina a las casernas y lugar de concentración de trabajadores en lucha.
Más tarde lavando la ropa para los heridos. Últimamente en el frente de Aragón.
Su ejemplo es magnífico, brillante. Su fortitud, su espíritu, su gallardía y su temple son solo características propias de una gran mujer.
De una mujer como ella. En el momento de su traspaso no tenemos palabras para expresar nuestro dolor por la pérdida de nuestra camarada.
El más grande homenaje a nuestra Felissa será rendirle nuestra más alta admiración.
Su vida y muerte han estado brillantísimas y ejemplares. Vivió para liberarse o morir.
Murió cuando luchaba para conquistar la emancipación que había deseado en vida. Fellissa (sic) García es una joya que adornará los libros de los héroes caídos por la metralla del fascismo asesino.
Xusmi» Revista TREMP, 1 de octubre de 1936.
Homenaje del Grupo Infantil de la Cooperativa «L’ Andreuenca«
A su muerte llegan los reconocimientos a la miliciana muerta, una de las primeras en la guerra. Así, que Elisa es homenajeada por sus compañeros/as del Grupo Infantil de la Cooperativa «L’ Andreuenca«, del que había formado parte, a través del medio de Acción Cooperativista (núm. 696 del 4 de septiembre de 1936), una publicación del mundo cooperativista barcelonés:
“Las Juventudes Cooperativistas de Barcelona han debido de lamentar esta última semana una baja sensible en sus filas. Se trata de la simpática y valerosa compañera de la ex-sección de Juventud de «L’ Andreuenca» Elisa García, de diecinueve años de edad.
Al estallar la revuelta militar-fascista el mes pasado, García ocupó de inmediato un puesto en la lucha emprendida. La vimos [sic] con las armas en las manos, la vimos [sic] prestando servicio a los hospitales, la vimos [sic] trabajando en los comedores colectivos. Allí donde ella creía que podía ser útil, allí se enrolaba.
Más tarde, cuando en Barcelona el ambiente se iba normalizando, el espíritu inquieto de nuestra compañera se hallaba cohibido en el marco de nuestra ciudad, y optó por alistarse en las columnas que salían a combatir en el frente de Aragón y se enroló en el ejército de la Libertad como una simple miliciana, fusil al cuello y con el correspondiente correaje con municiones. Así ha encontrado la muerte nuestra compañera, luchando como una verdadera heroína, luchando por consolidar con las armas la nueva humanidad que se vislumbra, la nueva ordenación económica de las cosas en sentido colectivo, que ya no es una hipótesis sino una realidad efectiva, gracias a la sangre que como la de nuestra compañera, se ha derramado y se derrama.
Compañera Elissa García: tu nombre quedará grabado para siempre en nuestra memoria; tu ejemplo y tu heroísmo será el impulso que dará fuerza a los brazos armados de los jóvenes cooperativistas para vengarte, y a aquellos que trabajan en las secretarías, en el orden económico y de organización en los momentos de desfallecimiento y de cansancio [sic] producidos por el trabajo, tu recuerdo les dirá que deben continuar en su lugar para hacer triunfar, para ordenar la causa por la cual tú diste la vida.
Compañera Elissa García, descansa en paz, tu recuerdo estará siempre en nosotros.”
Perdida de un cajón de flores
Simpática anécdota y noticia sobre un cajón de flores perdidos que tenía como destino la tumba de Elisa, perdida publicada en Solidaridad Obrera el 7 de noviembre de 1936.
«Se ha perdido en la carretera de la estación a Sariñena un cajón de flores artificiales dedicadas a Elisa García, muerta en el cumplimiento de su deber en el hospital de sangre de Tardienta.
Quien las haya encontrado, remítelas a la policía de Sariñena.»
Hermes.
Calle Elisa García
En los primeros días de investigación, es asombroso tener constancia, gracias a Víctor Pardo Lancina, periodista y escritor altoaragonés especialista en la guerra civil española y autor de Tiempo destruido, que el nombre de Elisa García Sáez aparece escrito en una pared, dando nombre a una calle de un pueblo, no reconocido, de Los Monegros. Concretamente, la imagen aparece en el documental de la CNT Aragón trabaja y lucha, rodado en 1936 en distintos pueblos aragoneses.
Calle de Elisa García (Muerta por la Libertad).
