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Hace 100 años de la última plaga de langosta en Sena


Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 102, págs. 37-40, verano 2022.

El pueblo de Sena está dando el ejemplo con su prestación voluntaria, para todo lo referente a la extinción. Si los demás pueblos invadidos siguen el ejemplo, la victoria coronará sus esfuerzos. (Benito Cavero Fiestas, Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

En ocho días, en quince si se quiere, puede quedar removido todo el terreno en el que hay canuto y vencida la primera batalla, que es la más importante. ¡Adelante, pueblos invadidos! Que Sena -como dijo cierto senador baturro- “no recula”. (Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

La lectura del título puede que deje desconcertado a algún lector que piense que las plagas de langosta son propias de otros parajes, o de tiempos remotos, o simplemente que no existen más que en los relatos bíblicos. Es cierto que la Biblia se refiere a la plaga de langosta como la octava de las que Yahvé envió para liberar al pueblo escogido del cautiverio de Egipto (Éxodo, 10, 1-20), o también que es una de las plagas que anuncia el libro del Apocalipsis para el fin de los tiempos (Apocalipsis, 9, 3-10). Pero no es menos cierto que las plagas de langosta existen en la realidad, y de hecho siguen produciéndose esporádicamente en amplias zonas del planeta. A gran escala, en 1988 hasta 20 estados africanos se vieron azotados por un enjambre de langostas migrantes; y, mucho más reciente, este reciente mes de junio de 2022 se ha producido una plaga de langosta en la comarca extremeña de La Serena, aunque de extensión limitada.

En la península Ibérica existen varias zonas de hábitat permanente de la llamada langosta mediterránea (Dociostaurus Maroccanus Thunberg), en focos de suelos pobres de erial y pastizal o zonas baldías, que suman en total más de un millón de hectáreas. Se trata de regiones donde se reproducen y desde donde, si se dan las condiciones adecuadas y no se ponen los medios para evitarlo, se puede originar la plaga. Una de esas zonas es Los Monegros, con más incidencia en la parte zaragozana. Hay otras zonas importantes, como la citada de La Serena, en la provincia de Badajoz, y el Valle de Alcudia, en la de Ciudad Real, entre otras. La zona de potencial invasión de la langosta se extiende por buena parte de la península. Está claro que los avances en los insecticidas y en las técnicas de prevención de plagas hacen que las consecuencias no sean tan dramáticas como lo eran hace 100 años.

El propósito de este artículo es describir la lucha que mantuvieron nuestros antepasados de Sena contra la última gran plaga de langosta en Monegros, entre 1920 y 1924. Pero antes de ello será preciso en la primera entrega conocer algunos detalles sobre la langosta, su ciclo de reproducción, su capacidad de hacerse gregaria y el potencial destructor que deriva de ello, y también revisar los medios con que se contaba hace cien años para la lucha contra esta plaga.

En la segunda entrega se describirá con detalle la lucha que el pueblo de Sena mantuvo contra la plaga.

1) La langosta y su potencial destructor

Si a la vista de la figura alguien cree estar viendo un saltamontes, no va mal encaminado. Saltamontes y langostas son muy similares; pertenecen a la misma familia de insectos ortópteros (Acrididae), y la diferencia más significativa entre ellos es la posibilidad de las langostas de presentar, si se dan las condiciones, un comportamiento gregario e invasivo.

El ciclo vital de la langosta comienza cuando al filo del principio del verano las hembras depositan sus huevos enterrados en el suelo, protegidos por una estructura rígida que se denomina canuto. Cada hembra pone más de cien huevos, repartidos en varios canutos que pasan unos 9 meses enterrados hasta que eclosionan al principio de la primavera siguiente. Tras la eclosión, el insecto pasa por cinco estados de desarrollo, separados por fenómenos de muda, desde el canuto con los huevos y la larva recién nacida, pasando por las larvas llamadas mosquitos y moscas, las ninfas o saltones, hasta llegar a los individuos adultos alados o en fase voladora. Hacia mediados del verano todos los individuos adultos han muerto.

Larvas y ninfas se alimentan de especies herbáceas espontáneas, principalmente gramíneas, abundantes en nuestros pastos. Las jóvenes son incapaces de volar hasta que se convierten en adultos. En estado solitario las langostas se alimentan del pasto en la finca donde viven o de los cultivos vecinos, sin que emigren ni constituyan un peligro masivo.

El problema de la langosta consiste en su capacidad para desarrollar un comportamiento gregario y multiplicarse en masa. Técnicamente esto se denomina paso de la fase solitaria a la fase gregaria. Normalmente el proceso va precedido por una reproducción masiva durante unos dos años, bajo la acción de factores ecológicos favorables como temperaturas primaverales altas y lluvias convenientes en intensidad y momento. Si luego se presenta una primavera cálida y seca y escasean los pastos, la escasez de alimento y la acumulación de individuos en espacio reducido desencadena unos cambios hormonales que alteran su aspecto externo y su comportamiento, convirtiéndolo en gregario. Los individuos salen en masa a la búsqueda de alimento, y se mueven en cordones o manchas, cuando son aún mosquitos, moscas o saltones, con gran número de individuos, que pueden alcanzar densidades de varios miles por metro cuadrado. Pero si llegan a la fase voladora son animales temibles, básicamente por la dificultad de evitar sus invasiones y por la facilidad con que se desplazan en enjambres que pueden llegar hasta a 100 km fuera de las áreas de desarrollo permanente.

Si se piensa que cada individuo adulto puede llegar a comer diariamente el equivalente a su peso, e incluso más, es fácil comprender los destrozos en las cosechas que tal voracidad puede causar al paso de cordones, o enjambres. Los efectos que producía la langosta en nuestros pueblos eran terroríficos, pues campos a punto de rendir una cosecha óptima podían convertirse en eriales en menos de 24 horas. Es fácil darse cuenta del efecto devastador sobre la economía de nuestros mayores, totalmente dependiente de las cosechas.

2) Los medios de lucha contra la plaga hace 100 años

A principios del siglo XX las competencias sobre agricultura en el estado las tenía la Dirección General de Agricultura, dependiente del Ministerio de Fomento. En el año 1900 se creó un Servicio Agronómico para la lucha contra la langosta, con una delegación o “Sección Agronómica” en cada provincia, al frente de la cual había un ingeniero jefe, cargo que en la provincia de Huesca ostentaba en 1920 el ingeniero agrónomo Pedro Navarro de Micheo, que tuvo una destacada actuación en la lucha contra la plaga que nos ocupa. Por otra parte, el carácter recurrente de las plagas del campo -de langosta y otras- había obligado a la promulgación de la Ley de Plagas del Campo de 1908, que, entre otras cosas, y a la vista de que la lucha contra las plagas podía resultar inútil si no se implicaban todos los propietarios de tierras, hacía obligatoria la colaboración de todos e imponía fuertes multas a quienes no seguían las normas dictadas por los técnicos del gobierno. También obligaba a la creación en cada pueblo de una Junta de Defensa contra Plagas, de la cual debían formar parte tres de entre los diez propietarios que pagaran más contribución agraria, más el médico y el maestro.

La lucha contra la plaga de langosta implicaba, como veremos a continuación, jornales de mano de obra y materiales. El costo de estas operaciones podía salir de las arcas municipales, de subvenciones del gobierno o de propietarios o particulares. También se movilizaba al ejército, en caso necesario.

Casi inexistentes aún los insecticidas químicos, el medio de lucha más efectivo era la denominada campaña de otoño-invierno, en la cual, previa acotación y amojonamiento de los terrenos infestados con canuto y comunicación a la Junta Provincial de Plagas, se planificaba y se procedía a su roturación, o a la llamada escarificación mediante arados más ligeros o rastrillos. De esta manera, habiendo quedado desprotegido el canuto, con los rigores del invierno los huevos no sobrevivían y el problema se resolvía. También se incentivaba la recogida de canuto, pagándose una cantidad variable por kilo recogido, que llegó a ser de tres pesetas.

Si la campaña de otoño no había dado los resultados deseados y los huevos hacían eclosión en grandes cantidades, había que pasar a la llamada campaña de primavera. En este caso era preciso actuar sobre un insecto ya con movilidad, en el estado de mosquito, mosca o saltón. Para ello se utilizaban los buitrones, que consistían en una especie de sábana grande, a veces con un agujero en el centro para adaptar una manga. Se acosaba a los insectos para hacerlos converger al buitrón, que luego se cerraba y las langostas iban a parar a una zanja para ser quemadas o simplemente enterradas. Naturalmente, para estas operaciones se precisaba gran cantidad de personas. También se utilizaban, con el mismo fin, las trochas de zinc, por cuya superficie lisa y sin asperezas el insecto era incapaz de trepar. Así, se conducía a los cordones de langosta para hacerlos caer en unos pozos para ser quemados. Para quemar las langostas se utilizaban las regaderas de gasolina y los lanzallamas.

Las fotografías de esta página proceden del documental de 1915 Plaga de langosta, de Antonio de Padua Tramullas Perales, cineasta barcelonés afincado en Zaragoza. La película, de 11 minutos y sin sonido, constituye la primera grabación cinematográfica de los Monegros. Su visualización resulta muy interesante porque se pasa revista a las técnicas de lucha contra la langosta que acabamos de describir (1).

Hoy en día, este tipo de actuaciones serían económicamente inviables, y la lucha contra la langosta se realiza por medio de insecticidas, con otros inconvenientes como la toxicidad para el ganado. Pero la lucha química mediante insecticidas es el único método capaz de frenar las plagas, sobre todo cuando ya se han formado los enjambres.

(1) Darío Villagrasa, Monegros tierra de cine. Sariñena Editorial, 2017. La película, de Filmoteca Española, puede visualizarse en https://www.europeana.eu/es/item/08625/FILM00062979c_8 (Consulta: julio de 2022)

3) La plaga de langosta en Sena en los años 20

En la primera mitad del siglo XX padeció España varias plagas de langosta. Entre ellas, la más grave fue la que tuvo su punto álgido en 1922-1923, con 250.000 hectáreas infestadas de canuto, según la memoria que elaboró el Ministerio de Fomento (Memoria de la campaña contra la langosta en 1922-1923. Ministerio de Fomento. Imprenta Hispánica. Madrid, 1923) (1). Una de las comarcas más afectadas fue la de Los Monegros. La incidencia de esta plaga de langosta en Monegros ha sido analizada por Joaquín Ruiz Gaspar en la entrada “La plaga de langosta en los Monegros” de su blog Os Monegros. (2)

También la revista Montesnegros, editada por los ayuntamientos de la zona zaragozana de Monegros, publicó un artículo sobre la incidencia de la plaga en dichos municipios (“La plaga de langosta en nuestros municipios hacia 1920”. Vicente Gastón Lacort, Montesnegros, núm. 51, diciembre 2013, págs. 8-10).

Pero, como en ninguno de estos estudios se cita a Sena, vamos a realizar a continuación la reseña de lo que fue la plaga vista desde nuestro pueblo. La prensa de la época nos permite trazar un relato bastante completo de lo acontecido esos años. Contamos con la hemeroteca de los dos periódicos de Huesca: El Diario de Huesca y La Tierra, que incluyen los artículos de su corresponsal en Sena, Benito Cavero Fiestas, y del colaborador esporádico Antonio Montull Marcial, juez municipal.

1920

Según el informe del ingeniero Pedro Navarro en la ya citada memoria del ministerio de fomento de 1923, la plaga apareció en la provincia de Huesca en el verano de 1920, con los insectos en fase voladora, procedentes de los municipios zaragozanos de Farlete y Monegrillo, donde la langosta era endémica y donde, desde principios de siglo, se venían padeciendo conatos de plaga. Entrando por la sierra de Alcubierre, los insectos invadieron los términos de Lanaja, Castejón de Monegros y Valfarta, llegando por las riberas del Flumen y Alcanadre a Ontiñena, Ballobar, Villanueva de Sigena y Sena, y posteriormente hasta la zona del Cinca Medio y Bajo Cinca.

1921

A diferencia de la zona zaragozana de Monegros, donde ya estaban familiarizados con el peligro potencial que suponía la langosta, en la provincia de Huesca no se prestó la atención debida a la amenaza ni se vigilaron y acotaron escrupulosamente los terrenos con canuto, y el resultado fue que la campaña de invierno 1920-1921 no fue suficientemente eficaz, de forma que en la primavera de 1921 los huevos de langosta eclosionaron en masa en la mayoría de los pueblos afectados. La situación obligó a una intensa campaña de primavera. El gobernador civil, Fernando Muñoz Balsalobre, acompañado del ingeniero Pedro Navarro y otras autoridades y políticos, entre ellos el conocido diputado y exministro Juan Alvarado del Saz, giró una visita de inspección de dos días de duración a pueblos afectados, concretamente Santa Lecina, Alcolea, Villanueva de Sigena, Sena y Ontiñena. La visita a Sena tuvo lugar el viernes 22 de abril. Manuel Casanova Carrera, director de El Diario de Huesca e integrante de la comitiva, relata que las autoridades y la Junta de Plagas de Sena había salido fuera del pueblo a recibir la comitiva. Y sigue:

Constituyó esto una medida de gran oportunidad. Precisamente a pocos pasos de allí se encontraba una de las manchas más importantes. Y a contemplarla nos dirigimos, acompañados de la casi totalidad de los miembros que componen la Junta de plagas del campo, del médico don Baldomero Martínez, de don Manuel Nassarre, del alcalde don Alejandro Calvo, de los propietarios don Miguel Galindo, don Marcelino Pueyo, don Joaquín Miralvés, don Benito Cavero, nuestro corresponsal; del maestro don José Noguero, del mosén que nos promete unas fotografías…

…Sufrimos una dolorosa impresión. Aquí la langosta ha irrumpido ya en los sembrados, infestando los trigales, abortando gran parte de la cosecha. Y no obstante, el vecindario trabaja con ardor, porque sabe que si ahora no se acomete la obra con energía, en el año próximo la condena será absoluta, dada la aterradora proporción en que la langosta se reproduce…

…También aquí se sigue el procedimiento de los buitrones; se emplea el lanzallamas, se utilizan unos aparatos equivalentes, marca “Muratori”, a poca presión, y las regaderas.

Los principales términos invadidos se llaman “Cuarto Alto”, “Valletas”, “Presiñena” y “Omprío Bajo”, a los cuales van a trabajar diariamente unos cien hombres…

…Particularmente el Ayuntamiento y los vecinos han adquirido alguna cantidad de gasolina, que les permite ir manteniéndose en una prudente defensiva.

(Manuel Casanova Carrera, El Diario de Huesca, 29 abril 1921)

La visita concluyó, según relata el cronista, con un agasajo en casa del alcalde señor Calvo. Presumimos que el mosén que prometía fotografías no era otro que mosén Rafael Gudel, pero nunca hemos llegado a verlas.

Prosigue la campaña de primavera y entresacamos un párrafo de la nueva crónica del corresponsal desde Sena, en primera página:

Continúa con creciente entusiasmo entre los vecinos la campaña para la extinción de la langosta en este término municipal. Se han adquirido por cuenta del Ayuntamiento (aparte de los costeados por particulares) nuevos aparatos lanzallamas que están dando excelentes resultados. Con éstos y los buitrones ha sido reducida y casi extinguida completamente en varias de las zonas invadidas, y ahora se concentran las operaciones de extinción en el Monte Alto y Presiñena, donde todavía quedan grandes focos.

(Benito Cavero Fiestas, El Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

La campaña de primavera de 1921 en Sena culminó con la extinción total de la langosta en el término, aunque eso no fue suficiente, según se nos relata en una crónica del año siguiente:

En el pasado año este pueblo gastó en recogida de canuto y langosta en estado pequeño más de tres mil jornales y cinco mil pesetas en gasolina y aparatos lanzallamas. El esfuerzo se vio coronado por el mayor éxito, pues no quedó una langosta en todo el término, por haber sido exterminada toda antes de levantar el vuelo. A pesar de aquellos esfuerzos, de aquellos sacrificios, la invasión de la nacida en pueblos vecinos ha traído la ruina este año a los labradores de esta comarca.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

En el resto de los pueblos afectados, la mayor parte de la cosecha de 1921 pudo salvarse porque se adelantó su recolección.

1922

1922 resulta ser otro año nefasto, con la plaga desatada en los Monegros oscenses. Se organiza por ello una nueva visita a los pueblos invadidos, que tiene lugar el sábado 27 de mayo con la asistencia del nuevo gobernador civil, Francisco Cabrera Pozuelo, acompañado del comisario regio de fomento, Jorge Cajal Lasala y de un séquito de más autoridades que el año anterior. La comitiva recala en Castejón de Monegros, Peñalba, Valfarta, Candasnos, Ontiñena y Sena. Se entiende que el paso por Sena sea rápido, por ser la última etapa de tan maratoniano viaje. La visita se despacha con un par de líneas en la edición del 30 de mayo de cada uno de los dos diarios oscenses.

Tres semanas después, nueva crónica desde Sena con párrafos apocalípticos:

Estamos a 18 de junio. La langosta que invadió este término por la parte de Valfarta en los últimos días de mayo ha ido avanzando en dirección a Sena (de Sur a Norte), destruyendo cuanto encontrara a su paso. Las cuatro quintas partes de los sembrados han sido pasto ya del voraz insecto y continúa avanzando y destruyendo. Hoy está ya a la vista de la huerta, a menos de seis kilómetros; si no cambia de rumbo, dentro de dos días habrá llegado a la vega y el desastre será completo.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

Ante la gravedad de la situación, tiene lugar en la Diputación Provincial una Asamblea con representación de labradores de 62 pueblos afectados, en la que se acuerda enviar una comisión en solicitud de ayuda a Madrid.

También el Gobierno Civil publica una circular con el objeto de que las Juntas de todos los pueblos informen, durante los meses de junio y julio, del recuento de superficie infestada, para planificar adecuadamente la campaña de otoño-invierno. La Junta de Sena, de las más cumplidoras, lo hace antes incluso del comienzo del plazo fijado, el 26 de mayo. Del resto de los más de 30 pueblos infestados, varios han de pagar una multa de 500 pesetas por no cumplir, según informa la prensa (El Diario de Huesca, 4 agosto 1922).

Y la lucha sigue. Sena se prepara para la campaña de otoño:

Va acercándose la época adecuada para dar la primera batalla a la plaga de la langosta en su estado de canuto. El entusiasmo y la confianza en la victoria definitiva tienen animados a estos vecinos, que se crecen ante el trabajo que representa la campaña. Ya se han hecho tanteos y calculado los medios de que se dispone y los que se necesitan para la roturación y escarificación de los terrenos con canuto.

Hay en este pueblo cien yuntas de mulas y otras cien de burros disponibles; hay cuatrocientos trabajadores que para el caso presente, no esquivarán su esfuerzo; se ha calculado la retribución de cada yunta de mulas en diez pesetas y en seis pesetas las de caballerías menores. La de cada jornal en dos cincuenta.

