Archivo del Autor: Joaquín Ruiz Gaspar

Avatar de Desconocido

Acerca de Joaquín Ruiz Gaspar

Responsable del proyecto cultural "Os Monegros"

Antonio Luna Villagrasa


Del profundo secano aragonés, de ese corazón de Los Monegros llamado Bujaraloz, es Antonio Luna Villagrasa. En plena Nacional II, a su paso por Bujaraloz, Antonio ha llevado su propio surtidor de combustible, el agrupamiento de Campsa frente al Hotel Monegros. También se dedicó al mundo del taxi, un negoció que emprendió y le dio muy buenos resultados.

Antonio Luna Villagrasa nació en Bujaraloz el 8 de abril de 1935. Su padre había emigrado a Francia y junto a su hermano se criaron gracias a sus abuelos. No se juntaron con su padre hasta que Antonio tuvo 25 años, cundo pudieron ir a Francia y conocerse.

Con su hermano jugaron a fútbol con el Bujaraloz “Fútbol Club Bujaraloz”, solamente partidos amistosos, no había liga -Cosíamos el balón para poder jugar, el campo era de tierra e íbamos en alpargatas, era muy salitroso y cuando se levantaba viento no había quien pudiese estar allí–. Recuerda ir a jugar por donde el pozo de hielo, aunque eran donde tiraban los animales muertos y basuras. También estaban los restos del molino, que aún están, lo quisieron restaurar, se intentó algo, pero al final no salió adelante -En Malanquilla hay un molino idéntico y lo han restaurado-.

Fue muy poco a clase, solamente hasta los 12 años. En casa no tenían recursos y en lo poco que pudo se puso a trabajar. Eran otros tiempos, entonces se iba a buscar agua a las balsas con cubas tiradas por mulas y se guardaba en las casas en tinajas: -Con 5 pesetas te traían a casa una cuba de unos 800-1000 litros con la que se llenaban unas 5 o 6 tinajas-. Como filtro usaban un morral de tela, pues había cullorones y otros bichos: -El agua a veces la teníamos que ir a coger a balsas lejanas y en temporadas de sequía se secaban-.

La leña era otro problema, no había en el monte. Los montes eran principalmente de las casas Gros y Rozas, tenían guardas así que tenían que ir a otros montes donde sobre todo cogían romeros. Lo que sí que había era caza, incluso había 4 o 5 personas que vivían de la caza que luego vendían. También, recuerda Antonio, con un carro venía un hombre, con una tartana, a vender tozinos. Era Ezquerra de Peñalba, venía con unos 20 lechones y los vendía casa por casa para cría.

En Bujaraloz había tierra y mucho ganado, sobre todo ovino. Estaba la dula, que recogía cabras y ovejas, unas pocas de cada casa y las soltaba en conjunto todos los días un pastor común. Antonio fue trabajando algo en la agricultura y trabajó algún tiempo para casa Gros. Solo había cereal, en Bujaraloz no había huerta. De Caspe solían venir a vender carros con fruta y verdura. El canal y la llegada del agua a Bujaraloz ha sido muy revindicado, la gente mayor ha luchado mucho, saliendo muchas veces con la pancarta.

Además, en Bujaraloz, como en muchas localidades de Los Monegros, se arrancaba esparto, que compraba Carreras y llevaban a las papeleras. Algunos lo vendían tan solo recogido y otros lo trabajaban algo, lo limpiaban, peinaban, aporreaban y empacaban. Arrendaban los montes e iban a arrancar, el más importante fue el monte de Sastago. Había quien hacía soga de pita, cuerda que llevaban los camiones.

Sin embargo, una faena muy particular, fue la extracción de sal. Fue famosa la extracción en la salada de la Playa, en Sastago, pero también se extraía en la Salineta, una salina cerca de Bujaraloz que era propia del ayuntamiento. Antonio era muy curioso, iba a la Salineta y veía como era el proceso de extracción de sal. Al evaporar el agua, en verano, quedaba la sal que una vez seca recogían -Había familias que iban a sacarla y en invierno iban a venderla, por Sena, Villanueva o el Somontano. Incluso había uno que hacía soga y que también vendía en invierno a la vez que la sal. En la Salineta había una casa, hangar o almacén, donde almacenaban la sal, la cogían con pozales y la subían arriba para almacenarla-.

Había mucho fango, barro o limo, los que recogían la sal iban descalzos. Tenían que rader la sal, porque se quedaba abajo la sal asolada, con ella hacían montones de hasta 2.000 kilos.  A la salada de Sastago iba gente de Bujaraloz a trabajar, serían unos 3 o 4 del pueblo, pues estaba más cerca de Bujaraloz y la vinculación siempre fue mayor. Los últimos arrendatarios, de la salada de Sastago, eran de Barcelona. Hicieron unos pozos para tener agua y unas eras de hormigón y un molino para moler la sal. Pues la sal salía granosa y se tenía que moler para que fuese fina. Se la llevaban en camiones. Pero lo malo de la sal es que todo corroe y pronto todo se veía muy afectado: motores, camiones… y económicamente les acabó perjudicando mucho. Así, la explotación de sal se dejó de hacer sobre 1980.

Antonio estuvo en la construcción, en Bielsa construyendo un muro, en un salto en Sastago, y un túnel en el Ebro. A pesar de trabajar, cuando pudo no dejo de ir a clase de adultos, a Fuenclara en Zaragoza, concretamente cuando estuvo trabajando en un almacén de la base aérea de Zaragoza. Tras estar en la base, marchó a realizar el servicio militar a África, a Melilla. Por suerte fue recomendado y estuvo bien hasta que, a los cuatro meses, surgieron las escaramuzas de África Occidental. Fue destinado a Villa Cisneros, donde permaneció hasta finalizar la mili.

A su regreso, Antonio comenzó a trabajar en el surtidor de Campsa que le habían concedido. Entonces, las concesiones solían ir destinadas preferentemente a excombatientes o mutilados de guerra y por su paso por África y haber estado en zona de operaciones, Antonio era considerado excombatiente accediendo a la concesión. El surtidor no lo podía llevar uno solo y pronto se le unió su hermano.

Igualmente consiguieron una licencia de taxi con la que comenzaron a realizar gran cantidad de servicios, a Lérida y Zaragoza… a mucha gente que iba a médicos. Pero especialmente comenzaron a trabajar mucho cuando comenzaron las asistencias en viajes. Tenían el mejor coche y hacían una media de más de 8.000 kilómetros al mes, llegaron incluso a ir a Lisboa o Luxemburgo -fue un muy buen negocio-. Con la llegada de la autopista aún mejoró el taxi, incrementando los servicios que hacían, pues en Bujaraloz había muchos talleres entre Zaragoza y Lérida que dieron mucho trabajo.

Cuando desapareció el monopolio de los surtidores se dio de baja y cerró, fue entonces cuando comenzaron a aparecer un montón de gasolineras en las carreteras y áreas de servicios que decayeron con la liberación de la autopista AP2.

Se casó con María Dolores Ezquerra, una chica de Valfarta, con la que han tenido tres hijos.

Antonio ha sido muy aficionado a la apicultura. Su suegro era apicultor y le iba a ayudar y le fue gustando. Cuando abría las colmenas le gustaba ver el movimiento. Le ha sido como distracción y así tenía miel para casa, unos 100 kilos de miel al año principalmente de romero.

Además, ha sido presidente de la 3ª edad para que se mantuviese abierto. Había unos 120 socios y estuvo hasta la pandemia. Sin duda, Antonio es una gran persona que ama su pueblo, Bujaraloz, del que se siente orgulloso y del que espera un gran futuro.

La dula, la bizera, el pastoreo y la trashumancia en Los Monegros


El pastoreo, la figura del pastor y la tradicional ganadería extensiva ovina y caprina fue muy importante en Los Monegros. Tierra de pastos, agostos en verano, que convivía con las tierras altas por medio de la trashumancia, siendo, además, un intercambio cultural y social muy importante.

En todos los pueblos de Los Monegros había grandes rebaños de ovejas y cabras. Estaban los rebaños particulares, principalmente el de las casas pudientes, que tenían considerables rebaños que llevaban pastores que trabajaban para la misma casa. Había quien tenía su propio rebaño, pequeños pastores, pero también existía la Dula o Adula, una forma comunitaria y tradicional de gestionar, en conjunto, los pocos animales que las casas más humildes tenían y que, por medio de un pastor conducían colectivamente a apacentar al monte.

En el “Bocabulario Monegrino” encontramos definida la palabra Dula como todos los animales del pueblo. Esta definición se queda muy corta a pesar que encontramos la definición de Dulero, relativa al pastor que cuida la Dula. En relación con la Dula/Adula sí que aparece Bizera con el consiguiente significado “Adula, es decir, el ganado de cabras del pueblo. Por extensión cualquier otro ganado del que cada casa tiene unas pocas cabezas y en algún momento eran llevados juntos a pastar, por ejemplo, las mulas”. Finalmente, probablemente la definición más exacta sea la aportada por José Ignacio López Susín: “La piara de ganado mayor a que cada uno envía sus bestias para que pazcan y se guarda concejilmente por cuenta de todos los que en ella tienen alguna cabeza” (López Susín, José Ignacio, Léxico del derecho aragonés, cit. voz “dula”).

Estamos ante una antigua actividad que aparece a lo largo y ancho de Los Monegros, incluso documentalmente en los pliegos de 1525 sobre la adjudicación de la guarda de la adula de Sariñena o como en un contrato de 1594, de arrendamiento de pastos en Robres, habla de “las adulas del lugar” (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica (siglos XV y XVI) / Manuel Gómez Valenzuela). Por ello no es extraño encontrar “La Dula” o “Dula” como topónimo, en este caso en La Almolda, recogido por M.ª Ángeles Lax cacho quien le otorga, como topónimo, origen árabe (Lax Cacho, M.ª. Ángeles. Toponimia de la zona meridional de Monegros).

De la misma manera aparece el término de Plegadero, el cual, volviendo a recurrir al “Bocabulario Monegrino” respondía a la parte del pueblo donde se juntaba la bizera. En esta misma línea, en Leciñena aparece la Plaza del Plegadero, lugar recuperado y que cuenta con un panel explicativo que muestra como el Plegadero fue un lugar asociado a la economía tradicional, donde se juntaban las pocas cabras que tenían en cada casa, formando un gran rebaño o bizera que un pastor o bizalero sacaba todos los días a pastar y que luego las traía de regreso a la plaza del Plegadero. Algunas volvían solas a sus respectivas casas.

Plaza del Plegadero, Leciñena.

Así, el pastoreo y la cultura pastoril nos descubre una actividad, vital, que además de proporcionar productos como la carne, leche y lana, gestionaba el medio natural, el paisaje y que además servía como vía social, cultural, de tradiciones e incluso de lenguaje.

Entre muchas de sus grandes riquezas encontramos un abundante léxico pastoril, vocabulario que cuenta con parte de “Bocabulario Monegrino” y “El léxico pastoril en Aragón” de M.ª Pilar Garcés.

  • Abrevadero: Estanque para dar de beber al ganado.
  • Abrigo: Pequeños refugios aprovechando pequeñas oquedades naturales.
  • Apacentar/pacentar: Dar pasto al ganado.
  • Balsa: Hondonada del terreno que se llena de agua, natural o artificialmente.
  • Bizera: Adula, es decir, el ganado de cabras del pueblo. Por extensión cualquier otro ganado del que cada casa tiene unas pocas cabezas y en algún momento eran llevados juntos a pastar, por ejemplo, las mulas (Bocabulario Monegrino).
  • Bizalero: Pastor de la bizera.
  • Boalar: Dehesa o terreno comunal reservado para el pastoreo del ganado ovino. Porción de terreno comunal o en rastrojera donde pacen libremente o por turnos los ganados de los vecinos de un pueblo.
  • Borrego: Cría de cordero de uno a dos años.
  • Boyatero/ Guayatero: Pastor o cuidador de bueyes. Pastor de bueyes, recogido en Sena.
  • Cabaña: Conjunto de cabezas de ganado.
  • Cabañera: Cañada, vía pecuaria.
  • Cabrería/ Rabaño de cabras: Rebaño de cabras.
  • Cabrero: Pastor de cabras.
  • Carnero: Macho de la oveja.
  • Choto: Macho de la cabra.  
  • Churra o ganado churro: Se refiere principalmente a la raza ovina Churra, una oveja rústica autóctona de España, valorada por su aptitud triple para la producción de leche, carne y lana.
  • Cordero: Cría de oveja de menos de un año.
  • Dula todos los animales domésticos del pueblo.
  • Dulero: Pastor que cuida la dula. 
  • Esquila/ Esquilla/ Truco: Cencerro pequeño en forma de campana.
  • Estacazo/ Garrotazo: Golpe dado con el palo.
  • Estiva: Pasto de verano.
  • Femera: Estercolero, lugar donde se amontona el fiemo o estiércol.
  • Gancho: Va en un extremo del palo o vara del pastor para coger la oveja por el garrón.
  • Güei: Buey.
  • Hatajo: Rebaño pequeño.
  • Herbajantes: Derecho que cobraban los pueblos por el pasto de los ganados forasteros y por el arrendamiento de los pastos de su jurisdicción.
  • Mayoral/ Mairal: Pastor principal.
  • Morral/ Zurrón: Alforjas, Bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas
  • Palo de pastor/tocho: Garrote, palo o vara del pastor. En el Dance de Sariñena aparece la forma tocho ¡Que cabra tan laminera!/ En el cerrau de Lerín/ Me radió las cereceras/ Por más que le tire o tocho/ No dejo de hacer su idea (Dance Sariñena).
  • Paridera: Construcción destinada a la guarda del ganado lanar y caprino.
  • Pastor: Persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas.
  • Pastoril: Propio o característico de los pastores.
  • Portazgo: Antiguo impuesto por pasar por un camino o lugar determinado.
  • Rabadán/ rebadán/ repatán/ rapetán: Zagal, aprendiz de pastor.
  • Rastrojo: Campo de cultivo cosechado.
  • Rabaño: Rebaño de ovejas.

“El léxico pastoril en Aragón”, M.ª Pilar Garcés.

Casa de Ganaderos de Zaragoza

Importante fue la casa de Ganaderos de Zaragoza. Fundada en 1218 por el rey Jaime I de Aragón como Casa de Ganaderos o Cofradía de San Simón y San Judas, es una institución de origen medieval establecida para defender los privilegios concedidos por los reyes a los propietarios de ganado del reino, reuniendo también, corporativamente, a mayorales y pastores.

La Casa de Ganaderos de Zaragoza gozó de gran poder, jurisdicción civil y criminal propia y el privilegio de pastar por todo el Reino a excepción de la Retuerta de Pina y Sigena, hecho recordado en 1300 en la Confirmación que hizo Jaime II de los privilegios concedidos a Zaragoza, por sus antecesores, de pastar los ganados por todo el Reino, excepto en la Retuerta de Pina y Sigena. Trasunto realizado, en la Corte del Justicia de Aragón, Martín Bautista de Lanuza” (Valencia, 1300/11/06.  ES/FCG – Caja 251_Ligamen 138_11).

No obstante, su extenso poder no estuvo exento de conflictos y pleitos. Este fue el caso contra la Villa de Sariñena y sus aldeas durante los siglos XVII y XVIII por sus Privilegios Reales, otorgados por Alfonso II en 1170 y que suponían el derecho a no pagar impuestos salvo «las decimas y primicias a la iglesia». Conflicto que pudo estar detrás de la Leyenda de Moncalvo.

El archivo de la Casa de Ganaderos de Zaragoza guarda amplia documentación de su historia y litigios. Algunos de estos documentos aparecen recogidos por Ángel Canellas en su trabajo “El Archivo de la Casa de Ganaderos de Zaragoza”.

Uno de sus principales libros es el «Cartulario mayor», libro manuscrito que recopila documentos, títulos de propiedad, privilegios y escrituras de una institución. En el Cartulario Mayor, por ejemplo, se encuentra la concordia entre los ganaderos y Zuera, Leciñena y San Mateo del 29 de noviembre de 1472 (f. 167-163).

Siguiendo sumergiéndonos en el archivo, aparecen diversa documentación sobre montes, contiendo diversos documentos relacionados con Perdiguera y Monte Oscuro, en litigios sobre mojonaciones, derechos de pastos, apeos, multas por pastar en determinadas partidas:

  • Mojonaciones practicadas en Monte Oscuro y sentencia dictada en el año 1603 referente a dicho monte (1573 y 1595).
  • Real Provisión en la que se declara que los ganaderos de Zaragoza para poder pastar sus ganados en Monte Oscuro cumplen con presentar tan sólo la cartilla de asociados de la Casa de Ganaderos (12 agosto 1830).
  • Expediente sobre el apeo de Monte Oscuro con varios dictámenes emitidos por el doctor don Manuel Villaba (1853).
  • Expediente instruido en virtud de recursos de doña Melchora Mayoral y don Cayetano Alcrudo, individuos de la Casa de Ganaderos, contra providencias dictadas por el Alcalde de Perdiguera por las que les impuso multas por pastar los rebaños de los mismos en la partida de las «Planas» de Monte Oscuro (16 mayo 1885).
  • Antecedentes relativos a interdicto de retener promovido por el Ayun tamiento de Perdiguera contra don Agustín Gosés y Casellas por haber utilizado los rebaños de éste los pastos de las partidas de «Cabezones», «Agua Salada» y «Barranco Salado» de Monte Oscuro (9 diciembre 1886) 48.

Igualmente, en montes de distintos términos, entre ellos de Perdiguera:

  • Despacho del Juez de 1.ª instancia de esta ciudad en el proceso de Firma instado por el Ayuntamiento de Zaragoza sobre la posesión de las dehesas Boalar bajo o Barranco Salado, Los Petrosos, Campillo, Dehesa de Ganaderos y Almazarro, en la que confirmaron los Ayuntamientos de La Muela, Perdiguera, Peñaflor, Villamayor y la Casa de Ganaderos (8 noviembre 1836).
  • Despacho del Juez de 1.a instancia de Zaragoza para que los Alcaldes de Villamayor y Perdiguera no impidan la entrada a los gana dos de los inviduos de la Casa de Ganaderos en los montes comunes, mientras no se decida el pleito pendiente con dichos pueblos (16 noviembre 1836) .
  • Despacho del Juez de 1.ª instancia de Zaragoza dando traslado a la Casa de Ganaderos del pedimento presentado por los Ayuntamientos de Villamayor, Peñaflor y Perdiguera para que no se les obligue a manifestar a aquélla sus ganados (26 mayo 1837).
  • Expediente relativo a transacción del pleito de la Casa de Ganaderos contra los Ayuntamientos de Villamayor, Villanueva, Perdiguera y Peñafiar (1846) 53. Dictámenes de los doctores don Manuel Villaba y don Joaquín Broto sobre el derecho que tiene la Casa de Ganaderos para pasturar los ganados de sus individuos en los viñedos de Épila, Peñaflor, Monte Oscuro y demás montes comunes de Zaragoza (1848).
  • Borradores procedentes del pleito entablado por la Casa de Ganaderos contra los Ayuntamientos de Villamayor, Perdiguera, Peñaflor, Villanueva y La Muela sobre el uso de pastos en los Boalares. (No consta la fecha).
  • Oficio del Alcalde a la Casa de Ganaderos manifestando haber impuesto el de Perdiguera una multa a don Gregorio Mayoral, individuo de la Asociación por haber entrado su ganado en el monte Realengo (22 agosto 1877).