La población responde a la localidad monegrina de Farlete, concretamente a la actual calle Horno. La averiguación viene en el 2025 por medio de una investigación sobre Valero Azara Azara a través de su sobrina Palmira Fustero Duarte. Gracias a la consulta de diferente documentación, sobre la familia Azara, se encuentra una relativa a su hermana, por parte de madre, Lola Fustero Azara. En tiempos de guerra, Lola se encontraba en paradero desconocido por lo que su padre andaba buscándola, lo que lleva a publicar anuncios en Solidaridad Obrera y a remitir peticiones a través del Comité de Farlete en la que refiere: «La niña se llama Lola Fustero Azara de ocho años de edad y es hija de Pedro Fustero y Eusebia Azara que vive en la calle Elisa García (antes Horno)».
Junto a Pau Vinyes Roig y Jaume León Andrés, el 14 de abril del 2025, desplazados a Farlete, identificamos la casa de la inscripción, en la calle Horno esquina con la Avenida de Zaragoza (A-1104).
De hecho, su muerte tuvo su eco en medios locales, del mismo frente y cercano a Farlete como es el caso de El Frente, boletín de guerra de la Columna Durruti.
«La dura lucha entablada con los fascistas está causando víctimas que afectan por un igual a los dos sexos y a todas las edades. En el cumplimiento del sacrosanto… que nos impone la aurora revolucionaria, ha caído una muchacha de veinte años.
La compañera Elisa García es hija de la barriada de San Andrés. Nació en un barrio netamente obrero. Se educó en los suburbios de la Cataluña industrial. Y sazonada con el espíritu rebelde que se respira en las zonas proletarias, ha permanecido fiel hasta el último instante de su vida a la senda revolucionaria que se deslizó a través de la vida de nuestra compañerita en los lugares de trabajo.
Al estallar la sublevación se enroló en las falanges proletarias. Poseída de un entusiasmo que rayaba en la heroicidad, quiso compartir la suerte de los miles de camaradas que partieron hacia los campos de batalla. Se alistó en la Cruz Roja. Fue de las primeras muchachas que se dirigieron a tierras aragonesas. A pesar del sentimiento profundo de su madre, no se doblegó ni ante el amor de su madre. Ella sabía que su lugar se encontraba al lado de los camastros de los hospitales de sangre. En el momento supremo de la marcha, sus labios se entreabrían con prometedoras sonrisas de un mañana justo y humano.
… hijos en el frente de combate. Sus seres más queridos están peleando en las líneas de fuego. Pero no importa. El porvenir del proletariado exige que las madres también sepan renunciar, por unos instantes o por toda una eternidad, al cariño de los hijos. Y en este caso se encuentra la madre de Elisa García.
Tenemos en nuestras manos una carta que dirige la infortunada camarada a su doliente madre. Le dice: Por fin se han visto colmadas mis esperanzas. Voy al frente. Parto con buenos camaradas y con un estado de ánimo elevadísimo. Quiero luchar contra esta gentuza maldita. Quiero saber lo que es sufrir y quiero compartir el dolor de los camaradas que combaten en el frente. Tengo un corazón que no puede permanecer impasible ante la lucha que sostienen nuestros hermanos.
Sigue: No paséis pena por mí. Procuraré que no me pase nada; pero so por una casualidad me sucediera algo, pensad que otros, como yo, también habrán caído. Si yo supiera que dando mi vida pudiera terminar con los asesinos de la clase trabajadora, daría gustosa mi vida. Y si alguien os dijera que la lucha no es propia de las mujeres, decidle que el cumplimiento del deber revolucionario corresponde a toda persona que no sea cobarde.
Nuestra camarada de Elisa García escribía en semejantes términos a su madre pocos días antes de su gloriosa muerte. Esta carta, que esta empapada de un sentido elevado de heroísmo y abnegación, constituye la última voluntad de una mujer que ha ofrecido su juventud y su vida al servicio de la causa del proletariado español.
No es posible trazar el comentario que se merece el gesto de la muchacha que, desafiando el peligro y despreciando la tranquilidad del hogar, ha sabido reivindicar a la mujer obrera. En el fin heroico de nuestra camarada, hallamos los destellos de valentía y de gloría que ha aureolado a las valerosas mujeres a través de las páginas más destacadas que el proletariado mundial ha escrito con trazos de sangre y de dolor.
Las mujeres catalanas y por ende las españolas, han de imitar el ejemplar gesto de Elisa García. La vida de esta valiente muchacha y su espíritu de heroína, ha de ser un acicate para nuestras camaradas.
Murió en el sector de Tardienta. Los cascos de unas bombas lanzadas por aviones fascistas destrozaron el cuerpo de la joven y demudaron por una eternidad el bello rostro de la solicita enfermera de la Cruz Roja. El fascismo será vencido. Tenemos la completa seguridad. Con el temple de las mujeres que, como Elisa García, no retroceden ni ante la muerte, es imposible que la mesnada de asesinos que están asolando los lares proletarios lleguen a conseguir sus objetivos criminales.
