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Un lugar llamado Huerto


Huerto, lugar monegrino que se encuentra en plena llanura en el valle del Guatizalema. Concretamente en la parte norte de la comarca aragonesa de Los Monegros, a 32 kilómetros de Huesca y 16 de Sariñena a través de la carretera A-131. Destaca sobre un cerro de roca de arenisca los restos del que un día fue el castillo de Huerto, a partir del cual se distribuye el pueblo. En el mismo castillo existió un asentamiento islámico, igualmente, no muy lejos se encontraba el asentamiento de la actual ermita de santo Domingo o los lugares de Usón (La Iglesieta), Marcén (Las Cías), o Alberuela de Tubo, pues el termino incluye los núcleos de Usón y la Venta de Ballerías.

“Confina: al norte, con territorio de Salillas; al mediodía, con el de Ballarías; al levante, con el de Peralta de Alcofea, partido de Barbastro, y al poniente, con el de Ussón.”

Pedro Blecua y Paul.
 Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792

De acuerdo con la descripción de Pedro Blecua y Paul de 1792:  Este lugar, que sigue a la banda misma y dista de Huesca poco más de cinco leguas y doce de Zaragoza, tiene su situación llana sobre una colina suave a la derecha y orillas del río Alcanadre, que da riego a una buena porción de su terreno, en el que se hallan dos puentes famosos llamados del Rey, obra muy sólida y firme de piedra cantería, sobre cimientos de peña, los que dan paso a los ríos Alcanadre y Guatizalema, por la carretera de Barbastro, Monzón y Huesca.”

Pedro Blecua y Paul matiza en su descripción: “Su vecindario asciende a 86 familias, que la mayor parte subsisten de la agricultura, con algunos oficiales, artesanos y jornaleros. Estuvo antiguamente dividido en dos barrios: uno del señor conde de Fuentes y el otro del comendador de San Juan, de Zaragoza, con cuyo motivo se eludían las jurisdicciones distintas, y eran continuas las discordias; y para evitar estos inconvenientes, hicieron canjes y permuta, y reservándose el comendador sólo el nombramiento de prior cura, cedió todos sus derechos al expresado conde, con cargo de pagar la congrua de dicho prior, 10 libras jaquesas, 7 nietros vino y 9 cahíces trigo, y 25 libras jaquesas de feudo perpetuo a la encomienda.”

Además, en su término, el río Guatizalema se une al Alcanadre en las inmediaciones de los puentes del Rey. La acequia de Huerto riega sus huertos y campos: “Su territorio es medianamente extenso, buena porción plantado de viñas, olivos y morales, todo llano, con algunas colinas suaves, y la mayor parte tierra fuerte, con algo de arcillosa y gredosa, más connatural para granos y vino, de que más abunda, siendo sus cosechas: trigo, 1400 cahíces; cebada, 400 cahíces; avena, 600 cahíces; vino, 1000 nietros; aceite, 300 arrobas; lana, 200 arrobas, y seda, 300 libras, con algo de cera y miel, que podría ser más si hubiera más aplicación; con aumentos en dichas cosechas, cuyo sobrante de granos va regularmente a Barbastro y a Cataluña el de vino, y aceite, a Monegros, y en la villa de Sariñena se surten de lo necesario. Los pastos son medianamente abundantes, como para 2000 cabezas de ganado lanar, que criarán mil corderos; el regadío será de 200 cahizadas, y las aguas sobrantes las aprovecha la Venta de Bailarías para 160 cahizadas. La caza, como en los anteriores. Un molino harinero en Alcanadre es proprio de dicho señor.” (Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792).

Igualmente contamos con la detallada descripción del lugar de Huerto de Pascual Madoz, publicada en su diccionario geográfico estadístico histórico de 1845-1850:

Lugar con ayuntamiento en la provincia y diócesis de Huesca (4I o S–), partido judicial de Sariñena (2), audiencia terr. y ciudad g. de Aragón (Zaragoza 1 2) está SIT en una llanura no lejos del r. Guatizalema, donde la combaten los vientos del N., y disfruta de su CLIMA frio, propenso a tercianas. Se compone de 112 CASAS construidas de tierra con algunas comodidades, las cuales forman 3 calles anchas sin empedrar, y una plaza que sirve para juego de pelota; tiene ayuntamiento con cárcel, una escuela de primeras letras concurrida por 40 niños, y desempeñada por un maestro, dotado con 1,100 rs. anuales, pagados de los fondos municipales; una fuente, cuyas aguas y las del r. Guatizalema, sirven para el consumo del vecindario, e iglesia parr. (Sta. Cruz), servida por un cura párroco. El curato es de primer ascenso y se provee por el conde de Fuentes; contiguo ella existe el cementerio, capaz y ventilado.”

Confina el TÉRM. por el N. con el monte de Sesa y Pardina de Burjama; E. Peralta de Alcofea ; S. la venta de Valleras , y O. Usón y Albaruela ; sobre un pequeño cerro está una ermita dedicada a Sto. Domingo ; pasa por el término el r. Guatizalema, que entrando por el N. lo recorre en dirección al S., proporcionando riego a 1/6 parte de las tierras el TERRENO es monte de buena calidad , que comprende árboles frutales, álamos blancos y negros, y aliagas los CAMINO S dirigen a Huesca, Sariñena, Sesa y otros pueblos limítrofes , todos en mediano estado la CORRESPONDENCIA se recibe de la cap. de la provincia por medio de un balijero los martes y viernes á las 12 de la mañana, PRODUCCIÓN trigo, cebada, vino y poco aceite; cría de ganado lanar; caza de liebres, perdices y conejos, y pesca de barbos y anguilas.

IND. agrícola y un molino harinero propio del marquesado de Coscojuela. COMERCIO 2 tiendas de abacería, POBL. 24 vecinos, 149 almas CONTR. 7,652 reales El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende á 3,000 rs., que se cubren por reparto vecinal.

Mia si he recorrido mundo
que i estau en Tramacé,
en Huerto, Usón y la Venta,
en Alberuela y Marcén.

Jota antigua de Huerto.

Sin embargo, Huerto se remonta a tiempos antiquísimos, de asentamientos islámicos e incluso mucho más anteriores. Antonio Martínez cita que la actual ermita de santo Domingo, partida de la “Volturera”, se asienta sobre un pequeño cerro arenisco que primero fue asentamiento Ibérico (según materiales líticos y cerámicas hallados en los entornos), y posteriormente musulmán, allá por el siglo XII (Martínez, Antonio. Santa Engracia y los pueblos de Huerto, Alberuela de Tubo y Usón. Diario del AltoAragón – 26 de abril del 2009). Santiago Broto Aparicio matiza que los historiadores dicen que esta zona “estuvo ocupada por los ilergetes, y ya en época romana, la mansión que centraba este territorio era Pertusa, por cuyos términos atravesó luego la calzada de Osca a llerda” (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos).

Ermita de santo Domingo.

Tras su época musulmana, Huerto es conquistado en 1097 por el rey Pedro I, librándose una batalla en el lugar donde se erige la actual ermita de santo Domingo. Los vecinos de Huerto acuden con palos y útiles del campo haciéndose con la victoria. Pero, como bien dice Pablo Gracia, el enfrentamiento no debió de ser tal, pues a buen seguro que los antiguos moradores de Huerto convivían en paz y armonía.

Pero en la memoria oral la batalla alcanza niveles épicos y así lo narra Elisa Launa, vecina de Huerto: -Hubo una batalla, los moros arriba en un cerro y los cristianos abajo. Cuentan que el capitán cristiano se encomendó a santo Domingo. Llegaron a Huerto por el Montonera, había mucha maleza, para que no fuesen vistos y al llegar a Huerto, y con ayuda de venidos de Fraga, subieron con palos y horcas al grito “A matar al moro”, ganando la batalla. Por ello hicieron la ermita-.

En conmemoración de aquella batalla entre moros y cristianos, cada 8 de mayo se celebra la romería de los palos a la ermita de santo Domingo: -En la que es costumbre que los hombres acudan a la ermita con palos, en recuerdo del pasado, una tradición del s. XVII-, recoge Pablo Gracia -Por ello a los de Huerto nos llaman “Porros”-.

“Los Porros”
en Huerto,
por los palos que llevaban
en santo Domingo.

No es de extrañar que Santo Domingo de Guzmán sea el patrón de Huerto y en torno a él se celebren las fiestas patronales, conservando la fecha del 4 de agosto a pesar que la iglesia pasa su festividad al 8 de agosto. -Las fiestas patronales son para santo Domingo, para el 4 de agosto-, no obstante Maribel Ferrer, Marimar Alquezar, Conchita Casbas y Tere Zubiri cuentan que el 4 de agosto se hace romería a santo Domingo: –Antes se iba andando, pero ahora todos van en coche, se hace misa y se da agua con anís-.

La primera cita documental de Huerto, según Santiago Aparicio Broto, corresponde a 1104, en “la concordia establecida entre el Obispo de Huesca y el Abad de Montearagón sobre las iglesias pertenecientes a cada uno de ellos” (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

En este sentido, las primeras referencias documentales escritas del topónimo de son Huerto, Guerto, Orto, Uerto [1276]. Aunque Pascual Miguel Ballestín apunta como fecha documentada de dichos topónimos en 1104 (Miguel Ballestín, Pascual. Toponimia Mayor de Aragón). Etimológicamente, a Huerto se le plantea diferentes orígenes relacionados posiblemente tanto con la ceca ibera de Uartus o lo derivación del latín hortus, principalmente, apunta Miguel Ballestín, ambas por proximidad fonética. Igualmente, a Hortus como antropónimo entendiéndose como “villa de Hortus”.

  • En 1408 el Conde Pedro de Urgel lega a su hijo segundo la Baronía de Entenza a la que pertenecía Huerto. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).
  • El 28 de marzo de 1426. García Pérez Duerto, señor del palacio de Huerto y su mujer Sicilia de Ayerbe, venden a los de Adahuesca un molino y otros bienes. De sus manos pasa el dominio señorial a Pedro de Altarriba, quien en 1472 peleaba contra los Foces, señores de Ballerías, seguramente por cuestiones de límites de sus territorios. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).
  •  En 1465, al establecerse las divisiones territoriales llamadas Sobrecullidas, Ballerías y Huerto quedan integrados en la de Huesca. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

Iglesia de la santa Cruz.

La iglesia de Huerto es en honor a la santa Cruz, de estilo gótico tardío y según el SIPCA (Sistema de Información del Patrimonio Cultural de Aragón) es construida en torno al año 1500 -Presenta una nave dividida en tres tramos y cabecera poligonal de tres lados. Es de estilo gótico y tiene una capilla añadida que data del S XVIII. En la clave de la bóveda de la cabecera y del primer tramo de la nave aparece escudo de los promotores, la familia Altarriba- . Según el historiador Cristóbal Guitart la iglesia forma parte de un grupo de edificios del entorno de Huesca construidos en el marco del gótico tardío en torno a 1500. Durante la guerra se produce la destrucción, quema o incendio de los altares, santos ornamentos etc. y robo de objetos sagrados (La retaguardia del frente de Los Monegros, Causas generales).

Para Pedro Blecua y Paul “La iglesia parroquial, advocación de la Cruz, es fábrica antigua de cantería, una sola nave, con sus capillas, decentemente surtida y al cuidado de dicho prior, frey de la religión de San Juan, y de dos racioneros, que nombra el expresado conde, y les da por congrua 30 libras jaquesas, casa y habitación, con unas cortas posesiones. Hay escuela de primeras letras a cargo de los vecinos y algo de los Proprios; Montepío, cárcel y Casa de Ayuntamiento, el que se compone de dos alcaldes, que nombra anualmente, sin proposición, dicho señor; dos regidores con proposición; síndico, la Audiencia, y diputado, el pueblo, el que pertenece al expresado conde, señor jurisdiccional y territorial, pagándole décima y primicia de pan, vino y corderos, y por dominicatura, 200 libras anuales de los Proprios, que se reducen a yerbas, panadería yaguas sobrantes, que todo asciende a 300 libras jaquesas, poco más o menos, para pecha y gastos ordinarios, y lo remanente para evicción de censos. Contigua al pueblo, una fuente de tres caños perennes.” (Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792).

  • En 1475, según documento publicado por Manuel Serrano y Sanz- se otorga una capitulación entre Pedro de Altarriba, Señor de Huerto, y el pintor zaragozano Martin de Soria, por la que éste se compromete a construir para la iglesia parroquial, un retablo de 18 palmos de altura y 12 de anchura, de buena fusta, con toda la mazonería dorada, por el precio de ochocientos sueldos -pieza que con todas las del templo fue destruida por las milicias mar quistas en 1936-. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

Según la tradición en la iglesia se guardan las reliquias de Santa Engracia -porque la tradición dice que un señor de Altarriba las trajo, y las encontró un sacristán por casualidad-. La familia Altarriba responde al apellido de la que fuera familia más poderosa del pueblo desde la Edad Media llegando a ostentar el título de Baronía de Huerto. Hay constancia que residieron en Huerto al menos desde 1472 hasta finales del siglo XVI. El castillo, cuyas características corresponden más a residencia familiar que fortaleza, estuvo vinculado a la familia Altarriba. Además, una de sus viviendas se encuentra en la Avenida Arribas.

Casa de Arribas Salaberri Arquitectura Popular   Es una casa de tres plantas, realizada con mampostería enlucida reforzada con algunas hiladas de piedra. Los elementos más destacados son la portada, en arco de medio punto de dovelas resaltadas, y una inscripción en la fachada en la que consta la fecha de construcción del edificio: AÑO 1727.  

La familia llega a contar con su propio Señorío de Altarriba, gozando Pedro Altarriba de grandes privilegios concedidos por Felipe II. Julio Alvira cita que “Estuvo relacionado con los sucesos de Zaragoza de 1591, con Felipe II y su secretario Antonio Pérez como protagonistas” (Alvira, Julio. Una tarde de viento en Huerto. Diario del AltoAragón del 26 de diciembre del 2004). Su señorío se extendió por tierras sicilanas y actualmente, los descendientes de la familia Altarriba viven en el centro de Sicilia, en la ciudad de Riesi. Hay quien incluso se ha atrevido a decir que fueron el origen de la mafia siciliana.

El apellido ha sido tan importante en Huerto que incluso una asociación cultural llevó su nombre, asociación muy activa durante muchos años que lamentablemente desapareció. -La asociación Altarriba trabajaba mucho, pero fue decayendo la actividad-.

El 16 de abril se celebra santa Engracia y de nuevo se acude en romería a la ermita de santo Domingo, junto a los vecinos de Alberuela de Tubo y Usón. Maribel Ferrer, Marimar Alquezar, Conchita Casbas y Tere Zubiri cuentan que se suben con las cruces de los tres pueblos, se hace un responso, almuerzo y la misa luego en Huerto.

Esta tradicional romería viene de la época de la conversión al catolicismo de los musulmanes en la primera década de 1600. Por aquellos tiempos, Pedro de Altarriba era prácticamente dueño de todas las tierras, dueño del molino (Molino de las Covetas) donde todo el mundo va a moler. Sin conversión, los musulmanes, que igual eran el 70 u 80% de la población, le dejan sin ingresos, lo cual urge una solución.

  • En el censo de 1495, Huerto, figura como de Señorío, con 50 fuegos -dieciocho cristianos y treinta y dos moriscos-. Ballerías sólo tenía el fuego correspondiente a Luis de Foces, Señor del Lugar. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

El 1 de abril de 1602, el sacristán de la iglesia de Huerto Domingo Vicente, entrando en su sacristía, tropieza con un hierro en el suelo y descubre bajo él las reliquias de santa Engracia y de 72 santos más (de Alos, José María). Para celebrar aquel milagro, Pedro de Altarriba convoca a todos los vecinos de Alberuela, Usón y Huerto, a cristianos y musulmanes para hacer una conversión general.

“El mismo día, don Pedro y su esposa notificaron el suceso a los pueblos de Usón y Alberuela, porque era donde más cristianos había, mandando al mismo Mosen Nicolás y a Luprecio Coscón de Huerto. Estos pueblos acordaron ir en abril en procesión a venerar a esas reliquias, llevándolas en procesión a la ermita de Santo Domingo de Guzmán, propiedad de don Pedro Altarriba, cuidando de guardar esta fiesta en adelante”.

Martínez, Antonio. Santa Engracia y los pueblos de Huerto, Alberuela de Tubo y Usón.
 Diario del AltoAragón – 26 de abril del 2009.

  • El 17 de abril de 1610 se decreta la expulsión de los moriscos aragoneses, que en Huerto lo son en número aproximado de 65 personas, correspondientes a trece casas ocupadas por los mismos. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

El suceso aparece recogido en el tomo 1, libro 3º de las historias eclesiásticas y seculares de Aragón escrito por el monje de San Benito don Vivente La Ripa en 1603 en el Monasterio de San Juan de la Peña: “el día 16 de abril los ilustrísimos señores don Pedro de Altarriba y doña Agustina de Aragón, su esposa, barones de Bietti, se hallaron en una aldea y lugar suyo y como buenos cristianos y devotos de Santa Engracia dispusieron guardar fiesta, y bajaron de su palacio a la Iglesia de Huerto, llamada Santa Cruz, iglesia de la religión de San Juan, llevándose un capellán propio llamado Mosen Nicolás Lafarga”. (Martínez, Antonio. Santa Engracia y los pueblos de Huerto, Alberuela de Tubo y Usón. Diario del AltoAragón – 26 de abril del 2009).

Choque de las cruces. Diario del Alto Aragón.

“El 16 de abril que es el día de Santa Engracia acuden a la ermita los vecinos de Huerto, Alberuela de Tubo y Usón. Los tres pueblos acuden en romería portando solemnemente las reliquias de Santa Engracia, que se custodian en la iglesia del pueblo, según una tradición que, al parecer, instituyó el noble don Pedro de Altarriba (cuyo nombre está también vinculado con la iglesia y el castillo de Huerto y que era por entonces el propietario de la ermita) a principios del siglo XVI. Hasta hace unos años, los vecinos de los tres pueblos acudían andando desde sus respectivas localidades, portando las cruces parroquiales. Se reunían en una peña al pie del cerro donde se asienta la ermita, para la ceremonia del besado de cruces, tras la cual subían a la ermita. Los vecinos de Usón tenían que esperar sin sobrepasar la roca hasta que llegaran a recibirles los de Huerto con la cruz. Hacían el besacruces y ya pasaban a la ermita. Actualmente esta romería se mantiene, aunque simplificada.”

Gracia, Pablo.

Desde entonces “Se sube a la ermita en conmemoración del encontrar las reliquias de Santa Engracia, Usón, Huerto y Alberuela. Los mozos de Huerto llevan las reliquias portándolas en una peana que no pueden dejarla hasta que no vuelven otra vez a Huerto” (Gracia, Pablo).

Antonio Martínez apunta que el sacristán Domingo Vicente pasa, con el tiempo, al convento de Santa Engracia de Zaragoza, donde le conocen como el ‘Dichoso de Huerto’. Pedro Lafuente le dedica un bello romance titulado, como no, ‘El Dichoso de Huerto’.

Diario del Alto Aragón del 16 de febrero de 1992.

Hay una leyenda que los mayores de Huerto recuerdan y cuentan como San Sebastián de Usón y Santo Domingo de Huerto, festejaban los dos a la Virgen del Castillo de Alberuela. San Sebastián los pilló infraganti, y del cabreo que cogió, con una piedra le hizo una cuquera a Santo Domingo en la frente. Se arregló el desaguisado, y los de Huerto para tapar ese feo, cantaban esta jota:

Santo Domingo nació
con un lunar en la frente,
y no hay Santo más galán
desde oriente hasta poniente.

Esta historia la deja escrita Pablo Gracia en jota, y se cantó en Huerto con Aires Monegrinos, en las fiestas de Santa Engracia de 2024. Dice así:

LEYENDA DE UN NOVIAZGO

Música: Mazurca de Sinués Letra: Pablo Gracia

Cuenta una vieja leyenda de Usón, Alberuela y Huerto, en la que los tres patrones en noviazgo se metieron. San Sebastián cortejaba, y a su vez Santo Domingo en secreto y sin saberlo, a la virgen del Castillo.   San Sebastián una tarde en el picón a su rival infraganti lo pilló. Y sin pensar con una piedra se armó, Santo Domingo en la frente un peñazo se llevó.   Los de Huerto consternados ante un hecho tan fatal se inventaron una jota para así su honor salvar. Y queremos ofrecerles, para que todos conozcan, esta historia solo nuestra cómo la salvó esta copla:   Santo Domingo nació con un lunar en la frente y no hay santo más galán desde oriente hasta poniente.  

Algunos documentos históricos

  • Testamento de Ana de Urriés y Castro, viuda de Francisco Juan de Altarriba, señor del lugar de Huerto, vecina de Huesca, y aperición del mismo en 1548, hecho y abierto ante el notario de Huesca, Luis Climente. – 1543-09-03. Huesca ES/AHPZ – C_PERGAMINOS/000004/000013.
  • Aprehensión a instancia de Martín Juan Dueso, farmacéutico de la ciudad de Barbastro, de 334 números de bienes de la Baronía de Huerto. Litigaron el Gran Maestre y comendador del Hospital de San Juan, el Comendador de Barbastro, el concejo y lugar de Huerto y Dª Beatriz de Altarriba, señora de la Baronía de Huerto, Almuniente y Permisán.. Parte 2 1650  ES/AHPZ – J/000336/000001.
  • Consignación que Pedro de Castro, en su nombre y en el de su mujer, Catalina, hace a Francisco Juan de Altarriba, señor de Huerto, de dos pensiones de 1000 sueldos barceloneses cargados sobre el General del reino de Aragón 1523/10/29 ES/AHPZ – P/001560/0009.

Volviendo a su castillo, este presenta un interior excavado en la roca, a la vez abovedado con sillares formando medio caño, que de acuerdo con el SIPCA debe de responder al siglo XII: -El interior de su techumbre rocosa se abovedó con sillares formando medio cañón, al estilo de lo usual en el siglo XII, época a la que debe de corresponder esta actuación-. Su origen posiblemente sea medieval, tal y como ha señalado recientemente, Adolfo Castán quien ha sugerido la posibilidad de que la sala excavada en la piedra (similar a la del castillo de Novales, que data del siglo XII) tuviera un origen medieval. Con posterioridad y hasta fechas recientes, fue utilizado como bodega. SIPCA – Resultados búsqueda sencilla de bienes arquitectónicos

El castillo de Huerto

El castillo se encuentra vinculado a una roca de arenisca: los restos conservados son una estancia excavada en la roca y una construcción cuadrangular de fábrica (un posible torreón) adosada en ángulo recto a la anterior y comunicada con la estancia excavada. Unas escaleras abiertas en la estancia situada en el interior de la arenisca parecen indicar que también sobre la roca habría algún elemento construido, que en la actualidad ha desaparecido totalmente. El cuerpo cuadrangular adosado pudo ser un torreón, actualmente desmochado a la altura de masa de arenisca. Está construido en sillería. En su muro sur se abre una puerta en arco de medio punto, de grandes dovelas. En su interior hay una estancia rectangular cubierta con bóveda de medio cañón. En sus muros se abren dos aspilleras rectangulares, muy derramadas hacia el interior, hacia donde presentan un vano adintelado sostenido por dos ménsulas convexas. La estancia excavada en la roca, que podría ser quizá más antigua, es una sala de planta aproximadamente rectangular, de 15 metros de longitud, cubierta con bóveda de cañón, que en su mitad norte fue embellecida con el añadido de sillares de piedra. Esa misma parte debió de estar dividida en dos pisos mediante forjado de madera, pues se abren todavía en el muro las hileras de mechinales que sujetarían las vigas. La estancia cuenta con tres galerías de comunicación con el exterior (una de ellas lleva al cuerpo construido occidental), más una escalera situada en el extremo norte de la sala: excavada en la piedra, consta de dos tramos dispuestos en codo.  

De acuerdo con Cristóbal Guitart, el castillo de Huerto existía en 1276 y data los restos que han llegado hasta nosotros en la segunda mitad del siglo XV (Alvira, Julio. Una tarde de viento en Huerto. Diario del AltoAragón del 26 de diciembre del 2004).

“Otras dos obras notables tiene el término de Huerto: el túnel o canal de 220 metros de longitud para conducir el agua al antiguo molino y la presa o azud en el Alcanadre para desviar aguas para riego” (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

Molino de las Covetas  

Se trata de un conjunto hidráulico de gran interés, compuesto por la toma de agua (se conservan restos de tres azudes en el Alcanadre), la canalización (acequia y mina subterránea) y el edificio del molino propiamente dicho, que fue reconvertido en una central eléctrica en época contemporánea.  
El molino data del siglo XVI. Su construcción, al igual que la de otras muchas obras arquitectónicas de la localidad (iglesia parroquial, ermita de Santo Domingo, castillo), está vinculada con la familia de los Altarriba, señores de Huerto, cuyo escudo se encontraba hasta hace unos años sobre la clave de la puerta del molino. Según Blázquez y Pallaruelo, puedo intervenir en la obra el maestro Juan Vélez de Hontanilla, que en los años centrales del siglo había realizado la obra de las fuentes de Cuenca y pudo asimismo ejecutar en Lanaja el acueducto del Caño, pues consta como habitante de esa localidad en 1558.   Se desconoce la fecha exacta de su construcción, conservándose, sin embargo, documentación referente a tres contratos de alquiler firmados en el mencionado siglo, el primero de los cuales data de 1566. En este documento aparece el nombre del maestro Juan Vélez, como encargado del mantenimiento de la mina de conducción de agua.   El interés de este molino radica en que, probablemente, se trataba de un molino de regolfo, el único de esta tipología existente en la provincia de Huesca, aunque no se ha conservado ningún elemento que permita confirmar esta hipótesis. Los molinos de regolfo se caracterizan por tener el rodete alojado en el interior de un cubo de piedra, que posibilitaría la generación de un efecto de “turbina”, que aumentaba considerablemente la potencia del molino. Estos molinos no fueron muy abundantes y en Aragón apenas se conservan cuatro de ellos, todos los cuales se encuentran en la comarca de la Ribera Baja del Ebro.   En el primer cuarto del siglo XX el molino fue reconvertido en central eléctrica por la empresa Eléctricas Reunidas de Zaragoza, lo cual supuso la transformación total del conjunto y la construcción de un nuevo azud. La central se mantuvo en funcionamiento hasta 1977 y a partir de este momento el conjunto quedó fuera de uso, iniciando un rápido proceso de deterioro.  

Ermita de Puymelero.

No hay que olvidar su ermita de Puymelero, en el monte de la miel, donde acuden en romería el tercer sábado de mayo, antes era el 15 de mayo. Se realiza misa, romance y comida en la ermita.