Otros documentos tratan sobre pastos, localizándose en Leciñena, Perdiguera y Sariñena:

Leciñena

  • Testimonio de un juicio instado por la Casa de Ganaderos a nombre de Félix Arruga, de Leciñena, por suponer el Alcalde de dicho pueblo que había pasado con una burra por un camino vicioso, comprendido dentro de los términos de dicho lugar (24 febrero 1837).
  • Un oficio del Alcalde de Leciñena en el que previene a la Casa de Ganaderos no entren los ganados de los asociados en aquel término, sin su permiso (16 marzo 1840).

Perdiguera

  • Exhorto del Jugado de 1.ª instancia de esta ciudad al Ayuntamiento de Perdiguera referente a acotamiento de una porción de monte común (9 marzo 1837).
  • Memorial de Martín Arruego, de Perdiguera, para que no se impida entrar su ganado en dos viñas que posee en la partida de la Sardilla (14 diciembre 1846).

Sariñena

  • Diligencias y actos hechos a instancia de la Casa de Ganaderos sobre mojonaciones en los montes de Sariñena (1727) 211. 38
  • Copia de concesión hecha a la villa de Sariñena de dos dehesas (5 marzo 1739).
  • Real Provisión expedida a petición del Ayuntamiento de Sariñena para que los ganados de Zaragoza y Perdiguera no entren a pastar en sus montes y términos (30 agosto 1746).
  • Real Provisión a instancia del Ayuntamiento de Sariñena para que el Real Acuerdo de Aragón informe al Supremo Consejo de Castilla acerca del derecho que tiene la Casa de Ganaderos a pastar sus rebaños en los términos y montes de dicha villa (11 mayo 1775).
  • Real Provisión expedida a instancia del Ayuntamiento de Sariñena para que la Casa de Ganaderos presente los Privilegios de pastura en los términos de dicha villa (5 mayo 1777).
  • Noticias y antecedentes que fueron enviados al Agente de Madrid para la defensa en el expediente seguido ante el Real Consejo de Castilla a instancia de Sariñena contra la Casa de Ganaderos (12 julio 1777).
  • Escritos del pleito seguido por la Casa de Ganaderos contra la villa de Sariñena. (No consta la fecha).
  • Memorial ajustado del pleito a instancia del Ayuntamiento de Sariñena coadyuvado por los señores Fiscales del Real Consejo contra la Casa de Ganaderos sobre pastos en los términos de dicha villa. (No consta la fecha).

No faltan los litigios, algunos contra las localidades de Farlete y Perdiguera:

  • Varios borradores de la Junta de Oficiales de la Casa de Ganaderos en la manutención de Villamayor, Perdiguera y Peñaflor por haber sacado dichos pueblos de sus términos los ganados de los asociados (1822).
  • Id. referentes a cuestiones entabladas por la Casa de Ganaderos contra el Ayuntamiento de Farlete sobre apenamientos (1826).
  • Copia del apuntamiento del pleito contra el Ayuntamiento de Perdiguera sobre reintegro a la Casa de Ganaderos en la posesión en que había estado de introducir sus ganados en la dehesa de la Sardilla (1856).

Algunos son curiosos, como un problema sobre la balsa de Valcarbonera, en Perdiguera, o por el paso cabañal por Sariñena y otras localidades:

  • Expediente formado ante el señor Gobernador de la provincia en virtud de exposición del Ayuntamiento de Zaragoza en solicitud de que se declare entre otras cosas, que el Alcalde de Perdiguera se ha extralimitado en sus facultades al no permitir la limpia de la balsa de Valcarbonera por la Casa de Ganaderos (1884).
  • Firma para que puedan pasar las cabañas por los términos de Jaca, Daroca, Sariñena, Canfranc y otros, obtenida por la Casa de Ganaderos (29 noviembre 1603).

La trashumancia

La trashumancia ha sido y es una forma de pastoreo que, de acuerdo con la estación, busca diferentes zonas para su aprovechamiento. Más concretamente, se define como el desplazamiento estacional de ganado entre diferentes pastos, generalmente de zonas bajas en invierno a zonas altas en verano, siguiendo rutas migratorias establecidas.

Una práctica ancestral, una forma de intercambio a través de unas vías, llamadas pecuarias conocidas principalmente como de cabañeras (cañadas) y sus vías secundarias: cordeles, veredas o coladas. Rutas tradicionales de tradición cultural que han tenido gran importancia histórica, social, económica y medioambiental. Por ello la Trashumancia es Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.

Red de vías pecuarias.

Solían bajar de las zonas pirenaicas en invierno a aprovechar los pastos de tierra plana. Eran los pastos de invierno de los que hay constancia de tenesinos, del valle de Tena, que bajaban a Ballerías o Robres. Estos herbajantes arrendaban los pastos o estibas. Por el contrario, en verano eran los ganados de abajo que subían a los ricos pastos pirenaicos, como era el caso de los de Monegrillo al valle de Tena y los de Farletillo (Farlete) a Sallent:

  • 1442, 13 de junio. Sallent. Miguel Sánchez de Mercader. Ff. 12 v. – 13 AHP. “La junta de quiñón de Sallent y Lanuza arrienda el puerto de Culibilla al ganadero de Monegrillo Ramón de Cascarosa por cinco estivadas y precio anual de 650 sueldos.
  • 1470, agosto, 6. Sallent Antón de Blasco, f. 17. ACL El concejo del quiñón de Sallent y Lanuza arrienda el puerto de Culibilla a Sancho de Alfranca ganadero de Farletillo, por precio de 940 sueldos anuales y tiempo de diez años.

Entre aquellos documentos (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica (siglos XV y XVI) / Manuel Gómez Valenzuela), figura uno por el cual los sallentinos pedían a uno de Monegrillo 650 sueldos más diez sueldos de estrenas (regalo).

  • 1451, noviembre, 14. Huesca. Martín Pérez de Escuer, f. 38 v. ACL. Ocho tensinos venden 3.000 lanas al mercader tarraconense Pedro Masip, a un sueldo menos de como irá en Monegrillo. La lana se pesará en roba con el peso del mercader ante dos árbitros.

Vicente Villellas, guarda de Sariñena, salía a esperar a los pastores para acompañarlos mientras pasaban por el término de Sariñena. Hasta hace poco, José Feixa llevaba su rebaño, unas 1800 ovejas, desde San Lorenzo del Flumen a la parte sur del Aneto, en la sierra de Sis, cerca de Castanesa. Lo hacía en unas siete jornadas en las que andaban de unos 25 a 30 kilómetros diarios. Allí pernocta en un refugio. José Juan Naya de Lamasadera las sube a Formigal y su testimonio recogió Manuel Antonio Corvinos. Antonio Casajús baja a tierra plana desde Val de Hecho con sus 1200 Ansotanas. Baja en otoño, a pesar del mal estado de las cabañeras, unas 1200 ovejas Cabañera, veredas, ramales. Sin duda, una actividad tradicional que no debería de desaparecer.

Como curiosidad del intercambio cultural entre la montaña y el llano es el Romance de Marichuana que se mantiene vivo en Castejón de Monegros.

Patrimonio

En un territorio tan árido, el agua fue esencial, vital, ligada a una gestión, ya no solo para el consumo humano, sino para su uso ganadero. Los Monegros guarda aún aquel patrimonio que posibilitó la vida, una extensa red de balsas distribuidas en los en torno a los municipios y por sus montes, a la vez que balsetas, balsetes, aljibes o abrevaderos que recogían y almacenaban el agua de lluvia para su consumo durante largas y duras épocas estivales y de sequias.

Balsa de la Escalera. Monte de Lanaja.

Así mismo es cuantioso el patrimonio ligado al pastoreo, a la vida pastoril, diferentes abrigos que contienen antiguas inscripciones de pastores o las propias parideras, casetas, masadas o aldeas por la Sierra de Alcubierre y el resto de montes monegrinos.

Igualmente, esa red de vías pecuarias, de pasos y servidumbres. Vías, como se ha apuntado anteriormente, clasificadas en cabañeras, cordeles, veredas o coladas.

Casetas que desaparecen al igual que las vías, un patrimonio material pero también inmaterial, de una forma de vida, la de pastor completamente vinculada con la naturaleza. Cazar y poner lazos, comer a caldereta, reposar en ribazos, marguines, buscar el abrigo o la sombra bajo una sabina, sufrir el cierzo, la boira, la lluvia y tormentas, los perros, chuflar, esos chuflidos que en sí mismos son todo un lenguaje, contar las cabezas, los cencerros, esquillas/esquilas o trucos, el esquile y la curación del ganado, atender los partos y una vez paridas, el papeleo y la gestión de las pequeñas explotaciones ganaderas.  

Pastores como Félix Tabueña Tabueña de Pallaruelo de Monegros formaban parte de esa estirpe de hombres que se dedicaron al pastoreo, como forma de vida, muy ligada al monte y a la naturaleza, a la paciencia y a la sabiduría. Casos como el tío Juaner, también de Pallaruelo, que además de pastor ejerció de Mayoral del dance de Pallaruelo, con gran ingenio y oralidad, recitando versos, dichos y motadas. Pues la mayor expresión artística de Los Monegros encuentra en el mundo pastoril una de sus mayores representaciones, con las figuras del Mayora, a veces llamado Mairal, y su aprendiz el Rebadan o Rapatán con quien realiza las pastoradas, diálogos

Julián Royo Martínez Pastor comenzó muy joven, en pastos del monte de Sariñena donde se quedaba varios días durmiendo solo en una masada. Para santa Cruz, cada 3 de mayo, los pastores cumplían y renovaban o cambiaban de casa.

Gonzalo Casamayor Suñén a los 12años ya iba por la sierra de Alcubierre con cabras, iba por un cerro y las cabras por otro y se veían: -Ahora hay tantos pinos que resulta imposible-. El llevaba “un ciento de cabras” y en Alcubierre igual había entre 10.000 a 12.000 ovejas y cabras. Las cabras han sido muy importantes, por la leche, en cada casa tenían un, dos o tres cabras por lo menos, entre todas hacían un ciento que llevaban con la bizera. Con las cabras ganaba unas 2.500 pesetas al mes, iba desde el pueblo a la sierra y cuando parían se quedaba en el monte:  -Una mujer soltera tenía una cabra muy buena que parió tres cabritos, sería por 1964. Le llevé los tres cabritos y se puso tan contenta que me dio dos cincuenta de pesetas, que casi era el sueldo de un día-. Con 15 años estuvo de pastor de cabras y hacía la bizera de las ovejas y las cabras, juntando unos pocos animales de muchas casas. En algunas casetas se marcaba con carbón o con la navaja –Fulano de tal, bizero de pelo-; de pelo son consideradas las cabras mientras las ovejas de lana.  Con las ovejas ganaba 2.800 pesetas.  Las ovejas de la bizera tenían un polígono, desde el pueblo hasta el Pantanico”.

Marcos Rodés Pueyo, pastor de Sariñena, recuerda como llevaban las ovejas a la dula cada mañana, las juntaban en un corral y un pastor común las llevaba, se hacía cargo del ganado compuesto por ovejas de casas pequeñas. De alguna manera, aclara Marcos, la dula era un pastor particular que pagaban entre todos y que juntaban por la zona del Mercadal, que antes eran corrales.

En Huerto, José Banzo Alvira comenzócon apenas 30 cabezas y alguna cabra en “dula” compartida, hasta consolidar un rebaño propio, aunque no se considera pastor en sentido estricto, aunque las ovejas han formado parte de su vida desde siempre (José Banzo Alvira de Huerto, entrevista en el Diario del Altoaragón por Marga Bretos).

Francisco Elcacho, pastor de Villanueva de Sigena, fue entrevistado por Ignacio Almudévar Zamora, de quien dice que su ganado fue casi siempre de raza monegrina, una variedad de la raza rasa aragonesa, que carece de lana en el vientre y son recias y grandes de cuerpo

La familia Bolea Brosed de Robres lleva un rebaño cercano al millar de ovejas de raza rasa aragonesa “Las razas autóctonas son las que mejor se aclimatan aquí la rasa aragonesa es la que ha estado toda la vida, es la raza monegrina”, (Entrevista en el Diario del Altoaragón por Marga Bretos) Pues Robres, municipio situado en la ladera de la Sierra de Alcubierre, ha visto reducir su censo ganadero en las últimas décadas: de 16.000 ovejas a unas 6.000.

La reducción de cabezas de ganado ha sido una generalización en Los Monegros, especialmente en las últimas décadas. Sobre finales del siglo XVIII, Blecua y Paul, en su Descripción topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792, aporta las siguientes cifras:

  • Albalatillo: Los pastos de sus montes son muy cortos, apenas para 700 cabezas ganado lanar forastero en el invierno, que criarán 400 corderos con algo de vacuno y mular de sus vecinos para sus labores.
  • Alberuela de Tubo: Los pastos de sus montes inclusos los realengos de la villa y aldeas, son muy dilatados, pero en el pueblo sólo mantienen 1000 cabezas ganado lanar, que criarán al año 600 corderos. Los Proprios se reducen a yerbas.
  • Ballerías: Los pastos son abundantes, como para 3000 cabezas ganado lanar, que criarán 1500 corderos.
  • Capdesaso: Los pastos son abundantes y se arriendan casi todos a los forasteros, por tener poco ganado los vecinos, el que será de 600 a 700 cabezas lanar, que crían 400 corderos.
  • Cartuja Fuentes: Son dueños del monte llamado la Plana, que compraron a esta villa, en el que se mantienen 4000 ovejas, 3000 carneros y buena porción de ganado mular, proprio del monasterio, con su buena granja junto al río Flumen, porción considerable de regadío, plantío de viñas y un molino harinero.
  • Huerto: Los pastos son medianamente abundantes, como para 2000 cabezas de ganado lanar, que criarán mil corderos.
  • Sariñena: Los pastos de sus montes y realengos son muy abundantes, y aunque los naturales tienen pocos ganados, se mantienen más de 40000 cabezas de los forasteros, siendo muy de admirar el poco aprovechamiento que ellos hacen de este ramo tan útil.
  • Tubo y Sodeto: Ambos del duque de Villahermosa, el que arrienda los pastos a su arbitrio, y mantienen en el invierno 4000 cabezas ganado lanar forastero, que le produce 1000 libras jaquesas, poco más o menos.

A mediados del siglo XIX, es Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico Estadístico de 1845-1850, quien nos aporta diferente información, entre ella la del Partido judicial de Sariñena, donde se cría mucho ganado lanar, algún cabrío y vacuno.

  • Albalatillo: Cría ganado lanar y cabrío. 
  • Alcubierre: Cría ganado lanar.
  • Bujaraloz: Cría ganado churro.
  • Castejón de Monegros: Cría de ganado lanar y cabrío.     
  • Castelflorite: Ganado lanar.
  • Farlete: Mantiene bastante ganado lanar blanco de la mejor clase.
  • Huerto: Cría de ganado lanar.
  • Lalueza: Cría ganado lanar y vacuno.
  • Lanaja: Cría de ganado lanar en número de 6,000 cab., y algo de cabrío.
  • Leciñena mantiene ganado lanar y cabrío.  
  • Marcén: Cría ganado lanar.
  • Monegrillo: Cría de ganado lanar.
  • Perdiguera: Mantiene ganado lanar.
  • Peñalba: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Poleñino: Cría ganado lanar, mular y vacuno.
  • Robres: Cría ganado lanar.
  • Sangarrén: Cría ganado mular, vacuno, lanar y yeguar.
  • Sariñena: Habrá 2,500 cabezas de ganado lanar de cría y alguno de vacuno.
  • Sena: cría ganado lanar.
  • Senes de Alcubierre: Cría ganado lanar.
  • Tardienta: Cría mucho ganado lanar.
  • Torralba de Aragón: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Usón: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Valfarta: Cría ganado lanar, cabrío.
  • Villanueva Sijena: Cría ganado lanar y cabrío.

Un inventario del 2019, en Los Monegros había unas 138.315 cabezas de ganado ovino y 2.707 de Caprino (Atlas de Aragón. Icea Aragón).

La dula/adula o Bizera

La Dula/Adula o Bizera, como se ha comentado anteriormente, respondía a una practica comunitaria de gestión del poco ganado que las casas humildes disponían. Estamos hablando de unas pocas ovejas y cabras que en cada casa había pero que de forma individual resultaba imposible de manejar y la única solución era su puesta en común con el resto de las casas.  Una forma de cooperación entre vecinos, que, en según que casos, podía agrupar otros animales, como animales de tiro y carga.

Se juntaban en el Plegadero y de allí un pastor las conducía a pastar a lugares reservados para ello, montes comunales, boalares o vedados. En palabras de Manuel Gómez Valenzuela (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica siglos XV y XVI), “Esta institución prestaba un buen servicio a los vecinos al agrupar a ganados de los que éstos poseían solo dos o tres cabezas; bueyes, cerdos, vacas, etc. y confiarlas a un pastor o dulero que realizaba el trabajo que hubiera costado mucho esfuerzo y tiempo a los propietarios”.

Manuel Gómez Valenzuela ha recogido abundante información sobre las Dulas/Adulas, entre ellas un documento (doc. 152) sobre la contratación de dos guardianes para la adula de Sariñena, en la cual se reflejan las obligaciones de estos guardas: “Eran remunerados por los vecinos del lugar, cada uno de los cuales les pagaba cuatro cuartales de trigo al año por par de bestias. Debían tratar bien a los animales: solo podían usar zurriago o pértiga, no porras ni estacas. Si el dulero perdía una bestia o se moría por su culpa estaba obligado a indemnizar al dueño. Para evitar esto, el concejo inventariaba el número de animales que se le con- fiaban, que se contaban al salir y volver. Y debían llevarlos a los montes vedados de la villa, es decir, a los reservados para estos ganados”.

Colección documental 152. 1525, enero, 29. Sariñena Martín Falcón, ff. 4 v. – 5 r y 8 r. AHPH ´

Adjudicación de la guarda de la adula de Sariñena según el pliego de condiciones que se detalla (Al margen: Arrendacion de la adula).

Eadem die Domingo Millera coredor hizo relacion con los capitoles infrascriptos haber rendado la adula de la villa a Bernat Fenollar y Johan Senes vecinos de Sarinyena como a mas conoxentes los quales aceptaron la dicha guarda con los dichos capitoles y condiciones y los señores jurados Martin de Morcat, Salbador Valles y Betholomeu de la Cueba jurados prometieron fazerles buena etc. y ellos dieron por fiancas a Pedro d’Ezquerra, Pascual de Alcanadre y Ramon de Barecha, habitantes de Sarinyena las quales tales fiancas se constituyeron etc. todos obligaron etc. renunciaron etc. diusmetieronse etc. assi los señores jurados como los aduleros y fiancas etc. sicut decet in similibus.

Testes Johan de Ayusso et Anthon Bonet bezinos de Sarinyena. Con los capitoles y condiciones infrascriptas los senyores jurados de la villa de Sarinyena dan a guardar la adula de la dicha villa por tiempo de hun anyo que comentara a correr a quatro del mes de febrero primero venient del anyo presente de mil quinientos veynte y cinco, fenecera a quatro del mes de febrero del anyo de mil quinientos veynte y seys.