Saludemos fervorosamente el nuevo mundo que nace con la bravura y el heroísmo de nuestras mujeres. Recordemos a la camarada Elisa García y no la olvidemos en ninguno de los momentos que matizarán el devenir de la España proletaria.»
Pina de Ebro, 5 de septiembre de 1936.
Homenaje en la inauguración del «Casal Jove Cooperativista”
En un artículo en noviembre de 1936 de la revista Tremp, con motivo de la inauguración del “Casal Jove Cooperativista” se da cuenta en honor y homenaje a los estimados camaradas fallecidos Castells, Martí y Felisa García, errando otra vez el nombre de Elisa.
«Tal como había estado anunciado se celebra la inauguración del «Casal Jove Cooperativista» al honor y homenaje de nuestros estimadas camaradas Castells, Martí y Feliça (sic) García.
Abrió el acto J. Torres, que puso de relieve la significación de aquella inauguración y homenaje al mismo tiempo.
Después hicieron dos discursos muy sentidos los compañeros Cortines y Fernández Jurado.
Seguidamente la niña Joana Ribas recitó con gran sensibilidad unas poesías.
Capdevila -dijo- perfectamente el ‘Romancero Gitano’ , de García Lorca. Fue muy aplaudido.
Acto seguido la compañía Onèssima Ripoll nos obsequió con un recital de piano, ejecutando piezas clásicas, y una composición suya titulada «Hivern» que fueron aplaudidas entusiásticamente por el numeroso público que llenaba la sala.
Con la proyección de cintas rodadas por las Juventudes se dio por acabada la fiesta.
¡Un gran día para la Juventud! «
A todos los trabajadores de St. Andreu. A la memoria de Elissa García
La clase trabajadora de nuestro país escribe en estos momentos las páginas más gloriosas que se registran en la historia, camino de su liberación.
Se ha estado luchando y se lucha por conseguir una sociedad más humana y más justa que la actual.
Con esta finalidad pagamos el tributo de sangre fecundo y necesario por tal de consolidar la victoria; las organizaciones obreras tienen el mejor de sus cuadros activos en los frentes de combate.
Muchos son ya, por desgracias, los que han perdido la vida.
Nuestra barriada, barriada eminentemente obrera, no se podía quedar al margen de la lucha actual. Son muchos los hijos y habitantes de esta que luchan en las gloriosas columnas de los frentes de Aragón y de Madrid.
Forman ya cadena los compañeros caídos.
Entre estos destaca la silueta graciosa de una chica, de una heroína Elissa García.
Militante activa de nuestro sindicato a la fábrica Fabra i Coats (almacén de La Segrera), al estallar el movimiento no duda en enrolarse fusil al brazo, primero de enfermera y más tarde, en una organización que no era la que en normalidad militaba. Cuando los tiros se apagaron en nuestra ciudad, cuando su presencia en ella ya no era necesaria, marcha allá donde podían necesitarla más, parte al frente como enfermera en una columna de la CNT.
Por encima de las tendencias ideológicas había un enemigo a abatir, y para hacerlo no interesaba el color de la bandera bajo la cual se luchaba.
Elissa García comprendió bien el problema de la unidad.
Elissa García encuentra la muerte en el frente de Aragón luchando contra el fascismo asesino.
La gesta sublime de esta compañera, entendemos el Sindicato Mercantil de Barcelona UGT, que hay que inmortalizarlo como ejemplo para las generaciones futuras.
A tal fin ha decidido dar su nombre a una calle de nuestra barriada.
La antigua calle de las monjas, desde el día 3 de enero siguiente, se denominará calle de Elissa García.
El Sindicato Mercantil de Barcelona UGT, invita a todas las organizaciones antifascistas y a todos los trabajadores de St. Andreu, al acto de descubrir la placa que perpetuará el nombre de nuestra compañera, y que tendrá lugar en dicha calle, junto al Paseo de Josep García (Rambla), el día indicado, a las diez en punto de la mañana.
Con este acto, homenajearemos a nuestra compañera, recordaremos todos los compañeros caídos y a todos los que lucharon en el frente, y demostraremos al mismo tiempo el espíritu antifascista de nuestra barriada.
Que no falte ninguna organización.
Que no falte ningún obrero consciente.
Os esperamos a todos.
Barcelona (St. A.), 31 de diciembre de 1936. Sindicato Mercantil de Barcelona UGT. Delegación de San Andreu.
Carrer Elisa García
Como no podía ser de otra manera, en Barcelona también se le dedica una calle a Elisa García Sáez, al entonces y actual “carrer de les Monges” (calle de las monjas). La noticia del cambio de nombre de la calle aparece en la revista TREMP, en el número del 15 de enero de 1937. El acto, organizado por el Sindicato Mercantil de la UGT, se realiza el 3 de enero de 1937 y cuenta con numerosas adhesiones, destacando la participación de la banda del POUM, quienes ejecutan himnos revolucionarios.
