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La dula, la bizera, el pastoreo y la trashumancia en Los Monegros


El pastoreo, la figura del pastor y la tradicional ganadería extensiva ovina y caprina fue muy importante en Los Monegros. Tierra de pastos, agostos en verano, que convivía con las tierras altas por medio de la trashumancia, siendo, además, un intercambio cultural y social muy importante.

En todos los pueblos de Los Monegros había grandes rebaños de ovejas y cabras. Estaban los rebaños particulares, principalmente el de las casas pudientes, que tenían considerables rebaños que llevaban pastores que trabajaban para la misma casa. Había quien tenía su propio rebaño, pequeños pastores, pero también existía la Dula o Adula, una forma comunitaria y tradicional de gestionar, en conjunto, los pocos animales que las casas más humildes tenían y que, por medio de un pastor conducían colectivamente a apacentar al monte.

En el “Bocabulario Monegrino” encontramos definida la palabra Dula como todos los animales del pueblo. Esta definición se queda muy corta a pesar que encontramos la definición de Dulero, relativa al pastor que cuida la Dula. En relación con la Dula/Adula sí que aparece Bizera con el consiguiente significado “Adula, es decir, el ganado de cabras del pueblo. Por extensión cualquier otro ganado del que cada casa tiene unas pocas cabezas y en algún momento eran llevados juntos a pastar, por ejemplo, las mulas”. Finalmente, probablemente la definición más exacta sea la aportada por José Ignacio López Susín: “La piara de ganado mayor a que cada uno envía sus bestias para que pazcan y se guarda concejilmente por cuenta de todos los que en ella tienen alguna cabeza” (López Susín, José Ignacio, Léxico del derecho aragonés, cit. voz “dula”).

Estamos ante una antigua actividad que aparece a lo largo y ancho de Los Monegros, incluso documentalmente en los pliegos de 1525 sobre la adjudicación de la guarda de la adula de Sariñena o como en un contrato de 1594, de arrendamiento de pastos en Robres, habla de “las adulas del lugar” (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica (siglos XV y XVI) / Manuel Gómez Valenzuela). Por ello no es extraño encontrar “La Dula” o “Dula” como topónimo, en este caso en La Almolda, recogido por M.ª Ángeles Lax cacho quien le otorga, como topónimo, origen árabe (Lax Cacho, M.ª. Ángeles. Toponimia de la zona meridional de Monegros).

De la misma manera aparece el término de Plegadero, el cual, volviendo a recurrir al “Bocabulario Monegrino” respondía a la parte del pueblo donde se juntaba la bizera. En esta misma línea, en Leciñena aparece la Plaza del Plegadero, lugar recuperado y que cuenta con un panel explicativo que muestra como el Plegadero fue un lugar asociado a la economía tradicional, donde se juntaban las pocas cabras que tenían en cada casa, formando un gran rebaño o bizera que un pastor o bizalero sacaba todos los días a pastar y que luego las traía de regreso a la plaza del Plegadero. Algunas volvían solas a sus respectivas casas.

Plaza del Plegadero, Leciñena.

Así, el pastoreo y la cultura pastoril nos descubre una actividad, vital, que además de proporcionar productos como la carne, leche y lana, gestionaba el medio natural, el paisaje y que además servía como vía social, cultural, de tradiciones e incluso de lenguaje.

Entre muchas de sus grandes riquezas encontramos un abundante léxico pastoril, vocabulario que cuenta con parte de “Bocabulario Monegrino” y “El léxico pastoril en Aragón” de M.ª Pilar Garcés.

  • Abrevadero: Estanque para dar de beber al ganado.
  • Abrigo: Pequeños refugios aprovechando pequeñas oquedades naturales.
  • Apacentar/pacentar: Dar pasto al ganado.
  • Balsa: Hondonada del terreno que se llena de agua, natural o artificialmente.
  • Bizera: Adula, es decir, el ganado de cabras del pueblo. Por extensión cualquier otro ganado del que cada casa tiene unas pocas cabezas y en algún momento eran llevados juntos a pastar, por ejemplo, las mulas (Bocabulario Monegrino).
  • Bizalero: Pastor de la bizera.
  • Boalar: Dehesa o terreno comunal reservado para el pastoreo del ganado ovino. Porción de terreno comunal o en rastrojera donde pacen libremente o por turnos los ganados de los vecinos de un pueblo.
  • Borrego: Cría de cordero de uno a dos años.
  • Boyatero/ Guayatero: Pastor o cuidador de bueyes. Pastor de bueyes, recogido en Sena.
  • Cabaña: Conjunto de cabezas de ganado.
  • Cabañera: Cañada, vía pecuaria.
  • Cabrería/ Rabaño de cabras: Rebaño de cabras.
  • Cabrero: Pastor de cabras.
  • Carnero: Macho de la oveja.
  • Choto: Macho de la cabra.  
  • Churra o ganado churro: Se refiere principalmente a la raza ovina Churra, una oveja rústica autóctona de España, valorada por su aptitud triple para la producción de leche, carne y lana.
  • Cordero: Cría de oveja de menos de un año.
  • Dula todos los animales domésticos del pueblo.
  • Dulero: Pastor que cuida la dula. 
  • Esquila/ Esquilla/ Truco: Cencerro pequeño en forma de campana.
  • Estacazo/ Garrotazo: Golpe dado con el palo.
  • Estiva: Pasto de verano.
  • Femera: Estercolero, lugar donde se amontona el fiemo o estiércol.
  • Gancho: Va en un extremo del palo o vara del pastor para coger la oveja por el garrón.
  • Güei: Buey.
  • Hatajo: Rebaño pequeño.
  • Herbajantes: Derecho que cobraban los pueblos por el pasto de los ganados forasteros y por el arrendamiento de los pastos de su jurisdicción.
  • Mayoral/ Mairal: Pastor principal.
  • Morral/ Zurrón: Alforjas, Bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas
  • Palo de pastor/tocho: Garrote, palo o vara del pastor. En el Dance de Sariñena aparece la forma tocho ¡Que cabra tan laminera!/ En el cerrau de Lerín/ Me radió las cereceras/ Por más que le tire o tocho/ No dejo de hacer su idea (Dance Sariñena).
  • Paridera: Construcción destinada a la guarda del ganado lanar y caprino.
  • Pastor: Persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas.
  • Pastoril: Propio o característico de los pastores.
  • Portazgo: Antiguo impuesto por pasar por un camino o lugar determinado.
  • Rabadán/ rebadán/ repatán/ rapetán: Zagal, aprendiz de pastor.
  • Rastrojo: Campo de cultivo cosechado.
  • Rabaño: Rebaño de ovejas.

“El léxico pastoril en Aragón”, M.ª Pilar Garcés.

Casa de Ganaderos de Zaragoza

Importante fue la casa de Ganaderos de Zaragoza. Fundada en 1218 por el rey Jaime I de Aragón como Casa de Ganaderos o Cofradía de San Simón y San Judas, es una institución de origen medieval establecida para defender los privilegios concedidos por los reyes a los propietarios de ganado del reino, reuniendo también, corporativamente, a mayorales y pastores.

La Casa de Ganaderos de Zaragoza gozó de gran poder, jurisdicción civil y criminal propia y el privilegio de pastar por todo el Reino a excepción de la Retuerta de Pina y Sigena, hecho recordado en 1300 en la Confirmación que hizo Jaime II de los privilegios concedidos a Zaragoza, por sus antecesores, de pastar los ganados por todo el Reino, excepto en la Retuerta de Pina y Sigena. Trasunto realizado, en la Corte del Justicia de Aragón, Martín Bautista de Lanuza” (Valencia, 1300/11/06.  ES/FCG – Caja 251_Ligamen 138_11).

No obstante, su extenso poder no estuvo exento de conflictos y pleitos. Este fue el caso contra la Villa de Sariñena y sus aldeas durante los siglos XVII y XVIII por sus Privilegios Reales, otorgados por Alfonso II en 1170 y que suponían el derecho a no pagar impuestos salvo «las decimas y primicias a la iglesia». Conflicto que pudo estar detrás de la Leyenda de Moncalvo.

El archivo de la Casa de Ganaderos de Zaragoza guarda amplia documentación de su historia y litigios. Algunos de estos documentos aparecen recogidos por Ángel Canellas en su trabajo “El Archivo de la Casa de Ganaderos de Zaragoza”.

Uno de sus principales libros es el «Cartulario mayor», libro manuscrito que recopila documentos, títulos de propiedad, privilegios y escrituras de una institución. En el Cartulario Mayor, por ejemplo, se encuentra la concordia entre los ganaderos y Zuera, Leciñena y San Mateo del 29 de noviembre de 1472 (f. 167-163).

Siguiendo sumergiéndonos en el archivo, aparecen diversa documentación sobre montes, contiendo diversos documentos relacionados con Perdiguera y Monte Oscuro, en litigios sobre mojonaciones, derechos de pastos, apeos, multas por pastar en determinadas partidas:

  • Mojonaciones practicadas en Monte Oscuro y sentencia dictada en el año 1603 referente a dicho monte (1573 y 1595).
  • Real Provisión en la que se declara que los ganaderos de Zaragoza para poder pastar sus ganados en Monte Oscuro cumplen con presentar tan sólo la cartilla de asociados de la Casa de Ganaderos (12 agosto 1830).
  • Expediente sobre el apeo de Monte Oscuro con varios dictámenes emitidos por el doctor don Manuel Villaba (1853).
  • Expediente instruido en virtud de recursos de doña Melchora Mayoral y don Cayetano Alcrudo, individuos de la Casa de Ganaderos, contra providencias dictadas por el Alcalde de Perdiguera por las que les impuso multas por pastar los rebaños de los mismos en la partida de las «Planas» de Monte Oscuro (16 mayo 1885).
  • Antecedentes relativos a interdicto de retener promovido por el Ayun tamiento de Perdiguera contra don Agustín Gosés y Casellas por haber utilizado los rebaños de éste los pastos de las partidas de «Cabezones», «Agua Salada» y «Barranco Salado» de Monte Oscuro (9 diciembre 1886) 48.

Igualmente, en montes de distintos términos, entre ellos de Perdiguera:

  • Despacho del Juez de 1.ª instancia de esta ciudad en el proceso de Firma instado por el Ayuntamiento de Zaragoza sobre la posesión de las dehesas Boalar bajo o Barranco Salado, Los Petrosos, Campillo, Dehesa de Ganaderos y Almazarro, en la que confirmaron los Ayuntamientos de La Muela, Perdiguera, Peñaflor, Villamayor y la Casa de Ganaderos (8 noviembre 1836).
  • Despacho del Juez de 1.a instancia de Zaragoza para que los Alcaldes de Villamayor y Perdiguera no impidan la entrada a los gana dos de los inviduos de la Casa de Ganaderos en los montes comunes, mientras no se decida el pleito pendiente con dichos pueblos (16 noviembre 1836) .
  • Despacho del Juez de 1.ª instancia de Zaragoza dando traslado a la Casa de Ganaderos del pedimento presentado por los Ayuntamientos de Villamayor, Peñaflor y Perdiguera para que no se les obligue a manifestar a aquélla sus ganados (26 mayo 1837).
  • Expediente relativo a transacción del pleito de la Casa de Ganaderos contra los Ayuntamientos de Villamayor, Villanueva, Perdiguera y Peñafiar (1846) 53. Dictámenes de los doctores don Manuel Villaba y don Joaquín Broto sobre el derecho que tiene la Casa de Ganaderos para pasturar los ganados de sus individuos en los viñedos de Épila, Peñaflor, Monte Oscuro y demás montes comunes de Zaragoza (1848).
  • Borradores procedentes del pleito entablado por la Casa de Ganaderos contra los Ayuntamientos de Villamayor, Perdiguera, Peñaflor, Villanueva y La Muela sobre el uso de pastos en los Boalares. (No consta la fecha).
  • Oficio del Alcalde a la Casa de Ganaderos manifestando haber impuesto el de Perdiguera una multa a don Gregorio Mayoral, individuo de la Asociación por haber entrado su ganado en el monte Realengo (22 agosto 1877).

Otros documentos tratan sobre pastos, localizándose en Leciñena, Perdiguera y Sariñena:

Leciñena

  • Testimonio de un juicio instado por la Casa de Ganaderos a nombre de Félix Arruga, de Leciñena, por suponer el Alcalde de dicho pueblo que había pasado con una burra por un camino vicioso, comprendido dentro de los términos de dicho lugar (24 febrero 1837).
  • Un oficio del Alcalde de Leciñena en el que previene a la Casa de Ganaderos no entren los ganados de los asociados en aquel término, sin su permiso (16 marzo 1840).

Perdiguera

  • Exhorto del Jugado de 1.ª instancia de esta ciudad al Ayuntamiento de Perdiguera referente a acotamiento de una porción de monte común (9 marzo 1837).
  • Memorial de Martín Arruego, de Perdiguera, para que no se impida entrar su ganado en dos viñas que posee en la partida de la Sardilla (14 diciembre 1846).

Sariñena

  • Diligencias y actos hechos a instancia de la Casa de Ganaderos sobre mojonaciones en los montes de Sariñena (1727) 211. 38
  • Copia de concesión hecha a la villa de Sariñena de dos dehesas (5 marzo 1739).
  • Real Provisión expedida a petición del Ayuntamiento de Sariñena para que los ganados de Zaragoza y Perdiguera no entren a pastar en sus montes y términos (30 agosto 1746).
  • Real Provisión a instancia del Ayuntamiento de Sariñena para que el Real Acuerdo de Aragón informe al Supremo Consejo de Castilla acerca del derecho que tiene la Casa de Ganaderos a pastar sus rebaños en los términos y montes de dicha villa (11 mayo 1775).
  • Real Provisión expedida a instancia del Ayuntamiento de Sariñena para que la Casa de Ganaderos presente los Privilegios de pastura en los términos de dicha villa (5 mayo 1777).
  • Noticias y antecedentes que fueron enviados al Agente de Madrid para la defensa en el expediente seguido ante el Real Consejo de Castilla a instancia de Sariñena contra la Casa de Ganaderos (12 julio 1777).
  • Escritos del pleito seguido por la Casa de Ganaderos contra la villa de Sariñena. (No consta la fecha).
  • Memorial ajustado del pleito a instancia del Ayuntamiento de Sariñena coadyuvado por los señores Fiscales del Real Consejo contra la Casa de Ganaderos sobre pastos en los términos de dicha villa. (No consta la fecha).

No faltan los litigios, algunos contra las localidades de Farlete y Perdiguera:

  • Varios borradores de la Junta de Oficiales de la Casa de Ganaderos en la manutención de Villamayor, Perdiguera y Peñaflor por haber sacado dichos pueblos de sus términos los ganados de los asociados (1822).
  • Id. referentes a cuestiones entabladas por la Casa de Ganaderos contra el Ayuntamiento de Farlete sobre apenamientos (1826).
  • Copia del apuntamiento del pleito contra el Ayuntamiento de Perdiguera sobre reintegro a la Casa de Ganaderos en la posesión en que había estado de introducir sus ganados en la dehesa de la Sardilla (1856).

Algunos son curiosos, como un problema sobre la balsa de Valcarbonera, en Perdiguera, o por el paso cabañal por Sariñena y otras localidades:

  • Expediente formado ante el señor Gobernador de la provincia en virtud de exposición del Ayuntamiento de Zaragoza en solicitud de que se declare entre otras cosas, que el Alcalde de Perdiguera se ha extralimitado en sus facultades al no permitir la limpia de la balsa de Valcarbonera por la Casa de Ganaderos (1884).
  • Firma para que puedan pasar las cabañas por los términos de Jaca, Daroca, Sariñena, Canfranc y otros, obtenida por la Casa de Ganaderos (29 noviembre 1603).

La trashumancia

La trashumancia ha sido y es una forma de pastoreo que, de acuerdo con la estación, busca diferentes zonas para su aprovechamiento. Más concretamente, se define como el desplazamiento estacional de ganado entre diferentes pastos, generalmente de zonas bajas en invierno a zonas altas en verano, siguiendo rutas migratorias establecidas.

Una práctica ancestral, una forma de intercambio a través de unas vías, llamadas pecuarias conocidas principalmente como de cabañeras (cañadas) y sus vías secundarias: cordeles, veredas o coladas. Rutas tradicionales de tradición cultural que han tenido gran importancia histórica, social, económica y medioambiental. Por ello la Trashumancia es Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.

Red de vías pecuarias.

Solían bajar de las zonas pirenaicas en invierno a aprovechar los pastos de tierra plana. Eran los pastos de invierno de los que hay constancia de tenesinos, del valle de Tena, que bajaban a Ballerías o Robres. Estos herbajantes arrendaban los pastos o estibas. Por el contrario, en verano eran los ganados de abajo que subían a los ricos pastos pirenaicos, como era el caso de los de Monegrillo al valle de Tena y los de Farletillo (Farlete) a Sallent:

  • 1442, 13 de junio. Sallent. Miguel Sánchez de Mercader. Ff. 12 v. – 13 AHP. “La junta de quiñón de Sallent y Lanuza arrienda el puerto de Culibilla al ganadero de Monegrillo Ramón de Cascarosa por cinco estivadas y precio anual de 650 sueldos.
  • 1470, agosto, 6. Sallent Antón de Blasco, f. 17. ACL El concejo del quiñón de Sallent y Lanuza arrienda el puerto de Culibilla a Sancho de Alfranca ganadero de Farletillo, por precio de 940 sueldos anuales y tiempo de diez años.

Entre aquellos documentos (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica (siglos XV y XVI) / Manuel Gómez Valenzuela), figura uno por el cual los sallentinos pedían a uno de Monegrillo 650 sueldos más diez sueldos de estrenas (regalo).

  • 1451, noviembre, 14. Huesca. Martín Pérez de Escuer, f. 38 v. ACL. Ocho tensinos venden 3.000 lanas al mercader tarraconense Pedro Masip, a un sueldo menos de como irá en Monegrillo. La lana se pesará en roba con el peso del mercader ante dos árbitros.

Vicente Villellas, guarda de Sariñena, salía a esperar a los pastores para acompañarlos mientras pasaban por el término de Sariñena. Hasta hace poco, José Feixa llevaba su rebaño, unas 1800 ovejas, desde San Lorenzo del Flumen a la parte sur del Aneto, en la sierra de Sis, cerca de Castanesa. Lo hacía en unas siete jornadas en las que andaban de unos 25 a 30 kilómetros diarios. Allí pernocta en un refugio. José Juan Naya de Lamasadera las sube a Formigal y su testimonio recogió Manuel Antonio Corvinos. Antonio Casajús baja a tierra plana desde Val de Hecho con sus 1200 Ansotanas. Baja en otoño, a pesar del mal estado de las cabañeras, unas 1200 ovejas Cabañera, veredas, ramales. Sin duda, una actividad tradicional que no debería de desaparecer.

Como curiosidad del intercambio cultural entre la montaña y el llano es el Romance de Marichuana que se mantiene vivo en Castejón de Monegros.

Patrimonio

En un territorio tan árido, el agua fue esencial, vital, ligada a una gestión, ya no solo para el consumo humano, sino para su uso ganadero. Los Monegros guarda aún aquel patrimonio que posibilitó la vida, una extensa red de balsas distribuidas en los en torno a los municipios y por sus montes, a la vez que balsetas, balsetes, aljibes o abrevaderos que recogían y almacenaban el agua de lluvia para su consumo durante largas y duras épocas estivales y de sequias.

Balsa de la Escalera. Monte de Lanaja.

Así mismo es cuantioso el patrimonio ligado al pastoreo, a la vida pastoril, diferentes abrigos que contienen antiguas inscripciones de pastores o las propias parideras, casetas, masadas o aldeas por la Sierra de Alcubierre y el resto de montes monegrinos.

Igualmente, esa red de vías pecuarias, de pasos y servidumbres. Vías, como se ha apuntado anteriormente, clasificadas en cabañeras, cordeles, veredas o coladas.

Casetas que desaparecen al igual que las vías, un patrimonio material pero también inmaterial, de una forma de vida, la de pastor completamente vinculada con la naturaleza. Cazar y poner lazos, comer a caldereta, reposar en ribazos, marguines, buscar el abrigo o la sombra bajo una sabina, sufrir el cierzo, la boira, la lluvia y tormentas, los perros, chuflar, esos chuflidos que en sí mismos son todo un lenguaje, contar las cabezas, los cencerros, esquillas/esquilas o trucos, el esquile y la curación del ganado, atender los partos y una vez paridas, el papeleo y la gestión de las pequeñas explotaciones ganaderas.  

Pastores como Félix Tabueña Tabueña de Pallaruelo de Monegros formaban parte de esa estirpe de hombres que se dedicaron al pastoreo, como forma de vida, muy ligada al monte y a la naturaleza, a la paciencia y a la sabiduría. Casos como el tío Juaner, también de Pallaruelo, que además de pastor ejerció de Mayoral del dance de Pallaruelo, con gran ingenio y oralidad, recitando versos, dichos y motadas. Pues la mayor expresión artística de Los Monegros encuentra en el mundo pastoril una de sus mayores representaciones, con las figuras del Mayora, a veces llamado Mairal, y su aprendiz el Rebadan o Rapatán con quien realiza las pastoradas, diálogos

Julián Royo Martínez Pastor comenzó muy joven, en pastos del monte de Sariñena donde se quedaba varios días durmiendo solo en una masada. Para santa Cruz, cada 3 de mayo, los pastores cumplían y renovaban o cambiaban de casa.

Gonzalo Casamayor Suñén a los 12años ya iba por la sierra de Alcubierre con cabras, iba por un cerro y las cabras por otro y se veían: -Ahora hay tantos pinos que resulta imposible-. El llevaba “un ciento de cabras” y en Alcubierre igual había entre 10.000 a 12.000 ovejas y cabras. Las cabras han sido muy importantes, por la leche, en cada casa tenían un, dos o tres cabras por lo menos, entre todas hacían un ciento que llevaban con la bizera. Con las cabras ganaba unas 2.500 pesetas al mes, iba desde el pueblo a la sierra y cuando parían se quedaba en el monte:  -Una mujer soltera tenía una cabra muy buena que parió tres cabritos, sería por 1964. Le llevé los tres cabritos y se puso tan contenta que me dio dos cincuenta de pesetas, que casi era el sueldo de un día-. Con 15 años estuvo de pastor de cabras y hacía la bizera de las ovejas y las cabras, juntando unos pocos animales de muchas casas. En algunas casetas se marcaba con carbón o con la navaja –Fulano de tal, bizero de pelo-; de pelo son consideradas las cabras mientras las ovejas de lana.  Con las ovejas ganaba 2.800 pesetas.  Las ovejas de la bizera tenían un polígono, desde el pueblo hasta el Pantanico”.

Marcos Rodés Pueyo, pastor de Sariñena, recuerda como llevaban las ovejas a la dula cada mañana, las juntaban en un corral y un pastor común las llevaba, se hacía cargo del ganado compuesto por ovejas de casas pequeñas. De alguna manera, aclara Marcos, la dula era un pastor particular que pagaban entre todos y que juntaban por la zona del Mercadal, que antes eran corrales.

En Huerto, José Banzo Alvira comenzócon apenas 30 cabezas y alguna cabra en “dula” compartida, hasta consolidar un rebaño propio, aunque no se considera pastor en sentido estricto, aunque las ovejas han formado parte de su vida desde siempre (José Banzo Alvira de Huerto, entrevista en el Diario del Altoaragón por Marga Bretos).

Francisco Elcacho, pastor de Villanueva de Sigena, fue entrevistado por Ignacio Almudévar Zamora, de quien dice que su ganado fue casi siempre de raza monegrina, una variedad de la raza rasa aragonesa, que carece de lana en el vientre y son recias y grandes de cuerpo

La familia Bolea Brosed de Robres lleva un rebaño cercano al millar de ovejas de raza rasa aragonesa “Las razas autóctonas son las que mejor se aclimatan aquí la rasa aragonesa es la que ha estado toda la vida, es la raza monegrina”, (Entrevista en el Diario del Altoaragón por Marga Bretos) Pues Robres, municipio situado en la ladera de la Sierra de Alcubierre, ha visto reducir su censo ganadero en las últimas décadas: de 16.000 ovejas a unas 6.000.

La reducción de cabezas de ganado ha sido una generalización en Los Monegros, especialmente en las últimas décadas. Sobre finales del siglo XVIII, Blecua y Paul, en su Descripción topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792, aporta las siguientes cifras:

  • Albalatillo: Los pastos de sus montes son muy cortos, apenas para 700 cabezas ganado lanar forastero en el invierno, que criarán 400 corderos con algo de vacuno y mular de sus vecinos para sus labores.
  • Alberuela de Tubo: Los pastos de sus montes inclusos los realengos de la villa y aldeas, son muy dilatados, pero en el pueblo sólo mantienen 1000 cabezas ganado lanar, que criarán al año 600 corderos. Los Proprios se reducen a yerbas.
  • Ballerías: Los pastos son abundantes, como para 3000 cabezas ganado lanar, que criarán 1500 corderos.
  • Capdesaso: Los pastos son abundantes y se arriendan casi todos a los forasteros, por tener poco ganado los vecinos, el que será de 600 a 700 cabezas lanar, que crían 400 corderos.
  • Cartuja Fuentes: Son dueños del monte llamado la Plana, que compraron a esta villa, en el que se mantienen 4000 ovejas, 3000 carneros y buena porción de ganado mular, proprio del monasterio, con su buena granja junto al río Flumen, porción considerable de regadío, plantío de viñas y un molino harinero.
  • Huerto: Los pastos son medianamente abundantes, como para 2000 cabezas de ganado lanar, que criarán mil corderos.
  • Sariñena: Los pastos de sus montes y realengos son muy abundantes, y aunque los naturales tienen pocos ganados, se mantienen más de 40000 cabezas de los forasteros, siendo muy de admirar el poco aprovechamiento que ellos hacen de este ramo tan útil.
  • Tubo y Sodeto: Ambos del duque de Villahermosa, el que arrienda los pastos a su arbitrio, y mantienen en el invierno 4000 cabezas ganado lanar forastero, que le produce 1000 libras jaquesas, poco más o menos.

A mediados del siglo XIX, es Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico Estadístico de 1845-1850, quien nos aporta diferente información, entre ella la del Partido judicial de Sariñena, donde se cría mucho ganado lanar, algún cabrío y vacuno.

  • Albalatillo: Cría ganado lanar y cabrío. 
  • Alcubierre: Cría ganado lanar.
  • Bujaraloz: Cría ganado churro.
  • Castejón de Monegros: Cría de ganado lanar y cabrío.     
  • Castelflorite: Ganado lanar.
  • Farlete: Mantiene bastante ganado lanar blanco de la mejor clase.
  • Huerto: Cría de ganado lanar.
  • Lalueza: Cría ganado lanar y vacuno.
  • Lanaja: Cría de ganado lanar en número de 6,000 cab., y algo de cabrío.
  • Leciñena mantiene ganado lanar y cabrío.  
  • Marcén: Cría ganado lanar.
  • Monegrillo: Cría de ganado lanar.
  • Perdiguera: Mantiene ganado lanar.
  • Peñalba: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Poleñino: Cría ganado lanar, mular y vacuno.
  • Robres: Cría ganado lanar.
  • Sangarrén: Cría ganado mular, vacuno, lanar y yeguar.
  • Sariñena: Habrá 2,500 cabezas de ganado lanar de cría y alguno de vacuno.
  • Sena: cría ganado lanar.
  • Senes de Alcubierre: Cría ganado lanar.
  • Tardienta: Cría mucho ganado lanar.
  • Torralba de Aragón: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Usón: Cría ganado lanar y cabrío.
  • Valfarta: Cría ganado lanar, cabrío.
  • Villanueva Sijena: Cría ganado lanar y cabrío.

Un inventario del 2019, en Los Monegros había unas 138.315 cabezas de ganado ovino y 2.707 de Caprino (Atlas de Aragón. Icea Aragón).

La dula/adula o Bizera

La Dula/Adula o Bizera, como se ha comentado anteriormente, respondía a una practica comunitaria de gestión del poco ganado que las casas humildes disponían. Estamos hablando de unas pocas ovejas y cabras que en cada casa había pero que de forma individual resultaba imposible de manejar y la única solución era su puesta en común con el resto de las casas.  Una forma de cooperación entre vecinos, que, en según que casos, podía agrupar otros animales, como animales de tiro y carga.

Se juntaban en el Plegadero y de allí un pastor las conducía a pastar a lugares reservados para ello, montes comunales, boalares o vedados. En palabras de Manuel Gómez Valenzuela (Documentos sobre ganadería altoaragonesa y pirenaica siglos XV y XVI), “Esta institución prestaba un buen servicio a los vecinos al agrupar a ganados de los que éstos poseían solo dos o tres cabezas; bueyes, cerdos, vacas, etc. y confiarlas a un pastor o dulero que realizaba el trabajo que hubiera costado mucho esfuerzo y tiempo a los propietarios”.

Manuel Gómez Valenzuela ha recogido abundante información sobre las Dulas/Adulas, entre ellas un documento (doc. 152) sobre la contratación de dos guardianes para la adula de Sariñena, en la cual se reflejan las obligaciones de estos guardas: “Eran remunerados por los vecinos del lugar, cada uno de los cuales les pagaba cuatro cuartales de trigo al año por par de bestias. Debían tratar bien a los animales: solo podían usar zurriago o pértiga, no porras ni estacas. Si el dulero perdía una bestia o se moría por su culpa estaba obligado a indemnizar al dueño. Para evitar esto, el concejo inventariaba el número de animales que se le con- fiaban, que se contaban al salir y volver. Y debían llevarlos a los montes vedados de la villa, es decir, a los reservados para estos ganados”.

Colección documental 152. 1525, enero, 29. Sariñena Martín Falcón, ff. 4 v. – 5 r y 8 r. AHPH ´

Adjudicación de la guarda de la adula de Sariñena según el pliego de condiciones que se detalla (Al margen: Arrendacion de la adula).

Eadem die Domingo Millera coredor hizo relacion con los capitoles infrascriptos haber rendado la adula de la villa a Bernat Fenollar y Johan Senes vecinos de Sarinyena como a mas conoxentes los quales aceptaron la dicha guarda con los dichos capitoles y condiciones y los señores jurados Martin de Morcat, Salbador Valles y Betholomeu de la Cueba jurados prometieron fazerles buena etc. y ellos dieron por fiancas a Pedro d’Ezquerra, Pascual de Alcanadre y Ramon de Barecha, habitantes de Sarinyena las quales tales fiancas se constituyeron etc. todos obligaron etc. renunciaron etc. diusmetieronse etc. assi los señores jurados como los aduleros y fiancas etc. sicut decet in similibus.

Testes Johan de Ayusso et Anthon Bonet bezinos de Sarinyena. Con los capitoles y condiciones infrascriptas los senyores jurados de la villa de Sarinyena dan a guardar la adula de la dicha villa por tiempo de hun anyo que comentara a correr a quatro del mes de febrero primero venient del anyo presente de mil quinientos veynte y cinco, fenecera a quatro del mes de febrero del anyo de mil quinientos veynte y seys.

Et primo es condicion que todos los vezinos y habitadores de la dicha villa que echaran sus bestias a la dula hayan de hayan de pagar al adulero quatro quartales de trigo por par de bestias y el trigo tachado a XXVI sueldos por cafiz y este a discrecion de cada huno de pagar trigo o dinero el dicho precio pagadero por todo el mes de agosto.

Item es condicion que el que tomare a guardar la dicha adula haya de llevar piertiga en la mano o curriago y no porriello ni palo grande.

Item es condicion que el que guardare la dicha adula si per-dera alguna bestia o se morira por culpa suya haya de pagar aquella a su amo.

Item es condicion que el dicho adulero sea tubido y obligado haber a sacar en qualesquiere tiempos de plubias, niebes, vientos y otros qualesquiere siempre que por los jurados y procuradores de condiciones o persona nombrada por ellos sera requerido haberlas de lebar y esto a ora de prima como es costumbrado.

Item es condicion que las bestias que se fallaran al tiempo de la arrendacion presente que yran a la dula inbentariadas y verifficadas por los jurados y procuradores sean tubidos y obligados de pagar la primera tanda aunque las vendan o muden los duenyos de quien seran.

Item es condicion que los dichos aduleros o adulero sean tubidos o obligados de haber de lebar la adula a los montes vedados de la villa mudandola de huno en hotro por dias o semanas segun que por los señores jurados y procurador o persona nombrada por ellos les sera dicho y si no lo hara haya de pena por cada vegada dos sueldos el uno para el acusador, el otro para todas condiciones.

Item es condicion que la presente rendacion se haga con todas las condiciones que antigament se han acostumbrado fazer y arrendar.

Item es condicion que todos los que ternan bestias assi de labor como cerreras sean tubidos y obligados de contribuyr en las pagas al dicho adulero excepto bestia colluda o de fillo.

Item que si altercacion alguna habra entre los vezinos y habitadores de la villa y el adulero que sian conocedores los jurados de la villa.

Item por quanto en las ferias algunos vezinos y habitadores de la villa van a guardar en los terminos de la villa algunas bestias de algunos foranos y se hacen pagar por tanto que los tales encorran en pena de V sueldos para el comun de la villa y lo que recibiran para el adulero.

Un documento de Robres de 1494 regula la coexistencia de las dulas “con los cultivos en torno de la ciudad o con los ganados arrendados por el concejo del lugar”. En este, apunta Manuel Gómez Valenzuela, “Se permite el paso libre, pero se limita el número de animales cuyos dueños gozan de este derecho y se reitera la prohibición de que ganados forasteros pasten en los términos reservados a las dulas locales, como también sucede en Sariñena, en el documento antes resumido, para evitar que los particulares se beneficien ilegalmente de estos aprovechamientos concejiles, al cederlos a extranjeros. En el caso de Robres se trata de regular la coexistencia entre la dula y el ganado menor del herbajante. Las adulas del lugar, con un sistema similar al jaqués, solo pueden entrar en los pastos en días de fiesta alternos, no pueden acercarse a los acampaderos del arrendador. Una curiosa norma es que las adulas solo podían pastar libremente de sol puesto a sol salido, es decir, durante la noche.”

Colección documental 198. 1594, mayo, 1. Robres,  Antón Gascón, ff. 65 r. — 72 v. AHPH

El concejo de Robres arrienda los pastos del lugar a Pedro Navarro de Panticosa por tres años y ocho mil sueldos anuales de precio según lo contenido en el pliego de condiciones que se transcribe. (Protocolo de convocatoria y reunión del concejo de Robres en la plaza del lugar, lista de asistentes). Con titol y por tenor de la pre-sente carta publica de arrendacion arrendamos a vos Pedro Nabarro vezino del lugar de Panticosa de la valle de Tena que presente y acceptante soys para vos y los vuestros y a quien vos querreys, ordenareys y mandareys a saber es las yerbas, pastos y aguas en la abaxo inserta capitulacion contenidas y esto a tiempo y por tiempo de tres años continuos los quales comenzaran a correr el dia y fiesta de Santa Cruz de Mayo del año presente de mil quinientos noventa y quatro y fenezeran el dia y fiesta de Santa Cruz de Mayo del año primero veniente de mil quinientos noventa y ocho (sic) por precio es a saber de ocho mil sueldos dineros jaqueses en cada un año pagaderos en las tandas y de la forma y manera en la abaxo inserta capitulacion de la presente capitulacion y arrendacion especificadas y declaradas, la qual dicha y presente arrendacion en nombre y voz del dicho concejo y universidad y singulares vezinos y habitadores del dicho lugar de Robres que de presente somos y por tiempo seran os hazemos con la capitulacion infrascripta y siguiente:

Con la presente capitulacion los jurados del lugar de Robres arriendan en los terminos del lugar de Robres como dice del camino de Almuniente hacia baxo y camino de Lanaja hacia baxo que es hacia los terminos de Granyen en la qual yerba y termino no se comprende en vedado que dicen del carnicero ni el bedado de las Biñas que se llama los Yermos.

El primo es condicion que el que arrendare no pueda en ningun tiempo con su ganado subir a pacer del camino que los carros ban a Caragoca vulgarmente dicho el camino de Puey de Bas.

Ittem es condicion que la yerba que los jurados arriendan se haya de vedar en cada un año durante el tiempo de dicha arrendacion a saber es la partida llamada Collarada el primero dia de agosto y la partida llamada la Sardera para el deceno de agosto y quienquiere que passado dicho tiempo con sus ganados pascera dicha yerba tenga de pena una deguella de dia y dos de noche.

Ittem es condicion que ningun vezino ni habitador del lugar de Robres durante el tiempo de la arrendacion en la yerba que con la presente se arrienda no pueda romper tierra ni labrar ras-trollos ni hacer cullares hasta que sea pasado todo el mes de janero en cada un año y el que el contrario hiciere tenga de pena por cada un campo que labrare sesenta sueldos dineros jaqueses para el arrendador y que no sea obligado dicho arrendador a guardar los cullares que en dichas yerbas hicieren.

Ittem es condicion que passado todo el mes de marco en cada un año durante el tiempo de dicha arrendacion puedan assi el arrendador como los vecinos del lugar de Robres trabesar con sus ganados la yerba del arrendador y el arrendador la de los vecinos de Robres sino en caso que en los ganados hubiere dolencia que en tal casso cada uno se haya de estar en su yerba.

Ittem es condicion que si el que arrendare no tubiere agua en la yerba que arrienda para sus ganados que los jurados de Robres sean obligados a dar passo a los ganados del arrendador para las balsas del lugar por donde se ha acostumbrado dar otras veces y de la misma manera si en la yerba de los del lugar no hubiere agua y la hubiere en la yerba del arrendador se les haya de dar paso para sus ganados por donde se ha acostumbrado dar otras veces.

Ittem es condicion que los dias de fiesta las adulas del lugar puedan yr un dia enta la yerba del arrendador otro enta la yerba del lugar y si casso fuere que el adulero no llebara las adulas de la manera arriba dicha tenga de pena por cada vez que lo contrario hiciere veynte sueldos la qual pena sea para el arrendador.

Ittem es condicion que sueltos los pariconales puedan yr las adulas del lugar todos dias por los comunes un dia enta abaxo y otro enta arriba.

Ittem es condicion que los vecinos del lugar de Robres puedan llebar sus animales gruessos adonde les paresciere a paxto desde sol puesto hasta sol salido y si salido el sol o antes de ponerse el arrendador o su guarda hallare ningun animal en su yerba tenga de pena seis dineros para el arrendador.

Ittem es condicion que ningun vezino ni habitador del lugar de Robres de vispra de Pasqua de Navidad adelante no pueda llebar a paxto sus animales a los campaderos del arrendador y el que lo hiciere tenga de pena por cada un animal seis dineros de pena para el arrendador.

Ittem es condicion que el arrendador haya de estar al usso y costumbre del lugar de Robres en penas y precios.

Ittem es condicion que el que arrendare haya de dar fiancas a contentamiento de justicia y jurados las quales fiancas junta- mente con el arrendador se hayan de obligar en carta de encomienda en toda la cantidad que montare el precio de los años del dicho arrendamiento y se les ottorgara contracarta de que no se valdran de la comanda sino en casso que no pagasse el arrendador en cada un año el precio del arrendamiento ni en mas cantidad de aquella que habra dexado de pagar.

Ittem es condicion que el que arrendare dicha yerba sea tenido y obligado a pagar el precio de dicho arrendamiento en cada un año en el lugar de Robres a saber mil y doscientos sueldos jaqueses por dia y fiesta de sant Miguel de setiembre y lo que restare en dos tandas, la primera el dia y fiesta de sant Martin quatro mil sueldos y la otra el dia y fiesta de Santa Cruz de mayo lo que restare de dicho año.

Ittem es condicion que los vezinos de Robres con sus ganados passado el mes de marco como dicho es puedan pazer en cada un año en la yerba del arrendador asta el dia que se vieda como dicho es sin pena alguna.

[Párrafo barreado: Ittem es condicion que el que arrendare sea obligado a pagar en cada un año durante el tiempo de la arrendacion por dia de sant Martin dos perniles de tocino de peso cada uno dellos de siete libras y dos quesos de peso de cada seys libras cada uno dellos ]

Ittem es condicion que el que arrendare sea obligado a pagar al notario por testifficar la presente capitulacion y actos a ella tocantes cient sueldos jaqueses y al corredor que pregonara al tiempo de tranzar veynte sueldos.

Ittem es condicion que el que arrendare pueda poner a su voluntad montero el qual sea obligado a jurar en poder del justicia.

Ittem es condicion que el que arrendare con su ganado no pueda entrar en dicha yerba asta dia de santa Lucia tres dias antes y en cada un año salir de dicha yerba a ocho de mayo durante todo el tiempo del dicho arrendamiento.

Ittem es condicion que el que arrenda re dicha yerba no se le dara lugar de diesmar asta que hubiere pagado todo el precio de dicho arrendamiento a los dichos jurados de Robres como dicho es.

Ittem que el que arrendare dicha yerba no pueda dar las las fiancas que sean vezinos de Robres porque no se le admitiran. Ittem es condicion que el que arrendare dicha yerba pueda tener entrada con su ganado para abrebar en la balsa nueba.

Ittem es condicion que si hizieren danyo los arrendadores con sus ganados en panes los hayan de pagar dia de Santa Cruz en cada un año.

Ittem es condicion que los jurados ni concejo de Robres no puedan acoger en las aleras a ningun ganado mas de los de Martin Montanyes de Senes.

Ittem que el arrendador y sus fianzas puedan prendar en la yerba que arriendan sin tomar juramento.

(Acta de adjudicación de los pastos con las condiciones sobredichas a Pedro Navarro, vecino de Panticosa, clausulas de ratificación, nombramiento de fiadores a los tensinos Miguel Guillén y Jaime Navarro de Panticosa y a Jaime del Río vecino del Pueyo, clausulas de garantía)

Testes: Joan de Bolea y loan de Merced habitantes en Senes y aliados en Robres.

(A continuación los fiadores reconocen tener en comanda de los jurados de Robres 24.000 sueldos jaqueses. Y los jurados de Robres otorgan contracarta prometiendo no valerse de esta comanda salvo en caso de impago del precio de la arrendación).

Por último, recogemos un documento de Almudévar de la venta de un vecino de Alcubierre a otro de Grañén de un rebaño de doscientas cabezas de caprino:

Colección documental 146. 1519, noviembre, 11. Almudévar. Martín Alayeto, cédula de 2 ff entre ff. 42 y 43. AHPH

Antón de Oto vende doscientas cabras a Juan de Tierz por precio de dos mil sueldos. Durante los primeros cinco años se constituye un censal por el que Juan de Tierz le pagará cien sueldos anuales, tras este plazo deberá pagarle los dos mil sueldos. Garantiza este pago con todos sus bienes y las doscientas cabras.

Con los capitoles, pactos y condiciones infrascriptos y siguientes vende Anthon d’Oto mayor de dias vezino del lugar de Alcubierre a Johan de Tierz vezino del lugar de Granyen doszientas cabecas de crabio de diverssos pelos y tienpos siquiere dientes por precio de dos mil sueldos dineros jaqueses a razon de diez sueldos por cabeca las quales condiciones son segun se sigue:

Et primo es condicion que por quanto el dicho Johan de Tierz no paga luego de present los dichos dos mil sueldos promete y se obliga pagar al dicho Anthon d’Oto en cada hun anyo cient sueldos dineros jaqueses de censsal durant tienpo de cinquo anyos contaderos del primero dia del mes de dezienbre del anyo present de mil quinientos y dizenuebe cinquo anyos continuos et enpecara la primera paga el primero dia del mes de dezienbre del anyo de mil quinientos y veinte.

Item es condicion que durant el dicho tiempo de los dichos cinquo anyos el dicho Anthon d’Oto no pueda conpellir al dicho Johan de Tierz a pagar los dichos dos mil sueldos pagando el dicho Johan de Tierz los susodichos cient sueldos de censsal en la forma susodicha durant el dicho tiempo de cinquo anyos.

Item es condicion entre las dichas partes que si por ventura el dicho Johan de Tierz ante de ser conplidos los dichos cinquo anyos querra pagar los dichos dos mil sueldos o parte alguna de aquellos que en el dicho caso el dicho Anthon d’Oto sea obligado a recebir aquellos y si no dara todos los dichos dos mil sueldos que de aquello que recibira se aya de baxar el censsal al dicho Johan de Tierz de aquella quantidat que le dara a razon de veinte mil por mil.

Item es condicion entre las dichas partes que conplidos los susodichos cinquo anyos el dicho Johan de Tierz promete y se obliga dar y pagar al dicho Anthon d’Oto los susodichos dos mil sueldos dineros jaqueses y esto dius obligacion de todos sus bienes mobles y sedientes havidos y por haber en general et en special pone las ditas dozientas cabecas de cabrio.

Item es condicion entre las dichas partes que el dicho Johan de Tierz durant el susodicho tiempo de los dichos cinquo anyos no pueda vender ni alienar de las susodichas cabras et si caso sera que algunas sacara por viejas que en el dicho caso aya de tornar otras tantas y esto fasta que los susodichos dos mil sueldos aya pagado al dicho Anthon d’Oto.

Al pastor

El oficio de pastor, un trabajo muy vocacional, duro, de mucho esfuerzo, dedicación, paciencia y gran sabiduría. Una actividad adaptada al medio rural y a la naturaleza que continúa afrontando grandes retos para su subsistencia, resistiendo como siempre lo ha hecho, especialmente en Los Monegros, en tierra árida, de escasas precipitaciones y largas sequias, de pastos que se agostan en verano. También el rigor del frío en invierno, de las heladas y las boiras.

A todos los pastores que con su gran semblanza han conducido con serenidad y quietud sus rebaños por nuestros montes, sapiencia y bonhomía.

Inquisición, religión y hechicería en Los Monegros


Por José Elbaile Ollés

Jaime Manobel nació el mes de abril de 1555 en Sariñena, hijo del calcetero del pueblo Joan Manobel y María de Bolea.

Sus abuelos también eran de Sariñena, Bartolomé Manobel, era zapatero y el materno Bartolomé Bolea, labrador.

Jaime tuvo un solo hermano, Pedro, que continuó en el pueblo con el negocio familiar de calcetero. A él decidieron darle estudios, quizás por la influencia de su tío mosén Pedro Manobel, hermano de su padre, que era cura racionero de la villa de Sariñena.

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

Jaime comenzó sus estudios de gramática en Sariñena . A los diecisiete años, dejó la casa de su padre para ir a Huesca a continuar su aprendizaje. De allí pasó a Valencia donde a los dos años cayó enfermo y tuvo que volver a Sariñena. Terminó su instrucción en la Universidad Sertoriana de Huesca . Cursó estudios de Gramática, Lógica y Cánones.

A los veinticuatro años terminada su formación, su primer servicio fue en la ermita de Nuestra Señora de Cillas. Allí estuvo veintidós meses, cantó misa y fue ordenado por el obispo Pedro de Fraguo. Sirvió como cura en Monegrillo, Sariñena, Ballovar, el hospital de Huesca y Zaragoza. Siempre sustituyendo titulares o en puestos de escasa relevancia.

Estando en Zaragoza hospedado en el mesón Carbonel en las cuchillerías. Vino un fraile trinitario indio, Fray Benedicto, que hacia curaciones y predicciones con ayuda de un libro que siempre llevaba encima.

Jaime vio en el libro una oportunidad y una noche, estando el fraile en la cama, se lo quito de la cabecera. Se despidió del mesón y marchó a Madrid.

AHN.Inquisción,90,Exp6 Remedio para el dolor de cabeza.

Al libro le faltaban algunas hojas, además estaba escrito en latín y hebreo. Así que muchas cosas de las que ponía no lo entendía. Pero un día estando en el Prado de San Gerónimo cogiendo hierbas se encontró con un herbolario Saboyano con quien hizo amistad. Y que más tarde le ayudaría a interpretar el libro. También hizo amistad con un criado de barbero y con las enseñanzas de uno y otro completó su conocimiento del libro, incluso añadió algunas curaciones que anotó en el libro.

Se estableció en la calle Carretas y posteriormente en la calle de la Hoz. Y con ayuda del libro comenzó a ejercer su magia.

AHN.Inquisción,90,Exp6 Para alcanzar mujer y que se pierda por el hombre.

Sus habilidades no solamente las utilizaba para curar males y dolores como hinchazones de piernas, llagas, mal de hígado, impotencia … etc., sino que atendía a toda clase de necesidades: problemas de piojos, con el juego, mal de ojo, problemas de amores.. etc.

Jaime unía  siempre a sus supuestas cualidades algún acto litúrgico de la iglesia católica como: utilizar agua bendita para espantar al demonio, asistir a un número determinado de  misas portando cirios encendidos o algún elemento que él les daba, o hacerlo en un día señalado en el calendario católico. Eso, y su condición de sacerdote le hacía más creíble.

Su vida de clérigo curandero y adivino iba viento en popa. A principios de junio del año 1590, apareció por su casa Francisco Leal, le dijo que no podía tener acceso carnal con su mujer (impotencia) y si lo podría curar. Este le dijo que sí, pero que tendrían que esperar al día de San Juan.

El víspera de San Juan fueron a El Escorial con el fin de llevar a cavo la ceremonia. Necesitaban de agua bendita y una estola para la ceremonia. Francisco tenía unos conocidos y lo consiguió, pero llamo la atención y curiosidad sobre ellos.

Realizaron la ceremonia esa noche en un bosque cercano, pero al volver al Escorial fueron prendidos, se les tomó declaración y unos días más tarde, llevados a la cárcel de la inquisición de Toledo.

AHN.Inquisción,90,Exp6. Recorte de la orden de detención donde se le exigen 12 ducados para gastos de manutención y proceso. Si no los tuviese pide se vendan sus bienes.

El dos de agosto de 1590, declaro: » ….afirmándome en todas mis confesiones, que contienen todo el verbo de la verdad. Yo no he hecho ninguna invocación a los demonios ni las demás cosas supersticiosas contenidas en el libro. En lo que toca al hecho de traer conmigo un pergamino con ciertas palabras de un salmo lo hacía por cuanto jugase  ganase, para este fin y no otro,  y lo que hacía para curar los hígados lo hacía por caridad y por hacer una buena obra..»

Pero la posesión del libro y lo que había escrito hizo pensar a los inquisidores de que no decía la verdad » en conformidad dixeron son del voto y parecer que este reo sea puesto a tormento por tanto tiempo cuanto a nos  bien visto fuera para que el diga la verdad.…. si en el dicho tormento muriese fuese lisiado o se siguire efusión de sangre o mutilación de miembro sea su culpa y cargo y no la nuestra por no haber querido decir la verdad..»

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

El diecinueve de noviembre, entró en la sala secreta de tormento

…..Fue amonestado dixele enteramente verdad de todo lo que no hubiese fecho o dicho o visto hacer a otras personas en ofensa de Dios nuestro señor y contra su santa fe católica.

Jaime de rodillas y llorando insistía en su inocencia. «..la misericordia de Dios me falte si no digo la verdad, que en mi vida he hecho hechicería ni he invocado al demonio… en  todo lo que he hecho nunca he tenido más ánimo ni creído cosa contra nuestra santa fe católica…»

Fue sometido a tortura en «el potro ««.. en penitencia de sus pecados y remisión de ellos sea. E con esto fue sentado en el banquillo  para comenzar el tormento..»

Siete días después, siguiendo el protocolo de enjuiciamiento del Santo Oficio, le piden se ratifique en sus declaraciones. » Le fue leído lo que dijo en la cámara de tormento. Dijo que aquello es verdad, que no tiene más que decir..»

Muestra arrepentimiento por sus malas obras pero insiste que siempre dijo la verdad. Los inquisidores sólo encontraron ligeras sospechas de herejía.

El veinte de diciembre llegó la sentencia: «…Fallamos lo que de presente proceso resulta, contra el dicho mosén Jaime Manobel, clérigo vecino de Sariñena. Si el rigor del derecho debiéramos de seguir lo pudiéramos condenar en mayores y más grandes penas, pero queriendo moderarlas con equidad y misericordia por algunas causas que a ello nos mueven en pena y penitencia de lo por el dicho hecho y cometido mandamos que esta sentencia se lea en la sala de la audiencia del Santo Oficio y el condenado oiga la misa rezada que en ella se dijere en forma penitente y abjure de lev (errores heréticos), y sea prevenido y suspenso de las ordenes que tiene por dos años y  por ello desterrado del distrito de esta inquisición, lo cual se haga y cumpla….»

AHN. Signatura: INQUISICIÓN,MPD.442.

Antes de sacarle de la audiencia el inquisidor le advierte » le mandaron so pena de excomunión mayor que será castigado con todo rigor no diga trate ni comunique algo de lo que ha visto o entendido en este Santo Oficio en su causa como en los demás presos».  Prometiéndolo y haciendo cuentas con el proveedor del Santo Oficio de lo que ha gastado, salió de la audiencia.

Elbaile Ollés, José.
Publicado en la revista Tierra de Lalueza.

Sariñena, Villa plena


A la vera del Alcanadre, apareces posada, Sariñena, sobre tus terrazas fluviales, contemplando el río que te dio la vida y en el regazo en que te brinda la rica vega del Alcanadre. Transcurres Alcanadre, fluyendo, entre badinas y ripas, entre huertas y riberas, de álamos y chopos y ruinas de tiempos remotos y una fértil huerta que se extiende entre rabiosos secanos que los tiempos transformaron en extensos regadíos, de aguas traídas de los mismos Pirineos, aquellos montes que tan alteros contemplamos desde el llano, tras la sierra de Guara.

Sariñena prehistórica

Antiguas poblaciones en ti se asentaron al igual que por todos Los Monegros, territorio que, en palabras del arqueólogo Hugo Chautón Pérez, conserva una riqueza arqueológica inusual y poco frecuente en otras regiones «Contando con todo el abanico cronológico desde la Prehistoria».

Remontándonos a tu prehistoria, la edad de piedra esta nos lleva tu hijo, el arqueólogo e historiador Antonio Beltrán Martínez (Sariñena, 6 de abril de 1916-Zaragoza, 29 de abril de 2006), quien estudió el yacimiento del Saso de Miranda hallando unas hachas del neolítico, aunque poco valor le concede a tal descubrimiento: «Escaso valor tienen los hallazgos, sueltos y en superficie, de hachas pulimentadas, como las halladas por nosotros en el «Saso de Miranda», de Sariñena» (Beltrán Martínez, Antonio. Las investigaciones arqueológicas en Aragón).

Sin embargo, Antonio Beltrán Martínez, en sus investigaciones arqueológicas en Aragón, recogía la noticia más antigua de la historiografía arqueológica española, correspondiente a Aragón, la cita del cronista regnícola Pedro Antonio Beuter hallada en Sariñena: «Poco debajo de tierra gran multitud de huesos grandes y de armas hechas de pedernal, a manera de medias espadas, y muchas calaveras atravesadas de aquellas piedras, como hierros de lanzas y saetas». Una noticia de la que dice no ha podido ser completada «Por hallazgos en esta comarca sariñenense de la orilla derecha del Isuela». La cita corresponde a la Crónica general de España y especialmente del reyno de Valencia, publicada en 1538 por Pedro Antonio Beuter, cuyo hallazgo corresponde al año 1534 en el entorno de la actual Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, aunque erra Cariñena por Sariñena.

El relato se enmarca de una batalla mencionada por Pedro Antonio Beuter:

«…Y allí passo Helvio hasta el real de Marco Porcio Caton donde estaba sobre Ampurias. Y como ya la tierra estuviese medio pacificada pues no eran tanto menester aquellas compañías, mando Caton que se bolviessen a Portugal, y Helvio pasase a Roma, donde fue recibido con ovación, quera una honra muy grande, mas menor que el triunpho. Truxo al thesoro catorze mil y setecientas y treynta y dos libras(de peso) de plata sin marcar que no era apurada del todo… De la moneda de Huesca truxo ciento y veynte mil, quatrocientos y treynta y ocho oscenses, como dize Livio. Por esta moneda oscense parece que la villa Iliturgi destryda, que tan rica estava, no devía de estar muy lejos de Huesca, especialmente que agora, en el año del señor MDXXXIIII, cerca de Fuentes a media legua de Çariñena en Aragón. donde está un monesterio de Cathuxos, se ha hallado en un campo lleno de montones de tierra, cavando por otra ocasión, que estava poco debaxo de tierra gran multitud de huesos grandes, y de armas hechas de pedernales a manera de hierros de saetas y de lanças, y como cuchillos a manera de medias espadas, y muchas calaveras atravesadas de aquellas piedras como hierros de lanças, y de saetas, por lo cual parecía que de aquello devieran morir aquellos hombres. Y allí pudo ser que en aquel lugar devio se aquella pelea, y cerca deallí devía estar la villa Iliturgis…«

Regresando al neolítico, tu también hijo, con el matiz de hijo adoptivo, Arturo Morera Corull (Monzón, 1921 – Barcelona, 17 de febrero del 2018) cita el yacimiento de la Celadilla que debe responder a dicha época. La misma Celadilla donde Martín Blecua Vitales encuentra algunas hachas, fragmentos de cerámica y restos de utensilios.

En la edad de los metales, los yacimientos que aparecen nos llevan a la Edad del Bronce, en la loma del campo de tiro, cerca de tu ermita de Santiago, dicen corresponder a 2250-1900 a. C. Es allí donde el arqueólogo J. L. Maya realiza, en 1979, prospecciones encontrando «Cerámica hecha amano del periodo del bronce Medio», tal y como recoge Arturo Morera Corull.

También son nombrados los yacimientos en la misma ubicación de la ermita románica de Santiago o el yacimiento del Carcelario, por la partida de Mataliebres, del final del bronce. poblado desaparecido con la romanización. Sin olvidar el yacimiento de las Negras, próximo al actual núcleo de la Cartuja de Monegros: «Con materiales propios de un momento hallstático«, periodo primero de la edad del hierro, que cita Arturo Morersa Corull en su obra «Salvador Sarinianus». Poblados del bronce y del hierro que se fueron estableciendo principalmente en el margen derecho del Alcanadre.

