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Gaudencio Beltrán Pallarés, el peón caminero curandero


La figura de peón caminero respondía al operario encargado de cuidar, a pie del camino o carretera del estado, una determinada distancia, aproximadamente, en este caso, de unos seis kilómetros. En España, esta figura es creada en el siglo XVIII, concretamente en 1759, durante el reinado de Fernando VII. Así, en Bujaraloz, en su paso de la nacional II, resultó celebre el peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés, pero no por su oficio, sino por un don divino que le hizo celebre por su capacidad de curación y sanación. Una historia a la que nos adentramos a través de las crónicas de Marcial Buj publicadas en el Heraldo de Aragón.

Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero al que se le atribuyen curaciones sobrenaturales.

Gaudencio Beltrán Pallarés nace en Bujaraloz en febrero de 1885. En el censo electoral de Bujaraloz, correspondiente al año 1913, aparece registrado a sus 27 años de edad, domiciliado en la calle Alta n.º 42, de profesión “jornalero” y con un “No” en el apartado de – ¿sabe leer o escribir? -.

Era de mediana estatura, enjuto de carnes, correctas facciones, ademanes expresivos y una gran agilidad de pensamiento, que expresaba con torpeza por su falta de instrucción, como el confesaba en un alarde de humildad. Gaudencio estuvo casado y tuvo tres hijas. Fue peón caminero de la carretera de Madrid a Francia por Barcelona, actual Nacional 2; antiguo camino de los Fierros, vía romana. Su puesto correspondía a la casilla más cercana a Bujaraloz, dirección Zaragoza. Se encargaba de seis kilómetros de carretera que estaban a su cargo “manejando la pala o la azada”, comenzando a trabajar con el sol hasta que este se ponía, cuando terminaba su tarea: “Golpea con el pico, araña con la pala y traslada capazos llenos de tierra, de uno a otro lado; más todas esas labores van acompañadas de unos divinos coloquios de San Antonio”.

El peón caminero, Gaudencio Beltrán al que se atribuyen curas sobre naturales, conversando en el lugar donde trabaja con los enfermos que acuden a consultarle.

Muchos son los que aparecen a su encuentro, a suplicarles sanación a lo que siempre respondía “Pueden marcharse por donde han venido. Yo no puedo curar hasta el sábado por la noche”.  Es lo que más le molesta, ver como los enfermos y familiares que los acompañan se van aglomerando en la carretera allí donde se halla. Esto lo subleva, porque, en aquel momento, sólo es un funcionario de Obras Publicas que se está ganando el sueldo que recibe del estado. Pues para Gaudencio el trabajo era sagrado “El que quiera comer pan, que cave la tierra”.

Todo comienza un 19 de enero de 1926, cuando Gaudencio regresa de su trabajo bastante fatigado -cosa extraña, porque nunca se cansa de trabajar-, el sueño le resulta imposible de conciliar y, al apagar la luz de cabo de vela, quiere ver en las paredes de su alcoba “ciertas fosforescencias que llegaron a ser ráfagas como las de relámpago”.  De repente, una de aquellas ráfagas se torna permanente inundando la alcoba de vivísima luz -lo mismo que la del sol; aún más potente y cegadora-. Gaudencio, emocionado y a su vez con su respiración paralizada, en sus pulmones y la sangre en vena, ve a San Antonio junto a la cama “tal y como se representa en sus imágenes”. A través de San Antonio -vi a Dios, nunca lo había visto-.

En declaraciones al periodista Marcial Buj, Gaudencio declara que había hablado con San Antonio:

-Si, señor. Hablóme y muy claro. De parte de Dios. -me dijo- vengo a enterarle que te ha sido concedida la gracia de curar las dolencias que padezcan tus semejantes, aunque se trate de enfermedades ante las cuales se declaró impotente la ciencia.  

Pues “Dios todo lo puede y, los hombres, nada pueden sin Dios. El te concede esa merced divina, de la que tú harás buen uso los domingos; el día del Señor”.

-¿Y desapareció?

-No, que se detuvo atendiendo a mis suplicas.

-¿Qué le dijo usted?

-Le dije que las gentes, casi siempre separadas de Dios no creerían en la merced divina que se me acaba de conceder y que, como una prueba palpable del prodigio, pusiera en mi cuerpo alguna señal que no dejara lugar a duda.

Y aquí las tiene usted. Fíjese bien en esta mano; la derecha ¿No ve grabada una cruz? Vea usted ahora el pecho; mi pecho ¿No ve nada?

La alcoba queda a oscuras.

Su celebridad pronto es recogida en las crónicas de la época de la que se hacen eco: “El peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés ha recibido de Dios, mediante la intervención de San Antonio, una gracia casi limitada para curar todo género de dolencias y adivinar los más recónditos secretos, según dicen y creen firmemente las gentes, muchas gentes: Y esa fe ciega, que avanza y se extiende invadiendo Cataluña, Valencia, Vizcaya, Navarra y todo Aragón, como se puede demostrar con casos prácticos, es una fe sin disciplinas, ni garantías”.

Honrado y humilde, cuentan que de nadie aceptó un solo céntimo y, pretender entregarle dinero, es el mayor agravio que se le puede inferir. Incluso hubo familia distinguida zaragozana que le puso respetable suma de dinero que no dudó de devolver.

Automóviles, que conducían enfermos, aguardando a la puerta a la casilla del peón caminero Gaudencio Beltrán.

Gaudencio tenía normas claras. Llega el enfermo a su presencia y, como puede leer en las conciencias, le dice, en la generalidad de los casos, casos recientes: “A ti no te puedo curar porque estas en pecado mortal. A ti no te puedo curar porque no has restituido seis pesetas que hurtaste en cierta ocasión; y tú, faltaste a tal mandamiento, y tú a este otro.” Por ello, antes de proceder con la curación ha de confesar y perdonar, limpiar la conciencia del enfermo. Es entonces cuando les entregaba un escrito, de su propia mano, indicando el tratamiento que debían de seguir “siempre a base de manteca de cerdo, si es para mujer y de cerda si ha de ser hombre el curado. Todo Bujaraloz sabe el gran consumo que hace de dicho artículo traído de Barcelona por comerciantes de la plaza. Extrañados de lo de la manteca, nos atrevimos a interrogarle y nos contestó: -Igual curaría sin ella, pero es algo que va ligado al pecado original-”.

“En sus ojos, que parecen muertos, hay esplendidas corrientes de vida y la paradoja podría explicarse diciendo que mira para adentro. Cuando agita nerviosamente sus brazos, la imaginación de quien lo mira levanta un pulpito en sus pies y siempre, siempre, toda la vida del peón caminero da las sensaciones de un iluminado. Tiene visiones de taumaturgo y estremecimiento de poseso.»

Pero Gaudencio no escapa de las habladurías y mentiras y bulos.  Por toda la comarca y fuera de ella se lanza la noticia de que, el último sábado, obrará un milagro, dando vista a una ciega de Bujaraloz. El anuncio de ese prodigio atrae a gentes de distintos puntos y el mismo Gaudencio afirma enérgicamente —no he dicho semejante disparate.

Baste decirle—añadió–que hasta comenzada la curación de un enfermo, no obtengo el permiso de Dios para sanarlo.

Ese milagro anunciado ha sido obra de quienes pretenden impedir que la gracia de Dios se manifieste a través de este humilde siervo de San Antonio; pero contra Dios no se puede ir. El que pretenda marchar por ese camino, será destruido.

El corresponsal acaba matizando que  -Es tan interesante y digno de estudio todo esto, que nos permitimos estampar la tan sobada y muchas veces alarmante advertencia de “se continuará”-.

Gaudencio les recibe en su casa, cerca se encuentra la Posada nueva, en ella se alojan algunos enfermos y sus familiares, haciendo a su vez de sala de espera:  

En la plaza de Bujaraloz hay una posada; la Posada Nueva, cuyo propietario se llama Gregorio Escanilla, quien ha visto entrar en su casa, con motivo de esto acontecimiento, las siete vacas gordas de la Biblia o quién sabe si más de siete, Junto a la posada, tocando a ella, levántase una casuca, de aspecto mísero, que es la casa del caminero.

Esa razón de vencidad convierte la posada en una especie de sala de espera, aguardando el turno para visitar al que ha de poner remedio a las más incurables dolencias.

La posada tiene un gran patio y a los lados de este patio hay bancos rústicos que ocupan hombres, mujeres y niños, en espera de poder besar las manos del caminero, a cuyos pies se postrarán de hinojos, para moverle a compasión y conseguir que les de la salud.

La posada está colmada de viajeros.

 Los que llegaron tarde, alojanse en casa de huéspedes que se han abierto y en algunas particulares y cuando de nada de esto se dispone, el buen mesonero habilita dormitorios en cualquier parte.

El último viernes, por la tarde, habían llegado a Bujaraloz, para visitar al iluminado, 114 personas.

Algunas llevaban esperando seis y ocho días.

Para el día siguiente, sábado, esperabase la llegada de más de 150, de Mequinenza, Fraga, Pina y la mayor parte de Zaragoza.

Grupo de enfermos esperando la llegada del peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés.

Al parecer fue una contaste de enfermos los que acudían a Bujaraloz, en gran cantidad van queriendo visitar al curandero caminero, afamado en gran parte de Aragón y mucho más allá de sus límites:

No hay turno, por orden de llegada; no hay excepciones ni preferencias que pudieran determinar los casos graves – ¿Y qué es eso de casos de gravedad? ¿Quién sabe lo que es grave y urgente y lo que no es? Una persona está muriéndose; en la agonía, pero reacciona y se salva, volviendo a la vida sana y fuerte que tenía y otro que se encontraba completamente sano, muere en un momento a consecuencia de una desgracia. ¿Quién estaba grave?.

Conozco a cuantos me esperan; sólo veré a diez, los más necesitados, los más graves; pero sólo yo puedo conocerlos.” Y este es el procrecimiento para poder ser “visto y tratado”.

Cuando estamos hablando con enfermos y recogiendo notas que ya saldrán, llegan varios automóviles abarrotados de forasteros atraídos por las prodigiosas curaciones que ge cuentan,

Detallaremos a la ligera la llegada de esos automóviles, Z, 1.252; Z. 1.163; Z, 1.205; L, 1.195; B. 16.750.

Llegan con el completo, ¡Todos son enfermos y familiares que los acompañan; en su mayoría, mujeres y niños!.

Todo lo que lega tras la curación del caminero, ha sido desahuciado por la ciencia.

Lo dicen las madres, entre sollozos de angustia y esperanza, a un tiempo.

Mire usted: A este hijo de mi vida lo han visto muchos médicos. Todos me dijeron lo mismo; que no tenía remedio, ¿Qué iba a hacer yo? Si me hubieran dicho que en el fondo del río Ebro estaba la medicina para curar al hijo de mis entrañas, al río me habría tirado de cabeza.

Y Bujaraloz se va inundando de peregrinos y todos entonan igual plegaria de dolor.

En esa incesante romería, en el mayor contingente los barrios de Zaragoza, pudiendo asegurarse que “el sábado habría en Bujaraloz más de cien personas de Montañana, Santa Isabel, la Cartuja, etc.

De Pina, Quinto, Castejón, Fraga, La Almolda, Osera, La Puebla y otros de esa comarca, un buen núcleo.

 Al caer la tarde, cuando habían llegado ocho automóviles, con más de cincuenta personas, llegó a la casilla un autobús de Zaragoza, de la Compañía Berna, el núm. 1.190, con 28 viajeros.

Autobús con 25 viajeros, llegados de Zaragoza anteayer para ver al caminero.

Marcial Buj imprime su impronta sobre la historia que le ha llevado a Bujaraloz, tratando de recoger lo que puede atestiguar entre la ciencia y lo divino, dejando impronta de una carismática figura que respondió a Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero y curandero:

No hacemos otra cosa que referir todo lo que presenta esta palpitante actualidad. Lo que hemos visto; lo que hemos oído; como lo ven y lo oyen diariamente centenares de almas. Y hemos limpiado esta información de todo aquello que nos contaron y que entendíamos caía dentro de lo chabacano y poco serio.

¿Qué debo hacerse? ¿Qué hay en todo esto? ¿Nadie contesta? Desde luego, es indudable la existencia de un gran movimiento ritual cuyo radio de acción va tomando proporciones que aconsejan una intervención.

Dictarla nosotros, habría de ser tanto como invadir un terreno extraño.

En cambio, pisamos el nuestro exponiendo la situación, en toda su inquietante realidad y opinando, que todo ese estado que se forma que, aceleradamente se agranda, debe ser sometido a una inmediata depuración por parte de los dos fueros llamados a intervenir: La Iglesia y la ciencia, Y, como amparador de todo derecho y corregidor de cualquier ilegalidad, la autoridad gubernativa.

Esta es la historia de Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero y curandero, que trabajó junto a otros camineros como Elías Broto del Río y Pedro Royo Asín o Pedro Luy Grañena como capataz caminero. Oficios desaparecidos, al igual que virtudes desaparecieron con la ciencia pero que, en su divina medida, ayudaron en la curación y sanación de muchas personas con el tan solo hecho de creer.

Mercedes Pueyo Roy y el Dance en Aragón


Para afrontar el dance aragonés es imprescindible abordar “Origen y problemas estructurales del Dance en Aragón”, un completo estudio científico fruto de una Tesis doctoral de una pionera de la etnografía aragonesa, la Dra. Mercedes Pueyo Roy.

  Mercedes Pueyo Roy, Doctora en Filosofía y Letras, Sección de Historia, por la Universidad de Zaragoza, fue Catedrática de Lengua y Literatura e Historia de la Cultura Española de la Universidad de Lund (Suecia). Su Tesis doctoral “El Dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética” es indispensable, hoy en día, para la investigación de los orígenes históricos del dance aragonés.

Así, su trabajo “Origen y problemas estructurales del Dance en Aragón” es una de las primeras obras sobre el dance aragonés y constituye una valiosísima aportación que abarca diferentes ramas de las letras, tales como historia de la literatura, poesía lírica, dialectología e historia de la cultura. Junto a este importante trabajo de campo, se encontraban diversos dances recogidos e inéditos, 74 dances en total, sumando unos y otros, músicas transcritas de viva voz y fotografías que acompañaban la tesis.

La tesis quedó depositada en el 2011 en el Instituto Aragonés de Antropología, hasta la reedición facsímil de los textos y descripción de los dances por parte de la Institución Fernando el Católico en el año 2019. La edición consistió en la publicación de los apéndices inéditos de su tesis y contó con un imprescindible prólogo del músico e investigador folclorista aragonés Mario Gros Herrero “La tesis de Mercedes Pueyo: Un punto de inflexión en la percepción del dance de Aragón”

La propia Institución Fernando el Católico considera la obra de Mercedes Pueyo Roy constituyente de una valiosísima aportación científica para las letras aragonesas, de un tema que injustamente y por desgracia se había dejado abandonado.

Así, se puede asegurar que Mercedes Pueyo Roy es todo un referente para la cultura aragonesa, tal y como manifiesta la Doctora y profesora de la Universidad de Zaragoza M.ª Pilar Benítez Marco, por su condición de mujer pionera, por su brillante trayectoria académica y profesional, por la importancia de su tesis doctoral y estudios sobre el dance aragonés, pero, sobre todo, por su personalidad siempre generosa, siempre comprometida.

En el mismo sentido se expresa Antón Castro, en este tiempo donde se rescatan y reivindican las mujeres pioneras, no duda en señalar como la figura de Mercedes Pueyo Roy adquiere un singular protagonismo, ella es una de las primeras estudiosas del dance aragonés, pasión y obsesión que cristalizó en una tesis doctoral y en varias publicaciones.

Mercedes Pueyo Roy

María de las Mercedes Pueyo Roy nació en Zaragoza el 8 de septiembre de 1934, hija de Francisco Pueyo Samper y Mercedes Roy Ramón.

Su padre Francisco Pueyo Samper, de raíces monegrinas, natural de Pallaruelo de Monegros, nació el 16 de noviembre de 1900 y falleció en Zaragoza el 13 de julio de 1970. Desde muy temprano, Francisco Pueyo Samper destacó por sus excelentes aptitudes para los estudios por lo que fue recomendado por el párroco del pueblo para estudiar Magisterio en Zaragoza. Estudios que se permitió gracias a su madre, Adelaida Samper, accediendo a vender la tienda de ultramarinos de los Pueyo que regentaba en la misma localidad de Pallaruelo de Monegros para sufragar los gastos.

  Francisco Pueyo Samper tenía siete años cuando salió a estudiar a Zaragoza, donde se trasladó junto a su madre y padrastro. Pues al morir su padre Pascual Pueyo Lalana, su madre Adelaida Samper Albalá se volvió a casar dentro de la familia Canalís de Pallaruelo de Monegros. En la capital aragonesa, Francisco estudió la carrera de Magisterio obteniendo todo matriculas. Igualmente, ejerció como pasante del Notario de Zaragoza y comenzó la carrera de Derecho que tuvo que abandonar con el inicio de la guerra del 36. Después pasó a ser inspector de seguros y director de la “General Española de Seguros”.

Francisco contrajo matrimonio con Mercedes Roy Ramón descendiente de “una buena familia” de Alhama de Aragón, Monterde y el Monasterio de Piedra. Mercedes Roy Ramón había estudiado secretariado y música y tocaba el piano, actitudes musicales que heredó la doctora Mercedes Pueyo Roy. La misma Mercedes Pueyo Roy recuerda como su abuelo materno Pascual Roy Gonzalo llegó a ostentar el título de infanzón.

Francisco mantuvo una fluida relación con su pueblo natal, donde siempre que podía regresaba, especialmente los veranos por vacaciones. Es en Pallaruelo de Monegros donde Mercedes conoce el entorno rural, sorprendiéndose viendo pasar los caballos por la cocina para acceder al corral. Vive el día a día de un pueblo monegrino de mediados del siglo XX, yendo con su hermano a ayudar con las labores agrícolas de las que recuerda, con gran nostalgia, el ir a trillar a la era. Es allí donde aprende a montar a caballo.