«El día 3 del corriente mes la barriada de S. Andreu homenajea a nuestra compañera Eliça García dando su nombre a una calle del barrio.
En dicho acto que fue organizado por el Sindicato Mercantil U.G.T., entidad donde militaba también Eliça, habla nuestro compañero Cortines en representación de la Unió de Joventuts.
En dicho acto, que fue muy concurrido asistieron y se adhirieron todas las entidades antifascistas del barrio, con sus banderas. Acudió también la banda del P.O.U.M. que ejecutó himnos revolucionarios.
Con motivo de este acto el día anterior y por medio de las emisoras de la Generalitat habló, enalteciendo la figura de Eliça García, nuestro compañero presidente de la Unió de Joventuts.
Estamos orgullosos que el nombre de nuestra compañera figure en una calle de nuestra ciudad, su ejemplo vivo ha de ser el acicate que nos estimule a trabajar.»
Revista Trem, 15 de enero de 1937.
Pau Vinyes, en su investigación, ha encontrado abundante información sobre este acto de nombramiento de la calle a Elisa García, manifestando que el acto es promovido por el POUM de Sant Andreu a la que consideran compañera. Este es el caso de El Diluvio, del 3 de enero de 1937: “Hoy, a las diez de la mañana, en el cine Odeón, el Partido Obrero de Unificación Marxista, celebrará un gran mitin en el que tomarán parte los camaradas Pilar Santiago, Comabella, Arquer y Nin. Este acto irá precedido del descubrimiento de una lápida dando el nombre de nuestra querida compañera Elisa García a la antigua calle de las Monjas”. El Día Gráfico va más allá, considerándola afiliada al POUM:
«Descubrimiento de la lápida que da el nombre de Elisa García, afiliada al POUM, a la antigua calle de las Monjas”. Diario Gráfico, 5 de enero de 1937.
El acto queda también recogido en el órgano del POUM, en La Batalla en su edición del 5 de enero de 1937. Referencia encontrada por Pau Vinyes:
«El domingo tuvo efecto en la barriada de San Andrés el acto de descubrir la placa que da el nombre de nuestra camarada Elisa García, a una de las calles de esta barriada. En el acto del descubrimiento de la placa, hicieron uso de la palabra, haciendo remarcar la significación del acto y elogio de nuestra camarada Elisa García, que murió en el frente, los camaradas Vilella, del «Sindicato Mercantil», al que pertenecía la García; Conesa, de la CNT; Cortina y Arquer, secretario general del Sindicato Mercantil y miembro de nuestro partido. A continuación, en manifestación se dirigieron al cine Odeón, donde tenía efecto un mitin, en el que hicieron uso de la palabra los camaradas Conesa, que presidió Pilar Santiago, por la JCI, y los camaradas Arquer y Nin, por el CE del POUM.
Antes se descubrió una placa que da el nombre de la camarada Elisa García, a una de las calles de esta barriada.
Hablaron, en este acto, el camarada Conesa, de la CNT; Cortina, por la delegación del POUM de San Andrés; Vilella, por el Sindicato Mercantil, y Arquer, por el CE del POUM.
La Batalla, 5 de enero de 1937.
Plano del antiguo refugio de las cocheras de Sant Andreu de Palomar con la delimitación de las calles, entre ellas la calle Elisa García. Cortesía de Pau Vinyes.
Grupo Elisa García del Socorro Rojo de Cataluña
Elisa García da nombre a un grupo del Socorro Rojo de Cataluña, hecho descubierto por Pau Vinyes. Tal y como cuenta Pau Vinyes, el Socorro Rojo de Cataluña respondía a una organización de ayuda humanitaria que llega a contar con una sección propia denominada «Grupo Elisa García» en relación a la información publicada en La Humanidad el 24 de julio de 1937: “Son convocados todos los compañeros que pertenecen al Grupo ‘Elisa García’, de la sección primera del Socorro Rojo de Cataluña, a la reunión que tendrá lugar mañana, lunes, día 25, a las cinco de la tarde, en el domicilio social (Arcs, 7).”