Et primo es condicion que todos los vezinos y habitadores de la dicha villa que echaran sus bestias a la dula hayan de hayan de pagar al adulero quatro quartales de trigo por par de bestias y el trigo tachado a XXVI sueldos por cafiz y este a discrecion de cada huno de pagar trigo o dinero el dicho precio pagadero por todo el mes de agosto.

Item es condicion que el que tomare a guardar la dicha adula haya de llevar piertiga en la mano o curriago y no porriello ni palo grande.

Item es condicion que el que guardare la dicha adula si per-dera alguna bestia o se morira por culpa suya haya de pagar aquella a su amo.

Item es condicion que el dicho adulero sea tubido y obligado haber a sacar en qualesquiere tiempos de plubias, niebes, vientos y otros qualesquiere siempre que por los jurados y procuradores de condiciones o persona nombrada por ellos sera requerido haberlas de lebar y esto a ora de prima como es costumbrado.

Item es condicion que las bestias que se fallaran al tiempo de la arrendacion presente que yran a la dula inbentariadas y verifficadas por los jurados y procuradores sean tubidos y obligados de pagar la primera tanda aunque las vendan o muden los duenyos de quien seran.

Item es condicion que los dichos aduleros o adulero sean tubidos o obligados de haber de lebar la adula a los montes vedados de la villa mudandola de huno en hotro por dias o semanas segun que por los señores jurados y procurador o persona nombrada por ellos les sera dicho y si no lo hara haya de pena por cada vegada dos sueldos el uno para el acusador, el otro para todas condiciones.

Item es condicion que la presente rendacion se haga con todas las condiciones que antigament se han acostumbrado fazer y arrendar.

Item es condicion que todos los que ternan bestias assi de labor como cerreras sean tubidos y obligados de contribuyr en las pagas al dicho adulero excepto bestia colluda o de fillo.

Item que si altercacion alguna habra entre los vezinos y habitadores de la villa y el adulero que sian conocedores los jurados de la villa.

Item por quanto en las ferias algunos vezinos y habitadores de la villa van a guardar en los terminos de la villa algunas bestias de algunos foranos y se hacen pagar por tanto que los tales encorran en pena de V sueldos para el comun de la villa y lo que recibiran para el adulero.

Un documento de Robres de 1494 regula la coexistencia de las dulas “con los cultivos en torno de la ciudad o con los ganados arrendados por el concejo del lugar”. En este, apunta Manuel Gómez Valenzuela, “Se permite el paso libre, pero se limita el número de animales cuyos dueños gozan de este derecho y se reitera la prohibición de que ganados forasteros pasten en los términos reservados a las dulas locales, como también sucede en Sariñena, en el documento antes resumido, para evitar que los particulares se beneficien ilegalmente de estos aprovechamientos concejiles, al cederlos a extranjeros. En el caso de Robres se trata de regular la coexistencia entre la dula y el ganado menor del herbajante. Las adulas del lugar, con un sistema similar al jaqués, solo pueden entrar en los pastos en días de fiesta alternos, no pueden acercarse a los acampaderos del arrendador. Una curiosa norma es que las adulas solo podían pastar libremente de sol puesto a sol salido, es decir, durante la noche.”

Colección documental 198. 1594, mayo, 1. Robres,  Antón Gascón, ff. 65 r. — 72 v. AHPH

El concejo de Robres arrienda los pastos del lugar a Pedro Navarro de Panticosa por tres años y ocho mil sueldos anuales de precio según lo contenido en el pliego de condiciones que se transcribe. (Protocolo de convocatoria y reunión del concejo de Robres en la plaza del lugar, lista de asistentes). Con titol y por tenor de la pre-sente carta publica de arrendacion arrendamos a vos Pedro Nabarro vezino del lugar de Panticosa de la valle de Tena que presente y acceptante soys para vos y los vuestros y a quien vos querreys, ordenareys y mandareys a saber es las yerbas, pastos y aguas en la abaxo inserta capitulacion contenidas y esto a tiempo y por tiempo de tres años continuos los quales comenzaran a correr el dia y fiesta de Santa Cruz de Mayo del año presente de mil quinientos noventa y quatro y fenezeran el dia y fiesta de Santa Cruz de Mayo del año primero veniente de mil quinientos noventa y ocho (sic) por precio es a saber de ocho mil sueldos dineros jaqueses en cada un año pagaderos en las tandas y de la forma y manera en la abaxo inserta capitulacion de la presente capitulacion y arrendacion especificadas y declaradas, la qual dicha y presente arrendacion en nombre y voz del dicho concejo y universidad y singulares vezinos y habitadores del dicho lugar de Robres que de presente somos y por tiempo seran os hazemos con la capitulacion infrascripta y siguiente:

Con la presente capitulacion los jurados del lugar de Robres arriendan en los terminos del lugar de Robres como dice del camino de Almuniente hacia baxo y camino de Lanaja hacia baxo que es hacia los terminos de Granyen en la qual yerba y termino no se comprende en vedado que dicen del carnicero ni el bedado de las Biñas que se llama los Yermos.

El primo es condicion que el que arrendare no pueda en ningun tiempo con su ganado subir a pacer del camino que los carros ban a Caragoca vulgarmente dicho el camino de Puey de Bas.

Ittem es condicion que la yerba que los jurados arriendan se haya de vedar en cada un año durante el tiempo de dicha arrendacion a saber es la partida llamada Collarada el primero dia de agosto y la partida llamada la Sardera para el deceno de agosto y quienquiere que passado dicho tiempo con sus ganados pascera dicha yerba tenga de pena una deguella de dia y dos de noche.

Ittem es condicion que ningun vezino ni habitador del lugar de Robres durante el tiempo de la arrendacion en la yerba que con la presente se arrienda no pueda romper tierra ni labrar ras-trollos ni hacer cullares hasta que sea pasado todo el mes de janero en cada un año y el que el contrario hiciere tenga de pena por cada un campo que labrare sesenta sueldos dineros jaqueses para el arrendador y que no sea obligado dicho arrendador a guardar los cullares que en dichas yerbas hicieren.

Ittem es condicion que passado todo el mes de marco en cada un año durante el tiempo de dicha arrendacion puedan assi el arrendador como los vecinos del lugar de Robres trabesar con sus ganados la yerba del arrendador y el arrendador la de los vecinos de Robres sino en caso que en los ganados hubiere dolencia que en tal casso cada uno se haya de estar en su yerba.

Ittem es condicion que si el que arrendare no tubiere agua en la yerba que arrienda para sus ganados que los jurados de Robres sean obligados a dar passo a los ganados del arrendador para las balsas del lugar por donde se ha acostumbrado dar otras veces y de la misma manera si en la yerba de los del lugar no hubiere agua y la hubiere en la yerba del arrendador se les haya de dar paso para sus ganados por donde se ha acostumbrado dar otras veces.

Ittem es condicion que los dias de fiesta las adulas del lugar puedan yr un dia enta la yerba del arrendador otro enta la yerba del lugar y si casso fuere que el adulero no llebara las adulas de la manera arriba dicha tenga de pena por cada vez que lo contrario hiciere veynte sueldos la qual pena sea para el arrendador.

Ittem es condicion que sueltos los pariconales puedan yr las adulas del lugar todos dias por los comunes un dia enta abaxo y otro enta arriba.

Ittem es condicion que los vecinos del lugar de Robres puedan llebar sus animales gruessos adonde les paresciere a paxto desde sol puesto hasta sol salido y si salido el sol o antes de ponerse el arrendador o su guarda hallare ningun animal en su yerba tenga de pena seis dineros para el arrendador.

Ittem es condicion que ningun vezino ni habitador del lugar de Robres de vispra de Pasqua de Navidad adelante no pueda llebar a paxto sus animales a los campaderos del arrendador y el que lo hiciere tenga de pena por cada un animal seis dineros de pena para el arrendador.

Ittem es condicion que el arrendador haya de estar al usso y costumbre del lugar de Robres en penas y precios.

Ittem es condicion que el que arrendare haya de dar fiancas a contentamiento de justicia y jurados las quales fiancas junta- mente con el arrendador se hayan de obligar en carta de encomienda en toda la cantidad que montare el precio de los años del dicho arrendamiento y se les ottorgara contracarta de que no se valdran de la comanda sino en casso que no pagasse el arrendador en cada un año el precio del arrendamiento ni en mas cantidad de aquella que habra dexado de pagar.

Ittem es condicion que el que arrendare dicha yerba sea tenido y obligado a pagar el precio de dicho arrendamiento en cada un año en el lugar de Robres a saber mil y doscientos sueldos jaqueses por dia y fiesta de sant Miguel de setiembre y lo que restare en dos tandas, la primera el dia y fiesta de sant Martin quatro mil sueldos y la otra el dia y fiesta de Santa Cruz de mayo lo que restare de dicho año.

Ittem es condicion que los vezinos de Robres con sus ganados passado el mes de marco como dicho es puedan pazer en cada un año en la yerba del arrendador asta el dia que se vieda como dicho es sin pena alguna.

[Párrafo barreado: Ittem es condicion que el que arrendare sea obligado a pagar en cada un año durante el tiempo de la arrendacion por dia de sant Martin dos perniles de tocino de peso cada uno dellos de siete libras y dos quesos de peso de cada seys libras cada uno dellos ]

Ittem es condicion que el que arrendare sea obligado a pagar al notario por testifficar la presente capitulacion y actos a ella tocantes cient sueldos jaqueses y al corredor que pregonara al tiempo de tranzar veynte sueldos.

Ittem es condicion que el que arrendare pueda poner a su voluntad montero el qual sea obligado a jurar en poder del justicia.

Ittem es condicion que el que arrendare con su ganado no pueda entrar en dicha yerba asta dia de santa Lucia tres dias antes y en cada un año salir de dicha yerba a ocho de mayo durante todo el tiempo del dicho arrendamiento.

Ittem es condicion que el que arrenda re dicha yerba no se le dara lugar de diesmar asta que hubiere pagado todo el precio de dicho arrendamiento a los dichos jurados de Robres como dicho es.

Ittem que el que arrendare dicha yerba no pueda dar las las fiancas que sean vezinos de Robres porque no se le admitiran. Ittem es condicion que el que arrendare dicha yerba pueda tener entrada con su ganado para abrebar en la balsa nueba.

Ittem es condicion que si hizieren danyo los arrendadores con sus ganados en panes los hayan de pagar dia de Santa Cruz en cada un año.

Ittem es condicion que los jurados ni concejo de Robres no puedan acoger en las aleras a ningun ganado mas de los de Martin Montanyes de Senes.

Ittem que el arrendador y sus fianzas puedan prendar en la yerba que arriendan sin tomar juramento.

(Acta de adjudicación de los pastos con las condiciones sobredichas a Pedro Navarro, vecino de Panticosa, clausulas de ratificación, nombramiento de fiadores a los tensinos Miguel Guillén y Jaime Navarro de Panticosa y a Jaime del Río vecino del Pueyo, clausulas de garantía)

Testes: Joan de Bolea y loan de Merced habitantes en Senes y aliados en Robres.

(A continuación los fiadores reconocen tener en comanda de los jurados de Robres 24.000 sueldos jaqueses. Y los jurados de Robres otorgan contracarta prometiendo no valerse de esta comanda salvo en caso de impago del precio de la arrendación).

Por último, recogemos un documento de Almudévar de la venta de un vecino de Alcubierre a otro de Grañén de un rebaño de doscientas cabezas de caprino:

Colección documental 146. 1519, noviembre, 11. Almudévar. Martín Alayeto, cédula de 2 ff entre ff. 42 y 43. AHPH

Antón de Oto vende doscientas cabras a Juan de Tierz por precio de dos mil sueldos. Durante los primeros cinco años se constituye un censal por el que Juan de Tierz le pagará cien sueldos anuales, tras este plazo deberá pagarle los dos mil sueldos. Garantiza este pago con todos sus bienes y las doscientas cabras.

Con los capitoles, pactos y condiciones infrascriptos y siguientes vende Anthon d’Oto mayor de dias vezino del lugar de Alcubierre a Johan de Tierz vezino del lugar de Granyen doszientas cabecas de crabio de diverssos pelos y tienpos siquiere dientes por precio de dos mil sueldos dineros jaqueses a razon de diez sueldos por cabeca las quales condiciones son segun se sigue:

Et primo es condicion que por quanto el dicho Johan de Tierz no paga luego de present los dichos dos mil sueldos promete y se obliga pagar al dicho Anthon d’Oto en cada hun anyo cient sueldos dineros jaqueses de censsal durant tienpo de cinquo anyos contaderos del primero dia del mes de dezienbre del anyo present de mil quinientos y dizenuebe cinquo anyos continuos et enpecara la primera paga el primero dia del mes de dezienbre del anyo de mil quinientos y veinte.

Item es condicion que durant el dicho tiempo de los dichos cinquo anyos el dicho Anthon d’Oto no pueda conpellir al dicho Johan de Tierz a pagar los dichos dos mil sueldos pagando el dicho Johan de Tierz los susodichos cient sueldos de censsal en la forma susodicha durant el dicho tiempo de cinquo anyos.

Item es condicion entre las dichas partes que si por ventura el dicho Johan de Tierz ante de ser conplidos los dichos cinquo anyos querra pagar los dichos dos mil sueldos o parte alguna de aquellos que en el dicho caso el dicho Anthon d’Oto sea obligado a recebir aquellos y si no dara todos los dichos dos mil sueldos que de aquello que recibira se aya de baxar el censsal al dicho Johan de Tierz de aquella quantidat que le dara a razon de veinte mil por mil.

Item es condicion entre las dichas partes que conplidos los susodichos cinquo anyos el dicho Johan de Tierz promete y se obliga dar y pagar al dicho Anthon d’Oto los susodichos dos mil sueldos dineros jaqueses y esto dius obligacion de todos sus bienes mobles y sedientes havidos y por haber en general et en special pone las ditas dozientas cabecas de cabrio.

Item es condicion entre las dichas partes que el dicho Johan de Tierz durant el susodicho tiempo de los dichos cinquo anyos no pueda vender ni alienar de las susodichas cabras et si caso sera que algunas sacara por viejas que en el dicho caso aya de tornar otras tantas y esto fasta que los susodichos dos mil sueldos aya pagado al dicho Anthon d’Oto.

Al pastor

El oficio de pastor, un trabajo muy vocacional, duro, de mucho esfuerzo, dedicación, paciencia y gran sabiduría. Una actividad adaptada al medio rural y a la naturaleza que continúa afrontando grandes retos para su subsistencia, resistiendo como siempre lo ha hecho, especialmente en Los Monegros, en tierra árida, de escasas precipitaciones y largas sequias, de pastos que se agostan en verano. También el rigor del frío en invierno, de las heladas y las boiras.

A todos los pastores que con su gran semblanza han conducido con serenidad y quietud sus rebaños por nuestros montes, sapiencia y bonhomía.

Las salinas de Bujaraloz y Sastago y la extracción de sal


En Bujaraloz, durante siglos se produjo la extracción de sal en algunas de sus lagunas salinas. Una extracción tradicional, cuyo patrimonio se desvanece en un paraje sorprendente, entre un paisaje lunar y ruinas de lo que un día fue un gran complejo industrial productor de sal. Sus orígenes apuntan a época romana e incluso anterior y que prácticamente se llegaron a realizar hasta mediados del siglo pasado. La sal, el oro blanco cuyas salinas de Bujaraloz y Sastago fueron importantes centros productores del reino de Aragón.

Salada de la Salineta bajo la luna, Bujaraloz.

Las saladas

Las Saladas de Sástago-Bujaraloz son un conjunto de lagunas endorreicas, temporales y salinas localizadas en la denominada plataforma Sástago-Bujaraloz en pleno valle del Ebro (Geología de Los Monegros). Un complejo lagunar salino que incluye unas 26 cubetas que ocupan una superficie de 8.144 hectáreas, considerado como el más extenso e importante de Europa, siendo único por sus particularidades en el contexto de Europa occidental.

Las saladas están incluidas en la lista de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas (Convención de Ramsar), además de formar parte de la Red Natura 2000, tanto como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), código ES2430082 «Monegros»; como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), código ES0000181 «La Retuerta y Saladas de Sástago». Igualmente, a nivel aragonés se encuentra registrado en el Inventario de Humedales Singulares de Aragón. Un extraordinario lugar del gran entorno natural de Los Monegros.

Artemisia parthenogenetica. Fotografía Constantino Escuer Murillo.

En esos aljibes puede verse la artemisia parthenogenetica, un pequeño crustáceo de apenas un centímetro, habitante habitual de las salinas permanentes. Es una de las 1.200 especies que se calcula componen la biodiversidad de esta zona, especialmente invertebrados y también joyas vegetales.

La salinidad y la sal

La salinidad es la característica principal de las lagunas endorreicas de la citada plataforma Sástago-Bujaraloz. Unas sales que entran en las saladas y proceden básicamente de las aguas subterráneas y que suele variar entre 30.000 y más de 400.000 mg/l “dependiendo del régimen de entradas y salidas de cada momento”. Esta elevada salinidad ha permitido su explotación de sal hasta mediados del siglo pasado “donde se recogían dos cosechas al año” (Las saladas de Bujaraloz. Sástago. García vera, Miguel Ángel y Castañeda del Álamo, Carmen).

De acuerdo con las formas de extracción de sal estas respondían a manantiales y pozos, salinas marítimas, minas de sal, salinas de fuego, pluviales y lagunas saladas (Plata Montero, Alberto. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX).

En el caso que nos ocupa, las lagunas saladas de Bujaraloz- Sastago captan el agua de la lluvia reteniéndola durante cortos periodos de tiempo, especialmente hasta su desecación total en verano debido al extremo cálido verano de la zona. Tras su evaporación, en el fondo de las cubetas se depositan las sales, dejando las características costras salinas, que, realizadas en eras acondicionadas para ello, y que luego se recogía para su almacenamiento y comercialización.

De ellas, las conocidas como la salada del Rey o también llamada de La Playa, en término de Sastago y La Salineta en Bujaraloz fueron explotadas para la extracción de sal. No obstante, la salada del Rey, por su proximidad a Bujaraloz, históricamente y popularmente ha sido llamada salada de Bujaraloz, extremo que incluso recoge Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de1845-1850, en su descripción del término de Sastago “Salina que produce mucha sal, muy blanca y regular y de ella se surten los principales pueblos de Aragón”, pues el monte de Sástago era muy rico “gracias a los buenos pastos de cría y a la salina que en él se encuentra”.

Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

La sal y su extracción fue un elemento importante a lo largo de la historia, como dice Alfredo Auñón Pastor “Fue un codiciable producto con una notable repercusión, ya fuese como un elemento de dominio político, una moneda de cambio frente a conflictos entre los diferentes poderes establecidos o una fuente de enriquecimiento y prosperidad de algunos grupos sociales”. Así, la sal fue en un elemento indispensable para las sociedades históricas, apunta Alfredo Auñón Pastor “no siendo la aragonesa medieval una excepción” (Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi).