Sariñena Íbera e Ilergeta

Hay quien dice que fuiste ibera, al menos tu topónimo en raíz «Saragnena»que se apunta pueda significar, de acuerdo con Bienvenido Mascaray, La que tiene más cantidad de tierras de cultivo de panizo. Panizo, nombre que daban al mijo y que así luego llamaron al maíz por su gran parecido, de hecho, al Alcanadre se le llamaba, a modo de mote, “Mata panizos”.

Concretamenta, hay quien dice que respondiste a la antigua población ilergeta de «Succosa», descrita en la “Geographia de Ptolomeo del siglo II y citada por Madoz en 1845: “Probablemente viene significada bajo este ant. nombre en las tablas de Ptolomeo, como población ilergeta la actual Sariñena”.

Arturo Morera Corull recoge un poblado ibero en tu anteriormente citada partida de Mataliebres, poblado sobre un sustrato hallstático.

Sariñena Romana

-¿Ibera Sariñena?- responde Fran Giral -Yo me decantaría más por un núcleo romano… alguna Villa. Aunque muy probablemente tuviese algún yacimiento inicial-. Arturo Morera sí que te sintió romana «Sarinianus». La más que probable Sariñena Villa romana, «Sariniana» constituida tras Caesaraugusta hacia el año 15 a.C en plena expansión de las explotaciones agrarias romanas que se llevaron a cabo hasta el siglo I a.C. Establecida en el margen derecho del río Alcanadre, como muchas otras poblaciones, aunque, con la romanización, también se produjeron numerosos asentamientos en el margen izquierdo. Arturo Morera te dio origen de nombre romano de persona «Sarinianus», en línea con Antonio Ubieto Arteta «Sarinius» o «Sarinianus». ¡Cuánto te quiso Arturo, Sariñena, cuánto te quiso!

Dicen que, además del Alcanadre, por tus inmediaciones transcurría la vía romana XXXII de Caesaragusta a Tarracone, pasando por «Oscam-empalme» e «Ilerdam-empalme». En esta dirección se manifiesta Fran Giral «En esta misma zona sur de nuestra área de estudio G. Arias remarca la posibilidad de la existencia de otra vía que transcurría por esta zona, la vía 32, de Caesaragusta a Tarracone pasando por “Oscam-empalme” e “Ilerdam empalme” […]. Un tramo de la vía pasaría por las inmediaciones de Sariñena, Sena y Villanueva de Sigena, para luego descender hacia Peñalba y unir directamente Tarraco y Caesaraugusta sin pasar por Ilerda ni Osca mediante una sucesión de empalmes» (Giral Royo, Francesc. Introducción al poblamiento de época romana en Los Monegros).

Vía romana ramal del camino de los Fierros, que partía del actual Candasnos a Osca (Huesca) pasando por Sariñena. Proyecto Itiner-e.

También hay quien sostiene que tu nombre deriva del término latino «Sariffa, Sariffae», que significa Lanza: “Esta, armada en figura pequeña, y puesta en una Vallesta, obstenta dicha Villa por Blasones, con los que explica el título que la dieron sus primeros Moradodes, y la destreza que tuvieron en el manejo de las Armas, acreditándose con ellas de esforzados, valerosos, fuertes y Guerreros”. Aunque no es «sariffa» sino «sarisa» o «sarissa» y tampoco es una palabra latina de origen, sino un préstamo del griego «σάρισα» o «σάρισσα» (de etimología incierta) que designa un tipo particular de lanza, jabalina o pica usada por el ejército macedonio mientras que los romanos usaban otros tipos de lanzas, llamadas «hasta» o «pilum» dependiendo de su longitud y utilidad.

Sariñena musulmana

Hay quien dice que fuiste musulmana, aunque presumes de ser fundada de celtiberos, cuando menos romanos y puédese conjeturar la nombrarían los moros «Sarracena», que se corrompió en Sariñena.

Sariñena y el Reino de Aragón

En la segunda mitad del siglo XI comienza la expansión de los principados pirenaicos frente a las taifas del valle del Ebro. A pesar de la inestabilidad entre ambos territorios, es a partir de 1083 cuando Sancho Ramírez inicia su expansión hacia Ayerbe y Graus, estableciendo al poco el castillo de Montearagón, concluido en 1089, amenazando la madina de Huesca (Laliena Corbera, Carlos. Regis Fevales: La distribución de honores y dominios durante la conquista de Huesca, 1083-1104).

Al norte de Sariñena se encontraban aldeas musulmanas como los lugares de huerto y Ballerías (CDPI. n.º 2 (1083): Huerto y Ballerías entran en el intercambio realizado entre el infante Pedro y su hermano Fernando. CDPI: Colección Diplomática de Pedro I de Aragón y Navarra. Zaragoza, 1951. Unieto Arteta, A.).

El 5 de mayo de 1093, la “Iglesia de Sariñena con sus mezquitas” es incorporada en donación a la abadía de Montearagón, en virtud de documentos del rey Sancho Ramírez. Igualmente lo recoge Carlos Laliena Corbera «Las iglesias y mezquitas de Sariñena con los correspondientes alhobces y los diezmos de todas las almunias que hay en sus términos«.

Alhobce: Heredades y rentas.
Diezmo:  Tributo del diez por ciento que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey o la iglesia.

Escudo de armas de Sariñena.

Huesca es tomada en 1096, entrando Pedro I victorioso en la ciudad el 27 de noviembre de 1096 tras la batalla del llano del Alcoraz. A partir de entonces comienza su expansión al sur, en palabras de Carlos Laliena Corbera, «Con ello, la zona meridional del distrito (Distrito de Huesca) hasta las desérticas tierras monegrinas se incorporó a los dominios aragoneses».

Es entonces cuando en ti se cita la Almunia de Illa Reginajunto a Sariñena”, en 1096, con la torre que allí había y sus términos y que, igualmente, en 1096 fueron donados al monasterio de Montearagón (Fol. 39. Donación de la Almunia de la Reina, junto a Sariñena, por el rey don Pedro. Año 1096. Noticia del libro verde del archivo del monasterio de Montearagón).

  • Aparición: [1103, 10]. [10] Antonio UBIETO ARTETA, «Colección diplomática de Pedro I de Aragón y Navarra» (Zaragoza 1951). (1972). (Idea Aragón).
  • T. Aragonesa Medieval Ubicaci´0n: ALMUNIA DE ILLA REGINA. Almunia, cerca de Sariñena (desaparecido), p.j. Sariñena, HU (1103, 10)     (Ubieto (1972): A. Ubieto Arteta, Toponimia Aragonesa Medieval). (Idea Aragón).

«Almunia» solía referirse a un huerto o granja y por extensión una finca campestre o casa de campo. Ubieto cita la donación en enero de 1100: «Pedro I dona a Montearagón la Almunia de la Reina situada junto a Sariñena y una torre».

El término almunia deriva del término árabe hispano almúnya (huerto o granja) y este a su vez del árabe clásico munyah (deseo), con la incorporación del artículo determinado (al-munyah).​Originalmente, designaba a un huerto o a una granja y por extensión a una finca campestre o casa de campo, rodeada de jardines y de tierras de labor buenas para el cultivo. Las fuentes escritas dan a entender que en al Ándalus las almunias podían compaginar una doble vertiente, en mayor o menor grado: eran núcleos de producción agrícola de extensión considerable, pero también finca de recreo en manos de linajes aristocráticos que servía de residencia ocasional.  

Con la expansión militar, en 1100 las tropas de Pedro I llegan a ti, «Saragnena», hay quien dice que fuiste «reconquistada» y tal vez en una primera ocasión conquistada por la expansión feudal tras la toma de Barbastro. Es entonces cuando suena por primera vez tu nombre, que recoge Antonio Ubieto Arteta, de aquel enero de 1100, como «Saragena» (Ubieto Arteta, Colección diplomática de Pedro I, n°. 79, p. 322). A partir de entonces son variadas las versiones que ofrece tu nombre, como las recogidas por Antonio Duran Gudiol en «Colección diplomática de la catedral de Huesca» I (Zaragoza 1965), de la ya mencionada Saragena, referenciada en 1093, a las siguientes formas: Saragnena, Saraiena, Saranena, Sarangena, Sarangenna, Sarannena, Sarannyna, Saranyena, Saranynana, Saraynena, Sarinnana y Sarinyena.

Sarinyena, Sarinnana, Saranynana, Saranyena, Sarannyna, Saragena, Saranena, Sarangenna, Saraynena, Saraiena, Saragnena, Sarannena y Sarannyena.

Ricardo del Arco cita en mayo del año 1102, cuando el rey Pedro I se dispone a fortificar los llanos de Sariñena y dona a Galindo Dat «Unas casas en esta villa, que habían pertenecido a un moro, a condición de tenerlas a salvo y mantener en ellas un peón cristiano armado». Para Ricardo del Arco «Ello supone que Sariñena estaba en poder del monarca, conquistada en una expansión de la toma de Barbastro. En enero del año siguiente donó al monasterio de Montearagón la almunia de la Reina, sita cerca de Sariñena».

Desde entonces, de noviembre de 1101 a abril de 1105, quedas en tenencia de Fortún Sánchez, siendo la propiedad de la tierra de realengo.

Tenente era el responsable de la tenencia feudal correspondiente a una villa o región, designado por el rey o señor durante la Edad Media en los reinos cristianos de la península ibérica. La tenencia no daba derecho de propiedad y era temporal.

Las Tenencias.- Al frente de cada una de ellas estaba un Tenente. El castillo y el territorio que dominaba se llamaba «honor». Funcionó durante los siglos XII y XIII (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

Realengo en el Reino de Aragón se refiere a los territorios que pertenecían directamente a la corona y estaban bajo la administración del monarca.

En enero 1103, por gracia de Pedro I, la Almunia de la Reina, cerca de ti, Sariñena, es de nuevo donada al monasterio de Montearagón estando bajo su jurisdicción en el siglo XII, proveyendo las rectorías, capellanías y beneficios. La misma es citada en los privilegios dados al monasterio de Montearagón por el rey Juan I, dado en Zaragoza, a 18 de agosto de 1391, junto a otros lugares de pertenencia al monasterio (Arco del, Ricardo. El Monasterio de Montearagón).

«El Rey Do Alonso continuado la guerra q hazia a los Moros de Çaragoça tornó a fer ayudado délos muchos caualleros Fraceses, q eran Rotro code de Alperche, y Guillé code de Puytiers y los codes de Comenge, y Bigorra, y Don Gasto vizcóde de Bearne, y otros cavalleros seglares y esclesiasticos, sin las muchas gentes de sus reynos de Návarra y Aragón, siendo uno dellos Don Guillen Gaston Obispo de Pamplona, que có muchos navarros acudió a la guerra de los Moros, por Mayo del año de mil y
ciento y diez y ocho. Poniendo assidio sobre Almudebar que muy fuerte estava, fue ganada por fuerça, por lo qual siedo grande el espato de los Moros de Sariñena, Salce, Robres, Çuera y Guerra, desamparando sus tierras y fortalezas, fueron ganadas de Christianos»

Los XL libros d’el compendio historial de las chronicas y vniuersal historia de todos los reynos de España / compuestos por Esteuan de Garibây y Çamálloa, 1571.

También se dice, por un tal Lanuza, que Alfonso I te tuvo que recuperar y repoblar nuevamente en 1132: “Conquístasela el esforzado Rey don Alfonso Primero de Aragón, Séptimo de Castilla, año mil ciento y treinta y dos, mandándola poblar nuevamente”. Hecho igualmente mencionado por Ricardo del Arco «Pero la villa se debió de perder, por cuanto en 1132 Alfonso I la reconquistó» (Escudos heráldicos de ciudades y villas de Aragón).

El mismo Alfonso I que, el 4 de septiembre de 1134, vio a bien ratificar en ti su primer testamento de Bayona poco antes de morir en Poleñino tras ser herido de muerte en Fraga: «Otorgo el testamento en el mes de septiembre, martes, en que se celebraba la fiesta de la Natividad de nuestra Señora en el Lugar de Sariñena. La fecha dice: Die Martis ante Navitatem Santa María» (Antiguedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes, en la Coronica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, en Historias, cronicones, y otros instrumentos manuscritos, que hasta aora no han visto la luz publica : Parte segunda / compuesta por el R. P. M. Fr. Francisco de Berganza, predicador general de la religion de San Benito. 1721).

Pedro Rodríguez Campomanes cita que el testamento fue otorgado en el castillo de Sariñena «…el último testamento del citado Rey Don Alonso el Batallador, no tuvo efecto en el uno, ni otro Reyno, porque en el último Testamento, que otorgón en el expresado Castillo de Sariñena, en el mes de Septiembre día Martes de la Natividad de nuestra Señora en la Era de MCLXXII, año de Christo 1134, no hizo mención de los expresados legados…» (Dissertaciones historicas del Orden, y Cavalleria de los Templario. DonPedro Rodríguez Campomanes, 1747).

Escudo casa Ballarinas, donde Alfonso XII ratifico su testamento. Fotografía de 1970 de José Cardús. El escudo presenta una iglesia ante monte sobre el que se asoma un brazo que blande una posible espada, y en la siniestra aparece un animal (león, perro o lobo rampante). Los lambrequines son de tornapuntas y motivos vegetales, hay dos tenentes laterales, posee cimera de infanzón y una cartela inferior con una inscripción, practicamente desaparecida, donde se lee la fecha de 1720.

En 1160 se te concede «Saranyena» título de Villa, cuando Lope Sanz de Foces es nombrado tenente o Señor de la villa desde abril de 1160 a 1164, tras haber sido recuperada, de nuevo, por Ramón Berenguer IV.

Ya es en octubre de 1170 cuando, por parte de Alfonso II, se te otorga Carta de Población, concediendo a tus habitantes los términos de Sariñena, los fueros de Zaragoza, «carta a los pobladores de Sariñena, que estaría poco poblada. Les concedió los buenos fueros de Zaragoza y libertad de lezda y peaje«, de acuerdo con Ricardo del Arco, y facultad para practicar acequias de los ríos Alcanadre e Isuela. Acequias de Valdera y del Molino, más la de Albalate y la derivación de la Acequieta. Hay quien dice que puedan remontarse a tu fundación, Sariñena, Villa romana o a época musulmana tus acequias, brazales y huertas.

«Similiter dono et concedo vobis quod faciatis azequias quantas plur potueritis in Alcanatre et in Isola, et totam ipsam terram quam potueritis rigare de istas azequias infra predictis terminis qui unquam non fuerint rigatas de azequia et vos potueritis rigare de istas azequias infra predictis terminis qui unquam non fuerint rigatas de azequia et vos potueritis rigare, habeatis et possideatis eas in perpetuum ad vestram propriam hereditatem pro facere vestras voluntates»

Extracto de la Carta de Población de Sariñena, 1170.

Gracias a tus acequias fuiste fértil huerta, batán y molinos. Así mismo, tu Carta de Población cedía a tus colonos las tierras susceptibles de ser regadas por dichas acequias «que hasta el momento no hubieran sido objeto de explotación, esto es, las tierras sin roturar, aptas para el cultivo». A su vez la carta señala tus términos municipales y de esta forma, recoge Victoria Sandoval Parra, se faculta para repoblarlas: «El fuero expresaba una excitación al advenimiento de repobladores, a quienes se facultaba para la ocupación de tierras incultas y su conversión en zonas cosechables de regadío. A su vez, la carta de población concedía a sus habitantes la posesión in perpetuum de tales terrenos trabajados, lo que implicaba un refuerzo de la tenencia usufructuaria en el sentido de la incorporación del derecho de transmisión hereditaria» (Sandoval Parra, Victoria. Derecho Medieval de aguas).

Al poco se te conceden los Privilegios de Población, privilegios posteriormente confirmados por el Rey Alfonso V en Fraga el 20 de octubre de 1418 y por Doña Juana y su hijo Don Carlos en Zaragoza el 15 de enero de 1519. Unos privilegios que fueron recogidos en un documento de Casa de Ganaderos de Zaragoza (Pastos ES/FCG – Caja 25_Ligamen 4_39):

«… en el año pasado de 1170, se dignó el señor Don Alonso el segundo de Aragón, conceder a todos los hombres de Sariñena, que entonces allí estaban, o que en adelante fueran a poblar, por el deseo de que allí poblasen, y habitasen todos los términos de Sariñena, desiertos y poblados con todos sus montes y pastos, aguas, selvas y sotos, con todas sus entradas y salidas y pertenencias, de modo que mejor lo hubiesen tenido en tiempo de os sarracenos, o de los cristianos, o de modo alguno debían tener, para que todo esto lo poseyesen enteramente, lo trabajasen y llenasen aquellos y su descendencia para propia herencia suya, y para que hiciesen de ello en todo el tiempo a su propia voluntad. Les concede así mismo aquellos fueros de Zaragoza buenos y no malos, y que no diesen ni hiciesen a hombre alguno causa alguna sino las Decimas y Primicias a Dios, ni diesen lezda ni peaje en toda su tierra. Especificando y confrontando todos y cada uno de los términos y linderos que son los mismos que en el día constan y disfrutan, les concedió igualmente el derecho a hacer acequias y cortar leña en todos los términos y selvas y repitiendo las mismas gracias con las clausulas de la mayor firmeza les adjudicó y concedió el expresado Don. y población para que lo hubiesen y poseyesen todo franco y libre y entero para heredar propia suya, y para que hicieren todo lo que quisieren aquellos sus hijos, y toda su descendencia y posterioridad todos los siglos, salva siempre la fidelidad de dicho señor Rey Don Alfonso y sus sucesores…»

Desde octubre de 1174 a 1181 es de ti tenente Portolés y finalmente Gimeno de Artusella, desde agosto de 1192 hasta enero de 1193. Luego te es tenente Atón de Foces (Cfr. Miret, Itinerario de Pedro II, p. 274) hasta 1204, cuando Ubieto Artieta supone dura el realengo de tus tierras, por lo menos, ya que figuran los tenentes hasta esta fecha de 1204, desde tu «conquista» en noviembre de 1101 (Ubieto Arteta, Antonio. Los tenentes, p. 160).

Durante los siglos XI y XII los tenentes habían sido la figura de autoridad local, hasta al poco de entrar el siglo XIII. Aunque, para Agustín Ubieto Arteta los municipios buscaron la plena autonomía jurisdiccional y político-administrativa mediante concejos o asambleas vecinales regidas por un juez, luego aparecieron figuras como los consejos o cabildos.

En el siglo XIII, de acuerdo con Zurita, el reino de Aragón se divide en cinco regiones que se llamaban Juntas, que eran las de Zaragoza, Huesca, Sobrarbe, Ejea y Tarazona. Cada junta tenía un gobernador llamado Sobrejuntero cuya función: «Tenía principal cargo de preservar la tierra de la mala gente que con ella había; castigábanse con gran ejecución los delincuentes» (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

Francisco de Cárdenas cita Sariñena como una de las localidades donde había junta «Habia estas juntas en Zaragoza, Alcañiz, Montalvan, Huesca, Jaca y Sariñena».

Los sobrejunteros eran unos oficiales instituidos por el rey para convocar y dirigir las juntas ó asociaciones que formaban los vecinos de ciertos pueblos para la persecución de malhechores. Habia estas juntas en Zara goza, Alcañiz, Montalvan, Huesca, Jaca y Saríñena. Los sobrejunteros tenían sus tenientes distribuidos por los pueblos y sus notarios. Eran meros ejecutores de las sentencias civiles y criminales y de las providencias del rey (Ensayo sobre la historia de la propiedad territorial en España (1873-1875). Francisco de Cárdenas).  

A su vez también aparecieron las Juntas y las Justicias:

 Justicias.- Constituyen una imposición popular ante la autoridad regia. En principio se organizan en «Juntas» al mando de un juntero, luego el territorio que dominan es el merinado. A partir del siglo XIII todos dependían del Justicia de Aragón (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

El día 3 de noviembre de 1227, eres, Villa de Sariñena, donada al Real Monasterio de Sigena, con motivo de la estancia en Zaragoza de Jaime I de Aragón y así consta en sus documentos: «El día 3 de noviembre de 1227, estando en Zaragoza, el rey Jaime I de Aragón dio el castillo y villa de Sariñena al monasterio de Sijena» (Ubieto Arteta, Antonio. Documentos de Sigena, n°. 117; Huici- Cabanes, Documentos de Jaime 1, n°. 97).

El Real Monasterio de Santa María de Sijena de religiosas monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén es fundado el 23 de abril de 1188. Su establecimiento ejerció una importante influencia en la vida económica, social y religiosa de los Monegros, gracias, de acuerdo con Dara «fundamentalmente, a las importantes donaciones de los reyes». Así, continúa Dara «establecerá mercados semanales que han llegado a nuestros días, repartirá lotes de tierras, llevará a cabo una importante labor de repoblación mediante la atracción de nuevos habitantes y fundará auténticas villas de señorío, entre otras decisiones vitales».

El 6 de marzo de 1262 tienes un pleito, Sariñena, con tus aldeas sobre el pago de algunos tributos (Sinués, n°. 1610).

No obstante, Antonio Ubieto Arteta cita que en 1279 aún perteneces a Montearagón al igual que tu iglesia (Rius, Rationes, p. 5), a pesar de haber sido donada al Real Monasterio de Sigena.

Así figuras, perteneciente al Real Monasterio de Sijena, cuando el 24 de junio de 1294 Jaime II sentencia a sus fieles hombres de los lugares u Honor del monasterio de Sijena: «Salutaciones y gracias. Como había ordenado que Guiraldo de Muro recogiera y recibiera las rentas y derechos de los lugares y bienes del monasterio, y de los cuales proveyera, según costumbre, al mismo, manda a las predichas gentes que, tanto al colector como a su lugarteniente, den todas las rentas, frutos y derechos del monasterio».

Fidelibus suis hominibus locorum monasterii de Sixena Salutem et gra ciam. Cum nos ordinauerimus / predicto monasterio de sixena que loca et bona dicti monasterii […] per fidelem nostrum Guiraldum de / muro et per […] redditus et jura dicti monasterii colligantur et recipiantur et per eun dem Guiraldum / dicto monasterio prouidatur […] que est feri consuetum a uobis dicimus et mandamus quatenus predictorum […] / […] obseruetis et predicto Guiraldo del muro uel […] loco sui datis […] / […] de omni bus redditibus fructibus et juribus dicti monasterii et hec aliquamtenus non […] / alios uolumus que ad hoc faciendum dictum Guiraldum […] et bona nostra compulsiate debita […] / compellat Datum ut supra [1293, junio, 24. Sariñena].  

ACA, Cancillería, Registros, núm. 98, 205 v.

De misma fecha data el documento por el cual Jaime II, da orden a todos sus fieles oficiales y súbditos en cuestiones de rentas y derechos: «Como había mandado recoger y recibir todas las rentas y derechos de los lugares y bienes del monasterio de Sijena, manda al colector, Guiraldo de Muro, provea a dicho monasterio en sus necesidades, como es costumbre».

Fidelibus suis uniuersis officialis ac subditis suis salutem etc Cum nos mandauimus super […] per nos […] / in monasterio de sixena loca et bona dicti monasterii […] redditus et jura dicti monasterii colligi et recipi per / Guiraldum del muro prouideri in […] dicto monasterio […] consuetum mandauerimus eciam sibi rediti […] / per illos […] aliquam […] dicti mo nasterii reddum […] jura aliquam […] / […].

ACA, Cancillería, Registros, núm. 98, 205 v.  

Figuras en 1295 como «Merinado de Huesca». Merinado respondía a la división geográfico-administrativa medieval con su centro en una ciudad o villa importante, en este caso Huesca, al frente la cual estaba un merino, que era el representante del rey. Al parecer, aquel año continúas apareciendo que tus tierras son de realengo (Codoin, 39, p. 292).

Los Merinados.- El merino tenia como misión administrar el patrimonio real y también alguna función gubernativa judicial y militar. Se encargaba de las cosechas, arrendamientos del suelo, caloñas y cobro del «morabedí» entre otras. Los merinados eran: Barbastro, Calatayud, Daroca, Ejea, Huesca, Jaca, Ribagorza, Sobrarbe, Tarazona, Teruel, Las Valles y Zaragoza. (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

A finales del siglo XIII, San Eufrasio, discípulo del apóstol Santiago funda la ermita románica de Santiago, formando parte de los muchos ramales del camino de Santiago que subían desde el Levante y el Mediterráneo a enlazar con la vía principal hacia Compostela. Hay quien dice que fuiste lugar hospitalario y de alojamiento, también llamado de Sant Jayme, variante de Iago y Santiago, al igual que el puente y camino. Ermitas como la de Santiago, o como las de Santa Ana o San Sebastián suelen marcar presencia de restos arqueológicos, pues estos santos, cuenta Giral, se utilizaban para cristianizar sitios “paganos”.

En la línea de caminos peregrinos, Agustín Ubieto Arteta, «Los caminos peregrinos de Aragón», plantea el Camino de Monegros derivación del Camino de Sant Jaume catalán y que sustituía al camino de san Jaime Fraga-Bujaraloz-Zaragoza (Camino de los Fierros). Su planteamiento es el siguiente: «Atraviesa por esta natural e histórica comarca oscense-zaragozana, de la que se le ha dado el nombre. Es una derivación del Camino de Sant Jaume catalán que, arrancando en Fraga llega hasta Zaragoza sin pasar por Bujaraloz sino por Sariñena y Leciñena tras atravesar los altos de Alcubierre. Constituye una alternativa natural pues la distancia por ambas rutas es semejante y la presencia del monasterio de Sigena en la monegrina tenía, sin duda, un gran atractivo. Está suficientemente dotada de elementos de propaganda, pero lo más sobresaliente es que desde Sariñena se intuye que pudiera proseguir por Grañén a Ejea y Sádaba, circunstancia que habrá que comprobar con otros datos. Se convertiría así en ruta alternativa tanto del camino que corre paralelo por el Norte (Cº. de Salas) como por el Sur (Cº. de San Jaime)» (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

«El monasterio de Sigena y Sariñena serán sus puntos fuertes. Estamos ante el “Camino de Los Monegros”, hasta ahora sólo insinuado en el segundo tramo que llevaba a Zaragoza cruzando la Sierra de Alcubierre«.

Camino de Monegros. Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón.

Atraviesa por esta natural e histórica comarca oscense-zaragozana, de la que se le ha dado el nombre. Es una derivación del Camino de Sant Jaume catalán que, arrancando en Fraga llega hasta Zaragoza sin pasar por Bujaraloz sino por Sariñena y Leciñena tras atravesar los altos de Alcubierre. Constituye una alternativa natural pues la distancia por ambas rutas es semejante y la presencia del monasterio de Sigena en la monegrina tenía, sin duda, un gran atractivo. Está suficientemente dotada de elementos de propaganda, pero lo más sobresaliente es que desde Sariñena se intuye que pudiera proseguir por Grañén a Ejea y Sádaba, circunstancia que habrá que comprobar con otros datos. Se convertiría así en ruta alternativa tanto del camino que corre paralelo por el Norte (Cº. de Salas) como por el Sur (Cº. de San Jaime).

En 1308 se instala en ti la Ceca de Sariñena, fabrica de moneda tras la promulgación en las Cortes de Aragón en 1307 por Jaime II, el Justo, del fuero “De secunda confirmatione moneta”. Se instala en Sariñena, en detrimento de la Ceca de Jaca, debido al avance del reino hacia el sur y la situación estratégica de Sariñena entre Zaragoza y Lérida. Al parecer, en tu Ceca de Sariñena, que debió estar en una de tus grandes edificaciones y resguardada en el casco urbano, llegaron a trabajar unas 30 o 40 personas a las ordenes del maestro de ceca Juan de Pexonat. La Ceca no llega a tener una gran producción y su corta andadura llega hasta 1311: «Como hasta 1349 no se acuñaron nuevas monedas, durante 30 años el Reino se abasteció de monedas acuñadas en tu gloriosa villa» (Dinero jaqués del Rey Jaime II de Aragón el Justo. Sariñena. Año 1291 – 1327 – Moneda medieval aragonesa. https://monedasaragon.blogspot.com/). En el Archivo de la Corona de Aragón se encuentra el Libro de Albalaes «Sobre la elaboración de la moneda jaquesa en Sariñena» (Real Patrimonio, Maestre Racional, nº624/ Libros de albalaes 1311 / 1312).

https://monedasaragon.blogspot.com/

Dinero de Jaime II de Aragón (1291-1372). Anverso: ARA-GON (N cursiva). Busto coronado a izquierda cortando leyenda arriba y abajo. Pecho con cinco puntos y media luna. Dentro de la O, dos pequeñas rayitas en diagonal. Reverso: +IACOBVS : REX. Cruz de doble travesaño. Dentro de la O, dos pequeñas rayitas en diagonal. Inscripciones/Leyendas Reverso +IACOBVS : REX Anverso ARA-GON Datación 1308.

El 18 de diciembre de 1330 Alfonso IV envía una carta a la justicia y prohombres de la ciudad de Sariñena y aldeas en la que solicita caballerías y armas para ir a Orihuela y la guerra contra los sarracenos del Reino de Granada. Esta carta fue enviada al resto de ciudades del reino al igual que una segunda para que se obligue a tus hombres  a colaborar con armas y caballerías en la guerra contra los sarracenos del Reino de Granada (ACA,Cancillería,registros,nº541,(1ªnum.),fol.134-137v).

El 4 de abril de 1328, con motivo de la cercana coronación de Alfonso IV, se reúne tu consejo de la villa y aldeas de Sariñena en tu Iglesia de San Salvador. Por ello son nombrados Marco de Sena, jurado de Sariñena, Domingo Lo Pico, vecino de Monsalva y jurado de la comunidad de aldeas de Sariñena como procuradores especiales para que te representen en las próximas Cortes que se van a celebrar en la ciudad de Zaragoza en la que se coronará a Alfonso IV, el domingo de Pascua de 1328 (ACA,Cancillería,pergaminos,Alfonso_IV,carp.218,nº170).

El 13 de diciembre del mismo año de 1328, una carta a Guillermo de Entenza, sobrejuntero de Huesca y Jaca, y a sus lugartenientes en Sariñena y Ontiñena da cuentas sobre las expensas que debían pagar tus hombres de Sariñena y los de Zaidín (ACA,Cancillería,registros,nº430,fol.144v).

En el Aragón medieval, las «expensas» se referían a los gastos del reino y los pagos que debían hacer los súbditos, como los impuestos. Los impuestos principales eran las sisas (sobre alimentos), el fogage (reparto por estamentos) y las generalidades (un impuesto de aduanas que era el principal ingreso regular del reino). Además, los campesinos pagaban diezmos a la Iglesia y tributos a los señores.
  • El 14 de abril de 1330, Alfonso IV envía una carta en la que, atendiendo a la renuncia que había hecho Rodrigo Sánchez del oficio de la escribanía de Sariñena y sus aldeas en favor de Pedro Sánchez de Fanlo, justicia de dicho lugar, nombra a este último escribano de Sariñena (ACA,Cancillería,registros,nº504,fol.62-63).
  • El 1 de septiembre de 1333, Alfonso IV escribe al justicia de La Almolda sobre el recurso de una sentencia dada en el pleito entre los hombres de Sariñena y algunos hombres de La Almolda por la tala de árboles en los montes de Sariñena por parte de dichos hombres de La Almolda (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_20,nº2404).
  • El 16 de noviembre de 1335, Alfonso IV envía una carta a Pedro Jiménez de Sarasa, lugarteniente de merino de Sariñena, para que obligue a los judíos que están bajo jurisdicción real a pagar las deudas y comandas a otros judíos de Sariñena y sus alrededores y procurara que no evadieran dichos pagos (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_26,nº3065).
  • El 10 de enero de 1336, Alfonso IV manda una carta al justicia de Sariñena y sobrejuntero de Sariñena y Ontiñena para que mandaran a los judíos de dicho lugar a no agraviar más en sus deudas a Ramón Cardel y a su hermano Juan Cardel, vecinos de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Alfonso_IV,caja_24,nº2848).
  • El 28 de noviembre de 1340, carta de Pedro IV a Bartolomé de Buendía, vecino de Sariñena, sobre la confirmación de la comisión que le dio, siendo infante, por la que le encargaba de una causa de reclamación de cantidades adeudadas por el concejo de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_9,nº1229).
  • El 9 de marzo de 1347, se redacta carta a Francisco de Prohombre, escribano mayor del rey, de parte de los jurados y hombres buenos de la universidad de Sariñena en la que reconocen haber recibido una carta de Pedro IV, dada en Valencia el 1 de febrero, con su mensajero de Bernard de Mur (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_34,nº4584).
  • El 20 de enero de 1344, Pedro IV envía carta a Rodrigo Sánchez, justicia de Sariñena, para que, junto con el notario de la villa Sancho de Azlor, se encargara de las causas que se suscitasen entre los recaudadores y contribuyentes del peaje del mercado de Sariñena (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_16,nº2162).
  • El 13 de abril de 1344 Pedro IV el Ceremonioso se dirige a tu fiel justicia de Sariñena o a tu lugarteniente: «Salutaciones. Como de todas y cada una de las causas que ante cualquiera de los jueces se han desarrollado o se espera se desarrollen, entre la venerable y religiosa infanta Blanca, priora del monasterio de Sijena, querida amiga nuestra, y el convento del mismo monasterio, Pedro Portell, arrendatario de las rentas y derechos de todos los lugares de la Honor del monasterio, y procuradores, oficiales y servidumbre de los mismos, agentes o defendientes de una parte. Y los hombres de las universidades de los lugares de la Honor de dicho monasterio, u otros de ellos y singulares de los mismos, agentes o defendientes, de otra parte, en cualquiera de las causas o negocios, que por la súplica de la dicha infanta y compradores conocimos, preveímos y establecimos. Por esto, os decimos, confiamos y mandamos que conozcáis de las predichas causas y asuntos y sobre ellas hagáis y resolváis y decidáis lo que de fuero y razón fuere necesario. Nos, ciertamente, a los jueces enviamos nuestros afectos, y nuestras veces confiamos plenamente por medio de la presente».

    Petrus dei gracia Rex Aragonum etc. ffideli suo Justicie Saranyene vel eius locum tenenti. Salutem etc. / Cum de omnibus et singulis causis seu […] que coram quibuscumque judicibus uertuntur seu uerti / sperantur inter venerabilem et religiosam infantissam Blancham priorissam monasterii de sixena ami / cam nostram karissimam et Conuentum eiusdem Monaste rii […] Petrum portelli […] reddituum et / jurium locorum totius hono ris eiusdem Monasterii ac procuratores officiales et familias eorum con / uentui uel […] agentes uel deffendentes ex altera parte vna. Et homines vniersita / tum locorum honoris dicti Monasterii uel alterius eorum ac sin gulares ipsorum agentes uel deffendentes ex / altera quibuscumque causis uel rationibus ad suplicacionem dictorum Infantisse et emptoris cognosci / prouiderimus et velimus. Ideo uobis dicimus comittimus et mandamus quan uocatis euocandis de predictorum / causis et gonnibus cognoscatis et super eis faciatis et decernatis et decidatis quod de foro et / ratione fuerit faciendum. Nos enim amores et cognicione premisorum judicibus quibus […] super / predictis vices nostras plenarie comittimus cum presenti Datum barchinone Idus Aprilis Anno domini / .Mº. CCCº. XLº. quarto.
     
    ACA, Cancillería, Registros, núm. 626, 73 v.

  • En 1354 Pedro IV redacta una carta en relación con la villa de Sariñena y la financiación del viaje a Cerdeña (ACA,Cancillería,registros,nº1026).

El 18 de febrero de 1360 ,Pedro IV de Aragón te permuta por Pinseque a Pedro de Luna. De esta forma lo recoge Antonio Ubieto Arteta «El 18 de febrero de 1360 Pedro IV de Aragón dio Sariñena a Pedro de Luna a cambio de Pinseque» (Sinués, n°. 1611 a 1612).

De acuerdo con diversa documentación, el cambio fue «Por ajustes entre el rey y varios nobles, tras la recuperación de la ciudad de Tarazona en la guerra contra el Reino de Castilla (23-2-1360)». Sobre aquello son varios los documentos que tratan sobre dicha permuta, depositados en el Archivo de la Corona de Aragón (ACA,Cancillería,cartas_reales,Pedro_IV,caja_51,nº6316).

  • Instrumento de gracia hecho por Pedro de Luna al rey Pedro IV sobre el concambio del lugar de Sariñena con sus términos por el lugar de Pinseque.
  • Instrumento del rey Pedro IV sobre lo mismo (28-2-1360).
  • Procuración del rey sobre lo mismo (24-3-1360) Convención hecha por el noble Pedro de Luna al rey Pedro IV sobre el trato a los hombres de Sariñena (13-11-1361).
  • Capítulos entre Pedro IV y el noble Pedro de Luna sobre la redención de la villa y aldeas de Sariñena (12-10-1366).
  • Convención entre el rey Pedro IV y el noble Pedro de Luna sobre la capitanía de dicho noble en Cerdeña por la villa y aldeas de Sariñena (19-10-1366).

Sariñena en el vuelo de 1927 donde se observa la delimitación histórica de la villa.

Efectivamente, el rey Pedro IV te permuta para satisfacer algunas necesidades y así lo dejan claro tus representantes el 9 de abril de 1372, en las cortes de Zaragoza, quienes, de acuerdo con Antonio Ubieto Arteta, expresaron «Que el rey había empeñado la villa de Sariñena con sus aldeas para satisfacer algunas necesidades, estando al principio en manos del noble don Pedro de Luna y en el momento presente estaban en las de doña Elfa de Jérica; pedían permiso para quitarse de tal señorío y volver a la Corona, pagando la cantidad correspondiente, siempre que el rey prometiese no separarlos nunca más. El representante de doña Elfa de Jérica se opuso a la pretensión» (Ledesma, Cortes de Caspe y Alcañiz y Zaragoza. 1371-1372, p. 132-133).

Así, aquel mismo día y lugar, Pedro IV accede y te incorpora, Villa y tus aldeas a la Corona de Aragón e igualmente a los castillos y lugares de Grañén, Robres, Agüero y Pompién, con la promesa de no enajenarlos, ni separarlos de la misma.

Mismamente, el mismo rey, el 22 abril de aquel año de 1372 en Zaragoza, te concede privilegio de exención de huesta, cabalgada y cenas de ausencia, no las de presencia cuando el monarca este en la villa o tus términos. Esta exención de «cenas» la confirma Fernando el Católico desde Zaragoza el 31 de marzo de 1503.

Villa, fuiste de privilegio real. El 28 de noviembre de 1381, en Zaragoza Pedro IV declaró que por la venta de los mencionados castillos y lugares de Sariñena no se siguiese perjuicio a la villa por virtud de su incorporación a la Corona. Al día siguiente, el 29 de noviembre de 1381 te concede «feria y mercado» con franquicia de lezda, peaje y otros derechos reales (Arco, p. 452), pasando a ser lugar de ferias y mercados todos los sábados del año y del uno al quince de septiembre, ferias tan célebres como la de la Candelaria, la de Ramos y la de la Santa Cruz.

En 1405 Sariñena contaba con 162 fuegos. En el Medievo, el fogaje (focagium), o la fogueración, era el censo de los fuegos u hogares, es decir, por unidad familiar y/o de vivienda, para el cobro de impuestos directos.

El 17 de agosto de 1422, la reina María, lugarteniente general de su esposo el rey Alfonso V de Aragón, autoriza a tus gentes la construcción de un puente sobre el Alcanadre, llamado de San Jayme, permitiéndote el cobro de un óbolo por cada bestia gruesa que pasase; dos sueldos y seis dineros, por cada cien cabezas de ganado; un óbolo por cada peatón; y un dinero, por cada jinete (Arco, p. 452). De esta manera lo recoge el mismo Ricardo del Arco: «La reina doña María, lugarteniente general de su marido Alfonso V, desde Molins de Rey, a 17 de agosto de 1422, autorizó a los de la villa para construir un puente sobre el Alcanadre, con imposición de arbitrio por derecho de tránsito».

Sariñena formaste parte del camino medieval, en uno de los trazados de Zaragoza a Cataluña «destino de gran parte del cereal excedentario y de la lana», que, según María Teresa Iranzo Muñío «Se puede establecer desde San Mateo de Gállego por el norte de Los Monegros, Leciñena y la sierra de Alubierre, Sariñena -con un importante puente documentado en el siglo XV sobre el río Alcanadre-, Sigena, Chalamera, Ballobar -con puente románico sobre el Cinca- y Zaidín, en la llanura que anuncia el Ebro» (Iranzo Muñío, María Teresa. Los sistemas de comunicación de Aragón en la edad media: una revisión). Estamos hablando del camino anteriormente mencionado por Ubieto Arteta del Camino de Monegros. El puente medieval de Sijena corresponde a 1297.

Entre 1446 y 1495 apareces bajo la Sobrecullida de Huesca, una entidad administrativa y territorial en el Reino de Aragón cuyo origen data del siglo XIV. El Reino de Aragón se dividía en 12 Sobrecullidas y agrupaba varias «cullidas» (o «cullidas») y que se encargaba principalmente de la recaudación de impuestos y la administración de justicia.

Cullidas y Sobrecullidas.- Tiene como finalidad esta división, el cobro de impuestos por el transito de mercancías. Se dividirá el territorio en función de los pasos fronterizos y de los caminos reales. La palabra «cullir» significa en castellano «coger» o «recoger»  (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

Y en Zaragoza, el 13 de agosto de 1458, Juan II te concede los oficios de justiciazgo y Baile de la villa y sus aldeas con las correspondientes escribanías.

Baile hace referencia a la dignidad, la función o el territorio bajo la jurisdicción de un Bailio o magistrado judicial.

Los Bailios.- El baile se encargaba de administrar los bienes comunes tanto de Comunidades, Universidades como de Concejos. Aparece esta denominación (baile) ya en el testamento de Ramiro I. Llega hasta el siglo XIV. El Baile General de Aragón debía ser: Aragonés, no judío y caballero principal (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).

En 1492 se produce la expulsión de los judíos.

Siete son tus aldeas según las cortes de 1498: Alberuela, Lalueza, Capdesaso, Lastanosa, Pallaruelo, Castejón de Monegros y Valfarta. A saber que suerte habían tenido Jubierre, San Juan, Vallsanta, Moncalvo, La Sardera, Salaber, La Celadilla, Miranda, Montebh y los Castellones.

En el año 1545, una Bula de Pablo III suprime el priorato de Sariñena, que se valuó en 500 ducados de oro: «Dejó la presentación de las raciones al prior y Capítulo de Sariñena y la institución al abad de Montearagón» (Pergamino n.º 157, letra S de los Archivos del monasterio de Montearagón. Año 1545).

En el Fogaje de 1495, censo del Reino de Aragón ordenado por el rey Fernando el Católico, Sariñena tenías 158 fuegos, con una población estimada en 790 habitantes. Entre tus habitantes, entre los nombres más comunes se encontraban Johan, Martin, Pedro, Jayme, Domingo, Miguel, Saluador, Anthon, Steban, Nadal, Bertholomeu o Ramon. Y sus apellidos solían responder a Gomez, Falcon, Ezquerra, Ferrer, Gimones, Dolz, De Peon, Duson, De fe, Olivella, Marquat, Gascon, De Forniellas, Pecorta, Panona, De yeguas, Carcases, De Carcases, Dazuera y Martin.

Tomás González, en su Memoria de todos los lugares y casas del Reino de Aragón en el año de 1495, copiada del registro original de las Cortes de Tarazona celebradas dicho año de 1495 y renovada en el de 1601, arroja un censo de 138 casas «Regulando pues los fuegos o casas a razón de cinco almas por casa». Curiosamente Sariñena aparece perteneciente al Distrito de Tarazona. Además hay que apuntar que la revisión de 1603 se realiza para averiguar el numero de moriscos «cuando se empezó a tratar su expulsión» (Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI : con varios apéndices… según resulta de los libros y registros que se custodian en el Real Archivo de Simancas, 1829).

Importante fue la fundación en tus tierras, en 1507 de la primera cartuja de Aragón, la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.

En 1523, ante el Justicia de Sariñena compareció Juan de Lasala, de oficio tamborino, requerido por los mayordomos del pueblo de Lanaja, para responder del incumplimiento de un contrato, pues «como ellos lo tubiessen por hun anyo conducido a tanyer en el dicho lugar, que fenecía el dia de Carnestolendas primero venient, e sin razon alguna se les haya venido del dicho lugar, que tornasse a serbir o les diesse otroen su lugar». Juan de Lasala respondió que no volvería, «por quanto enos le habian echo et fazian muy mala companya» (Del Arco, Ricardo. Notas sobre costumbres altoaragonesas en el siglo XVI).

El 20 de julio de 1528 el emperador Carlos V en su viaje de Monzón a Zaragoza pasa por Sariñena donde pernocta «20 julio -en Sariñena. Lunes.- El Emperador comió, cenó y pernoctó en Asarignane«. Luego prosiguió su viaje pasando por Alcubierre y Perdiguera el día 21 «El emperador comió en Alcubierre, cenó y pernoctó en Perdigrière» y el 22 llegó a Zaragoza, concretamente a la Alfajeria «El emperador comió en la Perdigrière, cenó y pernoctó en Jaffre» (Cuenta 4.ª de H. Stercke. Ar. N.-B. 3.350.).

En el fogaje de 1543 constabas de 158 fuegos.

Con pocos datos anteriores, cita Agustín Ubieto Arteta, desde 1572 está bastante documentado el Hospital Sariñena medieval, XV-XVIII, llevando una vida próspera, hasta que muere en el siglo XIX. Considerando el de Sariñena dentro de los hospitales no monacales que perduraron tras las innovaciones del siglo XV (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

Por 1573 y 1574 Pedro Vitales, en su obra «Nobiliario de armas y apellidos del Reyno de Aragón que usan los Nobles, Cavalleros e Infanzones», describe el escudo de Sariñena: «Trae por armas Escudo goles con una vallesta, la cortilla de plata y lo demás de oro» (Heráldica Municipal Aragonesa en el Nobiliario de Don Pedro Vitales Andrés. J. Nicolás -Minué Sánchez). En este contexto el término «Goles» es usado por algunos autores autores definiendo al gules, nombre heráldico del color rojo (V. Gules). Ricardo del Arco describe las armas de Sariñena como «Escudo con ballesta, de plata la costilla y lo demás de oro, en campo gules». Aunque la obra se pierde, es salvada gracias a que fue copiada y aumentada en el año 1610 por Pedro Torres de Zayas.

“Tus armas son una pequeña lanza en el escudo, puesta en una ballesta”, un amplio cuartel con cinco señales d´Aragón, con fondo de gules, color rojo que representa fortaleza, dominio y victoria. Representa igual que tu ballesta, a veces cargada y otras descargada, que simboliza fuerza, precisión y destreza, la defensa de un territorio o fortaleza. Todo sobre corona de laurel y bajo corona real con banda.

Así, que te llevamos en nuestro escudo, ballesta negra, arma de la Villa y sus gentes, de los sariñenenses y sariñenensas, ballesteros y ballesteras, carnones y carnonas, hijos de la Villa, de la pretérita Villa de Sariñena. Ballesta, derivación del término ballista, que los griegos y romanos construyeron en grandes dimensiones, nada comparables. La ballesta ligera de estribo para uso de un solo guerrero, de «Sariffas», lanzas o flechas que se popularizo en la edad media, de los siglos XII al XVII y fue un arma muy utilizada por las clases bajas campesinas y bastante eficaz para la defensa a distancia capaz de atravesar armaduras. 

«Armas: Escudo con ballesta, de plata la costilla y lo demás de oro, en campo gules«.

Del Arco, Ricardo. Escudos heráldicos de ciudades y villas de Aragón.

Enrique Cock, acompañando a Felipe II en su viaje a Zaragoza, Barcelona y Valencia en 1585 destacó de Sariñena ser «Muy nombrada por las tres ferias que tiene en cada año» (Cock, año 1585, p. 1371): «Muy de mañana, como fuese salido, ofréscese por el camino el arroyo Guatisalema y Alcanadri, riochuelo, corriendo hácia Cinca por la villa de Sariñena, muy nombrada por las tres ferias que tiene en cada un año y por el convento de las monjas de Sixena, que son de la orden de San Juan de Malta. Está este monasterio de Mondón, hácia el ocaso hiemal, cinco leguas y tiene muchos pueblos en comienda. Dexado Alcanadri se pasa por Polenillo, lugarcillo pequeño. Por el camino, á mano derecha, se dexa una venta llamada Valerias, del Duque de Villafermosa, el cual tiene allí urja casa, torre y una capilla.» (Relacion del viaje hecho por Felipe II, en 1585 à Zaragoza, Barcelona y Valencia / escrita por Henrique Cock, Notario Apostolico y Archivero de la Guardia del Cuerpo Real. 1585).

En 1609 el fogaje arroja 158 fuegos en Sariñena y aquel mismo año el rey Felipe III decreta la expulsión de los moriscos, dicen que Aragón pierde entre el 15 y el 20% de su población. Luego vinieron años secos, de duras sequias.

Ricardo del Arco recogió que estuviste «Amurallada, con castillo de tres puertas, muy arruinado en el siglo XVIII», pues así, el cartógrafo y geógrafo Juan Bautista Labaña te observó a su paso por el año 1611: «Es villa principal del rey. … Cercada de muros altos, de tapia fuerte; por fuera de los cuales, tiene dos arrabales, a la entrada y salida. Está asentada en llano y a lo largo del río Alcanadre, a mano derecha, sobre el cual tiene un puente muy bueno y encima de él un azud muy bien hecho, para sacar una acequia con la que riegan una gran huerta; y en ella y en el término cogen mucho trigo, vino, aceite y azafrán; y tiene mucho ganado y tierra rica, así por la abundancia como por las tres ferias que se hacen en ella. Fuera de la villa hay un monasterio de frailes franciscanos, un hospital y escuela de Gramática» (Labaña, año 1611, p. 238).

Detalle del mapa de Labaña de 1611, Sariñena y parte de Los Monegros.

Por aquellos años de 1610,villa de Sariñena eras dueña de las aldeas Alberuela de Tubo, Capdesaso, Lastanosa, Pallaruelo y Valfarta (Labaña, p. 96).

Sariñena, Villa Realenga de España en el Reyno de Aragón, vuelve a citar Labaña en 1611, Villa principal del Rey, cercada de muros altos, de tapia fuerte, por fuera de los cuales tenía dos arrabales, a la entrada y salida. Buenos muros con sus torres, hay quien dice de tapial, y un castillo. La muralla presentaba tres entradas y tres fuentes: “Eran de las de caños cobijados bajo arco de acuerdo con una tipología que caracterizaba al Alto Aragón”.

Antonio Ubieto Arteta señala que pertenecías al Obispado de Huesca. Parroquia colegial, con 17 racioneros en el siglo XIII (Durán, Geografía, p. 40) dedicada a san Salvador, (siglo XVII), pero que no es hasta 1630 cuando es nombrada Iglesia colegial o colegiata. Tu Iglesia colegial a San Salvador, Además tenías por entonces dos conventos: el de San Francisco (XVI) (Antonio Ubieto Arteta lo data del siglo XVII) y el de carmelitas calzadas (XVII), más la capilla de Loreto, perdida tras la guerra.

«En Sariñena villa plena, quié no trae no cena».

Refranes o Proverbios en romance
Que coligio y glossò el Comendador Hernan Nuñez, 1621.

La sublevación de Cataluña en 1640 y su posterior guerra hasta 1652, conlleva el paso de tropas por nuestra villa, su alojamiento, pero también provoca la tala de árboles y huertas, el embargo de caballerías de labor y la peste que ataca duramente a la población en 1652. Por ello, Martín Gómez, sindico procurador de Sariñena, el 16 de octubre de 1645, solicita «no se cobren los censales cargados a la villa y se perdonen los que se deben, a causa del estado ruinoso en que había quedado la Villa tras el paso de soldados, su alojamiento, la tala de árboles y huertas y embargo de caballerías de labor y como muchos vecinos la han dejado y otros la habrán de dejar si su majestad no los ampara con su real clemencia. La solicitud fue atendida.» (Elbaile Ollés José. En referencia a Archivo de la Corona de Aragón: ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0048,nº 001 – 155).

Por lo anteriormente expuesto, un memorial dirigido al abogado fiscal Carlos Bueno el 14 de Marzo de 1691, conservado en el Archivo de la Corona de Aragón, apunta José Elbaile Ollés, dice: «…que para dar satisfacción a los censalistas y arrendadores, ha sido preciso cederles todos los propios hasta la total extinción de los capitales de los censos, quedando sin medios para mantener la administración de la justicia, habiendo obligado a esta imposibilidad, la grande despoblación, que padece, por la esterilidad de la tierra, contribución en el tránsito de soldados, levas que ha hecho de sus vecinos para servir a su Majestad en Cataluña, donativos grandes que ha hecho de dinero a su Majestad para las mismas guerras, en que ha gastado excesivas cantidades, y últimamente por el estrago de una grave enfermedad con que han perecido gran parte de sus vecinos…» (Archivo de la Corona de Aragón: ACA, Consejo de Aragón, Secretaria, Leg. 102, nº 12). Ante la falta de recursos de la Villa de Sariñena, esta reclama 50 escudos a cada una de sus aldeas, lo que origina un conflicto con ellas, pues la villa no podías atender servicios como justicia, cárceles y edificios públicos.

La fuente-abrevadero de Villanueva es una de las construcciones más antiguas de Sariñena, además de los restos de las antiguas murallas. Su construcción responde al siglo XVII aunque su sistema hidráulico de conducción pueda ser un siglo anterior. El sistema recogía el agua de la acequia Valdera y la conducía canalizada hasta la fuente. A mitad de recorrido aparece una pequeña construcción que, según el inventariado del «Plan General Urbana de Sariñena», data de finales del siglo XVI. La obra permitía redirigir unos 60 grados la conducción de agua, dejando un deposito para las cales y permitiendo su limpieza periódica: «A través de una portezuela, se desciende por peldaños pétreos enclavados en la pared. La sillería está perfectamente conservada. Su interior es abovedado y la sillería dicen que es obra de un maestro cantero, uno de los que durante el siglo XVI estuvo por el sur de la provincia de Huesca fabricando captaciones, caños y fuentes».

Construcción hidráulica, calle Alfonso I el Batallador, Sariñena.

En 1646 las Cortes de Aragón realizan una nueva distribución territorial, quedándote enmarcada Sariñena en la Vereda de Huesca. El fogaje de aquel mismo año te aporta 192 fuegos. Sobre los cuatrocientos vecinos de acuerdo con el Parte de Atlas Mayor o Geographia Blaviana que contiene las cartas y descripciones de Españas de 1672: «La villa de Sariñena dista siete leguas de Huesca, situada en las riberas del Flumen y con buenos muros y altas torres: Presume que los Moros la nombraron Sarracena, siendo antes población muy antigua, que se corrompio en Sariñena; de ellos la tomó el Batallador Don Alonso: goza el privilegio de voto de Cortes y la habitan quatrocientos vecinos».

 Las Veredas.- Esta división administrativa se origina a mediados del siglo XVII y llega hasta los decretos de Nueva Planta con Felipe V. Esta división se realiza sobre la anterior de Sobrecullidas   (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

A partir de 1711 pasas a formar parte del Corregimiento de Huesca (1711-1833), otra nueva división administrativa que se crea con la llegada de la dinastía borbónica y la promulgación de los Decretos de Nueva Planta que acababan con nuestro querido reino de Aragón.

 Corregimientos.- Con la Guerra de Sucesión y los decretos de Nueva Planta (1707-1711) se introduce en Aragón el sistema administrativo castellano. En Aragón habrá un «Comandante General, a cuyo cargo esté; el gobierno militar, político, económico y gubernativo de él», también habrá «una Audiencia con dos Salas..», se mantendrá el derecho privativo aragonés y se dividirá el territorio en el «Corregimiento» de Zaragoza y en doce (12) «partidos». Se suprime el «Consejo de Aragón» y se agrega al «Consejo y Cámara de Castilla» (Divisiones administrativas en Aragón. Por Chusé María Cebrián Muñoz).      

En 1713 sois 194 vecinos, 131 en 1717 y los mismos en 1722.

Agustín documenta la muerte de un peregrino al pasar por tu ilustre villa, respondiendo al año de 1742: “En veinte y ocho de henero de mil setecientos cuarenta y dos, Joseph Fernández, mozo libre, peregrino que venía de Roma, hijo de Antonio y María Usada, legítimos cónyuges del lugar de Dagousa, y bautizado el dicho peregrino en la parroquial de Santa María de Vidueyxos, Obispado de Lugo en Portugal, haviendo confessado con el racionero don Francisco Rella y recivido viatico y extremaunción que le administré el abajo firmado, falleció y por no tener no testó, y se enterró a pobre en el cementerio del Hospital junto a San Francisco…”. [ADH, Libro de Defunciones de Sariñena, 7-1 241] (Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón).

En 1795 se comienza la construcción de tu actual iglesia renacentista finalizada a mediados del siglo XIX.

Por 1787 sois 136 vecinos, cifra que aumenta a los 432 vecinos en 1797.

En 1834, por medio del Real Decreto de 21 de abril, se crea el Partido judicial de Sariñena junto con otros de Huesca y del conjunto de España. Así mismo, la nueva división administrativa del país establece en la misma Sariñena su correspondiente sede del juzgado de Primera Instancia. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sariñena llegó a funcionar desde 1834 hasta 1967. Aquel mismo año de 1834 lo da Ricardo del Arco como referencia «Ayuntamiento».

S. Antonino M. Advocado y Patrón de la Real Villa de Sariñena, se hizo a devoción de los hijos de aquella IU.re Villa año de 1777. Grabado de «Matheo González sculp.» (Daroca, Zaragoza, 1740-Zaragoza 1807) en referencia a «Fray Manuel Bayeu inv».