  Francisco Pueyo, que tocaba el violín y era amante de la música y del folclore, profesó gran amistad con el mayoral del dance de Pallaruelo Juan Barrieras Pueyo y del celebre gaitero sariñenense Vicente Capitán. De hecho, Francisco Pueyo es el primer refundidor de la obra del mayoral Juan Barrieras Pueyo, el Tío Juaner, recogiendo de viva voz los dichos y motadas que durante años se habían transmitido, por vía oral, generación tras generación en Pallaruelo de Monegros. Una inquietud por las tradiciones y la etnografía, que afortunadamente transmitió a la Dra. Mercedes Pueyo Roy y que además resultó relevante en la elaboración de su tesis –me ayudó en la lucha por encontrar los textos en las tres provincias de Aragón, de norte a sur-.

 Parte de aquellos recuerdos y vivencias, en el mundo rural aragonés, quedan recogidos en una entrevista realizada por Antón Castro a Mercedes Pueyo Roy y publicada en el Heraldo de Aragón, el 28 de mayo del 2019, en la que la misma Mercedes aseguró -De casta la viene al galgo, podría decir. Yo siempre he vivido en Zaragoza, pero mi padre, Francisco Pueyo Samper, había nacido en Pallaruelo de Monegros, era maestro y trabajaba en una agencia de seguros. ¡Cuántos hizo contra el pedrisco! Nunca perdió el contacto con su pueblo, era un hombre inteligente y sensible, y fue él quien me introdujo en la pasión por el dance y otros aspectos del folclore desde los 7 años. He pasado allí algunos veranos de mi niñez-. (Mercedes Pueyo Roy, la mujer que estudió el Dance de Aragón. Antón Castro).

En continuidad, Mercedes Pueyo Roy cursó el Bachillerato Superior en Zaragoza, en el colegio de Jesús-María de Zaragoza (Hernán Cortes, colegio de origen francés). En 1942. a los 8 años, su padre le regaló un piano y durante cinco cursos (1944-1949) la “joven Merceditas”, en palabras de Mario Gros Herrero, estudió solfeo y piano en el Conservatorio de Zaragoza con excelentes calificaciones.  

Mercedes Pueyo Roy. Conservatorio de música Zaragoza.

En 1952 se matriculó en la rama de Historias de la Facultad de Letras de la Universidad de Zaragoza. No obstante, tal y como Mario Gros Herrero señala, eran tiempos en los que la presencia femenina en las aulas era muy escasa, en una facultad en la que el claustro era exclusivamente masculino: “Aunque algunos profesores las trataban con cierta displicencia, la relación con los compañeros varones era excelente. Poco después, una orden ministerial exigió titulación universitaria a los docentes de bachillerato y un tropel de monjas, profesoras de colegios religiosos, invadió las aulas, especialmente las de Letras y Magisterio. Estas hermanas apenas se relacionaban con el resto de estudiantes”.

Mercedes Pueyo Roy.

Tras cinco años de estudios, en el curso 1958-1959, Mercedes Pueyo Roy terminó la licenciatura realizando su Tesina de Licenciatura sobre “El dance en Aragón”. Su trabajo obtuvo la calificación de sobresaliente y Premio: “Excmo. Gobernador Civil de Zaragoza”.

Su tesina es el preludio de su Tesis Doctoral “El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética”, que realizó bajo la dirección del Catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, Dr. Antonio Beltrán Martínez. La Tesis Doctoral la comenzó a realizar en 1956 pero no es hasta el 21 de octubre de 1959, cuando Mercedes Pueyo Roy recibió la comunicación del Ministerio de Educación de la aceptación del tema para la realización de su Tesis Doctoral. Tras desarrollarla durante cinco años ,la Tesis Doctoral fue defendida en la Universidad de Zaragoza el 21 de junio de 1961, festividad de San Luis obteniendo la calificación de sobresaliente “Cum Laude”, por unanimidad del tribunal.

Recorte de prensa lectura de la Tesis Doctoral de Mercedes Pueyo Roy.

Por lo tanto, Mercedes Pueyo Roy alcanzó el grado académico más alto como Doctora en Filosofía y Letras, Sección de Historia, por la Universidad de Zaragoza, considerándose la primera mujer en conseguir el título de Doctor en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.

Realmente, su paso por la Universidad presenta un hecho determinante, que responde a la estrecha colaboración que Mercedes Pueyo Roy mantuvo con el catedrático de Arqueología, Epigrafía Numismática Antonio Beltrán Martínez, ya que entra en su seminario para doctorandos y acaba, como hemos mencionado anteriormente, dirigiendo su Tesis Doctoral.

Para Mercedes, Antonio Beltrán era un gran recopilador, -capaz de montar un libro en cinco minutos-. Así, fruto de esta colaboración, en su seminario, Mercedes comenzó a realizar trabajos de investigación, publicaciones, participar en conferencias, seminarios y congresos y ser parte en el desarrollo del Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón. Sin duda fue el germen para abordar su gran obra en torno al dance aragonés, y entre ellos eran frecuentes largas discusiones sobre el dance. No obstante, es el mismo Antonio Beltrán Martínez quien propone el tema de su tesis. Así, de acuerdo con Mario Gros Herrero se abre un espacio de un nuevo trabajo tremendamente atractivo y cercano: “donde todo está por hacer y que ofrece multitud de posibles enfoques: literario y lingüístico, musical y coreográfico, simbólico y ritual, histórico o etnográfico. El vínculo familiar con Pallaruelo, la sensación de adentrarse en un inexplorado terreno de investigación y su carácter, valiente e independiente, animan a la joven licenciada a aceptar el reto”.

Mercedes Pueyo Roy de jotera con otras compañeras de la Sección Femenina de Zaragoza, la SEU, durante un concurso de jotas celebrado en Barcelona el 23 de abril de 1956. Obtuvieron el 1er premio.

El Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón

Mercedes Pueyo Roy formó parte en el desarrollo del Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón, desarrollando una actividad que fue vital en su Tesis Doctoral “El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética”.

El Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón, adscrito a la “Institución Fernando el Católico” de Zaragoza, es llevado a cabo por Antonio Beltrán Martínez en 1955. La Diputación Provincial de Zaragoza se hizo cargo de los gastos del Museo y se construyó la Casa Pirenaica del Parque Grande, actualmente parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, sede del Museo.

El día 1 de abril de 1955 se colocó la primera piedra de la Casa Pirenaica “en un sobrio acto.” Su inauguración tiene lugar el día 2 de marzo de 1956: “se bendecía el edificio por el Prelado de la Archidiócesis, Doctor Morcillo, y se abrían por primera vez las salas del Museo a las autoridades y al público, tras unas palabras brevísimas del director del Centro, destinadas especialmente a ofrecer al señor Pardo de Santayana todos los esfuerzos puestos en la realización práctica de su idea. La efeméride quedó perpetuada en una lápida caliza colocada en el plinto de una cruz sobre gradas levantada ante el museo”.

Museo de Etnología. Casa turolense.

El 2 de marzo de 1956 Mercedes fue nombrada secretaria del Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón, como becaria, cargo que ocupó hasta 1962. Para la etnografía aragonesa, la creación del museo, fue muy importante y decisiva para la realización de su Tesis Doctoral. De hecho, de esta forma lo manifestó en 1957 en la revista “Zaragoza” en su artículo “El dance en Aragón”: “El Museo no solo es una exposición al público de curiosidades pasadas o actuales; es antes que eso y más que eso, un centro de estudio, de trabajo y de investigación; y en sus archivos, sus ficheros y fonoteca se recoge y se guarda el caudal, variado y rico, de nuestro folklore. Con el Museo y en el Museo hemos iniciado y proseguido nuestros trabajos de investigación en esta faceta del folklore aragonés que es el dance”.

Mercedes Pueyo Roy en el Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón.

El museo contó con una Sección de Etnología, constituida por el propio Museo, mientras la Casa Turolense, de la sierra de Albarracín, contigua a la Pirenaica, albergó la sección de Ciencias Naturales. La Casa Turolense fue inaugurada el 25 de noviembre de 1956: “Su dirección general es ostentada por el profesor Antonio Beltrán y la jefatura de la Sección de Ciencias Naturales, don José Elvira; están, además, incorporados al Museo, don Alejandro Villaverde, taxidermista, y doña Mercedes Pueyo, becaria, que actúa como secretaria” (El museo etnológico de Aragón. Beltrán Martínez, Antonio. Separata de la revista Caesaraugusta, 1957).

Como curiosidad, la Casa Pirenaica, en palabras de Antonio Beltrán Martínez, sintetizó los modos constructivos de los valles pirenaicos, entre ellos el de Ansó al oeste, el de Benasque al este y la sierra de guara al sur. (“El museo etnológico de Aragón”, por Antonio Beltrán Martínez, 1957 separata de la revista Caesaraugusta núm. 9-10).

En el Museo la doctora Mercedes Pueyo trabajó catalogando y realizando estudios, cobrando unas 500 pts. al mes y publicando artículos para la Institución Fernando el Católico. Su trabajo consistió, principalmente, en inventariar, trabajo que describió en una entrevista para la revista Amanecer -Saco una ficha de cada uno de los objetos que hay allí y los fecho para facilitar la labor del investigador que necesita consultarlos. Además, llevo la administración-. (Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961).

Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón.

También Mercedes trabajó en el Museo Arqueológico de Zaragoza, ubicado en la plaza de los Sitios: -Una compañera y yo trabajamos en el Museo Arqueológico (Plaza de los Sitios), Isabel de Pedro Marín, que es Cónsul de España en EEUU. En 1958 recibimos una beca para el Instituto Arqueológico de Amersfoort, Holanda, donde aprendimos a reparar objetos de cerámica y metales-.

Como curiosidad, la familia de Mercedes donó al Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón el chaleco de seda de su difunto abuelo Pascual Pueyo Lalana, ganadero y pastor, y varios materiales de casa de su padre.

Casa Pirenaica. Por María Isabel Maza, sobrina de Mercedes Pueyo Roy.

Historiadora, etnóloga y etnógrafa

Mercedes Pueyo Roy comenzó a realizar una intensa actividad académica dentro de la rama de historia como etnóloga y etnógrafa del Museo Etnológico de Aragón. De esta manera participó en diferentes cursos, seminarios, conferencias y congresos y a su vez comenzó a publicar distintos artículos en revistas especializadas como Zehpyrus, Caesaraugusta o Amanecer. Actividad que quedó recogida, en parte, en su hoja de Servicios que la Universidad de Zaragoza elaboró en 1961 junto a otras referencias no relacionadas con el Museo.

Así, es en 1952 cuando, durante el primer año de carreras, realizó el servicio Social de un mes en Leiza (Navarra); el cual, por aquellos tiempos resultaba imprescindible para salir de España.  

En agosto de 1954 participó en el III Curso de Técnica Arqueológica celebrado en Jaca.

En julio de 1955 realizó prácticas en el instituto arqueológico de Ameersfoort (Holanda), bajo la dirección del profesor Van-Giffen. En agosto, del mismo año, participó en el IV Curso de Técnica Arqueológica de Pamplona y realizó el viaje de Estudios Etnológicos a París (Museos, biblioteca del Hombre…).

En 1956, en la revista “Caesaraugusta” número 7-8, publicó la memoria “Actividades del Seminario de Arqueología y Numismática Aragonesas”. En junio, Mercedes asistió al Congreso de etnografía y folklore en Braga (Portugal), presentando una comunicación sobre “La cerámica en el Museo de Etnología de Aragón”. En agosto asistió al V Curso de Técnica Arqueológica en Pamplona y en septiembre al IV Congreso Arqueológico Nacional en Burgos, realizando la comunicación “Los Museos de Zaragoza”.

Actividades del Seminario de Arqueología y Numismática Aragonesas. Pueyo Roy, Mercedes.

Ese mismo año de 1956, de acuerdo con el museo de Etnología y la Institución Fernando el católico, se comienzan a redactar y difundir cuestionarios sobre problemas etnológicos Así ya están en marcha los referentes al dance (señorita Mercedes Pueyo), infancia y adolescencia y alimentación” (Revista Caesaraugusta núm. 9-10). 

En 1957 comenzó a ejercer de ayudante interina de griego en el Instituto Miguel Servet “El Boterón” del barrio de La Magdalena de Zaragoza, labor que desarrolla hasta 1961. Igualmente redactó y publicó la memoria “Actividades arqueológicas y etnológicas durante 1956”, publicada como separata de la revista Caesaraugusta núm. 9-10, año 1957, de la Institución Fernando el Católico. El cuadernillo recogía el intenso trabajo que se desarrolla en el museo, patente en exposiciones, cursos, seminarios… así como una reseña a la inauguración del museo. También apareció el trabajo conjunto “Los museos de Zaragoza” libreto realizado por Antonio Beltrán, Mercedes Pueyo e Isabel de Pedro, con motivo del IV congreso arqueológico nacional, Tipografía la Académica. La publicación recogía los museos arqueológico y etnológico.

Actividades arqueológicas y etnológicas durante 1956. Pueyo Roy, Mercedes.

En septiembre asistió al V Congreso Arqueológico Nacional celebrado en Zaragoza, con una comunicación sobre “El dance de las Tenerías”, septiembre de 1957. También realizó una conferencia sobre “El traje popular español” en Leiza (Navarra), pronunciada en la clausura del albergue del SEU femenino.

En el mismo, la Doctora Mercedes publicó, en el núm. V de la revista Zaragoza, publicación de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, su artículo “El dance en Aragón” y en 1958 en el número VI de los cuadernillos Zaragoza se publicó “El traje femenino de Hecho”, publicado por la Exima Diputación Provincial. Una publicación donde Mercedes Pueyo Roy indagó y describió un traje de origen, por su corte, absolutamente medieval y que afortunadamente se había conservado: “Este traje femenino, de gran belleza, se ha perdido ya en el uso diario y sufrió un duro golpe -cosa que no pasó en Ansó- con la destrucción del pueblo por los franceses en 1808, que hizo desaparecer cuando se conservaba en las casas. Gracias al Ayuntamiento de Hecho se guardará ahora en el museo”.

El traje femenino de Hecho. Pueyo Roy, Mercedes.

Así mismo, realizó varios artículos de colaboración con el periódico “Amanecer”, de Zaragoza, entre ellos “El museo de etnología”, en 1958. Además, perteneció a la asociación “Mensa” adscrita a la delegación de cultura del Ministerio de Educación Nacional, habiendo leído su trabajo de ingreso sobre Etnología, Etnografía y Museos, 1958. Igualmente colaboró con el club del libro de dicha organización “Mensa” y comenzó la preparación un trabajo sobre “Albadas de un pueblo de la provincia de Huesca”, que la misma autora, Mercedes Pueyo Roy, apunta que posiblemente debió responder a la localidad monegrina de Sariñena.

En verano de 1958, recibió una beca para hacerse cargo de la Biblioteca de la Universidad de Verano de Jaca, donde conoció al estudiante sueco Sture Bo Lennart Carlén, comenzando un noviazgo con quien sería, 5 años más tarde, su marido.

Acto en la Universidad de Verano de Jaca.

Aquel año comenzó como ayudante de clases prácticas de la facultad, adscrita a prehistoria y Etnología (1958-1961).

En 1959 publicó “Notas sobre el dance del barrio de las Tenerias, de Zaragoza”, Beltrán, Antonio y Pueyo, Mercedes. Tipografía la Académica, 1959, resultado de la ponencia en el V Congreso Arqueológico Nacional celebrado en Zaragoza en 1957. Además, realizó sendas conferencias, en el circulo “Medina” de Zaragoza, una primera sobre “La verdad del traje regional” y otra sobre “El Museo Etnológico de Aragón” 1959.

Notas sobre el dance del barrio de las Tenerias, de Zaragoza. Beltrán, Antonio y Pueyo, Mercedes.

En el mes de julio de 1959, realizó un viaje de estudios etnológicos a Paris visitando diversos museos y la Biblioteca de Museo del Hombre.

En 1961 se publicó el capítulo de conclusiones de su tesis “Origen y problemas estructurales del dance en Aragón”, en la revista Caesaraugusta, 17-18, de la Institución “Fernando el Católico”, Zaragoza.

Origen y problemas estructurales del dance en Aragón Pueyo Roy, Mercedes.

A todo esto, hay que añadir la conferencia que realizó en el Museo Etnológico de Aragón con motivo de la exposición Hispano-Francesa del Bearn, sobre “Literatura pastoril francesa”. Además, colaboró en el catálogo de la exposición, bajo la dirección del profesor Mr. Boulin, director del museo de Tarbes (Francia). Y en la revista oral “Paraninpho” del Distrito Universitario, realizó una disertación sobre “Costumbres Hispano-Francesas en el Pirineo”

Igualmente, la Doctora Mercedes Pueyo Roy pronunció una conferencia en Gente joven: “Folklore no es panderetera”., recogida en un recorte de prensa de un medio sin identificar: “Pasado mañana habla Mercedes Pueyo en la cuarta conferencia de “Gente Joven”. Sobre “Lo falso y lo autentico de nuestro traje regional. Pueden acudir quienes afirman que lo bueno es el cuplé y la guitarra y el espíritu del “Tío Zambombo”, frente al trabajo concienzudo y sereno de la investigación científica, serena y enamorada.  J.C.”.

 

Folklore no es panderetera.

La Tesis doctoral y su realización. El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética

El 21 de octubre de 1959, Mercedes Pueyo Roy recibió la comunicación del Ministerio de Educación de la aceptación del tema para la realización de su Tesis Doctoral “El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética”; tal y como habíamos comentado anteriormente tras realizar su Tesina de Licenciatura sobre “El dance en Aragón”.

La tesis precedió a los pioneros trabajos sobre el dance aragonés, tales como las “Notas de folklore Altoaragonés”, Madrid 1943, del oscense por adopción Ricardo del Arco y Garay (Licenciado en Ciencias Históricas por la Universidad de Valencia en 1907) y “El dance aragonés y las representaciones de moros y cristianos. Contribución al estudio del teatro popular” (Instituto de Estudios e Investigación Hispano-Árabe, Tetuán, 1952) del músico, musicólogo, investigador y folclorista Arcadio Larrea Palacín. La obra de Ricardo del Arco y Garay recogió pastoradas de diferentes dances y morismas del Alto Aragón. Mientras, Arcadio Larrea centró su trabajo entre Zaragoza e Hijar, aunque da una primera lista de 97 localidades aragonesas con representaciones de dance.