  • Y en Ballería hay que destacar el santuario de la Virgen de Puymelero, donde se veneraba una antigua imagen de madera de más de tres palmos de altura, morena -como otras de su tiempo- y con el Niño Jesús sobre el brazo izquierdo, así llama da por el sitio en que fue apreciada, en circunstancias ignoradas. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

  • En 1611 vivía el ilustre religioso de la Ínclita Orden de Malta, Pedro Soler Jaime; así como en 1639, Jerónimo de Lapiedra Suelves, ambos naturales de Huerto. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

  • El 25 de enero de 1752, el Concejo de Huerto permutó el solar junto a la casa, propiedad de José Labazuy, para construir allí la Casa Consistorial, por un campo de diez anegas, en la partida de Val demora. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).
El 14 de septiembre, La Correspondencia de España» informa la presencia de la banda del Cucaracha por las inmediaciones del pueblo de Huerto: «El alcalde de Sariñena participa que, a tres horas de aquella villa, jurisdicción de Huerto, se ha presentado una partida de hombres armados. Ayer había cierta agitación en Huesca a consecuencia de los rumores de aparición de una partida en el monte de Vallerías, jurisdicción de Huerto». 
  • En los años de 1970 se incorporó al Ayunta miento de Huerto, el colindante de Usón y vino después a su iglesia el bello retablo de Nuestra Se ñora de la Merced procedente de la antigua capilla del Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, de la Diputación Provincial de Huesca. (Broto Aparicio, Santiago. Huerto: A orillas del Guatizalema. Sus Hidalgos. Diario del AltoAragón – 23 de diciembre del 2001).

Huerto responde a un pueblo de tradiciones muy vivas, aunque algunas ya desaparecidas. Una de las importantes es la festividad de las mujeres para santa Águeda y el juego de las olletas (Santa Águeda y el juego de las olletas en Huerto). En navidad han recuperado y celebran el cabo d ‘ año, y siempre cuentan con jotas y rondas.

Diario del Altoaragón, 9 de enero del 2010.

Se hacían hogueras para san Sebastián y san Antón, “-¡Viva san Sebastián con la bota y el pan!-”. En la plaza había unos estribos y allí se hacían las hogueras, en la plaza Arnillas. Elisa Launa recuerda que sacaban al santo y se adornaba con cerezas, lo llevaban los mozos entrantes y cuando llegaba la imagen a la iglesia ya no llevaba cerezas, se las daban/tiraban los mozos a las mozas. Quizá era para san Antonio, que hubo tradición por la capilla de san Antonio que hizo la familia Escartín adosada en el siglo XVIII está dedicada a San Antonio hasta hace muy poco se hacía procesión para san Antonio-. También se celebraba la festividad de santa Bárbara.

 Fiestas en Huerto – Regionales Huerto  

En Los días 16, 17, 18 y 19 de este mes se han celebrado las fiestas que anualmente dedican los vecinos de este pueblo á su patrona Santa Engracia. El primer día, y según tradicional costumbre, marcha casi todo el vecindario con las Autoridades á la ermita de Santo Domingo, en donde se reúnen con los vecinos y Autoridades que también acuden de los pueblos de Alberuelá de Tubo y Usón, y todos, en solemne procesión, se dirigen á este pueblo con objeto de rendir el tributo de religiosidad y cariño á la citada Santa.   Á continuación se celebró la función religiosa, que resultó brillantísima, estando á cargo de los ilustrados párrocos de este pueblo, de Usón y de Alberuela de Tubo, ocupando la sagrada cátedra el virtuoso párroco de Chimillas D. Elías Corvinos, el que, con frases elocuentes, interpretó magistralmente la vida y virtudes de la Santa, cautivando la atención de los oyentes, que quedamos altamente complacidos al escucharle.   En cuanto á fiestas populares, estuvieron muy animadas, derrochándose alegrías y buen humor en toda la fiesta, pues además de estar las calles y plazas profusamente engalanadas y con extraordinarias iluminaciones eléctricas, la música alegraba á todas horas con su moderno y extenso repertorio al vecindario, que aplaudía el buen acierto de los jóvenes al traer el notable quinteto de Barbastro. Los bailes han dado la nota principal, lo mismo el público que el organizado por el Centro de «La Amistad», en donde aparte de las muchas señoritas de la localidad, tuvimos el gusto de saludar á las distinguidas jóvenes Pabla y Matilde Cáscales, de Sariñena; Felisa Viñau, de Laluenga; Carmen Ducons, de Lastanosa; María Labarta, de Usón, y otras muchas que sentimos no recordar. «Como detalle de lo mucho que se rindió culto á Terpsicore, diré que no sólo la gente joven lo hizo, pues hasta la famosa centenaria Bernarda, se permitió la humorada de bailar sus tres canciones de jota. Entre los muchos huéspedes que nos han honrado estos días estaba don Blas Sarrate y don Joaquín Paraled, de Sariñena.     Diario de Huesca – 26 de abril de 1912.  

Existía la calle de los bolos o del tiro al bolo, lo que indica que se debió de jugar a los bolos, desconociendo que modalidad. Elisa Launa la recuerda como la calle Tiro Bolo, una calle larga donde jugaban, echaban una bola con un palo, unos bolos redondos y unos mozos con una vara. En la plaza hay un frontón, muy típico de muchos lugares aragoneses.

Siempre queda abierta la posibilidad que en Huerto hubiese existido dance. Pablo Gracia apunta que ha existido una casa llamada del gaitero, no sería nada extraño en una comarca con gran tradición en dance aragonés.

En la plaza, una fuente ornamental con forma de árbol por el que brota el agua, diseñada por el arquitecto Carlos Aranda, recuerda la llegada de las obras de los Riegos del Alto Aragón y el agua del Canal del Cinca. A partir de 1985 la transformación agraria en su conversión a regadío da un importante impulso a la localidad monegrina. Localidad que como muchas otras continúa luchando contra el mal endémico del medio rural que es la despoblación.

Gracias a Pablo Gracia, Maribel Ferrer, Marimar Alquezar, Conchita Casbas y Tere Zubiri. Fotografías de Pablo Gracia.

Cucaracha, 150 años de su muerte


Comienza el mes cucarachero, cucaracho, el mes internacional del cucaracha, el año chino de la cucaracha, la constelación de la cucaracha… Comienza un mes revolucionario, rebelde, donde un bandolero vuelve a irrumpir en la historia reivindicando su lugar y obra.

Del cruel y despiadado bandolero monegrino que por la sierra de Alcubierre se escondía.

No pide perdón por sus daños, por el dolor ocasionado, no se arrepiente de sus muertes.

Tampoco piden perdón los piratas ni otros bandoleros. Tampoco pide perdón el hambre ni la sed ni la explotación.

Tampoco requiere de tu aprobación y, si quieres la verdad, poco o nada le importa tu opinión.

Si quieres saber de él, ya sabes su paradero, por la sierra de Alcubierre, donde su memoria permanece viva.

Mariano Gavín Suñen: El bandido Cucaracha, asesinado el 28 de febrero de 1875.

La historia de una rebeldía. Textos cucaracheros, textos subversivos.

Relación de textos que se irán publicando a lo largo de este mes de febrero.

¡Asesino!

-El muy cabrón no quería trabajar, vivir sin dar palo al agua, el muy sinvergüenza. Un vividor, ese maldito desgraciado, ya le hubiera enseñado yo bien, si señor, a palos. Eso sí, a beber y comer como el que más, buen trago porrón y buen apretón a la bota de vino y a fanfarronear de quitar lo que otros a bien nos hemos ganado. ¿Quién se cree que es? ¿El Robin Hood aragonés?, maldito desgraciado, bandido y asesino de niños. –  

-Si hasta le di faena, de repatán y a segar en verano y el muy desgraciado se escaqueaba del trabajo y encima era el que más se quejaba y reclamaba. Perro, el más perro de toda la comarca, que sin trabajar quiere comer cordero y llenar el granero. –

-Tira p´al monte, mierda de desgraciado, ladrón ruin y cobarde, escapa, huye y escóndete en la sierra, que no te pille. Siempre romanceando, siempre quejándose, malnacido. ¿Quién se cree que es? ¿El Curro Jiménez aragonés? -.  

-Asesino cruel, capaz de lo más despiadado y sanguinario, ¿A cuántos quemaron vivos? ¿A cuántos?? ¡Ojalá ardas en el infierno maldito cabrón! –

-¡¡Han matado al Cucaracha!!- Todos corren a ver su cadáver tirado en la plaza, los críos salen de la escuela, se juntan todos en la plaza, lo contemplan y perdido el miedo, ante su cuerpo ya sin vida, comienzan a gritarle -¡ladrón!- -¡asesino!-, algunos le escupen incluso recibe alguna que otra patada su cuerpo inerte.

A Gregoria se le escapa una lagrima que rápidamente trata de disimular, prudentemente se retira de la plaza. Solo unos pocos lo contemplan a la distancia, contienen su rabia. ¡Hay esperanza! – ¡Asesinos! ¡Malditos asesinos! -.

Cucaracha

Asquerosa, repugnante cucaracha. Insecto, que corretea velozmente, huidiza, sucia cucaracha vector de enfermedades, asco es decir poco.

Sin embargo, a lo largo de la historia y en distintas civilizaciones ha sido considerada como símbolo de residencia y persistencia. Y esto no deja de ser una rebeldía en sí misma. Un giro inesperado.

Es resistente. La cucaracha es capaz de sobrevivir en condiciones extremas, podemos exagerar y decir que sobreviviría a una hecatombe nuclear pero no al insecticida de Mercadona. Son rápidas y huidizas, son astutas y se adaptan y reaccionan mucho más rápido que los humanos ante cualquier estimulo o contacto.

La mitología griega la asocia con la diosa de la oscuridad y la noche, a la diosa Nix; como ser del reino de las sombras que habita en los rincones más oscuros del mundo. Incluso existía la creencia que la cucaracha tiene la capacidad de predecir el futuro siendo mensajera de los dioses del inframundo, por ello les conferían un estatus especial en la mitología griega.

Igualmente, los egipcios la consideraban símbolo de resistencia y supervivencia, siendo asociada con la oscuridad y la impureza, especialmente por habitar lugares oscuros, sucios, en desechos y escombros “Se creía que las cucarachas tenían la capacidad de superar grandes desafíos y que eran mensajeras de los dioses en el reino terrenal. Su capacidad para sobrevivir en condiciones adversas las convertía en criaturas admiradas por su tenacidad y resistencia, lo que las hacía dignas de aparecer en las leyendas y mitos de la antigua civilización egipcia”.

En la cultura china, la cucaracha también se asocia con la inmortalidad y la capacidad de superar obstáculos y las tribus nativas de Australia creían que su presencia estaba relacionada con la capacidad de adaptarse a los cambios y de encontrar oportunidades en situaciones difíciles.

En la religión cristiana, la biblia la relaciona con el hambre y la pobreza.

Según G. H. Monod (Revue rose, 27 de junio de 1896), las cucarachas son altruistas. Este autor había encerrado en un recipiente algunas cucarachas para que sirvieran de alimento a un lagarto. Huyendo del lagarto, cayó una cucaracha al agua; inmediatamente las otras cucarachas, interrumpiendo su huida, fueron a ayudar a su compañera; olvidando el peligro en que ellas mismas se encontraban, realizaron un verdadero salvamento, ayudándose entre sí para conseguirlo (Diario de Huesca del 23 de octubre de 1896).

Así, que la percepción de la cucaracha tiene algo de subjetiva, hasta de contradictoria e incluso antagónica; quizá podamos decir hasta manifiestamente rebelde y revolucionaría.

Pues imagínate una metamorfosis kafkiana mudando a una cucaracha.

Imagínate ser…, ¡ser Cucaracha!.

Sierra rebelde

Sierra rebeldía, sierra brava, sierra escondida que das cobijo a bandoleros, forajidos y proscritos de la ley; a insurrectos e insurgentes. Sierra rebelde que te alzas entre secanos y yermos y te resistes a hundirte en plena depresión del Valle del Ebro. Desafías al llano, a tierra plana, a la árida comarca de Los Monegros y te elevas rebelde, destacando sobre el horizonte para quien sabe contemplarte, para quien sabe detenerse y apreciarte. Para quien sabe quererte.

Sierra a medio camino entre los Pirineos que tanto desde aquí se contemplan y las serranías turolenses, corazón de Aragón y al oeste el Moncayo, mientras, serpenteante, pasa sigiloso al sur el Ebro. Sobresales con tus abruptas caídas. Suben y bajan labradores, segadores, pastores, leñadores y carboneros, negros como un tizón, como la sierra, como estos montes rabiosos y desafiantes, estos salvajes montes negros. El sol aquí no quema, aquí arde.

Indomable sierra, al igual que tus barrancos y vales. Guarida de bandoleros, cuevas de San Caprasio. Cabalgan y recorren a pie, a cada paso tus montes, tus quebrados cerros y lomas. En ti se esconden y en ti se refugian, sierra rebeldía, hogar de hombres de destino incierto. Ningún río discurre por esta maldita sierra.

Son tierras lejanas, en medio de la nada. Donde adentrarse conlleva peligros. Dicen aquí solo moran los diablos, dicen allí moran los demonios más perversos. Moran las cabras y chotos, rebaños que pastan en tus acantilados sin mar, brincando por sus enriscadas laderas de la sierra rebelde, con sus cuernos y barbas de chivos que inevitablemente evocan al mismo Satanás, a Belcebú, a Lucifer… ¡al mismo diablo!

Sierra de sobrevivir, de hambre y sed. Sierra de cazadores y furtivos, de trampas, huroneo, lazos… Refugio de brujas, sierra rebelde que acoges a pesar de la dureza que imprimes, de veranos ardientes e inviernos heladores. En ti se refugiaron cuando las tropas francesas asediaban Zaragoza en su segundo Sitio. También con el estallido de la guerra civil muchos en ti buscaron cobijo. Sierra revolucionaría y libertaría, de trincheras cavadas a pico y pala. Aquí tomaron posiciones fuerzas libertarias, fuerzas de Durruti y del POUM. Por aquí anduvieron los maquis. Sierra de historia.

Sierra que proteges, en ti mece el cierzo la bandera de la libertad ya que, en esta tierra, el cierzo nunca tiene compasión. Donde sobrevuela magna el águila real o el águila culebrera. Donde has forjado a fuego leyendas.

Pues siempre dirán que por la sierra de Alcubierre, por la sierra rebelde, se pasea el Cucaracha, siendo un hombre tan pequeño, cuanto respeto que causa.

Un hombre enorme, una sierra de leyendas. La sierra de Alcubierre.

Allí moran, según dicen, los demonios más perversos.” (El Cantar de Roldán. Transcripción de Redoli Morales (2006: LXXVIII, vv. 1773- 1786).

Ya nadie cuenta sus historias

Nadie cuenta ya sus historias. Nadie narra sus andanzas, sus aventuras, sus hazañas, sus correrías… Nadie las relata ya sentados en las cadieras al calor de fogaril o en las noches veraniegas a la fresca. Nadie las cuenta en los paseos por el pueblo, en el banco al sol o a la sombra del viejo olmo, en el mentidero, en la placeta o en el cruce. Nadie cuenta la historia de aquel celebre bandolero que dominó la comarca y mantuvo en jaque a la guardia civil, aquel que por nombre llevaba Mariano Gavín Suñen.

Ya nadie cuenta historias del bandido Cucaracha y su banda, se pierde esa transmisión oral, esa sabiduría popular que, consciente de la dureza del personaje, de sus atrocidades, lo ha transmitido en esa rebeldía que él mismo imprimió en su malograda vida.

Ladrón de ricos, azote de caciques, de ricachones chulescos, justiciero que a ellos quitaba y al pueblo daba.

A pesar de sus oscuros hechos, su leyenda siempre vuelve a resurgir, como gran bandolero. Desafiando al poder, al orden y a la ley, ideando planeados asaltos y secuestros, de ingeniosas escaramuzas, de escondites y evasiones e intensos fuegos a trabucazos o a escopetazos, con su escopeta de dos cañones o su carabina Remington, contra las fuerzas de la guardia civil.

Su afilada navaja bandolera de carraca, su impronta curtida en asesinatos, en crueles asesinatos, ya no es protagonista en sus historias por contar. 

Ya nadie cuenta sus historias en la siega, ni recogiendo el esparto, ni en la huerta… ya no cuentan sus historias los leñadores, ni los pastores y rebadanes, subiendo a la sierra, en carros o yendo a pie. Ya nadie cuenta sus historias en el rancho, entre trago y trago a la bota de vino o al porrón.

Ya nadie cuenta aquellas historias que se contaban y lo han perpetuado en la memoria colectiva. Pues la transmisión oral no deja de ser la misma esencia de su historia, que ha hecho que siga viva, viva en la tradición oral y nosotros mismos seamos motores de transmisión oral de la historia de un bandolero que siempre será leyenda.

A mi amor Jobita

Justo antes del anochecer, cuando el sol cae en el horizonte y el cielo se prende de ardientes colores, de cálidas tonalidades rojizas, fucsias, anaranjadas o intensos amarillentos, pienso en ti. Cuando la oscuridad se impone, arriba, en la fría sierra, y el silencio se adueña del monte pienso en ti. En las noches estrelladas, pienso tanto en ti como estrellas brillan en el firmamento. Y pienso en ti en las noches de luna llena, deslumbrado, sabiendo que incluso brillas más que el sol en cada amanecer.

A veces contemplo de lejos el pequeño pueblo de Alcubierre, imagino entrar en casa, con el calor del hogar y tu recostada y yo despertándote con un suave beso sobre tu mejilla, a lo que me sonríes, cómplice, mientras te arropo con la manta de lana de azul oscuro que tu madre tejió en su último invierno.

Pienso en ti cuando presiento la muerte tras de mí, cuando el miedo me invade y me estremece, cuando he de ser valiente en vez de temeroso, pienso en ti y la fuerza me brota rabiosa, maldiciendo la vida que me echó al monte. Pienso en ti cuando no encuentro salida, cuando acorralado doy todo por perdido. Pienso en ti porque es lo único que me hace tirar p`alante, porque no hay nada en la vida que me importe más que tú.

Pienso en ti cuando veo volar al águila real y pienso en ti al ver los ababoles inundar los dorados campos de cebada mecidos al cierzo. El tomillo y el romero me recuerdan tanto a ti, bajo esa sabina en la que fuimos eternos, en esa primavera que nunca olvidaremos. Cuando aún teníamos sueños.

Pienso en ti cuando la sed me ahoga, cuando la boira no me deja ver el camino, cuando el polvo no deja ver el sol, cuando la vida no me deja estar junto a ti. 

Y ahora pienso en ti, desde esta sierra perdida y rebelde que tantas distancias guarda, sabiendo que la despedida sin un -adiós- o un -hasta pronto cariño- está a punto de llegar. Oh Jobita de mi corazón, de mi maldito corazón de bandolero, me maldecirás por la vida que no te he sabido dar.

Siento no poder despertar a tu lado, en nuestra humilde casa de Alcubierre, ahora mi hogar es la sierra, solo ella me da el amparo y la libertad para existir, pero sin ti no sé vivir, sin ti la sierra es tierra quemada, tierra muerta, sin ti la sierra es el mismo infierno. Parece que he vendido mi alma al diablo y solamente sé que estoy vivo porque aún mi corazón late por ti.

Sierra de Alcubierre, 14 de febrero de 1875.
¡Te quiero Jobita!, El Cucaracha.

Carta de Jobita

Pocos sabéis de mí, más bien nada, pues siempre he sido la mujer del Cucaracha, de aquel bandolero célebre al que todo el mundo temía en esta redolada del mundo llamada Los Monegros.

Lejos quedan aquellos años felices de noviazgo que acabaron en boda. Pronto las ilusiones y los sueños se esfumaron, quería tener familia, pero a Mariano le gustó más sus correrías, desaparecer durante días e incluso semanas, hasta que de repente desapareció.

Había aparecido un chico muerto, yo no quise creerlo, pero te culpaban. Huiste a Francia y aquí me dejaste, sola, abandonada, sin saber nada de ti, sin saber que hacer, sobreviviendo como podía, mendigando entre familiares. Luego supe que me mandabas dineros que nunca recibí.

A tu regreso todo fue a peor, cuando ya te echaste a la sierra y hasta formaste cuadrilla de bandolero, tu eras el líder. En el pueblo me miraban mal, nadie me dirigía la palabra, nadie quería darme su amistad, me dejaron de lado. Algunos venían a preguntar a casa si sabía algo de ti, que dónde estabas o si rondabas alguna noche por casa. Yo callaba y aguantaba, luego lloraba toda la noche, temblaba de miedo, asustada, en una casa fría y vacía.

Aquella desgracia me corroía, me perseguía. Sentía los cuchicheos, los rumores de queridas que tenías en distintos lugares o las continuas noticias que ya te habían cogido. He notado vuestras miradas hirientes, los murmullos cuando pasaba, aunque nadie se atrevía a decirme nada a la cara, teníais miedo de Mariano, sabíais que si me pasaba algo lo pagarías con vuestra vida.

Tu siempre tiraste a la sierra, como una llamada a lo salvaje que inevitablemente pudo contigo hasta el fin de tus días. Incluso traté en seguirte y hasta me detuvieron la guardia civil. A pesar de todo siempre te quise.

Ahora siento pena y rabia y a la vez un triste alivio que me invade sin verdaderamente entender que va ser de mí, sintiendo que esta herida nunca cicatrizará. Quizá ahora pueda encontrar algo de paz aun cargando tanto dolor y vacío que me queda por arrastrar toda mi vida. Porque fuiste mi vida y también mi muerte.

Gracias a Rafael Andolz Canela

Aunque sin duda es gracias a la transmisión oral, que se ha conservado gran parte de las historias del bandido Cucaracha, es a Rafael Andolz Canela, gran etnólogo aragonés, a quien se debe el gran trabajo sobre la vida del célebre bandolero monegrino.

Rafael Andolz Canela, escritor aragonés, ha sido, ante todo, un gran amante de la cultura aragonesa, publicando gran número de artículos y libros. Andolz nace en Jaca el 23 de septiembre de 1926 y ejerce de sacerdote, además de investigar como etnógrafo la cultura aragonesa. Considerado, además de escritor, filólogo y lexicógrafo es fundador del Consello d´a Fabla Aragonesa. Igualmente es profesor de bachillerato y miembro del Instituto Aragonés de Antropología, entre otras muchas actividades que desarrolla a lo largo de su vida.

Para conocer la figura del bandido Cucaracha, Rafael Andolz Canela recorre las diferentes localidades, así como los diferentes lugares y parajes monegrinos por los que campa el bandido, recogiendo testimonios y tradición oral sobre el bandido Cucaracha. Un trabajo minucioso, aportando gran detalle, de personajes, informantes, fechas, toponimia… donde, además de aportar gran cantidad de testimonios, realiza la consulta de partes de la guardia civil, partidas de defunción o de noticias aparecidas en la época del bandolero.

Así, en 1982 Rafael Andolz publica “El Bandido Cucaracha y Puchaman de Lobarre” (Biografías aragonesas). Andolz es el primer refundador de la vida de Mariano Gavín Suñen, narrando la vida del Cucaracha aportando el contexto exacto de la vida rural del profundo secano aragonés de aquella época. A su vez, es reseñable la sensibilidad de Andolz transmitiendo la historia recogiendo las particularidades propias del aragonés de la tierra. Pues seguramente, Cucaracha hablaba un aragonés bastante completo.  

Rafael Andolz Canela fallece en Huesca el 9 de octubre de 1998.

En el 150 aniversario de la muerte del Cucaracha, desde Os Monegros queremos mostrar nuestro agradecimiento y reconocimiento a Rafael Andolz Canela, por “El Bandido Cucaracha” pero también por toda su extensa y magnifica obra sobre la cultura aragonesa. ¡Gracias Rafael Andolz Canela!.

El Cucaracha

En la tradición oral, el alias de «El Cucaracha» viene dado por su constitución de baja estatura, flaco, de piel morena y siempre vestido de negro. Una versión que los mayores de Alcubierre siempre han conocido y reconocen como autentica. De esta forma, el apodo de «El Cucaracha» responde a la formación típica de apodo o mote aragonés que, de forma irónica, sarcástica y/o socarrona, pone en evidencia un aspecto físico o de carácter, que lo resalta, lo pone en valor o lo ridiculiza.

Pero uno de los orígenes que más ha transcendido ha sido el que nos aporta Rafael Andolz, relacionado con la canción de “La Cucaracha”, que de crio Mariano Gavín Suñen cantaba y bailaba. Canción que la borda, señala Andolz, “Tanto y tan bien que en el pueblo todo el mundo llama al chaval “Cucaracha”. Sin embargo, Andolz aporta únicamente los dos primeros versos de la famosa estrofa: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

Estos versos se popularizaron con la revolución mexicana en 1910, años más tarde que viviese Mariano Gavín Suñen (1838-1875). Aunque su origen es impreciso de datar, la primera referencia encontrada viene de la mano de Rafael Sánchez Escobar, periodista de Veracruz que se ganaba la vida tocando el piano. De ideologías revolucionarias, tocaba el piano en las cantinas de Monterey. El 24 de abril de 1914, un militar revolucionario lo requirió para amenizar a su tropa para lo que Rafael Sánchez Escobar tocó una canción que le cantaba su madre, una tonadita que así decía: “La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque le falta, porque le falta cuartilla para almorzar”. La canción de estribillo pegadizo pronto coge fama entre las fuerzas dedicándola al presidente Victoriano Huertas, alcohólico, gran consumidor de marihuana y cojo “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque le falta, marihuana que fumar”.

«La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar;
porque no tiene, porque le falta
la patita de atrás.«

La canción revolucionaria se convierte en todo un himno de la revolución mexicana y pronto se extiende al ejército de Pancho Villa. Un revolucionario, Pancho Villa que, en sus inicios, al parecer, también ejerce de bandolero, según la historiografía, al igual que nuestro protagonista el bandido Cucaracha. Incluso hay versiones variopintas de “La Cucaracha” dedicadas al líder revolucionario, pues la canción fue usada para burlarse del adversario por ambos bandos. Curiosamente, años más tarde Pancho Villa estuvo presente en la guerra española de 1936, como alias de un líder anarcosindicalista y combatiente de la Columna Ascaso y miembro del comité revolucionario de Grañén. Parece que todo se quiere relacionar sin llegar a tener relación.

Hay que decir que la popularidad y la relevancia histórica de “La Cucaracha” ha tenido un amplio desarrollo en la realización de estudios e investigaciones en México, por conocer los orígenes del popular corrido. La aproximación les ha traído a España, aunque ninguna de las referencias recoge las estrofas características que Andolz cita: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

«Corrido de la Cucaracha», de Antonio Vanegas Arroyo (Litografía de 1915). “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque no tiene dinero para gastar.”