En 1845, Pascual Madoz da la cifra sobre 300 casas, 411 vecinos y 2.671 almas.

Tu escudo, Sariñena has sabido lucir en tu sello, un sello usado a partir de 1855 que dicen venir de un sello anterior, cuya leyenda cuenta fue presentado al gobierno provincial de Huesca en 1851, cuya orla decía «Sariñena Capitán a guerra Villa de Sariñena» (ES.28079.AHN//SIGIL-TINTA_HUESCA,8,N.286).

«Quizá se adoptara, aquel distintivo, para denotar la jefatura de armas que en lo antiguo y durante muchos años ejerció Sariñena en toda esta comarca para levantar gente de guerras y acudir a sostener los derechos del Reino».

El sello estuvo activo hasta 1875 cuando desapareció con el duro saqueo de Sariñena por parte de las tropas carlistas al mando del general Dorregaray. A partir de entonces adopta nuevo sello muy parecido al anterior:

El 18 de septiembre de 1861 comienza a funcionar tu Estación ferroviaria, distante de tu núcleo unos tres kilómetros, y entorno a la estación nace tu barrio de la Estación de Sariñena.

En 1875, Sariñena tienes 3.020 habitantes (N 1857) y 3.400 según el Curso de geografía astronómica, física y política, moderna é histórica, por Bernardo Monreal y Ascaso,1875. El censo de 1877 da los resultados de Residentes Presentes Españoles: 1.668 Varones, 1.666 Hembras y 3.334 Total; Residentes Presentes Extranjeros: 6 Varones, 2 Hembras y 8 Total; Transeúntes Españoles: 58 Varones, 16 Hembras y 74 Total; Transeúntes Extranjeros: 1 Varones, 0 Hembras y 1 Total; Residentes Ausentes Españoles: 14 Varones, 8 Hembras y 22 Total; Residentes Ausentes Extranjeros: 0 Varones, 0 Hembras y 0 Total; Población de Hecho: 1.733 Varones, 1.684 Hembras y 3.417 Total y Población de Derecho: 1.688 Varones, 1.676 Hembras y 3.364 Total (Resultados generales del censo de la población de España según el empadronamiento hecho en 31 de diciembre de 1877 por la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico).

Plaza de San Salvador, Sariñena.

Villa tan destruida, sufriste la guerra de 1936 y la destrucción, tanto que tuviste que ser reconstruida, Sariñena devastada.

Aparecen nuevos poblados de colonización La Cartuja y San Juan del Flumen.

En 1970-1980 se unen a ti, villa de Sariñena Lastanosa y Pallaruelo de Monegros. Por aquel entonces, tienes una población de 3.169 habitantes (N 1970). Se incorpora parte de El Tormillo en 1971, concretamente el núcleo de La Masadera, el resto de El Tormillo pasa a formar parte de Peralta de Alcofea. Decreto 2461/71, de 17 de septiembre (BOE Nº245, de 13-10). (1999) En 1975 se incorpora Pallaruelo de Monegros mediante el Decreto 3135/75, de 14 de noviembre (BOE Nº287, de 29-11) y en 1976 se incorpora Lastanosa gracias al Decreto 1836/76, de 2 de julio (BOE Nº182, de 30-7)

Te festejamos, y te vemos Villa de Sariñena, tanto Ibera, ilergeta como romana, del Andalusí y del Reyno d´Aragón, hay quienes te vemos crisol de culturas, lugar y Villa de nuestros corazones. Pasando por nuestra Villa un peregrino, justo por la acequia Valdera, sintió que las campanas de la iglesia tocaban sin motivo alguno. Entendiendo que era señal divina decidió dejar en esta Villa las reliquias que portaba de San Antolín y desde entonces festividad que celebramos en vez de la de San Salvador. La percepción colectiva nos lleva a tiempo de la siega, que la interrumpía y por eso se decidió retrasar la festividad a principios de septiembre. Y por ello celebramos y honramos, a nuestro venerado patrón San Antolín.

Tierra plana, paisaje, sierra de Alcubierre, árida comarca de Los Monegros. Tierra de acogida, de culturas, tierra viva. Entre el Alcanadre y la Isuela, tu laguna, tu historia, tu dance, gaita, jotas, tradiciones y cultura, tu rico patrimonio, mucho ya perdido y mucho por construir. Hay quien dice Sariñena y un sentimiento recorre su cuerpo, somos tus hijos e hijas. Sariñena, villa inmortal ¡Que viva Sariñena! y ¡Qué viva nuestra Villa y nuestro patrón San Antolín!.

“Sariñena Villa Plena, quié no trae, no cena.”

Las acequias de los lugares de Sariñena y Albalatillo


El río Alcanadre ha bañado las tierras de Sariñena con su fino hilo plateado, dando vida y prosperidad a la villa sariñenense. La poetisa y corresponsal de guerra Ana María Martínez Sagi, en agosto de 1936, lo describe como una “sierpe de plata, bajo las altas estrellas”. Lo cierto es que Sariñena le debe su vida y su propia existencia, pues se estableció en su ribera, en una de sus terrazas fluviales. Sariñena, situada “En una gran llanura entre los ríos Alcanadre y Flumen (que tienen dos puentes de cantería y ladrillo)”, ríos que, en palabras de Pedro Blecua y Paul, en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792, son “los que bañan y fertilizan gran porción de su vega y terreno”, contando en sus “alrededores con espaciosas huertas, pobladas de frutales de toda especie, muchos morales, buenas arboledas y paseos deliciosos”.

Sariñena es mi pueblo,
San Antolín mi Patrón,
el Alcanadre y Monegros,
son lo mejor de Aragón.


Jotas y Coplas de Monegros, Juan el Recogedor. Revista Monegros, 1980.

La acequia del Molino a su paso por la huerta vieja de Sariñena.

Pero Sariñena no escapa a su irregularidad mediterránea, capaz de producir grandes riadas, avenidas, así casi como secarse. Crecidas muy destructivas que se han llevado por delante azudes e incluso puentes como las ocurridas en 1747, 1753 o 1852, esta última publicada en El Heraldo en su edición del 6 de octubre de 1852: “Que el rio Alcanadre arrebató también el puente de madera de Sariñena” o la de diciembre de 1879 y recordada por el Diario de Huesca del 10 de diciembre de 1912 “Los daños hechos por los temporales en la parte baja de nuestra provincia, decía que en Sariñena se llevó el río el puente de hierro, valorado en 10.000 duros, y en las huertas hizo bastante daño”.

“El señor conde de Toreno dio cuenta también de haber destinado una cantidad para la reconstrucción del puente de Sariñena.”

El Imparcial, 31 de octubre de 1879.

“El gobernador civil de aquella provincia, ha dado las gracias al ministro á nombre de los desgraciados que han sufrido por las inundaciones de Sariñena, Fraga y pueblos de la ribera del Cinca.”

El Pabellón Nacional, 31 de octubre de 1879.

Y a su vez se han dado sus estiajes estivales que le han validado el sobrenombre de “Mata panizos”. De esta manera, desde tiempos pretéritos se las ingeniaron para aprovechar eficientemente sus aguas. Por ello, en caso de que las sequías agotaran estas fuentes tradicionales de abastecimiento, apunta J. Raúl Navarro-García, quedaba ir a los ya más lejanos cauces fluviales: “Ámbito en el que presas y azudes como las de Valdera y Puimelero también pudieron crear condiciones adecuadas para el desarrollo palúdico desde la edad media” (J. Raúl Navarro-García Expansión hidráulica, factores ambientales y humanos en el paludismo español del primer tercio del siglo XX). De esta manera, su regularización, a través de azudes y acequias, proveyeron a Sariñena de magnifica huerta y campos de regadío en total contraste con la característica aridez monegrina, en pleno Valle del Ebro, hasta la llegada de los diferentes canales y transformación a regadío de sus tierras, transformando la economía y el paisaje. No obstante, este es un artículo de acequias que conformaron un verdadero oasis en el lugar de Sariñena.

Si Sariñena tiene un padre
es hija del Alcanadre
y si preguntan por su madre
es la acequia Valdera.

La laguna es su niña
donde se refleja la luna
mientras gira la piedra
del molinar su acequia.


Sariñena, villa como ninguna
que su huerta vieja
es su gran fortuna
a orillas de l`acequieta.

Si dicen que soy de Sariñena
el Alcanadre es mi padre
y mi madre la Valdera
de mí siempre villa eterna.

“Tres eran las acequias madres”, recoge Pascual Madoz en 1845 “Cuyo riego termina á ¾ de leg. de la población, impulsando además las máquinas de un batán, un molino harinero y otro de aceite” de acuerdo a su Diccionario geográfico-estadístico-histórico publicado a mediados del siglo XIX.  Sin duda, estas responden a las acequias de Valdera, la del Molino y su ramal de la Acequieta, y la acequia de Albalate. Acequias tradicionales con concesiones históricas que toman sus aguas del río Alcanadre principalmente por medio de azudes y que conducen el agua para el riego de pequeñas parcelas. Acequias históricamente de tierra, a veces puntualmente revestidas por sillares de arenisca, piedra muy débil, para riego por inundación. La gestión viene dada por el Sindicato de Riego de Sariñena, una antigua comunidad de larga trayectoria que más adelante se desarrolla en el presente trabajo.

Las acequias mayores suelen derivar en acequias secundarias hijuelas y/o brazales. Asimismo, las aguas no utilizadas son derivadas a otros sistemas, así las aguas de la Valdera a la del Molino, la del Molino a la de Albalate y luego, a su vez, por medio de azarbes, las aguas sobrantes son devueltas al río Alcanadre, considerándose como retornos. Las canalizaciones más pequeñas que aportan agua a los azarbes son conocidas como azarbetas.

Toda esta actividad generó guardias de riego, el trabajo a vecinal de mantener las acequias, los jornaleros y cuadrillas, los regadores… además del nombrado sindicato o comunidad de regantes. Al igual existe toda una terminología o vocabulario asociado, toda una riqueza que se ha tratado de mantener en el presente artículo.

Cuando veo los Monegros
se me encoge el corazón;
son como un hierro rusiente
en el vientre de Aragón.

Luis Escudero.

Las acequias de Sariñena también se encuadran en aquella memoria de la sed, del aprovechamiento del agua en Los Monegros. En este caso ligada al paso de un río, circunstancia que marca profundas diferencias con la extrema aridez y sequedad de otros lugares de Los Monegros, sobre todos los del sur, pues la sierra de Alcubierre desvía los cauces que naturalmente discurrían de norte a sur para acabar desembocando en el Ebro, dejando un sur aún más extremadamente árido y seco, de aprovechamiento del agua en balsas, balsetas y balsetas, toda una cultura del agua y la sed que debería ser patrimonio cultural de la humanidad. (La memoria de la sed).

“En Sariñena Villa Plena, quié no trae, no cena.”

Refranes o Proverbios en romance 1621. Biblioteca de Castilla y León (Valladolid)
— Signatura: BPA 1369.

Vocabulario acequiero

  • Abadinar: También en las formas Badinar o Embadinar. Inundar de agua. “No vaya ser cuento que abadines”.
  • Abarrancar/ Barrancar:
  • Acequia/ cequia: Canal artificial por el cual circula el agua para riego agrícola.
  • Acequia madre: Acequia principal que toma directamente el agua.
  • Aguatillo: Compuerta para el desagüe.
  • Alfarda: Canon o contribución de riego.
  • Asolar: Decantar, cuando bajan las partículas al fondo.
  • Atancar: Poner la tabla para que entre el agua al campo y para que no se escape mucha agua se pone “lastón u otras yerbas” en las fugas. Esta operación se llama “volver l´agua”.
  • Azarbe: Acequia que lleva el agua sobrante.
  • Azarbeta: Azarbe secundario.
  • Azud: Barreras, a modo de pequeñas presas en los ríos que derivaban el agua a las acequias.
  • Barrancada: Avenida, riada, aumento de caudal que rebasa la acequia.
  • Barza: Zarza Rubus spp.
  • Boquera: Es una estructura para controlar el flujo de agua hacía las áreas de cultivo, desviándola de la acequia principal a canales secundarios o a las propias parcelas. RAE: Boca o puerta de piedra que se hace en un cauce para regar las tierras. Salida de agua sin enfila ni nada abierta a azada y que luego se tapaba. Riego a boquera: Cuando se regaba por una enfila y tenían que regar uno detrás de otro sino no regaban, era cuando había escasez de agua.
  • Boleta: Papeleta donde se ponía el nombre y los metros del tramo que correspondía a cada parte en el repique. Se colocaba en una caña clavada en el cajero de la acequia.
  • Brazal: Acequia secundaria.
  • Brozar: Taponar la maleza arrastrada por la acequia alguna parte de la misma, como un estrechamiento de un puente. Suele pasar siempre después de haber limpiado la acequia.
  • Buro: Barro.
  • Cabecera: Parte alta de la acequia.
  • Caizada: Caíz, cahiz, cahizada, medida de superficie que equivale a unos 5700 metros. Una caizada son unas 38 áreas; 8 fanegas; 24 cuartales; y 96 almudes o celemines.
  • Caizadas: Un pago que se realizaba en relación a la tierra que tenías medidas en caizes. 
  • Cajero/Caxero: Sección de la acequia, soleras más laterales. Camino pegado a la acequia para acceder a todos sus puntos para su limpieza y conservación. «Respetar el cajero»: respetar el paso de servidumbre.
  • Camallón: Forma sariñenense de Caballón. Surco en la tierra para conducir el agua y regar las plantas a sus lados.
  • Cargadal: Sedimento en la acequia, entre la arcilla y la arena.
  • Chespe: Trozo de barro con raíces que hacen de armadura, para taponar los agujeros de acequias, brazales y rasas.
  • Chumear: Gotear.
  • Colector: Un colector de acequia puede ser un conducto que distribuye el agua desde una acequia principal a diferentes áreas de riego.
  • Coscarana: Tierra reseca y resquebrajada, formando costras.
  • Dallón/ Dallones: Herramienta con filo metálico y mango de madera, mayor que la hoz, empleada para la limpiar las hierbas de las acequias. Guadaña corta para cortar hierbas, barzas o cañapitas.
  • Demba: Huerta, a veces significa la huerta próxima al pueblo.
  • Derivación: Acción de desviar agua de un río o corriente principal hacia una acequia para su uso en riego.
  • Descajerar: Ensanchar el cajero de la acequia.
  • Desembozar/desbozar: Desatascar.
  • Desencarar: Regar lo sembrado para que se reblandezca la corteza que hace la tierra y pueda nacer.
  • Enfila: Compuerta de riego.
  • Esbarrancar: Cuando se pone mucha agua y se rompe el marguinazo y erosiona el terreno.
  • Esbozar: Desatascar.
  • Esbrozar: Desbrozar, limpiar los cauces de las acequias.
  • Esbarziar: Cortar bazas o barzeros.
  • Fanega: Medida de superficie que equivale a unos 715,18 metros.
  • Forca: Horca.
  • Forcallo: Horca de cinco púas.
  • Forcón: Horca grande.
  • Gallipuente: Sencillas estructuras para salvar el obstáculo que constituían las acequias. (Naval Mas, Antonio).
  • Gancheta: extensible, era un mango extensible para poderla llevar en el coche, luego, en la punta tenía dos ganchos, como si fuese una horca con solo los dos dientes laterales, pero con el final en forma de gancho.
  • Guerto, Guerter, Guertico: Huerto “Pal guertico”.
    Guiador: Regador. Figura antigua encargada del manejo de las aguas, caudales y distribución de las acequias y sus sistemas.
  • Hacer brazal: Limpiar cada uno su propio brazal.
  • Hijuelo/hijuela: Acequia que nace de la acequia madre.
  • Husillo: Tajadera accionada a través de un tornillo movido por medio de una rosca.
  • Ir a dar vuelta el agua: Ir a comprobar como va el riego a manta hasta que acabe por regar todo el campo.
  • Lastón: Gramínea que crece en los marguines.
  • Margüín: Linde o margen de un campo de cultivo.
  • Marguinazo: Ribazo. Talud entre dos fincas a distinto nivel.
  • Mina: Conducciones subterráneas excavadas en el suelo, túneles cerrados o abiertos para permitir el paso de las corrientes de agua y salvar la topografía.
  • Mojón: Desprendimiento de tierra en el cauce de la acequia.
  • Paradil/Paradiles: Guías del marco donde encaja la tajadera.
  • Portillo: El portillo, por donde entra el agua al campo.
  • Rasa: Acequia secundaria, como un brazal pero menos onda y más ancha.
  • Raseta: Diminutivo de Rasa.
  • Rebugada: Montón de broza que baja flotando por la acequia, que hay que retirar con la horca “porque puede brozar un puente”.
  • Regacha: Cauce angosto para el riego.
  • Reguero: “O reguero”, corriente, a modo de arroyo pequeño
  • Repique: Trabajo de limpieza del cauce de la acequia repartido por tramos.
  • Salto: Desnivel o caída, donde el agua coge velocidad y fuerza que servía para mover molinos o batanes.
  • Sifón: Infraestructura hidráulica utilizada para trasvasar agua de un lugar a otro situado a un nivel inferior.
  • Sogada: El agua que queda en el brazal desde la acequia hasta el campo. “Antes, cuando se optimizaba el agua, había que calcular para que entrara en el campo y no echarla para abajo”.
  • Tajadera: Compuerta para abrir o cerrar el paso del agua.
  • Tarquín: Agua estancada que forma fango maloliente. Barro sucio.
  • Teja de agua: Unidad de medida de caudal.
  • Topera: Agujero estrecho por el que escapa el agua. “Se debe tapar con buro y si es grande con un chespe”.
  • Tollo: Lugar de más profundidad tanto en las acequias como en los brazales, normalmente después de los paradiles, por la erosión, donde antiguamente aprovechaban para bañarse.
  • Yerba: Hierba.

Sariñena, hija del Alcanadre

Sariñena es hija del Alcanadre, sin duda. Y Sariñena ha tenido, a través de sus distintas civilizaciones, la capacidad tecnológica y el ingenio de aprovechar sus aguas en beneficio de la población. Hasta el punto, que como bien dice Antonio Naval, este constante aprovechamiento de las aguas del río es otro de los aspectos que definen la localidad “Al menos desde tiempos de los árabes” (Antonio Naval Mas. Sariñena, villa histórica de ferias y regadíos).

Pues los cursos fluviales, a lo largo de la historia, fueron factores decisivos para el asentamiento de núcleos humanos “Así, en las orillas de afluentes del Ebro como el Alcanadre, los emplazamientos de los hábitats agrícolas fueron más abundantes en las terrazas desde donde dominaban el lecho fluvial» (Giral Royo, Francesc. 2004. Introducción al poblamiento de época romana en Los Monegros, Revista d’ Arqueología de Ponent, 14, pp. 223-236). Sin duda, la prosperidad ha venido dada del río y sus acequias, siendo el motor de la actividad económica, agrícola y ganadera de Sariñena, pero también de molinos y batanes, propiciando actividades extras como fue la realización de diversas ferias: “A mediados del siglo XIX en las dos ferias que se celebran en la primavera, una para Carnaval y otra para el Domingo de Ramos” (Antonio Naval Mas. Sariñena, villa histórica de ferias y regadíos).

Por ello, no es de extrañar, como son varios los testimonios que recogen la riqueza de Sariñena a lo largo de los tiempos. Este es el caso de Labaña, geógrafo portugués, quien en 1611 realiza una detallada descripción de Sariñena: “Es villa principal del Rey. tiene 350 vecinos, cercada de muros altos, de tapia fuerte, por fuera de los cuales tiene dos arrabales, a la entrada y salida. Está asentada en llano a lo largo del río Alcanadre. a mano derecha. sobre el cual tiene un puente muy bueno y encima de él un azud muy bien hecho, para sacar una acequia con la que riegan una gran huerta, y en ella y en el término cogen mucho trigo, vino, aceite y azafrán. y tiene mucho ganado y tierra rica, así por la abundancia como por las tres ferias que se hacen en ella. Fuera de la villa hay un monasterio de frailes franciscanos. un hospital y escuela de gramática”.

Igualmente, Pedro Blecua y Paul, en 1792, describe una magnifica y productiva huerta, de una Sariñena amurallada de tapial. Aun así, Blecua y Paul matiza mucho más y llega a decir que de la muralla presentaba tres entradas y tres fuentes. Estas, para Antonio Naval Mas: “Eran de las de caños cobijados bajo arco de acuerdo con una tipología que caracterizaba al Alto Aragón. Algunos todavía las recuerdan.”

También lo recoge Espinalt, entre 1778 y 1795, en su Atlante español, junto a otros aspectos de la villa que se reproducen en su integridad: “Buenos muros con sus torres y un castillo algo arruinado con tres puertas y, en cada una, su fuente. Tenía por entonces dos conventos: el de franciscanos (XVI) y el de carmelitas calzadas (XVII). Para acercar al devoto, se había traído una réplica de la Virgen de Loreto, que se entregó a los franciscanos. Estos la llevaron a la ermita donde hoy se celebran las misas diarias en invierno, junto a la carretera de Huesca, antaño cárcel del lugar.”

Tres eran las fuentes de Sariñena
una en cada una de sus entradas
igual daban la bienvenida al sediento
que daban la despedida y aliento
al pasajero y peregrino.


Que esta villa, además de a san Antolino
a Salvador, Santiago, san Eufrasio y Loreto,
lleva también de patrona
a nuestra señora virgen de las Fuentes
y a la acequia madre Vadera.

En la calle Goya aún encontramos la fuente de Villanueva del siglo XVII, descrita por el Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA): “Adosada por su parte trasera a la pared de una vivienda, es una construcción de planta rectangular, realizada con grandes sillares de arenisca, dispuestos a soga. Su frente se encuentra casi totalmente abierto por un profundo arco de medio punto, bajo el que se cobija la pila rectangular. Estaba coronada por una cornisa moldura ligeramente saliente, que ha desaparecido. También ha desaparecido un largo abrevadero, cuya pila, de planta rectangular, estaba adosada a uno de los lados de la fuente.”

Que es villa de acogida y de historia
que es villa de memoria
que es villa amiga
que es Sariñena nuestra villa.

La fuente de Villanueva y quizás las otras fuentes que tuvo Sariñena cogía el agua de la acequia Valdera por medio de un antiguo sistema hidráulico. El sistema recogía el agua de la acequia Valdera y la conducía canalizada hasta la fuente de Villanueva y el demolido abrevadero en la década de 1990. El antiguo sistema hidráulico de Sariñena se ubica en la calle Alfonso I el Batallador, en un solar, entre malezas, a través de unos mallazos, en la absoluta dejadez y completo abandono, se encuentra la entrada al antiguo sistema hidráulico de Sariñena.

Fuente Villanueva Sariñena.

La pequeña construcción, según el inventariado del «Plan General Urbana de Sariñena», data de finales del siglo XVI. «A través de una portezuela, se desciende por peldaños pétreos enclavados en la pared. La sillería está perfectamente conservada.» Su interior es abovedado y la sillería dicen que es obra de un maestro cantero, uno de los que durante el siglo XVI estuvo por el sur de la provincia de Huesca fabricando captaciones, caños y fuentes. La obra permitía redirigir unos 60 grados la conducción de agua: «Dejando un depósito para las cales y permitiendo su limpieza periódica».

El Alcanadre

El río Alcanadre nace en la sierra de Galardón, sierra de pinos, bojes y chinebros, término de Fiscal, comarca de Sobrarbe. Concretamente nace a unos 4 kilómetros del pueblo deshabitado de Matidero, a unos 1620 metros de altitud.

Tiene una longitud de 148 Km con una clara dirección norte-sur. Atraviesa la sierra de Guara introduciéndose bajo el cabezo de Guara y formando a su paso profundos barrancos, cañones y gargantas en las calizas eocenas como son los barrancos de Gorgas Negras, Barrasil, Peonera Superior y Peonera Inferior. Continúa encajonado hasta abrirse tras juntarse con el Guatizalema, para luego proseguir descendiendo hasta desviarse al sur-este al encontrarse con la sierra Alcubierre Sigena, tras juntarse con el Flumen para acabar desembocando en el Cinca tras pasar Ballobar, a 138 – 133 metros de altitud sobre el nivel del mar.

En él desembocan los ríos Mascún (13 km), Balcés o Isuala (41 km), Formiga (16 km) con el Calcón (22 km), Guatizalema (73 km) con el Botella (22 km) y Flumen (120 km) con el Isuela (39 km).

Alcanadre de mis amores
discurres por nuestra villa
como hilo fino plateado
bajo la ermita de Santiago.

Río de nuestros corazones
Sariñena ve pasar tus aguas
entre ripas y badinas
entre tus sotos y gleras

Nos has dado vida
y una maravillosa huerta
nos has quitado la sed y el hambre
 a tu inmemorial Sariñena.

Que no hay mayor honra
que ser hijos del Alcanadre
por escudo y bandera
río de nuestros anhelos e ilusiones.

El río permanece encajonado hasta prácticamente alcanzar el llano de la parte norte de Los Monegros. Como decía Pedro Blecua y Paul, las aguas del río Alcanadre, por su mucha profundidad, no podían aprovecharse hasta “El terreno de la villa de Sariñena y lugar de Capdesaso”. En cambio, las de los ríos Guatizalema, Flumen e Isuela, que en el verano escasean mucho, eran de buen provecho: “Se aprovechan bien en toda su vega y ribera en invierno y primavera por alguna porción de levante y mediodía” (Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792).

El Alcanadre, antiguamente, a su paso por Sariñena, presentaba un aspecto muy diferente, señala Rafael Anoro Novellón: “Las gravas se acumulaban formando extensas gleras y a su vez se formaban playas de fina arena. Había poco arbolado ya que se aprovechaban mucho las leñas. También se extraían muchas gravas y arena para la construcción, mucha gente para ganarse algunos pocos dineros acudía a recoger unas pocas gravas que vendían a los albañiles. Luego se extrajeron tantas gravas a través de Horpisa (Hormigones del Pirineo Sociedad Anónima) que el río se encajonó, hundiéndose su cauce y quedando casi sin gravas. Incluso el puente del Ramio cedió un poco.”

Lucas Mallada decía que “Si la amplitud de su cuenca correspondiera un canal de importancia, sería el Alcanadre tal vez el río de más provecho de la provincia”. Aun así, sin duda, el río Alcanadre ha sido vital para Sariñena y para su huerta vieja, algo que no deberíamos ni debemos olvidar. Pues, tal y como afirma Rafael Anoro Novellón, en Sariñena se vivía de la huerta y ha sido muy importante para la población y comarca: “Se regaba, pero también se bebía agua del río. Algunas mujeres iban a lavar la ropa y muchos a bañarse en sus aguas en verano”. Pues, tal y como concluía Lucas Mallada el Alcanadre ha contribuido en gran parte a la riqueza de la villa de Sariñena: “Que deja a su derecha, permitiendo que, en su territorio, por la menor depresión de su álveo, se repartan algunas acequias con que aumentar la variedad de sus producciones”.

Alcanadre, Alcanadre
bañas a Sariñena
en noche plateada
con la luna, con la luna

como una purna
que se baña, que se baña

en tu noche estrellada.

Madoz, en su Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico 1845-1850, aporta la siguiente descripción del río Alcanadre:

R. de la provincia de Huesca; tiene su nacimiento en el término de Mathinero (Matidero) del partido judicial de Boltaña, al pié del S. de la sierra de Guara, en un manantial que brota en las concavidades interiores de la sierra, al cual se le da el nombre de Mascun. En su origen el Vivera por donde sale, arroja generalmente una columna de agua igual al grueso de tres hombres, y su curso es perenne y muy caudaloso, bien en verano escasea algún tanto. En su dirección al S., describiendo varias curvas, fertiliza por la der. la huerta del Rodellar donde e le agregan mas aguas de las muchas fuentes que nacen en el monte de este pueblo, y los término de Almunia de Pedruel, San Saturnino, Bierje, en cuyo punto se le juntan dos r. por der. é izquierda, llamados el primero Formiga, y el segundo Isuela, el de Alberuela de la Liena, Ador, Abiego, Lascellas,  Paneano, donde se le reúne el r. Rigo, el de Pertusa; Torres de Alcanadre, Peralta de Alcoféa próximo, á cuya jurisd. recibe en su seno las aguas del r.  Guatizalema, el de Sena, el de Sigena, el de Alcoléa, Chalaméa, y Vallovar, en cuyo punto desagua en el Cinca, después de un descenso de 22 leg. (legua), dándole mucha mayor importancia de la que hasta allí tenia. Fecundiza también por su márg. izq. las heredades de los pueblos de Pedruet, Almunia de Sipan, de Morrano, de Casbas, de Junzano, Angues, Antillon, Cap de Saso, Sariñena, Albalatillo y el de Hontiñena. Tiene varios puentes, aunque comunmente de un solo arco ú ojo, pero elevados y buenos, siendo los principales los de Rodellar, Bierje, Lascellas, Pertusa, Sijena y Sariñena, y son, muchos los molinos y batanes que pone en movimiento con las aguas que lleva y las acequias que de él se sacan para facilitar el riego á los término de otros pueblos dist, de su álbeo. Cría abundante pesca de truchas, anguilas y barbos, ofreciendo en la primera especie la particularidad de que salgan ya de un grandor admirable del mismo manantial en que el r. tiene su origen. Esta circunstancia ha dado lugar á creer que tan copioso depósito de agua es debido á una infiltración subterránea del r. Ara, que nace en la cumbre del Pirineo y desciende costeando la sierra de Guara por el lado del N.; dan visos de probabilidad á esta opinión las muchas concavidades que sé observan en los cerros mas elevados de dicha sierra, y el ruido sordo y profundo que se deja oir al, penetrar en alguna de las espresadas concavidades.

El Guatizalema

El río Guatizalema nace en la ladera norte de la estribación occidental de la sierra de Aineto, a 1370 metros de altitud, en el valle de Nocito, en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Su curso es de 69 km de longitud y transcurre embarrancado hasta La Almunia del Romeral, la sierra de La Gabardiella y la Hoya de Huesca, pasando por el pantano de Vadiello, para desembocar en el río Alcanadre, “Después de entregar parte de sus aguas al término de Sariñena, por medio de una presa y un canal conducido por galerías a través de algunos montes”, apunta Lucas Mallada.

Sin el Guatizalema no se entiende el sistema Valdera, donde Sariñena tenía construido un azud para pasar las aguas del Alcanadre aunque no ha solido tomar de sus aguas por su peor calidad en relación con el Alcanadre. Igualmente contamos con la descripción de Madoz del Guatizalema: 

«r. que nace en la prov. y part. jud. de Huesca en las inmediaciones del pueblo de Nocito de donde sigue su curso por los térm. de los de Almunia del Romeral, Sipan, Arbanies, Castejon, Sietamo, Fañanas, Pueyo, Argavieso y Novales, penetrando por el térm. de Sesa en el part. de Sariñena, primer pueblo al N. de este part.; continúa fertilizando en su tránsito el térm. de Salillas y Huerto, y á dist. de 1/2 hora de este último punto le cruza un puente de piedra llamado del Rey sobre la carretera de Barbastro á Zaragoza: mediante una azud que tiene construida la v. de Sariñena, toma su agua en unión de una acequia que en el mismo parage desagua procedente del r. Alcanadre, conducida por unas famosas minas, y ambas aguas dan riego á una gran parte de su huerta llamada del riego de Valdero, depositandolas en el mencionado Alcanadre entre los térm. del espresado pueblo de Huerto y Peralta de Alcofea. En su origen á muy corta dist. se le une el r. Usez que de la parte NE. se dirige al SO. hasta penetrar en este r. por la izq. Ademas del puente que se dijo antes, le cruzan otros en los pueblos de Sipan, Arbanies, Castejon y Siétamo, y da movimiento á distintos molinos harineros, fertilizando gran porcion de terreno. Su curso es perenne, y lleva abundante caudal de aguas con una dirección constante NS. hasta llegar á las inmediaciones de Sesa, donde empieza á marchar al SE.; cria barbos y anguilas de la mejor calidad.”

La Isuela/Flumen

El Flumen discurre también por Sariñena, aunque su denominación histórica y popular ha sido muchas veces referida por La Isuela, ganando la partida popularmente al Flumen hasta no hace muchos años. Aún así, son muchas las referencias y voces que siguen nombrando La Isuela a su paso por Sariñena. No obstante, la forma de denominar a los ríos en femenino es característica dada en lengua aragonesa.

Entre el Alcanadre y La Isuela
 al igual que su laguna

se halla noble villa
por nombre Sariñena.

El Isuela nace en Arguis y es regulado por el embalse del mismo nombre “Embalse de Arguis” y mantiene un recorrido de unos 40 kilómetros hasta unirse con el Flumen, tras pasar Huesca, en la localidad de Buñales. Las Isuela también cuenta con su descripción aportada por Madoz:

Isuela: r. de la prov. y part. de Huesca: tiene su nacimiento en el térm. del l. de Arquis en las montañas de Serué, y corre por entre asperezas y desigualdades hasta que sale á la llanura en los térm. de Noeno, que fertiliza con sus aguas y desciende caminando hacia el S. al de Arascues, á cuyas tierras proporciona tambien algun riego: continúa su curso bañando las tierras de los l. de Igries y Yéqueda á la márg. izq., y Canastas á la der., formando una curva considerable basta llegar á este último punto, de cuyo térm. sale penetrando en el de la c. de Huesca, en el cual proporciona riego de consideracion á varias tierras que hacen la huerta de esta c. tan amena como fértil: pasa lamiendo las casas de esta cap., cercándola de N. á SE. por espacio de 1/4 de hora, y junto á ella se encuentran 3 puentes frente á 3 puertas de la misma, 2 de los cuales de piedra y 3 arcadas cada uno, fueron construidos á mediados del siglo pasado, y el tercero de madera y un solo ojo, en el año 1835, dando ademas impulso á las ruedas de varios molinos harineros; tambien á dist. de 1/2 hora existe otro puente de piedra con un ojo: sale por fin del térm. corriendo hácia el S. y llega al de Pompenillo, Castillo de Pompien y Tabernas, los cuales fertiliza con sus aguas, y en el de este último pueblo se incorpora al r. Flumen (V.). Cria con abundancia barbos y algunas anguilas.

Flumen

El río Flumen Nace en la sierra de Bonés, en Arguis, y su cauce se desarrolla paralelo al Alcanadre al que acaba desembocando en Albalatillo, próximo al paraje de Juvierre. El mismo es descrito por Madoz:

R. que tiene su origen en el terr. de Belsué y á su parte N., en la provincia  y partido  judicial  de Huesca; lleva su curso por la garganta llamada el Salto de Roldan y penetra en el término de Apies, dirigiéndose al de Fornillos, en cuyo término se encuentra un puente de piedra de un solo arco, bastante deteriorado: continúa su marcha corriendo al pie de las colinas la que se halla construido el edificio denominado Monte Aragon, donde hay otro puente de piedra muy sólido y de 3 ojos; sigue por el término de Quicena y variando de dirección hacia el O. baña los de Huesca al E., en que está el puente llamado de Lagranja, sólido y de dos ojos, y sigue por los de Molinos, Lascasas, Alvero Alto y Bajo y Tabernas, uniéndose á él en este término  el r. Isuela(V.) : conservando sin embargo el nombre de Flumen ; corre después los términos de Buñales, Sangarren , Barbues y Torre Barbues, entrando en el partido  dé Sariñena por el término de Almuniente y continúa bañando los de Granen, Sariñena y Alvalatillo, donde desagua á l/2  leg. de dist.  en el r. Alcanadre.  Fertiliza con sus aguas los térm. de los puntos que atraviesa, y con particularidad la huerta de Huesca, conocida con el nombre de Flumen: sus aguas son dé curso perenne y producen pesca de barbos y anguilas de esquisita sabrosidad.

La antigüedad de las acequias

Siempre ha existido, en el ideario popular de Sariñena, la consideración histórica de tratarse de una obra de la época de los árabes. Félix A. Rivas llega a decir que se le ha adjudicado un origen temporal de época andalusí. Sin embargo, los vestigios actuales no nos remontan a un pasado tan remoto, pero ello no quiere decir que la primigenia acequia Valdera proviniese de origen árabe o incluso romano, pues como bien dice Antonio Naval Mas “La acequia de Sariñena tiene que ser muy antigua a juzgar por los restos de algunas construcciones relacionadas con ella”. Incluso el SIPCA llega a calificar algunos restos, como son el caso de la “Presa Alcanadre”, como restos de época romana. Como dice Antonio Naval Mas: “Eran sistemas que conocieron los romanos, que imitaron los árabes, y que permanecieron prácticamente inalterados hasta el siglo XVIII. Los árabes los denominaron qanats”. A pesar de todo y sin ninguna duda, el sistema de la acequia Valdera responde a una magnifica obra de ingeniería de tiempos remotos.

La cita documental más antigua responde a 1170, según cita a 1208, cuando el rey Alfonso II de Aragón concede a la villa de Sariñena privilegios de población, entre ellos el privilegio a hacer las acequias que quiera del Alcanadre e Isuela para regar con sus aguas sus tierras: “Dono et concedo vobis quod faciatis acequias quantas plus potueretis in Alcanatre et in Isola et totam ipsam terram quam potueritis rigari de istas acequias infra predictis qui tunquam ingresam fuerist rigatas de acequia as et vos potueritis rigare habearis ez posideratis eas in perpetium” lo que se puede aproximar a la siguiente traducción: “Doy y concedo a ustedes hagáis acequias más podéis en Alcanadre y en Isuela y en toda si misma tierra podáis regar de estas acequias en los términos antes mencionados que incluso fueran ingresadas regadas de acequia como podríais tenerlo regado y poseerlo para siempre” (Colección de privilegios y escrituras.. Tomo VI).

Hay un registro del 23 de agosto de 1260 por el cual se otorga «Licencia a Nicolás de la Isuela de construir un molino en Sariñena y de poder regar en la villa. Donación de tierra en Sariñena a Nicolás de Isuela» (Archivo de la Corona de Aragón, Cancillería,registros,nº11,fol.225).

En 1275 «Pedro Bahost, vecino de Sariñena, vende a Domingo de Pedruel la duodécima parte del molino de Pedro Larrés en Peralta de Alcofea, más los casales, casas, tierras que rodean al citado molino, además de la duodécima parte del soto y de las aguas, por 50 sueldos jaqueses» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0052). Este molino debe corresponder al que se abastecía del azud adosado al puente del Rey II, molino, como veremos más adelante, cuya licencia fue otorgada en el siglo XII.

Así, igualmente el 20 de diciembre de 1289 «Domingo Pedruelo y su mujer Valencia, vecinos de Sariñena, venden a Bartolomé de Lecina y su mujer Marta, vecinos del mismo lugar, la duodécima parte del molino llamado de Pedro Larrés, en el término de Peralta de Alcofea sobre el puente de Ballarés, que muele con agua del Alcanadre, por 36 sueldos jaqueses» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0096).

Además los documentos del 31 de julio de 1291 por el cual «Juan de Español de Ramio y su mujer María venden al convento de Casbas y su abadesa Urraca sus derechos en el molino llamado de Pedro Larrés, en el término de Peralta de Alcofea, que puede moler con agua del Alcanadre, por precio de 50 sueldos jaqueses» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0092), un segundo donde «Inés del Pico, viuda de Juan del Pico, y sus hijos Salvador, Nicolás, Agnes y Marta, todos vecinos de Sariñena, venden a Urraca Huerta, abadesa de Casbas, todos sus derechos sobre el molino de Pedro Larrés, en Peralta de Alcofea, por ciento doce sueldos jaqueses» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0095) y un tercero que dice «Bartolomé de Lecina y su mujer Marta, habitantes en La Perdigura, venden a Urraca Huerta, abadesa de Casbas, sus derechos sobre el molino dicho de Pedro Larrés, en el término de Peralta de Alcofea, que muele con agua de Alcanadre, por 195 sueldos jaqueses» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0097).

El 19 de diciembre de 1323 hay referencia de un molino harinero y trapero llamado del Rey en Sariñena que tomaba el agua del Alcanadre. Es a raíz de una donación de bienes por parte de Pedro Jiménez de Sarasa y su esposa Teresa a favor del prior de Sariñena: “Consistente en unas viñas, casas, 9 sueldos de treudo y la parte y derecho que ellos tenían en dicho molino harinero y trapero del Rey, situado en el término del citado concejo de Sariñena con 6 cuartales y 1 almudín. El objetivo de la donación era fundar una capellanía perpetua en el monasterio de Montearagón. En el escrito se dice que el molino tomaba el agua directamente del río Alcanadre.” (Los batanes de Aragón (siglos XII-XVI) Germán Navarro Espinach. Universidad de Zaragoza). 

Igualmente en una carta fechada el 29 de noviembre de 1327 «Carta al justicia de Sariñena o a sus lugartenientes sobre el azud y acequia que mueve los molinos traperos y harineros en dicha villa, puesto que (Lope) Sánchez Conesa, funcionario real, tenía asignación sobre ellos. Otra carta a Jaime Bernard, juez de Huesca, en relación a la petición dada por Pedro Jiménez de Sarasa, prior de Sariñena y (Lope) Sánchez Conesa sobre la reparación del azud y acequia del río Alcanadre a la que estaban obligados los hombres de Sariñena.» (Archivo Corona de Aragón,Cancillería,registros,nº428,fol.7v-8).

Es en 1335 cuando aparece constancia sobre el sistema Valdera, de un azud sobre el Guatizalema y la acequia en relación a una escritura de venta, que los señores de “Vallarias” otorgaron a favor de la Villa de Sariñena por la cual vendieron un “Azud y Cequia en el Río Batezalema, para prender, passar, y adducir agua para su regano de Valdera”. La referencia aparece en “Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de términos en 1734”. Curiosamente, este pleito con “Capdesasso”, admite que en esa fecha de 1335 aun no se encontraba poblado el mismo lugar de Capdesaso. (Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento. Año 1734).

Un segundo pergamino, en 1371, recoge un detallado inventario de bienes del llamado “molino harinero y trapero del Rey” con motivo de su arriendo. El documento queda recogido en la obra de Germán Navarro Espinach, “Molinos harineros en el reino de Aragón (Siglos XIV-XVI)”, citando que el molino estaba ubicado en el río Alcanadre. Y en 1390, un documento sitúa al mismo molino en las inmediaciones de Sariñena en la denominada Huerta de Suso, documento por el cual el monasterio de Montearagón da a treudo a Eximino Loarre, clérigo racionero de la iglesia de San Salvador de Sariñena, el molino del Rey, “sito en el lugar llamado Huerto de Suso en el término de Sariñena, molino antes estaba atreudado a Ramón de Castro, el cual no pagaba el treudo” (1390-07-12).

El molino harinero de Peralta de Alcofea vuelve a aparecer en un documento del 28 de abril de 1376 sobre su posesión: «García de Loriz y García de Lobera, escuderos procuradores de Gracia, abadesa de Casbas, comparecen ante Jordán Pérez de Urriés, regente de la Gobernación de Aragón, para firmar de derecho sobre la posesión de un molino harinero situado sobre el río Alcanadre, en el término de Peralta de Alcofea, sobre cuya posesión es reclamada por Guillermo de Entenza, escudero de Sariñena.» (Documento de Santa María de la Gloria de Casbas ES/AHPHU – CASBAS/0244).

En 1488 se produce una Sentencia Arbitraria sobre el pasto de ganados en la acequia Valdera: “Que los ganados de dicha Villa y Aldeas puedan hacer todas las Yerbas sobre la Acequia de Valdera hasta el caxero de ella”. La cita pertenece a un pleito entre Capdesaso y la Villa de Sariñena sobre la propiedad de la huerta Valdera y la Faxa Real en 1734, aportando sentencias históricas a favor de Sariñena (La Faxa Real/Faja Real es la partida situada en el margen izquierdo del Alcanadre, justo aguas arriba de la ermita de Santiago de Sariñena). Pues la huerta tenía un gran valor y sobre todo había intereses eclesiásticos por el cobro del Diezmo. No obstante, la documentación aporta una gran información sobre la acequia Valdera, su sistema y huerta. De esta manera, se recoge la sentencia arbitraria del año de 1488 por cuyos capítulos se declara “Que los montes y partidas llamadas Bramapan, Sasso Verde, Insulas y Arenales, Huerta de Salabert, Huerta de la Sardera, son términos de dicha villa y huerta de ella”.

El escrito de defensa del lugar de Capdesaso se defiende de una firma presentada en 1577 obtenida contra el señor de Vallerías: “Sobre el riego de el río Guatizalema, para que se le permitiesse passar para su regano de Baldera, sobre que otorgó Escrituracon dicho señor; y quiere inferir Sariñena, que Capdesaso no concurrió con cantidad alguna para estos y que las aguas se dirigían a Baldera; a que se responde lo primero, que en aquel tiempo aún no se havía poblado Capdesaso, con que no pudo concurrir a esta compra; lo segundo, que reconocido el Mapa, se hallara, que Guatizalema se une con el Rio Alcanadre, en la Azud que está en los Arenales, y de alli passa por toda la Huerta , y Baldera de Capdesaso, y sigue toda la Cequia adelante, passa por el Abrevadero, y Baldera de Sariñena, y continua hasta entrar en las demás Huertas de la Villa; de modo, que no se prueba precisamente, que porque el agua passa por la Baldera de Capdesaso litigosa, fue el contrato con el Señor de Vallerías, solo para regar esta Partida, sino para las que eran de el Termino de Sariñena, como consta en la inspección del mapa”.

El lugar de Capdesaso, en su defensa, alude a los tributos que la Villa de Sariñena les impone a los de Capdesaso, probando que para Sariñena no son consideradas tierras suyas: “Este concepto se prueba con la Escritura de promessa, y obligación, que ha presentado la Villa, en que se supone, que haviendo está gastado, sobre tomar el agua de el Rio Guatizalema, para conducirla a la Ceguia de Baldera, negaron el riego al Lugar de Capdesaso, y sus vecinos, con el motivo de no haver contribuido en cosa alguna para los gastos; y haviendoles suplicado les concediessen dicha agua, lo executaron, obligandose por Escritura a pagar un Censo de 1H libras de capital, y 1 H Sueldos al año de reditos, y a contribuir en adelante con qualesquiera gastos, y pechas necessarias , para la conservacion de el riego.”

En 1587 se produce una proposición de firma contra los señores de “Vallarias” nombrando el azud de Valdera: “Que en los ríos Batizalema, y Alcanadre, de tiempo inmemorial, havia un Azud de piedra, vulgarmente llamado el Azud de Valdera, en el qual toma principio una Cequia, que esta abierta en los términos de Vallarias, y passa, y discurre por aquellos, hasta dar en los términos de Sariñena, para regarlos, y en particular una Partida llamada de Valdera, vc. Mediante el qual, dicho azud, por dicha azequia se lleva y discurre agua de dichos ríos para regar los dichos términos de Sariñena y señalamente la dicha Partida de Valdera”. Esta la primera vez que aparece el término “Partida Valdera” y se describe el complejo Valdera.

En 1588 los vecinos de Cadesaso solicitan estar bajo el riego de la acequia Valdera: “Tienen y esperan tener heredades baxo el discurso de la Cequia de Valdera de la Villa de Sariñena, etc, y havían suplicado de presente a dicha Villa, les hiciese merced de acoger y admitir en el dicho riego sus heredades”.

La disputa por la propiedad lleva al Rector de Capdesaso en 1650 a firmar una proposición para el cobro de diezmos en partidas dentro del término de Sariñena: “Se hallaba en la proffesión de percibir y cobrar la decima parte de los frutos, que se han cogido, y cogen en las heredades situadas y estantes en la Partida Alta de Valdera, como también de la Partida baxa, llamada de Valdera y de las de Miranda, Sardera y Ramio, estantes dentro de los Términos de Sariñena”. Lo que lleva a responder, treinta años después, al cabildo eclesiástico de Sariñena en 1680: “Que dentro de los Términos de ella, de tiempo inmemorial antquissimo, de que no havía memoria, ha havido y ay dos Partidas y Términos, llamadas la una partida Alta de Valdera y la otra Partida Baxa de Valdera, las quales han confrontado y confrontan la partida alta de Valdera, con Cequia de Valdera, Cequia del Rey y Montes Comunes”.

Como pruebas de la pertenencia, el documento aporta el que considera principal, la escritura de concordia entre Villa y aldeas del año 1683 “En que expresamente se pacta y confiesa: Que las partidas que refiere y entre ellas las Insulas, Huerta de la Sardera, Arenales, la Viñas viejas, camino de Albalatillo (desde la Cequia de Valdera hasta la Huega de Albalatillo, azía el Río Alcanadre, la Almunia y Sasso Verde, sean Términos, Huerta y vedados de dicha Villa”.

«Que los montes o partidas llamadas: la plana, Bramapan, Puyalon, Insulas, Huerta de la Sardera, Arenales, Cantalobos, las viñas viejas, camino de Albalatillo desde la acequia Valdera hasta la buega de Albalatillo hacia el Alcanadre, la Almunia y Saso verde fuesen términos, huertas y vedados de la villa, y de los herederos del riego de la acequia Valdera.»

 Elbaile Ollés, José.
Lalueza, hechos del siglo XVIII.

La misma concordia de 1683 recoge la autorización del pasto de ganados en la acequia Valdera: “Que los Ganados que gruessos y menudos de dicha Villa y Aldeas puedan pacer y herbajar todas las Yerbas sobre la Acequia de Valdera, hasta el Caxero de ella (que es su orilla) azia la parte de la Laguna, y que los passos, que antiguamente fueron aboguiados en los Términos Comunes de Villa y Aldeas, se ayan de reconocer y renovar”.      

Igualmente se produce una concordia en el año de 1727, entre el Reverendo Obispo de Huesca, Cabildo Eclesiástico de Sariñena y Rector de Capdesaso, en la cual ese halla pactado que los diezmos sean recibidos por el Obispo de Huesca y el Cabildo de Sariñena: “Que todos los olivares, tierras blancas, viñas y demás proffesiones, que ay desde el olivar de Blancas (que está junto a la Valmarinera) hasta la Torre alta, que llaman de Panzano inclusive, que termina al Monte de los Arenales perciba los Diezmos el referido Obispo y Cabildo”.

Así, podemos saber que el Clavario de la Villa de Sariñena, en 1728, se hizo cargo de 23 libras y 24 sueldos por el arriendo de las yerbas de riego de Valdera, desde la Valmarinera hasta las Insulas, que es toda la huerta litigiosa. (El Clavario era el oficial o persona que tenía a su cargo las llaves de una plaza, institución, ciudad, iglesia, palacio, cárcel, etc.).

Por último, se aporta una sentencia del Intendente de Aragón del 18 de junio de 1731 que libera a los vecinos de Sariñena al pago de contribución de la huerta: “En Pleyto litigado entre Villa y lugar por lo cual declaró: No deberle pagar contribución los vecinos de Sariñena, que tienen y possehen tierras en las Huertas de Valdera, alta y baxa, por resultar que las expresadas Huertas y Partidas están existentes dentro de los Términos de Sariñena”.

Los diferentes testimonios aseguran la propiedad de la huerta a la villa de Sariñena: “De que quanto se registra de dicha Huerta, ha havido y ay entre la cequia del Rey, Río Alcanadre y Cequia de valdera, hasta dicha Villa, siempre ha sido Término Dezmario y Guardio de ella y dentro de su distrito se halla toda la Huerta alta y baxa de Valdera”.

Es reseñable que el mismo pleito, de disputa por la delimitación de los términos territoriales de la Villa de Sariñena y Cadesaso, define el término denominado Huerta de Valdera: “La segunda parte, que vulgarmente llaman Huerta de Valdera, toma su principio, sirviéndola la Cequia de Valdera, y comprende todo lo que ay desde ella, azia Oriente, hasta el Río Alcanade; termina al Norte en la línea, que cruza por debaxo de los Mojones 3.2. y 1 debaxo del Azud, letra N. y al mediodía, en la que corre por debaxo de las letras S. y T. hasta el Mojón 27. Frente de Ramio” (Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento. Año 1734).

En 1825 se encuentra un pleito civil producido por la Real Audiencia de Aragón, citando la Junta de Apoderados del Riego de Valdera, posiblemente antecesora del Sindicato de Riegos de Sariñena: “Firma del Ayuntamiento y Junta de Apoderados del Riego de Valdera, de la villa de Sariñena, contra la Condesa viuda de Fuentes y el Ayuntamiento del lugar de Huerto, sobre aguas y otros derechos”. ES/AHPZ – J/000383/000002).

En 1835 aparece un expediente contra un vecino de Sariñena por haber introducido su ganado en una heredad de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes por la acequia llamada «Baldera»: “Expediente mandado formar por el alcalde de Sariñena don Francisco Marias, para la venta de los efectos embargados a José Allue, para la exacción de cierta multa impuesta por el citado Alcalde, a dicho Allue, sobre haber introducido su ganado en una heredad de los Cartujos, por la acequia llamada de Baldera”. (Fecha 1835 ES/AHPZ – J/012159/000002). Pues cerca de la misma Villa de Sariñena los cartujos, además de poseer tierras tenían una granja a modo de hacienda.

A principios del siglo XX, en el Diario de Huesca del 18 de noviembre de 1901, la partida “Balderas” de Huerto vuelve a aparecer: “Pueblo de Huerto: una huerta, partida Baldera”. Antonio Naval Mas dice que es también el nombre de la partida No obstante, documentalmente aparece la partida Huerta Valdera en un documento del año 1756: “Información suministrada por José Idiazábal Estella, síndico procurador de la villa de Sariñena, sobre uso del agua para el riego de las heredades de la Huerta llamada de Valdera, que carece de ordenanzas para su régimen y gobierno” (ES/AHPZ – J/001304/0021) y el término llamado del “Riego de Valdera” del año 1789: “Don Antonio Ballerín y Aniés, vecino y alcalde primero de la villa de Sariñena, suplica que los Herederos y terratenientes del término llamado del riego de Valdera cumplan la resolución de la Junta, que se incluye, sobre satisfacer las penas en que se incluye, sobre satisfacer las penas en que se incurra” (ES/AHPZ – J/001310/0010).

Visor Sigpac. Partida de Valderas. Término municipal de Huerto.

Aún con algunos apuntes del molino de Sariñena que fue movido por la acequia de Abalate, este recorrido histórico se ha centrado en la acequia Valdera, que, por su importancia, existe mayor documentación que ha aparecido y permite reconstruir parte de su historia. Por el contrario, no sucede lo mismo con las otras acequias.

Si que hay que señalar la constancia documental de la existencia de la denominada acequia, como hemos visto anteriormente, “cequia del Rey”, ligada a la acequia Valdera y que posiblemente responda a la acequia de Molino. El documento en cuestión dice lo siguiente “Cequia del Rey, Río Alcanadre y Cequia de Valdera” (Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento. Año 1734).

Igualmente, en distintos archivos aparece la “Acequia de los frailes menores de Sariñena”, en un documento por el cual “Juan de la Raga, prior de Sariñena, da a treudo a Inés de Gramenent un huerto situado en la acequia de los frailes menores de Sariñena por el pago anual de 12 sueldos jaqueses” (ES.28079.AHN/4//Clero-Secular Regular, Car.675, N.14). Esta se puede suponer estaba ligada a la comunidad de frailes franciscanos instalada en Sariñena. Otro documento hace mención a la acequia de Miranda, en un documento de 1538 y relacionado con la acequia de Albalate y el antiguo Azud del Hospital, situado en el río Alcanadre en las inmediaciones de la ermita de Santiago. El paraje de Miranda se encuentra a la altura de los Arenales pero en la orilla izquierda del Alcanadre, tras pasar las Ramblas.

Como conclusión no puede ser más oportuno que citara a Antonio Naval Mas, quien ha estudiado en profundidad el sistema en su obra «Construcciones para la historia del Somontano en el Alto Aragón»: “Es tentador remontar tal obra, o al menos parte de ella, a época romana como ya se ha hecho. La ascendencia del topónimo de la villa vinculado a un patronímico romano relacionado con una desaparecida villa rural es uno de los aspectos que lo hace verosímil. El día que se pueda completar este análisis arqueológico mediante adecuadas catas quizá pueda despejarse la incógnita”. Así mismo “Los árabes con toda seguridad cultivaron mediante regadíos el entorno de Sariñena. Existe la tradición de que las minas, o túneles cercanos a esta presa que llevan el agua a la localidad, fueron abiertas por ellos. Tras las cautelas que tan socorrida atribución suele tener, no debe menospreciarse tal fuente oral. También estos constituyen restos arqueológicos del máximo interés por la singularidad que ofrece su construcción, por lo que puede encerrar de información sobre construcciones de remotos tiempos, y por ser el testimonio de una permanente y activa utilización del rio para los riegos del entorno de Sariñena.”

La huerta de Sariñena

Labaña, geógrafo portugués, ya dice en 1611 que en Sariñena había una gran huerta, y en ella y en el término se cogían mucho trigo, vino, aceite y azafrán, además de tener mucho ganado y tierra rica. También lo recoge Blecua y Paul: “Que la acequias proveen agua abundante para más de 400 cahizadas de terreno blanco, y plantíos de viñas y olivos. iendo ordinariamente las cosechas de la villa: trigo, 2500 cahíces; cebada, 1500 cahíces; avena, 400 cahíces; mixtura, 200 cahíces; vino, 1200 nietros; aceite, 1800 arrobas; maíz, 150 cahíces; judías, 80 cahíces; mijo, 40 cahíces; seda, 500 libras, y abundancia de lino, cáñamo y hortalizas para sus abastos; con aumento considerable, especialmente en las de granos, vino y seda, cuyo sobrante va, por lo regular, a Barbastro; y aCataluña, el de granos y seda; a Monegros, el de vino y parte de aceite, y lo demás a Navarra”.