Hay unas 230 hectáreas declaradas y amojonadas con canuto. Se calcula que para la roturación y escarificación, donde aquélla no pueda practicarse, hacen falta 600 yuntas y mil jornales; de aquéllas, 300 yuntas de caballerías mayores y 300 de menores que importan al precio antes mencionado unas 4800 pesetas y 2500 más los mil jornales de escarificar. Total 7300 pesetas o sea la mitad del cupo anual de contribución territorial…

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

En octubre, el Gobierno Civil ordena fijar en todos los municipios un cartel en el que se insta a la población a abandonar sus labores y dedicar los días 16 y 17, que denomina “días de la langosta”, a los trabajos de lucha contra el insecto. El 26 de octubre, los dos diarios de Huesca informan del resultado de los trabajos de estos días. En Sena se informa de que se han utilizado 28 yuntas y se han escarificado 8 Ha, con el proyecto de continuar después de la siembra.

1923

En plena campaña de otoño-invierno, el ingeniero Pedro Navarro acude a Sena, por una vez sin acompañamiento de políticos, para una verdadera visita de inspección y trabajo. Durante la mañana del domingo 25 de febrero se entrevista con el presidente de la Junta de Plagas y el nuevo alcalde, José Calvo Calvo, en casa de este último. De la crónica del periodista que le acompañaba entresacamos:

El presidente de la Junta de Plagas, don Manuel Nassarre, nos manifestó que los trabajos se habían realizado sin entorpecimiento alguno y en medio del general entusiasmo del vecindario.

Se hizo la distribución de trabajo con arreglo a las órdenes recibidas del señor Navarro, órdenes que se han cumplido estrictamente, cooperando cada vecino con arreglo a su situación económica.

Comenzaron estos trabajos el día 20 de noviembre, sin contar los días llamados de la langosta, y han seguido sin interrupción hasta la fecha, en que quedan muy pocas hectáreas que roturar.

Como el monte de este pueblo es inmenso, los trabajos se hacían con alguna dificultad por la distancia existente entre el pueblo y algunos terrenos situados en los extremos del término municipal.

Se calculan en 45 las hectáreas que faltan por roturar, habiendo sido denunciada la existencia de canuto en más de 229.

Los terrenos roturables han sido casi todos labrados, faltando casi únicamente las laderas, que si no son susceptibles de roturación se hace precisa la escarificación por medio de azadas y picos.

En estos trabajos se han empleado unas mil yuntas, que aportaron los propietarios a prorrateo.

Todos los vecinos de Sena, repetimos, han puesto de su parte cuanto han podido. Todos merecen elogios, pero muy principalmente el alcalde don José Calvo, el presidente de la Junta de Plagas don Manuel Nassarre y el médico don Baldomero Martínez, presidente que ha sido durante mucho tiempo de la Junta y alma de este movimiento.

Salimos de Sena satisfechos por los trabajos realizados y la formal promesa de que pronto estaría terminada la campaña de invierno.

(José María Lacasa, La Tierra, 28 de febrero de 1923)

Hay que decir que en la crónica también se cita algún vecino renuente a cumplir con sus obligaciones, pero en este caso vamos a omitir los detalles personales.

En primavera de este año de 1923 la plaga está llegando a su punto culminante. En datos de la provincia de Zaragoza, presumiblemente similares a los de Huesca, había en las zonas infestadas un promedio de cien canutos por metro cuadrado, que podían dar lugar potencialmente a más de 20 millones de langostas por hectárea si no se actuaba con determinación (José Cruz Lapazarán: La plaga de la langosta en la región aragonesa, Zaragoza, Imprenta del Hospicio Provincial, 1925, págs. 14-15). En Huesca se roturaron más de 5600 Ha en 33 pueblos, pero hubo que hacerlo en malas condiciones a causa de los hielos persistentes. La eclosión de insectos en primavera era aún considerable.

Las visitas de los políticos culminan este año con la del director general de agricultura del ministerio de fomento, Isidoro Rodrigáñez Sánchez, acompañado del subdirector general, del nuevo gobernador civil Francisco Mansilla Mansilla (el tercero en tres años) y un séquito que asciende a más de 20 personas. Se incluye, además de la prensa, al conocido fotógrafo oscense Rodolfo Albasini. El programa comprende -en una sola jornada, el 15 de junio- visitas a Candasnos, Fraga, Ontiñena, Alcolea, Villanueva de Sigena, Sena, Sariñena y Pallaruelo de Monegros. Además, banquete con homenajes y discursos en el teatro Romea de Sariñena… y otro banquete al regreso a Huesca ofrecido por la junta de fomento en el Círculo Oscense. Se comprende que, como el año anterior, el tiempo que se dedica a Villanueva y Sena, justo antes del banquete, sea más que reducido, tanto como la fugaz referencia a Sena en el extenso artículo:

… En Sena le saludaron el alcalde don José Calvo, presidente de la Junta de Plagas don Manuel Nasarre, secretario don Benito Cavero, maestro don Antonio Castelar y propietario don Alejandro Calvo.

(José María Lacasa, La Tierra, 17 de junio 1923)

1924

Afortunadamente, los denodados esfuerzos de la campaña de primavera dan finalmente sus frutos. La única alusión a la plaga en 1924 es un breve sin firma en la portada de la edición del 20 de abril de La Tierra. El breve informa de que la superficie de canuto acotada y roturada en esta campaña ha pasado de las 5600 Ha del año anterior a menos de 900 Ha. En particular, en Sena solo son 4 Ha, y se informa que la intensidad de la puesta no llega al 20% de la del año anterior. La ausencia de más información sobre Sena en los medios oscenses en este año y los siguientes es, sin duda, la mejor de las noticias. Parece que la plaga ha sido, finalmente, controlada. Y por fortuna, en Sena no hemos vuelto a padecer más calamidades de este género.

Explicado ya el desenlace, cabe apostillar que, en algunas ocasiones, las crónicas de nuestros corresponsales eran algo más que informativas. Cabían también los lamentoslas críticas y hasta las arengas. La ocasión lo requería porque, al parecer, las publicitadas visitas de los políticos no iban acompañadas del apoyo efectivo suficiente. Veamos algunos ejemplos:

…. Hay que poner el hombro como vulgarmente se dice y hay que desprenderse de diez si es preciso, para coger ciento, que representa la cosecha en perspectiva. Nada de enconos personales ni rencillas sociales ante el interés común. Ante el peligro inmenso que tenemos enfrente, cualquier decaimiento, cualquier desmayo, cualquier inconveniente que se ponga de obra o de palabra, representan una traición a la obra común y generosa que se imponen los pueblos; ha de salvar sus intereses y los de la comarca, tan seriamente amenazados.

(Benito Cavero Fiestas, El Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

La magnitud de la invasión y la destrucción de la cosecha son causa justificada de que el ánimo decaiga y para levantarlo hace falta el esfuerzo común de los pueblos invadidos y de ese esfuerzo y comunidad, que nazca la exigencia radical, hasta conseguir el apoyo eficaz del Estado, de la provincia, del Consejo provincial, de quien sea, en fin, el que pueda y deba prestar ese apoyo.

Si esto no se logra, pero de una manera enérgica y decisiva, será caso de que reneguemos de ser españoles, pues el Gobierno, con lo que gasta en un solo día en empresas contraproducentes para el bien nacional, puede atender con sobra el remedio de este mal, que ha arruinado ya y acabará de arruinar a una comarca trabajadora y que merece respeto y consideración.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

Aquí se sabe que nadie ha de excusarse de prestar su máximo concurso a la redentora obra de destrucción de la langosta; de los demás pueblos invadidos se tienen iguales impresiones. Se trata, pues, de quererlo hacer y creemos que nadie habrá tan egoísta, tan inhumano, tan criminal, que se niegue a prestar su cooperación monetaria o personal a una obra que es para todos y de vida o muerte.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

Este grupo de pueblos invadidos y abandonados a sus propios medios, no debe desanimar por el desamparo de que son objeto; deben reunirse y ejercitar una acción común, enérgica y radical en defensa propia, renegar si hace falta de la falsa tutela de sus mandatarios apáticos, pero pronto, antes de que el desarrollo de la plaga haga irremediable la catástrofe; hay que aprovechar el tiempo, no hagamos como aquel de Lumpiaque que amaneció templando la guitarra.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 21 septiembre 1922)

El que suscribe, que ha visto en el pasado año los estragos causados por la plaga de la langosta; que ha visto a labradores modestos perder en absoluto sus cosechas de cereales, quedando en la indigencia; que sabe que una buena extensión del término está llena de canuto; ha sentido horror, verdadero horror, pensando que esa calamidad se pueda reproducir en el presente año. Por esta causa no he dejado desde un principio de aprovechar la ocasión de inculcar a todos la necesidad del máximo esfuerzo, para lograr vencer: en Asambleas locales, en reuniones privadas, donde quiera que he visto reunidas tres personas, allí he expuesto mi temor y mi deseo de que se trabaje por vencer la terrible plaga. Algunos tal vez califiquen de obsesión mi constancia, pero yo tengo la íntima satisfacción de obrar bien y nadie me probará que no es así.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 20 diciembre 1922)

El tono de las crónicas de los corresponsales deja bien claro que la lucha contra esta calamidad puso a prueba, hace cien años, la capacidad de nuestros mayores de Sena para superar esta adversidad, que por fortuna nunca volvió a presentarse y que nos resulta tan lejana y singular, vista con los ojos de hoy.

NOTAS

(1) Puede consultarse en: https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/fondo/pdf/45128_7_all.pdf (feb. 2023)

(2) Puede consultarse en: https://osmonegros.com/2020/02/20/ (feb. 2023)

250 años de la caída del meteorito de Sena


Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 104, págs. 52-56, octubre 2023.

Este año 2023 es pródigo en efemérides que se refieren a nuestro pueblo. Además de celebrar el quincuagésimo aniversario de la fundación de la Asociación Cultural, y también de la recuperación de las Coplillas, se cumplen 250 años de la caída del meteorito de Sena, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773, y que, como sabemos, es la más antigua registrada en España. Por este motivo el meteorito de Sena ha sido objeto de atención de distintos medios de comunicación desde hace unos meses, y está en curso una solicitud de la Agrupación Astronómica de Huesca para que pueda exhibirse en nuestra provincia coincidiendo con el aniversario.

Al margen de los aspectos científicos y de clasificación, de los que se han ocupado hace años un buen número de publicaciones relacionadas con la ciencia de los meteoritos, El Tarirán ya se ocupó ampliamente, entre 1999 y 2007, de los pormenores y el contexto de esta caída, con un primer artículo de Alberto Galindo en 1999, al que siguieron otros artículos o notas de María Jesús Nassarre, Miguel Ángel Lordán, Alfonso Campoy, Jesús Cancer y finalmente de Alberto Galindo en 2007. El próximo aniversario nos brinda la oportunidad de volver a ocuparnos del meteorito, que se exhibe en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (en adelante MNCN), y aportar nuevas informaciones sobre aspectos no suficientemente aclarados, como el lugar exacto de la caída.

El meteorito de Sena, en Google Arts and Culture

Google Arts & Culture (https://artsandculture.google.com/) es una plataforma de Google puesta en servicio en 2011, que permite acceder a una recopilación de imágenes en alta resolución de obras u objetos expuestos en múltiples museos, así como a un recorrido virtual por las galerías en las que se encuentran. Permite visualizar más de 200.000 piezas de arte y un total de 6 millones de fotos, vídeos, manuscritos y otros documentos relacionados con el arte, la cultura y la historia, en más de 2000 instituciones culturales de más de 80 países.

Sección dedicada a los meteoritos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. El meteorito de Sena es el primero de la parte inferior izquierda en la primera vitrina. A la derecha, detalle con la leyenda “Caída más antigua conocida de España”.(https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw).

Uno de los museos que colabora con la plataforma de Google es el MNCN de Madrid, cuyo patrimonio figura entre los más importantes del mundo. Custodia más de 11 millones de ejemplares en sus colecciones de historia natural, entre las cuales se encuentra la de meteoritos (Cuadro I), con unos 240 ejemplares, una quinta parte de los cuales procede de España. Para su visualización en Google Arts & Culture, el MNCN ha seleccionado, de entre sus millones de ejemplares, unas 160 piezas únicas, vídeos e imágenes en alta calidad. Entre ellas, el meteorito caído en Sena en 1773, el más antiguo de la colección, que se muestra al final del reportaje en el enlace https://artsandculture.google.com/story/9AUR8EWZmdKZLw

El análisis de Proust y la dispersión del meteorito de Sena

El meteorito de Sena cayó en 1773, pero su análisis no se publicó hasta 1804, y de ello se encargó nada menos que Luis Proust, uno de los fundadores de la química moderna (Cuadro II).

Izquierda: etiqueta histórica del meteorito de Sena, mostrando los resultados del análisis de Luis Proust (Servicio de fotografía del MNCN). Derecha: página del título de la obra Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena (Proust 1804).

Luis Proust, cuya ley de las Proporciones Definidas, de las Proporciones Constantes, o sencillamente Ley de Proust se estudia y se utiliza ya desde la enseñanza secundaria, fue un farmacéutico y químico francés, aunque realizó la mayor parte de su carrera en España, en particular todas las investigaciones -entre 1794 y 1804- que le llevaron a enunciar su famosa ley. Cuando se ocupó del meteorito era director del Laboratorio Real de Madrid. Proust analizó el fragmento, pero no sospechó de ninguna manera el origen extraterrestre de la piedra, algo que en la época todavía no se había establecido. Tras este primer análisis, posteriores estudios han permitido concluir que se trata de una condrita H4, uno de los tipos de meteorito más común. Posteriormente al análisis, el meteorito se ha dividido y repartido por diversas instituciones o colecciones del mundo. El fragmento mayor, de 1,7 kg, es el que se conserva en el MNCN. Otro de 113 g se conserva en el Muséum National d’Histoire Naturelle de París. Y hay fragmentos menores -algunos de hasta unos pocos centigramos- en Viena, Chicago, Berlín, Londres y otros muchos museos. El Cuadro III muestra algunos fragmentos o rótulos del meteorito de Sena repartidos por el mundo.

La controversia sobre el nombre: ¿de Sena, de Sijena1, de Sena de Sijena, de Villanueva…?

La caída del meteorito de Sena está perfectamente documentada. El capitán general de Aragón, Luis Manso, encargó una investigación exhaustiva, cuyos resultados constituyen un informe de 93 páginas manuscritas, el protocolo 169 del archivo del MNCN, a cuya digitalización se puede acceder libremente en internet (MNCN 1774). El título, que se muestra en la imagen, no ofrece dudas sobre el lugar de la caída, ya que tras el año y el encabezamiento podemos leer (aunque no sin esfuerzo, dada la caligrafía del escribano): “Sobre El suceso del día 17 de noviembre de dicho año, en que cayó una piedra en la Huerta de Sena”. Y el rastreo de los testimonios aportados permite establecer la zona exacta de la caída, con precisión de unas decenas de metros, como veremos en otro apartado.

Siendo así, ¿por qué la controversia sobre el nombre del meteorito, que aparece en distintas fuentes como de Sena, de Sijena, de Villanueva de Sijena o de Sena de Sijena? Hay tres razones que lo explican. La primera, que el pueblo de Sena pertenecía en la fecha de la caída al Señorío de Sijena, y así fue hasta bien entrado el siglo XIX. Esto se traducía incluso en el nombre “Sena de Sijena”, que aparece en muchos documentos. La segunda, y consecuencia de la primera, es que la autoridad administrativa que regía sobre Sena, Villanueva y otros pueblos del contorno tenía como título “Alcalde y juez ordinario del distrito y territorio del Monasterio de Sijena”, o también “Alcalde de la Real Casa de Sijena”. En 1773 el cargo lo desempeñaba Manuel Martínez, y es a quien se encarga la investigación y el que remite los documentos al Capitán General, que a su vez los envía al Rey. Así que en los documentos aparece siempre el alcalde de Sijena, lo que alimenta la confusión sobre el lugar. Y finalmente, aunque la pieza principal del meteorito cayó en la huerta de Sena, días después del impacto se encontraron pequeños fragmentos en la huerta de las inmediaciones del Monasterio de Sijena, remitidos al Capitán General conjuntamente con el fragmento principal. Ello justifica que en la vitrina del MNCN donde se expone el meteorito se rotule su procedencia como “Sena o Villanueva de Sixena (Huesca)”, como hemos visto en el Cuadro I.

¿Dónde cayó exactamente el meteorito?

El alcalde del Distrito y Territorio de Sijena, Manuel Martínez, cumplió con eficacia el encargo del Capitán General. Se recogen en la documentación unas 15 declaraciones de testigos directos o de personas que sabían de la caída, aparte de la del Prior-Párroco de Sena, Antonio Pano, a quien se le entregó la piedra en primera instancia. En el momento de la caída, sobre las 12:30 del mediodía, los declarantes estaban mayoritariamente en Sena, comenzando por los que se encontraban “haciendo la mediodiada” en un campo propiedad de Manuel Calvo, contiguo al que cayó la piedra, propiedad de Francisco González; entre el punto en que cayó la piedra y el que se encontraban había unos veinte pasos (16-17, 68, 70, 73)2. Otros declarantes estaban en Villanueva de Sijena, en la huerta del Monasterio, y en Sariñena, aparte de los que estaban con el ganado en Cajicorva, o volviendo del monte Sisallar. Las declaraciones sobre el lugar de la caída son coincidentes: cayó en un campo de la partida “Los Tapiados”, “frente del lugar, bajo del molino, a un tiro de bala de distancia de este mismo lugar” (77), “un campo que está bajo el molino y a corta distancia de este lugar” (70-71), o simplemente, la expresión más repetida, “bajo el Molino”. También “bajo la acequia, a corta distancia del lugar” (14). En cuanto a la dirección indican que procedía de “como de parte del monte llamado El Vedado, término de este lugar, entre el poniente y norte” (72), o “hacia el monte de Cajal” (78).

Los planos del Cuadro IV nos ayudan a fijar el lugar de la caída. La partida “Los Tapiados”, como su nombre indica, correspondería en la época a la zona de huertos cerrados con tapias situados justo al sur del pueblo. La ubicación “bajo el molino”, considerada desde el pueblo, nos permitiría situar los campos citados al sur de la posición de este edificio, hoy desaparecido, marcado con la letra M. Sin embargo, cabe preguntarse si los campos estarían contiguos al molino o algo más al sur. Las expresiones “frente del lugar”, “a un tiro de bala de distancia” o “a corta distancia del lugar” excluyen la posibilidad de una excesiva separación entre los campos y el molino. En cuanto a “bajo la acequia” parece referirse a la acequia del molino, ya que un campo situado justo bajo la acequia de la ribera no podría estar también “bajo el molino”, que está algo más abajo. Finalmente, hay un testimonio que oyó y presenció la caída viniendo de su viña, situada en la partida Malpartir, cuando estaba en el puente por el que el camino que viene del río cruza la acequia del molino, es decir el puente llamado “Rómiz”, marcado en los planos con la letra P (75). Este testigo también vio caer la piedra delante de él, en un campo “bajo el molino”, y ofrece un punto de vista alternativo de la misma caída vista desde otro ángulo. Todo ello nos lleva a la conclusión de que la piedra cayó en un campo justo al sur del molino, como mucho a unas decenas de metros. Se trataría de alguno de los campos situados bajo la letra M en los planos. En la imposibilidad de acceder al catastro de finales del siglo XVIII y cotejar la existencia de dos campos contiguos, uno de Manuel González y otro de Miguel Calvo, es la máxima precisión a la que podemos aspirar para fijar el lugar de la caída del meteorito de Sena.