Así, estrofas de la popular canción mexicana aparecen recogidas por primera vez en 1859 por Fernán Caballero (Cuentos y Poesías Populares, 1859), aunque diferentes fuentes citan que posiblemente ya existía hacia 1818. También, unos años después, en Cantos Populares de 1883 de Francisco Rodríguez. Ambas obras incluyen estrofas que posteriormente fueron usadas en las versiones mexicanas.

Además, el corrido, registrado por el poeta y folclorista Francisco Rodríguez Marín, cuentan que su letra original hace alusión al enfrentamiento entre cristianos y moros, el cual concluye en 1492 con la rendición de la Alhambra por parte de estos últimos. Alberto Lira Hernández dice que los llaman “Cucaracha” igual por las barbas de los moros. Esto último nos lleva a relacionarlo con las representaciones de “moros y cristianos” tan presentes en los dances aragoneses y en especial en los dances monegrinos. Podría ser, pero carece de consistencia.

Después de todo lo expuesto, es curioso que Rafael Andolz inventase el origen de “El Cucaracha” y quizá solo fue un recurso literario al novelar su historia, o tal vez aquella versión existió en la tradición oral, aunque en Alcubierre no la reconozcan. En fin, que la leyenda del Cucaracha no deja de estar llena de misterios, incógnitas, dudas… que es lo propio de un personaje de leyenda como es nuestro bandolero “El Cucaracha”.

Una historia que traspasa continentes pues incluso hay quien asegura que El Cucaracha no murió aquel 28 de febrero de 1875, sino que cruzó el charco recalando en Cuba donde continúo su oficio de bandolero. Allí formó de nuevo su banda, toda una partida de filibusteros, quizá hasta de piratas y próximos revolucionarios. Cuentan que murió allí en Cuba, lejos de su sierra rebelde, de su sierra revolucionaria de Alcubierre: “Dicen de la Habana que ha sido batida una partida filibustera matando al cabecilla Cucaracha y haciendo presos a los individuos Delgado y Acosta, a quienes se condujo a Bejucal. Se han presentado más individuos de la anterior partida.” (Diario de Huesca – 23 de noviembre de 1897).

Corrido del Cucaracha

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
le envenenaron el vino
y en el corral de l
`Anica
lo cogieron sin vida.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Si no es por ello nadie le alcanza
pues no hay nada más verdadero
que ya solo queda la venganza
por la muerte del bandolero.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
que ya es leyenda
y por la sierra camina
su presencia que es eterna.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Oferta de empleo

Cuadrilla de bandolerosbusca experto en bandolerismo:

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Presentación de las ofertas en las distintas guaridas de la banda por la sierra de Alcubierre.

Reflexiones entorno al Cucaracha con Paco Paricio, titiriteros de Binéfar.

Peñalbeta

Al pie de la sierra, de la sierra de Alcubierre, posado al este, el viejo despoblado de Peñalbeta se resiste a desaparecer. Es en el monte de Lanaja, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, cruce con el camino de Lanaja a Castejón de Monegros.

Peña Albar, peña Albeta, bajo una oscura sierra que ha dado nombre a Los Monegros. Blanquecina brillabas generando un contraste que ya es difícil de percibir, a medida que tu memoria se perdía en los tiempos que dejamos atrás. Tiempos que hemos dejado atrás, en esas montañas de enrona donde los recuerdos son tan difíciles de encontrar. Donde ni si quiera nadie busca. Donde quedan ocultos, sepultados en el cruel olvido.

Y próxima a ti, sobre una leve elevación, igual en ruinas, casi ya desaparecida iglesia de san Martín, donde posan unos cuervos y, a veces, una huidiza águila real. Apenas se aprecia tu contorno y el frágil arco de ladrillo. Solo hablan de desaparición.  

Fotografía robada a José Luis Ona González. Autoría del hurto «El Cucaracha».

Resiste Peñalbeta, despoblado formado por un conjunto de aldeas, de casetas de monte que así son conocidas en Lanaja. Sus muros de piedra, sus arcos de ladrillo, construcciones tradicionales se resisten a medida que se derrumban ante lo inevitable. A duras penas resisten algunos tejados, mientras otros yacen caídos mientras los muros siguen el mismo camino.

Ya no es lugar de paso, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón. Aquel que tras pasar Sariñena pasaba por la Cartuja de las Fuentes hasta Peñalbeta, donde estaban los percherones, los caballos que ayudaban a superar los carros la subida a San Caprasio por Val Zaragoza y que luego por Farlete emprendía el descenso hasta Zaragoza.

Pobres aldeas, las aldeas de Macario, el Carlista, el Casero, de Juan Mariano, del Torralbes, de Hilario, de Quiterio, de los Pallarueleros, la posada de Lorda o la del Borrachón. Algunas, por sus grandes portadas, quizá del siglo XVI o XVII, apunta el arqueólogo José Luis Ona González.

Y por ti anduvo el célebre bandolero El Cucaracha, cerca le dieron muerte, en el corral de l´Anica. Bien podríamos volver a darte vida Peñalbeta, bien podríamos hacer de ti un centro de interpretación del bandolerismo, del bandido Cucaracha y su banda. Bien podría volver a ser lugar de paso, de excursiones por el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, de refugio, donde poder descansar y volvernos a encontrar con la historia de esta tierra, de nuestra memoria, de su gente y de esta sierra rebelde y bandolera que resiste ¡Resiste Peñalbeta!.  

Manifiesto Cucarachero

A todas las mañanas que florecen libres.

A todas las almas libres que se abarcan desde estos parajes de la sierra de Alcubierre.

A cada rojo ababol y a todas las flores que alegran a mi Jobita de mi corazón.

A cada rayo de sol que iluminan de esperanza cada día.

A los rabiosos secanos granados de cebadas y trigos mecidos al cierzo.

A cada paso dado en estos montes de Los Monegros, a cada huella hundida en el polvo.

A todas las ilusiones y sueños que luchan por hacerse realidad.

A todas las nubes que traen lluvia y a los pajarillos que cantan alegremente con cada gota.

A todas las balsas que rebosan los cantaros y pozales.

A todos los bandidos y forajidos, a los sin tierra y a los nadie.

A todas las brujas que tanto persiguieron.

A todas estas boiras que no nos detienen y al final nos dejan ver.

Al inquebrantable mallacán.

A cada atardecer y cada cielo que se prende fuego advirtiendo de la próxima batalla.

A cada batalla por ganar.

A todas esas hogueras que nunca dejan de arder.

A todas esas purnas que salpican el firmamento en infinitas estrellas.

A la luna que acompaña en soledad.

A cada utopía que no dejamos perder en cada horizonte y perseguimos hasta un nuevo amanecer con rasmia y sin reblar.

Que retumbe mi voz desde esta sierra rebelde que aquí hay un hogar y un paisaje. Y brindemos, brindemos con vino como si no hubiese un mañana..

250 años de la caída del meteorito de Sena


Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 104, págs. 52-56, octubre 2023.

Este año 2023 es pródigo en efemérides que se refieren a nuestro pueblo. Además de celebrar el quincuagésimo aniversario de la fundación de la Asociación Cultural, y también de la recuperación de las Coplillas, se cumplen 250 años de la caída del meteorito de Sena, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773, y que, como sabemos, es la más antigua registrada en España. Por este motivo el meteorito de Sena ha sido objeto de atención de distintos medios de comunicación desde hace unos meses, y está en curso una solicitud de la Agrupación Astronómica de Huesca para que pueda exhibirse en nuestra provincia coincidiendo con el aniversario.

Al margen de los aspectos científicos y de clasificación, de los que se han ocupado hace años un buen número de publicaciones relacionadas con la ciencia de los meteoritos, El Tarirán ya se ocupó ampliamente, entre 1999 y 2007, de los pormenores y el contexto de esta caída, con un primer artículo de Alberto Galindo en 1999, al que siguieron otros artículos o notas de María Jesús Nassarre, Miguel Ángel Lordán, Alfonso Campoy, Jesús Cancer y finalmente de Alberto Galindo en 2007. El próximo aniversario nos brinda la oportunidad de volver a ocuparnos del meteorito, que se exhibe en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (en adelante MNCN), y aportar nuevas informaciones sobre aspectos no suficientemente aclarados, como el lugar exacto de la caída.

El meteorito de Sena, en Google Arts and Culture

Google Arts & Culture (https://artsandculture.google.com/) es una plataforma de Google puesta en servicio en 2011, que permite acceder a una recopilación de imágenes en alta resolución de obras u objetos expuestos en múltiples museos, así como a un recorrido virtual por las galerías en las que se encuentran. Permite visualizar más de 200.000 piezas de arte y un total de 6 millones de fotos, vídeos, manuscritos y otros documentos relacionados con el arte, la cultura y la historia, en más de 2000 instituciones culturales de más de 80 países.

Sección dedicada a los meteoritos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. El meteorito de Sena es el primero de la parte inferior izquierda en la primera vitrina. A la derecha, detalle con la leyenda “Caída más antigua conocida de España”.(https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw).

Uno de los museos que colabora con la plataforma de Google es el MNCN de Madrid, cuyo patrimonio figura entre los más importantes del mundo. Custodia más de 11 millones de ejemplares en sus colecciones de historia natural, entre las cuales se encuentra la de meteoritos (Cuadro I), con unos 240 ejemplares, una quinta parte de los cuales procede de España. Para su visualización en Google Arts & Culture, el MNCN ha seleccionado, de entre sus millones de ejemplares, unas 160 piezas únicas, vídeos e imágenes en alta calidad. Entre ellas, el meteorito caído en Sena en 1773, el más antiguo de la colección, que se muestra al final del reportaje en el enlace https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw

El análisis de Proust y la dispersión del meteorito de Sena

El meteorito de Sena cayó en 1773, pero su análisis no se publicó hasta 1804, y de ello se encargó nada menos que Luis Proust, uno de los fundadores de la química moderna (Cuadro II).

Izquierda: etiqueta histórica del meteorito de Sena, mostrando los resultados del análisis de Luis Proust (Servicio de fotografía del MNCN). Derecha: página del título de la obra Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena (Proust 1804).

Luis Proust, cuya ley de las Proporciones Definidas, de las Proporciones Constantes, o sencillamente Ley de Proust se estudia y se utiliza ya desde la enseñanza secundaria, fue un farmacéutico y químico francés, aunque realizó la mayor parte de su carrera en España, en particular todas las investigaciones -entre 1794 y 1804- que le llevaron a enunciar su famosa ley. Cuando se ocupó del meteorito era director del Laboratorio Real de Madrid. Proust analizó el fragmento, pero no sospechó de ninguna manera el origen extraterrestre de la piedra, algo que en la época todavía no se había establecido. Tras este primer análisis, posteriores estudios han permitido concluir que se trata de una condrita H4, uno de los tipos de meteorito más común. Posteriormente al análisis, el meteorito se ha dividido y repartido por diversas instituciones o colecciones del mundo. El fragmento mayor, de 1,7 kg, es el que se conserva en el MNCN. Otro de 113 g se conserva en el Muséum National d’Histoire Naturelle de París. Y hay fragmentos menores -algunos de hasta unos pocos centigramos- en Viena, Chicago, Berlín, Londres y otros muchos museos. El Cuadro III muestra algunos fragmentos o rótulos del meteorito de Sena repartidos por el mundo.

La controversia sobre el nombre: ¿de Sena, de Sijena1, de Sena de Sijena, de Villanueva…?

La caída del meteorito de Sena está perfectamente documentada. El capitán general de Aragón, Luis Manso, encargó una investigación exhaustiva, cuyos resultados constituyen un informe de 93 páginas manuscritas, el protocolo 169 del archivo del MNCN, a cuya digitalización se puede acceder libremente en internet (MNCN 1774). El título, que se muestra en la imagen, no ofrece dudas sobre el lugar de la caída, ya que tras el año y el encabezamiento podemos leer (aunque no sin esfuerzo, dada la caligrafía del escribano): “Sobre El suceso del día 17 de noviembre de dicho año, en que cayó una piedra en la Huerta de Sena”. Y el rastreo de los testimonios aportados permite establecer la zona exacta de la caída, con precisión de unas decenas de metros, como veremos en otro apartado.

Siendo así, ¿por qué la controversia sobre el nombre del meteorito, que aparece en distintas fuentes como de Sena, de Sijena, de Villanueva de Sijena o de Sena de Sijena? Hay tres razones que lo explican. La primera, que el pueblo de Sena pertenecía en la fecha de la caída al Señorío de Sijena, y así fue hasta bien entrado el siglo XIX. Esto se traducía incluso en el nombre “Sena de Sijena”, que aparece en muchos documentos. La segunda, y consecuencia de la primera, es que la autoridad administrativa que regía sobre Sena, Villanueva y otros pueblos del contorno tenía como título “Alcalde y juez ordinario del distrito y territorio del Monasterio de Sijena”, o también “Alcalde de la Real Casa de Sijena”. En 1773 el cargo lo desempeñaba Manuel Martínez, y es a quien se encarga la investigación y el que remite los documentos al Capitán General, que a su vez los envía al Rey. Así que en los documentos aparece siempre el alcalde de Sijena, lo que alimenta la confusión sobre el lugar. Y finalmente, aunque la pieza principal del meteorito cayó en la huerta de Sena, días después del impacto se encontraron pequeños fragmentos en la huerta de las inmediaciones del Monasterio de Sijena, remitidos al Capitán General conjuntamente con el fragmento principal. Ello justifica que en la vitrina del MNCN donde se expone el meteorito se rotule su procedencia como “Sena o Villanueva de Sixena (Huesca)”, como hemos visto en el Cuadro I.

¿Dónde cayó exactamente el meteorito?

El alcalde del Distrito y Territorio de Sijena, Manuel Martínez, cumplió con eficacia el encargo del Capitán General. Se recogen en la documentación unas 15 declaraciones de testigos directos o de personas que sabían de la caída, aparte de la del Prior-Párroco de Sena, Antonio Pano, a quien se le entregó la piedra en primera instancia. En el momento de la caída, sobre las 12:30 del mediodía, los declarantes estaban mayoritariamente en Sena, comenzando por los que se encontraban “haciendo la mediodiada” en un campo propiedad de Manuel Calvo, contiguo al que cayó la piedra, propiedad de Francisco González; entre el punto en que cayó la piedra y el que se encontraban había unos veinte pasos (16-17, 68, 70, 73)2. Otros declarantes estaban en Villanueva de Sijena, en la huerta del Monasterio, y en Sariñena, aparte de los que estaban con el ganado en Cajicorva, o volviendo del monte Sisallar. Las declaraciones sobre el lugar de la caída son coincidentes: cayó en un campo de la partida “Los Tapiados”, “frente del lugar, bajo del molino, a un tiro de bala de distancia de este mismo lugar” (77), “un campo que está bajo el molino y a corta distancia de este lugar” (70-71), o simplemente, la expresión más repetida, “bajo el Molino”. También “bajo la acequia, a corta distancia del lugar” (14). En cuanto a la dirección indican que procedía de “como de parte del monte llamado El Vedado, término de este lugar, entre el poniente y norte” (72), o “hacia el monte de Cajal” (78).

Los planos del Cuadro IV nos ayudan a fijar el lugar de la caída. La partida “Los Tapiados”, como su nombre indica, correspondería en la época a la zona de huertos cerrados con tapias situados justo al sur del pueblo. La ubicación “bajo el molino”, considerada desde el pueblo, nos permitiría situar los campos citados al sur de la posición de este edificio, hoy desaparecido, marcado con la letra M. Sin embargo, cabe preguntarse si los campos estarían contiguos al molino o algo más al sur. Las expresiones “frente del lugar”, “a un tiro de bala de distancia” o “a corta distancia del lugar” excluyen la posibilidad de una excesiva separación entre los campos y el molino. En cuanto a “bajo la acequia” parece referirse a la acequia del molino, ya que un campo situado justo bajo la acequia de la ribera no podría estar también “bajo el molino”, que está algo más abajo. Finalmente, hay un testimonio que oyó y presenció la caída viniendo de su viña, situada en la partida Malpartir, cuando estaba en el puente por el que el camino que viene del río cruza la acequia del molino, es decir el puente llamado “Rómiz”, marcado en los planos con la letra P (75). Este testigo también vio caer la piedra delante de él, en un campo “bajo el molino”, y ofrece un punto de vista alternativo de la misma caída vista desde otro ángulo. Todo ello nos lleva a la conclusión de que la piedra cayó en un campo justo al sur del molino, como mucho a unas decenas de metros. Se trataría de alguno de los campos situados bajo la letra M en los planos. En la imposibilidad de acceder al catastro de finales del siglo XVIII y cotejar la existencia de dos campos contiguos, uno de Manuel González y otro de Miguel Calvo, es la máxima precisión a la que podemos aspirar para fijar el lugar de la caída del meteorito de Sena.

Planos de la zona de la huerta de Sena en la que cayó el meteorito. A la izquierda, imagen actual de Google Earth. A la derecha, imagen del catastro de mediados del siglo XX, cuando aún existían el molino y su acequia. Tomaremos como referencias el colegio público Alberto Galindo (C) y la bajada del lavador (L). El antiguo molino (M), situado en la calle Urgelet y hoy desaparecido, tomaba agua de la acequia de la ribera (AR) para su funcionamiento. Tras mover la muela, el agua se evacuaba mediante la acequia del molino (AM), de curso curvo, que se cruzaba con el camino que sube desde el Alcanadre en el llamando puente de Rómiz (P). Hoy en día, la acequia del molino ya no existe, pero su antiguo trazado puede intuirse por la disposición de las parcelas, al menos en algunos tramos. (Datos catastrales del Ayuntamiento de Sena)

El informe sobre el meteorito

En febrero de 2007 se inauguró en el MNCN la exposición permanente de meteoritos. El texto explicativo que figuraba junto al de Sena ya fue publicado ese año en el número 70 de El Tarirán, (Cuadro V).

Al margen de este informe, que necesariamente omite muchos detalles, el acceso a la documentación completa de la carpeta 169 del archivo del MNCN permite obtener otros datos curiosos, al menos para la gente de Sena, aparte de los que nos han permitido la ubicación del lugar de la caída, que hemos comentado en el apartado anterior.

El Capitán General, Antonio Manso, declara haber recibido por parte del Alcalde de Sijena la información requerida junto a una caja sellada con la piedra, e igualmente “otro pedacito de Piedra, igual a la grande, que se cree parte de ella” por parte de las monjas de Sijena, “por medio del Recibidor de Malta en este Reino”. Y, tras proceder a su apertura en presencia de otros ilustres testigos, escribe:

Dejo a los sabios que discurran si la piedra fue erupción de la tierra, que la fermentación le dio impulso para elevarse hasta lo perceptible de la esfera Celeste, y que su gravedad la precipitó al paraje en que se vio caer; si algún torbellino levantó porción de materias que se unieron por la recíproca atracción que tendrían para juntarse formando la piedra, y que cayó esta de la Nube en que tuvo efecto esta operación; o que cayendo alguna exhalación mayor que las regulares, hallase la piedra en el territorio en que terminó su actividad, le comunicase su calor, la tostase en su superficie, y dejase el olor de sus materias que se notó. Yo solo digo por mí que el suceso, cuando no sea positivamente singular, no es común. (57-58)

Téngase en cuenta que, en la época, el hecho de que este tipo de piedras pudieran proceder del espacio exterior no era ni siquiera sospechado. Coherente con su idea de que el suceso no era “común”, el Capitán General requiere del Alcalde que “reciba nueva información sobre las particularidades siguientes”

1) Si se encuentran Piedras de igual naturaleza a la ocupada en el territorio de Sena, y su Comarca, y si se hallaban antes del suceso del día 17. Y caso de encontrarse se remitirán con la primera ocasión.

2) Si cayeron Piedras iguales en esa comarca, y de dónde han salido algunas que se han esparcido, y de las que tenía un pedazo dicho Excmo. Sr Capitán General, que le entregó un Caballero de San Juan. [El recibidor de Malta]

3) Si la Piedra bajó encendida o humeando.

4) Se examinarán asimismo testigos de de Sijena, Villanueva, Sena y Sariñena sobre el particular de haber oído los truenos, o ruidos en la hora que sucedieron, según resulta de la información, y se evacuará la cita del Prior de Sena, bien sea mediante declaración, o mediante oficio y Carta respuesta del mismo. (3)

Igualmente requiere

[…] información del suceso así de las personas que la vieron caer como de aquellas a quienes inmediatamente lo contaron, y la distancia a que se oyeron los truenos y ruidos indagando de los mismos del modo que cayó de la esfera celeste, si fue por línea recta y perpendicular o curva al modo que cae la piedra disparada hacia el horizonte, y en ese caso averiguará v.m. de dónde vino, si hay hacia aquella parte, o sus cercanías algún volcán que pudo despedirla (63)

No se puede negar que el Capitán General trató el tema con interés y rigor, y que, buscando explicaciones llegó a pensar hasta en los volcanes. De los testimonios obtenidos, totalmente concordantes y reiterados, entresacamos algunas frases representativas, que complementan o amplían la información del Cuadro V.

El hecho de que no parecía haber circunstancias meteorológicas capaces de causar el fenómeno se refleja en frases como “A mediodía, estando la esfera Celeste sin aparato de tempestad” (55) o “No había apariencia de tronada ni era tiempo regular para ello” (13-14).

Hay concordancia total en que los ruidos o detonaciones fueron tres: “Tres estruendos con poco intervalo de uno a otro” (13), o “en la esfera celeste tres estruendos muy fuertes con corto intervalo de uno a otro” (18). Algunos pensaron que se trataba de tiros “de artillería del castillo de Monzón” (31, 69).

Las descripciones más curiosas corresponden a lo que se oyó justo después: “Un susurro, como eco de campanas o cosa semejante” (73). Un pastor que se encontraba en Cajicorva “después del último estruendo notó y oyó también un ruido o eco como si fuera un panderillo guarnecido con sonajas o cascabillos que le parecía se dirigía a Sariñena” (18-19). Otro describe el sonido “como si por el aire pasara un enjambre grande de abejas” (75). Y aún: “Un susurro o eco como cuando de apartado se oyen los pífanos o flautines que usa la tropa” (14). Esta misma impresión llevó a otro a afirmar que “los que estábamos dentro de nuestras habitaciones oímos los estruendos solamente”, mientras que los que estaban al exterior oyeron además “el ruido continuo y particular como de cajas y pífanos”, de suerte que las mujeres que estaban en la calle baja del lugar se decían “vamos a ver los soldados que entran por el cabo alto del lugar. ¿No oyes los tambores y pífanos?” (40).

No cabe duda que los estruendos causaron temor en muchos. Lo expresan varios testigos que indican que buscaron refugio notando que “El cielo se abre o se rompe” (73). Unos ganaderos montañeses que volvían de dejar el ganado en el monte del Sisallar refirieron que “al pasar el puente que este lugar tiene construido en el rio Alcanadre habían oído los referidos estruendos de que se habían asustado mucho y atemorizado creyendo que se hundía el puente” (15). Otro testigo de Sariñena, temió por la suerte de la torre de la iglesia, algo deteriorada: “hizo juicio que había caído dicha torre y que eran resultas de ello dichos estruendos” (21).

También indicaron muchos que “faltaba una astilla o trozo” (71, 73-74, 75), que no fue hallado por más que se buscó. Probablemente se trataría de un pequeño fragmento que se separó en la caída y fue recogido algún día más tarde. Y, finalmente, algunos describen una estela dejada en el cielo por la piedra, como una “nubecilla de poco cuerpo y densidad como si fuese un pedazo de la niebla, vulgarmente boira” (76), algo que concordaría con las estelas persistentes dejadas por otros meteoritos avistados y documentados.

Referencias

MNCN (1774): Conjunto de informes manuscritos fechados entre noviembre de 1773 y enero de 1774, sobre la piedra caída en la Huerta de Sena. Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Arch. 169). Madrid. Consultable en http://simurg.csic.es/view/1617691

PROUST, Luis (1804): Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena en Aragon, el 17 de noviembre de 1773, Madrid, s/i, 40 págs.; resumen en: Variedades de literatura y artes, 3 (1804) 193, 257; PROUST, L: «Sur une pierre meteorique tombée aux environs de Sigena, en Aragon, dans l’année 1773», Journal de Physique, de Chimie et d’Histoire Naturelle, t. LX (1805), págs. 185-205.

El meteorito de Sena, También en el museo del Prado

Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 105, págs. 33-34, abril 2024.

El meteorito de Sena ha sido objeto de atención preferente en los últimos meses con motivo del 250º aniversario de su caída, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773. Ello ha propiciado, aparte de un artículo en El Tarirán, extensos reportajes y menciones en prensa, radio y televisión. Incluso hemos podido contemplar el meteorito en directo, sin necesidad de ir a su sede habitual en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, porque el Planetario de Aragón organizó en Huesca, de noviembre de 2023 a enero de 2024, una interesante exposición sobre meteoritos, en la cual el de Sena ocupaba la plaza de honor, como se ve en la fotografía adjunta. No era la primera vez que nuestro meteorito salía de su sede habitual del Museo de Ciencias: entre noviembre de 2013 y abril de 2014, y acompañado de otros meteoritos de la colección, se exhibió en el Museo Nacional del Prado complementando a un cuadro de Rubens, en una curiosa relación -a través de la Vía Láctea- que vamos a desgranar en los párrafos que siguen.

La Vía Láctea, nuestra galaxia

Es sabido que la Vía Láctea es el nombre de la galaxia en la que se encuentra situado nuestro sistema solar. Se trata de una galaxia de tipo espiral, con un diámetro de más de 100.000 años luz, integrada por entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Nuestro Sol es una de ellas, no de las más grandes, y situada en uno de los brazos. El nombre de Vía Láctea -literalmente, camino de leche- tiene relación con la apariencia que ofrece de noche, vista desde la Tierra, como una tenue y borrosa banda de luz blanca procedente de las estrellas y del gas interestelar que se hallan en el plano de la galaxia. Este fenómeno visual es fácil de entender a partir de las figuras: cuando desde un punto del Sistema Solar como la Tierra se mira de noche el firmamento en la dirección del plano de la galaxia se percibe la acumulación de estrellas y materia interestelar que la componen, mientras que en dirección perpendicular se percibe el firmamento más oscuro.