Una productiva y rica huerta gracias a sus acequias y sus sistemas, que se viene reflejando en las diferentes descripciones que se van haciendo de la villa, como la detallada de Sebastián de Miñano en 1827 en su Diccionario Geográfico Estadístico: “Produce 8333 fanegas de trigo, 666 de centeno, 5.0000 de cebada, 1.333 de avena, 266 de judías, 500 de maíz, 134 de mijo, 1.612 arrobas de vino, 1.944 de aceite, 16 de seda, 108 de cáñamo y mantiene en sus pastos por invierno 40.000 cabezas de ganado lanar que crían 20.000 corderos”.

Y, como no, no podemos olvidar a Madoz y su Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico 1845-1850: “La calidad del terreno: en la parte de la huerta es bastante fértil. Producciones, lo son con especialidad, trigo y otros granos, vino, aceite, legumbres, frutas, patatas y pastos; se cría mucho ganado lanar, algún cabrío y vacuno, hay caza de liebres, conejos y perdices, en particular, y alguna, aunque insignificante pesca de anguilas y barbos. Ind. у comercio: una y otro escasea; pues como país agrícola, está reducida aquella casi á los oficios de primera necesidad. Se exportan granos para Cataluña, de donde se importan vinos, aguardientes, azúcar, aceite y otros artículos primarios.”

Sariñena y su huerta vieja en el vuelo de 1927 en contraste con el monte de secano antes de la llegada del regadío.

Huerta vieja, huerta alta y huerta baja, las partidas de la Sardera, la Huerteta, los Arenales, Cequinaltas, la huerta de Suso, y aguas más abajo de Sariñena los espartales y los Corcullos, las cequinbajas, Los Sasos, Esquilones, el Campanero, las Viñas viejas y los Chamarcales. Una huerta fértil, que ha alimentado a una villa que ha querido ser prospera, que ha luchado por un futuro, por una memoria, por todos y todas los hortelanos y hortelanas, los que trabajaron la huerta y sus campos, labraron, plantaron o sembraron, regaron y cosecharon, a los almendrares, olivares o vides, a los frutales, a las semillas de siempre, adaptadas, a su saber, a su cultura, a su memoria. Al orgullo de la huerta de Sariñena.  

Acequia Valdera, la acequia madre de Sariñena

La acequia madre Valdera, de Valderas, Balderas o también llamada acequia de Sariñena es la principal acequia de riego para Sariñena, de su huerta y para agua de boca durante años y siglos. Gracias a la acequia madre Valdera, dice Rivas, se riega la huerta sariñenense.

La acequia Valdera es orgullo de Sariñena
igual nos quita la sed que el hambre
tanto que nos dicen carmones
pues somos hijos de sus brazales
y con solo oír su nombre
¡Qué bonita suena!
La acequia madre Valdera.

La impronta de la acequia Valdera se encuentra tan arraigada que en la memoria popular de Sariñena está presente la historia de un peregrino que, portando las reliquias de San Antolín, a su paso por Sariñena, camino de Zaragoza, sintió que las campanas de la iglesia de Sariñena comenzaban a tocar solas. Deteniéndose en la misma acequia Valdera, entendió el toque de campanas como una señal divina que le llevó a depositar en Sariñena las reliquias de San Antolín que portaba; prosiguiendo luego su viaje. Así, que la acequia Valdera forma parte indisociable a la villa de Sariñena, de su historia y leyenda. Desde entonces, el patrón de Sariñena pasó a ser de San Salvador a San Antolín.

Mosen Espada le contó, hacia 1917, a Gregorio García Ciprés una tradición muy importante en Sariñena:

A mediados del siglo XIII llegó a Sariñena un peregrino y después de mendigar por la villa se fue de ella en dirección a Zaragoza y al alcanzar la acequia de Valdera, una fuerza invisible lo retuvo a la vez que comenzaron a sonar las campanas de la parroquia. El campanero, al oírlas, subió a la torre creyendo serían los muchachos, y al ver que se volteaban solas avisó a todo el pueblo que vio el suceso, decidiendo salir a los alrededores a ver si encontraban alguna justificación. Al encontrar al peregrino sentado en la barbacana del puente, éste les contó lo ocurrido y que era portador de una reliquia de san Antolín. Personadas las autoridades, le encontraron la reliquia con un letrero en que se leía: A SARIÑENA CAMINO. Lo trajeron todo al templo y cesó por sí sólo el toque de campanas. Los vecinos, entonces, decidieron cambiar de patrón, dejando al Salvador y tomando a san Antolín, a quien construyeron una preciosa capilla con su rejado. Desde entonces se venera todos los dos de septiembre, dedicándole su dance.

Manuel Benito Moliner El camino de Santiago a través de Monegros. Sariñena villa Jacobea.  

Igualmente, la acequia Valera estaba presente en las procesiones al monasterio sariñenense de la Cartuja de Nuestra Señora de las fuentes. En el libro de actas de la cofradía de Sariñena Hermandad de Nuestra Señora de las Fuentes (1744 – 1842) se recoge la obligación de los cofrades de recibir a los cofrades que habían peregrinado en la acequia Valdera para luego acompañarlos a la iglesia “Todos los años el día que haía la procesión a N. ª S. ª de las Fuentes, quando venga otra procesión haían de salir todos los hermanos a recevirlos a la zequia de Valdera y acompañarla asta llegara a la iglesia”. Una peregrinación que realizaba anualmente la Hermandad. Ittem. Actuamos y gobernamos, que cada año vaya la Hermandad en procesión a Nª Sª de las Fuentes y para efecto de esto en la junta arriba mencionada se determinará el día que se haya de ir y a vuestro tengan obligación los Mayorales participar de la deliberación en nombre de la Hermandad para que aquí todos reunidos, puedan ir a visitar a Nuestra Señora” (Cofradías de Sariñena).

Una romería que históricamente ha pasado a llevarse a cabo cada 15 de mayo con motivo de la festividad de San Isidro, llevando la imagen de la virgen de Nuestra señora de las Fuentes a la ermita Santiago. Una romería ligada al agua, al río, a la rogativa de lluvia para calmar la sed de los rabiosos secanos monegrinos, de los campos de secano de cebada y trigo y de los bastos pastos.

Desde el puente de Alcanadre
una imagen que no olvido:
cuando bajan las carrozas
el día de San Isidro.

Pablo Gracia Castel, Pablo.

La acequia Valdera recoge sus aguas por medio de sucesivos azudes que se han ido construyendo. Concretamente, sus aguas fueron cogidas en la zona donde el Guatizalema se une al Alcanadre, por donde discurre el antiguo camino Real de Barbastro a Zaragoza y se encuentran los denominados puentes del Rey. Luego, la acequia Valdera discurre por el margen derecho del Alcanadre hasta Sariñena, con un recorrido sobre unos 23 a 25 kilómetros dependiendo de la fuente, para acabar muriendo en La Isuela (Flumen) y extendiéndose un ramal hasta Albalatillo.

“Las aguas del río servían para el riego de la villa, tomándose al cuarto de legua sobre los puentes llamados del Rey”.

Pascual Madoz.

  • La legua aragonesa equivale a 8000 varas aragonesas, lo que se traduce en aproximadamente 6.176 metros.

La acequia ha tomado sus aguas desde distintas construcciones, desde un azud en la misma desembocadura del Guatizalema con el Alcanadre, término municipal de Peralta de Alcofea, a remontarse aguas arriba, como un azud adosado al puente del Rey II y que abasteció a un molino en sus inmediaciones, un molino cuya licencia fue otorgada en el siglo XII.

Noble acequia de Valdera
que riegas la huerta vieja,
eres aliento de vida,
de la historia, compañera.


Gracia Castel, Pablo.

Luego discurre la acequia, a veces abierta y otras cerradas, por medio de unas galerías o túneles conocidas como minas. Algunas minas son abiertas permitiendo el desagüe en caso de un aumento incontrolado del caudal, de las famosas barrancadas en días de tormenta.

Pedro Blecua y Paul, cita la cifra de 400 cahizadas de terreno blanco o plantíos de viñas y olivos regadas en el siglo XVIII. Aunque la cifra la da cuando habla de la acequia de Valdera parece que se refiere a la extensión de riego del entorno de la villa de Sariñena. Si nos vamos a tiempos más recientes, a principios del siglo pasado (Siglo XX), de acuerdo con Luis Mur Ventura, la acequia Valdera regaba 12.636 fanegas que pertenecían a 1.340 propietarios.

En la actualidad, junto a la acequia del Molino, según Antonio Naval Mas, ambas acequias riegan en la actualidad unas 1.300 hectáreas. Bolea, en 1986, las cifra en unas 700 hectáreas con el Guatizalema (Bolea, J. A. (1986). Los riegos de Aragón. Zaragoza: Grupo Parlamentario Aragonés Regionalista de las Cortes de Aragón. 579 pp.) palabras matizadas por José Antonio Cuchi Oterino “Sin embargo, la captación real de este sistema se realiza en el Alcanadre” (Uso del agua en los regadíos tradicionales de la cuenca del Guatizalema. Cuchi Oterino, José Antonio).

Lo cierto es que, en palabras de Francisco Nogues Tierz, presidente de Sindicato de Riegos de Sariñena en las últimas décadas, en los últimos años el sistema de la huerta vieja de Sariñena ha disminuido de las 1.000 a unas 700 hectáreas. Un sistema que sigue siendo importante para la economía y vida de Sariñena.

Acequia madre Valdera

Rugen sus aguas al igual que los cielos truenan
surcan su cauce al igual que si fuese un río
y sueñan el mar, con un día alcanzarlo.

Susurran las aguas de la acequia Valdera
tras dejar el Alcanadre y el Guatizalema
bravas fluyen y discurren
e inundan huertas y campos.


Sus aguas riegan, de prosperidad
rugían la demba y la huerta vieja
que bravas rugen al abrir las tajaderas
que rugen por los brazales y caballones
y a riego manta como siempre se ha hecho.

Por ello, tal y como dice Antonio Naval Mas, la acequia de Sariñena tiene que ser muy antigua a juzgar por los restos de algunas construcciones relacionadas con ella, por lo que nos adentramos en sus diferentes elementos a modo de recomponer su historia.

Los puentes del Rey

A orillas del río Alcanadre, que da riego a una buena porción de su terreno, recogía Blecua, “Se hallan dos puentes famosos llamados del Rey, obra muy sólida y firme de piedra cantería, sobre cimientos de peña, los que dan paso a los ríos Alcanadre y Guatizalema, por la carretera de Barbastro, Monzón y Huesca”.

Estos puentes, construidos sobre el Alcanadre y el Guatizalema, formaban parte del camino Real Barbastro a Zaragoza además de ser Cabañera Real. Tal vez, el nombre del Rey provenga de la misma denominación de camino Real y/o alguna concesión real para la construcción de ambos puentes o, como bien dice Antonio Naval Mas, eran conocidos como del Rey por su importancia en la red de caminos “Lo que los hacia de prioritario cuidado por parte del Estado”. Otra aportación a su posible origen de denominación puede venir de los privilegios reales que, en 1170, según cita en 1208, el rey Alfonso II otorgó a Sariñena, entre ellos la construcción de acequias y azudes, azud que tal vez dio origen a los distintos puentes.

Actualmente encontramos dos puentes en cada cauce, en la carretera autonómica A-1223, entre Peralta de Alcofea y la Venta de Ballerías. Junto al puente sobre el Alcanadre se encuentra una de las tres estaciones de aforo que cuenta el Alcanadre, una estructura que permite calcular en tiempo real el caudal que lleva en ese determinado punto el río

Puente del Rey I

El primer puente del Rey o puente del Rey I, sobre el Alcanadre, se ubicaba aguas arriba del actual puente, siendo el más antiguos de los puentes que en esa zona existieron. De acuerdo con el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) el Puente del Rey I es una construcción que va desde la Edad Media-S. XI hasta Edad Media-S. XV, respondiendo a un puente medieval “donde aún quedan algunas huellas del asiento de los estribos en los bancales rocosos de ambos laterales, adosado debió de existir un azud que abasteció a un molino en sus inmediaciones”.

Antonio Naval Mas lo localiza entre el puente y la pasarela, donde se encuentra el arranque del arco de la izquierda que se apoya sobre fuerte y alta roca “Donde hay huella de obra anterior consistente en un asiento ancho que en parte ha sido ocultado por el estribo del puente actual”, concluyendo que “Presumiblemente debe ser el lugar donde estuvo el puente histórico” (Naval Mas, Antonio. Construcciones para la historia del Somontano en el Alto Aragón).

Por medio del SIPCA sabemos que seguía existiendo en el siglo XVIII. Aunque actualmente está destruido.

Puente del Rey II o de Tablas del Rey

Con el deterioro del puente del Rey I, en el siglo XVIII se construye un nuevo puente, denominado como puente del Rey II (SIPCA). Construido aguas arriba del Alcanadre, en relación con el antiguo puente del Rey I y a unos 100 metros del actual. Este salvaba una distancia de 30 metros y respondía a un puente que “Tenía el tablero de madera apoyado en obra de cantería y en las propias rocas de la orilla. En ambas orillas hay restos constructivos correspondientes a los estribos, que aprovecharon los afloramientos rocosos tal como muestran los restos de entalles, oquedades y huellas de asiento Sobre esta base se detecta todavía obra de sillería con sillares bien tallados aunque toscos en acabado, unidos con mortero y asentados con ripios. En los laterales existen dos embocaduras de obra que parecen corresponder a acequias. La del lado izquierdo quizá podía servir al molino situado 50 m aguas abajo” (SIPCA).

Puente presa Alcanadre Huerto-Peralta. A. Naval Mas.

Antonio Naval Mas lo denomina Puente de Tablas del Rey y lo considera procedente de una desaparecida presa y que, con el deterioro del anterior puente, se utilizó como puente mientras se construía uno nuevo en el emplazamiento anterior.

El puente actual sobre el Alcanadre, en su ubicación, para Antonio Naval Mas es “Sustitución, quizá de principios de siglo XX de la obra que hubo con antelación”.

Puente del Rey sobre el Alcanadre hacia 1927. Luesma Ballestín, Martín.

Presa del Puente del Rey o Azud del puente de Tablas

Adosada, al puente del Rey II, se encontraba la denominada Presa del Puente del Rey II o Azud del puente de Tablas, según Antonio Naval Mas. La presa, se establece a partir del siglo XVII (SIPCA) y la relación entre ambos restos, tal y como establece Antonio Naval Mas, “La dan los agujeros que están en la franja delimitada por ambos muros, y que son la huella de los pies derechos que en ellos fueron hincados”.

El azud o presa alimentaba el molino y quizá algunos riegos cercanos: “Los restos pertenecen a un azud que debió estar adosado al puente del Rey I. Los únicos indicios son algunos restos de muros y diferentes entalles en la roca. Quizá esta presa pudo servir al molino que se halla 50 m aguas abajo. Desde aquí en ambos laterales del puente se abren dos conducciones de agua; la de la izquierda pudo ser utilizada por el molino” (SIPCA). SIPCA debe de referirse al puente del Rey II.

Técnicamente, la presa para Antonio Naval Mas, según lo conservado de la desaparecida presa y puente de madera “Es obra de sillares bien escuadrados aunque con tosco terminado y sin desbastar en la parte interior, la parte encajada en los conglomerados. Están montados con mortero de baja mezcla que les rebosa y asentados con pequeños ripios. Cajean un conglomerado de cantos rodados echado a tongadas”.

El Molino

El molino altomedieval se encontraba 50 metros arriba del actual puente sobre el Alcanadre, a su orilla izquierda. De sus restos sólo se aprecian las huellas en la roca en el borde del bancal del asiento de la edificación, para lo cual se talló la piedra (SIPCA): “También se aprecia excavada en la roca una galería que conducía el agua a los cárcavos. Esta galería posiblemente proceda de la antigua presa junto al Puente del Rey II, donde nace una conducción ya citada ya que no hay indicios de ninguna otra presa a no ser que fuera de estacas. Hay otra acequia excavada en el bancal rocoso en la otra orilla del río. En 1904 tenía dos muelas y debió de estar en uso hasta 1909. Este molino según las fuentes históricas medievales tenía azud, y acequia”.

En relación al molino, Antonio Naval Mas (Las acequias de Sariñena), cita como en el siglo XIII se dio licencia para construir un molino en la acequia Valdera. Este aspecto también aparece recogido por SIPCA “El molino pertenecía al monasterio de Casbas a quien fue donado entre 1285 y 1291 por parte de sus propietarios un matrimonio zaragozano (Juan y Francia) y otros tres copropietarios: “… en Flumen de Alcanadre, que yes sobre puen de Balleries… con zequia con zuc et todos dreitos que nos allí avemos» a unos 50 m aguas arriba del puente actual sobre el Alcanadre en la carretera de Peralta a Ballerías, entre este puente y los restos del llamado Puente del Rey II.” Su construcción va desde la Edad Media-S. XI hasta la Edad Media-S. XIII (SIPCA). A esto, Antonio Naval Mas añade: “La otra mitad del molino era de otros tres propietarios que en 1291 acabaron cediendo todos los derechos al monasterio”.

El molino, concreta Naval, estaría situado en la orilla izquierda “Allí donde queda huella de una construcción que fue asentada en el borde de un bancal después de picar la dura piedra para acomodar en los bajos el cárcavo, y, sobre él, las muelas. Conectadas con este hay excavada en la roca una galería paralela al río por la que llegaba el agua a los rodeznos, o palas de accionamiento de las ruedas de molino. Esa galería se pierde bajo la roca en dirección norte habiendo a su vez desaparecido la embocadura que estaría mas arriba. Es la acequia a la que alude en el documento conectada con el azud también en el mencionado”.

Además, Antonio Naval realiza la siguiente descripción del Molino y azud del puente de Tablas:  

Este probablemente estaría allí donde quedan restos de construcción situados sobre las rocas de cada una de las orillas. Contiguas a cada una de estas estructuras por la parte de afuera, la opuesta al cauce del río y formando parte de ellas, hay unas pequeñas galerías abovedadas, de las cuales la de la orilla derecha está interrumpida por una ranura de unos diez centímetros de ancho adecuada para una tajadera. Los muros con ella conectados forman una embocadura. En la franja comprendida entre los dos muros contrapuestos situados en cada orilla hay agujeros y muescas que fueron de asiento de pies derechos y maderos echados, y, a su vez, están abiertos en una zona que tiene el roce o huella de apoyo de algo así como un ancho muro. Son muros relacionados por la situación, orientación, y nivel, pero de diferente procedencia.

Puestos en relación estos restos de la orilla izquierda con los de la opuesta se concluye que tuvieron la función de azud además de la de puente. Este fue de acomodo posterior para lo cual se sirvió de parte de las estructuras existentes, como eran las de la orilla derecha que hubo que completar con la de la orilla izquierda, y, a su vez, salvar las acequias mediante galerías de un ancho de unos 4 metros de longitud.

El estribo de la orilla derecha es una toma de agua situada a no menos de 5 metros sobre el cauce del río que la encauzaba a una pequeña galería de 1,40 de luz. Presumiblemente desaguaba en la acequia excavada en la roca situada al lado, a nivel más bajo.

Junto al estribo de la orilla izquierda hay otra pequeña galería medio oculta por los áridos de la gravera que la rodea. Es probable que estuviera conectada con el molino.

Esta obra de ambas orillas es de sillares bien escuadrados aunque con tosco terminado y sin desbastar al interior. Están asentados con pequeños guijarros y montados con mortero de baja mezcla que les rebosa. Encajan un conglomerado de cantos rodados dispuestos en tongadas. No es montaje cuidado el de las bóvedas de las pequeñas galerías.

Tienen algo de contradictorias alguna de estas constataciones, como es la embocadura a bastante altura de la orilla derecha y el muro de obra terminada en la orilla izquierda. A falta de un estudio más minucioso se puede conjeturar, como ya ha quedado dicho, que son obra reutilizada con diferentes funciones. Estas serían en primer lugar la de haber sido azud al servicio del molino situado en la orilla izquierda del que hay noticias desde finales del siglo XIII. A este punto sería trasladado el azud de Sariñena, la presa de Valdera, cuando hizo ruina, cosa que ya debía de haber sucedido a principios del siglo XVIII. Entonces el antiguo azud del molino de Casbas, si no estaba abandonado, compartió servicio con la presa de la acequia de Sariñena. Probablemente con posterioridad a quedar arruinado, lo que sería hacia 1747, el lugar y lo que quedaba de obra fue reutilizado como paso provisional hasta la reparación o construcción de un nuevo puente en el emplazamiento que ha estado siempre. Esto pudo ser en época relativamente reciente como seria el pasado siglo.

A mediados del siglo XVIII, al arruinarse también el azud de los Molinos, es cuando se decidió hacer uno más consistente que redujera ambos a uno. La propuesta de Burria suponía emplazarlo a unos 20 metros del puente, aproximadamente a la altura del desaparecido molino, pero los maestros informadores de Zaragoza desecharon esta ubicación por la dificultad de la construcción, pues el río está muy encajonado, y por el riesgo que correría el puente en caso de una desmesurada avenida.

Presa Alcanadre

El SIPCA recoge la existencia de la denominada Presa Alcanadre. La ubica en la margen izquierda del río Alcanadre, a unos 1,5Km. aguas abajo del puente del Rey y la cataloga como romana: “Se halla al suroeste de la población sobre el río Alcanadre, cerca de 1km de la confluencia con el río Guatizalema donde se halla otra presa. Se trata de los restos de una presa que mantiene en pie los apoyos laterales y se halla destruida quedando en el cauce un pequeño bloque. Está construida con obra de sillería. Presa destruida que ha sido catalogada como romana.”

Presa de Valdera

La presa Valdera, datada del siglo XVI dio origen a la denominada acequia de Sariñena o acequia Valdera. Se encontraba en la misma intersección del Guatizalema con el Alcanadre, cerca de la ermita de Puigmelero, donde se construyó la conocida como presa de Valdera, una presa de gran envergadura en relación a su época cuyas aguas derivaban para el riego. “Actualmente, dice Naval, es un enorme cúmulo de ruinas indicio de la magnitud que le caracterizó y testimonio, al mismo tiempo, de la lucha de los habitantes de Sariñena por el aprovechamiento del río Alcanadre.

SIPCA no establece su datación, haciendo amplia su posibilidad “Ha sido datada en diversas publicaciones en épocas tan diferentes como la romana o el siglo XVII.” Por otra parte, la Guía Arqueológica de la provincia de Huesca indica que “En la confluencia de los ríos Guatizalema y Alcanadre existen restos de estructuras romanas de regadío”. Sin embargo, de acuerdo a diferentes estudios, paraJuan Carlos Castillo Barranco y Miguel Arenillas Parra, la conclusión es que la presa de Valdera no parece de origen romano (Presas Río Alcanadre, entre ellas la Presa de Valdera. Las presas romanas en España. Propuesta de inventario. Juan Carlos Castillo Barranco y Miguel Arenillas Parra).

Para Félix A. Rivas la fecha de su construcción es clara: “Esta presa, datada con toda probabilidad en el siglo XVI”. Una presa que describe: “Es una de las de mayor envergadura (unos 170 m de longitud y unos 10 m de altura) entre las antiguas del Alto Aragón, aunque se encuentra totalmente arruinada. Su construcción facilitó el nacimiento de la acequia de Sariñena que discurre al oeste del río durante unos 23 km de longitud y a través de algunos tramos de galerías o túneles llamados minas”. (Tradición agrícola en la Comarca de Los Monegros Félix A. Rivas).

Lo cierto resulta que del Azud de Valdera hay constancia documental en 1587, como un azud de piedra en los ríos Alcanadre y Guatizalema, producida en una proposición de firma contra los señores de “Vallarias”: “Que en los ríos Batizalema, y Alcanadre, de tiempo inmemorial, havia un Azud de piedra, vulgarmente llamado el Azud de Valdera, en el qual toma principio una Cequia, que esta abierta en los términos de Vallarias, y passa, y discurre por aquellos, hasta dar en los términos de Sariñena, para regarlos, y en particular una Partida llamada de Valdera, vc. Mediante el qual, dicho azud, por dicha azequia se lleva y discurre agua de dichos ríos para regar los dichos términos de Sariñena y señalamente la dicha Partida de Valdera”. (Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento. Año 1734).

La presa Valdera SIPCA   La presa se encuentra en la confluencia de los ríos Guatizalema y Alcanadre.

Actualmente es un cúmulo de ruinas de grandes dimensiones. Era la más grande de las antiguas presas del Somontano y, probablemente, de todo el Altoaragón. Hacía posible el aprovechamiento de las aguas del Alcanadre para el riego agrícola. No fue solamente azud para elevar el nivel del agua, sino también represa que la retenía y acumulaba, aspecto pendiente de confirmar y que requeriría el estudio de aliviaderos y desagües que pueden existir en el tramo de la orilla izquierda. Tenía planta en V. Su longitud era de unos 170 m, con un grosor irregular que, en ocasiones, superaba los 8 m. Su altura era de unos 10 m. La fábrica es de piedra sillar bien escuadrada. La obra del tramo de la izquierda difiere del tramo arruinado. También hay diferencias entre los aparejos. Los sillares poseen dimensiones entre 65 y 90 cm y alturas en torno a los 45-60 cm en el reverso del muro. Los morteros son muy consistentes. La pantalla estaba reforzada por dos contrafuertes que sobresalían 2 m en altura sobre el coronamiento, siendo escalonados en sus últimas hiladas. Había a su vez dos aliviaderos a mediana altura que no podían ser controlados. Los materiales son losas de 30 a 40 cm de altura por 70 a 80 cm de frente por 1,2 m de profundidad. Fueron superpuestas en hiladas formando un talud de gradones en la cima de los contrafuertes, con el plano inclinado en paños de resbalamiento. El interior estaba formado por u conglomerado de mampuesto muy grueso compactado con un mortero muy rico en cal.
Desconocemos la cronología de la presa, que sin duda tiene una considerable antigüedad y ha sido datada en diversas publicaciones en épocas tan diferentes como la romana o el siglo XVII.  

Sin duda, resulta interesante el relato integro de Antonio Naval Mas:

La de Valdera, antes de construir las que le sustituyeron, fue la primera que hacía posible el aprovechamiento del agua del Alcanadre para riego. Es una de las pocas que parece ser no fue solamente azud para elevar el nivel de la toma sino represa que retenía y acumulaba el agua, a juzgar por la solución dada al tramo de la orilla izquierda. Esta suposición quedará confirmada cuando se pueda comprobar el tipo de aliviaderos y desagües que puede haber por esa parte. En este caso, junto con la de Azlor, son los dos embalses propiamente dichos precedentes del de Arguis.

 A pesar de su volumen también sucumbió, probablemente porque no fue bien calculada su estructura en relación con el empuje de la gran cantidad de agua que retenía. Esto fue en los primeros años del siglo XVIII. Construcción de enorme interés, resulta difícil la recomposición de su aspecto original por sus dimensiones, el estado de los restos y la creciente vegetación.

Esta construcción es la mayor de todas por su longitud, de unos 170 metros, por la altura de 10 metros, y por un grosor, irregular, que sobrepasaba los 8 metros. Los ruinosos bloques compactos con diferentes materiales, aún habiendo perdido su estabilidad, dan imagen de la volumetría.

En el último momento de su uso el cauce del río estaba interrumpido mediante una barrera formada por dos sectores (A y C) articulados en un contrafuerte (B) situado en la orilla izquierda donde venía a estar el centro de toda la barrera. El tramo de la derecha (C), el que cortaba el cauce, era de muy destacada volumetría. El de la izquierda (A), más sencillo, se conserva íntegro. Este está protegido en ambos lados por tierra firme que presumiblemente es la acumulada en el arrastre y fue transformada en campos de cultivo cuando, al romperse la presa, el cauce se acomodó en el lado de la ruptura, el lecho natural del río, que es por donde va.

Este tramo de la orilla izquierda (A), al formar ángulo con el contrafuerte en que se apoya, viene a delimitar una bolsa que da fundamento para pensar que la construcción de todo el parapeto fue no solo para elevar el agua sino también para retenerla como contenedor. Ofrece algunas diferencias de fábrica con respecto al tramo arruinado del cauce, tanto en el aparejo como en su monta-je. Sus dos frentes no son paralelos y el del exterior está suave-mente escalonado hacia la parte del contrafuerte (Ab), mientras que es a plomada en el resto y en frente opuesto (Aa-Ac), donde hace quiebros de poca profundidad que pueden estar marcando enronados aliviaderos o desagües.

También hay diferencias en los aparejos. Los sillares tienen dimensiones entre 65 y 90 centímetros, y alturas en torno a los 45 en Aa, y en el reverso del muro donde las profundidades de los silla-res es de 60 centímetros. Los morteros son muy consistentes quedando inexplicablemente vistos por el frente más corto, el del septentrión del pódium donde está la caseta (Bb)

En la cara del cauce del río (Bc y Ba) del contrafuerte es distinto el material de revestimiento al estar mucho menos erosionado (30-50 x 65-80 centímetros). A su vez, en el ángulo allí formado (Bd) oculta obra que queda interrumpida en la base. Este contrafuerte es obra anterior reutilizada que fue revestida al rehacer la presa.

En relación con esta observación hay que poner otro dato: en la orilla derecha, a unos treinta metros de las botanas de entrada, soportando el muro de la acequia hay un contrafuerte, a manera de torre (E), para el que no es fácil encontrar explicación. Por la parte del río tiene todo el frente desmoronado. No enfila exacta-mente con el parapeto antes comentado (A y Bd), pero parece que hacia él se dirigía. Los materiales usados son de dimensiones similares, (39-59 x 70-92 centímetros), sin embargo, el conglomerado que lo rellenaba, aun siendo mortero de cal, no parece de tanta calidad ni tan calcificado. No debe descartarse la posibilidad de un primer trazado de la presa, posteriormente rectificado. Ante él, en el cauce del río, en la hipotética línea de conexión entre ambos puntos (E-A), hay conglomerados muy deformes que pueden ser restos de esta desaparecida barrera. En este caso era una barrera de trazado más oblicuo con res-pecto al eje del rio y uniría este punto de la orilla derecha con el contrafuerte de la caseta y el muro que se prolonga hasta la orilla izquierda.

Ruina presa Valdera.

En este supuesto ya sería reutilizada obra anterior existente en el extremo de la orilla izquierda (Aa). Si en un intento subsiguiente fue rehecha la presa hundida en el XVIII, reutilizando la parte conservada de una obra anterior, la nueva barrera (C) de 10 metros de alta, no tenía ambas caras paralelas, pues la interior quebraba en ángulo para asi poder afrontar mejor las embestidas de cada uno de los dos ríos que se unían ante ella, e impedir que ambas corrientes, sobre todo en las crecidas, concentraran sus empujes en el centro de la barrera. A pesar de ello la construcción sucumbió a los empujes del agua porque estaba directamente asentada en el lecho del rio, en el que la caída del agua del salto horadaría la base.

Aguas abajo, la pantalla estaba reforzada por dos contrafuertes que sobresalían también 2 metros sobre el coronamiento siendo escalonados en las últimas hiladas. Esta solución fue común a otras presas de estas tierras. En esta pantalla había dos aliviaderos a mediana altura, que, al igual que en todos los otros azudes no eran susceptibles de ser controlados, con lo que cuesta imaginarse cómo se lograba la altura del agua para alcanzar la boca de la acequia en los años de sequía.

Los materiales son losas de 30-40 centímetros de altura por 70-80 en el frente, por 1,20 metros de profundidad. No son por lo tanto tan alargadas como en otros azudes. Fueron superpuestas en hiladas formado un talud de gradones en el cima de los contrafuertes y de plano inclinado en paños de resbale. A su vez, sirvieron de paramento para mantener un conglomerado de mampuesto muy grueso compactado con un mortero muy rico en cal, lo que dio al conjunto una extraordinaria consistencia con la que, a pesar de ello, pudo la acción devastadora del río.

Este parapeto encauzaba el agua a la orilla derecha donde se conservan los sumideros (Da, Da). Estos son dos grandes embocaduras de unas galerías de 4 metros de profundidad cubiertas con arcos de medio punto perfectamente cortados y en su día montados con toda precisión. Un tajamar encauzaba el agua a cada uno de ellos. El aparejo en esta parte es de 27-34 x 56-90 centímetros y extrañamente parece recubierto de una capa de protección de cal y arena. El dato relevante es que en sitio visible y con la intención de ser vista hay una marca de cantero en forma de V de grandes dimensiones.

Del mismo punto partía la acequia (Db) que más adelante iba cubierta bajo la mina denominada de los cajicos». Dada la alta situación de la embocadura la acequia quedaba considerablemente elevada con respecto al río, lo que obligó a construir un muro de contención (Dc) desde este punto hasta donde está el machón antes mencionado en el que se apoya sin trabazón alguna por lo que queda encofrado, evidenciado ser obra posterior la de aquel muro. De este muro de contención de la acequia se desprendió todo el revestimiento exterior que sería obra de buen sillar, quedando al descubierto lo que fue relleno interior.

Naval establece que la estructura del edificio en ruinas que hubo sobre la acequia hubo fue un molino en relación a la noticia documental de la concesión de un permiso para construir un molino sobre la acequia de Valdera en 1260 (16): “Posiblemente este molino de Valdera fue posteriormente trasladado a la orilla opuesta cuando por hundimiento de la presa ésta tuvo que ser construida aguas arriba. El molino cambiado de orilla en el siglo XVIII siguió moviéndose con agua de la misma presa, y sería el que últimamente se identificaba como de Beret, que, a su vez, debió ser el que se identificaba como molino de Peralta”.

La represa o gran azud debió quedar irrecuperable en la primera década del siglo XVIII. Así se deduce de uno de los informes redactados para la construcción de una nueva presa para la villa. Tal deducción queda corroborada por otra información dada por Blecua quien afirma que entre 1720 y 1725 se hizo una famosa mina. Entonces debió represarse el agua a la altura del puente de Tablas del Rey, pues, como antes expuse, conserva una toma de agua por su orilla derecha que conectaba con un tramo de acequia excavada toda ella en la roca. Habiendo fallado también, fue trasladada, tal como antes quedo relatado, al punto descrito como lugar de la Presa de Estacas de Sariñena, para, a su vez, ser de nuevo trasladada a donde hoy está.

A mediados del siglo XVIII, cuando la villa intentó solucionar el problema de los riegos, una de las propuestas, la redactada por el maestro de obras Burria, fue construir una presa unos veinte metros más arriba del actual puente. Seria de las llamadas de bóveda o, según el proyecto, de arco escarzano, con fábrica de cantería, pero los maestros informadores de Zaragoza desaconsejaron la solución y el emplazamiento recomendando otro más arriba. Por problemas de financiación la propuesta no llegó a realizarse y en su lugar debió construirse una solución mas elemental a base de estacas que tras las sucesivas obras de mantenimiento permaneció hasta que fue trasladada hasta donde hoy está.

Estas sucesivas rectificaciones constituyen el historial de la Presa de Sariñena que ha mantenido una destacada área de riego en torno a la villa. Estos riegos parece que ya eran activos en tiempos de los árabes. Así se podría deducir del otorgamiento dado por Alfonso II, en 1170, a los de Sariñena, a los que les permitió abrir acequias para regar aquellas tierras que nunca hubieran sido regadas con antelación, lo que permite pensar que los repobladores pudieron en parte usar la infraestructura de riegos recibida en herencia de sus antepasados entre los que probablemente estarían los árabes (17).

Se puede pensar que a partir de entonces, y antes de que fuera otorgado en 1260 el permiso antes mencionado para construir un molino sobre la acequia de Valdera, debió rehacerse ésta monumental presa. Las posibilidades de que a su vez reaprovechara construcción anterior son muchas, sin excluir que ésta pueda remontarse a época romana. En este caso, como queda expuesto, no sería de ese momento el cuerpo central de la presa que coincide en factura con otras obras también datables en la Edad Media, pero puede estar relacionada con aquella cultura el muro de la orilla izquierda en el paño del interior del mismo (Ac) y en el sector más oriental del paramento opuesto, el de aguas abajo (Aa). Este tramo sería reutilizado en la primera Edad Media, si no había sido ya en época árabe formando parte del machón de la orilla derecha.

La ermita de Puymelero/Puigmelero

La ermita de Puymelero/Puigmelero, también llamada ermita de Valdera, de acuerdo con Roque Alberto Faci en 1739, está ligada al agua y al Alcanadre. Se encuentra en una ladera del margen derecho del Alcanadre, podo después de la confluencia del Guatizalema con este.

Ermita de Puimelero.

Lugar de peregrinaje, lugar de encuentro de los lugares de Huerto, Peralta de Alcofea y la Venta de Ballerías. Julio Alvira, en Puymelero, Valdera y Peralta de Alcofea, con relación a Alberto Faci comenta “Este autor explicaba que se le rezaba para pedir agua y que varios de sus milagros se relaciona ban con peripecias sufridas por los beneficiados en ese río o en la acequia de Valdera”.

Presa de Puimelero

En su entorno, kilometro abajo de la denominada presa Valdera, existió la presa de Puimelero, obra de cuidada fábrica, una construcción probablemente de la Edad Media y, como dice Antonio Naval Mas, puesta en relación con la del Soto del Capitán y la de Valdera hace pensar en el siglo XIII-XIV.

Los escasos restos muestran el parapeto girado, con una angulación de 45 grados, hacía la izquierda, donde, según el estudio de Naval, debía salir la desaparecida acequia cuyo uso se desconoce. Naval presupone un molino aguas debajo de la presa de Puimelero “El molino en este caso estaría en término de Lastanosa, puede ser que, en la partida de Gallipuente, a su vez atravesada por un camino que cruza el río en dirección de Huerto”.

Siguiendo la línea de la existencia de un molino en Lastanosa, Laura Alins Rami, en su libro «Lastanosa, un pueblo, unos hombres, una historia», recoge el llamado «Camino del Molino» por la partida del «Montico», al norte de la población con una clara dirección al noroeste que se presupone dirigirse hacia el Alcanadre.

Alims Rami, Alicia. Lastanosa, un pueblo, unos hombres, una historia

Julio Alvira “Puymelero, Valdera y Peralta de Alcofea” se refiere a “Maestros del Agua”, donde Severino Pallaruelo y Carlos Blázquez indican que esta presa “Se construyó concienzudamente” y que su destrucción “Se debió posiblemente al fallo de la cimentación a causa del movimiento de un estrato de arenisca sobre la que se asentaba”.

Pero, como no podía ser de otra manera, Antonio Naval Mas aporta una detallada descripción del azud de Puimelero:

“El azud era barrera de unos 50 metros de fábrica, más un tramo en la izquierda donde tendría unos 20 metros que podía ser de tierra pero que ha desaparecido. En esta ocasión la pantalla no tenía contrafuertes. Lo que queda está suavemente escalonado al exterior y a ploma-da en el interior, en tres cuerpos superpuestos ligeramente retranqueados con alturas de 4 palmos y medio, 6 y 20 respectiva-mente. La altura de las hiladas oscila entre un palmo y medio (30 centímetros) y dos palmos (40 centímetros). Los largos, entre los 75 centímetros y un metro. Los sillares, de unos 37 centímetros de alto, están asentados con guijarros. Al exterior, aguas abajo, están coloca-dos a tizón. Ambos paramentos encofran un conglomerado muy compacto que en esta ocasión ocupa un espacio reducido dada la amplitud con que están usados los sillares. Quebró por el desagüe de base, de sección cuadrada. Tal como antes quedó apuntado un sillar de 70 centímetros, cortando en secante la arista del borde interior de la pantalla en el extremo izquierdo, es la huella de la desaparecida acequia.

El coronamiento es mediante losas yuxtapuestas por sus lados menores, de largo irregular de aproximadamente 1,70-1,80 x 0,70-0,80 con una anchura bastante constante de 3,20 metros. Estas losas están curiosamente engatilladas por sus lados largos median-te cantos rodados incrustados en las hendiduras hechas al respecto como si se tratara para grapas metálicas. Las losas de coronamiento están muy erosionadas por la prolongada acción del agua que las fue mordiendo de una forma similar a otros azudes, pero, a la vez, curiosa. El período que debió estar en uso, consecuentemente, tuvo que ser muy largo. Si largo fue el período en que el agua vertió por coronamiento, mucho más largo ha debido ser el que pasó desde que quedó inútil tras quebrarse, a juzgar por la enorme cavidad y suave erosión con que el agua ha marcado el morro del fragmento que sobrevivió en la orilla derecha.

Del arruino de los azudes de las acequias Valdera y Molino

El 26 de marzo de 1747 una riada arruina completamente los azudes que abastecen las acequias de Valdera y del Molino. Todo viene recogido en un completo documento del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza por el cual “Los Alcaldes de la villa de Sariñena informan de la ruina del azud de la misma y de la posibilidad de su reparación con el producto de las yerbas” (Productor Real Audiencia de Aragón. Fecha 1747. Signatura ES/AHPZ – J/001300/0036).

Productor Real Audiencia de Aragón. Fecha 1747. Signatura ES/AHPZ – J/001300/0036.

Efectivamente los alcaldes de la villa de Sariñena hacen presente a Huesca que se halla arruinado el Azud “Y que los regidores no quieren dedicarse a ese remedio que se lograría aplicando 227 Libras Jaquesas que ay en … producidas de las yerbas del término de Valderas”. Y no solo el azud de Valdera y su importancia para el riego de los vecinos de Sariñena y Peralta, sino también del “Segundo azud de los Molinos” justamente cuando estaba proyectado un nuevo azud para la acequia Valdera. El documento nombra los molinos de aceite y harina que movía la acequia.

La relación de los hechos queda patente en una carta de Manuel de Ciria, alcalde de Sariñena, y Antonio Bornau prosindico, del arruine de los azudes justo cuando se estaba proyectando un nuevo azud para la acequia Valdera: “En el día 26 al mes de marzo mas cerca pasado se arruinó del todo una Zud de esta villa que daba agua para regar una dilatada huerta y beneficiaba con ella los Molinos de Azeite y de Arina del que a su Masd. Anualmente se le paga seis cahices y medio de trigo y otros tantos de ordio y esto a sucedido en ocasión que se tenía proyectada otra obra del Azud en el término de Valderas para regar otra huerta mas dilatada plantada de olibos y viñas para lo que an benido a esta villa tres maestros de obras avisaron dichas fabricas diseñandolas y declarado su precido coste y siendo este perjuicio de tanta cantidad en que comprende generalmente a todos los estados de esta villa.”

La carta habla de los dineros que se han de destinar para la construcción del azud, de las “Yerbas” del término de Valdera y de las 750 Libras Jaquesas “Que estaban destinadas para reparos de la Azud de los Molinos en el año de 1740 y 45”. Las autoridades, recogidas en los distintos documentos, responden a Antonio Miranda y Cerdan y Manuel de Ciria como alcaldes de la Villa de Sariñena, a Antonio Bornau, sindico Prior de la Villa, y a los regidores Antonio Ballarín Antonio Roche y Pedro el Berde.

El azud de madera sobre el Alcanadre es proyectado por Atanasio Aznar, del que aparece incluso un presupuesto de coste “Coste del Azud de madera proyectado por el P. J. Atanasio Aznar lo que se devera hazer para el río Alcanadre para el riego de la huerta vaja de la villa de Sariñena y curso de sus Molinos y para ella con menester los materiales siguientes:

  • Primeramente. 700 estacas. Las 200 de diez palmos de largo cada una, otras 200 de a 15 y los 300 restantes de a 20 y uno de grueso. La … su valor regulado en 140 LJ.
  • Ítem. 100 filas si pudiesen ser de 30 a 32 palmos de largo y media bara en quadro de grueso de la punta delgada. 320 LJ.
  • Ítem. Ocho maderos de 48 palmos de largo en palmo y medio de grosor 040 LJ.
  • Ítem. 220 clavos tercios de largo cada uno 020 LJ.
  • Ítem. 600 carretadas de piedras en bruto. 060 LJ.
  • Ítem. 150 carretadas piedra devastada. 080 LJ.
  • Ítem. 100 cahices de cal. 010LJ.
  • Ítem. Puntales de hierro para las filas y estacas. 200 LJ.
  • Ítem. A los jornales al cantero y otros oficiales/oficios. 139 LJ.
  • Ítem. A los oficiales de cantería y sus jornales. 050 LJ:
  • Ítem. A los peones Ples. Sus jornales. 050 LJ.
  • Ítem. Conducir la … 050 LJ.
  • Ítem. Serrar la madera.  050 LJ.
  • Ítem. Al carretero 041 LJ.
  • Ítem. Al carretero otro off para anfesar las filas 1200 LJ.
  • y componer las estacas para empalmar, ajustar y clavar los ciento treinta y siete jornales 64 LJ.
  • Suma mil doscientas ochenta y quatro libras 1284 L.

Luego se sucede la explicación de la planta del azud “Que se intenta construir en el río Alcanadre para coger el agua para la billa de Sariñena y lugar de Peralta de Alcofea”.

Un segundo azud sobre el Alcanadre es proyectado por Joseph Burria. Este es diseñado de bóveda y sección trapezoidal: “El parapeto estaría asentado sobre cimientos y en coronamiento habría losas de aproximadamente 1,60 metros de largo que viene a ser los ocho palmos previstos en la propuesta” (Naval Mas, Antonio).  

“El proyecto implicaba unificar los dos azudes en el nuevo de Valdera ensanchando la acequia, pero los maestros supervisores Francisco Belasco y Manuel Sanclemente, alarifes maestros de obras y vecinos de Zaragoza, razonaron que en aquel que siempre había estado en servicio se sangraba el río por ambas orillas, sien-do la acequia de la izquierda para el molino de Peralta, que después del molino volvía al río, por lo que propusieron aprovechar este caudal construyendo dos azudes uno de piedra según el proyecto de Burria y otro de madera según el proyecto de Aznar. Para ambos rectificaron el emplazamiento así como las características constructivas sobre todo en lo relativo a la caída de las aguas de acuerdo con su experiencia y la referencia a otros azudes.”

Naval Mas, Antonio.

También se realiza la proyección del azud sobre el Guatizalema, para permitir a la acequia atravesar el Guatizalema. El encargado es el mismo Joseph Burria, redactando los actos y condiciones con los cuales se deberá construir y fabricar un azud sobre el río Guatizalema “alaparte de abajo del puente que dicen de el Rei y a de serbir la dicha azud para coger el agua de el dicho río y la del río Alcanadre que sea de traer por una mina que se alla construida que cruza el monte de un río al otro y con esta agua se a de regar el término o huertas de la Billa de Sariñena”.  Igualmente, quedan reflejados los pactos y condiciones del azud: “Pactos y condiciones con las quales se devera construir y fabricar un azud sobre el río Guatizalema a la parte de abajo del puente que dicen del Rey y ha de servir la dicha Azud para coger el agua del otro río y la del río Alcanadre que se ha de traer por una mina, que se halla construida que cruza el monte de un río al otro y con esta agua se ha de regar el término o huertas de la villa de Sariñena”.

El azud proyectado de obra, de los llamados de bóveda, pero, debido al elevado coste, nunca se llega a construir “Los gastos previstos fueron elevados, pues fueron calculados entre cinco mil y seis mil libras jaquesas que los regidores de Sariñena no pudieron conseguir” (Naval Mas, Antonio). 

Los proyectos contemplaban el ensanche de la acequia Valdera, con la idea de conectarla con la acequia del Molino, hacer seis puentes, para como bien dice Antonio Naval Mas “Para que sobre ellos pasaran las barrancadas”, un acueducto “Puente las Cabras” y dos “minas” . Para ello se elabora el coste de ensanchar y profundizar “la acequia de Baldera para que pueda llevar el agua bastante para Moler y Regar las huertas de la Billa de Sariñena”

Item se han de construir y edificar de pie onze gallipuentes con sus pretiles a los lados para las aguas de los barrancos y montañas por donde transita dicha azequia los que han de ser de piedra devastada y mamposteria, los que se han de hacer en los parajes siguientes desde la mineta a la zud caída de Valdera, dos, entre las dos Insolas alta y baja, uno; a la vuelta de la herradura, otro; a las Insolas bajas junto a unas tierras de Juan de Arcila, dos; Al paso de Salaber y abrevadero de las Insolas bajas, otro: A la partida llamada Cantalobos otro; al paso de la Orteta, otro; Al cabo alto de la Val marinera, otro; y al Congusto, otro. Todos de buena piedra y construidos con bóveda de arco.

En este sentido Antonio Naval Mas especifica como los maestros supervisores del proyecto precisaron las características de la nueva acequia: “En el tramo de acequia entre el azud del Guatizalema y la mineta se recomienda reforzar el muro contrafuerte. Más adelante se recomienda hacer una mina en la rompida de Valdominos, de unos ciento veinte metros, y desmontar un cabezo llamado las minetas, antes del puente de las cabras. Naval Otra mina debía abrirse en el cabezo llamado agujeros de Forniés que estaba al final de las partidas conocidas como las -Insolas bajas, de unos 160 metros. Al mismo tiempo deberían construirse once gallipuentes”.

El documento destaca por el nivel técnico, especificando, entre muchos aspectos, los pagos con gran precisión y detalle:

Coste de ensanchar y profundizar la azequia Baldera para que pueda llevar el agua bastante para moler y reparar las huertas de la villa de Sariñena. Es como sigue:

Primeramente se han de ensanchar igualmente quatro palmos toda ella, hasta llegar al paraje donde se ha de desagar, para encaminarla a la acequia del molino y también se ha de aondar desde el mesmo Azud toda ella, otros quatro palmos, tiene de longitud desde el azud hasta el paraje donde se ha de tomar el agua para el Molino seis mil y seiscientas varas, que en cada vara de longitud, se han de sacar tres varas y media cúbicos de tierra y en muchos parajes, peña de arena, que aprecio de un sueldo y quatro dineros por vara cubica que es lo que menos se puede hacer. Importa 1443 LJ.

Mas se han de hacer en distintos parajes seis puentes sobre la Azequia con sus bobedas de piedra y sus barandillas para pasar las aguas de el monte, que no hagan daño a la zequia, que a 30 L. cada puente importan 180 LJ.

Mas se han de derrivar unos cavezos que están amenazando ruina y no se puede trabajar en la azequia si no es con mucho riesgo y para derrivarlos y dejarlos con seguridad y fuerza de todo riesgo son menester 300 LJ.

Mas se han de abrir en dos diferentes puestos dos pedazos de minas para librar la azequia de los derrumbaderos que caen al río, que costaran los dos pedazos 250 LJ. 

Mas se ha de desanchar un puente que oy le llaman el puente de las Cabras, que es por donde oy pasa la azequia, costara este reparo 100 LJ.

Para conducir las aguas a la huerta de dicha villa, hera preciso fabricar dos azudes, la una en el río Alcanadre y la otra en el de Guatizalema, profundizar y ensanchar una azequia llamada de Baldera, haciendo en ella y en diferentes parajes y barrancos por donde discurre muchas fábricas y canales de piedra y cal para el transito de dichas aguas y que para dicha construcción, según las declaraciones de peritos que concurrieron a ver los parajes llamados los puentes de el Rey, y echo diseño de dichas fábricas, que tendrían se gasto cinco o seis escudos y que para su pago se había acordado por los de dicho ayuntamiento y conservadores hacerlo repartiendo, entre los herederos de toda la huerta una fanega de trigo por cada caizada de tierra, en cada un año de los que durase la fabrica, e igualmente de los propios de dicha villa en cada un año de los dichos años, sacarse la cantidad, de trescientas quarenta y seis libras, al mismo efecto.  

Productor Real Audiencia de Aragón. Fecha 1747. Signatura ES/AHPZ – J/001300/0036.

Antonio Naval Mas, quien conoció al antiguo regador, Manuel Foj, recoge su testimonio que recuerda haber oído a su padre y abuelo, estirpe de guardias de riego del sindicato de riegos de Sariñena, que el azud de Sariñena “En este punto había sido de estacas”. A esto, Naval puntualiza: “El río en donde estuvo este azud es mas profundo, pero no se ven ni restos de los sillares que el proyecto incluía ni huella de los asientos que había que hacer en la roca. Probablemente lo único que se debió de hacer es una nueva mina, la que arranca en el punto donde estuvo el azud”.

Azud de estacas Sariñena y Peralta de Alcofea

La presa de Sariñena y Peralta de Alcofea o Azud de estacas de Sariñena-Peralta, se emplazaba en el río Alcanadre, aguas arriba del puente del Rey y a unos doscientos metros aguas abajo de la actual presa. De ella salía la acequia de Sariñena, por el margen derecho y justamente en la embocadura de la primera de las “minas”, y por la orilla izquierda la acequia de Peralta de Alcofea que regaba una huerta en el entorno de los puentes del Rey.

El azud de estacas consistió en un parapeto de estacas y material consistente, tal y como loa documenta Antonio Naval Mas. Además, añade “A la altura de estas galerías es donde según tradición había estado la presa de Sariñena que fue proyectada de obra consistente”. De ella Nadal describe: “En la orilla izquierda todavía queda una rústica construcción que señala el emplazamiento exacto donde estuvo aquella construcción primitiva totalmente desaparecida, que era de estacas, según noticias que Manolo Foj Tella, guarda hasta hace poco, con oficio que ya tuvo su abuelo hace noventa años y después su padre. La primitiva presa dejó de prestar sus servicios cuando se construyó la más reciente, lo cual se haría en el intento de buscar obra más consistente. Esta primitiva construcción también servía para desviar agua de riego a la acequia de Peralta, que iba por la orilla izquierda. Con ella se regaba la huerta del entorno de los Puentes del Rey.

Plano del azud en el río Alcanadre para proporcionar agua a la villa de Sariñena y Peralta de Alcofea. Firmado por el Dr. Atanasio Aznar. Alcanadre, río. Año 1747 ES/AHPZ – C/MPGD/000119.

La presa, perdida por completo, fue sustituida por la presa de Sariñena y Peralta de Alcofea, en el siglo XVIII, ya que según Naval “La primitiva presa dejó de prestar sus servicios cuando se construyó la más reciente, lo cual se haría en el intento de buscar obra más consistente”. No obstante, con ella se pierde la acequia de Peralta lo que le lleva a Nadal a reflexionar que bien seguro que habrá alguna explicación a ello pues el derecho a riego es algo que se ha defendido con entereza a lo largo de los tiempos y ha causado no pocos enfrentamientos entre los pueblos.

Las minas

En la acequia Valdera se realizaron las denominadas minas: conducciones subterráneas excavadas en el suelo, túneles cerrados o abiertos para permitir el paso de las corrientes de agua, formando parte del sistema de acequia Valdera. Antonio Naval dice que algunos túneles eran abiertos para permitir el drenaje en caso de barrancadas. Estas se llevaron a cabo al construir azudes aguas arriba de los anteriores para salvar la topografía.

Se han considerado obras antiguas, de época árabe o medievales, no siendo así, a pesar de suscitar interés a expertos como Germán Navarro Espinach y Concepción Villanueva Morte en su gran trabajo Tecnologías e infraestructuras productivas en los espacios interiores de la Corona de Aragón en los Siglos XIV-XVI: “Igualmente, según los datos exhumados por Naval (1996: 284 y ss.), datan del siglo XVIII, lo que se sale de nuestro marco cronológico. Se refieren también a estos túneles Blázquez y Pallaruelo (1999: 396-397)”. No sin ello resaltar su importancia “Otro importante conjunto aragonés de minas es el vinculado a la acequia de Valdera, que nace en el azud del mismo nombre sito en la confluencia de los ríos Guatizalema y Alcanadre. (Germán Navarro Espinach Concepción Villanueva Morte (Coordinadores) Tecnologías e infraestructuras productivas en los espacios interiores de la Corona de Aragón. Siglos XIV-XVI).

Las fechas de construcción de las minas aparecen recogidas por Pedro Blecua y Blecua en su descripción de la provincia de Huesca en 1792, datándolas en el siglo XVIII en el texto anteriormente ya reproducido: “Su principal regadío se toma del río Alcanadre, al que se une Guatizalema en los ya dichos puentes, y por unas minas famosas, que se hicieron por los años de 20 a 25 de este siglo las dos primeras y la tercera en el de 53 ó 54, proveen agua abundante para más de 400 cahizadas de terreno blanco, y plantíos de viñas y olivos” (Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido de 1792) (1720 – 1725).

No son las únicas minas a lo largo del Alcanadre, José Antonio Rausa, José Luis Villarroel, José Antonio Cuchí citan una bajo los puentes de Lascellas donde “Está el doble sistema de galerías paralelas del desaparecido molino señalado por NavalL (1996)”. Otra es la de Huerto “Se abrió bajo un meandro encajado y aportaba agua al molino de Huerto, hoy central eléctrica”. Para seguidamente referirse a las de Vadera “Algo más abajo, la Comunidad de Riegos de Balderas, en Sariñena, dirige el agua de este río a través de varios túneles para cruzar, primero, el Guatizalema y pasar, luego, por el pie de las ripas del primer río, ganando poco a poco altura sobre el cauce. En el Guatizalema, la acequia de Huerto cuenta con una “mineta” (Cuchí, 2009). Y por último al fracaso de la mina de Bonés: “Por donde a principios del siglo XVI se intentó llevar agua del Flumen al Isuela (Garcés, 2006; Cuchí y cols., 2006)”. (La fuente del Milagro, en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes (Sariñena, Huesca) José Antonio Rausa José Luis Villarroel José Antonio Cuchí).

Recapitulando, las minas son llevadas a cabo en el siglo XVIII con la construcción de la presa de Sariñena y Peralta de Alcofea, en sustitución de la presa de Valdera, tras su desplome. Las fechas dadas por Pedro Blecua y Paúl son, 1720 y 1725, para las dos primeras minas y 1753 – 1754, para la tercera, respondiendo a una ampliación de la acequia Valdera.