Planos de la zona de la huerta de Sena en la que cayó el meteorito. A la izquierda, imagen actual de Google Earth. A la derecha, imagen del catastro de mediados del siglo XX, cuando aún existían el molino y su acequia. Tomaremos como referencias el colegio público Alberto Galindo (C) y la bajada del lavador (L). El antiguo molino (M), situado en la calle Urgelet y hoy desaparecido, tomaba agua de la acequia de la ribera (AR) para su funcionamiento. Tras mover la muela, el agua se evacuaba mediante la acequia del molino (AM), de curso curvo, que se cruzaba con el camino que sube desde el Alcanadre en el llamando puente de Rómiz (P). Hoy en día, la acequia del molino ya no existe, pero su antiguo trazado puede intuirse por la disposición de las parcelas, al menos en algunos tramos. (Datos catastrales del Ayuntamiento de Sena)

El informe sobre el meteorito

En febrero de 2007 se inauguró en el MNCN la exposición permanente de meteoritos. El texto explicativo que figuraba junto al de Sena ya fue publicado ese año en el número 70 de El Tarirán, (Cuadro V).

Al margen de este informe, que necesariamente omite muchos detalles, el acceso a la documentación completa de la carpeta 169 del archivo del MNCN permite obtener otros datos curiosos, al menos para la gente de Sena, aparte de los que nos han permitido la ubicación del lugar de la caída, que hemos comentado en el apartado anterior.

El Capitán General, Antonio Manso, declara haber recibido por parte del Alcalde de Sijena la información requerida junto a una caja sellada con la piedra, e igualmente “otro pedacito de Piedra, igual a la grande, que se cree parte de ella” por parte de las monjas de Sijena, “por medio del Recibidor de Malta en este Reino”. Y, tras proceder a su apertura en presencia de otros ilustres testigos, escribe:

Dejo a los sabios que discurran si la piedra fue erupción de la tierra, que la fermentación le dio impulso para elevarse hasta lo perceptible de la esfera Celeste, y que su gravedad la precipitó al paraje en que se vio caer; si algún torbellino levantó porción de materias que se unieron por la recíproca atracción que tendrían para juntarse formando la piedra, y que cayó esta de la Nube en que tuvo efecto esta operación; o que cayendo alguna exhalación mayor que las regulares, hallase la piedra en el territorio en que terminó su actividad, le comunicase su calor, la tostase en su superficie, y dejase el olor de sus materias que se notó. Yo solo digo por mí que el suceso, cuando no sea positivamente singular, no es común. (57-58)

Téngase en cuenta que, en la época, el hecho de que este tipo de piedras pudieran proceder del espacio exterior no era ni siquiera sospechado. Coherente con su idea de que el suceso no era “común”, el Capitán General requiere del Alcalde que “reciba nueva información sobre las particularidades siguientes”

1) Si se encuentran Piedras de igual naturaleza a la ocupada en el territorio de Sena, y su Comarca, y si se hallaban antes del suceso del día 17. Y caso de encontrarse se remitirán con la primera ocasión.

2) Si cayeron Piedras iguales en esa comarca, y de dónde han salido algunas que se han esparcido, y de las que tenía un pedazo dicho Excmo. Sr Capitán General, que le entregó un Caballero de San Juan. [El recibidor de Malta]

3) Si la Piedra bajó encendida o humeando.

4) Se examinarán asimismo testigos de de Sijena, Villanueva, Sena y Sariñena sobre el particular de haber oído los truenos, o ruidos en la hora que sucedieron, según resulta de la información, y se evacuará la cita del Prior de Sena, bien sea mediante declaración, o mediante oficio y Carta respuesta del mismo. (3)

Igualmente requiere

[…] información del suceso así de las personas que la vieron caer como de aquellas a quienes inmediatamente lo contaron, y la distancia a que se oyeron los truenos y ruidos indagando de los mismos del modo que cayó de la esfera celeste, si fue por línea recta y perpendicular o curva al modo que cae la piedra disparada hacia el horizonte, y en ese caso averiguará v.m. de dónde vino, si hay hacia aquella parte, o sus cercanías algún volcán que pudo despedirla (63)

No se puede negar que el Capitán General trató el tema con interés y rigor, y que, buscando explicaciones llegó a pensar hasta en los volcanes. De los testimonios obtenidos, totalmente concordantes y reiterados, entresacamos algunas frases representativas, que complementan o amplían la información del Cuadro V.

El hecho de que no parecía haber circunstancias meteorológicas capaces de causar el fenómeno se refleja en frases como “A mediodía, estando la esfera Celeste sin aparato de tempestad” (55) o “No había apariencia de tronada ni era tiempo regular para ello” (13-14).

Hay concordancia total en que los ruidos o detonaciones fueron tres: “Tres estruendos con poco intervalo de uno a otro” (13), o “en la esfera celeste tres estruendos muy fuertes con corto intervalo de uno a otro” (18). Algunos pensaron que se trataba de tiros “de artillería del castillo de Monzón” (31, 69).

Las descripciones más curiosas corresponden a lo que se oyó justo después: “Un susurro, como eco de campanas o cosa semejante” (73). Un pastor que se encontraba en Cajicorva “después del último estruendo notó y oyó también un ruido o eco como si fuera un panderillo guarnecido con sonajas o cascabillos que le parecía se dirigía a Sariñena” (18-19). Otro describe el sonido “como si por el aire pasara un enjambre grande de abejas” (75). Y aún: “Un susurro o eco como cuando de apartado se oyen los pífanos o flautines que usa la tropa” (14). Esta misma impresión llevó a otro a afirmar que “los que estábamos dentro de nuestras habitaciones oímos los estruendos solamente”, mientras que los que estaban al exterior oyeron además “el ruido continuo y particular como de cajas y pífanos”, de suerte que las mujeres que estaban en la calle baja del lugar se decían “vamos a ver los soldados que entran por el cabo alto del lugar. ¿No oyes los tambores y pífanos?” (40).

No cabe duda que los estruendos causaron temor en muchos. Lo expresan varios testigos que indican que buscaron refugio notando que “El cielo se abre o se rompe” (73). Unos ganaderos montañeses que volvían de dejar el ganado en el monte del Sisallar refirieron que “al pasar el puente que este lugar tiene construido en el rio Alcanadre habían oído los referidos estruendos de que se habían asustado mucho y atemorizado creyendo que se hundía el puente” (15). Otro testigo de Sariñena, temió por la suerte de la torre de la iglesia, algo deteriorada: “hizo juicio que había caído dicha torre y que eran resultas de ello dichos estruendos” (21).

También indicaron muchos que “faltaba una astilla o trozo” (71, 73-74, 75), que no fue hallado por más que se buscó. Probablemente se trataría de un pequeño fragmento que se separó en la caída y fue recogido algún día más tarde. Y, finalmente, algunos describen una estela dejada en el cielo por la piedra, como una “nubecilla de poco cuerpo y densidad como si fuese un pedazo de la niebla, vulgarmente boira” (76), algo que concordaría con las estelas persistentes dejadas por otros meteoritos avistados y documentados.

Referencias

MNCN (1774): Conjunto de informes manuscritos fechados entre noviembre de 1773 y enero de 1774, sobre la piedra caída en la Huerta de Sena. Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Arch. 169). Madrid. Consultable en http://simurg.csic.es/view/1617691

PROUST, Luis (1804): Análisis de una piedra meteórica caída en las inmediaciones de Sixena en Aragon, el 17 de noviembre de 1773, Madrid, s/i, 40 págs.; resumen en: Variedades de literatura y artes, 3 (1804) 193, 257; PROUST, L: «Sur une pierre meteorique tombée aux environs de Sigena, en Aragon, dans l’année 1773», Journal de Physique, de Chimie et d’Histoire Naturelle, t. LX (1805), págs. 185-205.

El meteorito de Sena, También en el museo del Prado

Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 105, págs. 33-34, abril 2024.

El meteorito de Sena ha sido objeto de atención preferente en los últimos meses con motivo del 250º aniversario de su caída, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 1773. Ello ha propiciado, aparte de un artículo en El Tarirán, extensos reportajes y menciones en prensa, radio y televisión. Incluso hemos podido contemplar el meteorito en directo, sin necesidad de ir a su sede habitual en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, porque el Planetario de Aragón organizó en Huesca, de noviembre de 2023 a enero de 2024, una interesante exposición sobre meteoritos, en la cual el de Sena ocupaba la plaza de honor, como se ve en la fotografía adjunta. No era la primera vez que nuestro meteorito salía de su sede habitual del Museo de Ciencias: entre noviembre de 2013 y abril de 2014, y acompañado de otros meteoritos de la colección, se exhibió en el Museo Nacional del Prado complementando a un cuadro de Rubens, en una curiosa relación -a través de la Vía Láctea- que vamos a desgranar en los párrafos que siguen.

La Vía Láctea, nuestra galaxia

Es sabido que la Vía Láctea es el nombre de la galaxia en la que se encuentra situado nuestro sistema solar. Se trata de una galaxia de tipo espiral, con un diámetro de más de 100.000 años luz, integrada por entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Nuestro Sol es una de ellas, no de las más grandes, y situada en uno de los brazos. El nombre de Vía Láctea -literalmente, camino de leche- tiene relación con la apariencia que ofrece de noche, vista desde la Tierra, como una tenue y borrosa banda de luz blanca procedente de las estrellas y del gas interestelar que se hallan en el plano de la galaxia. Este fenómeno visual es fácil de entender a partir de las figuras: cuando desde un punto del Sistema Solar como la Tierra se mira de noche el firmamento en la dirección del plano de la galaxia se percibe la acumulación de estrellas y materia interestelar que la componen, mientras que en dirección perpendicular se percibe el firmamento más oscuro.

El origen de la Vía Láctea, según la mitología grecorromana

Según la leyenda, el dios Zeus (Júpiter para los romanos), “el padre de los dioses”, estaba casado con la diosa Hera (Juno para los romanos). Mantuvo una relación con Alcmena, una reina mortal, de la cual nació un hijo, Heracles (Hércules para los romanos), que era solamente un semidiós a causa de la falta de condición divina de la madre. Zeus pretendió que Hera amamantara a su hijastro Hércules, ya que su leche le hubiera conferido la inmortalidad, pero Hera, despechada, lo apartó bruscamente. Las gotas de leche derramada constituyen en el firmamento la Vía Láctea, el camino que conduce al Olimpo de los dioses. Esta leyenda mitológica fue objeto de diversas obras pictóricas, entre ellas el lienzo de Peter Paul Rubens El origen de la Vía Láctea, de 1636, encargado por el rey Felipe IV, una de las obras maestras de la colección del Museo Nacional del Prado.

La Vía Láctea y el meteorito de Sena en el Museo Nacional del Prado

Entre noviembre de 2013 y abril del 2014 se pudo ver en el Museo Nacional del Prado una curiosa exposición comisariada por el artista Miguel Ángel Blanco, un experimento de fusión consistente en la instalación de alrededor de 150 piezas de historia natural (minerales, animales naturalizados y en etanol, fósiles, esqueletos, e insectos) procedentes en su mayoría del Museo Nacional de Ciencias Naturales, junto a veinticinco obras de la colección del Museo de alguna manera relacionadas con ellas.

En la figura podemos ver uno de los montajes, que incluía una colección de meteoritos a modo de prolongación de las gotas de leche representadas en el lienzo El Nacimiento de la Vía Láctea, de Rubens, que como hemos visto narra el origen divino de esta galaxia. El programa de la exposición incluía interesantes comentarios sobre la fusión del cuadro y los meteoritos:

La aproximación mitológica a los fenómenos astrales visibles e intangibles se une al abordaje científico de una presencia tangible: la de los meteoritos que se precipitan sobre la tierra […] Estos fragmentos de cuerpos astrales parecen haberse desprendido del estrato pictórico para posarse junto a la obra y devolver a la tierra en forma de roca las gotas de aquel relato mítico. La mayoría de meteoritos que se desprenden sobre nuestro planeta provienen de un espacio legendario, el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, dos planetas con nombre de dios potente y amenazante como la fuerza de estos fragmentos al desprenderse de la bóveda celeste. (https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/historias-naturales-un-proyecto-de-miguel-angel/860d26d4-8793-4737-be9f-e744e5c2daf4)

El meteorito de Sena, que proviene efectivamente del cinturón de asteroides, se puede ver en la imagen, el primero a la derecha, como capitaneando la partida de meteoritos.

De esta curiosa manera se asoció, pues, durante unos meses, el meteorito de Sena con Peter Paul Rubens y la Vía Láctea bajo los auspicios del Museo Nacional del Prado.

Carlomagno y los Doce Pares de Francia en los Dances Altoaragoneses


Por Antonio Cavero Barreu.
Publicado en la Revista de Folklore, n. 499, págs. 4-19, septiembre 2023.

Es sabido que los dances altoaragoneses de Sena y de Sariñena, en muchos aspectos similares, forman parte del reducido grupo de dances llamados completos, es decir que conservan los cuatro aspectos que componen el dance aragonés: pastorada, Moros y Cristianos, lucha del Bien y del Mal y la parte bailada de mudanzas y pasacalles. En el caso de estos dos dances y en la parte de Moros y Cristianos se añade otra característica común que no hallamos en ningún otro dance de Aragón: las breves alusiones a Carlomagno y a los Doce Pares de Francia, evocadoras del ciclo carolingio. El objetivo del presente trabajo es, por una parte, analizar el origen de esas alusiones a la luz de otras composiciones similares de teatro popular también relacionadas con el ciclo carolingio, aunque fuera de Aragón, y por otra parte dar cuenta de su evolución hasta las representaciones actuales.

1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Ya en una temprana reseña sobre el dance de Sena, Aurelio Capmany se sorprende de que algunas de las tropas son acaudilladas por “nada menos que Carlomagno, los Doce Pares de Francia, Roldán y Oliveros” (1931: 390). También Ricardo del Arco, en su obra sobre el folclore altoaragonés, escribe: “en los dances de Sariñena y Sena el general moro increpa a Carlomagno, a Roldán y a los Doce Pares. He aquí una reminiscencia de los romances viejos del ciclo carolingio” (1943: 158). En la misma línea, años más tarde, Mercedes Pueyo, en su tesis doctoral pionera sobre el dance en Aragón, comenta que en Sariñena [y también en Sena]

[…] aparece un personaje que está en cierto modo desligado del texto, en la persona del General Cristiano. Este es nada más ni nada menos que Carlomagno. Sus intervenciones en la representación son las propias del General Cristiano, ya que son una misma persona y a él se alude solamente una vez de aquí, que sepamos que se trata de Carlomagno. […]

es cierto es que son restos de la tradición oral, o bien como dice R. del Arco, restos de romances carolingios, aunque no estamos de completo acuerdo, pero podría ser posible en cierto modo. (Pueyo 1973: 53-54)

Siguiendo con las opiniones de especialistas, Antonio Beltrán escribe:

Las referencias a Carlomagno como general de los cristianos y a sus pares y Oliveros en Sariñena nos ponen en contacto, aunque confusamente, con el romancero y la «Chanson de Roland» mejor que con las tradiciones que comentan los intentos del emperador francés de asegurar una marca en Zaragoza. (Beltrán 1989: 22-23)

En Sariñena y Sena sale a relucir, sin conexión estricta con el texto, Carlomagno, nombre que da al general cristiano el turco; en Sena se nombra al “almirante Volante”, que es un noble caballero, y no faltan alusiones a Roldán y a los Pares, cuya relación con el romancero, aunque sea mediata y corrupta, es indiscutible. (Beltrán 1982: 38)

Son estos versos la parte más enigmática del diálogo que plantean la posibilidad de una relación, ya muy olvidada (por lo corrupto del texto), con los romances del ciclo carolingio.  (Beltrán 1982: 92)

También utiliza para estas alusiones carolingias expresiones como “extrañas referencias” o “confusa escena” (1982: 22, 92). Centrándonos en el dance de Sena, Jesús Cancer comparte estas opiniones, y añade que esas referencias “complican aún más la búsqueda de un origen” (1998: 60); por su parte, Benito Cavero relaciona asimismo estas alusiones en Sena con los romances del ciclo carolingio (1983: 41). Y, en Sariñena, Salvador Trallero, en una reciente publicación, analiza también con cierta extensión lo que considera “ecos de los antiguos romances carolingios” (2020: 36).

Todas las citas anteriores -salvo Capmany- proceden de autores aragoneses. Pero, ampliando el ámbito de la búsqueda, una prospección en las numerosas publicaciones que incluyen análisis de la presencia del ciclo carolingio en el romancero y en las fiestas de Moros y Cristianos, tanto en España como en América, permite rastrear la relación entre los dances que nos ocupan y otras representaciones basadas en dicho ciclo fuera de Aragón, y obtener conclusiones sobre el origen de esas alusiones carolingias en Sena y Sariñena. A ello nos vamos a dedicar en los apartados que siguen, para pasar después a analizar su evolución hasta la actualidad.

2. LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA Y EL CANTAR DE FIERABRÁS

Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de los dances de Sena y Sariñena aludidos en el apartado anterior y los romances del ciclo carolingio, aunque no por vía directa, ni estrictamente con el más conocido de esos cantares de gesta, el Cantar (o Canción) de Roldán, sino con otro del mismo ciclo, el Cantar de Fierabrás, de finales del siglo XII, casi un siglo posterior al de Roldán, y de temática muy similar, pero con diferencias significativas. La primera diferencia son los personajes: aparte de Carlomagno y dos de los Pares de Francia, Roldán y Oliveros, cuya relevancia es diferente en los dos cantares, aparecen en el de Fierabrás personajes que no están en el de Roldán. Entre ellos, el Almirante Balán o Balante, emir de Al-Ándalus, cuyo ejército ha robado de Roma las reliquias de la Pasión de Cristo, su hijo Fierabrás, llamado de Alejandría, gigantesco guerrero, su bella hija Floripes, y el gigante Galafre o Galafré. Son también diferentes las localizaciones, y en el Cantar de Fierabrás cabe hasta una relación amorosa entre la bella Floripes y el par de Francia Guy de Borgoña. Y, mientras que en el Cantar de Roldán la batalla principal es la de Roncesvalles, en el de Fierabrás es el combate que mantienen Fierabrás y Oliveros. Como puede verse en el Cuadro I, algunos de los personajes y localizaciones del Cantar de Fierabrás aparecen en los dances de Sena y Sariñena, aunque los nombres se ven alterados por las inevitables corrupciones y deformaciones debidas a la transmisión oral y el paso de los años.