Un poema a Elissa García
En el número de agosto de 1937 de la revista Ideas, Boletín de los trabajadores de Filatures Fabra i Coats, aparece un poema dedicado a Elisa y firmado por J. Salas. Un poema con gran carga emocional, profundo, desde el corazón. El poema es en catalán y al lado su traducción al castellano por Os Monegros:
A Elissa García:
En la contemplació del seu retrat
Quantes i quantes vegades passant de nit la secció m’he parat a contemplar-la extasiat d’admiració. La serenor de sos ulls el somriurer de sos llavis, i la gràcia de sos rulls, m’ha donat la sensació que vivia, sense agravis, prodigant sa abnegació. ¡ Que depressa passa’l temps ! Sembla ahir que falaguera sortia del seu treball joiosa, humil, com era. I ara parat davant d’ella quanta pena sento al cor. ¡ Guerra sempre maleïda que’n segues vides en flor ! ¡ Quanta sang arreu vessada sens pietat i sense amor ! ¡ Quanta amargura i tristesa per no viure en Germanor ! ¡ Quanta vilesa en els cors per egoisme insensàt , volguent més esclavitzar dels pobles la Llibertat ! I devant d’aquest retràt de la Elissa riallera, em pregunto cap-ficàt, si tota la massa obrera procedeix com es degut, i es digne dels seus caiguts.
J. Salas
En la contemplación de su retrato
Cuantas y cuantas veces paseando de noche su sección me he parado a contemplarla. extasiado de admiración. La serenidad de sus ojos el sonreír de sus libios y la gracia de sus rizos me ha dado la sensación que vivía sin agravios prodigando su abnegación. ¡Qué deprisa pasa el tiempo! Parece ayer que halagüeña salía de su trabajo gozosa, humilde, como era. Y ahora parado delante de ella cuanta pena siento en el corazón ¡Guerra siempre maldita que segas vidas en flor! ¡Cuánta sangre por todas partes derramada sin piedad y sin amor! ¡Cuánta amargura y tristeza por no vivir en fraternidad! ¡Cuánta vileza en el corazón por egoísmo insensato queriendo más esclavizados de los pueblos de la libertad! Y delante de este retrato de la Elissa risueña me pregunto pensativo si toda la masa obrera procediese como es debido y fuese digna de sus caídos.
J. Salas
El frente de Aragón se derrumba
En marzo de 1938, el bando sublevado realiza una fuerte ofensiva que derrumba todo el frente aragonés. La ofensiva está al mando del general José Moscardó Ituarte, quien rompe y avanza imparable en el frente de Aragón, manteniendo bajo sus ordenes a las divisiones 51, 53, 54 y 55 (Memoria. Os Monegros).
La ofensiva da comienzo el día 21 de marzo y el día 23 la 54 División gana y rebasa Tardienta: «Amanece el día como se ha pasado la noche, a media mañana aclara el tiempo y se continua la operación, después de un pequeño combate se toma el pueblo de Tardienta, haciendo muchos prisioneros.» (Sánchez Forcada, Manuel. Diario de campaña de un requeté pamplonés).
«El día 23 se tomó, después de vencer dura resistencia, el citado pueblo de Tardienta»
Pinto de la Rosa, J. María. El Grupo Mixto de Ingenieros Nº 4.
Prácticamente, todo Aragón cae bajo el dominio fascista, con la finalización de la guerra, el 1 de abril de 1939, dando comienzo a la dictadura franquista que dura cerca de 40 años.
Versos cincelados
Con la llegada de la dictadura, se establecen diferentes gobiernos afines al régimen franquista. Así, el ayuntamiento de Sariñena se constituye en alcaldía y concejales de ideología franquista (Sariñena, alcaldes de una dictadura).
La lápida de Elisa García Sáez es molesta para las fuerzas locales, hasta que un alcalde ordena que a golpe de martillo y cincel se piquen aquellas frases tan molestas, para que sean ilegibles y borrada su memoria.
Javier Casas, Elena y Sergio Salas y Esteban Grau somos insistentes, tardes y tardes intentando leer las cuatro frases borradas y, aunque nos lleva su tiempo, conseguimos leer las tres primeras frases mientras la cuarta duramente se nos resiste.
Tozudos, tercos en nuestro empeño, es a principios de abril del 2013 cuando se termina de leer la cuarta y última frase, gracias a Pepa Casas y su hija Carmen, que simplemente leen con un solo vistazo la cuarta y última frase. Así, la leyenda borrada amanece de la oscuridad del fascismo y su memoria ahora reside en los imparables aires de libertad que recorren el mundo y que nunca podrán ser atrapados ni dominados por el fascismo. Ahora Elisa está en muchos corazones:
“Muerta heroicamente
luchando contra el fascismo
en el frente de Aragón
sector Tardienta”.
Síntesis
Todo apunta a que Elisa tuvo su relevancia como miliciana, siendo su figura distinguida por ser mujer y formar parte activa en la lucha. Por ello fue reconocida en su momento, con crónicas sobre su heroica muerte, como referente y hasta con una cierta intencionalidad de denuncia y/o propagandista.