Tras coger las aguas en la presa de Sariñena y Peralta de Alcofea, la acequia en su trayecto atraviesa la primera mina, esta primera es cubierta con un recorrido a través de un túnel de unos cincuenta metros, en cuya embocadura, tal y como dice Naval hay unas escaleras: “Junto a ambas embocaduras de entrada y salida, hay esculpidas en la roca unas cortas escaleras”. No obstante, el tramo de acequia que sale del Alcanadre, hasta llegar al Gatizalema se denomina acequia Alcanadre.

“Después de mediados del siglo XVIII se replanteó otro emplazamiento y mejor obra, pero, como queda dicho en su lugar, todo lo que se hizo fue uno de material inconsistente. Por entonces, sin embargo, debió ser abierta otra mina. Sería la que es el primero de los tramos cubiertos de la acequia en su recorrido hacia Sariñena. Este túnel es de unos cincuenta metros. Junto a ambas embocaduras de entrada y salida, hay esculpidas en la roca unas cortas escaleras. El horadamiento correspondería a la fecha de 1753-54, que, a su vez, dará una fecha de aproximación para la Presa de estacas situada muy cerca de la embocadura de esta galería.”

Naval Mas, Antonio.

José Anoro Marías, empleado del Sindicato de Riegos de Sariñena, recuerda que donde el puente actual había un azud: “La entrada a la acequia estaba abovedada, con sillares de arenisca que fueron usados para adornar el cruce de la Venta de Ballerías con la carretera de Sariñena a Huesca. Del azud salían dos acequias, una a Sariñena y otra para Peralta de Alcofea. La acequia de Sariñena tenía una mina de unos 500 metros de larga y la de Peralta de Alcofea unos 150 metros que cruzaba la carretera. Había dos guardias, uno por cada acequia, para asegurarse que se echaba la mitad de agua para cada acequia.”

Arcos de la entrada a la mina. Cruce Venta Ballerías.

Tras su salida, la acequia discurre descubierta, encajada en la a roca arenisca que fue abierta en “Una zanja de 2,30 metros y unos 2,00 metros de profundidad”. Al alcanzar la altura del Puente del Rey, la acequia penetra en una segunda mina que va discurriendo hacía el Guatizalema, pasando por la ladera derecha de la carretera de Peralta de Alcofea a la Venta de Ballerias, entre los puentes del Alcanadre al Guatizalema, contando con una longitud de unos trescientos metros. Esta consta de cinco respiraderos, tres de ellos vallados con traviesas ferroviarias y alambres, vallado visible desde la carretera.  

Traviesas que delimintan los pozos de las minas.

“Como con secuencia de su longitud fue dotada de cinco respiraderos, a manera de chimeneas que son pozos de profundidad variable entre cuatro y diez metros según el desnivel del terreno. Están en el lado derecho de la carretera que une el puente del Alcanadre con el del Guatizalema. Tres de ellos están señala dos con traviesas de ferrocarril para prevenir de su peligrosidad, y los otros dos fueron cubiertos al estar cerca de la carretera y constituir un gran peligro. Según la noticia de Blecua sería también del XVIII, pero posiblemente ya había alguna obra anterior que entonces fue rehabilitada o rehecha. Este tramo empalma con el punto donde fue reubicada la presa tras su hundimiento, allí donde estuvo un Puente de Tablas, lo cual si todo coincide con el apoyo documental que ofrece Blecua sería hacia 1725.

Blecua no dice expresamente que éstas sean las tres minas abiertas en las fechas que aporta, pero así se deduce por el análisis que precede, y de la información documental disponible en relación con el intento de mejorar la infraestructura de riegos tras hundirse ambos azudes, el de Valdera y el del Molino. En el replanteamiento se proyectó ensanchar y ahondar la acequia en un recorrido de cinco kilómetros (6.600 varas) hasta empalmarla con la del Molino cuyo azud se había perdido. No se puede afirmar si este aumento de capacidad llegó a realizarse.«

Naval Mas, Antonio.

Mina descubierta antes de entrar a la mina. Acequia Alcanadre.

José Antonio Cuchi Oterino recoge igualmente la mina del Alcanadre al Guatizalema: “En Huerto está su interesante mina mayor, con una longitud de 300 m y una sección original de 3×3, aunque revestida con sillares. Sale del Alcanadre hacia el Guatizalema, de donde arranca la acequia de Balderas. Ya funcionaba en 1556.” (La localización de la mina de Bonés. Una obra hidráulica inacabada de la Huesca del siglo XVII. José Antonio Cuchi Oterino).

Al alcanzar la acequia del Alcanadre el Guatizalema, a través de sus tramos abiertos y las llamadas minas, atraviesa el Guatizalema gracias al Azud del Guatizalema. Naval detalla que lo cruza apoyándose en un parapeto que parece un azud “Pero que, en este caso, no sirve para elevar o desviar el cauce de este segundo rio sino para soportar el cruce de la acequia y mantener su altura. Este azud se hizo después de 1747 en que se proyectó uno que no llegó a realizarse, pues fue pensado de planta curvada que no coincide con el conservado. En la actualidad la acequia atraviesa bajo estructura cubierta con placas de cemento.”

Hoy en día el paso es por medio de una tubería construida en la década de 1990. La entubación se realizó para evitar que las aguas se mezclasen, debido a la mala calidad de las aguas del bajo Guatizalema aunque también existe la posibilidad de verter agua del Guatizalema a la acequia Valdera. Dicha construcción está a unos cincuenta metros arriba del actual puente sobre el Guatizalema, en los llamados puentes del Rey.

Paso sobre el Guatizalema de la acequia Alcanadre.

Tras cruzar el Guatizalema, la acequia ya toma el nombre de acequia Valdera y continúa su recorrido unos metros hasta que vuelve a encontrarse con una mina, esta vez con la denominada mina del Sombrío. Esta aparece a los pies de una ripa, cortada del río en su orilla derecha, con una orientación Norte-Noreste que le da la característica de umbría o sombrío. El tramo es de unos 500 metros de acuerdo con Naval que, citando a Blecua, su construcción respondería al siglo XVIII.

Las paredes verticales de la ripa, a modo de acantilado, y los materiales de la misma, ha provocado derrumbes y deslizamientos que han afectado, en varias ocasiones, la acequia, a su uso, mantenimiento y reparación.  

Luego, la acequia Valdera se encuentra la mina Cajigos, que cuenta con una longitud de unos doscientos metros, y la mina de Sinsolas: “En realidad, la que está en servicio es obra actual que fue construida hacia 1965, sustituyendo la original que ofrecía problemas de estabilidad como consecuencia del corrimiento de tierras. Todavía hay otro túnel que se denomina Sinsolas que también es obra construida hace unos diecinueve años sin que en este punto sustituyera a ninguna otra mina pues la acequia siempre fue descubierta” (Naval Mas, Antonio. Diario del Alto Aragón del 5 de junio 1994).

Nos quedamos con la idea que, en un futuro, diferentes estudios pueden profundizar y aportar resultados muy interesantes de las minas y azudes del sistema. Pues, como sostiene Mariano Novellón Peralta, actual presidente del Sindicato de Riegos de Sariñena: “Las minas deben ser romanas, hay indicios, como el desnivel, que es 1 metro por 1000 o que a lo largo de los túneles hay lucernas para apoyar los candiles, de cuando lo abrían a pico, el interior es todo de piedra picada”.

Presa de Sariñena-Renfe

A principios del siglo XX se construyó una nueva presa unos doscientos metros aguas arriba de la embocadura de la primera mina, tras la presa de Sariñena y Peralta de Alcofea. Se refiere de ello Antonio Naval, señalando que fue construida por los años que se estableció el ferrocarril con la colaboración de RENFE: “Que lo hizo con el objetivo de suministrar agua para las máquinas de vapor. La solución actual es debida a la obra realizada hace unos quince años, en que fue sustituida la obra original realizada con gaviones, bloque de cantos rodados compactados con malla de sogas o telas metálicas de las llamadas de gallinero”.

Podemos decir que el proyecto fue realizado en 1912, fruto de un acuerdo de la Compañía de Ferrocarriles del Norte y el Sindicato de Riegos de Sariñena. El proyecto es de los ingenieros León Alicante y Arellano, consistente en construir dos azudes, uno en el Alcanadre y otro en el Guatizalema. Además de aprovechar las aguas para la estación ferroviaria de Sariñena, además de buscar dar estabilidad al riego de la huerta de Sariñena ante la continua ruina de sus azudes.

Un asunto de mucho interés para esta villa es el realizado hoy, que me ha proporcionado el placer de estrechar la mano del distinguido ingeniero representante de la Compañía de ferrocarriles del Norte, don León Alicante, y del no menos también ilustrado ingeniero señor Arellano.

¿Que á qué han venido estos señores á Sariñena? pues nada menos que á plantear las bases del nuevo contrato entre la Compañía del Norte y el Sindicato de riegos de esta villa para el suministro de aguas á la estación cuya concesión terminaba en 30 del actual.

¿Qué en que se basa el contrato para lo sucesivo? Pues en la realización del deseo del Sindicato y regantes, en que la Compañía del Norte construya por su cuenta las dos azudes que apresan el agua en los ríos Alcanadre y Guatizalema, para regar en condiciones más prácticas esta hermosa vega.

 He tenido la satisfacción de admirar el plano del proyecto, trabajo delicadísimo y acabado que pone de manifiesto la ilustración y grandes conocimientos del señor Arellano en la materia; grande ha sido la admiración al ver aquellas esclusas que darán paso á un torrente de riqueza, gracias á los modernos adelantos.

¡Feracísima tierra de la huerta de Sariñena que hasta hoy casi eras estéril por las pésimas condiciones de las presas!, la Compañía del Norte, accediendo al interés y celo del Sindicato, viene hoy á hacerte fértil cual ninguna otra; esos ingenieros, á cambio de agua para su servicio de explotación, sabrán rechazar con ímpetu las embestidas del río que impedían darte agua haciendo necesario el líquido atmosférico que á tiempo no venía para que conservaras tu belleza y lozanía; ahora tendrás cuotidiana frescura, y el alimento con el no escaso caudal de riego que te traerán las nuevas presas.

Celoso Sindicato de riegos, mi enhorabuena más entusiasta porque has conseguido el primero de tus deseos, pese á la traición revestida de conveniencia ó al miedo disfrazado con el traje de la discreción, y has hecho con esta obra que los regantes de esta villa, puedan con el seguro riego, explotar la inagotable riqueza de este suelo en el que la naturaleza mostrará por todas partes su infinita riqueza y fecundidad.

Diario de Huesca – 23 de junio de 1912

La Fija consistía en una balsa que se alimentaba del caudal de la acequia Valdera y que, a través de una locomotora ferroviaria llamada fija, bombeaba el agua, por medio de una tubería, hasta la Estación ferroviaria de Sariñena.

El último azud

El último azud fue construido de hormigón, a mediados de la década de 1970: “Para alimentar esta acequia (Valderas) se construyeron varios azudes, el último de ellos de hormigón hace unos 30 años” (Tradición agrícola en la Comarca de Los Monegros Félix A. Rivas).

El recorrido de la acequia Valdera

Transcurriendo el margen derecho del río Alcanadre, la acequia recorre los pasajes de Puimelero, la Huerta, la Partida del Río, el Solanar, Gallipuente, Huega Sariñena, la Sardera, las Huertetas, la Sardera, los Arenales, las Ramblas y el saso Verde en sariñena donde está construido el pantano. Del pantano nace la acequia Nueva, y la acequia Valdera prosigue entubada, luego pasa por arriba de los Espartales y la laguna, siguiendo hacia los Esquiñones dejando los Sasos a su derecha por donde acaba vertiéndose sus aguas a la Isuela o Flumen, poco más abajo de la fuente del Cántaro. La acequia incluso ha llegado a regar alguna parte de los Puyalones.

Mariano Conte Laín, guarda del sindicato, recuerda contar a los mayores que incluso la acequia Valdera llegó a cruzar La Isuela para regar al otro lado, cruzando el río a través de un acueducto de madera. Debió de ser muy precario.

La acequia Nueva

La acequia Nueva es hijuela de la acequia Valdera. De reciente construcción, nace del pantano de Valdera en Sariñena y va descubierta hasta morir en los Cuadrones, vertiendo sus sobrantes sobre la Laguna. Pero si no riega nadie, el agua se puede devolver a la Valdera.

Abastecimiento de agua de boca a Sariñena

El abastecimiento de Sariñena de agua de boca viene a través de la acequia Valdera. A pesar de ser aguas del Alcanadre, al ser conducida por la acequia Valdera y encontrarse esta en tramos abiertos, ha sido objeto de vertidos químicos de uso agrícola que han contaminado el agua en varias ocasiones. Los repetidos problemas han llevado a desconfiar del agua, tanto en su salubridad como en su calidad.

En la hemeroteca aparece una ampliación del abastecimiento de agua a Sariñena de 1960:

Abastecimiento de aguas. Autor del proyecto don José Luis Cerezo Lastrada. Presupuesto de contrata, 609.999,93 pesetas. El suministro procede de la Acequia de riego denominada Valdera. El número de habitantes que se incluye en la actual ampliación es de 1.603 de los cuales 860 corresponden a la zona servida mediante elevación. Se parte de una dotación de 100 litros por habitante y día. Se aprovecha la captación existente, el trazado se limita a la ejecución de un sistema reticular que con la instalación existente sirve de malla donde se enlazan algunos ramales secundarios. Uno de estos es el que suministra el caudal necesario para la zona servida por elevación y que desde el muro de Fraga se dirige a la proximidad del Hospital donde están la estación de bombeo y el depósito elevado. Se ha utilizado una tubería de fibrocemento. Los 860 habitantes de la zona elevada pueden consumir diariamente hasta cien litros por habitante y día. La solera del depósito elevado está situada a 14 metros sobre el nivel del terreno. Su capacidad se fija en 54 metros cúbicos. La elevación se efectúa mediante un grupo motobomba de dos c.v.. Como depósito complementario existe otro semienterrado de 40 metros cúbicos de capacidad. Como obras complementarias figuran los registros, llaves de paso y desagües.

Nueva España – 17 de julio de 1960.

Acequia del Molino

La acequia del Molino es llamada también del Molinar, del Hospital del Molino, de la Huerta Baja o acequia del Rey. Al igual que la acequia Valdera, nace en el río Alcanadre y transcurre por su margen derecha. Su cauce consta de un recorrido de unos 12 km, paralela entre la acequia Valdera y el Alcanadre, y riega la huerta baja de Sariñena.

“Cequia del Rey, Río Alcanadre y Cequia de Valdera”.

Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena: en el pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento. Año 1734.

La acequia movía tres molinos en la Villa de Sariñena, citados a finales del siglo XVIII por Pedro Blecua y Paul en su Descripción Topográfica de la ciudad de Huesca y todo su partido en 1792: “Dos molinos harineros y de aceite”, sin olvidarnos de un batán. Un molino donde la acequia saca un hijuelo, la Acequieta, afirma Francisco Nogues Tierz, a la altura de la torre del Bolero, donde está el salto que movía el molino: “Otro molino estaba donde está actualmente la residencia, el molino de Enrique el molinero. Y otro camino del molino, allí se instaló un molino de luz”.

El batán de Sariñena se localizaba al sur de la población, en la confluencia de las acequias del Molino, la Acequieta (derivación de la acequia del Molino) y la de Albalate. Respondía a una máquina generalmente hidráulica, compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y enfurtir los paños. (El batán y los molinos de Sariñena).

A principios del siglo XX, recoge Luis Mur Ventura, eran 5.663 las fanegas regadas con la acequia del Molinar, correspondientes a 584 propietarios.

Viejo molino harinero
ya no mueles el trigo
que ayer segaron
trigos que tanto miraron al cielo
aguardando la lluvia
y vieron pasar el agua
moviendo la piedra
que molía el trigo
por la acequia del Molino.

Recogía sus aguas en la denominada presa del Soto del Capitán, aguas arriba del Alcanadre en relación a Sariñena, partida de las Huertetas. Una construcción que Antonio Naval Mas aproxima a los siglos XIV o XV, época medieval tardía, hasta su ruina por avenida el 26 de marzo de 1747. En el proyecto de sustitución del arruinado azud, en el mismo siglo XVIII hubo un proyecto de unir la acequia Valdera con la acequia del Molino.

De la Presa del Soto del Capitán aún quedan restos que dan idea de su gran envergadura, restos, que en palabras de Antonio Naval Mas son imponentes por su volumen y necesariamente evocan una construcción que tuvo que ser llamativa por sus dimensiones, grosor y consistencia, que además de la presa contaba con una caseta de servicio. Destaca la existencia de marcas de cantero, que pueden venir de una construcción anterior.  

Ruinas del azud del Soto del Capitán.

Antonio Naval Mas aporta una detallada descripción técnica e histórica de la presa del Soto del Capitán:  

Formada por dos sectores, el que hacía ángulo recto con el mayor, de no menos de 50 metros, protegía los cultivos de la orilla derecha. En la conjunción de ambos hay un contrafuerte escalonado que sirvió de base a la caseta de servicio de la presa. La solución e imagen recuerda al contrafuerte y caseta de la presa de Valdera.

La pantalla que corta el río, de unos 70 metros, angulaba ligeramente por la orilla izquierda y no parece que tuviera contrafuertes. Su grosor es de 4,50 metros en coronamiento, y la sección, trapezoidal. Al interior, los sillares forman paramentos a plomada retranqueados en dos volúmenes superpuestos. Al exterior es ataludada con sillares cortados en ángulo para mantener un plano de inclinación constante.

El material son losas de grandes dimensiones colocadas a tizón aunque por la longitud de las caras visibles parecen sillares a soga. En el contrafuerte del ángulo son sillares en hiladas escalonadas de unos 25 centímetros, muy regulares, y con argamasa rasante. Un dato de extraordinario interés es que hay sillares que tienen marcas de cantero situadas en la cara del cauce del contrafuerte.

El conglomerado está formado por trozos de sillares con mortero de cal menos consistente que en otras ocasiones. Este dato es de interés pues probablemente es indicio de que fue reaprovecha-do material de otra construcción precedente. La obra no es homogénea pues hay diferencias en el aparejo, probablemente indicando diferentes intervenciones.

Ha perdido los cabezales o losas de coronamiento que podrían ser un importante punto de apoyo puesto en relación con las otras constataciones.

La presencia de marcas de cantero la vincula a la Edad Media, probablemente al XIII, cuando por lo antes dicho, posiblemente sustituyó a otra preexistente cuyos materiales fueron utilizados como conglomerado

La presa es arruinada, como hemos dicho anteriormente, el 26 de marzo de 1747, justamente cuando se estaba proyectando la construcción de un nuevo azud para la acequia Valdera “En esas circunstancias se agravó el problema de financiación que tenía planteado Sariñena para construir un azud sólido para Valdera, y los de la Huerta Baja pidieron ayuda al Estado pues estaban pagando un impuesto al Rey por su riego” (Naval Mas Antonio).  

La propuesta hecha por un fraile llamado Atanasio Aznar fue construir un azud de madera que básicamente consistía en un emparrillado sobre el que se levantaban 27 cuchillos que daban estructura al cajeado que, según el proyecto de Fray Atanasio Aznar, debería rellenarse de cantos rodados.

Hubo reticencias para construir este de madera por las dificulta des para hacerla llegar hasta el lugar, sobre todo en caso de que quebrara, pues entonces podría tardarse varios días hasta disponer de maderos y estacas de repuesto. Aquellos debían traerse desde las montañas por el Cinca hasta Castejón, y las siete mil estacas de sabina serían adquiridas en el monte de Sigena.

Dictaminaron sobre el tema dos maestros zaragozanos, ya mencionados al hablar del proyecto para Valdera, que informaron también sobre éste, recomendando que el proyecto fuera construido aproximadamente allí donde estuvo uno de estacas anterior al actual.

El de madera estaba aprobado el 8 de junio de 1750. Para ello se pusieron carteles anunciadores en Sariñena, Huesca y Zaragoza, pero parece que las tres candelas que se encendieron para marcar el final del plazo se apagaron sin que nadie se hubiera presentado, y dos años después todavía no se había construido.

Durante este tiempo los regantes de la huerta baja habían construido una cavallada con estacas, y, viendo que daba resultado, acabaron pidiendo las estacas de sabina que habían sido adquiridas para la construcción del azud del proyecto de Fray Atanasio Aznar.

En el tramo de la acequia hay una mina, comenta José Grustán Bosque, una mina de unos cien metros de longitud, cerca de su cabecera. Esta aparece tras derivar el agua a la acequia del Molino, desde el azud, tras unos 500 metros de recorrido. La mina, explica José Anoro Marías, se desarrolla con una longitud aproximada de 200 metros, con tres huecos y tramos abiertos: “Había tramos que con Manolo Foj los apuntalabamos con fustes de sabina que colocabamos a modo de puntales, pusimos unos cinco y después de tantos años aún quedan dos. En la mina grande hay un aguatillo con las guías de sabina, ni se rompen ni pudren”.

Al final, con el tiempo se acabó construyendo una nueva presa aguas más arriba, realizada en gaviones, que no duró mucho. José Anoro Marías era un crío cuando el azud de la acequia del Molino se rompió, hará unos 62 años, este estaba 50 metros más abajo que el azud actual.

Finalmente se realizó la actual presa del Molino. Construyeron el actual de hormigón, un azud muy largo, obra solida donde José Anoro Marías aún trabajó en su construcción, con su tractor Land y el remolque llevaba materiales. Con cada azud, la acequia se fue ampliando cada vez más arriba a la vez que los distintos azudes se iban construyendo.

Actual azud del Molino.

Molino harinero

Tras la derivación de la acequiera aparecen unos balsones pertenecientes al molino harinero de Amado Pueyo. Tras atravesar los balsones la acequia de Molino, de nuevo una derivación que por un lado conducía el agua por el interior del edificio, pasando por unas rejillas metálicas y por el otro lado continúa el agua por un lateral, regulado por medio de una vieja tajadera, pasando por un salto siguiendo el curso de la acequia.

Rejilla y Husillo del antiguo molino.

Salto del molino.

Antigua fábrica de harinas Amado Pueyo.

El recorrido de la acequia de Molino

Tras su nacimiento en la partida de la Sardera, en el Alcanadre, transcurre por Las Ramblas, Cequinaltas, Torre Suso, donde se deriva su hijuela de la Acequieta, continúa por la Huerta de Suso, cruza Sariñena, El Campanero, donde hay construida un pantano. Sigue por los Chamarcales para pasar al Saso de Albalatillo, continuando por Puente las Vacas, las Planas, las Capellanías, las Viñas, pasa Albalatillo y aparece la partida de Cuadras Molino, hasta alcanzar los Regueros y desviarse algo al oeste para acabar en la Isuela/Flumen.

Antes de alcanzar Albalatillo, la acequia pasa por la denominada fuente del Saso de Albalatillo. Una obra realizada que lleva `por fecha el 10 de enero de 1937 y que se realizó para dar servicio al aeródromo republicano de Alas Rojas durante la contienda española de 1936. La fuente manantial tenía 20 caños, para agua de boca, aseo y el lavado de bocas y enseres.

La Acequieta

La Acequieta es una derivación de la acequia del Molino, tal y como dice Francisco Nogues Tierz, es un hijuelo de la del Molino. Su derivación se produce justo antes de su caída al molino, antiguo molino Harinero de Amado Pueyo o Fábrica de harinas Amado Pueyo, activa hasta 1947. Luego, la Acequieta transcurre por la huerta baja, entre la acequia de Valdera y la del Molino,yendo desde el pueblo hasta que muere en el batán de Sariñena, donde un poco antes hace un giro extraño, para morir en la acequia del Molino.

Derivación a la Acequieta.

La acequieta regaba, según recogió Luis Mur Ventura, 592 fanegas que era la extensión de 106 propietarios.

Acequieta de nuestro amor
por Sariñena riegas
frondosas espigas
al monegrino calor.

Y riegas una flor
roya como un ababol
y la huerta coge color
sonriendo al sol.

Acequieta de Sariñena
acude a ti el gurrión
para quitar la pena
de lluvias que no llegan.

Acequieta, acequieta
no por ser pequeña
se resta grandeza
a la acequieta

El brazal del Pesquero

De la Acequieta nace el brazal del Pesquero, dando nombre al camino y senda que discurre junto al brazal y conocido como camino del Pesquero. Aunque, a priori, el topónimo, de acuerdo con Francho Rodes, en “Bocabulario Monegrino”, nos lleva a un topónimo menor, en el que se encuentra una importante acequia de riego y varios colectores, su significado nos lleva a las antiguas Pesqueras o Pesqueros.

El brazal del Pesquero a unos pocos metros pasa por la acequia del Molino y continúa descendiendo por la huerta de Sariñena, la que se encuentra entre el pueblo y el río Alcanadre, donde va a parar el brazal, no si antes también encontrarse con la acequia de Albalate.

En su desembocadura se encontraba el Pesquero, que, en palabras de Eugenio Monesma, generalmente eran unos pequeños apartados del río, mediante una corta acequia, donde entraba el agua con peces, y cerrada por una rejilla dejaba salir el agua y se quedaban retenidos los peces para cogerlos con la mano. O también eran unas pequeñas balsas para coger los peces.

Hay un documento del 8 de enero de 1451 que se refiere a la existencia del Pesquero, dicho documento se dice que «Domingo Peón, vecino de Sariñena, se obliga a pagar al monasterio de Sigena un tributo perpetuo anual de tres sueldos jaqueses por la fiesta de Todos Santos, por un huerto en la huerta de dicha villa, en el pesquero» (ES/AHPHU – S/000030/000012). Como apunte, el mismo documento se refiere tanto a «acequia nueba» como a la «acequia viella».

La acequia de Albalate

La acequia de Albalate nace aguas arriba del Alcanadre, muy cerca de Sariñena y recoge aguas sobrantes, careciendo, actualmente, de toma directa con el Alcanadre. Discurre paralelo a este por el margen derecho, al igual que las otras acequias. La acequia de Albalate responde a una de las formas históricas que tomó el lugar de Albalatillo: “Albalate”. A su vez, la acequia movió el molino harinero del Rey, situado en las inmediaciones de Sariñena, restos que forman parte de una propiedad particular.

Un documento del 1 de julio de 1375 incluso se refiere como Albalate de Ribera del Alcanadre: «Fray don Ramón, estando en Albalate de Ribera de Alcanadre, entrega para labrar a Domingo Na Pérez, y a su mujer Andrea, vecinos de Albalate, un heredamiento compuesto de viñas, campos y una torre en el término de Sariñena llamado Bel Forat la Val Celada, y además todas las tierras y campos que el citado don Ramón Cardiel y él mismo tienen arrendadas por cierto tiempo al monasterio de Sigena situadas en el regadío de Albalate, por espacio de cinco años y bajo ciertas condiciones» (Monasterio de Santa María de Sigena.ES/AHPHU – S/000025/000020).

También aguas arriba de Sariñena nacen una nueva acequia que discurre por la misma orilla del río, que se junta después con la del Molino y que finalmente riega el término de Albalatillo junto al tramo final de la de Valderas antes de la confluencia del Flumen con el Alcanadre.

Tradición agrícola en la Comarca de Los Monegros Félix A. Rivas.

Aunque se nutre de las aguas sobrantes de Valdera, que pasan a la del Molino y estas a la de Albalate, en tiempo contó con sus propios azudes y derivaciones. Efectivamente, aguas arriba de la ermita de Santiago de Sariñena existen restos arqueológicos de antiguos azudes sobre el Alcanadre, uno bastante visible y otro, aguas arriba, que cuesta bastante intuir. En este último aún quedan en línea varios posters de sabina que servirían para derivar el agua a la acequia o riegos del entorno. La sabina tiene una gran resistencia a la pudrición y dura bastante en el agua. Su localización viene dada gracias a Rafel Anoro Novellón.

Rafael Anoro Novellón mostrando las viejas estacas de sabina en el río Alcanadre.

Rafael Anoro Novellón tiene constancia de al menos tres azudes en el río Alcanadre a su paso por Sariñena para alimentar la acequia de Albalate. Siendo la acequia ampliada a medida que los azudes se construían cada vez aguas más arriba. Pero también aguas abajo, recogiendo lo dicho por Antonio Naval Mas: “Aguas abajo de la construcción más antigua, la acequia, que sigue el curso del río por el borde de la orilla derecha, está sostenida por muro de sillares alargados y bajos, de proporciones medievales. Son tierras de los Monegros. El río se siguió sangrando tanto cuanto dio de sí. Hay noticias que se remontan a la Edad Media de concesiones reales para que se regaran los términos de Almunia de la Reina, Cachicorba, Presiñena y Juvierre, topónimos que han permanecido en las partidas que se identifican con ellos. En el de Juvierre, según información recogida, quedan restos de un puente y quizá de un molino. Cerca hay también un azud llamado de Buil. Fue de estacas y acabó sustituido por hormigón.”

Estacas de sabina en el río Alcanadre.

Azud del Hospital

El Azud del Hospital responde al desaparecido azud aguas arriba de la ermita de Santiago, donde aún se aprecian sus ruinas; restos de muros de sillería que lo formaron. Aún, actualmente, la badina de sus inmediaciones es conocida como la badina del Hospital.

Albalatillo, lugar beneficiado de las aguas de su acequia, en el siglo XIV pertenecía al Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Zaragoza, el hospital más antiguo de Aragón y uno de los más antiguos de España. Este fue fundado en 1425 por iniciativa municipal y bajo el patrocinio de la corona de Aragón: “Creado en 1425 por iniciativa municipal y con el patronato de la corona, se situó hasta la guerra de Independencia en el Coso y, después de su destrucción fue trasladado a su sede actual. Las primeras ordenanzas que se conservan son de 1496. Durante los siglos XVI y XVII funcionó con altibajos económicos e institucionales y, ya en el XVIII, se especializó en el tratamiento de enfermos psiquiátricos. Tras el fin del dominio francés se trasladó a la sede del Hospital de Convalecientes.” (PARES. Red de portales de España). El Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Zaragoza fue poseedor temporal del lugar de Albalatillo y a su vez de su azud, acequia y molino harinero. Hecho que igualmente recoge Enrique Giménez López de la Universidad de Alicante en su trabajo “Fuero Alfonsino y Fuero de población de Sierra Morena en los proyectos de colonización de la Corona de Aragón en la segunda mitad del siglo XVIII” en el cual dice «El Hospital General de Zaragoza era también el señor temporal del lugar de Albalatillo, en las orillas del mismo río, y cuyas aguas movían un batán y un molino y «si de hecho se permitiesen nuevos riegos en la parte superior quedaría absolutamente arruinado dicho pueblo».

En 1583 el Hospital de Nuestra Señora de Gracia firma con la villa de Sariñena una concordia para la construcción del azud y la cesión de sus aguas “Escritura de Concordia entre el Hospital y la villa de Sariñena, sobre la construcción del Azud del Hospital, la cesión de las aguas pedidas y sobrantes de la Acequia de Miranda a favor del Hosp. Y una Declaración de la referida Concordia” (ES/AHPZ – J/001309/0038). De acuerdo con Paco Conte, cerca del pueblo, en Albalatillo, había un molino de aceite y otro harinero en el cruce de los ríos.

El azud del Hospital es descrito por Naval al que cita como Azud de Albalate “Un parapeto que cruzaba el río en diagonal para desviar el agua a la orilla derecha del que se conserva la mitad de la orilla izquierda y que en el extremo de la orilla conserva un machón que sobresale en alzado”. Para el cual Antonio Naval Mas dedica una amplísima descripción:

Está coronado por losas de 1,70 x 0,50 centímetros, sobre hiladas de sillares de 27 centímetros.

El cuerpo largo de la barrera es de sección trapezoidal escalonada al interior y de suave pendiente al exterior, al ser la base del parapeto de 8,80 metros y el coronamiento de unos 3,30 metros.

Por la parte del cauce donde quebró se prolonga en dirección de las aguas mediante una plataforma de unos 3,30 metros de ancha que en parte ha perdido las losas que la formaban. No queda clara su razón de ser y el perfil. Su presencia en este punto, por una parte, recuerda que la de Valdera también está reforzada por un contrafuerte en lo que fue su frente exterior. Por otra parte, los res-tos que forman esta plataforma y el perfil de la sección de la barrera remiten a un dibujo de Los veintiún libros de los ingenios (p. 261 de la edición de García Diego), que reproduce un azud que con sección semejante abre un escape en el centro de su longitud para libe-rar el cauce del río entre dos machones, cuya apariencia parece no estar lejos de lo que insinúa fueron los restos del azud de Albalate con su plataforma.

Aún en el caso de que se pudiera reconstruir el resto de este azud al reconocerse más vestigios en la orilla derecha, no necesariamente coincidiría totalmente con el dibujo de los Libros pero sin buscar causalidades y solamente señalando coincidencias, nada sería de extrañar que el autor, que anduvo por estas tierras de Monzón a la que estaba directamente conectada Sariñena por vía, hiciera su propuesta, la del dibujo, a partir de este azud y del de Valdera. Lo que pudo ser en el de Albalate un desagüe central le daría la idea para diseñar un azud para río caudaloso donde ni la navegación ni el desplazamiento de almadías quedara interrumpido al poder salir por la abertura con que quedaría abierto el azud. La solución del dibujo, a su vez, está recordando muy de cerca el aspecto del extremo derecho de la presa de Valdera. El autor del libro hace su propuesta para un río mucho más caudaloso, por lo que las proporciones son mayores que las que dan estas presas del Alcanadre que, son grandes.

El azud llamó la atención al geógrafo portugués Labaña en 1611, que se contemplaba desde el río a la altura de Sariñena: «…tiene un puente muy bueno y encima de él un azud muy bien hecho, para sacar una acequia con la que riegan una gran huerta…». Pero a pesar de su robusta obra, el azud colapsó al quebrar el parapeto, por las continuas avenidas, aproximadamente a mediados del siglo XVIII.

Plano de los ríos Alcanadre e Isuela en el término de Juvierre (ES/AHPHU – 012032/000002).

Azud de estacas de la acequia de Albalate

Al quedar en ruina el azud de piedra, el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Zaragoza encuentra aguas arriba a “mil y quatrocientas varas de distancia” un buen emplazamiento para construir un nuevo azud, además de la necesidad de ampliar “mil y quatrocientas varas de longitud” el trazado de la acequia hasta conectar con el viejo trazado. Todo queda recogido en el documento del año 1753 por el cual “El Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Zaragoza, sobre devolución por parte de las Justicias de la villa de Sariñena y lugares de Albalatillo y otros, que pertenecen a su dominio temporal, de las maderas del azud que tiene en el río Alcanadre para llevar el agua a su molino harinero del lugar de Albalatillo, y que recogieron vecinos de aquellos lugares” (ES/AHPZ – J/001309/0038).

El documento en cuestión dice:

Miguel Jerónimo López, theniente de Joseph Feliso Lope en nombre de los Regidores del Sto. Hospital Real y General de N.ª Sra. de Gracia de la pnte (presente) ciudad de quien tengo presentado poder en esta Secretaría, en la mejor forma que haya lugar, digo que este S.to Hospital, como dueño temporal que es del Lugar de Albalatillo, a fin de regar sus Términos, tenía construido en los de Sariñena un Azud de piedra en el río Alcanadre y con sus avenidas lo ha derruido y deshecho, y aun profundizando tanto que es preciso mudarlo. Y haviendo  hallado en el mismo río a mil y quatrocientas varas de distancia, en la parte alta de el puesto cómodo para formar un nuevo Azud de estacas para tomar el agua de dicho río, se hace preciso el haver de hacer una nueva Acequia hasta encontrar con la antigua en los términos de la villa de Sariñena que tendrá mil y quatrocientas varas de longitud en lo que dicha villa y sus vecinos tienen el beneficio de regar con dicha agua sus heredades lo que llaman huerta vaxa, para lo cual D. Mathias de Lavalequia Receptor de mi parte p… a la villa de Sariñena y a su Ayuntamiento vecinos pidió la tierra necesaria para la acción de dicha nueva acequia y haviendo confexido y premeditado la urgente necesidad de ellos, le respondieron concediéndole licencia con los pactos, condiciones, y en la forma que resulta la carta que presento y junto procediendo la aprobación y permiso de … cuyas condiciones esta pronto el Hospital cumplir y atento a la vigente necesidad de riego en que se halla dicho lugar de Albalatillo.

El mismo documento apunta de la existencia de un azud de estacas encima de la ermita de Sariñena, entonces “Iglesia de San Jayme” y de la intención de edificar uno nuevo: “De la villa de Sariñena, han y tienen fecho y edificado un Azud de fustas encima de la Iglesia de San Jayme de dicha villa, por espacio de doscientos pasos, más o menos, et no rresmenos para servicio de dicho Azud y tomar agua por aquel han y tienen edificada una acequia con su boquera de piedra necesario y esto para llevar el agua a los términos y lugar y molino de Albalatilllo, lugar que es de dicho Hosp. Es por quanto los Regidores del dicho Hospital para mayor perpetuidad de los dichos azud y cequias, entienden edificar debajo del dicho azud de fusta adaquel junto otro azud de piedra por el qual librem puedan tomar y llevar el agua por la dicha Cequia”.

Esta circunstancia también la recoge Antonio Naval Mas: “Entonces tuvieron que construir un segundo azud unos cientos de metros más arriba, allí donde hay una caseta sobre una acequia que pasó bajo aquella. Otra cosa no se puede pensar de los restos de una construcción similar a un azud de la que quedan fragmentos en ambas orillas. Los de la orilla derecha son conglomerados que están enfilados a la caseta por donde pasa la acequia bajo arco de medio punto que fue obstruido con otro rebajado. Al mediodía de la caseta hay un muro de sillares que sirve de contención a un camino, y, a su vez, es de refuerzo a la acequia.

Restos de sillería de un azud aguas arriba del azud del Hospital.

A partir de un documento de 1788 se puede presuponer que el azud de estacas es arrasado por una avenida en 1783 y sus estacas, maderas y fustes son arrasados y arrastrados por el río: “El azud constaba de más de doscientos maderos. Un puente con machones de piedra cubierto de madera que mantenía el hospital”. Por este motivo, el lugar de Albalatillo reclama las maderas del azud destruido. El documento también afirma que el molino resulta bastante afectado por la riada. Curiosamente cita “Desbastado y herido el molino que las maderas fueron a parar a la maior porción de ellas a la villa de Sariñena, y los vecinos de esta villa”:

“Año de 1783 y 1788. El S. Hospital de Ntra. Sra. De Gracia, hace presente al… Acuerdo, que es dueño temp. Del lugar de Albalatillo en donde tiene un Molino Arinero, el que con las muchas lluvias se rompió. Desbastado y herido el molino que las maderas fueron a parar a la maior porción de ellas a la villa de Sariñena, y los vecinos de esta villa, como también los de Albalatillo, se han aprovechado de ellas. Fue con acuerdo de la Justicia de Sariñena, se publicó vando haciendo saber al Público, que los vecinos que tubiesen maderas de las referidas, las entregasen y debolviesen al apoderado del Sto. Hospital y se les daría un real por cada madera. Suplica se mande a las justicias de Sariñena y Albalatillo administren justicia en este asunto tiene y sumariamente publicando vando para que esta providencia llegue a noticia de todos.”

El documento en cuestión lleva por título “El Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Zaragoza, sobre devolución por parte de las Justicias de la villa de Sariñena y lugares de Albalatillo y otros, que pertenecen a su dominio temporal, de las maderas del azud que tiene en el río Alcanadre para llevar el agua a su molino harinero del lugar de Albalatillo, y que recogieron vecinos de aquellos lugares” (Año 1788 ES/AHPZ – J/001309/0038).

Consta de 15 páginas y entre ellas se puede destacar episodios curiosos como el que dice Pedro Escartín “Para que no toquen ni despedacen la madera de nuestro Azud”. Tanto a los vecinos de Sariñena como los de Albalatillo “Pues aunque no todos, algunos despedazaron como Pascual Olona o su hijo, lo que es lo mismo, ha despedazado un madero de el puente de la Ysuela”. Se puede entender que las lluvias debieron ser tan intensas que los dos ríos sufrieron fuertes avenidas produciendo numerosos daños.  

Las lluvias y su devastación quedan reflejadas en la carta de Pedro Escartín a Enrique, un escrito con fecha del 8 de ..bre de 1783 “Como hace ya ocho días que estamos aislados por las continuadas y grandes lluvias de ambos ríos” cuyos males que “estos han hecho son imponderables”. Y continúa:

“El día seis de el que nos sigue va haber el Azud los estragos que me asiste de modo que quisiera haberlo visto pues ay una brecha como de unas cuarenta baras poco más o menos que asta los fundamentos más profundos marcharon, en lo remanente del azud ay bastante mal”.

“En segundo lugar el río ya ha entrado en la cequia por la parte de arriba de aquella estacada que se hizo en este verano por no estar esta que ha estado firme de el todo… cajeros de la acequia. Todos estos daños estaban el día 6 pero el día 7 bino el río tan fuera de madre qual formas se abía bisto , no ha podido dejar aumentarse estos estragos, por las continuadas lluvias nada se puede saber. El río Ysuela por su … aun avenido mayor que el Alcanadre pues se llevó el puente que mantiene el Hospt. Para el Molino y el retroceso de la furia de el agua de este no deja moler el molino, rompiendo el rodete de una muela son los daños que tenemos pero conforme al azud inmediato a nuestro molino que es el de Jubierre”.

Los daños también se produjeron en la huerta, en sus defensas “Estacadas y arboledas que estaban para su defensas”, y también “grandes pedazos de biñas y campos, de modo, que si desde luego, no se pone remedio, pasará el río por mitad de la huerta”. Al igual que reseñar la importancia del molino: “Toda esta ribera no muele otro molino que este y este las aguas recoge la cequia desde el puente de Sariñena, abajo, por la boguera de nuestro azud aun entra agua, pero por la rotura de la acequia se comunica otra vez al río”.

Ya entrado el siglo XIX, en 1845, Pascual Madoz, en su diccionario geográfico-estadístico-histórico, aún recoge sobre el lugar de Albalatillo la existencia de la presa, la acequia, del molino y la pertenencia de Albalatillo al hospital de N. Sra. de Gracia de Zaragoza: “De los dos ríos, arriba mencionados, el Alcanadre corre hacia el E. y el Isuela al O.: ambos se juntan á 1/2 hora del pueblo, y los dos crían barbos y anguilas, aunque en corta cantidad. Del primero se elevan las aguas por medio de una presa hasta una acequia á 1/8 de hora de Sariñena, y con ellos se riega la huerta y se da impulso á un molino harinero y á un batan pertenecientes al hospital de N. Sra. de Gracia de Zaragoza.”

Actualmente, comenta José Grustán Bosque, la acequia de Albalate se ha quedado prácticamente en desuso, tras la concentración parcelaria que realizó hace unos años Albalatillo. En la actualidad, escasamente riega algunas pocas tierras de la huerta baja de Sariñena, de las Ciquinbajas, hasta los Chamarcales, poco después de pasar la depuradora de Sariñena, camino abajo del Alcanadre.

Puente san Jaime Sariñena SIPCA

A la altura de la ermita de Santiago de Sariñena, antiguamente Iglesia san Jayme, se encontraba el puente románico de cantería de san Jaime, quizá del siglo XII o XIII. Del puente, quedan escasos restos, reducidos a las pilas correspondientes a los 5 ojos que tuvo la construcción, construidas en sillería y mampuesto grosero (este último puede corresponder a reparaciones posteriores). Las arcadas originales debieron de ser de medio punto. (Puentes de guerra, Sariñena).

Tras su ruina, por avenidas, en 1422 la villa de Sariñena recibe autorización real para la construcción de uno nuevo en el emplazamiento del antiguo “Así como para el cobro de pontazgos que contribuyeran a su financiación”.

En 1525 el Concejo de Sariñena arrienda el derecho de pontaje del puente de San Jaime sobre el río Alcanadre (1525, enero, 29 Martín Falcón, ff. 6 r.- 8 r. Sariñena AHPH), texto recogido por Manuel Gómez De Valenzuela en La vida de los concejos aragoneses a través de sus escrituras notariales (1442-1775), Zaragoza, IFC (Fuentes Históricas Aragonesas, 51). En el mismo, Manuel Gómez especifica “Es lástima que no se nos proporcionen las tarifas de paso, que se refieren a las antiguas. Por las cláusulas del contrato se puede apreciar que no se trataba de una gran obra de ingeniería, sino de un elemental viaducto de maderos cubiertos de tierra”. El pontaje o pontazgo eran derechos que se pagaban para pasar por los puentes.

1525, enero, 29 Martín Falcón, ff. 6 r.- 8 r. Sariñena AHPH. Arrendamiento del pontaje del puente de San Jaime sobre el río Alcanadre en Sariñena por precio de 580 sueldos anuales y tiempo de tres años.

Con los capitoles y condiciones infrascriptos se arrienda el pontaje de la villa de Sarinyena et arriendase por tiempo de tres anyos que empeçaran a correr el dia de Nuestra Señora de febrero del presente anyo de mil y qui nientos y veinte y cinquo. Las condiciones son las siguientes:

Et primo es condicion que el rendador qui rendara el dicho pontaje haya de tener y mantener el puent de Sant Jayme que passa a Alcanadre a sus expenssas es a saber de la forma que hoy esta y ge le dan y al cabo del tiem po lo haya a dexar millorado y no empiorado como es de tiello, lados, espar to y tierra excepto lomeras mayores las quales si necessidat abra de alguna queda a cargo de las tres condiciones y no del rendador contra qualquiere obra nueba salbo el dicho tiello, lados, esparto y sierra que esta a cargo del arrendador.

 Item es condicion que el rendador qui rendara el dicho pontaje haya a dar en cada hun anyo de los dichos tres anyos para la procession de san Pedro nuebe barzillas y un quartal de trigo para la caridat bueno y limpio a los jurados de la dicha villa qui son y seran durante la arrendacion.

Item es condicion que el dicho rendador no pueda lebar mas drecho de pontaje sino aquel que antigamente ya esta ordenado y puede lebar.

Item es condicion que el dicho rendador haya de pagar la arrendacion en cada hun anyo en tres tandas eguales, la primera en la feria de primer sabado de cuaresma, la segunda a feria de Ramos y la ultima a feria de San ta Cruz de mayo.

Item se faze la presente arrendacion con todas las condiciones antigas que en otras rendaciones se an acostumbrado poner las quales quieren aqui haber por especifficadas.

Item es condicion que el dicho arrendador haya de dar fianças a la arren dacion vezinos y habitadores de la dicha villa a voluntat de los jurados y pro curador o condiciones.

Item es condicion que el dicho rendador haya de pagar la carta de la arrendacion al notario, alifara y corredor segun se costumbra por otras ren daciones.

Item es condicion que en caso que durant la dicha arrendacion muries sen de peste en la dicha villa, lo que Dios no mande, y por esta causa se siguiesse alguna perdida al dicho arrendador que en tal caso se le haya sguart y esto a conocimiento de dos personas, la una puesta por el dicho pontero et otra puesta por part de la dicha villa.

Eadem die et ville, el dicho corredor en presencia de los sobredichos jurados presentes mi notario etc. fizo relacion haber trançado el puente y guarda de aquel a Pedro Villiellas vecino de Sarinyena como a mas dant por tiempo de tres anyos e por arrendacion en cada un anyo de DºLXXX suel dos pagaderos e con las condiciones en la capitulacion infrascripta contenidas e no sin ellas. El qual acepto dicha trança etc. ex quibus dicho corredor requirio fieri instrumentum etc. large. La capitulacion es la preinserta.

Testes: Johan de Gistau et Johan de Bara vecinos de Sarinyena.

El puente de nuevo es destruido por una avenida del río Alcanadre, entre el primer tercio y mediados del siglo XIX. Actualmente en el estribo de la orilla derecha se abrieron dos hornos de cal de forma circular, construidos en adobe, con una abertura en la parte baja para el combustible. Estas boqueras y el frente, donde se abren, son de sillarejo lavado.

El puente de cantería fue sustituido por un puente de madera que pronto tuvo la misma suerte que los anteriores. El Alcanadre ha sido río sereno y a su vez río bravo, llevándose los azudes y puentes que a lo largo de la historia se han ido construyendo para cruzar sus aguas.

Sindicato de Riegos de Sariñena o de la Huerta Vieja de Sariñena

El sindicato o comunidad de regantes de Sariñena o de la huerta Vieja de Sariñena responde a un ente de riego encargado de administrar, gestionar y distribuir, en este caso, la red de acequias y sus aguas de las acequias Valdera, el Molino, la Acequieta y de Albalate, a la vez que su mantenimiento, mejora y vigilancia, al igual de que todas infraestructuras asociadas.

José Anoro Marías expone que el Sindicato de Riegos de Sariñena es uno de los sindicatos de riegos más antiguo de España, después de un sindicato de Valencia. Lo cierto es que es una comunidad antigua y de extensa trayectoria. En el mismo sindicato hay constancia de documentos pertenecientes a 1811.

Se sabe que ya había guardias en 1734, en el Extracto breve de los principales hechos, con algunas reflexiones, que sobre ellos hace la Villa de Sariñena, se citan la presencia de unos guardias que debía responder a los ayuntamientos. Así, en el “Pleyto, y grado de segunda Suplicacion. Con el lugar de Capdessaso su aldea. Sobre division de terminos Sariñena. Ayuntamiento” se reconoce la presencia de dos guardas de Sariñena y uno de Capdesaso debido a los problemas de propiedad de la huerta entre los dos términos. Por ello, podemos suponer que los ayuntamientos serían las instituciones que ordenarían y regularían su gestión y uso, de las acequias y sus sistemas, siendo en este caso, el de Sariñena, el de mayor autoridad sobre la acequia Valdera.

No por ello, en 1756, un Real Acuerdo de la Real Audiencia de Aragón, trata de la falta de ordenanzas de la parte Huerta llamada Valdera. El Real Acuerdo pone de manifiesto que se riega en la parte alta sin dejar a los de aguas abajo: “Información suministrada por José Idiazábal Estella, síndico procurador de la villa de Sariñena, sobre uso del agua para el riego de las heredades de la Huerta llamada de Valdera, que carece de ordenanzas para su régimen y gobierno” (ES/AHPZ – J/001304/0021). En el documento refiere “Ayuntamiento de la villa de Sariñena dice: Que tienen una huerta que le llaman Valdera y con motivo de no tener ordenanzas la distribución de las aguas los herederos de la huerta que tienen fundos en la parte superior en … de la maior necesidad de ocupar el agua, riegan cuando les ocurre si dejarla correr a los fundos inferiores”.  

Todo apunta a que el mismo ayuntamiento ostentaba la autoridad competente, igualmente de acuerdo a la respuesta del ayuntamiento dada por Joseph Idiazabal de Estella, sindico procurador general de la Villa de Sariñena: “Como mayor proceda parezco y digo que esta villa se alla sin ordenanzas en el Régimen y Gobierno las aguas por el riego de los fundos y heredades de la huerta llamada Valdera y sus partidas con cuyo motivo los que tienen funda en la parte superior en tiempo de la mayor necesidad que es el berano … ni gobierno de su propia autoridad ocupan y cogen el agua y riegan quantas beces quieren, sin dejarla correr a las caudales inferiores  en perjuicio de sus dueños y con perdimiento de las cosechas y frutos. Y aun que el ayuntamiento con diferentes quejas de los perjudicados a tomado cuantas y oportunas resoluciones para que todos participasen del agua y se usase de ella con gobierno y sin dilación no ha conseguido el efecto antes bien de las heredades superiores an continuado y continúan en su extraño manejo de que se me han dado muchas quejas y también se supone que aquellos yndependentes del ayuntamiento y de la política que le corresponde, de modo que aviendo conbocado mediante bando público de los herederos de dicha huerta con señalamiento de día y ora a las casas del ayuntamiento para probidencia el buen Reximen del agua y esperando las dos oras dicho ayuntamiento después de la asignada solo acudió un heredero negándose los demás con conocido desprecio del ayuntamiento y para que no llegase el caso a tomarse probidencia para el beneficio público”.  

La conclusión ante este problema es su debido uso y reparto: “A fin de evitar estos sucesos repetidos veces ha resuelto mi parte el buen régimen y govierno de estas aguas que se usase de ellas sin acumulación y que no regasen segunda vez los fundos superiores sin haver concluido de regar los demás de otra huerta y que se acudiese siempre con el agua a la heredad que tuviese mas necesidad se han desentendido hay resoluciones y prosiguen en el abuso perjudicial inundando, de modo que para sentar regla fixa y hevitar las quejas de algunos herederos resolvió mi parte.”

A raíz de estos hechos se plantea la necesidad de representantes para el régimen y gobierno de las aguas de Valdera: “Que los herederos de dicho término se convoquen con asistencia de la justicia de dicha villa y elijan uno o dos individuos de el con la facultad y poderes necesarios para que estos como tales concurran y junto con los de Ayuntamiento resuelvan lo conveniente al régimen y gobierno de las aguas para el riego de dicha huerta y el modo tiempo y forma en que se hace practicar la compra de su azequia y pago de lo que a cada uno corresponde para que no se dependicen las aguas y puedan lograr todo es de este beneficio sin experimentar los perjuicios que la carta que hasta aora, en esta razón provea y determine lo que mejor proceda de justicia que pido con la certificación correspondiente.”

Podemos suponer que a partir de aquella demanda se forma una primogénita “Junta” para la gestión de la acequia Valdera a tenor de un expediente Real Acuerdo de 1789 cuando Don Antonio Ballerín y Aniés, vecino y Alcalde primero de la villa de Sariñena, suplica que los “Herederos y terratenientes del término llamado del riego de Valdera cumplan la resolución de la Junta, que se incluye, sobre satisfacer las penas en que se incluye, sobre satisfacer las penas en que se incurra”. (Productor Real Audiencia de Aragón Fecha(s)1789 Signatura ES/AHPZ – J/001310/0010). Este gobierno es compartido por el ayuntamiento y los propietarios. El 30 de marzo de 1789 se acuerda algunas ordenaciones y la creación de la figura de regador o guiador. Estamos probablemente en una primitiva forma de estatutos del riego de la huerta de Sariñena a la vez que Antonio Claveria es nombrado «regador» o «guiador», prestando juramento al cargo en su ingreso el 30 de marzo de 1789:

“Los herederos y terratenientes del término llamado del riego de Valdera presididos del referido mi parte como alcalde primero de dicha villa determinaron y resolvieron uniformemente para el buen gobierno de las aguas de dicho término y riego de todas las heredades de el entre otras cosas que el heredero que regase su posesión antes que le tocase o correspondiese o derramase parte o porción de dicha agua incurriese en la pena de treinta reales plata por cada vez, nombrando regador o guiador a Antonio Claveria, vecino de la misma villa con facultad de intimar y adversar qualesquiera pena y siendo de su cargo el gobierno de dicha agua”.

En 1825 aparece la Junta de Apoderados del Riego de Valdera, posiblemente antecesora del Sindicato de Riegos de Sariñena, citada en un pleito civil producido por la Real Audiencia de Aragón: “Firma del Ayuntamiento y Junta de Apoderados del Riego de Valdera, de la villa de Sariñena, contra la Condesa viuda de Fuentes y el Ayuntamiento del lugar de Huerto, sobre aguas y otros derechos”. ES/AHPZ – J/000383/000002).

El Sindicato aparece ya en hemerotecas, una primera referencia es en la anteriormente mencionada noticia sobre la idea de construir el pantano de Sariñena en 1901, en la cual se expone: “Relevar al sindicato de regantes de esta villa, de los cuantiosos gastos que origina el sostenimiento y reparación de la presa, acequia Váldera” (Diario de Huesca 15 de julio de 1901).

En 1915 se informa de la celebración de la junta del sindicato:El domingo último tuvo lugar en la villa de Sariñena la elección de nueva Junta de su Sindicato de Riegos, que-dando constituida en la forma siguiente: Presidente: Don Joaquín Paraled. Vicepresidente: Don Manuel Bailarín Suils. Depositario: Don Victoriano Buisán. Secretario: Don Francisco Mirallas Rodellar. Síndicos: Don Manuel Carpi Tierz, don Rafael Ispa, don Pedro Villacampa, don José Martínez, don José Tierz y don Enrique Rodes. Presidente del Jurado: Don Rafael Ispa” (Diario de Huesca – 19 de enero de 1915).

Sobre el cobro de las alfardas o canon de riego, en la Nueva España del 7 de agosto de 1946: “Subasta El Sindicato de Riegos de Sariñena saca a subasto el cobro de las alfardas o canon de riego del año 1946 y atrasos. Los pliegos, de ofertas diríjanse al señor presidente, don Victorián Buisán, de Sariñena. Se admiten pliegos hasta el día 10.”

En 1964 se celebra de nuevo junta general del sindicato: “Vida Social. El Casino de Sariñena celebró su junta general ordinaria, aprobándose la gestión de la Directiva, y siendo elegido en la presidencia el industrial don José Brunet Latorre. El Sindicato de Riegos de la Acequia de Valdera, celebró el pasado domingo junta general extraordinaria, en la que fue aprobado un proyecto cíe sus obras de fábrica, por un importe de tres millones de pesetas. Es autor de dicho proyecto, el ingeniero de Caminos del Ayuntamiento de Zaragoza don Luis Cerezo Lastrada” (Nueva España del 14 de febrero de 1964).

El mismo año de 1964, el 13 de agosto, el sindicato publica la licitación de varias obras de reparación de ambos azudes:

Comunidad de Regantes de Sariñena En virtud de los acuerdos adoptados por la Junta General de la Comunidad y su Sindicaría de Riegos, se convoca publica licitación, para la ejecución de los proyectos de obra redactados por el ingeniero de Caminos, don José Luís Cerezos Lastrada y que se detallan a continuación:

Reparación del estribo, izquierdo del azud de derivación de la acequia Molinar y acequia de Valdera en el río Alcanadre, por un presupuesto de contrata de un millón novecientas treinta y seis mil ciento cuarenta y seis pesetas con setenta céntimos. (1.936.146,70).