3. LA PROSIFICACIÓN EN CASTELLANO DEL CANTAR DE FIERABRÁS Y SU DIFUSIÓN

El Cantar de Fierabrás, transmitido oralmente durante la Edad Media por juglares y trovadores en lengua francesa y occitana, fue adaptado en prosa y publicado por Jehan Bagnyon en el siglo XV con el título Roman de Fierabras le Géant (Bagnyon 1497). En 1521 aparece la primera edición de la traducción al castellano de Nicolás de Piamonte (o Piemonte), publicada por Jacobo Cromberger en Sevilla con el título Historia del Emperador Carlo Magno y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán. Para este estudio hemos consultado la transcripción de la segunda edición, de 1925, del mismo editor (Piamonte 1525)[1]. La obra, a la que en lo sucesivo nos referiremos más brevemente como Historia de Carlomagno, se convirtió en lo que hoy llamaríamos un “best seller”, y conoció numerosísimas ediciones, varias de ellas ya en el siglo XVI, tanto en España como en América, incluso una en 1641 en Huesca. También fue traducida al portugués en 1728, y aún en el siglo XX se seguía editando en algunos países de América[2]. Su enorme difusión se debió tanto a su carácter de relato caballeresco breve de lectura rápida -con una temática que estaba en boga en España y Portugal, en la que jugaba un papel fundamental el conflicto religioso entre paganos y cristianos- como al formato que mantuvo en la mayoría de sus ediciones, del tipo de libro de bolsillo, de los llamados “pliegos de cordel”[3], fácil de llevar consigo por trovadores, viajeros, soldados o similares. Pero su alcance no se limitó a las clases populares, sino que también llegó a los más letrados, y prueba de ello son las referencias que encontramos en El Quijote tanto a Carlomagno y los Doce Pares de Francia como al puente de Mantible y al conocido “bálsamo de Fierabrás”[4]. También se derivan de esta Historia de Carlomagno el auto sacramental La Puente del mundo, de Lope de Vega, o la comedia de Calderón La Puente de Mantible (Gumpert 1987). Sin embargo, el interés del libro para nuestro análisis no reside tanto en su calidad literaria sino en su dilatada influencia en públicos sencillos, y así fue reconocido -muy a su pesar- por Menéndez Pelayo, quien lo califica de “librejo” de “estilo vulgar y pedestre”:

Por raro capricho de la fortuna, bien desproporcionado a su mérito, obtuvo, sin embargo, extraordinaria popularidad, que ha llegado hasta nuestros días, puesto que todavía se reimprime como libro de cordel y sirve de recreación al vulgo en los rincones más olvidados de la Península […] este librejo, apodado por nuestros rústicos Carlomagno, que, a pesar de su disparatada contextura y estilo vulgar y pedestre, no sólo continúa ejercitando nuestras prensas populares […], no sólo fue puesto en romances de ciego por Juan José López, sino que inspiró a Calderón su comedia La Puente de Mantible. (Menénez Pelayo 1905: cxxxviii))

Es notable también la versión en romance de octosílabos de Juan José López, a la que alude Menéndez Pelayo, incluida en el Romancero de Durán (1851: 229-245).

También hay que decir que desde el siglo XVI la Historia de Carlomagno fue cambiando, incluso en el título, en función de los intereses de los editores. Y es relevante notar que ya en la primera edición Piamonte sitúa como enemigos de Carlomagno -es decir, de la cristiandad- a los turcos, y no a los moros o sarracenos como en el Cantar de Fierabrás original, lo que concuerda con el hecho de que en los dances aragoneses, cuyos textos se suponen generalmente posteriores al siglo XVI, se habla también de turcos y no de moros, fruto de los cambios en el escenario geopolítico tras la desaparición de los moros de la península y la aparición de la nueva amenaza del imperio otomano.

4. LA REPERCUSIÓN DE LA NOVELA DE PIAMONTE EN LAS REPRESENTACIONES DE MOROS Y CRISTIANOS

Las manifestaciones englobadas bajo el nombre de Moros y Cristianos en la península son muy variadas y tienen notables diferencias, por lo que diversos especialistas han ido proponiendo clasificaciones basadas en diferentes criterios. Entre las más tempranas figura la de Soledad Carrasco Urgoiti, quien distingue entre tres áreas geográficas de difusión de la fiesta: la región levantina, la andaluza y la aragonesa, más focos aislados en Galicia y Castilla (1963: 477). La documentada tesis doctoral de Demetrio Brisset (1980), que analiza los estudios anteriores sobre este tipo de fiestas y pasa revista a un repertorio de más de doscientas, tanto en la península como fuera de ella, representa un punto de referencia muy valioso para estudios e investigaciones sobre el tema, como esta que nos ocupa. Sea cual sea el caso, abundan en la parte literaria de todas las fiestas de Moros y Cristianos los pasajes que contienen desafíos, parlamentos o embajadas entre atacantes turcos o sarracenos y defensores cristianos -habitualmente siguiendo un esquema característico de provocación y desquite-, muchas veces en romance, asociados a un desembarco, una entrada, un ataque, la reclamación de tributos, el robo de imágenes o la interrupción de las fiestas patronales. La Historia de Carlomagno, cuyo trasfondo es la lucha entre los cristianos y “los otros”, sean moros o turcos, encajaba muy bien en esa tradición de representaciones de Moros y Cristianos. Por eso, a raíz de su enorme difusión dio pie a multitud de danzas o representaciones dramatizadas, con títulos alusivos a Carlomagno, a los Doce Pares de Francia o incluso a la princesa Floripes, tanto en la península como en América, y hasta en África y Asia, donde conquistadores y misioneros españoles y portugueses habían trasplantado desde el siglo XVI las representaciones de Moros y Cristianos como medio eficaz para llevar a cabo su función evangelizadora y de control político.

Las representaciones de la Historia de Carlomagno fueron mayoritariamente de tipo romanceado, con muy diferentes versificaciones adaptadas por poetas locales, y llegaron a puntos muy dispares de la península, no necesariamente coincidentes con los de tradición de Moros y Cristianos, como eran la zona mediterránea y Aragón. Pero la influencia fue incluso mucho mayor en América, hasta el punto de que la filóloga alemana Gisela Beutler, en un extenso análisis de la penetración de esta obra en dicho continente, llega a calificar el libro de Piamonte como auténtico “libro de texto” de multitud de representaciones al otro lado del océano (1984: 64). En el reciente trabajo recopilatorio La fiesta de Moros y Cristianos en el mundo, José Antonio Alcaraz (2021) pone al día los anteriores recuentos y da cuenta de forma casi exhaustiva del alcance de las representaciones de Moros y Cristianos, llegando a citar 1328 poblaciones, incluidas Sena y Sariñena, en 29 países de América, África y Asia, hasta donde llegó la colonización hispanoportuguesa, aparte de España y Portugal. De estas representaciones, una elevada proporción está constituida por las influenciadas por la obra de Piamonte y que hacen referencia a Carlomagno, a los Doce Pares o a Floripes[5]. Y resulta curioso constatar como en todas partes los poetas locales, que leyeron la novela en prosa, la devolvieron a su origen rimado, como era en el Cantar de Fierabrás. Parafraseando al académico portorriqueño Marcelino Canino Salgado (2010), podríamos decir que devolvieron a la poesía lo que a la poesía perteneció.

Más interés para nuestro análisis presenta el hecho de que, además de generar nuevas representaciones, la Historia de Carlomagno de Piamonte se utilizó para adornar y complementar representaciones ya existentes, y así la materia carolingia contaminó la tradición oral anterior y dio lugar a una curiosa mezcla con referencias y vestigios de Carlomagno y los Doce Pares en algunas composiciones muy anteriores. Es un caso muy habitual en América, pero también vale para algunos dances aragoneses, que en el primer párrafo de este trabajo hemos circunscrito a los de Sena y Sariñena. Relacionado con este punto, en un estudio de 2009 comparando el ritual de las representaciones de asunto carolingio en España y América, y citando el dance de Sariñena, Luis Díaz Viana escribe que “El episodio del desafío de Fierabrás a Carlomagno y la posterior lucha con uno de los Doce pares está presente también en buena parte de los dances aragoneses que han sido recogidos y estudiados por diversos autores” (2009: 1079). También cita aisladamente una frase de Arcadio de Larrea: “Ricardo del Arco me ha dicho en más de una ocasión que cree en una alusión a Carlomagno” (1952: 21). Tal alusión de Ricardo Del Arco está clara, y ya la hemos citado en el apartado 1 como punto de partida, referida a los dances de Sena y Sariñena, pero ni en el mismo Del Arco, ni en Larrea, ni en Beltrán, ni en Brisset, ni en Cancer, ni en ningún otro de los numerosos especialistas que han estudiado el conjunto de los dances aragoneses hemos encontrado otra alusión a la materia carolingia que no sea la de los dances de Sena y Sariñena. Compartimos por ello la opinión de Mercedes Pueyo, quien, en su estudio sobre los dances aragoneses, para el que analizó y comparó más de 70, se pronunció claramente sobre este tema al escribir que “Carlomagno aparece en los Dances de Sariñena y Sena únicamente” (1973: 20), y lo reitera casi cincuenta años después (2022: 18). En la actualidad la nómina de dances en Aragón, vigentes o desaparecidos, asciende a más de 270 (Cancer 2003), y no nos constan alusiones a Carlomagno, Fierabrás[6] o los Doce Pares más que en los de Sena y Sariñena.

A diferencia de lo que sucede en América, y exceptuando el Auto da Floripes, que se sigue representando al norte de Portugal, en la península han ido desapareciendo a lo largo del siglo XX otras representaciones de Moros y Cristianos con materia carolingia de las que se tenía noticia. Tal es el caso, por citar algunos ejemplos, de la Danza de Carlomagno en La Baña, en el Bierzo leonés (Casado 1991), las Relaciones de Castilblanques y Viñuelas, aldeas del municipio valenciano de Cortes de Pallás (Martínez Castilblanques 2018), el Retablo de Moros y Cristianos del barrio del Castillo de Cuenca (Ávila 2016) o la Batalla de Moros y Cristianos de Mouruás, en la comarca orensana de Terra de Trives (González Montañés 2009). De hecho, Demetrio Brisset se refería en una publicación de 1993 al ciclo carolingio como “extendidísimo por todas las Américas, mientras que en España el emperador Carlomagno ya sólo es caudillo en una localidad del Alto Aragón” (1993: 3). Al margen del detalle de que, en realidad, serían dos las localidades, Sena y Sariñena, no tenemos conocimiento de contraejemplos que puedan rebatir la afirmación de Brisset, por muy categórica que nos pueda parecer referida a toda España. Estamos de acuerdo en que las representaciones basadas en la novela de Piamonte están a fecha de hoy muy vigentes en buena parte de América, mientras que en España se han ido perdiendo a lo largo del siglo XX, aunque para algunas existen intentos de recuperación. Lo que sí es meridianamente cierto es que, año tras año, Carlomagno y los Doce Pares de Francia siguen presentes en la representación del dance de Sariñena cada 2 de septiembre y en el de Sena cada 2 de octubre.

5. LA CONEXIÓN DE LA MATERIA CAROLINGIA CON LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: EL PASAJE DEL RETO O DESAFÍO

Vamos a abordar ahora el nudo del análisis que nos ocupa: la influencia de la Historia de Carlomagno de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena, relacionada con una de las escenas más populares del libro, la del llamado reto o desafío. En este pasaje, Fierabrás se planta ante el real de Carlomagno, en el lugar llamado Mormionda, y desafía a los Pares de Francia para combatir con ellos, sean dos, tres, cuatro o todos a la vez, sin encontrar inicialmente respuesta. Es el preludio del combate que tendrá lugar unos capítulos más adelante entre Fierabrás y Oliveros, y la única escena del libro que veremos introducida en los dances de Sena y Sariñena, al margen de alusiones aisladas a personajes o a lugares de la novela.

Para poner de manifiesto la relación entre La Historia de Carlomagno de Piamonte y algunas representaciones de Moros y Cristianos basadas en ella, incluidos los dances de Sena y Sariñena, el Cuadro IVa muestra algunas versificaciones populares basadas en la escena del desafío, de procedencias muy dispares, tanto de España como de América, incluyendo la del dance de Sena (prácticamente idéntica a la del de Sariñena), y a continuación el Cuadro IVb muestra igualmente el fragmento del capítulo XII de la obra de Piamonte que corresponde al pasaje del desafío, en prosa, y que es la fuente de la que derivan las versificaciones del Cuadro IVa.

CUADRO IVa 
—¿A dónde estás, Carlo-Magno? Que hoy un solo caballero Viene a pedirte campaña: Envíame aquí a Oliveros O al valeroso Roldan, Que yo hasta seis los espero, Y les mantendré batalla Hasta que dé fin de ellos. Viendo que nadie salía, Determinado y soberbio Se tendió al pie de un árbol, Y se desarmó al momento, Y tendido como estaba Decía con gritos fieros: —Carlo-Magno, ya has perdido Tu fama y honor a un tiempo, Que hasta agora has ganado, Pues que a solo un caballero Que está pidiendo campaña, No le dais el cumplimiento.   Romances de Carlo-Magno y de los Doce Pares de Francia, Juan José López (Durán 1851: 229-230)  ¡Oh, doce Pares de Francia! ¿Adónde está nuestro esfuerzo? ¿Adónde está ese Roldán? ¿Adónde está ese Oliveros, Ricarte de Normandía[7] y todos sus compañeros? Vengan, aquí los aguardo. ¿No me responden, cobardes? […] Cobardes, aquí os aguardo, Solo me hallo en este puesto. Vengan uno, vengan dos o vengan ciento que os prometo darles a todos muerte con este luciente acero;   Moros y cristianos de Teotihuacán, México (Gamio 1922: 351)“Carlomagno aquí estoy yo hombre cobarde y traidor, tú no tienes corazón ni virtud para tu puesto Vamos a difinir esto (e) Cuanto más pronto mejor. Envíame dos o tres -le decía Fierabrás- o cuatro de los mejores, que desafío tus varones sin envidia ni revés. Batalla yo quiero, pues, ya que estoy en el trayecto a Roldán y a Olivero presos, a Fietrí, a Uger de Danoi. Mira, Carlomagno, estoy un hombre solo en el puesto. Eres cobarde en los tuyos indigno te nombraré no eres caballero, pues, para demostrar orgullo. Hoy los reinos que son tuyos No los mereces, por cierto, Dame batalla muy presto que en este árbol estoy tendido hasta el yelmo aborrecido por estar pensando en esto”.   Décimas por Carlomagno. De la tradición oral en Puerto Rico (Canino 2010: 727-728)
Salga el valiente Roldán con sus brillantes aceros, salga también Oliveros con espada y estandarte, salga Borgoña y Ricarte, y ese viejo de Recner! ¿Qué aguardan, por qué no salen? Ya es tiempo que a Dios aclamen! ¿Qué aguardas tú. viejo Naimes? ¿No es tu valor eficaz? ¿Carlomagno, dónde estás? ¿No eres tú tan valiente?   Historia de Carlomagno de Acatlán, Puebla, México (Beutler 1984: 76)
Carlomagno, ya has perdido todo tu honor y tu fama que antes habías ganado, mas por Mahoma te juro que he de pregonar a voces tu cobardía por el mundo. Carlomagno, Carlomagno, pues que tan nombrado eres, ¿cómo a salir no te atreves a pelear con Fierabrás? […] Salga el ejército todo, si uno no vos atrevéis, enviarme aquí a Roldán, o al valeroso Oliveros, que deseo el conocerlos. En aqueste suelo duro pienso de atar mi caballo. Aquí quiero descansar a ver si vien d’ alguno para conmigo pelear, que aunque vengan mil cristianos conmigo los he de llevar. (Hay una silla y un árbol y se sienta Fierabrás en la silla)   Danza de Carlomagno, La Baña, León (Casado 1991: 316-317)¡Oh Carlos Magno! ¡Oh indigno de toda reverencia! ¿A dónde están tus caballeros que no vienen en presencia? Ese Roldán de Oliveros, los doce pares quisiera, para dar cruda batalla aunque en el campo muriera; ¿aún no venís?¡ya no vendréis! ¡De agrado me mataría! si no fuera por el gusto de Mahoma, aunque desesperado muriera. A la sombra de este árbol sentarme quiero, que vengo muy fatigado, y en puras llamas me enciendo. (Se sienta debajo del árbol colocado en la plaza) […]   ¿Oh mi alfanje! ¡Qué buen pruebo si fuera, en la cabeza de estos hombres soberbios! ¡Oh Carlos Magno! ¡hombre cobarde y sin virtud! si no sales a dar batalla en este día, he de publicar por el mundo tu cobardía.   Dance de Sena (Gudel 1934a: 13)
CUADRO IVb
  […] ¡Oh emperador Carlo Magno, hombre cobarde y sin ninguna virtud, envía a un hombre solo que espera la batalla dos o tres o cuatro de los mejores de tus barones, sea Roldán y Oliveros, Tierry y Oger de Danois, que te juro a mis dioses de no les volver la cara aunque sean seis! Cata que estoy en el campo solo y muy alejado de los míos; y si esto no faces, por todo el mundo publi­caré tu cobardía y de los tuyos, no dignos de ser llamados caballeros. Toviste osadía de acometer la morisma y de ganar reinos y provincias: ten, pues, esfuerzo de dar batalla a un solo caballero. Esto dicho, ató su caballo a un árbol y se quitó el yelmo y se tendió en el suelo, e dende a poco alzó la cabeza mirando a todas partes si venía alguno, y desque no vido ninguno, dando mayores voces comenzó a decir: —¡Oh Carlo, no digno de la corona que tienes! ¿Con un solo caballero moro pierdes la honra que en grande multitud de moros muchas veces has ganado? ¡Oh Roldán y Oliveros y tú Oger de Danois y los que vos llamáis Doce Pares, de quien tantas hazañas he oído, ¿cómo no osáis parescer delante un solo caballero? ¿Habéis por aventura olvidado el pelear, o vos face miedo mi lanza? ¡Venid, venid todos los Doce Pares, pues uno a uno no osáis!   Historia del Emperador Carlomagno […] (Suárez Figaredo 2020: 27)

La semejanza textual de todos los fragmentos en verso mostrados indica una relación evidente entre ellos, tan evidente como el hecho de que todos derivan del fragmento en prosa, anterior en el tiempo. Incluso en los detalles, nótese también, en casi todos los ejemplos en verso, la coincidencia de que quien lanza el desafío -el general turco en Sena y Sariñena- se toma un respiro y se sienta, fatigado, al final o en mitad de su arenga, lo mismo que hace Fierabrás en el original en prosa. Y en el léxico, aun sin valor probatorio es sintomática la coincidencia del adjetivo “digno/indigno”, aplicado a Carlomagno tanto en la novela como en los textos de Sena y Sariñena, o el adjetivo “cruda”, que acompaña a “batalla”, presente igualmente en ambos textos y repetido hasta la saciedad en la obra de Piamonte, ya desde el título ([…] la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás) y más de 20 veces a lo largo de la obra. No parece necesario abundar en más argumentaciones para admitir que las alusiones carolingias de los dances de Sena y Sariñena, al igual que las del resto de los ejemplos del Cuadro IVa, proceden de la Historia del Emperador Carlomagno de Piamonte (Cuadro IVb).