Aunque el dance aragonés comenzaba a ser estudiado, abordar el dance, en su amplitud, no resultaba tarea fácil. Aunque lo habían tratado otros autores como los mencionados Ricardo del Arco y Garay o Arcadio Larrea Palacín, estos “se habían limitado a lo que han hecho a una labor periodística sin sacar ninguna consecuencia” (Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961). De esta manera, en palabras de Antonio Beltrán Martínez, el dance aragonés presentaba problemas en música, origen, difusión, indumentaria y antigüedad.

De hecho, al entrar Mercedes Pueyo Roy como secretaria en el Museo de Etnología, constató como “una cosa tan valiosa como es una tradición antigua estaba completamente virgen”. Así, durante cinco años, de 1956 a 1961, Mercedes Pueyo Roy estudió 74 dances aragoneses para la elaboración de su tesis doctoral, veinte dances de Huesca, seis de Teruel y cuarenta y ocho de Zaragoza.

En su investigación desarrolló una metodología de trabajo de campo a través de entrevistas del cuestionario del Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón. Para tal fin, Mercedes Pueyo Roy envió más de doscientos cuestionarios a las localidades que mantenían dance. Una tarea que no fue nada fácil y que, para Mario Gros Herrero, a mediados de los cincuenta eran muchas las dificultades para que una joven universitaria recorriera los pueblos de Aragón entrevistando danzantes y mayorales, o asistiendo a dances en directo.

  Cuestionario Dances de Aragón. Pueyo Roy, Mercedes.

Sin embargo, el resultado de aquella primera fase de trabajo no fue muy alentador y de los más de doscientos impresos que fueron cursados, apunta Mario Gros Herrero, a los párrocos, alcaldes y maestros de las tres provincias aragonesas, apenas fueron unos treinta los devueltos cumplimentados.

Por ello Mercedes optó por apoyarse en su padre y recurrir a su extensa red de contactos, Mercedes necesitaba aguzar el ingenio, apunta Mario Gros Herrero, y cambiar de estrategia para recoger los materiales de su tesis: “Su padre tenía una extensa red de contactos por el territorio aragonés, tanto del mundo de los seguros como de antiguos compañeros de Magisterio que ejercían como maestros rurales.”

La doctora Mercedes Pueyo Roy relató a Mario Gros Herrero su metodología de campo que desarrollo de pueblo a pueblo, relato que a continuación reproducimos:  “En los pueblos preguntaba, en primer lugar, por el maestro y después por el cura. Recuerda casos de cooperación entusiasta de unos y otros, pero también a algunos párrocos excesivamente celosos de su información. Si era posible, consultaba los archivos en iglesias, ayuntamientos o domicilios particulares, y copiaba a mano antiguos dances. En las entrevistas a mayorales y danzantes Mercedes escribía los textos al dictado durante horas. Recitaban con una musiquilla especial y, cuando se interrumpían, tenían que volver a empezar para retomar el hilo.

Efectivamente, a través del cura, el maestro, el médico de cada localidad, Mercedes Pueyo Roy se fue introduciendo en cada dance: “Ellos, instruidos, eran mis mejores informantes, y en ocasiones guardaban el texto original, pero también podías encontrarte con gentes como el mayoral Juan Barrieras Pueyo, el tío Juaner, que había escrito y recogido textos. Entiéndame: entonces, apenas había teléfono, no había móvil, he recorrido kilómetros y kilómetros, y yo intentaba ser rigurosa y a la vez disfrutar”. Tal y como explica Mario Gros “Estos se convirtieron en informadores, contactos locales y, en muchas ocasiones, anfitriones de la joven”.

También es la misma Mercedes Pueyo Roy quien relata el proceso: –La recogida se hizo de viva voz en su mayoría y transcrita a mano. Así llegué a recoger 33 representaciones en la totalidad de sus textos, vestimenta y coreografía —por supuesto inéditos — que transcribí y revisé. Del mismo modo, 45 de las que únicamente quedaban algunas noticias aisladas de los textos y el espectáculo. Por último, otras de las que solo quedaba algo en la memoria de algunos ancianos, es decir, la parte externa del drama y sus personajes. Los textos que quedaban únicamente en la memoria de algunos ancianos. Hay que darse cuenta de que el pueblo, en general, no sabía leer ni escribir antiguamente y cuando yo recogí los textos todavía quedaban personas mayores sin alfabetizar. Fueron los clérigos los que comenzaron a escribirlos, a darles forma, escenificarlos y archivarlos. Muchos de estos textos fueron destruidos por la guerra civil en 1936-1939-.

Para llevar a cabo tal inmersión, portó un pesado magnetófono de unos 14 kilos y tomó numerosas notas que llegaron a pesar cerca de 20 kilos -Llevé un magnetófono, que me había dejado prestado el profesor Antonio Beltrán Martínez, que sería el director de mi tesis. El aparato pesaba alrededor de 14 kilos e impresionaba a los paisanos. Hice mucho músculo-. Mario Gros Herrero apunta: “Antonio Beltrán disponía de un pesado magnetófono de bobinas que Mercedes utilizó en ocasiones. Las cintas quedaban depositadas en los fondos del Museo después de su transcripción o, más frecuentemente y ante la falta de medios, eran reutilizadas una vez transcritas.”

 En sus desplazamientos Mercedes utilizó autobuses de línea e incluso el tren. Ocasionalmente, algún amigo de su padre la llevaba en coche. También llegó a desplazarse en bicicleta, acompañada de su hermano o su tío Jesús Canalis Samper; especialmente a localidades cercanas a Zaragoza. La red de telefonía tampoco facilitaba la comunicación: debía llamar a la centralita para que dieran aviso a la persona con la que quería hablar y concertar una hora para la conferencia. “Durante la investigación me sucedió un poco de todo. He ido en bus, en bicicleta, en burro, a caballo, aprendí a montar en el pueblo de mi padre, a la par que también aprendí a trillar. Me recuerdo saliendo de la Estación del Norte, en Zaragoza e iba a los pueblos. Escuchaba, registraba sonidos, transcribía textos. A veces, iba solo con mi bloc y un lápiz, con mi cámara de fotos, y una infinita paciencia” (Entrevista a Mercedes Pueyo Roy por Antón Castro. Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019).

 Así, pueblo por pueblo, Mercedes Pueyo Roy recogió valiosísima información sobre los dances aragoneses: “He ido pueblo por pueblo de la provincia de Aragón buscando textos originales de las representaciones y he trabajado sobre estos materiales” Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961. En definitiva, Mercedes Pueyo Roy recorrió unas 33 localidades, recogiendo 74 dances -con especial atención por el universo de Los Monegros-. El trabajo recoge una gran cantidad de textos, pastoradas y motadas.

Resulta reseñable como Mercedes Pueyo Roy tuvo, de acuerdo con María Pilar Benítez, una gran sensibilidad en recoger los textos “En concreto aquellos que, en su opinión, tenían mayor interés lingüístico. En concreto, para el conocimiento de la lengua aragonesa, son especialmente interesantes los llamados Textos de los danzantes de Jaca, los Dichos para el Trillo de san Sebastián y varias pastoradas de Besians” (Aragonés y catalán en la historia lingüística de Aragón, editado por Giralt Latorre, Javier, Nagore Laín, Francho).

En la misma línea se manifiesto Mario Gros Herrero, considerando como sus transcripciones eran minuciosas para tratar de recoger fielmente la forma de hablar de los entrevistados, consciente del valor que podía tener para los lingüistas y la importancia de la recopilación de la memoria oral: “en nuestro caso ha supuesto el poder haber escrito por primera vez en letras de molde textos que quedaban solo en la memoria de algunos ancianos.”

Mercedes mecanografío su tesis y apéndices cuidadosamente, ayudada por su padre -Había que presentarla en 6 ejemplares, uno para cada miembro del tribunal universitario, 6 meses antes de su defensa-.   

Los concursos de dances y su esencia festiva

Los concursos de dances, tal y como hemos afirmado antes, para la Dra. Mercedes Pueyo Roy fue toda una herramienta en la realización de su Tesis Doctoral.

Distintos concursos de dances aragoneses, a propuesta de la Diputación Provincial de Zaragoza, se celebraron a partir de la década de 1950 en la capital aragonesa, con motivo de las fiestas del Pilar de Zaragoza. Estos fueron convocados a través del catedrático Antonio Beltrán Martínez, organizados desde el Museo de Etnología y contando con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. Se llevaron a cabo varias ediciones, Mario Gros Herrero tiene constancia de que se celebrasen concursos los años de 1955, 1957. 1958, 1959, 1965, 1978, 1979,1980, 1981, 1982 y 1983. De estos concursos, los realizados en 1957, 1958 1959 fueron determinantes, en la metodología de trabajo de campo, en el desarrollo de la tesis de la doctora Mercedes Pueyo Roy.

I Concurso de Dance Aragonés.

Más bien, estos nacieron con la finalidad de estudiar y profundizar distintas representaciones de dances aragoneses. Mario Gros Herrero afirma que permitían la observación directa además de ser una gran herramienta en la recopilación de textos ya que para Mario Gros Herrero “En el momento de la inscripción de los grupos era obligatorio presentar los textos del dance que ella misma, como secretaria del Museo, se encargaba de recoger.

Igualmente, puntualiza Mario Gros Herrero, estos certámenes contribuyeron a difundir la categoría «dance aragonés» entre los grupos participantes, “que descubren que su actividad enlaza con una tradición mucho más amplia, que suscita el interés de los eruditos urbanos”

El primer concurso, se realizó el 15 de octubre de 1957 y presentó un doble objetivo, “añadir un espectáculo más a los que solemnizan las fiestas en honor de nuestra Señora del Pilar y estimularlos esfuerzos que los pueblos, sus autoridades y la Sección Femenina de FET y de las JONS, hacen para vigorizar o resucitar una importante muestra de nuestra más genuina vida popular” (I Concurso de dance Aragonés. Convocatoria. Beltrán Martínez, Antonio). A estos objetivos podemos añadir que el evento ahondó en el conocimiento y la investigación sobre el dance aragonés.

En esta edición de 1957 participaron los dances de Ainzón, Almudévar, Ambel, Ateca, Barrio de las Tenerías de Zaragoza, Cetina, Gallur, Pastriz, Pina de Ebro, Pradilla, Sariñena, Sena y Yebra de Basa, además de los grupos de Huesca y del Hogar Pignatelli de Zaragoza que actuaron fuera de concurso. El primer premio fue para los danzantes de Yebra de Basa, el segundo para Almudévar y el tercero (ex aequo) para Sena y Sariñena (Nuevas fotografías de dances aragoneses, Mario Gros Herrero).

El III concurso se celebró los días 15, 16 y 17 de octubre de 1959. En esta edición Mario Gros Herrero, a través de la prensa local de la época, recogió la participación de los grupos de Ambel, Borja, Jaca, Lanaja, Pallaruelo, Pradilla, Robres, Salillas, Sariñena, Talamantes, y, fuera de concurso, los de Huesca, Mas de las Matas y Urrea de Gaén. Los premios fueron para Sariñena (primero), Pallaruelo (segundo), Jaca (tercero), Salillas de Jalón (cuarto), Ambel (quinto), Borja (sexto), Robres (séptimo), Lanaja (octavo) y Talamantes (noveno) (Nuevas fotografías de dances aragoneses, Mario Gros Herrero).

Gracias a sus estudios de música y piano en el Conservatorio de Zaragoza, Mercedes recogió música aragonesa, realizó grabaciones y transcribe muchas de sus melodías. Mercedes cuenta con una buena voz, ya que estudió canto en el colegio y así canta y graba muchas músicas antiguas, albadas y canciones populares que recoge por todo Aragón “tenía facilidad para cantar piezas de distintas épocas, algo que había hecho y que seguiría haciendo en sus pesquisas” (Entrevista a Mercedes Pueyo Roy por Antón Castro.  Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019).

Aquel material quedó depositado en el archivo de Antonio Beltrán hasta que, en el 2013, Mario Gros Herrero accedió a unas cintas encontrando entre ellas “Rondalla que interpreta jotas, jotas de ronda, bolero de Caspe y seguidillas de Leciñena. Donde se intercalan interpretaciones de gaita de Vicente Capitán de Sariñena, cantos de Mercedes Pueyo, cantos de María Martínez, cantos de Pío Beltrán y grabaciones de gaita hasta el final de la cara”.

 “El director del Museo de Zaragoza, Miguel Beltrán, nos informó de la conservación entre los fondos de Antonio Beltrán custodiados en la institución de varios carretes de cinta magnetofónica de los que pudimos realizar su estudio y digitalización.20 La voz de Mercedes puede escucharse en las cintas interpretando diversas canciones populares y contactamos con ella telefónicamente en mayo de 2014. Testigo de excepción de las grabaciones y contenidos de esos documentos sonoros, Mercedes mostró una estupenda memoria, cercanía y disponibilidad para aclarar muchas de nuestras dudas. Se trata de cinco carretes de cinta abierta, con grabaciones de Vicente Capitán (gaitero de Sariñena), el dance de Sariñena y algunas canciones cantadas por Pío Beltrán, María Martínez (padres de Antonio Beltrán) y Mercedes Pueyo, datadas alrededor de los años 1956-1960. El material fue restaurado y digitalizado por Daniel Ríos en el Laboratorio Audiovisual del Ayuntamiento de Zaragoza.”

Gros Herrero, Mario.

El dance aragonés a través de Mercedes Pueyo Roy

La doctora Mercedes Pueyo Roy, con su tesis, se sumergió en el dance aragonés. Un término que, en palabras de la misma doctora, responde a una expresión artística y cultural, de danzas y bailes de palos y espadas, y representaciones teatrales: –El dance es una pequeña pieza de teatro popular y al mismo tiempo una revista oral que sólo se imprimió una vez y que se renueva, corrige y aumenta cada año. Así pues, como obra dramática hay que considerarlo-.

Literalmente, Mercedes Pueyo Roy resalta como el dance es una composición poética, poesía lírica, diálogos. La sátira en la poesía, dichos y matracadas.-. Definición que amplió en la entrevista que Antón Castro le realizó para Heraldo de Aragón el 28 de mayo del 2019 “el dance es una composición poética, que incluye lirismo, dichos y sátira, tiene movimientos y contiene una música, que ejerce la función de dirección o coordinación del conjunto, ya sea con la gaita de boto, el salterio, el pífano, etc.” Pero, sobre todo, el dance aragonés, en esencia va mucho más allá y para Mercedes Pueyo Roy resulta todo un espectáculo popular -que el pueblo entiende muy bien y que tiene una incuestionable categoría-.

Dance, retrayéndonos a su verdadero significado, Mercedes Pueyo Roy lo define como una palabra propiamente aragonesa que corresponde a un conjunto escénico, una representación dramática donde intervienen diferentes bailes.

Para la Doctora Mercedes Pueyo Roy no es hasta 1720 cuando aparece por primera vez la palabra dance y, aunque ha existido la creencia popular de su origen a tiempos remotos, probablemente no era anterior al siglo XVII. Y ciertamente, hoy en día se han encontrado citas del siglo XVII y, de acuerdo con Mario Gros Herrero, la más antigua que se ha encontrado responde a 1615: «Hubo apacible música, discretas letras, cantadas con destreza y peregrinos tonos, abundancia de conceptos sutiles, muchos pasos de aguda graciosidad, dançes graves, y bayles alegres y entretenidos» Retrato de las fiestas que a la beatificacion de … Santa Teresa de Jesus … hizo … la … ciudad de Zaragoza … por Luys Diez de Avx 1615″. Y desde ese momento aparece frecuentemente durante el siglo XVII en las provincias aragonesas: Jaca (1623), Tarazona (1636) o Albalate del Arzobispo (1655), por ejemplo.

Así, según los estudios de Mercedes Pueyo Roy, el dance va desarrollándose hasta alcanzar su apogeo en el siglo XVIII: “A través de los materiales llego a remontar el origen del dance al siglo XVII. Hay que contar, desde luego, con muchos elementos. Por ejemplo, la danza de palos es prehistórica, pero la lucha de moros y cristianos es del siglo XVII, a través de unos enlazamientos que pueden ser, en este caso, autos sacramentales con la lucha del Bien y del Mal” Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961.  Mercedes Pueyo Roy le presupone al dance un origen pirenaico, descendiendo a la sierra del somontano hasta Los Monegros y de allí llegando hasta las planicies turolenses.: “Resulta cierto que los dances más meridionales parecen ser más evolucionados y menos primitivos”. Dicha teoría la expone en un artículo sobre el dance de Tenería, artículo resultado del Congreso el Dance pastoril del barrio de las Tenerías de Zaragoza. En el mismo se presentaron grabaciones magnetofónicas del dance acompañadas por el gaitero sariñenense Vicente Capitán.

No obstante, Mercedes expresa que los dances los escribían y los bailaban los hombres, y que procederían de las danzas agrícolas de la Edad Media, sobre todo, a los que se han ido incorporando los palos y las espadas, que aluden también a las danzas guerreras, a las rivalidades entre moros y cristianos”. Aunque en tiempos se mostró muy poco partidaria de la presencia de las mujeres en el dance, Mercedes Pueyo Roy, desde ya hace unos años resulta contundente “Bueno. Los dances eran masculinos, viriles, pero ahora son las mujeres quienes los mantienen y participan en ellos. Los tiempos cambian”, dice y sonríe. (Mercedes Pueyo Roy, la mujer que estudió el Dance de Aragón. Castro, Antón.  Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019).

La trama general completa de un dance, en algunos pueblos, sintetiza la Dra. Mercedes Pueyo Roy, se traduce en pastorada, lucha de moros y cristianos, motadas, lucha entre el Bien y el Mal y bailes finales, con elevada triunfal del Ángel y danzas de palos. En este sentido distinguió diferentes tipos de dances, “las pastoradas en el norte, esos diálogos entre el pastor y su rabadán, despojados de influjo árabe; si se baja hacia la depresión del Ebro, se ven luchas simbólicas entre el bien y el mal, de tono más suave, con raíces en la Edad Media y ecos de los reinos de taifas. Apunta otro detalle: “El dance es la música, que entra por los sentidos y le da coherencia a la función. En cierto modo, es el gaitero el director del espectáculo”. (Mercedes Pueyo Roy, la mujer que estudió el Dance de Aragón. Castro, Antón.  Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019).