Las proposiciones serán presentadas en sobre cerrado y lacrado en la Secretaría del Sindicato, establecido en la plaza del Salvador de Sariñena, número 14, bajos, durante las horas cinco a ocho de la tarde y hasta el día 21 de los corrientes.

En Secretaría y durante las horas indicadas, se hallan a disposición de los licitadores, el modelo de proposición, así como los pliegos de condiciones técnico y económico administrativas, para la ejecución de las obras. La apertura de plicas tendrá lugar, a las diecisiete horas del día 22 de los corrientes, siendo presidido este acto por el presidente de la Comunidad y los miembros del Sindicato, con la asistencia del secretario del mismo. Sariñena, 10 de agosto de 1964. — El presidente, Mariano Torres Asín.

Nueva España – 13 de agosto de 1964.

En 1966 nueva Junta general de la Comunidad de Regantes de Valdera

El domingo pasado, en la sala de actos del Casino, tuvo lugar la Junta General Ordinaria de esta importante Corporación, que tenía por objeto someter a la consideración de los regantes la gestión del Sindicato durante el último año, y proceder a su renovación. El presidente de la Comunidad, don Mariano Torres Asín, asistido de los miembros del Sindicato inicia el acto, y después de dar lectura al acta de la sesión anterior, a los estados de cuentas y a la marcha de las obras que se están realizando en las presas del Molino y dé Valdera, de donde se capta el agua para el riego y para el abastecimiento público de la población, la Asamblea aprobó por unanimidad la gestión del Sindicato, precediéndose seguidamente a plantear a la Junta General los nombres de los síndicos a quienes afecta la renovación. Por aclamación fueron reelegidos don Mariano Torres Asín, don Félix Regaño Millán, don Antonio Mulera Buisán y don Tomás Puyol Pelay, cesando únicamente don Victoriano Blanco Maestro y don Jesús Guillen Asín, que fueron sustituidos por don Manuel Blanco- Mur y don Julián Blanco García, quedando constituido el nuevo Sindicato en la siguiente forma: don Mariano Torres Asín, don Félix Regaño Millán, don José Martínez Buisán, don David Martínez Villacampa, don Antonio Mulera Buisán. don Andrés Bornao Novellón, don Tomás Puyol Pelay, don Julián Blanco García y don Manuel Blanco Mur.

Nueva España – 27 de febrero de 1966.

La sequía de 1967, un tema de solidaridad Nacional: “La sequía, hace vivir momentos difíciles a algunos pueblos de nuestra comarca, principalmente a los- municipios de La Almolda y Bujaraloz ambos de la provincia de Zaragoza sus reservas de agua para usos domésticos, han sido totalmente agota das. Sus autoridades se dirigieron a las de nuestra villa solicitando les fuera permitido el abastecimiento de tan preciado líquido, en nuestra red de distribución, cosa que naturalmente les fue concedida, y desde hace varios días numerosos tanques vienen abasteciéndose, tanto en la acequia de Valdera como en la red de distribución de la población.” Nueva España del 16 de agosto de 1967.

En 1969 aparece un curioso anuncio institucional: “Lugares donde se pueden cazar aves acuáticas: …Sariñena: Embalses: La Laguna, Presa del Molino, Presa de Valdera, Delta del Flumen… (Nueva España del 12 de febrero de 1969).

El sindicato lleva todo el riego de la huerta vieja de Sariñena, antes era de unas 1000 hectáreas, superficie que ha ido disminuyendo a unas 700 hectáreas actuales.

Francisco Nogues Tierz, Paco, como topógrafo, realizó todos los perfiles longitudinales de las acequias del sindicato y participó en muchas de sus obras. Algunas como realizar las soleras de las acequias (1981), también se han hecho varios tramos de acequias completas. Estuvo un año en la junta hasta que ocupó la presidencia, ejerciendo desde 1982 hasta el 2018, aproximadamente.

En la Valdera se ha hecho tramos de acequia completa del cementerio a los depósitos o del brazal de los espartales al pantano. La Valdera tiene el pantano de las Barceladas en Sariñena y el pantano de las estalladas, se hizo cuando estaba Juan Manuel Basols de presidente.

De la acequia del molino se ha hecho acequia completa, laterales y rasante, desde la residencia hasta el Batán. O entubado por el pueblo desde la fontaneta del Juez hasta la residencia. 

Entre1992-2000 se realizaron los embalses reguladores de las acequias del Molino y Valdera (Memoria valorada, proyecto Tomos I, II y III (sign. 6976). Expediente administrativo, proyecto modificado (1996) y expediente administrativo (carpeta 3) (sign. 6977). Sariñena. Acequias del Molino y Valdera. Expediente.  ES/AACAA – 006976/006977/22-T-04).

Son nueve los cargos del Sindicato de Riegos: presidente, vicepresidente, presidente jurado, secretario, tesorero y vocales. Después está un guardia de riego y una administrativa.

Mariano Novellón Peralta también ha sido presidente Jurado de Riegos, figura que actúa como juez dentro del sindicato impartiendo justicia entre los conflictos que se van produciendo. Un cargo bastante difícil y complicado. Actualmente es el presidente del Sindicato de Riegos de Sariñena.

El riego

Una figura clave el sistema de acequias es el Guardia de Riego del Sindicato de Riegos de Sariñena. En la mitad del siglo XX fue clave Manolo Foj Tella, conocido como «El Regador», quien ya heredó de su padre el oficio. Su trabajo, como guardia de riego, consistía en gestionar caudales, turnos de riego, vigilar su cumplimiento, vigilar que no hubiese desprendimientos o se taponasen las acequias, a veces a su paso por los puentes que salpican las acequias, desaguar cuando se venían crecidas, marcar los tramos a limpiar… Como Guarda de Riego ostentaba autoridad, incluso podía denunciar y llevaba una chapa ovalada que lo identificaba como guardia de riego del sindicato.

Cuando había crecida tenía que ir a desaguar la acequia, echar el agua para que las acequias no reventasen. Sobre todo, las noches de tormentas, al aguatilllo de la Sardera para la Valdera

Con las acequias se va a turnos de riego, recalca José Grustán Bosque, se pone avisos en los cajetines que el sindicato tiene distribuidos por el pueblo. Todos riegan bien, casi no hay problemas, comenta José. Cada acequia, la del Molino y Valdera tiene unos 5 turnos que tienen prioridad y suelen ir los turnos de aguas arriba a aguas debajo de la acequia. Con la acequia Valdera, los de la Venta de Ballerías, por la concesión histórica, pueden regar siempre, además están exentos de algunos pagos.

La Acequieta únicamente tenía unos 2 o 3 turnos pero que se han ido perdiendo. Mucha huerta vieja de Sariñena va quedando yerma sin trabajar.

Por la acequia Vadera donde no estaba el turno, en las enfilas, había un candado que Manolo Foj ponía o quitaba según si tocaba el turno o no. Joaquín y Manolo nos recuerdan 5 turnos:

  • Tramo la vía p´arriba, que regaba la huerta de Capdesaso. Justo por la vía había una enfila general.
  • Tramo la vía – pantano.
  • Tramo pantano – Barrieras, la enfila de las piscinas.
  • Tramo Barrieras -Tierz, hasta el almacén del Pocho.
  • Tramo de Tierz pa abajo.

Turnos Acequia Molino

  • La vía p´arriba
  • La vía – granja Molino
  • Molino – Mesonero
  • Mesonero – Pantano
  • Pantano – P´abajo

Turnos acequia Nueva

  • Pantano – Carretera de Zaragoza
  • Carretera de Zaragoza –

Los turnos eran de dos días por tramo, a veces se alargaba a tres días, pero no era lo normal. Estos se publicaban en unos viejos cajones de madera del sindicato distribuidos por el pueblo, los actuales son modernos, de aluminio. Estos cajeros se encuentran:

  • En plaza Roda donde el Cartujano.
  • En el Muro bajo, en casa Bernardino.
  • En el Muro alto donde estaba la carpintería de Antonio el Frances.

El repique era una de las faenas. Esta era la obligación de limpiar cada tramo de acequia en proporción a la tierra que cada uno tenía. Manolo cortaba unas cañas entre unos 30 a 40 cm, las rajaba por una de sus puntas y ponía la boleta que era un papel rectangular que ponía el nombre del propietario de la finca y los metros que le correspondía limpiar. Las distintas cañas las clavaba en el cajero que ponía a las correspondientes distancias que media cuidadosamente a pasos.

Las acequias se limpiaban tres veces al año, recuerda Mariano Conte Laín, actual regador del sindicato. La primera para semana Santa, a principio de campaña, una segunda en julio a media campaña y una última para octubre, final de campaña.

En el ayuntamiento se colocaba un tablón, con una bombilla, donde figuraba en cada tramo una serie de números que correspondía a cada propietario y el tramo que tenía que limpiar. Se hacía de arriba a abajo y normalmente los propietarios que más tierra tenían solían hacer los tramos más altos. Ponía el apellido y el número que le correspondía según el tramo.

Se cortaba el agua el jueves actual regador del sindicato, el primer día el sindicato hacia los tramos de los particulares que pagaban al sindicato para que lo hiciese, el segundo y tercer día(Sábado y domingo) les tocaba a los particulares hacer su tramo y el lunes la cuadrilla del sindicato hacía lo que habia quedado por hacer.

Al que no lo hacía se le multaba o se le pasaba el Repique más caro. Limpiaban a hoz, horca y pala. Había zonas más difíciles de limpiar, con más buro y maleza, y otras más fáciles, como los arenales.

Keko Anoro Clavería ha estado muy ligado al sindicato e Iba con la cuadrilla a limpiar las acequias, con la hoz iban quitando las barzas que se metían en el cajero de la acequia, si había mucho la quitaban con la horca, también quitaban el buro con la pala. Son acequias muy antiguas y tienen partes muy inaccesibles, para hacerlo bien hay que hacerlo a mano y eso es muy costoso.

En tiempos de Keko el repique lo hacían de jueves a sábado y el domingo. El jueves cortaban y hasta el sábado cada uno hacia su tramo correspondiente, el domingo una cuadrilla del sindicato hacían los tramos que no habían hecho a quienes le correspondían, bien por que no lo habían podido hacer o simplemente no querían hacerlo y no les importaba pagar y que lo hiciera la cuadrilla del sindicato.

También se mantenían cada año las minas, apunta José Grustán Bosque, se limpiaban manualmente: «Están bien dimensionadas, no como ahora que es todo tan justo, incluso cabe alguna maquina pequeña, lo hacían medio metro más alto más que un hombre».

En 1990 comenzaron a meter maquinas que van haciendo la limpieza de las acequias dejando el repique y los trabajos a vecinal relegados al pasado.

Guarda de campo

Vicente Villellas Detes fue “Guardia Rural” y dependía de la “Cámara Agraria local de Sariñena”, figura muy ligada a los campos de Sariñena y a su huerta. También conocido como Guardia de Campo, Vicente ostentaba autoridad como Guardia Rural y por ello portaba una chapa oficial que lo identificaba como guarda jurado de Sariñena.

Vigilaba la huerta, que entonces era muy importante, entre sus funciones que no entrase ningún ganado, que no hubiesen robos, que nadie se comiese más de la cuenta labrando, sobre todo cabañeras, caminos, sendas, marguines u otros campos o huertas –siempre había alguno que cogía más de la cuenta-.  

Con Manolo Foj, Guardia de Riego, fueron muy amigos, como hermanos, pues entre ellos se apoyaron y ayudaron muchísimo

Grandes riegos del Alto Aragón

Sariñena fue gran defensora del proyecto de Riegos del Alto Aragón, de los planes de riegos para Aragón impulsados por Joaquín Costa en 1906. Aunque el germen lo aporta Miguel Ravella en 1885, el proyecto fue aprobado, primero técnica y luego económicamente, en 1913. El plan nace “Para la ejecución de las obras de Riegos del Alto Aragón con las aguas de los ríos, Gállego, Cinca, Sotón, Astón y Guatizalema, en toda la extensión necesaria para regar las zonas de Sobrarbe, Somontano y Monegros”. A través de presas y una extensa red canales, derivaciones y desagües llevar las aguas a nuevas zonas regables, concretamente para esta zona el canal de Monegros gracias a Riegos del Alto Aragón.

La lucha por el agua fue una cuestión de supervivencia para estas tierras, donde el papel de las mujeres fue esencial. Conocido es el caso de las mujeres canalistas de Lanaja, quienes el 25 de febrero de 1915 marcharon andando a Huesca reclamando el agua para Los Monegros “Pan y trabajo”. Una reivindicación que ya venía de antes con el fuerte papel que jugaron las mujeres, como la concentración en Huesca de mayo de 1914 donde acudieron “buen número de labradores y muchas mujeres”.

Celebróse anteayer domingo en el teatro de esta ciudad la sesión ordinaria de Junta general de dicho Sindicato.

Ya desde las primeras horas de la banana se notó en esta población gran movimiento y muchos forasteros de los pueblos de la zona que ha de regarse con el magno proyecto. De Tardienta, Almudébar, Lanaja, Robres, Granen, Sariñena y muchas localidades más acudieron á Huesca buen número de labradores y muchas mujeres, unos y otras llenos al parecer de gran entusiasmo y en alas del deseo que sienten de ver realizadas sus justas, justísimas pretensiones, pues ellas significan la redención económica del país que agoniza y acaba.

Diario de Huesca – 5 de mayo de 1914.

En Sariñena y comarca hay que reseñar la gran actividad que realizaron a través de sus alcaldes, destacando a Esteban Panzano o a su gran representante el diputado liberal por Sariñena Juan Alvarado y del Saz.

En 1956, en el diario de la Nueva España, se realizaba la siguiente radiografía de la situación del desarrollo de los riegos en Sariñena:

“Tiene actualmente una zona de regadío de 1.400 Ha., las cuales, la mayor parte, reciben el beneficio del riego del rio Alcanadre, mediante una presa establecida en las proximidades del pueblo de Huerto, con una conducción de más de catorce kilómetros de longitud, cuya administración corre a cargo del Sindicato de Riegos titulado de las Acequias de Valdera y del Molino. Unas 400 Ha. han comenzado a regarse recientemente con las aguas procedentes del sistema de Riegos del Alto Aragón. Una vez ejecutados los planes del Cinca y tramo tercero del Canal de Monegros, la extensión de regadío será de unas nueve mil hectáreas, cifra lo suficientemente elocuente para expresar lo que será Sariñena en un futuro próximo, el cual es captado por numerosas familias que procedentes de lejanas provincias de España y desde no hace mucho tiempo, vienen instalándose en esta población, considerada sin duda como tierra de promisión.”

Nueva España – 2 de septiembre de 1956.

“Ministro Fomento.—Presidente Sindicato riegos de Sariñena, proteste enérgicamente ante V. E. de la campaña injusta que hace el periódico Correspondencia España contra canal riegos Alto Aragón, pues su ejecución será la tranquilidad y vida de esta zona, hoy arruinada por falta de agua. Fermín Llamas.”

Diario de Huesca – 20 de noviembre de 1912.

En un pueblo de Monegros
un abuelico soñaba:
que retornaban los hijos
y las tierras se regaban.

Luis Escudero.

El pantano de Sariñena, un proyecto

En 1901 se proyectó la realización del denominado Pantano de Sariñena, un pantano con una capacidad de 28.000.000 metros cúbicos de aguapara el riego de la huerta de Capdesaso y Sariñena, pantano que no llegó a realizarse.

1.° Relevar al sindicato de regantes de esta villa, de los cuantiosos gastos que origina el sostenimiento y reparación de la presa, acequia Váldera y limpia de ésta, gastos que á duras penas pueden soportar los agobios de esta. siempre sufrida clase agrícola.

Se aprovechará la sobrante de toda la acequia Váldera durante los meses del invierno, época en que no es necesaria para el riego y que ahora se pierde en estériles escorrentías.

Diario de Huesca 15 de julio de 1901.

Embalsará el pantano 28.000.000 de metros cúbicos de agua, resultando el metro á un precio notablemente inferior al de otros pantanos y obras análogas. Se construirán puentes, presa, embalse, acueducto y por el canal discurrirán ordinariamente nueve metros cúbicos de agua por segando, de los que tomará seis del río Alcanadre y tres del Guatizaíema. Si mucho confían los pueblos interesados en la ilustración y actividad de que dan pruebas el ingeniero Sr. Cajal, ayudante Sr. Cofino, y sobrestante Sr. Tello, se confían menos en el interés y celo nunca desmentidos de su ilustre representante en Cortes Sr. Alvarado, constante defensor de los mismos.

El corresponsal. Sariñena 19 de agosto de 1909.

Son muy importantes los trabajos realizados recientemente por el ilustrado ingeniero afecto á la División Hidrológica del Ebro, D. Joaquín Cajal y personal á sus órdenes encargado del proyecto y estadios del pantano de esta villa. Esta población tan interesada, se enteró oportunamente de la devolución del proyecto remitido á la superioridad para estudiar determinadas modificaciones, y el ingeniero encargado, con objeto de ter minar con más rapidez los estudios y re formas propuestas, ha ampliado notablemente los trabajos, y aclarado con gran tino y competencia los conceptos del proyecto remitido. Al efecto, recientemente se han tomado los datos precisos para tantear con alguna exactitud el terreno que puede ser susceptible de riego, á la vez que se demuestra la imposibilidad de regar los Monegros y trato por las dificultades insuperables que supone el salvar la sierra, cuanto por hallarse aquel terreno más elevado que el fondo de la laguna que ha de ser convertida en pantano. Parece que se ha levantado un plano, desde la estación de Capdesaso á donde podrá llegar el agua de riego hasta el monte llamado «Presiñena», término municipal de Sesa, y punto donde se unen las estribaciones de la sierra con el río. Con las modificaciones propuestas existe zona regable en el monte de esta villa y en el de los pueblos de Capdesaso, Lalueza, Pallaruelo de Monegros y Albalatillo, y se amplían y mejoran todos ¡os demás que ya constan en el proyecto. Es incalculable el beneficio que había de reportar este pantano, cuyo coste es poco más de un millón de pesetas. La acequia de Váldera cuya longitud es de 18 kilómetros, quedará convertida en un Canal que asegurará los riegos de estas huertas, hoy tan difíciles sobre todo en épocas de estiaje. Desde la salida del pantano al río existe un regular desnivel que podría utilizarse con algún gasto dé agua para fuerza motriz y usos industriales. Embalsará el pantano 28.000.000 de metros cúbicos de agua, resultando el metro á un precio notablemente inferior al de otros pantanos y obras análogas. Se construirán puentes, presa, embalse, acueducto y por el canal discurrirán ordinariamente nueve metros cúbicos de agua por segundo, de los que tomará seis del río Alcanadre y tres del Guatizalema. Si mucho confían los pueblos interesados en la ilustración y actividad de que dan pruebas el ingeniero Sr. Cajal, ayudante Sr. Cofino, y sobrestante Sr. Tello, He confían menos en el interés y celo nunca desmentidos de su ilustre representan te en Cortes Sr. Alvarado, constante defensor de los mismos.

Diario de Huesca – 20 de agosto de 1909.

¿No se han construido dos hermosas presas, que han asegurado el riego eventual en la acequia Váldera? Joaquín Paraled.

Diario de Huesca – 05 de enero de 1915.

La mina del Isuela

A finales del siglo XIX hubo un intento de desecación de la laguna de Sariñena, para ello se construyó, excavándose, un desagüe por la zona del Saso las Ratas para verter sus aguas en La Isuela, actualmente conocido como Flumen. La noticia quedó recogida en el Diario de Huesca en su edición del 15 de julio de 1901:

El Pantano de Sariñena. —Justos elogios. —Descripción del Pantano: “Hace bastantes años que fue desecada la llamada Laguna de esta villa, distante medio kilómetro escaso al poniente y lindando con el camino que conduce a Lanaja. Para obtener el desagüe se perforó el monte conocido por la partida Saso de las ratas, construyéndose al efecto una mina sin ningún revestimiento interior y desembocando en el rio Flumen o Isuela como aquí le llaman, desapareció rápidamente el paludismo, prueba acabada de que allí radicaba el origen y así continuó por espacio de algunos años hasta que los desprendimientos interiores la citada mina, la total incuria de todos y la ya proverbial calma tan peculiar de nuestro temperamento, cegaron el conducto, estancáronse las aguas, vinieron-, nuevamente las fiebres tercianarias y entonces nos acordamos de Santa Bárbara, esto es, da la imperiosa necesidad de sacudir ese foco de infección que si en tiempos dieron fama a nuestra villa, de temer es que surja otra vez:, si no se pone pronto remedio”.

LASESA y el Sector XI

En Sariñena también encontramos a la Comunidad de Regantes de LASESA (Lastanosa-Sariñena-Sena) y la Comunidad de Regantes del Sector XI del Flumen. El sistema de LASESA se nutre de la acequia de Pertusa y del canal de Terreu, ambos provienen del canal del Cinca. La CR Sector X tiene su superficie regable en los TTMM: Lalueza, Huerto, Capdesaso, Sariñena (Huesca). La CR Sector XI tiene su superficie regable en los TTMM: Huerto, Lalueza, Capdesaso, Sariñena y Albalatillo (Huesca). Francisco Nogues Tierz El sector XI riega todos los Sasos.

Mia tú que son antiguas
las acequias de Sariñena
la Valdera dicen que es árabe
por no dicir que es romana
que esta tierra ya era ibera
de tantas culturas hecha
que ha sido fértil su ribera

ha sido rica su tierra
y su huerta vieja.

Aura aún quedan
restos de los espartales

de sus sasos y mallacanes
de la ilergeta Succosa
románica y prehistórica

de sus puentes sobre el Alcanadre.

De sus azudes y fuentes
queda tanta memoria…

Ay huerta vieja de Sariñena
del huerto y del huerter

del huertero y la huertera
del huerter
del guerto y la guerta
del jadón, la jada,
el jadico y la jadeta.

Ay acequia y su brazal
que llega el agua

ringlera de caballón
abrir y cerrar la tajadera
de la huerta de Suso

de las Ciquinaltas y Ciquinbajas
del regador, del regador…

Quios y quias, de la villa de Sariñena
hijos del Alcanadre
y la acequia madre Valdera
no hay mayor honra
que ser de tu huerta,
de la huerta vieja de Sariñena.

Agradecimientos

Gracias a Mariano Novellón Peralta, José Anoro Marías, Keko Anoro Clavería, a Manolo y Joaquín Foj Blanco, a Pilar Royo López y Vicente Villellas Royo, a Francisco Nogues Tierz, a Joseé Grustán Bosque, a Mariano Conte Laín y a Vicente Tierz Tabueña y a Antonio Naval Mas.

Hace 100 años de la última plaga de langosta en Sena


Por Antonio Cavero Barreu

Publicado en El Tarirán, Asociación Cultural Senense, n. 102, págs. 37-40, verano 2022.

El pueblo de Sena está dando el ejemplo con su prestación voluntaria, para todo lo referente a la extinción. Si los demás pueblos invadidos siguen el ejemplo, la victoria coronará sus esfuerzos. (Benito Cavero Fiestas, Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

En ocho días, en quince si se quiere, puede quedar removido todo el terreno en el que hay canuto y vencida la primera batalla, que es la más importante. ¡Adelante, pueblos invadidos! Que Sena -como dijo cierto senador baturro- “no recula”. (Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

La lectura del título puede que deje desconcertado a algún lector que piense que las plagas de langosta son propias de otros parajes, o de tiempos remotos, o simplemente que no existen más que en los relatos bíblicos. Es cierto que la Biblia se refiere a la plaga de langosta como la octava de las que Yahvé envió para liberar al pueblo escogido del cautiverio de Egipto (Éxodo, 10, 1-20), o también que es una de las plagas que anuncia el libro del Apocalipsis para el fin de los tiempos (Apocalipsis, 9, 3-10). Pero no es menos cierto que las plagas de langosta existen en la realidad, y de hecho siguen produciéndose esporádicamente en amplias zonas del planeta. A gran escala, en 1988 hasta 20 estados africanos se vieron azotados por un enjambre de langostas migrantes; y, mucho más reciente, este reciente mes de junio de 2022 se ha producido una plaga de langosta en la comarca extremeña de La Serena, aunque de extensión limitada.

En la península Ibérica existen varias zonas de hábitat permanente de la llamada langosta mediterránea (Dociostaurus Maroccanus Thunberg), en focos de suelos pobres de erial y pastizal o zonas baldías, que suman en total más de un millón de hectáreas. Se trata de regiones donde se reproducen y desde donde, si se dan las condiciones adecuadas y no se ponen los medios para evitarlo, se puede originar la plaga. Una de esas zonas es Los Monegros, con más incidencia en la parte zaragozana. Hay otras zonas importantes, como la citada de La Serena, en la provincia de Badajoz, y el Valle de Alcudia, en la de Ciudad Real, entre otras. La zona de potencial invasión de la langosta se extiende por buena parte de la península. Está claro que los avances en los insecticidas y en las técnicas de prevención de plagas hacen que las consecuencias no sean tan dramáticas como lo eran hace 100 años.

El propósito de este artículo es describir la lucha que mantuvieron nuestros antepasados de Sena contra la última gran plaga de langosta en Monegros, entre 1920 y 1924. Pero antes de ello será preciso en la primera entrega conocer algunos detalles sobre la langosta, su ciclo de reproducción, su capacidad de hacerse gregaria y el potencial destructor que deriva de ello, y también revisar los medios con que se contaba hace cien años para la lucha contra esta plaga.

En la segunda entrega se describirá con detalle la lucha que el pueblo de Sena mantuvo contra la plaga.

1) La langosta y su potencial destructor

Si a la vista de la figura alguien cree estar viendo un saltamontes, no va mal encaminado. Saltamontes y langostas son muy similares; pertenecen a la misma familia de insectos ortópteros (Acrididae), y la diferencia más significativa entre ellos es la posibilidad de las langostas de presentar, si se dan las condiciones, un comportamiento gregario e invasivo.

El ciclo vital de la langosta comienza cuando al filo del principio del verano las hembras depositan sus huevos enterrados en el suelo, protegidos por una estructura rígida que se denomina canuto. Cada hembra pone más de cien huevos, repartidos en varios canutos que pasan unos 9 meses enterrados hasta que eclosionan al principio de la primavera siguiente. Tras la eclosión, el insecto pasa por cinco estados de desarrollo, separados por fenómenos de muda, desde el canuto con los huevos y la larva recién nacida, pasando por las larvas llamadas mosquitos y moscas, las ninfas o saltones, hasta llegar a los individuos adultos alados o en fase voladora. Hacia mediados del verano todos los individuos adultos han muerto.

Larvas y ninfas se alimentan de especies herbáceas espontáneas, principalmente gramíneas, abundantes en nuestros pastos. Las jóvenes son incapaces de volar hasta que se convierten en adultos. En estado solitario las langostas se alimentan del pasto en la finca donde viven o de los cultivos vecinos, sin que emigren ni constituyan un peligro masivo.

El problema de la langosta consiste en su capacidad para desarrollar un comportamiento gregario y multiplicarse en masa. Técnicamente esto se denomina paso de la fase solitaria a la fase gregaria. Normalmente el proceso va precedido por una reproducción masiva durante unos dos años, bajo la acción de factores ecológicos favorables como temperaturas primaverales altas y lluvias convenientes en intensidad y momento. Si luego se presenta una primavera cálida y seca y escasean los pastos, la escasez de alimento y la acumulación de individuos en espacio reducido desencadena unos cambios hormonales que alteran su aspecto externo y su comportamiento, convirtiéndolo en gregario. Los individuos salen en masa a la búsqueda de alimento, y se mueven en cordones o manchas, cuando son aún mosquitos, moscas o saltones, con gran número de individuos, que pueden alcanzar densidades de varios miles por metro cuadrado. Pero si llegan a la fase voladora son animales temibles, básicamente por la dificultad de evitar sus invasiones y por la facilidad con que se desplazan en enjambres que pueden llegar hasta a 100 km fuera de las áreas de desarrollo permanente.

Si se piensa que cada individuo adulto puede llegar a comer diariamente el equivalente a su peso, e incluso más, es fácil comprender los destrozos en las cosechas que tal voracidad puede causar al paso de cordones, o enjambres. Los efectos que producía la langosta en nuestros pueblos eran terroríficos, pues campos a punto de rendir una cosecha óptima podían convertirse en eriales en menos de 24 horas. Es fácil darse cuenta del efecto devastador sobre la economía de nuestros mayores, totalmente dependiente de las cosechas.

2) Los medios de lucha contra la plaga hace 100 años

A principios del siglo XX las competencias sobre agricultura en el estado las tenía la Dirección General de Agricultura, dependiente del Ministerio de Fomento. En el año 1900 se creó un Servicio Agronómico para la lucha contra la langosta, con una delegación o “Sección Agronómica” en cada provincia, al frente de la cual había un ingeniero jefe, cargo que en la provincia de Huesca ostentaba en 1920 el ingeniero agrónomo Pedro Navarro de Micheo, que tuvo una destacada actuación en la lucha contra la plaga que nos ocupa. Por otra parte, el carácter recurrente de las plagas del campo -de langosta y otras- había obligado a la promulgación de la Ley de Plagas del Campo de 1908, que, entre otras cosas, y a la vista de que la lucha contra las plagas podía resultar inútil si no se implicaban todos los propietarios de tierras, hacía obligatoria la colaboración de todos e imponía fuertes multas a quienes no seguían las normas dictadas por los técnicos del gobierno. También obligaba a la creación en cada pueblo de una Junta de Defensa contra Plagas, de la cual debían formar parte tres de entre los diez propietarios que pagaran más contribución agraria, más el médico y el maestro.

La lucha contra la plaga de langosta implicaba, como veremos a continuación, jornales de mano de obra y materiales. El costo de estas operaciones podía salir de las arcas municipales, de subvenciones del gobierno o de propietarios o particulares. También se movilizaba al ejército, en caso necesario.

Casi inexistentes aún los insecticidas químicos, el medio de lucha más efectivo era la denominada campaña de otoño-invierno, en la cual, previa acotación y amojonamiento de los terrenos infestados con canuto y comunicación a la Junta Provincial de Plagas, se planificaba y se procedía a su roturación, o a la llamada escarificación mediante arados más ligeros o rastrillos. De esta manera, habiendo quedado desprotegido el canuto, con los rigores del invierno los huevos no sobrevivían y el problema se resolvía. También se incentivaba la recogida de canuto, pagándose una cantidad variable por kilo recogido, que llegó a ser de tres pesetas.

Si la campaña de otoño no había dado los resultados deseados y los huevos hacían eclosión en grandes cantidades, había que pasar a la llamada campaña de primavera. En este caso era preciso actuar sobre un insecto ya con movilidad, en el estado de mosquito, mosca o saltón. Para ello se utilizaban los buitrones, que consistían en una especie de sábana grande, a veces con un agujero en el centro para adaptar una manga. Se acosaba a los insectos para hacerlos converger al buitrón, que luego se cerraba y las langostas iban a parar a una zanja para ser quemadas o simplemente enterradas. Naturalmente, para estas operaciones se precisaba gran cantidad de personas. También se utilizaban, con el mismo fin, las trochas de zinc, por cuya superficie lisa y sin asperezas el insecto era incapaz de trepar. Así, se conducía a los cordones de langosta para hacerlos caer en unos pozos para ser quemados. Para quemar las langostas se utilizaban las regaderas de gasolina y los lanzallamas.

Las fotografías de esta página proceden del documental de 1915 Plaga de langosta, de Antonio de Padua Tramullas Perales, cineasta barcelonés afincado en Zaragoza. La película, de 11 minutos y sin sonido, constituye la primera grabación cinematográfica de los Monegros. Su visualización resulta muy interesante porque se pasa revista a las técnicas de lucha contra la langosta que acabamos de describir (1).

Hoy en día, este tipo de actuaciones serían económicamente inviables, y la lucha contra la langosta se realiza por medio de insecticidas, con otros inconvenientes como la toxicidad para el ganado. Pero la lucha química mediante insecticidas es el único método capaz de frenar las plagas, sobre todo cuando ya se han formado los enjambres.

(1) Darío Villagrasa, Monegros tierra de cine. Sariñena Editorial, 2017. La película, de Filmoteca Española, puede visualizarse en https://www.europeana.eu/es/item/08625/FILM00062979c_8 (Consulta: julio de 2022)

3) La plaga de langosta en Sena en los años 20

En la primera mitad del siglo XX padeció España varias plagas de langosta. Entre ellas, la más grave fue la que tuvo su punto álgido en 1922-1923, con 250.000 hectáreas infestadas de canuto, según la memoria que elaboró el Ministerio de Fomento (Memoria de la campaña contra la langosta en 1922-1923. Ministerio de Fomento. Imprenta Hispánica. Madrid, 1923) (1). Una de las comarcas más afectadas fue la de Los Monegros. La incidencia de esta plaga de langosta en Monegros ha sido analizada por Joaquín Ruiz Gaspar en la entrada “La plaga de langosta en los Monegros” de su blog Os Monegros. (2)

También la revista Montesnegros, editada por los ayuntamientos de la zona zaragozana de Monegros, publicó un artículo sobre la incidencia de la plaga en dichos municipios (“La plaga de langosta en nuestros municipios hacia 1920”. Vicente Gastón Lacort, Montesnegros, núm. 51, diciembre 2013, págs. 8-10).

Pero, como en ninguno de estos estudios se cita a Sena, vamos a realizar a continuación la reseña de lo que fue la plaga vista desde nuestro pueblo. La prensa de la época nos permite trazar un relato bastante completo de lo acontecido esos años. Contamos con la hemeroteca de los dos periódicos de Huesca: El Diario de Huesca y La Tierra, que incluyen los artículos de su corresponsal en Sena, Benito Cavero Fiestas, y del colaborador esporádico Antonio Montull Marcial, juez municipal.

1920

Según el informe del ingeniero Pedro Navarro en la ya citada memoria del ministerio de fomento de 1923, la plaga apareció en la provincia de Huesca en el verano de 1920, con los insectos en fase voladora, procedentes de los municipios zaragozanos de Farlete y Monegrillo, donde la langosta era endémica y donde, desde principios de siglo, se venían padeciendo conatos de plaga. Entrando por la sierra de Alcubierre, los insectos invadieron los términos de Lanaja, Castejón de Monegros y Valfarta, llegando por las riberas del Flumen y Alcanadre a Ontiñena, Ballobar, Villanueva de Sigena y Sena, y posteriormente hasta la zona del Cinca Medio y Bajo Cinca.

1921

A diferencia de la zona zaragozana de Monegros, donde ya estaban familiarizados con el peligro potencial que suponía la langosta, en la provincia de Huesca no se prestó la atención debida a la amenaza ni se vigilaron y acotaron escrupulosamente los terrenos con canuto, y el resultado fue que la campaña de invierno 1920-1921 no fue suficientemente eficaz, de forma que en la primavera de 1921 los huevos de langosta eclosionaron en masa en la mayoría de los pueblos afectados. La situación obligó a una intensa campaña de primavera. El gobernador civil, Fernando Muñoz Balsalobre, acompañado del ingeniero Pedro Navarro y otras autoridades y políticos, entre ellos el conocido diputado y exministro Juan Alvarado del Saz, giró una visita de inspección de dos días de duración a pueblos afectados, concretamente Santa Lecina, Alcolea, Villanueva de Sigena, Sena y Ontiñena. La visita a Sena tuvo lugar el viernes 22 de abril. Manuel Casanova Carrera, director de El Diario de Huesca e integrante de la comitiva, relata que las autoridades y la Junta de Plagas de Sena había salido fuera del pueblo a recibir la comitiva. Y sigue:

Constituyó esto una medida de gran oportunidad. Precisamente a pocos pasos de allí se encontraba una de las manchas más importantes. Y a contemplarla nos dirigimos, acompañados de la casi totalidad de los miembros que componen la Junta de plagas del campo, del médico don Baldomero Martínez, de don Manuel Nassarre, del alcalde don Alejandro Calvo, de los propietarios don Miguel Galindo, don Marcelino Pueyo, don Joaquín Miralvés, don Benito Cavero, nuestro corresponsal; del maestro don José Noguero, del mosén que nos promete unas fotografías…

…Sufrimos una dolorosa impresión. Aquí la langosta ha irrumpido ya en los sembrados, infestando los trigales, abortando gran parte de la cosecha. Y no obstante, el vecindario trabaja con ardor, porque sabe que si ahora no se acomete la obra con energía, en el año próximo la condena será absoluta, dada la aterradora proporción en que la langosta se reproduce…

…También aquí se sigue el procedimiento de los buitrones; se emplea el lanzallamas, se utilizan unos aparatos equivalentes, marca “Muratori”, a poca presión, y las regaderas.

Los principales términos invadidos se llaman “Cuarto Alto”, “Valletas”, “Presiñena” y “Omprío Bajo”, a los cuales van a trabajar diariamente unos cien hombres…

…Particularmente el Ayuntamiento y los vecinos han adquirido alguna cantidad de gasolina, que les permite ir manteniéndose en una prudente defensiva.

(Manuel Casanova Carrera, El Diario de Huesca, 29 abril 1921)

La visita concluyó, según relata el cronista, con un agasajo en casa del alcalde señor Calvo. Presumimos que el mosén que prometía fotografías no era otro que mosén Rafael Gudel, pero nunca hemos llegado a verlas.

Prosigue la campaña de primavera y entresacamos un párrafo de la nueva crónica del corresponsal desde Sena, en primera página:

Continúa con creciente entusiasmo entre los vecinos la campaña para la extinción de la langosta en este término municipal. Se han adquirido por cuenta del Ayuntamiento (aparte de los costeados por particulares) nuevos aparatos lanzallamas que están dando excelentes resultados. Con éstos y los buitrones ha sido reducida y casi extinguida completamente en varias de las zonas invadidas, y ahora se concentran las operaciones de extinción en el Monte Alto y Presiñena, donde todavía quedan grandes focos.

(Benito Cavero Fiestas, El Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

La campaña de primavera de 1921 en Sena culminó con la extinción total de la langosta en el término, aunque eso no fue suficiente, según se nos relata en una crónica del año siguiente:

En el pasado año este pueblo gastó en recogida de canuto y langosta en estado pequeño más de tres mil jornales y cinco mil pesetas en gasolina y aparatos lanzallamas. El esfuerzo se vio coronado por el mayor éxito, pues no quedó una langosta en todo el término, por haber sido exterminada toda antes de levantar el vuelo. A pesar de aquellos esfuerzos, de aquellos sacrificios, la invasión de la nacida en pueblos vecinos ha traído la ruina este año a los labradores de esta comarca.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

En el resto de los pueblos afectados, la mayor parte de la cosecha de 1921 pudo salvarse porque se adelantó su recolección.

1922

1922 resulta ser otro año nefasto, con la plaga desatada en los Monegros oscenses. Se organiza por ello una nueva visita a los pueblos invadidos, que tiene lugar el sábado 27 de mayo con la asistencia del nuevo gobernador civil, Francisco Cabrera Pozuelo, acompañado del comisario regio de fomento, Jorge Cajal Lasala y de un séquito de más autoridades que el año anterior. La comitiva recala en Castejón de Monegros, Peñalba, Valfarta, Candasnos, Ontiñena y Sena. Se entiende que el paso por Sena sea rápido, por ser la última etapa de tan maratoniano viaje. La visita se despacha con un par de líneas en la edición del 30 de mayo de cada uno de los dos diarios oscenses.

Tres semanas después, nueva crónica desde Sena con párrafos apocalípticos:

Estamos a 18 de junio. La langosta que invadió este término por la parte de Valfarta en los últimos días de mayo ha ido avanzando en dirección a Sena (de Sur a Norte), destruyendo cuanto encontrara a su paso. Las cuatro quintas partes de los sembrados han sido pasto ya del voraz insecto y continúa avanzando y destruyendo. Hoy está ya a la vista de la huerta, a menos de seis kilómetros; si no cambia de rumbo, dentro de dos días habrá llegado a la vega y el desastre será completo.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

Ante la gravedad de la situación, tiene lugar en la Diputación Provincial una Asamblea con representación de labradores de 62 pueblos afectados, en la que se acuerda enviar una comisión en solicitud de ayuda a Madrid.

También el Gobierno Civil publica una circular con el objeto de que las Juntas de todos los pueblos informen, durante los meses de junio y julio, del recuento de superficie infestada, para planificar adecuadamente la campaña de otoño-invierno. La Junta de Sena, de las más cumplidoras, lo hace antes incluso del comienzo del plazo fijado, el 26 de mayo. Del resto de los más de 30 pueblos infestados, varios han de pagar una multa de 500 pesetas por no cumplir, según informa la prensa (El Diario de Huesca, 4 agosto 1922).

Y la lucha sigue. Sena se prepara para la campaña de otoño:

Va acercándose la época adecuada para dar la primera batalla a la plaga de la langosta en su estado de canuto. El entusiasmo y la confianza en la victoria definitiva tienen animados a estos vecinos, que se crecen ante el trabajo que representa la campaña. Ya se han hecho tanteos y calculado los medios de que se dispone y los que se necesitan para la roturación y escarificación de los terrenos con canuto.

Hay en este pueblo cien yuntas de mulas y otras cien de burros disponibles; hay cuatrocientos trabajadores que para el caso presente, no esquivarán su esfuerzo; se ha calculado la retribución de cada yunta de mulas en diez pesetas y en seis pesetas las de caballerías menores. La de cada jornal en dos cincuenta.

Hay unas 230 hectáreas declaradas y amojonadas con canuto. Se calcula que para la roturación y escarificación, donde aquélla no pueda practicarse, hacen falta 600 yuntas y mil jornales; de aquéllas, 300 yuntas de caballerías mayores y 300 de menores que importan al precio antes mencionado unas 4800 pesetas y 2500 más los mil jornales de escarificar. Total 7300 pesetas o sea la mitad del cupo anual de contribución territorial…

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

En octubre, el Gobierno Civil ordena fijar en todos los municipios un cartel en el que se insta a la población a abandonar sus labores y dedicar los días 16 y 17, que denomina “días de la langosta”, a los trabajos de lucha contra el insecto. El 26 de octubre, los dos diarios de Huesca informan del resultado de los trabajos de estos días. En Sena se informa de que se han utilizado 28 yuntas y se han escarificado 8 Ha, con el proyecto de continuar después de la siembra.

1923

En plena campaña de otoño-invierno, el ingeniero Pedro Navarro acude a Sena, por una vez sin acompañamiento de políticos, para una verdadera visita de inspección y trabajo. Durante la mañana del domingo 25 de febrero se entrevista con el presidente de la Junta de Plagas y el nuevo alcalde, José Calvo Calvo, en casa de este último. De la crónica del periodista que le acompañaba entresacamos:

El presidente de la Junta de Plagas, don Manuel Nassarre, nos manifestó que los trabajos se habían realizado sin entorpecimiento alguno y en medio del general entusiasmo del vecindario.

Se hizo la distribución de trabajo con arreglo a las órdenes recibidas del señor Navarro, órdenes que se han cumplido estrictamente, cooperando cada vecino con arreglo a su situación económica.

Comenzaron estos trabajos el día 20 de noviembre, sin contar los días llamados de la langosta, y han seguido sin interrupción hasta la fecha, en que quedan muy pocas hectáreas que roturar.

Como el monte de este pueblo es inmenso, los trabajos se hacían con alguna dificultad por la distancia existente entre el pueblo y algunos terrenos situados en los extremos del término municipal.

Se calculan en 45 las hectáreas que faltan por roturar, habiendo sido denunciada la existencia de canuto en más de 229.

Los terrenos roturables han sido casi todos labrados, faltando casi únicamente las laderas, que si no son susceptibles de roturación se hace precisa la escarificación por medio de azadas y picos.

En estos trabajos se han empleado unas mil yuntas, que aportaron los propietarios a prorrateo.

Todos los vecinos de Sena, repetimos, han puesto de su parte cuanto han podido. Todos merecen elogios, pero muy principalmente el alcalde don José Calvo, el presidente de la Junta de Plagas don Manuel Nassarre y el médico don Baldomero Martínez, presidente que ha sido durante mucho tiempo de la Junta y alma de este movimiento.

Salimos de Sena satisfechos por los trabajos realizados y la formal promesa de que pronto estaría terminada la campaña de invierno.

(José María Lacasa, La Tierra, 28 de febrero de 1923)

Hay que decir que en la crónica también se cita algún vecino renuente a cumplir con sus obligaciones, pero en este caso vamos a omitir los detalles personales.

En primavera de este año de 1923 la plaga está llegando a su punto culminante. En datos de la provincia de Zaragoza, presumiblemente similares a los de Huesca, había en las zonas infestadas un promedio de cien canutos por metro cuadrado, que podían dar lugar potencialmente a más de 20 millones de langostas por hectárea si no se actuaba con determinación (José Cruz Lapazarán: La plaga de la langosta en la región aragonesa, Zaragoza, Imprenta del Hospicio Provincial, 1925, págs. 14-15). En Huesca se roturaron más de 5600 Ha en 33 pueblos, pero hubo que hacerlo en malas condiciones a causa de los hielos persistentes. La eclosión de insectos en primavera era aún considerable.

Las visitas de los políticos culminan este año con la del director general de agricultura del ministerio de fomento, Isidoro Rodrigáñez Sánchez, acompañado del subdirector general, del nuevo gobernador civil Francisco Mansilla Mansilla (el tercero en tres años) y un séquito que asciende a más de 20 personas. Se incluye, además de la prensa, al conocido fotógrafo oscense Rodolfo Albasini. El programa comprende -en una sola jornada, el 15 de junio- visitas a Candasnos, Fraga, Ontiñena, Alcolea, Villanueva de Sigena, Sena, Sariñena y Pallaruelo de Monegros. Además, banquete con homenajes y discursos en el teatro Romea de Sariñena… y otro banquete al regreso a Huesca ofrecido por la junta de fomento en el Círculo Oscense. Se comprende que, como el año anterior, el tiempo que se dedica a Villanueva y Sena, justo antes del banquete, sea más que reducido, tanto como la fugaz referencia a Sena en el extenso artículo:

… En Sena le saludaron el alcalde don José Calvo, presidente de la Junta de Plagas don Manuel Nasarre, secretario don Benito Cavero, maestro don Antonio Castelar y propietario don Alejandro Calvo.

(José María Lacasa, La Tierra, 17 de junio 1923)

1924

Afortunadamente, los denodados esfuerzos de la campaña de primavera dan finalmente sus frutos. La única alusión a la plaga en 1924 es un breve sin firma en la portada de la edición del 20 de abril de La Tierra. El breve informa de que la superficie de canuto acotada y roturada en esta campaña ha pasado de las 5600 Ha del año anterior a menos de 900 Ha. En particular, en Sena solo son 4 Ha, y se informa que la intensidad de la puesta no llega al 20% de la del año anterior. La ausencia de más información sobre Sena en los medios oscenses en este año y los siguientes es, sin duda, la mejor de las noticias. Parece que la plaga ha sido, finalmente, controlada. Y por fortuna, en Sena no hemos vuelto a padecer más calamidades de este género.

Explicado ya el desenlace, cabe apostillar que, en algunas ocasiones, las crónicas de nuestros corresponsales eran algo más que informativas. Cabían también los lamentoslas críticas y hasta las arengas. La ocasión lo requería porque, al parecer, las publicitadas visitas de los políticos no iban acompañadas del apoyo efectivo suficiente. Veamos algunos ejemplos:

…. Hay que poner el hombro como vulgarmente se dice y hay que desprenderse de diez si es preciso, para coger ciento, que representa la cosecha en perspectiva. Nada de enconos personales ni rencillas sociales ante el interés común. Ante el peligro inmenso que tenemos enfrente, cualquier decaimiento, cualquier desmayo, cualquier inconveniente que se ponga de obra o de palabra, representan una traición a la obra común y generosa que se imponen los pueblos; ha de salvar sus intereses y los de la comarca, tan seriamente amenazados.

(Benito Cavero Fiestas, El Diario de Huesca, 6 de mayo 1921)

La magnitud de la invasión y la destrucción de la cosecha son causa justificada de que el ánimo decaiga y para levantarlo hace falta el esfuerzo común de los pueblos invadidos y de ese esfuerzo y comunidad, que nazca la exigencia radical, hasta conseguir el apoyo eficaz del Estado, de la provincia, del Consejo provincial, de quien sea, en fin, el que pueda y deba prestar ese apoyo.

Si esto no se logra, pero de una manera enérgica y decisiva, será caso de que reneguemos de ser españoles, pues el Gobierno, con lo que gasta en un solo día en empresas contraproducentes para el bien nacional, puede atender con sobra el remedio de este mal, que ha arruinado ya y acabará de arruinar a una comarca trabajadora y que merece respeto y consideración.

(Benito Cavero Fiestas, La Tierra, 21 junio 1922)

Aquí se sabe que nadie ha de excusarse de prestar su máximo concurso a la redentora obra de destrucción de la langosta; de los demás pueblos invadidos se tienen iguales impresiones. Se trata, pues, de quererlo hacer y creemos que nadie habrá tan egoísta, tan inhumano, tan criminal, que se niegue a prestar su cooperación monetaria o personal a una obra que es para todos y de vida o muerte.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 5 septiembre 1922)

Este grupo de pueblos invadidos y abandonados a sus propios medios, no debe desanimar por el desamparo de que son objeto; deben reunirse y ejercitar una acción común, enérgica y radical en defensa propia, renegar si hace falta de la falsa tutela de sus mandatarios apáticos, pero pronto, antes de que el desarrollo de la plaga haga irremediable la catástrofe; hay que aprovechar el tiempo, no hagamos como aquel de Lumpiaque que amaneció templando la guitarra.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 21 septiembre 1922)

El que suscribe, que ha visto en el pasado año los estragos causados por la plaga de la langosta; que ha visto a labradores modestos perder en absoluto sus cosechas de cereales, quedando en la indigencia; que sabe que una buena extensión del término está llena de canuto; ha sentido horror, verdadero horror, pensando que esa calamidad se pueda reproducir en el presente año. Por esta causa no he dejado desde un principio de aprovechar la ocasión de inculcar a todos la necesidad del máximo esfuerzo, para lograr vencer: en Asambleas locales, en reuniones privadas, donde quiera que he visto reunidas tres personas, allí he expuesto mi temor y mi deseo de que se trabaje por vencer la terrible plaga. Algunos tal vez califiquen de obsesión mi constancia, pero yo tengo la íntima satisfacción de obrar bien y nadie me probará que no es así.

(Antonio Montull Marcial, La Tierra, 20 diciembre 1922)

El tono de las crónicas de los corresponsales deja bien claro que la lucha contra esta calamidad puso a prueba, hace cien años, la capacidad de nuestros mayores de Sena para superar esta adversidad, que por fortuna nunca volvió a presentarse y que nos resulta tan lejana y singular, vista con los ojos de hoy.

NOTAS

(1) Puede consultarse en: https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/fondo/pdf/45128_7_all.pdf (feb. 2023)

(2) Puede consultarse en: https://osmonegros.com/2020/02/20/ (feb. 2023)

Simoné Andreu Serrador


Amor por su pueblo, por su tierra. Orgullosa de sus Monegros, sus gentes, raíces, tradiciones y costumbres. Simoné ha sabido valorar y querer sus orígenes, de ello ha hecho gala, de la vida rural, del trabajo en el campo, con el ganado y los animales de siempre que no podían faltar en su casa. Una vida dedicada a los suyos, a salir adelante. Simoné, una chica sensible pero atrevida, valiente, luchadora, mujer coraje, con gran carácter y sobre todo querida por los suyos y querida por su pueblo. Sin duda, Simoné deja huella y sigue dejando la impronta de toda una sariñenense de los pies a la cabeza, de una guerrera que en Sariñena y en su amada laguna ha sabido encontrar su propio oasis a pesar de la dureza de la vida; con todos los suyos y los que faltan.

Simoné Andreu Serrador.

Simona Andreu Serrador nació en Sariñena el 30 de septiembre de 1946, en casa Tabolla/Taboya, actual calle Gasset, casa de su abuela Simona y su tía Pilar. Hija de Teodoro y Miguela, fueron tres hermanos: Teodoro, Teresa y Simoné. Su padre Teodoro se dedicaba principalmente al transporte, igual subía gente a la estación que llevaba un tocino al matadero, acarreaba mercancías a alguna casa o incluso Lanaja, o transportaba en su bulquete áridos y gravas para algún constructor. Mientras, su madre Miguela se dedicaba a hacer fainas varias por las casas.

Simoneta.

Era del barrio Alto de Sariñena, donde históricamente se encontraban las casas más humildes, los corrales, pajares y las llamadas Palancas; una de aquellas Palancas estaba donde estaba garaje Casabón, cerca de su casa. Por el barrio estaban muchos críos y solían enfrentarse con los del barrio Bajo, que eran de casas mejores. Los llamaban piojosos y se enfrentaban los unos con los otros encorriéndose a zaborrazos -pobres contra ricos-. A los del barrio Alto les defendía Joselín “El Moreno” -Joselín, que nos han dicho piojosos y que llevamos caparras- a lo que Joselín respondía -Esta noche a atacar- y por la noche bajaba toda la banda a enfrentarse con los del barrio Bajo. Cuando alguno recibía un zaborrazo en la cabeza, en la chichonera le ponían una perra gorda con un paño. Luego se gastaban la perra gorda en casa Blasito, donde iban a comprar regaliz. A la pastelería de Blasito solían ir a mirar el escaparate, a ver los dulces que tenía, -que bueno se veía todo, pero nada, solo mirábamos-.

Tenían un pajar camino Zaragoza, con vistas a la Laguna, donde desarrollaban parte de su día a día. Una vez le pusieron una vacuna y del efecto casi no llega al pajar, de la agonía que tenía. Cerca estaba el sifón donde se encontraba el lavadero y en un rincón, con leña, calentaban el agua para lavar en invierno. El lavadero tenía un tejadillo y aún queda algún resto de las losas.

Con cinco años contó con su primer oficio, su abuelo le dijo -tienes que ser la niñera de Antonio Huerva- pues las ratas suponían un peligro y no lo podían dejar solo. Así, que Simoné lo cuidó guardando guardia a la puerta de su habitación con un palo atenta para espantar a alguna rata atrevida que osase acercarse. A una que se atrevió, güen garrotazo le arreó.

Cartilla de escolaridad.

A Simoné le daba mucha vergüenza ir a la escuela con unas botas usadas que le dieron de un chico. Fue a la escuela de las monjas, de las que guarda muy buenos recuerdos. Aunque Simoné pronto se cansó de estudiar y se puso a trabajar de niñera en casa Torres. A los 12 años marchó a servir de niñera a Tarrasa. Su hermana Teresa, que tendría unos 17 años, ya había marchado antes de cocinera y prácticamente a hacer de todo. Simoné fue a parar a un chalet de lujo, Torre del Mer, a cuidar críos que casi eran de su edad, en una casa con jardín, piscina y huerto. Es en Tarrasa donde le cambian el nombre, dicen que Simona parece un nombre antiguo y que es más moderno Simoné, nombre que se le queda ya de por vida, aguda y con tilde en la «e» final.

Simone y Paca, mujer de Rafael Moreno.

Al año, una gran riada sacude Tarrasa por lo que Simoné coge miedo y decide volver a Sariñena. Aun así, vuelve a salir de Sariñena a los 14 años pasando algunos meses en Barcelona, igualmente trabajando como sirvienta. No tarda en regresar y una vez ya definitivamente en Sariñena, por un tiempo se dedica a limpiar el colegio de las monjas, el colegio de la Milagrosa. A Simoné le llama mucho su casa, su pueblo y comarca, le tira y le sigue tirando su tierra. Si le preguntan de dónde es ella, siempre responde sin dudar que ella es de Los Monegros, siempre orgullosa. Y cuando le dicen que aquí no hay nada siempre dice que aquí hay mucho, -¡mucho!-.

A los 19 años, Simoné contrae matrimonio con Miguel Bornao Millera, conocido como Migueler. Se casan en Sariñena y Simoné lo hace de negro pues hacía poco que se había muero Teodoro, su padre. Les casa José María, mosén copas y en el cine teatro Romea celebran un “pica – pica”. Luego, de viaje de novios marchan para Barcelona, en tren, a casa la tía Concha de Migueler, visitando algunas zonas de Barcelona, entre ellas el Tibidabo, pues perras había pocas. También visitan a la tía Teresa.

Boda entre Simoné y Miguel.

Migueler tenía algo de tierras y un par de vacas además de tener animales en casa y a parte iba a empresa, a las canaletas (al lado del cementerio) y otros trabajos. Con el bulquete iba a sacar enrona, sacar piedras, carreaba áridos, arenas y gravas para los albañiles con sus amigos Pedro “El Royo” y Mariano el de Potreta.

Por aquellos años viven en calle Los ángeles n.º 7. Simoné hacía lo que le salía, además de cuidar los abuelos que vivían con ellos en casa. Pili Bornau, hija de Simoné, recuerda como entre todos, abuelos y tíos, sumaban seis, y entre ellos Bernardo Millera y su esposa Vicenta Bornao de casa el Chiquilo y su hermana Julia, que estaba sorda como una tapia. Además, Simoné cose en casa de Soto, con Pilar Soto. En 1967 nace Miguel y en 1969 Sergio.

Simoné con Miguel y Sergio.

Simoné es una de las primeras mujeres en obtener el carnet de conducir, mucho antes que Migueler. Se lo sacó en 1969, ella fue la segunda tras Bienvenida Borruel, que fue la primera. Simoné llevaba el tractor hasta la finca y luego Migueler lo cogía para llevar a cabo los diferentes trabajos agrícolas. Migueler iba con el vespino que tenían.

Simoné conduciendo el tractor en la romería de san Isidro.

Luego fueron a vivir a la finca de Bancel, carretea Lalueza, de ganaderos y Migueler de tractorista. Se llevaron todos los animales, anqué solamente estuvieron 9 meses; regresando a su casa de la calle de Los Ángeles. Al tiempo Migueler obtiene el carnet de conducir.