El origen de la Vía Láctea, según la mitología grecorromana

Según la leyenda, el dios Zeus (Júpiter para los romanos), “el padre de los dioses”, estaba casado con la diosa Hera (Juno para los romanos). Mantuvo una relación con Alcmena, una reina mortal, de la cual nació un hijo, Heracles (Hércules para los romanos), que era solamente un semidiós a causa de la falta de condición divina de la madre. Zeus pretendió que Hera amamantara a su hijastro Hércules, ya que su leche le hubiera conferido la inmortalidad, pero Hera, despechada, lo apartó bruscamente. Las gotas de leche derramada constituyen en el firmamento la Vía Láctea, el camino que conduce al Olimpo de los dioses. Esta leyenda mitológica fue objeto de diversas obras pictóricas, entre ellas el lienzo de Peter Paul Rubens El origen de la Vía Láctea, de 1636, encargado por el rey Felipe IV, una de las obras maestras de la colección del Museo Nacional del Prado.

La Vía Láctea y el meteorito de Sena en el Museo Nacional del Prado

Entre noviembre de 2013 y abril del 2014 se pudo ver en el Museo Nacional del Prado una curiosa exposición comisariada por el artista Miguel Ángel Blanco, un experimento de fusión consistente en la instalación de alrededor de 150 piezas de historia natural (minerales, animales naturalizados y en etanol, fósiles, esqueletos, e insectos) procedentes en su mayoría del Museo Nacional de Ciencias Naturales, junto a veinticinco obras de la colección del Museo de alguna manera relacionadas con ellas.

En la figura podemos ver uno de los montajes, que incluía una colección de meteoritos a modo de prolongación de las gotas de leche representadas en el lienzo El Nacimiento de la Vía Láctea, de Rubens, que como hemos visto narra el origen divino de esta galaxia. El programa de la exposición incluía interesantes comentarios sobre la fusión del cuadro y los meteoritos:

La aproximación mitológica a los fenómenos astrales visibles e intangibles se une al abordaje científico de una presencia tangible: la de los meteoritos que se precipitan sobre la tierra […] Estos fragmentos de cuerpos astrales parecen haberse desprendido del estrato pictórico para posarse junto a la obra y devolver a la tierra en forma de roca las gotas de aquel relato mítico. La mayoría de meteoritos que se desprenden sobre nuestro planeta provienen de un espacio legendario, el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, dos planetas con nombre de dios potente y amenazante como la fuerza de estos fragmentos al desprenderse de la bóveda celeste. (https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/historias-naturales-un-proyecto-de-miguel-angel/860d26d4-8793-4737-be9f-e744e5c2daf4)

El meteorito de Sena, que proviene efectivamente del cinturón de asteroides, se puede ver en la imagen, el primero a la derecha, como capitaneando la partida de meteoritos.

De esta curiosa manera se asoció, pues, durante unos meses, el meteorito de Sena con Peter Paul Rubens y la Vía Láctea bajo los auspicios del Museo Nacional del Prado.

El batán y los molinos de Sariñena


Sariñena, bañada por las aguas del Alcanadre, siempre ha poseído una rica huerta regada a través de sus acequias; aguas que además servían para mover un batán y sus diferentes molinos, tanto harineros como de aceites. Así lo define Pascual Madoz, en su diccionario geográfico-estadístico-histórico de 1845: “Tres eran las acequias madres, cuyo riego termina á ¾ de leg. de la población, impulsando además las máquinas de un batán, un molino harinero y otro de aceite.” (Las acequias de los lugares de Sariñena y Albalatillo).

La misma referencia aparece medio siglo antes a través Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792 “A igual distancia hay una ermita, muy capaz, del apóstol Santiago, que se cree fue de templarios, por los vestigios que se conservan. Otro molino de aceitunas y un batán contiguos son de particulares”, además Blecua y Paul apunta el molino harinero del complejo agropecuario de La Granja del monasterio de la Cartuja de las Fuentes.

No obstante, en el caso de los molinos, nos podemos remontar al 19 de diciembre de 1323 cuando se lleva a cabo una donación de bienes por parte de Pedro Jiménez de Sarasa y su esposa Teresa a favor del prior de Sariñena: ”Consistente en unas viñas, casas, 9 sueldos de treudo y la parte y derecho que ellos tenían en dicho molino harinero y trapero del Rey, situado en el término del citado concejo de Sariñena con 6 cuartales y 1 almudín. El objetivo de la donación era fundar una capellanía perpetua en el monasterio de Montearagón. En el escrito se dice que el molino tomaba el agua directamente del río Alcanadre.” (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza). 

Detalle de la parte inferior izquierda del pergamino en que figura el inventario del molino trapero y harinero de Sariñena de 1371 donde se aprecia el dibujo de unas líneas para expresar las medidas de las muelas.(Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza).

En 1371, un segundo pergamino, recoge un detallado inventario de bienes del llamado “molino harinero y trapero del Rey” con motivo de su arriendo. El documento queda recogido en la obra de Germán Navarro Espinach, “Molinos harineros en el reino de Aragón (Siglos XIV-XVI)”, citando que el molino estaba ubicado en el río Alcanadre. Para su inventario, apunta Navarro Espinach, entraron en su interior Domingo Redón, oficial de dicha villa en representación del abad de Montearagón, el señor del molino, junto con el arrendatario Sancho Conesa, escudero de Sariñena, y el notario Guillem Losa que levantó acta de todo lo que encontraron. A esto añade Navarro Espinach: “Medio siglo después de la donación anterior de 1323, un pergamino fechado el 22 de marzo de 1371 muestra en primer lugar la copia de un documento en el que el monasterio de Montearagón arrendó durante quince años a Sancho Conesa las partes correspondientes del molino del Rey de Sariñena, a saber, 16 cuartales y 3 almudes en total junto a las demás posesiones por el pago de 400 sueldos jaqueses, considerando las capellanías instituidas por Pedro Corona, María Corona y Pedro Jiménez de Sarasa, todas ellas dotadas con sus respectivas porciones del citado molino. Posteriormente, el monasterio como arrendador y Sancho Conesa como arrendatario entraron en el molino trapero y harinero de Sariñena con el notario para levantar acta de todo lo que había en su interior. En la parte inferior del pergamino se llegó a dibujar unas líneas para representar visualmente las medidas de las muelas” (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza). 

“Sia manifiesto a todos que, anno a Nativitate Domini millesimo CCCº LXXº primo, a saber es dia viernes XXVIIIº dias de março, en el molino clamado del Rey situado en el termino de la villa de Saranyena. En presencia de los honrados et discretos don Domingo Redon, official de la dita villa por el senyor abbat de Montearagon, e Sancho Conesa, scudero habitant en la dita villa, arrendador del dicho molino, et present mi, notario, et los testimonios aiuso scriptos, fue feyt el present inventario de todas las cosas que fueron trobadas en los casales farinero et trapero del dicho molino dins la forma siguient. 81 AHN, Clero, Monasterio de San Victorián de Asán, carpeta 772, núm. 17. 82 AHN, Clero, Monasterio de San Victorián de Asán, carpeta 775, núm. 5. 83 AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 661, núm. 7. 84 AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 668, núm. 2. MedievalisMo, 33, 2023, 139-180 · issN: 1131-8155 162 Los batanes de aragón (sigLos xii-xvi) Primerament, fue trobado en el casal del farinero dos molares molientes, en el uno havia un ruellyo con su muela, en el otro muelas iusana et susana, las quales muelas e ruellyo eran de las midas infrascriptas. En las ditas dos molares havia sus gruenças, ruedas, palos, nadillyas, corrones et armiellas todas buenas, canales, aviles et crebadas. E havia mas en el dito molino una muela baldera, una archa suficient, dos picos de tallyo, un porpalo de f ierro, un almut de fierro que era un bacinet foradado, dos çerciellos de fierro pora muela, un quartal de fuste, una exada ampla sotil. En la cobierta del molino havia dos tinyadas crebadas sobre el ruellyo, la otra era suficient, excepto que era mal recancellado. En el salto del dito molino havia mester adobo. En el molino apart del salto et apart del primer cacavo estovo et faze a socalçar et encara las medianas de los cacavos. Item fue trobado el casal del trapero descobierto et todas las tapias sanas, et fue trobado en aquell una pila et mallyos aviles et quasi podridos, el arbol fondido et crebado, la rueda toda crebada, el salto bueno et sienes de canal, las midas del rueyllo et muelas sobreditas son los que se siguen. Primerament mida del rueyllo [dibujo de línea] Item la mida de la muela sobre el [dibujo de línea] rueyllo. Item en el otro molar havia la muela susana daquesta [dibujo de línea] mida. Quanto la iusana era toda tronçones et no valia res. Mida de la muela [dibujo de línea] baldera. Et de las anteditas cosas los ditos oficial et Sancho Conesa requirieron a mi notario que les ende fizies dos cartas publicas de las quales fincase la una en poder del dito senyor abbat de Montearagon et la otra en poder del dito Sancho Conesa. Presentes testimonios ad aquesto specialment clamados e rogados Pero Sanches de Biel, scudero habitant en la dita villa de Saran yena, et Domingo Salvaterra, vezino de la Sardera, aldea de la dita villa. Signo de mi Guillem Losa, notario publico de Saranyena et general por auctoritat real por todo el regno de Aragon, qui aquesto scrivie et adie et emende en la VIIIª linea do dize daquesta et mas un troz de la mida et por letras de abc la partie et çarre.”

AHN, Clero, Monasterio de Montearagón, carpeta 668, núm. 2.
Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza. 

Detalle de la parte inferior derecha del pergamino en que figura el inventario del molino trapero y harinero de Sariñena de 1371 donde se aprecia el dibujo de unas líneas para expresar las medidas de las muelas. (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza).

La documentación de aquella época continua y así, en 1390, el monasterio de Montearagón da a treudo a Eximino Loarre, clérigo racionero de la iglesia de San Salvador de Sariñena, el molino del Rey, “sito en el lugar llamado Huerto de Suso en el término de Sariñena, molino antes estaba atreudado a Ramón de Castro, el cual no pagaba el treudo” (1390-07-12). (La iglesia de Sariñena).

En 1751, Don José Mirallas, familiar del Santo Oficio, vecino de la villa de Sariñena y arrendador de sus Propios, suplica que el Ayuntamiento de la misma proporcione agua a los molinos harineros y de aceite, con objeto de evitar los perjuicios que su falta le han ocasionado. – 1751 ES/AHPZ – J/001302/0022

Así, la huerta de Suso responde al paraje del margen derecho del río Alcanadre al norte con Sariñena, y forma parte de la huerta vieja de Sariñena. Se accede desde la localidad por medio del camino de la ermita de Santiago. Por allí, cerca del río Alcanadre pasa la llamada acequia de Albalate que debía de mover el molino harinero del Rey. Situado en las inmediaciones de Sariñena, sus restos parece ser que forman parte de una propiedad particular. La acequia de Albalate nace aguas arriba del Alcanadre, muy cerca de Sariñena y recoge aguas sobrantes, careciendo, al parecer, de toma directa con el Alcanadre.

Pero lo más reseñable es la existencia de la acequia del Molino, que junto a la acequia Valdera, constituyen una gran obra de ingeniería que han permitido a Sariñena contar con una gran y excelente huerta. La acequia del Molino consta de una longitud de 12 kilómetros, recogiendo el agua a mitad trayecto entre la confluencia del Alcanadre con el Guatizalema con la localidad de Sariñena. Partía de la antigua presa del Soto del Capitán, actualmente en ruinas pero que aún presenta los restos de una caseta que, para Antonio Naval Mas (Las acequias de Sariñena) esta construcción “Es de sumo interés pues tiene marcas de cantero, por lo que a falta de documentación escrita que permita datarla, nos remite a la Edad Media”. Antonio Naval Mas apunta que esta presa fue sustituida por unas más recientes: “Aguas arriba de esta impresionante obra totalmente arruinada se construyó con gaviones otra más endeble. También fuera de uso, la actual, construida en cemento, fue situada, a unos cincuenta metros más arriba de ésta. Es la denominada Presa del Molino” (Antonio Naval Mas, Las acequias de Sariñena).

Tanto la acequia como el camino llevan el nombre “del Molino”, e igualmente, según el portal IDEA de Aragón, aparecen los diferentes nombres de acequia del Molino, acequia del Hospital del Molino, camino del Molino o camino del Molino nuevo. Así mismo, el mapa del vuelo de 1927 recoge la denominación de acequia del Hospital del Molino. Igualmente, siempre ha existido el paraje denominado los Campos de Molinos, al sur de Sariñena, entre el paraje de los Esquiñones al oeste, los campos del Saso al este y los Estañuelos al sur.

Para Antonio Navalmas la acequia del Molino pasó por tres molinos de cereales y se perdía después de mover un batán, al sur de Sariñena “Dos han sido y son las importantes infraestructuras hidráulicas que han hecho de Sariñena una rica huerta, las acequias de Valdera y del Molino”.

Recapitulando, podemos decir que en Sariñena existieron varios molinos, el más destacado, tal y como hemos comentado, respondió al Molino del Rey, en la Huerta de Suso, localizado en el margen derecho del Alcanadre, movido por la acequia de Albalate y cuyos restos responden a una propiedad particular. Por el contrario, la acequia del Molino movió el molino harinero de Amado Pueyo (Harinera Monegros), camino de los Olivares al norte de Sariñena y al sur el molino de Torres, donde se encuentra la residencia, y el molino de Paraled, por el mismo camino del Molino.

El molino de Torres era de aceite, constaba de grandes edificaciones y, según recuerda Rafael Anoro, tenía su propia balsa.

Molino de Torres. Vuelo de 1927.

El molino de Paraled fue harinero  y a partir de un documento notarial de 1878 de bienes de José Paraled y Hurtado contamos con una pequeña descripción de su conjunto:  “Un molino harinero con casa, corral, huertos y dos fajas de tierra componentes todo sola finca de tres fanegas cuatro almudes y media de extensa superficial los huertos y fajas de tierra, equivalentes a veinte y dos áreas noventa y tres centiáreas y el edificio de veintiún metros seiscientos diez y seis milímetros de largo, por ocho metros cuatrocientos cincuenta y dos milímetros de ancho”. En ese mismo lugar, con el tiempo fue construida una central eléctrica por Joaquín Paraled Sarrate.

Molino ya Central Eléctrica Paraled. Vuelo 1927.

El batán de Sariñena se localizaba al sur de la población, en la confluencia de las acequias del Molino, la Acequieta (derivación de la acequia del Molino) y la de Albalate. Respondía a una máquina generalmente hidráulica, compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y enfurtir los paños.

Como topónimo aparece recogido tanto como “paraje” en el registro de la propiedad como parcela en el catastro. En documentación registral consultada aparece incluso el llamado “camino del Batán” (Documento del Registro de la Propiedad de Sariñena, 1970).

Batán Sariñena. IDEA Aragón.

Al batán se accedía por el camino del río, por las Cequin Bajas. La acequia de Albalate se cruzaba a través de un vado y llegabas al lugar de intersección de las tres acequias. El campo se regaba por medio de un aguatillo que embalsaba agua en la propia acequia, para alcanzar altura y luego caer por un rebasadero de hormigón en donde en su lateral derecho se aparecían unas escaleretas. Al lado se encuentran los restos de una antigua construcción, parte de sillares y parte de ladrillo, atestiguan su pasado.

Aguatillo del campo del Batán de Sariñena.

Fermín Grustán, el Tinturero, cuenta que el campo fue de su abuela Basilisa Basols Delafuente y que siempre fue conocido como campo El Batán. Pero también ha sido y es conocido como el batán del Tinturero, pues como dice Antonio Navalmas “estas pequeñas industrias fueron también tintorerías”.

Restos del batán de Sariñena.

Queda atestiguado la existencia del batán de Sariñena y algunos de sus molinos, parte de esa infraestructura hidráulica, de acequias, enfilas y brazales, de una huerta que fue vital para la supervivencia y desarrollo de Sariñena y comarca.

Gracias a Keko Anoro, Fernando Tierz y Fermín Grustán por ayudar a localizar y documentar el Batán de Sariñena.

José Jiménez Solanas


Tras los pasos de José Jiménez Solanas, un leciñenense cuyo rastro se pierde en plena guerra española de 1936. A pesar del tiempo, nada se sabe de lo que le sucede a José Jiménez Solanas, desconociendo el lugar en el cual reposan sus restos. Gracias a Yolanda Palomar Franco, nos adentramos en una familia que sufre la guerra, el exilio y los campos de exterminio nazis.

Esta es parte de su historia y de su familia:

Natural de Leciñena, José Jiménez Solanas nace el 29 de octubre de 1909. Hijo de Manuel Jiménez y Julia Solanas, ambos de Leciñena. José es el mayor de sus hermanos, a quien le siguen Miguel, María Pilar y Manuel. Su madre Julia fallece joven y Manuel se vuelve a casar, con María, que tenía una hija, y con quien tiene dos hijas: Fabiola y Ángeles. Manuel, de mote “los Manolicos”, es matarife en una carnicería y de noviembre a febrero mata cerdos por las casas.   

José Jiménez Solanas es soltero y de ideas republicanas y tras la guerra su familia nunca más ha sabido de él. Para su sobrina Yolanda Palomar Franco, parece que se lo ha tragado la tierra. No por ello, Yolanda no ha parado de investigar, buscar y consultar diversos archivos tratando de averiguar alguna pista que aporte luz sobre su tío José Jiménez Solanas; pero hasta ahora no ha habido suerte.

Si que sabe que el 11 de octubre de 1936 la familia marcha a Barcelona hasta que es ocupada por los sublevados y huyen a Francia. La familia siempre ha dicho que José se queda en Manresa, pues una prima hermana de José, que todavía aún vive, dice que lo mataron allí, en Manresa. No obstante, apunta Yolanda, su tío José no está registrado, ni aparece en ninguna lista, ni en ningún archivo. Por si acaso, la familia sigue buscando dónde descansan sus restos y qué es lo que verdaderamente sucedió.

Yolanda ha accedido a su acta de nacimiento y partida de bautismo. En esta última, aparece una nota del cura de Leciñena escrita en una esquinan en la que afirma que José Jiménez Solanas murió en zona roja. La nota la firma el mismo cura párroco Francisco Albero, quien, tal y como afirma Yolanda -pues no dijo nada y se llevó el secreto a la tumba-.

Su hermano Miguel muere al poco de acabar la guerra; era diabético. Mientras, su hermana María Pilar Jiménez Solanas, abuela de Yolanda, casada con Francisco Franco Escanero, fallece por el parto de su tía a los 21 días de tenerla; cuando su madre Julia Franco Jiménez apenas tenía 4 años, en 1936. El hermano pequeño, Manuel fallece el 19 de mayo de 1979.

El esposo de María Pilar Jiménez Solanas, Francisco Franco Escanero nace en Leciñena el 12 de noviembre de 1907, familia de siete hermanos, cuatro chicos y tres chicas Pablo, Rafael, Víctor, Francisco, Petra, Francisca y María. María es la primera que nace y fallece a los pocos días. Todos son afiliados a Izquierda republicana y Francisco a UGT. Pablo y Rafael son acusados por algunos vecinos de profanar la iglesia y tirar las campanas al suelo. Pero resulta que Rafael, albañil, arreglaba la iglesia sin cobrar y Pablo, pintor, pintaba la iglesia igualmente sin cobrar. El cura es quien les ayuda a salir del pueblo el 11 de octubre de 1936 hacia Barcelona. Con la caída de Barcelona en 1939, cuenta Yolanda, a Francia marchan 22 miembros de su familia, los cuatro hermanos Franco Escanero y un cuñado Antonio Solanas Sanz, viudo con tres hijos.: -Entre los 22 miembros que fueron a Francia, había una mujer de más de 80 años que la recogió mi abuelo pues la iban a matar, pero no sabemos ni su nombre ni sus apellidos-.

En Francia, Francisco Franco Escanero ingresa en el 107 CTE (Compañía de Trabajadores Extranjeros) siendo destinado a construir infraestructuras y fortificaciones en la Línea Maginot. En junio de 1940 es capturado por la Wehrmacht en los alrededores de Héricourt y enviado al frontstalag de Besançon-Doubs, un campo de registro y selección de prisioneros de guerra. Es trasladado en enero de 1941 al Stalag XI-A, ubicado en Altengrabow, desde donde es enviado, el 24 de abril de aquel mismo año, –En un vagón destinado al transporte de ganado- al campo de Mauthausen. -El convoy tarda dos días en realizar el recorrido-. Allí, recibe el número de prisionero 3180. Trasladado a Gusen el 20 de octubre de 1941. N.º de prisionero 13812”, fallece el día de su trigésimo cuarto cumpleaños, el 12 de noviembre de 1941 (https://www.aragonesesdeportados.org/).

Francisco Franco Escanero,

En Mauthausen, Francisco Franco Escanero está con Juan Antonio Solanas Franco, hijo de Antonio Solanas Sanz.

Además, cuenta Yolanda, su también tío, por parte materna, Agustín Franco Solanas pierde un brazo en plena contienda en Sietamo. Al salir a Francia lo encuentra un sobrino carnal que con el tiempo llega a ser guardia local en Zaragoza: Pablo Maza Franco. Pablo, hombre honorable, es policía local del barrio de Delicias y fallece en el 2011, nada más jubilarse. A Pablo le hacen un sentido homenaje -la mejor persona del mundo, recuerda Yolanda: -Pablo Maza Franco era inspector local, era policía de barrio y estaba en la calle Delicias con todos los niños, con el casco como los de Londres. Estuvo de jefe encargado en la Expo de Zaragoza 2008-.

Otro tío, Francisco Franco Solanas vivía en Peñaflor y pertenecía al Partido Comunista. Es asesinado, el 11 de agosto de 1936 y fallece por hemorragia interna por arma, tenía 46 años. Está en una fosa común de Movera y aparece recogido en el Memorial del Cementerio de Torrero con placa número 287. Expediente de la Comisión Provincial de Incautaciones de la provincia de Zaragoza  ES/AHPZ – J/005805/000005.

Yolanda Palomar Franco ha mirado en diferentes archivos, tanto militares como de memoria histórica, incluso la familia participa en el banco de ADN de Cataluña de búsqueda de desaparecidos y hasta ha estudiado la posibilidad que sus restos estén en el Valle de Cuelgamuros. No tienen fotografías, pero si el tesón de continuar tratando de averiguar qué deparó a su tío José Jiménez Solanas, esperando conocer algún día su historia para recordarle con la dignidad de la memoria y la justicia de la historia.

Estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa


La Estación Tormillo-Lastanosa, situada en el municipio de El Tormillo, a unos 3 kilómetros del núcleo urbano, forma parte de la antigua línea ferroviaria Barcelona-Zaragoza-Madrid. La estación ha formado y dado vida a la localidad históricamente monegrina, actualmente administrativamente de la comarca del Somontano. Pero aquellos tiempos ya quedan atrás y la vieja vía ya solamente ve los trenes pasar.  

La línea Barcelona Zaragoza es propuesta al gobierno el 8 de mayo de 1852, a través de la Diputación de Barcelona gracias al diputado catalán José María Planas i Compte. La línea Barcelona Zaragoza supone avanzar en la conexión ferroviaria entre Madrid y Barcelona, permitiendo el transporte de mercancías entre el centro peninsular y el puerto de Barcelona, además del tráfico de pasajeros.

Tras diversos periplos, mediante el Real Decreto de 30 de noviembre de 1852, recibe una primera concesión. Para ello cuenta con un capital estimado de 250 millones de reales y la línea, de ancho ibérico, se presenta en cuatro secciones: una primera, de Barcelona a Manresa, una segunda de Manresa a Lérida; una tercera de Lérida a Monzón y una cuarta de Monzón a Zaragoza.

La concesión definitiva es otorgada por real cédula el 30 de noviembre de 1855, a la Sociedad del Ferrocarril de Zaragoza a Barcelona, entidad que acaba fusionándose en 1878 con la compañía Caminos de Hierro del Norte de España.

Definitivamente, en 1860 el tren llega a Lérida desde la Estación de Francia, Barcelona, con sus 173,1 km y el 16 de septiembre de 1861 a Zaragoza a la estación del Arrabal, quedando concluido el tramo Lérida a Zaragoza de 183,674 Km. En 1862, en Barcelona se inaugura la Estación del Norte o de Vilanova.

Con sus 356´774 Km totales, la línea Barcelona Zaragoza es inaugurada por el rey Alfonso XIII el 16 de septiembre de 1861, pasando por todas las estaciones del trayecto, tal y como queda recogido en la crónica de La España (Madrid. 1848), del 25 de septiembre de 1861:

«Todas las noticias están contestes en que en medio del grande entusiasmo qui ha producido la presencia de S. M. el Rey en lodos los pueblos por donde pasa la línea férrea de Cataluña a Aragón, que acaba de inaugurar, los de la provincia de Huesca se han distinguido una manera especial. En las estaciones de Binefar, Monzón, Selgua, Sariñena, Granen, Tardienla y Almudevar, que son las situadas en la provincia, se apiñaban las poblaciones de hasta 8 y 10 leguas de distancia, victoreando incesantemente a S. M., y ofreciéndole sencillos pero muy sinceros obsequias y testimonios de su lealtad y adhesión. S. M. está vivamente impresionado con el espíritu que ha demostrado la provincia de Huesca: así lo ha manifestado a las autoridades y corporaciones de la misma, colmándolas por esa causa de bondadosas distinciones; y así lo hace conocer a cuantos le hablan de su satisfactorio viaje.»

El ferrocarril llega a Los Monegros, con sus estaciones en Terreu, Tormillo-Lastanosa, Sariñena, Poleñino (Poliñino), Grañén y Tardienta. A una comarca tradicionalmente agrícola y muy empobrecida. Para hacernos una idea Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar entre 1845 y 1850, describe El Tormillo de la siguiente manera:

Lugar con ayuntamiento á que se halla agregado Lamasadera en la provincia de Huesca (7 leg.), partido judicial de Sariñena (2), audiencia terr., ciudad g de Zaragoza, diócesis de Lérida (1 2).

SIT. en terreno quebrado, con buena ventilación y CLIMA templado y sano. Tiene 16 CASAS; una escuela de instrucción primaria, cárcel, una ¡el. parr. Ntra. Sra. de los Ángeles) servida por un cura de ingreso de provisión real y ordinaria.

El término confina con los de Lagunarota, Lastanosa, Castellflorite y monte de Odina; en el se hallan 2 ermitas dedicadas a San Jorge y á San Antonio. El TERRENO es de mediana calidad; carece de bosques y de aguas de regadío; le cruzan varios CAMINOS locales de herradura, IUIOD. trigo, cebada, avena y legumbres; cría poco ganado lanar y alguna caza, POBL. 35 v e c, 192 almas RIQUEZA I M P.  40,003 reales. CONTR. 6,237.

Sello de El Tormillo, 1876.