En definitiva, la doctora se encontró ante una expresión artística y cultural muy arraigada en diversos y dispersos lugares de Aragón, pero poco estudiado y reconocido –Recuerdo que por entonces el folclore parecía reducido a la jota-. Con sus estudios del dance, se amplía el campo hacia una representación compleja: El dance es un espectáculo teatral y poético, con música y danza. Podría definirse, también, como un teatrillo crítico de la sociedad: las gentes del pueblo no tenían el ‘Hola’, pero podían pasar muchas cosas susceptibles de ser encerradas en el dance. Consta de varias partes: hay textos movibles y otros fijos, por decirlo así. Se cuenta la historia del pueblo, y luego hay una parte de crítica o sátira.” (Mercedes Pueyo Roy, la mujer que estudió el Dance de Aragón. Castro, Antón. Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019).

Fruto de aquel trabajo de investigación se plasmó en su tesis doctoral “El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética”. La tesis, tal y como señaló Antonio Beltrán en los “Dances de Aragón”, incluye el texto de la “pastorada” de Besians, el de los danzantes y otras manifestaciones poéticas de Jaca y otros de Hijar. Además, en los apéndices incluyó los textos de los Dances de Ainzón, Añón, Ateca, Borja, Bulbuente, El Buste, Encinacorba, Gallur, Jaca, Maleján, Mallén, Pina de Ebro, Pradilla, Pallaruelo de Monegros, Pastriz, Rodén, Salillas de Jalón, Plasencia de Jalón, Sariñena, Sena, Talamantes, Torres de Berrellén, Urrea de Jalón, Velilla de Ebro, Vera de Moncayo, Veruela, La Almolda y la Puebla de Hijar.

Viajes y becas

En 1960 Mercedes Pueyo Roy recibió una beca de intercambio con Francia, para los cursos de verano, julio y agosto, en la Sorbona y así mismo solicitó el puesto al Ministerio de Educación de Auxiliar de Lengua Española: “El año pasado hice un curso en la Sorbona, de lengua y literatura francesas: otras veces he estado en el Museo del Hombre buscando materiales para mi tesis, y este año espero hacer otro curso en la Sorbona”, (Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961).

Amanecer, 5 de julio de 1961.

-¿Qué es para ti Paris?

-La capital del mundo y, desde luego, para los estudios que yo he hecho tenía por fuerza que trabajar allí.

Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961.

Al año siguiente, el 29 de junio de 1961, es aceptada como auxiliar de lengua española en el Lycèe Lamartine de Paris, ejerciendo la docencia en el Institut Lamartine de Paris, donde impartió lengua y literatura española durante el curso 1961-1962.

Suecia. Literatura española

Becada por el Instituto Nacional Sueco (Svenska Institutet), Mercedes Pueyo Roy, se trasladó a Suecia en 1962, concretamente a la Universidad de Lund (Suecia), donde acabó como profesora titular de Lengua y Literatura española. No antes de haber realizado un curso de lengua sueca en la Sorbona.

El 1 de septiembre de 1965 es nombrada Lector extranjero de Lengua y Cultura Española en la Universidad de Lund, donde ha ejercido durante 35 años, impartiendo clases y conferencias sobre lengua, literatura y cultura española.

En Suecia, en 1963 contrajo matrimonio con Sture Bo Lennart Carlén, pasando a ser conocida como Mercedes Pueyo-Carlén. De su etapa en Suecia, Mercede guarda muy buenos recuerdos, donde disfrutó de una intensa actividad cultural y trabajó y colaborando mucho con la Embajada española en Estocolmo.

Mercedes Pueyo Roy y Sture Bo Lennart Carlén.

Diploma de Aragonés de Honor de Sture Bo Lennart Carlén. Jaca, 24 de julio de 1965.

En 1969, Mercedes coincidió en Suecia con José Antonio Labordeta, quien se encontraba realizando una serie de conciertos organizados por su amigo José García Dils: “Vino al Departamento donde yo, en ese momento, era la jefa”. Igualmente, Mercedes recuerda como en Suecia “Tuvimos y ayudamos mucho al hermano de Rafael Gastón Burillo, que vino a Suecia y se quedó. Conozco bien a los Gastón, pues su padre fue mi profesor de griego en la Facultad de Letras de la universidad de Zaragoza”.

A primeros de la década de 1980, la Doctora Mercedes Pueyo Roy ocupó la plaza de Universitetslektor en Lund como Catedrática de Lengua y Literatura e Historia de la Cultura Española. Aquellas memorias quedan perfectamente recogidas por Mario Gros Herrero: “Quedó libre una plaza de Universitetslektor en Gotemburgo y mandé desde Lund, donde tenía la tesis y todos los apéndices, mi solicitud. Me la denegaron diciendo que era etnología y entonces me di cuenta que tenía que orientarla de otra forma y además darle otra presentación más adecuada para una nueva solicitud. Así lo hice en el verano de 1973 con la imprenta del Heraldo en Zaragoza. Yo seguía como lectora de español, siempre a tiempo completo, esperando la próxima ocasión de tener un puesto fijo de funcionaria de la universidad sueca. A principio de los 80 conseguí por fin obtener el título y la plaza en Lund de Universitetslektor y, como no había catedrático de español en aquellos años ochenta y noventa, tuve que asumir algunas funciones como principal responsable de la Sección de Español. Daba regularmente, y con mucho gusto, conferencias públicas en la Universidad sobre la Cultura y Lengua Española en sueco. Hablaba sobre Premios Nobel de lengua castellana, pintura, historia y literatura. Curiosamente, ¡no hablaba nunca del Dance de Aragón! Escribí varios libros entre ellos uno de fonética y pronunciación del español para el laboratorio de idiomas.”

El 17 de junio de 1999 se produjo la confirmación de su jubilación en la Facultad de Lenguas Románicas Universidad de Lund, recibiendo la medalla de Oro de Mérito al Trabajo del Rey de Suecia. Tras residir casi 40 años fuera de España, actualmente, desde el 2000 reside en las Islas Canarias, en Puerto de la Cruz, Tenerife.

Publicaciones de Mercedes Pueyo Roy en Suecia

  • “Kurs i spansk fonetik och spanskt uttal”. Curso de fonética española y pronunciación española, bilingüe. Pueyo-Carlén, Mercedes, Lund: Studentlitteratur, 1969. 151 s.
  • “Fiesta”. Mercedes Pueyo-Carlén. Malmö (Suecia): LiberLäromedel, 1973.
  • “Nya spanska stilar” (Nuevos ejercicios de traducción del español) Pueyo-Carlén, Mercedes, Pärletun, Margareta, ISBN 91-44-08181-2 Lund: Studentlitt., 1972 Spanska 47 s. Lund, Suecia.
  • “Fiesta”. Handledning för självstudier. Mercedes Pueyo-Carlén; Sven-Ingvar Weitoft. Editorial Malmö”: LiberHermod, 1984.
  • “Ordlista och kommentarer till” La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Estrid Pastor-López; Mercedes Pueyo-Carlén; Lund, 1972.
  • “Traductor Notarial”.

 La publicación reducida de su tesis de 1973

En 1973 Mercedes Pueyo Roy publicó su tesis en formato reducido por su propia cuenta y riesgo “El dance en Aragón. Orígenes y problemas estructurales de una composición poética”; una edición enfocada a los textos y su valor teatral, musical y escénico. De hecho, es un resumen de su tesis en la que, de acuerdo con Mario Gros Herrero, reordenó el texto y eliminó por razones de tamaño y presupuestarias algunos capítulos y la mayor parte de los apéndices.

La llevó a cabo tras no conseguir que ninguna institución se hiciese cargo de su edición, pues como apunta Mario Gros Herrero entonces no era fácil publicar y menos una obra tan extensa. Finalmente, la edición la realizó por medio de la imprenta de Heraldo de Aragón, sufragando por la propia Mercedes y su marido Sture Carlèn por un coste total de 70.000 pesetas

Contó con una tirada de unos 200 ejemplares que en gran parte regaló un libro a cada dance que había estudiado y recogido en el texto, además puso algunos ejemplares a la venta en la librería Abad de Jaca y la Librería General de Zaragoza.

En sus memorias recogidas por Mario Gros Herrero, la propia Mercedes relató como el verano de 1973, lo pasó en casa de una prima en Riglos escribiendo dedicatorias individualizadas, embalando cuidadosamente y enviando los ejemplares por correo. Así mismo, continua el relato recogido por Mario Gros Herrero “Como no disponía de las direcciones, los hizo llegar al ayuntamiento de cada una de las 74 localidades citadas, a sabiendas de que muchos de ellos se podrían extraviar o caer en manos de particulares. Dejó algunos libros en depósito en la librería Abad (ahora La Unión) de Jaca y, los pocos que sobraron, en la Librería General de Zaragoza, vendiéndose a 150 pesetas cada uno. Una operación culturalmente ejemplar y económicamente ruinosa que deja bien a las claras la generosidad de Mercedes y Sture.”

A pesar de su escasa difusión, la publicación no pasó desapercibida en la prensa aragonesa y apareció recogida en el Heraldo de Aragón en su edición del 1 de agosto de 1973 y en la revista Andalán “Notas Bibliográficas: Folklore de verdad”, en su número 26 del 1 de octubre de 1973.  Aunque Mercedes Pueyo Roy aparece como colaboradora de la revista aragonesa Andalán (Sociología de muchos apoyos. Andalán 50 años. www.andalan.es), la entrevista debió de ser su única implicación con la histórica revista aragonesa.

  “Notas Bibliográficas: Folklore de verdad”. Andalán, número 26 del 1 de octubre de 1973.

Años más tarde, el 8 de noviembre de 1977 el Heraldo de Aragón publica el artículo “Una forma de cultura primitiva: Setenta y cuatro representaciones de dance se conservan en Aragón”. Un artículo que pone en valor el dance aragonés a través de la obra de Mercedes Pueyo Roy.

 En poco tiempo, afirma Mario Gros Herrero, el libro se convirtió en texto de culto en el mundo del dance y el folclore aragonés, tanto por la amplitud de su investigación como por la dificultad de su adquisición. De esta forma resalta su verdadera su importancia “Su libro sobre el dance se publicó en el 73 como “mérito” para su acceso a la UniversidadDe ahí la rareza de la edición. Está impreso en la imprenta de Heraldo de Aragón, pero la edición es de la propia autora. El libro del 73 no corresponde con exactitud a la tesis: se han reordenado las materias, faltan los anexos y se ha dado más importancia a los asuntos poéticos-literarios”. 

La donación de su tesis

Es en el 2011 cuando, la doctora Mercedes Pueyo Roy, decidió donar todo su material de la tesis al Instituto Aragonés de Antropología (IAA). Una tesis que había viajado y acompañado a Suecia y a las islas Canarias tras su jubilación; durante casi cerca de cuatro décadas.

Mercedes quiso que su trabajo no quedase escondido en una estantería y que fuese accesible su consulta; una obra de referencia para estudiosos del dance aragonés, de textos romances y pastoradas, del saber pastoril, del teatro popular, de la poesía y la oralidad que quedaba recogida en sus 526 páginas.

Así que, 39 años después de su realización, a través del por aquel entonces presidente Vicente Miguel Chueca del IAA y haciendo gala de una gran generosidad y amor por su tierra, Mercedes Pueyo Roy donó los originales de su tesis y materiales al IAA. Mario Gros Herrero precisa como Vicente Chueca, presidente del IAA en aquel momento, se encargó de los trámites, haciéndose publica la donación se hizo pública el 31 de agosto de 2011, a través del boletín digital del Instituto, aunque la aceptación formal se reflejó en acta con fecha 25 de abril de 2012. El mismo Mario Gros Herrero recoge como la donación incluía todos los documentos de la tesis: el tomo principal, tres volúmenes de apéndices con textos de los dances de 33 localidades, un cuaderno con partituras y una colección de fotografías en blanco y negro. Además, el paquete contenía un manuscrito de partituras de Graus, varios textos del dance de Pallaruelo, algunas separatas de artículos y diferentes libros de temática aragonesa.

Mercedes Pueyo Roy, una figura imprescindible en la cultura aragonesa

En el 2015, Joaquín Ruiz Gaspar (Osmonegros.com) investigando la vida y obra del antiguo mayoral del dance de Pallaruelo de Monegros, el Tío Juaner, descubre la obra y figura de Mercedes Pueyo Roy. Su Tesis Doctoral recoge algunos de los poemas del Tío Juaner. Poco se sabía de ella, hasta que, indagando por las redes digitales, acabó encontrando un teléfono a su nombre en las islas canarias. Llamó y descubrió, en palabras de Joaquín Ruiz Gaspar, una maravillosa persona, vital, generosa, una gran amiga y una gran obra, un trabajo encomiable, indispensable para comprender la extraordinaria manifestación artística que es el dance aragonés.

Aquel trabajo parecía olvidado, salvo algunas citas, por lo que pronto accedió a consultarlo, gracias a Vicente Miguel Chueca del Instituto Aragonés de Antropología.

Mercedes Pueyo Roy, haciendo gala de su generosidad, finalmente colaboró con el trabajo sobre el Tío Juaner, con aportaciones correcciones y realizando uno de los dos prólogos del “El Tío Juaner” (Gaspar Ruiz, Joaquín. Sariñena Editorial, 2018).

A su vez, en el 2016 Vicente Miguel Chueca, Mario Gros Herrero y Joaquín Ruiz Gaspar, se reunieron en torno a la figura de la Doctora Mercedes Pueyo Roy con el fin de lograr dos objetivos, reconocer su figura y rescatar y poner en valor su gran obra sobre el Dance aragonés. Para ello decidieron que debían trasladar la tesis con sus apéndices a la Institución Fernando el Católico para su toma en consideración para una futura edición y publicación.

Por lo tanto, todo el material, fue recogido por Joaquín Ruiz Gaspar y trasladado a la Institución en una mochila y dos bolsas de plástico. Pesaba tanto que tuvo que coger el tranvía de la plaza de San Francisco hasta plaza España donde se encuentra la sede de la IFC. Allí fue recibido por el director de la institución Carlos Forcadell Álvarez y el secretario Álvaro Capalvo Liesa. quienes se comprometieron a estudiar los textos académicos de la tesis y valorar si merecía la pena publicarlos. No tardaron responder, la habían estudiado y estaban decididos a digitalizar y publicar los Apéndices inéditos de la tesis.

El relato de aquellos días lo recoge Mario Gros Herrero en el prólogo a la edición de los apéndices de la Tesis de Mercedes: La aparición de Ruiz Gaspar es fundamental para la publicación de la tesis. En octubre de 2016, nos convoca, junto a Chueca del IAA, para intentar preparar un homenaje o reconocimiento a Mercedes y estudiar la posibilidad de publicación de la tesis. En un primer momento, el IAA valoró realizar la edición por sus propios medios, pero los recursos limitados del Instituto y la envergadura del proyecto hicieron desestimar la idea. En junio de 2017, Joaquín comienza las conversaciones con la Institución Fernando el Católico (IFC), que acepta llevar adelante la publicación digital tras ver los originales de la tesis. Después del verano comienzan los laboriosos trabajos de digitalización que ahora concluyen.

Así, comienza el renacer de la figura de la Dra. Mercedes Pueyo Roy. A finales del 2017, los días del 22 al 24 de noviembre, participó en las jornadas en torno a la filología aragonesa “Los dances de Aragón: Entre la tradición religiosa y el teatro popular”, coordinadas por José M.ª Enguita Utrilla y organizadas por la IFC. Mercedes Pueyo Roy y Mario Gros Herrero fueron los encargados de la conferencia inaugural bajo el título “El dance en Aragón: Origen y problemas estructurales de una composición poética”. En síntesis, de acuerdo con Mario Gros Herrero, en ella resumió muchas de las ideas de su tesis y aportó algunos datos nuevos, como las danzas de la isla de El Hierro relacionadas por su indumentaria con las aragonesas. La conferencia se publicó en el libro de actas de las Jornadas.

Conferencia Mercedes Pueyo Roy con José M.ª Enguita Utrilla. Fotografía Gros Herrero, Mario.

Coincidiendo con su visita a tierras aragonesas, el 25 de noviembre del 2017, gracias a Vicente Miguel Chueca, Mario Gros Herrero y Joaquín Ruiz Gaspar se realizó un homenaje a Mercedes Pueyo Roy, un encuentro en el que participaron diferentes personalidades del mundo del folclore y del dance aragonés y de la cultura aragonesa, así como miembros de la asociación publica en defensa del patrimonio aragonés (APUDEPA. En torno a una comida, se le entrega una placa en homenaje a su aportación al dance aragonés y a la cultura aragonesa, contando con una actuación de una representación del dance zaragozano San Chusé, del gaitero sariñenense Martín Blecua Vitales, interpretación de melodías con el salterio y chiflo por parte de Mario Gros Herrero… una velada emotiva en un ambiente familiar.  

Homenaje a Mercedes Pueyo Roy.

Mario Gros Herrero también dejó constancia de aquel entrañable acto: “Si la edición estaba en marcha, la oportunidad para el merecido homenaje a la autora nos la ofrece otra coincidencia: la celebración de las V Jornadas en torno a la Filología Aragonesa en Zaragoza los días 22, 23 y 24 de noviembre de 2017 con el tema «Los dances de Aragón: entre la tradición religiosa y el teatro popular». Organizadas por la IFC y coordinadas por el catedrático de la Universidad de Zaragoza José María Enguita, Mercedes Pueyo será la encargada de dictar la conferencia inaugural: «El dance en Aragón. Fecha, origen y estructura de una composición teatral». Este acto supone el reencuentro oficial de la doctora Pueyo y Aragón, y la oportunidad para testimoniar el reconocimiento debido a su tarea pionera.”

Finalmente, concluye Mario Gros Herrero, pudimos, mediante un sencillo y sentido homenaje, reconocer como se merece su esfuerzo de tantos años. El acto contó con la presencia de familiares, amigos, profesores y estudiantes de la universidad, representantes del Instituto Aragonés de Antropología y de la Asociación de Gaiteros de Aragón, investigadores, músicos y la colaboración del grupo de danzantes de San Chusé (Zaragoza) y la música de los gaiteros de Sariñena.