La sal de las saladas de Bujaraloz – Sastago era destinada para salazones debido a su sabor amargo que no la hacía óptima para el consumo humano, debido a la presencia de sales de magnesio. Para evitar su sabor amargo se solía mezclar con sal gema de explotaciones minerales, mezcla que se hacía en Bujaraloz con sal gema procedente de los yacimientos de Remolinos y el Castellar, tal y como Gerónimo Ximénez de Aragües, relata en 1630 al referirse sobre la sal de la salina de Bujaraloz: «En el monte de Bujaraloz ay una Salina de agua que es de poca consideración por no ser muy perfecta la sal que della se saca, y no tener términos, pues aún en el mismo lugar de Bujaraloz no se puede gastar della, y assí está concertado con los arrendadores de Remolinos y el Castellar» (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

Camino de los Fierros, vía romana

La extracción de sal, en las saladas de Bujaraloz Sastago, ha sido considerada en origen de época romana, e incluso prerromana. Esta hipótesis es fácil de sustentar debido a que Bujaraloz históricamente ha ocupado una posición geográfica destacable en el camino de los Ferros, la calzada Ilerda-Caesaraugusta, importante vía romana de comunicación que ya se apoyó en una antigua vía ibera.

Hay quien apunta que en época romana se llevaba la sal a Sastago donde se embarcaba en barcos y a través del Ebro se conducía a Tarragona.

Lo cierto es que históricamente la explotación de sal se conoce desde épocas bien tempranas, conclusión contemplada en el estudio de Mangas y Hernando: A nivel territorial, se conoce la explotación de yacimientos mineros de sal desde épocas muy tempranas, especialmente en el Sistema Ibérico, donde la preponderancia de la obtención de sal mediante evaporación fue muy común durante el I Milenio a.C. (Terán, 2016: 199-341), algo que no pasó inadvertido  para las élites de época romana, quienes crearon diferentes localidades como capitales de cabecera, con el objetivo de obtener los recursos naturales disponibles y un control político de los diferentes territorios (Mangas y Hernando, 2011: 50-67)”. Por lo que es difícil conocer la época en que se comenzaron a explotar u obtener la sal en las salinas de Bujaraloz – Sastago.

Retrospectiva documental de las salinas de Bujaraloz – Sastago

Documentalmente, una de las primeras referencias sobre las salinas nos lleva al 13 de febrero de 1209, cuando el rey Pedro el Católico da el lugar de Bujaraloz a la Orden del Hospital de San Jorge de Alfama y entre sus terminaciones se citan las salinas de Sástago (Alvira, 2010, doc. 868, p. 942). Pues, como manifiesta Alfredo Auñón Pastor “durante el resto del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII, la monarquía otorgó la explotación de sal, la percepción de sus rentas y el uso de sus entornos de producción y almacenamiento a diferentes instituciones y personas como un bien más del que sacar un rédito anual, además de continuar con su política de donaciones, especialmente al clero” (Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi).

En 1218, Jaime I, a ruegos de Pedro del Bosch, toma bajo su especial protección a la villa de Bujaraloz y en septiembre de 1229 el prior de San Jorge de Alfama, acuciado por las deudas que había contraído su monasterio, vende el castillo y la villa de Bujaraloz al monasterio de Sigena por doscientos cincuenta maravedís alfonsíes (Mar, Carmen J. Bujaraloz. VIII Centenario de su fundación y época de su pertenencia a la Orden de San Jorge de Alfama). La venta genera un conflicto de los vecinos de Pina con el monasterio de Sigena y el febrero de 1231, para poner fin al contencioso, los vecinos de Pina entregan el término de Bujaraloz al monasterio, además de autorizarles a que todos los habitantes de Bujaraloz puedan obtener sal de “nuestras salinas en abundancia para el uso de sus hogares, siempre, pero no con el propósito de venderla o regalarla a otras personas en la tierra: quod omnes habitantes de Borialaroz de illas nostras salinas salem inde percipiant habundanter ad opus suarum domorum semprer sed non causa vendendi nec dandi aliis hominibus terre» (Ubieto, 1972, doc. 139, p. 206-207). Por aquellos años, los términos no están completamente definidos y las salinas debieron de pertenecer a Pina, de allí a que sean nombradas saladas de Sastago y Pina.

“Los vecinos de Pina, caballeros, infanzones, labradores y sarracenos llegan a una concordia con doña Sancha [Jiménez de Urrea], Priora de Sigena, por la que ceden a ésta y al convento de dicho nombre todo el término de Bujaraloz con la condición de que en él puedan apacentar sus ganados los de Bujaraloz y Pina y, si se hiciere vedado de leña, caza o hierbas para venderlos a extraños, perciban la mitad del producto los de Pina y la otra mitad el Monasterio. Con la misma condición ceden la Casa Blanca que poseen en el vedado de Pina. Finalmente conceden que todos los habitantes de Bujaraloz reciban la sal que necesiten para su consumo, no para venta, de las salinas de Pina”.

Documento ES/AHPHU – S/000006/000014.

En 1254, doña Urraca de Entenza, priora de Sigena, otorga la carta de población a Bujaraloz “Según la carta, estos territorios ya estaban poblados para esta fecha, y se regían por un derecho determinado; se les declara francos, libres e inmunes de ciertos impuestos”. Y el 5 de febrero de 1263, Jaime I autoriza al monasterio de Sigena para extraer cien cahíces de sal anualmente de las salinas de Bujaraloz y llevarlas libres y francas al monasterio, exentas del pago de peaje y lezda (ES/AHN – Órdenes militares/Car. 706/N.º 28).

Salicornia. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

A los pocos años, las salinas de Sastago y Pina, son concedidas al conde de Sástago en 1265 por Jaime I rey de la Corona de Aragón, Jaime I (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2). Aunque, en 1283 el privilegio General de Aragón establece que la sal se use y explote como antiguamente se hacía «Que todos los del regno de Aragón usen como solían de la sal de qual que más se querrán de los regnos e de  toda la senynoría del senynor rey de Aragón de aquella que más se querrán; et quend vendan los qui salinas an assí como  solían antigament; et aquellos qui per fuerez vendieron sus salinas e se tienen por agreviados que las cobren e que usen de  aquellas como solían, ellos empero tornando el precio quend  recebieron»(Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

 “La salina de Sástago y Pina es del Conde de Sástago, el qual tiene privilegio del Rey don Jayme el I, dado año 1265, para que todos los lugares desde Lérida hasta Pina puedan comer desta sal”

Ximénez de Aragües, Gerónimo. 1630.
Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2.

No obstante, en 1276 se crea una delimitación para la distribución y venta de la sal “sobre compraventa y usos de la sal de Pina de Ebro”, siendo sus límites “las localidades de Montalbán, en el sur, Morella y Tortosa, en el este, Fuentes de Ebro, en el oeste, y con los valles de los ríos Cinca, Alcanadre e Isuela, en el norte” (Alfredo Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi. Archivo de la Corona de Aragón, Cancillería, registros, nº 38, f. 90v.).

El 4 de febrero de 1287, el rey de la Corona de Aragón manda a Juan Pedro Gallego a pagar 1.540 sueldos que adeudaban a Pedro Ahivar, de los cuales 1.000 sueldos se cargarían «super salinas de Burjalaros per mesnadiam sua: en las salinas de Burjalaroz por su mesnadia (Mesnada: Compañía, junta, congregación. Compañía de gente de armas que antiguamente servía bajo el mando del rey o de un ricohombre o caballero principal» (ACA, Cancillería, Registros, núm. 76, fol. 9).

Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Curiosamente, a pesar que las salinas se administran en nombre del monasterio de Sigena, el 16 de noviembre de 1300 la priora del monasterio de Sigena se lamenta del cobro de las sales al rey Jaime II: “A todos los colectores de la sal que han sido nombrados en las Cortes aragonesas celebradas en la ciudad de Zaragoza. Por parte de la priora y convento de Sigena, lamentándose, nos fue comunicado que vosotros, contra los capítulos editados en las Cortes antedichas, obligasteis e hicisteis obligar a los hombres del mismo monasterio a comprar la sal de las salinas las cuales tenéis y administráis en nuestro nombre. En el caso de que quisiese comprar esta sal para su uso propio, les sea permitido hacerlo por el mismo precio que se vende a otros hombres del reino y con la condición de que no la venderán ni darán a otros” (Arcal Royo, José Manuel Colección documental de Bujaraloz 1291-1931. ACA, Cancillería, Registros, núm 325, 30 v-31 r.).

Alfredo Auñón Pastor (Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi), apunta que, con la conquista completa del actual territorio aragonés, la corona introduce nuevas políticas que afianzan su control sobre el territorio y sus recursos hasta bien entrado el siglo XV “En esta etapa, se delimitaron las zonas de consumo obligatorio de sal, es decir, se crearon zonas en las que las distintas localidades estaban obligadas por voluntad real a comprar y consumir de una salina o salinas específicas” (Auñón Pastor, Alfredo. Hacia una cartografía de la sal en el Reino de Aragón durante la edad media ss. xi-xvi). Por ello «toda la sal está reducida a estancos y cada salina tenía su coto o distrito donde solo se podía consumir su sal. Estos estancos locales fueron los predecesores del posterior estanco general” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

Los estancos respondieron a una administración del estado de la sal ostentando el monopolio de la producción, distribución y venta, así como de la recaudación de impuestos. Los estancos se crean en 1564, cuando el 10 de agosto todas las salinas son incorporadas a la Corona de España de la mano de Felipe II.

Avanzando al siglo XVII, un documento del 17 de marzo de 1618, el 7º conde de Sástago, Martín de Alagón y Pimentel (*1600-+1639), dice que “era el señor de Pina y Sástago y de sus salinas, y que en Sástago se hacía mucha «Sal de Agua» en una fábrica llamada «Salinas de la Sal» o «Salinas de Pina y Sástago», cuya sal se hacía, vendía, daba y distribuía libre y francamente por todo un distrito que, de Oeste a Este, abarcaba de Zaragoza a Lérida y de Norte a Sur de Castejón de los Monegros a Alcorisa” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

En el año 1630 Gerónimo Ximénez de Aragües, a su paso por Bujaraloz, describe la salina y la calidad de su sal: «En el monte de Bujaraloz ay una Salina de agua que es de poca consideración por no ser muy perfecta la sal que della se saca, y no tener términos, pues aún en el mismo lugar de Bujaraloz no se puede gastar della, y assí está concertado con los arrendadores de Remolinos y el Castellar» (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

El 20 de agosto de 1709 el rey Felipe V decreta incorporar a la corona y Patrimonio Real todas las salinas “He resuelto por ahora, que las salinas de Castellar i Remolinos que son de piedra i propias mías, las de Monte de Sástago, Naval, Peralta de la Sal, Arcos, Ojos Negros i la de Armillas, que son de agua, quedan abiertas i subsistentes, i que en ellas se continúa la fábrica de la sal para el abasto del Reino de Aragón” (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

A finales de 1766 se crea la Compañía Suelta de Fusileros de Aragón, integrada por 100 hombres, cuya primera misión es la protección y vigilancia de las salinas de Sástago, Peralta y Naval (Armillas, 1988, p. 562) (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

“La importancia estratégica y económica de esta producción motivó que, en 1776, se creara una fuerza militar dedicada a su protección: la Compañía Suelta de Fusileros de Aragón. Esta unidad fue propuesta por Gerónimo de Torres Monreal, acaudalado vecino de La Muela, al rey Carlos III con el objetivo de defender a la población frente a bandidos y asegurar enclaves vitales como las salinas. Tras su aprobación real en septiembre de 1766, una de sus primeras misiones fue custodiar permanentemente las instalaciones salineras de Bujaraloz. La compañía dispuso de dependencias en el mayor edificio del complejo y se mantuvo activa hasta 1844, cuando fue disuelta tras la creación de la Guardia Civil, que asumió sus funciones. Además de su labor de vigilancia, este cuerpo participó en la Guerra de la Independencia en 1808. No tenemos el dato de cuando se terminó la extracción de mineral de esta salina.”

Patrimonio industrial en peligro incluido en la lista roja de Hispania Nostra.

En 1777, Sástago producía 14.000 fanegas, el 12,4% de la producción total, que era de 113.000 fanegas (La producción es en fanegas castellanas). En Sástago, el coste de producción de cada fanega era de 1,07 reales y se vendía a 26 reales (Elormendi, 1777, fol. 4-5) (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

Entre el 28 de noviembre y el 10 de diciembre de 1792, Carlos Beramendi pasó por Bujaraloz, viniendo de Zaragoza y camino de Barcelona. Sobre esta villa escribió: «A dos leguas al medio día de esta villa hay una salina en un monte que pertenece al Conde de Sástago, el que percibe anualmente por via de recompensa 6.000 rs. von. (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

Asso en 1798 cita que las salinas producían unas 14.000 arrobas castellanas de sal al año, equivalentes aproximadamente a 160 toneladas.

También la recoge Pascual Madoz en 1845-1850 en su descripción de Bujaraloz, apuntando que la sal va a beneficio de la hacienda nacional y que la misma compensa a la villa de Bujaraloz con 200 libras jaquesas al año: “Muy próximo á la v. una gran playa llamada la Salineta, donde se depositan las aguas de lluvias, y á poco tiempo se convierten en sal; algunos años se extraen muchos centenares de fan. á beneficio de la hacienda nacional, quien paga al pueblo una pensión anual de 200 libras jaquesas en compensación”.

La publicación “Tecnológico nacional de agricultura, artes industriales, ciencias, comercio y literatura” del 19 de diciembre de 1834, n.º 32 publica una relación de las “Salinas que existen en España” de ellas en Aragón citan que “existen las de Remolinos de piedra, las de Peralta, Naval, Bujaraloz, Sástago, Castellar, Arcos, Vatablado y Arnillas, son 9”.

El Clamor público del 9 de junio de 1852recoje Bujaraloz y otras salinas bastan para el consumo de Aragón”.

Tras poco más de 300 años de funcionamiento, la revolución de La Gloriosa en 1868 se termina el monopolio estatal de las salinas concluyendo con la abolición de los estancos en 1870.  Aquel año de 1870, las salinas de Sástago vuelven, por poco tiempo, a manos de los condes de Sástago (Fàbrga Albert. Apuntes sobre la historia de la sal en España. Volumen 2).

Yegros en 1853, en el siglo XIX, bajo explotación estatal, apunta que su producción anual alcanzaba las 5.400 fanegas (unas 170 toneladas), “consolidando su relevancia económica y logística en la región”.

La producción de sal continúa hasta que a mediados del siglo XX la explotación de sal se abandona completamente.

Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

La extracción de sal

En las saladas de Bujaraloz – Sastago el método de extracción de la sal se realizaba por medio de la evaporación. Se aprovechaba el agua de la laguna, alimentada por lluvia, y se almacenaba en depósitos o aljibes para su posterior conducción a las eras y su desecación para la extracción de sal.

El proceso queda bastante descrito en el informe elaborado en 1853 por Ventura Valencia, Administrador de la salina del Rey, en virtud de la Circular de la Dirección General de Fábricas de efectos estancados de 7 de diciembre último. Memoria “De los terrenos, edificios, efectos y cuantos obgetos útiles e inútiles pertenecen a la Hacienda y ecsisten en el presente año que se manifiestan”, que describe el proceso e instalaciones de la explotación, compuestas: “De varios edificios que sirben de habitación a los empleados, almacenes, horno, cuerpo de guardia, cuadra de los conductores, pajar, casas de norias y plano dividido en cuadriculas o eras donde se fabrica la sal”.

Los depósitos, norias y canales

En la salina del Rey existían dos depósitos calentadores, a modo de aljibes, que almacenaban el agua para poder, en los meses más cálidos, poder proceder a la extracción de la sal. Depósitos completamente detallados en el informe de Ventura Valencia de 1853:Los dos depósitos que ecsisten en esta fábrica titulados mayor y menor, el primero es de figura cuadrada en su centro y sus estremidades la cierran dos circulos, y contiene 82.350 pies cúbicos de agua. El menor es un galacho 160 de 386 pies de latitud, 4 de longitud y 6 de profundidad, en su centro tiene un circulo y sus estremidades se hallan cerradas por otros dos y contiene 15.920 pies cúbicos.”

De los depósitos calentadore, el agua era conducida por medio de unas norias y canales de madera a las eras: “En dichos dos depósitos o calentadores ecsisten para la estracción de las aguas dos norias de madera con cubos de la misma y la rueda del mayor consta de 24 pies de elebación, una contra rueda de 10 con su linterna que es la que da el impulso a la máquina; desde ella parte una canal de madera que conduce el agua a la fábrica de 611 pies largo y 1 palmo ancha; desde la entrada a la fábrica parte en tres ramales de canal igual a la anterior el agua a las heras de cristalización y contiene 1049 pies. En el depósito menor ecsiste otra noria como la anterior con una rueda de 22 pies de elebación, sus cubos, contra-rueda de 8 y su linterna. Desde ella parte otra canal de madera que se incorpora con las de la fábrica de 120 pies y de igual ancho que las anteriores; todas componen un total de 1708 pies.”

Depósitos calentadores. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Un complejo sistema que, para Ventura Valencia, requería “mejoras extraordinarias”: “Ofrecen mejoras estrahordinarias y son de necesidad, pues hallandose construidos con piedra caliza suelta, suceden filtraciones de consideración y quitan bastante caudal de agua, rebestidas sus paredes como en otras fábricas con cal y alguna otra mezcla, mantendrían el agua plubial que en ellos entra, única con que cuenta esta fábrica por no ecsistir manatial alguno; así es que en lo mejor de la elaboración se ve seca como ha sucedido en los 6 años que me encuentro al frente de ella, escepto el 47 que fueron las llubias de invierno y abundantes. No solo sería conveniente y utilisimo que se revistieran sus paredes, sino también su engrandecimiento, que su coste sería el de 9 reales por bara cúvica. Dichos dos depósitos son unos verdaderos calentadores alimentados por las aguas pluviales que caen en la playa que se halla contigua a los mismos y a la fábrica”.

Deposito o aljibe. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Las eras

Una vez en las eras, el agua se iba evaporando totalmente, a los doce o quince días, quedando en los fondos de las eras la sal. Aquellas eras respondían a espacios rectangulares de base de losa delimitadas por unos pequeños muretes de mampostería de unos cuarenta centímetros de altura. Eras que, de acuerdo con Carlos Beramendi, antes de 1792 se encontraban en plena laguna hasta que se construyeron ladera arriba junto al complejo de depósitos/pozos, norias y caños de madera con el fin de abaratar costes: “Conociendo que era costosa y prolija la recolección de la sal en la antigua fábrica de tierra destinada a este efecto en el centro de un llano, se ha construido otra más alta de ladrillo; de forma que sacada el agua salobre que producen dos poços por medio de dos norias y conducida por varios caños de madera fijos sobre pies derechos de lo mismo a unos quadrados de ladrillo, divididos con listones de madera en eras pequeñas, y dejándola reposar allí de doce a quince días, se convierte en sal muy buena y blanca”.