Estación Tormillo-Lastanosa

La Estación Tormillo-Lastanosa queda incluida en el tramo Monzón Zaragoza, en el punto kilómetro 104 y formada por un edificio de apeadero para pasajeros que se conserva en relativo buen estado, la vivienda del guardián de la estación (hoy derruida) y un pequeño pozo.

Pk. 103,866 de la línea de FC de Zaragoza a Tardienta, Lérida, Manresa y Barcelona.

Situación GPS: 41º 50′ 55.71″ N, 0° 02′ 15.34″ O –

Altitud: 355 metros.

Código Estación: 78204 – Denominación Actual: Tormillo-Lastanosa.

Entre sus instalaciones, además de las vías y apeaderos, se construye un edificio principal, de acogida de pasajeros, que destaca sobre el resto, Dicho edificio el SIPCA (Sistema de Información del Patrimonio Cultural de Aragón) lo describe “De planta más o menos rectangular de un solo piso, con una cubierta a dos aguas con teja, con predominio del muro sobre el vano, se abren escasos vanos adintelados y sobre el vano central en la parte superior, un pequeño frontón triangular en saliente. Como suele ser habitual en estos edificios, es de líneas muy austeras y tan sólo los vanos cuentan con un ligero resaltado en torno a las jambas y los dinteles, con bicromía (suponemos que siempre fue así por similitud con otros ejemplos).

Sobre el lado corto derecho del edificio del apeadero todavía se conservan las baldosas (azules y blancas, típicas de la estaciones y apeaderos de la provincia) el rótulo: Tormillo-Lastanosa.

Un pequeño pozo cilíndrico con techumbre cónica, de abastecimiento para la estación. Se encuentra casi frente al apeadero, realizado en ladrillo y con un vano de madera (hoy desaparecido), del que se conservan solamente los marcos.

Posteriormente se produjo la construcción de una Central Eléctrica prácticamente frente al edificio del apeadero (SIPCA).

La estación aportó mucha vida y prosperidad a la población. aunque dista unos tres kilómetros del pueblo; muchos la hacían andando o los iban a buscar, apunta José Trallero Buil que trabajó en la estación de Tormillo-Lastanosa.

José y su mujer Aurora recuerdan que había viviendas donde se alojaban el jefe de la estación, el factor y el guarda agujas. Había un muelle para carga y descarga de mercancías, se cargaba mucha paja para Cataluña, grano y harina de la harinera de Berbegal, sacos de 100 kilos cada uno. Se descargaba abono.

Estaban las brigadas de mantenimiento, apuntan José y Aurora, la brigada 15 de El Tormillo, la 14 de Lastanosa y la 16 de Terreu. Cada brigada estaba compuesta por 6 obreros, un 1er obrero y un capataz. Cada brigada era responsable de un tramo de vía, arreglaban los baches, cambiaban traviesas, algunas, de madera de haya, que quemaban con la carbonilla que tiraban las máquinas. Pasaban mucho calor y había mucho trabajo ya que pasaban muchos trenes. Muchos obreros vivían en El Tormillo ya que les alquilaban casas.

A su vez había unas tres o cuatro casas en la estación Tormillo-Lastanosa, dos de guardas agujas, la de los Basoles, la de Jaime, Tricas y la de Acacio, el jefe. Además, en el pueblo estaba la Posada en casa de Mariano Pérez, donde se alojaban varios ferroviarios y viajeros.

Pasaban los trenes del correo y el rapidillo. A las diez de la mañana pasaba el tren que iba de Zaragoza a Barcelona, era el tren correo en el que iba mucha gente. El rapidillo pasaba a las 9 de la mañana, de Lérida a Zaragoza y salía de nuevo por la tarde de Zaragoza a las 17:30 horas y pasaba a las 19:30 por El Tormillo continuando hasta Lérida.

La Voz de Aragón 16 de julio de 1926.

Muchos tenían un pase gratis para viajar, José tenía el “carnet ferroviario” y fueran a donde fueran lo tenían gratis. Aurora tenía “El carnet kilométrico”, con el que podía hacer hasta 300 km gratis. Cogían el tren correo a Monzón para comprar y a Selgua para hacer transbordo a Barbastro, donde cogían la Burreta. También contaban con un auto línea Villanueva de Sigena a Barbastro, que paraba en Sena, Castelflorite, Lamasadera, estación Tormillo-Lastanosa, El Tormillo, Peralta Fornillos, Berbegal y Barbastro. Algunos cogían el tren en la estación para irse de viaje de novios a Barcelona.

A la estación acudía el correo de Castelflorite, Lamasadera, Peralta, Berbegal y el mismo Tormillo. -Venían en una burra- El de El Tormillo era el jefe, cogía la saca y en un cuarto de la estación lo repartían.

Sellos con el matasellos de El Tormillo.

Había un despacho de telégrafos, y telegrafiaban en la estación, era una habitación y la llevaba militares que estaban realizando el servicio militar obligatorio.

Había estraperlo, se llevaban sacos de trigo y los mozos de tren lo cargaban – si iba a 3 pesetas el saco allí lo vendían por 6 pesetas- En Terreu había más estraperlo -En la casilla de Terreu llevaban incluso un vagón vacío que llenaban con el estraperlo- . La Guardia Civil estaba en Peralta, pero todos los días se acercaban por la estación. Igualmente, se recogía algo de carbonilla, carbón a medio quemar para aprovecharlo en las casas, actividad similar a las Carboneras de Sariñena.

La estación aún conserva el pozo de agua. De Sariñena acudía un tren con un vagón cisterna que llenaba el pozo de la estación, el depósito. Con una carrucha y un pozal sacaban el agua y llenaban el botijo. También abastecían a las casas de la estación. En Sariñena era donde los trenes repostaban agua y carbón (La Estación de ferrocarril de Sariñena).

Lamentablemente quedan las ruinas de casa Lacoma, quien vivió allí durante muchos años . También queda un almacén, lo hizo uno de Sena en torno a 1965, un particular, y no tiene nada que ver con la estación.

Alfonso Marco, investigador del ferrocarril en Aragón, apunta como en 1971 desaparece la tracción vapor en la línea en trenes de viajeros y 1972 en mercancías. Al poco, sobre en 1980 la electrificación llega al total de la línea. La estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa dejó de funcionar, pero quedan los recuerdos, las historias vividas entorno a la pequeña estación que dio años de esplendor a la localidad de El Tormillo.

Aquí van algunos retazos de aquella historia, con varios “recortes” de periódicos de la pequeña pero gran estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa.

Hemeroteca

Según despacho telegráfico de Lérida, hoy se ha recibido por el ingeniero del gobierno, el camino de hierro de Barcelona a Zaragoza, hasta el punto de Sariñena, con los puentes de El Tormillo y Alcanadre. El ingeniero seguía recibiendo el camino hasta Zaragoza. 

La Correspondencia de España, 20 de julio de 1861.

Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza -1.ª Sub Dirección-Movimiento

Se acaba de recibir el siguiente telegrama que me apresuro a comunicar a V. S. «Al señor presidente. Recibido el camino hasta Sariñena. Las pruebas de los puentes» Tormillo y Alcanadre satisfactorias. -Arimon.» Dios guarde á V. S. muchos años. Barcelona 19 de julio de 1861.-EI J. del movimiento, Juan Pura. –Sr. presidente de la Sociedad.

 Por todo lo que antecede, el secretario de la Redacción, Melchor Alió.

Diario de Avisos de Barcelona, 20 de julio de 1861.

En la estación de Tardienta había mucho movimiento; estaban hábiles artífices adornándola, y la sala había sido cubierta de percalina encarnada y amarilla, y allí se veía un trono imponente, y sin duda por falta de local, en la misma sala del trono y sobre la mesa que había de servir para el festín, un cocinero hacía picadillo para albondiguillas o para relleno de un pavo, o no sé para qué, y por el suelo se veían pirámides de platos y buen número de botellas; señales mortales todas de que los progresistas estarían poco después á las puertas de Roma, quiero decir, de Tardienta. En la estación de Poliñino nos llamaron la atención dos ciudadanos que tenían una guitarra el uno y otro un violín, adornados estos dos instrumentos con cintas, ramos, flores y unos como plumeros de la milicia nacional, y ya no vimos cosa notable hasta llegar a la estación de El Tormillo y Lastanosa, donde se iba a verificar el cruce con el tren de la corte. Allí había ‘una sección de infantería y cuatro o seis guardias civiles en correcta formación, y no poca gente del pueblo.

Más de media hora estuvimos allí esperando el tren de la corte, que al fin vimos venir pausado y majestuoso con la locomotora adornada del escudo de Saboya, unas guirnaldas de papel y unas banderas de percalina. Paró el tren, y mientras el alcalde o no sé quién decía no sé qué, el acompañamiento se asomaba á las ventanillas para ver el tren donde iba el vulgo de los viajeros, con objeto sin duda de examinar las caras que poníamos al vernos honrados en medio de un camino con el espectáculo de la grandeza progresista ambulante. Allí vi algunos a quienes ya conocía por haberlos visto en los salones de Palacio en tiempos de la reina irresponsable, expulsada por los progresistas; allí vi a Llano y Pérsi, aquel que hacía con Rosa González aquellos dramones tan malos in illo tempore; enseñarme también al escribano de Calatayud, Mochales, hoy una de las más firmes columnas de la situación, y al general Córdova hecho un demócrata de primera categoría, á Beranger, el silencioso ministro de Marina, y hubiera visto á otras eminencias si no me hubiesen obligado á separarme de la ventanilla los requiebros de gachona, prenda, resalá y otros de gusto progresista que me dirigían algunos de los señores, mientras que al otro lado, en el andén, se efectuaba la recepción de alcaldes aragoneses.

Al fin, batió marcha el tambor, y el tren progresista radical se puso pausadamente en movimiento.

El Cascabel: periódico para reír, 5 de octubre de 1871.  

El tren de mercancías que salió el viernes de Zaragoza para Barcelona, sufrió un contratiempo que, afortunadamente, no produjo desgracia alguna personal. Al llegar al puente construido sobre el barranco llamado del Tormillo, entre Sariñena y Selgua, rompiose el eje de uno de los carruajes, cayendo los pedazos al fondo del barranco y destrozándose más o menos considerablemente cuatro vagones. A consecuencia de esto, quedó interrumpida la vía y los pasajeros que habían salido de Zaragoza, como después los que a esta ciudad venían desde Barcelona, tuvieron que trasbordar y los trenes llegaron a una y otra capital con retraso considerable.

La Correspondencia de España, 13 de noviembre de 1871.

En el Diario de Avisos de Zaragoza del 15 de noviembre de 1871 se da cuenta de diversos percances ocurridos por la compañía del ferrocarril de Zaragoza a Barcelona.  “En otro se destrozó el puente del Tormillo, siendo preciso hacer trasbordo con la molestia consiguiente en estos glaciales días produciéndose considerables retrasos.

Diario de Avisos de Zaragoza del 15 de noviembre de 1871.

Diario de Barcelona, 5 de octubre de 1872.

El 5 de julio facciones carlistas realizaron sabotajes a la línea ferroviaria, de Sariñena a El Tormillo:

El 8 de Julio de 1875, una partida del ejercito carlista, dirigida por Dorregaray, destruyó el puente de hierro sobre el río Alcanadre. Al parecer, el ejercito levantó la vía en el último tramo del viaducto y desde Sariñena lanzó un convoy con 25 unidades, entre coches y vagones, y con tres locomotoras por cabeza y una por cola. «Una vez los reguladores de las tres máquinas estuvieron abiertos a todo vapor, los maquinistas y fogoneros abandonaron el tren, dejando inutilizado el viaducto y la línea férrea» (Antoni Nebot).

De la crónica de Catalunya del 9 “Aún cuando tienen noticia nuestros lectores de los grandes destrozos causados por los carlistas en la línea férrea de Zaragoza, vamos a condensar a continuación los datos recogidos sobre la catástrofe.

El día 5, a las primeras horas de la madrugada, presentáronse en la estación de Sariñena algunas fuerzas facciosas, empezando por cortar la comunicación telegráfica y amenazando al personal de la línea si se impedía que llegasen los trenes. 

Así fue que a las horas de itinerario llegaron los trenes de mercancías números 53 y 57, presentándose simultáneamente en la citada estación numerosas facciones y pasando a romper la vía férrea en un trecho de unos doscientos metros en dirección a Palencia.

En seguida soltaron a todo vapor las máquinas número 93 que quedó descarliñino.

Cortaron después la vía sobre el puente de río Alcanadre y despidieron entonces las máquinas números 29, 56 y 58 con unos veinte vagones cargados de mercancías y al final la máquina 88, formando todo junto un tren, el cual, marchando a todo vapor, llegó al indicado puente, del que, faltando los rails y preparado al efecto el descarrilamiento, derrumbase al río todo el expresado material, a excepción de algunos vagones de la cola y la máquina trasera, la que quedó sobre el puente, pero en muy mal estado.

Luego, llevado a cabo este acto de salvajismo, la emprendieron con la estación destrozando cuanto en ella había y pegando fuego al edificio, muebles y material. Solamente se salvó de tan gran devastación la casa del empleado del distrito y el depósito de carruajes.

No satisfechos los carlistas con todo esto, se llevaron presos doce empleados de la estación, del depósito y de los trenes, a quienes más tarde dejaron en libertad en el Berbegal, pero no sin despojarlos antes de cuanto llevaban.

Las estaciones de Lastanosa y de Tormillo, fueron también objeto de parecidos desastres, aun cuando no pueden precisarse, como acabamos de hacer respecto de los de Sariñena, por falta de detalles precisos.

La Paz: periódico de noticias, avisos y fomento de la provincia de Murcia:
Año XVIII Número 5402 – 1875 Julio 14

La vía de aquí a Zaragoza libre de facciones. Los trabajos de reparación de la férrea y telegráfica han comenzado con gran actividad. El tren salió ayer llegando sin novedad ni obstáculo alguno hasta El Tormillo.

Diario de Barcelona, 10 de julio de 1875.

En carta de Lérida fecha de ayer que ha recibido “La Crónica” se dice que las facciones de Doregaray y Gamundi destruyeron los puentes de Alcanadre, Sariñena y Tormillo y quemaron dos trenes de mercancías, además de haber hecho los destrozos de que hablamos en la edición de esta mañana. Levantaron también los rails en distintos puntos de la línea férrea y destruyeron la telegráfica

El bien público, 15 de julio de 1875.

Sin embargo, Poleñino, Lalueza, Capdesaso, Sariñena, Lastanosa, El Tormillo-, Selgua, etc. se empeñan en conservar su antigua costumbre y se empobrecen; gastan mucho en el cultivo de cereales y no obtienen los rendimientos que deben esperar de sus tierras dedicándolas al a clase de cultivo que las es propio.

 Diario de Huesca, 25 de diciembre de 1875.

Tres sueltos de La Patria: «Han llegado á nuestro poder exposiciones dirigidas á las Cortes por los pueblos de Peralta de Alcofea, El Tormillo, Lastanosa, Lagunarrota, Pertusa, Bespen, Alvernela de ‘tubo, Capdesaso, Sallinas y Torres de Montes, de la provincia de Huesca, protestando conta el anunciado aumento de los impuestos.


Diario de Huesca, 17 de junio de 1876.

Dígnese el celoso Sr. Administrador de correos dé la principal de esta provincia, como se lo rogamos, hacer entender al cartero de El Tormillo, el respeto que se merecen las publicaciones periódicas, nada bien consideradas por los peatones y empleados del ramo de aquella demarcación.

Diario de Huesca – 17 de junio de 1876.

Una de las tronadas que en los días pasados tuvieron lugar, mató (te una exhalación al peatón de la correspondencia que corre el trayecto entre El Tormillo y Castelflorite (Huesca).

Diario de Avisos de Zaragoza, 11 de septiembre de 1879.

Entre diez y once descargó anoche una fuerte tormenta en esta Ciudad que no dejó de alarmar a sus habitantes, pero que por fortuna cesó sin consecuencias fatales

A esta tormenta es debido el desperfecto ocurrido en la vía férrea de Barcelona, estación de Tormillo, causa por lo cual no ha llegado el tren mixto de dicha ciudad, a la hora en que escribimos estas líneas.

Diario de Avisos de Zaragoza, 29 de octubre de 1879.

Aunque la empresa de ferrocarriles del Norte ha remitido gran número de trabajadores para restaurar los trozos de vía deshechos sobre Sariñena y Lastanosa, no había podido esta mañana verificarse el trasbordo, viéndose, por consecuencia, algunos viajeros precisados a permanecer largo tiempo en el solitario apeadero de Terreu, casi a la intemperie y sin alimento. La vía ha sufrido deterioros en una extensión de 13 kilómetros y los trenes procedentes de esta capital paren en Sariñena.

Diario de Avisos de Zaragoza, 30 de octubre de 1879.

En una caria fechada en Terreu, sedan interesantes pormenores acerca de los apuros que pasaron los viajeros que. Conducía el tren-correo de Barcelona día 28, al verse sorprendidos por el temporal y la inundación en las inmediaciones del apeadero de aquel punto

Reproducirnos a continuación algunos párrafos de dicha carta: «La relación de los testigos que sufrieron el deshecho témpora! Espanta. Los pobres empleados de esta estación telegráfica, a la que acabo de llegar, han mentado la horrorosa noche que tuvieron que sufrir, casi toda ella aguantando copísima lluvia en lo más alto de un monte hacia el que huyeron horrorizados al ver que el agua penetraba en el gabinete telegráfico hasta una altura de cerca de  ¿? Metros.

Todavía continúan los pobres lastimados y ateridos. He tenido ocasión de hablar con uno de los pocos viajeros que venían en el tren detenido, el cual me ha contado sus atropellos y angustias. Tan pronto como el tren partió de Selgua a las cinco y media de la tarde, decíame, empezó a diluviar a tal fuerza, que el maquinista Sr. Rey, aunque atrevido, hubo de moderar la marcha del tren, especialmente desde que el agua comenzó a cubrir la vía, y la corriente arrastraba ya, por encima da aquella, algunas traviesas que la máquina deshacía con sus ruedas. El diluvio seguía y llego un momento, al penetrar en el seno de un desmonte, que el camino parecía convertido en un canal y el tren en un navío de vapor. Esta situación no podía continuar. Un guarda vía, agua a la cinca, venía a darnos la señal de alto, pero ya no era necesario. El agua que rebasaba la caldera apagó la máquina, cuando faltaban solo veinte pasos para llegar a la estación o apeadero de Terreu, y allí—me decía el viajero—allí nos quedamos toda la noche, algunos momentos, dispuestos ya a montarnos sobre la cubierta del coche, al ver que las tempestades se sucedían, cada vez más furiosas, y que el «penetraba en el coche-furgón de cabeza.

Hasta el siguiente día a las ocho no apareció para estos viajeros el ramo de olivo, pues, aunque la fuerza de las tormentas cesó a eso de la media noche, la verdad es que estas aguas hasta aquella hora no descendieron lo bastante que permitiese abandonar el tren.

Algunos viajeros huyeron tan pronto como les fue posible echar pie a tierra a una masía cercana; otros, y entre ellos el ayudante de correos, señor Almerje, partieron hacia El Tormillo en busca de alimento y de siete bagajes para conducir la correspondencia por Lastanosa hasta Sariñena, a cuya estación llegó custodiándola, á las diez y media de la noche, el administrador del ambulante señor Almansa y el oficial referido.

En Terreu la avalancha de aguas destrozó el aparato telegráfico, arrastró algunas ropas de los empleados y las gallinas y conejos de un cercado contiguo. Esto ha sido, amigo mío, verdaderamente aterrador. Ni se comprende ni explica el golpe de aguas que debió inundar esta comarca, conociendo el terreno, todo él con fácil pendiente para el desagüe, y salpicado de barrancos y de montecillos.

Diario de Huesca, 4 de noviembre de 1879.

Xilografía tren detenido entre Selgua y Tormillo inundación del Cinca.

Los viajeros procedentes de Lérida, Raymat, Almacellas, Binefar, Monzón, Selgua, Tormillo, Latanosa, Sariñena, Poleñino, Grañén y Barbastro, dispondrán para la venida y el retorno del 8 al 12 inclusive de los trenes correos de Cataluña.

Diario de Huesca, 2 de agosto de1884.

De Sariñena nos escriben con fecha 10:

«Como a las once y media de la mañana de ayer, el tren correo descendente de Zaragoza a Barcelona fue apedreado en el kilómetro 101, inmediato a la estación de El Tormillo. Parece que el autor de tan salvaje atentado fue Antonio Faro que, con otro sujeto, su compañero Saturnino Baquero, ambos desertores, según parece, del regimiento de Castillejos, cayeron en poder de la guardia civil, que inmediatamente los puso a disposición de este juzgado.

Bueno seria que nuestros legisladores dictaran una disposición clara y terminante en cuya virtud el mero hecho de apedrear un tren en marcha fuera constitutivo de delito.»

Diario de Barcelona 13 de octubre de 1888.

Un lamentable incidente acurrió anteayer en el camino de hierro de Selgua á Barbastro. Del tren destinado a reparaciones de la línea cayó, cerca de la estación de Castejón del Puente, uno de los obreros de la brigada que conducía, falleciendo en el acto. Era un hombre casado y con familia, y natural de El Tormillo.

Diario de Huesca, 30 de abril de 1893.

Proyectos de carreteras

Otra de la estación del Tormillo a enlazar en Pertusa con la de la estación de Selgua a Anges.

Diario de Huesca, 8 de agosto de 1896.

Los del proyecto desde la estación de El Tormillo á Bujaraloz para pasar el Alcanadre en el término de Sena.

Diario de Huesca, 17 de agosto de 1896.

partiendo de la estación de Ei Tormillo, y pasando por los pueblos de El Tormillo, Peralta de Alcofea y Torres de Alcanadre enlace en Pertusa con la de la estación de Selgua á Angüés.

Diario de Huesca, 25 de septiembre de 1896.

Un vecino de Lamasadera, aldea de Peralta de Alcofea, que arrancaba esparto en las inmediaciones de la vía férrea que cruza El Tormillo (línea general del Norte), se entretuvo en apedrear el disco y casilla del kilómetro 153 de la citada vía.

La Voz de la provincia: diario conservador, 26 de abril de 1897.

Ha autorizado la dirección general de Obras públicas el presupuesto de los gastos necesarios para estudiar y redactar el proyecto de carretera de tercer orden desde la estación férrea de El Tormillo á Bujaraloz, pasando el río Alcanadre entre Sena y Villanueva de Sigena.

Diario de Huesca, 26 de enero de 1898.

Partida de bandoleros- Un tren detenido

En el pueblo de El Tormillo (provincia de Huesca) apareció una partida de doce bandoleros.

Anteayer sorprendieron a un traginante a quien dieron muerte.

Hoy habían pensado asaltar el tren correo de Barcelona, que iba custodiado por la guardia civil.

Al llegar a la estación de Tormillo Lastanosa, que está entre la de Selgua y Sariñena, el maquinista del correo avisó un grupo de gente sospechosa y paro a fin de que bajara la guardia civil que emprendió al instante la persecución de la partida.

Diario de Tortosa, órgano del partido liberal-dinástico, 8 de mayo de 1899.

Obras públicas. —Pro videncia declarando la necesidad de la ocupación de terrenos en el término municipal de El Tormillo para ampliar los edificios del «Apeadero de Terreu» en la línea férrea de Zaragoza a Barcelona, a cuyos interesados se señala el plazo de ocho días para la designación de perito por su parte que haya de practicar el oportuno justiprecio.

Diario de Huesca, 14 de marzo de 1899.

La partida de Tormillo

Partida armada, que en principio se creyó de una partida carlista. Escuadrilla de Ladrones. Cuadrilla compuesta por seis hombres, que, entre otras fechorías, desarmaron a un guarda a que dejaron luego abandonado en la vía férrea.

Heraldo de Aragón 9 de mayo de 1899.

Alarma infundada

Ni bandidos ni carlistas La prensa ha hecho circular la noticia de haberse presentado una partida con armas en el pueblo de Tormillo, perteneciente á la provincia de Huesca.

En vista de los alarmantes detalles publicados en los periódicos atribuyendo unos á la partida el carácter de carlista y asegurando otros que eran bandoleros refugiados en la sierra de Alcubierre, tristemente famosa por haber albergado en tiempos á bandidos populares, ha despertado curiosidad general.

Al salir de Palacio esta mañana el jefe del gobierno, ha sido interrogado por los periodistas sobre este asunto.

El Sr. Silvela ha declarado que lo sucedido no tiene la importancia que le ha dado la prensa, pues se reduce á que seis desertores que intentaban ganar la frontera se encontraron con un guarda, al que atacaron y robaron, viéndose obligados después de hecho esto á retroceder al interior de las sierras del Alto Aragón para ocultarse en el monte, huyendo de la guardia civil que les persigue.

Añadió el Sr. Silvela que seguramente los seis desertores caerán pronto en manos de las fuerzas de la benemérita, que los acosa en diferentes direcciones.

Nuevo Diario de Zaragoza, 8 de mayo de 1899.

Nuevo diario de Zaragoza 111 de octubre de 1899.

Accidente ferroviario

De Huesca telegrafían que cerca de Tormillo ha ocurrido un choque entre dos trenes de mercancías, resultando dos vagones destrozados.

Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.

El Cantábrico, 13 de marzo de 1900.

Línea de Barcelona

Les viajeros procedentes de Binéfar, Monzón, Selgua, Tormillo-Lastanosa, Sariñena, Poliñino y Grañén podrán efectuar el viaje de ida los días 10 al 22 inclusive, por el tren mixto que sale de Barcelona á las 17’30 para llegar á Zaragoza (Arrabal) á las 7’4 y el de vuelta los días 11 al 24, ambos inclusive, por el tren mixto que sale de Zaragoza (Arrabal) á las 22’55.

Diario de Huesca, 8 de octubre de 1901.

Asuntos provinciales

El viaje del Sr. Villanueva Ha cumplido el dignísimo ministro de Agricultura y Obras públicas su noble y generoso propósito de inspeccionar personalmente las obras del Canal de Aragón y Cataluña.

En las estacionas de Granen, Poleñino, Sariñena, El Tormillo y Selgua, saludaron al Sr. Vilianueva las Autoridades locales, Párrocos y numerosas representaciones de los respectivos vecindarios

Diario de Huesca, 10 de febrero de 1902.

Viaje económico a Zaragoza

La Compañía de los ferrocarriles del Norte, con motivo de las próximas fiestas del Pilar, ha establecido billetes de ida y vuelta a Zaragoza, de segunda y tercera clase a precios reducidos. Los que interesan a localidades de esta provincia incluidas en la referida línea son los siguientes y los precios son los que a continuación se expresan:

Línea de Alsasua a Barcelona

De Binefar, en segunda clase, 11’40 pesetas; en tercera, 8’35.