Un día especial acontece en este lugar
día de santa Catalina de Alejandría
de agudo ingenio y sabiduría
como esta mujer singular
que tenemos el placer de homenajear.

Aunque hallándonos en Zaragoza capital
primeramente, me es inevitable rememorar
al mayoral de Pallaruelo de Monegros
de donde es descendiente Mercedes Pueyo Roy.

Aquel Tío Juaner
que entraba por los arrabales
mirándose los edificios
cabía en las catedrales.

A lo que le saltó uno de aquí,
quisiéndole hacerle la mueca,
y que de repente le espetó:

“¿A que no hay en tu lugar
plaza tan grande como esta?”
Y en estas, el Tío Juaner
lo agarró del chaleco,
y allí l´en hizo saber:

“En mi pueblo hay una plaza,
que puedes venir a ver,
d´ ´ancha y larga, no como esta,
pero de alta…, fácil es”.

Y aún recuerda Leonor Barrieras
hija del Tío Juaner
aquella niña Merceditas,
nieta de la tienda de los Pueyo,
que de vacaciones acudía
a Pallaruelo de Monegros.

Con sus cintas en el cabello
el mundo rural descubrió
y al Tío Juaner conoció
de quien su padre Francisco Pueyo
fue su primer refundidor.

Con gran maestría y sabiduría
el dance de Aragón estudió
y el día de San Luis
su tesis presentó
primera mujer que se doctoró
en Filosofía y letras de Aragón.

Con gran tutor contó
maestro de maestros, Don Antonio Beltrán Martínez
extraordinario monegrino ejemplar
a quien nunca dejamos de recordar.

74 dances de Aragón
la doctora Mercedes investigó
y de su bolsillo pagó
un libro que a cada dance regaló.

Y su tesis donó
al Instituto de Antropología de Aragón
y hoy el dance está de celebración
con su futura digitalización
todo un patrimonio del dance Aragón.

Y es digno de conocer
y de honores reconocer
el legado que Mercedes Pueyo
que tan generosamente a Aragón legó.

Ya no voy a osar mucho más
aunque una anécdota más os contaré
que Mercedes segunda en un concurso finalizó
después del gran poeta
del grandísimo Labordeta.

Y por rematar este humilde homenaje
agradecer a Mercedes Pueyo Roy su ingente trabajo
quien en la universidad de verano
un amor encontró y a Suecia marchó
y durante años, en la universidad de Lund, ejerció.

Hoy con fuerza se mantiene fuertemente unido
aquel gran amor que entonces nació
aunque al dance, al dance de Aragón
siempre lo lleva, lo lleva en el corazón.

 ¡Gracias Mercedes Pueyo Roy!.

El dance en Aragón. Apéndices

La reedición facsímil de “El dance en Aragón. Apéndices” por parte de la Institución Fernando el Católico Zaragoza, 2019, fue llevada a cabo por Elena Fernández Santiago e Isidoro Gracia, quienes digitalizaron y revisaron la obra. La edición estuvo a cargo de Isidoro Gracia.

La presentación del libro “El dance en Aragón. Apéndices” tuvo lugar en la sede de la Institución Fernando el Católico, en la sala de prensa, el 17 de mayo del 2019. Esta contó con la presencia de Mercedes Pueyo Roy, con Carlos Forcadell, director de la IFC; y Mario Gros Herrero, autor del prólogo a través de un brillante estudio introductorio.

Presentación de «El Dance en Aragón» por Mercedes Pueyo Roy, Mario Gros Herrero y Carlos Forcadell.

La presentación además estuvo acompañada de un acto previo protagonizado en la Escuela Municipal de Zaragoza, organizado por Mario Gros Herrero. El mismo Mario Gros Herrero señaló como, a raíz de estos hechos, la figura de Mercedes Pueyo comienza a ser conocida en Aragón tres décadas después de viajar a Suecia, tanto por su empeño en ver publicada su tesis como por algunas casualidades casi coincidentes en el tiempo.

  Resulta reseñable la sensibilidad mantenida en los criterios de transcripción, por indicación de la autora, “en la transcripción de los textos de los dances recogidos en estos apéndices se ha respetado al máximo la grafía original, conservándose intactos tales textos, por lo que se incluyen tanto vocablos arcaicos como extraños, con su grafía. Esto es así porque muchos de los dances están tomados de viva voz, por lo que se transcribía lo que se oía y tal y como se oía. Por estas razones, consideramos oportuno respetar palabras o expresiones de carácter popular, con su grafía.” (Notas a la edición. El dance en Aragón. Apéndices).

El dance en Aragón. Apéndices. Pueyo Roy, Mercedes.

Para la Institución Fernando el Católico su tesis es la primera en su clase sobre este espectáculo teatral aragonés, único en España. La Institución dedica estas mismas palabras a la autora:

Después de una larga investigación sobre los textos recogidos, durante cinco años de búsqueda, ha conseguido la autora reunir un material único que hoy publicamos. Trabajando sobre el mismo, ha llegado así a explicar la estructura y el origen de este drama hasta hoy desconocido. En su forma actual y con todos sus elementos acoplados, se remonta a finales del siglo XVII. La obra es compleja y abarca distintas ramas de las Letras, tales como Historia de la Literatura, Teatro, Poesía lírica, Dialectología, Historia de la Cultura, etc., cosa que hace de ella un trabajo de una amplitud poco corriente y que además implica una extensísima base científica en todos los órdenes de la Cultura. Aragón le agradece y felicita a la autora por tan incomparable obra.”

Recuerda que el azar ha estado de su parte. Casi se había olvidado de su trabajo, pero un día, en una mudanza de casa, descubrió todos los materiales de su tesis. “Más de 20 kilos. Folios, carpetas, archivos, carpetas, libretas, y la tesis doctoral completa. Me había olvidado de todo aquello. Decidimos mandarlo al Instituto Aragonés de Antropología. Y allí lo encontraron Joaquín Ruiz y Mario Gros, músico y etnógrafo. Gracias a ellos, mi trabajo ha tenido una nueva vida. Miro a Mario Gros, que ha hecho el precioso prólogo del libro, y pienso: ‘Para ser músico hay que ser sabio’. Y pienso también que, aunque he estado muchos años fuera de Aragón, jamás me he olvidado de esta tierra” dice, y revela: “Ya no querría escribir más de todo eso. Antes de morir, y ya no soy una niña, querría escribir una novela”.

Mercedes Pueyo Roy, la mujer que estudió el Dance de Aragón. Castro, Antón.
Heraldo de Aragón, 28 de mayo del 2019.

Mercedes Pueyo Roy, una figura imprescindible

Con la edición de El dance en Aragón. Apéndices”, la figura de la doctora Mercedes Pueyo Roy cobra aún mayor relevancia en el panorama cultural y académico aragonés, muy especialmente ligado al folclore, etnografía y tradiciones aragonesas. Su regreso a tierras aragonesas, de nuevo motiva el desarrollo de encuentros y abre nuevos horizontes de colaboraciones.

Al día siguiente de la presentación de El dance en Aragón. Apéndices”, el 18 de mayo del 2019, en Sariñena, Mercedes Pueyo Roy participó y fue homenajeada en las Jornadas de “Danza y Gaita”, organizado por el Grupo de Dance de Sariñena.

Aquel mismo año del 2019, se le dedica el libro “¡Qué buen sentir!”, de Mila Dolz y Ángel Vergara: “Este libro se terminó de imprimir el día 7 de diciembre de 2021, 61 años después que Mercedes Pueyo Roy registrase en la Universidad de Zaragoza su tesis doctoral “Origen y problemas estructurales del Dance Aragonés”. El libro aborda la música popular aragonesa, contada y dibujada, bilingüe castellano y aragonés, publicado por Rolde de Estudios Aragoneses y Aladrada Ediciones.

En 2022, Mercedes Pueyo Roy es una de las protagonistas de la feria nacional del coleccionismo general y popular “Replega” de Monzón. Por medio de su imagen, impresa en una edición coleccionable de azucarillos, es considerada “Ilustre de Aragón”, por su labor, trayectoria e implicación en el ambiente cultural y social aragonés. Un merecido reconocimiento realizado gracias al trabajo realizado por Chorche Paniello, director de la feria.

Azucarillo Replega: Mercedes Pueyo Roy.

Igualmente, en el 2022, una nueva publicación reconoce la figura de Mercedes Pueyo Roy. La obra “Sobre la pastorada aragonesa. Estudio filológico de las pastoradas en aragonés del siglo XVIII (2022)” de Oscar Latas Alegre y Pilar Benítez Marco: “A Mercedes Pueyo Roy, por sus estudios, por su amistad”.

El legado fotográfico de Mercedes Pueyo Roy

  La tesis de la doctora Mercedes Pueyo Roy presentó un conjunto de partituras y fotografías. Concretamente, del conjunto de fotografías, estas respondían a treinta y seis instantáneas, principalmente de diferentes grupos de dances aragoneses. Fotografías de los dances de las localidades de Almudévar, Ambel, Ateca (quince fotos), Broto, Huesca (cinco), Luceni, Pradilla de Ebro (dos), Sariñena (tres) y Vera de Moncayo (tres), señala Mario Gros Herrero junto a otras de un grupo de pauliteiros de Miranda do Douro (tres), la fotografía de un tambourin a cordes pirenaico y dos croquis con detalles de la construcción del instrumento.

  Sin embargo, curiosamente, de aquel conjunto de fotografías, que formaban parte del conjunto de su tesis, faltaban 46 fotografías que la misma Mercedes Pueyo Roy localizó en mayo de 2002. Aquellas instantáneas, en blanco y negro, tomadas entre 1955 y 1959, quedaron recogidas por Mario Gros Herrero en su trabajo “Nuevas fotografías de dances aragoneses en la tesis de Mercedes Pueyo”.

  Por aquellos años, entre 1955 y 1959, la doctora Pueyo se encontraba trabajando como secretaria del Museo de Etnología y Ciencias Naturales de Aragón y en la redacción de su tesis. Por ello, las imágenes, en su mayor parte presentan anotaciones en el reverso y hacen referencia a la localidad, personajes o instrumentos. Estas, apunta Mario Gros Herrero, recogen dos tipos de escenas:

“Por una parte imágenes facilitadas por los propios grupos, bien remitidas al Museo de Etnología como complemento a la respuesta a la encuesta que Mercedes envió a párrocos, alcaldes y maestros (Pueyo, 2019: XV-XVI) o bien aportadas al inscribirse en alguno de los concursos de dance. Son veinte fotos de los grupos de Ambel, Ateca (seis imágenes), Gurrea de Gállego, Huesca (dos), Luceni, Monzalbarba y Vera de Moncayo (ocho).

Por otra, fotografías tomadas durante el desarrollo de los concursos de dance aragonés que tuvieron lugar en Zaragoza durante las fiestas del Pilar de 1957 y 1959. A instancias del profesor Antonio Beltrán, organiza[1]dos desde el Museo de Etnología y con apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, los concursos tenían, entre otros objetivos, facilitar el estudio de los dances aragoneses (Pueyo, 1973: 6). En total son veintiséis imágenes, catorce de ellas tomadas en 1957 de los grupos de Ainzón, Almudévar, Ambel, Barrio de las Tenerías de Zaragoza, Gallur, Hogar Pignatelli, Huesca, Pastriz, Pina de Ebro, Sariñena, Sena, Talamantes y Yebra de Basa (dos fotografías) y doce en 1959 de los de Borja, Huesca, Jaca (dos), Mas de las Matas (dos), Robres, Salillas, Sariñena (tres) y Talamantes.” (Nuevas fotografías de dances aragoneses en la tesis de Mercedes Pueyo. Mario Gros Herrero Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza).

Mercedes Pueyo Roy, poeta del amor (y la tristeza)

  Uno de las facetas más desconocidos de Mercedes Pueyo Roy fue su pasión por la poesía. En su juventud desarrolló esta vertiente artística y creativa, lo que le llevó a participar en algunos concursos.

  En enero de 1960, Mercedes Pueyo Roy obtuvo el primer premio de poesía en el concurso celebrado por el Sindicato Español Universitario SEU en la cadena Ser. El segundo clasificado fue José Antonio Labordeta. “En enero de 1960, gana el primer premio en un concurso de poesía organizado por el SEU, casi empatada con el segundo clasificado, José Antonio Labordeta.”, (Gros Herero, Mario). Mercedes firmaba sus poesías como “Merche Pueyo”.

Flor y Piedra

El corazón estalla en silencio atropellado
¿Por qué huyes?, ¿Por qué la pierdes sin decir lo que deseas?
Era una mañana…
no, recuerdo… era la noche.

Tu alma suave y fría
repetía junto al porche
¡Te quiero!
y al instante maldecías
como lluvia de colera que amenaza el fin.

Te vi, como eras, flor y piedra

¿Habéis visto la flor en la pradera?
El paso de la luz hace que tiemble
y la duda, es ella…


¿Habéis visto el mármol en la roca?
el viento, la noche

ni el sol la conmueven…
¿Por qué huyes? ¿Por qué te pierdes
sin decir lo que deseas?


Si quieres, ¡quédate!
quédate como flor, no como piedra.

Octubre de 1958.
Merche Pueyo.

Sentirte


Eres suave como bruma
que acaricia el vacío.
Sentirte cerca es siempre
deseo que no calma.


Podrías existir y
serías espuma y humo
que se alcanza y termina
.

Eres frágil como cristal desvanecido
sentirte lejos es
dolor que no acaba.


Podrías amarme
y todo sería estallido y dulzura,
mezcla posible que el corazón espera.


Eres como ilusión que no agota
no sentirte, sería… no ser
y es horror y agonía eterna.


Eres como alegría intima no
compartida con alguien.


Podrías odiarme
y todo sería suicidio y desencanto
que no merezco
.

Quiero sentirte, suave, frágil
ilusión, alegría…
Recobrarte en cada instante

y sufrir, si llamarte pudiera,
el letargo de tu hechizo.


¡Sentirte! adorarte solo yo
y que el cielo me mire
¡Sentirte!! ¡Sentirte siempre!
No agotarme en ti
y unirme sin desespero por la huida.


Agazapar mi alma en tu destino
y correr tras él.


Que gire todo
y quedes tu, suave, frágil
ilusión, alegría…
¡Sentirte! ¡Sentirte siempre!
aunque ya no existas.

Zaragoza, diciembre de 1958.
Merche Pueyo.

Pensamientos «El Recuerdo»

No quiero recordar.
El recuerdo es el humo que se enreda en el alma
y tiene mil agujeritos para salir.

El recuerdo encuentra escusas para evadirse,
crea situaciones que rápidamente destruye.
Es inquieto, indeciso, a veces, obcecado y tenaz,
otras imaginación y sueño.

Recordar es más triste que soñar.
El recuerdo es el resto, triste o alegre
de una realidad que nunca se pensó.

Es un sueño nuevamente soñado.

Recordar es siempre lamentarse
dela falta de aquello que tuvimos
y que, sin querer o queriendo, pasó.

Quiero vivir el presente
porque es imposible recordarlo.
Quiero también soñar mi presente,
continuación de aquel recuerdo
pero tampoco quiero recordar
mi sueño.


Zaragoza, diciembre de 1958.
Merche Pueyo.

Lluvia

La tierra respira dicha
llora el cielo,
No, no es lluvia, son lágrimas
transparentes, sucias cayendo.

Ella, las recoge y limpia,
alimento viejo de su cuerpo seco,
por ser mundo, por ser cieno.

Son lágrimas, suaves, lentas,
dolor y alegría unidos
que al caer, estallan
en amable ruido.

Sin querer se juntan
esperando amarse.

En el encuentro perdonan,
y al unirse, rompen la esperanza.

Lluvia que redime.

El cielo respira dicha.

Lluvia fue publicada por Ana María Novales sobre 1959 posiblemente en el periódico aragonés “Amanecer”.

La Creación

Era el principio del mundo,
de mi mundo.

Nada existía en él,
aunque había existido…
Aparte de tú, máxima creación,
y comencé.


Crecías, haciéndote.
Me hacías, creciendo.
Tú fuerte y adulto,
no pudiste buscarme.


No dudaste, pues era yo
la que decías esperar.
¡Quiero, temo y distingo!


No pude confundirme yo,
naciste en mí sin esperarte.


Con el amor vinieron,
pasión, dudas y esperanza,
los celos fueron…

¿Por qué, dime, apareciste
si nada te busqué nunca?

Fuiste creado para mí,
te conservo y soy.

Merche, 1959.

La espera

De inmensa esperanza
mi alma llena,
ternura blanca
Ilusión despierta por el tiempo.

¡Esperanza!
soledad verde y ciega del que teme
felicidad cortada en las horas
que agonizan pesadas.

Minutos que juegan y enardecen
el amanecer incierto y retrasado.
Intensidad, larga y continuada
que abruma con sus días.

¡Esperanza!
Marioneta de tiempo antojadizo.
Muerte vivida lentamente de
vertiginosas ruedas sin descanso.
Verdugo inmóvil y cobarde,
enemigo suave del que pierde

¡Esperanza!
Lloro constante del que piensa,
pobre limosna que te das,
sin ser pedida.

Virtud esclava de la muerte,
mentira piadosa de las almas
que inocentes te creen.
Música sin notas, que no suenan.

Eterno mañana.
Sinónimo de sueño…
Te apoderas, creyendo alegrar,
y tan solo sacrificas a tu dueña…

i Cambia tu nombre!
llamándote: Tristeza…

De inmensa tristeza
mi alma llena,
ternura negra
ilusión dormida por el tiempo.

¡Tristeza!.

Merche Pueyo.

El Final

¿Qué tienes, dime, qué tienes?
Silencio de tierra y humo
que agoniza en un grito
frio y negro, aturdido.

Comienzo de guerra y odio,
de preguntas sin término,
rotas por la duda inquieta.
¿Qué tienes, dime, qué tienes?

El prado sigue verde,
el aire, la mañana, el mar,
todo es idéntico.

Solo tú cambiaste…
para no cambiar nunca…

Respuestas que no llegan,
excusas que comienzan.

Es, la dicha triste
del olvido cierto.

Es, el no querer, después del quiero.

Examen frio de los hechos,
distinción amarga y segura,
amor analizado.