Eras para la extracción de la sal. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Así, en 1853 el complejo constaba con un número considerable de eras que Ventura Valencia describe: “Las 141 heras de que se compone la fábrica son de figura cuadrada y ocupan 104.684 pies superficiales que rebajados 20.084 que ocupan los andadores, andenes y saleros donde se deposita la sal para su depure queda reducido su plano a 84.600 pies ocupados por las 141 heras y cada una consta de 25 pies de longitud, 24 de latitud y 600 de superficie. Los materiales de que se compone los suelos y rebestimientos son de piedra de cal y yeso, lo peor que en mi concepto puede usarse en esta clase de obras, su pavimento arcilla y losa de cal muy imperfecta con una desnibelación horrorosa, pues hay heras que tienen 12 y 14 dedos por manera que al verificarse el cuage jamás lo es con igualdad, y efecto de la mala construcción y desnibelación de su pavimento por no tener ni siquiera una losa de cal trabajada, escupen las arcillas y hacen en su mayor parte la sal de un color moreno terroso” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Con la acción del calor y el aire, la evaporización, en las eras se producía el cuaje de la sal: “Sino suceden filtraciones, el estado admosférico es caluroso y las aguas son de invierno se obtiene el primer cuage a los 20 o 25 días, el cual no escede de dos o tres plazas, y así subcesibamente ba biniendo la elaboración. Bien puede conseguirse el que sino todas las heras en su mayor parte cuage a la vez, pero a ello se oponen multitud de circunstancias que producirian perjuicios de consideración a la Hacienda. Presentado todo el cuage en la fábrica, son indispensables de 40 a 50 hombres por un solo día, y como se consiguen estos en el rigor del calor cuando tienen unas ocupaciones por ser la época con que más trabajo cuentan y en la que se le dan 10, 12 y aún más reales de jornal y su manutención, ¿ocupados por infinidad de dias? ¿Como repito bienen a un desierto que se encuentra del pueblo más prócsimo 2 leguas por un solo día, cuando solo para su llegada necesitan andar medio sin retribución? Esto es imposible de conseguir y no contandose como no se puede con dicho nº de hombres se perderian muchas sales, pues en el acto de ver la sal en estado de estracción hay que verificarlo porque de lo contrario al día siguiente es perdida y hay que hacer un doble gasto para su estracción, nueba barrida y riego como si se ejecutase nueba limpia y friega. Así es que desde que me encuentro al frente de esta fábrica, se han practicado estos trabajos (aunque a pesar mio) por los individuos del Resguardo ausiliados en ocasiones por jornaleros, y esta misma necesidad ha sido reconocida en tiempo de la empresa del arriendo de esta Renta por todos los Gefes y Administradores anteriores” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Vista aérea de la Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Este proceso también es conocido como cristalización de la sal: “La cristalización de la sal se acelera con el viento N fuerte, pero si es escesibo y frio la pierde: es necesario que sea moderado para que produzca mayor cantidad y mejor grano: si sucede viento S la paraliza y queda a mitad de grano: el color de la sal en unas heras aparece bastante blanca, en otras moreno y otras más terroso: el color de las aguas al empezar a coagularse es diverso, en unas aparece un dorado fuerte, en otras más claro y en otras natural” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Extracción, saleros y almacenamiento

Una vez evaporada el agua, la sal de las diferentes sacas se extraía de las eras para dejarlas orear, secar, un par de días en los saleros, zonas entre las eras destinadas para tal fin: “Para la estracción de la sal se ocupan 6 o más hombres como en la limpia y friega, y estos tienen de trabajo 1/4, 1/2 o 3/4 día según el nº de heras que hay que estraer y esto se practica por medio de barridas con escobas fuertes, se arrastra con los retabillos hasta un estremo de la hera, desde cuyo punto es conducida por dos hombres con un balluarte a los saleros que ecsisten al efecto, en los cuales permanece para su oreo uno o lo más dos días, según el tiempo lo permite” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Allí, en los saleros, se producía el denominado “depure de la sal”, proceso que Ventura Valencia consideraba insuficiente, pues solía mantener cierta humedad: “Para el depure de las sales convendrían el que se constituyeran chozas o casillas por la poca capacidad que tienen los saleros en que se deposita y a la interperie, por lo que permanece muy poco tiempo y se conducen con mucha humedad: una, dos o tres cargas se depositan en el almacén para su depure y a los 8 dias se apartan de ella de 9 a 12 libras”.

Posteriormente se recogía y se llevaba a los almacenes en caballería mayor: “Los entroges en almacenes se efectúan en dos cajones conducidos por una caballeria mayor, y puesta en el almacén es apilada por el Resguardo sin retribución alguna. Dichos trabajos tienen principio en 1º de mayo y termina en fin de septiembre si ecsisten aguas abundantes y de buena calidad: el precio del jornal de hombres es el de 6, 7, 8, 9 y hasta 10 reales según la cosecha de cereales: el de caballerias es comunmente de 10 a 12 reales una, tanto en esta fábrica como en los pueblos limitrofes” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Un proceso, el de almacenamiento, que también recoge Carlos Beramendi en 1792: “Se conduce a los graneros que están inmediatos, a cuyo lado se ha hecho una zona para habitación de los empleados y almacén, pues antes no vivían allí, y tenian que concurrir precisamente dos dias de data a la semana, de lo que se les seguía notable perjuicio y tampoco podían estar tan a la vista en todas las operaciones”.

Almacenes

Al norte del complejo se encuentra el almacén más antiguo, en una de las laderas que caen a la salada. Es una construcción comprendida entre mediados del siglo XVIII y mediados del XIX pero que ha tenido diferentes fases constructivas a lo largo de los años. De planta rectangular, consta de dos alturas diferenciadas, construido en sillares de arenisca en la planta baja y la superior en mampostería muy tosca, reforzadas por cadenas de ladrillo. A la superior se accede por medio de una rampa, por la que accedían para el almacenaje de la sal. SIPCA destaca del edificio, por su gran interés, los contrafuertes: “Que presentan los paramentos de sillar, hasta la altura en que termina el mismo. Son cuadrados y cuentan con un remate piramidal, recordando obras de ingeniería del siglo XVIII, como algunas construcciones vinculadas con el Canal Imperial”.

Antiguo almacén. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

El edificio principal, muy posiblemente del siglo XIX, es una gran construcción de planta rectangular, de mampostería y esquinazos de ladrillo. De tres plantas, consta de tres cuerpos diferenciados e independientes. Los cuerpos laterales debieron servir de viviendas y el central, que contaba hasta con capilla de acuerdo con SIPCA Esta tenía cabecera plana, cubierta por una cúpula sobre pechinas con uno de los laterales abierto en un gran rosetón; se prolongaba mediante una nave rectangular, que iba cubierta por una bóveda de cañón, sobre la cual se situaba un espacio de finalidad desconocida”. El resto de la sección central servía como almacén.

Edificio principal. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

“Los almacenes ecsistentes en esta fábrica son dos, el primero ecsistente en el piso bajo de la casa principal y donde se entroja la sal es espacioso y se halla perfectamente conserbado, su cabida de 71.502 pies cúbicos con un piso y paredes perfectas. La cubicación de la sal podría hacerse en este almacén una sola vez su medición marcando las fanegas y a simple vista sin necesidad de practicar ninguna operación se sabria esactamente y en cualquier tiempo el nº de fanegas ecsistente: siempre que la sal se entrojase hecho el depure y no humeda como se hace en algunas ocasiones, bien por amenazar llubia o por no cojer en los saleros que ecsisten en la fábrica para dicho obgeto. En la casa donde habita el pesador y Resguardo tiene otro almacén donde se entrojaba la sal cuando no ecsistian el anterior, su cabida es de 5.580 pies cúbicos y está destinado para la colocación de los útiles y efectos de la fábrica.

Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

El nº de edificios que ecsisten pertenecientes a este establecimiento son 6. El principal donde ecsiste la casa del Administrador, Oficial Inspector y Capellán, almacén para entrojar las sales y la capilla donde se celebra misa, consta de 184 pies de longitud, 56 de latitud y 30 de elebación, ocupa un terreno de 10.304 pies superficiales. Se halla ocupado el centro del piso bajo por el almacén que tiene una cabida de 71.502 pies cúbicos, la capilla 18.768 con inclusión de la sacristia; a los dos estremos de la casa se hallan dos puertas que conducen a las habitaciones de los empleados que se citan anteriormente y en su piso bajo se hallan dos cuadras, bodegas y gallineros. Además, otro pìso bajo entresuelo donde ecsiste la oficina de la Administración, y los demás ocupados por ser los de los empleados. En el principal ecsisten tres cocinas y varias piezas destinadas para los mismos con una tribuna para hoir misa. Todas las habitaciones se comunican con las piezas situadas al N que no se usan, y es un paso destinado para la comunicación de los empleados. La casa se halla toda en muy buen estado. A las 50 baras de la misma y parte de lebante se halla otro edificio que contiene un cuerpo de guardia para el Resguardo, horno de cocer pan, pajar y cuadra para los conductores. Consta de 100 pies de longitud, 28 de latitud y 12 de elebación, ocupa un terreno de 2.800 pies. A distancia de 60 baras frente al mismo se halla una casa que anteriormente ha sido destinada para habitación del Administrador e Interbentor y hoy es ocupada por el Resguardo y pesador; en la misma ecsiste el almacén anteriormente dicho donde se colocan los útiles y efectos de la fábrica. Consta de 40 pies de longitud, 32 de latitud y 27 de elebación, ocupa un terreno de 1.208 pies superficiales. A 110 baras del edificio principal se halla la fábrica y en el estremo de ella a la parte de N se encuentra una caseta aspillonada con un piso alto y en él su cocina destinada para el Resguardo donde se coloca para defensa de la fábrica, ocupa un terreno de 196 pies y tiene 20 de elebación. Frente a la misma y a la parte de lebante se halla otro edificio donde ecsiste la noria menor, aspillerado, y en él se coloca en tiempo de la elaboración el Resguardo, quedando la fábrica cubierta perfectamente, pues desde la Torreta se cruzan los fuegos; ocupa un terreno de 1.254 pies. Desde esta noria a la mayor se halla un hilo de canal de 611 pies y donde ecsiste otra casa que la cubre y ocupa un terreno de 1190. Las norias casa-torreta de la fábrica y la cuadra para los conductores necesitan algunas reparaciones. Además de estos edificios eciste una casa en la salada de Camaron que se halla fuera de la vista de este establecimiento y otra en la de la villa de Bujaraloz donde se está concluyendo un almacén que más adelante se hará”.

Limpieza de los depósitos y las eras

Limpieza depósitos y las eras se hacía en marzo y abril, antes de iniciar la campaña de la sal, un proceso que describe al detalle Ventura Valencia:El método seguido para la limpia de los depósitos calentadores ha sido por medio de cubos de madera conducidos por hombres colocados a corta distancia unos de otros, y esto se ha efectuado cuando se han hallado totalmente secos con muy corta cantidad de agua. La limpia y friega de las heras de cristalización se efectua todos los años en los meses de marzo y abril según se presenta el tiempo y termina a los 10 o 12 días, cuya operación se practica dandolas primeramente, un riego para que hablande el tejo que contengan y el polbo introducido por el viento. Seguidamente se colocan 10 o 12 hombres en su mayor parte con escobas fuertes con su ramage voluminoso y se dan una, dos o más barridas hasta que se consideran perfectamente limpias, estrayendolas el agua mezclada con dicho tejo y polbo por un conducto que tienen cada dos heras y sale a los dos andadores donde se deposita para ser conducido con balluartre (Parihuela) ocupado cada uno por dos hombres fuera del radio de la fábrica; seguidamente se da un riego de medio palmo alto en cada hera y da principio la elaboración” (Informe Ventura Valencia, 1853).

Salicornia sp. Salada del Rey o de la Playa, Sastago.

Materiales, costes y robos

Ventura Valencia en su elaborado informe no olvida ningún detalle llegando incluso a recoger los aparatos o utensilios utilizados en la explotación de la sal: “Los aparatos de que se hace uso en esta fábrica para todos los trabajos que se practican en la elaboración, 1º escobas de ramage fuerte y altura de 5 palmos, su coste 24 mrs. 2º retabillos que es una pala de 9 palmos de largo y un recior de dos y medio dedos, redondo como un mango de pala, en uno de sus estremos se coloca una tabla labrada de 3 palmos con esquinas agudas para que agarre y arrastre la sal, su coste 6 reales, 3º palas de roble su coste 4 rs, 4º cajones en donde se conduce la sal de 3 pies de largo uno y dos pulgadas ancho y uno de alto, su coste 24 rs por compra, pues en subasta aún no se han adquirido, 5º balluartes 32 rs, 6º azadas 36 rs, 7º azadones 25 rs. La duración de los útiles que anteriormente se mencionan es la de un año, escepto los cajones, azadas, azadones y balluartes que duran 4. El coste de cada una de las norias por compra será el de 6.000 reales vellón. El gasto a que han ascendido en los últimos 6 años sus reparaciones es de 2.149 y el de los útiles y efectos de la fábrica o sean de conserbación y entretenimiento a 1.419 que unido forma un total de 3.568 reales.”

Gracias a Carlos Beramendi, 1792, podemos conocer el coste y beneficio de la producción de sal a finales del siglo XVIII: “Las de la fabricación de una fanega de sal, y su conducción del almacén no pasan de un real de vellón, y en esta nueva fábrica serán más varatas por sus bellas proporciones, redundando todo esto en mayor utilidad, aunque la que deja es bastante, pues se vende cada fanega a treinta reales vellón. Antes que el Sor. Felipe V incorporase esta renta a la corona, se vendía la fanega de sal a 3 rs. vn. bien que los comestibles eran más baratos, y no tenían contra sí los gastos de empleados, ni otras atenciones de la corona.»

El informe de Ventura Valencia habla de los robos, del pillaje pero quizá también estuviese ya actuando aquel celebre bandolerismo que años más tardes se haría ampliamente celebre con su máximo exponente del bandido Cucaracha y su banda: “Los habitantes del pais son estremadamente propensos a  la embriaguez y al robo de sales, pues siendo años de llubias se cria bastante sal en las saladas ecsistentes en este monte que se hallan fuera de la vista de este establecimiento y concurren armados al robo según se ha visto en los años anteriores, pues en el momento de aparecer sal en dichas saladas se presentan audaces con amenazas al Resguardo, y cubierta la luz, si este no accede, hacen su estracción a vivo fuego sin que dicho Resguardo pueda contenerlo por la multitud de hombres que a él se dirigen”.

“El jueves 20 del corriente pasaron 30 caballos de la facción que manda et rebelde Bosque, el rio Ebro por Chiprana, quedándose 300 hombres en dicho punto y Sástago. Llegaron aquellos á la salina de Bujaraloz, se llevaron cuentos rebaños de ganado encontraron en el monte de Sástago , y algunas carretadas de sal y los transeúntes que hallaron, y repasando tranquilamente el Ebro, se fueron á esconder el fruto de sus rapiñas sin obstáculo alguno.

Correo nacional (Madrid). 29 de septiembre de 1838.

Uno de los problemas quizá fue la situación de la salada, alejada de nucleos urbanos y el estado de los caminos, pues la Salada del Rey se encontraba a dos leguas de Bujaraloz El estado de los caminos es deplorable por toda la circumferencia, y únicamente el de regular estado es la carretera de Barcelona a Zaragoza, que dista dos leguas. El río más importante y prócsimo es el Ebro que se encuentra a tres leguas y media; y siendo muy penosa la conducción de aguas por la mucha madre y cerros elebadisimos que tiene a sus inmediaciones(Informe Ventura Valencia, 1853).

La Salineta

La Salineta fue la salina de Bujaraloz que fue explotada para la producción de sal. Se encuentra en sus inmediaciones, cerca del actual polígono, carretera Caspe.

Bujaraloz, apunta Alberto Plata Montero, a mediados del siglo XIX tenía una producción anual eras de 2.227 fanegas con un coste de producción de la fanega 153,6 maravedíes, estando bajo la supervisión del administrador de la salada del Rey: “Bajo la supervisión de su administrador también estaba la laguna o “Salineta” de Bujaraloz y una serie de espumeros localizados en los montes de Sástago que se encontraban bajo la vigilancia de los oficiales de resguardo para evitar su explotación” (Plata Montero, Alberto. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX).

La Salineta. Bujaraloz.

Ventura Valencia, en su informe de 1853, matiza que es laguna de manantial, particularidad que le hacía asegurar más el agua a la vez que por su producción se debía garantizar custodia de la misma: “En la de Bujaraloz es más cierta la producción por contener siempre agua que sin duda es manantial, sin que hasta la fehca se sepa el origen y únicamente sucede lo que en las anteriores; si tiene aguas abundantes el invierno aún cuando no en tanta cantidad se hace bastante sal y a ello deben contribuir llubias pequeñas en la estación del verano, sin que por esta causa se pueda asegurar la producción. En ella ecsiste todo el año fuerza del Resguardo para su custodia.”

Además, el informe nos indica que sobre aquellas fechas estaba en construcción el edificio almacén de sal de la Salineta: En la salineta de Bujaraloz situada a legua y media de esta fábrica se está construyendo un almacén para entrojar las que la misma produzca, de 76 palmos de longitud, 52 de latitud y 22 de elebación, ocupa un terreno de 3.952. Su cabida, deducido el espesor de sus paredes, es de 62.832 palmos; en la misma ecsiste otra casa donde se coloca el Resguardo, de 16 pies de longitud, 15 de latitud y 11 de elebación; ocupa un terreno de 240 pies.”

La Salineta, Bujaraloz.

Ventura Valencia es exhaustivo en su informe, aportando detallada información, incluso de su distribución, principalmente al alfolí de Zaragoza, el almacén de sal, ubicado en el actual paseo de Echegaray y Caballero, levantado en 1760, proyecto de Francisco de Velasco y Julián de Yarza y derruido entre 1967 y 1972: Los alfolíes y depósitos que se surten de sales lo son Zaragoza que dista 14 leguas, Fraga 11 y Caspe 6. El costo de conducción de cada fanega con arreglo a contrata es el de 6 rs 13 mrs con Zaragoza, 5 rs 50 centésimos Fraga y 2 rs 25 mrs Caspe, verificandose las mismas por cuenta de la Hacienda serian a Zaragoza 4 rs 17, Fraga 4 rs y Caspe 3. Los endimientos de sal de esta fábrica en los años en que ecsisten las llubias de invierno seran de 8 a 10.000 fanegas que podran espenderse en los alfolíes de Fraga, Caspe y Pina, que dista 6 leguas y el resto a Zaragoza. Informe: El orden establecido para el despacho de sal es la asistencia del Administrador, Oficial Inspector, Pesador, Cabo del Resguardo y los Dependientes que ecsisten, pues hallandose esta fábrica según se ha manifestado a dos leguas de Bujaraloz y 4 de Sástago, es la causa de que los individuos del Resguardo hagan el pique de sal y carguen los carros, percibiendo para este trabajo 6 y 8 rs. en proporción del nº de fanegas que cada uno lleba, mas si los conductores quieren cargarlas por si, ningún derecho les cargan. El carácter de los conductores es regular bajo todos conceptos.”

Alfolí de Zaragoza.

Una actividad y un patrimonio industrial que se desvanece. Escasamente queda en la memoria como es el caso de Antonio Luna Villagrasa. Antonio era curioso, iba a la Salineta, que era propia del ayuntamiento y veía el proceso de la obtención de la sal -Había familias que iban a sacarla y en invierno iban a venderla, por Sena, Villanueva o el Somontano. Incluso había uno que hacía soga y que también vendía en invierno a la vez que la sal-.