De hecho, se puede encontrar alguna alusión explícita a la relación de la novela con los dances de Sena y Sariñena, aparte de la ya citada de Díaz Viana, en una investigación de la alemana Gisela Beutler, autora de un amplio estudio sobre los Moros y Cristianos de la zona mexicana de Puebla (1984). El estudio se centra en los textos, y más particularmente en los romances. Al explorar la evolución de las representaciones a ambos lados del Atlántico, en su comparación de romances relativos al episodio del reto o desafío, pone de manifiesto la similitud de algunos de los que allí encuentra con el dance de Sena. He aquí la cita:  

Hemos encontrado una forma muy parecida en España. Si comparamos el texto del Dance de Sena (Altoaragón) que publicó Ricardo [del] Arco y Garay en 1943, vemos que el diálogo entre el General Cristiano y el General Turco sigue con gran detalle el desafío entre Fierabrás y Oliveros en la novela de Nicolás de Piamonte. Se mencionan además el “puente de Almantías”, “Aguas Mansas” o el “Almirante” (Beutler 1984: 76-77)

Beutler argumenta una posible explicación -bastante evidente- para esta semejanza: “se trataría más o menos del uso de las mismas fuentes, que pudieran provenir del romancero español o de otros asuntos de alcance común” (1984: 71).  Está claro que “las mismas fuentes” son en este caso la novela de Piamonte, lo que viene a corroborar, desde una publicación alemana y pasando por América, la hipótesis que venimos exponiendo sobre la influencia de dicha novela en los dances de Sena y Sariñena.

6. LA MATERIA CAROLINGIA EN LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: DESDE SU INTRODUCCIÓN HASTA LAS REPRESENTACIONES ACTUALES

Una vez establecido que la materia carolingia introducida en los dances de Sena y Sariñena procede de la Historia de Carlomagno de Nicolás de Piamonte, cabe preguntarse el porqué de esa contaminación. La introducción de nuevos materiales en los dances no es extraña, y ha sido apuntada por diversos especialistas en la materia, en general y en casos de dances concretos. Mercedes Pueyo ya escribe sobre los dances que era inevitable que “gentes de unos y otros pueblos copiasen y adaptasen lo que encontraban de su agrado, mejorando o simplemente añadiendo o ampliando lo que tenían” (1973: 137). De forma similar, Lucía Pérez García-Oliver, en su estudio sobre el dance de Alcalá de la Selva, apunta en general sobre los dances que “los recitados de las soldadescas proceden de adaptaciones realizadas por un erudito local -con frecuencia el sacerdote- a partir de, en muchos casos, la literatura de cordel o de copias manuscritas que sirvieron de fundamento a la transmisión oral” (1984: 45). Introduce aquí dos alusiones que resultan relevantes para el análisis que nos ocupa: una, bastante frecuente, a eruditos locales, a menudo clérigos, que modificaron repetidamente los textos de los dances, y otra, a la literatura de cordel, que es el caso de la novela de Piamonte. También Jesús Cancer, en su obra sobre el dance de Sena hace notar que en los últimos años 50 del pasado siglo algunos textos del dance diferían de los que anotó Mosén Rafael Gudel (1934a, b, c), debido a las variaciones introducidas por el párroco de la época (Cancer 1998: 123). En la actualidad se ha vuelto a los textos de principio del siglo XX. En este caso de Sena hay que reseñar que la contaminación carolingia se produjo solo en el dance del Ángel Custodio, que se representa cada 2 de octubre, mientras que en el dance de la Virgen del Rosario, que se representa cada primer domingo de octubre, no se aprecia contaminación alguna. Y abunda Jesús Cancer en las ideas que venimos exponiendo:

 […] entrevemos de continuo la huella dejada por las alteraciones inevitables de la transmisión verbal y la intervención de personas con muy distinta instrucción a lo largo del tiempo. […] La intervención de los generales de ambos bandos dona a la letra el carácter épico y guerrero propio de la novela caballeresca, donde aparecen repetidas referencias a personajes y lugares míticos. (Cancer 1998: 90-91)

Centrándonos en el pasaje del reto, Demetrio Brisset escribe, refiriéndose en general a las representaciones de Moros y Cristianos en el siglo XVII:

Y para enfatizar lo épico-religioso, se contaba con varios modelos dramáticos de honda raigambre. […] Emotivamente, los más populares parecen haber sido los cantares de gesta carolingios, con su vibrante reto entre el conde Oliveros y el blasfemo gigante Fierabrás… (Brisset 1997: 81)

Sobre otra obra deudora de la novela de Piamonte, las Relaciones de las aldeas de Castilblanques y Viñuelas, escribe Vicente Martínez:

Estas relaciones eran una obra viva, en la que el texto clásico se revisaba con frecuencia por los directores, poetas locales o copistas, los cuales agregaban personajes y acontecimientos históricos sin el menor rigor, y realizaban las correcciones oportunas para adaptarlas al lugar. También introducían parlamentos copiados literalmente de otras obras clásicas, por lo que es muy frecuente encontrar versos que nada tienen que ver con el resto. (Martínez Castilblanques 2018: 417)

Existe, además, otro caso similar bien cercano a Sena y Sariñena: el del dance de Pallaruelo de Monegros, del mismo grupo y muy parecido a ambos, sobre todo al de Sariñena, del que Antonio Beltrán dice que “en los largos parlamentos aparecen menciones a la mitología que explican la intervención de un erudito en la composición” (1982: 96).

De acuerdo con lo que venimos exponiendo, parece plausible suponer como hipótesis que en un momento dado entre los siglos XVII y XIX algún erudito, letrado, o quizás clérigo, introdujo la materia carolingia aportada por la obra de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena o, más probablemente en uno de los dos, desde el cual se transmitió también al otro. A diferencia de otros casos que hemos reseñado en el apartado 4, en los que la Historia de Carlomagno era la base para una nueva representación, en este caso se introdujo amalgamándola con lo que ya había en ambos dances. Sustenta esta tesis el hecho de que, siendo muy similares varios de los dances de Monegros, no se observe contaminación carolingia más que en los de Sena y Sariñena, aun cuando la trama de todos es muy similar. Ello permite suponer que la materia carolingia se incrustó en estos dos dances sobre el sustrato común, que ya existía previamente.

En esta trama previamente existente, tras el diálogo de pastores, uno de estos advierte de la cercanía de un ejército al mando del general turco; tras embajadas y parlamentos con intercambio de pliegos, la cuestión -la reclamación de unos tributos no pagados, o la recriminación por estar celebrando unas fiestas patronales sin el preceptivo permiso del general turco- desemboca en un enfrentamiento armado -danzado en este caso- de las tropas cristianas contra las infieles, batalla que concluye con la intervención del Ángel, la derrota de los infieles y su conversión al cristianismo. Sobre este esquema, como hemos dicho bastante común en varios dances aragoneses, se introdujo de forma explícita y romanceada, con intención muy probablemente ornamental, el desafío de Fierabrás a Carlomagno, justo antes de la reclamación del tributo, sin importar que los personajes citados, Carlomagno, Roldán, Oliveros o los Doce Pares no tuvieran que ver con el tema de fondo. El desafío -reproducido en el Cuadro IVa- es recitado por el general turco, que se sitúa en el papel de Fierabrás, por lo que su bravata, igual que en el original, está dirigida a Carlomagno, emblema de la cristiandad, aunque debería dirigirse al general cristiano del dance.

Con posterioridad al pasaje del desafío, que ocupa el capítulo XII en la novela de Piamonte, entre los capítulos XVIII y XXV se desarrolla -a caballo y a pie- el largo combate entre Fierabrás y Oliveros, durante el cual se suceden los diálogos entre ambos paladines, intentando cada uno convertir a su fe al otro.

CUADRO V
[Oliveros a Fierabrás:]   Y no dilates más, ca nuestra batalla no se escusa salvo con esta condición: que dejando tus ídolos rescibieses baptismo y tuvieses la creencia que nós los cristianos tenemos; y si esto faces, tendrás por buen amigo al emperador Carlo Magno, y a don Roldán por especial compañero, y yo te prometo de nunca dejar tu compañía.    General cristiano.–General turco, si vinieras en acuerdo y tomaras mis consejos, ¡cuánto mejor que te fuera! que dejaras a tus dioses y tus leyes embusteras […] Si creyeras en Dios Padre, Criador del Cielo y Tierra, Y recibieras Bautismo, ¡oh cuanta alegría me dieras! Te querría como hermano, como amigo te sirviera;
Izquierda: fragmento del capítulo XIX de la Historia de Carlomagno (Suárez Figaredo 2020: 38-39). Derecha: fragmentos del Dance de Sena (Arco 1943: 168).

El cuadro V da una fugaz muestra de los argumentos que se intercambian Fierabrás y Oliveros, similares a los que se cruzan los generales turco y cristiano en los dances de Sena y Sariñena. Sin embargo, sería muy aventurado -a falta de pruebas más explícitas- ver en este paralelismo otra constatación de la contaminación de la novela de Piamonte, ya que los diálogos basados en el tema de la conversión de un moro o turco derrotado por un caballero cristiano son comunes, no solo a gran parte de los dances aragoneses, sino también a todo tipo de representaciones de Moros y Cristianos, tanto en la península como fuera de ella. Es más lógico suponer que estos diálogos formaban parte en Sena y Sariñena del sustrato preexistente.

Del resto de la trama de la novela de Piamonte no creemos que hubiera más incrustaciones textuales, aunque sí algunas alusiones a otros pasajes, hoy escasamente reconocibles en el diálogo entre el rabadán y el general turco previo a la batalla, como veremos a continuación. Para ponernos en situación, enumeremos brevemente los pasajes de la novela que tienen algún reflejo en los dances analizados, aparte del del reto. Con posterioridad al combate entre Oliveros y Fierabrás, Oliveros es hecho prisionero por los infieles, junto con otros cuatro de los Pares, y son trasladados a la fortaleza de Balán, en el lugar llamado Aguas Muertas. Para acceder a la fortaleza es preciso pasar por el puente de Mantible, defendido por el temible gigante Galafre, a las órdenes de Balán. La novela nos refiere que, al hacerse cargo de los prisioneros, el carcelero “encarcelolos en una escura torre […] y metiolos por arriba y hízolos abajar por una escalera de manos, y después tiró la escalera arriba y cerró una trampa de fierro con tres candados” (Suárez Figaredo 2020: 47). Y, más adelante, ya muy avanzada la novela, Fierabrás, convertido ya a la fe cristiana y atacando junto a Carlomagno la fortaleza de Aguas Muertas, presenta al emperador -tratando de salvar la vida de su padre, el almirante Balán- el ruego que transcribimos en la versión romanceada de Juan José López:

— Muy poderoso señor,
Solo una merced te ruego:
Que divulgues en tu real
Que cualquiera caballero
Que se encuentre con mi padre
No le dé muerte, que quiero
Ver si puede ser cristiano. —

                 (Durán 1851:240)

Estas alusiones a la novela están reflejadas, de forma sucinta y aislada, en los pasajes de los dances de Sena y Sariñena que muestra el Cuadro VI, lo que sirve para ejemplificar el proceso sufrido por muchos otros dances aragoneses en los que, a falta de registros escritos – como mucho, cuadernos copiados a mano repetidamente- la transmisión oral produjo, al transcurrir los años, corrupciones y degeneraciones en los nombres, sobre todo en los cultismos, y mezclas y pérdida de significado en las citas. 

CUADRO VI
DANCE DE SENADANCE DE SARIÑENA
Rabadán.–                   Gral. Turco.-   Rabadán.–  En el puente de Almantías hay cuatro mil caballeros muy escogidos y armados, muy valientes y soberbios; el Almirante manda esto, que si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tiengo, que está bajo de Aguas Mansas debajo la trampa preso. Dime, repatán pequeño, ¿a quién sirves contento? Al Almirante Volante, que es un noble caballero.Noble Primero.–             Turco.–   Repatán.–  En el puente de Almantías[8] hay doce mil caballeros; son preferidos y armados, son armados muy soberbios, y si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tengo. Oye, repatán pequeño: ¿a quién sirves tan contento? Es al gigante Gallardo, que es un noble caballero, que está encima de Aguas Mansas, cogido en la trampa preso.
Fragmentos del dance de Sena (Arco 1943: 166-167) y de Sariñena (Arco 1943: 210)

Así, la alusión a la prisión de los caballeros se puede entrever en la frase “debajo la trampa preso”, de Sena, que recoge el carácter de pozo -al que hay que bajar- de la prisión del texto original, y su cierre con “una trampa[9] de fierro”. En Sariñena es “cogido en la trampa preso”. En cuanto al ruego de Fierabrás para que se respete la vida de su padre el almirante, confundido con el general, está bastante explícito en los fragmentos mostrados, aunque totalmente desligado y sin relación con el contexto del resto del dance.

Por lo que respecta a las localizaciones, se mezclan en los dances de Sena y Sariñena lugares geográficos o históricos reales, como La Valle los Arnales, Urgellet, Sena, Sigena, Sariñena o Albalatillo con otros ficticios procedentes del Cantar de Fierabrás y evolucionados por la transmisión oral, como el puente de Almantías o Aguas Mansas. En cuanto a los personajes, Carlomagno, Roldán y Oliveros se citan textualmente a pesar de tener poco que ver con la reclamación del tributo, como ya hemos indicado. El almirante Balán, que comanda las tropas sarracenas en la novela, ha acabado siendo en Sena el almirante Volante. Sobre el tema del almirante o almirantes, en los dances que analizamos se intercambian pliegos “de parte del almirante” o se alude a este indistintamente, con la participación del rabadán, como si hubiera un almirante en cada bando, sin que se especifique si es el mismo o no, mientras que, por otra parte, dichos almirantes asumen el papel de los generales turco y cristiano.

Los textos mostrados en el Cuadro VI permiten también constatar, al margen de la evolución ya analizada de las incrustaciones carolingias, las diferencias en pasajes de origen común entre dos dances de poblaciones muy próximas entre sí, como son Sena y Sariñena. Ambos textos se han tomado de Ricardo del Arco (1943), aunque para el correspondiente a Sena este autor se limita a reproducir una transcripción anterior de Gudel (1934a), introduciendo, por cierto, ligeras correcciones ortográficas. Los fragmentos muestran, como se ve, evidentes diferencias de fondo y forma. El rabadán sirve en Sena “al almirante Volante”, pero en Sariñena lo hace “al gigante Gallardo”, aunque en ambos casos se añade “que es un noble caballero”. En el puente de Almantías o Al-Mantible hay en Sena cuatro mil caballeros, que se convierten en doce mil en Sariñena.  Aunque lo que resulta más curioso es constatar que lo que en Sena ha acabado “bajo de Aguas Mansas”, en Sariñena está “encima de Aguas Mansas”. Y en Sena el que está preso es un cierto general, pero en Sariñena es el mismísimo gigante Gallardo – el Galafre de la novela-, que ha pasado de guardián del puente a estar “cogido en la trampa preso”.

Como estamos viendo, la incrustación de la materia carolingia en los dances de Sena y Sariñena, ha devenido actualmente en una curiosa amalgama de lugares reales y ficticios, y de personajes que estaban previamente en los dances con los introducidos por la materia carolingia. Y todo ello, desfigurado por la corrupción y degeneración asociada a la transmisión oral. El resultado es que el conjunto que lo que hoy observamos resulta algo desordenado y la comprensión de algunos pasajes, como los reproducidos en el Cuadro V, se hace dificultosa, por carecer, además, de relación con el resto de la trama del dance.

Para finalizar diremos que esta evolución asociada a la transmisión oral ha sido analizada por la etnolingüista francesa Jeanine Fribourg, quien realizó a lo largo de varios años un trabajo de campo en Sariñena y Sena, y en su obra Fêtes et Littérature Orale en Aragon (1996) compara los primeros textos transcritos de la parte fija de los coloquios de los dances de ambos pueblos con los recogidos por ella en 1976, 1978, 1980 y 1982 y constata las variaciones registradas. El capítulo correspondiente de la traducción al castellano lleva así el elocuente título de “La variabilidad debida a la enunciación” (Herrando 2000: 202-213).

7. CONCLUSIONES

Llegados a este punto, creemos contar con la suficiente fundamentación para establecer dos conclusiones sobre la relación de los dances de Sena y Sariñena con el ciclo carolingio:

  1. Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de estos dances que aluden a Carlomagno y los Doce Pares de Francia y los cantares del ciclo carolingio, aunque no con el Cantar de Rolando, sino con el Cantar de Fierabrás, algo posterior, de finales del siglo XII.
  2. La conexión no es por vía directa, sino a través de la novela del siglo XVI Historia del Emperador Carlo Magno, y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán, de Nicolás de Piamonte, traducción de una prosificación francesa del Cantar de Fierabrás del siglo XV. Algunos fragmentos de esta novela se introdujeron en ambos dances, con propósito ornamental, en una fecha posterior al siglo XVI.

Para terminar, sucede con esta investigación lo mismo que con la mayoría de las que se acometen, a mayor o a menor escala, para resolver una determinada conjetura: la obtención de resultados o conclusiones suele ir aparejada a la aparición de nuevas cuestiones a investigar, a veces incluso de mayor calado que las iniciales.  En este caso tales cuestiones podrían referirse a quién o quiénes introdujeron en los dances de Sena y Sariñena, con pretensión ornamental, los fragmentos de la novela de Nicolás de Piamonte que hemos analizado, en qué momento lo hicieron, y, no menos relevante, por qué razón estas alusiones a la materia carolingia solo aparecen en estos dos dances de Sena y Sariñena, sin haberse propagado a los demás de grupo -ni a ningún otro de los aragoneses-, siendo tan similares entre sí los dances del grupo monegrino. Queda en pie para futuras investigaciones.

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[1] Existen ediciones recientes de la obra en soporte electrónico, con introducción y notas, por ejemplo la de Olea (2019), o la de Suárez Figaredo (2020), que es la que hemos consultado.

[2] Carlos Gumpert (1987: 74) ha localizado más de 120 ediciones, 12 de ellas en el siglo XVI. Por su parte, Marcelino Canino (2010) recogió versiones en Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, México, Panamá, Guatemala y Venezuela, y conocía otras en tagalo, la lengua natural de las Filipinas. Y, según testimonios recogidos por Julio I. González Montañés (2009), todavía a mediados del siglo XX era frecuente la existencia de un ejemplar de la Historia de Carlomagno en las casas campesinas gallegas.

[3] Según Maximiano Trapero (2001: 77) “seguramente, ninguna historia ha sido tan reimpresa y tan difundida a través de pliegos de cordel como la historia de Carlomagno y sus Doce Pares de Francia.”

[4] Según la leyenda que relatan el Cantar de Fierabrás y la novela de Piamonte, las tropas comandadas por el rey sarraceno Balán y su hijo el gigante Fierabrás conquistaron Roma y robaron las reliquias de la pasión, entre ellas dos barriles con los restos del bálsamo con el que fue ungido el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía. Las tropas de Carlomagno iban a su encuentro para recuperar las reliquias, cosa que consiguieron tras muchas vicisitudes, entre otras la victoria en combate de Oliveros sobre Fierabrás y la conversión de este al cristianismo.

[5] En el trabajo de Francesc Massip (2021) puede consultarse una muy pormenorizada descripción de las representaciones de Los doce Pares de Francia, en Tlalnepantla (Morelos, México), y del Auto de Floripes de Santo António (São Tomé y Príncipe).

[6] A título de curiosidad, indicaremos que la palabra “fierabrás” sí que aparece en algunos dances aragoneses. No se trata de una alusión directa al personaje de la materia carolingia, sino al sustantivo al que dio pie, hoy en desuso, pero que recoge el diccionario de la RAE: “m. y f. coloq. Persona grande y fuerte, especialmente la fanfarrona y jactanciosa”. Aparece, por ejemplo, en una pastorada de Besians de 1799 (Pueyo 1973: 212), y en el dance de Ambel (Gracia y Aragón 2006: 94).