Luego marchan a la finca de Balaguer, también llamada finca de los Pozos o Torres de Balaguer, que estaba al lado de las fincas de Cachicorba y Presiñena. Allí estuvieron tres años. La finca, fue de la familia de Antonio Torres, se la vendió a Balaguer, catalán, empresario que también construyó los pisos del Malibú y este llamó a la finca «Los Pozos», ya que se regaba bombeando agua de unos pozos, todo un adelanto hace 50 años.

Foto de familia Bornao Andreu.

Pili nace en 1973, el año que fallece Vicenta Bornao y en 1975 Gustavo, el pequeño de la casa. En 1976 regresan a Sariñena ya que se repartían los lotes, aunque estos fueron provisionales. Con el lote, el monte Saso Lasfitas (secano), la huerta y los animales de casa fueron tirando. La huerta la empleaban básicamente para los animales, alfal, panizo, panizo espeso, nabos, remolacha, cebada, trigo… Incluso aprovechaban las raíces de alfal, que la chafaban con la jada además de mallarlas en la calle para que se soltaran la tierra y las pudieran remusgar (rumiar) las vacas.

Igualmente, en casa tenían vacas de leche que ordeñaban todos los días y vendían. Tenían 14 vacas que cada día, a las 8 de la mañana, ordeñaban. A esa hora ya tenían a gente haciendo cola, pues la gente la iba a comprar con cantaros y botellas a casa. -Vendíamos leche, la puerta siempre estaba abierta para todo el mundo-, recuerda Pili aun sintiendo las voces de las mujeres que venían temprano a comprar y a charrar mientras se le servía la leche. Un día un abuelo le dijo a Simoné -No eches tanta agua- a lo que ella no se pudo contener en contestar -¡Eso es lo que hacía usted!-. La leche que no vendían en casa la subía en coche a la Rania. Junto a la de mariano Conte, fue una de las últimas vaquerías de Sariñena.

Migueler y Simoné.

Para Pili Bornao era una casa de mucho trabajo: “donde mi padre manejaba las tierras y las vacas, y mi madre vendía la leche y vendía lo que sacaba de la huerta. Cuidaba de nosotros, que somos cuatro. Aún veo volar la zapatilla por aquella calle, porque cada dos por tres hacíamos trastadas, que todavía hoy recordamos para reírnos” (Diario del Alto Aragón, domingo del 11 de noviembre del 2012).

En casa también tenían terneros, pollos, tocinos, vacas… y todo siempre bien limpio y desinfectado. Simoné llevaba la administración y organización de la casa. La casa la desinfectaban cada dos por tres con zotal, todo tenía que estar siempre bien limpio, restregaban con fuerza la ropa cuando la lavaban y los aluminios de las lecheras tenían que brillar -¡que no digan!-, recuerda Miguel Bornao. La casa la blanqueaban todos los años con cal hasta que en 1981 sacaron los animales de casa y los llevaron a la finca de la Laguna donde poco a poco se fueron haciendo vivienda.

A la cooperativa iban a moler y en el dyane 6 tenían que llevar pacas de alfal y paja y en el bulquete hacían viajes de fiemo. Sobre 1997 ayudó en la carnicería la catalana, limpiando patas de tocino y de corderas y tripas para hacer callos. Patas y tripas de cordero, las tripas las tenían que limpiar mucho, empleaban sosa; la sosa solo para las patas de cordero, las tripas y lo demás a mano. En 1997 se hace cargo del bar Luis, llamándole bar “A Lifara”, bar que regentan durante tres o cuatro años, Simoné con su hija Pili junto a Eli y Nicol. Hacían un montón de tapas y siempre estaba lleno.

En la calle los Ángeles siempre había tres corrillos, para las noches a la fresca, uno a la puerta de Liborio Cabellud y Dolorinas, otro en casa Simoné con los Morenos y Andrés Millera y otro más abajo, por donde telégrafos, con Olga Catalá. Rafaelito el Moreno le decía a Simoné que cuando fuese mayor se compraría caballos y así fue.

Siempre ha estado al lado de sus mayores, cuidándolos y aprendiendo de ellos, de sus anécdotas, historias, memorias y vivencias.  Recuerda ver pasar mucho a Miguela la de la posada, con su viejo carretillo de la posada al huerto y otra vez de vuelta. A José el Gange, que iba mucho a visitar a su suegro y que contaban muchas historias de antes y Simoné los escuchaba mientras guisaba la comida. Le llegó a decir que comían hasta hierba. Unos vieron una mula muerta, estaba hasta hinchada, y del hambre se dieron la vuelta para cogerla y llevarse algo a la boca –hicieron fuego en una casucha y se la comieron-.   

Su tía Manuela contaba historietas de la guerra, como cuando junto a 17 mujeres cruzaron la frontera por Figueras, Gerona, a Francia. Allí las llevaron con sus hijos a un castillo, donde las refugiaron. Mientras, a los hombres los internaron en el campo de Argeles. Manuela decía que una de ellas, de aquellas mujeres, era muy espabilada y que gracias a ella sabía cómo iba la guerra. Aquella mujer era María Moliner, a Manuela nunca se le olvidó. La cruz roja les llevaba comida hecha, hasta que un día ellas dijeron: –a partir de mañana no nos traigáis la comida hecha, traednos los alimentos que ya cocinaremos nosotras-, pues a los hijos no les gustaba como cocinaban las francesas. Una mañana, al abrir la puerta grande del castillo se encontraron abundante ropa y comida que la gente les había llevado, entre ello muchos juguetes que un hombre llevó para los críos.

Una noche, alguien llamó a la puerta del castillo, era el abuelo que había llevado los juguetes, pronto debían de huir, recoger algunas cosas y subirse a la camioneta, que los alemanes estaban cerca. Todas se subieron a la camioneta y el abuelo las condujo a la estación de tren donde las subieron a un vagón de madera. Un ferroviario las vio, pero el abuelo le dijo -Usted calle, estas personas van para España-. María Moliner se despidió del abuelo, mientras los críos lloraban por él, querían mucho al abuelo. Todas acabaron regresando a España. Se salvaron por los pelos, ya que por la mañana llegaron los alemanes. Del castillo de irás y no volverás, así lo llamaban.

Manuela, con 96 años con Paca y José Luis Ripoll tomándole la tensión.

Del marido de Manuela, Julián Cazán Morén nada se ha vuelto a saber de él, nunca lo encontraron, a pesar que con el tiempo Simoné gracias a la ayuda de Tere Lacerda, que hablaba francés, en vano trataron de averiguar qué fue de él. Su tío Manuel Serrador, de casa el Fraile, luchó en las Trincheras de Lanaja y Pili siempre recuerda que decía que lanzaba mandarinas en la guerra, –quizá por ser una niña, no quiso decirme que en realidad eran granadas-. Siempre decía que le silbaron muchos los oídos en la sierra, allí en las trincheras del lado de los Rojos, le silbaban por las balas. Nunca nos dijo si mató a alguien, se quedaba en silencio ante tal pregunta, que ahora no se nos ocurriría hacérsela.

A su tía Manuela le daban de comer lo que les sobraba en la casa que servía en Barcelona. Su marido trabajó haciendo el metro. Mosén Jorge le decía a Manuela que no se preocupase –no sufras Manuela, que estuvo muy bien cuidau-, aunque en verdad tras la guerra fue internado en un campo de concentración y nunca se supo nada de él. Manuela nunca supo la verdad.

Son muchas las historias que atesora Simoné, como las de aquellas mujeres que iban a buscar carbón a la vía: alguna hasta reñía por recoger el mejor carbón, recuerda Simoné. Su tía María iba junto a muchas mujeres del pueblo, luego algunas lo vendían -Si cogían alguna briqueta la compraban los ricos-. Entonces se iba a recoger muchas cosas, a respigar, o a escapotar panotas o escapotar el panizo. Recogían las panotas y en casa las limpiaban, les quitaban las cascarotas que se las quedaban para dar al ganado o incluso para hacer colchones.

Migueler y Simoné con el mondongo.

Por la calle de los Ángeles tenían un conejo que se les escapaba de casa, le cogieron mucho cariño y estaba muy gordo, se iba a otras casas donde siempre le daban algo de comer. -¡Manolo, Manolo!-, le gritaban para que volviese -déjalo, que ya volverá-. Manolo fue famoso por todo el pueblo hasta que un día ya no volvió. Estaban siempre tan rodeados de animales que incluso el médico don Nicolas decía: -Simoneta, si viene algún virus vendré contigo y tus animales, que los animales dan inmunidad-. A lo que respondía Simoné que ya estaban muchos en casa.

Simoné siempre ha luchado por Sariñena y Los Monegros, por la agricultura y los riegos, por el agua y contra el trasvase. Simoné ha luchado y continúa reivindicando un futuro para esta tierra que tanto quiere. Ha ido a todas las manifestaciones por el agua y siempre defendiendo a su gente. En una de aquellas manifestaciones en Madrid, por la problemática de las vacas locas, le dio su bolso a Migueler, lo cual dejó momentos muy divertidos. En aquella manifestación, Simoné sin querer se cayó al lado de las Cibeles, a lo que un hombre dijo -Señora no se queje, cualquiera no puede decir que se ha caído al lado de la Cibeles-.

«Simoné Andreu. 54 años. Sariñena. Huesca. Reclamo el agua que nos quieren quitar, porque en Monegros llevamos toda la vida esperando a que nos rieguen esas tierras tan hermosas. Este día servirá para algo, aunque el gobierno central no nos entienda, para que sepan que los de Aragón somos solidarios pero siempre que no tengamos tanta sed. Esperamos que haya pactos que nos deje contentos a todos. Y mira mi sombrero, estos son mis mensajes: Aragón, nobleza y bravura, hasta la sepultura; seré solidaria cuando Aragón no tenga sed; Ebro, las tierras de secano las tiene más a mano y Agua del Ebro para Los Monegros».

Cuando se comenzó a crear la cooperativa, Simonécon su marido Migueler apoyó a José María Paraled, aunque tenían pocas tierras, no lo dudaron. Igual apoyaron los primeros años de Femoga(Feria industrial, agrícola y ganadera de Los Monegros) y fueron los primeros en llevar animales, cuando era en las piscinas. Llevaron vacas para emprender la feria, siempre de la mano de Alfredo Cajal, el veterinario, quien llevó a cabo la feria. Luego, con el tiempo, fue Simoné quien promovió el concurso de fotos antiguas de Femoga, animando a que se recuperasen muchas fotos antiguas de Sariñena y de la comarca.  

Simoné y el grupo de teatro «El Molino».

Ha participado en demostraciones y recreaciones tradicionales con el grupo Añoranza. Ha escrito diferentes artículos sobre costumbres y tradiciones que ha publicado en la revista sariñenense “Quio”; recuerdos y memorias que tenía miedo que se perdiesen. Ha hecho teatro con el grupo de teatro El Molino, haciendo de actriz y ha participado en numerosas obras como “Las Amargas lágrimas” de Petra Von Kant, “Yerma”, “la Zapatera Prodigiosa”, “Cianuro… ¿solo o con leche?”, y obras baturras con mucho humor que llenaban las plazas de los pueblos. Con el grupo de teatro realizaron el belén viviente movilizando a toda su casa.

Igualmente ha sido gran implicada en la romería de San Isidro y fiestas patronales. Aún recuerda lo que decía la Marrita -¡Ay chitetas, ay chitetas (Chiquetas)!, la ermita de Santiago llena de escorpiones y zancarrarrianas-.

Foto: Yegua Desancada, el Caballer y el mulo capado Carbonero: «Llegue desanclada, que tenía mal el anca (la cadera)».

Colaboró muchísimo con la creación del museo etnográfico de Sariñena y donó bastantes cosas. Tenía el número 5 de colaboradora, era muy atrevida yendo por las casas animando a que la gente donase objetos para el museo y cuando tiraban alguna casa, como la de Chin, acudían a ver que podían recuperar. Conserva unos ejemplares de la revista Crónica, de la época de la República, que durante la guerra permanecieron ocultos entre la paja de un pajar, en una caja de cartón recio, hasta que un albañil, al tiempo, las descubrió en unas reformas. Las tenía una mujer escondidas -El que descubrió el bulto al principio temió que fuese una bomba-.

También ayudó a Emma Cucalón con la recuperación del “Cabo d´año”, tradición que Simoné recordaba al ir por todas las casas pidiendo el cabo d´año, aunque algunas les mandaban de paseo otras les daban algo, una perra gorda. En casa de Calvete les daban mucho, recuerda Simoné.

En el 2012, Marga Bretos le dedica un precioso artículo en el Diario del Alto Aragón: “Simoné Andreu, una luchadora dotada de una energía envidiable”. En el artículo Marga Bretos no duda en definirla como “una mujer activa, muy cultivada tanto en experiencia como en el ámbito cultural; una mujer adelantada a su tiempo, amante de la familia, la lectura, el teatro, los animales, su pueblo y la cocina. Luchadora, constante y fuerte, todo un ejemplo a seguir.” (Diario del Alto Aragón, domingo del 11 de noviembre del 2012).

En el artículo se recoge el cariñoso testimonio de su hija Pili, resaltando que lo que de verdad la caracteriza es el humor que tiene: -Con mi madre, paso veladas de esas que te ‘mueres’ de la risa”-. También, matiza Pili  -es “muy valiente, de esas mujeres que han sabido hacer ‘de un duro cinco’, y además poner todo su empeño en lo que se ha propuesto y conseguirlo-.

Simoné con niños y niñas del colegio de Sariñena.

Simoné ha acabado estableciendo su residencia en las inmediaciones de la Laguna de Sariñena, con su familia y animales, en su pequeño hogar y granja que es su propio paraíso. Cerca tenía el huerto su hermano Teodoro, que llegó a hacer una pequeña balsa donde puso una pequeña barca. La granja ha sido visitada en diversas ocasiones por los niños y niñas del colegio, conociendo los animales y el entorno de la laguna, con el afamado pony Peter Pan.

Un gallo de armas tomar

Hace un tiempo me acerqué a casa de Simoné y en tan bucólico lugar las gallinas campaban a sus anchas vigiladas por un gallo de lo más normal. Pero, al acercarme al pequeño jardín previo a la vivienda, vi como el gallo alzaba el corto vuelo propio de estos bichos y se posaba sobre la verja; no le di importancia hasta que me percaté que tenía aviesas intenciones. Inmediatamente se bajó de su observatorio y me impidió, claramente, la entrada a la casa. Cambié de táctica y me dispuse a entrar por otro lado para evitar la engorrosa situación, entonces la gallinácea hizo lo mismo y siguió con su plan defensivo. 

De vez en cuando kikirikeaba amenazante, aleteaba y producía otros sonidos admonitorios.  No creyendo lo que estaba viendo intente avanzar a pesar de todo y grande fue mi sorpresa cuando el animal me lanzó varios picotazos en mis zapatos advirtiéndome que no siguiera por ese camino. La cosa no fue a mayores porque Simoné oyó los kikirikis y salió a rescatarme, obtenido el salvoconducto de la dueña del volátil, este dejó de incordiarme y Simoné y Migueler me recibieron con la alegría que tienen las personas buenas y hospitalarias. ¡Qué cosas!

Manuel Antonio Corvinos Portella.  

Siempre con las puertas abiertas en casa para todo el mundo, un carácter abierto, siempre había gente en casa. Pili Bornao se acuerda como algunos amigos de su padre iban a almorzar a casa: -porque a lo mejor ese día se habían ayudado en el campo, o llovía, y no se podía hacer nada, tan sólo cantar jotas-.

Decía Marga Bretos que Simoné es una mujer que brilla con luz propia, pero sobre todo una mujer muy querida por todo el pueblo: “Simoné es una persona muy querida, respetada y admirada en Sariñena, con muchas cualidades entre las que destacan la paciencia, afabilidad y hospitalaria como nadie”. Sin duda, Simoné es memoria de Sariñena, de la sabiduría popular transmitida generaciones tras generaciones, de técnicas, remedios tradicionales, refranes y un sinfín de historias. Pero ante todo Simoné es una persona muy querida en su Sariñena de su corazón.

Donde el sol despierta
Sonríe la vida
Y en Sariñena y su laguna
Simoné es pura alegría.

En Sariñena, bajo el cielo azul,  
Simoné camina con paso sutil.  
Las calles susurran historias de antaño,  
De un pueblo que brilla con amor y cariño.

Las flores en los campos danzan al viento,  
Mientras ella sonríe, llena de aliento.  
En la plaza se oyen risas y cantos,  
Los ecos de amigos con los brazos abiertos.

Los atardeceres pintan de colores el horizonte,  
Y Simoné contempla, su corazón responde.  
Cada rincón guarda un trozo de vida,  
En Sariñena y su laguna, tierra querida
.

Los aromas de la tierra son dulces y frescos,  
El pan recién horneado, los sabores honestos.  
Así es la vida en este hogar tan querido,  
Donde cada momento se siente vivido.

Así que, en Sariñena, con amor por bandera,  
Simoné florece como primavera.  
Un pueblo pequeño, pero grande en pasión,  
Donde Simoné aguarda en nuestro corazón.

Simoné Andreu Serrrador «Salamanquesa 2025», reconocimiento de «Os Monegros» por una vida de compromiso y amor a esta tierra.

Gracias a Marga Bretos, a Manuel Antonio Corvinos y muy especialmente a Miguel, Pili Bornao Andreu y a Simoné Andreu Serrador.

Simoné Andreu Serrador en el Diario del Alto Aragón, 25 de abril del 2025.

Camino de los Fierros, vía romana


Los Monegros, lugar de paso, a mitad camino entre Madrid y Barcelona. Paisaje árido, casi desértico del Aragón profundo, la nada… Pasa la nacional II, la AP2 y la línea ferroviaria del AVE, atravesando Los Monegros en un eje que se remonta a la antigüedad. Una vía de comunicación que ha convertido a Los Monegros en tierra de paso mirando a una tierra despoblada que ha suscitado una cierta seducción y misticismo en el subconsciente popular.

Aquella percepción de desierto viene ya de lejos tal como deja constancia, por los años 1465 a 1467, León de Rosmithal, relación de Shaschek, en su descripción del camino en su tramo de Zaragoza a Osera “Cerca del camino por donde íbamos crecen enebros dobles, vulgares y rojos, tienen el tronco tan grueso que apenas lo pueden abarcar dos hombres con los brazos extendidos, son tan altos como pinos y las ramas se extienden formando pira. Más allá va por unos desiertos que no crían más que romeros, salvia y ajenjo”. Como curiosidad, Alfonso Villuendas Diaz, en su obra Deforestación y repoblación en Aragón, destaca el matiz que no comprende en la distinción en tres especies de la sabina de Los Monegros.

Años más tarde, Enrique Cock en su viaje de Zaragoza a Fraga en 1585 describe su paso como “montes estériles y sin gente” resaltando la curiosidad del cultivo del azafrán: “A la mano izquierda del camino hay montes estériles sin gente, de manera que se hallen pocos pueblos en el camino, y los que hay sus vecinos se mantienen con ganados y azafrán que allí produce la tierra”.

En 1660, un autor anónimo relata su tránsito en la forma siguiente “Este país es todo desierto hasta Alcarraz”. Y en 1755, el padre Norberto Caíno, de Cataluña a Zaragoza, expone que encuentra el itinerario de Fraga a Candasnos como un terreno inculto. Incluso en Candasnos se llega a preguntar: “¿No os parecería por esta pintura que viajo por los desiertos de África?”.

Bujaraloz (Burjalajos), acuarela de Pier Maria Baldi, Biblioteca Laurenciana de Florencia, recogida en Sánchez Rivero A, Mariutti de Sánchez Rivero A. «Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669)», Madrid: Sucesores de Rivadeneyra; 1933. 11 – 10 – 1668 Vista general. Silueta de las iglesias de Santiago el Mayor y la Merced y del palacio de Torres Solano, construidos poco antes de la visita principesca.

El relato continúa a través de José Townsend en 1786, quien, al entrar en Aragón hacia Zaragoza, vía Lérida, ve una gran diferencia de terreno entre Cataluña y Aragón: Townsend observa como el terreno no es completamente árido, pero sin cultivo y abandonado “Durante varias millas no encuentra ni casa, ni árbol, ni hombre, ni animal”. Su viaje lo encontramos descrito gracias a Alfonso Villuendas Diaz “De Fraga a Candasnos hace el comentario de que estas montañas no producen más que plantas aromáticas. La califica de comarca árida, con arenas finas, muchas piedras calcáreas y algo de yeso. Candasnos a Zaragoza lo califica también de llano árido, de finos arenales durante el espacio de veinte millas, y puntualiza más: «sin ver casa, ni hombre, ni animal, ni pájaro, ni árbol, ni matorral». El mismo aspecto desolado le ofrece el paisaje desde Candasnos hasta Zaragoza, donde no ve más que roca desnuda y yesosa, hasta llegar a los regadíos de la huerta”.

En 1792, el barón de Bourgoing, describe el itinerario Zaragoza-Barcelona: «No hay nada tan desierto, tan repelente como una gran parte de la zona que se recorre desde Villa-franca hasta dos leguas más allá de la triste villa de Fraga».

Está claro que hay un denominador común en los diferentes relatos a través de los tiempos, la idea de territorio árido, casi desértico, de tierras baldías y estériles y de un absoluto desierto demográfico. Pero volviendo al camino, históricamente la vía siempre ha formado parte del corredor del valle del Ebro, en su unión de Zaragoza con Tarragona.

Conocido como el camino de los Fierros, este respondía a un antiguo camino romano que unía Iltirta (Lérida), capital de los dominios ilergetes con Celsa (Velilla de Ebro), y que correspondía a un ramal de la vía romana Augusta. Celsa es la primera fundación en el valle del Ebro de una colonia inmune de ciudadanos libres romanos, fundada con el nombre de Colonia Victrix Iulia Lepida en honor a Lépido. En el año 36 a. C. cae en desgracia, y la ciudad romana cambia su nombre por el de Colonia Iulia Victrix Celsa, latinizando el nombre de la probable antigua ciudad ibérica sobre la que se emplazó, Celse. La población es abandonada poco después del 70 d. C., probablemente debido al auge de Cesaraugusta.

Calzadas romanas en la península ibérica.

El camino de los Fierros para Antonio Beltrán Martínez repite una denominación que se halla en las canciones de gesta franceses con el nombre de «Chemin Ferré» y en Bretaña y el Pirineo como «Chemin de Aucfer» y «La Herrade» respectivamente. (Beltrán Martínez, Antonio. La red viaria en la Hispania Romana: Introducción. Vías Romanas, topografía y ocupación del suelo).

Pero su origen se remonta mucho más y según el análisis de M. A. Magallón Botaya (Vías Romanas, 1991) se desprende el hecho de que Roma construye, en esta zona del Valle Medio del Ebro, gran parte de sus calzadas sobre antiguas vías indígenas: “Los principales sistemas de comunicación están conectados con la fundación de las dos colonias que se establecieron en el Valle del Ebro: Celsa y Caesaraugusta. la construcción de caminos que debió producirse a comienzos del siglo II a. C; cuando todo el Valle se verá inmerso en las guerras celtibéricas, con el consiguiente movimiento de tropas que conocemos por las fuentes escritas, reduciéndose todos los estudios a la reconstrucción teórica de los itinerarios seguidos por los diferentes ejércitos”. 

La calzada romana de época republicana Ilerda-Caesaraugusta, discurría por Soses y Alcarrás, para subdividir su recorrido en tramos que pasaban por la Llitera, Aitona, Serós, Massalcoreig, Torralba, hasta llegar a Cardell, Candasnos y Peñalba (Salleras Clarió, Joaquín en La Voz del Bajo Cinca. La vía romana a su paso por el Baix Cinca). Desde Peñalba continuaba hacia Bujaraloz, Hostal del Ciervo, ventas de Santa Lucía, Pina del Ebro, Fuentes del Ebro, Burgo de Ebro y Zaragoza.

Es curioso que Fraga no es relevante en su trazado hasta el medievo. Si que, en 1113, la vía sirve de vía al asedio de Fraga en 1134 por parte de las tropas aragonesas bajo el mando del rey Alfonso I “El Batallador”.  Para Joaquín Salleras Clarió: “De todos modos, el desvío por Fraga, pasando por el Barranc de Castelló, es un desvío posterior, porque la vía principal cruzaba el río por Massalcoreig y por Torralba”.

«La adecuación de la red viaria romana a los caminos naturales y a las necesidades estratégicas se comprueba por su persistencia a lo largo de la Edad Media y en buena parte en tiempos posteriores, en España, hasta el siglo XVIII cuando la centralización y los planteamientos radiales desde Madrid llevaron a un plan nacional de distinta concepción.»  

Beltrán Martínez, Antonio.
La red viaria en la Hispania Romana: Introducción.

Vías Romanas, topografía y ocupación del suelo.

Igualmente hay constancia de diverso patrimonio ligado a la vía carretera, como es el caso en Bujaraloz de la balsa de la Calzada, y el pozo del Pedregal y la Venta de la Perdiz donde se han encontrado fragmentos de Terra Sigillata. Algunas balsas documentadas que abastecían al camino eran la balsa de Boberal (Bujaraloz); y desde Velilla primero la balsa la Rostana, luego la balsa del Gango, el pozo del Pedregal, la balsa de Peñalba y la balsa de Candasnos (Beltrán, A.: «El tramo de la vía romana entre Ilerda y Celsa y otros datos para el conocimiento de Los Monegros». I Congreso Int. del Pirineo. Zaragoza, 1952, págs. 5-24. Pita Merce, R.: «La vía romana desde Lérida a Bujaraloz», Ilerda. 27-28, Lérida 1963-65, págs, 51-77).

En Bujaraloz hay restos en «Venta de la Perdiz» y «Pozo del Pedregal», y vestigios de una posible villa rústica en la partida de Las Vales, con cerámicas ibéricas pintadas, y romana campaniense y sigillata. Este yacimiento se asociaría también a la vía, cuyo nombre se conserva en la «Balsa Calzada».

Mapa del Instituto Geográfico y Catastral, 1953. Se aprecia parte del trazado del camino de los Fierros, la balsa de la Calzada y el pozo del Pedregal. Término municipal de Bujaraloz.

En Peñalba, Hübner documenta varios miliarios de los años 7-8 a.C., uno en la Venta de la Perdiz, y otro a un kilómetro de Candasnos. Un miliario o piedra miliar es una columna cilíndrica, oval o paralelepípeda que se colocaba en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada mil passus (pasos dobles romanos) es decir, cada milla romana, lo que equivale a una distancia de aproximadamente 1480 metros.

La importancia de las balsas y elementos auxiliares queda patente en Antonio Beltrán Martínez “la extraña sequedad de Los Monegros hace de capital importancia para el conocimiento de la política que presidía el trazado de las vías, la situación de balsas de agua potable y la utilización de pozos salobres, pero aprovechados por las bestias, como el del Pedregal, mostrando que las dificultades que podían plantear terrenos poco accesibles eran superadas con realizaciones que no han sido mejoradas hasta tiempos muy recientes” (A. Beltrán, «Notas sobre construcciones hidráulicas de Los Monegros», Congreso Nacional de Arqueología, Almería, Cartagena, 1959, p. 236 y «El tramo de la vía romana entre llerda y Celsa y otros datos para el conocimiento de los Monegros», I Congreso Internacional del Pirineo, Zaragoza, 1950, p. 5.).

También apuntar como tanto Bujaraloz como Peñalba se establecieron sendos hospitales, tal vez ligados a la existencia del camino: “Sobre los hospitales de la región, el ejemplo más antiguo es la fundación del hospital de Peñalba por parte de Alfonso II en 1170. Muy cerca de la localidad de Peñalba y por indicación del mismo monarca, parece ser que fue fundado el hospital de Bujaraloz” (Villagrasa Elías, Raúl. La red de hospitales en el Aragón medieval ss. XII – XV).

Pues durante la edad media continúo siendo una importante vía de comunicación entre Zaragoza y Barcelona, de acuerdo con María Teresa Iranzo Muñío, el camino tradicional entre Zaragoza y Barcelona, citando A. Magallón, ob. cit., pp. 227-245 y A. Gargallo y M. J. Sánchez, Cuenta de un viaje, cit., este «Se superponía a una calzada romana, la vía Augusta, y el itinerario medieval es, según se describe en un viaje de 1366, Alfajarín, Pina, Bujaraloz, Peñalba, Candasnos, Fraga y Mequinenza, donde se cruzaba el Segre» (Iranzo Muñío, María Teresa. Los sistemas de comunicación de Aragón en la edad media: una revisión).

Agustín Ubieto Arteta, en su obra Los caminos peregrinos de Aragón, lo cita como Camino de San Jaime y que a partir del siglo XVI es el más transitado de todos los aragoneses. El camino responde a la prolongación de Camino de Sant Jaume catalán: «Procedente nada menos que de Barcelona (foco de concentración de peregrinos), pasa por Lérida y entra en Aragón por Fraga hasta acabar en Zaragoza, desde donde los romeros tienen varias alternativas en función de su destino final. Su mayor activo y propaganda serán, sin duda, las facilidades físicas de tránsito aunque recorre parajes inhóspitos según cuentan algunos caminantes, pero no deja de mostrar varios signos propagandísticos: aparte de las 19 tumbas de santos concentradas en Zaragoza, vemos en él veneras, iglesias y ermitas de los santos de referencia, bastantes fiestas y calles dedicadas a éstos y templos cuya titular es la Virgen del Pilar lo que nos habla de su permanencia en el tiempo. Momento llegará en el que será el más transitado de todos los caminos romeros aragoneses«.

Ubieto Arteta, Agustín. Los caminos peregrinos de Aragón.

A pesar de haber sobrevivido el paso del tiempo, la vieja calzada romana conocida como el camino de los Fierros ha desaparecido con las relativas recientes roturaciones agrícolas. Un camino, del que Pascal Madoz decía ser tan sólido que se hacía impenetrable al arado: “Hacia la parte del S. se conserva una travesía de 5/4 de hora de la famosa vía Pompeya, construida por los romanos desde Tarragona á Lisboa, cuya dirección ha desaparecido en tantos puntos de la Península: es tanta la solidez de las varias argamasas con que está fundada, que la hacen impenetrable al arado, y por eso se le llama á aquel sitio el camino de los Fierros”. Madoz, en su descripción de Peñalba decía que los caminos eran de rueda y de herradura y conducían a los pueblos limítrofes (Madoz, Pascual. Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de 1845-1850).

Efectivamente, tal y como apunta Antonio Beltrán Martínez, las labores de roturación y la paulatina ocupación de los caminos, aparte de la erosión producida por el paso del tiempo, han hecho desaparecer las trazas del camino, como en Bujaraloz, en el llamado «camino de los Fierros», contiguo a la balsa Calzada: “realmente de la Calzada romana y hoy totalmente labrada así como desaparecida totalmente junto a la mutación que hubo junto al pozo del Pedregal, sin duda usado para servicio de los viandantes como lo fueron las balsas dispuestas a una decena de kilómetros una de otra” (Beltrán Martínez, Antonio. La red viaria en la Hispania Romana: Introducción. Vías Romanas, topografía y ocupación del suelo).

También ha seguido los pasos de la calzada romana Isaac Moreno Gallo, la cual aún se puede intuir a través de imágenes aéreas a pesar de su roturación para transformación en tierras agrícolas. Además, apunta Isaac como la vía romana de Julia Lepida Celsa a Ilerda, ha sido conocida como camino del diablo en la cartografía antigua en la parte catalana de Cardiel a Soses “Camino carretero del diablo” y en Candasnos como “Camino Viejo de Tarragona a Zaragoza” (Moreno Gallo, Isaac. Carreteras romanas desde el aire 03. El camino del Diablo).       

En estos llanos áridos casi desérticos, la vía romana casi resulta ya testimonial, mientras la vida pasa de largo por las nuevas vías, que ven un territorio vacío pero que sigue escondiendo una importante riqueza natural, paisajista y patrimonial. La historia de un camino que ya no es lugar de paso.

Enrique Cock en 1585 de Zaragoza a Fraga

“La tierra cuasi toda es sin fruto, si no es la que está cerca del Ebro, una legua de Ucera, donde hay algunas viñas y huertos. A la mano izquierda del camino hay montes estériles sin gente, de manera que se hallen pocos pueblos en el camino, y los que hay sus vecinos se mantienen con ganados y azafrán que allí produce la tierra.  

Aguilar Venta de Santa Lucía: “Habiendo caminado tres leguas de Ucera, está una venta en el camino con una capilla que se dice Santa Lucía, allí quedó Su Majestad a comer y vio con el Duque y el Príncipe y sus hijas danzar los labradores. Para nosotros y otros criados del Rey había tanta falta de todas las cosas, que agua para beber no hallábamos por dinero que fuese buena. Los caballos comían la verdura del campo que ya comenzaba a crecer, y a nosotros convidaba el buen tiempo a tener paciencia. ¡Mirad, por amor de Dios qué cosa es caminar por desiertos! Acordéme lo que Justo Pascasio dice en su libro de los dados de España, el cual como en muchas partes no había hallado cosa para comer, ni pan ni vino, con todo esto dice que nunca halló lugarcillo ni venta por ruin que fuese en que no hallase naipes para jugar. Lo mismo me ha acontescido algunas veces yendo por España, y aca no faltaban tampoco quien engañase el tiempo con ellas.

Después de comer fuimos otras tres leguas adelante y venimos a boca de noche en Borgaroloos, villa donde todos estaban aposentados, y tampoco cuasi no hallábamos qué comer por la muchedumbre de gente que había accedido, por tantas acémilas y carros que habían venido, que todas las calles estaban atapadas que no se podía pasar. Al dormir tomamos la medida de un banco. Había algunas casares un tiro de piedra fuera de la villa, en las cuales los labradores recogen la paja; en estos quedaban nuestros caballos, para que no padesciesen debaxo el cielo.

Jueves a cuatro de abril muy de mañana, siendo el sol levantado dexamos a Su Majestad allí con su gente para entrar en Fraga, la cual villa está seis grandes leguas de Borgaraloos y muy mal camino para proveer en tiempo que no cayésemos en semejante falta de aposientos. Su majestad vino hoy en Candasnos, pueblezuelo, a posar en la mitad del camino lleno de mesones, para no hacer tan grande jornada. Una legua de Borgaraloos está Peña Alva, lugar en un valle, y a la mano izquierda del camino se vee Muella Villeta y no la pejor desta muy estéril tierra, que está de aquí una legua. Los vecinos destos pueblos cogen grande abundancia de azafrán cada año, de cuya ganancia se sustentan.

Dexado que habíamos Peña Alva venimos a Candasnos, adonde los aposientos todos fechos para Su Majestad, no querían estos ladrones de mesoneros a nadie vender vianda por su dinero, de manera que estando en pie habíamos de acabar la comida deste día. De allí acabando lo que nos restaba del camino, a puesta del sol abaxamos en una llanura dexando las sierras y su esterilidad.

Cucaracha, 150 años de su muerte


Comienza el mes cucarachero, cucaracho, el mes internacional del cucaracha, el año chino de la cucaracha, la constelación de la cucaracha… Comienza un mes revolucionario, rebelde, donde un bandolero vuelve a irrumpir en la historia reivindicando su lugar y obra.

Del cruel y despiadado bandolero monegrino que por la sierra de Alcubierre se escondía.

No pide perdón por sus daños, por el dolor ocasionado, no se arrepiente de sus muertes.

Tampoco piden perdón los piratas ni otros bandoleros. Tampoco pide perdón el hambre ni la sed ni la explotación.

Tampoco requiere de tu aprobación y, si quieres la verdad, poco o nada le importa tu opinión.

Si quieres saber de él, ya sabes su paradero, por la sierra de Alcubierre, donde su memoria permanece viva.

Mariano Gavín Suñen: El bandido Cucaracha, asesinado el 28 de febrero de 1875.

La historia de una rebeldía. Textos cucaracheros, textos subversivos.

Relación de textos que se irán publicando a lo largo de este mes de febrero.

¡Asesino!

-El muy cabrón no quería trabajar, vivir sin dar palo al agua, el muy sinvergüenza. Un vividor, ese maldito desgraciado, ya le hubiera enseñado yo bien, si señor, a palos. Eso sí, a beber y comer como el que más, buen trago porrón y buen apretón a la bota de vino y a fanfarronear de quitar lo que otros a bien nos hemos ganado. ¿Quién se cree que es? ¿El Robin Hood aragonés?, maldito desgraciado, bandido y asesino de niños. –  

-Si hasta le di faena, de repatán y a segar en verano y el muy desgraciado se escaqueaba del trabajo y encima era el que más se quejaba y reclamaba. Perro, el más perro de toda la comarca, que sin trabajar quiere comer cordero y llenar el granero. –

-Tira p´al monte, mierda de desgraciado, ladrón ruin y cobarde, escapa, huye y escóndete en la sierra, que no te pille. Siempre romanceando, siempre quejándose, malnacido. ¿Quién se cree que es? ¿El Curro Jiménez aragonés? -.  

-Asesino cruel, capaz de lo más despiadado y sanguinario, ¿A cuántos quemaron vivos? ¿A cuántos?? ¡Ojalá ardas en el infierno maldito cabrón! –

-¡¡Han matado al Cucaracha!!- Todos corren a ver su cadáver tirado en la plaza, los críos salen de la escuela, se juntan todos en la plaza, lo contemplan y perdido el miedo, ante su cuerpo ya sin vida, comienzan a gritarle -¡ladrón!- -¡asesino!-, algunos le escupen incluso recibe alguna que otra patada su cuerpo inerte.

A Gregoria se le escapa una lagrima que rápidamente trata de disimular, prudentemente se retira de la plaza. Solo unos pocos lo contemplan a la distancia, contienen su rabia. ¡Hay esperanza! – ¡Asesinos! ¡Malditos asesinos! -.

Cucaracha

Asquerosa, repugnante cucaracha. Insecto, que corretea velozmente, huidiza, sucia cucaracha vector de enfermedades, asco es decir poco.

Sin embargo, a lo largo de la historia y en distintas civilizaciones ha sido considerada como símbolo de residencia y persistencia. Y esto no deja de ser una rebeldía en sí misma. Un giro inesperado.

Es resistente. La cucaracha es capaz de sobrevivir en condiciones extremas, podemos exagerar y decir que sobreviviría a una hecatombe nuclear pero no al insecticida de Mercadona. Son rápidas y huidizas, son astutas y se adaptan y reaccionan mucho más rápido que los humanos ante cualquier estimulo o contacto.

La mitología griega la asocia con la diosa de la oscuridad y la noche, a la diosa Nix; como ser del reino de las sombras que habita en los rincones más oscuros del mundo. Incluso existía la creencia que la cucaracha tiene la capacidad de predecir el futuro siendo mensajera de los dioses del inframundo, por ello les conferían un estatus especial en la mitología griega.

Igualmente, los egipcios la consideraban símbolo de resistencia y supervivencia, siendo asociada con la oscuridad y la impureza, especialmente por habitar lugares oscuros, sucios, en desechos y escombros “Se creía que las cucarachas tenían la capacidad de superar grandes desafíos y que eran mensajeras de los dioses en el reino terrenal. Su capacidad para sobrevivir en condiciones adversas las convertía en criaturas admiradas por su tenacidad y resistencia, lo que las hacía dignas de aparecer en las leyendas y mitos de la antigua civilización egipcia”.

En la cultura china, la cucaracha también se asocia con la inmortalidad y la capacidad de superar obstáculos y las tribus nativas de Australia creían que su presencia estaba relacionada con la capacidad de adaptarse a los cambios y de encontrar oportunidades en situaciones difíciles.

En la religión cristiana, la biblia la relaciona con el hambre y la pobreza.

Según G. H. Monod (Revue rose, 27 de junio de 1896), las cucarachas son altruistas. Este autor había encerrado en un recipiente algunas cucarachas para que sirvieran de alimento a un lagarto. Huyendo del lagarto, cayó una cucaracha al agua; inmediatamente las otras cucarachas, interrumpiendo su huida, fueron a ayudar a su compañera; olvidando el peligro en que ellas mismas se encontraban, realizaron un verdadero salvamento, ayudándose entre sí para conseguirlo (Diario de Huesca del 23 de octubre de 1896).

Así, que la percepción de la cucaracha tiene algo de subjetiva, hasta de contradictoria e incluso antagónica; quizá podamos decir hasta manifiestamente rebelde y revolucionaría.

Pues imagínate una metamorfosis kafkiana mudando a una cucaracha.

Imagínate ser…, ¡ser Cucaracha!.

Sierra rebelde

Sierra rebeldía, sierra brava, sierra escondida que das cobijo a bandoleros, forajidos y proscritos de la ley; a insurrectos e insurgentes. Sierra rebelde que te alzas entre secanos y yermos y te resistes a hundirte en plena depresión del Valle del Ebro. Desafías al llano, a tierra plana, a la árida comarca de Los Monegros y te elevas rebelde, destacando sobre el horizonte para quien sabe contemplarte, para quien sabe detenerse y apreciarte. Para quien sabe quererte.

Sierra a medio camino entre los Pirineos que tanto desde aquí se contemplan y las serranías turolenses, corazón de Aragón y al oeste el Moncayo, mientras, serpenteante, pasa sigiloso al sur el Ebro. Sobresales con tus abruptas caídas. Suben y bajan labradores, segadores, pastores, leñadores y carboneros, negros como un tizón, como la sierra, como estos montes rabiosos y desafiantes, estos salvajes montes negros. El sol aquí no quema, aquí arde.

Indomable sierra, al igual que tus barrancos y vales. Guarida de bandoleros, cuevas de San Caprasio. Cabalgan y recorren a pie, a cada paso tus montes, tus quebrados cerros y lomas. En ti se esconden y en ti se refugian, sierra rebeldía, hogar de hombres de destino incierto. Ningún río discurre por esta maldita sierra.

Son tierras lejanas, en medio de la nada. Donde adentrarse conlleva peligros. Dicen aquí solo moran los diablos, dicen allí moran los demonios más perversos. Moran las cabras y chotos, rebaños que pastan en tus acantilados sin mar, brincando por sus enriscadas laderas de la sierra rebelde, con sus cuernos y barbas de chivos que inevitablemente evocan al mismo Satanás, a Belcebú, a Lucifer… ¡al mismo diablo!

Sierra de sobrevivir, de hambre y sed. Sierra de cazadores y furtivos, de trampas, huroneo, lazos… Refugio de brujas, sierra rebelde que acoges a pesar de la dureza que imprimes, de veranos ardientes e inviernos heladores. En ti se refugiaron cuando las tropas francesas asediaban Zaragoza en su segundo Sitio. También con el estallido de la guerra civil muchos en ti buscaron cobijo. Sierra revolucionaría y libertaría, de trincheras cavadas a pico y pala. Aquí tomaron posiciones fuerzas libertarias, fuerzas de Durruti y del POUM. Por aquí anduvieron los maquis. Sierra de historia.

Sierra que proteges, en ti mece el cierzo la bandera de la libertad ya que, en esta tierra, el cierzo nunca tiene compasión. Donde sobrevuela magna el águila real o el águila culebrera. Donde has forjado a fuego leyendas.

Pues siempre dirán que por la sierra de Alcubierre, por la sierra rebelde, se pasea el Cucaracha, siendo un hombre tan pequeño, cuanto respeto que causa.

Un hombre enorme, una sierra de leyendas. La sierra de Alcubierre.

Allí moran, según dicen, los demonios más perversos.” (El Cantar de Roldán. Transcripción de Redoli Morales (2006: LXXVIII, vv. 1773- 1786).

Ya nadie cuenta sus historias

Nadie cuenta ya sus historias. Nadie narra sus andanzas, sus aventuras, sus hazañas, sus correrías… Nadie las relata ya sentados en las cadieras al calor de fogaril o en las noches veraniegas a la fresca. Nadie las cuenta en los paseos por el pueblo, en el banco al sol o a la sombra del viejo olmo, en el mentidero, en la placeta o en el cruce. Nadie cuenta la historia de aquel celebre bandolero que dominó la comarca y mantuvo en jaque a la guardia civil, aquel que por nombre llevaba Mariano Gavín Suñen.

Ya nadie cuenta historias del bandido Cucaracha y su banda, se pierde esa transmisión oral, esa sabiduría popular que, consciente de la dureza del personaje, de sus atrocidades, lo ha transmitido en esa rebeldía que él mismo imprimió en su malograda vida.

Ladrón de ricos, azote de caciques, de ricachones chulescos, justiciero que a ellos quitaba y al pueblo daba.

A pesar de sus oscuros hechos, su leyenda siempre vuelve a resurgir, como gran bandolero. Desafiando al poder, al orden y a la ley, ideando planeados asaltos y secuestros, de ingeniosas escaramuzas, de escondites y evasiones e intensos fuegos a trabucazos o a escopetazos, con su escopeta de dos cañones o su carabina Remington, contra las fuerzas de la guardia civil.

Su afilada navaja bandolera de carraca, su impronta curtida en asesinatos, en crueles asesinatos, ya no es protagonista en sus historias por contar. 

Ya nadie cuenta sus historias en la siega, ni recogiendo el esparto, ni en la huerta… ya no cuentan sus historias los leñadores, ni los pastores y rebadanes, subiendo a la sierra, en carros o yendo a pie. Ya nadie cuenta sus historias en el rancho, entre trago y trago a la bota de vino o al porrón.

Ya nadie cuenta aquellas historias que se contaban y lo han perpetuado en la memoria colectiva. Pues la transmisión oral no deja de ser la misma esencia de su historia, que ha hecho que siga viva, viva en la tradición oral y nosotros mismos seamos motores de transmisión oral de la historia de un bandolero que siempre será leyenda.

A mi amor Jobita

Justo antes del anochecer, cuando el sol cae en el horizonte y el cielo se prende de ardientes colores, de cálidas tonalidades rojizas, fucsias, anaranjadas o intensos amarillentos, pienso en ti. Cuando la oscuridad se impone, arriba, en la fría sierra, y el silencio se adueña del monte pienso en ti. En las noches estrelladas, pienso tanto en ti como estrellas brillan en el firmamento. Y pienso en ti en las noches de luna llena, deslumbrado, sabiendo que incluso brillas más que el sol en cada amanecer.

A veces contemplo de lejos el pequeño pueblo de Alcubierre, imagino entrar en casa, con el calor del hogar y tu recostada y yo despertándote con un suave beso sobre tu mejilla, a lo que me sonríes, cómplice, mientras te arropo con la manta de lana de azul oscuro que tu madre tejió en su último invierno.

Pienso en ti cuando presiento la muerte tras de mí, cuando el miedo me invade y me estremece, cuando he de ser valiente en vez de temeroso, pienso en ti y la fuerza me brota rabiosa, maldiciendo la vida que me echó al monte. Pienso en ti cuando no encuentro salida, cuando acorralado doy todo por perdido. Pienso en ti porque es lo único que me hace tirar p`alante, porque no hay nada en la vida que me importe más que tú.

Pienso en ti cuando veo volar al águila real y pienso en ti al ver los ababoles inundar los dorados campos de cebada mecidos al cierzo. El tomillo y el romero me recuerdan tanto a ti, bajo esa sabina en la que fuimos eternos, en esa primavera que nunca olvidaremos. Cuando aún teníamos sueños.

Pienso en ti cuando la sed me ahoga, cuando la boira no me deja ver el camino, cuando el polvo no deja ver el sol, cuando la vida no me deja estar junto a ti. 

Y ahora pienso en ti, desde esta sierra perdida y rebelde que tantas distancias guarda, sabiendo que la despedida sin un -adiós- o un -hasta pronto cariño- está a punto de llegar. Oh Jobita de mi corazón, de mi maldito corazón de bandolero, me maldecirás por la vida que no te he sabido dar.

Siento no poder despertar a tu lado, en nuestra humilde casa de Alcubierre, ahora mi hogar es la sierra, solo ella me da el amparo y la libertad para existir, pero sin ti no sé vivir, sin ti la sierra es tierra quemada, tierra muerta, sin ti la sierra es el mismo infierno. Parece que he vendido mi alma al diablo y solamente sé que estoy vivo porque aún mi corazón late por ti.

Sierra de Alcubierre, 14 de febrero de 1875.
¡Te quiero Jobita!, El Cucaracha.

Carta de Jobita

Pocos sabéis de mí, más bien nada, pues siempre he sido la mujer del Cucaracha, de aquel bandolero célebre al que todo el mundo temía en esta redolada del mundo llamada Los Monegros.

Lejos quedan aquellos años felices de noviazgo que acabaron en boda. Pronto las ilusiones y los sueños se esfumaron, quería tener familia, pero a Mariano le gustó más sus correrías, desaparecer durante días e incluso semanas, hasta que de repente desapareció.

Había aparecido un chico muerto, yo no quise creerlo, pero te culpaban. Huiste a Francia y aquí me dejaste, sola, abandonada, sin saber nada de ti, sin saber que hacer, sobreviviendo como podía, mendigando entre familiares. Luego supe que me mandabas dineros que nunca recibí.

A tu regreso todo fue a peor, cuando ya te echaste a la sierra y hasta formaste cuadrilla de bandolero, tu eras el líder. En el pueblo me miraban mal, nadie me dirigía la palabra, nadie quería darme su amistad, me dejaron de lado. Algunos venían a preguntar a casa si sabía algo de ti, que dónde estabas o si rondabas alguna noche por casa. Yo callaba y aguantaba, luego lloraba toda la noche, temblaba de miedo, asustada, en una casa fría y vacía.

Aquella desgracia me corroía, me perseguía. Sentía los cuchicheos, los rumores de queridas que tenías en distintos lugares o las continuas noticias que ya te habían cogido. He notado vuestras miradas hirientes, los murmullos cuando pasaba, aunque nadie se atrevía a decirme nada a la cara, teníais miedo de Mariano, sabíais que si me pasaba algo lo pagarías con vuestra vida.

Tu siempre tiraste a la sierra, como una llamada a lo salvaje que inevitablemente pudo contigo hasta el fin de tus días. Incluso traté en seguirte y hasta me detuvieron la guardia civil. A pesar de todo siempre te quise.

Ahora siento pena y rabia y a la vez un triste alivio que me invade sin verdaderamente entender que va ser de mí, sintiendo que esta herida nunca cicatrizará. Quizá ahora pueda encontrar algo de paz aun cargando tanto dolor y vacío que me queda por arrastrar toda mi vida. Porque fuiste mi vida y también mi muerte.

Gracias a Rafael Andolz Canela

Aunque sin duda es gracias a la transmisión oral, que se ha conservado gran parte de las historias del bandido Cucaracha, es a Rafael Andolz Canela, gran etnólogo aragonés, a quien se debe el gran trabajo sobre la vida del célebre bandolero monegrino.

Rafael Andolz Canela, escritor aragonés, ha sido, ante todo, un gran amante de la cultura aragonesa, publicando gran número de artículos y libros. Andolz nace en Jaca el 23 de septiembre de 1926 y ejerce de sacerdote, además de investigar como etnógrafo la cultura aragonesa. Considerado, además de escritor, filólogo y lexicógrafo es fundador del Consello d´a Fabla Aragonesa. Igualmente es profesor de bachillerato y miembro del Instituto Aragonés de Antropología, entre otras muchas actividades que desarrolla a lo largo de su vida.

Para conocer la figura del bandido Cucaracha, Rafael Andolz Canela recorre las diferentes localidades, así como los diferentes lugares y parajes monegrinos por los que campa el bandido, recogiendo testimonios y tradición oral sobre el bandido Cucaracha. Un trabajo minucioso, aportando gran detalle, de personajes, informantes, fechas, toponimia… donde, además de aportar gran cantidad de testimonios, realiza la consulta de partes de la guardia civil, partidas de defunción o de noticias aparecidas en la época del bandolero.

Así, en 1982 Rafael Andolz publica “El Bandido Cucaracha y Puchaman de Lobarre” (Biografías aragonesas). Andolz es el primer refundador de la vida de Mariano Gavín Suñen, narrando la vida del Cucaracha aportando el contexto exacto de la vida rural del profundo secano aragonés de aquella época. A su vez, es reseñable la sensibilidad de Andolz transmitiendo la historia recogiendo las particularidades propias del aragonés de la tierra. Pues seguramente, Cucaracha hablaba un aragonés bastante completo.  

Rafael Andolz Canela fallece en Huesca el 9 de octubre de 1998.

En el 150 aniversario de la muerte del Cucaracha, desde Os Monegros queremos mostrar nuestro agradecimiento y reconocimiento a Rafael Andolz Canela, por “El Bandido Cucaracha” pero también por toda su extensa y magnifica obra sobre la cultura aragonesa. ¡Gracias Rafael Andolz Canela!.

El Cucaracha

En la tradición oral, el alias de «El Cucaracha» viene dado por su constitución de baja estatura, flaco, de piel morena y siempre vestido de negro. Una versión que los mayores de Alcubierre siempre han conocido y reconocen como autentica. De esta forma, el apodo de «El Cucaracha» responde a la formación típica de apodo o mote aragonés que, de forma irónica, sarcástica y/o socarrona, pone en evidencia un aspecto físico o de carácter, que lo resalta, lo pone en valor o lo ridiculiza.

Pero uno de los orígenes que más ha transcendido ha sido el que nos aporta Rafael Andolz, relacionado con la canción de “La Cucaracha”, que de crio Mariano Gavín Suñen cantaba y bailaba. Canción que la borda, señala Andolz, “Tanto y tan bien que en el pueblo todo el mundo llama al chaval “Cucaracha”. Sin embargo, Andolz aporta únicamente los dos primeros versos de la famosa estrofa: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

Estos versos se popularizaron con la revolución mexicana en 1910, años más tarde que viviese Mariano Gavín Suñen (1838-1875). Aunque su origen es impreciso de datar, la primera referencia encontrada viene de la mano de Rafael Sánchez Escobar, periodista de Veracruz que se ganaba la vida tocando el piano. De ideologías revolucionarias, tocaba el piano en las cantinas de Monterey. El 24 de abril de 1914, un militar revolucionario lo requirió para amenizar a su tropa para lo que Rafael Sánchez Escobar tocó una canción que le cantaba su madre, una tonadita que así decía: “La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque le falta, porque le falta cuartilla para almorzar”. La canción de estribillo pegadizo pronto coge fama entre las fuerzas dedicándola al presidente Victoriano Huertas, alcohólico, gran consumidor de marihuana y cojo “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque le falta, marihuana que fumar”.

«La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar;
porque no tiene, porque le falta
la patita de atrás.«

La canción revolucionaria se convierte en todo un himno de la revolución mexicana y pronto se extiende al ejército de Pancho Villa. Un revolucionario, Pancho Villa que, en sus inicios, al parecer, también ejerce de bandolero, según la historiografía, al igual que nuestro protagonista el bandido Cucaracha. Incluso hay versiones variopintas de “La Cucaracha” dedicadas al líder revolucionario, pues la canción fue usada para burlarse del adversario por ambos bandos. Curiosamente, años más tarde Pancho Villa estuvo presente en la guerra española de 1936, como alias de un líder anarcosindicalista y combatiente de la Columna Ascaso y miembro del comité revolucionario de Grañén. Parece que todo se quiere relacionar sin llegar a tener relación.

Hay que decir que la popularidad y la relevancia histórica de “La Cucaracha” ha tenido un amplio desarrollo en la realización de estudios e investigaciones en México, por conocer los orígenes del popular corrido. La aproximación les ha traído a España, aunque ninguna de las referencias recoge las estrofas características que Andolz cita: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…”.

«Corrido de la Cucaracha», de Antonio Vanegas Arroyo (Litografía de 1915). “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar; porque no tiene, porque no tiene dinero para gastar.”

Así, estrofas de la popular canción mexicana aparecen recogidas por primera vez en 1859 por Fernán Caballero (Cuentos y Poesías Populares, 1859), aunque diferentes fuentes citan que posiblemente ya existía hacia 1818. También, unos años después, en Cantos Populares de 1883 de Francisco Rodríguez. Ambas obras incluyen estrofas que posteriormente fueron usadas en las versiones mexicanas.

Además, el corrido, registrado por el poeta y folclorista Francisco Rodríguez Marín, cuentan que su letra original hace alusión al enfrentamiento entre cristianos y moros, el cual concluye en 1492 con la rendición de la Alhambra por parte de estos últimos. Alberto Lira Hernández dice que los llaman “Cucaracha” igual por las barbas de los moros. Esto último nos lleva a relacionarlo con las representaciones de “moros y cristianos” tan presentes en los dances aragoneses y en especial en los dances monegrinos. Podría ser, pero carece de consistencia.

Después de todo lo expuesto, es curioso que Rafael Andolz inventase el origen de “El Cucaracha” y quizá solo fue un recurso literario al novelar su historia, o tal vez aquella versión existió en la tradición oral, aunque en Alcubierre no la reconozcan. En fin, que la leyenda del Cucaracha no deja de estar llena de misterios, incógnitas, dudas… que es lo propio de un personaje de leyenda como es nuestro bandolero “El Cucaracha”.

Una historia que traspasa continentes pues incluso hay quien asegura que El Cucaracha no murió aquel 28 de febrero de 1875, sino que cruzó el charco recalando en Cuba donde continúo su oficio de bandolero. Allí formó de nuevo su banda, toda una partida de filibusteros, quizá hasta de piratas y próximos revolucionarios. Cuentan que murió allí en Cuba, lejos de su sierra rebelde, de su sierra revolucionaria de Alcubierre: “Dicen de la Habana que ha sido batida una partida filibustera matando al cabecilla Cucaracha y haciendo presos a los individuos Delgado y Acosta, a quienes se condujo a Bejucal. Se han presentado más individuos de la anterior partida.” (Diario de Huesca – 23 de noviembre de 1897).

Corrido del Cucaracha

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
le envenenaron el vino
y en el corral de l
`Anica
lo cogieron sin vida.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Si no es por ello nadie le alcanza
pues no hay nada más verdadero
que ya solo queda la venganza
por la muerte del bandolero.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

Ya murió el Cucaracha
que ya es leyenda
y por la sierra camina
su presencia que es eterna.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque ha perdido, porque ha perdido
su trabuco para disparar.