Así recuerda como en la Salineta había una casa y hangar o almacén donde almacenaban la sal: -cogían la sal con pozales y la subían arriba para almacenarla-.

Aunque es famosa la extracción en la salada de la Playa, en Sastago, la Salineta estaba muchísimo más cerca de Bujaraloz, añade Antonio:  -Se formaban unas eras, donde el agua mermaba, la sacaban con pozales. Había mucho fango, barro o limo, los que recogían la sal iban descalzos. Tenían que rader la sal, porque se quedaba abajo la sal asolada, con ella hacían montones de hasta 2.000 kilos.  Luego la vendían, canjeaban por otros artículos, por comida, trueque…-.

A la salada de Sastago iba gente de Bujaraloz a Trabajar, añade Antonio, serían unos 3 o 4 del pueblo -Los últimos arrendatarios eran de Barcelona “explotaban la sal”. Hicieron unos pozos para tener agua y unas eras de hormigón y un molino para moler la sal. Pues la sal salía granosa y se tenía que moler para que fuese fina. Se la llevaban en camiones. Lo malo de la sal que corroe todo y pronto todo se veía muy afectado, motores, camiones… y económicamente les acabó perjudicando mucho. La explotación de sal se dejó de hacer sobre 1980-.

Carlos Carrión, Carlos. Suplemento XL Semanal número 1749.

Carlos Urzainqui Biel escribió “Bajo un sol de castigo, el de la comarca de los Monegros, trabajaron aquí miles de salineros a lo largo de los siglos, hasta que la sal dejó de ser imprescindible para conservar los alimentos” (El Retabillo de Carlos Urzainqui Biel). Ciertas palabras que no podemos hacer más que suscribir, la memoria de las gentes que trabajaron extrayendo sal a lo largo de la historia de las salinas de Bujaraloz – Sastago. A su memoria y las ruinas que permanecen contando la historia de las salinas y el oro blanco de la sal en un entorno natural privilegiado y de alto valor ecológico por preservar y patrimonio que, quizá, soñar con no dejarlo perder.  

Alfonso Ganga de Haro


Fotografía de Alfonso Ganga de Haro, Barcelona 1946.

Por Carmen Ganga Viñes.

Alfonso Ganga de Haro nació en Valencia capital el 23 de Enero de 1916, hijo de Joaquín Ganga Salt y Amparo de Haro Yuste, ambos de Valencia capital, él era el segundo hijo del segundo matrimonio de su madre. Desde los 2 años aproximadamente vino a vivir con su familia a Barcelona, pues las dos familias no estaban de acuerdo con ése matrimonio y prefirieron irse a Barcelona. A los pocos años, se le murió el padre y los dos hermanos y se quedó sólo con su madre, a la que adoraba.

Estuvo estudiando y tenía buenas notas, era inteligente y culto, les gustaba mucho leer, pero tuvo que trabajar de encuadernador entre otras cosas. El 19 de julio de 1936, cuando empezó el golpe de estado en Barcelona, vivía en els Porxos d’en Xifré (Plaça Palau), al inicio del barrio de la Barceloneta. En ésa zona hubo barricadas y bastante lucha ese día y, al ser un hombre muy justo y de grandes valores, pensó que debía ayudar, por lo que el 24 de julio de 1936 partiría hacia el Frente de Aragón con la Columna Durruti, en ése momento tenía 20 años.

En el Frente de Aragón estuvo, hasta que Durruti fue al Frente de Madrid y ya no volvió. Él admiraba profundamente a Durruti y se emocionaba cuando le nombraba. Fue un gran referente para él y para muchos, por lo que sé, que lo pasó muy mal en ese momento y creo que se quedaría luchando con la Columna, que después pasó a ser División Durruti, aunque también podría haber vuelto a Barcelona y regresar al Frente de Aragón por quinta.

Al poco tiempo los militarizaron y pasó a formar parte del XI Cuerpo del Ejército, 26 División, 120 Brigada Mixta, 1er Batallón, 2ª Compañía, del Ejército Popular de la República (Situación de las diversas unidades y milicias republicanas en Los Monegros).

Participó en la Ofensiva a Zaragoza (del 24 de Agosto al 6 de Septiembre de 1937) y es en esa batalla, a principios de  Septiembre de 1937 cuando lo hirieron en el estómago, por explosión de una bomba aérea, presumiblemente de la Legión Cóndor, en Farlete (Zaragoza) y lo trasladaron, supongo, en el tren hospital, hasta el Hospital Militar de  Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y allí estuvo 3 meses en Cuidados Intensivos.

Posteriormente ,el Tribunal Médico Militar, lo dictaminó inútil para el Frente y lo destinaron al 9º Batallón de Retaguardia de Jaén capital, dónde lo operó por suerte un gran doctor, el Comandante Médico Dr. Carlos Carbonell Mora, en el Hospital Militar de San Juan de Dios. El 9º Batallón de Retaguardia estaba ubicado en el Seminario de Jaén y Alfonso permaneció allí hasta el final de la guerra, realizando trabajos de retaguardia del propio Batallón.

Al finalizar la guerra, los detuvieron a todos en el Seminario y a Alfonso lo llevaron al Campo de Concentración de Higuera de Calatrava (Jaén) dónde les hacían instalar, la alambrada del Campo que era en el mismo pueblo, donde lo pasaron muy mal y sin alimentos, teniendo que comerse hasta las raíces de las plantas para sobrevivir.

Después lo destinaron a Barcelona y de allí al Campo de Concentración y Clasificación de Reus, donde lo clasificaron, aunque ya lo habían hecho antes, en Higuera de Calatrava como «Desafecto».

De Reus lo trasladan a los Batallones de Trabajadores 12, 147 y 122 y a continuación en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº16 en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona) y en Pobla de Lillet (Barcelona). Del 16, le cambian al Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº15 y lo envían al Santuario de la Luz (Tarifa-Cádiz) y a Punta Paloma (Tarifa-Cádiz), donde tenían que realizar  trabajos muy duros.

Lo licencian provisionalmente a mediados de 1943,  pero hasta el año 1955 no le dan la licencia absoluta.

Cuando le conceden la licencia provisional, a mediados del 1943, vuelve a Barcelona a intentar rehacer su vida, con todo lo que ha sufrido y a principios de 1946 conoce a Rosa Viñes Sorlí, (nacida el 2-10-1920 en Cervera del Maestre (Castellón de la Plana)  con la que se casó el 8 de diciembre de 1946 y formó una familia muy bonita con 4 hijas. Rosa fue un gran apoyo para él, al igual que Alfonso lo fue para Rosa.  Toda la vida se amaron incondicionalmente. Él murió de cáncer de estómago el 24-07-1989, fue un golpe muy duro para todos, pues en 19 días se nos fue y Rosa vivió hasta casi 94 años, llevando consigo siempre su amor y su recuerdo en el corazón, al igual que toda la familia. Dejó un gran vacío, imposible de llenar.

Alfonso no podía ver ninguna injusticia y tenía un gran corazón y una empatía muy fuerte con todo el mundo, puro amor y altruismo.

Alfonso mi padre, quiso que en su entierro se pusiera encima de su ataúd la bandera anarquista y no quiso cura ni misa y por supuesto así fue, directo de casa al cementerio con la bandera roja y negra anarquista.

Nunca podremos agradecer lo suficiente, a todos, absolutamente a todos, los que dieron su juventud y su vida (ya se murieran o no, porqué al fin, dieron la vida igual) durante la guerra y postguerra.

Salut!!!

Carmen Ganga Viñes, su hija pequeña.

José Anoro Marías


Dedicado a la agricultura, José ha desarrollado gran parte de su vida ligada al Sindicato de Riegos de Sariñena. Aprendió de la mano del antiguo guardia Manolo Foj, del que empezó siendo su ayudante y con quien compartió años y amistad. José llegó a ejercer el cargo de Juez Presidente del Sindicato de Riegos de Sariñena, sindicato que probablemente sea uno de los más antiguos de España. Además, José es un gran sariñenense, fue jugador del Sariñena y danzante, por estas y otras muchas cosas más, a Sariñena la lleva en el corazón.

Natural de Sariñena, José Anoro Marías “El Moreno” nació el 23 de mayo de 1944 en casa de sus padres, en la placeta de Roda, casa El Moreno – Calsona. Aunque a los dos años cambiaron de casa -a la de al lado-. Creció en el barrio Alto de Sariñena que, como cuenta nuestra querida Simoné Andreu Serrador, mantenían un infantil enfrentamiento con los del barrio Bajo: “A los del barrio Alto les defendía Joselín “El Moreno” -Joselín, que nos han dicho piojosos y que llevamos caparras- a lo que Joselín respondía -Esta noche a atacar-“.

Fue a las escuelas nacionales, donde actualmente está el Casino nuevo, hasta los 11 años, cuando fue a labrar y a hacer todas las demás faenas agrícolas de casa con su padre, pues tenían tierras y se dedicaban a la agricultura. Hacían mucha hierba para las vacas que tenían en casa, su padre dallaba y él iba con el saco recogiendo la hierba. En casa tenían vacas de leche que vendían en la misma casa, también la llevaban a la tienda de casa Blecua y al final a la Rania, cuando se instaló -Hasta los 45 años tuvimos las vacas-

José recuerda ver a las Pepetas bajar de recoger carbón del puente del Ramio y desde el cruce de caminos, con su padre, ayudarles a bajar el carbón al pueblo (Las Carboneras de Sariñena).

A los 13 años fue a trabajar con colonización, donde estuvo dos años. Trabajó con la mira, para ser topógrafo, con Antonio Royo, Paco Nogues y un hermano de Félix Marías. A los 15 años volvió a trabajar con su padre y a los 16 años se sacó el carnet de conducción de tractores, compraron un tractor pequeño y fue haciendo faenas. El carnet de conducir el coche lo obtuvo a los 18 años.

Con el tractor comenzó con las acequias, a hacer faenas y a llevar a gente. José comenzó con la limpieza de la acequia, cada uno, en relación con la tierra que tenía, limpiaba un tramo. Iba con el guardia Manolo Foj, marcando con una caña el principio y al final de cada tramo, colocando un papel, la boleta, que decía a quien correspondía. Además de la limpieza de las acequias cuando se cortaba el riego, también José iba cuando había algún desprendimiento. Manolo Foj lo llevaba en moto hasta que este se compró una furgoneta. Casi al mismo tiempo se la compró José, que iba más tranquilo solo.

José ha sido Juez Presidente del Sindicato de Riegos de Sariñena, institución de la que habla con orgullo -El Sindicato de Riegos de Sariñena es el segundo más antiguo de España, después de uno de Valencia-.

Desde los 16 a los 32 años José jugó a futbol con el Sariñena (C.D. Sariñena), más o menos unos 15 años. Jugó de defensa central pero muchas veces lo ponían de delantero, cuando no marcaba el delantero titular. Tenía tanta afición que, aunque estuviese trillando en la era, paraba, cogía las botas e iba al campo a jugar. Cuando hizo la mili entrenó con el Huesca y bajaba a jugar con el Sariñena. Hizo la mili en Huesca y los sábados también bajaba a casa para arreglar las cuadras de las vacas.

A los 18 danzó con el dance de Sariñena, le gustaba mucho y entró en el dance, cuando Antonio Susín estaba de mayoral y Vicente Capitán de gaitero. Así, de danzante ha estado unos 10 años. Pues a José le ha gustado participar con el pueblo y durante 4 años llevó la carroza de mairalesas.

Se casó a los 26 años con Pilar Clavería Luesma y fueron a vivir a calle Lalueza.

Ha trabajado en el mantenimiento para el Sindicato por lo menos unos 25 años, recorriendo palmo a palmo cada acequia de las que forman parte el sistema de riego de la huerta vieja de Sariñena, las acequias de Valdera, el Molino y la Acequieta.

Con José repasamos la acequia Valdera, de sus inicios aguas arriba del río Alcanadre, donde confluye con el Guatizalema y se encuentran los puentes de Rey, término de Peralta de Alcofea. Allí había un azud, donde está el puente actual, la entrada a la acequia estaba abovedada, con sillares de arenisca que fueron usados para adornar el cruce de la Venta de Ballerías con la carretera de Sariñena a Huesca. Del azud salían dos acequias, una a Sariñena y otra para Peralta de Alcofea. La acequia de Sariñena tenía una mina de unos 500 metros de larga y la de Peralta de Alcofea unos 150 metros que cruzaba la carretera. Había dos guardias, uno por cada acequia, para asegurarse que se echaba la mitad de agua para cada acequia.

Luego hubo un segundo azud aguas arriba de la que partía la acequia a Sariñena, esta atravesaba una mina bastante larga. Finalmente, unos 2 kilómetros más arriba, se construyó el actual azud, la acequia atraviesa una mina pequeña, de unos 500 metros que lleva las aguas hasta el Guatizalema donde un azud conduce el agua a través del Guatizalema, a modo de canal, hasta de nuevo continuar la acequia, a partir de allí se llama acequia Valdera -Hace 30 años se entubo esa parte para no mezclar las aguas, pues el agua del Guatizalema es de peor calidad-. Luego, la acequia continúa por los llamados Sombríos y la mina del Sombrío, unos 200 metros de mina de cemento que recientemente sufrió el derrumbe arrastrando, en marzo del 2023, parte de la mina.

A unos 500 metros más arriba del azud actual está el azud de la central de Huerto y una mina de 500 metros que llevaba el agua a la central de Huerto que ya no está en uso y va a parar donde el azud de Sariñena.  Por Puigmelero hay otra mina, de los Cajicos, de 300 metros de obra. Así, la acequia Valdera discurre unos 25 kilómetros, regando la huerta vieja para morir pasado Sariñena en la Isuela, en un desagüe en la cantera del Puyalón.

Sobre la acequia del Molino, esta tenía un azud que se rompió hace unos 62 años, José era un crio, y este estaba 50 metros más abajo que el azud actual. Construyeron el actual de hormigón, un azud muy largo, donde José aún trabajó en su construcción y con su tractor Land y el remolque llevaba materiales.

Tras derivar el agua a la acequia del Molino, tras unos 500 metros de recorrido está presenta una mina con una longitud aproximada de 200 metros, mina con tres huecos y tramos abiertos. Había tramos que con Manolo Foj los apuntalaban con fustes de sabina que colocaban a modo de puntales, pusieron unas 5 y después de tantos años aún quedan 2. En la mina grande hay un aguatillo con las guías de sabina, estas no se rompen ni pudres.

De la acequia el molino nace la Acequieta, donde estaba la harinera y había un embalse. Allí hicieron un paradile para derivar el agua a la Acequieta.

Como curiosidad se acuerda de la mina de la Laguna, está se enronó sola, por desuso. José se acuerda como en 1955 cruzó la laguna entera, hubo una gran helada, era febrero. Con Teodoro, hermano de Simoné hicieron incluso fuego, quemaron un montón de paja y ni se derritió. Igualmente, José recuerda como en Sariñena había cuatro pozos, el de la calle Alfonso I, el de casa Javi Marías, el de Castanera y el de Gaset.

José, gran apasionado de su trabajo, al que ha dedicado con esfuerzo y pasión gran parte de su vida. Amante de la vida rural, de sus campos, huertas, acequias y sindicato de riegos. Es todo un libro abierto de los entresijos de un sistema hidráulico de gran antigüedad que nos ha permitido desarrollarnos durante siglos.

Gaudencio Beltrán Pallarés, el peón caminero curandero


La figura de peón caminero respondía al operario encargado de cuidar, a pie del camino o carretera del estado, una determinada distancia, aproximadamente, en este caso, de unos seis kilómetros. En España, esta figura es creada en el siglo XVIII, concretamente en 1759, durante el reinado de Fernando VII. Así, en Bujaraloz, en su paso de la nacional II, resultó celebre el peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés, pero no por su oficio, sino por un don divino que le hizo celebre por su capacidad de curación y sanación. Una historia a la que nos adentramos a través de las crónicas de Marcial Buj publicadas en el Heraldo de Aragón.

Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero al que se le atribuyen curaciones sobrenaturales.

Gaudencio Beltrán Pallarés nace en Bujaraloz en febrero de 1885. En el censo electoral de Bujaraloz, correspondiente al año 1913, aparece registrado a sus 27 años de edad, domiciliado en la calle Alta n.º 42, de profesión “jornalero” y con un “No” en el apartado de – ¿sabe leer o escribir? -.

Era de mediana estatura, enjuto de carnes, correctas facciones, ademanes expresivos y una gran agilidad de pensamiento, que expresaba con torpeza por su falta de instrucción, como el confesaba en un alarde de humildad. Gaudencio estuvo casado y tuvo tres hijas. Fue peón caminero de la carretera de Madrid a Francia por Barcelona, actual Nacional 2; antiguo camino de los Fierros, vía romana. Su puesto correspondía a la casilla más cercana a Bujaraloz, dirección Zaragoza. Se encargaba de seis kilómetros de carretera que estaban a su cargo “manejando la pala o la azada”, comenzando a trabajar con el sol hasta que este se ponía, cuando terminaba su tarea: “Golpea con el pico, araña con la pala y traslada capazos llenos de tierra, de uno a otro lado; más todas esas labores van acompañadas de unos divinos coloquios de San Antonio”.

El peón caminero, Gaudencio Beltrán al que se atribuyen curas sobre naturales, conversando en el lugar donde trabaja con los enfermos que acuden a consultarle.

Muchos son los que aparecen a su encuentro, a suplicarles sanación a lo que siempre respondía “Pueden marcharse por donde han venido. Yo no puedo curar hasta el sábado por la noche”.  Es lo que más le molesta, ver como los enfermos y familiares que los acompañan se van aglomerando en la carretera allí donde se halla. Esto lo subleva, porque, en aquel momento, sólo es un funcionario de Obras Publicas que se está ganando el sueldo que recibe del estado. Pues para Gaudencio el trabajo era sagrado “El que quiera comer pan, que cave la tierra”.

Todo comienza un 19 de enero de 1926, cuando Gaudencio regresa de su trabajo bastante fatigado -cosa extraña, porque nunca se cansa de trabajar-, el sueño le resulta imposible de conciliar y, al apagar la luz de cabo de vela, quiere ver en las paredes de su alcoba “ciertas fosforescencias que llegaron a ser ráfagas como las de relámpago”.  De repente, una de aquellas ráfagas se torna permanente inundando la alcoba de vivísima luz -lo mismo que la del sol; aún más potente y cegadora-. Gaudencio, emocionado y a su vez con su respiración paralizada, en sus pulmones y la sangre en vena, ve a San Antonio junto a la cama “tal y como se representa en sus imágenes”. A través de San Antonio -vi a Dios, nunca lo había visto-.

En declaraciones al periodista Marcial Buj, Gaudencio declara que había hablado con San Antonio:

-Si, señor. Hablóme y muy claro. De parte de Dios. -me dijo- vengo a enterarle que te ha sido concedida la gracia de curar las dolencias que padezcan tus semejantes, aunque se trate de enfermedades ante las cuales se declaró impotente la ciencia.  

Pues “Dios todo lo puede y, los hombres, nada pueden sin Dios. El te concede esa merced divina, de la que tú harás buen uso los domingos; el día del Señor”.