[7] Ricarte (o Recarte) y Borgoña de Normandía, Thierry y Oger de Danois son, igual que Roldán y Oliveros, miembros de Los Doce Pares de Francia. Recner es el padre de Roldán, y Naimes es el anciano consejero de Carlomagno.

[8] En trascripciones posteriores se cita como Al-Mantible en lugar de Almantías (Trallero 2020: 122).

[9] Se utiliza aquí la segunda acepción del diccionario de la RAE para la voz “trampa”: Puerta en el suelo, para poner en comunicación cualquier parte de un edificio con otra inferior.

Jara Sánchez Badenas, gaitera de Sena


Soy una chica de 14 años que vive actualmente en Fraga, mi pueblo/ciudad es Fraga. Mi infancia siempre la recuerdo en Sena y para las fiestas en el dance, por eso ahora, que soy más mayor, he decidido empezar a tocar la gaita.

Mis primas empezaron a tocar la gaita cuando yo empezaba a tocar la dulzaina, entonces me gustó mucho la gaita. Cuando empecé gaita estaba muy entusiasmada con empezar porque es un instrumento que, desde muy pequeña, me ha gustado mucho. Ahora que sé más toco en el dance con mis primas. 

Para mí aprender a tocar la gaita me ha sido muy fácil porque me he ido acostumbrando a tocarla, además que, ya desde pequeña, se leer las partituras; eso me lo ha facilitado aún más. La gaita para mi representa un instrumento que da libertad, es decir que, como ya desde pequeña me han enseñado que es un instrumento que tocan los escoceses al aire libre y con minifalda, me representa un instrumento que da libertad. Como ya he dicho antes, ha sido fácil aprender a tocarla pero la adquisición de ella me ha sido un poco tanto complicada porque, cuando aprendía tocarla, me dieron una que era de la cultural que iba fatal. Al final me compré yo una con la que se notó una gran diferencia a mejor.

La gaita es especial para mi porque representa mucha cultura de Sena y para mi es el mejor sonido del mundo mundial.

El dance para mi es cultura y una cosa que hace unión al pueblo. 

Una tradición y un lugar de Los Monegros 

Tradición me encanta la de semana santa en los Monegros sobre todo en Huesca.

Nuria Montull Simón, gaitera de Sena


Nuria Montull con las jóvenes gaiteras Mariam Pellicer y Vera Villafaina.

Soy Nuria Montull Simón, tengo 28 años, soy música y soy de Sena. Comencé mis estudios musicales a los 6 años en Sariñena, y me titulé como pianista en el Conservatorio Superior de Música de Aragón en 2021. Además, he hecho un máster en musicoterapia y desde los 4 años he estado vinculada con el folklore de mi pueblo, formando parte de diversas agrupaciones y actos con la voz, guitarra, laúd, gaita, violín y dulzaina. 

Mi relación con el dance de Sena viene desde que nací, pues mi padre, Miguel Ángel Montull fue mayoral del dance hasta 2013 y anteriormente lo fue muy abuelo Miguel, así que es algo que ha estado presente en mi casa y en mi familia desde antes de que yo naciera y he crecido con mucho amor hacia él.

Mi relación con la gaita ha sido algo parecido, pues es el sonido que he escuchado siempre para hacer bailar nuestro dance, así que es el sonido de identidad cultural más claro que tengo. Aprendí a tocar en el verano de 2013, a través de un curso que hizo Eduardo Plana con la Asociación Cultural Senense de la mano y en octubre de ese mismo año comencé a tocar en el Dance de Sena.

La gaita es uno de los instrumentos que más libertad de expresión me proporciona, quizás por la forma de tocarla (abrazándola), junto a su sonido, y llegar a sentirme cómoda con ella fue uno de los procesos más bonitos que he hecho en mi vida.

Los comienzos, aunque los recuerdo con cariño, no fueron muy de la mano. Tenía una gaita prestada que no acababa de funcionar óptimamente y, después de la ayuda de Eduardo, invertí mucho tiempo en conocerla, preguntar cómo mejorarla e intentar arreglarla yo. En verano me subía al monte todas las tardadas para intentar ajustarla: subir el bordón, reducir el boto, cerrar la caña… «uy, ahora pita», abre la caña, «uy, ahora no suena bien, suena desafinada…» o, «jolín, ahora suena mucho el bordón…» (risas) un sin fin de factores que tardé mucho tiempo en comprender y poner a punto, hasta que por fin en 2019 entré en contacto con Mario Gros y me animó a construirme una en el Taller de Construcción que comenzaba justo entonces en la Escuela Municipal de Música de Zaragoza, de la mano de Nacho Martínez (Gaitería Tremol).

Construirme la gaita fue una experiencia impresionante. Fueron 6 meses de torno y madera que guardo con un cariño súper especial… es como si fuera mi hija (risas). Recuerdo que cuando la monté y la hice sonar por primera vez, todavía sin afinar, me embriagó una emoción enorme, no me lo creía, esa maravilla de instrumento que tanto amaba y que tenía ahí delante, lo había hecho yo.

Después de aquello y con ánimo de seguir formándome, estudié dos cursos de gaita en la Escuela Municipal de Música de Zaragoza, con Nacho García Hermoso como profesor, que me enseñó mucho nuevo repertorio y técnicas que no conocía.

La gaita me conecta de forma directa con lo ancestral. Tiene la fuerza de lo antiguo y la energía de lo actual. Es el sonido más potente a nivel emocional que conozco. Cuando empiezan a sonar los bordones es como la señal de que algo muy especial va a suceder. Es pura magia.

El Dance de Sena es cultura, emoción, identidad, familia, pueblo… algo muy nuestro que nos conecta a todos los senenses profundamente. Ser miembro de él me emociona y enorgullece mucho. Siento mucha suerte de tener un dance tan antiguo y poder contribuir a que siga existiendo a día de hoy.

Una tradición y un lugar de Los Monegros  

Tradición: La entrada del dance en la iglesia para las fiestas. Me encanta y me emociona mucho cómo se va llenando el templo poco a poco del sonido de palos y gaitas y nos reúne a tantos para celebrar los días grandes de nuestra fiesta mayor.

Lugar: El tozal de la mora, entre Villanueva y Sena, justo al otro lado del río, donde nuestra gran y querida Josephine Monter hizo la escultura de «La mora» y desde donde se puede apreciar la fuerza con la que brotan los atardeceres y amaneceres monegrinos.

Marian Pellicer Soler, gaitera de Sena


Marian Pellicer Soler y Vera Villafaina Soler.

Soy Marian Pellicer Soler, tengo 13 años y vivo en Sena. Desde siempre he ido a ver los ensayos y actuaciones del dance, además en mi casa mi abuelo y mi madre nos han cantado siempre sus mudanzas y mi hermano, como danzante, me enseñaba alguna de ellas. Hoy en día orgullosamente sigo viviendo en Sena y participo en las actuaciones y ensayos del dance.

Mi relación con el dance es estrecha y satisfactoria. Entre todos los danzantes y gaiter@s hay muy buena relación y disfrutamos mucho todos juntos.

El inicio de mi interés por la gaita surgió porque mi profesor de dulzaina la tocaba y a raíz de eso nos animó a empezar a tocar.

La gaita para mi es un instrumento muy importante ya que la he tenido presente desde siempre y me ha acompañado en mis vivencias.

Mi gaita fue construida en la gaitería Tremol por Nacho Martínez, al principio no tenía todas sus piezas ya que no poseía la suficiente capacidad pulmonar para llevar la bordoneta y el bordón, ahora llevo estas dos piezas que me faltaban y dentro de poco me pondrán el boto grande. El vestido que lleva mi gaita está hecho por mi abuela Mari Carmen.

Mis inicios con ella empezaron en 2021 y más adelante tuve mi primera actuación que fue en las coplillas de Sena.

Su sonido es muy bonito y nostálgico. Y cuando la toco o la escucho me entra una sensación de tranquilidad y desconecto con el resto de las cosas 

Para mí es una seña de identidad de Sena en los Monegros. Los días de las representaciones nos reunimos todas las personas que mantenemos esta tradición ancestral. 

Una tradición y un lugar de Los Monegros 

Me cuesta elegir una de tantas tradiciones que tenemos: Coplillas, Santa Quiteria, La fiesta mayor en honor al Ángel Custodio y a la Virgen del Rosario, nuestro querido dance. Si tuviera que elegir un lugar sería mi pueblo, cada calle, cada ermita, el río…

Me encuentro a gusto en cada rincón de mi querida Sena.

Vera Villafaina Soler, gaitera de Sena


Mi nombre es Vera, nací el 25 de febrero de 2010 en Sena, donde vivo con mis padres y con mi hermano que nació dos años después que yo.  Sena es el pueblo de mi familia materna, es un pueblo muy rico en muchas cosas, entre ellas las múltiples asociaciones y en lo que se refiere al tema cultural también.

Mi infancia está marcada por la convivencia en familia, con mis padres y hermano, con mis abuelos, tías, tíos y en especial con mis primas y primo, a mis primos los siento como si fueran hermanos, hemos compartido todo desde que nacimos.

Mis abuelos son muy importantes para mí porque han sido son y serán un pilar fundamental en mi vida.

Con mis primos he compartido y sigo compartiendo todo, la etapa escolar desde sus inicios, en la guardería, la escuela primaria en el colegio Alberto Galindo… Con ellos comencé a participar en múltiples actividades de las asociaciones del pueblo, en la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, en el Belén Viviente de Sena desde su primera edición, escuela de Dulzainas y Gaitas, la subida la Mora en la primera luna Llena del verano…

Mis recuerdos están muy ligados a Sena, a mi familia, amigos y a sus numerosas actividades, a las vivencias y a la convivencia en el pueblo.

Actualmente sigo viviendo en Sena y sigo en la misma línea de participación en todo lo que puedo, principalmente en lo que tiene que ver con el grupo de Dulzainas y Gaitas de Sena.

Mis inicios en el Dance de Sena parten de mi relación con la música tradicional, comencé a tocar la dulzaina con 7 años, de la mano de mi profesora Nuria Montull, después de muchos ensayos y actuaciones con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos tocando la dulzaina me animé a tocar la gaita y pronto comenzamos con las clases, era en noviembre del año 2021, tenía 11 años.  Ensayamos mucho tanto en las clases como en casa y por primera vez junto a mi prima Marian y mi hermano Alejo tocamos las Coplillas del 15 de agosto de 2022.  Ese mismo año debutamos con el grupo de Dance de Sena en la fiesta de Octubre y hasta el día de hoy hemos participado en todas sus actuaciones en el pueblo y en las salidas que se han organizado desde el Grupo de Dance de Sena, hemos ido a la Gala de Aspanoa en Huesca, Ofrenda de flores de las Fiestas del Pilar, día de San Jorge en Zaragoza, Encuentro de Dances de Monegros,…

La gaita para mí es un instrumento que representa Sena, un instrumento que me lleva a mis recuerdos de la infancia, a mis raíces.  Es un instrumento al que hay que dedicarle mucho tiempo y como todo, cuanto más lo practicas más fácil te resulta su manejo.  Mi gaita fue construida en la Gaitería Tremol por Nacho Martínez, fue construida en dos fases, al principio tenía el boto pequeño, el cepo del clarín y la bordoneta y el soplador. Con estas partes tenía suficiente para aprender y poder manejarla porque mi capacidad pulmonar no estaba preparada para utilizar el resto de piezas.  Pasado un año ya estaba preparada para poder utilizar la gaita completa, con las piezas que le faltaban, el bordón y la bordoneta así como el boto grande.  La gaita va con un vestido, el que llevo ahora es uno hecho a mano por mi abuela M.ª Carmen.

La gaita emite un sonido que me resulta muy especial, es escucharla y desconectarme de mi alrededor y conectarme con una sensación llena de fuerza, paz, calma, siento como estar en casa cuando la toco, cuando la escucho.

El dance es símbolo de Sena, es una parte muy importante en la cultura de mi pueblo, para mi Sena y el Dance significa raíces, es lo que me conecta y me hace sentir en casa.  Me imagino estar lejos de aquí y escuchar la música del Dance, escuchar la gaita y sentirme estando en casa.

Una tradición y un lugar de Los Monegros 

Elegir una tradición me resulta complicado, las Coplilas, el Dance, las Carrozas de la fiesta de Santa Quiteria, el Belén Viviente, la Luna llena en la Mora… En este momento elijo las Carrozas de Santa Quiteria que están a la vuelta de la esquina.

Un lugar:  mi calle, la Avenida Santa Quiteria, es salir a la calle y sentir libertad y conexión con los recuerdos de mi infancia y con ganas de seguir explorando el futuro.

El Tarirán, revista de Sena


El Tarirán, la revista de la Asociación Cultural Senense. Una gran trayectoria fruto de la ingente labor que, la asociación senense, lleva realizando desde hace cincuenta años. Gracias a su director, Jesús Cancer Campo, repasamos parte de su historia, de sus más de cien números atesorando la vida de la localidad monegrina de Sena. Un reconocimiento a su trabajo, a su esfuerzo y dedicación, al amor por su pueblo y en pro de la cultura desde el medio rural, con pocos medios y apoyos.

Por Jesús Cancer Campo.

El año 2023 ha sido pródigo en efemérides para la cultura y la historia de Sena. Y es que, en el aspecto histórico o científico, el pasado 17 de noviembre se cumplieron 250 años de la caída del primer meteorito documentado en España. Fue en la huerta de Sena y tal acontecimiento ha sido ampliamente aireado por los medios de comunicación, llevando nuestro meteorito desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid hasta el palacio de Villahermosa de Huesca, donde se ha convertido en la “estrella” de la exposición organizada por la Agrupación Astronómica de Huesca sobre meteoritos. También es grato recordar que nuestra Coral “Voces Amigas” ha cumplido sus 25 años de brillante actividad cantora. Y, finalmente, que la Asociación Cultural Senense, una de las más antiguas de la provincia de Huesca, con actividad artístico-cultural ininterrumpida desde su fundación, ha celebrado este mismo año su ¡50 Aniversario!

Seis años después de su fundación en 1973, Benito Cavero Cambra, primer presidente de la Asociación Artístico-Cultural Senense –como se denominaba en 1979–, puso en marcha el llamado Servicio de Publicaciones de dicha asociación, con la aparición trimestral de un boletín cultural, que pronto pasó a ser también informativo. Eran aquellas nostálgicas y viejas hojas grapadas, impresas a multicopista, que llegaban al domicilio de todos los asociados y cuyo contenido, como decimos, era de carácter cultural con referencias a Sena y con informaciones, además, de tipo social y de interés para todos.

Durante cinco años –hasta el inesperado fallecimiento de Benito Cavero en 1984– el Servicio de Publicaciones de la Asociación, quedó malherido. Pero ese mismo año se rehízo con la edición de un número especial dedicado al ínclito Cavero. Así, de la mano de Pilar Monter Ardanuy y Luis Ardanuy Uriol al frente de un equipo de entusiastas, se continuó con la edición trimestral de la revista con ese nombre hasta 1989, cuando pasó a denominarse El Boletín. Durante estos años la revista fue ampliando su contenido paulatinamente con la aparición de ilustres colaboraciones, que fueron otorgando interés y prestancia a esta publicación local.

La desaparición de algunos importantes colaboradores, amén algunos problemas internos –de los que nadie está exento– trajeron un periodo de crisis entre 1990 y 1994 en los solo aparecieron tres entregas de El Boletín, en formato de impresión ófset, abandonando el obsoleto método de la mítica multicopista.

Dicho trance se resolvió, en lo que a la continuidad de la revista se refiere, con la aparición de un nuevo equipo comandado por Jesús Cancer Campo, quien tomó la responsabilidad y el compromiso de recuperar la publicación de El Boletín con carácter semestral, y así fue desde 1995 hasta hoy, con la inclusión de números extraordinarios en algunos años.

Con la aparición del nuevo siglo XXI, llegó una reforma de los Estatutos de la Asociación, que pasó a llamarse a partir de ahí: Asociación Cultural Senense (suprimía, así, el termino: Artístico). Y de la misma manera la revista pasó a tomar el nombre de El Tarirán, desde el mismo año 2001.

El Tarirán es una breve pieza musical de nuestro antiguo Dance, que se toca con gaita de boto al final de cada mudanza bailada por los danzantes y es, a su vez, como un toque de atención para estar preparados para la siguiente mudanza. Nos pareció un nombre muy senense, adecuado para nuestra publicación y ahí está, sin más.

En la progresión de la revista se fueron imprimiendo las cubiertas en color, y en la actualidad, desde el año 2020 –aquel año maldito de la pandemia del covid–, en un intento de neutralizar tanta tristeza, decidimos hacer la revista a todo color y ahí seguimos.

Fue para nosotros un verdadero hito alcanzar el número 100 y ya estamos preparando el 105. El número de páginas es aleatorio, dependiendo de las colaboraciones recibidas; el número 104, por ejemplo, ha alcanzado las 72 páginas. La tirada actual es de 360 ejemplares, que llega hasta los 340 socios, más algunos de cortesía.

La revista muestra un buen número de fotografías que ilustran en gran manera la publicación, algo que gusta mucho a los lectores, donde muchos de ellos se ven retratados (en el buen sentido). Contamos con una nómina variable de colaboradores que, creemos, dan a la revista un atractivo y elevado nivel, sin querernos desviar de nuestra modestia. Además de los eventos socioculturales protagonizados por los numerosos grupos de Sena y los que recibimos de fuera, contamos con colaboraciones de tipo cultural, histórico, científico, social… que entendemos del interés general y que, muy a menudo y por pura lógica, tienen que ver con el discurrir y la actualidad de nuestra antigua villa.

Los dos últimos números reflejan algunos cambios en la maquetación y características de la revista, debido al obligado cambio de empresa impresora; así como el cambio de nuestro logotipo (ahora, cabeza de ciervo hallada sobre cerámica en el yacimiento de Las Valletas de Sena, expuesta en el Museo Provincial de Huesca, vestigio más antiguo de nuestra milenaria cultura local (edad bronce-hierro).

Muchos de los socios, sobre todo los que viven fuera de Sena, la esperan “como agua de mayo”, para ilustrarse, entretenerse y estar al día de lo que ocurre en su pueblo.

Con esta aportación, los de Sena venimos a sumarnos a la nómina de publicaciones que en la actualidad afloran en el panorama comarcal de Los Monegros, junto a las revistas hermanas: Montesnegros, El Pimendón, Despertad y Quio.

Lamento, de todos modos, que la enorme riqueza que atesoran estas publicaciones no se vea reconocida, en absoluto, por la institución comarcal quien, en atención a sus presupuestos y al parecer, tiene otros aspectos a los que atender, y no tanto, o miaja, a los de la Cultura.