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Reflexiones entorno al Cucaracha con Paco Paricio, titiriteros de Binéfar.

Peñalbeta

Al pie de la sierra, de la sierra de Alcubierre, posado al este, el viejo despoblado de Peñalbeta se resiste a desaparecer. Es en el monte de Lanaja, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, cruce con el camino de Lanaja a Castejón de Monegros.

Peña Albar, peña Albeta, bajo una oscura sierra que ha dado nombre a Los Monegros. Blanquecina brillabas generando un contraste que ya es difícil de percibir, a medida que tu memoria se perdía en los tiempos que dejamos atrás. Tiempos que hemos dejado atrás, en esas montañas de enrona donde los recuerdos son tan difíciles de encontrar. Donde ni si quiera nadie busca. Donde quedan ocultos, sepultados en el cruel olvido.

Y próxima a ti, sobre una leve elevación, igual en ruinas, casi ya desaparecida iglesia de san Martín, donde posan unos cuervos y, a veces, una huidiza águila real. Apenas se aprecia tu contorno y el frágil arco de ladrillo. Solo hablan de desaparición.  

Fotografía robada a José Luis Ona González. Autoría del hurto «El Cucaracha».

Resiste Peñalbeta, despoblado formado por un conjunto de aldeas, de casetas de monte que así son conocidas en Lanaja. Sus muros de piedra, sus arcos de ladrillo, construcciones tradicionales se resisten a medida que se derrumban ante lo inevitable. A duras penas resisten algunos tejados, mientras otros yacen caídos mientras los muros siguen el mismo camino.

Ya no es lugar de paso, en el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón. Aquel que tras pasar Sariñena pasaba por la Cartuja de las Fuentes hasta Peñalbeta, donde estaban los percherones, los caballos que ayudaban a superar los carros la subida a San Caprasio por Val Zaragoza y que luego por Farlete emprendía el descenso hasta Zaragoza.

Pobres aldeas, las aldeas de Macario, el Carlista, el Casero, de Juan Mariano, del Torralbes, de Hilario, de Quiterio, de los Pallarueleros, la posada de Lorda o la del Borrachón. Algunas, por sus grandes portadas, quizá del siglo XVI o XVII, apunta el arqueólogo José Luis Ona González.

Y por ti anduvo el célebre bandolero El Cucaracha, cerca le dieron muerte, en el corral de l´Anica. Bien podríamos volver a darte vida Peñalbeta, bien podríamos hacer de ti un centro de interpretación del bandolerismo, del bandido Cucaracha y su banda. Bien podría volver a ser lugar de paso, de excursiones por el viejo camino Real de Zaragoza a Sariñena y Monzón, de refugio, donde poder descansar y volvernos a encontrar con la historia de esta tierra, de nuestra memoria, de su gente y de esta sierra rebelde y bandolera que resiste ¡Resiste Peñalbeta!.  

Manifiesto Cucarachero

A todas las mañanas que florecen libres.

A todas las almas libres que se abarcan desde estos parajes de la sierra de Alcubierre.

A cada rojo ababol y a todas las flores que alegran a mi Jobita de mi corazón.

A cada rayo de sol que iluminan de esperanza cada día.

A los rabiosos secanos granados de cebadas y trigos mecidos al cierzo.

A cada paso dado en estos montes de Los Monegros, a cada huella hundida en el polvo.

A todas las ilusiones y sueños que luchan por hacerse realidad.

A todas las nubes que traen lluvia y a los pajarillos que cantan alegremente con cada gota.

A todas las balsas que rebosan los cantaros y pozales.

A todos los bandidos y forajidos, a los sin tierra y a los nadie.

A todas las brujas que tanto persiguieron.

A todas estas boiras que no nos detienen y al final nos dejan ver.

Al inquebrantable mallacán.

A cada atardecer y cada cielo que se prende fuego advirtiendo de la próxima batalla.

A cada batalla por ganar.

A todas esas hogueras que nunca dejan de arder.

A todas esas purnas que salpican el firmamento en infinitas estrellas.

A la luna que acompaña en soledad.

A cada utopía que no dejamos perder en cada horizonte y perseguimos hasta un nuevo amanecer con rasmia y sin reblar.

Que retumbe mi voz desde esta sierra rebelde que aquí hay un hogar y un paisaje. Y brindemos, brindemos con vino como si no hubiese un mañana..

Nicolas Andión Pena


Nicolás Andión Pena responde a la figura de médico rural, de beneficencia, aquel cuya disponibilidad abarcaba las 24 horas del día los 365 días del año. Gallego de nacimiento es sariñenense de adopción, localidad a la que dedica su profesión y vida, donde ejerce como médico durante más de 30 años, entre 1942 y 1978. Querido y respetado, nos sumergimos en su memoria y recuerdo gracias a sus hijas Inés y Margarita.

Nicolás Alejandro Andión Peña nace el 15 de diciembre de 1906 en Galicia en el lugar de Famelga/A Coutada- Sta María de Aguasantas, Concello de Cotobade, Pontevedra (hoy Cerdedo-Cotobade tras la fusión de ambos municipios). Lugares muy próximos dentro de la parroquia y separados por apenas 3 km. Hijo de Cándido Andión García, de A Coutada, y Adelina Pena. Fue el mayor de ocho hermanos, aunque dos murieron solo mas nacer, entre ellos Benito, Manuel Félix, María Inés, Cándido y Nicolás.

Estudia medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, siempre becado y con muy buenas notas, especializándose en hematología, especialidad encargada de enfermedades de la sangre o hematológicas. Especialización que quiso realizar en Alemania pero que el ascenso de Hitler complica del todo. Finalmente, realiza el MIR en Portugal, Oporto, Lisboa y Coímbra. Durante un tiempo vive en Vigo hasta que, con el estallido de la guerra, es llamado a filas en el bando nacional donde ejerce como médico. Principalmente realiza labores en retaguardia llegando hasta Jaca. Para él, la guerra es muy dura, practica mucho la cirugía, siendo un tremendo aprendizaje.

Así, tras la guerra, Nicolás no quiere quedarse en Galicia como médico, allí llueve mucho y prefiere un lugar más seco. Así que oposita y en 1942, entre sus destinos, elige Sariñena. Le habían quitado Vigo y, al haber estado en Jaca, decide que le gusta mucho más este clima.

Anteriormente, Nicolas había contraído matrimonio con Josefina Bello Fernández, también gallega de Maniños en La Coruña. Una mujer muy culta, que a pesar que no la habían dejado estudiar era una autentica devoradora de libros, una gran lectora. Josefina, de primeras, no viene a Sariñena y permanece por un tiempo en Galicia, en Maniños donde nacen sus dos hijas Inés y Margarita. Gracias a que tiene un salvoconducto para ir a Galicia, Nicolas puede ir a ver a su mujer e hijas con total libertad.

Nicolas, Josefina, Margarita e Inés.

Nicolás encuentra una Sariñena muy destruida por la guerra, sin encontrar casa para poder vivir. Por ello no tiene más remedio que alojarse en el hostal Ispa, Hotel Comercio Ispa, donde permanece bastante tiempo e incluso llega a pasar consulta. También se aloja en el hostal el notario de Sariñena Joaquín, con quien mantiene una gran amistad. Fueron años duros, había mucha miseria y muchas enfermedades, como el tifus, las fiebres de Malta, tuberculosis o la cirrosis; pues se bebía mucho vino.

Al tiempo, por suerte puede vivir en un pisito de la plaza el Salvador, popularmente conocida como plaza de la Iglesia; Inés aún recuerda las casas caídas y la plaza llena de tierra. Después, con la construcción de las casas de la avenida Huesca por Regiones Devastadas le conceden una casa en la actual calle Delicias nº 1, pared con pared con Pedro Cascales, el otro médico de Sariñena. “Años más tarde hacen el cuartel, pero antes solo había huertas”, recuerdan Margarita e Inés, “donde luego se hicieron las escuelas nuevas”. Allí residen y ejerce hasta su jubilación.

Margarita e Inés viven su infancia en Sariñena y guardan muchos y buenos recuerdos, como ir a las monjas, que aún estaban en la calle Rafael Ulled, actualmente parte del casino viejo. Iban con sus botas, como un viaje divertido. Además, en casa tenían un pequeño gallinero, con gallinas y pollos, un cuarto muy pequeño, con un palo, donde les daban de comer.

Nicolás se desvivía por la gente, pura dedicación, no comía hasta que no acababa la consulta y había días que se le hacían las cinco de la tarde, pues había días que igual atendía a 70 personas. Aunque le llamaba a cualquier hora e incluso por las noches, cualquier necesidad o urgencia la atendía, personas heridas o enfermas. Solía tener la sala de espera llena y al principio la gente no tenía ni para pagar, ejercía por pura vocación. “Atendía gratis e incluso hasta daba medicamentos gratis”, recuerda Inés como algunos pagaban con comida y como tenían nevera de hielo, y cabía poco, lo daban a personas que lo necesitaban “Respetaba mucho la vida de los demás, nunca hablaba mal de nadie, ni se metía en la vida de nadie”.

Siempre estaba formándose, por dos veces acude a Barcelona a realizar cursos, a los laboratorios “Grifols”, además recibe un montón de revistas médicas que devora leyendo.  En una ocasión, salva a una persona del tétanos que había cogido al clavarse algo y unos laboratorios le preguntaron que había hecho.

Su mujer Josefina ayuda en la consulta, recibe, escribe las recetas y mantiene la estufa “tenían una estufa de leña de salamandra”, entre muchas otras cosas. La consulta les da mucho trabajo, además de tener que ir a visitar por las casas “vivieron a gusto”. Aunque nunca cogen vacaciones, prácticamente no falta nunca. Pedro Cascales sí que cogía vacaciones, todo el mes de septiembre. Siempre se ayudaban, se mandaban continuamente papeles. También su hija Inés ayuda en la consulta, con las bajas y altas, llevando un fichero muy detallado a máquina, ejerciendo de secretaria. Inés también es una gran lectora, como su madre, de tebeos y novelas. Para Margarita sus mejores recuerdos mejores son de cuando vivíamos en la calle Delicias «aunque luego nos fuimos a estudiar y solo pasábamos las vacaciones».

Como médico también lleva las localidades de Capdesaso y Lastanosa. Al principio va en tartana, no había ni coches hasta que comienza a haber taxis. Una vez casi caen al río Alcanadre con el taxi, “El primer coche que compró era de segunda mano”. Luego, con su coche llega hasta llevar a más de uno al hospital de Huesca. Pedro Cascales lleva Albalatillo y Pallaruelo de Monegros Sin olvidar a Domingo Pardo que ejerce como practicante. Hay un tiempo que, en el edificio conocido como el Hospital, Nicolás y Cascales tallan a los quintos que van a hacer el servicio militar obligatorio.

Nicolas con su hija Margarita y su marido.

Era sano y muy fuerte, siempre había sido de estar por casa y nunca de bares, una vida sana. Hacía vida muy normal, solía subir paseando hasta el barrio de la Estación de Sariñena. Odiaba la sandía y los melones, decía que producían cólicos. Muy amigo del farmacéutico Rafael Loste, del secretario Fidel Bailo y el comerciante Pepe Brunet. Se juntaban en la rebotica o en la parte alta de las Marianitas, la tienda de Pepe Brunet, y hablaban de sus cosas y, como no, de política. Más de una vez, Marga le tuvo que ir a buscar a las Marianitas para avisarle de una urgencia.

Nicolas y Josefina con un nieto, sobre 1980.

Era muy profesional jubilándose en 1978, incluso jubilado ayudaba y atendía a la gente. Muchas de sus pertenecías médicas de la consulta y del laboratorio fueron donadas al museo etnográfico de Sariñena. Solía decir que si volviese a nacer no sería médico, pero nadie le creía.

Nicolas y Josefina en Ordesa.

Fallece a los 76 años de edad el 10 de octubre de 1983, en Lérida junto a sus hijas y resto de familia “Babeaba con sus nietos”. Sin duda, un gran médico que dejó una gran impronta en Sariñena que lo recuerda con gran cariño y donde incluso una calle lleva su nombre. Ambos, Nicolas y Josefina descansan en el cementerio municipal de Sariñena, por voluntad propia.

Gracias a sus hijas Margarita e Inés.

Carlomagno y los Doce Pares de Francia en los Dances Altoaragoneses


Por Antonio Cavero Barreu.
Publicado en la Revista de Folklore, n. 499, págs. 4-19, septiembre 2023.

Es sabido que los dances altoaragoneses de Sena y de Sariñena, en muchos aspectos similares, forman parte del reducido grupo de dances llamados completos, es decir que conservan los cuatro aspectos que componen el dance aragonés: pastorada, Moros y Cristianos, lucha del Bien y del Mal y la parte bailada de mudanzas y pasacalles. En el caso de estos dos dances y en la parte de Moros y Cristianos se añade otra característica común que no hallamos en ningún otro dance de Aragón: las breves alusiones a Carlomagno y a los Doce Pares de Francia, evocadoras del ciclo carolingio. El objetivo del presente trabajo es, por una parte, analizar el origen de esas alusiones a la luz de otras composiciones similares de teatro popular también relacionadas con el ciclo carolingio, aunque fuera de Aragón, y por otra parte dar cuenta de su evolución hasta las representaciones actuales.

1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Ya en una temprana reseña sobre el dance de Sena, Aurelio Capmany se sorprende de que algunas de las tropas son acaudilladas por “nada menos que Carlomagno, los Doce Pares de Francia, Roldán y Oliveros” (1931: 390). También Ricardo del Arco, en su obra sobre el folclore altoaragonés, escribe: “en los dances de Sariñena y Sena el general moro increpa a Carlomagno, a Roldán y a los Doce Pares. He aquí una reminiscencia de los romances viejos del ciclo carolingio” (1943: 158). En la misma línea, años más tarde, Mercedes Pueyo, en su tesis doctoral pionera sobre el dance en Aragón, comenta que en Sariñena [y también en Sena]

[…] aparece un personaje que está en cierto modo desligado del texto, en la persona del General Cristiano. Este es nada más ni nada menos que Carlomagno. Sus intervenciones en la representación son las propias del General Cristiano, ya que son una misma persona y a él se alude solamente una vez de aquí, que sepamos que se trata de Carlomagno. […]

es cierto es que son restos de la tradición oral, o bien como dice R. del Arco, restos de romances carolingios, aunque no estamos de completo acuerdo, pero podría ser posible en cierto modo. (Pueyo 1973: 53-54)

Siguiendo con las opiniones de especialistas, Antonio Beltrán escribe:

Las referencias a Carlomagno como general de los cristianos y a sus pares y Oliveros en Sariñena nos ponen en contacto, aunque confusamente, con el romancero y la «Chanson de Roland» mejor que con las tradiciones que comentan los intentos del emperador francés de asegurar una marca en Zaragoza. (Beltrán 1989: 22-23)

En Sariñena y Sena sale a relucir, sin conexión estricta con el texto, Carlomagno, nombre que da al general cristiano el turco; en Sena se nombra al “almirante Volante”, que es un noble caballero, y no faltan alusiones a Roldán y a los Pares, cuya relación con el romancero, aunque sea mediata y corrupta, es indiscutible. (Beltrán 1982: 38)

Son estos versos la parte más enigmática del diálogo que plantean la posibilidad de una relación, ya muy olvidada (por lo corrupto del texto), con los romances del ciclo carolingio.  (Beltrán 1982: 92)

También utiliza para estas alusiones carolingias expresiones como “extrañas referencias” o “confusa escena” (1982: 22, 92). Centrándonos en el dance de Sena, Jesús Cancer comparte estas opiniones, y añade que esas referencias “complican aún más la búsqueda de un origen” (1998: 60); por su parte, Benito Cavero relaciona asimismo estas alusiones en Sena con los romances del ciclo carolingio (1983: 41). Y, en Sariñena, Salvador Trallero, en una reciente publicación, analiza también con cierta extensión lo que considera “ecos de los antiguos romances carolingios” (2020: 36).

Todas las citas anteriores -salvo Capmany- proceden de autores aragoneses. Pero, ampliando el ámbito de la búsqueda, una prospección en las numerosas publicaciones que incluyen análisis de la presencia del ciclo carolingio en el romancero y en las fiestas de Moros y Cristianos, tanto en España como en América, permite rastrear la relación entre los dances que nos ocupan y otras representaciones basadas en dicho ciclo fuera de Aragón, y obtener conclusiones sobre el origen de esas alusiones carolingias en Sena y Sariñena. A ello nos vamos a dedicar en los apartados que siguen, para pasar después a analizar su evolución hasta la actualidad.

2. LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA Y EL CANTAR DE FIERABRÁS

Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de los dances de Sena y Sariñena aludidos en el apartado anterior y los romances del ciclo carolingio, aunque no por vía directa, ni estrictamente con el más conocido de esos cantares de gesta, el Cantar (o Canción) de Roldán, sino con otro del mismo ciclo, el Cantar de Fierabrás, de finales del siglo XII, casi un siglo posterior al de Roldán, y de temática muy similar, pero con diferencias significativas. La primera diferencia son los personajes: aparte de Carlomagno y dos de los Pares de Francia, Roldán y Oliveros, cuya relevancia es diferente en los dos cantares, aparecen en el de Fierabrás personajes que no están en el de Roldán. Entre ellos, el Almirante Balán o Balante, emir de Al-Ándalus, cuyo ejército ha robado de Roma las reliquias de la Pasión de Cristo, su hijo Fierabrás, llamado de Alejandría, gigantesco guerrero, su bella hija Floripes, y el gigante Galafre o Galafré. Son también diferentes las localizaciones, y en el Cantar de Fierabrás cabe hasta una relación amorosa entre la bella Floripes y el par de Francia Guy de Borgoña. Y, mientras que en el Cantar de Roldán la batalla principal es la de Roncesvalles, en el de Fierabrás es el combate que mantienen Fierabrás y Oliveros. Como puede verse en el Cuadro I, algunos de los personajes y localizaciones del Cantar de Fierabrás aparecen en los dances de Sena y Sariñena, aunque los nombres se ven alterados por las inevitables corrupciones y deformaciones debidas a la transmisión oral y el paso de los años.

3. LA PROSIFICACIÓN EN CASTELLANO DEL CANTAR DE FIERABRÁS Y SU DIFUSIÓN

El Cantar de Fierabrás, transmitido oralmente durante la Edad Media por juglares y trovadores en lengua francesa y occitana, fue adaptado en prosa y publicado por Jehan Bagnyon en el siglo XV con el título Roman de Fierabras le Géant (Bagnyon 1497). En 1521 aparece la primera edición de la traducción al castellano de Nicolás de Piamonte (o Piemonte), publicada por Jacobo Cromberger en Sevilla con el título Historia del Emperador Carlo Magno y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán. Para este estudio hemos consultado la transcripción de la segunda edición, de 1925, del mismo editor (Piamonte 1525)[1]. La obra, a la que en lo sucesivo nos referiremos más brevemente como Historia de Carlomagno, se convirtió en lo que hoy llamaríamos un “best seller”, y conoció numerosísimas ediciones, varias de ellas ya en el siglo XVI, tanto en España como en América, incluso una en 1641 en Huesca. También fue traducida al portugués en 1728, y aún en el siglo XX se seguía editando en algunos países de América[2]. Su enorme difusión se debió tanto a su carácter de relato caballeresco breve de lectura rápida -con una temática que estaba en boga en España y Portugal, en la que jugaba un papel fundamental el conflicto religioso entre paganos y cristianos- como al formato que mantuvo en la mayoría de sus ediciones, del tipo de libro de bolsillo, de los llamados “pliegos de cordel”[3], fácil de llevar consigo por trovadores, viajeros, soldados o similares. Pero su alcance no se limitó a las clases populares, sino que también llegó a los más letrados, y prueba de ello son las referencias que encontramos en El Quijote tanto a Carlomagno y los Doce Pares de Francia como al puente de Mantible y al conocido “bálsamo de Fierabrás”[4]. También se derivan de esta Historia de Carlomagno el auto sacramental La Puente del mundo, de Lope de Vega, o la comedia de Calderón La Puente de Mantible (Gumpert 1987). Sin embargo, el interés del libro para nuestro análisis no reside tanto en su calidad literaria sino en su dilatada influencia en públicos sencillos, y así fue reconocido -muy a su pesar- por Menéndez Pelayo, quien lo califica de “librejo” de “estilo vulgar y pedestre”:

Por raro capricho de la fortuna, bien desproporcionado a su mérito, obtuvo, sin embargo, extraordinaria popularidad, que ha llegado hasta nuestros días, puesto que todavía se reimprime como libro de cordel y sirve de recreación al vulgo en los rincones más olvidados de la Península […] este librejo, apodado por nuestros rústicos Carlomagno, que, a pesar de su disparatada contextura y estilo vulgar y pedestre, no sólo continúa ejercitando nuestras prensas populares […], no sólo fue puesto en romances de ciego por Juan José López, sino que inspiró a Calderón su comedia La Puente de Mantible. (Menénez Pelayo 1905: cxxxviii))

Es notable también la versión en romance de octosílabos de Juan José López, a la que alude Menéndez Pelayo, incluida en el Romancero de Durán (1851: 229-245).

También hay que decir que desde el siglo XVI la Historia de Carlomagno fue cambiando, incluso en el título, en función de los intereses de los editores. Y es relevante notar que ya en la primera edición Piamonte sitúa como enemigos de Carlomagno -es decir, de la cristiandad- a los turcos, y no a los moros o sarracenos como en el Cantar de Fierabrás original, lo que concuerda con el hecho de que en los dances aragoneses, cuyos textos se suponen generalmente posteriores al siglo XVI, se habla también de turcos y no de moros, fruto de los cambios en el escenario geopolítico tras la desaparición de los moros de la península y la aparición de la nueva amenaza del imperio otomano.

4. LA REPERCUSIÓN DE LA NOVELA DE PIAMONTE EN LAS REPRESENTACIONES DE MOROS Y CRISTIANOS

Las manifestaciones englobadas bajo el nombre de Moros y Cristianos en la península son muy variadas y tienen notables diferencias, por lo que diversos especialistas han ido proponiendo clasificaciones basadas en diferentes criterios. Entre las más tempranas figura la de Soledad Carrasco Urgoiti, quien distingue entre tres áreas geográficas de difusión de la fiesta: la región levantina, la andaluza y la aragonesa, más focos aislados en Galicia y Castilla (1963: 477). La documentada tesis doctoral de Demetrio Brisset (1980), que analiza los estudios anteriores sobre este tipo de fiestas y pasa revista a un repertorio de más de doscientas, tanto en la península como fuera de ella, representa un punto de referencia muy valioso para estudios e investigaciones sobre el tema, como esta que nos ocupa. Sea cual sea el caso, abundan en la parte literaria de todas las fiestas de Moros y Cristianos los pasajes que contienen desafíos, parlamentos o embajadas entre atacantes turcos o sarracenos y defensores cristianos -habitualmente siguiendo un esquema característico de provocación y desquite-, muchas veces en romance, asociados a un desembarco, una entrada, un ataque, la reclamación de tributos, el robo de imágenes o la interrupción de las fiestas patronales. La Historia de Carlomagno, cuyo trasfondo es la lucha entre los cristianos y “los otros”, sean moros o turcos, encajaba muy bien en esa tradición de representaciones de Moros y Cristianos. Por eso, a raíz de su enorme difusión dio pie a multitud de danzas o representaciones dramatizadas, con títulos alusivos a Carlomagno, a los Doce Pares de Francia o incluso a la princesa Floripes, tanto en la península como en América, y hasta en África y Asia, donde conquistadores y misioneros españoles y portugueses habían trasplantado desde el siglo XVI las representaciones de Moros y Cristianos como medio eficaz para llevar a cabo su función evangelizadora y de control político.

Las representaciones de la Historia de Carlomagno fueron mayoritariamente de tipo romanceado, con muy diferentes versificaciones adaptadas por poetas locales, y llegaron a puntos muy dispares de la península, no necesariamente coincidentes con los de tradición de Moros y Cristianos, como eran la zona mediterránea y Aragón. Pero la influencia fue incluso mucho mayor en América, hasta el punto de que la filóloga alemana Gisela Beutler, en un extenso análisis de la penetración de esta obra en dicho continente, llega a calificar el libro de Piamonte como auténtico “libro de texto” de multitud de representaciones al otro lado del océano (1984: 64). En el reciente trabajo recopilatorio La fiesta de Moros y Cristianos en el mundo, José Antonio Alcaraz (2021) pone al día los anteriores recuentos y da cuenta de forma casi exhaustiva del alcance de las representaciones de Moros y Cristianos, llegando a citar 1328 poblaciones, incluidas Sena y Sariñena, en 29 países de América, África y Asia, hasta donde llegó la colonización hispanoportuguesa, aparte de España y Portugal. De estas representaciones, una elevada proporción está constituida por las influenciadas por la obra de Piamonte y que hacen referencia a Carlomagno, a los Doce Pares o a Floripes[5]. Y resulta curioso constatar como en todas partes los poetas locales, que leyeron la novela en prosa, la devolvieron a su origen rimado, como era en el Cantar de Fierabrás. Parafraseando al académico portorriqueño Marcelino Canino Salgado (2010), podríamos decir que devolvieron a la poesía lo que a la poesía perteneció.

Más interés para nuestro análisis presenta el hecho de que, además de generar nuevas representaciones, la Historia de Carlomagno de Piamonte se utilizó para adornar y complementar representaciones ya existentes, y así la materia carolingia contaminó la tradición oral anterior y dio lugar a una curiosa mezcla con referencias y vestigios de Carlomagno y los Doce Pares en algunas composiciones muy anteriores. Es un caso muy habitual en América, pero también vale para algunos dances aragoneses, que en el primer párrafo de este trabajo hemos circunscrito a los de Sena y Sariñena. Relacionado con este punto, en un estudio de 2009 comparando el ritual de las representaciones de asunto carolingio en España y América, y citando el dance de Sariñena, Luis Díaz Viana escribe que “El episodio del desafío de Fierabrás a Carlomagno y la posterior lucha con uno de los Doce pares está presente también en buena parte de los dances aragoneses que han sido recogidos y estudiados por diversos autores” (2009: 1079). También cita aisladamente una frase de Arcadio de Larrea: “Ricardo del Arco me ha dicho en más de una ocasión que cree en una alusión a Carlomagno” (1952: 21). Tal alusión de Ricardo Del Arco está clara, y ya la hemos citado en el apartado 1 como punto de partida, referida a los dances de Sena y Sariñena, pero ni en el mismo Del Arco, ni en Larrea, ni en Beltrán, ni en Brisset, ni en Cancer, ni en ningún otro de los numerosos especialistas que han estudiado el conjunto de los dances aragoneses hemos encontrado otra alusión a la materia carolingia que no sea la de los dances de Sena y Sariñena. Compartimos por ello la opinión de Mercedes Pueyo, quien, en su estudio sobre los dances aragoneses, para el que analizó y comparó más de 70, se pronunció claramente sobre este tema al escribir que “Carlomagno aparece en los Dances de Sariñena y Sena únicamente” (1973: 20), y lo reitera casi cincuenta años después (2022: 18). En la actualidad la nómina de dances en Aragón, vigentes o desaparecidos, asciende a más de 270 (Cancer 2003), y no nos constan alusiones a Carlomagno, Fierabrás[6] o los Doce Pares más que en los de Sena y Sariñena.

A diferencia de lo que sucede en América, y exceptuando el Auto da Floripes, que se sigue representando al norte de Portugal, en la península han ido desapareciendo a lo largo del siglo XX otras representaciones de Moros y Cristianos con materia carolingia de las que se tenía noticia. Tal es el caso, por citar algunos ejemplos, de la Danza de Carlomagno en La Baña, en el Bierzo leonés (Casado 1991), las Relaciones de Castilblanques y Viñuelas, aldeas del municipio valenciano de Cortes de Pallás (Martínez Castilblanques 2018), el Retablo de Moros y Cristianos del barrio del Castillo de Cuenca (Ávila 2016) o la Batalla de Moros y Cristianos de Mouruás, en la comarca orensana de Terra de Trives (González Montañés 2009). De hecho, Demetrio Brisset se refería en una publicación de 1993 al ciclo carolingio como “extendidísimo por todas las Américas, mientras que en España el emperador Carlomagno ya sólo es caudillo en una localidad del Alto Aragón” (1993: 3). Al margen del detalle de que, en realidad, serían dos las localidades, Sena y Sariñena, no tenemos conocimiento de contraejemplos que puedan rebatir la afirmación de Brisset, por muy categórica que nos pueda parecer referida a toda España. Estamos de acuerdo en que las representaciones basadas en la novela de Piamonte están a fecha de hoy muy vigentes en buena parte de América, mientras que en España se han ido perdiendo a lo largo del siglo XX, aunque para algunas existen intentos de recuperación. Lo que sí es meridianamente cierto es que, año tras año, Carlomagno y los Doce Pares de Francia siguen presentes en la representación del dance de Sariñena cada 2 de septiembre y en el de Sena cada 2 de octubre.

5. LA CONEXIÓN DE LA MATERIA CAROLINGIA CON LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: EL PASAJE DEL RETO O DESAFÍO

Vamos a abordar ahora el nudo del análisis que nos ocupa: la influencia de la Historia de Carlomagno de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena, relacionada con una de las escenas más populares del libro, la del llamado reto o desafío. En este pasaje, Fierabrás se planta ante el real de Carlomagno, en el lugar llamado Mormionda, y desafía a los Pares de Francia para combatir con ellos, sean dos, tres, cuatro o todos a la vez, sin encontrar inicialmente respuesta. Es el preludio del combate que tendrá lugar unos capítulos más adelante entre Fierabrás y Oliveros, y la única escena del libro que veremos introducida en los dances de Sena y Sariñena, al margen de alusiones aisladas a personajes o a lugares de la novela.

Para poner de manifiesto la relación entre La Historia de Carlomagno de Piamonte y algunas representaciones de Moros y Cristianos basadas en ella, incluidos los dances de Sena y Sariñena, el Cuadro IVa muestra algunas versificaciones populares basadas en la escena del desafío, de procedencias muy dispares, tanto de España como de América, incluyendo la del dance de Sena (prácticamente idéntica a la del de Sariñena), y a continuación el Cuadro IVb muestra igualmente el fragmento del capítulo XII de la obra de Piamonte que corresponde al pasaje del desafío, en prosa, y que es la fuente de la que derivan las versificaciones del Cuadro IVa.

CUADRO IVa 
—¿A dónde estás, Carlo-Magno? Que hoy un solo caballero Viene a pedirte campaña: Envíame aquí a Oliveros O al valeroso Roldan, Que yo hasta seis los espero, Y les mantendré batalla Hasta que dé fin de ellos. Viendo que nadie salía, Determinado y soberbio Se tendió al pie de un árbol, Y se desarmó al momento, Y tendido como estaba Decía con gritos fieros: —Carlo-Magno, ya has perdido Tu fama y honor a un tiempo, Que hasta agora has ganado, Pues que a solo un caballero Que está pidiendo campaña, No le dais el cumplimiento.   Romances de Carlo-Magno y de los Doce Pares de Francia, Juan José López (Durán 1851: 229-230)  ¡Oh, doce Pares de Francia! ¿Adónde está nuestro esfuerzo? ¿Adónde está ese Roldán? ¿Adónde está ese Oliveros, Ricarte de Normandía[7] y todos sus compañeros? Vengan, aquí los aguardo. ¿No me responden, cobardes? […] Cobardes, aquí os aguardo, Solo me hallo en este puesto. Vengan uno, vengan dos o vengan ciento que os prometo darles a todos muerte con este luciente acero;   Moros y cristianos de Teotihuacán, México (Gamio 1922: 351)“Carlomagno aquí estoy yo hombre cobarde y traidor, tú no tienes corazón ni virtud para tu puesto Vamos a difinir esto (e) Cuanto más pronto mejor. Envíame dos o tres -le decía Fierabrás- o cuatro de los mejores, que desafío tus varones sin envidia ni revés. Batalla yo quiero, pues, ya que estoy en el trayecto a Roldán y a Olivero presos, a Fietrí, a Uger de Danoi. Mira, Carlomagno, estoy un hombre solo en el puesto. Eres cobarde en los tuyos indigno te nombraré no eres caballero, pues, para demostrar orgullo. Hoy los reinos que son tuyos No los mereces, por cierto, Dame batalla muy presto que en este árbol estoy tendido hasta el yelmo aborrecido por estar pensando en esto”.   Décimas por Carlomagno. De la tradición oral en Puerto Rico (Canino 2010: 727-728)
Salga el valiente Roldán con sus brillantes aceros, salga también Oliveros con espada y estandarte, salga Borgoña y Ricarte, y ese viejo de Recner! ¿Qué aguardan, por qué no salen? Ya es tiempo que a Dios aclamen! ¿Qué aguardas tú. viejo Naimes? ¿No es tu valor eficaz? ¿Carlomagno, dónde estás? ¿No eres tú tan valiente?   Historia de Carlomagno de Acatlán, Puebla, México (Beutler 1984: 76)
Carlomagno, ya has perdido todo tu honor y tu fama que antes habías ganado, mas por Mahoma te juro que he de pregonar a voces tu cobardía por el mundo. Carlomagno, Carlomagno, pues que tan nombrado eres, ¿cómo a salir no te atreves a pelear con Fierabrás? […] Salga el ejército todo, si uno no vos atrevéis, enviarme aquí a Roldán, o al valeroso Oliveros, que deseo el conocerlos. En aqueste suelo duro pienso de atar mi caballo. Aquí quiero descansar a ver si vien d’ alguno para conmigo pelear, que aunque vengan mil cristianos conmigo los he de llevar. (Hay una silla y un árbol y se sienta Fierabrás en la silla)   Danza de Carlomagno, La Baña, León (Casado 1991: 316-317)¡Oh Carlos Magno! ¡Oh indigno de toda reverencia! ¿A dónde están tus caballeros que no vienen en presencia? Ese Roldán de Oliveros, los doce pares quisiera, para dar cruda batalla aunque en el campo muriera; ¿aún no venís?¡ya no vendréis! ¡De agrado me mataría! si no fuera por el gusto de Mahoma, aunque desesperado muriera. A la sombra de este árbol sentarme quiero, que vengo muy fatigado, y en puras llamas me enciendo. (Se sienta debajo del árbol colocado en la plaza) […]   ¿Oh mi alfanje! ¡Qué buen pruebo si fuera, en la cabeza de estos hombres soberbios! ¡Oh Carlos Magno! ¡hombre cobarde y sin virtud! si no sales a dar batalla en este día, he de publicar por el mundo tu cobardía.   Dance de Sena (Gudel 1934a: 13)
CUADRO IVb
  […] ¡Oh emperador Carlo Magno, hombre cobarde y sin ninguna virtud, envía a un hombre solo que espera la batalla dos o tres o cuatro de los mejores de tus barones, sea Roldán y Oliveros, Tierry y Oger de Danois, que te juro a mis dioses de no les volver la cara aunque sean seis! Cata que estoy en el campo solo y muy alejado de los míos; y si esto no faces, por todo el mundo publi­caré tu cobardía y de los tuyos, no dignos de ser llamados caballeros. Toviste osadía de acometer la morisma y de ganar reinos y provincias: ten, pues, esfuerzo de dar batalla a un solo caballero. Esto dicho, ató su caballo a un árbol y se quitó el yelmo y se tendió en el suelo, e dende a poco alzó la cabeza mirando a todas partes si venía alguno, y desque no vido ninguno, dando mayores voces comenzó a decir: —¡Oh Carlo, no digno de la corona que tienes! ¿Con un solo caballero moro pierdes la honra que en grande multitud de moros muchas veces has ganado? ¡Oh Roldán y Oliveros y tú Oger de Danois y los que vos llamáis Doce Pares, de quien tantas hazañas he oído, ¿cómo no osáis parescer delante un solo caballero? ¿Habéis por aventura olvidado el pelear, o vos face miedo mi lanza? ¡Venid, venid todos los Doce Pares, pues uno a uno no osáis!   Historia del Emperador Carlomagno […] (Suárez Figaredo 2020: 27)

La semejanza textual de todos los fragmentos en verso mostrados indica una relación evidente entre ellos, tan evidente como el hecho de que todos derivan del fragmento en prosa, anterior en el tiempo. Incluso en los detalles, nótese también, en casi todos los ejemplos en verso, la coincidencia de que quien lanza el desafío -el general turco en Sena y Sariñena- se toma un respiro y se sienta, fatigado, al final o en mitad de su arenga, lo mismo que hace Fierabrás en el original en prosa. Y en el léxico, aun sin valor probatorio es sintomática la coincidencia del adjetivo “digno/indigno”, aplicado a Carlomagno tanto en la novela como en los textos de Sena y Sariñena, o el adjetivo “cruda”, que acompaña a “batalla”, presente igualmente en ambos textos y repetido hasta la saciedad en la obra de Piamonte, ya desde el título ([…] la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás) y más de 20 veces a lo largo de la obra. No parece necesario abundar en más argumentaciones para admitir que las alusiones carolingias de los dances de Sena y Sariñena, al igual que las del resto de los ejemplos del Cuadro IVa, proceden de la Historia del Emperador Carlomagno de Piamonte (Cuadro IVb).

De hecho, se puede encontrar alguna alusión explícita a la relación de la novela con los dances de Sena y Sariñena, aparte de la ya citada de Díaz Viana, en una investigación de la alemana Gisela Beutler, autora de un amplio estudio sobre los Moros y Cristianos de la zona mexicana de Puebla (1984). El estudio se centra en los textos, y más particularmente en los romances. Al explorar la evolución de las representaciones a ambos lados del Atlántico, en su comparación de romances relativos al episodio del reto o desafío, pone de manifiesto la similitud de algunos de los que allí encuentra con el dance de Sena. He aquí la cita:  

Hemos encontrado una forma muy parecida en España. Si comparamos el texto del Dance de Sena (Altoaragón) que publicó Ricardo [del] Arco y Garay en 1943, vemos que el diálogo entre el General Cristiano y el General Turco sigue con gran detalle el desafío entre Fierabrás y Oliveros en la novela de Nicolás de Piamonte. Se mencionan además el “puente de Almantías”, “Aguas Mansas” o el “Almirante” (Beutler 1984: 76-77)

Beutler argumenta una posible explicación -bastante evidente- para esta semejanza: “se trataría más o menos del uso de las mismas fuentes, que pudieran provenir del romancero español o de otros asuntos de alcance común” (1984: 71).  Está claro que “las mismas fuentes” son en este caso la novela de Piamonte, lo que viene a corroborar, desde una publicación alemana y pasando por América, la hipótesis que venimos exponiendo sobre la influencia de dicha novela en los dances de Sena y Sariñena.

6. LA MATERIA CAROLINGIA EN LOS DANCES DE SENA Y SARIÑENA: DESDE SU INTRODUCCIÓN HASTA LAS REPRESENTACIONES ACTUALES

Una vez establecido que la materia carolingia introducida en los dances de Sena y Sariñena procede de la Historia de Carlomagno de Nicolás de Piamonte, cabe preguntarse el porqué de esa contaminación. La introducción de nuevos materiales en los dances no es extraña, y ha sido apuntada por diversos especialistas en la materia, en general y en casos de dances concretos. Mercedes Pueyo ya escribe sobre los dances que era inevitable que “gentes de unos y otros pueblos copiasen y adaptasen lo que encontraban de su agrado, mejorando o simplemente añadiendo o ampliando lo que tenían” (1973: 137). De forma similar, Lucía Pérez García-Oliver, en su estudio sobre el dance de Alcalá de la Selva, apunta en general sobre los dances que “los recitados de las soldadescas proceden de adaptaciones realizadas por un erudito local -con frecuencia el sacerdote- a partir de, en muchos casos, la literatura de cordel o de copias manuscritas que sirvieron de fundamento a la transmisión oral” (1984: 45). Introduce aquí dos alusiones que resultan relevantes para el análisis que nos ocupa: una, bastante frecuente, a eruditos locales, a menudo clérigos, que modificaron repetidamente los textos de los dances, y otra, a la literatura de cordel, que es el caso de la novela de Piamonte. También Jesús Cancer, en su obra sobre el dance de Sena hace notar que en los últimos años 50 del pasado siglo algunos textos del dance diferían de los que anotó Mosén Rafael Gudel (1934a, b, c), debido a las variaciones introducidas por el párroco de la época (Cancer 1998: 123). En la actualidad se ha vuelto a los textos de principio del siglo XX. En este caso de Sena hay que reseñar que la contaminación carolingia se produjo solo en el dance del Ángel Custodio, que se representa cada 2 de octubre, mientras que en el dance de la Virgen del Rosario, que se representa cada primer domingo de octubre, no se aprecia contaminación alguna. Y abunda Jesús Cancer en las ideas que venimos exponiendo:

 […] entrevemos de continuo la huella dejada por las alteraciones inevitables de la transmisión verbal y la intervención de personas con muy distinta instrucción a lo largo del tiempo. […] La intervención de los generales de ambos bandos dona a la letra el carácter épico y guerrero propio de la novela caballeresca, donde aparecen repetidas referencias a personajes y lugares míticos. (Cancer 1998: 90-91)

Centrándonos en el pasaje del reto, Demetrio Brisset escribe, refiriéndose en general a las representaciones de Moros y Cristianos en el siglo XVII:

Y para enfatizar lo épico-religioso, se contaba con varios modelos dramáticos de honda raigambre. […] Emotivamente, los más populares parecen haber sido los cantares de gesta carolingios, con su vibrante reto entre el conde Oliveros y el blasfemo gigante Fierabrás… (Brisset 1997: 81)

Sobre otra obra deudora de la novela de Piamonte, las Relaciones de las aldeas de Castilblanques y Viñuelas, escribe Vicente Martínez:

Estas relaciones eran una obra viva, en la que el texto clásico se revisaba con frecuencia por los directores, poetas locales o copistas, los cuales agregaban personajes y acontecimientos históricos sin el menor rigor, y realizaban las correcciones oportunas para adaptarlas al lugar. También introducían parlamentos copiados literalmente de otras obras clásicas, por lo que es muy frecuente encontrar versos que nada tienen que ver con el resto. (Martínez Castilblanques 2018: 417)

Existe, además, otro caso similar bien cercano a Sena y Sariñena: el del dance de Pallaruelo de Monegros, del mismo grupo y muy parecido a ambos, sobre todo al de Sariñena, del que Antonio Beltrán dice que “en los largos parlamentos aparecen menciones a la mitología que explican la intervención de un erudito en la composición” (1982: 96).

De acuerdo con lo que venimos exponiendo, parece plausible suponer como hipótesis que en un momento dado entre los siglos XVII y XIX algún erudito, letrado, o quizás clérigo, introdujo la materia carolingia aportada por la obra de Piamonte en los dances de Sena y Sariñena o, más probablemente en uno de los dos, desde el cual se transmitió también al otro. A diferencia de otros casos que hemos reseñado en el apartado 4, en los que la Historia de Carlomagno era la base para una nueva representación, en este caso se introdujo amalgamándola con lo que ya había en ambos dances. Sustenta esta tesis el hecho de que, siendo muy similares varios de los dances de Monegros, no se observe contaminación carolingia más que en los de Sena y Sariñena, aun cuando la trama de todos es muy similar. Ello permite suponer que la materia carolingia se incrustó en estos dos dances sobre el sustrato común, que ya existía previamente.

En esta trama previamente existente, tras el diálogo de pastores, uno de estos advierte de la cercanía de un ejército al mando del general turco; tras embajadas y parlamentos con intercambio de pliegos, la cuestión -la reclamación de unos tributos no pagados, o la recriminación por estar celebrando unas fiestas patronales sin el preceptivo permiso del general turco- desemboca en un enfrentamiento armado -danzado en este caso- de las tropas cristianas contra las infieles, batalla que concluye con la intervención del Ángel, la derrota de los infieles y su conversión al cristianismo. Sobre este esquema, como hemos dicho bastante común en varios dances aragoneses, se introdujo de forma explícita y romanceada, con intención muy probablemente ornamental, el desafío de Fierabrás a Carlomagno, justo antes de la reclamación del tributo, sin importar que los personajes citados, Carlomagno, Roldán, Oliveros o los Doce Pares no tuvieran que ver con el tema de fondo. El desafío -reproducido en el Cuadro IVa- es recitado por el general turco, que se sitúa en el papel de Fierabrás, por lo que su bravata, igual que en el original, está dirigida a Carlomagno, emblema de la cristiandad, aunque debería dirigirse al general cristiano del dance.

Con posterioridad al pasaje del desafío, que ocupa el capítulo XII en la novela de Piamonte, entre los capítulos XVIII y XXV se desarrolla -a caballo y a pie- el largo combate entre Fierabrás y Oliveros, durante el cual se suceden los diálogos entre ambos paladines, intentando cada uno convertir a su fe al otro.

CUADRO V
[Oliveros a Fierabrás:]   Y no dilates más, ca nuestra batalla no se escusa salvo con esta condición: que dejando tus ídolos rescibieses baptismo y tuvieses la creencia que nós los cristianos tenemos; y si esto faces, tendrás por buen amigo al emperador Carlo Magno, y a don Roldán por especial compañero, y yo te prometo de nunca dejar tu compañía.    General cristiano.–General turco, si vinieras en acuerdo y tomaras mis consejos, ¡cuánto mejor que te fuera! que dejaras a tus dioses y tus leyes embusteras […] Si creyeras en Dios Padre, Criador del Cielo y Tierra, Y recibieras Bautismo, ¡oh cuanta alegría me dieras! Te querría como hermano, como amigo te sirviera;
Izquierda: fragmento del capítulo XIX de la Historia de Carlomagno (Suárez Figaredo 2020: 38-39). Derecha: fragmentos del Dance de Sena (Arco 1943: 168).

El cuadro V da una fugaz muestra de los argumentos que se intercambian Fierabrás y Oliveros, similares a los que se cruzan los generales turco y cristiano en los dances de Sena y Sariñena. Sin embargo, sería muy aventurado -a falta de pruebas más explícitas- ver en este paralelismo otra constatación de la contaminación de la novela de Piamonte, ya que los diálogos basados en el tema de la conversión de un moro o turco derrotado por un caballero cristiano son comunes, no solo a gran parte de los dances aragoneses, sino también a todo tipo de representaciones de Moros y Cristianos, tanto en la península como fuera de ella. Es más lógico suponer que estos diálogos formaban parte en Sena y Sariñena del sustrato preexistente.

Del resto de la trama de la novela de Piamonte no creemos que hubiera más incrustaciones textuales, aunque sí algunas alusiones a otros pasajes, hoy escasamente reconocibles en el diálogo entre el rabadán y el general turco previo a la batalla, como veremos a continuación. Para ponernos en situación, enumeremos brevemente los pasajes de la novela que tienen algún reflejo en los dances analizados, aparte del del reto. Con posterioridad al combate entre Oliveros y Fierabrás, Oliveros es hecho prisionero por los infieles, junto con otros cuatro de los Pares, y son trasladados a la fortaleza de Balán, en el lugar llamado Aguas Muertas. Para acceder a la fortaleza es preciso pasar por el puente de Mantible, defendido por el temible gigante Galafre, a las órdenes de Balán. La novela nos refiere que, al hacerse cargo de los prisioneros, el carcelero “encarcelolos en una escura torre […] y metiolos por arriba y hízolos abajar por una escalera de manos, y después tiró la escalera arriba y cerró una trampa de fierro con tres candados” (Suárez Figaredo 2020: 47). Y, más adelante, ya muy avanzada la novela, Fierabrás, convertido ya a la fe cristiana y atacando junto a Carlomagno la fortaleza de Aguas Muertas, presenta al emperador -tratando de salvar la vida de su padre, el almirante Balán- el ruego que transcribimos en la versión romanceada de Juan José López:

— Muy poderoso señor,
Solo una merced te ruego:
Que divulgues en tu real
Que cualquiera caballero
Que se encuentre con mi padre
No le dé muerte, que quiero
Ver si puede ser cristiano. —

                 (Durán 1851:240)

Estas alusiones a la novela están reflejadas, de forma sucinta y aislada, en los pasajes de los dances de Sena y Sariñena que muestra el Cuadro VI, lo que sirve para ejemplificar el proceso sufrido por muchos otros dances aragoneses en los que, a falta de registros escritos – como mucho, cuadernos copiados a mano repetidamente- la transmisión oral produjo, al transcurrir los años, corrupciones y degeneraciones en los nombres, sobre todo en los cultismos, y mezclas y pérdida de significado en las citas. 

CUADRO VI
DANCE DE SENADANCE DE SARIÑENA
Rabadán.–                   Gral. Turco.-   Rabadán.–  En el puente de Almantías hay cuatro mil caballeros muy escogidos y armados, muy valientes y soberbios; el Almirante manda esto, que si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tiengo, que está bajo de Aguas Mansas debajo la trampa preso. Dime, repatán pequeño, ¿a quién sirves contento? Al Almirante Volante, que es un noble caballero.Noble Primero.–             Turco.–   Repatán.–  En el puente de Almantías[8] hay doce mil caballeros; son preferidos y armados, son armados muy soberbios, y si salís al encuentro, no matéis al general, que yo por bueno lo tengo. Oye, repatán pequeño: ¿a quién sirves tan contento? Es al gigante Gallardo, que es un noble caballero, que está encima de Aguas Mansas, cogido en la trampa preso.
Fragmentos del dance de Sena (Arco 1943: 166-167) y de Sariñena (Arco 1943: 210)

Así, la alusión a la prisión de los caballeros se puede entrever en la frase “debajo la trampa preso”, de Sena, que recoge el carácter de pozo -al que hay que bajar- de la prisión del texto original, y su cierre con “una trampa[9] de fierro”. En Sariñena es “cogido en la trampa preso”. En cuanto al ruego de Fierabrás para que se respete la vida de su padre el almirante, confundido con el general, está bastante explícito en los fragmentos mostrados, aunque totalmente desligado y sin relación con el contexto del resto del dance.

Por lo que respecta a las localizaciones, se mezclan en los dances de Sena y Sariñena lugares geográficos o históricos reales, como La Valle los Arnales, Urgellet, Sena, Sigena, Sariñena o Albalatillo con otros ficticios procedentes del Cantar de Fierabrás y evolucionados por la transmisión oral, como el puente de Almantías o Aguas Mansas. En cuanto a los personajes, Carlomagno, Roldán y Oliveros se citan textualmente a pesar de tener poco que ver con la reclamación del tributo, como ya hemos indicado. El almirante Balán, que comanda las tropas sarracenas en la novela, ha acabado siendo en Sena el almirante Volante. Sobre el tema del almirante o almirantes, en los dances que analizamos se intercambian pliegos “de parte del almirante” o se alude a este indistintamente, con la participación del rabadán, como si hubiera un almirante en cada bando, sin que se especifique si es el mismo o no, mientras que, por otra parte, dichos almirantes asumen el papel de los generales turco y cristiano.

Los textos mostrados en el Cuadro VI permiten también constatar, al margen de la evolución ya analizada de las incrustaciones carolingias, las diferencias en pasajes de origen común entre dos dances de poblaciones muy próximas entre sí, como son Sena y Sariñena. Ambos textos se han tomado de Ricardo del Arco (1943), aunque para el correspondiente a Sena este autor se limita a reproducir una transcripción anterior de Gudel (1934a), introduciendo, por cierto, ligeras correcciones ortográficas. Los fragmentos muestran, como se ve, evidentes diferencias de fondo y forma. El rabadán sirve en Sena “al almirante Volante”, pero en Sariñena lo hace “al gigante Gallardo”, aunque en ambos casos se añade “que es un noble caballero”. En el puente de Almantías o Al-Mantible hay en Sena cuatro mil caballeros, que se convierten en doce mil en Sariñena.  Aunque lo que resulta más curioso es constatar que lo que en Sena ha acabado “bajo de Aguas Mansas”, en Sariñena está “encima de Aguas Mansas”. Y en Sena el que está preso es un cierto general, pero en Sariñena es el mismísimo gigante Gallardo – el Galafre de la novela-, que ha pasado de guardián del puente a estar “cogido en la trampa preso”.

Como estamos viendo, la incrustación de la materia carolingia en los dances de Sena y Sariñena, ha devenido actualmente en una curiosa amalgama de lugares reales y ficticios, y de personajes que estaban previamente en los dances con los introducidos por la materia carolingia. Y todo ello, desfigurado por la corrupción y degeneración asociada a la transmisión oral. El resultado es que el conjunto que lo que hoy observamos resulta algo desordenado y la comprensión de algunos pasajes, como los reproducidos en el Cuadro V, se hace dificultosa, por carecer, además, de relación con el resto de la trama del dance.

Para finalizar diremos que esta evolución asociada a la transmisión oral ha sido analizada por la etnolingüista francesa Jeanine Fribourg, quien realizó a lo largo de varios años un trabajo de campo en Sariñena y Sena, y en su obra Fêtes et Littérature Orale en Aragon (1996) compara los primeros textos transcritos de la parte fija de los coloquios de los dances de ambos pueblos con los recogidos por ella en 1976, 1978, 1980 y 1982 y constata las variaciones registradas. El capítulo correspondiente de la traducción al castellano lleva así el elocuente título de “La variabilidad debida a la enunciación” (Herrando 2000: 202-213).

7. CONCLUSIONES

Llegados a este punto, creemos contar con la suficiente fundamentación para establecer dos conclusiones sobre la relación de los dances de Sena y Sariñena con el ciclo carolingio:

  1. Existe, efectivamente, una conexión entre los fragmentos de estos dances que aluden a Carlomagno y los Doce Pares de Francia y los cantares del ciclo carolingio, aunque no con el Cantar de Rolando, sino con el Cantar de Fierabrás, algo posterior, de finales del siglo XII.
  2. La conexión no es por vía directa, sino a través de la novela del siglo XVI Historia del Emperador Carlo Magno, y de los doce pares de Francia y de la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás, rey de Alejandría, hijo del grande Almirante Balán, de Nicolás de Piamonte, traducción de una prosificación francesa del Cantar de Fierabrás del siglo XV. Algunos fragmentos de esta novela se introdujeron en ambos dances, con propósito ornamental, en una fecha posterior al siglo XVI.

Para terminar, sucede con esta investigación lo mismo que con la mayoría de las que se acometen, a mayor o a menor escala, para resolver una determinada conjetura: la obtención de resultados o conclusiones suele ir aparejada a la aparición de nuevas cuestiones a investigar, a veces incluso de mayor calado que las iniciales.  En este caso tales cuestiones podrían referirse a quién o quiénes introdujeron en los dances de Sena y Sariñena, con pretensión ornamental, los fragmentos de la novela de Nicolás de Piamonte que hemos analizado, en qué momento lo hicieron, y, no menos relevante, por qué razón estas alusiones a la materia carolingia solo aparecen en estos dos dances de Sena y Sariñena, sin haberse propagado a los demás de grupo -ni a ningún otro de los aragoneses-, siendo tan similares entre sí los dances del grupo monegrino. Queda en pie para futuras investigaciones.

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[1] Existen ediciones recientes de la obra en soporte electrónico, con introducción y notas, por ejemplo la de Olea (2019), o la de Suárez Figaredo (2020), que es la que hemos consultado.

[2] Carlos Gumpert (1987: 74) ha localizado más de 120 ediciones, 12 de ellas en el siglo XVI. Por su parte, Marcelino Canino (2010) recogió versiones en Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, México, Panamá, Guatemala y Venezuela, y conocía otras en tagalo, la lengua natural de las Filipinas. Y, según testimonios recogidos por Julio I. González Montañés (2009), todavía a mediados del siglo XX era frecuente la existencia de un ejemplar de la Historia de Carlomagno en las casas campesinas gallegas.

[3] Según Maximiano Trapero (2001: 77) “seguramente, ninguna historia ha sido tan reimpresa y tan difundida a través de pliegos de cordel como la historia de Carlomagno y sus Doce Pares de Francia.”

[4] Según la leyenda que relatan el Cantar de Fierabrás y la novela de Piamonte, las tropas comandadas por el rey sarraceno Balán y su hijo el gigante Fierabrás conquistaron Roma y robaron las reliquias de la pasión, entre ellas dos barriles con los restos del bálsamo con el que fue ungido el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía. Las tropas de Carlomagno iban a su encuentro para recuperar las reliquias, cosa que consiguieron tras muchas vicisitudes, entre otras la victoria en combate de Oliveros sobre Fierabrás y la conversión de este al cristianismo.

[5] En el trabajo de Francesc Massip (2021) puede consultarse una muy pormenorizada descripción de las representaciones de Los doce Pares de Francia, en Tlalnepantla (Morelos, México), y del Auto de Floripes de Santo António (São Tomé y Príncipe).

[6] A título de curiosidad, indicaremos que la palabra “fierabrás” sí que aparece en algunos dances aragoneses. No se trata de una alusión directa al personaje de la materia carolingia, sino al sustantivo al que dio pie, hoy en desuso, pero que recoge el diccionario de la RAE: “m. y f. coloq. Persona grande y fuerte, especialmente la fanfarrona y jactanciosa”. Aparece, por ejemplo, en una pastorada de Besians de 1799 (Pueyo 1973: 212), y en el dance de Ambel (Gracia y Aragón 2006: 94).

[7] Ricarte (o Recarte) y Borgoña de Normandía, Thierry y Oger de Danois son, igual que Roldán y Oliveros, miembros de Los Doce Pares de Francia. Recner es el padre de Roldán, y Naimes es el anciano consejero de Carlomagno.

[8] En trascripciones posteriores se cita como Al-Mantible en lugar de Almantías (Trallero 2020: 122).

[9] Se utiliza aquí la segunda acepción del diccionario de la RAE para la voz “trampa”: Puerta en el suelo, para poner en comunicación cualquier parte de un edificio con otra inferior.