De Monzón, en segunda, 10’50; en tercera, 7´70; de Selgua, en segunda, 1010; en tercera, 7’40; de Barbastro, en segunda, 11’80; en tercera, 8’40; de Tormillo-Lastanosa, en segunda, 8’60; en tercera, 6 30; de Sariñena, en segunda, 7’45, en tercera, 5’45; de Poliñino, en segunda, 6’45; en tercera, 4’75; de Grañén, en segunda, 5’65; en tercera, 4’15; de Tardienta, en segunda, 4’30; en tercera, 3’80; …

Diario de Huesca, 6 de octubre de 1902.

Se ha publicado en la Gaceta de Madrid, por la Dirección general de Obras públicas, el Plan de obras nuevas de carreteras.

El primero, el de obras nuevas de carreteras, autoriza los siguientes proyectos aprobados de esta provincia:

El del trozo primero de la estación de El Tormillo a Pertusa.

Diario de Huesca – 24 de febrero de 1908.

Los robos en los trenes

Recordarán nuestros lectores que hace algún tiempo dimos Cuenta de que una señora, que viajaba en un departamento de primera clase del tren correo de Barcelona Zaragoza, y que se dirigía a Valladolid, fue robada en las inmediaciones de la estación de el Tormillo (Sariñena), llevándose los ladrones un maletín con joyas y dinero.

Practicadas las primeras diligencias, de las que se encargó el juez de Sariñena, don Francisco de Carbia, detuvo se a dos individuos como sospechosos autores del robo.

De las acertadas disposiciones y laborioso desarrollo de la causa la citada autoridad judicial ha llegado al descubrimiento de que son dos pájaros de cuenta, sobre los que pesa la justicia con todo su rigor por las causas que se les atribuyen.

Uno de los, detenido como autor del robo en una caseta del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, decía llamarse Ángel Cruz Expósito, natural de Jerez, siendo su verdadero nombre Francisco Fernández Gil (a) Melchor, natural de Málaga y condenado por la Audiencia de Bilbao.

Sus antecedentes, según el resultado de las gestiones del señor Carbia, no pueden ser más favorables para el detenido.

Ha estado treinta y dos veces en la cárcel de Málaga y otras varias en las de Córdoba y Cádiz por delitos contra la propiedad y ha usado los nombres supuestos De Antonio Fernández Díaz y Antonio de  la Cruz Expósito.

Hallase hoy condenado por robo, uso de nombres supuestos y tentativa de evasión.

Su compañero de prisión en Sariñena, es un ladrón también, dedicado al robo de maletines en el ferrocarril.

Fue como decimos, detenido en las inmediaciones de la estación de El Tormillo, después de cometer el robo de la maleta con valores de diez mil pesetas, maletín que ha sido más tarde recuperado.

Dice el preso, llamarse Manuel Sánchez Arana, natural de Río de la Plata, Resultando de las gestiones realizadas por el juez señor Carbia, que su nombre verdadero es Víctor de la Fuente Zamora, natural de Bilbao, y actualmente procesado por el juzgado del Centro de aquella ciudad por robo, como autor inductor del robo de una joyería, de donde se llevaron los ladrones alhajas por valor de 200.000 pesetas, huyendo a América donde regresó el año pasado.

El noticiero universal, 4 de octubre de 1909.

El puente emplazado en las cercanías de esta estación, línea férrea del Norte, Zaragoza a Barcelona. sobre el barranco denominado «La Clamor» va á ser reemplazado por otro de mayor potencia, construido por la importante sociedad La Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. Los trabajos darán principio. probablemente timos días del mes corriente. -—Los trabajos de la carretera en construcción desde esta Peralta de Alcolea, adelantan rápidamente; pues las obras de fábrica están casi terminadas en este término municipal y el machaqueo de la piedra también está muy adelantado.

La Correspondencia de Aragón, 21 de abril de 1910.

Anoche a las 21:30 chocaron en la estación Tormillo-Lastanosa e la línea de Barcelona a Zaragoza por Lérida dos trenes de mercancías no ocurriendo, por fortuna, desgracia persona alguna.

El Noticiero universal, el 19 de enero de 1915.

Los heridos.

Las víctimas del descarrilamiento son cinco como hemos indicado todos ellos empleados ferroviarios y con domicilio en Lérida. Se llaman los heridos Martin Pujol y Luis Lasheras que son maquinistas, Estanislao Borrás y Mariano Rodríguez fogoneros, y Luis Baila, mozo de tren. Solo el estado del fogonero Mariano Rodríguez inspira algún cuidado Las heridas de todos los demás son de carácter leve Los heridos fueron debidamente asistidos y afortunadamente es de esperar su pronta curación.

Diario de avisos de Zaragoza, 20 de enero de 1915.

Huesca Estación de Tormillo a Bujaraloz, trozo primero, presupuesto pesetas 221,553´47 adjudicada a Don Roberto Ruiz de la Torre en 198.000 pesetas.

 El Noticiero universal, el 9 de julio de 1916.

Reunión del Comité de transportes, Construcción de apeaderos

Presidiendo el director general de Obras Públicas, Sr. Zorita, reunióse esta mañana el «Comité de transportes terrestres, deliberando muy ampliamente. ‘ –Acordó el Comité declarar que es indispensable construir apartaderos entre las estaciones de El Tormillo y Raimat y El Tormillo y Sariñena, siendo preciso obligar a la Compañía del Norte a que los construya inmediatamente, por ser indispensables.

La Crónica de Aragón, 6 de diciembre de 1916.

En el Tormillo Dos hombres muertos por un tren

En el kilómetro 109 de la línea de Zaragoza a Barcelona, el tren número 1.274, que tiene su llegada a este pueblo a las cuatro de la tarde, arrolló a dos obreros empleados de la Compañía del Norte que trabajaban en la reparación de la vía, causándoles tan graves lesiones que fallecieron antes de que se les pudiera prestar ningún auxilio.

El Juzgado de instrucción, llegado al lugar del suceso, ordenó el levantamiento de los cadáveres. Identificados, resultaron ser Ramón Costa, de 40 años, vecino de este pueblo, y Pedro Zueras, de 31, vecino de Pomar de Cinca. El primero presentaba las piernas separadas del tronco, y una ancha herida en la cabeza. Su compañero de infortunio había sufrido terrible magullamiento.

El suceso ha producido entre este vecindario penosísima impresión pues eran los muertos obreros laboriosos, muy estimados. Costa deja viuda y seis hijos de corta edad, y Zueras a su anciana madre en la mayor miseria. – Miguel Hernández.

Heraldo de Aragón 14 de enero de 1924.

Choque de trenes, maquinistas, fogoneros y mozo de tren heridos.

En la línea de Barcelona cerca de la estación de El Tormillo ha habido un choque de trenes del que resultaron cuatro heridos leves y uno grave Por la mañana empezaron a correr hoy rumores de un descarrilamiento con muertos y heridos que daban al accidente ferroviario las proporciones de una inmensa desgracia.

El tren efectivamente llego hoy con retraso y el retraso obedecía al descarrilamiento ocurrido en el kilómetro 105 de la vía cerca de la estación de Poliñino pero de los datos oficiales e informes recogidos se desprende que el accidente aunque muy sensible por las víctimas y daños materiales no re viste las proporciones que en un principio se le atribuían.

He aquí lo ocurrido La noche ultima y a las once y media próximamente en el kilómetro 105, entre las estaciones de El Tormillo y apeadero de Terreu chocaron el tren de mercancías núm. 1280 y el especial J. B. 2 que marchaban en dirección opuesta Al encontrarse volcaron algunos vagones y quedo interceptada la Vía.

En el primero de los partes recibí dos no se dan más detalles ni se explican las causas del accidente.

Unas pesetas que des aparecen y el ladrón es detenido

El Tormillo. — El pasado día 18 del actual, y al filo de las diez de la noche, fue asaltada por los cacos la casa-habitación que posee el factor don Ángel Pérez en la estación de El Tormillo. Desaparecieron 137 pesetas y varios efectos, amén del gran desorden ocasionado por los ladrones en la vivienda. Gracias a las activas pesquisas de la Guardia civil pudo recuperarse poco después la referida cantidad, pasando el autor de la sustracción a la cárcel para que el Juzgado haga con él lo que proceda. — Lafarga.

La Voz de Aragón 21 de julio de 1931.

En El Tormillo

Pajar totalmente destruido por el fuego De El Tormillo comunican que anteayer se declaró un incendio en el pajar perteneciente a don. Antonio Campo Arasanz.

Comenzó el incendio a las tres y media de la tarde, y a las cuatro el edificio y cuanto habla en él estaba totalmente destruido

Fue inútil que el vecindario intentase poner término al incendio Este fue realmente devastador. Las pérdidas se calculan en siete mil pesetas.

La Voz de Aragón, 30 de abril de 1933.

En Tormillo Lastanosa

Chocan dos trenes de mercancías y resultan heridos un maquinista y un mozo de tren.

Huesca. Anoche se tuvieron noticias de haberse registrado un choque de trenes en la estación de Tormillo Lastanosa.

A consecuencia del choque resultaron con leves contusiones el mozo de tren José Miret y el maquinista Andrés Rivelles.

Heraldo de Aragón del 9 de noviembre de 1933.

La voz de Aragón 12 de febrero de 1935.

La voz de Aragón 21 de julio de 1935.

Se desprende un cable de alta tensión y perecen carbonizados un hombre y dos caballerías de nuestro corresponsal.

Comunican del vecino pueblo de Lagunarrota que el martes último y sobre las tres de la tarde, a una distancia del pueblo de medio kilómetro, fue encontrado el cadáver de un hombre completamente carbonizado, tendido en el camino que cruza la línea de energía eléctrica que abastece a El Tormillo. El cadáver no ha podido ser identificado por no encontrársele documentación alguna. Representaba unos cincuenta años y por sus ropas y aspecto debía ser un mendigo. Fue encontrado el cadáver por el vecino de aquella localidad Tomás Inglán, que se dirigía con su yunta a una finca de su propiedad. Por cierto, que los animales se espantaron al ver el cadáver y llegaron hasta el lugar donde estaba tirado el cable con tan mala fortuna que también quedaron completamente carbonizados. El labrador se arrojó a tiempo a tierra, librándose así de una muerte segura.

Heraldo de Aragón 12 de septiembre de 1935.

El nuevo obispo de la diocesis de Lérida Aurelio del Pino y Gómez el día 20: “En El Tormillo, primer pueblo de la diocesis de Lérida, enclavado en la provincia de Huesca, fue recibido el prelado por una comisión del cabildo. En la estación se hallaban también los párrocos de El Tormillo y otras localidades, con los alcaldes respectivos.

Diario de Barcelona, 21 octubre de 1947.

A la memoria de José Trallero Buil.

Nicolas Andión Pena


Nicolás Andión Pena responde a la figura de médico rural, de beneficencia, aquel cuya disponibilidad abarcaba las 24 horas del día los 365 días del año. Gallego de nacimiento es sariñenense de adopción, localidad a la que dedica su profesión y vida, donde ejerce como médico durante más de 30 años, entre 1942 y 1978. Querido y respetado, nos sumergimos en su memoria y recuerdo gracias a sus hijas Inés y Margarita.

Nicolás Alejandro Andión Peña nace el 15 de diciembre de 1906 en Galicia en el lugar de Famelga/A Coutada- Sta María de Aguasantas, Concello de Cotobade, Pontevedra (hoy Cerdedo-Cotobade tras la fusión de ambos municipios). Lugares muy próximos dentro de la parroquia y separados por apenas 3 km. Hijo de Cándido Andión García, de A Coutada, y Adelina Pena. Fue el mayor de ocho hermanos, aunque dos murieron solo mas nacer, entre ellos Benito, Manuel Félix, María Inés, Cándido y Nicolás.

Estudia medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, siempre becado y con muy buenas notas, especializándose en hematología, especialidad encargada de enfermedades de la sangre o hematológicas. Especialización que quiso realizar en Alemania pero que el ascenso de Hitler complica del todo. Finalmente, realiza el MIR en Portugal, Oporto, Lisboa y Coímbra. Durante un tiempo vive en Vigo hasta que, con el estallido de la guerra, es llamado a filas en el bando nacional donde ejerce como médico. Principalmente realiza labores en retaguardia llegando hasta Jaca. Para él, la guerra es muy dura, practica mucho la cirugía, siendo un tremendo aprendizaje.

Así, tras la guerra, Nicolás no quiere quedarse en Galicia como médico, allí llueve mucho y prefiere un lugar más seco. Así que oposita y en 1942, entre sus destinos, elige Sariñena. Le habían quitado Vigo y, al haber estado en Jaca, decide que le gusta mucho más este clima.

Anteriormente, Nicolas había contraído matrimonio con Josefina Bello Fernández, también gallega de Maniños en La Coruña. Una mujer muy culta, que a pesar que no la habían dejado estudiar era una autentica devoradora de libros, una gran lectora. Josefina, de primeras, no viene a Sariñena y permanece por un tiempo en Galicia, en Maniños donde nacen sus dos hijas Inés y Margarita. Gracias a que tiene un salvoconducto para ir a Galicia, Nicolas puede ir a ver a su mujer e hijas con total libertad.

Nicolas, Josefina, Margarita e Inés.

Nicolás encuentra una Sariñena muy destruida por la guerra, sin encontrar casa para poder vivir. Por ello no tiene más remedio que alojarse en el hostal Ispa, Hotel Comercio Ispa, donde permanece bastante tiempo e incluso llega a pasar consulta. También se aloja en el hostal el notario de Sariñena Joaquín, con quien mantiene una gran amistad. Fueron años duros, había mucha miseria y muchas enfermedades, como el tifus, las fiebres de Malta, tuberculosis o la cirrosis; pues se bebía mucho vino.

Al tiempo, por suerte puede vivir en un pisito de la plaza el Salvador, popularmente conocida como plaza de la Iglesia; Inés aún recuerda las casas caídas y la plaza llena de tierra. Después, con la construcción de las casas de la avenida Huesca por Regiones Devastadas le conceden una casa en la actual calle Delicias nº 1, pared con pared con Pedro Cascales, el otro médico de Sariñena. “Años más tarde hacen el cuartel, pero antes solo había huertas”, recuerdan Margarita e Inés, “donde luego se hicieron las escuelas nuevas”. Allí residen y ejerce hasta su jubilación.

Margarita e Inés viven su infancia en Sariñena y guardan muchos y buenos recuerdos, como ir a las monjas, que aún estaban en la calle Rafael Ulled, actualmente parte del casino viejo. Iban con sus botas, como un viaje divertido. Además, en casa tenían un pequeño gallinero, con gallinas y pollos, un cuarto muy pequeño, con un palo, donde les daban de comer.

Nicolás se desvivía por la gente, pura dedicación, no comía hasta que no acababa la consulta y había días que se le hacían las cinco de la tarde, pues había días que igual atendía a 70 personas. Aunque le llamaba a cualquier hora e incluso por las noches, cualquier necesidad o urgencia la atendía, personas heridas o enfermas. Solía tener la sala de espera llena y al principio la gente no tenía ni para pagar, ejercía por pura vocación. “Atendía gratis e incluso hasta daba medicamentos gratis”, recuerda Inés como algunos pagaban con comida y como tenían nevera de hielo, y cabía poco, lo daban a personas que lo necesitaban “Respetaba mucho la vida de los demás, nunca hablaba mal de nadie, ni se metía en la vida de nadie”.

Siempre estaba formándose, por dos veces acude a Barcelona a realizar cursos, a los laboratorios “Grifols”, además recibe un montón de revistas médicas que devora leyendo.  En una ocasión, salva a una persona del tétanos que había cogido al clavarse algo y unos laboratorios le preguntaron que había hecho.

Su mujer Josefina ayuda en la consulta, recibe, escribe las recetas y mantiene la estufa “tenían una estufa de leña de salamandra”, entre muchas otras cosas. La consulta les da mucho trabajo, además de tener que ir a visitar por las casas “vivieron a gusto”. Aunque nunca cogen vacaciones, prácticamente no falta nunca. Pedro Cascales sí que cogía vacaciones, todo el mes de septiembre. Siempre se ayudaban, se mandaban continuamente papeles. También su hija Inés ayuda en la consulta, con las bajas y altas, llevando un fichero muy detallado a máquina, ejerciendo de secretaria. Inés también es una gran lectora, como su madre, de tebeos y novelas. Para Margarita sus mejores recuerdos mejores son de cuando vivíamos en la calle Delicias «aunque luego nos fuimos a estudiar y solo pasábamos las vacaciones».

Como médico también lleva las localidades de Capdesaso y Lastanosa. Al principio va en tartana, no había ni coches hasta que comienza a haber taxis. Una vez casi caen al río Alcanadre con el taxi, “El primer coche que compró era de segunda mano”. Luego, con su coche llega hasta llevar a más de uno al hospital de Huesca. Pedro Cascales lleva Albalatillo y Pallaruelo de Monegros Sin olvidar a Domingo Pardo que ejerce como practicante. Hay un tiempo que, en el edificio conocido como el Hospital, Nicolás y Cascales tallan a los quintos que van a hacer el servicio militar obligatorio.

Nicolas con su hija Margarita y su marido.

Era sano y muy fuerte, siempre había sido de estar por casa y nunca de bares, una vida sana. Hacía vida muy normal, solía subir paseando hasta el barrio de la Estación de Sariñena. Odiaba la sandía y los melones, decía que producían cólicos. Muy amigo del farmacéutico Rafael Loste, del secretario Fidel Bailo y el comerciante Pepe Brunet. Se juntaban en la rebotica o en la parte alta de las Marianitas, la tienda de Pepe Brunet, y hablaban de sus cosas y, como no, de política. Más de una vez, Marga le tuvo que ir a buscar a las Marianitas para avisarle de una urgencia.

Nicolas y Josefina con un nieto, sobre 1980.

Era muy profesional jubilándose en 1978, incluso jubilado ayudaba y atendía a la gente. Muchas de sus pertenecías médicas de la consulta y del laboratorio fueron donadas al museo etnográfico de Sariñena. Solía decir que si volviese a nacer no sería médico, pero nadie le creía.

Nicolas y Josefina en Ordesa.

Fallece a los 76 años de edad el 10 de octubre de 1983, en Lérida junto a sus hijas y resto de familia “Babeaba con sus nietos”. Sin duda, un gran médico que dejó una gran impronta en Sariñena que lo recuerda con gran cariño y donde incluso una calle lleva su nombre. Ambos, Nicolas y Josefina descansan en el cementerio municipal de Sariñena, por voluntad propia.

Gracias a sus hijas Margarita e Inés.

Carlomagno y los Doce Pares de Francia en los Dances Altoaragoneses


Por Antonio Cavero Barreu.
Publicado en la Revista de Folklore, n. 499, págs. 4-19, septiembre 2023.

Es sabido que los dances altoaragoneses de Sena y de Sariñena, en muchos aspectos similares, forman parte del reducido grupo de dances llamados completos, es decir que conservan los cuatro aspectos que componen el dance aragonés: pastorada, Moros y Cristianos, lucha del Bien y del Mal y la parte bailada de mudanzas y pasacalles. En el caso de estos dos dances y en la parte de Moros y Cristianos se añade otra característica común que no hallamos en ningún otro dance de Aragón: las breves alusiones a Carlomagno y a los Doce Pares de Francia, evocadoras del ciclo carolingio. El objetivo del presente trabajo es, por una parte, analizar el origen de esas alusiones a la luz de otras composiciones similares de teatro popular también relacionadas con el ciclo carolingio, aunque fuera de Aragón, y por otra parte dar cuenta de su evolución hasta las representaciones actuales.

1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Ya en una temprana reseña sobre el dance de Sena, Aurelio Capmany se sorprende de que algunas de las tropas son acaudilladas por “nada menos que Carlomagno, los Doce Pares de Francia, Roldán y Oliveros” (1931: 390). También Ricardo del Arco, en su obra sobre el folclore altoaragonés, escribe: “en los dances de Sariñena y Sena el general moro increpa a Carlomagno, a Roldán y a los Doce Pares. He aquí una reminiscencia de los romances viejos del ciclo carolingio” (1943: 158). En la misma línea, años más tarde, Mercedes Pueyo, en su tesis doctoral pionera sobre el dance en Aragón, comenta que en Sariñena [y también en Sena]

[…] aparece un personaje que está en cierto modo desligado del texto, en la persona del General Cristiano. Este es nada más ni nada menos que Carlomagno. Sus intervenciones en la representación son las propias del General Cristiano, ya que son una misma persona y a él se alude solamente una vez de aquí, que sepamos que se trata de Carlomagno. […]

es cierto es que son restos de la tradición oral, o bien como dice R. del Arco, restos de romances carolingios, aunque no estamos de completo acuerdo, pero podría ser posible en cierto modo. (Pueyo 1973: 53-54)

Siguiendo con las opiniones de especialistas, Antonio Beltrán escribe:

Las referencias a Carlomagno como general de los cristianos y a sus pares y Oliveros en Sariñena nos ponen en contacto, aunque confusamente, con el romancero y la «Chanson de Roland» mejor que con las tradiciones que comentan los intentos del emperador francés de asegurar una marca en Zaragoza. (Beltrán 1989: 22-23)

En Sariñena y Sena sale a relucir, sin conexión estricta con el texto, Carlomagno, nombre que da al general cristiano el turco; en Sena se nombra al “almirante Volante”, que es un noble caballero, y no faltan alusiones a Roldán y a los Pares, cuya relación con el romancero, aunque sea mediata y corrupta, es indiscutible. (Beltrán 1982: 38)

Son estos versos la parte más enigmática del diálogo que plantean la posibilidad de una relación, ya muy olvidada (por lo corrupto del texto), con los romances del ciclo carolingio.  (Beltrán 1982: 92)

También utiliza para estas alusiones carolingias expresiones como “extrañas referencias” o “confusa escena” (1982: 22, 92). Centrándonos en el dance de Sena, Jesús Cancer comparte estas opiniones, y añade que esas referencias “complican aún más la búsqueda de un origen” (1998: 60); por su parte, Benito Cavero relaciona asimismo estas alusiones en Sena con los romances del ciclo carolingio (1983: 41). Y, en Sariñena, Salvador Trallero, en una reciente publicación, analiza también con cierta extensión lo que considera “ecos de los antiguos romances carolingios” (2020: 36).

Todas las citas anteriores -salvo Capmany- proceden de autores aragoneses. Pero, ampliando el ámbito de la búsqueda, una prospección en las numerosas publicaciones que incluyen análisis de la presencia del ciclo carolingio en el romancero y en las fiestas de Moros y Cristianos, tanto en España como en América, permite rastrear la relación entre los dances que nos ocupan y otras representaciones basadas en dicho ciclo fuera de Aragón, y obtener conclusiones sobre el origen de esas alusiones carolingias en Sena y Sariñena. A ello nos vamos a dedicar en los apartados que siguen, para pasar después a analizar su evolución hasta la actualidad.

2. LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA Y EL CANTAR DE FIERABRÁS

Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de los dances de Sena y Sariñena aludidos en el apartado anterior y los romances del ciclo carolingio, aunque no por vía directa, ni estrictamente con el más conocido de esos cantares de gesta, el Cantar (o Canción) de Roldán, sino con otro del mismo ciclo, el Cantar de Fierabrás, de finales del siglo XII, casi un siglo posterior al de Roldán, y de temática muy similar, pero con diferencias significativas. La primera diferencia son los personajes: aparte de Carlomagno y dos de los Pares de Francia, Roldán y Oliveros, cuya relevancia es diferente en los dos cantares, aparecen en el de Fierabrás personajes que no están en el de Roldán. Entre ellos, el Almirante Balán o Balante, emir de Al-Ándalus, cuyo ejército ha robado de Roma las reliquias de la Pasión de Cristo, su hijo Fierabrás, llamado de Alejandría, gigantesco guerrero, su bella hija Floripes, y el gigante Galafre o Galafré. Son también diferentes las localizaciones, y en el Cantar de Fierabrás cabe hasta una relación amorosa entre la bella Floripes y el par de Francia Guy de Borgoña. Y, mientras que en el Cantar de Roldán la batalla principal es la de Roncesvalles, en el de Fierabrás es el combate que mantienen Fierabrás y Oliveros. Como puede verse en el Cuadro I, algunos de los personajes y localizaciones del Cantar de Fierabrás aparecen en los dances de Sena y Sariñena, aunque los nombres se ven alterados por las inevitables corrupciones y deformaciones debidas a la transmisión oral y el paso de los años.

3. LA PROSIFICACIÓN EN CASTELLANO DEL CANTAR DE FIERABRÁS Y SU DIFUSIÓN

El Cantar de Fierabrás, transmitido oralmente durante la Edad Media por juglares y trovadores en lengua francesa y occitana, fue adaptado en prosa y publicado por Jehan Bagnyon en el siglo XV con el título Roman de Fierabras le Géant (Bagnyon 1497). En 1521 aparece la primera edición de la traducción al castellano de Nicolás de Piamonte (o Piemonte), publicada por Jacobo Cromberger en Sevilla con el título Historia del Emperador Carlo Magno y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán. Para este estudio hemos consultado la transcripción de la segunda edición, de 1925, del mismo editor (Piamonte 1525)[1]. La obra, a la que en lo sucesivo nos referiremos más brevemente como Historia de Carlomagno, se convirtió en lo que hoy llamaríamos un “best seller”, y conoció numerosísimas ediciones, varias de ellas ya en el siglo XVI, tanto en España como en América, incluso una en 1641 en Huesca. También fue traducida al portugués en 1728, y aún en el siglo XX se seguía editando en algunos países de América[2]. Su enorme difusión se debió tanto a su carácter de relato caballeresco breve de lectura rápida -con una temática que estaba en boga en España y Portugal, en la que jugaba un papel fundamental el conflicto religioso entre paganos y cristianos- como al formato que mantuvo en la mayoría de sus ediciones, del tipo de libro de bolsillo, de los llamados “pliegos de cordel”[3], fácil de llevar consigo por trovadores, viajeros, soldados o similares. Pero su alcance no se limitó a las clases populares, sino que también llegó a los más letrados, y prueba de ello son las referencias que encontramos en El Quijote tanto a Carlomagno y los Doce Pares de Francia como al puente de Mantible y al conocido “bálsamo de Fierabrás”[4]. También se derivan de esta Historia de Carlomagno el auto sacramental La Puente del mundo, de Lope de Vega, o la comedia de Calderón La Puente de Mantible (Gumpert 1987). Sin embargo, el interés del libro para nuestro análisis no reside tanto en su calidad literaria sino en su dilatada influencia en públicos sencillos, y así fue reconocido -muy a su pesar- por Menéndez Pelayo, quien lo califica de “librejo” de “estilo vulgar y pedestre”:

Por raro capricho de la fortuna, bien desproporcionado a su mérito, obtuvo, sin embargo, extraordinaria popularidad, que ha llegado hasta nuestros días, puesto que todavía se reimprime como libro de cordel y sirve de recreación al vulgo en los rincones más olvidados de la Península […] este librejo, apodado por nuestros rústicos Carlomagno, que, a pesar de su disparatada contextura y estilo vulgar y pedestre, no sólo continúa ejercitando nuestras prensas populares […], no sólo fue puesto en romances de ciego por Juan José López, sino que inspiró a Calderón su comedia La Puente de Mantible. (Menénez Pelayo 1905: cxxxviii))

Es notable también la versión en romance de octosílabos de Juan José López, a la que alude Menéndez Pelayo, incluida en el Romancero de Durán (1851: 229-245).