Gaiteros y gaiteras de Los Monegros


La gaita de boto aragonesa es un instrumento arraigado a la cultura de Los Monegros, instrumento que ha ido forjando, a lo largo de los tiempos, grandes gaiteros. Tal y como apuntan Luis Miguel Bajén y Mario Gros, es en Los Monegros donde mejor se ha mantenido el uso de la gaita de boto aragonesa, asociada al ritual del dance y a diversos géneros de canto (LCD La gaita en Los Monegros. Editorial Prames. 1999). Aun así, la gaita de boto aragonesa estuvo a punto de desaparecer tras dejar de sonar la gaita del gaitero sariñenense Juan Mir en 1975 y la de Juan Cazcarra de Bestué. Gracias al esfuerzo, de Martín Blecua y Pedro Mir, la gaita de boto aragonesa se recuperó “La famosa” volviendo a sonar en Sariñena en 1980 y desde entonces no ha parado de rugir con su característico timbre.

Sixto Lana, «El Rey». Foto-archivo: Ricardo Compairé (FDPH).

La gaita es un instrumento remoto con vestigios en la antigüedad, hay grabados egipcios tocando un instrumento muy parecido a la gaita, la conocieron los griegos y para los romanos era el instrumento de su infantería. Mario Gros matiza sobre el uso de la gaita en la antigüedad, pues no hay unanimidad entre los musicólogos “Los instrumentos que se tocaban en Egipto estaban desprovistos de odre y se tocaban con la técnica de la respiración circular. Los de Grecia (askaulos) y Roma (tibia utricularis) no está claro que sean gaitas«. En Europa, sobre los siglos IX y X vuelve a estar presente popularizándose en la baja edad media hasta comenzar su decadencia a partir del siglo XVIII. Aún así, la gaita ha sobrevivido en lugares concretos y a la vez dispersos, adquiriendo su propia entidad en Aragón. Antonio Beltrán Martínez, en el Dance Aragonés (1982), la denominó «Gaita de fuelle», matizando que «Tampoco es igual la gaita de fuelle aragonesa a la zamorana, la gallega o la asturiana». Actualmente, la gaita aragonesa se constituye en sí misma como “Gaita de boto aragonesa”.

Debe su nombre al boto, el boto u odre, de piel de cabrito, que almacena el aire, llegando a ocupar hasta 25 litros de aire, que se llena a través de un soplador. El aire es expulsado a través del clarín, con ocho orificios para articular la melodía y dos de resonancia. Igualmente, el aire sale por el bordón y la bordoneta, produciendo un bajo continuo cada uno. Se complementa con un vestido, normalmente estampado, y los tubos suelen estar forrados con piel de culebra. “Según Alfonso García-Oliva Mascarós, en su catálogo de las cornamusas del Museo de la Gaita de Gijón, la gaita de boto aragonesa pertenece a las Cornamusas Europeas Occidentales (grupo D) y más en particular a la Familia Franco-Occitana.” (http://www.bandadegaitasdeboto.org/)

La gaita de boto aragonesa y la figura del gaitero ha sido todo un referente en la cultura y la tradición monegrina. Antonio Beltrán Martínez recoge que «Los dulzaineros y gaiteros recorrían diversos pueblos para intervenir no sólo en los dances, sino también en los bailes públicos y alegrar las fiestas». Constantino Escuer, entre los libros de contabilidad de Perdiguera, encuentra la presencia de la gaita y gaiteros en lo que quizá se pueda presuponer una aproximación al dance en Perdiguera en 1613 “Item pagué a un gaitero que vino el día de Nuestra Señora de Agosto para bailar las joyas, cuarenta sueldos.”; considerándose la cita más antigua en Los Monegros. Constantino Escuer matiza “Desde 1584 ya se nombra el gasto en juglares y músicos que vienen a tañer, pero no se especifica qué instrumentos tocan. Es en 1667 cuando el asiento contable dice lo siguiente: -Más pagué al gaytero que tocó la gayta el día de la fiesta de nuestra patrona Santa Beatriz, del gasto y paga, treinta y ocho sueldos-. O sea, que se le pagaba el salario y los gastos de manutención y alojamiento si era menester. Treinta y ocho sueldos equivaldrían al sueldo de un trabajador no cualificado de unos ocho días.”

En el monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes (Siglo XVIII) aparece representada la figura de un ángel tocando la gaita. La gaita de Francisco Becana Oto, gaitero de Robres fallecido en 1837, está datada su construcción a finales del siglo XVII, tanto por la prueba de carbono catorce como la datación del uso del clarín, unos 120 años, en torno a 1680, estudio realizado por Pablo Carpintero; su madera es de boj. Luis Mur, en 1926, publicó un reportaje sobre el dance de Robres a la Virgen de Magallón, “Terminando después con una danza muy vistosa, en la que todos toman parte, chocando sus espadas y haciendo curiosos juegos y combinaciones muy vistosas al compas del sonsonete de una gaita”. Casildo Becana Val, gaitero de Robres, vivió a finales del siglo XIX, decía “No le dejéis la gaita al gaitero de Pallaruelo, que no la devolverá” (La gaita de boto aragonesa). Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero recogen como en Pallaruelo de Monegros “Hubo un gaitero que, a caballo entre los siglos XIX y XX, acompañó el romance, los dances y tocaba en el interior de la iglesia para acompañar las misas de primera». En Alcubierre se conoce la casa del gaitero y cuentan que hace años hubo dance en la localidad monegrina. Macario Andreu Torralba, gaitero de Lanaja, aunque cuenta que no existe constancia de gaitero en Lanaja, en la sierra existe una aldea (caseta de monte) que lleva por nombre la aldea del gaitero «Por la zona de la manadilla balsa de Lorda pero hacia el norte, junto a la del confitero».

Aldea el Gaitero. Sierra de Lanaja. Fotografía Macario Andreu Torralba.

En Monegrillo, los últimos recuerdos de su dance era que danzaban gracias al gaitero de La Almolda (Ángel Calvo Cortes. Monegrillo en sus raíces). Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero apuntan como en Monegrillo “Recuerdan vagamente que un gaitero de Sena tocaba el dance antes que El Brujo de La Almolda”. Igualmente señalan el caso de Peñalba, donde el dance a principios de este siglo lo acompañaba un gaitero de la localidad, “Del que apenas queda recuerdo”. El caso de Leciñena presenta dudas, Gaiteros de Leciñena cuentan que “En febrero de 1993 nos proporcionaron datos de la existencia de una gaita de boto en Leciñena y de la existencia de un gaitero. La mala fortuna hizo que ese gaitero, José Marcén Vázquez, falleciera en agosto de 1993 sin haberlo podido entrevistar. La gaita pasó a manos de un sobrino que vive en Badalona y tras más de un año de pesquisas difíciles, parece ser que fue vendida a un anticuario de Barcelona junto con otro clarín o dulzaina.” como bien dicen Pedro Mir y Martín Blecua en su libro La Gaita de Boto Aragonesa, -estos datos a falta de comprobación deben ser tomados con mucha reserva-. No parece que por fotos, bibliografía y tradición oral se pueda aseverar esta afirmación de que hubo una gaita en Leciñena, antes de recuperar el dance en 1983.”

El palotiau de Peñalba, que se representaba el 3 de mayo, por la Santa Cruz, y el primer domingo de octubre, por la Virgen del Rosario, siempre se acompañaban «Por el sonido de la gaita de boto, a veces con gaitero local, a veces con la presencia de Cristóbal Falceto, «El Brujo», de La Almolda.» (Mi abuelo Francisco y el palotiau de Peñalba. Carreras, Miguel Ángel. Desde Monegros).

Podemos decir que actualmente el dance monegrino goza de gran salud en Bujaraloz, Castejón de Monegros, La Almolda, Lanaja, Leciñena, Pallaruelo de Monegros, Robres, Sariñena, Sena, Tardienta y Valfarta. También hay documentación que acredita el dance en Albalatillo.

Como parte esencial del dance, destaca la figura del gaitero, el gran instrumental que ha permanecido en los dances monegrinos, forjados por una gran estirpe de gaiteros que merecen el mayor de los reconocimientos. Actualmente proliferan grandes gaiteras, manteniendo viva la tradición, augurando un gran futuro. Aquí van algunos de ellos y ellas.

Reconocimiento a las gaiteras monegrinas, por medio de una serie limitada de azucarillos, en la XXII edición de la Feria Nacional del Coleccionismo General y Popular Replega de monzón.

Gracias a Chusé Rozas, Constantino Escuer, Pedro Oliván, Pili Monter, Nuria Montull, Eduardo Plana y Mario Gros.

Gaiteros/as de Bujaraloz

En Bujaraloz, el dance, a principios del siglo XX dejó de realizarse, aunque se mantuvo el baile de la gaita, especie de vals o jota. Acudía el Brujo de La Almolda hasta que, en una ocasión, la gaita se la guardaron en un granero donde al día siguiente apareció llena de piojuelo. El Brujo se enfadó tanto que ya nunca más quiso volver a tocar en Bujaraloz. Durante la guerra no se hizo nada de dance hasta su recuperación, para la que contaron con la ayuda de los hermanos Carlos y Eduardo Plana Galindo de Sena. (Rozas Auría, Chuse).

  • Dolz, Mila. En el 2011 inicia sus estudios en la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza, en el grado de Gaita de Boto. Es integrante de las formaciones Os Diaples d’a Uerba, Danze de San Chusé o la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza. En el 2013 se incorporó al dance de Bujaraloz como gaitera.
  • Rozas Auría, Chusé. Gaitero de Bujaraloz, comenzó gracias a los hermanos Plana en un curso donde se fabricaron sus propias gaitas y aprendieron a tocar. Junto a Chusé, han tocado Ambrosio Barrachina Royo y Javier Martínez Samper.
  • Serrate, Aniceto. “El Tintorero”. Natural de Castejón de Monegros, fue gaitero del dance de Bujaraloz hasta 1908 – 1910 aproximadamente. En ese momento se dejó de hacer el dance de Bujaraloz hasta su recuperación.

El día 27 de agosto de 1892, a las doce en punto del día, las célebres campanas de San Agustín y Nuestro Señor nos anunciaron con sus potentes y agradables sonidos el comienzo de las fiestas. En la puerta de la Iglesia Mayor, ante la presencia de la imagen de nuestro Patrón San Agustín, los danzantes, acompañados por el célebre gaitero, Aniceto Serrate, nos deleitaron con sus danzas, ter- minando el acto con los delirantes y tradicionales «¡VIVAS!» a San Agustín.”

Fiestas y danzantes en Bujaraloz a finales del siglo XIX. Chusé Rozas Auría.

Volteaban el día 27 las campanas
Inundando el aire de sonidos
Volteábanlas unos mozos fornidos
Anunciando al santo de tierras africanas
Salían el prior y el tintorero
Anunciando también a su patrón
Gemía gravemente de la gaita el zurrón
Uniase a la gaita el clamor callejero
Silbaban los cohetes voladores
Tañían las campanas a porgía
Invitando a la fiesta a todos los moradores
Notificando al pueblo el deseado día.

V.B.  
Hoja parroquial Bujaraloz. Años 60.

Gaiteros de Castejón de Monegros

  • Blas. Es el gaitero más antiguo que se conoce de Castejón de Monegros, abuelo de Virgilio Villanúa (La gaita de boto aragonesa). “Blas fue gaitero de Castejón de Monegros, durante los años que fue Mayoral acogía en su casa al gaitero de Sariñena Vicente Capitán, era lógico su gran conocimiento en el repertorio de mudanzas tanto del pueblo como de otros lugares” (Martín Blecua, A Virgilio Villanúa).
  • Pueyo Serrate, Senén. Natural de Castejón de Monegros, nació en 1890 y falleció en 1954 a los 64 años de edad. Conocido como el tío Senén, aprendió a tocar la gaita con Los brujos de La Almolda y fue el último de los gaiteros de Castejón. “Tocó durante cuarenta años, conocía muy bien el oficio de gaitero, construía pitas y cañas, llegando incluso a fabricarlas para el gaitero de Sariñena, Vicente Capitán” (La gaita de boto aragonesa).

“Era vecino de Tomás Serrate y aprendió a tocar con la mediana cuando trabajaba de pastor con Los Brujos de La Almolda. Era muy mañoso: él mismo se hizo todas las piezas de su gaita y curtió la piel para el boto; solía preparar las pitas con que tocaban él y Vicente Capitán, gaitero de Sariñena. Tocó durante cerca de cuarenta años en Bujaraloz, Castejón, La Almolda y Sena.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero)

  • Serrate Mallén, Tomás. De sobrenombre Cachencho, natural de Castejón de Monegros, nació en 1880 y falleció en 1971. “Heredó de su padre Gaudencio el oficio de pastor y sus conocimientos como gaitero. Ya de pequeño le llamaban «Cachencher, el gaiterer,» porque iba siempre con la gaita a todas partes. Por lo que se recuerda tocaba únicamente en Castejón.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Tomás trató de transmitir sus conocimientos a Simeón, “Pero por falta de paciencia arrojó la gaita al fuego en un arrebato” (La gaita de boto aragonesa).

  • Serrate Mayoral, Simeón.  Natural de Castejón de Monegros (Castejón de Monegros,1913 – Zaragoza ,2011). “Fue un magnífico cantante a son de gaita, el último representante de este estilo de canto, así como un infatigable constructor de pitas y cañas para los gaiteros más jóvenes.” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En el 2008 se editó “Romances de ronda en Castejón de Monegros” una recopilación de romances del último de los cantadores a son de gaita monegrino.

Gaiteros de La Almolda

  • Falceto Aznar, Cristóbal.  De La Almolda proviene una de las más recordadas sagas de gaiteros, la de Los Brujos, El Brujón o el Tío Brujo de La Almolda. El tío Brujo, nació en 1869 y falleció en 1953 con 84 años, fue pastor y gaitero como su padre, El Brujé, su abuelo y su hermano Mariano (+1953 con 73 años). Aprendió a tocar la gaita de mano de su padre. En la comarca se ha conservad el dicho «ir de pueblo en pueblo como el gaitero de La Almolda» en recuerdo de las muchas localidades a las que acudía esta famosa familia de gaiteros. En la actualidad mantiene la tradición un bisnieto suyo, Jesús Falceto, conocido como El Gaiteré, que toca a dúo con el joven almoldano Luis Badía (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

    María José Camparola, escribió sobre Cristóbal: «El tío Cristóbal tenía muy mal genio y algún que otro rito misterioso para espantar las pedregadas. Eso sí, su gaita sonaba y sonaba, y donde estaba él estaba la gaita, sea con el ganado, sea en el pueblo… y siempre tocando, aunque no fueran fiestas» (Homenaje en Zaragoza a Jesús Falceto Lacort. Gaitero de La Almolda. Revista Montesnegros N.º 51).

“Su hermano Mariano y su hijo también fueron gaiteros. Le sucedió años más tarde Mariano Labat Pinós “El Mocé”, quien fue pionero en la recuperación de la gaita de boto aragonesa y que también tocó en el dance de Valfarta, y Jesús Falceto Lacort, biznieto de Cristóbal Falceto.”

La gaita de boto aragonesa.

«Cristóbal Falceto Aznar -el Brujo- (1869-1953), inolvidable y afamado gaitero, y don Mariano Labat Pinós -Mozé-(1936-2009) gaitero y persona clave en la historia de mantener e impulsar el dance.«

Identidad y dance: Memoria colectiva.
Máximo Gálvez Samper. Revista Montesnegros
.

“Cristobal Falceto Aznar, pastor de profesión, perteneció a una de las estirpes más conocidas y recordadas de gaiteros, Los Brujos. Quizá fue más que merecido su apodo, “El Tío Brujo”, ya que la magia de Cristobal Falceto, el Gaitero de La Almolda, ha conseguido llegar hasta nuestros días”.

Arafolk (http://www.arafolk.net/tiobrujo.php)

  • Falceto Lacort, Jesús María. Gaitero bisnieto de Cristóbal Falceto Aznar. Comenzó como volante a principios de los años 70 y luego pasó a danzante. Llega como gaitero gracias a una anécdota que da cuenta María José Camparola «Allá por 1974, aquellos años en la que la primavera se quería abrir paso a toda costa ante el invierno, Labordeta actuó en La Almolda y una manera de agasajarlo fue invitarlo a ver la medianas de la gaita del gaitero. ‘Sí, sí… esto era de un gaitero de aquí, el Brujo le llamaban’. Esas medianas las tenía la tía Carmen, tía de Jesús, y no estaba claro dónde iban a acabar y quiso el destino que en ese momento estuviera presente el padre de Jesús: ‘Estas medianas p´al chico, que aprenderá a tocar la gaita…’, asintió su tío Mariano y así fue, volante, un año de danzante y gaitero. Las medianas del bisabuelo, Cristóbal Falceto, el Brujo, acabaron en las manos del bisnieto, pero el mote no» (Homenaje en Zaragoza a Jesús Falceto Lacort. Gaitero de La Almolda. Revista Montesnegros N.º 51).

    Aprendió de Mariano Labat Pinós, con quien llegó a tocar, además de las enseñanzas del danzante mayor Ezequiel Zaballos. Jesús comenzó con gaita gallega hasta su primera gaita de boto aragonesa construida por Mario Gros Herrero a mediados de los 80. Tras enfermar Mariano Labat, Jesús tocó solo a parir de 1991 hasta la incorporación, algunos años más tarde, de Luis Badía Jaria y Jesús María Jaria.

    “A Jesús Falceto, gaitero, nieto y bisnieto de gaiteros. Gaitero de herencia. Gaitero de Dance, y más de los Monegros. Gaitero de su pueblo, La Almolda. Gaitero denominación de origen… y gaitero… por casualidad». Eugenio Gracia.
  • Labat Pinós, Mariano. El Mocé, comenzó a tocar el dance en 1969 con clarinete y, desde el año siguiente, con gaita gallega hasta que lo dejó en 1991. “Es un instrumentista con una relevancia especial, pues contribuyó al mantenimiento de los dances de La Almolda, Castejón y Valfarta y participó en la primera recuperación del dance de Monegrillo” (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Gaiteros/as de Lanaja

Andreu Torralba, Macario. Gaitero actual de Lanaja. «En Lanaja no tenemos constancia escrita de que hubiera gaiteros hasta 1982. No obstante, en la sierra hay una aldea escachada que en un inventario que hicimos hace años aparece como la aldea del gaitero.En 1982 quisimos introducir la gaita en el dance, nos construyeron una que fue la primera los de Biella Nuey (Mario Gros Herrero), modelo copiado de la gaita de Bestue, con dos clarines, uno el original y otro adaptado en do a los instrumentos actuales. Conseguimos para poderla pagar que el Ayuntamiento nos subvencionara la mitad creo que fueron 50.000 pesetas. El danzante que la iba a tocar, no fue capaz de hacerlo y por pura tozudez me comprometí yo mismo a hacerla sonar, sin tener ni idea de música y hasta ahora tocando «de oído». Hace unos años se incorporaron dos hermanas Alicia y Alba Escanero Macaya que integramos con más gente la «orquesta sinfónica» del Dance de Lanaja, formada por violín, trompeta, saxo y varias melódicas.» (Andreu Torralba, Macario).

Escanero Macaya, Alicia y Alba. Jóvenes gaiteras del dance de Lanaja desde el 2012 aproximadamente.

Curso 1989 de perfeccionamiento de Gaita en Monegros, programado desde la entonces Mancomunidad. Con Eugenio Gracia, Jesús Acero, Miguel A.Fraile, Macario Andreu y Eduardo Plana. Lanaja 1989. Fondo Eduardo Plana Galindo.