Y a su vez, en tiempos recientes, desde la perspectiva histórica, su figura ha merecido el interés, quedando recogida en diferentes publicaciones, principalmente en aquellas que tratan el tema de la mujer en la llamada guerra civil española. Este fue el caso, tal y como se ha señalado anteriormente, de las historiadoras Nuria Valls y Montserrat Carreras en su artículo «La mujer catalana en las milicias» (Historia 16: La Guerra Civil Número 10: Milicias y ejércitos, Edición 1986), artículo que Javier Roca localiza en aquellos primeros días de la investigación: “Elisa García Sáez representa la figura de la mujer miliciana en la guerra civil española. Mujeres que tomaron parte activa en la lucha reclamando unas libertades colectivas que veían peligrar”. Igualmente, como se ha ido viendo a lo largo del presente artículo, de numerosas publicaciones.
En definitiva, es destacable la recuperación de las frases destruidas, como un acto de reparación, dignificación, justicia y memoria. Pero, además, ha supuesto un lugar de encuentro, de conocer a personas excepcionales, de establecer lazos en torno a Elisa y compartir ideales y valores que nos hacen continuar por un mundo mejor. A la memoria de Eduardo Santamaría, Javier Roca y Miguel Sala y a la familia de Elisa, José Puigdomènech, Quima, Marisa y Dolors Gumbau i Sáez y a Lisandro Pardoa Puigdomènech. Gracias a Víctor Pardo, Jordi Rabassa, Paun Vinyes, Xavier de la Cruz, Gonzalo Berger y Cati Torres.
Publicau en “ Os Monegros el 23 de mayo del 2013 y actualizado en junio del 2025.
Estás muerta y no lo estás, tu memoria está viva ¡en nosotros/as vivirás!, por siempre “Elisa García Sáez”.
Elisa García Sáez, historia viva
Su historia sigue viva y han sido numerosos los actos y homenajes que se han ido dedicando a la figura de Elisa, entre los que podemos destacar:
Desde el 2012, cada 14 de abril, con motivo del día de la II república se rinde un sentido homenaje a Elisa García Sáez, la Miliciana. Homenaje a la miliciana.
El 10 de enero del 2013, el proyecto cultural «Os Monegros» crea la entrada Elisa García Sáez en Wikipedia y en Viquipèdia, traducción al catalán por Rosa Arqué.
El 3 de marzo del 2013, en el marco de las Jornadas de Acción Feminista Autónoma de Barcelona se lleva a cabo la acción «Ni monjas ni desmemoriadas, cambiemos de nombre las placas». Una acción que consistió en la colocación de un cartel tapando la placa. El acto fue reprimido por la guardia urbana interponiendo varias denuncias. Dos mujeres son detenidas por su negación a identificarse «Según su entorno, las dos mujeres se han negado a ser identificadas porque consideran que no han hecho nada malo, ya que su actuación se enmarca en la recuperación de la memoria histórica feminista» (La vanguardia, 3 de marzo del 2013).
Foto: Pedro Paramo @pedro_paramo_c
El mismo 3 de marzo del 2013, Jordi Rabbasa publica en su blog «Perquè vull»: «Una fotografía de l´Elissa García».
Imagen cedida por la familia de Elisa, retocada por Xavier Gómez. Perquè vull.
En mayo del 2013, en la revista Carrer núm. 128, Meritxell M. Pauné publica su artículo «El retorn d’Elisa García«.
El 22 de septiembre del 2013 se realiza un recital de poesía en Sant Andreu, Poesía en la plaza «Homenatge a n ´ ´Elissa García«. Pequeño acto en recuerdo de Elisa García en St. Andreo (CSO La Gordissíma).
El 14 de abril del 2014 se vuelve a rendir homenaje a La Miliciana, consolidando una jornada que se ha ido repitiendo con los años.
El 10 de diciembre del 2014 se coloca una placa en memoria de Elisa: «Dona treballadora andreuenca,miliciana revolucionària morta en combat al front d’Aragó el 25/8/36»: Mujer trabajadora andreuenca, miliciana revolucionaria muerta en combate en el frente de Aragón el 25/8/36.
En el 2016 se colocó de nuevo una placa en la antigua calle Elisa García.
Foto Chorche Paniello.
El sábado 27 de octubre del 2018 se inaugura una placa que da nombre a los jardines de «Elisa García Sáez en su Sant Andreu natal.