Ya no juega tu alma…
ya oscilante no me esperas,
ya no cubres de besos mis mejillas,
yo no me alegras.

Nada importa…
el tiempo es mi amigo
existo y el amor, es voluntad.
¿qué tengo, dime, qué tengo?

Tristeza dulce y seca
la impaciencia decrece.

El prado sigue verde,
el aire, la mañana, el mar,
todo es idéntico.

Solo yo he cambiado…
para no cambiar nunca…
Vacío profundo y lleno,
insensato destino que se ríe.

¡Tiempo! amigo mío,
te perdí y te recobro.

Ya no te odio,
ya tus días me aplacan,
ya tus minutos, son míos.

No quiero perderte,
no quiero amar

Fui ya feliz. ¡Basta!

Paris, verano de 1960.
Merche Pueyo
.

La huida eterna

Te llevas lo que muchos quieren
¡la vida!
aunque algunos obcecados en ella
te prefieren… te prefieren….

Das fin y principio a tu presa
con elegante viaje sin regreso.

Si existe verdad sobre la tierra,
eres Tú, flaca, fría y vieja…

Te aman, te odian, confundidos
los hombres en tu lecho…

¡Noche luminosa de final perfecto
que acoges en tu seno con resuelto paso!

Ven, ven cuando quieras
preparado me hallo a tu venida
y no te temo, te espero…

Al nacer me dijeron que existías
mansa y cruel al mismo tiempo

¡Divino mandato!

Sentencia sorda y suave que te
cumples sin respeto.

Recogerás la vida sin esfuerzo
con el deseo y angustia del sediento…

Llevarás el alma cansada
al encuentro feliz, siempre esperando
se abrirá para ella eternamente
tu mansión de cavernas y esperpentos

y llegará al oasis Divino, Contento
el alivio vendrá presuroso
y seré tuyo sin remedio.

No puedo odiarte, te respeto
y te esperó…

Merche Pueyo, 1960.

El Desprecio

Espuma eran tus amores
que rotos en el tiempo
se esparcieron por el aire
hueco del espacio y
llenaron la copa de mi vida.

Lento, muy lento subían desbordando
y con pequeños golpes de nada
en liquido se hacían sin remedio.

Bebí de ellos y el veneno de la
mentira entró sin miedo
¿Por qué bebí de aquello?

La juventud me obligó, pero…
poco a poco se desvaneció
el veneno y volví al recuerdo
esperando de nuevo, esperando,
hasta más luego…

Merche Pueyo, 1960.

Síntesis

Mercedes Pueyo Roy siempre quiso que su trabajo viese la luz y dignificar el dance aragonés. Nunca perdió la esperanza de ver publicada la integridad de su tesis. Su lema –No hay que rendirse nunca- y, por fin, gracias a la intervención de la Institución Fernando el Católico, vio realizado ese deseo. Tuvo que esperar 58 años a que se reconociese una obra imprescindible, no solo para el dance aragonés sino para el folklore y la cultura aragonesa. A fin de cuentas, Mercedes Pueyo Roy realizó su tesis en una época en que los dances aragoneses perdían vitalidad e incluso desaparecían, de ahí su extraordinario valor.

No hay que olvidar que la gran contribución de la tesis de la Dra. Mercedes Pueyo Roy es la datación histórica del origen del dance y la presentación en la tesis de 74 textos y representaciones de diferentes dances aragoneses, recopilando valiosísimos textos de los dances aragoneses. Además, su estudio consideró el dance en conjunto y profundizó en los orígenes de las distintas manifestaciones artísticas del dance aragonés al igual que en las distribuciones de los diferentes dances aragoneses.  

Por lo tanto, su estudio sobre el dance aragonés es fundamental para la investigación y documentación de numerosos dances aragoneses. En sí mismo es una defensa y puesta en valor del dance como manifestación artística “Creo que urge velar por esta manifestación de la cultura, ahora más que nunca en trance de desaparecer. Hasta hoy se pensó en proteger la jota, en el sentido de crear escuelas y enseñarla en los colegios, con el fin de mantener lo que se considera más genuino de nuestro folklore, el canto y baile regional. Pienso que por igual de genuino es el dance, por su antigüedad y la variedad del espectáculo. La historia aragonesa se puede seguir muy bien a través de nuestros danzantes”. (Heraldo de Aragón, 1 de agosto de 1973).

Indudablemente, Mercedes Pueyo realizó un trabajo impagable, expresa la investigadora Carolina Ibor Monema, sobre ese complejo conglomerado del llamado “dance” en los años cincuenta del siglo XX y que constituye una auténtica referencia pionera en los estudios sobre el folklore aragonés, más valioso si cabe teniendo en cuenta las difíciles condiciones en que por aquel entonces se desarrollaba el trabajo de campo.

Además, Mercedes fue toda una pionera en el mundo del dance y como mujer, en esta línea se manifiesta Toche Menal folclorista integrante de. La Chaminera, considerando a Mercedes en todo un símbolo de los cambios que, lentamente, se van produciendo en el entorno de los dances, es decir, la incorporación de las mujeres a una manifestación tradicionalmente masculina. El caso de Mercedes Pueyo, ha dejado de ser excepcional y hay muchas mujeres trabajando magníficamente en la investigación y divulgación etnomusical. Su trabajo aportó conocimiento y, sin duda, fue un paso importante en el largo camino hacia la igualdad.

Actualmente reside en Puerto de la Cruz, Tenerife, junto a su marido Sture Bo Lennart Carlén. Colabora con la Biblioteca Tomás de Iriarte en la tertulia literaria. Continúa dando conferencias sobre el siglo de Oro, el barroco y Cervantes. También el “Premio Nobel”, sobre Vargas Llosa en la sala la “Ranilla” del puerto de la Cruz. Igualmente, ha participado en el coro de su parroquia involucrándose culturalmente todo lo que ha podido.  

Mercedes Pueyo Roy con Maite Baez del Museo de Artesanía de Orotava donde habló del Dance aragonés y su relación con la bajada de la Virgen y su baile en la isla del Hierro.

Sin duda una gran figura y un magnífico trabajo que aportó reconocimiento al dance, con un método científico abordó de una manera general y en conjunto el dance aragonés. Pero, sobre todo, indiscutiblemente la aportación a la etnografía aragonesa de la Doctora Mercedes Pueyo Roy es digna de reconocer y agradecer. 

  • ¿Qué crees que aportas con tu tesis?
  • Supongo que es importante para la etnología aragonesa y para el folklore, pues abarca personajes, indumentaria, música, representaciones.
  • ¿Piensas publicarla?
  • Me gustaría muchísimo porque así alguien podría aprovecharse del trabajo que he hecho una vez divulgado.

 Entrevista en Amanecer, por Ana María Navales. 5 de julio de 1961.

Publicaciones de Mercedes Pueyo Roy

  • “Actividades del seminario de arqueología y numismática de Zaragoza”, Pueyo Roy, Mercedes. 1956. Separata de la revista Caesaraugusta núm. 7-8.
  • “El dance en Aragón”, publicación del capítulo de conclusiones. Zaragoza V, Publicación de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, 1957.
  • “Actividades arqueológicas y etnológicas durante 1956”. Pueyo Roy, Mercedes. 1956. Separata de la revista Caesaraugusta núm. 9-10.
  • “El traje femenino de Hecho”. Pueyo Roy, Mercedes. Publicación por la Excma. Diputación Provincial, 1958.
  • “Notas sobre el dance del barrio de las Tenerias, de Zaragoza”. Beltrán, Antonio y Pueyo, Mercedes. Tipografía la Académica, 1959.
  •             “Origen y problemas estructurales del dance en Aragón”, Caesaraugusta, 17-18. Institución “Fernando el Católico”, Zaragoza, 1961.
  • “Kurs i spansk fonetik och spanskt uttal” (Curso de fonética española y pronunciación española) Mercedes Pueyo-Carlén. Lund: Studentlitteratur, 1969. Svenska, 151 páginas.
  • “Fiesta”. Mercedes Pueyo-Carlén, (författare) Malmö: LiberLäromedel, 1973-
  • “Nya spanska stilar” (Ejercicios de traducción del sueco al español) Mercedes Pueyo-Carlén. Pärletun, Margareta. ISBN 91-44-08181-2 Lund: Studentlitt., 1972 Spanska 47 páginas.
  • “Fiesta”. Handledning för självstudier. Mercedes Pueyo-Carlén; Sven-Ingvar Weitoft. Editorial Malmö : Liber, 1984. Hermods.
  • Ordlista och kommentarer till La casa de Bernarda Alba av Federico García Lorca. Estrid Pastor-López; Mercedes Pueyo-Carlén;  Lund: 1972.

Origen y problemas estructurales del dance en Aragón. Contenidos.

  La tesis se compuso de una serie de documentos, un tomo principal y una serie de apéndices, apéndices que conforman la edición digital que se publicó en el 2019. La tesis original trata de tres volúmenes tamaño folio, encuadernados y mecanografiados con los siguientes contenidos:

• Tomo Principal: Tomo tamaño folio, encuadernado en tapas duras de color granate. En el lomo, letras en dorado «M. Pueyo» Interior: portada, certificado firmado por Antonio Beltrán el 7 de diciembre de 1960, índice de la tesis (3 páginas), mapa de Aragón desplegable y 362 páginas mecanografiadas y numeradas a mano.

• Apéndice Tomo I: Tomo tamaño folio, encuadernado en tapas duras de color granate. Índice geográfico. Relación de localidades, fecha y patronos (5 páginas). Textos mecanografiados a una columna de Ainzón, Añón, Ambel, Ateca, Borja, Bulbuente, El Buste, Encinacorba, Fuentes de Ebro, Gallur, Maleján, Mallén, La Almolda, Pallaruelo y Pina de Ebro.

• Apéndice Tomo II: Tomo tamaño folio, encuadernado en tapas duras de color granate. Tex[1]tos mecanografiados a una columna de Pradilla de Ebro, Pastriz, Rodén, Salillas de Jalón, Sari[1]ñena, Sena, Talamantes, Torres de Berrellén, Urrea de Jalón, Velilla de Ebro, Vera de Moncayo, Veruela, La Puebla de Alfindén y «Hogar Pignatelli».

• Apéndice Tomo III: Tomo tamaño folio, encuadernado en tapas duras de color granate (137 páginas). Textos mecanografiados a una columna de Pastorada de Besiáans, Jaca, La Puebla de Híjar y «Las astucias de Luzbel» de Híjar.

 • Apéndice musical: Tomo tamaño folio de 36 hojas de papel pautado con pentagramas (6 de ellas en blanco), con notación musical manuscrita. Título en primera página: «El dance en Aragón» / Apéndice musical / El dance en Aragón / Mercedes Pueyo». Partituras de Ambel, Añón, Borja, Encinacorba, Graus, Tauste, Vera de Moncayo, Híjar, Cetina, Bujaraloz, Salillas de Jalón y Velilla de Ebro. • Fotografías: 35 fotografías sueltas en blanco y negro de pequeño formato. Dances de Almudévar (1), Ambel (1), Ateca (15), Broto (1), Huesca (5), Luceni (1), Miranda do Douro (Portugal) (3), Pradilla de Ebro (2), Sariñena (3) y Vera de Moncayo (3). Además, 1 fotografía de un salterio en un museo de Tarbes, montada sobre cartulina rosa y con anotaciones y dibujos acerca del instrumento.

• Apéndices Tomo 3: Textos de Pastorada de Besiáns, Jaca, La Puebla de Híjar y «Las astucias de Luzbel» de Híjar. En el apartado del tomo 1 dedicado a los textos de Pallaruelo de Monegros se han incorporado otros dos que aparecían separados en la documentación de Mercedes Pueyo: Dance y dichos 1940 (librito tamaño cuartilla de 71 páginas mecanografiadas) y Pallaruelo: Glosa de la Historia de España (13 cuartillas mecanografiadas). Todas las notas que acompañan a los textos de los dances son del editor. Cuando en la nota figura “En la tesis original dice…”, se refiere en todos los casos al libro de Mercedes Pueyo de 1973 Orígenes y problemas estructurales de una composición poética: El dance en Aragón. Los textos incluidos en el tomo 3 (Besiáns, Jaca, La Puebla de Híjar, Híjar) fueron también publicados como apéndice en el libro de 1973. Se anotan las diferencias entre unos y otros. A sugerencia de la autora, se ha añadido un cuarto tomo titulado “Indumentaria, Música y Desarrollo” en el que se incluyen las descripciones de estos elementos que aparecen en la tesis original de 1961 pero no en el libro de 1973. Es decir, combinando el capítulo «Descripción individual de las representaciones» del libro de 1973 con este nuevo tomo 4 se tiene el total de la información descriptiva del dance de cada localidad. Se han intercalado, en el apartado correspondiente a cada localidad, las fotografías que forma[1]ban parte de la tesis con el pie original que figuraba en el reverso de las mismas. Corresponden a los dances de Almudévar (1 foto), Ambel (1), Ateca (15), Broto (1), Huesca (5), Luceni (1), Pradilla de Ebro (2), Sariñena (3) y Vera de Moncayo (3). Además, se ha reproducido la fotografía de un salterio en un museo de Tarbes con la descripción de algunas características del instrumento y otras tres fotografías de los Pauliteiros de Miranda do Douro (Portugal), incluidas en el material original. Se reproduce el apéndice musical de la tesis, que incluye partituras manuscritas de Ambel, Añón, Borja, Encinacorba, Graus, Tauste, Vera de Moncayo, Híjar, Cetina, Bujaraloz, Salillas de Jalón y Velilla de Ebro. También se incluye la reproducción fotográfica de un libreto manuscrito de partituras con el título “Música de Graus” que forma parte de los papeles conservados por Mercedes Pueyo.

• Música de Graus: Cuadernillo de 7 páginas tamaño cuartilla apaisadas y grapadas de no[1]tación musical. En la portada «Música de Graus». Escritas con plumilla, papel sin pautar, pentagramas tirados a mano. Cinco de ellas aparecen firmadas y fechadas: «E. Torner / Graus – junio – 1917». Las otras dos parecen de caligrafía diferente.

• Pallaruelo: Dance y dichos. 1940: Librito tamaño cuartilla, tapas duras de color gris. 71 páginas mecanografiadas. En las guardas, manuscrito: «Francisco Pueyo Samper (firma: Pueyo) Nacido en Pallaruelo de Monegros (Huesca) el 16.11.1900 fallecido en Zaragoza el 13 julio de 1970 – Conservado por su hija. Dra Mercedes Pueyo Roy». En página 1, manuscrito: «Recogido de viva voz». En página 71, mecanografiado «Zaragoza 24 de febrero de 1940 / XIX Centenario de la venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza. / Es copia / J. Canalís S.»

• Pallaruelo: Glosa de la historia de España: Cuadernillo de 13 cuartillas mecanografiadas, grapadas en la parte superior. Manuscrito en primera página: «Recogido por Fco. Pueyo Samper (hijo del pueblo) nacido 16.11.1900. Pallaruelo de Monegros (Huesca)». Según información de Mercedes Pueyo, el texto fue recogido por su padre de boca de Juan Barrieras Pueyo, el tío Juaner, quien posiblemente fuera su autor

Carmelo Lorente Acín, mayoral del dance de Bujaraloz


Desde la recuperación del dance de Bujraraloz, Carmelo ejerce de mayoral. Es todo un apasionado del dance y de su pueblo, de su historia y tradiciones. A través de Carmelo, nos sumergimos en parte de la memoria reciente de Bujaraloz y su vivo dance, recuperado gracias al esfuerzo y empuje de los vecinos de la localidad monegrina; que volvieron a hacer rugir la gaita, las danzas, el teatro popular y los versos que configuran la gran manifestación artística que representa el dance aragonés.  

Ya con esa confianza
iré tomando materia
sin ponerme en trinidades
pues al Santo se reservan,
pero vamos discurriendo
y cada cual se prevenga
en el siguiente coloquio
a elogiarle como pueda.

Mayoral (Dance de Bujaraloz).

Carmelo Lorente Acín nació en Bujaraloz, en casa, en 1959. Su padre era barbero y tenía una peluquería en Bujaraloz. Son tres hermanos. Fue a la escuela hasta el graduado, cuando marcha a Zaragoza a realizar formación profesional de electrónica. La escuela, recuerda Carmelo, estaba donde actualmente se encuentra el ayuntamiento. Comenzó con cinco años y aún había clases de chicos separadas de las chicas, –aunque ya comenzaban a haber clases mixtas-.

Sus recuerdos nos llevan a aquella época que aún daban leche en polvo y en la escuela encendían la estufa con piñuelo, huesos de oliva. Jugaban a Cascabel Montapíe o al popular Churro, media manga, manga entera -Al final, pegado a la pared, se colocaba la madre, quién soportaba a todos apoyados y hacía de arbitro-. También jugaban al balón prisionero y se encorrían por la calle -Entonces la gente jugaba mucho en la calle-. Iban en pantalón corto hasta en invierno, era lo habitual hasta que comulgaban por primera vez -del frio se nos ponían cabrillas en las piernas-.

-En Bujaraloz no había agua, solamente agua de balsa-. Carmelo cuenta como en las ordenanzas, sobre la vida en Bujaraloz, aproximadamente de 1530, principalmente se basan en el uso y gestión del agua. Cada balsa tenía su finalidad, explica Carmelo. La balsa Buena dicen que es de época romana, del antiguo camino de los Fierros, aunque el Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) le atribuye un origen bajo medieval. La balsa se encuentra carretera Caspe desvío a Sastago, donde actualmente está Guissona. Tiene unas escaleras para acceder a ella, entre muros, para el acceso humano. Además, presenta unos números romanos del I al XII, dividiendo la balsa por partes iguales para su limpieza, así, cada parte, debía ser limpiada según las tierras que cada propietario poseía. Los industriales traducían su parte en jornales que hacían los obreros o jornaleros. Eran trabajos comunales. La balsa fue remodelada en 1928.