-¿Y desapareció?

-No, que se detuvo atendiendo a mis suplicas.

-¿Qué le dijo usted?

-Le dije que las gentes, casi siempre separadas de Dios no creerían en la merced divina que se me acaba de conceder y que, como una prueba palpable del prodigio, pusiera en mi cuerpo alguna señal que no dejara lugar a duda.

Y aquí las tiene usted. Fíjese bien en esta mano; la derecha ¿No ve grabada una cruz? Vea usted ahora el pecho; mi pecho ¿No ve nada?

La alcoba queda a oscuras.

Su celebridad pronto es recogida en las crónicas de la época de la que se hacen eco: “El peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés ha recibido de Dios, mediante la intervención de San Antonio, una gracia casi limitada para curar todo género de dolencias y adivinar los más recónditos secretos, según dicen y creen firmemente las gentes, muchas gentes: Y esa fe ciega, que avanza y se extiende invadiendo Cataluña, Valencia, Vizcaya, Navarra y todo Aragón, como se puede demostrar con casos prácticos, es una fe sin disciplinas, ni garantías”.

Honrado y humilde, cuentan que de nadie aceptó un solo céntimo y, pretender entregarle dinero, es el mayor agravio que se le puede inferir. Incluso hubo familia distinguida zaragozana que le puso respetable suma de dinero que no dudó de devolver.

Automóviles, que conducían enfermos, aguardando a la puerta a la casilla del peón caminero Gaudencio Beltrán.

Gaudencio tenía normas claras. Llega el enfermo a su presencia y, como puede leer en las conciencias, le dice, en la generalidad de los casos, casos recientes: “A ti no te puedo curar porque estas en pecado mortal. A ti no te puedo curar porque no has restituido seis pesetas que hurtaste en cierta ocasión; y tú, faltaste a tal mandamiento, y tú a este otro.” Por ello, antes de proceder con la curación ha de confesar y perdonar, limpiar la conciencia del enfermo. Es entonces cuando les entregaba un escrito, de su propia mano, indicando el tratamiento que debían de seguir “siempre a base de manteca de cerdo, si es para mujer y de cerda si ha de ser hombre el curado. Todo Bujaraloz sabe el gran consumo que hace de dicho artículo traído de Barcelona por comerciantes de la plaza. Extrañados de lo de la manteca, nos atrevimos a interrogarle y nos contestó: -Igual curaría sin ella, pero es algo que va ligado al pecado original-”.

“En sus ojos, que parecen muertos, hay esplendidas corrientes de vida y la paradoja podría explicarse diciendo que mira para adentro. Cuando agita nerviosamente sus brazos, la imaginación de quien lo mira levanta un pulpito en sus pies y siempre, siempre, toda la vida del peón caminero da las sensaciones de un iluminado. Tiene visiones de taumaturgo y estremecimiento de poseso.»

Pero Gaudencio no escapa de las habladurías y mentiras y bulos.  Por toda la comarca y fuera de ella se lanza la noticia de que, el último sábado, obrará un milagro, dando vista a una ciega de Bujaraloz. El anuncio de ese prodigio atrae a gentes de distintos puntos y el mismo Gaudencio afirma enérgicamente —no he dicho semejante disparate.

Baste decirle—añadió–que hasta comenzada la curación de un enfermo, no obtengo el permiso de Dios para sanarlo.

Ese milagro anunciado ha sido obra de quienes pretenden impedir que la gracia de Dios se manifieste a través de este humilde siervo de San Antonio; pero contra Dios no se puede ir. El que pretenda marchar por ese camino, será destruido.

El corresponsal acaba matizando que  -Es tan interesante y digno de estudio todo esto, que nos permitimos estampar la tan sobada y muchas veces alarmante advertencia de “se continuará”-.

Gaudencio les recibe en su casa, cerca se encuentra la Posada nueva, en ella se alojan algunos enfermos y sus familiares, haciendo a su vez de sala de espera:  

En la plaza de Bujaraloz hay una posada; la Posada Nueva, cuyo propietario se llama Gregorio Escanilla, quien ha visto entrar en su casa, con motivo de esto acontecimiento, las siete vacas gordas de la Biblia o quién sabe si más de siete, Junto a la posada, tocando a ella, levántase una casuca, de aspecto mísero, que es la casa del caminero.

Esa razón de vencidad convierte la posada en una especie de sala de espera, aguardando el turno para visitar al que ha de poner remedio a las más incurables dolencias.

La posada tiene un gran patio y a los lados de este patio hay bancos rústicos que ocupan hombres, mujeres y niños, en espera de poder besar las manos del caminero, a cuyos pies se postrarán de hinojos, para moverle a compasión y conseguir que les de la salud.

La posada está colmada de viajeros.

 Los que llegaron tarde, alojanse en casa de huéspedes que se han abierto y en algunas particulares y cuando de nada de esto se dispone, el buen mesonero habilita dormitorios en cualquier parte.

El último viernes, por la tarde, habían llegado a Bujaraloz, para visitar al iluminado, 114 personas.

Algunas llevaban esperando seis y ocho días.

Para el día siguiente, sábado, esperabase la llegada de más de 150, de Mequinenza, Fraga, Pina y la mayor parte de Zaragoza.

Grupo de enfermos esperando la llegada del peón caminero Gaudencio Beltrán Pallarés.

Al parecer fue una contaste de enfermos los que acudían a Bujaraloz, en gran cantidad van queriendo visitar al curandero caminero, afamado en gran parte de Aragón y mucho más allá de sus límites:

No hay turno, por orden de llegada; no hay excepciones ni preferencias que pudieran determinar los casos graves – ¿Y qué es eso de casos de gravedad? ¿Quién sabe lo que es grave y urgente y lo que no es? Una persona está muriéndose; en la agonía, pero reacciona y se salva, volviendo a la vida sana y fuerte que tenía y otro que se encontraba completamente sano, muere en un momento a consecuencia de una desgracia. ¿Quién estaba grave?.

Conozco a cuantos me esperan; sólo veré a diez, los más necesitados, los más graves; pero sólo yo puedo conocerlos.” Y este es el procrecimiento para poder ser “visto y tratado”.

Cuando estamos hablando con enfermos y recogiendo notas que ya saldrán, llegan varios automóviles abarrotados de forasteros atraídos por las prodigiosas curaciones que ge cuentan,

Detallaremos a la ligera la llegada de esos automóviles, Z, 1.252; Z. 1.163; Z, 1.205; L, 1.195; B. 16.750.

Llegan con el completo, ¡Todos son enfermos y familiares que los acompañan; en su mayoría, mujeres y niños!.

Todo lo que lega tras la curación del caminero, ha sido desahuciado por la ciencia.

Lo dicen las madres, entre sollozos de angustia y esperanza, a un tiempo.

Mire usted: A este hijo de mi vida lo han visto muchos médicos. Todos me dijeron lo mismo; que no tenía remedio, ¿Qué iba a hacer yo? Si me hubieran dicho que en el fondo del río Ebro estaba la medicina para curar al hijo de mis entrañas, al río me habría tirado de cabeza.

Y Bujaraloz se va inundando de peregrinos y todos entonan igual plegaria de dolor.

En esa incesante romería, en el mayor contingente los barrios de Zaragoza, pudiendo asegurarse que “el sábado habría en Bujaraloz más de cien personas de Montañana, Santa Isabel, la Cartuja, etc.

De Pina, Quinto, Castejón, Fraga, La Almolda, Osera, La Puebla y otros de esa comarca, un buen núcleo.

 Al caer la tarde, cuando habían llegado ocho automóviles, con más de cincuenta personas, llegó a la casilla un autobús de Zaragoza, de la Compañía Berna, el núm. 1.190, con 28 viajeros.

Autobús con 25 viajeros, llegados de Zaragoza anteayer para ver al caminero.

Marcial Buj imprime su impronta sobre la historia que le ha llevado a Bujaraloz, tratando de recoger lo que puede atestiguar entre la ciencia y lo divino, dejando impronta de una carismática figura que respondió a Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero y curandero:

No hacemos otra cosa que referir todo lo que presenta esta palpitante actualidad. Lo que hemos visto; lo que hemos oído; como lo ven y lo oyen diariamente centenares de almas. Y hemos limpiado esta información de todo aquello que nos contaron y que entendíamos caía dentro de lo chabacano y poco serio.

¿Qué debo hacerse? ¿Qué hay en todo esto? ¿Nadie contesta? Desde luego, es indudable la existencia de un gran movimiento ritual cuyo radio de acción va tomando proporciones que aconsejan una intervención.

Dictarla nosotros, habría de ser tanto como invadir un terreno extraño.

En cambio, pisamos el nuestro exponiendo la situación, en toda su inquietante realidad y opinando, que todo ese estado que se forma que, aceleradamente se agranda, debe ser sometido a una inmediata depuración por parte de los dos fueros llamados a intervenir: La Iglesia y la ciencia, Y, como amparador de todo derecho y corregidor de cualquier ilegalidad, la autoridad gubernativa.

Esta es la historia de Gaudencio Beltrán Pallarés, peón caminero y curandero, que trabajó junto a otros camineros como Elías Broto del Río y Pedro Royo Asín o Pedro Luy Grañena como capataz caminero. Oficios desaparecidos, al igual que virtudes desaparecieron con la ciencia pero que, en su divina medida, ayudaron en la curación y sanación de muchas personas con el tan solo hecho de creer.

Los primeros viajeros a las Indias de Los Monegros


Por José Elbaile Ollés.

En el año de 1492, Cristóbal Colón descubrió lo que entonces se llamó las Indias. A partir de entonces son muchos los españoles que fueron o intentaron ir: militares y funcionarios al servicio del Rey para controlar las nuevas tierras, religiosos con el fin de evangelizar o aventureros en busca del oro y riquezas de las que hablaban quienes volvían.

Pero el monopolio sobre el comercio con los nuevos territorios y las gentes que podían embarcarse eran potestad del Rey, que ejerció su control desde la casa de Contratación de Sevilla. Ciudad desde donde partían las galeras hacia América.

En un primer momento sólo los ciudadanos del Reino de Castilla podían trasladarse a las nuevas tierras descubiertas. Pero en las cortes celebradas en Monzón y Binefar el año de 1585, se establece que los aragoneses puedan pasar “a las indias y gocen de lo que los castellanos, ya que fueron descubiertas en tiempo del serenísimo Rey Don Fernando el Católico de gloriosa memoria y participaron gente de este reino”.

Aun así, eran pocos los que conseguían una autorización real para poder desplazarse y siempre era como criado o acompañante de alguien que iba como funcionario, militar o religioso.

En el Archivo general de Indias, se conservan los expedientes de los primeros monegrinos que marcharon a hacer las Américas:

Juan de Marroviza y Estrella, de 19 años nacido en Sariñena era hijo de Jaime de Marroviza y de Gerónima Estrella y nieto por línea paterna de Pedro Marroviza y de Martina Montesino. Todos de Sariñena.

El cuatro de diciembre de 1588, Jaime de Marroviza, presenta en la Diputación del Reino en Zaragoza para que se resuelva en el Consejo de Aragón, la petición de licencia al rey para que su hijo Juan de Marroviza y Estrella pueda viajar a las indias. A la provincia del Perú, donde trabajaba como funcionario Pedro Estrella, un primo hermano de su madre que acababa de llegar de esas tierras.

Para conseguirla debería demostrar mediante testigos que no es de los prohibidos a pasar a aquellas tierras por ser como es él y sus padres cristianos viejos, hidalgos, notarios y como descendientes de tales, limpios de toda raza, moros ni judíos, y sin faltas ni penitencias por parte del Santo Oficio de la Inquisición.

También que era mozo soltero, no casado ni sujeto a religión o matrimonio.

En la solicitud se debía hacer una pequeña descripción física para su control. Así dijo ser: de mediana estatura y moreno de rostro con un poco de barba negra y con una pequeña herida debajo del ojo derecho.

En mayo de 1591 Pedro estrella recibió en Madrid un nuevo nombramiento que le obligaba a volver a aquellas provincias. Entonces pidió que le dejasen llevar a su sobrino.

Al final Juan Marroviza consiguió la autorización Real y marcharía en 1592 en calidad de sobrino de Pedro Estrella.

No sabemos la vida que llevaron en Perú donde todavía existe el apellido Estrella.

Francisco Ignacio Aysa Gasion, que nació el 30 de Julio de 1669 en Sesa, de una familia infanzona de Marcén. Se embarcó a los catorce años para las Américas como criado de su tío fray Manuel Mimbela, que había sido nombrado obispo de Guadalajara y Oaxaca en Méjico. Embarco el 6 de agosto de 1712 en el galeón Santo Soto de Román. Entre los acompañantes de su tío también se encontraba su primo Pedro Mimbela de diecinueve años, nacido en Morillo de Gallego.

Francisco, como sobrino del obispo, supo aprovechar su estatus prominente dentro de la sociedad de Nueva España. Se avecindó en Guadalajara. Amasó una gran fortuna, compró una mina de plata en Bolaños y poseyó grandes extensiones de tierras de labranza y varias haciendas

Fue nombrado Marques del Castillo de Aysa el 18 de septiembre de 1727 y obtuvo el grado de coronel de la infantería española.

Desde 1734 a 1743, se convierte en gobernador de Nueva Galicia y presidente de la Real Audiencia. Durante su mandato se hicieron varias expediciones a California para establecer mayor control administrativo.

Fue un buen administrador desarrolló la economía de la zona e hizo mejoras sociales como la traída y distribución del agua en Guadalajara. Falleció el 8 de diciembre de 1778.

Antón Sanz Anoro que obtuvo el pase para embarcar en la casa de Contratación el 21 de marzo de 1623.

La solicitud la presenta en la Real Audiencia de Zaragoza, su padre, Antón Sanz, mayor de días, de la villa de Castejón de Monegros. Donde a pesar de ser Infanzón y familiar del Santo Oficio de la Inquisición tiene que demostrar su nobleza y limpieza de sangre.

Antón era hijo de Antón Sanz de Escarrillla en el valle de Tena y de María de Anoro de Castejón de Monegros donde vivían.

Su hermano Gerónimo Sanz Anoro estaba casado con Gracia Cascarosa, tenían un hijo, Jaime Sanz Cascarosa. Todos nacidos en Castejón de Monegros y los dos notarios.

Antón Sanz Anoro se acaba de quedar viudo hacía dos años. Había estado casado con Gracia Berdun de Castejón de Monegros. Tenía entonces 36 años.

Fue entonces cuando Andrés Sanz hermano de Antón padre, que vivía en las Indias con su familia lo reclamó para que se hiciera cargo de una hacienda. Andrés que se embarcó con veinte años, llevaba en Trujillo cuarenta desempeñando diferentes cargos de importancia al servicio del Rey.

Sin ninguna carga familiar y cumpliendo todos los requisitos, a Antón, se le permite viajar a la provincia de Venezuela el año 1623 con sus criados Francisco Rodríguez Almonte y Juan Muñoz. La autorización para embarcar es firmada en Madrid el 5 de diciembre de 1622. Y se justifica “Para la cobranza de una hacienda”.

En su descripción dice: que es de mediana estatura y disposición barbinegro que comienza a mezclar con alguna cana tiene más grueso el ojo derecho que el izquierdo con una curvación que le impide algo la vista en este ojo.

Elbaile Ollés, José.
Publicado en la revista Tierra de Lalueza.

Pilar Asín Asín


Pilar es memoria viva de Albalatillo, localidad que quiere con todo su corazón. Se siente orgullosa de su pueblo, del que es gran embajadora y nos abre las puertas de su casa para retraernos a mediados del siglo pasado y a la vida rural de Albalatillo; localidad muy ligada a la agricultura y ganadería. Su entrañable relato es solo parte de las muchas historias y vivencias que Pilar nos podría contar, con su sabiduría y memoria excepcional.

Pilar Asín Asín nació el 18 de abril de 1937 en Albalatillo, hija de Mariano y Ángeles, familia de labradores. En casa tenían algunas mulas y con el aladro araban la tierra de casa – hasta mi madre iba a labrar-. Su padre, Mariano, de quien Pilar recuerda con mucho cariño ser muy “amadrugador”, trabajaba con su hermano -Iban a labrar, pero también a cosechar, a segar, primero con hoces y luego con los dallones. Más tarde aparecieron las maquinas, las primeras llevaban una especie de sierra, como un tronzador de dientes largos, hasta que finalmente llegaron las cosechadoras modernas-. Con las cosechadoras todo fue más fácil, recuerda Pilar, que fueron evolucionando de las cosechadoras de sacos a las de tolva; -entonces ya teníamos tractor con remolque-.

También se acuerda de los trillos, de los cuales había dos tipos, el de piedras, trillo de arrastre y luego sacaron el trillo de rodillos, eran más altos y se ponían arriba. Eran otros tiempos, vida dura y mucho trabajo y esfuerzo, hubo años muy malos: -Un año fue tan malo que todo lo que segaron lo trajeron con el carro-.

Fue a la escuela hasta los 14 años, iban en clases separadas, chicas y chicos, incluso en el patio del recreo estaban separados y no les dejaban estar juntos. Jugaban en la plaza y para las fiestas a bailar -¡entonces se bailaba!-.  La plaza la adornaban con ramas de chopos, colocaban estacas, la plaza era de tierra, formando un círculo grande a modo de pista, y entrelazaban ramas con hojas de chopo para adornarla, la enramaban. De escenario colocaban unos carros a modo de entablado donde se subían los músicos, venían las orquestas de Ríos o de Ballarín entre otras. Iban a comer por las casas que incluso se disputaban entre ellas para ver quien invitaba a los músicos a comer y cenar: -reñían a ver quién se podía llevar a los músicos-.

En la plaza de Albalatillo había una fuente y al lado un abrevadero, apunta Pilar muy orgullosa de su pueblo, del que no deja de hacer gala: -siempre ha estado muy unido-. También, en la plaza estaba el castillo, aunque ella no lo llegó a ver. El castillo desapareció en la guerra y en su lugar hicieron un frontón. Más abajo camino del río, existió un lavadero, lavaban derechas, de pie y había unas buenas losas. Igualmente había un lavadero en la acequia y, aunque allí tenían que arrodillarse, el agua corría y era mejor para lavar. Camino Sariñena aún está la fuente del Saso que construyeron para la guerra en el aeródromo republicano. Iban a bañarse al río, con el viso, tenían su sitio mientras los chicos otro; aunque ellos se escondían para verlas.

Había médico, que venía de Sariñena, y practicante que vivía en Albalatillo.  -Albalatillo tenía de todo, herrero, dos tiendas, carnicería, dos cafés, carpintería, herrero, modista… El café de casa Paco también tenía tienda-, apunta Pilar. Luego estaba el café bar El Palillos, que era café y baile -allí es donde las mujeres comenzaron a jugar a las cartas-. Además, iban el domingo a bailar, que solo les dejaban si antes iban a rezar el rosario el domingo por la tarde. Ellas se sentaban y esperaban a que un chico las sacara a bailar, no podían bailar chica con chica. Aunque el baile primero fue en casa el pianista, donde los chicos pagaban por entrar, y luego en el Palillos. Isidoro Marcial tocaba el piano, era ciego.  