De acuerdo con Pau Vinyes: «El descubrimiento de la placa se llevó a cabo en el marco de la Feria de Economía Solidaria (Fira de l’Economia Solidària (FESC), del 27 de octubre de 2018. La propuesta de nombrar un espacio público con su nombre surgió conjuntamente de la Fundación Roca i Galès, la Red de Economía Solidaria (Xarxa d’Economia Solidària), la Coordinadora de Centres de Estudios de Habla Catalana (Coordinadora de Centres d’Estudis de Parla Catalana) y la Federación de Cooperativas Agrarias (Federació de Cooperatives Agràries), y con el apoyo de diversas entidades de Sant Andreu de Palomar, entre otras, la Asociación de Vecinos y Vecinas de Sant Andreu de Palomar (Associació de Veïns i Veïnes de Sant Andreu de Palomar) y el Centro de Estudios Ignasi Iglèsias (Centre d’Estudis Ignasi Iglésias).
A finales del 2018 el kolektivo de audiovisuales ”La KAja Te Ve” presenta la obra teatral «Elisa García, memoria y lucha», estrenada en Sant Andreu los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en la Cinetika y el 7 de abril del 2019 en Sariñena en el cine teatro El Molino.
El 19 de mayo del 2020 Pau Vinyes publica en la web Opiniò Andreuenca «Elisa García,Cooperativista i miliciana antifaixista».
En el 2020, Pau Vinyes Roig publica el esbozo biográfico «Elisa García Sáez, Cooperativista y miliciana antifascista», editorial Llop Roig en formato de caudernilllo.
En el 2022 se realiza una pegatina en reconocimiento a Elisa.
El 29 de enero del 2024, la hinchada del club popular catalán Sant Andreu de la 4ta división extiende una lona con los rostros de Marina Ginestà y Elisa García Sáez con el lema «A la vanguardia de la Resistencia».
En la feria de coleccionismo «Replega» de Monzón, Elisa es reconocida en la edición del 2024 en la serie coleccionable de chapas de cava de aragonesas ilustres. Gracias a Chorche Paniello.
El 8 de marzo del 2025, día internacional de la mujer, la calle antiguamente denominada Elisa García de Sant Andreu es objeto de una acción de recuerdo y memoria de Elisa.
Fotografía Pau Vinyes.
Los días 17 y 18 de mayo del 2025 se realiza la Ruta Elisa García Sáez por el frente de Aragón participando cerca de cincuenta personas de Sant Andreu, organizada por Pau Vinyes Roig y Jaume León Andrés.
La ruta parte de Sant Andreu en autocar el sábado 17 de mayo alcanzando Sariñena al mediodía. Tras una recepción en la casa de la cultura, edificio Antonio Beltrán, se realiza una visita guiada por la localidad de Sariñena, conociendo algunos enclaves significativos para Elisa como fue la antigua casa solariega que albergó el Hospital Militar de Sariñena.
A continuación, se realiza un acto en el cementerio municipal en torno a la tumba de Elisa García Sáez, depositando un ramo de flores y recitando el poema de J. Salas. Entre los presentes, por sorpresa se encuentran las hermanas Quima, Marisa y Dolors Gumbau i Sáez, sobrinas de Elisa. Con sus presencias y testimonios el acto alcanza una emotividad especial, cordialidad, familiaridad, reconocimiento, memoria, dignificación, justicia y cariño por la Elisa que en tantos corazones está.
La comida se celebra en el restaurante sariñenense Saso Verde, quienes tienen el detalle de entregar un detalle tanto a los organizadores Pau y Jaume como a Quima, Marisa y Dolors, se trata de una impresión de fotografía en madera con la imagen de Elisa y las frases de su lapida, obra del artista artesano Antonio Puyal Pociello.
Por la tarde se procede a visitar vestigios del aeródromo republicano Alas Rojas de Sariñena y parte de las trincheras de la sierra de Alcubierre. La jornada continuó el día siguiente con la visita al viejo pueblo de Belchite.
Fue una jornada inolvidable, verdaderamente emotiva, después de 15 años investigando y difundiendo la figura de Elisa García Sáez, conocer a familiares de Elisa resulta especial. Entre las conversaciones surge un recuerdo, un familiar, creo que de Argentina, que hace años me escribió, les digo que ya lo miraré y después por whatsapp les digo.
Aquella misma tarde de domingo busco el viejo email, Lisandro Pardoa, un email de mayo del 2014. Le escribo a Dolors, nunca supe nada más de él. Vuelvo a revisar el correo y de repente, en mi bandeja de entrada, un correo nuevo de Lisandro, rápidamente le contesto, si ha sido una casualidad o ha visto que hemos hecho la ruta Elisa García Sáez. Para nada, simplemente una tarde de domingo, en casa, le ha vendido a la mente y ha escrito, es el momento de retomar aquel viejo proyecto que hace años me comentó.