Las balsas se hacían en barrancos y presentaban hueras (agüeras o güeras) que conducían el agua a las balsas. Estaba prohibido pastar en las hueras. En Bujaraloz, igualmente, se encuentran la balsa Pedrera, construida en 1944, la balsa Grande y balsa del Molino, con el pozo de la bomba entre ellas. A ellas hay que añadir las desaparecidas balseta de la Tejería o la balseta del Moro. Los pozos, que en cada casa había uno, eran salobres y tenían un cierto grado de salinidad. No servían para beber, si acaso, para las caballerías. El agua de balsa se almacenaba en las casas en tinajas y con el tiempo, más reciente, llegaron los aljibes. 

La escasez fue una constante en Bujaraloz y en varios pueblos de Los Monegros, -incluso en 1972 o 1973 tuvieron que traer agua para beber en Bujaraloz, la trajeron en camiones cisternas por medio de la base americana de Zaragoza-. Durante un mes, los abastecieron con agua que subieron desde Caspe, -agua para beber, asearse, cocinar, lavar o para dar a los animales-. No fue hasta el 23 de mayo de 1975 cuando el agua corriente llegó a Bujaraloz.

En las ordenanzas, anteriormente citadas, se prohibía subir por las noches a las cías, sería para evitar que se robase el grano, apunta Carmelo. Estas, estaban debajo del campo de fútbol y todavía existen dos cías.

Bujaraloz ha sido tierras de secano y pastos. Son características sus lagunas saladas que aprovechaban para la obtención de sal. Los campos daban escasas cosechas y en sus margüines se acumulan las piedras que los campesinos iban retirando de los campos. -Algunos, cuando iban al monte volvían con piedras y poco a poco fueron construyendo granjas de pollos. En unos cuatro años levantaban las paredes y, si conseguían buena cosecha, colocaban el tejado-.  El regadío llegó el 23 de mayo de 1995

La nacional II pasaba por el centro del pueblo. Es en torno a 1959-1960 cuando la sacan del pueblo y comienza a aparecer restaurantes, mesones, hostales y talleres. El poster de la gasolinera pasó de la plaza al lado de la nacional, donde el mesón Monegros. Fue un impulso para el pueblo -La carretera equivalía a un pueblo más-, hasta que en el 2021 se liberalizó la Autopista A 2 y la nacional II perdió su constante fluir de vehículos.  

En el mesón había un cine, -igual tenía hasta 500 butacas, y se hacían sesiones los sábados y dos sesiones los domingos-. Carmelo llegó a llevar el proyector mientras dos amigos se ocupaban de vender las entradas y cortarlas. Tenían 18 años, pero su afición al cine ha continuado, siendo miembro del certamen de cortometrajes de Bujaraloz.

En el salón del pueblo se hacían bailes. También estuvo la discoteca Sagitario “el Chato”, en el bar Avenida, –venía gente de todos los pueblos, fue durante 1970 a 1980-.

Cuando contaba con unos 14 años, un grupo de personas se unieron para hacer cosas por el pueblo. Consiguieron un local y compraron juegos y tableros de ajedrez. En el local se juntaban unas diez personas que decidieron hacer un periódico, el “Secarral”. Hubo dos épocas, una primera más inocente y sin medios y una segunda más política y con medios. Publicaban sobre asuntos del pueblo y el maestro les ayudaba a imprimirla; -aunque había cosas que censuraba y una vez se negó a imprimirla-. No se podía hablar aún de política y, a pesar que no tenían nada, hacían entrevistas con un magnetófono.

Ejemplar de Secarral, revista de Bujaraloz.

Con 16 años, Carmelo se marchó a estudiar a Zaragoza, aunque volvía todos los fines de semana. Fueron tiempos muy activos -Se reivindicó la piscina y se recaudó dinero con la carrera de la san Silvestre y una chocolatada en1981-.

Durante la primera etapa del Secarral, investigando la historia de Bujaraloz, se descubrió que había habido carnaval en la localidad y lo recuperaron. También descubrieron que había habido dance.

Efectivamente, el dance de Bujaraloz se había perdido sobre 1910. Al parecer, cuenta Carmelo, aquel año fueron a danzar a una exposición, quizá Barcelona, y alguien se les quedó el dinero. Tuvieron que volver como pudieron, de malas maneras, y al llegar al pueblo se les rieron. Se enfadaron tanto que dejaron de danzar.

Mercedes Pueyo Roy, en su libro “El dance en Aragón” (Zaragoza, 1973, p. 73) afirma que el dance de Bujaraloz se ejecutó por última vez en 1900 y que intervenían en el baile dieciséis hombres, -los más fuertes del pueblo, en la procesión y después en la plaza y que nadie recuerda nada del texto, si es que lo hubo-. “Ha desaparecido totalmente este Dance y con él el famoso baile de la «Gaita», de mucho renombre. La última vez que se hizo fue en 1900. No existe documento alguno de él, y estas escasas noticias han sido recogidas gracias a la feliz memoria de un anciano. Se hacía el día 5 y días 28 y 29 de agosto, con motivo de las fiestas patronales.   PERSONAJES. – Intervenían en el baile dieciséis hombres, los más fuertes del pueblo.   DESARROLLO. – Se hacía el baile en la procesión y después en la plaza.   En cuanto al texto, si es que lo hubo, nadie lo recuerda ni nada queda de él. En cuanto al aludido baile de la «Gaita» sabemos que era muy posterior al dance y que el pueblo lo consideraba de tipo más bien profano. Era una especie de jota aunque no con todas sus características escénicas ni su ritmo, aunque sus pasos y variaciones la recuerdan un poco. Su música se conserva en notas y hoy día se canta como «gozo» a la Virgen de las Nieves, y que nosotros hemos grabado en la fonoteca del profesor Beltrán. No existe texto.” Pueyo Roy, Mercedes.   Mercedes Pueyo Roy realizó algunas grabaciones junto a Antonio Beltrán Martínez y Pio Beltrán “Algunas de las melodías que acompañaban las mudanzas las recogimos y grabamos en cinta de Pío Beltrán” (Materiales para el estudio del folklore aragonés: I. el dance de Bujaraloz por Antonio Beltrán).   

Afortunadamente, en la labor investigadora del Secarral, descubrieron la existencia de un libro sobre el dance de Bujaraloz, datado, aproximadamente, en 1840, con textos y anotaciones que pasaron a texto mecanografiado en 1976. Constaba de 112 páginas, aunque faltaban las diez primeras y con la primera y última hoja en muy mal estado. Los textos ensalzaban al santo San Agustín, un converso al cristianismo -así que presenta y juega con ambas condiciones, a quién principio se le quiere hacer pasar por moro, desencadenando una batalla donde gana el bien-. Hay textos para dos días, comenta Carmelo, con loas al santo que no se reproducen, pues son muy extensas.

También el catedrático de prehistoria Antonio Beltrán Martínez se hizo eco del texto de mano de José Rozas Beltrán:

“El texto completo del dance citado en dos versiones manuscritas. Una sin fecha, pero de hacia mediados del siglo XIX y otra copiada en 1902, más correcta, con este gracioso título en verso. Las hojas perdidas contenían algunos gozos y las conservadas, parte de los dedicados a Santiago, los gozos y romances de la Virgen de las Nieves, las coplas de San Agustín y los dances de San Agustín del primero y segundo días de las fiestas. “

«En este libro se contiene / coplas para dispertar / todos los días festivos / que tiene la cristiandad. / Además también contiene / Dichos de San Agustín / que por ser patrón del pueblo / le celebran un festín. / Y este libro fue copiado por Vicente Used y Ros / en el tercer mes de marzo de mil novecientos dos».

En 1989, a iniciativa de Mariano Villagrasa, entonces concejal del ayuntamiento, se recuperó el dance de Bujaraloz. Mariano juntó a 23 personas en mayo y a finales de agosto, del mismo año, celebraron de nuevo el dance, -tanto hombres como mujeres-.  Así, el dance de Bujaraloz se volvió a celebrar para san Agustín el 28 de agosto, y santa Mónica, el 29 de agosto de 1989. En su ejecución, se retomó a representar la lucha de moros y cristianos con mudanzas intercaladas que los mismos textos presentaban en anotaciones, indicando las mudanzas concretas que se debía ejecutar en cada momento.

Dance de Bujaraloz, 1887.

Han investigado e indagado mucho sobre el dance de Bujaraloz, recuperando la mayoría de sus partes. En 1890, el dance de Bujaraloz estuvo danzando en el auspicio de Zaragoza, la crónica comentaba que era muy gracioso, ágil y vistoso. Sorprendentemente, apareció una foto del dance de 1895, apreciándose bien la indumentaria y corroborando el testimonio de una mujer del pueblo que ya había advertido que los danzantes llevaban faldas muy cortas. Muchas mudanzas las recuperaron gracias a que había gente que se acordaba de ellas y las cantaban y tatareaban. Un danzante, que se había casado en La Almolda, conservaba los palos y una espada del dance de Bujaraloz -los palos eran de carrasca, de los palos de las ruedas de los carros, eran muy resistentes-. Carmelo lamenta que lo que más se ha perdido es el baile, salvo uno, pues en pleno ensayo, una persona mayor se acercó y les transmitió un baile que recordaba.

“Ved si en cuatro palotadas/ desatáis el gran enredo”

Rabadán (Texto antiguo del dance de Bujaraloz).

Tienen constancia que estuvo el gaitero Aniceto Serrate “El Tintorero”, natural de Castejón de Monegros. La gaita la recuperaron gracias a Eduardo Plana Galindo de Sena, montaron un taller de fabricación y aprendizaje de gaita en 1993. El curso duró unos dos años y entre los muchos participantes, unos diez, salieron los gaiteros Chusé Rozas Auría y Javier Martínez Samper. Eduardo Plana Galindo colaboró con la recuperación del dance de Bujaraloz.

En el 2013 se incorporó como gaitera Mila Dolz, la fueron a buscar a Zaragoza el mismo día de san Agustín y durante el viaje y descansos del dance, se fue aprendiendo las melodías. Fue gracias a Mario Gross ya que ese año no pudo tocar Chusé Rozas Auría. Actualmente, se ha incorporado la joven bujaralocina Lidia Berdejo Escanilla con una gaita del taller de Pablo Morales de Caspe.

Suelen actuar para san Agustín y en la ofrenda de frutos para la fiesta del Pilar de Zaragoza. Han actuado en la exposición universal de Zaragoza, en el 2008, con los de Tauste, Graus, Sariñena y el de San Juan o Tenerías. También han estado en Italia.

Carmelo sostiene que para bailar y danzar en la iglesia debían llevar faldas, al igual que los infanticos en el Pilar, quizá esto sea una versión del dance más tradicional y más vinculada con la iglesia. Como curiosidad, el dance de Bujaraloz cuenta con rabadán moro.

Asimismo, se recitan las motadas, que también son dichos o motadas directas a los danzantes o gentes del pueblo. Al principio lo hacían los rebadanes, pero desde hace años las hace el gaitero Chusé Rozas Auría. Hubo algunas ocasiones que la misma gente del pueblo pasaban las motadas escritas en papel, pero hubo quién abusó de la situación

El romance a san Agustín se realiza con gaitas y bandurrias, en la madrugada del 28, realizándose una por las calles del pueblo, deteniéndose en las esquinas donde se encuentran las pequeñas capillas. A las puertas de la iglesia se canta una Salva.

Los días 4 y 5 de agosto en Bujaraloz se celebra la virgen de las Nieves, sin gaita se hace el romance a la Virgen. Luego se realiza el baile de la calle baja con gaita, salió del cancionero de Mingote (Introducción al Folklore Aragonés II. Canto, baile, dance, Zara- goza, 1980. Ángel Mingote: Cancionero Musical de la provincia de Zaragoza, 2. ed., 1967). El baile de la Gaita o Jota de la calle Baja, conmemora el final de una trágica epidemia de peste que asoló al pueblo.

En el 2014 cumplieron los 25 años de su recuperación, aunque lo celebraron un año después, con 16 cuadros interpretando de forma conjunta una mudanza, estaban todos los danzantes y antiguos danzantes, gaiteros y personas vinculadas al grupo.

Carmelo lleva trabajando como gestor en la comunidad de regantes Montesnegros, aunque también ha trabajado montando riegos. Ha sido concejal municipal y recuerda que durante su etapa Miguel Ángel Berna estuvo de profesor de jota en Bujaraloz –Ángel realizó una de sus representaciones de Danza viva en Bujaraloz tras su estreno-. Carmelo comenzó como mayoral y aún ejerce con pasión a su dance de Bujaraloz. Su callao, palo de mayoral, se lo hizo un pastor con una rama de sabina, la dobló y la dejó unos días en una femera para que se conserve mejor.

Hoy en día, el dance de Bujaraloz continúa con gran viveza y vitalidad, gracias a personas como Carmelo, cuya pasión nos ha acercado el dance y la vida pretérita del monegrino lugar de Bujaraloz.

Francisco Javier Beltrán Calavera


Peñalbino hasta la medula, Francisco Javier Beltrán Calavera nació en Lérida, ciudad donde se atendían las necesidades sanitarias de la localidad altoaragonesa de Peñalba. Su padre, Francisco Beltrán era labrador y matachín, lo que llevó a Paco a escribir el libro “La matacía del tocino en Peñalba, Huesca”. Un libro que, a través de fotografías y de recuerdos de su padre, recoge la memoria del trabajo de matachín. Sin duda, Paco es un peñalbino de pura cepa orgulloso y gran conocedor de parte de su historia.

Paco en Gestiona Radio.

Su madre, Rosa Calavera tenía la tienda local “Casa la Rubia”, por la calle principal del pueblo dedicada al nobel aragonés Ramón y Cajal. Paco se ha criado en Peñalba, corriendo por sus calles, con la bicicleta y jugando al futbol por sus eras: -Después de salir de la escuela íbamos corriendo a jugar a las eras-. Entre los chico del pueblo y los vecinos entusiastas, sacaron adelante un equipo de futbol que años después subiría a la categoría  de regional  preferente “El CD.  Peñalba ”. Su afición al futbol marcó a Paco, como es conocido, en lo que ha sido y es parte de su vida profesional.  Paco escribió el libro “Peñalba, más de 50 años de fútbol” que se presentó conjuntamente con una exposición fotográfica de la historia de este deporte en el pueblo, dentro de una fiesta de todos los aficionados peñalbinos el 1 de Noviembre de 2013.

Del libro “Peñalba, más de 50 años de fútbol”.

-Se jugaba mucho por el pueblo-, con la bici llegaban hasta Valcabrera y la Valcuerna, donde se bañaban, iban por el monte y las balsas. En Peñalba existían varias balsas. Estaba la “Balsa Lugar”, apunta Paco, donde actualmente están las piscinas y al lado, donde está la pista de tenis, se encontraba la “Balsa Fraguada”. Existía la figura del aguador, este era el tío Julián, quien, con una cubeta tirada por un macho, una mula, iba repartiendo agua por las casas. Otras balsas respondían a la “Balsa Loren”, por donde tiene la granja  Carlos Reblet, la “Balsa Nueva”, cerca de donde actualmente existe un taller, y la “Balseta Hoguera”, donde se encuentran  los depósitos de agua potable del pueblo -El agua corriente comenzó a llegar a través de una tubería desde la salida de un  túnel por la zona de Alcubierre del canal de Monegros. Sería en torno a 1968-.

Dibujo de Peñalba, por Paco Beltrán.

El Barranco de La Valcuerna era un manantial, de críos lo cruzaban por una pasarela de piedras y cemento, un poco más abajo de las escuelas, y cuando bajaba agua se mojaban los pies. A la escuela iban a clases diferenciadas por sexo y agrupados por edades, Paco iba hasta con niños de cinco años mayores que él. Recuerda a los profesores y profesoras  Don José Til y Don Gabriel, la señorita Pilarín, etc….

La carretera nacional II, que en un principio pasaba por dentro del pueblo, era un continuo paso de vehículos, costaba mucho incorporarse y mucho más cruzarla, existía el dicho “Va a pasar hoy hasta el coche de Valfarta”, que era el coche que iba desde Valfarta  a Sariñera . La Nacional II atravesaba la localidad hasta que se realizó la variante de Peñalba, aproximadamente, en 1964. La Nacional II ha marcado mucho a estos pueblos, desarrollando actividad, tanto en hostelería, talleres y transporte. Celebre es el toro de Osborne ubicado en la localidad, de recuerdo en la Película de Bigas Luna “Jamón Jamón”, comenta Paco.

Peñalba desde la cueva Sabeta. Por Paco Beltrán.

Paco indica que: -ha habido muchos transportistas en Peñalba de forma autónoma, ha sido un pueblo muy dedicado al transporte, sin embargo ahora prácticamente se ha quedado con la referencia de algunas agencias como   Blascotrans , Carreras, Tisaire… que han dejado algunas de sus sedes de una forma u otra en el pueblo-.  

-Si a la  restauración nos referimos, también ha sido un pueblo con bastantes bares a los largo del tiempo ,  Bar la Mallena, donde paraba el coche de línea Zaragoza- Lérida, el Motel Aragón (al que siempre se le llamaba Hostal Aragón,  o simplemente el Hotel), La Ruta, el Trigal y el restaurante de Tomás Cacho al lado del silo. También estaba el bar de las Mañas, que era una fonda y además funcionó como pub. Actualmente, con la liberación de la autopista, la nacional II tiene bastante menos  circulación. Ahora, los bares del pueblo son La Posada y el Hogar del Jubilado con el salón social, y en verano también la piscina. Hubo un tiempo que el baile se hacía en la Cantonada, y cuando se tiró el ayuntamiento viejo, en el hueco que quedó en la plaza, hasta la construcción del nuevo, se hacía un envelado para el baile. Aparte de estos,  ha habido diferentes lugares en los que tocaron las orquestas para las fiestas-.

Mítico fue el Patxy, primero el Patxy I, en el antiguo cine Avenida, que a la vez servía como pista de baile -Acababa el cine y se quitaban las butacas transformándose en una discoteca-. Patxy responde a Jesús Ezquerra, quien con su mujer, Marisa Frauca,  llevaron primero el Patxy I, en el Avenida, y luego el Patxy II en la calle Horno, bocacalle con María Auxiliadora.

aco en la Romareda con la cadena Ser.