También hay que decir que desde el siglo XVI la Historia de Carlomagno fue cambiando, incluso en el título, en función de los intereses de los editores. Y es relevante notar que ya en la primera edición Piamonte sitúa como enemigos de Carlomagno -es decir, de la cristiandad- a los turcos, y no a los moros o sarracenos como en el Cantar de Fierabrás original, lo que concuerda con el hecho de que en los dances aragoneses, cuyos textos se suponen generalmente posteriores al siglo XVI, se habla también de turcos y no de moros, fruto de los cambios en el escenario geopolítico tras la desaparición de los moros de la península y la aparición de la nueva amenaza del imperio otomano.

4. LA REPERCUSIÓN DE LA NOVELA DE PIAMONTE EN LAS REPRESENTACIONES DE MOROS Y CRISTIANOS

Las manifestaciones englobadas bajo el nombre de Moros y Cristianos en la península son muy variadas y tienen notables diferencias, por lo que diversos especialistas han ido proponiendo clasificaciones basadas en diferentes criterios. Entre las más tempranas figura la de Soledad Carrasco Urgoiti, quien distingue entre tres áreas geográficas de difusión de la fiesta: la región levantina, la andaluza y la aragonesa, más focos aislados en Galicia y Castilla (1963: 477). La documentada tesis doctoral de Demetrio Brisset (1980), que analiza los estudios anteriores sobre este tipo de fiestas y pasa revista a un repertorio de más de doscientas, tanto en la península como fuera de ella, representa un punto de referencia muy valioso para estudios e investigaciones sobre el tema, como esta que nos ocupa. Sea cual sea el caso, abundan en la parte literaria de todas las fiestas de Moros y Cristianos los pasajes que contienen desafíos, parlamentos o embajadas entre atacantes turcos o sarracenos y defensores cristianos -habitualmente siguiendo un esquema característico de provocación y desquite-, muchas veces en romance, asociados a un desembarco, una entrada, un ataque, la reclamación de tributos, el robo de imágenes o la interrupción de las fiestas patronales. La Historia de Carlomagno, cuyo trasfondo es la lucha entre los cristianos y “los otros”, sean moros o turcos, encajaba muy bien en esa tradición de representaciones de Moros y Cristianos. Por eso, a raíz de su enorme difusión dio pie a multitud de danzas o representaciones dramatizadas, con títulos alusivos a Carlomagno, a los Doce Pares de Francia o incluso a la princesa Floripes, tanto en la península como en América, y hasta en África y Asia, donde conquistadores y misioneros españoles y portugueses habían trasplantado desde el siglo XVI las representaciones de Moros y Cristianos como medio eficaz para llevar a cabo su función evangelizadora y de control político.

Las representaciones de la Historia de Carlomagno fueron mayoritariamente de tipo romanceado, con muy diferentes versificaciones adaptadas por poetas locales, y llegaron a puntos muy dispares de la península, no necesariamente coincidentes con los de tradición de Moros y Cristianos, como eran la zona mediterránea y Aragón. Pero la influencia fue incluso mucho mayor en América, hasta el punto de que la filóloga alemana Gisela Beutler, en un extenso análisis de la penetración de esta obra en dicho continente, llega a calificar el libro de Piamonte como auténtico “libro de texto” de multitud de representaciones al otro lado del océano (1984: 64). En el reciente trabajo recopilatorio La fiesta de Moros y Cristianos en el mundo, José Antonio Alcaraz (2021) pone al día los anteriores recuentos y da cuenta de forma casi exhaustiva del alcance de las representaciones de Moros y Cristianos, llegando a citar 1328 poblaciones, incluidas Sena y Sariñena, en 29 países de América, África y Asia, hasta donde llegó la colonización hispanoportuguesa, aparte de España y Portugal. De estas representaciones, una elevada proporción está constituida por las influenciadas por la obra de Piamonte y que hacen referencia a Carlomagno, a los Doce Pares o a Floripes[5]. Y resulta curioso constatar como en todas partes los poetas locales, que leyeron la novela en prosa, la devolvieron a su origen rimado, como era en el Cantar de Fierabrás. Parafraseando al académico portorriqueño Marcelino Canino Salgado (2010), podríamos decir que devolvieron a la poesía lo que a la poesía perteneció.

Más interés para nuestro análisis presenta el hecho de que, además de generar nuevas representaciones, la Historia de Carlomagno de Piamonte se utilizó para adornar y complementar representaciones ya existentes, y así la materia carolingia contaminó la tradición oral anterior y dio lugar a una curiosa mezcla con referencias y vestigios de Carlomagno y los Doce Pares en algunas composiciones muy anteriores. Es un caso muy habitual en América, pero también vale para algunos dances aragoneses, que en el primer párrafo de este trabajo hemos circunscrito a los de Sena y Sariñena. Relacionado con este punto, en un estudio de 2009 comparando el ritual de las representaciones de asunto carolingio en España y América, y citando el dance de Sariñena, Luis Díaz Viana escribe que “El episodio del desafío de Fierabrás a Carlomagno y la posterior lucha con uno de los Doce pares está presente también en buena parte de los dances aragoneses que han sido recogidos y estudiados por diversos autores” (2009: 1079). También cita aisladamente una frase de Arcadio de Larrea: “Ricardo del Arco me ha dicho en más de una ocasión que cree en una alusión a Carlomagno” (1952: 21). Tal alusión de Ricardo Del Arco está clara, y ya la hemos citado en el apartado 1 como punto de partida, referida a los dances de Sena y Sariñena, pero ni en el mismo Del Arco, ni en Larrea, ni en Beltrán, ni en Brisset, ni en Cancer, ni en ningún otro de los numerosos especialistas que han estudiado el conjunto de los dances aragoneses hemos encontrado otra alusión a la materia carolingia que no sea la de los dances de Sena y Sariñena. Compartimos por ello la opinión de Mercedes Pueyo, quien, en su estudio sobre los dances aragoneses, para el que analizó y comparó más de 70, se pronunció claramente sobre este tema al escribir que “Carlomagno aparece en los Dances de Sariñena y Sena únicamente” (1973: 20), y lo reitera casi cincuenta años después (2022: 18). En la actualidad la nómina de dances en Aragón, vigentes o desaparecidos, asciende a más de 270 (Cancer 2003), y no nos constan alusiones a Carlomagno, Fierabrás[6] o los Doce Pares más que en los de Sena y Sariñena.

A diferencia de lo que sucede en América, y exceptuando el Auto da Floripes, que se sigue representando al norte de Portugal, en la península han ido desapareciendo a lo largo del siglo XX otras representaciones de Moros y Cristianos con materia carolingia de las que se tenía noticia. Tal es el caso, por citar algunos ejemplos, de la Danza de Carlomagno en La Baña, en el Bierzo leonés (Casado 1991), las Relaciones de Castilblanques y Viñuelas, aldeas del municipio valenciano de Cortes de Pallás (Martínez Castilblanques 2018), el Retablo de Moros y Cristianos del barrio del Castillo de Cuenca (Ávila 2016) o la Batalla de Moros y Cristianos de Mouruás, en la comarca orensana de Terra de Trives (González Montañés 2009). De hecho, Demetrio Brisset se refería en una publicación de 1993 al ciclo carolingio como “extendidísimo por todas las Américas, mientras que en España el emperador Carlomagno ya sólo es caudillo en una localidad del Alto Aragón” (1993: 3). Al margen del detalle de que, en realidad, serían dos las localidades, Sena y Sariñena, no tenemos conocimiento de contraejemplos que puedan rebatir la afirmación de Brisset, por muy categórica que nos pueda parecer referida a toda España. Estamos de acuerdo en que las representaciones basadas en la novela de Piamonte están a fecha de hoy muy vigentes en buena parte de América, mientras que en España se han ido perdiendo a lo largo del siglo XX, aunque para algunas existen intentos de recuperación. Lo que sí es meridianamente cierto es que, año tras año, Carlomagno y los Doce Pares de Francia siguen presentes en la representación del dance de Sariñena cada 2 de septiembre y en el de Sena cada 2 de octubre.

5. LA CONEXIÓN DE LA MATERIA CAROLINGIA CON LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: EL PASAJE DEL RETO O DESAFÍO

Vamos a abordar ahora el nudo del análisis que nos ocupa: la influencia de la Historia de Carlomagno de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena, relacionada con una de las escenas más populares del libro, la del llamado reto o desafío. En este pasaje, Fierabrás se planta ante el real de Carlomagno, en el lugar llamado Mormionda, y desafía a los Pares de Francia para combatir con ellos, sean dos, tres, cuatro o todos a la vez, sin encontrar inicialmente respuesta. Es el preludio del combate que tendrá lugar unos capítulos más adelante entre Fierabrás y Oliveros, y la única escena del libro que veremos introducida en los dances de Sena y Sariñena, al margen de alusiones aisladas a personajes o a lugares de la novela.

Para poner de manifiesto la relación entre La Historia de Carlomagno de Piamonte y algunas representaciones de Moros y Cristianos basadas en ella, incluidos los dances de Sena y Sariñena, el Cuadro IVa muestra algunas versificaciones populares basadas en la escena del desafío, de procedencias muy dispares, tanto de España como de América, incluyendo la del dance de Sena (prácticamente idéntica a la del de Sariñena), y a continuación el Cuadro IVb muestra igualmente el fragmento del capítulo XII de la obra de Piamonte que corresponde al pasaje del desafío, en prosa, y que es la fuente de la que derivan las versificaciones del Cuadro IVa.

CUADRO IVa 
—¿A dónde estás, Carlo-Magno? Que hoy un solo caballero Viene a pedirte campaña: Envíame aquí a Oliveros O al valeroso Roldan, Que yo hasta seis los espero, Y les mantendré batalla Hasta que dé fin de ellos. Viendo que nadie salía, Determinado y soberbio Se tendió al pie de un árbol, Y se desarmó al momento, Y tendido como estaba Decía con gritos fieros: —Carlo-Magno, ya has perdido Tu fama y honor a un tiempo, Que hasta agora has ganado, Pues que a solo un caballero Que está pidiendo campaña, No le dais el cumplimiento.   Romances de Carlo-Magno y de los Doce Pares de Francia, Juan José López (Durán 1851: 229-230)  ¡Oh, doce Pares de Francia! ¿Adónde está nuestro esfuerzo? ¿Adónde está ese Roldán? ¿Adónde está ese Oliveros, Ricarte de Normandía[7] y todos sus compañeros? Vengan, aquí los aguardo. ¿No me responden, cobardes? […] Cobardes, aquí os aguardo, Solo me hallo en este puesto. Vengan uno, vengan dos o vengan ciento que os prometo darles a todos muerte con este luciente acero;   Moros y cristianos de Teotihuacán, México (Gamio 1922: 351)“Carlomagno aquí estoy yo hombre cobarde y traidor, tú no tienes corazón ni virtud para tu puesto Vamos a difinir esto (e) Cuanto más pronto mejor. Envíame dos o tres -le decía Fierabrás- o cuatro de los mejores, que desafío tus varones sin envidia ni revés. Batalla yo quiero, pues, ya que estoy en el trayecto a Roldán y a Olivero presos, a Fietrí, a Uger de Danoi. Mira, Carlomagno, estoy un hombre solo en el puesto. Eres cobarde en los tuyos indigno te nombraré no eres caballero, pues, para demostrar orgullo. Hoy los reinos que son tuyos No los mereces, por cierto, Dame batalla muy presto que en este árbol estoy tendido hasta el yelmo aborrecido por estar pensando en esto”.   Décimas por Carlomagno. De la tradición oral en Puerto Rico (Canino 2010: 727-728)
Salga el valiente Roldán con sus brillantes aceros, salga también Oliveros con espada y estandarte, salga Borgoña y Ricarte, y ese viejo de Recner! ¿Qué aguardan, por qué no salen? Ya es tiempo que a Dios aclamen! ¿Qué aguardas tú. viejo Naimes? ¿No es tu valor eficaz? ¿Carlomagno, dónde estás? ¿No eres tú tan valiente?   Historia de Carlomagno de Acatlán, Puebla, México (Beutler 1984: 76)
Carlomagno, ya has perdido todo tu honor y tu fama que antes habías ganado, mas por Mahoma te juro que he de pregonar a voces tu cobardía por el mundo. Carlomagno, Carlomagno, pues que tan nombrado eres, ¿cómo a salir no te atreves a pelear con Fierabrás? […] Salga el ejército todo, si uno no vos atrevéis, enviarme aquí a Roldán, o al valeroso Oliveros, que deseo el conocerlos. En aqueste suelo duro pienso de atar mi caballo. Aquí quiero descansar a ver si vien d’ alguno para conmigo pelear, que aunque vengan mil cristianos conmigo los he de llevar. (Hay una silla y un árbol y se sienta Fierabrás en la silla)   Danza de Carlomagno, La Baña, León (Casado 1991: 316-317)¡Oh Carlos Magno! ¡Oh indigno de toda reverencia! ¿A dónde están tus caballeros que no vienen en presencia? Ese Roldán de Oliveros, los doce pares quisiera, para dar cruda batalla aunque en el campo muriera; ¿aún no venís?¡ya no vendréis! ¡De agrado me mataría! si no fuera por el gusto de Mahoma, aunque desesperado muriera. A la sombra de este árbol sentarme quiero, que vengo muy fatigado, y en puras llamas me enciendo. (Se sienta debajo del árbol colocado en la plaza) […]   ¿Oh mi alfanje! ¡Qué buen pruebo si fuera, en la cabeza de estos hombres soberbios! ¡Oh Carlos Magno! ¡hombre cobarde y sin virtud! si no sales a dar batalla en este día, he de publicar por el mundo tu cobardía.   Dance de Sena (Gudel 1934a: 13)
CUADRO IVb
  […] ¡Oh emperador Carlo Magno, hombre cobarde y sin ninguna virtud, envía a un hombre solo que espera la batalla dos o tres o cuatro de los mejores de tus barones, sea Roldán y Oliveros, Tierry y Oger de Danois, que te juro a mis dioses de no les volver la cara aunque sean seis! Cata que estoy en el campo solo y muy alejado de los míos; y si esto no faces, por todo el mundo publi­caré tu cobardía y de los tuyos, no dignos de ser llamados caballeros. Toviste osadía de acometer la morisma y de ganar reinos y provincias: ten, pues, esfuerzo de dar batalla a un solo caballero. Esto dicho, ató su caballo a un árbol y se quitó el yelmo y se tendió en el suelo, e dende a poco alzó la cabeza mirando a todas partes si venía alguno, y desque no vido ninguno, dando mayores voces comenzó a decir: —¡Oh Carlo, no digno de la corona que tienes! ¿Con un solo caballero moro pierdes la honra que en grande multitud de moros muchas veces has ganado? ¡Oh Roldán y Oliveros y tú Oger de Danois y los que vos llamáis Doce Pares, de quien tantas hazañas he oído, ¿cómo no osáis parescer delante un solo caballero? ¿Habéis por aventura olvidado el pelear, o vos face miedo mi lanza? ¡Venid, venid todos los Doce Pares, pues uno a uno no osáis!   Historia del Emperador Carlomagno […] (Suárez Figaredo 2020: 27)

La semejanza textual de todos los fragmentos en verso mostrados indica una relación evidente entre ellos, tan evidente como el hecho de que todos derivan del fragmento en prosa, anterior en el tiempo. Incluso en los detalles, nótese también, en casi todos los ejemplos en verso, la coincidencia de que quien lanza el desafío -el general turco en Sena y Sariñena- se toma un respiro y se sienta, fatigado, al final o en mitad de su arenga, lo mismo que hace Fierabrás en el original en prosa. Y en el léxico, aun sin valor probatorio es sintomática la coincidencia del adjetivo “digno/indigno”, aplicado a Carlomagno tanto en la novela como en los textos de Sena y Sariñena, o el adjetivo “cruda”, que acompaña a “batalla”, presente igualmente en ambos textos y repetido hasta la saciedad en la obra de Piamonte, ya desde el título ([…] la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás) y más de 20 veces a lo largo de la obra. No parece necesario abundar en más argumentaciones para admitir que las alusiones carolingias de los dances de Sena y Sariñena, al igual que las del resto de los ejemplos del Cuadro IVa, proceden de la Historia del Emperador Carlomagno de Piamonte (Cuadro IVb).

De hecho, se puede encontrar alguna alusión explícita a la relación de la novela con los dances de Sena y Sariñena, aparte de la ya citada de Díaz Viana, en una investigación de la alemana Gisela Beutler, autora de un amplio estudio sobre los Moros y Cristianos de la zona mexicana de Puebla (1984). El estudio se centra en los textos, y más particularmente en los romances. Al explorar la evolución de las representaciones a ambos lados del Atlántico, en su comparación de romances relativos al episodio del reto o desafío, pone de manifiesto la similitud de algunos de los que allí encuentra con el dance de Sena. He aquí la cita:  

Hemos encontrado una forma muy parecida en España. Si comparamos el texto del Dance de Sena (Altoaragón) que publicó Ricardo [del] Arco y Garay en 1943, vemos que el diálogo entre el General Cristiano y el General Turco sigue con gran detalle el desafío entre Fierabrás y Oliveros en la novela de Nicolás de Piamonte. Se mencionan además el “puente de Almantías”, “Aguas Mansas” o el “Almirante” (Beutler 1984: 76-77)

Beutler argumenta una posible explicación -bastante evidente- para esta semejanza: “se trataría más o menos del uso de las mismas fuentes, que pudieran provenir del romancero español o de otros asuntos de alcance común” (1984: 71).  Está claro que “las mismas fuentes” son en este caso la novela de Piamonte, lo que viene a corroborar, desde una publicación alemana y pasando por América, la hipótesis que venimos exponiendo sobre la influencia de dicha novela en los dances de Sena y Sariñena.

6. LA MATERIA CAROLINGIA EN LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: DESDE SU INTRODUCCIÓN HASTA LAS REPRESENTACIONES ACTUALES

Una vez establecido que la materia carolingia introducida en los dances de Sena y Sariñena procede de la Historia de Carlomagno de Nicolás de Piamonte, cabe preguntarse el porqué de esa contaminación. La introducción de nuevos materiales en los dances no es extraña, y ha sido apuntada por diversos especialistas en la materia, en general y en casos de dances concretos. Mercedes Pueyo ya escribe sobre los dances que era inevitable que “gentes de unos y otros pueblos copiasen y adaptasen lo que encontraban de su agrado, mejorando o simplemente añadiendo o ampliando lo que tenían” (1973: 137). De forma similar, Lucía Pérez García-Oliver, en su estudio sobre el dance de Alcalá de la Selva, apunta en general sobre los dances que “los recitados de las soldadescas proceden de adaptaciones realizadas por un erudito local -con frecuencia el sacerdote- a partir de, en muchos casos, la literatura de cordel o de copias manuscritas que sirvieron de fundamento a la transmisión oral” (1984: 45). Introduce aquí dos alusiones que resultan relevantes para el análisis que nos ocupa: una, bastante frecuente, a eruditos locales, a menudo clérigos, que modificaron repetidamente los textos de los dances, y otra, a la literatura de cordel, que es el caso de la novela de Piamonte. También Jesús Cancer, en su obra sobre el dance de Sena hace notar que en los últimos años 50 del pasado siglo algunos textos del dance diferían de los que anotó Mosén Rafael Gudel (1934a, b, c), debido a las variaciones introducidas por el párroco de la época (Cancer 1998: 123). En la actualidad se ha vuelto a los textos de principio del siglo XX. En este caso de Sena hay que reseñar que la contaminación carolingia se produjo solo en el dance del Ángel Custodio, que se representa cada 2 de octubre, mientras que en el dance de la Virgen del Rosario, que se representa cada primer domingo de octubre, no se aprecia contaminación alguna. Y abunda Jesús Cancer en las ideas que venimos exponiendo:

 […] entrevemos de continuo la huella dejada por las alteraciones inevitables de la transmisión verbal y la intervención de personas con muy distinta instrucción a lo largo del tiempo. […] La intervención de los generales de ambos bandos dona a la letra el carácter épico y guerrero propio de la novela caballeresca, donde aparecen repetidas referencias a personajes y lugares míticos. (Cancer 1998: 90-91)

Centrándonos en el pasaje del reto, Demetrio Brisset escribe, refiriéndose en general a las representaciones de Moros y Cristianos en el siglo XVII:

Y para enfatizar lo épico-religioso, se contaba con varios modelos dramáticos de honda raigambre. […] Emotivamente, los más populares parecen haber sido los cantares de gesta carolingios, con su vibrante reto entre el conde Oliveros y el blasfemo gigante Fierabrás… (Brisset 1997: 81)

Sobre otra obra deudora de la novela de Piamonte, las Relaciones de las aldeas de Castilblanques y Viñuelas, escribe Vicente Martínez:

Estas relaciones eran una obra viva, en la que el texto clásico se revisaba con frecuencia por los directores, poetas locales o copistas, los cuales agregaban personajes y acontecimientos históricos sin el menor rigor, y realizaban las correcciones oportunas para adaptarlas al lugar. También introducían parlamentos copiados literalmente de otras obras clásicas, por lo que es muy frecuente encontrar versos que nada tienen que ver con el resto. (Martínez Castilblanques 2018: 417)

Existe, además, otro caso similar bien cercano a Sena y Sariñena: el del dance de Pallaruelo de Monegros, del mismo grupo y muy parecido a ambos, sobre todo al de Sariñena, del que Antonio Beltrán dice que “en los largos parlamentos aparecen menciones a la mitología que explican la intervención de un erudito en la composición” (1982: 96).

De acuerdo con lo que venimos exponiendo, parece plausible suponer como hipótesis que en un momento dado entre los siglos XVII y XIX algún erudito, letrado, o quizás clérigo, introdujo la materia carolingia aportada por la obra de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena o, más probablemente en uno de los dos, desde el cual se transmitió también al otro. A diferencia de otros casos que hemos reseñado en el apartado 4, en los que la Historia de Carlomagno era la base para una nueva representación, en este caso se introdujo amalgamándola con lo que ya había en ambos dances. Sustenta esta tesis el hecho de que, siendo muy similares varios de los dances de Monegros, no se observe contaminación carolingia más que en los de Sena y Sariñena, aun cuando la trama de todos es muy similar. Ello permite suponer que la materia carolingia se incrustó en estos dos dances sobre el sustrato común, que ya existía previamente.

En esta trama previamente existente, tras el diálogo de pastores, uno de estos advierte de la cercanía de un ejército al mando del general turco; tras embajadas y parlamentos con intercambio de pliegos, la cuestión -la reclamación de unos tributos no pagados, o la recriminación por estar celebrando unas fiestas patronales sin el preceptivo permiso del general turco- desemboca en un enfrentamiento armado -danzado en este caso- de las tropas cristianas contra las infieles, batalla que concluye con la intervención del Ángel, la derrota de los infieles y su conversión al cristianismo. Sobre este esquema, como hemos dicho bastante común en varios dances aragoneses, se introdujo de forma explícita y romanceada, con intención muy probablemente ornamental, el desafío de Fierabrás a Carlomagno, justo antes de la reclamación del tributo, sin importar que los personajes citados, Carlomagno, Roldán, Oliveros o los Doce Pares no tuvieran que ver con el tema de fondo. El desafío -reproducido en el Cuadro IVa- es recitado por el general turco, que se sitúa en el papel de Fierabrás, por lo que su bravata, igual que en el original, está dirigida a Carlomagno, emblema de la cristiandad, aunque debería dirigirse al general cristiano del dance.

Con posterioridad al pasaje del desafío, que ocupa el capítulo XII en la novela de Piamonte, entre los capítulos XVIII y XXV se desarrolla -a caballo y a pie- el largo combate entre Fierabrás y Oliveros, durante el cual se suceden los diálogos entre ambos paladines, intentando cada uno convertir a su fe al otro.

CUADRO V
[Oliveros a Fierabrás:]   Y no dilates más, ca nuestra batalla no se escusa salvo con esta condición: que dejando tus ídolos rescibieses baptismo y tuvieses la creencia que nós los cristianos tenemos; y si esto faces, tendrás por buen amigo al emperador Carlo Magno, y a don Roldán por especial compañero, y yo te prometo de nunca dejar tu compañía.    General cristiano.–General turco, si vinieras en acuerdo y tomaras mis consejos, ¡cuánto mejor que te fuera! que dejaras a tus dioses y tus leyes embusteras […] Si creyeras en Dios Padre, Criador del Cielo y Tierra, Y recibieras Bautismo, ¡oh cuanta alegría me dieras! Te querría como hermano, como amigo te sirviera;
Izquierda: fragmento del capítulo XIX de la Historia de Carlomagno (Suárez Figaredo 2020: 38-39). Derecha: fragmentos del Dance de Sena (Arco 1943: 168).

El cuadro V da una fugaz muestra de los argumentos que se intercambian Fierabrás y Oliveros, similares a los que se cruzan los generales turco y cristiano en los dances de Sena y Sariñena. Sin embargo, sería muy aventurado -a falta de pruebas más explícitas- ver en este paralelismo otra constatación de la contaminación de la novela de Piamonte, ya que los diálogos basados en el tema de la conversión de un moro o turco derrotado por un caballero cristiano son comunes, no solo a gran parte de los dances aragoneses, sino también a todo tipo de representaciones de Moros y Cristianos, tanto en la península como fuera de ella. Es más lógico suponer que estos diálogos formaban parte en Sena y Sariñena del sustrato preexistente.