Gaitero de Leciñena

  • Marcén Vázquez, José. Gaitero de Leciñena, falleció en 1993.

Gaiteros/as de Robres

Actualmente el dance de Robres cuenta con los gaiteros Dani Vizcarra Capistros, Gonzalo Gracia Otín y Carlos Bolea Broset. Pronto se unirá la joven gaitera Sandra Cuello Capistros, de la saga Becana que está comenzando con una replica de la gaita familiar.

  • Becana, Mariano. Natural de Robres, falleció en 1805. Sus hijos Francisco y Domingo continuaron con la saga familiar, siendo ambos gaiteros. “Tocaron en Robres, Almudévar y Tardienta entre otras localidades. La tradición se interrumpió por no contar con descendientes varones y las gaitas quedaron arrinconadas en una bodega hasta su redescubrimiento en fecha reciente.”  (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero)
  • Becana Oto, Francisco. Natural de Robres, falleció en 1837. Con su hermano Domingo iban juntos a tocar por los pueblos (La gaita de boto aragonesa).
  • Becana Oto, Domingo.  

Los hermanos Becana dejaron de tocar la gaita en 1820, guardando las gaitas en una cesta hasta que, en 1986,el párroco de Robres, D. Carmelo Pérez las encontró. Entre estas piezas había tres largas bordonetas, cuyas características no ofrecían dudas en cuanto a su función original: «El tipo de bordoneta también era nuevo para nosotros: muy largas y construidas a escala del bordón. Eran pues las genuinas bordonetas de caña simple» (Pedro Mir y Martín Blecua: «La gaita de Robres: Clave para la gaita de fuelle en Aragón», Rev. El Pimendón, de Robres (Huesca), nº 3 (monográfico en torno a la gaita). Feb. 1989, p. l6.).

  • Becana Val, Casildo. Gaitero de Robres, vivió a finales del siglo XIX. Decía “No le dejéis la gaita al gaitero de Pallaruelo, que no la devolverá” (La gaita de boto aragonesa). Casildo guardó las gaitas aguardando un sucesor varón que nunca llegó.

Gaiteros de Sariñena

  • Blecua Vitales. Martín. La herencia y relevancia de estos míticos gaiteros sariñenenses la recogió Martín Blecua Vitales, actual gaitero de los dances de Sariñena, Castejón de Monegros y Valfarta. Comenzó a tocar en su pueblo en 1975 con gaita gallega, recuperando el uso de la aragonesa en 1980 junto a Pedro Mir. Es una figura de gran importancia en este periodo crítico, pues aprendió su repertorio del antiguo mayoral de Sariñena Antonio Susín. Blecua colaboró en el mantenimiento musical de muchos dances, siendo sus conocimientos, talante y disposición fundamentales en la definitiva recuperación del instrumento. Ha creado escuela y cuenta con dos discípulos aventajados: Leandro Cucalón, a su vez descendiente de El Rey, y Javier Espada.” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

Entrevista a Martín Blecua Vitales.

  • Capitán Inglán, Vicente. “Pierretes”. Natural de Sariñena, falleció en 1967 a los 68 años. Conocido como Pierretes, fue pregonero y cestero en Sariñena. “Fue el último gaitero en activo en los años 60, por lo que acompañó muchos de los dances de los Monegros (La Almolda, Sariñena, Sena, Castejón, Lanaja, Pallaruelo, Tardienta, Valfarta…) y los de los barrios de Las Tenerías y del Rabal de Zaragoza. Además de dances acompañaba el canto de romances e interpretaba pasacalles, procesiones, bailes (Albalatillo, Usón) y rondas (Lastanosa).” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). Antonio Beltrán Martínez se refiere a é como «señó» Vicente Capitán (El dance aragonés).

“Como gaitero fue correcto, afinaba bien el instrumento, pero como no se hacía las pitas. Al morir el gaitero de Castejón, el tío Senén, tuvo que comprarlas de gaita gallega en Zaragoza” (La gaita de boto aragonesa).

No transmitió su arte y su gaita acabó vendida, en 1963, a Doña Asunción Artero de Sena para el dance de la localidad. La gaita fue cuidada por las hermanas González y luego por Miguel Montull.  

  • Cucalón, Leandro. Gaitero actual del dance de Sariñena.
  • Cucalón Cano, Mario. Gaitero de Sariñena en la década de 1980. Con once años, pasó de volante del dance de Sariñena a Gaitero. Aprendió a tocar la gaita de la mano de Antonio Susín Palacio, con el clarín pues le costaba abrazar el boto. Comenzó con gaita gallega y luego aragonesa, esta última que forró con piel de una culebra que el mismo cogió por la zona de las Barceladas de Sariñena. Ejerció como gaitero del dance de Sariñena entre 1974 y 1981, cuando tuvo que realizar el servicio militar. Eduardo Plana Galindo lo señala por su alto nivel como gaitero, además «Acompañando con su instrumento a la orquesta de Sariñena Los Kents y Rios-Kents Swou. Hecho sin duda de una enorme relevancia en relación a Gaiteros y Gaitas en los Monegros.»

Mario Cucalón. El dance aragonés, Beltrán Martínez, Antonio.

  • Espada, Javier. Gaitero actual del dance de Sariñena.
  • Lana Muro, Sixto. “El Rey”. Natural de Capdesaso, nació en 1856 pero avecindado en Sariñena, falleciendo en 1936. Es recordado por quienes lo oyeron por su maestría y elegancia al tocar. El siñó Sixto enseñó a varios gaiteros, entre otros a Vicente Capitán, a quien cedió la gaita al retirarse. Acudía a tocar a bodas, bautizos y fiestas en numerosos lugares: Castejón de Monegros, Sariñena, Huesca, donde acompañaba a la comparsa de gigantes y cabezudos, o Zaragoza, en cuya catedral de La Seo tocaba «para misa” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En Sariñena trabajó como pastor (La gaita de boto aragonesa).
  • Mir Susín, Juan. Natural de Sariñena falleció en 1996. Fue rebadán del dance de Sariñena hasta que consiguió la gaita aragonesa de El Malo y sustituyó a Capitán en el dance de La Almolda hasta 1968 y en Sariñena hasta 1975. Fue el último gaitero con gaita aragonesa en los años 70, aunque tocaba sin bordón ni bordoneta y usaba pitas gallegas compradas en comercios de Zaragoza.

Murió el 15 de noviembre 1996. “Sucedió a Vicente Capitán. Heredó pocos conocimientos, pues tocaba sin bordón ni bordoneta; sólo usaba el clarín con pitas de gaita gallega” (La gaita de boto aragonesa). “Tuvo el honor de ser el último gaitero aragonés heredero. Por problemas de salud dejó de tocar en público.» (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

  • Navarro, José. Gaitero del dance de Sariñena fue conocido como el “Zaragozano”. Acabó emigrando a Barcelona. “Coetáneo de Capitán, se recuerda a otro gaitero, José Navarro, El Zaragozano, que interpretó en varias ocasiones el dance de Sariñena” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).
  • Tella Bornao, Teodoro. Hijo del gaitero Tomás Tella Castán “El Malo”, falleció el 24 de noviembre de 1959, a los 60 años (La gaita de boto aragonesa). Heredó gaita y conocimientos, aunque únicamente tocó en Sariñena (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). Su gaita fue comprada por Juan Mir Susín.
  • Tella Castán, Tomás. “El Malo”.  Natural de Sariñena, falleció en 1934 a los 65 años. Fue también pastor y pertenecía a la familia de Casa el Gaitero y parece ser que construyó su propia gaita. “A pesar de su apodo familiar, los que le oyeron tocar le reconocen como un gran instrumentista, el mejor de su época. Tocó en Sariñena, Pallaruelo, Sena, Castejón, Tardienta, Huesca, Zaragoza o pueblos de Lérida como Almacellas” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). “Excelente gaitero que, a juicio de los abuelos de Castejón de Monegros y Pallaruelo de Monegros, fue el mejor gaitero de Sariñena” (La gaita de boto aragonesa).

Gaiteros/as de Sena

Antiguamente hay constancia que acudían gaiteros de Sariñena y Tamarite, a principios del siglo pasado (Siglo XX), La mundanza Arroyuelos a la mar la llamaban “Arrubielos”, porque así la llamaban los gaiteros de Tamarite. En una foto de 1920, de Ricardo del Arco, aparece el gaitero “El Malo”. Mosén Miguel Huget, párroco de Sena, llegó a ejercer de gaitero en la localidad monegrina. 

Primer Curso de Gaita en Sena. Con Daniel Ardanuy, Alberto Uriol, Eduardo Plana, Carlos Plana y Jaime Ramón. Sena 1991. Fondo Eduardo Plana Galindo.

  • Montúll Simón, Nuria. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitera en el dance de Sena. Nuria está haciendo escuela, desde el 2017 dulzaina y del 2021 de gaita. Cuenta con jóvenes gaiteros y gaiteras que van tocando en el dance de la localidad: Clara Sese Períz, Marian Pellicer Soler, Vera Villafaina Soler, Alejo Villafaina Soler, Héctor Castel Campos y Leo Barrau Robledo.
  • Plana Galindo, Carlos (1965). Gaitero de Sena desde 1978.
  • Plana Galindo, Eduardo (1963). Gaitero de Sena 1978.

Carlos y Eduardo Plana Galindo aprendieron y recuperaron la gaita de boto y acompañaron a Jaime Ramón, como gaiteros en Sena. Comenzaron con los cursos para nuevos gaiteros. Los primeros a quienes enseñó Carlos, ya en la década de los 80, fueron Daniel Ardanuy, Alberto Uriol y Miguel Uriol. Los dos primeros fueron Gaiteros titulares de gran nivel en el Dance de Sena durante muchos años y hasta hace poco. En sucesivos cursos y cronológicamente, se iniciaron, Ernesto Montull y Fran Sesé. Ya a partir de 2010, se iniciaron con Carlos y Eduardo: Ramón Plana, Jorge Suelves, Elvira Plana, Belén Plana y Nuria Montull. Igualmente en esa época lo intentaron, Concha Santamaría y Daniel Nerin. En 2019, comenzó, aprendió y tocó en 2021 la gaita con el dance de Sena, Gonzalo García. (Plana Galindo, Eduardo).

Carlos y Eduardo realizaron varios talleres en Sena, de luthiería y de técnica. Luego, Eduardo hizo dos de luthiería en Zaragoza (1992) y Bujaraloz (1993). En Zaragoza continúan los de técnica de forma estable hasta hoy, en Casa Xixena del Arrabal. Carlos hizo todos los demás: Albalate, Barbastro, Jaca, Poleñino y Huesca, donde luego siguió de forma estable, continuando su legado en la Escuela Municipal de Huesca, donde creo la especialidad con los primeros talleres (Plana galindo, Eduardo).

Primeras Gaiteras de Sena. Con Belén Plana, Elvira Plana y Ramón Plana. Graus 2006. Fondo Eduardo Plana Galindo.

  • Plana Vargas, Ramón. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitero en el dance de Sena.
  • Ramón Bitrián, Jaime. Natural de Sena, aprendió las mudanzas del dance de su pueblo con mosén Miguel Huguet, párroco de Sena y defensor de la pervivencia del dance. Aunque inicialmente intentó utilizar el viejo instrumento de Vicente Capitán, a quien compró la gaita, tocó el dance de Sena con gaita gallega. Desde 1987 sigue haciéndolo con gaita aragonesa en compañía de los hermanos Carlos y Eduardo Plana.  (La tradición musical en Los Monegros, Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero). En la década de 1980, Antón Corral de la Universidad Popular de Vigo reprodujo las piezas de la gaita conservada en Sena. 
  • Suelves Mur, Jorge. Aprendió de Carlos y Eduardo Plana Galindo y desde el 2013 ejerce de gaitero en el dance de Sena.

Curso 2013 de Gaita en Sena. Con Ramón Plana, Belén Plana, Jorge Suelves, Nuria Montull, Eduardo Plana y Jaime Ramón. Fondo Eduardo Plana Galindo.

Gaiteros de Tardienta

En el dance de Tardienta, la gaita estuvo presente durante muchos años. Hay constancia del gaitero de Robres Mariano Becana o Tomás Tella Castán y Vicente Capitán Inglán de Sariñena, que se acercaban a Tardienta durante las fiestas para la interpretación de sus mudanzas. El dance de Tardienta se perdió hasta su recuperación a finales de los años 70. Sergio Martínez Rui (El dance de Monegros. A partir de un estudio particular del dance de Tardienta y un proyecto de recuperación del dance de Grañén), cita la presencia en 1981 de los gaiteros Elias Abadía Aso y Francisco Peleato Estaún, según información proporcionada por la Agrupación Cultural “Santa Quiteria”. Villa de Tardienta.

  • Abadía Aso, Elías.Tocó, de forma autodidacta, la gaita gallega para acompañar el dance desde 1983 a 1987.” (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).
  • Peleato Estaún, Francisco. Autodidacta con Elías Aabadía. Ambos, con dos gaitas gallegas comenzaron a acompañar el dance «En solitario en un principio y, posteriormente acompañados por la magnífica Banda «El Guante Blanco» de Tardienta que, desde su formación y hasta la actualidad, se encargan de la parte musical.» (Danzantes de Tardienta).

«En el año 2010 la gaita de boto llegó de nuevo al dance de Tardienta, gracias a la afición de uno de sus danzantes y de José Manuel Barluenga y Álvaro García, únicamente para la interpretación del ofertorio (popularmente llamado «tiroriro») en la misa del 23 de mayo. Actualmente, José Manuel y Alfredo Viñuales, miembro de la banda, se encargan de que el sonido de la gaita este presente en el dance de Tardienta.»(Danzantes de Tardienta).

Gaiteros de Valfarta

  • Ballarín, Agustín y Labrador, Daniel tocaron en alguna ocasión las dianas con una antigua gaita gallega en el primer tercio del siglo pasado. (La tradición musical en Los Monegros. Luis Miguel Bajén García y Mario Gros Herrero).

El puente de hierro


Jesús Cancer Campo
Publicado en la revista El Tarirán en febrero del 2020.
Fotografías Pilar Laín.

Fotografía Pilar Laín.

Todos conocemos nuestro “Puente de Hierro”, no muy lejos del Real Monasterio de Sijena. Por él cruzamos el río Alcanadre camino de la sierra y el monte alto. Hasta él llevamos más de cien años paseando los de Sena y Villanueva para hacernos alguna fotografía con sus vigas herrumbrosas de fondo. Novios, cuadrillas de amigos y amigas, familias… todos, una u otra vez, hemos ido hasta allí para disfrutarlo de cerca y ver correr las aguas de nuestro río desde el vértigo de sus pasarelas laterales.

Personalmente, es uno de los recuerdos indelebles de mi niñez. La excitante experiencia de apearme del carro, camino de la siega estival (y a la vuelta), para cruzarlo caminando de la mano de Cristina, mi hermana mayor, bajo la atenta mirada de nuestra madre. Pisar aquella plataforma metálica bajo nuestros pies y ver correr las imparables aguas del río, que se iban al mar, es una vivencia que se ha grabado en nuestro ADN.

Después de algunos meses buscando información en distintos estamentos oficiales (CHE, DGA, DPH, Fomento…), finalmente conseguí encontrar información sobre nuestro puente. Fue en la ciudad de Huesca, Departamento provincial de Carreteras de la DGA. Allí me encontré con Paco Tomás, un hombre paciente y amable que desempolvó viejos legajos que guardaban datos, planos y referencias sobre nuestro objeto de estudio: El puente sobre el río Alcanadre en el término municipal de Villanueva de Sijena, dentro de “una carretera de tercer orden que discurre entre la Estación Férrea de El Tormillo y Bujaraloz, km 19´677 de dicha vía”. Se hace necesario explicar ese recorrido, pues en la actualidad se nos hace algo incomprensible, ya que esa “carretera de tercer orden” venía desde la estación de Ferrocarril de El Tormillo ( a unos 17 km. de Sena) y llegando a nuestra almazara bajaba por la actual carretera A-131 y tomaba el desvío a la derecha, antes de Villanueva, hasta el puente sobre el río Alcanadre y continuaba por el actual camino del monte recorriendo nuestro alargado término municipal hasta llegar a Valfarta y desde allí a Bujaraloz.

El proyecto de su construcción data de 1909, efectuado por el ingeniero D. Blas Sorribas. Dos años después, en 1911, se realiza una detallada memoria. Pero no es hasta el 22 de diciembre de 1913 cuando se adjudican las obras para la definitiva construcción del puente.

Su construcción conllevó algunos problemas que dilataron su definitiva ejecución. Hemos de tener en cuenta la precariedad de los medios técnicos, incluso mecánicos de aquella época. Así el 17 de febrero de 1919 se efectuaron las pruebas de resistencia con resultado favorable, aunque un año más tarde, en 1920 y en plazo de garantía, una gran avenida del Alcanadre produjo importantes daños que requirieron su reparación. Por fin, el ingeniero jefe D. Juan Serrano y Piñana realizó su definitiva liquidación en 1922.

La obra se adjudicó a la Sociedad Anónima Astilleros del Nervión en 1913, como hemos apuntado ya; debiendo comenzar su construcción el 19 de febrero de 1914, con un plazo de finalización de las obras que vencía el 18 de junio de 1917. Su coste total fue de 186.543,63 pesetas, ¡algo más de mil euros!

Sobre algunos datos técnicos podemos señalar:

Su longitud es de 127,700 metros, dividido en tres tramos iguales.

Se realizó un sondeo de 3 metros de profundidad en el cauce del río para las pilastras de soporte de la estructura.

Su peso es de 303.783 kg. (más de 300 toneladas). Solo sus 72 cuerpos visibles (36 a cada lado) y las barandillas –grosso modo y por lo que he calculado– suman unos 40.000 remaches, además de la tornillería. No tiene tantos como la Torre Eiffel, pero ya son…

Nos ha llegado alguna noticia de que el Ministro de Justicia de entonces, procedió a su inauguración, aunque, por ahora, no he hallado documento fehaciente acerca de este dado. Seguiremos investigando.

Fotografía Pilar Laín.

En cien años de vida solamente ha recibido “un lavado de cara”, fue por año 1945 cuando se convocó una primera subasta pública para obras de pintura. Una vez adjudicados los trabajos en 1946 (las personas más mayores quizás lo recordaréis) al contratista Marino Sanz Carijo, la empresa de José Tello Espinosa se encargó de la pintura del puente, que debió comenzar el 9 de septiembre de 1946 y finalizar dos meses después. Según parece, un problema con el suministro de aceite de linaza retrasó algo el comienzo de los trabajos.

En la liquidación final se contabilizaron 2.650 metros cuadrados de superficie pintada y un gasto total presupuestado de 80.212,80 pesetas.

Actualmente, y a la vista de su estado, nos animamos a instar a las autoridades competentes a que presten nuevamente atención a nuestro Puente de Hierro, para que se reparen sus numerosas herrumbres, se efectúe un pulido de su estructura total y se pinte de nuevo a la máxima urgencia. Ah, y algo muy importante: a quien corresponda también, se debería evaluar seriamente el estado del hormigón de sus pilastras, a buen seguro desgastadas por la erosión permanente del agua, y reforzarlas tanto como sea necesario. Es una cuestión de JUSTICIA y SEGURIDAD PÚBLICA.