-A Albalatillo venían los títeres, venían con monos-, iban con sillas a la plaza y veían la actuación. Se hacía procesión para Santa Margarita y fiesta para san Roque, también lo sacaban en procesión y dos casas daban torta bendita, Josefina y Marcial. Los chicos corrían para llevar los santos. Unas navidades con mulas, yeguas o caballos llevaron a los reyes y pajes, apagaron las luces del pueblo y con las antorchas encendidas bajaron al pueblo.

Pilar se casó con Agustín Alfredo Laguna Valentín, siempre le han llamado Alfredo, aunque era de casa Floro. Se casaron en Huesca, en la iglesia de San Lorenzo, y la primera noche la pasaron en Tardienta, tenían parientes allí y como eran fiestas fueron a pasar la noche. Han tenido dos hijos, Alfredo y Pili.

Alfredo era de casa de labradores, tenían cuadras y huerto. Casi todas las casas tenían huertos, en casa empotaban en botellas de cristal, con un embasador y un palo introducían el tomate para conserva. En cada casa se mataba un par de tocinos, hacían bolas, morcilla… de todo -El día de la matacía nos juntábamos toda la familia, íbamos de una casa a otra ayudándonos con la matacía-. Aún guarda Pilar la máquina de las morcillas. También traían pollos de Huesca, de Porta, los iban vendiendo por las casas o lo que les pedían o encargaban.

Alfredo también fue cañicero, hacia cañizos, conjunto de cañas entrelazadas que formaban una estructura compacta, plana, generalmente de unos 2,5 metros de largo por 90 centímetros de ancho. Tenía unos moldes y con el “defendedor” cortaba las cañas en tiras. Luego, iba armando la estructura y formando los cañizos -Cada uno tenía su manera pues eran muchos en Albalatillo que hacían cañizos-.

Alfredo cortaba las cañas en la mengua de enero y en fajos los iba trayendo a Albalatillo. Los hacía tras la siembra -disfrutaba mucho haciendo los cañizos-. Se empleaban para la construcción, para los tejados. También se empleaban planos, en las falsas de las casas, colocados a una altura de medio metro del suelo y sobre ellos se secaban tomates u otras hortalizas o frutas para su conserva.

Con su marido iba a hacer leña, iban con un tronzador, uno en cada punta, iban cerca del río Isuela (Flumen), que había chopos y a trozos lo iban trayendo a casa, los troncos para el fuego y la ramilla para encender. También le acompañó más de una vez a cazar. Alfredo iba a cazar conejos por Jubierre y en el monte de casa con hurón, los domingos. Pilar tuvo un hermano, Mariano, era fraile y murió en un accidente durante una jornada de caza.

En casa tuvieron vacas, ordeñaban a mano, Pilar junto a su suegro -De todo hemos hecho, todo menos carrera-. La leche la vendían a la RAN de Grañén, venían con cisternas a recogerla, llenaban los cantaros y en verano los ponía en el lavadero para que se mantuviesen frescos. Empezaron con 2 vacas, solo para casa, y fueron ampliando hasta tener al final unas 7 vacas. Querían sacar el fiemo por atrás de la casa, a la demba, pero las Bastaresas no quisieron que se hiciese calle.

Alfredo jugaba mucho al frontón, pues en Albalatillo y otros pueblos se jugaba mucho a la pelota a mano, incluso en Albalatillo y otros pueblos se celebraban torneos. Jugaban en parejas y Alfredo siempre jugaba con Carmelo, competía mucho con Nicasio. También participaba en carreras pedestres, algunas en eras, al redol, y aun ganó alguna de ellas.

En Albalatillo, Pilar ha sido y es muy feliz, se siente muy orgullosa de su pueblo, albalatillera de corazón. Muchas cosas han quedado por contar, del desaparecido dance de Albalatillo, de cuando iban a recoger esparto o cuando muchos marcharon a nivelar a Nivelcampo y llegó a Albalatillo el riego. Porque Pilar es pura historia reciente de Albalatillo y ha sido un placer escucharle hablar con tanto cariño de su pueblo que tanto quiere.

Pilar Royo López y Vicente Villellas Betes


Pilar Royo López, natural de Sariñena, es mujer vital y de buena memoria, ha trabajado prácticamente desde su infancia, especialmente para casa Torres, haciendo, como dice: –de todo-. Su marido, Vicente Villellas Betes, fue guarda de campo, un oficio tradicional, ya desaparecido en Sariñena, y que a través de la misma Pilar y su hijo Vicente nos adentramos.

Pilar Royo López.

Pilar Royo López nació el 5 de junio de 1932. De casa de los Custodios, Pilar vivió su infancia en la calle Castillo Alto, una casa justo antes de las escaleretas, cerca de donde vivía Paco Cascabillo. Aunque tenían un poco de tierras, su padre trabajaba para casa Torres, en la tierra, y se encargaba de la brigada que trabajaba para la casa -estaba al tanto de los trabajos-.

Pilar no fue muy estudiosa, fue a las escuelas nacionales y aún recuerda a don Pio, doña Victoria o doña María. Les hacían hacer en el patio actividades, algunas como representaciones y a veces acudía el alcalde y concejales –una vez me hicieron recitar unos versos y gané un bolso para ir a la escuela-. En las nacionales había un gran patio, grande, recuerda Pilar, donde jugaban: -el patio daba a los Esquiñones, por la parte de atrás, donde había una puerta falsa-

Pilar era la segunda de cuatro hermanas y pronto comenzó trabajar en casa, empezando a hacer encargos y al final no paró de hacer trabajos hasta que fue dejando la escuela. Pronto fue a trabajar a casa Torres, a casa de Mariano. Entonces, casa Torres se encontraba encima del Enado, en la plaza Villanueva, donde estaba la casa nueva y al otro lado la casa vieja, al lado de casa Bolero, donde vivían los de las Tiletas. Allí hacía de todo -todo lo que me mandaban- de ir a comprar a realizar todas las faenas y labores de una casa, de limpieza, cocina o cuidado de los críos. Pilar no paraba nunca, además Fermina, la ama de llaves, era muy exigente -lo primero que me hacía hacer era peinarla-. Pilar se acuerda de ver a los jornaleros comer en el patio.

Su marido Vicente Villellas Betes nació en Lalueza en 1928 y vino a Sariñena con su familia. Su padre entró de Guardia de Campo, oficio que continuó Vicente.

Vicente trabajó en distintas faenas, como labrador, segador, haciendo esparto o como pastor; en casa aún recuerdan cuando llevaba las vacas por la laguna. Iban a segar al monte y se quedaban por alguna masada, cazaban alguna liebre y gracias a ella hacían un rancho para todos En casa tenían animales, cerdos, gallinas y algo de huerta, un pequeño olivar. Pero pronto se convirtió en guarda de campo. Su padre falleció joven y Vicente con 23 años ocupó su cargo, -cogió la correa-.

Familia Villellas Betes.

El cargo de “Guardia Rural” dependía de la “Cámara Agraria local de Sariñena” que tuvo su sede en casa Paraled, en la plaza de la iglesia de San Salvador y luego en un local del Ayuntamiento de Sariñena. Las Cámaras Agrarias en Aragón, fueron creadas durante el régimen franquista, siendo unas instituciones destinadas a ser órganos de consulta y colaboración con la administración agraria, y estaban controladas por el Ministerio de Agricultura. Estas cámaras tenían una estructura organizativa que incluía asambleas con representación de los sindicatos agrarios. En Aragón, las Cámaras Agrarias de Zaragoza, Huesca y Teruel se constituyeron en 1948 y 1950, pero fueron finalmente extinguidas en 2014, pasando sus funciones a los sindicatos agrarios y otras entidades. Uno de los presidentes fue Procopio, que tenía un estanco en la calle del Mercado, en los porches, y de administrativa Alicia Villacampa.

Vicente ostentaba autoridad como Guardia Rural, también conocido como Guardia de Campo. Portaba una chapa oficial que lo identificaba como guarda jurado de Sariñena, siempre brillante, sobre la correa del morral. Tenía prismáticos y un rifle -llevaba balas de las buenas, del 9- que lo solía usar para cazar algún conejo y que nunca faltaron en casa -mataba conejos corriendo-.

Aunque algunos años estuvieron dos guardias, con Manoler Millera, y cada uno llevaba su partida, Vicente abarcaba todo el término municipal de Sariñena, tanto huertas como campos y monte. A principio iba andando y en bicicleta hasta que se compró por su cuenta una moto. El carnet de coche nunca se lo quiso sacar, pues pensaba que nunca se iba a poder comprar un coche.

Vigilaba la huerta, que entonces era muy importante, que no entrase ningún ganado, que no hubiese robos, que nadie se comiese más de la cuenta labrando, cabañeras, caminos, sendas, marguines u otros campos o huertas -siempre había alguno que cogía más de la cuenta-. 

Si había robos los investigaba –mia que me han robado un camallón de patatas-, –mia que se me llevan los tomates-, muchos hasta iban a casa suya para contarles que le habían robado u otros problemas. Lo normal era que cogiera a los culpables y lo solucionaran apañándose con los dueños del campo. Algunas veces se pegaba hasta 3 noches escondido para sorprender algún ladroncillo. También había casos en que no le quedaba más remedio que denunciar y llevar al juzgado, iba al juzgado de Huesca y tenía que testificar. Hacía de guardia, pero también a veces hacía de juez, tratando que se arreglasen entre ellos, pues lo solían respetar mucho, solían decir -Lo que diga Vicente, que tiene razón-.

Se sabía todos los campos y a quienes pertenecían, todo lo llevaba en la cabeza, incluso lo llamaban del ayuntamiento si tenían alguna duda con alguna tierra, campo o huerta y para participar en las concentraciones parcelarias.

Otras veces tenía que acompañar a los pastores trashumantes cuando cruzaban el término de Sariñena, le avisaban desde la oficina y, pronto por la mañana, salía a esperarlos. Luego los acompañaba en su tránsito para ayudarles pasar de linde a linde. Muchas veces era el mismo presidente de la cámara quien le llamaba para decirle lo que tenía que hacer.

Madrugaba mucho, era un trabajo de mucha dedicación, que exigía implicación, estar disponible a cualquier hora del día y que incluso muchos iban a su casa para requerirle algo, alguna duda, ayuda o denunciar a alguno.

Con Manolo Foj, Guardia de Riego, eran muy amigo, casi como hermanos, entre ellos se apoyaban y ayudaban muchísimo. Juntos era un placer escucharlos, recuerda su hijo Vicente, -contaban un montón de historias y anécdotas-. En una edición de Femoga los pusieron a los dos de vigilantes de noche, a uno que vio le echó las luces de un tractor y resultó que era un guardia civil.

Entonces la huerta se cultivaba entera, la gente dependía de ella, como sustento de muchas familias y eso llevaba a que había muchos problemas. Fueron también tiempos de necesidades y algaradas. A veces pillaba a los críos robando, subidos a los árboles cogiendo fruta y los encorría. En una ocasión, en venganza, le robaron la moto y se la rompieron, dejándola tirada por un brazal. Los acabó pillando, pero fue lo ingrato del trabajo, el tratar con gente mala.

Cuando extinguieron las cámaras agrarias, Vicente pasó a formar parte de la DGA, como personal laboral y fue destinados a la Oficina Comarcal Agraria de Sariñena.

Pilar y Vicente en la plaza de la iglesia de Sariñena.

A Vicente le ha gustado mucho la huerta y su propio huerto camino los Esquiñones, donde se pasaba buenos ratos. Vicente el guardia, persona cercana, de un oficio dedicado a la huerta vieja de Sariñena que tanta prosperidad nos ha dado.

A su jubilación. la extinta Cámara Agraria Local de Sariñena le honró con una placa como “Guardia Rural” de la misma por 41 años de servicio prestado “Con dignidad y entrega” hasta su jubilación el 3 de noviembre de 1993.

Pilar y Vicente han vivido en un piso en la plaza de la iglesia, en casa Torres, en el mismo edificio donde estuvo el estanco de Asunción Blasco. Han sido felices, formando una gran familia. Vicente falleció a los 90 años de edad, el 27 de diciembre del 2018.

Inquisición, religión y hechicería en Los Monegros


Por José Elbaile Ollés

Jaime Manobel nació el mes de abril de 1555 en Sariñena, hijo del calcetero del pueblo Joan Manobel y María de Bolea.

Sus abuelos también eran de Sariñena, Bartolomé Manobel, era zapatero y el materno Bartolomé Bolea, labrador.

Jaime tuvo un solo hermano, Pedro, que continuó en el pueblo con el negocio familiar de calcetero. A él decidieron darle estudios, quizás por la influencia de su tío mosén Pedro Manobel, hermano de su padre, que era cura racionero de la villa de Sariñena.

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

Jaime comenzó sus estudios de gramática en Sariñena . A los diecisiete años, dejó la casa de su padre para ir a Huesca a continuar su aprendizaje. De allí pasó a Valencia donde a los dos años cayó enfermo y tuvo que volver a Sariñena. Terminó su instrucción en la Universidad Sertoriana de Huesca . Cursó estudios de Gramática, Lógica y Cánones.

A los veinticuatro años terminada su formación, su primer servicio fue en la ermita de Nuestra Señora de Cillas. Allí estuvo veintidós meses, cantó misa y fue ordenado por el obispo Pedro de Fraguo. Sirvió como cura en Monegrillo, Sariñena, Ballovar, el hospital de Huesca y Zaragoza. Siempre sustituyendo titulares o en puestos de escasa relevancia.

Estando en Zaragoza hospedado en el mesón Carbonel en las cuchillerías. Vino un fraile trinitario indio, Fray Benedicto, que hacia curaciones y predicciones con ayuda de un libro que siempre llevaba encima.

Jaime vio en el libro una oportunidad y una noche, estando el fraile en la cama, se lo quito de la cabecera. Se despidió del mesón y marchó a Madrid.

AHN.Inquisción,90,Exp6 Remedio para el dolor de cabeza.

Al libro le faltaban algunas hojas, además estaba escrito en latín y hebreo. Así que muchas cosas de las que ponía no lo entendía. Pero un día estando en el Prado de San Gerónimo cogiendo hierbas se encontró con un herbolario Saboyano con quien hizo amistad. Y que más tarde le ayudaría a interpretar el libro. También hizo amistad con un criado de barbero y con las enseñanzas de uno y otro completó su conocimiento del libro, incluso añadió algunas curaciones que anotó en el libro.

Se estableció en la calle Carretas y posteriormente en la calle de la Hoz. Y con ayuda del libro comenzó a ejercer su magia.

AHN.Inquisción,90,Exp6 Para alcanzar mujer y que se pierda por el hombre.

Sus habilidades no solamente las utilizaba para curar males y dolores como hinchazones de piernas, llagas, mal de hígado, impotencia … etc., sino que atendía a toda clase de necesidades: problemas de piojos, con el juego, mal de ojo, problemas de amores.. etc.

Jaime unía  siempre a sus supuestas cualidades algún acto litúrgico de la iglesia católica como: utilizar agua bendita para espantar al demonio, asistir a un número determinado de  misas portando cirios encendidos o algún elemento que él les daba, o hacerlo en un día señalado en el calendario católico. Eso, y su condición de sacerdote le hacía más creíble.

Su vida de clérigo curandero y adivino iba viento en popa. A principios de junio del año 1590, apareció por su casa Francisco Leal, le dijo que no podía tener acceso carnal con su mujer (impotencia) y si lo podría curar. Este le dijo que sí, pero que tendrían que esperar al día de San Juan.

El víspera de San Juan fueron a El Escorial con el fin de llevar a cavo la ceremonia. Necesitaban de agua bendita y una estola para la ceremonia. Francisco tenía unos conocidos y lo consiguió, pero llamo la atención y curiosidad sobre ellos.

Realizaron la ceremonia esa noche en un bosque cercano, pero al volver al Escorial fueron prendidos, se les tomó declaración y unos días más tarde, llevados a la cárcel de la inquisición de Toledo.

AHN.Inquisción,90,Exp6. Recorte de la orden de detención donde se le exigen 12 ducados para gastos de manutención y proceso. Si no los tuviese pide se vendan sus bienes.

El dos de agosto de 1590, declaro: » ….afirmándome en todas mis confesiones, que contienen todo el verbo de la verdad. Yo no he hecho ninguna invocación a los demonios ni las demás cosas supersticiosas contenidas en el libro. En lo que toca al hecho de traer conmigo un pergamino con ciertas palabras de un salmo lo hacía por cuanto jugase  ganase, para este fin y no otro,  y lo que hacía para curar los hígados lo hacía por caridad y por hacer una buena obra..»

Pero la posesión del libro y lo que había escrito hizo pensar a los inquisidores de que no decía la verdad » en conformidad dixeron son del voto y parecer que este reo sea puesto a tormento por tanto tiempo cuanto a nos  bien visto fuera para que el diga la verdad.…. si en el dicho tormento muriese fuese lisiado o se siguire efusión de sangre o mutilación de miembro sea su culpa y cargo y no la nuestra por no haber querido decir la verdad..»

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

El diecinueve de noviembre, entró en la sala secreta de tormento

…..Fue amonestado dixele enteramente verdad de todo lo que no hubiese fecho o dicho o visto hacer a otras personas en ofensa de Dios nuestro señor y contra su santa fe católica.

Jaime de rodillas y llorando insistía en su inocencia. «..la misericordia de Dios me falte si no digo la verdad, que en mi vida he hecho hechicería ni he invocado al demonio… en  todo lo que he hecho nunca he tenido más ánimo ni creído cosa contra nuestra santa fe católica…»

Fue sometido a tortura en «el potro ««.. en penitencia de sus pecados y remisión de ellos sea. E con esto fue sentado en el banquillo  para comenzar el tormento..»

Siete días después, siguiendo el protocolo de enjuiciamiento del Santo Oficio, le piden se ratifique en sus declaraciones. » Le fue leído lo que dijo en la cámara de tormento. Dijo que aquello es verdad, que no tiene más que decir..»

Muestra arrepentimiento por sus malas obras pero insiste que siempre dijo la verdad. Los inquisidores sólo encontraron ligeras sospechas de herejía.

El veinte de diciembre llegó la sentencia: «…Fallamos lo que de presente proceso resulta, contra el dicho mosén Jaime Manobel, clérigo vecino de Sariñena. Si el rigor del derecho debiéramos de seguir lo pudiéramos condenar en mayores y más grandes penas, pero queriendo moderarlas con equidad y misericordia por algunas causas que a ello nos mueven en pena y penitencia de lo por el dicho hecho y cometido mandamos que esta sentencia se lea en la sala de la audiencia del Santo Oficio y el condenado oiga la misa rezada que en ella se dijere en forma penitente y abjure de lev (errores heréticos), y sea prevenido y suspenso de las ordenes que tiene por dos años y  por ello desterrado del distrito de esta inquisición, lo cual se haga y cumpla….»

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

Antes de sacarle de la audiencia el inquisidor le advierte » le mandaron so pena de excomunión mayor que será castigado con todo rigor no diga trate ni comunique algo de lo que ha visto o entendido en este Santo Oficio en su causa como en los demás presos».  Prometiéndolo y haciendo cuentas con el proveedor del Santo Oficio de lo que ha gastado, salió de la audiencia.

Elbaile Ollés, José.
Publicado en la revista Tierra de Lalueza.