Del resto de la trama de la novela de Piamonte no creemos que hubiera más incrustaciones textuales, aunque sí algunas alusiones a otros pasajes, hoy escasamente reconocibles en el diálogo entre el rabadán y el general turco previo a la batalla, como veremos a continuación. Para ponernos en situación, enumeremos brevemente los pasajes de la novela que tienen algún reflejo en los dances analizados, aparte del del reto. Con posterioridad al combate entre Oliveros y Fierabrás, Oliveros es hecho prisionero por los infieles, junto con otros cuatro de los Pares, y son trasladados a la fortaleza de Balán, en el lugar llamado Aguas Muertas. Para acceder a la fortaleza es preciso pasar por el puente de Mantible, defendido por el temible gigante Galafre, a las órdenes de Balán. La novela nos refiere que, al hacerse cargo de los prisioneros, el carcelero “encarcelolos en una escura torre […] y metiolos por arriba y hízolos abajar por una escalera de manos, y después tiró la escalera arriba y cerró una trampa de fierro con tres candados” (Suárez Figaredo 2020: 47). Y, más adelante, ya muy avanzada la novela, Fierabrás, convertido ya a la fe cristiana y atacando junto a Carlomagno la fortaleza de Aguas Muertas, presenta al emperador -tratando de salvar la vida de su padre, el almirante Balán- el ruego que transcribimos en la versión romanceada de Juan José López:

— Muy poderoso señor,
Solo una merced te ruego:
Que divulgues en tu real
Que cualquiera caballero
Que se encuentre con mi padre
No le dé muerte, que quiero
Ver si puede ser cristiano. —

                 (Durán 1851:240)

Estas alusiones a la novela están reflejadas, de forma sucinta y aislada, en los pasajes de los dances de Sena y Sariñena que muestra el Cuadro VI, lo que sirve para ejemplificar el proceso sufrido por muchos otros dances aragoneses en los que, a falta de registros escritos – como mucho, cuadernos copiados a mano repetidamente- la transmisión oral produjo, al transcurrir los años, corrupciones y degeneraciones en los nombres, sobre todo en los cultismos, y mezclas y pérdida de significado en las citas. 

CUADRO VI
DANCE DE SENADANCE DE SARIÑENA
Rabadán.–                   Gral. Turco.-   Rabadán.–  En el puente de Almantías hay cuatro mil caballeros muy escogidos y armados, muy valientes y soberbios; el Almirante manda esto, que si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tiengo, que está bajo de Aguas Mansas debajo la trampa preso. Dime, repatán pequeño, ¿a quién sirves contento? Al Almirante Volante, que es un noble caballero.Noble Primero.–             Turco.–   Repatán.–  En el puente de Almantías[8] hay doce mil caballeros; son preferidos y armados, son armados muy soberbios, y si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tengo. Oye, repatán pequeño: ¿a quién sirves tan contento? Es al gigante Gallardo, que es un noble caballero, que está encima de Aguas Mansas, cogido en la trampa preso.
Fragmentos del dance de Sena (Arco 1943: 166-167) y de Sariñena (Arco 1943: 210)

Así, la alusión a la prisión de los caballeros se puede entrever en la frase “debajo la trampa preso”, de Sena, que recoge el carácter de pozo -al que hay que bajar- de la prisión del texto original, y su cierre con “una trampa[9] de fierro”. En Sariñena es “cogido en la trampa preso”. En cuanto al ruego de Fierabrás para que se respete la vida de su padre el almirante, confundido con el general, está bastante explícito en los fragmentos mostrados, aunque totalmente desligado y sin relación con el contexto del resto del dance.

Por lo que respecta a las localizaciones, se mezclan en los dances de Sena y Sariñena lugares geográficos o históricos reales, como La Valle los Arnales, Urgellet, Sena, Sigena, Sariñena o Albalatillo con otros ficticios procedentes del Cantar de Fierabrás y evolucionados por la transmisión oral, como el puente de Almantías o Aguas Mansas. En cuanto a los personajes, Carlomagno, Roldán y Oliveros se citan textualmente a pesar de tener poco que ver con la reclamación del tributo, como ya hemos indicado. El almirante Balán, que comanda las tropas sarracenas en la novela, ha acabado siendo en Sena el almirante Volante. Sobre el tema del almirante o almirantes, en los dances que analizamos se intercambian pliegos “de parte del almirante” o se alude a este indistintamente, con la participación del rabadán, como si hubiera un almirante en cada bando, sin que se especifique si es el mismo o no, mientras que, por otra parte, dichos almirantes asumen el papel de los generales turco y cristiano.

Los textos mostrados en el Cuadro VI permiten también constatar, al margen de la evolución ya analizada de las incrustaciones carolingias, las diferencias en pasajes de origen común entre dos dances de poblaciones muy próximas entre sí, como son Sena y Sariñena. Ambos textos se han tomado de Ricardo del Arco (1943), aunque para el correspondiente a Sena este autor se limita a reproducir una transcripción anterior de Gudel (1934a), introduciendo, por cierto, ligeras correcciones ortográficas. Los fragmentos muestran, como se ve, evidentes diferencias de fondo y forma. El rabadán sirve en Sena “al almirante Volante”, pero en Sariñena lo hace “al gigante Gallardo”, aunque en ambos casos se añade “que es un noble caballero”. En el puente de Almantías o Al-Mantible hay en Sena cuatro mil caballeros, que se convierten en doce mil en Sariñena.  Aunque lo que resulta más curioso es constatar que lo que en Sena ha acabado “bajo de Aguas Mansas”, en Sariñena está “encima de Aguas Mansas”. Y en Sena el que está preso es un cierto general, pero en Sariñena es el mismísimo gigante Gallardo – el Galafre de la novela-, que ha pasado de guardián del puente a estar “cogido en la trampa preso”.

Como estamos viendo, la incrustación de la materia carolingia en los dances de Sena y Sariñena, ha devenido actualmente en una curiosa amalgama de lugares reales y ficticios, y de personajes que estaban previamente en los dances con los introducidos por la materia carolingia. Y todo ello, desfigurado por la corrupción y degeneración asociada a la transmisión oral. El resultado es que el conjunto que lo que hoy observamos resulta algo desordenado y la comprensión de algunos pasajes, como los reproducidos en el Cuadro V, se hace dificultosa, por carecer, además, de relación con el resto de la trama del dance.

Para finalizar diremos que esta evolución asociada a la transmisión oral ha sido analizada por la etnolingüista francesa Jeanine Fribourg, quien realizó a lo largo de varios años un trabajo de campo en Sariñena y Sena, y en su obra Fêtes et Littérature Orale en Aragon (1996) compara los primeros textos transcritos de la parte fija de los coloquios de los dances de ambos pueblos con los recogidos por ella en 1976, 1978, 1980 y 1982 y constata las variaciones registradas. El capítulo correspondiente de la traducción al castellano lleva así el elocuente título de “La variabilidad debida a la enunciación” (Herrando 2000: 202-213).

7. CONCLUSIONES

Llegados a este punto, creemos contar con la suficiente fundamentación para establecer dos conclusiones sobre la relación de los dances de Sena y Sariñena con el ciclo carolingio:

  1. Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de estos dances que aluden a Carlomagno y los Doce Pares de Francia y los cantares del ciclo carolingio, aunque no con el Cantar de Rolando, sino con el Cantar de Fierabrás, algo posterior, de finales del siglo XII.
  2. La conexión no es por vía directa, sino a través de la novela del siglo XVI Historia del Emperador Carlo Magno, y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán, de Nicolás de Piamonte, traducción de una prosificación francesa del Cantar de Fierabrás del siglo XV. Algunos fragmentos de esta novela se introdujeron en ambos dances, con propósito ornamental, en una fecha posterior al siglo XVI.

Para terminar, sucede con esta investigación lo mismo que con la mayoría de las que se acometen, a mayor o a menor escala, para resolver una determinada conjetura: la obtención de resultados o conclusiones suele ir aparejada a la aparición de nuevas cuestiones a investigar, a veces incluso de mayor calado que las iniciales.  En este caso tales cuestiones podrían referirse a quién o quiénes introdujeron en los dances de Sena y Sariñena, con pretensión ornamental, los fragmentos de la novela de Nicolás de Piamonte que hemos analizado, en qué momento lo hicieron, y, no menos relevante, por qué razón estas alusiones a la materia carolingia solo aparecen en estos dos dances de Sena y Sariñena, sin haberse propagado a los demás de grupo -ni a ningún otro de los aragoneses-, siendo tan similares entre sí los dances del grupo monegrino. Queda en pie para futuras investigaciones.

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[1] Existen ediciones recientes de la obra en soporte electrónico, con introducción y notas, por ejemplo la de Olea (2019), o la de Suárez Figaredo (2020), que es la que hemos consultado.

[2] Carlos Gumpert (1987: 74) ha localizado más de 120 ediciones, 12 de ellas en el siglo XVI. Por su parte, Marcelino Canino (2010) recogió versiones en Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, México, Panamá, Guatemala y Venezuela, y conocía otras en tagalo, la lengua natural de las Filipinas. Y, según testimonios recogidos por Julio I. González Montañés (2009), todavía a mediados del siglo XX era frecuente la existencia de un ejemplar de la Historia de Carlomagno en las casas campesinas gallegas.

[3] Según Maximiano Trapero (2001: 77) “seguramente, ninguna historia ha sido tan reimpresa y tan difundida a través de pliegos de cordel como la historia de Carlomagno y sus Doce Pares de Francia.”

[4] Según la leyenda que relatan el Cantar de Fierabrás y la novela de Piamonte, las tropas comandadas por el rey sarraceno Balán y su hijo el gigante Fierabrás conquistaron Roma y robaron las reliquias de la pasión, entre ellas dos barriles con los restos del bálsamo con el que fue ungido el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía. Las tropas de Carlomagno iban a su encuentro para recuperar las reliquias, cosa que consiguieron tras muchas vicisitudes, entre otras la victoria en combate de Oliveros sobre Fierabrás y la conversión de este al cristianismo.

[5] En el trabajo de Francesc Massip (2021) puede consultarse una muy pormenorizada descripción de las representaciones de Los doce Pares de Francia, en Tlalnepantla (Morelos, México), y del Auto de Floripes de Santo António (São Tomé y Príncipe).

[6] A título de curiosidad, indicaremos que la palabra “fierabrás” sí que aparece en algunos dances aragoneses. No se trata de una alusión directa al personaje de la materia carolingia, sino al sustantivo al que dio pie, hoy en desuso, pero que recoge el diccionario de la RAE: “m. y f. coloq. Persona grande y fuerte, especialmente la fanfarrona y jactanciosa”. Aparece, por ejemplo, en una pastorada de Besians de 1799 (Pueyo 1973: 212), y en el dance de Ambel (Gracia y Aragón 2006: 94).

[7] Ricarte (o Recarte) y Borgoña de Normandía, Thierry y Oger de Danois son, igual que Roldán y Oliveros, miembros de Los Doce Pares de Francia. Recner es el padre de Roldán, y Naimes es el anciano consejero de Carlomagno.

[8] En trascripciones posteriores se cita como Al-Mantible en lugar de Almantías (Trallero 2020: 122).

[9] Se utiliza aquí la segunda acepción del diccionario de la RAE para la voz “trampa”: Puerta en el suelo, para poner en comunicación cualquier parte de un edificio con otra inferior.

Gonzalo Casamayor Suñén


Natural de Alcubierre, Gonzalo nació el 22 de noviembre de 1948. Apicultor y pastor, su trabajo lo ha desarrollado significativamente en la Sierra de Alcubierre, recorriendo sus caminos, campos y aldeas que rebosaban de vida: -En cada cerro había un pequeño rebaño de cabras, ahora apenas se ve un rebaño de ovejas pastar por sus montes-. Efectivamente, ahora las casetas, parideras y corrales se escachan, las balsas y balsetes quedan abandonados. La sierra ha cambiado, también la vida, pero su memoria aún está viva.

De casa «Calavera», por parte de paterna, su padre trabajó en varias empresas, principalmente en los riegos, haciendo canaletas, azarbes, sifones… lo hacían a mano e iba a trabajar en bicicleta; fue después de hacer el canal. En torno a 1947-1948, cuando nació Gonzalo, su padre se encontraba trabajando en el túnel de Escarra en Sallent. Eran tres hermanos y su madre trabajó en casa. Prácticamente tenían muy poca tierra.

Gonzalo guarda entrañables recuerdos de su niñez, de cuando jugaban a los pitos, a las canicas, y a las carpetas, con las cartas de la baraja; ellos mismos se hacían sus propios juguetes. Fue a la escuela en clases separadas y la escuela estaba en el edificio del ayuntamiento, por donde está la farmacia.

También se acuerda de cuando llevaron el agua corriente a Alcubierre: -Hicieron cuatro fuentes. Una en las cuatro esquinas, en el cruce entre la carretera Sariñena Zaragoza, con el camino de san Caprasio y la carretera a Robres. Una segunda debajo de la virgen del Remedio, conocida como plazeta de las cabras. La tercera en la plaza del lavadero, donde aún recuerda el antiguo lavadero donde de críos iban a jugar. Era un porche abierto, como el de Villamayor, tejado de tijeras de madera. Aún está la solera de cemento. La cuarta fuente es la de la plaza del ayuntamiento, aún existe, aunque no es la original-.

A los 12años ya iba por la sierra con cabras, iba por un cerro y las cabras por otro y se veían: -Ahora hay tantos pinos que resulta imposible-. El llevaba “un ciento de cabras” y en Alcubierre igual había entre 10.000 a 12.000 ovejas y cabras.

Las cabras han sido muy importantes, por la leche, en cada casa tenían un, dos o tres cabras por lo menos, entre todas hacían un ciento que llevaban con la vicera. Con las cabras ganaba unas 2.500 pesetas al mes, iba desde el pueblo a la sierra y cuando parían se quedaba en el monte:  -Una mujer soltera tenía una cabra muy buena que parió tres cabritos, sería por 1964. Le llevé los tres cabritos y se puso tan contenta que me dio dos cincuenta de pesetas, que casi era el sueldo de un día-.

Con 15 años estuvo de pastor de cabras y hacía la vicera de las ovejas y las cabras, juntando unos pocos animales de muchas casas. En algunas casetas se marcaba con carbón o con la navaja –Fulano de tal, vicero de pelo-; de pelo son consideradas las cabras mientras las ovejas de lana.  

Con las ovejas ganaba 2.800 pesetas.  Las ovejas de la vicera tenían un polígono, desde el pueblo hasta el Pantanico. Lo hicieron en el 64: – Haciendo el pantanico salió un manantial y las lomas estaban completamente empapadas-.

Sobre la trashumancia, Gonzalo comenta que en tiempos sí que subieron algunas casas a la montaña.  

Hacían leña en la sierra, pero había un guardia que vigilaba hasta los sisallos. De hecho, apunta Gonzalo -Estaba de guardia para eso, para la gente no hiciera sisallos como leña. Había guardas para todo, para las viñas y eran los que más uva se llevaban. –

Gonzalo recuerda ir a buscara agua a las balsas –Con un mulo y un cubo de cinc de 200 litros iba el aguacero y decían: “Ahora viene el aguacero con el cubo”-. Por las piscinas estaba la balsa grande, apunta Gonzalo, donde iban las mulas a abrevar. Encima estaba la balsa pequeña, donde se quedaba la arguila, arcilla, donde aún existe la tajadera, justo al otro lado de la carretera a Robres.

Antes, desde la balsa de Valmediana, por el camino a san Caprasio, bajaban el agua al pueblo a través de una tubería hasta la fuente de la placeta de las cabras, esquina con el super. La quitaron antes de traer el agua y con el tiempo, al labrar los campos, por donde pasaba la tubería, salían restos. Al lado del silo estaba el Balsón, vallado de piedra, y abastecía de agua al pueblo.

-Un año que no llovió nada, el único sitio donde había agua era en la balsa Nueva-, recuerda Gonzalo, la balsa, que tiene un madero en medio, se encuentra camino a Loma Gorda, conocido como camino balsa Nueva. Aquel año tenían que ir a buscar agua a balsa Nueva con carros en pleno febrero.

La agricultura y ganadería han sido la actividad principal en Alcubierre, –Todo secano, con la llegada del canal ha habido algo de huerta, de regadío, pero muy poco-, apunta Gonzalo. Había huertos en el manantial de la balsa Pina y bajaba el agua hasta el camino de la balsa Nueva. El manantial ha desaparecido. Antes casi todos los años nevaba y había muchos manantiales: – La Fontaneta, camino pozo Pablico, nunca se había secado hasta el año pasado. Un poco más arriba, del pozo Pablico sacaban agua para las mulas-. El monte aún está lleno de balsetas y balsetes donde a las mulas les daban con el pozal.

Gonzalo cuenta sobre las repoblaciones que hubo por la sierra, por las zonas del barranco nuevo y barranco del hambre y doña Pascuala. El vivero estaba situado en el barranco nuevo y hubo mucho trabajo para plantar pinos, pues la sierra estaba muy pelada. Pero también se aprovechaba y se sacaba lo que marcaban, poco, 2 o 3 pinos y no muy gordos.

Carrasca: Carrasquizo cuando es más arbusto. Coscoja: Coscojo.

Al final, Gonzalo estuvo dos años con cabras y un año y poco con la vicera de ovejas. A los 17 años marchó a trabajar a Navarra y Victoria haciendo azarbes, también estuvo por Cantalobos y Orillena. Luego realizó el servicio militar en 1970, durante 15 meses en Zaragoza. Tras la mili, volvió a la empresa anterior, a Uriarte, trabajó 3 meses en San Sebastián y luego en el tercer tramo del canal de Monegros.

Sobre 1970, ya en Alcubierre, Gonzalo puso colmenas y se hizo apicultor y más tarde, para complementar, se puso ganado; pues con solo las colmenas no podía vivir. Y eso que antes no había tantas enfermedades y había mayor producción de miel, La vendía a mayoristas que venían a Alcubierre a recogerla. Así, hasta su jubilación se dedicó a las colmenas y al ovino.

Se puso de pastor con 26 años, sería por 1974. Ha llevado ganado de rasa aragonesa y unas pocas cabras, recorriendo la sierra de Alcubierre, donde ya resulta casi imposible encontrarse con algún ganado. Un oficio que ha amado en un entorno que ha cambiado, que ya no es el mismo de una forma de vida que ya hace tiempo dejamos atrás.

Pastores de Los Monegros:

José Trallero Buil y Aurora Alfaro Raluy


Natural de El Tormillo, José Trallero Buil nació en la localidad el 20 de julio de 1932. De familia de agricultores, sus padres José y Rafaela eran de El Tormillo de toda la vida. Tenían algunas tierras, más bien pocas y de secano, pues –aquí era todo secano hasta hace dos años comenzó a llegar el regadío-.

José nos recibe en su casa junto a su mujer Aurora Alfaro Raluy, quien también nació en El Tormillo, el 25 de septiembre de 1937. Curiosamente, ambos son mellizos con sus respectivos hermanos. Nos acompaña en esta mañana de verano su hija Aurora Trallero Alfaro. El pueblo está animado, el verano siempre los rejuvenece. Y nos trasladamos a su juventud, a su pueblo, El Tormillo, que siempre ha pertenecido y se han considerado de Los Monegros hasta la comarcalización, por la que fueron incluidos en la comarca del Somontano.

Ambos iban a la escuela, la escuela separada de niños y niñas, en la de chicos unos 30 y en la de chicas unas 25 -Los maestros eran don Francisco y doña Pilar, eran matrimonio, eran muy buenos maestros y siempre han sido muy queridos en el pueblo-. Pilar había estado antes en Sariñena de maestra. Hoy en día, en las escuelas, viejo edificio de 1917, se encuentra el centro social.

Iban a coger el agua a la fuente Vieja, que se encontraba por donde ahora está la piscina, era de manantial y de ahí se distribuía a otras fuentes que estaban por el pueblo. Además, había tres balsas: la del Pueblo, la de La Clamor y la del Tejero.  El lavadero o lavador estaba algo lejos, por el Pantano -Había un grifo por el que siempre salía agua; también era de manantial-.

José apunta como antes se sembraba cebada y trigo, además había almendrales, olivares y mucha viña: -En cada casa había 1 o 2 viñas, un almendral y olivos, según la casa, si era casa rica pues tenían más-.  Había molino de aceite en El Tornillo. En 1950 ni se segó ni se trilló, no se cogió nada por una gran sequía, mucha gente marchó, sobre todo, de aquí a Sabadell. 

Cada casa tenía un par de mulas menos las casas ricas que tenían tres pares de mulas. El panadero tenía una vaca y vendía leche, pero en cada casa había algún tocino, gallinas, conejos y palomos: -El caldo de palomo era muy fuerte-.  Había dos tiendas: casa Gonzalo y casa la Jaima (La Felisa); dos carnicerías, casa Felipe y casa Clau. -Hubo zapatero, esquilador de mulas, carpintero, cura con casa propia…- También, en El Tormillo había unos 4 o 5 pastores, para las casas más ricas del pueblo, casa Ferrer, casa Vicente, casa Blecua y casa Felipe.

Pero lo que verdaderamente fue importante fue su estación ferroviaria, que aportó mucha vida y prosperidad a la población. La estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa, que dista unos tres kilómetros del pueblo; distancia que hacían andando o los iban a buscar.

Estación de ferrocarril Tormillo-Lastanosa.

Entonces, recuerdan José y Autora, en El Tormillo había unas cien casas y unos 500 vecinos, el pueblo tenía vida -Sin olvidar la estación de Terreu, donde había jefe de estación, factor y guarda aguja-. En La Masadera había un paso a nivel, pero sin barrera.

José ingresó en Renfe en Vías y Obras el 5 de agosto de 1959, desarrollando una vida profesional completamente vinculada al mundo ferroviario. Y, sin duda alguna, José es memoria viva de la estación ferroviaria Tormillo-Lastanosa.

José y Aurora nos van desgranando sus recuerdos, como en la estación vivían ferroviarios, había viviendas donde se alojaban el jefe de la estación, el factor y el guarda agujas. Había un muelle para carga y descarga de mercancías, se cargaba mucha paja para Cataluña, grano y harina de la harinera de Berbegal, sacos de 100 kilos cada uno. Se descargaba abono.

Estaban las brigadas de mantenimiento, apuntan José y Aurora, la brigada 15 de El Tormillo, la 14 de Lastanosa y la 16 de Terreu. Cada brigada estaba compuesta por 6 obreros, un 1er obrero y un capataz. Cada brigada era responsable de un tramo de vía, arreglaban los baches, cambiaban traviesas, algunas, de madera de haya, se quemaban con la carbonilla que tiraban las máquinas. Pasaban mucho calor y había mucho trabajo ya que pasaban muchos trenes. Muchos obreros vivían en El Tormillo ya que les alquilaban casas.

A su vez había unas tres o cuatro casas en la estación Tormillo-Lastanosa, dos de guardas agujas, la de los Basoles, la de Jaime, Tricas y la de Acacio, el jefe. Además, en el pueblo estaba la Posada en casa de Mariano Pérez, donde se alojaban varios ferroviarios y viajeros.

Pasaban los trenes del correo y el rapidillo. A las diez de la mañana pasaba el tren que iba de Zaragoza a Barcelona, era el tren correo en el que iba mucha gente. El rapidillo pasaba a las 9 de la mañana, de Lérida a Zaragoza y salía de nuevo por la tarde de Zaragoza a las 17:30 horas y pasaba a las 19:30 por El Tormillo continuando hasta Lérida.

Muchos tenían un pase gratis para viajar, José tenía el “carnet ferroviario” y fueran a donde fueran lo tenían gratis. Aurora tenía “El carnet kilométrico”, con el que podía hacer hasta 300 km gratis. Cogían el tren correo a Monzón para comprar y a Selgua para hacer transbordo a Barbastro, donde cogían la Burreta. También contaban con un auto línea Villanueva de Sigena a Barbastro, que paraba en Sena, Castelflorite, Lamasadera, estación Tormillo-Lastanosa, El Tormillo, Peralta Fornillos, Berbegal y Barbastro. Algunos cogían el tren en la estación para irse de viaje de novios a Barcelona.

A la estación acudía el correo de Castelflorite, Lamasadera, Peralta, Berbegal y el mismo Tormillo. -Venían en una burra- El de El Tormillo era el jefe, cogía la saca y en un cuarto de la estación lo repartían

Había un despacho de telégrafos, y telegrafiaban en la estación, era una habitación y la llevaba militares que estaban realizando el servicio militar obligatorio.

Había estraperlo, se llevaban sacos de trigo y los mozos de tren lo cargaban – si iba a 3 pesetas el saco allí lo vendían por 6 pesetas- En Terreu había más estraperlo -En la casilla de Terreu llevaban incluso un vagón vacío que llenaban con el estraperlo-. La Guardia Civil estaba en Peralta, pero todos los días se acercaban por la estación. Igualmente, se recogía algo de carbonilla, carbón a medio quemar para aprovecharlo en las casas.

La estación aún conserva el pozo de agua. De Sariñena acudía un tren con un vagón cisterna que llenaba el pozo de la estación, el depósito. Con una carrucha y un pozal sacaban el agua y llenaban el botijo. También abastecían a las casas de la estación. En Sariñena era donde los trenes repostaban agua y carbón. José y Aurora recuerdan a Cosme García y Pilar Mir, de Sariñena, que vendían refrescos en la misma estación de Sariñena.

Lamentablemente quedan las ruinas de casa Lacoma, quien vivió allí durante muchos años. También queda un almacén, lo hizo uno de Sena en torno a 1965, un particular, y no tiene nada que ver con la estación.

El 2 de octubre de 1958, José marchó como mozo de estación a Lérida, pero volvió a El Tormillo en 1960 como guarda agujas, hasta 1963, cuando se casó con Aurora y volvió definitivamente a Lérida hasta su jubilación. José y Aurora se casaron el 5 de octubre de 1963, se casaron tres a la vez, ellos y sus respectivos mellizos con sus correspondientes parejas, José y Aurora señalan que la boda debería haber sido noticia, según les dijo un corresponsal del Heraldo de Aragón que cubría la zona. En Lérida estuvo como capitán de maniobras.

La estación ferroviaria de Tormillo-Lastanosa estuvo en auge hasta 1965, cuando su actividad comenzó a decaer. Con el tiempo los obreros los concentraron en Sariñena, la estación la cerraron de noche, el personal dejó de vivir en la estación y todo hasta que sobre 1980-1981 dejaron de parar los trenes -Cuando cerró la estación fue una ruina para el pueblo y luego también acabaron cerrándose las escuelas-.    

Pasear por El Tormillo, en su paraje quebrado de barrancos y bajo su cantera de elevada pendiente, es descubrir un pueblo tranquilo, con sus casas de arquitectura tradicional, de gran belleza. Es sentir la historia, la vida de un pueblo que guarda una gran memoria muy ligada al ferrocarril que tanto significo para el pueblo. Ahora solamente se ven pasar los trenes por la pequeña estación, soñando con que algún día vuelva a parar.

Gracias a Aurora Trallero Alfaro.

José Trallero Buil falleció el 7 de octubre del 2024, a penas dos meses después de la entrevista.