El 11 de junio del 2025, Pau Vinyes Roig presenta en formato libro y en versión ampliada «Elisa García Sáez. Cooperativista y miliciana antifascista» Editorial Llop Roig.
La presentación se realiza en la sala de Societat Coral i Esportiva La Lira por medio del Centre d’Estudis Ignasi Iglésias. Conducida por Pau Vinyas, el autor estuvo acompañado por Jaume León Andrés, dinamizador cultural; Lisandro Pardoa Puigdomènech, documentalista y sobrino nieto de Elisa García Sáez; Joaquima Gumbau Sáez, familiar de Elisa García Sáez; Jordi Rabassa Massons, historiador y autor del prólogo; y Xavier de la Cruz i Sala, fotógrafo. (La Lira acull la presentació de la biografia de la miliciana audreuenca Elisa García Sáez).
Publicaciones que citan a Elisa
En el record: Històries d´anarquistes catalanes durant la guerra civil. Ser Histórico. Bengoechea Echaondo, Soledad. (2023).
La mujer catalana en las milicias. Valls, Nuria y Carreras, Montserrat. (Historia 16: La Guerra Civil Número 10: Milicias y ejércitos, Edición 1986).
Les combatents: La història oblidada de les milicianes antifeixistes. Berger, Gonzalo y Balló, Tània.
Milicianas: La historia olvidada de las combatientes antifascistas. Berger, Gonzalo.
Mujeres y violencia revolucionaria. Nuevas aportaciones sobre las milicianas en la guerra civil española. Rodríguez López, Sofía (2023), Universidad Complutense de Madrid.
Trencant barreres. Dones pioneres a Catalunya al segle XX, Barcelona: Llop Roig. Llibres i Cultura. Bengoechea Echaondo, Soledad. (2022).
Creación:
Hola Elisa
Vuelvo a pensar en ti, en tus veinte años que se pararon en el frente. He vuelto a encontrarme contigo, en periódicos viejos que hablan de guerras, de tiempos oscuros que segaron tantas vidas; de tiempos que parece nunca dejamos atrás. Quisieron borrarte y grabaron a fuego tu memoria en nuestros corazones.
Hoy he vuelto a sentirte, pensativa, contemplando el horizonte, meciendo al viento tu corta y rizada melena, al aire tus ojos brillantes y tu preciosa sonrisa, contemplando, contemplando la libertad. He vuelto a sentir las golondrinas revoloteando el cielo azul, con sus nubes blancas navegantes y los gorriones juguetones, dando saltitos y pequeños vuelos a nuestro alrededor.
He vuelto a sentir tu vida, a veces es como si te hubiese conocido. A veces lo creo, lo siento, me metí mucho en tu vida, en tus últimos momentos, tras aquel bombardeo en el frente de Huesca y tu muerte en Sariñena. Me involucré mucho ante tu leyenda ultrajada, aquella que martillaron y no podíamos leer. Tardes de invierno tratando de leer la última frase hasta aquella llamada de Pepa con su hija Carmen que al final habían conseguido leer la última cuarta frase que completaba tu leyenda.
Vuelvo a pensar en vosotros, en Eduardo Santamaría y Javier Roca, con quienes tan buenos ratos volvería a pasar ¡por siempre eternos compañeros! Vuelvo con mi gran amigo Víctor Pardo, con su incalculable e inestimable ayuda. Con mi hermano Javi, al que dicen “Diógenes”, con Esteban, Elena y Sergio. ¡Ay Elisa!, pasamos tardes inolvidables, sin darnos por vencidos. Y te hemos cantado y dedicado letras, te hemos homenajeado y hasta hemos hecho camisetas.
Volví a ti, a tus jardines de Sant Andreu, a La Hamonía, al teu carrer, a la teva fábrica y al teu barri, con Jordi y Pau i con tots. Volví con tu familia, llevé tierra de aquí y la esparcí por tus jardines de Sant Andreu.
Vuelvo a pensar en ti, Elisa, en ese nuevo mundo que llevabas en tu corazón, en esa juventud, en esa ilusión que la guerra segó. Elisa, miliciana.
Sí, sí, vuelvo a recoger flores para ti, rojos ababoles, amarillas margaritas y lilas violetas. Vuelvo a sentirme parte de ti sin ningún permiso, sin ningún derecho. Pues de alguna manera formas parte de mi y hasta me duele cuando te han utilizado.
Vuelvo Elisa a tu tumba, a ese silencio, a ese frio que la historia ha conservado en tu lapida. Vuelvo a sentirte viva, partiendo al frente por un mundo mejor, por la libertad, por ser mujer, por quizás sonreír y entender, al menos por un instante, que todo valía la pena, que no había más orgullo y dignidad que dar la vida por esa libertad que sin ganar conquistasteis.