Paco marchó a estudiar a Zaragoza, donde realizó el bachillerato en los Escolapios, de la denominada entonces calle del General Franco y ahora llamada Conde Aranda. Estudió en la actual Facultad de Educación en la Especialidad de Ciencias Humanas y postgrado en Educación Física. Ha ejercido como profesor de educación física, siendo Técnico Deportivo Superior y director del colegio público de Garrapinillos “Gustavo Adolfo Bécquer”. Entrenador nacional de fútbol sala de 1ª División ha entrenado al Racing Delicias femenino y al Sala 10 masculino en  la división de Honor del futbol sala nacional.

Además, ha hecho algunos pasos en el periodismo deportivo, ha sido director de deportes en Onda Aragonesa Radio, Gestiona Radio y  comentarista de fútbol en Cadena Ser Radio Zaragoza, comentando retransmisiones radiofónicas del Real Zaragoza, y tertuliano deportivo en Aragón Televisión.

Igualmente ha sido presidente de la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol Sala, seleccionador de la selección aragonesa de fútbol sala, con la que ganaron el campeonato de España (2001). También ha dado clases, conferencias – En muchas partes del mundo- sobre todo de futbol sala.

Desastre aéreo, por Paco Beltrán.

A Paco le gusta la pintura – Dicen que soy expresionista-. Ha hecho algunas exposiciones, una conjunta con la joven artista local Judith Lerín y otros artistas del pueblo. Paco es una persona activa, comprometido con su pueblo, gran forofo del Real Zaragoza y muy querido en su pueblo, Peñalba de su corazón.

Luisa Casañola Andrés, bibliotecaria de Sariñena


Luisa Casañola Andrés nació en Huesca el 8 de abril, de la quinta del 73. Siempre ha vivido entre San Juan del Flumen y Sariñena y desde hace años se encarga de la biblioteca municipal de Sariñena, ubicada en el Centro Cultural Antonio Beltrán. Profesionalidad, cercanía y familiaridad en una biblioteca alegre y dinámica, llena de vida y actividades que responde al centro neurálgico de la actividad cultural de Sariñena. Con Luisa continuamos conociendo a las bibliotecarias de Los Monegros, las imprescindibles.

Recuerdos de la niñez, escuela, juegos, tradiciones, la vida en el pueblo, marchar y quedarse, lo que ha cambiado, la vida de antes, trabajos, el papel de la mujer…

Entre los recuerdos de mi niñez siempre me encuentro con las noches de salir a la fresca con las vecinas de mi abuela en San Juan, las vueltas a la manzana con la bici, el pantano, la matacía o las hogueras. Entre San Juan y Sariñena, siempre en el camino; las tardes de trastienda, brasero, mesa camilla, mil colores y labores, LUNIMER. Paco e Isabel.

Las vecinas, la tienda de Guillermo, después M.ª Cruz con Miriam. La calle, nuestra segunda casa, la Calle Fatás, Casa Paca, la panadería de Bruna y Concha con la verdulería.

Al final del recorrido, la biblioteca, como punto de encuentro.

¿Bibliotecaria? ¿Cómo has llegado a ser bibliotecaria rural? ¿Qué significa ser bibliotecaria en un pueblo? Dificultades, alegrías…

Hace más de treinta años que se pusieron en marcha los estudios universitarios de Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Zaragoza. Dependiendo en su ubicación física y en su gestión administrativa de la Facultad de Filosofía y Letras. Nunca llegó la licenciatura y hoy es el grado en Información y Documentación. Era entonces lo que más cerca tenía de casa y estaban relacionados con el ámbito de la comunicación que es lo que me llamaba la atención. Soy de la promoción 1993-1996.

Aunque fue la archivística la disciplina que me llevó a conocer los archivos y su importancia como guardianes de las decisiones, actuaciones y memoria. Las prácticas de la carrera las hice en el archivo municipal de Sariñena, entonces, ubicado en la segunda planta del ayuntamiento; no había una persona fija y había mucho trabajo por hacer. Quería quedarme aquí en Sariñena porque tenía mi vocación en la puerta de casa.

El archivo me llevó a la biblioteca. La biblioteca es un espacio que crea futuro con vertiente social como espacio para las personas, sus servicios están en continua adaptación y nos ofrecen opciones que no están disponibles en ningún otro lugar, de forma gratuita.

¿Bibliotecaria rural, mucho más?

Trabajamos en ideas innovadoras y creativas. Nuestro reto es seguir generando valor siempre con el libro como herramienta que une a la sociedad.

¿Qué es un libro?

En los libros hay poesía, palabras bonitas o grandes frases.

Un género literario, un libro imprescindible, escritor/a, una poesía, una palabra bonita, una gran frase, una película y una canción.

Películas de libros y hasta canciones. Ahora mismo estoy con “Las formas del querer” de Inés Martín Rodrigo, premio Nadal 2022. Y como dice la autora “Las palabras escritas y leídas ha sido siempre mi mejor refugio”.

¿Qué sientes al oír Los Monegros?

Al oír Los Monegros, escucho la canción, “de esta tierra hermosa, dura y salvaje; haremos un hogar y un paisaje”.

Pío Baroja por Los Monegros


«Los Monegros, zona árida, entre arcillosa y caliza, sin árboles, únicamente con matorrales de romero grandes como arbustos. Los Monegros es una región que está entre el Alcanadre, el Ebro y el Cinca. Es un terreno de margas, que en otro tiempo, probablemente, sería un gran lago. Cruzamos el Alcanadre, y pasamos por Pallaruelo de Monegros; la línea de colinas que se ve en el fondo es de la Sierra de Alcubierre».

Así describió Los Monegros el escritor Pío Baroja en 1918. Desde Huesca, tras pasar por Tardienta, Pío Baroja alcanzó Sariñena apeándose en su vieja estación ferroviaria en compañía de Felipe Alaiz, periodista y escritor anarquista natural de Belver de Cinca, y Salvador Goñi, joven periodista. Viajaban también junto a Rafael Sánchez Ventura y el pintor Viladrich, quienes continuaron su viaje en tren.

Tras apearse en la estación, los tres viajeros comenzaron su recorrido a píe hasta Sariñena, distante a unos tres kilómetros. Aún de noche, a la luz de las estrellas, vieron como se alejaba el tren como uno topo luminoso al pasar por unos bosquecillos. Hablaban de política y literatura, descubriendo un paisaje que les evocaba al campo castizo español, recordando el romance del conde Carlos “Media noche era por filo; Los gallos querían cantar; Conde Claros por amores, No podía reposar”.  

-¿Quién es el tal Baroja?- Preguntó el gobernador de Huesca cuando en 1918 un escritor, metido a político, realizó un viaje por España que le llevó por tierras altoaragonesas con la pretensión de presentarse a las elecciones por el distrito de Fraga. – ¿Algún periodista?. «¡Haga usted treinta tomos para que no le conozcan ni siquiera de nombre, termina diciendo Azorín con melancolía»-(Excursión electoral de Pío Baroja a Fraga. Chus Tudelilla).

Pío fue una figura de la generación del 98, un escritor y literato relevante en la España convulsa de principios del siglo pasado. Su más desconocida faceta política estuvo llena de ambigüedades y madurando hacía un conservacionismo que le alejó de figuras clave como Valle Inclán, Antonio Machado o Azorín, con quien compartió militancia en partidos revolucionarios. Además, Baroja mantuvo cierta rivalidad con el gran aragonés Joaquín Costa, así, que en esta tierra de liberales y canalistas, poco tenía que rasgar.

Llegados a Sariñena encontraron un aldeano que les indicó la posada. Se la mostró en seguida, -a mano derecha, un caserón grande y amarillo-. Allí les atendió un hombre con un pañuelo en la cabeza y aire de pocos amigos, también apareció una moza y el amo de la casa, un hombre rechoncho y bajito, en camiseta y con los pantalones desabrochados.

Se alojaron en Fonda Casañola, regentada por Jorge Casañola Casabón, que luego pasó a ser Hotel Anoro y actualmente Hotel Sariñena. Aquella comitiva electoral pasó la noche en la fonda, despertándose pronto al día siguiente, a las seis de la mañana. Pío ya no podía dormir, por un lado el frío y por otro el mal olor del colchón. Baroja, Alaiz y Goñi almorzaron un huevo frito y pan. El vino clarete les resultó muy bueno.

En la posada de Sariñena, junto con Felipe Alaiz, Baroja desayuna de tenedor: un huevo frito, con pan para mojar en la yema. (En aquella época los huevos fritos eran un apetitoso tentempié. Sápidos, medio coruscantes por estancia breve en el aceite-aceite.)

Noticias de poca monta. De los Monegros. Domingo 11 de julio de 1971.

«El pueblo es bastante grande, con calles anchas; las casas son pequeñas, bajas, amarillas, hechas de adobes. No se ve apenas un escudo en la fachada». Los viajeros tuvieron que continuar el viaje, estaban de paso, buscaron un carricoche para viajar y al final acabaron subiéndose a la tartana del correo tirada por un burro grande. El tartanero les aceptó de casualidad, pues no solía llevar a pasajeros de la posada, pues mantenía cierta enemistad con el dueño de ella y con el que curiosamente mantenía parentesco. El tartanero se llamaba Blas quien, antes si quiera emprender el viaje a Castejón de Monegros, se apeó en un bar para tomar una copa. Al regresar a la tartana una vieja le exclamó: -¡Adiós Petiforro!-

Desde Sariñena se trasladaron a Castejón de Monegros, en la tartana conducida por Petiforro, que cubría el viaje hasta Candasnos.

Subasta de Correos

Debiendo procederse a la celebración de una subasta para contratar la conducción de la correspondencia pública en carruaje desde la oficina de Correos de Sariñena a la de Candasnos, bajo el tipo máximo de 5.000 pesetas anuales y demás condiciones del pliego que está de manifiesto en la Dirección general del ramo, en los Gobiernos civiles de Zaragoza y Huesca y en las oficinas de Correos de estas capitales y en las de Sariñena y Candasnos, se advierte al público que se admitirán las proposiciones en dicha Dirección general, y en los Gobiernos civiles citados hasta el día 4 del próximo octubre a las cinco de su tarde, y que la apertura de pliegos se verificará en la repetida Dirección general el día 9 del mismo mes octubre, a las doce de su mañana.

Diario de Huesca 11 de septiembre de 1899

Baroja toma cumplida nota, casi taquigráfica, de todas las procacidades que brotan de la boca de Petiforro: “hombre mal hablado a más no poder”. Al parecer, Baroja reprodujo todo el repertorio en su reportaje, aunque “En las Obras completas de Pío Baroja, y con muy buen acuerdo, ha sido suprimido todo aquello” (Noticias de poca monta. De los Monegros. Domingo 11 de julio de 1971).

Pío Baroja por Los Monegros

Así fue, las impresiones del viaje de Baroja por tierras aragonesas quedaron recogidas en su obra “Las horas solitarias”. Un libro de viaje, de su visión “la actualidad de una persona en un tiempo, es decir, a la representación de la vida ambiente en mi conciencia en el momento que pasa”. Aunque no es así para el estudioso y erudito monegrino Antonio Beltrán, pues sin tapujos señala de modo que, a la hora de analizar testimonios literarios, será preciso saber lo que cada escritor pone de su cosecha y como falsea la objetividad de los hechos. “Conocí al Petiforro y la descripción barojiana no casa con lo que recuerdo; viajé en la tartana hasta Bujaraloz, antes de que se pusiera una desvencijada camioneta-autobús, y no la tiraba un burro, sino una potente y hermosa mula. Lo que sí es verdad es que poseía un rosario nada piadoso de imprecaciones, por las que pedía perdón cortés y previamente a los viajeros explicando y justificando: «Si, no es así la mula no anda»” (Papeles y cosas de Sariñena, mi pueblo. Antonio Beltrán. Diario del Altoaragón 10/08/1992).

Al Petiforro le dedica todo un capítulo Baroja y lo llama “Troglodita”, un término que Unamuno, por aquel entonces, usó de forma continuada. Baroja lo describe como un hombre de unos treinta años, con “los pómulos salientes y puntiagudos, aire mongoloide, los ojos como de cristal azul, la nariz corta y el pelo tirando a rubio”. Además, recoge algunas de sus numerosas blasfemias:

-¡Me c… en la campanilla del viático!-

-¡Me c… en las entrañas de un gato!-

-¡Me c…  en la col flor que ganas!-

-¡Me c…  en el pichorrico de las monjas!-

Lo describe entre “una mezcla de barbarie y deseo de civilización un poco extraño”, lo convierte en todo un personaje. Lo bueno que Baroja recoge su forma de hablar, especialmente cuando le explica que él ya no va a aprender ni a leer ni a escribir: “No. Porque con la gana que tengo de aprendel se me va la cabeza y paice que me va a dal un soponcio”.  “Mi padre, de chico, me colgó de los pies, exclama. ¡Me c… en Dios!. Así tengo yo tan mala leche”, Petiforro le cuenta a Baroja su vida y su paso por la cárcel donde estuvo a los diecisiete años “por haber pegado a uno una cuchillada”. “¡Me c… en la hostia!. Si no fuera por mis hijos ya estaría yo en presidio”.

Baroja describe al Petiforro con ciertos aires de soberbia, con cierto tono burlesco y despectivo, quizá buscando dar una imagen desvirtuada que construyese su novela más que hacer honor a la verdad. “-Porque, ¡Qué sé yo! –dice-. Quizá tire yo más a cobarde que a valiente. ¡Admirable Petiforro!, extraordinario Troglodita, que tienes un momento de introspección curiosa!”.

Pero sirvan de homenaje

estos mal trazados versos

para aquéllos que en su época

desgranaron mil esfuerzos

en hacer la vida amable

manteniendo aquel comercio

sencillo y sin pretensiones

de tartana, mula y perro.

 Eran chente muy valiente

y de muy frugal sustento.

Como muestra, “Petiforro”,

de Monegros carretero,

hombre nervudo y curtido

 y de tan grandes arrestos

que al “vulcar “un día el carro

y quedar debaixo preso,

sólo decía furioso

a quienes le socorrieron.

 -Aaayyyy … Santo Cristo!,

 ¡La bota que está debaixo o tablero!

Carramateros, por Pedro Lafuente. El Romance, Diario del AltoAragón – 15/06/1997.

 «Mientras Petiforro nos cuenta sus cuitas, vamos entrando por los Monegros, zona árida, entre arcillosa y caliza, sin árboles, únicamente con matorrales de romero grandes como arbustos. Los Monegros es una región que está entre el Alcanadre, el Ebro y el Cinca. Es un terreno de margas, que en otro tiempo, probablemente, sería un gran lago. Cruzamos el Alcanadre, y pasamos por Pallaruelo de Monegros; la línea de colinas que se ve en el fondo es de la Sierra de Alcubierre». Poco hay que contemplar, sentencia Baroja, quien prefirió continuar hablando con Petiforro, pues le gustaba gritar al conocido “¡Desgarrau!”. Baroja no descubre el paisaje, va de paso.

En Castejón de Monegros buscan al primer agrario para entregar una carta del señor Borruel, al final la entregan en el ayuntamiento, donde cuestionan la carta de Borruel y le dicen, con desconfianza, que no lo van a apoyar en las elecciones.

Retoman el viaje en la tartana, con una mujer que va a Bujaraloz, “una vieja de cara muy fina”.

En La Almolda entran en “una hermosa” posada para comer, les llevan al corral donde hay ramas de sabina secas para quemar como leña. “–La gente —dice Baroja— habla castellano, pero de lejos da la impresión de que hable en catalán”. Comieron bastante bien, en un comedor muy oscuro, con una pequeña ventana tapada con una cortina roja. “En La Almolda, don Pío abandona la partida, renuncia a presentarse para diputado” (Noticias de poca monta. De los Monegros. Domingo 11 de julio de 1971 A. P. Forisco).

Continúa la comitiva hacía Bujaraloz donde se apea la señora mayor de Castejón de Monegros. En Peñalba entregan la segunda carta de recomendación del señor Borruel y prosiguen su viaje a Candasnos, advertidos por el Petiforro “Si no tardan ustedes mucho les esperaré”.  Dejan Peñalba y, a unos cuatrocientos metros del pueblo, Goñi habla con un joven del pueblo: “El joven le dice que allí Borruel no tiene ningún voto, y que todos votarán al candidato monárquico porque les ha llevado abonos y máquinas agrícolas. -¿Así que no hay ninguna probabilidad?- le pregunto yo. –Ninguna. Pero quédense ustedes-“.

Les alcanza la tartana de Petiforro y continúan a Candasnos “El burro de la tartana ha tomado un trotecillo, con el que va tragándose el camino”. El Petiforro les cuenta un cruel crimen que sucedió en Candasnos. Llegaron al anochecer, el Petiforro guardó la tartana en un cobertizo enorme “que servía antes para las diligencias que iban de Madrid a Barcelona y pasaban por este pueblo”.

-¡Me c… en Dios!

-¡Me c… en la Virgen del Pilar!

-¡Me c…  en la col flor que ganas!

-¡Me c…  en el pichorrico de las monjas!

“-Ese Petiforro, ¿es tan temible?- Le preguntamos. -¡Ca! Si es un gallina. Siempre está comiéndose los hígados de todo el mundo y luego es un blanco”.  En Candasnos le Informan de cómo van allí las cosas electorales “-Aquí hacemos pucherazo”, le dicen a Baroja. “¿Y qué es eso?. -Pues que no vote nadie de los que constan en el censo y se meten en la urna los votos que se desean a favor del candidato preconizado por el cacique”.

«Hay una desolación trágica en el sol, que cae de plano sobre esta llanura. No hay árbol, ni un regato; piedras, estepas…» Pío Baroja, Las horas solitarias. De Fraga se trasladan a Lérida Baroja y sus amigos. Hacen el viaje en otra tartana. Empieza a salir el sol; se ve el campo y los árboles cubiertos de escarcha.

“Llueve poco en los Monegros. La escasez de agua resulta, algunos años, muy aguda y acuciante. Tanto, que en ocasiones, en los Monegros recurren a cambiar, toma y daca, tonel de vino por tonel de agua” (Noticias de poca monta. De los Monegros. Domingo 11 de julio de 1971. Quedan atrás Los Monegros, quizá lugar de paso. «Hay una desolación trágica en el sol, que cae de plano sobre esta llanura. No hay árbol, ni un regato; piedras, estepas…» Pío Baroja. Las Horas solitarias.